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Señor
JUEZ ADMINISTRATIVO ORAL DE VILLAVICENCIO - Reparto.
E. S. D.
I. DECLARACIONES Y CONDENAS.
2.2. Para TITO EVELIO LOZANO LOPEZ (hermano), lo que represente el valor de
los perjuicios morales ocasionados, los cuales se estiman en una cantidad no
inferior a los CINCUENTA (50) Salarios mínimos legales mensuales, vigentes al
momento de producirse la sentencia condenatoria.
2.3. Para ROBERTO LOZANO LOPEZ (hermano), lo que represente el valor de los
perjuicios morales ocasionados, los cuales se estiman en una cantidad no inferior a
los CINCUENTA (50) Salarios mínimos legales mensuales, vigentes al momento de
producirse la sentencia condenatoria.
4. Sobre las sumas a que resulten condenadas las entidades demandadas se dispondrá
lo que ordenan los artículos 192 y 195 del CPACA, en cuanto a pago de intereses
corrientes y moratorios, los que se aplicarán desde la ejecutoria de la sentencia que
señale tales sumas; quedando solicitado su reconocimiento y pago en esta forma.
4. Para el mes de marzo de 2014, el señor SAÚL LOZANO LÓPEZ (Q.E.P.D.) comenzó
a presentar deterioro en su salud por lo cual tuvo que ser llevado en repetidas
ocasiones de urgencias al Hospital Departamental de Granada ESE, tal como consta
en la historia clínica, y en minuta de servicios del penal.
5. Dentro de la historia clínica del señor SAÚL LOZANO LÓPEZ (Q.E.P.D.), se observa
que su estado de salud tuvo un deterioro progresivo debiendo acudir por urgencias al
Hospital Departamental de Granada continuamente, siendo incluso hospitalizado en
un par de ellas;
6. El último diagnóstico del señor SAÚL LOZANO LÓPEZ (Q.E.P.D.) señaló que
padecía de TUBERCULOSIS MILIAR, ENFERMEDAD PULMONAR OBSTRUCTIVA
CRÓNICA no especificada e INFECCIÓN DE VÍAS URINARIAS, sitio no
especificado.
10. Los convocantes CARLOS ENRIQUE LOZANO LOPEZ, TITO EVELIO LOZANO
LOPEZ y ROBERTO LOZANO LOPEZ son hermanos del difunto SAÚL LOZANO
LÓPEZ y la convocante CLAUDA PATRICIA LOZANO PÉREZ es sobrina del
fallecido.
11. Los consanguíneos del señor SAÚL LOZANO LÓPEZ (Q.E.P.D.) han sufrido gran
dolor y aflicción por la pérdida de su hermano y tío, quien a futuro ya no hará parte
de su vida familiar, provocándoles tristeza y desesperanza.
Ahora bien, para que se configure la falla del servicio, deben probarse sus tres elementos
constitutivos: El daño antijurídico, es decir aquel que no se está en el deber legal de
soportar; la falla del servicio propiamente dicha, esto es, que el servicio no funcionó o lo
hizo tardía o defectuosamente; y el nexo causal entre estos dos, es decir, que el daño
antijurídico se produjo como consecuencia directa de esa falla, debiendo entonces la
demandada, para exonerarse de responsabilidad, comprobar o que actuó cumplida y
diligentemente, o la presencia de una causa extraña que rompa el nexo causal entre el
daño y el servicio. La confirmación de una causal, bien sea fuerza mayor, caso fortuito,
hecho o culpa exclusiva de la víctima o hecho o culpa de un tercero, evitan que el daño
sea antijurídico lo que conduciría a que la entidad pública no tenga el deber de reparar.
"Para explicar el vínculo de causalidad que debe existir entre el hecho y el daño, se han ideado
varias teorías; las más importantes son: la "teoría de la equivalencia de las condiciones" y "la teoría
de la causalidad adecuada". De acuerdo con la primera, todas las causas que contribuyeron a la
producción del daño se consideran, desde el punto de vista jurídico, como causantes del hecho, y
quienes estén detrás de cualquiera de esas causas, deben responder. A esta teoría se la rechaza
por su inaplicabilidad práctica, pues deshumanizaría la responsabilidad civil y permitiría,
absurdamente, buscar responsables hasta el infinito. Para suavizar este criterio, se ha ideado la
llamada teoría de la causalidad adecuada, según la cual no todos los fenómenos que contribuyeron
a la producción del daño tienen relevancia para determinar la causa jurídica del perjuicio; se
considera que solamente causó el daño aquel o aquellos fenómenos que normalmente debieron
haberlo producido; esta teoría permite romper el vínculo de causalidad en tal forma, que solo la
causa relevante es la que ha podido producir el daño...
la teoría de la causalidad adecuada, el juez considera que la causa externa ha sido el hecho que
normalmente ha producido el daño, y, en consecuencia, el vínculo de causalidad debe romperse de
tal modo, que el demandado no se considere jurídicamente como causante del daño...".
Así lo han manifestado diferentes autores entre los cuales se puede citar al profesor
ARTURO VALENCIA ZEA quien en su obra "Derecho Civil, Tomo III, De las Obligaciones",
manifiesta que "(...) como consecuencia de la necesidad de este nexo, si el daño no
puede imputarse a la actuación de la administración, no habrá responsabilidad de ella,
como sucede cuando el daño es producido por fuerza mayor o caso fortuito, por el hecho
de un tercero o por culpa de la víctima".
Caso concreto
establecimiento carcelario por cuenta del Estado, pierda la vida o sufra lesiones en su integridad
física, de tal manera que la Administración no podrá eximirse de responsabilidad mediante la
aportación de pruebas tendientes a acreditar que cumplió las obligaciones a su cargo y que no
incurrió en falla del servicio; sólo podría desvirtuar tal responsabilidad, mediante la comprobación de
una causa extraña. No obstante lo anterior, la Sala considera que, además de operar la
responsabilidad objetiva como título de imputación general en esta clase de eventos, cuando surja
comprobada dentro del proceso una falla del servicio como causante del hecho dañoso por el cual
se reclama - lesiones físicas o deceso de una persona detenida o privada de su libertad-, es
necesario evidenciarla en la sentencia que profiera esta Jurisdicción, para efectos de que la
Administración tome nota de sus falencias y adopte los correctivos que considere necesarios, por
cuanto para deducir la responsabilidad de la Administración, basta que el daño se haya producido
respecto de una persona privada de la libertad y puesta bajo su tutela y cuidado. Es claro entonces,
que mientras en la generalidad de los casos en los que se comprueba la falla del servicio, la
Administración puede eximirse de responsabilidad mediante la comprobación, no sólo de una causa
extraña, como sería la fuerza mayor, la culpa de la víctima o el hecho también exclusivo y
determinante de un tercero, sino también a través de la prueba de su obrar prudente y diligente en el
exacto cumplimiento de las obligaciones y deberes a su cargo, en estos casos específicos de daños
a personas privadas de la libertad, por tratarse de eventos de responsabilidad objetiva, la única
forma en que la Administración se puede liberar de la responsabilidad que surge a su cargo, es
precisamente a través de la comprobación de una causa extraña” 1
1
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia de abril 28 de 2010, rad 18271, C.P. Mauricio Fajardo Gómez.
“Lo anterior no obsta para que en este tipo de situaciones opere la causa extraña en sus
diversas modalidades, como causal exonerativa de responsabilidad, casos en los cuales,
como resulta apenas natural, la acreditación de la eximente deberá fundarse en la
demostración de todos y cada uno de los elementos constitutivos de la que en cada caso se
alegue: fuerza mayor, culpa exclusiva de la víctima o hecho exclusivo de un tercero, según
corresponda; por consiguiente, no es procedente afirmar de manera simple y llana que la sola
constatación de la existencia de una aparente causa extraña como origen o fuente material o
fenomenológica, en relación con los daños ocasionados a reclusos, resulte suficiente para que
estos puedan considerarse como no atribuibles —por acción u omisión ) — a la Administración
Pública” .
Sin embargo, la anterior regla general ha sido matizada por la Sala en el sentido de considerar que
existen determinadas actividades —como la de prestación del servicio de salud— que se encuentran
a cargo del Estado frente a los reclusos, en las que dada su naturaleza los daños que se produzcan
como consecuencia o por razón de su ejercicio se podrán analizar a partir del Régimen subjetivo de
la falla del servicio. En este sentido, en sentencia de 2004 la Sala realizó un extenso análisis acerca
de la pertinencia de la aplicación del referido régimen subjetivo de responsabilidad:
“...considera la Sala oportuno aclarar que en cuanto tiene que ver específicamente con el
daño sufrido por quien se encuentra privado de la libertad, proveniente de la prestación del
servicio de salud a cargo de la institución carcelaria, la determinación de la responsabilidad
patrimonial de la administración debe ser analizada con fundamento en un régimen de
responsabilidad distinto.
“Esta última hipótesis amerita una solución jurisprudencial propia. Basta con revisar los
antecedentes jurisprudenciales que consagran la postura jurisprudencial referida, para
concluir que su aplicación se circunscribe a aquellos casos en los cuales el daño sufrido por el
recluso: lesiones o muerte, han sido ocasionados por acción de la autoridad que ejerce
vigilancia sobre ellos (5) (guardias carcelarios, agentes de policía, soldados), por otros
detenidos (6) , o por terceros que generalmente no son identificados.
“Se hace necesario entonces acudir a las disposiciones normativas en virtud de las cuales se
atribuye al Estado la obligación de procurar al detenido atención en salud, para establecer su
contenido y alcance, y por ende, determinar cuál es el régimen de responsabilidad aplicable.
En materia de prestación del servicio de salud en los centros de reclusión, la Ley 65 de 1993,
esto es, el Régimen Penitenciario y Carcelario, prescribe lo siguiente:
“El director del establecimiento de reclusión queda autorizado, previo concepto del médico de
planta, a ordenar el traslado de un interno a un centro hospitalario en los casos de
enfermedad grave o intervención quirúrgica, bajo las medidas de seguridad que cada caso
amerite.
(...).
PAR. 1º—El traslado a un centro hospitalario en los anteriores casos, solo procederá cuando
no fuere posible atender al interno en alguno de los centros de reclusión.
PAR. 2º—En los establecimientos de reclusión donde no funcionare la atención médica en la
forma prevista en este título, este quedará a cargo del Servicio Nacional de Salud.
“En el Reglamento General del INPEC, Resolución 7965 del 27 de octubre de 1995, artículos
46 a 49, se establece que a cada establecimiento carcelario corresponde organizar lo
concerniente a la prestación de los servicios de salud, tanto curativa como preventiva, a que
se refiere el artículo 106 atrás trascrito, y debe asignarse la responsabilidad de su
coordinación a un médico de planta. Así mismo, se atribuye al grupo de enfermería, o a quien
el director del centro de reclusión designe, el control sobre el consumo y posología de los
medicamentos prescritos a los internos por el médico.
Los programas de salud preventiva y saneamiento ambiental se adelantarán en coordinación
con los ministerios de Salud y Medio Ambiente, hospitales locales, secretarías
departamentales y municipales de salud, e incluirán acciones de “control epidemiológico,
fumigaciones, brigadas de salud, controles de bacteriología, laboratorio clínico, promoción y
cuidado de la salud, charlas y conferencias”.
“Se prevé que si el centro de reclusión no está en capacidad de brindar atención médica de
urgencias, el director del establecimiento, previo concepto del médico, ordenará trasladar
inmediatamente al recluso a un centro hospitalario que aquél designe o al que indique el
interno o sus familiares, caso en el cual serán ellos quienes sufraguen los gastos que por
dicha atención se causen.
“Dispone también el Régimen Penitenciario y Carcelario que habrá de efectuarse examen
médico al detenido cuando ingrese al centro de reclusión, así como al momento previo a su
excarcelación (art. 71). El artículo 61 regula la exigencia del examen de ingreso, en los
siguientes términos:
“Al momento de ingresar un sindicado al centro de reclusión, se le abrirá el correspondiente
prontuario y deberá ser sometido a examen médico, con el fin de verificar su estado físico
para la elaboración de la ficha médica correspondiente. Si el sindicado se encontrare herido o
lesionado será informado de este hecho el funcionario de conocimiento. En caso de padecer
enfermedad infectocontagiosa será aislado. Cuando se advierta anomalía psíquica se
ordenará inmediatamente su ubicación en sitio especial y se comunicará de inmediato, al
funcionario de conocimiento, para que ordene el examen por los médicos legistas y se
proceda de conformidad.
“Igual previsión se halla contenida en el Reglamento General del INPEC (art. 15, inc. 4).
Según lo señala el artículo 67 del referido régimen, la dotación de elementos y equipos de
sanidad estará a cargo del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario. En este sentido, el
Decreto 1242 del 30 de junio de 1993 asignó a dicha institución la función de adquirir y
suministrar a los centros de reclusión los productos y elementos farmacéuticos, médicos y
odontológicos que se requieran (art. 6º, num. 11); así mismo, determinó como funciones de su
División de Sanidad las de planeación, coordinación y supervisión de la atención médica
preventiva y curativa para los reclusos.
A más de las regulaciones referidas, en otras disposiciones normativas se consagran las
siguientes:
“a) Al interno que consuma estupefacientes o sustancias psicotrópicas se le deberá brindar
tratamiento por parte del servicio médico del centro de reclusión. (D. 1108/94, mayo 31, art.
28).
b) En cada centro carcelario, el equipo de salud debe ejecutar acciones de “información y
educación sobre prevención, manejo y tratamiento del SIDA y sobre otras enfermedades
infectocontagiosas respecto de las cuales pueda existir mayor peligro de transmisibilidad entre
la población carcelaria”, con el apoyo de la División de Salud del INPEC. Sobre los internos
afectados por el SIDA, se informará al Ministerio de Salud y a la División de Salud del INPEC
“el estado de la enfermedad, datos clínicos, tratamientos y controles”. (Res. 3272/95, art. 20,
mayo 26).
“c) En el régimen disciplinario para el personal que presta sus servicios en el INPEC, se
contempla como falta grave: “No atender con el debido celo y respeto a los reclusos enfermos
o no instruirlos sobre su enfermedad cuando fuere necesario o sobre el uso de los
medicamentos prescritos”. (D. 398/94, feb. 18/94, art. 21, num. 53).
2
Sentencia 2002-01470 de abril 17 de 2013.- CONSEJO DE ESTADO SALA DE LO CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO SECCIÓN TERCERA SUBSECCIÓN A.- Consejero Ponente: Dr. Mauricio Fajardo Gómez .-
Rad.: 250002326000200201470 01 (27.328).- Demandante: Clemencia Elena Soto Uribe y otros.-Demandado: INPEC.
actuación de las autoridades se limitó a prestar el servicio médico (al parecer para solucionar las
urgencias en momentos de crisis) pero no se buscaron soluciones adecuadas a su problema…” 3
IV. PRUEBAS
DOCUMENTALES:
1. Registros civiles de los convocantes, que prueban su vínculo con el fallecido SAÚL
LOZANO LÓPEZ.
1. Examen médico de ingreso del recluso SAÚL LOZANO LÓPEZ (QEPD), quien en
vida se identificaba con la cédula de ciudadanía 7.514.139, y en caso de que no
exista el INPEC debe certificar el estado de salud en el que fue ingresado al
Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Granada Meta.
2. Se aporte en su totalidad el historial y/o expediente interno del INPEC del señor
SAÚL LOZANO LÓPEZ (QEPD), desde que fue puesto a disposición del INPEC por
parte del Juzgado Penal del Circuito de Granada – Meta, el 28 de octubre de 2013
hasta el momento de su fallecimiento el día 3 de julio de 2014.
3
CONSEJO DE ESTADO SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO SECCION TERCERA
SUBSECCION C Consejera ponente: OLGA MELIDA VALLE DE LA HOZ Bogotá, D.C., treinta (30) de enero dos
mil trece (2013) Radicación número: 25000-23-26-000-2001-01156-01(25573) Actor: ROSANA GIL DE SERNA
Demandado: INSTITUTO NACIONAL PENITENCIARIO Y CARCELARIO
Con estas pruebas se pretende demostrar el hecho de que el señor SAÚL LOZANO
LÓPEZ fue admitido en el Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Granada – Meta
en buenas condiciones de salud y fue allí en donde se deterioró al punto de su
fallecimiento
1. Solicito se oficie al Hospital Departamental de Granada ESE, para que con destino a
este proceso se expida copia íntegra y auténtica de la Historia Clínica del señor SAÚL
LOZANO LÓPEZ (QEPD), quien en vida se identificaba con la cédula de ciudadanía
7.514.139.
2. Solicito se oficie a la Fiscalía General de la Nación para que con destino a este proceso
remita copia íntegra y auténtica de la investigación que se haya adelantado por el
fallecimiento del señor SAÚL LOZANO LÓPEZ (QEPD), quien en vida se identificaba con
la cédula de ciudadanía 7.514.139, cuyo deceso ocurrió el 3 de julo de 2014, incluida la
inspección a cadáver y el protocolo de necropsia.
3. Así mismo, solicito se oficie a la Alcaldía del municipio de Puerto Rico – Meta, para que
con destino a este proceso se remita copia íntegra auténtica de la hoja de vida del señor
SAÚL LOZANO LÓPEZ (QEPD), quien en vida se identificaba con la cédula de ciudadanía
7.514.139, con el fin de verificar los exámenes médicos que le fueron realizados durante
su tiempo de labor para esta entidad pública.
TESTIMONIALES:
Solicito al Honorable Despacho se sirva fijar fecha y hora para que bajo gravedad de
juramentos se escuche en declaración a las siguientes personas:
1. María Yudy Marín García, CC. 41.871.202, quien puede ser citada al Hotel Los
Colonos del municipio de Puerto Rico- Meta, celular 320 8039751. Tratándose de
una prueba a practicar por fuera de la sede del despacho solicito se decrete el
respectivo despacho comisorio o
La testigo declarará sobre el estado de salud del señor SAÚL LOZANO LÓPEZ
previo al momento de su detención y de cómo se evidenció su deterioro durante el
tiempo que estuvo detenido, así como sobre sus condiciones de reclusión.
El testigo declarará sobre el estado de salud del señor SAÚL LOZANO LÓPEZ
previo al momento de su detención y de cómo se evidenció su deterioro durante el
tiempo que estuvo detenido.
PERICIAL:
Solicito se designe perito médico de la lista de auxiliares de la justicia, o se oficie para tal
efecto al Instituto Nacional de Medicina Legal, para que con fundamento en la historia
clínica del señor Saúl Lozano López resuelva el siguiente cuestionario:
1. ¿Cuál era el tratamiento adecuado que debió recibir el señor Saúl Lozano López
conforme con el diagnóstico establecido en su historia clínica?
2. Si, ¿el señor Saúl Lozano López recibió el tratamiento adecuado según el
diagnóstico establecido en su historia clínica?
VII. ANEXOS
VIII. NOTIFICACIONES
Los demandantes las recibirán en la Calle 33 No. 41 – 19, Barrio Barzal Alto de la ciudad
de Villavicencio, o en la secretaría de su despacho.
El suscrito, en la Calle 33 No. 41 – 19, Edificio Orión, Barrio Barzal Alto de la ciudad de
Villavicencio, o en la secretaría de su despacho. También recibiré comunicaciones al
celular 313 3493918, o al correo electrónico solucionesenderecho1@gmail.com.
La ANDJE - Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado ubicada en la Calle 70 No. 4
- 60 de la ciudad de Bogotá D.C.
Atentamente,