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La Actividad Administrativa
Función Administrativa:
Régimen Jurídico
: Este viene dado por la Constitución Bolivariana de Venezuela en su artículo 137 y la Ley
Orgánica de Procedimiento Administrativo LOPA. La Constitución Nacional en su artículo
141 reza La administración pública está al servicio de los ciudadanos y ciudadanas y se
fundamentan en los principios de honestidad, participación, celeridad, eficacia, eficiencia,
transparencia, rendición de cuenta y responsabilidad en el ejercicio de la función pública,
con sometimiento pleno a la ley y al derecho.
Principio de Legalidad:
El principio de la simplicidad: El artículo 12 de la LOAP dispone que la simplificación de los
trámites administrativos será tarea permanente de los órganos y entes de la
Administración Pública, así como la supresión de los que fueren innecesarios, todo de
conformidad con los principios y normas que establezca la ley correspondiente. Este
principio tiene el objeto de racionalizar los trámites que realizan los particulares ante la
Administración Pública, mejorar la eficiencia, pertinencia y utilidad, a fin de lograr mayor
celeridad y funcionalidad en las mismas; reducir los gastos operativos; obtener ahorros
presupuestarios; cubrir insuficiencias de carácter fiscal y mejorar las relaciones de la
Administración Pública con los ciudadanos.
Principio de publicidad de los actos generales: Todos los reglamentos, resoluciones y actos
administrativos de carácter general dictados por la Administración Pública deberán ser
publicados, sin excepción, en la Gaceta Oficial de la República, según el caso, en el medio
de publicación oficial del Estado, Distrito Metropolitano o Municipio correspondiente (art.
13). La norma recoge el principio general del comienzo de la eficacia de los actos
administrativos de efectos generales (normativos) o de carácter general (destinados a
varios sujetos de derecho), sujetándolo a la publicación en la Gaceta Oficial.
El principio de privatización: En los casos en que las actividades de los órganos y entes de
la Administración Pública, en ejercicio de potestades públicas que por su naturaleza lo
permitan, fueren más económicas y eficientes mediante la gestión del sector privado o de
las comunidades, dichas actividades deber ser transferidas a éstos, de conformidad con la
ley, reservándose la Administración Pública la supervisión, evaluación y control el
desempeño y de los resultados de la gestión transferida (art. 20).
Es la potestad o la aptitud legal de un órgano para ejercer las atribuciones, las facultades
o competencias atribuidas por la Ley, ese órgano actúa porque la Ley así se lo permite,
recuerden que la competencia en Derecho Público es la excepción, de tal manera que es
necesario que la Ley le de la autoridad administrativa, la potestad de actuar, si la Ley no
selo permite, pues lógicamente que ese órgano NO lo puede hacer. Son reglas bastantes
rígidas dentro de la Administración pública. Está determinado por diversos factores como
son: la materia, territorio y la jerarquía, todos factores fundamentales que van a
determinar que un órgano está actuando dentro del rango competitivo. El Nº 7 del art. 18
de la LOPA, hay algunas situaciones en las cuales el funcionario público no posee en
primera instancia, la competencia, sino que posterior le es otorgada o es desviada la
competencia hacia esa persona que va a ejecutar el Acto Administrativo, aquí en este caso
estamos hablando de una situación muy particular, en principio quien debe realizar el acto
es quien posee por ley la atribución, la facultad, la competencia, pero hay situaciones
excepcionales a través del cual otra persona lo puede hacer, siempre y cuando suceda lo
que el mismo Nº 7establece que es lo referido a la delegación, esta es una de las formas
de desviación de la competencia a los efectos de aligerar la actividad administrativa, esto
tiene mucho que ver con la administración centralizada y descentralizada. Una de las
características de la competencia es: Es improrrogable, es indelegable y es irrenunciable,
quien en principio tiene esa atribución no la puede entregar, salvo en los casos
expresamente previstos en la Ley. Ej. Delegación de poder y delegación de firmas
(desviación de competencias) el órgano tiene que identificar el acto a través del cual se le
atribuyo esa competencia.
Se entiende por acto administrativo, a los fines de esta ley, toda declaración de carácter
general o particular emitida de acuerdo con las formalidades y requisitos establecidos en
la ley, por los órganos de la administración pública. Visto esto, se puede aseverar que
nuestra Carta Magna garantiza el sometimiento de la administración pública al principio
de legalidad, tanto en relación a las normas que rigen su propia organización, como al
régimen jurídico, el procedimiento administrativo y el sistema de responsabilidad; ya que
establece los principios que influyen en la actuación administrativa y garantizan el
sometimiento pleno a la Ley y al Derecho.
Por otra parte establece: constituye la legalidad uno de los principios fundamentales que
informan el Derecho Administrativo. Se entiende con ello que la Administración está
obligada a someter todos sus actos a las prescripciones de la ley, a objeto de garantizar la
posición de los particulares frente a aquélla. En esa perspectiva, encontramos que el
sometimiento de la autoridad administrativa a la ley hoy trasciende de ser sólo un
principio, constatándose su consagración en texto expreso. De allí que el artículo 7 de la
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos ordene la sujeción de todos los actos
administrativos a las formalidades y requisitos establecidos en la ley.
Allan Randolph, Brewer Carías: “Las autoridades administrativas deben actuar con
respecto a la Constitución, la ley y el derecho dentro de las facultades que le estén
atribuidas y de acuerdo con los fines para los cuales le fueron conferidas. Todas las leyes
de procedimiento administrativo puede decirse que refuerzan el principio dela legalidad
para garantizar el sometimiento de la Administración a la totalidad de las fuentes del
derecho; principio que se puede analizar comparativamente, desglosando en cuatro otros
principios fundamentales: el principio de sometimiento de la Administración al derecho; el
principio de la jerarquía, que por vía interpretativa de las leyes permite afianzar la
legalidad, los principios de organización administrativa que configuran también un marco
de legalidad; y por último, el principio de los límites dela discrecionalidad, es decir, la
reducción de la arbitrariedad que también encuentra consagración positiva”.
Según Brewer Carïas, para el juez el principio de legalidad es más amplio que el de
constitucionalidad que está sometido el legislador. Entiéndase que la decisión judicial es
una determinación con fuerza de verdad legal, lo que en el caso concreto es Derecho,
según una norma jurídica.
Fundamento Constitucional
Visto esto, se puede aseverar que nuestra Carta Magna garantiza el sometimiento de la
administración pública al principio de legalidad, tanto en relación a las normas que rigen
su propia organización, como al régimen jurídico, el procedimiento administrativo y el
sistema de responsabilidad; ya que establece los principios que influyen en la actuación
administrativa y garantizan el sometimiento pleno a la Ley y al Derecho.
Se dice también que existe un Poder Reglado siempre que, frente a ciertas circunstancias
de hecho, la autoridad está obligada a tomar una decisión, señalada por la Ley, sin libertad
para escoger entre varias posibles soluciones, pudiendo decirse que en tales casos que la
conducta le está dictada de antemano por el derecho. Ejercen poderes reglados los
administradores de rentas, los rectores de las universidades del Estado, los funcionarios
encargados de expedir certificados de solvencia de un impuesto o tasa, el registrador de la
propiedad industrial, entre otras... En todos estos casos, el funcionario actúa, en
cumplimiento de una pauta legal, sin libertad alguna de elección.
HAURIOU observa que en realidad todos los actos de la administración encierran un poder
discrecional, y que, en consecuencia, es preciso examinar en el fondo si en el caso
contemplado la administración ha excedido sus poderes, pues no puede sostenerse al
inadmisibilidad de todo recurso jurisdiccional respecto al acto.
Según esta teoría, el principio de legalidad sufre otra importante restricción: ciertos actos
cumplidos por las autoridades administrativas, denominados Actos de Gobierno, no son
susceptibles de ningún recurso ante los tribunales, ni para obtener su anulación, ni para
pedir la indemnización de los daños y perjuicios causados por tales actos administrativos.
Esta teoría fue forjada en el Consejo de Estado Francés, que acepta la validez de ciertas
decisiones de la administración, que aunque contrarias a las reglas legales, aparecen
plenamente justificadas en ciertas circunstancias, en vista de la necesidad de asegurar el
mantenimiento del orden público y el funcionamiento de los servicios públicos.
Vicios
b. Violencia física o moral: La violencia que se ejerce sobre el funcionario puede ser física
o moral, aun cuando esta última va acompañada de actitudes que pueden hacer presumir
una violencia física. En uno u otro supuesto de violencia ejercida sobre el agente, el acto
resultará nulo de nulidad absoluta si, a causa de ello, la voluntad de la Administración ha
quedado excluida.
Vicios en las formas esenciales: Cuando se incurre en vicios graves respecto de los procedimientos
que deben seguirse o cuando hay falta absoluta de forma exigida por la ley para la exteriorización
del acto.
1. Anulabilidad: Son anulables los actos administrativos regulares con vicios leves,
que no impiden la existencia de los elementos esenciales. Si el acto ya ha sido
notificado, dicha anulabilidad debe ser solicitada en sede judicial por la
Administración. Sin embargo puede ser revocado, modificado o sustituido de
oficio en sede administrativa si el interesado.
hubiere conocido el vicio,
si la revocación, modificación o sustitución lo favorece sin perjudicar a terceros,
si el derecho hubiera sido otorgado a título precario.
Un acto administrativo es anulable, y por tanto saneable, por ejemplo, cuando:
el vicio fuera del objeto, en razón de no resolverse todas las peticiones formuladas.
el vicio fuera de la causa en razón de haber realizado la Administración una errónea
apreciación de los hechos que forman la causa del acto, siempre que tal errónea
apreciación no impida la existencia de este elemento.
se tratare de un vicio leve de procedimiento.
El término "sustancialmente" nos indica que todas las intervenciones que implican la
aplicación de las normas y que no terminan en un proceso judicial, son competencia de la
policía administrativa.
Al enfrentarse con los fines del Estado, la doctrina suele distinguir entre, por un lado, una
serie de actividades que se reconocen como propias del Estado en cuanto organización
política, esenciales al mismo, inherentes a sus fines esenciales, sin las cuales éste no
existe, y, por otro, actividades esenciales para la comunidad o muy útiles o convenientes
para la misma, que pueden ser desarrolladas por los particulares pero que, por diversos
motivos, en casi todos los países europeos han venido siendo prestadas por el Estado
desde principios del siglo XX hasta fechas recientes, quedando todavía algunas en sus
manos.
Dentro del grupo de las funciones públicas se encuentran, entre otras, la actividad de
creación del Derecho (aprobación de las normas jurídicas escritas: leyes, reglamentos); la
tutela de los derechos a través delos Tribunales de Justicia, la actuación polí-tica exterior,
la defensa del Estado, la seguridad interior, la Hacienda pública y algunas más. Tales
funciones son propias del Estado, y en ellas encuentra como decimos su razón de ser, lo
cual comporta, de modo negativo, que no puedan dejarse en ningún caso a la iniciativa
privada (sin que ello signifique que no pueda darse una colaboración de los particulares en
determinados casos, como ocurre por ejemplo en materia de seguridad interior con la
existencia de empresas privadas de seguridad).
La diferencia con la prestación de servicios públicos por parte dela administración, reside
fundamentalmente en que la actividad de gestión económica no existe en rigor la
prestación de un servicio público, sino dación de bienes al mercado.