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1.- Todos sabemos que nuestro planeta está habitado por diferentes tipos de
especies vivientes, por eso en cuanto al tema que analizaremos, existe un animal
que su comportamiento se relaciona directamente, este es la Gacela, el cual es un
ejemplo de protección, Las gacelas recién nacidas son unos de los animales que
más rápido aprenden a caminar y a correr. Esto las hace más independientes,
pero a la vez su vida corre mucho más riesgo porque están expuestas a los
depredadores.
Las mamás gacelas arriesgan su vida constantemente para proteger a sus hijos,
exponiéndose como carnada para que, en caso de que haya depredadores al
acecho, la cacen a ella. Así permite que sus hijos aprendan de su ejemplo y se
entrenen para el futuro.
Imagínese usted, si este animalito es capaz de proteger a tal grado a sus crias,
dando su propia vida, con mayor razón se espera esta protección de los padres,
dando el cuidado y el apoyo a sus hijos desde sus primeros pasos.
Por esto, un padre amoroso siempre está preocupado, se mantiene firme a lado
él, y le entrega su guía en todo lo que necesita a medida que va creciendo.
Y nuestro Padre celestial es quién nos guía en ese camino, aunque sabe que
nosotros no somos bebés, nos concede bastante libertad, ya que la Biblia indica
que donde está el espíritu de Jehová hay libertad.
Ahora bien, a pesar de los años que tengamos, no podemos recorrer este
camino simbólico sin su guía. ¿Por qué? los invito a que abran su biblia aquí en
Jeremías 10:23
La Biblia nos explica claramente, que sin la guía de Jehová el ser humano no
tiene ni la capacidad ni el derecho de gobernarse a sí mismo, por eso los que
siguen en su camino de independencia, cometen el mismo error que nuestros
primeros padres Adán y Eva.
¿Que paso con ellos? Se creyeron con el derecho de determinar por sí mismos lo
que era bueno y lo que era malo a sus propios ojos.
Hermanos Por este motivo la Biblia nos aconseja que no depositemos nuestra
confianza en el ser humano, debemos reconocer que necesitamos la guía de
nuestro Dios Jehová, como menciona el apóstol pablo, estamos viviendo en
tiempos críticos difíciles de manejar, pero no dijo que fueran imposibles de
manejar, por eso no nos arriesguemos a caminar solos por este camino de la vida.
Tal como el pequeño hijo anda de la mano con su padre y se siente seguro, de la
misma manera nosotros, podemos andar con Dios.
Tenemos varios ejemplos de Hombres y mujeres fieles del pasado que anduvieron
con Dios.
Ahora otro ejemplo de la antigüedad fue el de Noé, ¡Cuán diferente fue Noé de la
gente de sus tiempos! Él “halló favor a los ojos de Jehová. Noé fue hombre justo.
Resultó exento de falta entre sus contemporáneos. Andaba con el Dios verdadero,
lo cual incluía predicar como defensor de la justicia y construir el arca en
demostración de fe y obediencia.
Pero no solo en tiempos antiguos hubo personas que anduvieron con Dios.
Aunque han pasado miles de años desde los tiempos de Enoc y Noé, Dios nunca
ha cambiado, nos invita a andar con Él en la actualidad.
De esta manera, hacemos una aplicación práctica: podemos decir que Andar en el
nombre de Dios implica al menos tres cosas:
Primero: Debemos proclamar ese nombre, pues reconocemos que solo aquel
que “invoque el nombre de Jehová será salvo”
Segundo: Tenemos que reflejar las cualidades divinas, como el “amor, gozo, paz,
gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad [y] autodominio”.
En primer lugar, Andamos con Dios escuchando su voz y permitiendo que nos
guie en la vida. ¿Cómo escuchamos su voz? Mediante la lectura diaria y
meditación de su Palabra.
Él dice lo siguiente:
Las drogas, las apuestas y la violencia fueron parte de mi vida desde que era muy
pequeño. Vivía rodeado de delincuentes. Con solo 10 años, ya hacía encargos
para las prostitutas y los prestamistas del barrio. Me encantaba engañar y estafar
a la gente. Era como una droga.
A los 14 me había hecho experto en estafas. ¡Era dinero fácil! Por ejemplo, una
vez gané 10.000 dólares canadienses en un solo día. Para que se hagan una idea
serían aproximadamente $5.000.000.- chilenos
Cuando tenía 15 años, me echaron del reformatorio, así que me quedé sin techo.
Dormía en las calles, en los parques o en las casas de mis amigos.
La policía me detuvo unas cuantas veces para interrogarme por mis trapicheos.
Pero como lo que vendía no era robado, nunca fui a la cárcel. Aunque sí tuve que
pagar unas buenas multas por fraude, engaño y falsificación, y por vender sin
licencia. No le temía a nada ni a nadie; hasta trabajé de cobrador para los
prestamistas. Y como eso era muy peligroso, a veces iba armado. Incluso trabajé
para mafiosos.
La primera vez que oí hablar de la Biblia tenía 17 años. Vivía con una novia, quien
empezó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Pero como no me gustaron
las normas morales de la Biblia, la dejé y me fui con otra chica con la que ya
estaba saliendo.
El colmo fue que esta chica también empezó a estudiar con los testigos de
Jehová. Me impresionaron los cambios en su personalidad: se hizo más amable y
paciente. Un día me invitaron a una reunión de las que ellos hacían, y fui.
Me encontré con personas muy diferentes. Jamás me había sentido tan a gusto,
ya que desde niño nunca recibí mucho cariño. La atención que me dieron los
testigos de Jehová era exactamente lo que necesitaba. Cuando me ofrecieron un
curso de la Biblia, lo acepté enseguida.
Mi estudio de la Biblia me hizo ver que tenía que hacer muchos cambios más. Por
ejemplo, en 1 Corintios 6:10, la Biblia dice: “Ni ladrones, ni personas dominadas
por la avidez, ni borrachos, ni injuriadores, ni los que practican extorsión
heredarán el reino de Dios”. Cuando leí ese versículo, me eché a llorar. Tenía que
cambiar por completo. Era un hombre violento, y mi vida un desastre total.
Por esto, le oré a Jehová con mucho fervor, rogándole que me ayudara a dejar mis
vicios y cambiar mi vida. Con su ayuda, poco a poco fui saliendo del hoyo.
Un paso importante fue que mi novia y yo nos casamos.
En aquel entonces, con 24 años, ya tenía tres hijos. Necesitaba un trabajo
honrado para mantenerlos. De nuevo le pedí ayuda a Jehová y salí a buscar
trabajo. A veces, mencionaba que estaba estudiando la Biblia para ser un buen
ciudadano. Pero todos me rechazaron. Al final, después de contar mi historia una
vez más en una entrevista, el hombre me dijo: “No sé muy bien por qué, pero algo
me dice que tengo que contratarlo”. Estoy seguro de que esa fue la respuesta a
mis oraciones. Algún tiempo después, mi esposa y yo nos hicimos testigos de
Jehová.
Estoy vivo gracias a que he puesto en práctica los consejos de la Biblia y a que he
seguido los pasos de Cristo. Tengo una familia preciosa y disfruto de una buena
conciencia, pues estoy seguro de que Jehová me ha perdonado.
Llevo catorce años realizando un servicio voluntario especial: dedico gran parte de
mi tiempo a ayudar a otros a entender la Biblia. Hace poco, mi esposa se unió a
mí en este servicio. Además, en los últimos treinta años he ayudado a 22
compañeros de trabajo a hacerse testigos de Jehová. Todavía voy a los centros
comerciales, pero no a estafar a la gente como antes. Muchas veces aprovecho la
oportunidad para dar a otras personas el mayor regalo de todos: la esperanza de
vivir en un mundo libre de ladrones (Salmo 37:10, 11).
Tal como Normand, si queremos andar con Dios al igual que él lo hizo, debemos
seguir los pasos de Cristo ya que es el mejor ejemplo que podemos imitar, como
lo podemos ver en efesios 5:8-9, el cual los invito a leer. ¿Notó?
Ahora, algo que también nos ayuda a andar con Dios, es tener buenas compañías,
nos referimos a amigos que también andan con Dios, por esto debemos tener
precaución en la elección de nuestras amistades ya que como se menciona en 1
corintios 15:33 “Las malas compañías echan a perder los hábitos útiles.
Las reuniones cristianas nos ayudan a andar con Dios, ya que en ellas se nos
enseña e instruye, por eso vale la pena hacer el esfuerzo por estar siempre
presentes.
Como el andar con Dios es nuestra manera de vivir, cada vez que tomemos
decisiones, debemos meditar en lo que Jesús haría en nuestro caso.
4.- Hemos visto lo que significa andar con Dios, y como podemos andar con
Dios.
ÉL ERA un hombre atractivo de piel morena. Ella, una mujer hermosa y con
talento. Ambos trabajaban para la misma empresa. Ella le colmaba de atenciones
personales, y él le profesaba admiración. Se intercambiaban regalos, y al poco
tiempo se hicieron amantes. Él dejó a su esposa por ella, mientras que la mujer
decidió al final seguir con su marido y poner fin a la aventura. Con poco
entusiasmo, él trató de reconciliarse con su esposa, pero, como no sentía
verdadero remordimiento, no lo logró. Todos los implicados siguieron su vida, pero
ninguno salió ileso.
Podemos ver que este mundo ya no considera que la moralidad sexual sea una
virtud. El afán inmoderado de placer y satisfacción parece estar a la orden del día.
“La Nueva Encyclopedia Britannica dice: “El adulterio parece estar tan
generalizado y, en algunos casos, ser tan común como el matrimonio”.
Por esto Jehová mediante sus escrituras nos da instrucción clara y lo que les
espera a las personas que practican estas cosas, leamos (1 Corintios 6:9, 10)
Ahora a diferencia de las personas de este mundo, como nosotros andamos con
Dios y dejamos que la verdad de su Palabra nos ilumine en estos asuntos, nos
permite andar con gozo y esperanza.
Este gozo y esperanza se hace más fuerte ya que el espíritu santo de Jehová nos
fortalece para seguir andando con Dios a pesar de los obstáculos del camino.
Un cuarto beneficio es que al andar con Dios, logramos una estrecha amistad
con él.
Con un Amigo así, ¿verdad que no hay razón para temer lo que pueda hacernos el
hombre? Para esto leamos Salmo 118:6.
Incluso Si alguna vez tropezamos, Dios nos levantará si recurrimos a él, tal como
lo menciona el Salmos 145:14 que dice “Jehová está sosteniendo a todos los
que están cayendo, y está levantando a todos los que están encorvados.”
Gracias a esto podemos ver que Jehová tiene paciencia con toda la humanidad
imperfecta y perdona “en gran manera” a los que se arrepienten.
Pero Jehová quiere que andemos con ´el para siempre, porque estamos seguros
de eso?
En juan 3:36 dice que el que ejerce fe en el hijo tiene vida eterna.
Por lo tanto, Quienes no deseen seguir los pasos de Cristo no llegarán muy lejos
Pero quienes nos esforcemos por andar con Dios, lograremos tener una vida sin
Fin.