Ponencia de la Magistrada Dra. MÓNICA GIOCONDA MISTICCHIO
TORTORELLA
En el juicio que por cobro de diferencia de prestaciones sociales sigue el ciudadano LUCA VICENZO SALVADORE BESUSSO, titular de la cédula de identidad Nro. V-6.822.094, representado judicialmente por los abogados Ángel Bello Mendoza y Julio Hernández Badell, con INPREABOGADO Nros. 117.566 y 118.003, en su orden, contra la sociedad mercantil BANCO OCCIDENTAL DE DESCUENTO, BANCO UNIVERSAL, C.A., inscrita en el Registro Mercantil Primero de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, el 29 de noviembre de 2002, bajo los Nros. 79 y 80, Tomo 51-A., representada por los profesionales del Derecho José Ramón Sánchez Torres, Ayleen Guédez, Francisco Álvarez, Karla Peña, Andreina Lusinchi, Manuel Polanco, Ana Cristina Conde, Cheily Chercia Sánchez, Andrés Sardi, Samantha Contreras, Rusbel María Nobrega, María de los Ángeles Arrieta, María Mercedes Blanco, Enrique Travieso y Christina Barrios, con INPREABOGADO Nros. 81.083, 98.945, 124.031, 123.501, 151.875, 165.477, 176.344, 120.583, 180.512, 186.221, 186.539, 187.691, 186.261, 150.418 y 180.107, respectivamente, el Juzgado Superior Octavo del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, mediante decisión publicada el 15 de mayo de 2015, declaró sin lugar el recurso de apelación interpuesto por la parte demandada y confirmó la sentencia de fecha 2 de marzo de 2015, proferida por el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la referida Circunscripción Judicial, que declaró con lugar la demanda.
Contra la decisión de alzada, la parte demandada anunció recurso de casación, y una vez admitido se acordó el envío del expediente a la Sala de Casación Social de este máximo Tribunal.
En fecha 11 de abril de 2015, la parte demandada recurrente formalizó el recurso de casación. Hubo contestación a la formalización.
Por auto de fecha 25 de junio de ese mismo año, se dio cuenta en Sala y se designó ponente a la Magistrada Mónica Gioconda Misticchio Tortorella, quien con tal carácter suscribe el presente fallo.
El 23 de diciembre de 2015, la Asamblea Nacional, en ejercicio de las atribuciones que le confiere el artículo 264 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con los artículos 8 y 38 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, designó como Magistrado Principal de esta Sala de Casación Social al Dr. Jesús Manuel Jiménez Alfonzo, quien tomó posesión del cargo en la misma fecha.
En fecha 24 de febrero de 2017, en virtud de la designación de la nueva directiva de este máximo Tribunal en sesión de Sala Plena, se reconstituyó esta Sala de Casación Social, quedando conformada en el siguiente orden: Presidenta, Magistrada Dra. Marjorie Calderón Guerrero, Vicepresidente, Magistrado Dr. Jesús Manuel Jiménez Alfonzo, Magistrado Dr. Edgar Gavidia Rodríguez, Magistrada Dra. Mónica Gioconda Misticchio Tortorella y Magistrado Dr. Danilo Antonio Mojica Monsalvo.
Por auto del 9 de mayo de 2017, fue fijada la audiencia oral, pública y contradictoria prevista en el artículo 173 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, para el día jueves 22 de junio de ese mismo año, a las diez y diez de la mañana (10:10 a.m.).
Celebrada la audiencia y pronunciada la decisión de manera oral e inmediata, procede esta Sala a reproducir la misma, conforme a lo previsto en el artículo 174 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, bajo las consideraciones siguientes:
DEL RECURSO DE CASACIÓN
Denuncia por defecto de actividad
-Única-
De acuerdo con lo previsto en el numeral 1 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la representación judicial de la sociedad mercantil Banco Occidental de Descuento, Banco Universal, C.A., denuncia la infracción de los artículos 78 y 155 eiusdem, 49 numeral 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y 15 del Código de Procedimiento Civil, por haberse quebrantado el debido proceso y el derecho a la defensa, toda vez que el juez de primera instancia no le permitió controlar las pruebas aportadas por el actor, conllevando a que las actuaciones efectuadas resultaran anulables, conforme a lo establecido en el artículo 208 del Código de Procedimiento Civil y, en tal sentido, la recurrida debió reponer la causa al estado que el a quo celebrara nuevamente la audiencia de juicio para ejecutar las observaciones sobre las pruebas presentadas por el demandante.
En conexión con lo anterior, explica la formalizante que durante la audiencia de juicio le fue cercenado el derecho a controlar las documentales marcadas “A” relativas a los estados de cuenta promovidos por el actor, toda vez que no fue concedida la oportunidad para efectuar su impugnación o desconocimiento, de acuerdo con lo establecido en el artículo 155 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
Ello así, manifiesta la parte recurrente que esta situación se ocasionó cuando el demandante al consignar las aludidas documentales, promovió algunas de éstas en originales y otras en copias simples, indicando el formalizante que las últimas eran susceptibles de ser impugnadas, de acuerdo con lo previsto en el artículo 78 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, pues el contenido de esos instrumentos era distinto al aportado por la parte accionada mediante la prueba de exhibición.
Bajo ese hilo argumentativo, aduce la formalizante que del video de la audiencia de juicio puede corroborarse que únicamente se logró objetar un grupo de esas instrumentales, toda vez que al momento de continuar con la observación del resto de las aludidas probanzas, fue interrumpida por el juez de juicio, sin otorgarse otra oportunidad para continuar con el respectivo control, lo cual constituye como fue expresado supra un quebrantamiento al debido proceso y al derecho a la defensa.
En tal sentido, indica la parte recurrente que la sentencia de primera instancia le otorgó plena validez a las documentales aportadas por el accionante, no obstante de haber sido desconocidas por presentar un contenido diferente al que se evidenció de la prueba de exhibición de éstas, procediendo a declarar con lugar la demanda y, en consecuencia, ocasionándole un daño patrimonial a la empresa accionada.
Adicionalmente, asegura la empresa demandada recurrente que ese acontecimiento fue debidamente denunciado ante la recurrida, quien no consideró pertinente los argumentos, avalando el vicio denunciado y causándole un estado de indefensión, razón por la cual solicita se declare procedente la presente denuncia y se reponga la causa al estado de controlar nuevamente la probanza supra descrita. Con el propósito de resolver la delación planteada se efectúan las disquisiciones siguientes:
Resulta imperativo manifestar que la denuncia por reposición no decretada, indefectiblemente implica el quebrantamiento del derecho a la defensa con la infracción de los artículos 15, 206 y 208 todos del Código de Procedimiento Civil, en tal sentido, mediante sentencia de esta Sala Nro. 1.805 de fecha 6 de junio de 2006, (caso: Iris Antonia Useche Carrero contra Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela CANTV), se estableció:
Ahora bien, la denuncia de indefensión o menoscabo del derecho de defensa, como la alegada el formalizante, comporta el cumplimiento de una técnica especial, elaborada por la copiosa jurisprudencia de la Corte, la cual exige:
a) Explicación de cuál ha sido la forma quebrantada u omitida y si lo ha sido por el Juez de la causa o el de alzada.
b) Indicar cómo, con tal quebrantamiento u omisión de las formas sustanciales de los actos, se lesionó el derecho de la defensa o el orden público, según el caso o ambos.
c) Si el quebrantamiento u omisión de las formas que menoscabó el derecho de defensa o lesionó el orden público, lo ha sido por el juez de la causa, y se considera procedente la reposición de la misma, denunciar la infracción del artículo 208 del Código de Procedimiento Civil, la norma expresa contenida en la disposición general del artículo 15 eiusdem, y los particulares que acarrean el menoscabo del derecho de defensa o los que establecen el orden público, las cuales resultan las realmente infringidas por la recurrida, al no decretarse en ella la nulidad o la reposición cuando la omisión o quebrantamiento de las normas que menoscaban el derecho de defensa o el orden público, lo lesiona el tribunal de la causa.
d) Si el quebrantamiento u omisión de las formas que menoscabó el derecho de defensa o lesionó el orden público lo ha sido por el Tribunal de la alzada, además de la infracción de la norma contenida en el artículo 15 del Código de Procedimiento Civil, deben denunciarse como infringidas las disposiciones referidas al quebrantamiento u omisión de las formas que menoscaban el derecho de defensa o las que establecen el orden público que ha sido lesionado por el propio Juez de la recurrida.
e) La explicación a la Sala, que con respecto a dichos quebrantamientos u omisiones de formas o lesiones al orden público, se agotaron todos los recursos.
También estima la Sala procedente acotar, que para el cumplimiento de la técnica reseñada precedentemente debe el formalizante denunciar la violación del artículo 206 del Código de Procedimiento Civil, como norma rectora de la nulidad de los actos procesales, por cuanto, si se sostiene que el fallo de alzada no decretó una reposición que era necesaria para la corrección de las faltas que anulaban un acto procesal acaecido en la primera instancia, ésta es la disposición que obliga a los Jueces a procurar la estabilidad de los juicios anulando o corrigiendo las faltas que puedan anular cualquier acto procesal, razón que motiva el que, a partir de la fecha de publicación de este fallo, también se exigirá, en el contexto de una denuncia de indefensión o menoscabo del derecho de defensa, la alegación de infracción del artículo 206 del Código de Procedimiento Civil. (Sentencia N° 24 de fecha 15-02-2001). (Destacado de esta Sala).
De la decisión parcialmente reproducida, se desprende que para que se proceda a tramitar la denuncia por indefensión o menoscabo del derecho a la defensa, deberá el formalizante delatar, además del quebrantamiento de los artículos 15 y 208 del Código de Procedimiento Civil, la infracción del artículo 206 eiusdem, como norma rectora de la nulidad de los actos procesales, toda vez que si se sostiene que el fallo de alzada no decretó la reposición de la causa, necesaria para la corrección de las faltas que anulaban un acto procesal acaecido en la primera instancia, esta es la norma que obliga a los jueces a procurar la estabilidad de los juicios, anulando o corrigiendo las fallas que pudiesen invalidar lo sucedido.
Ahora bien, en la denuncia bajo análisis se observa que la parte demandada recurrente no ha cumplido a cabalidad con la técnica aludida precedentemente para la correcta alegación del vicio de indefensión o menoscabo del derecho de defensa por reposición no decretada, al no haberse delatado la infracción del artículo 206 del Código de Procedimiento Civil, que conforme al criterio jurisprudencial parcialmente transcrito constituye la norma rectora “de la nulidad de los actos procesales”, no obstante, pese a las limitaciones técnicas que presenta el recurso de casación interpuesto por la accionada, esta Sala de Casación Social considerando lo preceptuado en los artículos 26 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, procede a decidir la dlación formulada en los términos que se presentan a continuación:
La entidad financiera Banco Occidental de Descuento, Banco Universal, C.A., denuncia que en el asunto de autos fue quebrantado el debido proceso y el derecho a la defensa, al no decretar la recurrida la reposición de la causa al estado que se le permitiera, conforme a lo estipulado en el artículo 155 de la Ley Orgánica de Procesal del Trabajo, controlar las documentales consignadas en copia simple por la representación judicial de la parte actora en la audiencia de juicio, - correspondientes a los estados de cuenta donde supuestamente se reflejan los incentivos y/o bonificaciones que fueron percibidos por el accionante durante los años 2004 y 2013- con el propósito de proceder a su respectiva impugnación, por cuanto su contenido era distinto al de las instrumentales exhibidas por ella, circunstancia que le causó un estado de indefensión.
Ahora bien, con relación a lo delatado la juzgadora de alzada, sostuvo:
De una revisión de las actas procesales que conforman el presente asunto, así como del desenvolvimiento de la audiencia de juicio, se evidencia que el a quo permitió el correspondiente control y contradicción de las pruebas aportadas por las partes, garantizándole el derecho a la defensa y al debido proceso a la parte hoy recurrente. Asimismo, realizó una valoración adecuada, conforme a la sana crítica, al momento de dictar sentencia, desechando únicamente aquellas pruebas que no demostraban los hechos controvertidos, o no aportan a la solución del conflicto. Así se establece.
De igual manera, se evidencia que, cuando le fue solicitada a la parte demandada la exhibición de las documentales promovidas por la parte actora como marcadas “A”, ésta las consignó de manera incompleta, lo cual se puede evidenciar de los instrumentos aportados por la actora, en tal sentido, aunque fueron parcialmente impugnados, resultan similares pero con ausencia de algunos datos; de modo que, el a quo actuó conforme a derecho al aplicarle a la demandada la consecuencia jurídica contemplada en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, por cuanto era carga de la demandada exhibir todos los recibos indicados, (…).(Destacado de esta Sala).
De la decisión transcrita, se desprende que el juzgador de primera instancia permitió el correspondiente control y contradicción de las pruebas aportadas, garantizándole el derecho a la defensa y al debido proceso a la parte accionada, y ratificando que al momento de exhibir las instrumentales marcadas “A” -relativas a los estados de cuenta donde se reflejan las bonificaciones percibidas por el actor- la parte demandada las presentó de manera “incompleta” y, no obstante de haber sido impugnadas parcialmente por esta última -cuando fueron consignadas en copias simple por la parte actora como instrumentales- su información resultaba análoga con las exhibidas, sólo que “con ausencia de algunos datos”, resultando perfectamente aplicable la consecuencia jurídica prevista en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, al no cumplir la empresa demandada con su carga probatoria.
Así, esta Sala observa que las instrumentales a las que hace mención la parte recurrente, se refieren a los estados de cuenta emitidos por el Banco Occidental de Descuento, Banco Universal, C.A., -parte demandada- pertenecientes al ciudadano Luca Vicenzo Salvadore Besusso, donde se refleja el monto de su salario y las bonificaciones y/o incentivos entre otros conceptos laborales percibidos durante los años 2004 al 2013, probanzas que fueron promovidas por prenombrado ciudadano en copias simples (vid. ff. 3 al 36, 125 al 135, 158 al 193 del cuaderno de recaudos Nro. 1) y otras en originales (vid. ff. 37 al 124, 136 al 157 del referido cuaderno), los cuales tenían por objeto demostrar que esos conceptos revestían carácter salarial, producto de la regularidad y frecuencia en su cancelación, y de las que se requirió a la parte accionada se exhibieran.
En sintonía con lo anterior, después de un examen en segundo grado de mediación del video de la audiencia de juicio, esta Sala de Casación Social apreció que fueron evacuadas las documentales relativas a los estados de cuenta, a las que la parte demandada procedió a impugnar las consignadas en copias simples -ciertamente con algunas interrupciones del juez- lo que pudo ocasionarle un estado de indefensión que implicaría la reposición de la causa, no obstante, de la revisión de las aludidas instrumentales se desprende que presentan un contenido similar a las exhibidas por la empresa accionada, conforme fue aseverado por la recurrida (vid. ff. 138 al 191 de la pieza principal), sólo que algunas de éstas se encuentran incompletas por las razones siguientes: i) la parte demandada no exhibió la totalidad de los estados de cuenta, correspondientes a los años que van del 2004 al 2013, ii) algunos de estas documentales se presentan sin contener el total de días que tiene cada mes (vid. ff. 138, 139, 141, 149, 158, 168, 169, 171, 172, 173, 180, 181, 182, 183, 184, 185 y 187 de la pieza principal) y, iii) en los estados de cuenta exhibidos donde faltan días de algunos meses que abarcan los años 2004 y 2013, son precisamente aquellos en donde deberían reflejarse los montos que por bonificaciones y/o incentivos percibía el demandante, sumas que si se encuentran detalladas en los estados de cuentas aportadas por el actor tanto en copia simple como en original, siendo que todos los demás datos coinciden.
En consecuencia, al no exhibirse íntegramente las referidas instrumentales, resultaba incuestionable aplicar la consecuencia prevista en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, razón por la que se tuvo como exacto el texto de los estados cuentas consignados por el actor.
Por los argumentos precedentemente expuestos, no se verifica la vulneración del debido proceso y el derecho a la defensa de la parte demandada, toda vez que si bien la impugnación de los estados de cuenta aportados por la parte actora fue interrumpida por el juez de juicio, no es menos cierto, que éstas documentales presentan análogo contenido a las exhibidas, conforme a los términos supra esgrimidos, de modo que por no haber cumplido íntegramente la demandada con la exhibición de los estados de cuenta, se tuvo como cierto el contenido de los aportados por el accionante.
En tal sentido, debe declararse improcedente la denuncia planteada por la parte demandada recurrente. Así de decide.
Denuncias por Infracción de Ley
-I-
Con fundamento en lo previsto en el numeral 2 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la parte demandada recurrente denuncia la errónea interpretación de los artículos 18 numeral 5 de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras, 9 y 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, al estimar la recurrida que en aplicación del principio de indubio pro operario o de favor “no debía valorarse la prueba de exhibición” y, en consecuencia, determinó como cierto que las bonificaciones alegadas por el actor formaban parte del salario.
Bajo esa premisa, aduce la formalizante que la juzgadora de alzada consideró que era una carga de la accionada exhibir todos los estados de cuenta indicados por la parte actora y, en consecuencia, al existir dudas sobre las instrumentales no exhibidas por ésta, se debía aplicar el principio in indubio pro operario, estipulado en el artículo 18 numeral 5 de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras, razón por la que tenía la plena convicción que los bonos percibidos por el accionante durante la vigencia de la relación laboral formaban parte del salario.
Ello así, expresa la parte recurrente que los artículos 18 numeral 5 de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras y 9 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, deben poseer limitaciones en su interpretación, pues si bien es cierto que corresponde ser utilizados en caso de dudas en la apreciación de los hechos o de las pruebas, no es menos cierto que en el asunto de autos no existía duda alguna sobre la norma o apreciación que debió emplearse, en virtud que eran los estados de cuenta que se solicitaron exhibir por el demandante, independientemente de que ellos estuvieran incompletos, y en caso de no presentarse para su exhibición algún determinado mes, aplicar la consecuencia prevista en el artículo 82 de la Orgánica Procesal del Trabajo, para los períodos no mostrados.
En sintonía con lo expuesto, reconoce la formalizante que se proporcionaron parcialmente los documentos a exhibir, no obstante, manifiesta que el ad quem estimó que se “consignaron de manera incompleta”, sin especificar exactamente cuál era el significado de esa afirmación, además, de establecer que era procedente lo alegado por el demandante con relación a las bonificaciones percibidas, adoptando, en tal sentido, los estados de cuenta que este último consignó en el proceso, los cuales fueron impugnados parcialmente por tratarse de copias simples con una información distinta a la proporcionada por la empresa accionada, razón por la que debió determinarse como cierta la información de los estados de cuenta exhibidos.
Adicionalmente, aduce la parte recurrente que el error de interpretación en el que incurrió la juzgadora de alzada, conllevó a que no se valoraran las documentales exhibidas por la entidad financiera demandada, y la información que de éstas se desprendía, estableciendo como ciertas todas las documentales promovidas por el demandante y, en consecuencia, condenando a la empresa demandada al pago del monto peticionado, sin previamente verificarse el contenido de los estados de cuenta aportados por la accionada al proceso.
Con el propósito de resolver la presente denuncia, esta Sala observa:
De los argumentos formulados por la parte recurrente, se desprende que lo pretendido es delatar la errónea interpretación del artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en virtud que la juzgadora de alzada consideró como cierto el contenido de los estados de cuenta aportados por la parte actora, estableciendo que por el hecho de no haber sido exhibidos de manera completa, quedaba demostrado que el accionante recibió pagos por incentivos y/o bonificaciones, que revestían carácter salarial, a pesar de haber sido impugnados algunos de éstos por ser consignados en copias simples, y que en todo caso debía aplicarse la consecuencia de la citada norma a los estados de cuenta no mostrados.
Bajo esa premisa, ha sostenido reiteradamente esta Sala que, el vicio de errónea interpretación se configura cuando el juez, aún reconociendo la existencia y la validez de una norma apropiada al asunto, equivoca la interpretación en su alcance general y abstracto, esto es, cuando no le concede el verdadero sentido, haciendo derivar de ella consecuencias que no concuerdan con su contenido.
El artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, al regular lo relativo a la exhibición de documentos, prevé:
Artículo 82. La parte que deba servirse de un documento, que según su manifestación se halle en poder de su adversario, podrá pedir su exhibición. A la solicitud de exhibición deberá acompañar una copia del documento o, en su defecto, la afirmación de los datos que conozca el solicitante acerca del contenido del documento y, en ambos casos, un medio de prueba que constituya, por lo menos, presunción grave de que el instrumento se halla o se ha hallado en poder de su adversario.
Cuando se trate de documentos que por mandato legal debe llevar el empleador, bastará que el trabajador solicite su exhibición, sin necesidad de presentar medio de prueba alguno, que constituya por lo menos, presunción grave de que el mismo se encuentra o ha estado en poder del empleador.
El tribunal ordenará al adversario la exhibición o entrega del documento para la audiencia de juicio.
Si el instrumento no fuere exhibido en el lapso indicado, y no apareciere de autos prueba alguna de no hallarse en poder del adversario, se tendrá como exacto el texto del documento, tal como aparece de la copia presentada por el solicitante y, en defecto de éste, se tendrán como ciertos los datos afirmados por el solicitante acerca del contenido del documento.
Si la prueba acerca de la existencia del documento en poder del adversario resultare contradictoria, el juez de juicio resolverá en la sentencia definitiva, pudiendo sacar de las manifestaciones de las partes y de las pruebas suministradas las presunciones que su prudente arbitrio le aconseje. (Destacado de esta Sala).
La norma parcialmente transcrita establece la facultad que tiene la parte que precisa servirse de un documento, que en su opinión se halle en poder de su adversario, para expresamente solicitar su exhibición, para lo cual, deberá acompañar una copia del documento o, en su defecto, la afirmación de los datos que conozca el solicitante acerca del contenido del documento y, en ambos casos, un medio de prueba que constituya, al menos, presunción grave de que el instrumento se halla o se ha hallado en poder de su adversario.
Adicionalmente, dispone la norma in commento en su primer párrafo que, cuando se trate de la exhibición de documentos que por mandato legal debe llevar el empleador, bastará que el trabajador solicite su exhibición, sin necesidad de presentar prueba alguna, que constituya al menos, presunción grave de que el documento se encuentra o ha estado en poder del empleador, sin embargo, el promovente de la exhibición debe cumplir inexorablemente con el requisito de acompañar a la solicitud copia del documento o, en su defecto, la afirmación de los datos que conozca acerca de su contenido, pues solo así adquiere sentido práctico la consecuencia de la negativa de exhibición de tenerse como exacto el texto del documento y como cierto los datos afirmados del contenido del documento, y puede el juez evaluar la pertinencia de la prueba con miras a su admisión. Ahora bien, para verificar lo denunciado por la parte formalizante, se extrae de la recurrida lo siguiente:
De las pruebas promovidas por la parte actora admitidas y valoradas por el Tribunal a quo son las siguientes:
Pruebas Documentales:
Promovió marcada “A”, documentales que rielan insertas del folio 3 al 199 del cuaderno de recaudos Nº 1, estados de cuenta de la demandada a nombre del accionante correspondiente a la cuenta Nº 01160118970003963055. Esta documental es de las contempladas en el artículo 78 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en consecuencia se le otorga pleno valor probatorio, en razón de que si bien es cierto algunas fueron impugnadas en forma genérica, de las mismas se desprende que fueron consignadas en originales, selladas por la propia institución bancaria, adicionalmente si las adminiculamos dichas copias con la que solicito de prueba de exhibición, que más adelante encontraremos que la parte demandada no cumplió con los requisitos del artículo 82 de la L.O.P.T., con estas documentales queda demostrado, que el accionante recibió pagos por concepto de nóminas quincenales, bono de productividad, bono por cumplimiento de metas, intereses sobre prestaciones sociales, bono de incentivo, utilidades, bonificación especial, nómina especial, anticipo fideicomiso. Así se establece.
Prueba de Exhibición:
Solicitó la exhibición de las documentales promovidas marcas “A”, las cuales fueron presentadas por la representación de la parte accionada, las cuales luego de concatenarlas con las copias aportadas por la parte actora observa este juzgador que los originales fueron presentados de forma incompleta, en la audiencia oral de juicio, tal como se evidencia, al realizar una comparación con las copias consignadas de los documentos a exhibir de los estados de cuenta que consigno de los folios de (221 al 287) de la presente causa, en consecuencia, de conformidad con lo establecido en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, se tiene como exacto el contenido de las documentales traídas al proceso por la parte actora que corren insertas de los folios Nº 3 al 199 del cuaderno de recaudos Nº 1, sobre los cuales quien juzga ya emitió pronunciamiento supra.
De igual manera, se evidencia que, cuando le fue solicitada a la parte demandada la exhibición de las documentales promovidas por la parte actora como marcadas “A”, ésta las consignó de manera incompletas, lo cual se puede evidenciar de los instrumentos aportados por la actora, en tal sentido, aunque fueron parcialmente impugnados, resultan similares pero con ausencia de algunos datos; de modo que, el a quo actuó conforme a derecho al aplicarle a la demandada la consecuencia jurídica contemplada en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, por cuanto era carga de la demandada exhibir todos los recibos indicados, de otra parte aún en el supuesto de duda sobre la procedencia de aquellos recibos “no aportados en exhibición” existe en materia laboral, los principios que rigen la disciplina procesal, en este caso se debe obedecer al principio de indubio pro operario, de conformidad con lo establecido en el artículo 18 numeral 5 de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadora, por lo que, se tiene la convicción de lo alegado por la parte actora sobre que la composición salarial de dichos bonos. Así se establece.
Por tales razones, la parte demandada, al no desvirtuar la existencia de los bonos alegados por la parte actora, y al no demostrar la accidentalidad de los mismos o que fueron efectuados para la ejecución del trabajo, en consecuencia, la demandada debe cancelar la diferencia adeudada por las incidencias que tienen los referidos bonos en los diversos conceptos reclamados, ya que, es criterio reiterado de Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia (Vid sent. N° 163/2004, 489/2003, 30/2000 y 0970/2011) que los bonos percibidos por cumplimiento de metas colectivas o llamados “de desempeño” son parte integrante del salario, lo cual también ha sido establecido por la Sala Constitucional del Máximo Tribunal en sentencia N° 1848/2011. Así se establece. (Sic). (Resaltado de esta Sala).
De la decisión parcialmente transcrita, se desprende que ante la exhibición incompleta de los estados de cuenta requeridos a la parte demandada, la juzgadora de alzada estimó que el contenido de los presentados por el demandante debían tenerse como cierto, en virtud que resultaban similares, sólo que con la “ausencia de algunos datos”, razón por la que conforme a lo previsto en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, correspondía aplicar la consecuencia jurídica allí contemplada, producto que era una carga para la demandada exhibir todos los recibos indicados y, en tal sentido, la accionada al no desvirtuar la existencia de las bonificaciones alegadas por la parte actora, y no demostrar la accidentalidad de éstas o que fueron canceladas para la ejecución del trabajo, procedía la cancelación de las diferencias adeudadas por las incidencias que tienen las aludidas bonificaciones en los diversos conceptos peticionados.
Bajo ese hilo argumentativo, conforme fue expresado en la resolución de la denuncia anterior la exhibición incompleta obedecía a que: i) la parte accionada no había exhibido la totalidad de los estados de cuenta, correspondientes a los años que van del 2004 al 2013, ii) algunos de éstos se presentan sin contener el total de días que tiene cada mes y, iii) en los estados de cuenta exhibidos donde faltan días de algunos meses que abarcan los años 2004 y 2013, son precisamente aquellos en los que deberían reflejarse los montos que por bonificaciones y/o incentivos percibía el demandante, sumas que si se encuentran detalladas en las documentales aportadas por el actor bien en copia simple y en original, donde todos los demás datos coinciden, razón por la que al no exhibirse íntegramente las referidas instrumentales, resultaba incuestionable aplicar la consecuencia prevista en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, teniéndose como exacto el texto de los estados cuentas consignados por el actor.
En consecuencia, de acuerdo con los términos precedentemente expuestos, debía tenerse por cierto el contenido de los estados de cuenta aportados por la parte actora, conforme a lo previsto en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesa del Trabajo, al no cumplir la parte demandada con su carga de exhibir completamente los aludidos documentos, razón por la que debe declararse indefectiblemente improcedente la denuncia planteada. Así se resuelve.
-II-
Conforme a lo previsto en el numeral 2 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la parte demandada recurrente denuncia la errónea interpretación del artículo 48 eiusdem, toda vez que la juzgadora de alzada determinó la falta de lealtad y probidad de la empresa accionada, circunstancia que la conllevó a incurrir en un “falso supuesto”, de acuerdo con el contenido del artículo 320 del Código de Procedimiento Civil.
Bajo esa premisa, asevera la parte recurrente que la decisión objeto del recurso extraordinario de casación de autos consideró que la accionada “vulneró los principios de lealtad y probidad que deben asumir las partes en el desarrollo del proceso al alterar u omitir hechos esenciales de la causa, lo cual se presume como malicioso, pudiendo ser objeto de sanción, tal como lo establece el artículo 48 de la ley adjetiva laboral” y, en tal sentido, agregó que “el comportamiento - omisivo-, que comporta la violación del deber colaborar para esclarecer la verdad, permite al juez valorarlo negativamente, ya que la falta de diligencia en la etapa probatoria es una presunción contraria a las pretensiones de la parte reticente. De igual manera, el comportamiento -desleal- es un indicio contrario a quien niega, haciendo presumir que quien oculta parte de la verdad, puede ocultarla toda. Por ello, la falta a los principios de lealtad y probidad procesales tiene eficacia negativa en contra de la parte que incurra en tales faltas”.
En sintonía con lo expresado, se aduce que ciertamente el artículo 48 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, establece las sanciones que deben ser aplicadas en caso de falta de lealtad y probidad en el proceso, sin embargo, en el asunto debatido la recurrida realiza una serie de aseveraciones sin determinar -según su criterio- cuál es la conducta asumida por la parte demandada que la hiciera colegir que ocultaba la verdad.
Adicionalmente, manifiesta la parte formalizante que la sentenciadora superior se refiere a la falta de diligencia en la etapa probatoria, situación frente a la cual se pregunta, cuál es el significado de esa afirmación, toda vez que en el presente juicio la empresa demandada aportó en su escrito de pruebas, documentales marcadas con las letras “A” hasta la “L”, con el propósito de demostrar que las bonificaciones alegadas por el demandante en su escrito libelar no fueron realmente percibidas, siendo uno de los argumentos de su defensa, tendentes a confirmar la buena actuación de la entidad financiera demandada.
Ello así, afirma la parte recurrente que la juzgadora de alzada al concluir que la conducta desplegada por la empresa accionada tiene eficacia negativa en su contra y, que por ende, no desvirtuó la existencia de los bonos alegados por el actor en el escrito libelar, constituye a todas luces un “falso supuesto”, en virtud que tal comportamiento nunca se ha evidenciado durante el presente juicio, que no podría conllevar a la procedencia de la demanda por el supuesto accionar que se adjudica a la parte accionada y, menos aun, en la vulneración de los principios de lealtad y probidad.
Con el fin de resolver la delación planteada, esta Sala observa:
Resulta preciso insistir que tanto la doctrina como la jurisprudencia de este alto Tribunal, han sido contestes en afirmar que cada denuncia de casación constituye una petición de nulidad autónoma, por lo que deben fundamentarse por separado, sin que pueda plantearse bajo una misma argumentación la comisión de varios vicios censurables en casación, dentro de una única cadena de razonamientos, conforme se plantea en el escrito de formalización bajo estudio.
Sin embargo, pese a las limitaciones técnicas que presenta el recurso de casación interpuesto por la parte demandada, esta Sala de Casación Social en apego a lo establecido en los artículos 26 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, procede a decidir en los términos siguientes: Con relación al vicio de falso supuesto, debe reiterarse que el mismo consiste en un hecho que establece el juez y no una conclusión. Se trata de un error de percepción, resultando también de la equivocación del juzgador en la contemplación de la prueba.
Este desatino judicial tiene que aludir forzosamente a un hecho positivo y concreto que se establece falsa e inexactamente en la sentencia a causa de un error de percepción; sólo puede cometerse en relación con un hecho determinado en el fallo, quedando fuera de su contexto las conclusiones del juez con respecto a las consecuencias jurídicas del hecho, puesto que en tal hipótesis se trataría de una conclusión de orden intelectual que aunque errónea, no configuraría lo que la ley y la jurisprudencia entienden por suposición falsa.
En este sentido, debe expresarse que el artículo 320 del Código de Procedimiento Civil, aplicable supletoriamente por remisión expresa del artículo 11 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, es el que prevé los casos de suposición falsa y dispone que ésta se verifica cuando el juez atribuye a instrumentos o actas del expediente menciones que no contiene, o considera demostrado un hecho con pruebas que no aparecen en autos o cuya inexactitud resulta de actas e instrumentos del expediente mismo.
En interpretación de ello, ha quedado sentado que las tres hipótesis que configuran el vicio in commento son: i) por atribución de menciones, al cual se asimila el falso supuesto ideológico que es cuando el juez atribuye a la prueba lo que ésta no indica, o modifica lo que la prueba claramente sí expresa; ii) cuando el juez considera demostrado un hecho sin prueba que lo respalde, esto es, que la prueba no existe, pero el juez la inventa o supone y; iii) cuando el juez establece un hecho falso con pruebas cuya inexactitud resulte de actas o instrumentos del expediente no mencionados en el fallo, o sea, cuando el juez falsea la prueba al no contrastarla con otras probanzas, o al no articularla en todos sus elementos. En esta hipótesis, el sentenciador sí considera la prueba, pero la falsea, lo cual se demuestra por su enfrentamiento con la misma prueba o con otra que esté en el expediente.
Por ello, para la correcta proposición de la denuncia del vicio de suposición falsa, vale decir, para que la Sala pueda examinar y decidir acerca de la determinación y apreciación que los jueces de mérito hayan efectuado sobre los hechos y las pruebas, es indispensable que el formalizante se ajuste a la formalidad elaborada, la cual exige el cumplimiento de determinados requisitos, tales como, la indicación del hecho positivo y concreto que el juzgador haya establecido como cierto valiéndose de una falsa suposición; la indicación específica del caso de falsa suposición a que se refiere la denuncia, puesto que el encabezamiento de la norma supra analizada prevé en ese respecto tres situaciones distintas; la indicación del acta o instrumento cuya lectura patentice la falsa suposición; el señalamiento y denuncia del texto o los textos aplicados falsamente, porque el juez considera cierto un hecho valiéndose de una suposición falsa; y la exposición de las razones que demuestren que la infracción cometida fue determinante en el dispositivo del fallo. Así, la parte recurrente denuncia el vicio de suposición falsa esgrimiendo que la juzgadora de alzada concluyó que la conducta desplegada por la empresa demandada tiene eficacia negativa en su contra, por haber tenido un comportamiento “omisivo” y “desleal”, cuando por el contrario -según su juicio- de las pruebas aportadas al proceso se demostraba que las bonificaciones alegadas por el demandante en su escrito libelar, no fueron realmente percibidas, circunstancia que conllevan a confirmar la buena actuación de la entidad financiera demandada.
Al respecto, la recurrida sostuvo:
Aunado a ello, esta Juzgadora considera que la parte demandada vulneró los principios de lealtad y probidad que deben asumir las partes en el desarrollo del proceso, al alterar u omitir hechos esenciales a la causa, lo cual se presume malicioso, pudiendo ser objeto de sanción, tal como lo establece el artículo 48 de la ley adjetiva laboral.
En ese sentido, el comportamiento “omisivo”, que comporta la violación del deber de colaborar para esclarecer la verdad, permite al juez valorarlo negativamente, ya que la falta de diligencia en la etapa probatoria es una presunción contraria a las pretensiones de la parte reticente. De igual manera, el comportamiento “desleal” es un indicio contrario a quien niega, haciendo presumir que quien oculta parte de la verdad, puede ocultarla toda. Por ello, la falta a los principios de lealtad y probidad procesales tiene eficacia negativa en contra de la parte que incurra en tales faltas. Así se establece.
Del fallo parcialmente reproducido, se desprende que la parte demandada vulneró los principios de lealtad y probidad que deben asumir las partes en el desarrollo del proceso al alterar u omitir hechos esenciales a la causa; cuyo comportamiento “omisivo” quebrantó el deber de colaborar para esclarecer la verdad.
En este contexto, del análisis efectuado al escrito de formalización se entiende que los argumentos están dirigidos a atacar la sentencia recurrida por haber aplicado la consecuencia jurídica prevista en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, vale decir, al tenerse por cierto el contenido de los estados de cuenta promovidos por la parte actora, al no ser exhibidos los mismos por la demandada de manera completa, conforme se expresó en la oportunidad de resolver la primera denuncia.
En definitiva, se advierte que los argumentos esbozados por la parte formalizante más bien se encuentran orientados a atacar la conclusión ofrecida por la recurrida, respecto del análisis efectuado a los estados de cuenta, lo que no configura el vicio de suposición falsa. Por otra parte, con relación a la denuncia por errónea interpretación del artículo 48 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en la que supuestamente habría incurrido la juzgadora de alzada, resulta imperativo transcribir lo que al respecto la aludida disposición prevé:
Artículo 48. El Juez del Trabajo deberá tomar, de oficio o a petición de parte, todas las medidas necesarias establecidas en la ley, tendentes a prevenir o sancionar la falta de lealtad y probidad en el proceso, las contrarias a la ética profesional, la colusión y el fraude procesal o cualquier otro acto contrario a la majestad de la Justicia y al respeto que se deben los litigantes. A tal efecto, el Juez podrá extraer elementos de convicción de la conducta procesal de las partes, de sus apoderados o de los terceros y deberá oficiar lo conducente a los organismos jurisdiccionales competentes, a fin de que se establezcan las responsabilidades legales a que haya lugar.
Parágrafo Primero: Las partes, sus apoderados o los terceros, que actúen en el proceso con temeridad o mala fe, son responsables por los daños y perjuicios que causaren.
Se presume, salvo prueba en contrario, que las partes, sus apoderados o los terceros, han actuado en el proceso con temeridad o mala fe cuando:
1. Deduzcan en el proceso pretensiones o defensas, principales o incidentales, manifiestamente infundadas;
2. Alteren u omitan hechos esenciales a la causa, maliciosamente;
3. Obstaculicen, de una manera ostensible y reiterada, el desenvolvimiento normal del proceso.
Parágrafo Segundo: En los supuestos anteriormente expuestos, el Juez podrá, motivadamente, imponer a las partes, sus apoderados o los terceros, una multa equivalente a diez unidades tributarias (10 U.T.), como mínimo y de sesenta unidades tributarias (60 U.T.), como máximo, dependiendo de la gravedad de la falta. La multa se pagará en el lapso de tres (3) días hábiles siguientes a la resolución del Tribunal, por ante cualquier Oficina Receptora de Fondos Nacionales, para su ingreso en la Tesorería Nacional. Si la parte o las partes, sus apoderados o los terceros no pagare la multa en el lapso establecido, sufrirá un arresto domiciliario de hasta ocho (8) días a criterio del Juez. En todo caso, el multado podrá hacer cesar el arresto haciendo el pago correspondiente.
Contra la decisión judicial que imponga las sanciones a que se refiere este artículo no se admitirá recurso alguno. (Destacado de esta Sala).
La citada disposición legal confiere al juez la potestad de prevenir y sancionar las faltas de probidad y lealtad de los litigantes, atribuyéndole, incluso, la facultad de extraer argumentos de convicción de la conducta procesal de las partes, siendo ello cónsono con el espíritu de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en cuya concepción del proceso laboral entiende toda deslealtad procesal contra el adversario como un fraude contra la administración de justicia (Vid. Sentencia Nro. 1353 del 30 de noviembre de 2011, caso: Jonathan Zambrano contra Línea de Taxi Car Bar, S.C. y otros).
Precisamente, con respecto al comportamiento asumido por la parte demandada la recurrida, sostuvo:
Aunado a ello, esta Juzgadora considera que la parte demandada vulneró los principios de lealtad y probidad que deben asumir las partes en el desarrollo del proceso, al alteran u omitir hechos esenciales a la causa, lo cual se presume malicioso, pudiendo ser objeto de sanción, tal como lo establece el artículo 48 de la ley adjetiva laboral.
En ese sentido, el comportamiento “omisivo”, que comporta la violación del deber de colaborar para esclarecer la verdad, permite al juez valorarlo negativamente, ya que la falta de diligencia en la etapa probatoria es una presunción contraria a las pretensiones de la parte reticente. De igual manera, el comportamiento “desleal” es un indicio contrario a quien niega, haciendo presumir que quien oculta parte de la verdad, puede ocultarla toda. Por ello, la falta a los principios de lealtad y probidad procesales tiene eficacia negativa en contra de la parte que incurra en tales faltas. Así se establece.
Del fallo parcialmente transcrito, se desprende que conforme a lo preceptuado en el artículo 48 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la juzgadora de alzada consideró como “desleal” el comportamiento asumido por la empresa demandada, en virtud de haber omitido información esencial para la resolución de la controversia, teniendo ello “eficacia negativa” en su contra.
Ahora bien, es una exigencia para las partes y sus apoderados comportarse en juicio con lealtad y probidad, so pena de incurrir en responsabilidad civil y sufrir sanciones, de modo pues, que es un deber ineludible ajustar su conducta a la dignidad de la justicia, al respeto que se deben los litigantes y a la buena fe, cuyo exponente mayor es la afirmación de la verdad.
En sintonía con lo anterior, los jueces tienen que estar provistos de los medios indispensables para impedir que el proceso se convierta en un fraude o en una mofa organizada por el litigante avieso y, en consecuencia, les es conferida la potestad de prevenir y sancionar las faltas de probidad y lealtad de los adversarios, pudiendo extraer elementos de convicción ante la conducta procesal de las partes, particularmente, cuando se manifieste notoriamente en la falta de cooperación para alcanzar la finalidad de los medios probatorios o con otras actitudes tendentes a la obstrucción de la justicia.
Ello así, en el asunto bajo estudio la parte accionada, conforme fue expresado supra no exhibió completamente los estados de cuenta emitidos por ella como institución financiera y pertenecientes al ciudadano Luca Vicenzo Salvadore Besusso, que de acuerdo con las instrumentales aportadas por la parte actora, se reflejan unos pagos por concepto de bonificaciones y/o incentivos -entre otros beneficios- que se peticionaban como parte del salario, y ante la falta de cooperación de la empresa demandada en presentar íntegramente esas documentales, crearon la convicción en la recurrida que la sociedad mercantil Banco Occidental de Descuento, Banco Universal, C.A., ocultaba la verdad, situación que operó en su contra y, que por consiguiente, al no quedar desvirtuado el carácter salarial de los aludidos conceptos, concluyó que debían cancelarse la diferencias peticionadas.
En consecuencia, al considerarse que constituye una falta a los principios de lealtad y probidad en el proceso, el no exhibir en su integridad la parte demandada los estados de cuenta emitidos por ella como institución financiera, conforme fue indicado en el análisis de la primera denuncia por infracción de ley, se colige que la recurrida actuó apegada a la normativa denunciada como infringida, debiéndose declarar improcedente la denuncia bajo análisis. Así se decide.
-III-
Bajo el amparo de lo establecido en el numeral 2 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la empresa demandada recurrente denuncia la “falta de aplicación” de los artículos 10 eiusdem y 507 del Código de Procedimiento Civil, al no haberse valorado las pruebas aportadas al proceso conforme a las reglas de la sana crítica, y por no emplear correctamente la consecuencia jurídica de la prueba de exhibición, lo que desencadenó una “errónea interpretación” del artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
En conexión con lo anterior, explica la parte formalizante que la recurrida “pareciera” indicar que los estados de cuenta exhibidos por la empresa demandada se encuentran incompletos, al no corresponderse su información con las documentales aportadas por la parte actora, y no por haberse presentado sólo los documentos de los últimos seis (6) meses aproximadamente antes de la terminación de la relación laboral, que la conllevaron a determinar que la entidad financiera accionada “alteró” la información de los estados de cuenta presentados en la audiencia de juicio y, en consecuencia, como válido lo consignado por el demandante, a pesar de la impugnación efectuada sobre las aludidas instrumentales.
En tal sentido, aduce la parte recurrente que si la sentenciadora superior hubiese aplicado la sana crítica atendiendo los lineamientos que se derivan de la misma, devendría en declararse improcedente la demanda, toda vez que al valorar adecuadamente la prueba de exhibición, resultaría evidente que en los meses aportados por la accionada no se generaron ninguna de las bonificaciones alegadas por la parte accionante y, que por ende, no formarían parte de su salario.
Para resolver la presente denuncia, esta Sala observa:
Los argumentos expuestos por el formalizante en casación en fundamento de su denuncia, lo que evidencia es su inconformidad en la apreciación atribuida por la juez de la recurrida a la prueba de exhibición de los estados de cuenta que le fueron requeridos, alegando que la juzgadora de alzada “pareciera” indicar que los documentos exhibidos se encuentran incompletos al no corresponderse su información con las documentales aportadas por la parte actora, y no por haber presentado sólo los estados de los últimos seis (6) meses aproximadamente antes de la terminación de la relación laboral, situación que condujo a la recurrida a determinar que la entidad financiera accionada “alteró” la información de la aludidas instrumentales y, en consecuencia, estableciéndose como válido lo consignado por el demandante, pese a la impugnación efectuada.
Con relación a la sana crítica, se ha expresado que la misma como sistema de valoración de la prueba aplicable por los Jueces laborales, consiste en reglas del correcto entendimiento humano, eventuales y variables en relación con la experiencia, el tiempo y el lugar, las cuales no pueden desentenderse de los principios fundamentales de la lógica, que son verdades inmutables, estables y permanentes, anteriores a toda experiencia, y que constituyen la base de toda sentencia. Por tanto, se debe combinar este orden lógico con las conclusiones del juez luego de observar lo que ocurriría normalmente (Vid. Sentencia Nro. 485 del 4 de junio de 2004, caso: Salvador Montero contra Panamco de Venezuela, S.A.).
En este contexto, se puntualiza que el sistema de valoración de las pruebas conforme al artículo 10 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, otorga al juzgador la libertad para apreciar las mismas de acuerdo con la lógica y las reglas de la experiencia que, según el criterio personal del juez, sean aplicables al caso en concreto. En torno a la libre y soberana apreciación de los jueces de instancia, esta Sala en sentencia Nro. 903 de fecha 3 de agosto de 2010 (caso: Ana Julia De La Hoz Rojas contra Inversiones Ktako 17, C.A.), precisó:
(…) esta Sala [constituye] un tribunal de derecho en el que excepcionalmente puede descender al mérito de la causa que se discute, por tal razón, se ha dicho en reiteradas oportunidades, que es de la soberana apreciación de los Jueces de Instancia el determinar, de conformidad con la ley, doctrina y lo alegado y probado en autos, la naturaleza real de la relación que se discute así como la procedencia o no de las reclamaciones ejercidas por quien acciona.
Por lo tanto, debe insistirse en que esta Sala de Casación Social, no actúa como una tercera instancia, razón por la cual no puede descender a las actas del expediente, a fin de resolver asuntos que corresponden a la soberana apreciación del Juez de Instancia. (Destacado de la Sala).
De acuerdo con el derecho procesal del trabajo, corresponde a los jueces la actividad de valoración y apreciación probatoria, lo que realizarán de forma soberana, debiendo analizar y otorgar valor a cada una de las pruebas producidas en el proceso, incluso aquellas que no ofrezcan convicción en la solución de la controversia, en los términos establecidos en los artículos 5 y 10 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo y 509 del Código de Procedimiento Civil, en aplicación de las reglas de valoración mediante la sana crítica y en atención a la norma más favorable al trabajador.
Precisado lo anterior, esta Sala de Casación Social en la oportunidad de resolver la primera denuncia, verificó que al no exhibirse íntegramente las referidas instrumentales -por no aportarse en su totalidad, y por haberse consignado con un número de días inferior a los que contienen los meses de un año- resultaba incuestionable aplicar la consecuencia prevista en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, razón por la que la recurrida consideró que debía tenerse como exacto el contenido de los estados de cuenta consignados por el actor, de los cuales se desprendía la cancelación de las bonificaciones percibidas por el demandante, que no fueron desvirtuadas por la accionada.
En consecuencia, se evidencia que lo pretendido por el recurrente es manifestar su inconformidad con la valoración efectuada por la juzgadora de alzada a las aludidas pruebas, y la deducción que de ellas obtuvo, por tanto, se colige que la recurrida actuó ajustada a derecho al momento de la estimación de las referidas documentales, por lo que se declara improcedente la presente denuncia. Así se establece.
-IV-
Conforme a lo previsto en el numeral 2 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la parte demandada recurrente denuncia la errónea interpretación del artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en virtud que la juzgadora de alzada aplicó desacertadamente la consecuencia jurídica en ella establecida, pese haber cumplido con su carga de exhibir la documentación requerida.
Con el propósito de ahondar en la denuncia planteada, la formalizante aduce lo siguiente:
La presente demanda se suscribe a una diferencia de prestaciones sociales, al considerar el demandante que no le fueron incluidos en el salario alguno montos derivados de unas bonificaciones que le fueron pagadas durante la relación laboral, lo que genera las diferencias en los cálculos de antigüedad, vacaciones, bono vacacional y utilidades.
La defensa de mi representada se basa entre otras cosas, en la improcedencia de las diferencias reclamadas por no haber sido pagadas las bonificaciones que alega el demandante devengó durante la relación laboral y que en todo caso, si se pagó algún monto por este concepto, no formaría parte del salario.
A los fines de demostrar el pago de las bonificaciones alegadas, la parte demandante promovió los estados de cuenta mes por mes de la cuenta nómina del demandante y solicitó que mi representada exhibiera los mismos en la oportunidad de la audiencia de juicio.
En la audiencia de juicio, fueron impugnados por esta representación los estados de cuenta que fueron presentados en copia simple y se tuvieron como válidos los presentados en original con sello húmedo del Banco Occidental de Descuento, Banco Universal, C.A.
Al momento de evacuar la prueba de exhibición, mi representada consignó al tribunal la mayoría de los estados de cuenta requerido, fallando apenas algunos meses; resultando que en los meses exhibidos existían diferencias con las documentales promovidas por el demandante y que correspondían a los mismos períodos.
Ello así, explica la parte recurrente que ambos jueces de instancia, en aplicación del contenido del artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, concluyeron que debía emplearse la consecuencia jurídica de esa norma, toda vez que al encontrarse “incompletos” los estados de cuenta exhibidos por la empresa demandada Banco Occidental de Descuento, Banco Universal, C.A., ésta no había cumplido con su carga, conllevando a tener como válida la información contenida en las documentales aportadas por el demandante, a pesar de haber sido impugnadas y haberse efectuado su exhibición en la oportunidad legal correspondiente.
En consideración de lo anterior, la parte formalizante indica que se incurrió en el error de interpretación del citado artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, toda vez que en ningún momento la norma en cuestión se refiere a que “exhibir parcialmente el documento” implique “la no exhibición de lo solicitado”, siendo que los instrumentos que debían ser mostrados consistían en estados de la cuenta nómina del demandante, los cuales se dividen en meses, teniendo que examinarse individualmente cada uno de ellos para poder estimar si se pagó o no la bonificación que insiste el accionante devengó en esos períodos.
Bajo ese hilo argumentativo, manifiesta la formalizante que lejos de ocurrir el examen supra referido, no se valoraron los estados de cuenta exhibidos, no obstante de existir diferencias en la información con respecto a los suministrados por la parte actora, procediendo a aplicar equivocadamente la consecuencia jurídica del citado artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en tal sentido, se pregunta la parte recurrente sí se considerarían como válidos los documentos proporcionados por el demandante, para qué se acordó la prueba de exhibición.
Para resolver la delación planteada, esta Sala observa:
Conforme a los argumentos esgrimidos por la parte demandada recurrente, se aprecia que lo pretendido es cuestionar nuevamente la aplicación por parte de la juzgadora de alzada la consecuencia jurídica prevista en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, al presentar los estados de cuenta exhibidos por ella una diferencia con los aportados como documentales por el demandante, situación que fue dilucidada con ocasión al examen de la primera denuncia por infracción de ley, en tal sentido, se considera redundante transcribir los argumentos que fueron empleados en la resolución de la misma, razón por la que se tiene como reproducido lo transcrito en la referida oportunidad, conllevando forzosamente a desestimar la delación planteada. Así se resuelve.
En mérito de las consideraciones expuestas, se declara sin lugar el recurso de casación anunciado y formalizado por la parte demandada. Así se determina.
DECISIÓN
Por las razones precedentemente expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de Casación Social, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la ley, declara: PRIMERO: SIN LUGAR el recurso de casación anunciado y formalizado por la parte demandada contra la sentencia dictada por el Juzgado Superior Octavo del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, el 15 de mayo de 2015 y; SEGUNDO: se CONFIRMA la decisión recurrida.
Se condena en costas del recurso a la parte accionada, conforme a lo previsto en los artículos 59 y 175 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
No firma la presente decisión la Magistrada Dra. Marjorie Calderón Guerrero, al no haber presenciado la audiencia por motivos justificados.
Publíquese, regístrese y remítase el expediente a la Unidad de Recepción y Distribución de Documentos de la Circunscripción Judicial supra mencionada, a los fines legales consiguientes. Particípese de esta remisión al Juzgado Superior de origen antes mencionado, todo de conformidad con el artículo 176 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Social, del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los treinta (30) días del mes de junio de dos mil diecisiete (2017). Años: 207º de la Independencia y 158º de la Federación.
Ley de Amparo, reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Comentada y con jurisprudencia. 2017
Ley de Amparo, reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos 2016: Comentada y con jurísprudencia