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Teología de la Acción II

Prof. Daniel de Jesús Garavito


Simón Pedro Martínez Jara
¿Cómo hacemos teología?

La propuesta de entrada a este curso de la teología de la acción es muy sugerente. El texto


de discusión realiza una pequeña historia del modo de hacer teología en la academia en los
últimos siglos pasando por la Escolástica, el giro teológico del Vaticano II y la vuelta al
Vaticano desde los puntos esenciales del Papa Francisco. La presente relatoría pone en
tensión algunos puntos esenciales de Gilles Routhier1 con algunas preguntas sugerentes que
enriquecen la discusión.

Desde el inicio la Iglesia católica se diferenció en su enfoque teológico por medio de


distintas escuelas. La búsqueda de rigurosidad en su propuesta teológica fue creando
facultades o áreas de teología. Con el paso del tiempo, las facultades de teología
presentaban un proyecto de formación coherente y diverso. Entre estos proyectos Gilles
destaca dos: el enfoque programa y el enfoque centrado en disciplinas. La primera es de
colaboración entre docentes que comparten sus visiones. La segunda exige que cada
profesor sea responsable de su curso como prioridad.

Gilles explica que la Constitución Apostólica Sapientia Christiana busca unas disciplinas
organizadas en cuerpos, a fin de garantizar una formación sólida y facilitar la colaboración
de profesores. Esta Constitución se inspira en el decreto Optatium Totius que busca la
articulación integrada entre las disciplinas filosóficas y teológicas. El decreto propone unas
consideraciones para ayudar a articular la teología en los seminarios con un propósito
pastoral. Algunos puntos a destacar son: el lugar central de la Escritura dentro de la
Teología; y así también de la patrística y la historia de la salvación que tiene como punto
de referencia el misterio de Cristo.

Gilles critica que el intento de aplicación del Vaticano II es su decreto Optatam Totius , en
las primeras décadas no produjo una innovación en la teología, sino una recopilación de
diversos aportes. En contraposición, el Papa Francisco expresa una postura diferente,
porque propone que la formación de los pastores debe responder a las necesidades del

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Gilles Routhier es un reconocido teólogo católico y sacerdote diocesano. Además de su docencia
habitual en la Facultad de Teología y Ciencias Religiosas de la Universidad Laval (1992), fue profesor
invitado en el Instituto Católico de París (2002 a 2007).

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Simón Pedro Martínez Jara
tiempo presente. Por ello, el papa sostiene que los pastores deben formarse en las distintas
áreas humanas y científicas que responden a este tiempo.

Otra de las críticas que sostiene Gilles es que durante mucho tiempo la teología práctica
“viene después de la formación teológica.”2 En este esquema, el estudiante debe aprender
bien la lección para luego aplicarla. En contraposición, tanto el Concilio Vaticano II y en
especial el papa Francisco proponen otro punto de partida que surge desde las preguntas y
necesidades del pueblo como lugar hermenéutico. Este cambio se denomina hermenéutica
de la vida y del mundo. La hermenéutica de la vida propone que el contacto con la realidad
lleva al teólogo a comprender e interpretar todo lo que percibe a luz del evangelio. Así, se
combina la vida del mundo y de los hombres, se propone un método y su aplicación
necesaria; la lectura de las Escrituras y la teología sistemática concebida como una
hermenéutica de la vida. Además, no se da un trabajo por compartimentos sino que se
propone un proyecto orgánico, una vuelta a la concepción contemplativa de la teología, de
“lectura del misterio encarnado y entregado a la realidad.”3

El método del papa Francisco está inscripto en Gaudium et Spes, un método que parte de la
vida interpretada a la luz de las Escrituras. De este modo, se da un nuevo rostro a la
teología pastoral. Esta novedad da lugar a la teología de la acción y propone un método que
parte de las preguntas del destinatario.

Otro elemento a destacar es que América Latina lleva más lejos y perfecciona el enfoque
del Vaticano II. La Conferencia Episcopal de Medellín parte con una presentación de tipo
sociológica con el fin de “identificar los signos de los tiempos en América Latina e
interpretarlos.”4 El documento después del análisis de la situación propone al final
orientaciones pastorales con aportes bíblicos y doctrinales.

El Papa Francisco bebe de la fuente del Vaticano II y de la Conferencia de Medellín.


Teniendo presente ambos acontecimientos, el papa Francisco concibe la teología como una
hermenéutica de la vida. Esta realidad novedosa de la teología propone nuevos escenarios:
una teología contextual, o una teología de la acción o teología práctica, la teología de la
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Routhier, Desarrollar un proyecto teológico, 7.
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Routhier, Desarrollar un proyecto teológico, 13.
4
Routhier, Desarrollar un proyecto teológico, 16.

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liberación todas son expresiones que se da desde el Vaticano II y sobre todo la búsqueda
de un proyecto coherente que integre las diversas disciplinar en la búsqueda de respuestas
para esta hermenéutica de la vida.

A modo de conclusión nos queda abierta la pregunta ¿cómo hacemos teología hoy?, la
pregunta por el método abre nuevos horizontes y como bien explica Gilles el papa
Francisco es promotor del enfoque teológico denominado la hermenéutica de la vida. Para
los teólogos las nuevas preguntas del mundo, sus dolores y tristezas; gozos y alegrías
despierta nuevas inquietudes y búsqueda de respuesta. El teólogo está llamado a salir a las
calles para conversar con el mundo y buscar nuevos escenarios desde donde hacer teología.

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