DINERO Y CONSCIENCIA

El dinero es algo espiritual. El miedo, la mentira y el poder son los dragones que están detrás
del mal uso del dinero. El dinero puedo ser un camino de autoconocimiento y transformación
personal. No sabemos lo que es SER HUMANO, hay que redescubrir nuestra dimensión
plenamente humana. No vivimos como seres humanos perdimos nuestra capacidad de
creación en pos de la supervivencia. El ser humano se eleva sobre la naturaleza en donde es
posible la libertad, el amor y nuestra capacidad creadora. El dinero no es nada material, es
relación e intercambio entre seres humanos, es algo vincular. Es relaciones bajo un acuerdo
mutuamente consentido que es un símbolo que va a representar ese intercambio. Nace como
un símbolo que facilita ese intercambio, nace en los templos, las primeras imágenes eran de
Dioses que se ponían como testigos de que las relaciones entre humanos eran sagradas y que
el ser humano era un ser sagrado. Espíritu y materia juntos en ese símbolo y eso lo hacía
sagrado. Conecta lo espiritual con lo material. Conexión entre la tierra y el cosmos. El dinero
tiene capacidad de transformación. Consumo consciente y responsable es el 1er paso. El
dinero es una herramienta para ejercer mi libertad. Es nuestro poder. El consumo, el ahorro y
la donación es donde tenemos que poner consciencia. Porque cada decisión con respecto a
cualquiera de estos tres puntos, nos afecta a nosotros, a los otros y a la tierra.
En el fondo el ser humano ha perdido su identidad y el sentido de la vida, tenemos un vacío
interior muy profundo. Pensamos que consumiendo llenaremos ese vacío.
Queremos ser marionetas o seres humanos. Nuestro tipo de alimentación condiciona nuestras
capacidades espirituales. Hacer una economía que hable de valor y no de precio. Gratitud y
donación son el camino de la nueva sociedad. El dinero debe morir para mí en el acto de la
donación y gracias a esa donación ese dinero se multiplica. Nosotros le damos el contenido al
dinero, o lo convertimos en algo perverso o profundamente espiritual. Somos nosotros quien
llenamos esas vasijas que el dinero transporta.