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La Actividad Administrativa

Definición Es aquella en la cual el Estado satisface intereses colectivos o individuales en


forma directa o inmediata. Es una actividad típicamente instrumental de la administración
pública, es una forma de comunicación. Vinculación de la legalidad formal, de forma
imperativa, es decir, el acto administrativo debe ser conforme a la ley, la administración
pública siempre debe actuar conforme a lo que dice la ley, sin contrariedad. La
discrecionalidad es un poder que tiene la administración para valorar los intereses
colectivos.

Función Administrativa:

Función administrativa del estado es aquella que provee a la satisfacción de las


necesidades colectivas, y permanente y actúa sobre el presente. El estado ejerce la
función administrativa como gestor de interés público, a través de la cual las personas
jurídicas estatales entran enrelación con las particulares, como sujeto de derecho. Todos
los órganos del estado puede cumplir la función administrativa, como por ejemplo la A.N,
al autorizar diversos órganos oactos ejecutivos al dictar los actos relativos a su personal.

Régimen Jurídico

: Este viene dado por la Constitución Bolivariana de Venezuela en su artículo 137 y la Ley
Orgánica de Procedimiento Administrativo LOPA. La Constitución Nacional en su artículo
141 reza La administración pública está al servicio de los ciudadanos y ciudadanas y se
fundamentan en los principios de honestidad, participación, celeridad, eficacia, eficiencia,
transparencia, rendición de cuenta y responsabilidad en el ejercicio de la función pública,
con sometimiento pleno a la ley y al derecho.

Principios que forman la actividad administrativa

: De acuerdo con el artículo 141 de la Constitución, la Administración Pública se


fundamenta en "los principios de honestidad, participación, celeridad, eficacia, eficiencia,
transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de la función pública,
con sometimiento pleno a la ley y al derecho". Estos mismos principios los repite el
artículo 12 de la LOAP al precisar que la actividad de la Administración Pública se
desarrollará con base a los principios antes mencionados.

Principio de Legalidad:
El principio de la simplicidad: El artículo 12 de la LOAP dispone que la simplificación de los
trámites administrativos será tarea permanente de los órganos y entes de la
Administración Pública, así como la supresión de los que fueren innecesarios, todo de
conformidad con los principios y normas que establezca la ley correspondiente. Este
principio tiene el objeto de racionalizar los trámites que realizan los particulares ante la
Administración Pública, mejorar la eficiencia, pertinencia y utilidad, a fin de lograr mayor
celeridad y funcionalidad en las mismas; reducir los gastos operativos; obtener ahorros
presupuestarios; cubrir insuficiencias de carácter fiscal y mejorar las relaciones de la
Administración Pública con los ciudadanos.

Principio de información general (Internet): A fin de dar cumplimiento a los principios


establecidos en la LOAP, ésta dispone (art. 12) que los órganos yentes de la Administración
Pública deberá utilizar las nuevas tecnologías que desarrolle la ciencia, tales como los
medios electrónicos, informáticos y telemáticos, para su organización, funcionamiento y
relación con las personas. Para ello cada órgano y ente de la Administración Pública debe
establecer y mantener una página en la Internet, con toda la información que se considere
relevante (misión, organización, procedimientos, normativa que lo regula, servicios que
presta).

Principio de publicidad de los actos generales: Todos los reglamentos, resoluciones y actos
administrativos de carácter general dictados por la Administración Pública deberán ser
publicados, sin excepción, en la Gaceta Oficial de la República, según el caso, en el medio
de publicación oficial del Estado, Distrito Metropolitano o Municipio correspondiente (art.
13). La norma recoge el principio general del comienzo de la eficacia de los actos
administrativos de efectos generales (normativos) o de carácter general (destinados a
varios sujetos de derecho), sujetándolo a la publicación en la Gaceta Oficial.

Principio de la sujeción a los planes, metas y objetos: Los órganos yentes de la


Administración Pública, en su funcionamiento, deben sujetarse a las políticas, estrategias,
metas y objetivos que se establezcan en los respectivos planes estratégicos y compromisos
de gestión. Igualmente se deben ceñir a la actividad desarrollada por las unidades
administrativas de apoyo técnico y logístico se debe adaptara la de aquellas (art. 19).

Principio de la eficacia: Los entes de la Administración Pública debe perseguir el


cumplimiento eficaz de los objetivos ymetas fijados en las normas, planes y compromisos
de gestión; (art.19); así como la evaluación y control del desempeño institucional y delos
resultados alcanzados (art. 189).

Principio de la adecuación de los medios financieros a los fines: La asignación de recursos a


los órganos y entes de la Administración Pública se debe ajustar estrictamente a los
requerimientos de su funcionamiento para el logro de sus metas yo bjetivos. En todo caso,
el funcionamiento de la Administración Pública debe propender a la utilización racional de
los recursos humanos, materiales y presupuestarios. (art. 20). Por otra parte el artículo 21
de la LOAP establece el tamaño y la estructura organizativa de los órganos y entes de la
Administración Pública deben ser proporcionales y consistentes con los fines y propósitos
que les han sido asignados, así como proponer a la utilización racional de los recursos del
Estado.

El principio de privatización: En los casos en que las actividades de los órganos y entes de
la Administración Pública, en ejercicio de potestades públicas que por su naturaleza lo
permitan, fueren más económicas y eficientes mediante la gestión del sector privado o de
las comunidades, dichas actividades deber ser transferidas a éstos, de conformidad con la
ley, reservándose la Administración Pública la supervisión, evaluación y control el
desempeño y de los resultados de la gestión transferida (art. 20).

Principio de coordinación: Conforme al artículo de la LOAP, las actividades que desarrollen


los órganos y entes de la Administración Pública deben estar orientadas al logro de los
fines y objetivos del Estado, para lo cual deben coordinar su actuación bajo el principio de
unidad orgánica.

Principio de cooperación: Conforme al principio del artículo136 de la Constitución,


Administración Pública Nacional, la de los Estados, la de los Distritos Metropolitanos y la
de los Municipios deben colaborar entre sí y con las otras ramas de los Poderes Públicos
en la realización de los fines del Estado (art.24).

Actividad administrativa realizada por órganos competentes conforme al principio de


legalidad:

Es la potestad o la aptitud legal de un órgano para ejercer las atribuciones, las facultades
o competencias atribuidas por la Ley, ese órgano actúa porque la Ley así se lo permite,
recuerden que la competencia en Derecho Público es la excepción, de tal manera que es
necesario que la Ley le de la autoridad administrativa, la potestad de actuar, si la Ley no
selo permite, pues lógicamente que ese órgano NO lo puede hacer. Son reglas bastantes
rígidas dentro de la Administración pública. Está determinado por diversos factores como
son: la materia, territorio y la jerarquía, todos factores fundamentales que van a
determinar que un órgano está actuando dentro del rango competitivo. El Nº 7 del art. 18
de la LOPA, hay algunas situaciones en las cuales el funcionario público no posee en
primera instancia, la competencia, sino que posterior le es otorgada o es desviada la
competencia hacia esa persona que va a ejecutar el Acto Administrativo, aquí en este caso
estamos hablando de una situación muy particular, en principio quien debe realizar el acto
es quien posee por ley la atribución, la facultad, la competencia, pero hay situaciones
excepcionales a través del cual otra persona lo puede hacer, siempre y cuando suceda lo
que el mismo Nº 7establece que es lo referido a la delegación, esta es una de las formas
de desviación de la competencia a los efectos de aligerar la actividad administrativa, esto
tiene mucho que ver con la administración centralizada y descentralizada. Una de las
características de la competencia es: Es improrrogable, es indelegable y es irrenunciable,
quien en principio tiene esa atribución no la puede entregar, salvo en los casos
expresamente previstos en la Ley. Ej. Delegación de poder y delegación de firmas
(desviación de competencias) el órgano tiene que identificar el acto a través del cual se le
atribuyo esa competencia.

Noción general del principio de legalidad

La Administración Pública se organiza y actúa de conformidad con el principio de


legalidad, por el cual la asignación, distribución y ejercicio de sus competencias se sujeta a
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, a las leyes y a los actos
administrativos de carácter normativo, dictados formal y previamente conforme a la ley,
en garantía y protección de las libertades públicas que consagra el régimen democrático a
los particulares.

En este sentido, podemos observar que este principio consagrado constitucionalmente,


tiene carácter restringido por lo que los órganos del Poder Público solo pueden hacer lo
que la Constitución y la Ley lo autoricen; siendo esto reiterado por la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos en su artículo 7, el cual señala:

Se entiende por acto administrativo, a los fines de esta ley, toda declaración de carácter
general o particular emitida de acuerdo con las formalidades y requisitos establecidos en
la ley, por los órganos de la administración pública. Visto esto, se puede aseverar que
nuestra Carta Magna garantiza el sometimiento de la administración pública al principio
de legalidad, tanto en relación a las normas que rigen su propia organización, como al
régimen jurídico, el procedimiento administrativo y el sistema de responsabilidad; ya que
establece los principios que influyen en la actuación administrativa y garantizan el
sometimiento pleno a la Ley y al Derecho.

En nuestro país el principio de legalidad es también llamado principio de la competencia o


bloque de la legalidad, por lo que la jurisprudencia reiterada a plasmado una concepción
más amplia, definiéndolo como: la actividad del Estado y de todas las personas que dentro
del mismo ejercen funciones públicas, debe estar estrictamente ceñida a las facultades
que expresamente se le señalen: Cualquier extralimitación en el ejercicio de esas
atribuciones, vicia de ilegalidad el acto de que se trate, y su nulidad debe ser declarada si
así fuere solicitada. Este es el principio de legalidad sobre el cual descansa el Estado de
Derecho.

Por otra parte establece: constituye la legalidad uno de los principios fundamentales que
informan el Derecho Administrativo. Se entiende con ello que la Administración está
obligada a someter todos sus actos a las prescripciones de la ley, a objeto de garantizar la
posición de los particulares frente a aquélla. En esa perspectiva, encontramos que el
sometimiento de la autoridad administrativa a la ley hoy trasciende de ser sólo un
principio, constatándose su consagración en texto expreso. De allí que el artículo 7 de la
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos ordene la sujeción de todos los actos
administrativos a las formalidades y requisitos establecidos en la ley.

Podemos hablar en este caso, que la jurisprudencia ratifica en todo momento el


sometimiento de la Administración Pública al principio de legalidad; asimismo, la doctrina
patria en este aspecto, es consecuente, considerando por ejemplo lo siguiente:

Allan Randolph, Brewer Carías: “Las autoridades administrativas deben actuar con
respecto a la Constitución, la ley y el derecho dentro de las facultades que le estén
atribuidas y de acuerdo con los fines para los cuales le fueron conferidas. Todas las leyes
de procedimiento administrativo puede decirse que refuerzan el principio dela legalidad
para garantizar el sometimiento de la Administración a la totalidad de las fuentes del
derecho; principio que se puede analizar comparativamente, desglosando en cuatro otros
principios fundamentales: el principio de sometimiento de la Administración al derecho; el
principio de la jerarquía, que por vía interpretativa de las leyes permite afianzar la
legalidad, los principios de organización administrativa que configuran también un marco
de legalidad; y por último, el principio de los límites dela discrecionalidad, es decir, la
reducción de la arbitrariedad que también encuentra consagración positiva”.

En la obra “Las Instituciones Fundamentales del Derecho Administrativo y Jurisprudencia


Venezolana, el autor señala que el principio de legalidad, es el signo común y
característico de los sistemas jurídicos contemporáneos y que la noción de Estado de
Derecho implica la noción de legalidad. Indica que el principio es nada más que una
enunciación de la teoría de las normas, adoptando el autor la tesis de la escuela
gradualista según la cual (MERKL-KELSEN) afirman que las funciones del Estado son
fundamentalmente dos: la legislación como ejecución de la Constitución y la ejecución (de
la legislación) que comprende dos especies; la justicia y la administración siendo esta
última definida con el concepto negativo de que todo lo que no es legislación o justicia, es
administración”.

Según Brewer Carïas, para el juez el principio de legalidad es más amplio que el de
constitucionalidad que está sometido el legislador. Entiéndase que la decisión judicial es
una determinación con fuerza de verdad legal, lo que en el caso concreto es Derecho,
según una norma jurídica.

Fundamento Constitucional

La norma suprema en nuestro país es la Constitución y es la base de todo el sistema


jurídico por disposición.

En Venezuela el principio de legalidad se encuentra consagrado primeramente en el


artículo 137 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual reza: “Esta
Constitución y la ley definen las atribuciones de los órganos que ejercen el Poder Público,
las cuales deben sujetarse las actividades que realicen”.
Con base a lo anterior, Tena Ramírez sostiene “Así es como la supremacía de la
Constitución responde, no sólo a que ésta es la expresión de la soberanía, sino también a
que por serlo está por encima de todas las leyes y de todas las autoridades; es la ley que
rige las leyes y que autoriza a las autoridades. Desde la cúspide de la Constitución, que
está en el vértice de la pirámide jurídica, el principio de legalidad fluye a los poderes
públicos y se trasmite a los agentes de la autoridad, impregnándolos de toda seguridad
jurídica, que no es otra cosa sino constitucionalidad”.

Asimismo, el artículo 4 de la Ley Orgánica de la Administración Pública establece: “La


Administración Pública se organiza y actúa de conformidad con el principio de legalidad,
por el cual la asignación, distribución y ejercicio de sus competencias se sujeta a la
Constitución dela República Bolivariana de Venezuela, a las leyes y a los actos
administrativos de carácter normativo, dictados formal y previamente conforme a la ley,
en garantía y protección de las libertades públicas que consagra el régimen democrático a
los particulares”.

En este sentido, podemos observar que este principio consagrado constitucionalmente,


tiene carácter restringido por lo que los órganos del Poder Público solo pueden hacer lo
que la Constitución y la Ley lo autoricen; siendo esto reiterado por la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos en su artículo 7, el cual señala: “Se entiende por acto
administrativo, a los fines de esta ley, toda declaración de carácter general o particular
emitida de acuerdo con las formalidades y requisitos establecidos en la ley, por los
órganos de la administración pública”.

Visto esto, se puede aseverar que nuestra Carta Magna garantiza el sometimiento de la
administración pública al principio de legalidad, tanto en relación a las normas que rigen
su propia organización, como al régimen jurídico, el procedimiento administrativo y el
sistema de responsabilidad; ya que establece los principios que influyen en la actuación
administrativa y garantizan el sometimiento pleno a la Ley y al Derecho.

Limitaciones al principio de legalidad

Cuando se examina el principio de legalidad, se advierten dos tipos de intereses que se


hallan en conflicto en el desarrollo de la actividad administrativa: de un lado, la necesidad
de salvaguardar los derechos delos administrados contra los eventuales abusos de la
administración; y del otro lado, la necesidad de dotar a ésta de un margen de libertad de
acción.

Entre otros medios de asegurar a los administradores un margen de libertad, se ha


concebido la teoría de los poderes discrecionales, la teoría de las circunstancias
excepcionales, y, en fin, la de los actos de gobierno. Estas tres teorías constituyen límites a
las consecuencias del principio de legalidad.

Teorías de los Poderes Discrecionales y de los Actos de Gobierno


Hay poder discrecional siempre que una autoridad actúe libremente, sin que su conducta
le sea dictada de antemano por una regla de derecho. El poder ejecutivo ejerce poderes
discrecionales y esta determinación no puede ser sometida a ningún control jurisdiccional.

Se dice también que existe un Poder Reglado siempre que, frente a ciertas circunstancias
de hecho, la autoridad está obligada a tomar una decisión, señalada por la Ley, sin libertad
para escoger entre varias posibles soluciones, pudiendo decirse que en tales casos que la
conducta le está dictada de antemano por el derecho. Ejercen poderes reglados los
administradores de rentas, los rectores de las universidades del Estado, los funcionarios
encargados de expedir certificados de solvencia de un impuesto o tasa, el registrador de la
propiedad industrial, entre otras... En todos estos casos, el funcionario actúa, en
cumplimiento de una pauta legal, sin libertad alguna de elección.

Puede advertirse que la administración conserva un mínimo de facultades discrecionales,


aunque sólo sea para la elección del momento, esto es, la libertad de apreciar, según las
necesidades del servicio, cuándo podrá adoptar una decisión que no puede evitar. El
poder discrecional debe emanar del propio ordenamiento jurídico, de la regla expresa de
la Ley, y no de la ausencia de la norma aplicable. Según Balbé “La potestad discrecional no
se funda en ausencia de preceptos jurídicos que limitan la actividad de la administración
sino en la atribución por el derecho de una libertad de apreciación”.

Hace algunas décadas se establecía la división de las decisiones dela autoridad


administrativa en actos reglados y actos discrecionales o depura administración. Respecto
a éstos, no era admisible ninguna objeción fundada en irregularidad jurídica; tales actos,
por la naturaleza particular que se les atribuía, estaban libres de todo control de legalidad.
No eran susceptibles de ser impugnados ante ningún tribunal: gozaban de inmunidad
jurisdiccional.

HAURIOU observa que en realidad todos los actos de la administración encierran un poder
discrecional, y que, en consecuencia, es preciso examinar en el fondo si en el caso
contemplado la administración ha excedido sus poderes, pues no puede sostenerse al
inadmisibilidad de todo recurso jurisdiccional respecto al acto.

Hoy en día la categoría de los actos discrecionales ha desaparecido completamente, en el


sentido de que no constituye una causa para la negativa de control jurisdiccional. Los actos
para los cuales la administración pública dispone de un amplio poder discrecional, no
escapan al control de la legalidad, esos actos pueden ser ilegales y ser declarados nulos
por incompetencia del órgano, vicios de forma, inexistencia de los motivos alegados o
desviación de poder.

Teoría de los actos de Gobierno

Según esta teoría, el principio de legalidad sufre otra importante restricción: ciertos actos
cumplidos por las autoridades administrativas, denominados Actos de Gobierno, no son
susceptibles de ningún recurso ante los tribunales, ni para obtener su anulación, ni para
pedir la indemnización de los daños y perjuicios causados por tales actos administrativos.

Teoría de las Circunstancias Excepcionales

Esta teoría fue forjada en el Consejo de Estado Francés, que acepta la validez de ciertas
decisiones de la administración, que aunque contrarias a las reglas legales, aparecen
plenamente justificadas en ciertas circunstancias, en vista de la necesidad de asegurar el
mantenimiento del orden público y el funcionamiento de los servicios públicos.

Vicios

Error Esencial: Cuando se excluye la voluntad de la Administración (error en la persona,


error en el objeto).

a. Dolo: El dolo es toda acepción de lo que es falso o disimulación de lo que es verdadero.


El dolo difiere del error en que es intencional. Para que el dolo ocasione la invalidez del
acto administrativo debe ser grave y determinante de la acción del agente. Sea que el dolo
fuera propio del agente o del administrado o de ambos, el acto administrativo resultará
nulo de nulidad absoluta.

b. Violencia física o moral: La violencia que se ejerce sobre el funcionario puede ser física
o moral, aun cuando esta última va acompañada de actitudes que pueden hacer presumir
una violencia física. En uno u otro supuesto de violencia ejercida sobre el agente, el acto
resultará nulo de nulidad absoluta si, a causa de ello, la voluntad de la Administración ha
quedado excluida.

c. Simulación absoluta: Cuando ninguno de los elementos resultan veraces.

Vicios específicos de los actos administrativos

a. Incompetencia: Puede ser por razón de: Territorio: Se produce si el órgano


actuante excede el ámbito físico dentro del cual debe ejercer su competencia.
Materia: El órgano administrativo debe realizar las funciones que específicamente
le competen, debe actuar dentro de la esfera de competencia que le corresponde.
La competencia de cada órgano de la Administración Pública está señalada por la
norma. Si un órgano administrativo dictara un acto con contenido judicial, o si
invadiera la esfera de atribuciones pertenecientes a otro órgano de la
Administración, dicho acto sería nulo de nulidad absoluta.
Tiempo: Se produce si el agente decide antes (todavía no asumió) o después (ya
cesó en sus funciones) del tiempo en que su decisión hubiera sido válidamente
posible.
Grado: El inferior jerárquico no puede dictar un acto quesea de la competencia del
superior, ni el superior dictar, en principio, alguno que fuera de la exclusiva
competencia del inferior por razones técnicas.
b. Falta de causa: Cuando el acto se dicta prescindiendo de los hechos que le dan
origen o cuando se funda en hechos inexistentes o falsos.
c. Falta de Motivación: Si el acto está fundado en elementos falsos es arbitrario y
por ello nulo. También es nulo de nulidad absoluta el acto ilógicamente motivado,
es decir cuando se obtiene una conclusión que no tiene nada que ver con el
argumento que se utiliza. La omisión de la motivación da origen a la nulidad
absoluta, ya que no sólo se trata de un vicio de forma sino también de un vicio de
arbitrariedad.
d. Vicios en el Objeto: Cuando el acto tuviera un objeto que nofuera cierto, o
cuando se tratara de un acto física o jurídicamente imposible.
e. Vicio en la finalidad o desviación de poder: Cuando el acto se ha dictado con
un fin distinto al previsto por el legislador. Para que ocurra la desviación de poder
debe haber una autoridad administrativa con competencia, que haga uso de poder
para un fin distinto del conferido por la ley. Entre los supuestos de desviación de
poder pueden estar los siguientes:
 Que el agente actúe con una finalidad personal;
 que los actos sean realizados con el objeto de beneficiar a terceros;
 que el fin perseguido sea de interés general pero distinto del fin preciso
que la ley asigna al acto (cuando el poder de policía se usa no para
mantener el orden sino para aumentar los recursos de la comuna).

Vicios en las formas esenciales: Cuando se incurre en vicios graves respecto de los procedimientos
que deben seguirse o cuando hay falta absoluta de forma exigida por la ley para la exteriorización
del acto.

1. Anulabilidad: Son anulables los actos administrativos regulares con vicios leves,
que no impiden la existencia de los elementos esenciales. Si el acto ya ha sido
notificado, dicha anulabilidad debe ser solicitada en sede judicial por la
Administración. Sin embargo puede ser revocado, modificado o sustituido de
oficio en sede administrativa si el interesado.
 hubiere conocido el vicio,
 si la revocación, modificación o sustitución lo favorece sin perjudicar a terceros,
 si el derecho hubiera sido otorgado a título precario.
Un acto administrativo es anulable, y por tanto saneable, por ejemplo, cuando:
 el vicio fuera del objeto, en razón de no resolverse todas las peticiones formuladas.
 el vicio fuera de la causa en razón de haber realizado la Administración una errónea
apreciación de los hechos que forman la causa del acto, siempre que tal errónea
apreciación no impida la existencia de este elemento.
 se tratare de un vicio leve de procedimiento.

Actividad Administrativa de Policía o policía administrativa:


La búsqueda de la armonía en la convivencia social conlleva a que el Estado como el
director encargado de preservar el orden público haya creado organismos que en sus
diferentes actividades se encarguen de preservar los derechos en equidad. De tal forma la
policía administrativa, es aquella autoridad que ejecuta las acciones encaminadas a
limitar los actos de los particulares por razones de interés general, manteniendo en
armonía el interés público y el interés privado.
Se entiende por policía administrativa la actividad del Estado mediante la cual, con el
objeto de asegurar el mantenimiento del orden público, se imponen las restricciones
necesarias a la liberad personal y a la propiedad de los administrados. La ley fija los límites
necesarios para la actividad de los particulares, mediante la definición de las garantías
fundamentales acordadas a los ciudadanos para el ejercicio de sus libertades; pero que,
corresponden al Poder Ejecutivo precisar y completar estas prescripciones esenciales,
asegurar la aplicación concreta de las mismas y prevenir los desórdenes de toda
naturaleza.
La policía Administrativa se fundamenta en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela en el título relativo a los deberes, derechos y garantías, junto con la
proclamación de los deberes y de los derechos individuales, sociales, económicos y
políticos, los cuales son la base para la organización del poder de la policía.

Cuando hablamos de policía administrativa, nos referimos a la naturaleza del poder de


policía enfocado en la función administrativa que ejercen las autoridades administrativas,
cuya naturaleza limita y orienta sustancialmente la función policial.

El término "sustancialmente" nos indica que todas las intervenciones que implican la
aplicación de las normas y que no terminan en un proceso judicial, son competencia de la
policía administrativa.

Vemos entonces, cómo la policía administrativa es la herramienta ejecutiva, que tiene


encomendado el correcto funcionamiento del orden público, es decir las condiciones que
permiten la prosperidad general y el goce de los derechos y libertades dentro de un
ambiente coherente de valores y principios.

Actividad Administrativa de Fomento

Por actividad administrativa de fomento se entiende aquella modalidad de intervención


administrativa que consiste en dirigir la actuación de los particulares hacia fines de interés
general mediante el otorgamiento de incentivos de distinto carácter. JORDANA DE POZAS
tuvo el gran acierto de identificar los perfiles propios de este tipo de intervención
administrativa, y la definió como la "acción de la Administración encaminada a proteger o
promover aquellas actividades, establecimientos o riquezas debidas a los particulares y
que satisfacen necesidades públicas o que se estiman de utilidad general, sin usar de la
coacción ni crear servicios públicos".
En definición es la acción desarrollada por la administración, encaminada a estimular,
ayudar y proteger las empresas y particular es cuyas tareas sean favorables al interés
general. Las empresas beneficiarias del estímulo gubernamental pueden moverse, entre
otras, en el campo dela economía, de la cultura, de la educación o de la asistencia social.

La actividad administrativa de fomento tiende, por lo tanto, a satisfacer indirectamente


necesidades de carácter colectivo.

Actividad Administrativa de Servicio Público

En un sentido amplio, toda la actividad desplegada por las Administraciones Públicas


puede ser englobada, a ciertos efectos, en el concepto de servicio público (también las
actuaciones de regulación o de fomento de las actividades de los particulares). No
obstante, una parte importante de la doctrina reserva el término de "servicio público" en
sentido técnico-jurídico, para referirse a las actuaciones administrativas que consisten en "
prestaciones asistenciales que satisfacen necesidades colectivas y cuya titularidad,
generalmente, es asumida por una Administración pública".

Para entender adecuadamente este concepto técnico-jurídico de servicio público se hace


preciso, pues, situarlo en el campo de los fines del Estado.

Al enfrentarse con los fines del Estado, la doctrina suele distinguir entre, por un lado, una
serie de actividades que se reconocen como propias del Estado en cuanto organización
política, esenciales al mismo, inherentes a sus fines esenciales, sin las cuales éste no
existe, y, por otro, actividades esenciales para la comunidad o muy útiles o convenientes
para la misma, que pueden ser desarrolladas por los particulares pero que, por diversos
motivos, en casi todos los países europeos han venido siendo prestadas por el Estado
desde principios del siglo XX hasta fechas recientes, quedando todavía algunas en sus
manos.

Dentro del grupo de las funciones públicas se encuentran, entre otras, la actividad de
creación del Derecho (aprobación de las normas jurídicas escritas: leyes, reglamentos); la
tutela de los derechos a través delos Tribunales de Justicia, la actuación polí-tica exterior,
la defensa del Estado, la seguridad interior, la Hacienda pública y algunas más. Tales
funciones son propias del Estado, y en ellas encuentra como decimos su razón de ser, lo
cual comporta, de modo negativo, que no puedan dejarse en ningún caso a la iniciativa
privada (sin que ello signifique que no pueda darse una colaboración de los particulares en
determinados casos, como ocurre por ejemplo en materia de seguridad interior con la
existencia de empresas privadas de seguridad).

En el segundo grupo (servicios públicos en sentido estricto) se encuentran actividades


tales como la asistencia sanitaria, la educación, el suministro de productos.

Actividad Administrativa de Gestión Económica


Actividad Administrativa de Gestión Económica, está referida a la prestación de bienes y
servicios por parte del Estado, pero con la particularidad de que en esta hipótesis la
organización estadal desempeña el rol de un agente económico más, que concurre en el
mercado, junto con los particulares, generalmente acudiendo a técnicas organizativas de
derecho privado, a través de las denominadas empresas públicas.

La diferencia con la prestación de servicios públicos por parte dela administración, reside
fundamentalmente en que la actividad de gestión económica no existe en rigor la
prestación de un servicio público, sino dación de bienes al mercado.

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