Despido laboral Son diferentes los motivos que pueden llevar a una empresa a prescindir de un empleado, la situación es algo normal y sucede constantemente dentro de todas las instituciones. Cuando llega el momento de informar sobre la decisión, se debe hacer de manera muy cuidadosa, ya que ésta potente noticia provoca distintas reacciones en quien la recibe. Es bueno estar preparado ante el posible llanto, alteración, agravio o indiferencia que pueda expresar el empleado. Es correcto darle un tiempo prudente de desahogo, ya que, aunque el involucrado llegue a tener conocimiento previo del despido, siempre será una desagradable noticia. Al encargado de informar sobre el fin de un contrato laboral, se le recomienda estar siempre calmado, usar un tono suave y asertivo. Es importante no extenderse mucho en el tema, ya que esto puede derivar a preguntas que muchas veces no tendrán respuesta satisfactoria para el ex empleado. Es primordial tener listo el documento donde se explican las causales del despido. En la situación, hipotética, que el empleado realice muchas preguntas específicas, lo recomendable es entregarle respuestas en base a las políticas de la empresa. Si el trabajador que se despedirá es una persona querida por los compañeros, se podría producir un impacto negativo entre los otros trabajadores, lo que pudiese afectar en el ánimo, relación y productividad del entorno. Por eso, hay que tener razones fundadas para dejar de prescindir de un empleado y entregar información certera para no tener conflictos o cuestionamientos mayores sobre la decisión tomada. Existen reacciones que se repiten al momento de informar sobre un despido para las cuales siempre hay que estar preparado. Por ejemplo, cuando el despido es algo sorpresivo e incomprendido, muchas veces, despierta la rabia de la persona, quien siente que lo ocurrido es un acto de injusticia, esto puede derivar, en decir y hacer cosas que nunca diría o haría si estuviera en sus plenos cabales. En este caso lo mejor es no entrar a discutir y menos comenzar a estregar explicaciones; hay que controlar la situación y terminar rápidamente con el tema. Es por eso que el psicólogo juega un papel muy puntual ya que debe mantener la calma y darle apoyo en este proceso. Tipos de despidos En función de lo que dicta el Estatuto de los trabajadores y de las circunstancias de la empresa y el trabajador existen diferentes formas de despido, estas son las clases de despidos más conocidos: 1. Despido disciplinario En los casos en los que la empresa considera que no está cumpliendo con sus responsabilidades y funciones se considera despido disciplinario. El hecho de incumplir los horarios de trabajo, faltar al respeto al resto del equipo u otros factores son proclives a terminar en un despido disciplinario. 2. Despido por causas objetivas Cuando una empresa se ve obligada a reducir a su equipo por causas económicas, por la disminución de su producción o se dan cambios en la organización se denomina despido objetivo. 3. Despido colectivo o ERE El Expediente de Regulación de Empleo sucede cuando la organización prescinde de un número de trabajadores relevante. Suele basarse en causas económicas, organizativas, de producción o técnicas. 4. Despido procedente La extinción del contrato en este tipo de despido está amparada bajo el ordenamiento jurídico, y deja al empleado en el paro. Cuando se trata de un despido objetivo procedente se respeta el derecho laboral a una indemnización. 5. Despido improcedente Se trata de la decisión unilateral del empresario de extinguir la relación laboral prescindiendo de los motivos o requisitos exigidos por el ordenamiento jurídico. El despido improcedente puede revisarse y suponer la reincorporación del trabajador en la empresa o por el contrario se estipula el abono de una indemnización. La indemnización del despido se realiza con la finalidad de paliar el efecto negativo en la economía del empleado tras dejar de percibir su salario mensualmente. 6. Despido nulo Las clases de despidos más graves son los que suponen una discriminación o vulneración de los derechos fundamentales de los trabajadores y se dan habitualmente también en situaciones especialmente protegidas como las bajas de paternidad o maternidad.