La diabetes mellitus tipo 2, conocida como diabetes mellitus no
insulinodependiente (DMNID), consiste en una alteración en la
regulación de la glucemia, en cuya aparición intervienen factores genéticos y ambientales.
El tratamiento farmacológico actual de la diabetes mellitus no
insulinodependiente consiste en estimular la secreción de insulina (sulfonilureas), disminuir la resistencia a la insulina (biguanidas), reducir la absorción de carbohidratos (acarbosa, miglitol y goma guar) y administrar insulina exógena.
los fármacos comercializados en la actualidad pueden ser agrupados
según su modo de actuación: estímulo de la secreción de insulina, disminución de la resistencia a la insulina, disminución de la absorción de carbohidratos y administración de insulina exógena
sulfonilureas Su mecanismo de acción consiste en incrementar la secreción de insulina
siendo las de segunda generación
(glibenclamida, glipizida, gliclazida, gliquidona y glimepirida)
Agentes que disminuyen la resistencia a la insulina: biguanidas
La acción hipoglucemiante de las biguanidas, como la metformina y la
buformina, se atribuye a que actúan disminuyendo la gluconeogénesis hepática con la consecuente disminución de la liberación de glucosa y a que potencian la utilización de glucosa por los tejidos. Incrementan la glucólisis anaeróbica, potenciando la formación de ácido láctico
Las biguanidas no producen aumento de peso, por ello son el