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Universidad de San Carlos de Guatemala

Centro Universitario de Occidente


Faculta de Ciencias de La Salud
Laboratorio de Bioquímica.

Laboratorio B.
Sangre y Componentes Celulares.

Los componentes celulares de la sangre son los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las
plaquetas, que se encuentran suspendidos en el plasma.

Los glóbulos rojos (eritrocitos) son los más numerosos de los tres componentes celulares y
normalmente componen casi la mitad del volumen sanguíneo. Estas células están llenas de
hemoglobina, lo que les permite transportar oxígeno desde los pulmones hasta los tejidos
de todo el cuerpo. Así, las células consumen el oxígeno que les proporciona energía y
liberan el anhídrido carbónico como un producto de desecho que los glóbulos rojos retiran
de los tejidos y llevan hasta los pulmones.

La cantidad de glóbulos blancos (leucocitos) es menor, con una proporción de


aproximadamente un glóbulo blanco por cada 660 glóbulos rojos. Existen cinco tipos
principales de glóbulos blancos que funcionan de forma conjunta, constituyendo los
principales mecanismos de defensa del organismo contra las infecciones, incluida la
producción de anticuerpos. Los neutrófilos, también llamados granulocitos porque
contienen gránulos con enzimas, forman el tipo de glóbulos blancos más numeroso.
Ayudan a proteger al cuerpo de las infecciones bacterianas y fúngicas y fagocitan partículas
extrañas. Los Basófilos, que se encuentran en menor cantidad liberando histamina y por
último los Eosinófilos que se encuentran presentes en las alergias e infecciones parasitarias.
Los linfocitos se dividen en dos grupos principales: los linfocitos T, que permiten al
organismo defenderse contra las infecciones víricas, pero que también pueden detectar y
destruir algunas células cancerosas, y los linfocitos B, que se transforman en células
plasmáticas que producen anticuerpos.

Los monocitos ingieren las células muertas o dañadas y eliminan agentes infecciosos,
proporcionando así las defensas inmunológicas necesarias al organismo.

Las plaquetas (trombocitos), partículas parecidas a las células (no son realmente células),
son más pequeñas que los glóbulos rojos o blancos y forman parte de los mecanismos
necesarios para detener una hemorragia a nivel de un punto sangrante donde se acumulan y
se activan.

Los glóbulos blancos no circulan libremente en el flujo sanguíneo, como los glóbulos rojos.
Muchos de ellos se adhieren a las paredes de los vasos sanguíneos o incluso las atraviesan
para entrar en otros tejidos. Cuando los glóbulos blancos alcanzan el sitio de una infección,
por ejemplo, liberan sustancias que atraen más glóbulos blancos. Las células blancas
funcionan como un ejército; están dispersas en todo el organismo pero preparadas para la
orden inmediata de agruparse y expulsar cualquier organismo invasor.

Formación de las células de la sangre

Los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas se originan en la médula ósea. Pero
aun siendo glóbulos blancos, los linfocitos se producen también en los ganglios linfáticos,
en el bazo y en el timo, pequeña glándula que se encuentra cerca del corazón que funciona
solamente en niños y adultos jóvenes y donde se originan y maduran los llamados linfocitos
T.

Dentro de la médula ósea, todas las células sanguíneas se originan a partir de un solo tipo
de célula llamada célula madre. Esta célula madre se divide en células inmaduras que van
dividiéndose a su vez y van madurando hasta llegar a los tres tipos presentes en la sangre.

La velocidad de la producción de las células sanguíneas es controlada según las


necesidades del cuerpo. Cuando el volumen de oxígeno de los tejidos corporales o el
número de glóbulos rojos disminuye, los riñones producen y liberan la eritropoyetina, una
hormona que estimula a la médula ósea para producir más glóbulos rojos. En caso de
infecciones, la médula ósea produce y libera más glóbulos blancos mientras que, ante una
hemorragia, produce más plaquetas.

Realización de Frotis Sanguíneo.

Es la extensión de sangre como una fina película de sangre extendida sobre un


portaobjetos, de modo que las células sanguíneas estén dispuestas en una capa. La finalidad
de la extensión sanguínea es la observación al microscopio óptico de las células presentes
en la muestra.
Las extensiones sanguíneas se pueden realizar de forma manual o de forma automática. En
esta práctica se utiliza la técnica manual del portaobjetos, también llamada técnica de los
dos portaobjetos. No debe cubrir toda la superficie del portaobjetos.

Características importantes del Frote Sanguíneo:

1. Su espesor debe ir disminuyendo desde el inicio hasta el final.


2. La sangre debe ir dispuesta en una sola capa de tal modo que no queden huecos a lo
largo de la extensión sanguínea.
3. Las bandas laterales deben ser lisas.
4. Los bordes laterales de la extensión deben estar separados de los bordes del porta
objeto 1-2 mm.
5. Las extensiones deben ser delgadas, bien extendidas y bien coloreadas.
Partes del Frote Sanguíneo

Además, una buena extensión sanguínea presenta tres zonas claramente diferenciadas:

• Cabeza: Es la zona inicial de la extensión. Si atendemos a las características que


debe presentar un frotis sanguíneo ideal, la cabeza será la zona con mayor grosor.
De hecho, los hematíes pueden estar formando más de una capa.

• Cuerpo: Es la zona intermedia de la extensión sanguínea y la más adecuada para el


estudio de las células. Existe una adecuada proporción de leucocitos en esta zona.

• Cola: Es la zona final del frotis. En ella los hematíes se disponen en forma de
mosaico, deformados, y homogéneamente coloreados. Los leucocitos dispuestos en
esta zona suelen ser los más grandes (monocitos y granulocitos).

El inicio y el final de la extensión sanguínea deben estar a un centímetro de los extremos


del portaobjetos. Los bordes laterales deben estar a uno o dos milímetros de los bordes del
frotis.

Pueden darse extensiones defectuosas debido a la utilización de una gota demasiado


grande, al uso de portaobjetos mellados o con grasa, a la variación del ángulo y la velocidad
de la técnica, o al levantar antes de tiempo el portaobjetos esmerilado.
Importancia del Frote Sanguíneo

Los resultados indican si sus células de la sangre tienen un aspecto normal o no. Los resultados de los
glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas se informan por separado.

Si los resultados de los glóbulos rojos no son normales, esto podría indicar:
Anemia
Anemia Falciforme: Los glóbulos rojos pierden su forma original,
Anemia hemolítica: Tipo de anemia en el que los glóbulos rojos son destruidos antes de
poder reemplazarse. Esto hace que el cuerpo se quede sin suficientes glóbulos rojos sanos
Enfermedades de la médula ósea

Si los resultados de los glóbulos blancos no son normales, esto podría indicar:
Infección
Alergias
Leucemia

Si los resultados de las plaquetas no son normales, esto podría indicar trombocitopenia, un
problema médico en el que la sangre tiene un número anormalmente bajo de plaquetas.

Este preparado entrega valiosa información en casos como las leucemias, deficiencias de
hierro, trastornos genéticos de la forma de los eritrocitos, posibles deficiencias de vitamina
B12.

La importancia de un buen extendido y su correcta tinción son fundamentales a la hora de


la observación al microscopio, ya que un frotis mal hecho entrega muy poca información
acerca de la morfología celular, y en algunos casos es esta observación la que entrega al
médico la información que requiere para realizar su diagnóstico.

Insumos Requeridos
Portaobjetos
Toalla de papel (mayordomo)
Guantes (alumno)
Tubos para sangre de 3 ml con EDTA, tapón morado. (uno por mesa. Alumno)
Jeringa de 3 ml (2 por mesa. alumno)
Alcohol ( frasco de 120 ml. alumno)
Algodón (alumno)
Ligadura (2 por mesa. alumno)

Procedimiento:

1. Obtener 3 ml de sangre por punción venosa.


2. Colocar la muestra en el tubo de ensayo con EDTA.
3. Mover inmediatamente con movimientos manuales en forma de ocho.
4. Depositar una gota de sangre en la parte central de un portaobjetos limpio (libre de
pelusa y grasa).
5. Con otro portaobjetos (tomarlo lateralmente entre las yemas de los dedos) deslizarlo
sobre toda la superficie del porta de manera que se pueda obtener una fina película de
sangre.
El inicio del frotis se denomina cabeza y la parte final del frotis se denomina cola.( observe
la imagen )
6. Esperar a que se seque la lámina, dejarla sobre una rejilla o toalla de papel, con la zona
donde está la muestra mirando hacia arriba.
7. Cada estudiante debe presentar 5 frotes bien realizados.
Cuestionario:
1) ¿Cuál es el objetivo del frote sanguíneo?
2) Describa los métodos para determinar el número de células sanguíneas.
3) ¿Cuándo es prudente realizar una muestra de extracción de medula ósea y cuáles
son las partes corporales indicadas para ello?
4) Describa la diferencia clínica de un frote periférico y un frote sanguíneo.

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