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Arquetipo (psicología analítica)

El psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo Carl Gustav Jung entendió


los arquetipos como patrones e imágenes arcaicas universales que
derivan de lo inconsciente colectivo y son la contraparte psíquica del
instinto.1 Son potenciales heredados que se actualizan cuando entran
como imágenes en la consciencia o se manifiestan en el
comportamiento en la interacción con el mundo exterior.2 Son formas
autónomas y encubiertas que se transforman una vez que acceden a la
consciencia y se les da una expresión particular por parte de los
individuos y sus culturas. En psicología analítica, los arquetipos son
elementos altamente desarrollados de lo inconsciente colectivo. La
existencia de arquetipos solo puede deducirse indirectamente
mediante el uso de relatos, arte, mitos, religiones o sueños.

Los arquetipos en psicología analítica se refieren a formas


subyacentes inaprensibles o arquetipos en si de los cuales emergen
imágenes y motivos como la madre, el niño, el trickster y el diluvio
universal, entre otros. La historia, la cultura y el contexto personal
modelan estas representaciones manifiestas, dándoles así su contenido
específico. Estas imágenes y motivos se denominan con mayor
precisión imágenes arquetípicas. Sin embargo, es común que el
término arquetipo se use indistintamente para referirse tanto a los
arquetipos en si como a las imágenes arquetípicas.2

Edipo y la esfinge, de Gustave


Moreau (1864).
Índice
Introducción
Desarrollo temprano
Desarrollo posterior
Ejemplos
Dificultades conceptuales
Actualización y complejos
Etapas de la vida
Desarrollos generales
Etología y teoría del apego
Biología
Psicoanálisis
Neurología
Crítica literaria
Psicología
Pedagogía
En la cultura popular
Crítica
Véase también
Referencias
Enlaces externos

Introducción
Jung rechazó la teoría de la tabula rasa del desarrollo psicológico
humano, creyendo que las presiones evolutivas tienen
predestinaciones individuales manifestadas en arquetipos.3 Utilizó
primero el término imágenes primordiales para referirse a lo que más
tarde denominaría "arquetipos". La idea de Jung de los arquetipos se
basó en las categorías de Immanuel Kant, las Ideas de Platón y los
prototipos de Arthur Schopenhauer.4 Para Jung, "el arquetipo es la
forma introspectivamente reconocible de un orden psíquico a
priori".5 "Estas imágenes deben considerarse como carentes de
contenido sólido, por lo tanto, como inconscientes. Solo adquieren
solidez, influencia y consciencia eventual en el encuentro con los
hechos empíricos".6

Los arquetipos forman un sustrato dinámico común a toda la


humanidad, sobre cuya base cada individuo construye su propia
experiencia de vida, tiñiéndolos con su cultura, personalidad y Las ideas de Jung sobre los
eventos vitales únicos. Por lo tanto, si bien los arquetipos se pueden arquetipos se basaron en parte en
concebir como unas relativas pocas formas nebulosas innatas, de éstas las categorías de Immanuel Kant.
pueden surgir innumerables imágenes, símbolos y patrones de
comportamiento. Mientras que las imágenes y formas emergentes se
aprehenden conscientemente, los arquetipos que las informan son estructuras elementales que son
inconscientes e imposibles de aprehender.

A Jung le gustaba comparar la forma del arquetipo

(...) con el sistema axial de un cristal, que predetermina la formación cristalina en el agua madre
sin poseer él mismo existencia material. Esta existencia se manifiesta primero en la manera de
cristalizar los iones y después en la forma en que lo hacen las moléculas".

El arquetipo en sí mismo es vacío y puramente formal: una posibilidad de representación que se da a priori.
Las representaciones en sí mismas no se heredan, solo las formas, y en ese sentido se corresponden con los
instintos. La existencia de los instintos no puede probarse más que la existencia de los arquetipos, siempre que
no se manifiesten concretamente.7

Desarrollo temprano
La intuición de que había algo más en la psique que la experiencia individual comenzó posiblemente en la
infancia de Jung. El primer sueño que pudo recordar fue el de un dios itifálico subterráneo. Más adelante en su
vida, su investigación sobre pacientes psicóticos en el Hospital Burghölzli y su propio autoanálisis respaldaron
su intuición acerca de la existencia de estructuras psíquicas universales que subyacen en toda experiencia y
comportamiento humanos. Jung se refirió primero a estas imágenes como "imágenes primordiales", un término
que tomó de Jacob Burckhardt. Más tarde, en 1917, las denominó "dominantes de lo inconsciente colectivo".
No fue hasta 1919 que utilizó por primera vez el término
"arquetipos"8 en un ensayo titulado Instinto e inconsciente.9 El
término mismo de "arquetipo", por los vocablos griegos que le
componen, permite advertir sus rasgos esenciales:10 11

El primer vocablo -arche- significa comienzo, origen, motivo


fundamental, principio, mas expresa también lugar de un jefe,
soberanía y gobierno (así pues, una especie de "dominante");
el segundo vocablo -tipo- significa plasmación, el acuñado de
las monedas..., forma, imagen, copia, modelo, ordenación y
Burghölzli. norma...; en sentido más moderno, transferido, muestra o
modelo, forma fundamental, forma primordial.

Desarrollo posterior
En años posteriores, Jung revisó y amplió aún más el concepto de arquetipos, concibiéndolos como patrones
psicofísicos existentes en el universo, dada la expresión específica de la consciencia y la cultura humanas.
Propuso que el arquetipo tenía una naturaleza dual: existe tanto en la psique como en el mundo en general.
Denominó a este aspecto no psíquico del arquetipo el arquetipo "psicoide".

Jung dibujó una analogía entre la psique y la luz en


Analogía ilustrada por Jung
el espectro electromagnético. El centro del espectro
de la luz visible (es decir, el amarillo) se
corresponde con la consciencia, que pasa a ser
gradualmente inconsciente en los extremos rojo y
azul. El rojo se corresponde con los impulsos
básicos inconscientes, y el extremo infrarrojo
invisible del espectro se corresponde con la
influencia del instinto biológico, que se fusiona con Espectro electromagnético
Diagrama de
sus condiciones físicas y químicas. El extremo azul
Freud
del espectro representa ideas espirituales; y los
arquetipos, ejerciendo su influencia desde más allá
de lo visible, se corresponden con el reino invisible
del ultravioleta.12 Jung sugirió que las estructuras arquetípicas no solo gobiernan el comportamiento de todos
los organismos vivos, sino que también son contiguas a las estructuras que controlan el comportamiento de la
materia inorgánica.

El arquetipo no era simplemente una entidad psíquica, sino, fundamentalmente, un puente a la materia en
general.12 Jung usó el término unus mundus para describir la realidad unitaria que, según creía, subyace a
todos los fenómenos manifiestos. Concibió los arquetipos como los mediadores del unus mundus, organizando
no solo las ideas en la psique, sino también los principios fundamentales de la materia y la energía en el mundo
físico.

Fue este aspecto psicoide del arquetipo lo que impresionó tanto al físico ganador del Premio Nobel Wolfgang
Pauli. Abrazando el concepto de Jung, Pauli creía que el arquetipo proporcionaba un vínculo entre los eventos
físicos y la mente del científico que los estudiaba. Al hacerlo, se hizo eco de la posición adoptada por el
astrónomo alemán Johannes Kepler. Por lo tanto, los arquetipos que ordenan nuestras percepciones e ideas son
en sí mismos el producto de un orden objetivo que trasciende tanto la mente humana como el mundo externo.

Ejemplos
Jung describió eventos arquetípicos: el nacimiento, la muerte, la
separación de los padres, la iniciación, el matrimonio, la unión de los
opuestos; figuras arquetípicas: la gran madre, el padre, el niño, el
diablo, dios, el anciano sabio, la anciana sabia, el trickster, el héroe; y
motivos arquetípicos: el apocalipsis, el diluvio, la creación. Aunque
el número de arquetipos es ilimitado, hay algunas imágenes
arquetípicas particularmente notables y recurrentes, "siendo las
principales" (según Jung) "la sombra, el anciano sabio, el niño, la
madre... y su contrapartida, la doncella, y finalmente el ánima en el
hombre y el ánimus en la mujer".13 Alternativamente, hablaría de "la
aparición de ciertos arquetipos definidos... la sombra, el animal, el
viejo sabio, el ánima, el ánimus, la madre, el niño".14

El sí-mismo designa toda la gama de fenómenos psíquicos en el ser


humano. Expresa la unidad de la personalidad como un todo.

La sombra es una representación del inconsciente personal en su


totalidad y, por lo general, encarna los valores compensatorios de la
personalidad consciente. Así, la sombra representa a menudo el lado
oscuro de uno mismo, aquellos aspectos personales que existen, pero
que uno no reconoce o con los cuales no se identifica.15
La investidura, de Edmund Blair
El arquetipo ánima aparece en los hombres y es su imagen primordial Leighton. Óleo sobre lienzo, 1901,
de la mujer. Representa la expectativa sexual del hombre sobre las imagen arquetípica del héroe.
mujeres, pero también es un símbolo de las posibilidades de un
hombre, sus tendencias contrasexuales. El arquetipo ánimus es la
imagen análoga de lo masculino que acontece en las mujeres.

Sin embargo, cualquier intento de dar una lista exhaustiva de los arquetipos sería un ejercicio en gran medida
inútil, ya que estos tienden a combinarse entre sí y a intercambiar cualidades, lo que hace que sea difícil
determinar dónde termina un arquetipo y comienza otro. Por ejemplo, las cualidades del arquetipo de la
sombra pueden ser prominentes en una imagen arquetípica del ánima o ánimus. Un arquetipo también puede
aparecer de varias formas distintas, lo que plantea la pregunta de si son cuatro o cinco arquetipos distintos los
que están presentes o simplemente cuatro o cinco formas de un solo arquetipo.15

Dificultades conceptuales
Los usos populares y de la nueva era han condensado a menudo el concepto de arquetipo en una enumeración
de figuras arquetípicas como el héroe, la diosa, el hombre sabio, etc. Dicha enumeración no llega a aprehender
la esencia fluida del concepto. Estrictamente hablando, las figuras arquetípicas como el héroe, la diosa y el
hombre sabio no son arquetipos, sino imágenes arquetípicas que han cristalizado a partir de los arquetipos en
si. Jung mismo lo aclaraba:16 17

Mis ideas sobre los «restos arcaicos», a los que yo denomino


«arquetipos» o «imágenes primordiales», son criticadas
constantemente por personas que carecen del conocimiento
suficiente tanto de la psicología de los sueños como de la
mitología. El término «arquetipo» es malentendido a menudo
como si se refiriera a una imagen o un motivo mitológico
concreto. Pero esto no sería sino una representación consciente,
y sería absurdo suponer que esas representaciones variables se
pueden heredar. Al contrario, el arquetipo es una tendencia
hereditaria del alma humana a formar representaciones de
motivos mitológicos que pueden variar mucho sin perder su
patrón básico. Por ejemplo, hay numerosas representaciones
del motivo de los hermanos hostiles, pero el motivo es el
mismo. Esta tendencia hereditaria es instintiva, igual que los
impulsos de las aves a construir un nido, a migrar, etc. Estas
représentations collectives se encuentran prácticamente por
todas partes y se caracterizan por los mismos o similares
motivos. No las podemos atribuir en particular a una época, a
una región o a una raza. No tienen origen conocido, y se
pueden reproducir aun en los casos en que la transmisión por
migración esté excluida.

Sin embargo, las relaciones precisas entre imágenes, por ejemplo, del
"pez" y su arquetipo no fueron explicadas adecuadamente por Jung.
Aquí la imagen del pez no es estrictamente hablando un arquetipo. El
"arquetipo del pez" apunta a la existencia ubicua de un "arquetipo de
pez" innato que da origen a la imagen del pez. A efectos de clarificar
la contenciosa declaración de que los arquetipos de peces son
universales, Anthony Stevens explica que el arquetipo en si es a la
Estrictamente hablando, el arquetipo vez una predisposición innata a formar tal imagen y una preparación
de la diosa se denomina más para encontrar y responder adecuadamente a la criatura per se. Esto
apropiadamente imagen arquetípica. explicaría la existencia de fobias a las serpientes y a las arañas, por
ejemplo, en personas que viven en entornos urbanos donde nunca se
han encontrado con ninguna de estas criaturas.2

La confusión acerca de la cualidad esencial de los arquetipos puede atribuirse en parte a las propias ideas en
evolución de Jung sobre ellos en sus escritos y a su uso intercambiable del término "arquetipo" e "imagen
primordial". Jung también tenía la intención de conservar la cualidad pura y vital de los arquetipos como
efusiones espontáneas de lo inconsciente y no dar a sus expresiones individuales y culturales específicas un
significado seco, riguroso e intelectualmente formulado.18

Actualización y complejos
Los arquetipos buscan la actualización dentro del contexto del entorno de un individuo y determinan el grado
de individuación. Jung utilizó también los términos "evocación" y "constelación" para explicar el proceso de
actualización. Así, por ejemplo, el arquetipo de la madre se actualiza en la mente del niño evocando
anticipaciones innatas del arquetipo cuando este está en la proximidad de una figura materna que se
corresponde estrechamente con su patrón arquetípico. Este arquetipo de la madre está integrado en el
inconsciente personal del niño como un complejo materno. Los complejos son unidades funcionales del
inconsciente personal, de la misma manera que los arquetipos son unidades de lo inconsciente colectivo.

Etapas de la vida
Los arquetipos son disposiciones psíquicas preconscientes, universales e innatas, que forman el sustrato del
cual emergen los temas básicos de la vida humana. Son componentes de lo inconsciente colectivo y sirven
para organizar, dirigir e informar el pensamiento y el comportamiento humano. Los arquetipos mantienen el
control del ciclo vital humano.

A medida que maduramos, el plan arquetípico se despliega a través de una secuencia programada que Jung
denominó las etapas de la vida. Cada etapa vital está mediada a través de un nuevo conjunto de imperativos
arquetípicos que buscan la realización en la acción. Estos pueden incluir ser padres, la iniciación, el cortejo, el
matrimonio y la preparación para la muerte.2
"El arquetipo es una tendencia hereditaria del alma humana a formar representaciones de motivos mitológicos
que pueden variar mucho sin perder su patrón básico... Esta tendencia hereditaria es instintiva".16 Así, "el
arquetipo de iniciación está fuertemente activado para proporcionar una transición significativa... con un "rito
de paso" de una etapa de la vida a la siguiente":19 20 tales etapas pueden incluir ser padres, la iniciación, el
cortejo, el matrimonio y la preparación para la muerte.2

Iniciación en la Villa de los Misterios.21

Desarrollos generales

Claude Lévi-Strauss era un defensor del estructuralismo en la


antropología. En su aproximación a la estructura y el significado del
mito, Levi-Strauss concluyó que los fenómenos actuales son
transformaciones de estructuras o infraestructuras anteriores: "la
estructura de los pensamientos primitivos está presente en nuestras
mentes".

El concepto de "instintos sociales" propuesto por Charles Darwin, las


"facultades" de Henri Bergson y los isomorfismos del psicólogo de la Claude Lévi-Strauss.
gestalt Wolfgang Köhler se pueden relacionar también con los
arquetipos.

En su trabajo en psicolingüística, Noam Chomsky describe un patrón invariable de adquisición de lenguaje en


niños y lo denominó "dispositivo de adquisición de lenguaje". Se refiere a "universales" y se hace una
distinción entre universales "formales" y "sustantivos" similar a la que existe entre el arquetipo en si
(estructura) y la imagen arquetípica.

Jean Piaget escribe sobre "esquemas" que son innatos y sustentan la actividad perceptivo-motora y la
adquisición de conocimiento, y son capaces de atraer el entorno percibido a su órbita. Se parecen a los
arquetipos en virtud de su carácter innato, su actividad y su necesidad de correspondencia ambiental.

Etología y teoría del apego

En Biological theory and the concept of archetypes (Teoría biológica y el concepto de arquetipos), Michael
Fordham consideró que los mecanismos de liberación innatos en los animales pueden ser aplicables a los seres
humanos, especialmente en la infancia. Los estímulos que producen un comportamiento instintivo son
seleccionados de un amplio campo por un sistema de percepción innato y el comportamiento es "liberado".
Fordham trazó un paralelismo entre algunas de las observaciones etológicas de Lorenz sobre el
comportamiento jerárquico de los lobos y el funcionamiento de los arquetipos en la infancia.22
Stevens (1982) sugiere que la etología y la psicología analítica son disciplinas que tratan de comprender
fenómenos universales. La etología nos muestra que cada especie está equipada con capacidades conductuales
únicas que se adaptan a su entorno y que, "incluso teniendo en cuenta nuestra mayor flexibilidad adaptativa,
no somos una excepción. Los arquetipos son los centros neuropsíquicos responsables de coordinar el
repertorio conductual y psíquico de nuestra especie". Siguiendo a Bowlby, Stevens señala que el
comportamiento genéticamente programado tiene lugar en la relación psicológica entre la madre y el recién
nacido. La impotencia del bebé, su inmenso repertorio de estímulos de signos y comportamiento de
aproximación, desencadena una respuesta materna. Y el olor, el sonido y la forma de la madre desencadenan,
por ejemplo, una respuesta de alimentación.22

Biología

Si las estructuras arquetípicas se heredan, ¿cómo ocurre exactamente esto y en qué parte del organismo
humano se encuentran? Las respuestas a todo ello han sido propuestas desde la biología y la neurología;
comenzando desde la biología, Jung hizo varias sugerencias con respecto a la conexión de los arquetipos con
los genes, particularmente en el caso de los arquetipos contrasexuales, ánimus y ánima, que según él
probablemente tienen un origen genético.

Más tarde, Fordham estableció una conexión entre los arquetipos y los genes, argumentando que "lo único que
se hereda es lo que está contenido en un óvulo fertilizado" y concluyendo que "cuando se dice que los
arquetipos son funciones hereditarias, lo que se quiere decir es que de alguna manera deben estar
representados en las células germinales".

Stevens es más preciso, sugiriendo que es en el ADN mismo donde debemos buscar la ubicación y la
transmisión de los arquetipos. Como son coincidentes con la vida natural, deben esperarse dondequiera que se
encuentre la vida. El ADN aporta un grado de regularidad, patrón y orden en el mundo natural. El ADN es,
dice Stevens, "el arquetipo reproducible de las especies".22

La sugerencia de Stevens de que el ADN puede involucrar arquetipos fue anticipada por L. Stein en su
artículo Introducing not-self (1967), donde hace la sugerencia biológica más precisa hasta el momento.
Comienza preguntando qué debe hacer un organismo para sobrevivir al peligro. La respuesta, en su forma más
simple, es reconocer lo que no es en sí mismo. Esto es cierto en la enfermedad cuando el cuerpo lucha para
deshacerse de una infección o cuando una persona identifica a un enemigo o, más positivamente, en el
reconocimiento de un bebé de figuras cuidadoras externas con las que relacionarse. Por lo tanto, para la
supervivencia, debe ponerse en acción un patrón de percepción preexistente, capaz de reconocer lo que no es
uno mismo. El organismo puede tomar medidas preventivas, protectoras, adaptativas o ninguna acción. Esta
activación supone un mensaje del ADN, transmitido por un mensajero. Stein señala que todos los diversos
términos utilizados para delimitar a los mensajeros ("moléculas patrón, genes, enzimas, hormonas,
catalizadores, feromonas, hormonas sociales") son conceptos similares a los arquetipos. Menciona figuras
arquetípicas que representan mensajeros como Hermes, Prometeo o Cristo.

Al continuar basando sus argumentos en una consideración de los sistemas de defensa biológica, Stein
enumera las características de un sistema de defensa somático. Debe operar en toda una gama de
circunstancias específicas, sus agentes deben poder ir a todas partes, la distribución de los agentes no debe
alterar el statu quo somático y, en personas predispuestas, los agentes atacarán al yo. La propuesta de Stein es
que

ni el sistema nervioso ni el endocrino parecen ser capaces de cumplir todas estas funciones. Esto
conduce a las suposiciones de que el análogo biológico del sí-mismo parece ser el vasto reino de
las células linfoides del tronco y/o las células mesenquimatosas indiferenciadas del sistema
retículo-endotelial.22
Psicoanálisis

Melanie Klein: la idea de Melanie Klein de "fantasía inconsciente" está


estrechamente relacionada con el arquetipo de Jung, ya que ambos están
compuestos de imagen y afecto y son patrones a priori de la psique cuyos
contenidos son construidos a partir de la experiencia.22

Jacques Lacan: Lacan fue más allá de la proposición de que el inconsciente


es una estructura que se encuentra debajo del mundo consciente; el
inconsciente mismo está estructurado, como un lenguaje. Esto sugeriría
paralelismos con Jung. Además, los órdenes simbólico e imaginario de Lacan
pueden alinearse con la teoría arquetípica de Jung y el inconsciente personal,
respectivamente. El orden simbólico modela los contenidos del imaginario de
la misma manera que las estructuras arquetípicas predisponen a los seres
Melanie Klein.
humanos hacia ciertos tipos de experiencia. Si tomamos el ejemplo de los
padres, las estructuras arquetípicas y el orden simbólico predisponen nuestro
reconocimiento y relación con ellos.22

El concepto de lo real de Lacan se acerca a la elaboración de Jung del


inconsciente psicoide, que puede verse como verdadero pero no puede ser
conocido directamente. Lacan planteó que el inconsciente se organiza en una
intrincada red gobernada por la asociación, sobre todo por "asociaciones
metafóricas". La existencia de la red se muestra mediante el análisis de los
productos inconscientes: sueños, síntomas, etc.22

Wilfred Bion: según Bion, los pensamientos preceden a una capacidad de


pensamiento. Los pensamientos en un bebé pequeño son indistinguibles de
los datos sensoriales o de las emociones no organizadas. Bion utiliza el
término "protopensamientos" para estos fenómenos tempranos. Debido a su
conexión con los datos sensoriales, los protopensamientos son concretos y Sigmund Freud.
autocontenidos (pensamientos en sí mismos), no siendo capaces aún de
representaciones simbólicas o de relaciones de objeto. Los pensamientos
entonces funcionan como preconceptos, predisponiendo entidades psicosomáticas similares a arquetipos. El
apoyo para esta conexión proviene de la observación del analista kleiniano Roger Money-Kyrle de que la
noción de preconceptos de Bion es la descendiente directa de las Ideas de Platón.22

Sigmund Freud: en las Conferencias de introducción al psicoanálisis (1916-1917) Freud escribió: "No cabe
duda de que su fuente está en las pulsiones, pero queda por explicar el hecho de que en todos los casos se
creen las mismas fantasías con idéntico contenido. Tengo pronta una respuesta para esto, y sé que les parecerá
atrevida. Opino que estas fantasías primordiales —así las llamaría, junto a algunas otras— son un patrimonio
filogenético".23

Su sugerencia de que las fantasías primarias son un residuo de recuerdos específicos de experiencias
prehistóricas se ha interpretado como alineada con la idea de arquetipos. Laplanche y Pontalis señalan que
todas las denominadas fantasías primarias se relacionan con los orígenes y que "como los mitos colectivos
intentan aportar una representación y una "solución" a lo que para el niño aparece como un gran enigma".22

Robert Langs: más recientemente, el psicoterapeuta y psicoanalista adaptativo Robert Langs ha usado la
teoría arquetípica como una forma de entender el funcionamiento de lo que él llama el "sistema inconsciente
profundo".24 El uso de los arquetipos por parte de Langs se relaciona particularmente con problemas
asociados a la ansiedad de muerte, que Langs considera la raíz del conflicto psíquico. Al igual que Jung,
Langs piensa que los arquetipos son factores inconscientes profundos de toda la especie.25
Neurología

Rossi (1977) sugiere que la función y la característica diferenciadoras entre los hemisferios cerebrales
izquierdo y derecho pueden permitirnos ubicar los arquetipos en el hemisferio cerebral derecho. Cita
investigaciones que indican que el funcionamiento del hemisferio izquierdo es principalmente verbal y
asociativo, y el del derecho visuoespacial y perceptivo. Así, el hemisferio izquierdo está equipado como un
procesador de información crítico y analítico, mientras que el hemisferio derecho funciona en modo "gestalt".
Esto significa que el hemisferio derecho es mejor para obtener una imagen de un todo a partir de un fragmento
y para trabajar con material confuso, es más irracional que el izquierdo y está más estrechamente conectado
con los procesos corporales. Sin embargo, una vez expresado en forma de palabras, conceptos y lenguaje del
reino hemisférico izquierdo del yo, se convierten solamente en representaciones que "toman su color" de la
consciencia individual. Figuras internas como la sombra, el ánima y el ánimus serían procesos arquetípicos que
tienen su origen en el hemisferio derecho.22

Henry (1977) aludió al modelo de Maclean del cerebro tripartito sugiriendo que el cerebro reptiliano es una
parte más antigua del cerebro y puede contener no solo unidades sino también estructuras arquetípicas. La
sugerencia es que hubo un tiempo en que el comportamiento emocional y la cognición estaban menos
desarrollados y predominaba el cerebro más antiguo. Existe un paralelismo evidente con la idea de Jung de
que los arquetipos "cristalizan" a lo largo del tiempo.22

Crítica literaria

La crítica literaria arquetípica sostiene que los arquetipos determinan la forma y la función de las obras
literarias y, por lo tanto, que el significado de un texto está conformado por mitos culturales y psicológicos.
Los arquetipos son formas básicas incognoscibles personificadas o concretizadas en imágenes, símbolos o
patrones recurrentes que pueden incluir motivos como la búsqueda o el ascenso celestial, tipos de caracteres
reconocibles como el trickster o el héroe, símbolos como la manzana o la serpiente, o imágenes como la
crucifixión (como en King Kong o La novia de Frankenstein) que ya están cargadas de significado cuando se
emplean en una obra en particular.22

Psicología

La psicología arquetipal fue desarrollada por James Hillman en la segunda mitad del siglo XX. Hillman se
formó en el C.G. Jung-Institut Zürich y fue su director después de graduarse. La psicología arquetipal forma
parte de la tradición junguiana y está directamente relacionada con la psicología analítica y la teoría
psicodinámica, aunque se aparta radicalmente. Relativiza y desliteraliza el yo y se concentra en la psique, o
alma, y en los archai, los patrones más profundos del funcionamiento psíquico, "las fantasías fundamentales
que animan toda la vida".26 La psicología arquetipal es una psicología politeísta, que trata de reconocer las
innumerables fantasías y mitos (dioses, diosas, semidioses, mortales y animales) que configuran y son
configurados por nuestra vida psicológica. El yo no es sino una fantasía psicológica dentro de un conjunto de
fantasías.

La principal influencia en el desarrollo de la psicología arquetipal es la psicología analítica de Jung. Está


fuertemente influenciada por las ideas y el pensamiento clásico griego, renacentista y romántico. Artistas,
poetas, filósofos, alquimistas y psicólogos influyentes incluyen a Nietzsche, Heidegger, Henry Corbin, Keats,
Shelley, Petrarca y Paracelso. Aunque todos diferentes en sus teorías y psicologías, parecen estar unidos por su
preocupación común por la psique, el alma. Muchos arquetipos se han utilizado en el tratamiento de
enfermedades psicológicas. La primera investigación de Jung se hizo con esquizofrénicos. Un ejemplo actual
es la enseñanza de arquetipos a jóvenes y niños mediante el uso de libros ilustrados para ayudarles en su
desarrollo.27 Asimismo enfermeras tratan pacientes mediante el uso de arquetipos.19 La terapia arquetipal
ofrece una amplia gama de usos si se aplica correctamente, y aún se está desarrollando en las escuelas
junguianas hoy en día. Siendo innumerable el listado de arquetipos, las posibilidades de curación son vastas.

Pedagogía

La pedagogía arquetipal fue desarrollada por Clifford Mayes. El trabajo de Mayes tiene también como objetivo
promover en profesores lo que él llama reflexión arquetípal; este es un medio para alentarles a examinar y
trabajar con temas, imágenes y supuestos psicodinámicos, ya que esos factores afectan a sus prácticas
pedagógicas. Más recientemente, el Pearson-Marr Archetype Indicator (PMAI), basado en las teorías de Jung
sobre arquetipos y tipos de personalidad, se ha utilizado para aplicaciones pedagógicas (no muy diferente del
Myers-Briggs Type Indicator).

En la cultura popular
Los arquetipos abundan en las películas y la literatura contemporáneas, como lo han hecho en las obras
creativas del pasado, siendo proyecciones inconscientes de lo inconsciente colectivo destinadas a personificar
conflictos centrales de la sociedad y de su desarrollo a través de un medio que entretiene e instruye. Las
películas son una forma contemporánea de creación de mitos, que refleja nuestra respuesta a nosotros mismos
y a los misterios y maravillas de nuestra existencia.28 Un estudio realizado por Faber y Mayer (2009) mostró
que los arquetipos individuales mostrados a partir de los medios de comunicación modernos pueden ser
identificados de manera confiable por las personas.29

O'Brien (2017) da una definición contemporánea de la siguiente manera:30

Los arquetipos son temas o patrones de organización universales que aparecen


independientemente del espacio, el tiempo o la persona. Aparecen en todos los reinos existenciales
y en todos los niveles de recursión sistemática, están organizados como temas en el unus mundus,
que Jung describió como "el mundo potencial fuera del tiempo",31 y son detectables a través de
sincronicidades".
Héroe, Rick Blaine en Sombra y Viejo Padre malvado y
Casablanca metamorf sabio, máscara, Darth Vader
osis, El Odín
extraño
caso del
doctor
Jekyll y el
señor
Hyde

Madre malvada, Sicigia ánima/ánimus,


Joan Crawford Cary Grant e Ingrid
retratada en Mommie Bergman en
Dearest Notorious

El cine contemporáneo es una rica fuente de imágenes arquetípicas, más comúnmente evidenciadas, por
ejemplo, en el arquetipo del héroe: el que salva la situación y es joven e inexperto, como Luke Skywalker en
Star Wars, o más viejo y cínico, como Rick Blaine en Casablanca. El arquetipo mentor es un personaje
común en todo tipo de películas. Puede aparecer y desaparecer según sea necesario, normalmente ayuda al
héroe inicialmente y luego le permite hacer la parte difícil por sí mismo. El mentor ayuda a entrenar, preparar,
animar y guiar al héroe. Es obvio en algunas películas: el Sr. Miyagi en Karate Kid, Gandalf en El Señor de
los Anillos, Pepito Grillo en Pinocho u Obi-Wan y luego Yoda en la trilogía original de Star Wars.

La sombra, el lado más oscuro de uno mismo, se asocia a menudo con el villano de numerosas películas y
libros, pero puede ser interno como en El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde. El polimorfo es la
persona que engaña al héroe o que cambia con frecuencia y que puede representarse literalmente, por ejemplo,
por el robot T-1000 en Terminator 2. El trickster crea alteraciones del statu quo, tal vez de modo infantil, y nos
ayuda a ver lo absurdo de las situaciones, proporcionando alivio cómico; por ejemplo, Yoda en El Imperio
contraataca, Bugs Bunny o el hermano conejo. El niño, a menudo inocente; podría ser una persona infantil
que necesita protección pero puede estar imbuido de poderes especiales (por ejemplo, E.T.). El mal padre, a
menudo visto como un tipo de dictador, o malvado y cruel (por ejemplo, Darth Vader en Star Wars). La mala
madre (por ejemplo, Mommie Dearest), junto con las madrastas malvadas y las brujas perversas. El niño malo,
por ejemplo, La mala semilla, La profecía.
Los arquetipos junguianos están muy integrados en las tramas y personalidades de los personajes de la serie de
juegos Persona. En Persona 1, Persona 2: Innocent Sin y Persona 2: Eternal Punishment, el personaje de
Filemón es una referencia al guía espiritual sabio del Libro rojo de Jung, y se revela que las personas se forman
a partir de arquetipos de lo inconsciente colectivo. En Persona 3 y Persona 4, los personajes con los que se
forman las relaciones (en el juego "Social Links") están basados cada uno en un arquetipo particular. Son
formalmente diferenciados por diversos arcanos del tarot, sin embargo la base primaria de la caracterización
del juego se origina en arquetipos.

En marketing, un arquetipo es un género para una marca, basado en el simbolismo. La idea detrás del uso de
arquetipos de marca en el marketing es anclar la marca sobre un icono ya integrado en la consciencia y el
subconsciente de la humanidad. En la mente tanto del propietario de la marca como del público, la alineación
con un arquetipo de marca hace que la marca sea más fácil de identificar. Se han propuesto doce arquetipos
para su uso con la marca: sabio, inocente, explorador, gobernante, creador, cuidador, mago, héroe, proscrito,
amante, bufón y persona normal.32

Crítica
Los críticos más acérrimos de Jung lo han acusado de esencialismo místico o metafísico. Dado que los
arquetipos se definen de manera tan vaga y que las imágenes arquetípicas han sido observadas por muchos
junguianos en una amplia y esencialmente infinita variedad de fenómenos cotidianos, no son generalizables ni
específicos de una manera que pueda ser investigada o delimitada con cualquier tipo de rigor. Por lo tanto,
eluden el estudio sistemático. Jung y sus partidarios defendieron la imposibilidad de proporcionar definiciones
operativas rigurosas como un problema peculiar no solo para la psicología arquetipal, sino también para otros
dominios de conocimiento que buscan comprender sistemas complejos de una manera integrada.

Las críticas feministas se han centrado en aspectos de la teoría arquetipal que se consideran reduccionistas y
proporcionan una visión estereotipada de la feminidad y la masculinidad.33

Otra crítica de los arquetipos es que ver los mitos como universales tiende a abstraerlos de la historia de su
creación real y de su contexto cultural.34 Algunos críticos modernos afirman que los arquetipos reducen las
expresiones culturales a conceptos descontextualizados genéricos, despojados de su contexto cultural único,
reduciendo una realidad compleja en algo "simple y fácil de entender".34 Otros críticos responden que los
arquetipos no hacen más que solidificar los prejuicios culturales del intérprete de mitos, es decir, los
occidentales modernos. La investigación moderna, con su énfasis en el poder y la política, ha visto los
arquetipos como un dispositivo colonial para nivelar las especificidades de las culturas individuales y sus
historias al servicio de la gran abstracción.35

Otros lo han acusado de una promoción romántica y perjudicial del "primitivismo" a través de la teoría
arquetipal. La teoría arquetipal se ha postulado como científicamente infalsable e incluso cuestionada como un
dominio adecuado de la investigación psicológica y científica. Jung menciona la demarcación entre el estudio
psicológico experimental y el descriptivo, viendo la psicología arquetipal arraigada por necesidad en este
último campo, fundamentada como estaba (hasta cierto punto) en el trabajo de casos clínicos.36

Debido a que el punto de vista de Jung era esencialmente subjetivista, mostró una perspectiva algo
neokantiana de escepticismo por conocer las cosas en sí mismas y una preferencia de la experiencia interna
sobre los datos empíricos. Este escepticismo trajo consigo el coste de contrarrestar el materialismo con otro tipo
de reduccionismo, uno que reduce todo a la explicación psicológica subjetiva y a las afirmaciones
cuasimísticas confusas.37

La crítica postjungiana busca contextualizar, expandir y modificar el discurso original de Jung sobre los
arquetipos. Michael Fordham critica las tendencias a relacionar solamente las imágenes producidas por los
pacientes con paralelismos históricos, por ejemplo, de la alquimia, de la mitología o del folklore. Un paciente
que produce material arquetípico con llamativos paralelismos alquímicos corre el riesgo de divorciarse más que
antes de su entorno en la vida contemporánea.22

Véase también
Psicología arquetipal
Arquetipo
Archive for Research in Archetypal Symbolism
Joseph Campbell
Mitología comparada
Psicología evolucionista

Referencias
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Enlaces externos
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