Está en la página 1de 13

1

Señor
JUEZ ADMINISTRATIVO ORAL DE VILLAVICENCIO - Reparto.
E. S. D.

Ref. : Medio de control: Acción de Reparación Directa


Demandantes : CARLOS ENRIQUE LOZANO LÓPEZ y otros
Demandado : La Nación – Ministerio de Justicia – INPEC

MAURICIO MARIN MONROY mayor de edad, vecino de esta ciudad, abogado en


ejercicio, identificado civil y profesionalmente como aparece junto a mi firma, obrando en
condición de apoderado especial de señores CARLOS ENRIQUE LOZANO LOPEZ C.C.
11.372.170; TITO EVELIO LOZANO LOPEZ C.C. 1.273.577; ROBERTO LOZANO
LOPEZ C.C. 19.063.119 y CLAUDIA PATRICIA LOZANO PEREZ    C.C. No.  52.437.820
Bogotá; todos personas mayores y con domicilio en Bogotá; según mandato adjunto,
comedidamente nos dirigimos a usted con el fin de solicitarle que, previos los trámites del
proceso contencioso-administrativo, surtido con citación y audiencia del señor Agente del
Ministerio Público ante esa Corporación y de la Nación – Ministerio de Justicia y el
Derecho - Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC, representado legalmente
por el Señor Brigadier General JORGE LUIS RAMÍREZ ARAGÓN, respectivamente, o
por quien lo reemplace o haga sus veces; se pronuncie sobre las siguientes:

I. DECLARACIONES Y CONDENAS.

1. Que se declare a LA NACIÓN – MINISTERIO DEL INTERIOR Y DE JUSTICIA -


INSTITUTO NACIONAL PENITENCIARIO Y CARCELARIO – INPEC – solidaria, civil y
administrativamente responsables de todos los daños antijurídicos y perjuicios tanto
de orden material, moral, como fisiológico, que le fueron causados a los señores
CARLOS ENRIQUE LOZANO LOPEZ (hermano); TITO EVELIO LOZANO LOPEZ
(hermano); ROBERTO LOZANO LOPEZ (hermano) y CLAUDIA PATRICIA LOZANO
PEREZ (sobrina), como familiares del señor SAÚL LOZANO LÓPEZ (Q.E.P.D.), por
falla en el servicio y en virtud de los hechos acaecidos entre los meses de marzo y
junio de 2014, en el Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Granada – Meta.

2. Como consecuencia de la anterior declaración, se ordene a la demandada a


REPARAR INTEGRAMENTE Y DE MANERA SOLIDARIA PAGAR A LOS
DEMANDANTES LOS PERJUICIOS MATERIALES, MORALES Y FISIOLÓGICOS,
tanto objetivados como subjetivados, actuales y futuros, los cuales se estiman en una
suma superior a $137.000.000 o, los que procesalmente se demuestren y, que
discrimino de la siguiente manera:

2.1. Para CARLOS ENRIQUE LOZANO LOPEZ (hermano), lo que represente el


valor de los perjuicios morales ocasionados, los cuales se estiman en una cantidad

Calle 33 No. 41 – 19, Ed. Orión, B/Barzal V/cio (Meta)


Cel.: 313 3493918 – 320 2085082
e-mail: mauriciomarinm@hotmail.com
2

no inferior a los CINCUENTA (50) Salarios mínimos legales mensuales, vigentes al


momento de producirse la sentencia condenatoria.

2.2. Para TITO EVELIO LOZANO LOPEZ (hermano), lo que represente el valor de
los perjuicios morales ocasionados, los cuales se estiman en una cantidad no
inferior a los CINCUENTA (50) Salarios mínimos legales mensuales, vigentes al
momento de producirse la sentencia condenatoria.

2.3. Para ROBERTO LOZANO LOPEZ (hermano), lo que represente el valor de los
perjuicios morales ocasionados, los cuales se estiman en una cantidad no inferior a
los CINCUENTA (50) Salarios mínimos legales mensuales, vigentes al momento de
producirse la sentencia condenatoria.

2.4. Para CLAUDIA PATRICIA LOZANO PEREZ (sobrina), lo que represente el


valor de los perjuicios morales ocasionados, los cuales se estiman en una cantidad
no inferior a los CINCUENTA (50) Salarios mínimos legales mensuales, vigentes al
momento de producirse la sentencia condenatoria.

3. Las condenas respectivas, o sea el monto total de la indemnización será actualizada


mediante la aplicación de los mecanismos, procedimientos y fórmulas adoptadas por
el H. Consejo de Estado, en diferentes oportunidades, actualización que se hará con
sus correspondientes intereses e indexación desde la fecha de ocurrencia de los
hechos dañosos y hasta cuando se dé cumplimiento a la sentencia que ponga fin al
proceso o hasta cuando quede ejecutoriado el fallo definitivo. Así lo dejo solicitado
expresamente.

4. Sobre las sumas a que resulten condenadas las entidades demandadas se dispondrá
lo que ordenan los artículos 192 y 195 del CPACA, en cuanto a pago de intereses
corrientes y moratorios, los que se aplicarán desde la ejecutoria de la sentencia que
señale tales sumas; quedando solicitado su reconocimiento y pago en esta forma.

5. Que se condene en costas y agencias en derecho a las entidades demandadas


conforme lo han dispuesto las últimas jurisprudencias de la H. Corte Constitucional y el
Consejo de Estado.

II. FUNDAMENTOS FÁCTICOS

1. El 28 de octubre de 2013 el señor SAÚL LOZANO LÓPEZ (Q.E.P.D.) fue


encarcelado en el Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Granada – Meta,
para cumplir pena de cincuenta (50) meses de prisión impuesta por el Juzgado Penal
del Circuito de Granada – Meta.

Calle 33 No. 41 – 19, Ed. Orión, B/Barzal V/cio (Meta)


Cel.: 313 3493918 – 320 2085082
e-mail: mauriciomarinm@hotmail.com
3

2. Para la fecha de su ingreso al Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Granada


- Meta, el señor SAÚL LOZANO LÓPEZ (Q.E.P.D.) laboraba como celador para la
Alcaldía del Municipio de Puerto Rico – Meta.

3. Es de señalar que cuando el señor SAÚL LOZANO LÓPEZ (Q.E.P.D.) ingresó al


Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Granada – Meta, tal como quedó allí
reseñado, gozaba de perfectas condiciones de salud tanto físicas como psicológicas,
pues todos sus órganos funcionaban normalmente, esto es, gozaba de una vida
digna al no tener impedimento alguno que le limitara como todo ser humano
disfrutarla.

4. Para el mes de marzo de 2014, el señor SAÚL LOZANO LÓPEZ (Q.E.P.D.) comenzó
a presentar deterioro en su salud por lo cual tuvo que ser llevado en repetidas
ocasiones de urgencias al Hospital Departamental de Granada ESE, tal como consta
en la historia clínica, y en minuta de servicios del penal.

5. Dentro de la historia clínica del señor SAÚL LOZANO LÓPEZ (Q.E.P.D.), se observa
que su estado de salud tuvo un deterioro progresivo debiendo acudir por urgencias al
Hospital Departamental de Granada continuamente, siendo incluso hospitalizado en
un par de ellas;

6. El último diagnóstico del señor SAÚL LOZANO LÓPEZ (Q.E.P.D.) señaló que
padecía de TUBERCULOSIS MILIAR, ENFERMEDAD PULMONAR OBSTRUCTIVA
CRÓNICA no especificada e INFECCIÓN DE VÍAS URINARIAS, sitio no
especificado.

7. Finalmente el 2 de junio de 2014 la condición del señor SAÚL LOZANO LÓPEZ


(Q.E.P.D.) se agrava de manera tal que fallece en la madrugada del 3 de junio,
producto de una hemorragia gastrointestinal.

8. La falla en el servicio imputable al INSTITUTO NACIONAL PENITENCIARIO Y


CARCELARIO –INPEC – en los hechos ocurridos en el Establecimiento Penitenciario
y Carcelario de Granada – Meta, en los cuales resultó fallecido el señor SAÚL
LOZANO LÓPEZ (Q.E.P.D.), se objetiva en la omisión de protección efectiva a la
vida e integridad física y personal, de las personas que son confiadas a su custodia y
cuidado.

9. El INSTITUTO NACIONAL PENITENCIARIO Y CARCELARIO –INPEC– es


responsable del deterioro del estado de salud y fallecimiento del señor SAÚL
LOZANO LÓPEZ (Q.E.P.D.) debido a que, por su encarcelamiento, esta persona se
encontraba bajo su vigilancia, custodia y protección.

10. Los convocantes CARLOS ENRIQUE LOZANO LOPEZ, TITO EVELIO LOZANO
LOPEZ y ROBERTO LOZANO LOPEZ son hermanos del difunto SAÚL LOZANO
LÓPEZ y la convocante CLAUDA PATRICIA LOZANO PÉREZ es sobrina del
fallecido.

Calle 33 No. 41 – 19, Ed. Orión, B/Barzal V/cio (Meta)


Cel.: 313 3493918 – 320 2085082
e-mail: mauriciomarinm@hotmail.com
4

11. Los consanguíneos del señor SAÚL LOZANO LÓPEZ (Q.E.P.D.) han sufrido gran
dolor y aflicción por la pérdida de su hermano y tío, quien a futuro ya no hará parte
de su vida familiar, provocándoles tristeza y desesperanza.

III. FUNDAMENTOS DE DERECHO DE LAS PRETENSIONES

La Responsabilidad Extracontractual del Estado, se encuentra fundamentada en el artículo


90 de la Constitución política, el cual establece, que "el Estado responderá
patrimonialmente por los daños antijurídicos que le sean imputables, causados por la
acción o la omisión de las autoridades públicas..."

De lo anterior se debe deducir, que la responsabilidad de la Administración solo se dará en


la medida en que dicho daño antijurídico sea atribuible a la omisión o acción del Estado.

Ahora bien, para que se configure la falla del servicio, deben probarse sus tres elementos
constitutivos: El daño antijurídico, es decir aquel que no se está en el deber legal de
soportar; la falla del servicio propiamente dicha, esto es, que el servicio no funcionó o lo
hizo tardía o defectuosamente; y el nexo causal entre estos dos, es decir, que el daño
antijurídico se produjo como consecuencia directa de esa falla, debiendo entonces la
demandada, para exonerarse de responsabilidad, comprobar o que actuó cumplida y
diligentemente, o la presencia de una causa extraña que rompa el nexo causal entre el
daño y el servicio. La confirmación de una causal, bien sea fuerza mayor, caso fortuito,
hecho o culpa exclusiva de la víctima o hecho o culpa de un tercero, evitan que el daño
sea antijurídico lo que conduciría a que la entidad pública no tenga el deber de reparar.

La jurisprudencia y la doctrina han expuesto dos teorías en relación con el nexo de


causalidad.

Así el Dr. Javier Tamayo Jaramillo las explica de la siguiente manera:

"Para explicar el vínculo de causalidad que debe existir entre el hecho y el daño, se han ideado
varias teorías; las más importantes son: la "teoría de la equivalencia de las condiciones" y "la teoría
de la causalidad adecuada". De acuerdo con la primera, todas las causas que contribuyeron a la
producción del daño se consideran, desde el punto de vista jurídico, como causantes del hecho, y
quienes estén detrás de cualquiera de esas causas, deben responder. A esta teoría se la rechaza
por su inaplicabilidad práctica, pues deshumanizaría la responsabilidad civil y permitiría,
absurdamente, buscar responsables hasta el infinito. Para suavizar este criterio, se ha ideado la
llamada teoría de la causalidad adecuada, según la cual no todos los fenómenos que contribuyeron
a la producción del daño tienen relevancia para determinar la causa jurídica del perjuicio; se
considera que solamente causó el daño aquel o aquellos fenómenos que normalmente debieron
haberlo producido; esta teoría permite romper el vínculo de causalidad en tal forma, que solo la
causa relevante es la que ha podido producir el daño...

A no dudarlo, la aceptación de la causa extraña como causal liberatoria de la presunción de


responsabilidad es, en el fondo, la consagración de la teoría de la causalidad adecuada... aplicando

Calle 33 No. 41 – 19, Ed. Orión, B/Barzal V/cio (Meta)


Cel.: 313 3493918 – 320 2085082
e-mail: mauriciomarinm@hotmail.com
5

la teoría de la causalidad adecuada, el juez considera que la causa externa ha sido el hecho que
normalmente ha producido el daño, y, en consecuencia, el vínculo de causalidad debe romperse de
tal modo, que el demandado no se considere jurídicamente como causante del daño...".

Al respecto, en la doctrina se ha sostenido que: "(...) en ocasiones a pesar de existir daño


no procede declarar la responsabilidad. Esto por cuanto el daño es requisito indispensable
pero no suficiente para que se declare la responsabilidad. En efecto, en algunos eventos
no se declara la responsabilidad, a pesar de haber existido daño. Es lo que ocurre en dos
hipótesis: el daño existe pero no se puede atribuir al demandado, como cuando aparece
demostrada una de las causales exonerativas; o el daño existe y es imputable, pero el
imputado no tiene el deber de repararlo, porque no es un daño antijurídico y debe ser
soportado por quien lo sufre". Doctor JUAN CARLOS HENAO en su libro "El Daño".

Finalmente, en lo relacionado con el nexo causal, entendiendo este como la relación de


causalidad que debe existir entre la actuación imputable a la administración y el daño, hay
que decir que dicho hecho o actuación debe ser actual o próximo, debe ser determinante
del daño e igualmente ser apto o idóneo para causar dicho daño.

Así lo han manifestado diferentes autores entre los cuales se puede citar al profesor
ARTURO VALENCIA ZEA quien en su obra "Derecho Civil, Tomo III, De las Obligaciones",
manifiesta que "(...) como consecuencia de la necesidad de este nexo, si el daño no
puede imputarse a la actuación de la administración, no habrá responsabilidad de ella,
como sucede cuando el daño es producido por fuerza mayor o caso fortuito, por el hecho
de un tercero o por culpa de la víctima".

Caso concreto

El señor Saúl Lozano López ingresó en buenas condiciones de salud al Establecimiento


Penitenciario y Carcelario de Granada – Meta, y estando allí su estado de salud comenzó
a deteriorarse progresivamente, donde al parecer adquirió la Tuberculosis que finalmente
lo llevó a la muerte.

En los eventos en que se produce la muerte de un recluso al interior de un centro


carcelario, ha considerado la jurisprudencia, que el análisis de responsabilidad que debe
efectuarse es el correspondiente al régimen objetivo, teniendo en cuenta que el sujeto está
retenido por orden de autoridad competente y al quedar a disposición de las autoridades,
surge para el individuo una relación especial de sujeción ya que no ingresa
voluntariamente al centro de detención, razón por la cual sus derechos sufren importantes
limitaciones pero también nace el deber correlativo de la entidad de garantizar su
seguridad personal y también otros derechos como el de la salud y en especial el derecho
a la vida y la integridad personal, teniendo en cuenta la indefensión a la cual están
sometidas las personas privadas de la libertad. Así lo ha dicho el Consejo de Estado:

“… razón por la cual la jurisprudencia de la Sala ha considerado que el régimen de responsabilidad


que procede es el objetivo, en el cual dicha responsabilidad surge independientemente de la
conducta de la entidad demandada, por el solo hecho de que una persona confinada en un

Calle 33 No. 41 – 19, Ed. Orión, B/Barzal V/cio (Meta)


Cel.: 313 3493918 – 320 2085082
e-mail: mauriciomarinm@hotmail.com
6

establecimiento carcelario por cuenta del Estado, pierda la vida o sufra lesiones en su integridad
física, de tal manera que la Administración no podrá eximirse de responsabilidad mediante la
aportación de pruebas tendientes a acreditar que cumplió las obligaciones a su cargo y que no
incurrió en falla del servicio; sólo podría desvirtuar tal responsabilidad, mediante la comprobación de
una causa extraña. No obstante lo anterior, la Sala considera que, además de operar la
responsabilidad objetiva como título de imputación general en esta clase de eventos, cuando surja
comprobada dentro del proceso una falla del servicio como causante del hecho dañoso por el cual
se reclama - lesiones físicas o deceso de una persona detenida o privada de su libertad-, es
necesario evidenciarla en la sentencia que profiera esta Jurisdicción, para efectos de que la
Administración tome nota de sus falencias y adopte los correctivos que considere necesarios, por
cuanto para deducir la responsabilidad de la Administración, basta que el daño se haya producido
respecto de una persona privada de la libertad y puesta bajo su tutela y cuidado. Es claro entonces,
que mientras en la generalidad de los casos en los que se comprueba la falla del servicio, la
Administración puede eximirse de responsabilidad mediante la comprobación, no sólo de una causa
extraña, como sería la fuerza mayor, la culpa de la víctima o el hecho también exclusivo y
determinante de un tercero, sino también a través de la prueba de su obrar prudente y diligente en el
exacto cumplimiento de las obligaciones y deberes a su cargo, en estos casos específicos de daños
a personas privadas de la libertad, por tratarse de eventos de responsabilidad objetiva, la única
forma en que la Administración se puede liberar de la responsabilidad que surge a su cargo, es
precisamente a través de la comprobación de una causa extraña” 1

Sin embargo, la jurisprudencia del Consejo de Estado ha matizado la responsabilidad del


Estado incluyendo como punto relevante el aspecto de la atención médica de los reclusos
de la siguiente manera:

“…1. Los lineamientos jurisprudenciales en torno a la responsabilidad patrimonial del Estado


por la atención médica de los reclusos.

La jurisprudencia de la corporación ha señalado los derroteros a partir de los cuales es dable


analizar la responsabilidad patrimonial del Estado con ocasión de los daños sufridos por los
reclusos, cuando ellos son ocasionados durante el tiempo en que permanecen privados de su
libertad; la regla general que se ha decantado a partir de los casos concretos decididos por la Sala
es la de considerar que el análisis de la responsabilidad patrimonial del Estado por las lesiones o la
muerte sufrida por un recluso se debe realizar a partir de un régimen objetivo de responsabilidad
debido a la relación que liga al detenido con el Estado; por ello en reiterados pronunciamientos se ha
afirmado:

“Con fundamento en lo anterior, puede concluirse entonces que la privación de la libertad de


una persona conlleva, de manera necesaria una subordinación del recluso frente al Estado,
amén de que lo pone en una condición de vulnerabilidad o debilidad manifiesta, razón por la
cual se genera entre tales sujetos una relación jurídica especial y, en virtud de ello, el Estado
tiene la facultad constitucional y legal de restringir, limitar o modular algunos derechos
fundamentales, de acuerdo con los fines de resocialización del interno y con las necesidades
de orden y seguridad propias de los centros de reclusión; sin embargo, tal relación implica
también que otros derechos fundamentales como la vida e integridad personal no puedan ser
limitados o suspendidos de forma alguna, sino que los mismos deben ser respetados y
garantizados plenamente por las autoridades, pues —según se consideró anteriormente—, su
seguridad depende por completo de la administración.

“Así pues, cuando se encuentre acreditado un daño antijurídico causado en la integridad


psicofísica del recluso y/o detenido, debe concluirse que el mismo resulta imputable al Estado,
bajo un régimen objetivo de responsabilidad.

“Asimismo, la Sala estima necesario precisar que, si bien el título de imputación de


responsabilidad al Estado por excelencia corresponde al de la falla del servicio  (1) , régimen de
responsabilidad subjetivo que se deriva del incumplimiento de una obligación estatal y que se

1
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia de abril 28 de 2010, rad 18271, C.P. Mauricio Fajardo Gómez.

Calle 33 No. 41 – 19, Ed. Orión, B/Barzal V/cio (Meta)


Cel.: 313 3493918 – 320 2085082
e-mail: mauriciomarinm@hotmail.com
7

concreta en un funcionamiento anormal o en una inactividad de la administración, lo cierto es


que en estos eventos, debido a la especial relación jurídica de sujeción a la cual somete el
Estado a la persona que priva de su libertad por su cuenta y decisión, el régimen de
responsabilidad se torna objetivo, esto es que a pesar de demostrar la diligencia de la
administración, queda comprometida su responsabilidad, pues —bueno es insistir en ello—, el
Estado asume por completo la seguridad de los internos.

“Lo anterior no obsta para que en este tipo de situaciones opere la causa extraña en sus
diversas modalidades, como causal exonerativa de responsabilidad, casos en los cuales,
como resulta apenas natural, la acreditación de la eximente deberá fundarse en la
demostración de todos y cada uno de los elementos constitutivos de la que en cada caso se
alegue: fuerza mayor, culpa exclusiva de la víctima o hecho exclusivo de un tercero, según
corresponda; por consiguiente, no es procedente afirmar de manera simple y llana que la sola
constatación de la existencia de una aparente causa extraña como origen o fuente material o
fenomenológica, en relación con los daños ocasionados a reclusos, resulte suficiente para que
estos puedan considerarse como no atribuibles —por acción u omisión   )  — a la Administración
Pública”  .

Sin embargo, la anterior regla general ha sido matizada por la Sala en el sentido de considerar que
existen determinadas actividades —como la de prestación del servicio de salud— que se encuentran
a cargo del Estado frente a los reclusos, en las que dada su naturaleza los daños que se produzcan
como consecuencia o por razón de su ejercicio se podrán analizar a partir del Régimen subjetivo de
la falla del servicio. En este sentido, en sentencia de 2004 la Sala realizó un extenso análisis acerca
de la pertinencia de la aplicación del referido régimen subjetivo de responsabilidad:

“...considera la Sala oportuno aclarar que en cuanto tiene que ver específicamente con el
daño sufrido por quien se encuentra privado de la libertad, proveniente de la prestación del
servicio de salud a cargo de la institución carcelaria, la determinación de la responsabilidad
patrimonial de la administración debe ser analizada con fundamento en un régimen de
responsabilidad distinto.

“Esta última hipótesis amerita una solución jurisprudencial propia. Basta con revisar los
antecedentes jurisprudenciales que consagran la postura jurisprudencial referida, para
concluir que su aplicación se circunscribe a aquellos casos en los cuales el daño sufrido por el
recluso: lesiones o muerte, han sido ocasionados por acción de la autoridad que ejerce
vigilancia sobre ellos  (5) (guardias carcelarios, agentes de policía, soldados), por otros
detenidos  (6) , o por terceros que generalmente no son identificados.

“Se hace necesario entonces acudir a las disposiciones normativas en virtud de las cuales se
atribuye al Estado la obligación de procurar al detenido atención en salud, para establecer su
contenido y alcance, y por ende, determinar cuál es el régimen de responsabilidad aplicable.

En materia de prestación del servicio de salud en los centros de reclusión, la Ley 65 de 1993,
esto es, el Régimen Penitenciario y Carcelario, prescribe lo siguiente:

“ART. 104.—Servicio de sanidad.  En cada establecimiento se organizará un servicio de


sanidad para velar por la salud de los internos, examinarlos obligatoriamente a su ingreso al
centro de reclusión y cuando se decrete su libertad; además adelantará campañas de
prevención e higiene laboral y ambiental.
Los servicios de sanidad y salud podrán prestarse directamente a través del personal de
planta o mediante contratos que se celebren con entidades públicas o privadas.
ART. 105.—Servicio médico penitenciario y carcelario. El servicio médico penitenciario y
carcelario estará integrado por médicos, psicólogos, odontólogos, psiquiatras, terapistas,
enfermeros y auxiliares de enfermería.
“ART. 106.—Asistencia médica. Todo interno en un establecimiento de reclusión debe recibir
asistencia médica en la forma y condiciones previstas por el reglamento. Se podrá permitir la
atención por médicos particulares en casos excepcionales y cuando el establecimiento no
esté en capacidad de prestar el servicio.
Si un interno contrae enfermedad contagiosa o se le diagnostica enfermedad terminal, el
director del establecimiento, previo concepto de la junta médica y de traslados, determinará si
es procedente el traslado a un centro hospitalario o la medida adecuada de acuerdo con el
Código de Procedimiento Penal. (...).

Calle 33 No. 41 – 19, Ed. Orión, B/Barzal V/cio (Meta)


Cel.: 313 3493918 – 320 2085082
e-mail: mauriciomarinm@hotmail.com
8

“El director del establecimiento de reclusión queda autorizado, previo concepto del médico de
planta, a ordenar el traslado de un interno a un centro hospitalario en los casos de
enfermedad grave o intervención quirúrgica, bajo las medidas de seguridad que cada caso
amerite.
(...).
PAR. 1º—El traslado a un centro hospitalario en los anteriores casos, solo procederá cuando
no fuere posible atender al interno en alguno de los centros de reclusión.
PAR. 2º—En los establecimientos de reclusión donde no funcionare la atención médica en la
forma prevista en este título, este quedará a cargo del Servicio Nacional de Salud.
“En el Reglamento General del INPEC, Resolución 7965 del 27 de octubre de 1995, artículos
46 a 49, se establece que a cada establecimiento carcelario corresponde organizar lo
concerniente a la prestación de los servicios de salud, tanto curativa como preventiva, a que
se refiere el artículo 106 atrás trascrito, y debe asignarse la responsabilidad de su
coordinación a un médico de planta. Así mismo, se atribuye al grupo de enfermería, o a quien
el director del centro de reclusión designe, el control sobre el consumo y posología de los
medicamentos prescritos a los internos por el médico.
Los programas de salud preventiva y saneamiento ambiental se adelantarán en coordinación
con los ministerios de Salud y Medio Ambiente, hospitales locales, secretarías
departamentales y municipales de salud, e incluirán acciones de “control epidemiológico,
fumigaciones, brigadas de salud, controles de bacteriología, laboratorio clínico, promoción y
cuidado de la salud, charlas y conferencias”.
“Se prevé que si el centro de reclusión no está en capacidad de brindar atención médica de
urgencias, el director del establecimiento, previo concepto del médico, ordenará trasladar
inmediatamente al recluso a un centro hospitalario que aquél designe o al que indique el
interno o sus familiares, caso en el cual serán ellos quienes sufraguen los gastos que por
dicha atención se causen.
“Dispone también el Régimen Penitenciario y Carcelario que habrá de efectuarse examen
médico al detenido cuando ingrese al centro de reclusión, así como al momento previo a su
excarcelación (art. 71). El artículo 61 regula la exigencia del examen de ingreso, en los
siguientes términos:
“Al momento de ingresar un sindicado al centro de reclusión, se le abrirá el correspondiente
prontuario y deberá ser sometido a examen médico, con el fin de verificar su estado físico
para la elaboración de la ficha médica correspondiente. Si el sindicado se encontrare herido o
lesionado será informado de este hecho el funcionario de conocimiento. En caso de padecer
enfermedad infectocontagiosa será aislado. Cuando se advierta anomalía psíquica se
ordenará inmediatamente su ubicación en sitio especial y se comunicará de inmediato, al
funcionario de conocimiento, para que ordene el examen por los médicos legistas y se
proceda de conformidad.
“Igual previsión se halla contenida en el Reglamento General del INPEC (art. 15, inc. 4).
Según lo señala el artículo 67 del referido régimen, la dotación de elementos y equipos de
sanidad estará a cargo del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario. En este sentido, el
Decreto 1242 del 30 de junio de 1993 asignó a dicha institución la función de adquirir y
suministrar a los centros de reclusión los productos y elementos farmacéuticos, médicos y
odontológicos que se requieran (art. 6º, num. 11); así mismo, determinó como funciones de su
División de Sanidad las de planeación, coordinación y supervisión de la atención médica
preventiva y curativa para los reclusos.
A más de las regulaciones referidas, en otras disposiciones normativas se consagran las
siguientes:
“a) Al interno que consuma estupefacientes o sustancias psicotrópicas se le deberá brindar
tratamiento por parte del servicio médico del centro de reclusión. (D. 1108/94, mayo 31, art.
28).
b) En cada centro carcelario, el equipo de salud debe ejecutar acciones de “información y
educación sobre prevención, manejo y tratamiento del SIDA y sobre otras enfermedades
infectocontagiosas respecto de las cuales pueda existir mayor peligro de transmisibilidad entre
la población carcelaria”, con el apoyo de la División de Salud del INPEC. Sobre los internos
afectados por el SIDA, se informará al Ministerio de Salud y a la División de Salud del INPEC
“el estado de la enfermedad, datos clínicos, tratamientos y controles”. (Res. 3272/95, art. 20,
mayo 26).
“c) En el régimen disciplinario para el personal que presta sus servicios en el INPEC, se
contempla como falta grave: “No atender con el debido celo y respeto a los reclusos enfermos
o no instruirlos sobre su enfermedad cuando fuere necesario o sobre el uso de los
medicamentos prescritos”. (D. 398/94, feb. 18/94, art. 21, num. 53).

Calle 33 No. 41 – 19, Ed. Orión, B/Barzal V/cio (Meta)


Cel.: 313 3493918 – 320 2085082
e-mail: mauriciomarinm@hotmail.com
9

Existen, además, instrucciones de alcance internacional que consagran medidas de


protección para los reclusos, a saber:
“a) Reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos, adoptadas por el Primer
Congreso de Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del
Delincuente, celebrado en Ginebra en 1995 y aprobadas por el Ecosoc en sus
resoluciones 663c del 31 de julio de 1957 y 2076 del 13 de mayo de 1977.  En cuanto a
servicios médicos se refiere, allí se disponen, entre otras, las siguientes:
“23. 1. Todo establecimiento penitenciario dispondrá por lo menos de los servicios de un
médico calificado que deberá poseer algunos conocimientos psiquiátricos. Los servicios
médicos deberán organizarse íntimamente vinculados con la administración general del
servicio sanitario de la comunidad o de la nación. Deberán comprender un servicio psiquiátrico
para el diagnóstico y, si fuere necesario, para el tratamiento de los casos de enfermedades
mentales. 2. Se dispondrá el traslado de los enfermos cuyo estado requiera cuidados
especiales, a establecimientos penitenciarios especializados o a hospitales civiles. Cuando el
establecimiento disponga de servicios internos de hospital, estos estarán provistos del
material, del instrumental y de los productos farmacéuticos necesarios para proporcionar a los
reclusos enfermos los cuidados y el tratamiento adecuados. Además, el personal deberá
poseer suficiente preparación profesional. 3. Todo recluso debe poder utilizar los servicios de
un dentista calificado”.
(...).
24. El médico deberá examinar a cada recluso tan pronto sea posible después de su ingreso y
ulteriormente tan a menudo cuando sea necesario, en particular para determinar la existencia
de una enfermedad física o mental, tomar en su caso las medidas necesarias; asegurar el
aislamiento de los reclusos sospechosos de sufrir enfermedades infecciosas o contagiosas;
señalar las deficiencias físicas y mentales que puedan constituir un obstáculo para la
readaptación, y determinar la capacidad física de cada recluso para el trabajo.
25. 1. El médico estará (sic) de velar por la salud física y mental de los reclusos. Deberá
visitar diariamente a todos los reclusos enfermos, a todos los que se quejen de estar enfermos
y a todos aquellos sobre los cuales se llame su atención. 2. El médico presentará un informe
al director cada vez que estime que la salud física o mental de un recluso haya sido o pueda
ser afectada por la prolongación, o por una modalidad cualquiera de la reclusión”. 2

El centro carcelario se limitó a remitir al recluso al Hospital Departamental únicamente


para atender las urgencias pero no se preocuparon por brindarle una atención médica
integral para salvaguardar su integridad y tratar de conservar su vida.

La falta de tratamiento médico integral acarrea la responsabilidad del centro carcelario


dado que se enfocaron en su función de mantener el estado de reclusión del interno
descuidando su deber de protección sobre el mismo.

“…RESPONSABILIDAD DE CENTRO CARCELARIO - Por falta de tratamiento médico integral que


controlara evolución de asma crónica que padecía el recluso / RESPONSABILIDAD DE CARCEL LA
PICOTA DE BOGOTA - Por omitir traslado de recluso a otra ciudad dado que clínicamente se
conocía que el clima era factor de alta incidencia en el manejo de la enfermedad /
RESPONSABILIDAD DE ESTABLECIMIENTO CARCELARIO - Por no proveer al preso lo necesario
para que no durmiera en el piso y por no suministrarle oxígeno ordenado para su respiración Consta
en la historia clínica que en repetidas oportunidades el señor Serna fue atendido en el centro de
reclusión y también hospitalizado varias veces, pero de lo allí consignado no es posible deducir si
recibió un tratamiento médico integral, con seguimiento continuo de la enfermedad que le permitiera
controlar su evolución o por lo menos morigerar su sintomatología, teniendo en cuenta que la
atención médica constituye una obligación a cargo de la administración, de la cual no puede
sustraerse, por cuenta de las relaciones especiales de sujeción que gobiernan el vínculo existente
entre los reclusos y las autoridades carcelarias. Lo que si resulta evidente es que en el sub judice, la

2
Sentencia 2002-01470 de abril 17 de 2013.- CONSEJO DE ESTADO SALA DE LO CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO SECCIÓN TERCERA SUBSECCIÓN A.- Consejero Ponente: Dr. Mauricio Fajardo Gómez .-
Rad.: 250002326000200201470 01 (27.328).- Demandante: Clemencia Elena Soto Uribe y otros.-Demandado: INPEC.

Calle 33 No. 41 – 19, Ed. Orión, B/Barzal V/cio (Meta)


Cel.: 313 3493918 – 320 2085082
e-mail: mauriciomarinm@hotmail.com
10

actuación de las autoridades se limitó a prestar el servicio médico (al parecer para solucionar las
urgencias en momentos de crisis) pero no se buscaron soluciones adecuadas a su problema…” 3

IV. PRUEBAS

Me permito aportar con la presente los siguientes documentos que se encuentran en


poder de la convocada

DOCUMENTALES:

a. Que se encuentran en poder de la parte demandante y se aportan en original o


copia

1. Registros civiles de los convocantes, que prueban su vínculo con el fallecido SAÚL
LOZANO LÓPEZ.

2. Historia clínica del señor SAÚL LOZANO LÓPEZ.

3. Cartilla bibliográfica del INPEC del señor SAÚL LOZANO LÓPEZ.

4. Copias de la minuta de guardia del Establecimiento Penitenciario y Carcelario de


Granada – Meta.

b. Que se encuentran en poder de la demandada y en consecuencia deberán ser


aportadas al proceso con la contestación de la demanda

1. Examen médico de ingreso del recluso SAÚL LOZANO LÓPEZ (QEPD), quien en
vida se identificaba con la cédula de ciudadanía 7.514.139, y en caso de que no
exista el INPEC debe certificar el estado de salud en el que fue ingresado al
Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Granada Meta.

2. Se aporte en su totalidad el historial y/o expediente interno del INPEC del señor
SAÚL LOZANO LÓPEZ (QEPD), desde que fue puesto a disposición del INPEC por
parte del Juzgado Penal del Circuito de Granada – Meta, el 28 de octubre de 2013
hasta el momento de su fallecimiento el día 3 de julio de 2014.

3. Certificación en la que se especifiquen las condiciones de reclusión del señor SAÚL


LOZANO LÓPEZ (QEPD), en el Establecimiento Penitenciarios y Carcelario de
Granada – Meta.

3
CONSEJO DE ESTADO SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO SECCION TERCERA
SUBSECCION C Consejera ponente: OLGA MELIDA VALLE DE LA HOZ Bogotá, D.C., treinta (30) de enero dos
mil trece (2013) Radicación número: 25000-23-26-000-2001-01156-01(25573) Actor: ROSANA GIL DE SERNA
Demandado: INSTITUTO NACIONAL PENITENCIARIO Y CARCELARIO

Calle 33 No. 41 – 19, Ed. Orión, B/Barzal V/cio (Meta)


Cel.: 313 3493918 – 320 2085082
e-mail: mauriciomarinm@hotmail.com
11

Con estas pruebas se pretende demostrar el hecho de que el señor SAÚL LOZANO
LÓPEZ fue admitido en el Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Granada – Meta
en buenas condiciones de salud y fue allí en donde se deterioró al punto de su
fallecimiento

c. Que se deben solicitar a otras entidades

1. Solicito se oficie al Hospital Departamental de Granada ESE, para que con destino a
este proceso se expida copia íntegra y auténtica de la Historia Clínica del señor SAÚL
LOZANO LÓPEZ (QEPD), quien en vida se identificaba con la cédula de ciudadanía
7.514.139.

2. Solicito se oficie a la Fiscalía General de la Nación para que con destino a este proceso
remita copia íntegra y auténtica de la investigación que se haya adelantado por el
fallecimiento del señor SAÚL LOZANO LÓPEZ (QEPD), quien en vida se identificaba con
la cédula de ciudadanía 7.514.139, cuyo deceso ocurrió el 3 de julo de 2014, incluida la
inspección a cadáver y el protocolo de necropsia.

3. Así mismo, solicito se oficie a la Alcaldía del municipio de Puerto Rico – Meta, para que
con destino a este proceso se remita copia íntegra auténtica de la hoja de vida del señor
SAÚL LOZANO LÓPEZ (QEPD), quien en vida se identificaba con la cédula de ciudadanía
7.514.139, con el fin de verificar los exámenes médicos que le fueron realizados durante
su tiempo de labor para esta entidad pública.

TESTIMONIALES:

Solicito al Honorable Despacho se sirva fijar fecha y hora para que bajo gravedad de
juramentos se escuche en declaración a las siguientes personas:

1. María Yudy Marín García, CC. 41.871.202, quien puede ser citada al Hotel Los
Colonos del municipio de Puerto Rico- Meta, celular 320 8039751. Tratándose de
una prueba a practicar por fuera de la sede del despacho solicito se decrete el
respectivo despacho comisorio o

La testigo declarará sobre el estado de salud del señor SAÚL LOZANO LÓPEZ
previo al momento de su detención y de cómo se evidenció su deterioro durante el
tiempo que estuvo detenido, así como sobre sus condiciones de reclusión.

2. Samuel Yamid Mendoza Ramírez, CC. 97.611.813, ex-alcalde del municipio de


Puerto Rico - Meta a quien para su ubicación solicito se requiera a la alcaldía del
municipio de Puerto Rico – Meta, para que aporte los últimos datos de localización
conocidos, tales como dirección, teléfono y correo electrónico.

Calle 33 No. 41 – 19, Ed. Orión, B/Barzal V/cio (Meta)


Cel.: 313 3493918 – 320 2085082
e-mail: mauriciomarinm@hotmail.com
12

El testigo declarará sobre el estado de salud del señor SAÚL LOZANO LÓPEZ
previo al momento de su detención y de cómo se evidenció su deterioro durante el
tiempo que estuvo detenido.

PERICIAL:

Solicito se designe perito médico de la lista de auxiliares de la justicia, o se oficie para tal
efecto al Instituto Nacional de Medicina Legal, para que con fundamento en la historia
clínica del señor Saúl Lozano López resuelva el siguiente cuestionario:

1. ¿Cuál era el tratamiento adecuado que debió recibir el señor Saúl Lozano López
conforme con el diagnóstico establecido en su historia clínica?

2. Si, ¿el señor Saúl Lozano López recibió el tratamiento adecuado según el
diagnóstico establecido en su historia clínica?

3. Si, ¿era posible recibir dicho tratamiento en condiciones de reclusión en un centro


carcelario?, o si por el contrario ¿se requería de su hospitalización permanente para
efectos de salvaguardar su vida?

Me reservo el derecho de ampliar y/o modificar el cuestionario que le será formulado al


perito.

V. ESTIMACIÓN RAZONADA DE LA CUANTIA

El estimativo de la cuantía se funda en el hecho de que la parte demandante, impetra el


número plural de pretensiones en la parte condenatoria, que contiene la reclamación de
perjuicios morales, de forma que al realizar una simple sumatoria de las condenas
solicitadas en las pretensiones, resultan tanto por perjuicios morales objetivados y
subjetivados, se observa que excede el monto de $137.000.000, derivados del hecho de
que a los demandantes, con la muerte de su familiar consanguíneo, se les privó de seguir
compartiendo su vida con él, por el ejercicio arbitrario, omisivo, culposo y violario de la ley,
por parte del INPEC.

VI. COMPETENCIA Y PROCEDIMIENTO

Son competentes estos Juzgados Administrativos en primera instancia por la naturaleza


de la acción, por razón del territorio por el lugar donde se produjeron los hechos, las
omisiones o las operaciones administrativas y por la cuantía, como se ha determinado
anteriormente (artículo 155 numeral 6 de CPACA,)

En razón a la cuantía y demás factores integrantes, el procedimiento es el indicado para


los juicios ordinarios de primera instancia. (artículo 156 numeral 6 de CPACA).

Calle 33 No. 41 – 19, Ed. Orión, B/Barzal V/cio (Meta)


Cel.: 313 3493918 – 320 2085082
e-mail: mauriciomarinm@hotmail.com
13

VII. ANEXOS

Además de las relacionadas como pruebas documentales, me permito acompañar:

1. Los documentos enumerados en el acápite de pruebas;


2. Seis (6) copias de la demanda con anexos para los traslados, demandados, ministerio
público y ANDJE;
3. Constancia de Audiencia de Conciliación;
4. Poder para actuar;
5. CD de datos.

VIII. NOTIFICACIONES

Los demandantes las recibirán en la Calle 33 No. 41 – 19, Barrio Barzal Alto de la ciudad
de Villavicencio, o en la secretaría de su despacho.

El suscrito, en la Calle 33 No. 41 – 19, Edificio Orión, Barrio Barzal Alto de la ciudad de
Villavicencio, o en la secretaría de su despacho. También recibiré comunicaciones al
celular 313 3493918, o al correo electrónico solucionesenderecho1@gmail.com.

Las demandadas, INPEC en la Carrera 6 Nº 3-160 de la ciudad de Villavicencio (Meta),


juridica.villavo@inpec.gov.co.

MINJUSTICIA en la Calle 53 No. 13 - 27 - Bogotá D.C


notificaciones.judiciales@minjusticia.gov.co.

La ANDJE - Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado ubicada en la Calle 70 No. 4
- 60 de la ciudad de Bogotá D.C.

Atentamente,

MAURICIO MARÍN MONROY


CC 79.900.035 de Bogotá
TP 116.118 del C. S. de la J.

Calle 33 No. 41 – 19, Ed. Orión, B/Barzal V/cio (Meta)


Cel.: 313 3493918 – 320 2085082
e-mail: mauriciomarinm@hotmail.com

También podría gustarte