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SALA DE CASACIÓN SOCIAL

Ponencia de la Magistrada Dra. MÓNICA GIOCONDA MISTICCHIO


TORTORELLA
 
En el juicio que por
cobro de diferencia de prestaciones sociales sigue el ciudadano LUCA VICENZO
SALVADORE BESUSSO, titular de la cédula de identidad Nro. V-6.822.094,
representado judicialmente por los abogados
Ángel Bello Mendoza y Julio
Hernández Badell, con INPREABOGADO Nros. 117.566 y 118.003, en su orden, contra
la
sociedad mercantil BANCO OCCIDENTAL DE DESCUENTO, BANCO UNIVERSAL,
C.A., inscrita en el Registro
Mercantil Primero de la
Circunscripción Judicial del Estado Zulia, el 29 de noviembre de 2002, bajo los
Nros. 79 y 80,
Tomo 51-A., representada por los profesionales del Derecho José
Ramón Sánchez Torres, Ayleen Guédez, Francisco
Álvarez, Karla Peña, Andreina
Lusinchi, Manuel Polanco, Ana Cristina Conde, Cheily Chercia Sánchez, Andrés
Sardi,
Samantha Contreras, Rusbel María Nobrega, María de los Ángeles Arrieta,
María Mercedes Blanco, Enrique Travieso y
Christina Barrios, con INPREABOGADO
Nros. 81.083, 98.945, 124.031, 123.501, 151.875, 165.477, 176.344, 120.583,
180.512, 186.221, 186.539, 187.691, 186.261, 150.418 y 180.107, respectivamente,
el Juzgado Superior Octavo del Trabajo
de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, mediante decisión publicada el 15 de mayo de 2015,
declaró sin lugar el recurso de apelación interpuesto por la parte demandada y
confirmó la sentencia de fecha 2 de marzo de
2015, proferida por el Juzgado Segundo
de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la referida Circunscripción Judicial,
que declaró con lugar la demanda.
 
Contra la decisión de
alzada, la parte demandada anunció recurso de casación, y una vez admitido se
acordó el envío
del expediente a la Sala de Casación Social de este máximo
Tribunal.
 
En fecha 11 de abril de
2015, la parte demandada recurrente formalizó el recurso de casación. Hubo
contestación a la
formalización.
 
Por auto de fecha 25 de
junio de ese mismo año, se dio cuenta en Sala y se designó ponente a la
Magistrada Mónica
Gioconda Misticchio Tortorella, quien con tal carácter
suscribe el presente fallo.
 
El 23 de diciembre de
2015, la Asamblea Nacional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere el
artículo 264 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
concordancia con los artículos 8 y 38 de la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo
de Justicia, designó como Magistrado Principal de esta Sala de Casación Social
al Dr. Jesús Manuel
Jiménez Alfonzo, quien tomó posesión del cargo en la misma
fecha.
 
En fecha 24 de febrero
de 2017, en virtud de la designación de la nueva directiva de este máximo
Tribunal en sesión
de Sala Plena, se reconstituyó esta Sala de Casación Social,
quedando conformada en el siguiente orden: Presidenta,
Magistrada Dra. Marjorie
Calderón Guerrero, Vicepresidente, Magistrado Dr. Jesús Manuel Jiménez Alfonzo,
Magistrado
Dr. Edgar Gavidia Rodríguez, Magistrada Dra. Mónica Gioconda
Misticchio Tortorella y Magistrado Dr. Danilo Antonio
Mojica Monsalvo.
 
Por auto del 9 de mayo
de 2017, fue fijada la audiencia oral, pública y contradictoria prevista en el
artículo 173 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, para el día jueves 22 de
junio de ese mismo año, a las diez y diez de la mañana (10:10
a.m.).
 
Celebrada la audiencia
y pronunciada la decisión de manera oral e inmediata, procede esta Sala a
reproducir la misma,
conforme a lo previsto en el artículo 174 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, bajo las consideraciones siguientes:
 
DEL RECURSO DE CASACIÓN
 
Denuncia por defecto de
actividad
 
-Única-
 
De acuerdo con lo previsto
en el numeral 1 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la
representación
judicial de la sociedad mercantil Banco Occidental de Descuento,
Banco Universal, C.A., denuncia la infracción de los
artículos 78 y 155 eiusdem,
49 numeral 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y 15
del Código de
Procedimiento Civil, por haberse quebrantado el debido proceso y
el derecho a la defensa, toda vez que el juez de primera
instancia no le permitió
controlar las pruebas aportadas por el actor, conllevando a que las actuaciones
efectuadas resultaran
anulables, conforme a lo establecido en el artículo 208
del Código de Procedimiento Civil y, en tal sentido, la recurrida
debió reponer
la causa al estado que el a quo celebrara nuevamente la audiencia de
juicio para ejecutar las observaciones
sobre las pruebas presentadas por el
demandante.
 
En conexión con lo
anterior, explica la formalizante que durante la audiencia de juicio le fue
cercenado el derecho a
controlar las documentales marcadas “A” relativas a los
estados de cuenta promovidos por el actor, toda vez que no fue
concedida la
oportunidad para efectuar su impugnación o desconocimiento, de acuerdo con lo
establecido en el artículo 155
de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
 
Ello así, manifiesta la
parte recurrente que esta situación se ocasionó cuando el demandante al
consignar las aludidas
documentales, promovió algunas de éstas en originales y otras
en copias simples, indicando el formalizante que las últimas
eran susceptibles
de ser impugnadas, de acuerdo con lo previsto en el artículo 78 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo,
pues el contenido de esos instrumentos era
distinto al aportado por la parte accionada mediante la prueba de exhibición.
 
Bajo ese hilo
argumentativo, aduce la formalizante que del video de la audiencia de juicio puede
corroborarse que
únicamente se logró objetar un grupo de esas instrumentales, toda
vez que al momento de continuar con la observación del
resto de las aludidas probanzas,
fue interrumpida por el juez de juicio, sin otorgarse otra oportunidad para continuar
con el
respectivo control, lo cual constituye como fue expresado supra un
quebrantamiento al debido proceso y al derecho a la
defensa.
 
En tal sentido, indica
la parte recurrente que la sentencia de primera instancia le otorgó plena
validez a las
documentales aportadas por el accionante, no obstante de haber
sido desconocidas por presentar un contenido diferente al
que se evidenció de la
prueba de exhibición de éstas, procediendo a declarar con lugar la demanda y,
en consecuencia,
ocasionándole un daño patrimonial a la empresa accionada.
 
Adicionalmente, asegura
la empresa demandada recurrente que ese acontecimiento fue debidamente
denunciado ante
la recurrida, quien no consideró pertinente los argumentos,
avalando el vicio denunciado y causándole un estado de
indefensión, razón por la
cual solicita se declare procedente la presente denuncia y se reponga la causa
al estado de controlar
nuevamente la probanza supra descrita.
Con el propósito de
resolver la delación planteada se efectúan las disquisiciones siguientes:
 
Resulta imperativo manifestar
que la denuncia por reposición no decretada, indefectiblemente implica el
quebrantamiento del derecho a la defensa con la infracción de los artículos 15,
206 y 208 todos del Código de Procedimiento
Civil, en tal sentido, mediante
sentencia de esta Sala Nro. 1.805 de fecha 6 de junio de 2006, (caso: Iris
Antonia Useche
Carrero contra Compañía Anónima Nacional Teléfonos de
Venezuela CANTV), se estableció:
 
Ahora bien, la
denuncia de indefensión o menoscabo del derecho de defensa, como la alegada el
formalizante,
comporta el cumplimiento de una técnica especial, elaborada por
la copiosa jurisprudencia de la Corte, la cual
exige:
 
a) Explicación
de cuál ha sido la forma quebrantada u omitida y si lo ha sido por el Juez de
la causa o el de
alzada.
 
b) Indicar cómo,
con tal quebrantamiento u omisión de las formas sustanciales de los actos, se
lesionó el derecho
de la defensa o el orden público, según el caso o ambos.
 
c) Si el
quebrantamiento u omisión de las formas que menoscabó el derecho de defensa o
lesionó el orden
público, lo ha sido por el juez de la causa, y se considera
procedente la reposición de la misma, denunciar la
infracción del artículo 208
del Código de Procedimiento Civil, la norma expresa contenida en la disposición
general del artículo 15 eiusdem, y los particulares que acarrean el
menoscabo del derecho de defensa o los que
establecen el orden público, las
cuales resultan las realmente infringidas por la recurrida, al no decretarse en
ella
la nulidad o la reposición cuando la omisión o quebrantamiento de las
normas que menoscaban el derecho de
defensa o el orden público, lo lesiona el
tribunal de la causa.
 
d) Si el
quebrantamiento u omisión de las formas que menoscabó el derecho de defensa o
lesionó el orden
público lo ha sido por el Tribunal de la alzada, además de la
infracción de la norma contenida en el artículo 15
del Código de Procedimiento
Civil, deben denunciarse como infringidas las disposiciones referidas al
quebrantamiento u omisión de las formas que menoscaban el derecho de defensa o
las que establecen el orden
público que ha sido lesionado por el propio Juez de
la recurrida.
 
e) La
explicación a la Sala, que con respecto a dichos quebrantamientos u omisiones
de formas o lesiones al
orden público, se agotaron todos los recursos.
 
También estima
la Sala procedente acotar, que para el cumplimiento de la técnica reseñada
precedentemente debe el formalizante denunciar la violación del artículo 206
del Código de Procedimiento
Civil, como norma rectora de la nulidad de
los actos procesales, por cuanto, si se sostiene que el fallo de
alzada
no decretó una reposición que era necesaria para la corrección de las faltas
que anulaban un acto
procesal acaecido en la primera instancia, ésta es la
disposición que obliga a los Jueces a procurar la
estabilidad de los juicios
anulando o corrigiendo las faltas que puedan anular cualquier acto procesal,
razón que motiva el que, a partir de la fecha de publicación de este fallo,
también se exigirá, en el contexto
de una denuncia de indefensión o
menoscabo del derecho de defensa, la alegación de infracción del
artículo 206 del Código de Procedimiento Civil. (Sentencia N° 24 de fecha 15-02-2001).
(Destacado de esta
Sala).
 
De la decisión
parcialmente reproducida, se desprende que para que se proceda a tramitar la
denuncia por indefensión
o menoscabo del derecho a la defensa, deberá el
formalizante delatar, además del quebrantamiento de los artículos 15 y 208
del
Código de Procedimiento Civil, la infracción del artículo 206 eiusdem,
como norma rectora de la nulidad de los actos
procesales, toda vez que si se
sostiene que el fallo de alzada no decretó la reposición de la causa, necesaria
para la
corrección de las faltas que anulaban un acto procesal acaecido en la
primera instancia, esta es la norma que obliga a los
jueces a procurar la
estabilidad de los juicios, anulando o corrigiendo las fallas que pudiesen
invalidar lo sucedido.
 
Ahora bien, en la denuncia
bajo análisis se observa que la parte demandada recurrente no ha cumplido a
cabalidad con
la técnica aludida precedentemente para la correcta alegación del
vicio de indefensión o menoscabo del derecho de defensa
por reposición no
decretada, al no haberse delatado la infracción del artículo 206 del Código de
Procedimiento Civil, que
conforme al criterio jurisprudencial parcialmente
transcrito constituye la norma rectora “de la nulidad de los actos
procesales”, no obstante, pese a las limitaciones técnicas que presenta el
recurso de casación interpuesto por la accionada,
esta Sala de Casación Social
considerando lo preceptuado en los artículos 26 y 257 de la Constitución de la
República
Bolivariana de Venezuela, procede a decidir la dlación formulada en
los términos que se presentan a continuación:
 
La entidad financiera
Banco Occidental de Descuento, Banco Universal, C.A., denuncia que en el asunto
de autos fue
quebrantado el debido proceso y el derecho a la defensa, al no
decretar la recurrida la reposición de la causa al estado que se
le permitiera,
conforme a lo estipulado en el artículo 155 de la Ley Orgánica de Procesal del
Trabajo, controlar las
documentales consignadas en copia simple por la
representación judicial de la parte actora en la audiencia de juicio,
-
correspondientes a los estados de cuenta donde supuestamente se reflejan los incentivos
y/o bonificaciones que fueron
percibidos por el accionante durante los años
2004 y 2013- con el propósito de proceder a su respectiva impugnación, por
cuanto su contenido era distinto al de las instrumentales exhibidas por ella,
circunstancia que le causó un estado de
indefensión.
 
Ahora bien, con
relación a lo delatado la juzgadora de alzada, sostuvo:
 
De una revisión
de las actas procesales que conforman el presente asunto, así como del
desenvolvimiento de la
audiencia de juicio, se evidencia que el a quo
permitió el correspondiente control y contradicción de las
pruebas aportadas
por las partes, garantizándole el derecho a la defensa y al debido
proceso a la parte
hoy recurrente. Asimismo, realizó una valoración
adecuada, conforme a la sana crítica, al momento de dictar
sentencia,
desechando únicamente aquellas pruebas que no demostraban los hechos
controvertidos, o no aportan
a la solución del conflicto. Así se establece.
 
De igual manera,
se evidencia que, cuando le fue solicitada a la parte demandada la
exhibición de las
documentales promovidas por la parte actora como marcadas “A”,
ésta las consignó de manera
incompleta, lo cual se puede evidenciar de
los instrumentos aportados por la actora, en tal sentido, aunque
fueron parcialmente impugnados, resultan similares pero con ausencia de
algunos datos; de modo que, el a
quo actuó conforme
a derecho al aplicarle a la demandada la consecuencia jurídica contemplada en
el
artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, por cuanto era
carga de la demandada exhibir todos
los recibos indicados, (…).(Destacado
de esta Sala).
 
De la decisión
transcrita, se desprende que el juzgador de primera instancia permitió el correspondiente
control y
contradicción de las pruebas aportadas, garantizándole el derecho a
la defensa y al debido proceso a la parte accionada, y
ratificando que al
momento de exhibir las instrumentales marcadas “A” -relativas a los estados de
cuenta donde se reflejan
las bonificaciones percibidas por el actor- la parte demandada
las presentó de manera “incompleta” y, no obstante de haber
sido
impugnadas parcialmente por esta última -cuando fueron consignadas en copias
simple por la parte actora como
instrumentales- su información resultaba
análoga con las exhibidas, sólo que “con ausencia de algunos datos”,
resultando
perfectamente aplicable la consecuencia jurídica prevista en el
artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, al no
cumplir la empresa
demandada con su carga probatoria.
 
Así, esta Sala observa que
las instrumentales a las que hace mención la parte recurrente, se refieren a
los estados de
cuenta emitidos por el Banco Occidental de Descuento, Banco
Universal, C.A., -parte demandada- pertenecientes al
ciudadano Luca Vicenzo
Salvadore Besusso, donde se refleja el monto de su salario y las bonificaciones
y/o incentivos entre
otros conceptos laborales percibidos durante los años 2004
al 2013, probanzas que fueron promovidas por prenombrado
ciudadano en copias
simples (vid. ff. 3 al 36, 125 al 135, 158 al 193 del cuaderno de
recaudos Nro. 1) y otras en originales
(vid. ff. 37 al 124, 136
al 157 del referido cuaderno), los cuales tenían por objeto demostrar que esos conceptos
revestían
carácter salarial, producto de la regularidad y frecuencia en su
cancelación, y de las que se requirió a la parte accionada se
exhibieran.
 
En sintonía con lo
anterior, después de un examen en segundo grado de mediación del video de la
audiencia de juicio,
esta Sala de Casación Social apreció que fueron evacuadas
las documentales relativas a los estados de cuenta, a las que la
parte
demandada procedió a impugnar las consignadas en copias simples -ciertamente con
algunas interrupciones del juez-
lo que pudo ocasionarle un estado de
indefensión que implicaría la reposición de la causa, no obstante, de la
revisión de las
aludidas instrumentales se desprende que presentan un contenido
similar a las exhibidas por la empresa accionada, conforme
fue aseverado por la
recurrida (vid. ff. 138 al 191 de la pieza principal), sólo que algunas
de éstas se encuentran incompletas
por las razones siguientes: i) la
parte demandada no exhibió la totalidad de los estados de cuenta,
correspondientes a los años
que van del 2004 al 2013, ii) algunos de estas
documentales se presentan sin contener el total de días que tiene cada mes
(vid.
ff. 138, 139, 141, 149, 158, 168, 169, 171, 172, 173, 180, 181, 182,
183, 184, 185 y 187 de la pieza principal) y, iii) en
los estados de
cuenta exhibidos donde faltan días de algunos meses que abarcan los años 2004 y
2013, son precisamente
aquellos en donde deberían reflejarse los montos que por
bonificaciones y/o incentivos percibía el demandante, sumas que si
se
encuentran detalladas en los estados de cuentas aportadas por el actor tanto en
copia simple como en original, siendo que
todos los demás datos coinciden.
 
En consecuencia, al no
exhibirse íntegramente las referidas instrumentales, resultaba incuestionable
aplicar la
consecuencia prevista en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, razón por la que se tuvo como exacto el
texto de los estados cuentas
consignados por el actor.
 
Por los argumentos
precedentemente expuestos, no se verifica la vulneración del debido proceso y
el derecho a la
defensa de la parte demandada, toda vez que si bien la
impugnación de los estados de cuenta aportados por la parte actora
fue
interrumpida por el juez de juicio, no es menos cierto, que éstas documentales
presentan análogo contenido a las
exhibidas, conforme a los términos supra
esgrimidos, de modo que por no haber cumplido íntegramente la demandada con
la
exhibición de los estados de cuenta, se tuvo como cierto el contenido de los
aportados por el accionante.
 
En tal sentido, debe
declararse improcedente la denuncia planteada por la parte demandada
recurrente. Así de decide.
 
Denuncias
por Infracción de Ley
 
-I-
 
Con fundamento en lo
previsto en el numeral 2 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, la parte
demandada recurrente denuncia la errónea interpretación de
los artículos 18 numeral 5 de la Ley Orgánica del Trabajo, los
Trabajadores y
las Trabajadoras, 9 y 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, al estimar la
recurrida que en aplicación del
principio de indubio pro operario o de
favor “no debía valorarse la prueba de exhibición” y, en consecuencia, determinó
como cierto que las bonificaciones alegadas por el actor formaban parte del
salario.
 
Bajo esa premisa, aduce
la formalizante que la juzgadora de alzada consideró que era una carga de la accionada
exhibir todos los estados de cuenta indicados por la parte actora y, en
consecuencia, al existir dudas sobre las instrumentales
no exhibidas por ésta,
se debía aplicar el principio in indubio pro operario, estipulado en el
artículo 18 numeral 5 de la Ley
Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las
Trabajadoras, razón por la que tenía la plena convicción que los bonos
percibidos por el accionante durante la vigencia de la relación laboral
formaban parte del salario.
 
Ello así, expresa la
parte recurrente que los artículos 18 numeral 5 de la Ley Orgánica del Trabajo,
los Trabajadores y
las Trabajadoras y 9 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
deben poseer limitaciones en su interpretación, pues si bien es
cierto que corresponde
ser utilizados en caso de dudas en la apreciación de los hechos o de las pruebas,
no es menos cierto
que en el asunto de autos no existía duda alguna sobre la
norma o apreciación que debió emplearse, en virtud que eran los
estados de
cuenta que se solicitaron exhibir por el demandante, independientemente de que
ellos estuvieran incompletos, y
en caso de no presentarse para su exhibición
algún determinado mes, aplicar la consecuencia prevista en el artículo 82 de la
Orgánica Procesal del Trabajo, para los períodos no mostrados.
 
En sintonía con lo
expuesto, reconoce la formalizante que se proporcionaron parcialmente los
documentos a exhibir,
no obstante, manifiesta que el ad quem estimó que
se “consignaron de manera incompleta”, sin especificar exactamente cuál
era
el significado de esa afirmación, además, de establecer que era procedente lo
alegado por el demandante con relación a
las bonificaciones percibidas,
adoptando, en tal sentido, los estados de cuenta que este último consignó en el
proceso, los
cuales fueron impugnados parcialmente por tratarse de copias
simples con una información distinta a la proporcionada por la
empresa
accionada, razón por la que debió determinarse como cierta la información de
los estados de cuenta exhibidos.
 
Adicionalmente, aduce la
parte recurrente que el error de interpretación en el que incurrió la juzgadora
de alzada,
conllevó a que no se valoraran las documentales exhibidas por la
entidad financiera demandada, y la información que de
éstas se desprendía, estableciendo
como ciertas todas las documentales promovidas por el demandante y, en
consecuencia,
condenando a la empresa demandada al pago del monto peticionado,
sin previamente verificarse el contenido de los estados
de cuenta aportados por
la accionada al proceso.
 
Con el propósito de
resolver la presente denuncia, esta Sala observa:
 
De los argumentos
formulados por la parte recurrente, se desprende que lo pretendido es delatar
la errónea
interpretación del artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, en virtud que la juzgadora de alzada consideró como
cierto el
contenido de los estados de cuenta aportados por la parte actora, estableciendo
que por el hecho de no haber sido
exhibidos de manera completa, quedaba
demostrado que el accionante recibió pagos por incentivos y/o bonificaciones, que
revestían carácter salarial, a pesar de haber sido impugnados algunos de éstos
por ser consignados en copias simples, y que
en todo caso debía aplicarse la
consecuencia de la citada norma a los estados de cuenta no mostrados.
 
Bajo esa premisa, ha
sostenido reiteradamente esta Sala que, el vicio de errónea interpretación se configura
cuando el
juez, aún reconociendo la existencia y la validez de una norma
apropiada al asunto, equivoca la interpretación en su alcance
general y abstracto,
esto es, cuando no le concede el verdadero sentido, haciendo derivar de ella
consecuencias que no
concuerdan con su contenido.
 
El artículo 82 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, al regular lo relativo a la exhibición de
documentos, prevé:
 
Artículo 82. La parte que
deba servirse de un documento, que según su manifestación se halle en poder de
su
adversario, podrá pedir su exhibición. A la solicitud de exhibición deberá
acompañar una copia del documento o,
en su defecto, la afirmación de los datos
que conozca el solicitante acerca del contenido del documento y, en
ambos
casos, un medio de prueba que constituya, por lo menos, presunción grave de que
el instrumento se halla
o se ha hallado en poder de su adversario.
 
Cuando se trate
de documentos que por mandato legal debe llevar el empleador, bastará que el
trabajador solicite
su exhibición, sin necesidad de presentar medio de prueba
alguno, que constituya por lo menos, presunción
grave de que el mismo se
encuentra o ha estado en poder del empleador.
 
El tribunal
ordenará al adversario la exhibición o entrega del documento para la audiencia
de juicio.
 
Si el
instrumento no fuere exhibido en el lapso indicado, y no apareciere de autos
prueba alguna de no
hallarse en poder del adversario, se tendrá como exacto el
texto del documento, tal como aparece de la
copia presentada por el solicitante
y, en defecto de éste, se tendrán como ciertos los datos afirmados por el
solicitante acerca del contenido del documento.
 
Si la prueba
acerca de la existencia del documento en poder del adversario resultare
contradictoria, el juez de
juicio resolverá en la sentencia definitiva,
pudiendo sacar de las manifestaciones de las partes y de las pruebas
suministradas las presunciones que su prudente arbitrio le aconseje. (Destacado
de esta Sala).
 
La norma parcialmente
transcrita establece la facultad que tiene la parte que precisa servirse de un
documento, que en
su opinión se halle en poder de su adversario, para
expresamente solicitar su exhibición, para lo cual, deberá acompañar una
copia
del documento o, en su defecto, la afirmación de los datos que conozca el
solicitante acerca del contenido del
documento y, en ambos casos, un medio de
prueba que constituya, al menos, presunción grave de que el instrumento se
halla
o se ha hallado en poder de su adversario.
 
Adicionalmente, dispone
la norma in commento en su primer párrafo que, cuando se trate de la
exhibición de
documentos que por mandato legal debe llevar el empleador,
bastará que el trabajador solicite su exhibición, sin necesidad
de presentar
prueba alguna, que constituya al menos, presunción grave de que el documento se
encuentra o ha estado en
poder del empleador, sin embargo, el promovente de la
exhibición debe cumplir inexorablemente con el requisito de
acompañar a la
solicitud copia del documento o, en su defecto, la afirmación de los datos que
conozca acerca de su
contenido, pues solo así adquiere sentido práctico la
consecuencia de la negativa de exhibición de tenerse como exacto el
texto del
documento y como cierto los datos afirmados del contenido del documento, y
puede el juez evaluar la pertinencia
de la prueba con miras a su admisión.
Ahora bien, para
verificar lo denunciado por la parte formalizante, se extrae de la recurrida lo
siguiente:
 
De las pruebas promovidas
por la parte actora admitidas y valoradas por el Tribunal a quo son las
siguientes:
 
Pruebas
Documentales:
 
Promovió marcada
“A”, documentales que rielan insertas del folio 3 al 199 del cuaderno de
recaudos Nº 1,
estados de cuenta de la demandada a nombre del accionante
correspondiente a la cuenta Nº
01160118970003963055. Esta documental es de las
contempladas en el artículo 78 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, en
consecuencia se le otorga pleno valor probatorio, en razón de que si bien es
cierto algunas
fueron impugnadas en forma genérica, de las mismas se
desprende que fueron consignadas en originales,
selladas por la propia
institución bancaria, adicionalmente si las adminiculamos dichas copias
con la que
solicito de prueba de exhibición, que más adelante
encontraremos que la parte demandada no cumplió
con los requisitos del artículo
82 de la L.O.P.T., con estas documentales queda
demostrado, que el
accionante recibió pagos por concepto de nóminas quincenales,
bono de productividad, bono por
cumplimiento de metas, intereses sobre
prestaciones sociales, bono de incentivo, utilidades,
bonificación
especial, nómina especial, anticipo fideicomiso.
Así se establece.
 
Prueba de
Exhibición:
 
Solicitó la
exhibición de las documentales promovidas marcas “A”, las cuales fueron
presentadas por la
representación de la parte accionada, las cuales luego de
concatenarlas con las copias aportadas por la parte
actora observa este
juzgador que los originales fueron presentados de forma incompleta, en la audiencia
oral de
juicio, tal como se evidencia, al realizar una comparación con las
copias consignadas de los documentos a
exhibir de los estados de cuenta que
consigno de los folios de (221 al 287) de la presente causa, en consecuencia,
de conformidad con lo establecido en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, se tiene como
exacto el contenido de las documentales traídas al
proceso por la parte actora que corren insertas de los folios Nº
3 al 199 del
cuaderno de recaudos Nº 1, sobre los cuales quien juzga ya emitió
pronunciamiento supra.
 
De igual manera,
se evidencia que, cuando le fue solicitada a la parte demandada la
exhibición de las
documentales promovidas por la parte actora como marcadas
“A”, ésta las consignó de manera
incompletas, lo cual se puede evidenciar de
los instrumentos aportados por la actora, en tal sentido,
aunque fueron
parcialmente impugnados, resultan similares pero con ausencia de algunos datos;
de modo
que, el a quo actuó conforme a derecho al aplicarle a la
demandada la consecuencia jurídica contemplada
en el artículo 82 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, por cuanto era carga de la demandada exhibir
todos los recibos indicados, de otra parte aún en el supuesto de duda sobre
la procedencia de aquellos recibos
“no aportados en exhibición” existe
en materia laboral, los principios que rigen la disciplina procesal, en este
caso se debe obedecer al principio de indubio pro operario, de
conformidad con lo establecido en el artículo 18
numeral 5 de la Ley Orgánica
del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadora, por lo que, se tiene la
convicción
de lo alegado por la parte actora sobre que la composición salarial
de dichos bonos. Así se establece.
 
Por tales
razones, la parte demandada, al no desvirtuar la existencia de los bonos
alegados por la parte
actora, y al no demostrar la accidentalidad de los mismos
o que fueron efectuados para la ejecución del
trabajo, en consecuencia, la
demandada debe cancelar la diferencia adeudada por las incidencias que
tienen
los referidos bonos en los diversos conceptos reclamados, ya que, es
criterio reiterado de Sala de
Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia
(Vid sent. N° 163/2004, 489/2003, 30/2000 y 0970/2011) que
los bonos
percibidos por cumplimiento de metas colectivas o llamados “de desempeño”
son parte integrante del
salario, lo cual también ha sido establecido por la
Sala Constitucional del Máximo Tribunal en sentencia N°
1848/2011. Así se
establece. (Sic). (Resaltado de esta Sala).
 
De la decisión
parcialmente transcrita, se desprende que ante la exhibición incompleta de los
estados de cuenta
requeridos a la parte demandada, la juzgadora de alzada
estimó que el contenido de los presentados por el demandante
debían tenerse
como cierto, en virtud que resultaban similares, sólo que con la “ausencia
de algunos datos”, razón por la que
conforme a lo previsto en el artículo
82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, correspondía aplicar la
consecuencia
jurídica allí contemplada, producto que era una carga para la
demandada exhibir todos los recibos indicados y, en tal sentido,
la accionada
al no desvirtuar la existencia de las bonificaciones alegadas por la parte
actora, y no demostrar la accidentalidad
de éstas o que fueron canceladas para
la ejecución del trabajo, procedía la cancelación de las diferencias adeudadas
por las
incidencias que tienen las aludidas bonificaciones en los diversos
conceptos peticionados.
 
Bajo ese hilo
argumentativo, conforme fue expresado en la resolución de la denuncia anterior la
exhibición incompleta
obedecía a que: i) la parte accionada no había
exhibido la totalidad de los estados de cuenta, correspondientes a los años que
van del 2004 al 2013, ii) algunos de éstos se presentan sin contener el
total de días que tiene cada mes y, iii) en los estados
de cuenta
exhibidos donde faltan días de algunos meses que abarcan los años 2004 y 2013,
son precisamente aquellos en los
que deberían reflejarse los montos que por
bonificaciones y/o incentivos percibía el demandante, sumas que si se
encuentran
detalladas en las documentales aportadas por el actor bien en copia
simple y en original, donde todos los demás datos
coinciden, razón por la que al
no exhibirse íntegramente las referidas instrumentales, resultaba
incuestionable aplicar la
consecuencia prevista en el artículo 82 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, teniéndose como exacto el texto de los
estados
cuentas consignados por el actor.
 
En consecuencia, de
acuerdo con los términos precedentemente expuestos, debía tenerse por cierto el
contenido de los
estados de cuenta aportados por la parte actora, conforme a lo
previsto en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesa del
Trabajo, al no
cumplir la parte demandada con su carga de exhibir completamente los aludidos
documentos, razón por la que
debe declararse indefectiblemente improcedente la
denuncia planteada. Así se resuelve.
 
-II-
 
Conforme a lo previsto
en el numeral 2 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la
parte demandada
recurrente denuncia la errónea interpretación del artículo 48 eiusdem,
toda vez que la juzgadora de alzada determinó la falta
de lealtad y probidad de
la empresa accionada, circunstancia que la conllevó a incurrir en un “falso
supuesto”, de acuerdo
con el contenido del artículo 320 del Código de
Procedimiento Civil.
 
Bajo esa premisa,
asevera la parte recurrente que la decisión objeto del recurso extraordinario
de casación de autos
consideró que la accionada “vulneró los principios de
lealtad y probidad que deben asumir las partes en el desarrollo del
proceso al
alterar u omitir hechos esenciales de la causa, lo cual se presume como
malicioso, pudiendo ser objeto de
sanción, tal como lo establece el artículo 48
de la ley adjetiva laboral” y, en tal sentido, agregó que “el
comportamiento -
omisivo-, que comporta la violación del deber
colaborar para esclarecer la verdad, permite al juez valorarlo
negativamente,
ya que la falta de diligencia en la etapa probatoria es una presunción
contraria a las pretensiones de la
parte reticente. De igual manera, el
comportamiento -desleal- es un indicio contrario a quien niega, haciendo
presumir que
quien oculta parte de la verdad, puede ocultarla toda. Por ello,
la falta a los principios de lealtad y probidad procesales
tiene eficacia
negativa en contra de la parte que incurra en tales faltas”.
 
En sintonía con lo
expresado, se aduce que ciertamente el artículo 48 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo,
establece las sanciones que deben ser aplicadas en caso de falta
de lealtad y probidad en el proceso, sin embargo, en el
asunto debatido la
recurrida realiza una serie de aseveraciones sin determinar -según su criterio-
cuál es la conducta asumida
por la parte demandada que la hiciera colegir que
ocultaba la verdad.
 
Adicionalmente,
manifiesta la parte formalizante que la sentenciadora superior se refiere a la
falta de diligencia en la
etapa probatoria, situación frente a la cual se
pregunta, cuál es el significado de esa afirmación, toda vez que en el presente
juicio la empresa demandada aportó en su escrito de pruebas, documentales marcadas
con las letras “A” hasta la “L”, con el
propósito de demostrar que las
bonificaciones alegadas por el demandante en su escrito libelar no fueron
realmente
percibidas, siendo uno de los argumentos de su defensa, tendentes a confirmar
la buena actuación de la entidad financiera
demandada.
 
Ello así, afirma la
parte recurrente que la juzgadora de alzada al concluir que la conducta desplegada
por la empresa
accionada tiene eficacia negativa en su contra y, que por ende, no
desvirtuó la existencia de los bonos alegados por el actor
en el escrito
libelar, constituye a todas luces un “falso supuesto”, en virtud que tal
comportamiento nunca se ha evidenciado
durante el presente juicio, que no
podría conllevar a la procedencia de la demanda por el supuesto accionar que se
adjudica a
la parte accionada y, menos aun, en la vulneración de los principios
de lealtad y probidad.
 
Con el fin de resolver
la delación planteada, esta Sala observa:
 
Resulta preciso
insistir que tanto la doctrina como la jurisprudencia de este alto Tribunal,
han sido contestes en afirmar
que cada denuncia de casación constituye una
petición de nulidad autónoma, por lo que deben fundamentarse por separado,
sin
que pueda plantearse bajo una misma argumentación la comisión de varios vicios
censurables en casación, dentro de una
única cadena de razonamientos, conforme
se plantea en el escrito de formalización bajo estudio.
 
Sin embargo, pese a las
limitaciones técnicas que presenta el recurso de casación interpuesto por la
parte demandada,
esta Sala de Casación Social en apego a lo establecido en los
artículos 26 y 257 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela,
procede a decidir en los términos siguientes:
Con relación al vicio
de falso supuesto, debe reiterarse que el mismo consiste en un hecho que
establece el juez y no
una conclusión. Se trata de un error de percepción,
resultando también de la equivocación del juzgador en la contemplación
de la
prueba.
 
Este desatino judicial
tiene que aludir forzosamente a un hecho positivo y concreto que se establece
falsa e
inexactamente en la sentencia a causa de un error de percepción; sólo
puede cometerse en relación con un hecho
determinado en el fallo, quedando
fuera de su contexto las conclusiones del juez con respecto a las consecuencias
jurídicas
del hecho, puesto que en tal hipótesis se trataría de una conclusión
de orden intelectual que aunque errónea, no configuraría
lo que la ley y la
jurisprudencia entienden por suposición falsa.
 
En este sentido, debe
expresarse que el artículo 320 del Código de Procedimiento Civil, aplicable
supletoriamente por
remisión expresa del artículo 11 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, es el que prevé los casos de suposición falsa y
dispone
que ésta se verifica cuando el juez atribuye a instrumentos o actas del
expediente menciones que no contiene, o
considera demostrado un hecho con
pruebas que no aparecen en autos o cuya inexactitud resulta de actas e instrumentos
del
expediente mismo.
 
En interpretación de
ello, ha quedado sentado que las tres hipótesis que configuran el vicio in
commento son: i) por
atribución de menciones, al cual se asimila el
falso supuesto ideológico que es cuando el juez atribuye a la prueba lo que
ésta no indica, o modifica lo que la prueba claramente sí expresa; ii)
cuando el juez considera demostrado un hecho sin
prueba que lo respalde, esto
es, que la prueba no existe, pero el juez la inventa o supone y; iii)
cuando el juez establece un
hecho falso con pruebas cuya inexactitud resulte de
actas o instrumentos del expediente no mencionados en el fallo, o sea,
cuando
el juez falsea la prueba al no contrastarla con otras probanzas, o al no
articularla en todos sus elementos. En esta
hipótesis, el sentenciador sí
considera la prueba, pero la falsea, lo cual se demuestra por su enfrentamiento
con la misma
prueba o con otra que esté en el expediente.
 
Por ello, para la
correcta proposición de la denuncia del vicio de suposición falsa, vale decir,
para que la Sala pueda
examinar y decidir acerca de la determinación y
apreciación que los jueces de mérito hayan efectuado sobre los hechos y las
pruebas, es indispensable que el formalizante se ajuste a la formalidad
elaborada, la cual exige el cumplimiento de
determinados requisitos, tales
como, la indicación del hecho positivo y concreto que el juzgador haya establecido
como
cierto valiéndose de una falsa suposición; la indicación específica del
caso de falsa suposición a que se refiere la denuncia,
puesto que el
encabezamiento de la norma supra analizada prevé en ese respecto tres situaciones
distintas; la indicación del
acta o instrumento cuya lectura patentice la falsa
suposición; el señalamiento y denuncia del texto o los textos aplicados
falsamente, porque el juez considera cierto un hecho valiéndose de una
suposición falsa; y la exposición de las razones que
demuestren que la
infracción cometida fue determinante en el dispositivo del fallo.
Así, la parte
recurrente denuncia el vicio de suposición falsa esgrimiendo que la juzgadora
de alzada concluyó que la
conducta desplegada por la empresa demandada tiene
eficacia negativa en su contra, por haber tenido un comportamiento
“omisivo”
y “desleal”, cuando por el contrario -según su juicio- de las pruebas
aportadas al proceso se demostraba que las
bonificaciones alegadas por el
demandante en su escrito libelar, no fueron realmente percibidas, circunstancia
que conllevan
a confirmar la buena actuación de la entidad financiera
demandada.
 
Al respecto, la
recurrida sostuvo:
 
Aunado a ello,
esta Juzgadora considera que la parte demandada vulneró los principios de
lealtad y probidad que
deben asumir las partes en el desarrollo del proceso, al
alterar u omitir hechos esenciales a la causa, lo cual se
presume malicioso,
pudiendo ser objeto de sanción, tal como lo establece el artículo 48 de la ley
adjetiva laboral.
 
En ese sentido,
el comportamiento “omisivo”, que comporta la violación del deber de
colaborar para esclarecer
la verdad, permite al juez valorarlo negativamente,
ya que la falta de diligencia en la etapa probatoria es una
presunción
contraria a las pretensiones de la parte reticente. De igual manera, el
comportamiento “desleal” es un
indicio contrario a quien niega, haciendo
presumir que quien oculta parte de la verdad, puede ocultarla toda. Por
ello,
la falta a los principios de lealtad y probidad procesales tiene eficacia
negativa en contra de la parte que
incurra en tales faltas. Así se establece.
 
Del fallo parcialmente reproducido,
se desprende que la parte demandada vulneró los principios de lealtad y
probidad
que deben asumir las partes en el desarrollo del proceso al alterar u
omitir hechos esenciales a la causa; cuyo
comportamiento “omisivo”
quebrantó el deber de colaborar para esclarecer la verdad.
 
En este contexto, del
análisis efectuado al escrito de formalización se entiende que los argumentos
están dirigidos a
atacar la sentencia recurrida por haber aplicado la
consecuencia jurídica prevista en el artículo 82 de la Ley Orgánica
Procesal
del Trabajo, vale decir, al tenerse por cierto el contenido de los estados de
cuenta promovidos por la parte actora, al
no ser exhibidos los mismos por la
demandada de manera completa, conforme se expresó en la oportunidad de resolver
la
primera denuncia.
 
En definitiva, se
advierte que los argumentos esbozados por la parte formalizante más bien se
encuentran orientados a
atacar la conclusión ofrecida por la recurrida, respecto
del análisis efectuado a los estados de cuenta, lo que no configura el
vicio de
suposición falsa.
Por otra parte, con
relación a la denuncia por errónea interpretación del artículo 48 de la Ley
Orgánica Procesal del
Trabajo, en la que supuestamente habría incurrido la
juzgadora de alzada, resulta imperativo transcribir lo que al respecto la
aludida disposición prevé:
 
Artículo
48. El Juez del Trabajo deberá tomar, de oficio o a petición de parte,
todas las medidas necesarias
establecidas en la ley, tendentes a prevenir o
sancionar la falta de lealtad y probidad en el proceso, las contrarias
a la
ética profesional, la colusión y el fraude procesal o cualquier otro acto contrario
a la majestad de la Justicia y
al respeto que se deben los litigantes. A tal
efecto, el Juez podrá extraer elementos de convicción de la
conducta
procesal de las partes, de sus apoderados o de los terceros y deberá oficiar lo
conducente a los
organismos jurisdiccionales competentes, a fin de que se
establezcan las responsabilidades legales a que
haya lugar.
 
Parágrafo
Primero: Las partes, sus apoderados o los terceros, que actúen en el
proceso con temeridad o mala
fe, son responsables por los daños y perjuicios
que causaren.
 
Se
presume, salvo prueba en contrario, que las partes, sus apoderados o los
terceros, han actuado en el proceso
con temeridad o mala fe cuando:
 
1.   Deduzcan
en el proceso pretensiones o defensas, principales o incidentales, manifiestamente
infundadas;
 
2.   Alteren
u omitan hechos esenciales a la causa, maliciosamente;
 
3.
Obstaculicen, de una manera ostensible y reiterada, el desenvolvimiento normal
del proceso.
 
Parágrafo
Segundo: En los supuestos anteriormente expuestos, el
Juez podrá, motivadamente, imponer a las
partes, sus apoderados o los
terceros, una multa equivalente a diez unidades tributarias (10 U.T.), como
mínimo
y de sesenta unidades tributarias (60 U.T.), como máximo, dependiendo de
la gravedad de la falta. La multa se
pagará en el lapso de tres (3) días
hábiles siguientes a la resolución del Tribunal, por ante cualquier Oficina
Receptora de Fondos Nacionales, para su ingreso en la Tesorería Nacional. Si la
parte o las partes, sus
apoderados o los terceros no pagare la multa en el
lapso establecido, sufrirá un arresto domiciliario de hasta ocho
(8) días a
criterio del Juez. En todo caso, el multado podrá hacer cesar el arresto
haciendo el pago
correspondiente.
 
Contra
la decisión judicial que imponga las sanciones a que se refiere este artículo
no se admitirá recurso alguno.
(Destacado de esta Sala).
 
La citada
disposición legal confiere al juez la potestad de prevenir y sancionar las
faltas de probidad y lealtad de los
litigantes, atribuyéndole, incluso, la facultad
de extraer argumentos de convicción de la conducta procesal de las partes,
siendo ello cónsono con el espíritu de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en
cuya concepción del proceso laboral
entiende toda deslealtad procesal contra el
adversario como un fraude contra la administración de justicia (Vid.
Sentencia
Nro. 1353 del 30 de noviembre de 2011, caso:
Jonathan Zambrano contra
Línea de Taxi Car Bar, S.C. y otros).
 
Precisamente,
con respecto al comportamiento asumido por la parte demandada la recurrida, sostuvo:
 
Aunado a ello, esta
Juzgadora considera que la parte demandada vulneró los principios de lealtad y
probidad que deben asumir las partes en el desarrollo del proceso, al
alteran u omitir hechos esenciales a
la causa, lo cual se presume malicioso,
pudiendo ser objeto de sanción, tal como lo establece el artículo 48
de la ley
adjetiva laboral.
 
En ese sentido,
el comportamiento “omisivo”, que comporta la violación del deber de
colaborar para esclarecer
la verdad, permite al juez valorarlo negativamente, ya
que la falta de diligencia en la etapa probatoria es una
presunción contraria a
las pretensiones de la parte reticente. De igual manera, el comportamiento “desleal”
es un
indicio contrario a quien niega, haciendo presumir que quien oculta
parte de la verdad, puede ocultarla
toda. Por ello, la falta a los principios
de lealtad y probidad procesales tiene eficacia negativa en contra de
la parte
que incurra en tales faltas. Así se establece.
 
Del fallo parcialmente transcrito,
se desprende que conforme a lo preceptuado en el artículo 48 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, la juzgadora de alzada consideró como “desleal” el
comportamiento asumido por la empresa
demandada, en virtud de haber omitido
información esencial para la resolución de la controversia, teniendo ello “eficacia
negativa” en su contra.
 
Ahora bien, es una
exigencia para las partes y sus apoderados comportarse en juicio con lealtad y
probidad, so pena de
incurrir en responsabilidad civil y sufrir
sanciones, de modo pues, que es un deber ineludible ajustar su conducta a la
dignidad de la justicia, al respeto que se deben los litigantes y a la buena
fe, cuyo exponente mayor es la afirmación de la
verdad.
 
En sintonía con lo
anterior, los jueces tienen que estar provistos de los medios indispensables
para impedir que el
proceso se convierta en un fraude o en una mofa organizada
por el litigante avieso y, en consecuencia, les es conferida la
potestad de
prevenir y sancionar las faltas de probidad y lealtad de los adversarios,
pudiendo extraer elementos de
convicción ante la conducta procesal de las
partes, particularmente, cuando se manifieste notoriamente en la falta de
cooperación para alcanzar la finalidad de los medios probatorios o con otras
actitudes tendentes a la obstrucción de la
justicia.
 
Ello así, en el asunto
bajo estudio la parte accionada, conforme fue expresado supra no exhibió
completamente los
estados de cuenta emitidos por ella como institución
financiera y pertenecientes al ciudadano Luca Vicenzo Salvadore
Besusso, que de
acuerdo con las instrumentales aportadas por la parte actora, se reflejan unos
pagos por concepto de
bonificaciones y/o incentivos -entre otros beneficios- que
se peticionaban como parte del salario, y ante la falta de
cooperación de la empresa
demandada en presentar íntegramente esas documentales, crearon la convicción en
la recurrida
que la sociedad mercantil Banco Occidental de Descuento, Banco
Universal, C.A., ocultaba la verdad, situación que operó
en su contra y, que por
consiguiente, al no quedar desvirtuado el carácter salarial de los aludidos
conceptos, concluyó que
debían cancelarse la diferencias peticionadas.
 
En consecuencia, al
considerarse que constituye una falta a los principios de lealtad y probidad en
el proceso, el no
exhibir en su integridad la parte demandada los estados de
cuenta emitidos por ella como institución financiera, conforme
fue indicado en
el análisis de la primera denuncia por infracción de ley, se colige que la
recurrida actuó apegada a la
normativa denunciada como infringida, debiéndose
declarar improcedente la denuncia bajo análisis. Así se decide.
 
-III-
 
Bajo el amparo de lo
establecido en el numeral 2 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, la empresa
demandada recurrente denuncia la “falta de aplicación”
de los artículos 10 eiusdem y 507 del Código de Procedimiento
Civil, al
no haberse valorado las pruebas aportadas al proceso conforme a las reglas de
la sana crítica, y por no emplear
correctamente la consecuencia jurídica de la
prueba de exhibición, lo que desencadenó una “errónea interpretación”
del
artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
 
En conexión con lo
anterior, explica la parte formalizante que la recurrida “pareciera” indicar
que los estados de
cuenta exhibidos por la empresa demandada se encuentran
incompletos, al no corresponderse su información con las
documentales aportadas
por la parte actora, y no por haberse presentado sólo los documentos de los últimos
seis (6) meses
aproximadamente antes de la terminación de la relación laboral,
que la conllevaron a determinar que la entidad financiera
accionada “alteró”
la información de los estados de cuenta presentados en la audiencia de juicio
y, en consecuencia, como
válido lo consignado por el demandante, a pesar de la
impugnación efectuada sobre las aludidas instrumentales.
 
En tal sentido, aduce
la parte recurrente que si la sentenciadora superior hubiese aplicado la sana crítica
atendiendo los
lineamientos que se derivan de la misma, devendría en declararse
improcedente la demanda, toda vez que al valorar
adecuadamente la prueba de
exhibición, resultaría evidente que en los meses aportados por la accionada no
se generaron
ninguna de las bonificaciones alegadas por la parte accionante y,
que por ende, no formarían parte de su salario.
 
Para resolver la presente denuncia, esta Sala observa:
 
Los
argumentos expuestos por el formalizante en casación en fundamento de su
denuncia, lo que evidencia es su
inconformidad en la apreciación atribuida por la
juez de la recurrida a la prueba de exhibición de los estados de cuenta que
le
fueron requeridos, alegando que la juzgadora de alzada “pareciera”
indicar que los documentos exhibidos se encuentran
incompletos al no
corresponderse su información con las documentales aportadas por la parte
actora, y no por haber
presentado sólo los estados de los últimos seis (6)
meses aproximadamente antes de la terminación de la relación laboral,
situación
que condujo a la recurrida a determinar que la entidad financiera accionada “alteró”
la información de la aludidas
instrumentales y, en consecuencia, estableciéndose
como válido lo consignado por el demandante, pese a la impugnación
efectuada.
 
Con
relación a la sana crítica, se ha expresado que la misma como sistema de
valoración de la prueba aplicable por los
Jueces laborales, consiste en reglas
del correcto entendimiento humano, eventuales y variables en relación con la
experiencia, el tiempo y el lugar, las cuales no pueden desentenderse de los
principios fundamentales de la lógica, que son
verdades inmutables, estables y
permanentes, anteriores a toda experiencia, y que constituyen la base de toda
sentencia. Por
tanto, se debe combinar este orden lógico con las conclusiones
del juez luego de observar lo que ocurriría normalmente (Vid.
Sentencia
Nro. 485 del 4 de junio de 2004, caso: Salvador Montero contra Panamco
de Venezuela, S.A.).
 
En este
contexto, se puntualiza que el sistema de valoración de las pruebas conforme al
artículo 10 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, otorga al juzgador la
libertad para apreciar las mismas de acuerdo con la lógica y las reglas de la
experiencia que, según el criterio personal del juez, sean aplicables al caso
en concreto.
En torno a
la libre y soberana apreciación de los jueces de instancia, esta Sala en
sentencia Nro. 903 de fecha 3 de
agosto de 2010 (caso: Ana Julia De La Hoz
Rojas contra Inversiones Ktako 17, C.A.), precisó:
 
(…)
esta Sala [constituye] un tribunal de derecho en el que excepcionalmente puede
descender al mérito de la
causa que se discute, por tal razón, se ha dicho en
reiteradas oportunidades, que es de la soberana apreciación de
los Jueces de
Instancia el determinar, de conformidad con la ley, doctrina y lo alegado y
probado en autos, la
naturaleza real de la relación que se discute así como la
procedencia o no de las reclamaciones ejercidas por
quien acciona.
 
Por
lo tanto, debe insistirse en que esta Sala de Casación Social, no actúa como
una tercera instancia,
razón por la cual no puede descender a las actas del
expediente, a fin de resolver asuntos que
corresponden a la soberana
apreciación del Juez de Instancia. (Destacado de la Sala).
 
De acuerdo
con el derecho procesal del trabajo, corresponde a los jueces la actividad de
valoración y apreciación
probatoria, lo que realizarán de forma soberana,
debiendo analizar y otorgar valor a cada una de las pruebas producidas en el
proceso, incluso aquellas que no ofrezcan convicción en la solución de la
controversia, en los términos establecidos en los
artículos 5 y 10 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo y 509 del Código de Procedimiento Civil, en
aplicación de las
reglas de valoración mediante la sana crítica y en atención a
la norma más favorable al trabajador.
 
Precisado lo anterior,
esta Sala de Casación Social en la oportunidad de resolver la primera denuncia,
verificó que al
no exhibirse íntegramente las referidas instrumentales -por no
aportarse en su totalidad, y por haberse consignado con un
número de días
inferior a los que contienen los meses de un año- resultaba incuestionable
aplicar la consecuencia prevista en
el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, razón por la que la recurrida consideró que debía tenerse como
exacto el contenido de los estados de cuenta consignados por el actor, de los
cuales se desprendía la cancelación de las
bonificaciones percibidas por el
demandante, que no fueron desvirtuadas por la accionada.
 
En consecuencia, se
evidencia que lo pretendido por el recurrente es manifestar su inconformidad con
la valoración
efectuada por la juzgadora de alzada a las aludidas pruebas, y la
deducción que de ellas obtuvo, por tanto, se colige que la
recurrida actuó
ajustada a derecho al momento de la estimación de las referidas documentales,
por lo que se declara
improcedente la presente denuncia. Así se establece.
 
-IV-
 
Conforme a lo previsto
en el numeral 2 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la
parte demandada
recurrente denuncia la errónea interpretación del artículo 82
de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en virtud que la
juzgadora de alzada
aplicó desacertadamente la consecuencia jurídica en ella establecida, pese
haber cumplido con su carga
de exhibir la documentación requerida.
 
Con el propósito de
ahondar en la denuncia planteada, la formalizante aduce lo siguiente:
 
La presente
demanda se suscribe a una diferencia de prestaciones sociales, al considerar el
demandante que no le
fueron incluidos en el salario alguno montos derivados de
unas bonificaciones que le fueron pagadas durante la
relación laboral, lo que
genera las diferencias en los cálculos de antigüedad, vacaciones, bono
vacacional y
utilidades.
 
La defensa de mi
representada se basa entre otras cosas, en la improcedencia de las diferencias
reclamadas por
no haber sido pagadas las bonificaciones que alega el demandante
devengó durante la relación laboral y que en
todo caso, si se pagó algún monto
por este concepto, no formaría parte del salario.
 
A los fines de
demostrar el pago de las bonificaciones alegadas, la parte demandante promovió
los estados de
cuenta mes por mes de la cuenta nómina del demandante y solicitó
que mi representada exhibiera los mismos en
la oportunidad de la audiencia de
juicio.
 
En la audiencia
de juicio, fueron impugnados por esta representación los estados de cuenta que
fueron
presentados en copia simple y se tuvieron como válidos los presentados
en original con sello húmedo del Banco
Occidental de Descuento, Banco
Universal, C.A.
 
Al momento de
evacuar la prueba de exhibición, mi representada consignó al tribunal la
mayoría de los estados
de cuenta requerido, fallando apenas algunos meses;
resultando que en los meses exhibidos existían diferencias
con las documentales
promovidas por el demandante y que correspondían a los mismos períodos.
 
Ello así, explica la
parte recurrente que ambos jueces de instancia, en aplicación del contenido del
artículo 82 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, concluyeron que debía emplearse
la consecuencia jurídica de esa norma, toda vez que al
encontrarse “incompletos”
los estados de cuenta exhibidos por la empresa demandada Banco Occidental de
Descuento,
Banco Universal, C.A., ésta no había cumplido con su carga,
conllevando a tener como válida la información contenida en
las documentales aportadas
por el demandante, a pesar de haber sido impugnadas y haberse efectuado su exhibición
en la
oportunidad legal correspondiente.
 
En consideración de lo
anterior, la parte formalizante indica que se incurrió en el error de
interpretación del citado
artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, toda
vez que en ningún momento la norma en cuestión se refiere a que
“exhibir
parcialmente el documento” implique “la no exhibición de lo solicitado”,
siendo que los instrumentos que debían
ser mostrados consistían en estados de
la cuenta nómina del demandante, los cuales se dividen en meses, teniendo que
examinarse individualmente cada uno de ellos para poder estimar si se pagó o no
la bonificación que insiste el accionante
devengó en esos períodos.
 
Bajo ese hilo
argumentativo, manifiesta la formalizante que lejos de ocurrir el examen supra
referido, no se valoraron
los estados de cuenta exhibidos, no obstante de
existir diferencias en la información con respecto a los suministrados por la
parte actora, procediendo a aplicar equivocadamente la consecuencia jurídica
del citado artículo 82 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, en tal sentido,
se pregunta la parte recurrente sí se considerarían como válidos los documentos
proporcionados por el demandante, para qué se acordó la prueba de exhibición.
 
Para resolver la
delación planteada, esta Sala observa:
 
Conforme a los
argumentos esgrimidos por la parte demandada recurrente, se aprecia que lo pretendido
es cuestionar
nuevamente la aplicación por parte de la juzgadora de alzada la
consecuencia jurídica prevista en el artículo 82 de la Ley
Orgánica Procesal
del Trabajo, al presentar los estados de cuenta exhibidos por ella una
diferencia con los aportados como
documentales por el demandante, situación que
fue dilucidada con ocasión al examen de la primera denuncia por infracción
de
ley, en tal sentido, se considera redundante transcribir los argumentos que
fueron empleados en la resolución de la misma,
razón por la que se tiene como
reproducido lo transcrito en la referida oportunidad, conllevando forzosamente
a desestimar
la delación planteada. Así se resuelve.
 
En mérito de las
consideraciones expuestas, se declara sin lugar el recurso de casación
anunciado y formalizado por la
parte demandada. Así se determina.
 
DECISIÓN
 
Por las razones
precedentemente expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de
Casación Social,
administrando justicia en nombre de la República Bolivariana
de Venezuela y por autoridad de la ley, declara: PRIMERO:
SIN LUGAR
el recurso de casación anunciado y formalizado por la parte demandada contra la
sentencia dictada por el
Juzgado Superior Octavo del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, el 15 de mayo de
2015 y; SEGUNDO: se CONFIRMA la decisión recurrida.
 
Se condena en costas
del recurso a la parte accionada, conforme a lo previsto en los artículos 59 y
175 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo.
 
No firma la
presente decisión la Magistrada Dra. Marjorie Calderón Guerrero, al no haber
presenciado la audiencia por
motivos justificados.
 
Publíquese, regístrese
y remítase el expediente a la Unidad de Recepción y Distribución de Documentos
de la
Circunscripción Judicial supra mencionada, a los fines legales
consiguientes. Particípese de esta remisión al Juzgado
Superior de origen antes
mencionado, todo de conformidad con el artículo 176 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo.
 
Dada, firmada y sellada
en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Social, del Tribunal Supremo de
Justicia, en
Caracas, a los treinta (30) días del mes de junio de dos mil
diecisiete (2017). Años: 207º de la Independencia y 158º de la
Federación.
 
La Presidenta de la Sala,
 
 
 
  _______________________________
MARJORIE
CALDERÓN GUERRERO
 
 
El Vicepresidente,                                                                           
Magistrado,
 
 
 
 
________________________________                    
____________________________
JESÚS
MANUEL JIMÉNEZ ALFONZO                               EDGAR GAVIDIA RODRÍGUEZ
 
 
 
 
 
Magistrada Ponente,                                                         
                 Magistrado,
 
 
 
 
____________________________________       
_______________________________
MÓNICA GIOCONDA MISTICCHIO
TORTORELLA      DANILO
ANTONIO MOJICA MONSALVO
 
 
El
Secretario,
 
 
 
__________________________
MARCOS
ENRIQUE PAREDES
 
R. C. N°
AA60-S-2015-000745
Nota:
Publicada en su fecha a
 
 
 
 
 
 
 
El Secretario,

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