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Literatura Barroca
Literatura Barroca
EL BARROCO
La literatura barroca
En el terreno cultural y artístico, en el siglo XVII se desarrolla un movimiento llamado Barroco,
caracterizado por la ruptura del ideal clásico de equilibrio y armonía, y la creación de un estilo abigarrado
y complejo, en el que los contrastes adquieren gran importancia.
La crisis del siglo XVII coincidió con un momento de esplendor artístico. La cultura, además de aportar
entretenimiento y diversión, transmitió una ideología que garantizaba los privilegios de la monarquía y la
nobleza. Una minoría privilegiada se dedicó al mecenazgo y promovió manifestaciones culturales, con
afán propagandístico: representaciones teatrales, fiestas populares y religiosas...
A diferencia de la renacentista, que recibió todo tipo de influencias externas, la cultura barroca se nutrió
de materiales heredados. Para lograr la originalidad, se intensificaron, retorcieron y mezclaron los
elementos renacentistas, a los que se incorporaron temas derivados del clima de pesimismo imperante.
Lo peculiar de la literatura barroca fue la búsqueda de la sorpresa en el lector, que debía descubrir, por
medio del ingenio, lo que escondía las palabras del autor. Los textos se construyeron persiguiendo
dificultad: el concepto.
Este ambiente pesimista favorece la búsqueda de respuestas en el ámbito de la religión. Y en la literatura
es frecuente que se traten ciertos temas teológicos como la predestinación o la salvación.
En cuanto al estilo, el escritor barroco se distancia de las normas clásicas del Renacimiento y busca por
encima de todo la originalidad.
El desengaño le hace ver dos caras de la realidad, por lo que su arte está dominado por el contraste. La
percepción del mundo como un lugar inestable y cambiante se refleja en la tensión de las ideas y en el
dinamismo de la escritura.
La distinta concepción de la lengua literaria que tienen los autores da lugar a dos escuelas: el
culteranismo y el conceptismo.
*El culteranismo, representado por Luis de Góngora, busca la belleza formal mediante el uso de
palabras cultas (los cultismos) y la elaboración de un lenguaje muy artificioso, con frecuentes
híperbatos.
*El conceptismo desarrolla un complejo discurso literario basado en el ingenio y la ironía y el
doble sentido. La figura más destacada de este movimiento es Francisco de Quevedo.
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Literatura barroca
• la poesía presenta una gran variedad de temas, tonos y estilos. Los poetas barrocos toman como
modelo a los autores renacentistas y también buscan inspiración en la literatura popular. Los tres
grandes autores de la poesía barroca son Lope de Vega, Luis de Góngora y Francisco de
Quevedo.
• Se publica numerosas novelas picarescas, que en una medida u otra siguen el modelo del
lazarillo de Tormres. Entre ellas destacan el Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán, y el
Buscón, de Francisco de Quevedo.
• Florece también esta época una prosa didáctica y moralizante, con obras como El Criticón, de
Baltasar Gracián.
• El gran teatro clásico de la literatura española se forma en el Barroco. Su creador fue Lope de
Vega, quien supo dar con una fórmula teatral (la llamada comedia nacional) que satisfizo los
gustos del público. Otro de los principales dramaturgos de la época fue Pedro Calderón de la
Barca, autor de dramas filosóficos y principal cultivador del auto sacramental.
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1. alquitara: alambique.
2. peje: pez.
3. mal barbado: se refiere al mismo tiempo a las agallas del pez y a los pelos de la nariz.
2. La prosa barroca
Los dos grandes autores de la prosa barroca son Francisco de Quevedo y Baltasar Gracián.
Él era un clerigo cerbatana 1, largo2 sólo en el talle, una cabeza pequeña, pelo bermejo (no
hay más que decir para quien sabe el refrán3), los ojos avecindados en el cogote, que
parecía que miraba par cuévanos4, tan hundidos y escuros5, que era buen sitio el suyo para
tiendas de mercaderes; la nariz, entre Roma y Francia6, porque se le había comido de unas
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buas7 de resfriado, que aun no fueron de vicio porque cuestan dinero; las barbas
descolaridas de miedo de la boca vecina, que, de pura hambre, parecía que amenazaba a
comérselas; los dientes, le faItaban no sé cuantos, y pienso que por holgazanes y
vagamundos8 se los habían desterrado; el gaznate largo como de avestruz, con una nuez tan
salida, que parecía se iba a buscar de comer forzada de la necesidad; los brazos secos, las
manos como un manojo de sarmientos cada una. Mirado de media abajo, parecía tenedor o
compás, con dos piernas largas y flacas.
3. El teatro barroco
En el siglo XVII se impone una formula teatral nueva, creada por Félix Lope de Vega. Frente a la
concepción didáctica clásica, Lope defiende que el teatro debe tener como fin deleitar al público. Los
rasgos de esta nueva propuesta teatral son los siguientes:
• División de la obra en tres actos o jornadas, que se corresponden con las tres fases del desarrollo de la
trama: exposición, nudo y desenlace.
• Mezcla de lo trágico y lo cómico en la misma obra. En las obras serias, por ejemplo, aparece la figura
del gracioso, un personaje cómico que actúa como contrapeso.
• Ruptura de las unidades de tiempo y lugar. En las obras de Lope la acción dramática abarca varios días
y se desarrolla en varios lugares, en contra de las normas claásicas. Tampoco se suele cumplir la
unidad de acción, ya que es frecuente la aparición de acciones paralelas.
• Métrica adaptada a las situaciones.
• Lenguaje acorde con la condición social del personaje.
La nueva formula teatral de Lope de Vega se impuso en el siglo XVII y fue seguida por otros dramaturgos
barrocos, como Calderón de la Barca y Tirso de Molina.
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forma destacada, la poesía lírica. Su obra poética presenta dos vertientes: la popular (villancicos,
seguidillas, romances ... ) y la culta, que se orienta hacia el conceptismo. Los temas fundamentales que
trata son el amor y la devoción religiosa.
La produeción teatral de Lope es muy amplia: actualmente se conservan unas cuatrocientas obras, pero
escribió más de mil, algunas tan conocidas como Fuente Ovejuna 0 El caballero de Olmedo.
• Fuente Ovejuna aborda el problema del honor y el conflicto entre villanos y nobleza. El
relato, que esta basado en unos hechos reales, gira en torno a Fernan Gómez: comendador
que abusa de una aldeana por lo que el pueblo se amotina y mata al agresor.
• El Caballero de Olmedo se basa también en un suceso real. Don Alonso, caballero de Olmedo, está
enamorado de lnés, una dama de Medina. En su viaje entre las localidades vallisoletanas de Medina
y Olmedo es asesinado por varios caballeros encabezados por don Rodrigo, al que mueven los celos.
La obra parte de unos versos populares de gran lirismo:
Que de noche lo mataron
al caballero,
la gala de Medina,
la flor de Olmedo.
En sus obras de teatro, Lope se inspiró con frecuencia en el acervo popular: hechos historicos,
romances, leyendas, sucesos de la época ... Sin duda fue esa una de las claves de su éxito, favorecido
además por la nueva fórmula teatral, que busca el entretenimiento del público.
Entre los seguidores de Lope de Vega destaca Gabriel Téllez (1584-1648), quien firmó sus obras bajo el
seudonimo de Tirso de Molina. Tirso es e1 creador de uno de los personajes más característicos del teatro
español. Se trata de don Juan, el protagonista de El burlador de Sevilla, un personaje que dedica su vida a
conquistar y engañar a las mujeres.
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LUIS DE GÓNGORA
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Ándeme yo caliente 3
y ríase la gente . ¡Que se nos va la Pascua, mozas, La dulce boca que a gustar convida
Que se nos va la Pascua!
Traten otros del gobierno
Un humor entre perlas distilado,
Y a no invidiar aquel licor sagrado
del mundo y sus monarquías, Mirad que cuando pensáis Que a Júpiter ministra el garzón de Ida,
mientras gobiernan mis días Que hacen la señal del alba
mantequillas y pan tierno, Las campanas de la vida,
Amantes, no toquéis, si queréis vida;
y las mañanas de invierno Es la queda, y os desarman
Porque entre un labio y otro colorado
naranjada y agua ardiente, De vuestro color y lustre,
Amor está, de su veneno armado,
y ríase la gente. De vuestro donaire y gracia,
Cual entre flor y flor sierpe escondida.
Y quedáis todas perdidas
Coma en dorada vajilla Por mayores de la marca.
el príncipe mil cuidados, No os engañen las rosas que a la Aurora
como píldoras dorados; ¡Que se nos va la Pascua, mozas,
Diréis que, aljofaradas y olorosas
que yo en mi pobre mesilla Que se nos va la Pascua! Se le cayeron del purpúreo seno;
quiero más una morcilla
que en el asador reviente, Yo sé de una buena vieja Manzanas son de Tántalo, y no rosas,
Que fue un tiempo rubia y zarca, Que pronto huyen del que incitan hora
y ríase la gente .
Y que al presente le cuesta Y sólo del Amor queda el veneno.
Cuando cubra las montañas Harto caro el ver su cara,
de blanca nieve el enero, Porque su bruñida frente 4
tenga yo lleno el brasero Y sus mejillas se hallan
de bellotas y castañas, Más que roquete de obispo Mientras por competir con tu cabello,
y quien las dulces patrañas Encogidas y arrugadas. oro bruñido al sol relumbra en vano;
del rev que rabió me cuente, mientras con menosprecio en medio el llano
y ríase la gente. [ ... ] ¡Que se nos va la Pascua, mozas, mira tu blanca frente el lilio bello;
Que se nos va la Pascua!
2 mientras a cada labio, por cogello.
¡Que se nos va la Pascua, mozas, Y sé de otra buena vieja, siguen más ojos que al clavel temprano;
Que se nos va la Pascua! Que un diente que le quedaba y mientras triunfa con desdén lozano
Se lo dejó este otro día del luciente cristal tu gentil cuello:
Mozuelas las de mi barrio, Sepultado en unas natas,
Loquillas y confiadas, Y con lágrimas le dice: goza cuello, cabello, labio y frente,
Mirad no os engañe el tiempo, «Diente mío de mi alma, antes que lo que fue en tu edad dorada
La edad y la confianza. Yo sé cuándo fuistes perla, oro, lilio, clavel, cristal luciente,
No os dejéis lisonjear Aunque ahora no sois caña.»
De la juventud lozana, no sólo en plata o vïola troncada
Porque de caducas flores ¡Que se nos va la Pascua, mozas, se vuelva, mas tú y ello juntamente
Teje el tiempo sus guirnaldas. Que se nos va la Pascua! en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en
nada.
¡Que se nos va la Pascua, mozas,
Que se nos va la Pascua! Por eso, mozuelas locas,
Antes que la edad avara
El rubio cabello de oro
Vuelan los ligeros años,
Convierta en luciente plata,
Y con presurosas alas
Quered cuando sois queridas,
Amad cuando sois amadas,
Nos roban, como harpías, Mirad, bobas, que detrás
Nuestras sabrosas viandas. Se pinta la ocasión calva.
La flor de la maravilla
Esta verdad nos declara, ¡Que se nos va la Pascua, mozas,
Porque le hurta la tarde Que se nos va la Pascua!
Lo que le dio la mañana
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FRANCISCO DE QUEVEDO
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Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes ya desmoronados La vida empieza en lágrimas y caca,
de la carrera de la edad cansados Luego viene la mu, con mama y coco,
por quien caduca ya su valentía. Síguense las viruelas, baba y moco,
Y luego llega el trompo y la matraca.
Salíme al campo: vi que el sol bebía
los arroyos del hielo desatados,
En creciendo, la amiga y la sonsaca,
y del monte quejosos los ganados Con ella embiste el apetito loco,
que con sombras hurtó su luz al día. En subiendo a mancebo, todo es poco,
Y después la intención peca en bellaca.
Entré en mi casa: vi que amancillada
de anciana habitación era despojos,
mi báculo más corvo y menos fuerte. Llega a ser hombre, y todo lo trabuca,
Soltero sigue toda Perendeca,
Vencida de la edad sentí mi espada, Casado se convierte en mala cuca.
y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte. Viejo encanece, arrúgase y se seca,
6 Llega la muerte, todo lo bazuca,
¡Cómo de entre mis manos te resbalas! Y lo que deja paga, y lo que peca.
¡Oh, cómo te deslizas, edad mía!
¡Qué mudos pasos traes, oh muerte fría, 9
pues con callado pie todo lo igualas!
Yo te untaré mis obras con tocino
Feroz de tierra el débil muro escalas, porque no me las muerdas, Gongorilla,
en quien lozana juventud se fía; perro de los ingenios de Castilla,
mas ya mi corazón del postrer día docto en pullas, cual mozo de camino;
atiende el vuelo, sin mirar las alas.
apenas hombre, sacerdote indino,
que aprendiste sin cristus la cartilla;
¡Oh condición mortal! ¡Oh dura suerte!
chocarrero de Córdoba y Sevilla,
¡Que no puedo querer vivir mañana,
y en la Corte bufón a lo divino.
sin la pensión de procurar mi muerte!
¿Por qué censuras tú la lengua griega
¡Cualquier instante de la vida humana siendo sólo rabí de la judía,
es nueva ejecución, con que me advierte cosa que tu nariz aun no lo niega?
cuán frágil es, cuán mísera, cuán vana.
No escribas versos más, por vida mía;
7 aunque aquesto de escribas se te pega,
Cerrar podrá mis ojos la postrera por tener de sayón la rebeldía.
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía 10
Hora, a su afán ansioso lisonjera; Poderoso caballero
es don Dinero.
Mas no de esotra parte en la ribera Madre, yo al oro me humillo:
Dejará la memoria, en donde ardía: él es mi amante y mi amado,
Nadar sabe mi llama el agua fría, pues de puro enamorado,
Y perder el respeto a ley severa. de continuo anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido, hace todo cuanto quiero,
Venas, que humor a tanto fuego han dado, poderoso caballero etc. etc.
Médulas, que han gloriosamente ardido,
Nace en las Indias honrado,
donde el mundo le acompaña,
su cuerpo dejarán, no su cuidado;
viene a morir en España
serán ceniza, mas tendrá sentido;
y es en Génova enterrado;
polvo serán, mas polvo enamorado. Serán y, pues quien le trae al lado
ceniza, mas tendrá sentido; es hermoso, aunque sea fiero, ........
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