Está en la página 1de 3

AZUL Y DORADO ARAMÍS QUEREVALÚ

LHS

Libre, me volviste libre

En tus aulas logré encontrar mi libertad

Leyendo, en tu biblioteca

Poco a poco fuiste bordando mis alas

De azul y dorado, como tú.

Entre los himnos de tu capilla

Busqué a Aquél que siendo todo

Me invitaba a ser una con Él

Y abrí mis brazos

Y en tu regazo

Hallé Su Amor inigualable y fiel.

Salí, sufrí, lloré

Me forjé un destino

Sin dejarte atrás,

Otra madre me acunó

Su abrazo también me nutrió

Pero fue en tu cuna

Donde comencé

Hoy en mi ocaso,

El oro de tu antorcha

Me ve de nuevo volver

A entregarte a la sangre de mi sangre

Para que de nuevo tejas en él.


María Alvarado

Mujer

Voz

Precursora

Antorcha redentora

De tu sexo y tu ser

Inconforme constante

Educadora,

Amiga

Amante rebelde

De la libertad

Con propósito

Luchadora

Ante todo y por todos

El indígena, el niño y

La Mujer.

Tu nombre adoré

Sin conocerte

Luego lo que significabas

Me hizo buscarte

Y saber

Hoy somos conocidas

Que se tocan

A través del tiempo

Y tu fuego me quema

Y me lleva a crecer.
Rosado

Color satanizado

Vilipendiado

Por fanatismos “de género”

Rosado si,

Como mis recuerdos,

Mis hermanas

Mi mandil.

La vida es ahora

37 años después.

Sonríes permanente

Ajeno a la vileza

Que te amenaza

Habiendo sido el primero

En 1976

En vestir por igual

A tus hijos e hijas

Rosado mío

Rosado siempre

Viviendo ahora

En mi nieta,

Para volverte a ver.

También podría gustarte