Después de haber esperado mucho, mi bendito Jesús ha venido como relámpago y me ha dicho: “Hija mía, toda la Vida Divina, se puede decir que recibe vida del amor: El amor la hace generar, el amor la hace producir, el amor la hace crear, el amor la hace conservar y da continua vida a todas sus operaciones, así que si no tuviera amor, no obraría y no tendría vida. Ahora, las criaturas no son otra cosa que chispas salidas del gran fuego de Amor, Dios, y su vida recibe vida y actitud de obrar de esta chispa, así que también la vida humana recibe vida del amor; pero no todos se sirven de ella para amar, para obrar lo bello, lo bueno, para todo su obrar, sino que transformando esta chispa la usan: Quien para amarse a sí mismo, quien a las criaturas, quien a las riquezas, y quien hasta a las bestias, todo esto con sumo desagrado de su Creador, que habiendo hecho salir estas chispas de su gran fuego, anhela recibirlas todas de nuevo en Sí, pero más engrandecidas, como otras tantas imágenes de su Vida Divina. Pocos son aquellos que corresponden a la imitación de su Creador.” Libro de Cielo. Junio 15, 1906 Volumen 7 “Hágase Tu Voluntad En La Tierra Como En El Cielo”
“¡Oh! cómo es bella la compañía de quien nos ama,
es tanto nuestro contento, que nuestro Amor surge e inventa otras obras más bellas, otras industrias amorosas para amar y hacernos amar.” Diciembre 15, 1935 Vol. 34
“Hija mía, el amor es vida, y cuando este amor sale
del alma que vive en mi Voluntad, tiene virtud de formar en Dios mismo la Vida de amor, y como la sustancia de la Vida Divina es el amor, por eso la criatura con su amor forma en Dios otra Vida Divina, y Nosotros sentimos en Nosotros mismos nuestra Vida formada por la criatura.” Febrero 15, 1931 Vol. 29
“Hija mía, donde hay amor hay vida, y no vida
humana sino Vida Divina, así que todas las obras, aun buenas y no hechas por amor, son como un fuego pintado que no da calor, o como agua pintada que no quita la sed y no purifica.” Julio 2, 1911 Volumen 10
“Hija mía, las otras virtudes, por cuanto altas y
sublimes sean hacen siempre distinguir a la criatura y al Creador, sólo el amor es lo que transforma al alma en Dios y la forma una sola cosa con Él. Agosto 28, 1912 Volumen 11