El tratamiento puede definirse, en general, como una o más intervenciones
estructuradas para tratar los problemas de salud y de otra índole causados por el abuso de drogas y aumentar u optimizar el desempeño personal y social. Según el Comité de Expertos de la Organización Mundial de la Salud en Farmacodependencia, el término “tratamiento” se aplica al “proceso que comienza cuando los usuarios de sustancias psicoactivas entran en contacto con un proveedor de servicios de salud o de otro servicio comunitario y puede continuar a través de una sucesión de intervenciones concretas hasta que se alcanza el nivel de salud y bienestar más alto posible”
El grupo es visto como vehículo para ayudar a las personas a ejecutar
modificaciones en sus actitudes, opiniones sobre sí mismo y sobre otros, sentimientos, conductas, percepciones, entre otros. Los grupos se desarrollan en un patrón regular y observable, lo que permite predecir patrones comportamiento futuro. Otro supuesto sostiene que las mismas características de desarrollo serán evidentes en todos los grupos de tratamiento que se desarrollan de una manera normativa, es decir, como poca variabilidad en su desarrollo. Con el paso del tiempo, en los grupos se manifestarán un aumento de la complejidad de interacción, no obstante, de vez en cuando mostraran algún grado de regresión o reversibilidad a etapas anteriores al desarrollo grupal.
Conclusión:
La terapia de grupo es un espacio donde se pueden atender muchas
problemáticas que existen, en grupos que comparten características similares, considerándose a sí misma como un espacio donde se generan alianzas terapéuticas, entre los pacientes y esto ayuda que el proceso empático sea más fluido partiendo desde la perspectiva que al compartir una problemática en común se pueden percibir unos con otro, si no como iguales si con características similares, respecto a la estrategia de resolución de la problemática en el grupo pasando así el terapeuta a ser un mediador de convivencia con la problemática.