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Causa de la latencia en la higuerilla

La ricina, es una fitotoxina que se encuentra principalmente en las semillas de


higuerilla, y es la responsable de la toxicidad a animales como nematodos,
insectos, entre otros (Moshkin, 1986). La ricina está entre las proteínas de mayor
toxicidad en el mundo conocidas por el hombre, ya que hace parte del grupo de
proteínas inactivadoras de ribosomas, RIPs, de tipo 2, que se caracterizan por
presentar dos cadenas polipeptídicas: una capaz de inhibir la síntesis de proteínas
en los ribosomas y otra con propiedades de lectina, es decir, capaz de unirse a
hidratos de carbono (Barbieri et al. 1993; Van Damme et al. 2001).
Desde la antigüedad hasta hoy, la semilla de higuerilla ha sido utilizada para
extraer aceites que se usan como combustible en lámparas y con fines
medicinales como purgante (Scarpa & Guerci, 1982; Mazzani, 2007). Debido a
que las semillas son venenosas por la presencia de metabolitos secundarios como
albúminas, ricina, y alcaloides, ricinina, que son utilizados como nematicida e
insecticida para el control de plagas en los cultivos (Topping et al. 1982; Moshkin,
1986; Holfelder et al. 1998; Acacio-Bigi et al. 1998; Céspedes et al. 2001; Kouri et
al. 2006; Corpoica, 2008).
 A partir de esta secuenciación, y centrándonos en las mutaciones que de manera
más frecuente origina el mutágeno EMS (C>T o G>A), hemos concluido que
nuestros mutantes tienen una media de 5 mutaciones/Mb, una tasa de mutación
muy similar a las detectadas en otras colecciones de mutantes de plantas
(Gonzalez et al., 2011; Boualem et al., 2014). El porcentaje de variación fenotípica,
así como las tasas de mutación detectadas en la colección de calabacín, son muy
altas, demostrando que la colección tiene una excelente calidad.
Las giberelinas (GAs), actúan como reguladores endógenos del crecimiento y
desarrollo en los organismos vegetales superiores.
La germinación de las semillas es lenta debido a la doble latencia que presentan
(exógena y endógena), causada tanto por el pericarpio (fácilmente eliminable en T.
cordata) y la cubierta impermeable, por un lado, y por el embrión o el endospermo
por otro lado (Heit, 1977; catalán, 1991).

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