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Gerardo Kloss Fernandez del Castillo Entre el oficio y el beneficio: el papel del editor Practica social, normatividad y produccién editorial menfoque eninestenente prin proceso edition todas sis Fan jon de ene utr eer por LU dela Univers sede camanca tn caborcin cn Sania armani the merconar que la Unvesiad Autonoma Metropoltns se lon ext por aprobar dent desu fea acai I radecion Batol eyo jeter tora ric nana yeantnid tno dseo,biencuura ore corinada por u tmaestriaen Diseto fen evenly apartenc se eancta, para conforma unaprepoesa innova . i tosique, Geran dtendemos un profundo agradecimiento a Jestis Anaya Rosique, Federico Alvarez, José Luis Caballero Leal, Silvia Arraut Sdncher, Martha Fase alee Lao Zavala y Ramin Alvarado pos ivauable revision de este texto. 35 55 58. 63 7 78 79 99 100 104 109 8 120 122 123 124 126 129 131 132 138 140 149 154 168 Ubicacién y definiciones {Ser editor es una carrera? Las mil y una definiciones de la palabra editor El equipo de trabajo editorial El trato del editor con los demas protagonistas del proceso productiva El trato del editor con el autor El trato del editor con el traductor El trato del editor con sus superiores El trato del editor con los técnicos editoriales El trato del editor con los diseRadores grficos El trato del editor con los técnicas de artes graficas El trato del editor con los distribuidores El trato del editor con los libreros El editor y las ferias El trato del editor con el lector El editor, coordinador de produecién y director de orquesta El editor y su actitud ante el ertor La decision eoitorialy otras, decisiones editoriales La calidad del original El dictamen editorial El dictaminador El factor econémico El ciclo de vida itil de una publicacién La relacion entre el tiempo y el financiamiento {Demasiados libros? El catélogo de largo plazo o backlist Las instituciones piblicas y educativas Precio al pGblico: mercado medido contra mercado intuido 181 189) 192 196 200 206 209 aul 218 227 232 240 259 278 306 321 326 328 330 334 338 342 343 363 367 370 El proceso editorial en su marco normativa El derecho de autor La divulgacién y la publicacién como actos juridicos Obras protegidas por le Ley Las creaciones que no pueden protegerse Las limitaciones al derecho de autor ‘Algunos comentarios concretos Tutela del Estado a favor del autor Los derechos morales y patrimoniales Transmision de los derechos patrimoniales y-contrato de edicién El derecho del editor La reserva de derechos La Ley de Fomento para la Lectura y el Libro La libertad de prensa en la préctica editorial Los articulos 6° y 7* constitucionales ya Ley de Imprenta La Comision Calificadora de Publicaciones y Revistas llustradas Normalizacién de los productos editoriales, E| Némera Internacional Normalizado del Libro, SBN | Namere laternacional Normalizado ppara Publicaciones Periddicas, Iss El Cédigo Internacional Normalizado de Grabaciones, 'skc EI Néimero Internacional Normalizado para Masica Impresa, ISN EI Namera Internacional Normalizado para Obras Audiovisuales, 'SaN El Cédige Internacional Normalizado para Obras Musicales, 1s El Cédigo Internacional Normalizado para Textos, 1st La interoperabilidad de { El cédigo de producto 0 El depésito legal El depésito legal ante autoridades locales Depésito interno identificadores normalizados digo de barras, 371 372 374 376 382 383 384 385 386 396 400 a2 416 420 424 428 433 434, a2 4a 449 El proceso editorial como método de preparacién y ordenacién del texto La recepcién del original o manuscrito Requisitos de entrega Normes para la presentacién de originales La importancia de un original completo ‘Algunos mecanismos de control Orden de trabajo Hoja de especificaclones tipograficas Hoja de cotizacién interna Las etapas de correecién | marcado tipografico La correccién de estilo o revisi6n de texto Formas de hacer la correccién de estilo 0 revisién de texto ‘Aigunas observaciones sobre la capture Designacién de archivos digitales La comeccién de galeras, Captura de correcciones y contraprueba Unas palabras sobre la cantraprueba Formacién (emplanado)y coreccién de planas: primeras, segundas, etostera La revision de pruebas finas, Cuidado editorial a pie de prensa y comentarios finales Bil Ese tercer hombre, el inico queen me; Introducci6n: gquién es o qué hace un editor? Un hombre, al pasarfrente slabrando la pods Pregunté al primer Qué haces ve, corti estas peda, El segundo le do: Prepato una pera angus trea elimi a deciimpsvid: —Constryo una cated, Hernando Pacheco (cltadoenValadés, 1904:56) de su tarea especifica no perdia Jaconciencia de ser parte de un proceso total, que en sus primeras etapas no todos aleanzaban a ver como un conjunto, pudo haber sido un editor, Laedici6n es una tarea tipicamente transdiseiplinaria: sehace con laconcurrencia de decenas de personas, que participan desde la perspec: tiva de distintos oficio, disciplinas y especialidades, y sin embargo, lo més comiin es que nadie se responsabilice el resultado canjunto porque todos se conforman con *picar su parte de la piedra’ Elautor quiere ver su texto publicado pronto, sin demasiadoscam= bios, y recibit las El jefe, defo o cliente del editor siempre quiere que la edicin salga muy bien, muy répido yno sea muy cara alias y recoriocimientos que le corresponden. erecta esto orovisr detest demarae degulerasy ep: Facaulrecabairun nimer dara ben oma sas pod Hcatuisa, expete en extinln, qlee pore” a tedas un rere determinado devects se su casa Hhalerador quire que slo” y orga idea crease com- pond, peta bien pga por ners de plans, aunque foets vecesse responsi por los resltados fara qulre psteupea"( elstopear lings paste up “pepurenaulugar,anesenpaplyahorae pantalla, nner determina depanas porta. Er negate foxomecinica ahora el operadr de prepensa tloardnicaqulren-quemar" clo nme de metos epi Etimpreso quiere machacar pape dale n cto tere de uel Ta manly cobvar por mit de pegs entados 50 Er encuadernador quiet eecuar un nimero dterminado de ‘etaciones’opoon bene Eutbidorqlreaumentrl erode piers ends el traren de dercuenta {ellector depostar inal de td el proces, espera un expe sonia gnc de compra elects le quel corte en tment eo el ret dela pertinencia dels del enfoque tmpeadoporelautorysucaiad cei, itera oarite,s tris emul buena impreson, lacie del papel taresisten- Ciaylafendedd sencuaderacn a unconaliad dei como objeto manabliabellzaocuando menoslalegbidad dl tiso yebstuamentodole que po aber saldo mal Quzd estlecor no eanoce ls teensmos props dl abso eoria pose da cunta cuando su experiencia ental producto 10 ex enamere gatfcatey bus infer cetasexpleaciones que poremos considera como eiicas fn ccasionen no hay por qué nega, ecto también se rests tonto la cosas que salon bien, Sa experenia de tara, copia pens carpe mir booac ley earpren der un ioc plenamente atifeate quedard sate. Su taiireton porun tre bien hecho sel roar de una ued 2 observadora originada en su gusto, en su actitud critica y en st. ‘experiencia personal ante el objeto “libro”, Es decir, en un mer- cado editorial como el de México, es una minoria de lectores expertos la que reconoce una minorfa de libros bien hechos y los, discierne con facilidad respecto de los que estén mal hechos, La ‘mayor s6lo sabe que el libro tiene “algo” que no esta bien, y eso le resulta inedmodo; dado que no puede encontrar objetivamente las razones de su incomodidad, laatribuye alo que alcanza aver desde su propia experiencia. Ta reacci6n de una mayoria de lectores inexpertos ante una mayoria de libros mal hechos nose suele enunciar racionalmente, sino que se expresa en tna sensaci6n dle molestia 0 incomodidad que, en el mejor de los casos, se queda en indiferencia frente al propio libro. La molestia sélo se verbaliza cuando es demasiado el esfuerzo adicional requerido para llevar adelante la lectura, y aun asi a veces se suele culpar de este esfuerzo injustamente al autor, a su obra o a la lectura misma. Aun dentro de las propias ‘orgnizaciones editoriales se presentan agrias luchas intestinas en tomo de la atribucion de a culpa por los erzores que se cometen, que en general pueden atribuirse ala falta de coherencia y unidad desentido entre las diferentes decisiones tomadas porlos diversos agentes del proceso editorial Entodo ese proceso, en el que interviene tanta gentelegitimamente preocupada, aunque sélo porsupequetta parte, senecesitaalgulen capaz deyer el todo como un conjunto. Alguien que coordine las partes aisladas, ue garantice la calidad en todas las etapas y tenga la visién global para saber que cada tarea individual es més trascendental, ala larga, de lo que parece. Alguien que conozca bien el texto, que se empape de él como un lector profesional, ctitico, analitco y exigente,yestédispuestoallegarhas- talas iltimas consecuencias en a consecucién de su mejor presentacién, Esees el editor,el que esta diay nocheal lado delos quesélo"pican piedra’, para ver que lo hagan bien y defender los mas altos intereses del libro o la revista como un todo, El editor sucle ser el Sinica que sabe que no esté “picando piedra’ sino construyendo una edicion, ya que su com- romiso no es con las partes del proceso, sino con el texto, su forma, su contenido y a funcidn que puede llegar a cumplir una vez,publicado, El editor necesita relacionarse con todas y cada una de las partes, entenderlas y tratarlas con elegante firmeza. Dado que la ediciGn es 13 n proceso cootdinado de numerosas etapas de trabajo intelectual e industrial, asf como de riesgo financiero, y que el editor aparece como Ja persona que estd al tanto de los resultados de cada una de las partes, Ja valoracién del resultado deberfa hacerse atendiendo a la armonia del resultado en su conjunto. “En sentido estricto, una forma particular de respondera un proyec- 10.0 problema editorial especifico no puede calificarse de buena o mala, nde verdadera o falsa (como pareceria imponer la logica cuantitativa y ‘cartesiana que rige el pensamiento y la accién de las ciencias exactas), sino de mds apropiada o menos apropiacla para cada encrucijada casuis- tica entre un texto, un autor, un lector, una demanda, una estrategia de construccién decatdlogo, una forma de organizar yexponerlos discursos, tuna forma de darles presencia visual y material, un disefio, una tecnologga, de reproduccién, una politica de comercializaci6n, un plan de precios, cetoétera, Esto nos leva mas bien ala Logica cualitativa del pensamiento y Jaaccién humanisticos, donde no interesa tanto saber si ciertos fendme- ;nos se comportan de clerta manera, sino qué creencias, valores, juicios y ‘acuerdos mueven a las personas. ‘Deahiqueresulte generalmente desorientador buscar elcamino de laedicin enel lugar de lo correctoy lo incorrecto. Dado que los objetos de estudio ylas materias de tabajo delas diversas disciplinas que intervienen en la edicién son transversales a la l6gica del propio proceso productivo, ‘cada tna tiene sus propias categorias conceptuales acerca de lo que esta bien y lo que estd mal, Es evidente que el dictaminador, el corrector, el disefiador, elimpresoro el ibrero tienen sus proplasepisteres, diferentes entre si, con sus propios sistemas de valores que les dicen qué estd bien y ‘qué esté mal. Todo aquel que ha trabajado en un proyecto editorial sabe {que hay cosas que estan bien y cosas que estén mal. Bastante trabajo le hhacostado aprender eso, Lo que no esta tan claro es si esas cosas son las, ‘ismas para todos. La mayor parte de lo que se sabe acerca del buen hacer editorial forma parte de un corpusqueno pertenece a ninguna disciplina en part- ‘ular, sino que es un objeto de estudio compartido y parcializado transver- salmenteentre varias diseiplinas. Lucge entonces, hay muy pocas teorias acerca de lo editorial que no partan de alguna episteme determinada, ya sea dela linghistica, dela literatura, dela comunicacién, dela sociologfa, del arte, del diseno, de las teenologias, de la administracién, etoétera. Probablemente por eso la institucién universitaria sea tan resistente a formalizar la educacién en torno de lo editorial, porque sus estructuras “ arias no comprenden y,llegado el caso, no resisten los grados de ‘ransdisciplinariedad e indeterminacién alos que se enfrenta el editor. Consecuentemente, el corpusde conocimientosacerca deo edito- rial parece seguirse transmitiendo en forma un tanto inicidtica, de maestros 4 oficiales y de oficiales a aprendices, como hace quinientes aiios; forma parte delos sectetos y privilegiosalos ques va teniendo acceso en la medi- ‘daen que se es admitido en estructurasinformalesrelativamente cerradas. A editar se aprende editando y a editar bien se aprende viendo eémo Io hhacen los maestros. Se trabaja duro para llegar aser como ellos. Sehacen jiuramentos de confidencialidad, se celan desmesuradamente los secretos de cada casa editora, se desconfia de os extraftos y de los recién llegados, ‘ye desprecian los intentos de profesionalizacién y eflexin sistema, sobre todo si no vienen amparados por el propio sistema iniciatico, Noes la aspiracion de este trabajo fundar una teorfa delo editorial; nisiquiera puede considerarse un texto teérico. S{postulamos a nevesidad de trabajar para que todos los variadisimos agentes de lo editorial vayan flexibilizando sus lugares disciplinarios de pensamiento y de opinion, y los adapten a la naturaleza casuistica del proyecto editorial: lo que esta bien en un libro de narrativa de ficci6n o de poesfa no necesariamente esta bien en un libro académico de investigacién cientifica, en un cémic en una revista de viajes En consecuencia, el juicio de apropiacién con el que podriamos discernir si una decision editorial es mds apropiada.o menos apropiada no puede basarse en reglas universales ni on categorias generales, sino més bien en lestudio sensible y profundo de las particularidades decada, situacién, por ejemplo los t6picos y lugares de pensamiento y opinion que imperan en cada proceso: qué se acostumbra hacer 0 no se acostumbra hhacer ante ciertos problemas editoriales, qué espera o no espera encon- ‘arse el lector cuando busca una publicacién de cierto género, y qué ‘innovaciones le esultan mas aceptables 0 menos aceptables, Esimportante destacar que todas las divisiones que solemos est Dlecer entre contenido y forma, texto imagen, edicién ydiseno, discurso yoobjeto portador, editorial e imprenta, bien cultural y mercanefa, eteét- 13, son tities s6lo como eategorias de andlisis pero son lrrelevantes para Ja experiencia de recepcién de un lector normal: para él la experiencia, frente al objeto “libro” no es més que una sola. Quienes participamos ‘en los procesos editoriales discernimos como categorfas separadas, por ‘efemplo, a las letras en planos epistémicos diferentes: para alguien las letras pueden ser dramiticas, posticas 0 narrativas; pueden ser hispi- 1 ‘nicas,inglesas 0 cldsicas; pueden ser humanfsticas o helvéticas; pueden sernegritas 0 cursivas; pueden ser de plomo, de pelicula o digitales. Cada tuna de estas categorizaciones supone sistemas y valores diferentes, que Jos agentes del proceso editorial defendemos desde nuestros propios nichos disciplinarios El lector normal no discieme estas categorias y ve al libro 0 a la revista como un objeto con una presencia material y un precio, que le {nteresa o no le interesa, le gusta ono le gusta, le dice ono e dice cosas, lo ‘emociona 0 no lo emociona, Jo compra o nolo compra, lo lee ono lo lee, Joentiendeo no lo entiende,lesirve ono lesirve, Entonces nos resultande ‘muicha mayor utiidad otros sistemas de categorias que nos hagan poner ‘nuestra atencion en la experiencia cognitiva dl lector, comollecturaestética 0 eferente (utilitarla), lectura voluntaria u obligatori, lectura extensiva 0 intensive, lectura eémodao incémoda, etcéters. a teorfa cognitiva nos dice que la respuesta de un lector frente aun objeto como un libro no depende tanto de lo que el objeto es, sino de lo que el lector espera que sea. Si el objeto no lena sus expectativas hhabré frustraci6n y desencanto, y si las llena quedaré satisfecho. Tal pa- rece ser, por ejemplo, el problema clave de la legibilidad: no es posible establecer mediante un sistema de verdad cientifica basado en reglas, {generales qué fuente tipogrfica es mas legible o menos legible. Después de afios de esfuerzos mas o menos vanos por medir cuantitativamente lalegiblidad de las letras, la nica conclusion plausible que permanece en pie es que la fuente més legible es aquella que mas se parece ala que cada lector esta acostumbrado a leer y ala que espera encontrar en un tipo especifico de libro. Esto muestra que los productos editoriales poscen varias capas de sentido y comunican cosas amuchos niveles diferentes: mediante los argumentos expuestos mas 0 menos explicitamente en el texto y en las Imagenes, pero también mediante los argumentos que subyacen detrés 0 {queson movilizados como resultado de las decisiones que se van tomando durante el proceso de edicion: criterios de seleccién, de correccién, de Aisefo, de seleccién de tecnologias y materiales, deformas de distribucion ‘ypuntos de venta, de politicas de precios, ctostera. Todasestas decisions ledicen cosas al lector. Dentro de cada casa editorial, todas las decisiones que se toman emanan de argumentos: el libro se selecciona, se organiza, se corrige, se disefia, se imprime, sedistribuye, sevendeo seleededeterminadamanera debido a que quienes lo hacen construyen razonamientes acerca de lo 16 que esté bien o mal, delo que se espera que suceda si se hace asi ode otra ‘manera, Cuando el libro llega a manos del lector, todas estas decisiones asu vez constituyen y movilizan argumentos. No sélo el texto comunica; también lo hacen las fotos, las erratas, la diagramacidn, el tipo de papel, el esquema logico con el cual se navega a lo largo © ancho del texto, el precio, etcétera. Geoffrey Nunberg, por ejemplo, le llama “efecto paf’ a Ja manera como el peso fisico de un diccionario suele ser interpretado, no muy conscientemente, como metafora de su peso intelectual y de su contundente autoridad? Parecerfa entonces que, silas editoriales indagaranlo queloslecto- res quierenyyesperan, podrian contentarse con satisfacer susexpectativas yyhacer buenos negocios. Sin embargo el asunto no estan facil. Si el libro redunda excesivamente en topicos y argumentos légicos, seminticos, sintacticos, expresivos, visuales, formals, materiales o comerciales que el lector ya conoce de sobra, lo encontrar aburrido: “Esté muy simple, no es

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