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UNIDAD 2

LA POLITICA Y LA ECONOMIA EN LA EDAD MODERNA


EL RENACIMIENTO

Introducción

A comienzos del Siglo XIV comenzaron a declinar las instituciones y los ideales que
caracterizaron a la Edad Media: el Feudalismo, la Caballería, el predominio del
Pontificado y la filosofía Escolástica
En su reemplazo, y forma lenta, se produjeron una serie de transformaciones que
caracterizaron el Mundo Moderno. Los cambios fueron en las Instituciones y la cultura.
Esta renovación se extendió, aproximadamente, desde el Siglo XIV hasta igual del Siglo
XVII y se conoce históricamente con el nombre de Renacimiento. En este período, las
artes, las letras y las ciencias se inspiraron en las obras de la antigüedad grecorromana.
Por diversos factores, este movimiento se inició en Italia y bien pronto se extendió por
toda Europa.
La palabra Renacimiento significa “nacido de nuevo”. Se atribuye a los italianos como
los primeros en utilizar este vocablo, pero otros autores consideran que fue Voltaire el
primero en usar esta denominación. De todos modos, no debe interpretarse como si
en la Edad Media se hubieran despreciado el arte y la sabiduría antiguos, sino en el
sentido de que renació una extraordinaria estimación de la antigüedad clásica.
El entusiasmo por las obras literarias y artísticas grecorromanas adormeció el espíritu
cristiano que caracterizó la Edad Media. El paganismo hizo sentir su influencia y surgió
una nueva forma de entender todos los aspectos de la vida.
En forma paralela y debido a estas manifestaciones culturales, se originó una corriente
de renovación espiritual que produjo una serie de movimientos religiosos separatistas,
que dividieron a la Iglesia Católica y provocaron la Reforma.

Causas

Hay varias causas del surgimiento de este movimiento renovador:


1) El Prerrenacimiento italiano: durante el largo período medieval, los italianos no
abandonaron el contacto con la antigüedad clásica. Italia conservó las ruinas de la
grandeza romana y las Repúblicas italianas del Siglo XIV, debido al predominio de la
vida urbana, eran muy semejantes a la Repúblicas griegas del Siglo V a. C. La lengua
nacional, derivada del latín, permitió mantener vivo el recuerdo de los antiguos
romanos, a quienes los italianos consideraban sus antepasados e iniciadores de la
nacionalidad.
2) Influencia de la Civilización Bizantina: Luego de la caída del Imperio Romano en
Occidente, la unidad imperial quedó establecida en Constantinopla. El influjo del
helenismo y su contacto con los pueblos orientales dieron al Imperio Bizantino
característas propias. Las Cruzadas permitieron a los occidentales conocer mejor a
los bizantinos y no tardó en producirse un activo intercambio cultural. Antes que
cayera Constantinopla en poder de los turcos, muchos bizantinos emigraron a
Roma, llevando valiosos aportes culturales, entre ellos sus Bibliotecas. Este
movimiento preparó en Occidente el camino del Humanismo.
3) Los Mecenas: diversos Príncipes, tiranos y otros gobernantes gustaban amparar en
sus territorios a los mejores artistas y eruditos de la época brindándoles protección
contra sus enemigos. Estos protectores de los artistas fueron llamados Mecenas (el
término recuerda a Mecenas, el amigo del Emperador Augusto, que se destacó por
la protección a las artes y las letras). Podemos citar como Mecenas a los Médicis en
Florencia, los Sforza en Milán, los Gonzaga en Mantua, los Malatesta en Rímini, etc.
También merecieron ese título, algunos Monarcas, como Carlos V de Alemania,
Francisco I de Francia y Felipe II de España. No sólo los Príncipes, banqueros y
comerciantes laicos favorecieron con su apoyo a las más renombrados artistas de
la Historia, sino también los Obispos y Pontífices romanos. Por ejemplo, el Papa
Nicolás V creó en el Vaticano una Biblioteca con más cinco mil volúmenes griegos y
latinos. Julio II protegió a Miguel Angel y a Rafael y León X se destacó por su apoyo
a las letras.
4) Las nuevas actividades económicas: los descubrimientos geográficos permitieron
hallar nuevos mercados para productos, lo que favoreció el comercio y la industria.
Debido a la prosperidad de los países europeos, los nobles y los pudientes
abandonaron los sombríos castillos medievales y construyeron hermosos palacios,
en los cuales tuvieron cabida los artistas.
5) El absolutismo monárquico: la extinción del Feudalismo y la debilidad de la
disciplina eclesiástica favorecieron las Monarquías absolutas y el predominio de las
fuerzas políticas que se inclinaron el laicismo.

Caracteres

1) Aparición de nuevos valores: la estimación de la antigüedad clásica exaltó la


naturaleza humana, tanto en el aspecto material como espiritual, por esto, en el
movimiento renacentista surgen nuevos valores, que no tuvieron importancia
durante el Medioevo, tales como el hombre y la naturaleza. En la edad Media nada
tenía valor si no estaba vinculado a Dios, en cambio, el Renacimiento crea un
nuevo individuo, que aspira a los goces de la vida terrena, a la riqueza, al amor y al
Poder a través de las creaciones artísticas. El hombre busca afanoso la belleza de la
naturaleza y los atractivos del paisaje. Basado en la razón humana, trata de explicar
por medio de la Ciencia y esto lo lleva a desvincularse de la divinidad y comienza a
interpretar las Sagradas Escrituras lo que va a desembocar en la Reforma
Protestante.
2) Amplia libertad artística: al separarse del Cristianismo y de todo escrúpulo de
devoción, el hombre del Renacimiento quedó libre de trabas morales y es por eso
que elige modelos desnudos y cultiva la perfección de las formas. Al igual que la
antigua Grecia, la desnudez pagana es fuente de inspiración, pero también sirve de
complemento el paisaje en la obra artística.
3) Corrupción en las costumbres: el apego por la belleza y los goces de la vida terrena
junto con una evidente debilidad religiosa, crearon un ambiente envilecido, donde
todo era permitido. Las inmoralidades, las orgías y los crímenes fueron justificados
por la caída de los valores morales. La corrupción de la época la representa César
Borgia (1476-1507), tercer hijo natural del Papa Alejandro VI. Era un individuo cruel
y ambicioso, no poseía ningún sentimiento generoso y fue autor de varios
asesinatos. Inclusive, podemos decir que esta conducta también la repitieron la
mayoría de los Príncipes italianos del Siglo XV.
LAS CIUDADES ITALIANAS

A mediados del Siglo XIII, el Sacro Imperio se hallaba en decadencia (debido a la caída
de los Hohenstaufen, ver Unidad Uno) circunstancia que favoreció la emancipación de
todo el Norte de Italia.
Las Ciudades italianas no supieron aprovechar esta circunstancia, y a pesar que
guerrearon sin tregua por la independencia, una vez conseguida, comenzaron a luchar
entre sí. A las antiguas discordias entre Guelfos Y Gibelinos, se agregaron los odios
entre Plebeyos y Nobles, las ambiciones de estos últimos por gobernar las Ciudades y
las perturbaciones ocasionadas por la Burguesía que pretendía aumentar sus riquezas.
Las intrigas favorecieron el advenimiento de los Tiranos los que en su origen fueron los
Condottieri o Jefes de Ejércitos mercenarios que terminaron por ocupar el Gobierno.
Al finalizar la Edad Media, los principales Estados en que se dividía Italia, eran los
siguientes: al Norte, la República de Venecia y los Ducados de Milán y de Saboya, en la
Región peninsular el Ducado de Toscana (Florencia) y los Estados Pontificios y el Reino
de Nápoles o de las Dos Sicilias, dominado por los aragoneses. También estaban la
República de Génova y los Ducados de Ferrara y Mantua.

Florencia

A comienzos del Siglo XIII fue un próspero Estado, que había extendido sus fronteras
con la anexión de territorios pertenecientes a los Gibelinos. En 1282 la burguesía
expulsó a la Nobleza del Gobierno y dictó una Constitución democrática. A partir de la
revolución de 1378 cambia la organización política. Tienen participación efectiva los
priores (representantes) de veintiún gremios, divididos en artes mayores y artes
menores. Los priores integran el Consejo O Signoría y eligen al Gonfaloniero como
Presidente y cabeza de la Ciudad. Este cambio político benefició a la industria y al
comercio.
Luego recuperaron el Poder los aristócratas, cuyos representantes los Albizzi (1382-
1429) fueron depuestos por Juan de Médicis, miembro de una familia de
comerciantes.
Su hijo Cosme se hizo cargo del Gobierno en 1434 y fue durante treinta años un
renombrado liberal, que patrocinó a sabios, artistas y filósofos. En 1444 organiza una
Biblioteca que llega a acumular más diez mil manuscritos y que queda abierta a todos
los estudiosos. Tenía agentes diseminados por varios países con el objeto de
coleccionar los más variados manuscritos. Cosme, más allá de las fronteras de
Florencia, se transforma en acreedor y árbitro de varias potencias europeas. Muere en
1463. Su hijo Juan estaba destinado a sucederle, pero muere prematuramente. Recibe
la herencia política su otro hijo, Pedro. Condicionado por su enfermedad, se dedica a la
educación de sus hijos Lorenzo y Juliano. Este es asesinado, Lorenzo, en cambio, a
quien la Historia lo llama el Magnífico, asume el Poder. Continúa y supera a su abuelo.
Funda la Universidad de Pisa (1472), promueve el estudio de la Antigüedad clásica y se
rodea de un gran círculo literario.
Lorenzo ejerce en Florencia un verdadero Principado, un Gobierno personal.
Terminaron las revueltas interiores y los conflictos exteriores. Gobernó durante un
cuarto siglo. Muere en 1492. Le sucede su hijo Pedro, el Infortunado. Perdió muy
pronto la adhesión de los florentinos y no supo resistir la invasión de Carlos VIII de
Francia. Los Médicis son desplazados y se inicia un nuevo período político.
En el nuevo período ejerce una gran influencia un personaje enigmático: Fray Jerónimo
Savonarola. Miembro de la Orden de los Dominicos, exterioriza excepcionales
condiciones de catedrático. Entre 1494 y 1498 ejerce virtualmente el Gobierno de
Florencia sin desempeñar alguna magistratura.
Savonarola defiende el tiranicidio y auspicia una restauración republicana en la que las
magistraturas pero no llegan a tener clara sus competencias. Pero a este aspecto no le
asigna importancia, puesto que los florentinos debían primero empeñarse en una
profunda renovación interior que les llevará a abandonar las costumbres paganas del
Renacimiento. En 1497, en el último día de carnaval, los jóvenes partidarios de
Savonarola, organizan una gran fogata pública, en la que muchos libros, estatuas y
pinturas son quemados por lascivos. Este hecho lo aleja de los florentinos. Sus
enemigos no cesan de provocarle enemistades, como por ejemplo con el Papa
Alejandro VI.
La declinación de Savonarola aumenta hasta que con los Frailes Domingo Buonvicini y
Salvador Maruffi son sometidos a un proceso especial ante una Comisión de ocho
magistrados, a pesar que los cargos no eran suficientes. Finalmente, Savonarola y sus
discípulos son condenados a morir en la horca el 23 de mayo de 1498. Incinerados los
cadáveres, las cenizas fueron esparcidas en el Río Arno. Así terminó sus días este
personaje singular

LECTURA RECOMENDADA

Florencia el Fundamento Económico del Renacimiento.1

Italia septentrional era más urbana e industrial que cualquier otra región de Europa
con la sola excepción de Flandes. Los fondos de los mercaderes, los banqueros y la
Iglesia, hicieron que Italia avanzara en riqueza, arte y pensamiento, un siglo a la cabeza
del resto de Europa.
El Renacimiento tuvo su primer hogar en Florencia. Mientras los venecianos de aquella
época consagraban sus energías casi por completo a la búsqueda de la riqueza y el
placer, los florentinos sin dejar de lado esas mismas ambiciones con ingenio y talento
convirtieron por consenso a su ciudad en la capital de la cultura de Italia. Las familias
rivales competían tanto por la búsqueda de poder como por el patronato de las artes.
El renacimiento no fue un periodo de tiempo sino una forma de vida y pensamiento
centrado ahora en el hombre más que en Dios y rescatando la cultura de la
antigüedad. Pasó de Italia al resto de Europa por la circulación del comercio, la guerra
y las ideas.
El arte clásico había logrado sobrevivir en Roma, Verona, Mantua y Padua, ahora
pintores, escultores, literatos concurrían a Florencia. A esto se sumó que Cosme de
Medici ofreció su fortuna y su palacio para alojar y atender a los prelados y eruditos
que participaron del Concilio de Florencia en 1439 en el que se discutió la unión de la

1
Durant, Will. Héroes de la Historia. Editorial Sudamericana. Bs. As. 2003. Durant comienza el
capítulo diciendo: “El dinero es la raíz de todas las formas de civilización”.
cristiandad oriental y occidental, sin lograrse. Parte de los asistentes provenían de
Grecia y Constantinopla, y dieron conferencias y la elite de la ciudad se congregó para
escucharlos. Cuando Constantinopla cayó en manos de los turcos en 1453 muchos la
abandonaron y rehicieron sus hogares en Florencia, llevando manuscritos de textos
antiguos de la literatura y la filosofía griega.
Cosme de Medici y luego Lorenzo de Medici destinaron dinero suficiente para
solventar obras públicas, para obras de caridad y fiestas populares para entretener al
pueblo, tanto como para sostener a numerosos eruditos, artistas, poetas y filósofos.
Así de esta confluencia el Renacimiento adquirió forma en Florencia.
La primacía cultural de Florencia estaba sostenida por la industria, el comercio y las
finanzas. Aproximadamente una cuarta parte de la población se dedicaba a la
industria. En el año 1300 Florencia contaba ya con dos fábricas textiles que empleaban
a unos 30.000 hombres y mujeres, había llegado a la etapa de las grandes inversiones,
la provisión centralizada de materias primas y máquinas, la especialización sistemática
del trabajo y el control de la producción por parte de los que aportaban el capital.
Para financiar esta revolución industrial Florencia contaba con ochenta casas bancarias
que desempeñaban casi todas las funciones de un Banco moderno, pagaban cheques
en efectivo, invertían los ahorros de sus depositantes, contribuían a estabilizar la paz y
financiaban las guerras. Entre los siglos XIII y XV Florencia fue la capital financiera de
Europa. En 1345 el Estado florentino emitió bonos negociables que pagaban un 5% de
interés y podían ser rescatados en oro a su término.
Los banqueros, comerciantes, fabricantes, profesionales y trabajadores capacitados se
organizaron en veintiún corporaciones llamadas oficios. Todos los ciudadanos con
derecho a voto debían ser miembros de una corporación reconocida. El gobierno
formal de Florencia organizado en una semi democracia, estaba encabezado por la
Signoría o Consejo de Señores, elegidos entre los líderes de las corporaciones y
refrendados de vez en cuando por un Consiglio o Concejo del Pueblo elegido entre los
miembros de las corporaciones.
Sin embargo, la Europa moderna no se construirá en torno a las ciudades. Del otro
lado está el Imperio Árabe, después transformado en el Imperio Otomano a partir del
siglo XIV formado por los turcos, pueblo subordinado en un principio a los árabes. Su
economía resulta superior a las Ciudades europeas con las que comercia por su
extensión, sin fronteras aduaneras, las caravanas se protegen de los asaltos.
La base económica de las ciudades europeas no bastará para asentar un poderío
político militar de primer orden, ni para establecer una fuerza económica de
envergadura, se necesitará de una entidad, de una organización más amplia, los
Estados.
NICOLAS MAQUIAVELO

Introducción

Este pensador tan original como demonizado, nació en Florencia en el año 1469 y
fallece en 1527. Sus dos obras principales son “Los Discursos sobre la primera Década
de Tito Livio” y “El Príncipe”. La primera comenzó a escribirla en 1513 y la concluyó en
1516. Pero en Junio de 1513 interrumpió el escrito para escribir “El Príncipe” y lo
concluye en apenas tres meses. “El Príncipe” trata de las Monarquías o de los
Gobiernos absolutos, en cambio en los “Discursos” se ocupa principalmente de la
expansión de la República romana.
La primera de las obras es una selección de las opiniones del autor hecha para una
finalidad determinada y que era la de conseguir un cargo público bajo el régimen de
los Médicis.
Maquiavelo escribe casi únicamente acerca de la mecánica del Gobierno, de los
medios con los que se puede fortalecer el Estado, de los políticos susceptibles de
aumentar el Poder y de los errores que llevan a la ruina o decadencia del Estado. Las
medidas políticas y militares son casi el único objeto de su interés y las separa de toda
consideración religiosa, moral y social. La finalidad de la política es conservar y
aumentar el Poder político. Que una política sea cruel o desleal o injusta es para
Maquiavelo cosa indiferente, con tal que esas cualidades lleven al éxito. Trata con
frecuencia de las ventajas que la inmoralidad, hábilmente utilizada, puede
proporcionar a los fines de un gobernante y es esto lo que ha causado la mala
reputación del florentino.

Las Formas de Gobierno

Con Maquiavelo se altera el número de clasificación de las Formas de Gobierno que


imperaba hasta entonces y se introduce el término “Estado” con el alcance que hoy
conocemos. Ambas novedades surgen ni bien comienza “El Príncipe”. Expresamente se
indica: “Todos los Estados, todas la dominaciones que ejercieron y ejercen sobre los
hombres, fueron y son Repúblicas o Principados”.
En la Historia del pensamiento político quedó inmortalizado el vocablo “Estado” para
indicar lo que los griegos llamaron “Polis”, los romanos “Respública” y lo que el
pensador francés Jean Bodín (cincuenta años después de Maquiavelo) llamó
“Republiqué”
Del fragmento citado se desprende que el florentino presenta una bipartición en vez
de la tripartición aristotélica-polibiana en cuanto a las Formas de Gobierno. Según
Maquiavelo, el Principado corresponde al Reino y la República abarca tanto la
Aristocracia como la Democracia.
La distinción de Maquiavelo corresponde mejor a la realidad de su tiempo que la
clasificación de los antiguos. La realidad política de esa época había cambiado
profundamente. Europa ofrecía el espectáculo de los Reinos como el inglés, el francés
y el español, que se habían formado poco a poco después de la caída y disolución del
Imperio Romano y que se estaban transformando en grandes Estados territoriales de
los cuales nació el “Estado Moderno”. Las Ciudades crecían y extendían su dominio en
el territorio circundante, comprendiendo otras Ciudades menores regidas por Señores
temporales y electivos, por Colegios o Consejos de notables y de las cuales, la Italia de
los tiempos de Maquiavelo exhibía muchos ejemplos, como Florencia, Venecia y
Génova.
El florentino indica que un Estado bien ordenado no puede tener más que una u otra
Constitución. Cada una de las Formas tiene sus características que debe ser respetada
para evitar dar origen a Estados defectuosos.
En otro párrafo agrega que en la distinción entre Principados y Repúblicas no hay lugar
para los “Estados Intermedios”, porque estos Estados sufren del mal que es
característico de los malos Estados, o sea, la inestabilidad.
Maquiavelo es admirador de la República romana, al igual que Polibio, ya que las
razones de su excelencia se haya en la estabilidad. Pero, por otra parte, al considerar a
los Estados intermedios como defectuosos, estaría alejándose de las ideas de Polibio
en cuanto a que los Gobiernos mixtos son la mejor forma de gobierno. Sin embargo, se
puede considerar que la contradicción es aparente. En efecto, se puede establecer que
no todas las combinaciones entre las diversas Formas de Gobierno son buenas. No es
suficiente mezclar una Forma de Gobierno con otra para tener un Gobierno Mixto, hay
combinaciones que no tienen éxito, ya que una combinación puede ser una síntesis
bien lograda de Constituciones opuestas y entonces será superior a las Constituciones
simples, pero también puede ser una contaminación de Constituciones que no pueden
estar juntas y entonces una Constitución simple será superior. El Gobierno Mixto que
Maquiavelo identifica en el Estado Romano es una República compuesta que está
formada por diversas partes que mantienen relaciones de concordia entre ellas. En
cambio, critica al Estado Intermedio que no deriva de una fusión de diferentes partes
en un todo sino de un acuerdo provisional entre partes en conflicto y que no logran
encontrar una Constitución unitaria que las abarque.
Maquiavelo hace una distinción entre los Principados en hereditarios y nuevos.
En los primeros el Poder se transmite con base en una ley constitucional de sucesión.
Hay dos especies: en una los Príncipes gobiernan sin intermediarios y cuyo Poder es
absoluto y sus súbditos son respecto a él como “siervos”. Da como ejemplo a los
Gobiernos turcos. La otra especie es que los Príncipes gobiernan con la intermediación
de la Nobleza, cuyo Poder no es absoluto puesto que lo comparte con los “Barones”.
Cita como ejemplo el caso del Rey de Francia, que está rodeado por los antiguos
Nobles y que tienen sus prerrogativas y que son dueños de tierras que el rey no puede
arrebatarles.
Sobre los Principados nuevos, son aquellos obtenidos por un Señor que antes de
conquistar el Estado, no era Príncipe. Da como ejemplo, el caso de Francisco Sforza en
el Ducado de Milán en el año 1450. Estos Principados, a su vez, se distinguen en cuatro
especies: por virtud, por fortuna, por maldad y por el consentimiento de los
ciudadanos.
Por virtud se entiende la capacidad personal de dominar los acontecimientos y de
realizar, incluso recurriendo a cualquier medio, el fin deseado.
Por fortuna entiende el curso de los eventos que no dependen de la voluntad humana.
La diferencia entre unos y otros está en que los adquiridos por virtud duran más, ya
que los de fortuna son débiles y están destinados a desaparecer en corto tiempo.
Los Principados adquiridos por maldad son aquellos que se obtienen por un camino de
perversidades y delitos. Este es el Tirano en el sentido tradicional y Maquiavelo ofrece
dos ejemplos: es el caso de Agátocles, Rey de Siracusa (360-289) y el otro caso es el del
contemporáneo Liverotto de Fermo. Pero el juicio del florentino no es moralista, ya
que el criterio para distinguir la buena política de la mala es el éxito y, éste se mide por
la capacidad de conservar el Estado. Esto permitió a Maquiavelo distinguir dentro del
Tirano, el que era bueno y el que era malo. Bueno es el Tirano que como Agátocles, a
pesar de haber conquistado el Estado mediante terribles delitos, logró conservarlo. En
cambio es mal Tirano, Liverotto de Fermo que logró mantener el Estado solamente un
año. Maquiavelo explica que la diferencia entre los Príncipes se debió al buen o mal
uso que se hace de la crueldad. Esta idea lo hizo famoso a Maquiavelo, en lo que se
llamó en la posteridad como el conocido principio consistente como “el fin justifica los
medios”. Sucede que el juicio sobre la bondad o maldad de un Príncipe no parte de los
medios, sino solamente del resultado que obtiene.
Finalmente, el florentino hace consideraciones sobre el Principado obtenido por
consenso de los ciudadanos. También puede llamarse esta modalidad como Principado
Civil. A esta forma de Principado se llega por el favor del pueblo o con ayuda de los
poderosos. Acota que en todo Estado se dan estas dos tendencias y que nacen del
hecho de que el pueblo no quiere ser oprimido por los potentes y que, a su vez, éstos
anhelan mandar y oprimir al pueblo. Si se dan estas apetencias, Maquiavelo advierte
que conducirán al Principado, a la libertad o a la anarquía. El Principado es promovido
por el pueblo o por los nobles según la ocasión favorable que encuentre uno o lo otro.
Quien llega al Poder con ayuda de los poderosos, se mantiene con más dificultad que
aquél a quien eleva el pueblo y esto se debe a que el Príncipe se encuentra rodeado
de iguales a él, por lo que no puede mandarles a su libre albedrío.

Indiferencia Moral

Lo más próximo que hay en la Historia del pensamiento político a la separación entre la
política y la moralidad , la encontramos en algunas referencias que hace Aristóteles en
su obra “La Política” en cuanto señala la conservación de los Estados, sin consideración
a la bondad o a la maldad. También hay coincidencia con Marsiglio de Padua acerca
del común odio hacia el Papado, por ser causal de la desunión italiana. Maquiavelo
creía que las virtudes cristianas producían un servilismo religioso. Nunca dudó de que
la corrupción moral de un pueblo no permite el buen Gobierno. Admiraba la pureza de
la vida familiar, la independencia de la vida privada, la simplicidad de las costumbres y
la honradez en la realización de las funciones políticas. Pero ello no implica que el
gobernante tenga que creer en la religión de sus súbditos ni que practicar sus virtudes.
Presenta el ejemplo de la doble moral: es distinta la moral para el gobernante y para el
ciudadano privado. Se juzga al primero por el éxito conseguido en el mantenimiento y
aumento del Poder; al segundo, por el vigor que su conducta da al grupo social. Como
el gobernante esta fuera del grupo, está por encima de la moralidad cuyo
cumplimiento debe imponerse dentro del grupo.
Egoísmo Universal

Maquiavelo daba como supuesto de que la naturaleza humana es esencialmente


egoísta. El Gobierno se funda realmente en la debilidad e insuficiencia del individuo,
que es incapaz de protegerse contra la agresión de otros individuos a menos que tenga
el apoyo del Poder del Estado.
Además, la naturaleza humana es agresiva y ambiciosa, ya que los hombres aspiran a
conservar lo que tienen y quieren adquirir aún más. Pero como hay una escasez
natural de los bienes, los hombres se encuentran siempre en situación de lucha y
competencia y esto puede degenerar en la anarquía a menos que lo limite la fuerza y la
seguridad que sólo es posible si el Gobierno es fuerte.
Así el florentino insiste que el Gobierno que quiera tener éxito, debe aspirar ante todo
a la seguridad de la propiedad y la vida, ya que éstos son los deseos más universales
que existen en la naturaleza humana. De ahí, la observación que hace de que un
hombre olvida con más facilidad el asesinato de su padre que la confiscación de su
patrimonio.
Según Maquiavelo, en Italia el problema es que se debe fundar un Estado en una
sociedad corrompida y estaba convencido de que en tales circunstancias no era posible
ningún Gobierno, salvo la Monarquía absoluta. La corrupción es la decadencia de la
virtud privada y la probidad cívica y se manifiesta con grandes desigualdades de
riqueza y poder, la destrucción de la paz y la justicia, el desarrollo de la ambición
desordenada, la desunión, la ilegalidad, la deshonestidad y el desprecio por la religión.
Cuando han decaído las virtudes en esta forma, no hay posibilidades de restaurarlas ni
de tener un Gobierno ordenado, salvo mediante el Poder despótico.
EL HUMANISMO

Recibe el nombre de Humanismo el estudio de la cultura clásica. Los humanistas


fueron escritores, coleccionistas y eruditos que en el período del Renacimiento se
consagraron con fervor a la búsqueda de viejos manuscritos.

El Humanismo o movimiento renovador en el aspecto literario, fue un antecedente del


Renacimiento propiamente dicho, que por diversos factores culturales, políticos y
religiosos, se inició en Italia. Desde el Siglo XIV surge en la península un gran
entusiasmo de la antigüedad clásica y de las lenguas del griego y del latín.

Mientras los arqueólogos se dedicaron al estudio de los monumentos, los


coleccionistas se dedicaron a rescatar los antiguos manuscritos y los eruditos y
escritores trabajaron en interpretar los textos.

Numerosos literatos y sabios emigraron de Constantinopla y llevaron a Italia el caudal


de la cultura espiritual. Además, la imprenta abarató el costo de los libros y esto
permitió una mayor difusión de las obras.

Los humanistas dejaron de lado el aspecto teológico medieval y, guiados por el


razonamiento, admiraron las letras humanas del pasado y valoraron al hombre en
todos sus aspectos. Se crearon cátedras, cuyos profesores tenían por único objeto dar
a conocer la antigüedad y las lenguas clásicas.

Los orígenes del Humanismo se remontan al Siglo XII, época en que surgieron en el
Norte de Italia trovadores y poetas, que en lengua provenzal-latina, recitaban temas
de la antigüedad. En la segunda mitad del Siglo XIII, comienza en Florencia el
verdadero movimiento humanístico, debido al gran entusiasmo por rehabilitar las
obras clásicas, en especial la literatura griega.

El pujante movimiento humanista, que se inició en Italia, no tardó en irradiarse a otros


países europeos. Esto se debió a la difusión de las obras clásicas a través de la
imprenta y de la marcha de numerosos estudiantes a las Ciudades de Milán, Roma y
Florencia.

La diferencia de temperamento y de antecedentes históricos que existían entre los


italianos y los habitantes del Norte de Europa, ejercieron influencia en las
características del movimiento humanístico. El primero buscó en la belleza y en el arte
su mejor medio de expresión, mientras que el europeo del Norte, guiado por un
espíritu práctico, se dedicó a la solución de los problemas vitales, desde el punto de
vista ético y religioso.

Dado el contenido de esta asignatura, nosotros analizaremos el pensamiento político


de dos representantes del Humanismo: Desiderio Erasmo y Tomás Moro.
Desiderio Erasmo

Holandés de origen (1467-1536), nació en los alrededores de Rotterdam. Más conocido


como Erasmo de Rotterdam, ha sido llamado con justicia “el hombre más cultivado de
su tiempo”. A corta edad ingresó en una escuela religiosa y, más tarde, en un
monasterio de Agustinos. No abrazó la carrera eclesiástica y prefirió dedicarse a sus
escritos y lecciones. Dominaba el latín y leyó numerosas obras clásicas y para
aumentar su sólida cultura, realizó varios viajes de estudio por Europa. En sus ideas
filosóficas, Erasmo sostiene que el hombre es bueno por naturaleza y que guiado sólo
por la razón, puede luchar contra el odio y la ignorancia. Criticó a la Iglesia Católica de
su tiempo y pretendió difundir una religión humanística.

Autor de numerosas obras, nosotros rescatamos el “Elogio de la Locura”(escrita en


1508) y “ La Institución del Príncipe Cristiano ( obra de l516, dedicada a Carlos V, a
pedido de sus mentores). En la primera obra satiriza la ignorancia de las masas, el
dogmatismo de los teólogos y presenta su pensamiento político. Esta obra fue escrita
en Inglaterra y fue dedicada a Tomás Moro, él célebre canciller del Rey Enrique VIII

A través de sus diversas obras, Erasmo persigue una idea fundamental, que es el
renacimiento del hombre y, por lo tanto, también de toda la Sociedad con el doble
sentido de racionalista y cristiano.

Al igual que los autores medievales, Erasmo construyó idealmente un Cuerpo Cristiano.
El centro de ese Cuerpo Cristiano es Cristo. A su alrededor se extienden tres círculos
concéntricos, dos pequeños y uno grande. La primera zona está ocupada por los
Príncipes de la Iglesia y de los sacerdotes y es la zona interior. La zona exterior
contiene la gran masa de los laicos. Entre las dos zonas -interior o eclesiástica y
exterior o laica- la zona intermedia está constituida por los Príncipes temporales.
Cuando gobiernan justamente y sirven a Cristo, procurando la tranquilidad de sus
pueblos, están cerca de la dignidad sacerdotal y muy por encima de quienes forman la
zona exterior, donde se encuentran los laicos.

De lo expresado no se puede deducir que los Príncipes temporales tengan una


situación privilegiada. Para Erasmo no hay dos cristianismos, uno para los Príncipes y
otro para el vulgo. Si bien el Príncipe está situado más alto porque debe sobresalir de
los demás por sus virtudes, su prudencia y su integridad. La ley del sacrificio le es
impuesta como a todo cristiano. Si pretende seguir a Cristo debe soportar su cruz.

Este pensamiento lo aleja de Maquiavelo. El florentino construye para el Príncipe una


moral particular, situándola por encima de la moral universal.

Para Erasmo se debe elegir un Príncipe por méritos auténticos. El primer mérito es ser
pacífico. Mientras Maquiavelo y otros que lo estiman que la gloria del Príncipe consiste
en apoderarse de nuevas tierras y gobernar en ellas, Erasmo condena las conquistas
.Dirigiéndose a Carlos V y a Francisco I, indica que no es ninguna ventaja para un
Príncipe extender sus posesiones. Sería mejor para él, restringir el territorio, ya que al
ser menos extenso, le será más fácil administrarlo, con lo cual reinará la paz y la
justicia, logrando el pueblo mayor prosperidad.

Con respecto a la orientación y a los fines, el método de Erasmo es opuesto al de


Maquiavelo. No hay en Erasmo alguna contemplación del Estado y hay pocos análisis
sobre los caracteres del Poder. Indica que las Sociedades son creadas por necesidad y
los Príncipes se imponen por sus virtudes. La autoridad se considera justa cuando tiene
en cuenta el bien público y cuando es aceptada por los subordinados. El reinado del
Tirano que gobierna para sí mismo, despreciando a sus súbditos no tiene cabida en el
Príncipe Cristiano. El Príncipe ideal es producto de una formación completa del
aprendizaje de la Moral y debe estar abierto a la cultura.

En realidad la obra de Erasmo es una tarea pedagógica y esto ha llevado a Paul Janet a
decir que la tarea de Erasmo ha sido un buen tratado de Moral política, pero no es un
tratado de Política.

Tomás Moro

Es también un humanista cristiano con una profunda amistad con Erasmo. Nació en
Londres en 1478 y muere decapitado en 1535 por orden del Rey Enrique VIII.
Conversador brillante, lleno de humorismo, poeta y artista, logra los favores de
Enrique VIII y que lo nombra Canciller de Inglaterra en el año 1529. Pero el apoyo fue
de corto tiempo, cayendo en desgracia por instigación de Ana Bolena, esposa del Rey.
Finalmente es apresado y condenado a muerte. La Iglesia lo declaró “beato” y luego
“santo” en 1935. La influencia sobre Enrique VIII fue limitada, hasta tal punto que el
soberano lo hizo condenar a muerte en cuanto le opuso una resistencia respetuosa
pero inflexible, por su unión con Ana Bolena.

Tomás Moro ocupa un lugar destacado en la Historia del pensamiento Político, como
autor de una célebre obra: “La Utopía”

La palabra “Utopía” proviene del griego “ou topos” cuya traducción literal significa “en
ningún lugar” “lugar inexistente”. Todos los personajes de la obra e, incluso el país,
tienen nombres fantásticos que revelan la irrealidad de lo relatado.

Según Moro, en casa de un amigo, un tal Peter Giles, encuentra a Rafael Hitlodeo, que
acababa de llegar de un viaje realizado en compañía de Américo Vespucio. Pero
Hitlodeo se separó de sus compañeros y permaneció por cinco años en Utopía.
El relato del viaje de Vespucio, en el que se supone Hitlodeo ha participado, se publicó
en 1507. En el texto se halla la descripción de la Sociedad, sencilla y sin clases sociales,
de las tribus indias descubiertas allí.

Encontramos en la isla Utopía rasgos dominantes de Inglaterra. Ante todo, su


insularidad. Pero Utopía estaba unida permanente por un istmo de tierra, pero fue
separada de ella por el Rey Utopo I. La población está dividida en cincuenta y cuatro
Ciudades que coinciden con los cincuenta y cuatro condados de Inglaterra. La Capital
se llama “Amaurota” y se encuentra en las márgenes de un río atravesada por un
puente y sumergida en la niebla. Algunos han negado que “Amaurota” fuese Londres y
han destacado detalles que más bien harían pensar en Amberes. Pero, por otra parte,
Moro pudo haber combinado los rasgos de las dos Ciudades, dada la frecuencia que
viajó a Amberes por cuestiones diplomáticas.

¿Por qué, entonces, haber imaginado esta isla cuando resulta tan parecida a
Inglaterra? ¿Por qué no haber representado directamente a este país? La respuesta
está dada por el puesto que tiene Moro en Inglaterra y ante la sutileza de su espíritu,
optó por la simulación.

La “Utopía” expresaba en realidad el disgusto del autor hacia una Sociedad adquisitiva
en la que estaba resultando buena moral “comprar reses flacas y baratas en un lugar y
revenderlas a precio alto en otro lugar”. La sátira sigue un plan que podría servir para
cualquier período de desajuste económico.

Resulta difícil distinguir las ideas políticas de Moro de las que ha profesado sobre la
familia y la propiedad. Señala que la Sociedad utópica se funda en la familia y sobre
una moral muy tradicional, que nada tiene de Utopía. La República ideal se funda
sobre la familia y sobre una concepción que hoy nos parecería patriarcal: Si en la
familia no hay un perfecto acuerdo, corresponde al Jefe de la familia un derecho de
corrección sobre su mujer e hijos. Entiende que todo sea regulado y ordenado dentro
de la familia sin que quepa recurrir a la Justicia pública sino cuando la gravedad del
crimen haga necesario la intervención del Estado. No condena el divorcio ni tampoco
el matrimonio de los sacerdotes, pero es severo con el adulterio y debe ser penado
con la muerte.

Sobre estas premisas familiares se podría pensar que Moro haría la defensa de la
propiedad privada, sin embargo adopta una posición diferente: el pueblo de Utopía es
una confraternidad de amigos. Lo que el pagano Platón ha considerado como un ideal
entre amigos, debe serlo con mayor motivo entre los cristianos. En consecuencia,
Moro abandona la posición tradicional de los aristotélicos y de los escolásticos, para
quienes la propiedad individual es un elemento esencial de la libertad.
Tratando de satisfacer su ideal de comunidad amistosa, Moro imagina un sistema
comunitario en el cual, trabajando todos, cada uno trabajará menos. Solamente hay
quinientos hombres exceptuados del trabajo para que se dediquen a la metafísica.

Naturalmente, a partir del momento en que hay comunidad de bienes, la vida queda
severamente reglamentada para evitar los abusos. También hay que reglamentar las
uniones, establecer la comunidad de las comidas y a fijar a cada uno el lugar
correspondiente. “Los hombres de espalda a la pared y las mujeres en el lado libre de
la mesa, a fin de que puedan dejarla rápidamente para atender las necesidades de los
niños o resolver las disputas entre ellos”. Con este ejemplo, se puede indicar la
envergadura que debe tener la reglamentación.

En esta Ciudad de Utopía, la reglamentación de la vida es particularmente rigurosa y


dónde reaparecen los esclavos bajo la forma de condenados o de prisioneros de
guerra, se ejerce una autoridad que no puede calificarse de democrática, aun cuando
sea ampliamente electiva.

Las familias están agrupadas en treintenas y eligen anualmente un Jefe llamado


“Filarca”. Diez “Filarcas” tienen por consiguiente trescientas familias bajo su
dependencia, y eligen anualmente un “Protofilarca” o un “Traniboro”. A su vez
doscientos “Traniboros” constituyen el Senado. Este organismo elige sobre una lista
de cuatro ciudadanos presentada por el pueblo a un “Ademos” que viene a ser el Rey .
Es decir, es un sistema político escalonado. Los Filarcas duran un año para evitar la
oligarquía, pero pueden ser reelegidos si se conducen bien Además, los Filarcas
pueden reunirse en un comité para interrogar a los Jefes de familia si las circunstancias
lo requieran y podrán eventualmente acudir a una consulta popular

También existe un poder espiritual formado por sacerdotes electivos. Presiden las
cosas divinas y también conocen de las causas humanas, como por ejemplo, cuidar de
las buenas costumbres. Pueden excluir a un Utópico de la comunidad religiosa, lo que
representa la mayor desgracia para él.

Todas estas autoridades son elegidas entre los letrados que estudian la metafísica. Los
letrados no constituyen una casta o una clase social propiamente dicha ya que se
reclutan abiertamente.

Como se puede observar, el régimen democrático deviene en uno aristocrático, pero


las elecciones son libres, sin candidaturas. Finalmente las leyes deberán ser simples,
fáciles de comprender y sencillas en su aplicación

El éxito de la obra fue enorme, hasta el punto de que algunos tomaron muy en serio el
cuento de Moro. No faltaron personas que quisieron flotar una expedición para ir a
evangelizar a esos utópicos y hacerlos pasar de la religión natural a la religión cristiana
Sin embargo, George Sabine no tiene opinión muy favorable. Señala que la obra es un
ideal moral que aparece en el umbral de las guerras religiosas y la expansión del
comercio moderno. Según Sabine hay un fracaso ante la marea ascendente de las
luchas teológicas y los nuevos problemas de la organización política. Según este autor,
“Utopía” constituyó un episodio aislado y no de envergadura en la Filosofía política de
su tiempo. Afirma categóricamente que es el canto del cisne de un viejo ideal y no la
voz auténtica de la época que estaba surgiendo.
LOS ESTADOS NACIONALES

El Renacimiento tiene gran importancia en las Ciudades (los antiguos Burgos),


operándose en forma paulatina una transformación social, política y económica que
contribuye a que se consolide una alianza entre los Burgueses y las Casas Reales. Al
mismo tiempo declina el Feudalismo y el Poder de los Duques, Condes y Señores. El
comercio entre Europa y Oriente modifica los criterios de intercambio y favorece la
aparición de una economía monetaria. Banqueros, como los Médicis, pasan a tener un
enorme poderío-

La consolidación de las Monarquías marca el comienzo de una acentuada


concentración del Poder político. Los sentimientos nacionalistas, la unificación del
sistema tributario, la organización burocrática y las nuevas técnicas de guerra debilitan
a los Señores y favorecen el avance de los Estados Nacionales

En Inglaterra, después de la Guerra de los Cien Años y de las contiendas civiles


denominadas de las Dos Rosas, el Poder se consolida con la Dinastía de los Tudor
(1485).

En España, culmina el proceso unificador durante el Gobierno de los Reyes Católicos.


Los musulmanes son expulsados de Granada en el año 1492 y culminará el proceso de
unificación con la ascensión de Carlos I

En Francia, a partir del reinado de Francisco I, perteneciente a la Dinastía Valois, la


unidad territorial quedó conformada. A partir de 1589, con el reinado de Enrique IV, se
inicia la Dinastía Borbón que se caracterizará por sus tendencias absolutistas.

Otros procesos, un poco periféricos, es el caso de Suecia que surge en el año 1523,
cuando se separa de Noruega y Dinamarca. También Rusia se organiza en el Siglo XVI
bajo el reinado de Iván el Terrible.
LA REFORMA RELIGIOSA

Antecedentes

Llamase Reforma Protestante a la gran Revolución religiosa que estalló en Europa en


la primera mitad del Siglo XVI y que produjo la ruptura de la unidad cristiana.

El movimiento culminó con Lutero, en Alemania, y Calvino, en Francia, y logró que un


tercio de la cristiandad se separase de la Iglesia Católica.

Con el pretexto de purificar la organización del catolicismo, los reformadores negaron


principios fundamentales del dogma y crearon otras Iglesias cristianas: Luterana,
Calvinista y Anglicana.

Por otra parte, la Iglesia Católica reconoció la necesidad de una reforma en su seno
8no de una separación) con el objeto de corregir los errores, sin alterar la doctrina.
Esto dio origen a la Contrarreforma o Reforma Católica.

En el período de crisis que caracterizó el Cisma de Occidente, aparecieron dos


precursores de la Reforma contra la Iglesia Católica: el inglés Juan Wiclef (1324-1384)
y el checoeslovaco Juan Huss (1369-1415).

Wiclef era profesor de Teología de la Universidad de Oxford y denunció diversas


irregularidades, cometidas por religiosos, negó el poder temporal de la Iglesia, propuso
el casamiento de los Ministros de Dios y admitió que cada cual podía interpretar
libremente la Biblia. Contó con numerosos adeptos, especialmente porque su prédica
coincidió con el cautiverio de los Papas en Aviñon.

Huss fue profesor de la Universidad de Praga y predicó las ideas de Wiclef en la región
de Bohemia, hasta que fue apresado como hereje y pereció en la hoguera. Después de
su muerte se produjo una guerra de carácter religioso y que duró diecisiete años.

Tres procesos simultáneos tuvieron origen en el Siglo XVI. La Revolución religiosa, que
modificó profundamente la estructura del comportamiento religioso del hombre,
sobre la base de la libre interpretación de las Sagradas Escrituras. La Revolución
económica, que aniquiló el sistema estático de las corporaciones y gremios y
determinó el establecimiento del sistema capitalista y la Revolución Intelectual, que se
cristalizó con los grandes movimientos de emancipación política de 1688 en Inglaterra,
1766 en Estados Unidos y 1789 en Francia, o sea, las grandes Revoluciones Liberales.

Causas

La Revolución religiosa se inicia en 1517 en Alemania y separó a casi toda la Europa


Septentrional del catolicismo. No es casual que la Reforma comenzara en Alemania. La
evolución y desarrollo de sus Ciudades, la formación de nuevas actitudes mentales en
correspondencia con un profundo sentido religioso, la cantidad de tierra laborable
poseída por el clero y la cuantía de los ingresos por tributos eclesiásticos, sumado al
hecho de haber sido el país elegido por León X para la venta de indulgencias, así lo
demuestran. Existen numerosas causas que explican la Reforma Religiosa.

Adoptamos el criterio de distinguir entre causas externas, así llamadas porque sin ser
religiosas, ejercieron poderosa influencia en el movimiento y las causas internas, que
son las propias de la Iglesia.

Causas externas

Entre las de carácter político deben mencionarse: l) el desarrollo del absolutismo


monárquico y la consiguiente emancipación de toda potestad externa a los Estados
Nacionales. 2) la adopción por parte de Inglaterra, Francia y Alemania de disposiciones
tendientes a prohibir la designación de cargos eclesiásticos por el Papa 3) el desarrollo
del nacionalismo con la consecuencia del crecimiento del espíritu nacional.

Sobre las causas económicas se pueden mencionar las siguientes: 1) la necesidad de


los Príncipes en cubrir los costos del mantenimiento de los Ejércitos y flotas navales,
con lo cual nació la apetencia de liquidar las exenciones impositivas que tenía la Iglesia.
2) la Iglesia era dueña de grandes extensiones de tierras con motivo de las donaciones
que le hacían los creyentes. Estas tierras no estaban gravadas con impuestos y sus
rentas eran dirigidas a Roma. Entonces, los Monarcas apoyaron disturbios contra las
autoridades eclesiásticas, con el objeto de tomar los mencionados bienes

También estaban las causas sociales: 1) los campesinos de Alemania se aliaron a los
que propiciaban la libre interpretación de los textos bíblicos, ya que de esa forma
buscaban la solución de los problemas que sufrían 2) el Renacimiento fue
acompañado por un relajo de las costumbres, cayendo en inmoralidades con
inclinación hacia el paganismo

Causas Internas

Son las que se encontraban en el seno de la propia Iglesia: 1) los Papas de esa época se
dejaron dominar por las pasiones terrenales, cayendo en actitudes ambiciosas de
carácter material. Después del Cisma de Occidente, los Papas cayeron en el
desprestigio. El estado del clero era deplorable. Los hombres religiosos deseaban
acrecentar sus riquezas, no se respetaba el celibato religioso y eran frecuentes la
simonía y el nepotismo. El primero consiste en la venta ilícita de cargos u objetos
sagrados. El término deriva de Simón el Mago, que trató de adquirir a los Apóstolos el
poder de hacer milagros. El nepotismo es la gran influencia que tenían los parientes de
las autoridades eclesiásticas para obtener cargos y honores. 2) los humanistas
propiciaron una cultura laica que no estuviera sometida a la Iglesia. Destacaron los
valores individuales sobre los espirituales. Por ejemplo, podemos citar a Erasmo de
Rotterdam que, si bien murió como católico y no atacó el dogma, con lo cual no pudo
ser juzgado como hereje. Este pensador censuró a clérigos y fue partidario de la libre
interpretación de la Biblia. Sus escritos contribuyeron a la Reforma. 3) la corrupción
religiosa se traducía en la venta de indulgencias, que era el negocio del perdón de los
pecados 4) la libre interpretación de la Biblia también fue una causa. La invención de la
imprenta permitió la difusión del texto bíblico. Se calcula que en los últimos cincuenta
años del Siglo XV se imprimieron cerca de quinientas ediciones. Esta libre
interpretación favoreció el libre examen y que cualquiera pudiera salvarse, si
interpretaba la Biblia con su propio entendimiento.

Martin Lutero

Los aspectos biográficos e históricos.

Nació en 1483 en Eisleben, de la región de Turingia en una familia de mineros


austeros. Los diversos autores han señalado que tuvo una triste juventud. Con todo,
llegó a cursar estudios en Erfurt, estudiando Teología, Derecho y Literatura. A los
veintidós años y poco después de graduado, Lutero ingresó inesperadamente en el
Convento Agustino de Erfurt. Algunos indican que esta decisión estaba basada en una
serie de accidentes extraños como ser la caída de un rayo muy próximo a él durante
una tormenta. En 1508 fue designado profesor en la Universidad de Wittenberg. En
15l11 fue enviado por sus superiores a Roma para solucionar algunos asuntos internos
de la Orden a que pertenecía. Allí quedó muy impresionado por algunos abusos del
clero, pero igual permaneció en la fe católica. De todos modos, y a través de su
cátedra, empezó a insinuarse como rival de las doctrinas establecidas por la Iglesia de
Roma.

Dominado por sus pasiones, llegó a la conclusión de que era insuficiente la voluntad
humana, ya sea por ayunos o vigilias, para conseguir la salvación. Es entonces que una
enseñanza de San Pablo le permite arribar a la clave de su prédica. De acuerdo con
esto, solo la fe en Cristo y en sus méritos, permitirá conseguir la salvación eterna. De
esta forma, los hechos y obras del cristiano carecen de valor. Así surgió la Teología
Luterana.

Para financiar la terminación de la Basílica de San Pedro en Roma, el Papa León X envió
religiosos por toda Europa en busca de donativos y concedió, a cambio,
”indulgencias”. Según la doctrina cristiana, la indulgencia es la gracia que otorga la
Iglesia a sus fieles para redimirse de los pecados, mediante limosnas, rezos o
peregrinaciones.

La medida fue bien recibida salvo en Alemania, donde los Dominicos se encargaron de
predicar sobre las indulgencias. Actuaron con escasa prudencia, porque en vez de
recoger las limosnas en las Iglesias, decidieron imprimir una serie de folletos en los
cuales figuraba el monto de indulgencias que se podían obtener proporcionalmente a
la cantidad de limosnas. Además agravaron su situación al encargar a los banqueros la
tarea de recibir el dinero.

Cuando el dominico Juan Tetzel penetró en la Ciudad de Wittenberg como un


vendedor ambulante de indulgencias, los pobladores se precipitaron a adquirir su
salvación a un costo bajo-

La orden de los Agustinos no tardó en reaccionar contra este proceder de Roma y


encomendó a Martín Lutero la respuesta a este procedimiento. El 31 de Octubre de
1517 clavó en las puertas de la Iglesia de Wittenberg una serie de noventa y cinco
tesis, en las que no sólo atacaba la venta de indulgencias, sino la facultad de la Iglesia
para otorgarlas, el Purgatorio y la jerarquía eclesiástica. En sólo quince días eran
conocidas por todos. De esta forma se inició la Revolución religiosa contra Roma. Este
hecho se considera trascendental en la Historia alemana. Tal es así, que se lo considera
el fin de la Edad Media y el comienzo de la Edad Moderna.

Luego de casi dos años, Lutero no fue atacado por Roma, ya que León X no dio mayor
importancia al problema, ya que creyó que era una querella de monjes. Mientras tanto
Lutero continuó con su prédica a través de numerosos escritos. Es en esta situación
que el Papa promulga una Bula el 15 de Junio de 1520 por la cual no aceptaba las ideas
de Lutero y lo invitaba a retractarse. Lutero respondió quemando el escrito papal en
un acto público. Ante este hecho, el Papa procedió a excomulgarlo junto con sus
seguidores mediante la Bula del 3 de Enero de 1521.

En ese entonces, fue designado Emperador de Alemania Carlos V, nieto de los Reyes
Católicos de España. El nuevo monarca deseaba desembarazarse de Lutero, pero
antes de tomar una decisión prefirió consultar a la Dieta Imperial. La Asamblea citó a
Lutero para el 4 de Abril de 1521 y le facilitó un salvoconducto pues vivía oculto,
protegido por el Elector de Sajonia. La Dieta se reunió en Worms. Lutero defendió sus
ideas y manifestó que se retractaría si lo refutasen con argumentos de las Sagradas
Escrituras. Al terminar la agitada reunión, el Emperador publicó el Edicto de Worms
por el cual se condenaba a Lutero a sus seguidores como herejes. Pero el fraile ya
había abandonado el recinto y se refugió en el Castillo de Wartburgo, propiedad del
Elector de Sajonia. Allí Lutero continuó sus escritos tradujo la Biblia al alemán y
organizó a la nueva Iglesia rebelde. En aquel retiro abandonó sus hábitos. Al cabo de
un año y al haber desaparecido el peligro de ser arrestado ya que existían numerosos
partidarios. Finalmente se trasladó a Wittenberg y allí vivió hasta su muerte, ocurrida
en el año 1546.

Una de las consecuencias del luteranismo fue el despertar de los sectores sociales
contra las autoridades, así es que se desencadenaron insurrecciones con todas las
características de una revolución social. En 1522 y 1523 los caballeros empobrecidos
que culpaban de sus miserias al clero debido a que poseían gran parte de la propiedad
territorial, se rebelaron enarbolando la bandera del luteranismo. El levantamiento,
finalmente, fue sofocado por las armas.

En 1524 y 1525 la insurrección de los campesinos y obreros bajo la inspiración de los


anabaptistas. Estos creían en la necesidad del “rebautismo”, en la persistencia de la
revelación y en las visiones. Constituían lo más extremo de las ideas de Lutero y
pretendían abolir la propiedad privada y establecer la comunidad de bienes.

Al principio, el movimiento tuvo todos los aspectos de una huelga destinada a dar
fuerza a las reclamaciones formuladas contra los patronos. Sin embargo, en 1525 la
agitación tomó carácter violento y los campesinos, bajo el liderazgo de Tomás Munzer,
saquearon e incendiaron Castillos y Monasterios.

La represión de los Nobles fue despiadada. Lutero se asustó por las consecuencias de
la insurrección, reaccionó mediante sus escritos, alentando a la Nobleza a “golpearlos,
estrangularlos y apuñalarlos en secreto o en público, para recordarles que nada puede
ser más ponzoñoso o diabólico que un hombre cuando se rebela”. Es obvio que las
palabras de Lutero estaban contradiciendo su propuesta de libertad religiosa. Los
campesinos habían sido defraudados por el fraile.

A pesar de la represión, los anabaptistas continuaron su lucha y en 1534 se apoderaron


de la Ciudad de Munster, en la Región de Westfalia. Establecieron un Gobierno,
pretendiendo una nueva Jerusalén. La experiencia duró un poco más de un año, ya que
fue reconquistada y ejecutados muchos de sus dirigentes. Finalmente, el grupo de los
anabaptistas se dividió en grupos como los cuáqueros y menonistas.

Influencia política

Como consecuencia de la acción de Lutero, la Iglesia alemana independiente pasó a


depender del Poder político. Pero dentro de la doctrina se encontraba un importante
instrumento que era el principio del libre examen. En la idea de Lutero eso era un
accesorio, pero los hechos convirtieron lo accesorio en principal. El libre examen se
impuso y la libertad religiosa se transformó en el fundamento de la libertad política.

Lutero estuvo adherido a la autoridad de los gobernantes y reconoció la santidad del


orden establecido. El punto central es si se debía o no obediencia pasiva al
gobernante, de si se tenía o no el derecho a resistir al gobernante injusto. Lutero se
inclina por la obediencia pasiva negando el derecho de resistencia. Sin embargo, el
posterior desarrollo de los hechos, hizo que el luteranismo tuviera que luchar por la
resistencia política como un medio para difundir la Reforma Religiosa.

Según George Sabine la doctrina de Lutero se basó en la justificación por la fe y el


sacerdocio universal de todos los cristianos, pero esta prédica no lo llevó a prescindir
de la autoridad y la disciplina eclesiástica, convirtiendo al gobierno secular en agente
de la Reforma. Por otra parte, bajo la presión de las circunstancias, se vio obligado a
defender a los gobernantes contra la Iglesia de Roma y la rebelión de los pueblos
propugnando el deber de obediencia.

El luteranismo vino a acrecentar la fuerza del Poder civil, toda vez que las Iglesias de
los Estados luteranos se convirtieron en dependencias del Poder político. La religión
ganó en espiritualidad, pero el Estado ganó en tener más Poder.
EL ESTADO MODERNO ABSOLUTA

El Marco Social, Cultural y Económico

El Renacimiento y la Reforma conmovieron las bases intelectuales y religiosas de la


Sociedad Medieval, originando las características de la Edad Moderna. La revolución
comercial se originó en las necesidades del intercambio mercantil entre las Ciudades
Italianas y las de Europa Septentrional; las inversiones de capital en la minería y la
navegación y el apoyo que las Monarquías nacionales brindaron a las actividades
comerciales. Se creó, así, una estructura dinámica en el que el lucro era el elemento
esencial. Los descubrimientos geográficos ofrecieron nuevas fuentes de recursos e
incitaciones para la competencia y expansión mercantil, dando origen al
establecimiento de Imperios Coloniales y convirtiendo al comercio en empresa
mundial.

Al acelerarse el tráfico de mercaderías y aumentar el volumen y la variedad de los


artículos, con la creciente afluencia de metales preciosos y disponibilidad dineraria, se
estimuló la demanda, desarrollándose la banca, el crédito y la organización de los
negocios.

Nació así el sistema de producción, distribución e intercambio que se conoce con el


nombre de Capitalismo, basado en la propiedad privada, la libertad de empresa, la
competencia y el lucro. La riqueza, gradualmente dejó de ser un medio para
transformarse en un fin en sí mismo. Los nuevos métodos de producción aplicados a la
industria del tejido de la lana y la fundición de metales hicieron nacer el asalariado
junto al trabajador a domicilio, con la declinación de los gremios de los artesanos. Se
empezaron adoptar sistemas monetarios uniformes y aparecieron las primeras
sociedades comerciales como ser la de acciones y las de responsabilidad limitada.

El desarrollo del comercio y la industria fue acompañado de la intervención del Poder


político en la Economía, con el fin de proteger y aumentar la producción y a la vez la
reserva de los metales preciosos, para asegurar a los Estados un balance comercial
favorable. Todos estos principios se tradujeron en la teoría económica llamada
Mercantilismo estando en vigencia entre los años de 1600 a 1700 a través de una
política proteccionista, cuyos instrumentos fueron los aranceles y los derechos a las
exportaciones.

En el plano social las transformaciones económicas y religiosas cristalizaron nuevas


formas de vida. La estructura social se hizo más flexible y disminuyó la importancia del
status heredado, siendo más importante la riqueza y el mérito. La movilidad y el
ascenso de una clase a otra, permitió llegar a la Nobleza a través del dinero, como
sucedió en Italia.
La presión de los cambios religiosos y económicos originó actitudes de independencia
y libertad sobre todo en la Burguesía, pero la situación de los asalariados se alteró
muy poco. Sucedía que la flexibilidad de la nueva estructura colocó en la base de la
escala social a los obreros de las Ciudades y a los campesinos, respecto de los cuales
apenas hubo una mejora. Su situación era de miseria. Las condiciones laborales
dentro de las cuales debían realizar sus trabajos y los bajos salarios hacían que no
podían alcanzar buenos medios de subsistencia.

La gravitación de la riqueza y de la acción personal en el ascenso social, acentuó una


tendencia al individualismo y provocó la necesidad de mostrar signos exteriores como
la magnificencia de la vestimenta, el exagerado cuidado personal, el lujo y el
dispendio. Sin embargo, continuó la superchería en la mente humana y solo se
atenuaron muy adentrada la Edad Moderna. Esto se prueba con la creencia de la
existencia de la hechicería y las persecuciones a la herejía.

El marco político del absolutismo

Durante toda la Edad Media se dan constantes el doble dualismo: primero entre el Rey
y el Pueblo y el segundo entre el Poder Temporal y el Poder Espiritual.

Su superación en un solo centro de Poder dio como resultado una nueva estructura, la
del Estado Moderno, concebido como unidad de asociación.

La lucha interna entre el Rey y la aristocracia feudal por la influencia de las Ciudades
concluye con el triunfo de la Monarquía, como resumen de todos los poderes,
alcanzando carácter absolutista con el advenimiento del Estado Nacional. Esta forma
de organización política es un largo proceso que tiene su propia fisonomía en cada
Estado particular. (ver los Estados Nacionales)

Herman Heller explica que el Estado Moderno, como forma de organización política, se
caracteriza por su unidad, presentando en su estructura un territorio, una comunidad
organizada, un Poder en quien se hace radicar la Soberanía y un Orden Jurídico. La
evolución que condujo al Estado Moderno consistió en que los medios reales de
autoridad y administración, que eran posesión privada, se convirtieran en propiedad
pública y en que el Poder de mando que se venía ejerciendo como un derecho del
sujeto se expropia en beneficio del Príncipe Absoluto primero y luego del Estado.

Esta Revolución comprende:

1) La creación de los Ejércitos permanentes


2) Creación de una Burocracia necesaria para la administración-
3) La planificación financiera y tributaria para solventar gastos.
4) El desarrollo del Capitalismo a fin de fortalecer el Poder político.
5) La formulación y la sanción de decisiones jurídicas obligatorias y
generales para todos formando un conjunto sistematizado, es decir las
leyes.
6) El monopolio de la fuerza a través de la policía.
Por cierto, que cada Sociedad en particular tuvo un desarrollo individual y distinto,
pero las constantes de ese desarrollo son similares.

En primer lugar, aparece el concepto de Soberanía, constituido en el fundamento de la


política moderna. En segundo lugar surge una Monarquía absoluta y centralizada,
sostenida por un cuerpo de funcionarios y un Ejército regular, no mercenario.

Pero para comprender este proceso es necesario destacar que para las Sociedades los
valores vinculados al Orden y la Seguridad eran considerados más importantes que la
Libertad. La Burguesía reclamaba estabilidad y protección para realizar sus
actividades. El Orden sólo podía lograrse mediante la centralización del Poder en
manos del Rey o del Parlamento, pero esos poderes debían ser ilimitados. Sin
autoridad ilimitada el gobernante estaba impedido de alcanzar e imponer la paz y
asegurar el Orden. Los valores supremos son así la paz, la seguridad, el orden. Los
desvalores son la guerra, la anarquía y el desorden.

Estos valores encontraron su expresión en la Teoría política a través de pensadores


como Jean Bodín y Tomás Hobbes. El Absolutismo era la respuesta política a la
situación de un tiempo de inseguridad y peligro.

Jean Budín

Nació en 1536 y falleció en 1596. Es el primer gran teórico del absolutismo


monárquico. En 1576 publicó “Los Seis libros de la República” considerado la primera
teoría jurídica del Estado.

Consideremos los puntos principales de su pensamiento político.

La República: El término República en su sistema de ideas equivale a Estado. Lo define


como “un recto Gobierno de varias familias y de lo que le es común, con potestad
soberana”. Resulta claro que Bodín entiende por República a la organización política en
general y que sus elementos son el Derecho, el Poder, la Familia, los intereses
comunes y la Soberanía. El elemento Derecho resulta del término “recto” usado en la
definición impregnando con el valor de la Justicia al Poder, comprendido dentro de la
expresión “Gobierno”. En su pensamiento, la organización política es, esencialmente,
un Gobierno recto, es decir, un Gobierno justo y legítimo, que actúa conforme a
Derecho y a continuación surge lo que para Bodín constituye la célula de la
organización: la familia. A su criterio la familia bien ordenada es la verdadera imagen
de la República. Para el autor francés la recta gobernación de la casa es el verdadero
modelo del Gobierno de la República. Pero las analogías entre el Poder político y el
Poder doméstico lo hacen incurrir en el error de no distinguir claramente entre la
familia y el Estado, por más que señala como características de la República la
existencia de un Poder soberano. Por lo tanto, no extraña que considere al padre como
“la imagen verdadera de Dios soberano y padre universal de las cosas”, exaltando el
poder paterno como condición para el imperio de la justicia y de la ley en el Estado.

La Soberanía: Para Bodín la Soberanía es un poder absoluto y perpetuo, que no


admite limitación temporal ni legal. La Soberanía es un Poder temporalmente
ilimitado, que no depende del consentimiento, ni está sometido a la ley. Lo que
caracteriza a la Soberanía es dar la ley a todos en general y a cada uno en particular,
sin el consentimiento del más grande ni del más pequeño. La ley puede anular la
costumbre y ésta no puede derogar aquella. Puede declarar la guerra, concertar la paz,
nombrar a los funcionarios, conocer en última instancia de las apelaciones, acuñar
moneda, y hasta ejercer el derecho de gracia. La Justicia es equidad, pero la ley
significa mando. La función legislativa es propia del Rey, tanto que la voluntad del Rey
es voluntad de la ley.

En Bodín, la Soberanía es una potestad absoluta y perpetua que no depende de


ninguna otra y no admite a ninguna otra competencia con ella. Así resulta que la
Soberanía es indivisible

La definición de Bodin tiene de notable que se eleva al concepto de Estado. Mientras


que anteriormente a él, la Soberanía sólo había sido considerada como un atributo
personal del Rey, pero con Bodin es, además un elemento constitutivo del Estado, en
el sentido de que el concepto de Estado no se encuentra realizado más que en los
países en los que existe una organización que contenga el ejercicio de una potestad
soberana. Bodin identifica Poder con Soberanía, es decir que hizo del concepto de
Soberanía una condición esencial del Estado. Pero en realidad la Soberanía no es otra
cosa que una cualidad del Poder, esto es, un carácter de la potestad del Estado y no
se confunde con ella. Bodín escribe en el Siglo XVI y le parece propio esa identificación
entre Poder y Soberanía. Incluso la enumeración de atribuciones enumeradas
anteriormente pueden ser facultades de un Estado no soberano.

En la concepción de Bodín, todo Estado supone la existencia de un Gobierno dotado de


potestad soberana. La Soberanía, según esto, no es pues la potestad del Estado, sino
una potestad que existe dentro del Estado. En este concepto se percibe claramente el
nexo que la une con la Teoría del Derecho Divino de los Reyes. Si la Soberanía
pertenece al Monarca, si es un atributo inherente a su persona en el sentido que tiene
un derecho propio de ser el órgano supremo del Estado, el monarca, así, se coloca por
encima de las leyes.

Por otra parte, es necesario tener presente que la Soberanía, si bien es absoluta, ello
no quiere decir que no se encuentre sometida al Derecho Natural y al Divino. Dice
expresamente Bodín : “Todos los soberanos de la Tierra se hallan sujetos a las leyes
divinas y naturales y no alcanza su Poder a contravenirlas, si no quieren ser culpables
ante Dios, ante cuya grandeza todos los Monarcas del Mundo deben bajar la cabeza
con sumo respeto “. Otras limitaciones consisten en que el Soberano no podría alterar
las leyes del Reino referidas a la sucesión de la Corona (Ley Sálica, por ejemplo) . Una
tercera limitación surge en que no se podía afectar la propiedad privada sin el
consentimiento de sus propietarios.

El Bien Común: Sobre este tema, leemos al mismo Bodín : “Pero además de la
Soberanía, es necesario que exista alguna cosa común y pública, como lo son el
dominio público, el tesoro público, los cimientos de la Ciudad, las calles, las murallas,
las plazas, los templos, los mercados, los usos, las leyes, las costumbres, la Justicia, las
recompensas, las penas y otras cosas semejantes que son comunes o públicas, pues no
existiría Republica si no hubiese ese algo público”-

Formas de Gobierno: siguiendo su criterio existen tres clases, según que la Soberanía
sea ejercida por uno, por varios o por todo el pueblo y que son respectivamente la
Monarquía, la Aristocracia y el Estado popular. La mezcla de las tres Formas de
Gobierno, no forma una especie particular. Es simplemente, el Estado popular, porque
la Soberanía es indivisible y no puede repartirse entre los distintos cuerpos del Estado.
Quien hace la ley en definitiva, es el pueblo. Cada una de estas especies de Gobierno
tiene sus principios, que hacen a la unidad, proporción e igualdad. Bodín exalta las
bondades de la Monarquía. Además del beneficio que reporta la unidad de la
Soberanía, el Gobierno en manos de un solo Jefe asegura la proporción armónica
dentro del Estado, comprendiendo a la igualdad y a la semejanza, principios que sirven
de base, respectivamente, a la Democracia y a la Aristocracia.

Climas: Otra de las cuestiones incluidas por Bodín en su obra se refiere a los climas. Es
necesario, dice, que el prudente Gobernador de un pueblo conozca bien el humor del
mismo. Antes de intentar cualquier cosa o cambio en el Estado o en las leyes, es
necesario acomodarse al humor de los ciudadanos, a la naturaleza de los lugares y de
las personas. Acota que nada impide que se deban diversificar los Estados, conforme a
la diversidad de los lugares y las personas.
Thomas Hobbes

Introducción: Jean Bodín es la gran figura del absolutismo del Siglo XVI. En el Siglo XVII
es Thomás Hobbes la figura que lleva al absolutismo en forma extrema. Este autor
nació en 1588 y falleció a los noventa y un años en 1679. Entre sus escritos, su obra
cumbre es El Leviathán escrita en 1651. Leviathán , en realidad, es un monstruo
bíblico que aparece en el libro de Job, gobernando el caos inicial. En el pensamiento de
Hobbes, y así aparece en la tapa del libro, es un hombre artificial compuesto por
infinidad de hombres, una especie de gigante coronado, que todo lo domina sobre la
tierra

Hobbes señala que la naturaleza es el arte con que Dios ha hecho y gobierna el mundo.
La naturaleza está imitada por el arte del hombre y éste puede crear un animal
artificial. Gracias al arte se crea ese gran Leviathán que llamamos Estado o República,
que no es sino un hombre artificial, aunque de mayor estatura y robustez que el
natural para cuya protección y defensa fue instituido. La Soberanía es un alma
artificial que da vida y movimiento al cuerpo entero; los magistrados y otros
funcionarios de la judicatura y del Poder Ejecutivo son los nexos artificiales; la
recompensa y el castigo hacen que los funcionarios cumplan su deber y constituyen
los nervios que hacen lo mismo en el cuerpo natural; la riqueza y la abundancia de
todos los miembros particulares son su potencia; los consejeros que informan sobre
las cosas que se precisan, son la memoria; la concordia es la salud; la sedición es la
enfermedad y la guerra civil, es la muerte.

Tiene una concepción pesimista de la naturaleza humana, a la que considera egoísta,


insaciable, guiada por el interés y la utilidad, con tendencia instintiva a la dominación
y a la guerra. El Estado de Naturaleza es, para él, un Estado de guerra

Los hombres son iguales por naturaleza y tienen igual derecho sobre todas las cosas
necesarias para la conservación de la vida, pudiendo usar de todos los medios sin más
limitación que la utilidad. La igualdad absoluta y el derecho sobre todas las cosas hace
del Estado de Naturaleza, un Estado de guerra de todos contra todos.

El hombre no es un ser social por naturaleza, sino por accidente. Su inclinación natural
es la dominación, la guerra. Por egoísmo se asocia a los otros hombres, no buscando
sino su propio bien

El Estado de naturaleza es un Estado de guerra universal, de inseguridad y temor


perpetuos, bajo el imperio del Derecho Natural, en virtud del cual cada uno se
encuentra en libertad de usar su poder contra todos para conservar su vida y proteger
a los demás. Pero la ley natural pone límites al Derecho Natural, ya que impone como
necesidad buscar la paz, mediante la renuncia recíproca del derecho absoluto sobre
todas las cosas, observando las convenciones o pactos contraídos, que tienen así
carácter inviolable.

El tránsito del Estado de Naturaleza al Estado político se funda en la ley natural y se


produce, no por simple renuncia, sino por un contrato celebrado por cada uno de los
demás, que contiene la promesa o pacto por el cual recíprocamente abandonan sus
derechos naturales. El temor de matarse unos a otros es, pues, lo que ha llevado a los
hombres vivir en Sociedad. Esta requiere necesariamente la institución de un Poder
irresistible que garantice a todos la ejecución de ley natural.

De este párrafo que acabamos de explicar se deducen tres leyes naturales. La primera
es que cada hombre debe esforzarse por la paz y cuando no tiene la esperanza de
obtenerlo, deberá utilizar las ayudas y ventajas de la guerra. La segunda ley natural
consistirá en desprenderse del derecho a la libertad con la condición que el otro haga
lo mismo. O sea, que la mutua transferencia derivará a lo que los hombres llaman
contrato. De la segunda ley natural, que nos obliga a transferir a otros aquellos
derechos que perturban la paz de la humanidad, Hobbes deduce una tercera ley y que
consiste que los hombres cumplan los pactos que han celebrado. En esta ley natural
reside la Justicia. La injusticia no es otra cosa que el incumplimiento de un pacto. De
ahí que deba existir un poder coercitivo que compele a los hombres al cumplimiento
de sus pactos, Poder que no existe antes de erigirse en Estado. Donde no existe un
Estado no hay propiedad, todos los hombres tienen derecho a todas las cosas y por
tanto donde no hay Estado, nada es injusto.
El Estado: En el pensamiento de Hobbes el fin del Estado es la seguridad. Los hombres,
deseosos de abandonar ese Estado Natural de guerra de todos contra todos movidos por el
egoísmo, renuncian a sus derechos y construyen un Poder que los tenga a raya y los sujete, por
temor al castigo. Expresa Hobbes que el único camino para construir semejante Poder, capaz
de defenderlos contra la invasión de los extranjeros y contra las injurias ajenas, es otorgar todo
su Poder y fortaleza a un hombre o a una Asamblea de hombres. Esto equivale a decir: elegir
un hombre o una Asamblea que represente su personalidad y que cada uno considere como
propia y se reconozca a sí mismo como autor de cualquier cosa que haga o promueva quien
representa su persona.

Ninguna cosa que haga el Soberano puede constituir injuria para ninguno de sus súbditos.
Nada que haga un Soberano puede ser castigado por sus súbditos, ya que el Soberano es el
único juez de lo que es necesario para mantener la paz y la seguridad de sus súbditos. Es
inherente a la Soberanía, el poder de censura, instituir normas sobre la propiedad, hacer la
guerra y la paz con otras Naciones, fijar las cantidad de fuerzas que deben ser reunidas,,
armadas y pagadas y que con ese fin establezca cuánto se ha de recaudar de los súbditos para
sufragar los gastos necesarios, también elije a sus consejeros y Ministros, concede honores,
privilegios y preeminencias. Hobbes sale al paso de la objeción de que tal poder absoluto
aniquila o cuanto menos torna insoportable la vida. Puede objetarse que la condición de los
súbditos es muy miserable, ya que están sujetos a los caprichos y otras irregularidades que
pueda cometer el Soberano. Sin embargo, esto es preferible ante el horror de una guerra civil
o de la anarquía.
Formas de Gobierno: Las diferentes Formas de Gobierno son sólo tres: Monarquía, Aristocracia
y Democracia, según si el Poder soberano está en manos de un hombre, de una parte de una
Asamblea o de toda una Asamblea. Ni la tiranía ni la oligarquía son Formas de Gobierno, sino
las mismas formas mal interpretadas. Hobbes como Bodín, se muestra partidario de la
Monarquía.

Hobbes distingue entre el estado por Institución, aquél en que el Poder Soberano se origina en
el contrato y el Estado por adquisición, que es el que se toma por la fuerza, por el temor a la
muerte o a la servidumbre. Los derechos y consecuencias de la Soberanía son los mismos en
ambos casos

Libertad de los súbditos: Distingue entre libertad natural y libertad civil. La primera puede
definirse como la ausencia de oposición, es decir, de impedimentos externos para el
movimiento. La libertad consiste, así, en que el hombre no encuentra obstáculo para hacer lo
que tiene voluntad. Deseo o inclinación de llevar a cabo. En cambio, la libertad civil radica
solamente en aquellas cosas en que la regulación de sus acciones ha predeterminado el
Soberano, por ejemplo, contratar conforme a la ley, elegir residencia, etc.

No obstante esta particular concepción de la libertad humana, Hobbes señala algunas cosas
que, aún ordenadas por el Soberano, puede el súbdito negarse a hacerlas sin que cometa
injusticia. Así es que, el súbdito no hará nada que atentase a su vida, por ejemplo, si el
Soberano le ordena a un hombre que se mate, hiera o mutile a sí mismo, que se abstenga del
uso de alimentos, de la medicina o de cualquier otra cosa semejante. También se incluye aquí
que nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo.

La obligación de los súbditos respecto del Soberano se comprende que ha de durar lo que dure
el Poder mediante el cual tiene capacidad para protegerlos

La Ley Civil: Se la define como aquellas reglas que el Estado ha ordenado de palabra o por
escrito o con otros signos suficientes de la voluntad, para que las utilice en distinguir lo justo
de lo injusto, es decir para establecer lo que es contrario y lo que no es contrario a la ley.

Nadie puede hacer leyes sino el Estado. Y quien en ellos legisla es el Soberano, ya sea un
hombre o una Asamblea. Nadie puede abrogar una ley establecida por el Soberano. Una ley
para ser abrogada sino por otra ley que prohíba ponerla en ejecución y el Soberano de un
Estado no está sujeto a las leyes civiles, ya que teniendo el Poder para hacer y revocar las
leyes, puede cuando guste, liberarse de esa ejecución haciendo otras nuevas.

La interpretación de la ley, lo hacen los jueces y ella es auténtica porque dicta una sentencia
por autorización del Soberano, con lo que la sentencia pasa a serlo del Soberano y que termina
siendo ley para los litigantes.

En cuanto a las condiciones requeridas para ser un buen Juez, se necesita: 1) una correcta
interpretación de la ley natural 2) el desprecio por las innecesarias riquezas 3) estar despojado
en el juicio de todo temor, miedo, amor, odio y compasión y 4) paciencia para oir, atención
diligente en escuchar y memoria para aplicar lo que se ha oído.

Enfermedades del Estado: los Estados sufren de enfermedades y se encuentran sujetos a


perecer. Entre esas enfermedades Hobbes cita varios ejemplos: 1) Un hombre para obtener un
Reino, se conforma aveces con menos Poder del necesario para la paz y la seguridad del
estado,, se padece, entonces, en insuficiencia en el Poder soberano 2) Otra sería, las doctrinas
perniciosas que son sediciosas, como las que el hombre discute el deber de obediencia 3)
Según Hobbes, una de las doctrinas más graves es la sostiene que el que quien tiene el poder
Soberano está sujeto a las leyes civiles, porque se pretende colocar por encima del Soberano a
las leyes, lo que equivale hacer un nuevo Soberano. 4) Otra es la que afirma que cada hombre
particular tiene una propiedad absoluta en sus bienes, y de tal índole que excluye el derecho
del Soberano, porque quien tiene la propiedad la tiene merced al poder soberano sin cuya
protección, la propiedad no existiría 5) Dividir el Poder no es otra cosa que disolverlo, porque
los Poderes divididos se destruyen unos a otros. 6) Hobbes también advierte sobre las lecturas
de Política y de Historia y es por eso que Una Monarquía no debe permitir que tales libros
sean leídos públicamente sin someterlos a censura previa para eliminar el veneno que tales
libros contienen.

Hobbes alude a la disolución del Estado. Cuando en una Guerra, exterior o intestina, los
enemigos logran una victoria final, entonces, el Estado queda disuelto y cada hombre queda
en libertad de protegerse a sí mismo pasando a otro Soberano.

Finalmente, Hobbes hace consideraciones finales hacia el Estado, sugiriendo consejos y


advertencias al Soberano para cumplir con su misión.

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