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Profesorado en Filosofía
1 Resumen, abstract
La hipótesis fundamental de la monografía es que en la experiencia estética hay
comprensión. Esta comprensión que hay en la hermenéutica estética que propone
Gadamer se la buscará relacionar con la educación, específicamente con la filosofía de
la educación.
Ahora bien, primero se va a buscar delimitar a la filosofía de la educación de las demás
prácticas pedagógicas. Y remarcar la tensión que hay entre la filosofía de la educación y
la pedagogía.
Luego al tener definida la idea de lo que es propiamente la filosofía de la educación y de
qué se ocupa, se van a remarcar cuáles son los elementos que conforman a la
hermenéutica en relación a la estética. Fundamentalmente se utilizará como eje para el
tema de la experiencia estética en relación a la comprensión “Verdad y Método I” ya
que resulta importante la conclusión a la que llega Gadamer de que Kant de alguna
manera con su “Crítica del juicio” abrió las puertas para que posteriormente pueda
atribuírsele al arte su carácter propiamente humano y autónomo. Carácter propiamente
humano que a su vez también propone la filosofía de la educación a diferencia de las
disciplinas pedagógicas que suelen cometer el error de seguir prescripciones sin tener en
cuente lo humano, es decir se olvida que en la figura del alumno hay una persona y se lo
enajena en prescripciones que le son impuestas y que debe seguir muchas veces ciega y
mecánicamente.
Finalmente al delimitar específicamente los elementos que conforman a la experiencia
estética en Gadamer como: el concepto de vivencia, el simbolismo en el arte, la
actividad lúdica en el arte, el concepto de fiesta en el arte. Se va a fundamentar el por
qué gracias a estos elementos se da la comprensión en la experiencia estética.
Finalmente a partir del desarrollo de estas cuestiones se va a indagar sobre la
experiencia estética en referencia al arte post-moderno y la relación entre experiencia
estética y educación.
3
1.1 Hermenéutica, Educación, Filosofía, Comprensión, Gadamer,
Estética, Experiencia.
2 Introducción
3 Desarrollo
Basándome en Gil Cantero queda claro hasta aquí que el saber práctico que persigue la
filosofía de la educación no depende de las tecnologías de la educación. La demanda de
la reflexión respecto a la educación no debe quedar en un vacío, la filosofía práctica
demanda que estas reflexiones se reconozcan para encauzar las actividades con la
finalidad y la consciencia de lograr la humanización de los alumnos. La filosofía de la
educación está para evitar una sobrepedagogizacion en la cual se busca que este todo
planificado y se hegemonice un control en el que ya está diseñado el futuro del
aprendizaje.
En concreto, nuestra argumentación tratará de mostrar que la verdad
práctica tiene que partir necesariamente de verdades teóricas y que, por
tanto, la fuerza encauzadora del saber práctico no estriba sólo en saber
negociar o armonizar intereses plurales1 sino en apoyarse en la condición
previa de saber discernir entre buenas y malas razones. (Gil Cantero,
2007, pág. 122)
El problema en la práctica radica en que no se tienen claros los fines, el tipo de persona
a la que se educa y la jerarquía de las finalidades. Al centrarse en la práctica se dejó de
lado la cuestión de la finalidad educativa. Es aquí donde más resulta fundamental la
1
Según Gil Cantero a lo largo de la trayectoria de la filosofía de la educación, la tendencia a
explicaciones únicas ha sido sustituido por explicaciones plurales que pretenden dar cuenta de las
diversas orientaciones o fundamentaciones presentes en una idea o acción.
9
filosofía de la educación, los educadores necesitan una teoría más general, más
filosófica. Se trata de poder identificar lo necesario y lo contingente. El juicio
pedagógico tiene que inclinarse a reconocer el bien en la realidad. Si se apuesta por otro
orden para la acción los fines quedan sin reconocerse o mucho peor terminan siendo
impuestos por las modas. En la filosofía esto no sucede porque se trata de tener claros
los fines para ayudar al desarrollo de otros.
Para Gil Cantero la subordinación de la razón práctica a la razón teórica requiere de una
dirección práctica hacia las circunstancias particulares de las situaciones educativas y
también requiere una dirección especulativa concreta hacia los fines humanos.
Otra de las implicancias de vinculación teórica es el papel importante que se le da a la
consciencia del educador a partir de las responsabilidades directas e individuales que
este posee. También se trata de las implicancias de la condición humana del educando
como principio de sus acciones para poder encauzar las condiciones posibles del
aprendizaje. Se trata de pensar al sujeto como fin en sí mismo.
El ser sujeto es la condición de posibilidad del auténtico pensar. Ser
sujeto aquí significa más que la mera posibilidad de valorar. Ser sujeto es
la posibilidad de hacer valoraciones fundadas. El autovincularse por la
validez de las valoraciones, como a priori del ser sujeto, abre la
posibilidad de una dirección pedagógica y de una normatividad bajo el
principio de una respectiva independencia en el marco de una relación
dialógica. (Gil Cantero, 2007, pág. 126)
2
Según Molino, la historia efectual surge como “efecto de la comprensión” quiere decir que es
imposible pretender que la comprensión sea ajena al contexto en que se enmarca cualquier objeto de
estudio. La historia efectual es la realidad de la historia incidiendo continuamente en la comprensión, es
la imposibilidad de establecer una distancia objetivante entre el horizonte presente y uno pasado. La
conciencia de la historia efectual es en primer lugar conciencia de la situación hermenéutica. Y es en la
conciencia de la historia efectual en la que tiene su cumplimiento la experiencia hermenéutica. Dicho
en otros términos la conciencia de la historia de los efectos… es la conciencia de estar expuesto a la
historia y a su acción sobre nosotros, puesto que es parte del fenómeno histórico mismo.
16
humano y autónomo, es decir donde el hombre se encuentra consigo mismo en la
naturaleza, en lo humano y lo histórico3.
3
Para una mayor profundización ver apéndices.
17
Para Gadamer la vivencia estética representa la forma esencial de la vivencia en general.
Del mismo modo que la obra de arte en general es un mundo para sí, también lo vivido
estéticamente se separa como vivencia de todos los nexos de la realidad. Incluso parece
que la determinación misma de la obra de arte es que se convierta en vivencia estética,
esto es, que arranque al que la vive del nexo de su vida por la fuerza de la obra de arte y
que sin embargo vuelva a referirlo al todo de su existencia.(Gadamer, 1999)
Es en la vivencia del arte donde se actualiza una plenitud de significado que no tiene
nada que ver cierto contenido u objeto particular, sino que representa algo mucho más
grande y denso, el conjunto del sentido de la vida. “Una vivencia estética contiene
siempre la experiencia de un todo infinito. Y su significado es infinito justamente
porque no se integra con otras cosas en la unidad de un proceso abierto de experiencia
sino que representa inmediatamente el todo.” (Gadamer, 1999, pág. 107).
Por lo tanto, para Gadamer la vivencia estética representa el concepto del contenido de
vivencia y a su vez el concepto de vivencia es determinante para la fundamentación de
la perspectiva artística. Se entiende a la obra de arte como una realización de la
representación simbólica de la vida.
4
Arthur Danto (1924) es un crítico de arte y profesor de filosofía en los Estados Unidos.
24
3.2.3 Relación entre experiencia estética y educación.
Cómo se planteo al comienzo del trabajo en el punto tres de los objetivos: ¿Puede la
experiencia estética ser un medio para la educación? La pregunta en sí merece ser
analizada porque el medio, por ejemplo en el caso de una actividad en la enseñanza, no
sólo sobre arte incluso de cualquier otra materia, que se imparte en una escuela, es un
error diferenciar el medio o la actividad para la comprensión con el fin como si fueran
entidades separadas. Por todo lo expuesto tomando a Cirigliano, la respuesta es evidente
ya que para él uno de los grades aportes que hace Dewey a la educación es incrustar al
fin en la actividad misma. La actividad no es algo separado, no se trata de que mientras
se haga la actividad se espere al fin, sino que ya la actividad es parte del fin.
Sobre la experiencia estética se menciono el carácter temporal que posee. Posee el
mismo carácter temporal que el de la celebración, un tiempo al cual Gadamer llama
tiempo propio. Un tiempo propio, en cierto modo detenido para lograr la comprensión.
Ahora bien, respecto a la educación Cirigliano cuando trata la cuestión del fin y el
medio (o actividad), piensa que el querer, el obrar y el fin comprenden una unidad en sí
misma y que en el vivir diario; vida, actividad y fin se confunden. Es decir, se pierde el
sentido común de entender que en realidad la escuela es parte de la vida y no se trata de
que luego de alcanzar el objetivo, por ejemplo; al terminar la escuela, comienza la vida.
Con este criterio equivocado también se maneja la vida en el aula, los alumnos cuando
esperan que se termine la hora de clase, cuando esperan que termine el trimestre, el año,
la carrera y la lista puede ser interminable. Aquí también el tiempo es un elemento que
debería analizarse en la educación, con la confusión de separar medio y fin, se
condiciona a la educación sólo a un tiempo lineal, calculable en fracciones.
Precisamente es un tiempo opuesto al de la experiencia estética hermenéutica. Este
tiempo lineal es de carácter vacío, es un tiempo que debe llenarse con algo para hacer…
Y en el aula lamentablemente esto es muy frecuente se debe llenar el tiempo con tal
actividad, se debe llenar el tiempo con la tarea, se debe llenar el tiempo con la mayor
cantidad de unidades vistas en el programa, no importa si los alumnos lo entienden o no,
hay que llenar ese tiempo siempre con algo. En contraposición, la experiencia estética
se encuentra en un contexto de tiempo propio en el cual se da la comprensión, si bien a
la educación es imposible sumergirla al tiempo propio, si es pertinente pensar en cómo
incluir esos elementos de comprensión que se dan en la estética. El tiempo es uno de
ellos. Claramente siguiendo sólo un tiempo lineal sin detenerse ni siquiera un segundo
25
en si los alumnos están comprendiendo lo que estudian o no, no es un buen camino. Es
la filosofía de la educación la que debe reflexionar sobre estas cuestiones generales.
En la experiencia estética se logra la comprensión, a partir de la comunicabilidad, cada
uno busca comunicar su impresión respecto a la obra que se tiene presente. Quizás otro
elemento para rescatar de la experiencia estética para relacionarlo con la educación, es
el hecho de formar un clima de comunicabilidad en el aula más allá de si se está viendo
un tema de Estética o de Matemáticas. Por ejemplo, el elemento del juego, puede ser un
medio (y fin a la vez) de alcanzar un clima de comunicabilidad en el aula y su vez de
comprensión. A la mayoría de los adolescentes no les agrada las matemáticas, pero si es
característico de la adolescencia el entusiasmo hacia los retos. Los adolescentes ven en
el juego un reto. Sea la disciplina que se enseñe filosofía, psicología o hasta
matemáticas, se puede crear un juego que involucre a los contenidos de la disciplina,
presentárselo a los alumnos como un juego. Lo positivo que tiene esto de presentar el
contenido de una materia como un juego que debe resolverse, es que el juego posee un
carácter de seriedad muy distinto al de la vida, si el alumno se equivoca en el juego,
finalmente no deja de ser un juego y equivocarse es parte de ello. Pero a su vez al verlo
como un juego, si a un alumno le sale mal una actividad relacionada con el contenido de
una materia, se le quita el carácter de fracaso, para que de esta manera el alumno se
enfoque en el porqué se equivoco en el juego y analice qué es lo que no comprendió ya
sea de historia, geografía, matemática, etc. Ojo que el hecho de que se presente el
contenido de una materia como un juego no significa que no tenga seriedad, la posee
pero de una manera diferente.
“Lo que no es más que juego no es cosa seria. El jugar está en una
referencia esencial muy peculiar a la seriedad. No es sólo que tenga en
esta relación su “objetivo”. Como dice Aristóteles, el juego es para
“distraerse”. Mucho más importante es que en el hecho de jugar se da
una especie de seriedad propia, de una seriedad incluso sagrada”
(Gadamer, 1999, pág. 144)
Para Gadamer el juego es una función elemental en la vida humana y no se puede
pensar la cultura humana sin un componente lúdico. El juego sumerge a los jugadores
de allí surge la seriedad que le otorgan al mismo.
Otra cuestión a plantear es lo interesante que puede ser el hecho de integrar en la
educación intereses artísticos que le interesen a los jóvenes. Gadamer sobre las
26
creaciones artísticas de la actualidad y que se difunden de manera masiva en la juventud
piensa que tanto “La ópera de tres centavos5” o los discos de canciones modernas, que
escucha la juventud, son igual de legítimos. Ya que tienen también, salvando las
diferencias de clase y nivel cultural, emitir un mensaje e instituir una comunicación. La
continuidad de las generaciones que tiene lugar en el conjunto de la sociedad comete un
error, si cree que el arte es sólo el arte de las clases altas. Olvida que hay estadios, salas
de maquinas, bibliotecas populares, escuelas de formación profesional, incluso medios
de comunicación de masa que si bien influyen sobre el conjunto de nuestra sociedad de
manera desmedida. No se debe olvidar que siempre hay un uso racional para tales cosas.
Y ahí justamente esta el reto para todos de enseñar y aprender con su propia actividad.
Los intereses artísticos de los jóvenes pueden integrarse en la enseñanza, en mayor o
menor medida según la disciplina. Por ejemplo, puede despertarse el interés de los
alumnos, en una clase de psicología, al analizar las propias letras que ellos escuchan. En
una clase de filosofía, se puede buscar analizar con los alumnos los discursos de los
distintos medios de comunicación y a partir de allí disparar el tema hacia el contenido
que se quiere enseñar y a la ejercitación del pensamiento crítico. El arte al ser el reflejo
de una sociedad tiene infinitas maneras de ser analizado y no sólo desde una disciplina.
Hay muchas alternativas de incluir los intereses actuales de los jóvenes a los contenidos
que se enseñan, lo cual también requiere un trabajo creativo por parte del docente, para
captar el interés de los alumnos.
5
La ópera de los tres centavos, es una obra teatral en un prólogo y tres actos. Con música Kurt Weill y
libreto de Bertolt Brencht en colaboración de Elisabeth Hauptmann. Fue una adaptación de la opera de
baladas del siglo XVIII, La ópera del mendigo de John Gay. Fue la obra más exitosa en Alemania hasta la
nefasta toma del poder del partido nazi. Brencht y Weill se vieron obligados a abandonar Alemania pero
para ese entonces la obra ya se había traducido en 18 idiomas y difundido en la mayoría de los escenarios
europeos.
27
4 Conclusiones
Se partió de la hipótesis de que en la experiencia estética hay comprensión, que ella es
una manera de dejarse educar, como mencionaba la autora López Sáez.
Ahora bien en principio se planteo la tensión que hay entre filosofía de la educación y
pedagogía, la conclusión es la siguiente: Lo ideal sería encontrar el equilibrio entre lo
propiamente humano que es de lo que se ocupa la filosofía de la educación, sobre todo
en lo que respecta a materias tan arraigadas a los saberes humanísticos, y las
prescripciones pedagógicas. Obviamente utilizar una de las partes de esta tensión no
dará un buen resultado, ya sea sólo la filosofía de la educación o sólo la pedagogía.
Se planteo esta tensión en principio para explicar el carácter humanizador de la filosofia
de la educación. Carácter que también posee la estética hermenéutica de Gadamer en la
cual hay comprensión.
Luego, resultó importante el concepto de vivencia. Porque precisamente la vivencia
estética representa, el concepto del contenido de vivencia y a su vez el concepto de
vivencia es determinante para la fundamentación de la perspectiva artística. Se entiende
a la obra de arte como una realización de la representación simbólica de la vida, en la
cual siempre se encuentra una vivencia en el camino. Para la estética, la consecuencia
de esto es que el llamado arte vivencial es igual a arte auténtico.
De los elementos que constituyen a la obra de arte el concepto de fiesta me resulto
interesante no sólo por su analogía temporal en relación a la experiencia estética. Sino
por el modo de pensar el tiempo lineal del que se abusa excesivamente en la educación,
es ese tiempo calculado y medido que por su estructura es vacío, es decir el que debe ser
llenado para algo y que si no es llenado por todo es llenado por nada, quizás sea por el
28
hecho de como esto creo que nos afecta a todos cotidianamente y se puede ver
notablemente dentro de un aula.
29
Luego se había mencionado el tiempo lleno o mejor dicho el tiempo propio, que
constituye el tiempo personal de cada uno, formas del tiempo propio serian la infancia,
la juventud, la madurez, la vejez e incluso la muerte. Respecto al tiempo propio creo
que es difícil de reconocerlo, probablemente por los tiempos acelerados característicos
de la sociedad postmoderna. Pienso que a la hora de educar, más allá de las exigencias
del calendario que dice cuando terminan las clases, se debe tener en cuenta que todos
contamos con un tiempo propio, el alumno mismo cuenta con un tiempo propio para
asimilar el conocimiento para que a partir de la rehabilitación de sus prejuicios logre
primero una precomprensión y a partir del reconocimiento de lo otro, ya sea un texto o
como se vio en el trabajo una obra de arte, ampliar su propio horizonte. Es algo que
constituye lo propiamente humano y trasciende las prescripciones pedagógicas.
5 Apéndices
5.1 Apéndice 1
Gadamer entiende que en sí misma la esencia de todo arte consiste, como formula
Hegel, en que “pone al hombre ante sí mismo”. No sólo la figura humana en realidad
cualquier representación artística puede expresar ideas morales. Pero entonces Kant
tiene razón en que la expresión de lo moral es en tal caso prestada. El hombre, en
cambio, expresa estas ideas en su propio ser, y porque es lo que es.
Un árbol que nació en condiciones desfavorables puede haber quedado
raquítico y dar una impresión de miseria, pero esta miseria no es
expresión de un árbol que se siente miserable y desde el ideal de árbol el
raquitismo no es “miseria”. En cambio el hombre miserable lo es medido
según el ideal moral humano; y no porque se le asigne un ideal de lo
humano que no valga para él y que le haría parecer miserable ante los
demás sin que lo sea él mismo. Hegel ha comprendido esto en sus
33
lecciones sobre estética cuando denomina a la expresión de la moralidad
“manifestación de la espiritualidad”. (Gadamer, 1999, pág. 83)
Con la distinción clasicista entre idea normal e ideal de belleza, Kant aniquila la base
desde la cual la estética de la perfección encuentra la belleza individual e incomparable
de un ser en el agrado perfecto que este produce en los sentidos. Desde ahora el “arte”
podrá convertirse en un fenómeno autónomo. Su tarea ya no será representar los ideales
de la naturaleza, sino el encuentro del hombre consigo mismo en la naturaleza y en el
mundo humano e histórico.
8
Fue el idealismo alemán el que extrajo esta consecuencia. El idealismo alemán es una escuela filosófica
que se dio en Alemania a fines del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. Surge a partir de la obra de
Kant en los años 1780 y 1790, vinculado con el Romanticismo, la Ilustración y el contexto histórico de la
revolución francesa. Además de Kant sus principales pensadores son Fichte, Schelling y Hegel. Gadamer
menciona que si bien Fichte y Schelling adhieren a la teoría kantiana de la imaginación trascendental,
para la estética hacen un uso nuevo de este concepto. A diferencia de Kant el punto de vista del arte se
convierte en el que abarca a toda producción inconscientemente genial incluyendo también la naturaleza
entendida como producto del espíritu. Y con esto se desplazan los fundamentos de la estética. Se pone en
duda la universalidad del concepto de gusto (en el sentido de si es algo que jamás cambia) y se entiende
en forma distinta el concepto de belleza natural. El interés moral por la belleza de la naturaleza que Kant
resalta, retrocede ante el encuentro del hombre consigo mismo en las obras de arte.
39
Ahora bien, teniendo en cuenta todo lo mencionado hasta aquí una de las cuestiones
para analizar es la del neokantismo9, que destacó el concepto de la vivencia como
verdadero hecho de la conciencia.
Resulta placentero leer con detenimiento las observaciones que hace Gadamer sobre el
término “vivencia” (Erlebms en alemán) ya que es el hecho de saber el origen de los
términos el que no sólo nos ayuda a utilizarlos bien sino además saber por qué se
utilizan una vez que ya son introducidos de una manera habitual. Concluye en que el
término de base Erleben sólo se hace habitual en los años 70 del siglo XIX. En los años
50 y 60 el término se hace inhabitual. Y en los 70 se hace habitual por su introducción
en el habla a partir de qué es empleado en la literatura biográfica. La motivación de esta
nueva formación lingüística se debe rastrear en el significado de la palabra Erleben.
Erleben significa para empezar “estar todavía en vida cuando tiene lugar
algo”. A partir de aquí la palabra Erleben adquiere un matiz de
comprensión inmediata de algo real, en oposición a aquello en lo que se
cree saber algo, pero a lo que le falta la garantía de una vivencia propia,
bien por haberlo tomado de otros, o haberlo simplemente oído, bien por
ser inferido, supuesto o imaginado. Lo vivido (das Erlebte) es siempre lo
vivido por uno mismo. (Gadamer, 1999, pág. 97)
Gadamer a su vez repara en el detalle de que el término das Erlebte se emplea también
para designar el contenido permanente de lo que ha sido vivido. El cuál no es un
contenido cualquiera, sino un contenido como resultado o efecto, que ha ganado
permanencia y significado respecto a los otros aspectos efímeros del vivir. Y son estas
dos direcciones de significado las que subyacen simultáneamente a la formación
Erlebms: “por una parte la inmediatez que precede a toda interpretación, elaboración o
mediación, y que ofrece meramente el soporte para la interpretación y la materia para su
9
El neokantismo fue un movimiento filosófico europeo, de origen alemán, que alude a un retorno a los
principios filosóficos de la doctrina Kant frente a la doctrina imperante del idealismo absoluto de Hegel.
Gadamer al respecto, menciona que puede ser que el idealismo especulativo haya tenido efectos que van
más allá de su validez reconocida. El aborrecimiento del esquematismo dogmatico de la escuela de Hegel
estimulo una revitalización de la crítica bajo el lema de la “vuelta a Kant”. Esto también vale para la
estética. Gadamer admite que si bien se desacredito rápidamente el empleo que del arte hace Hegel en su
estética para la historia de las concepciones de mundo. Sin embargo, la exigencia que se planteo de
volver a Kant ya “no podía significar un verdadero retroceso y recuperación del horizonte que envuelve a
las criticas kantianas” (Gadamer, 1999).
40
configuración; por la otra, su efecto, su resultado permanente.” (Gadamer, 1999, pág.
97)
Esta doble vertiente que menciona Gadamer del significado de erleben puede ser el
motivo de que la palabra Erlebms se introdujese al principio en la literatura biográfica.
Ya que la esencia de la biografía y en particular de artistas y poetas en el siglo XIX,
consiste en entender la obra desde la vida. El objetivo es reconocer entre las dos
vertientes significativas que distingue del término Erlebms su conexión como
productiva, es decir: algo se convierte en una vivencia, no porqué sólo es vivido, sino
por el hecho de que fue algo que se vivió y ha tenido un efecto particular, que le ha
conferido un significado duradero. “Lo que es “vivencia” de este modo adquiere una
posición óntica completamente nueva en la expresión del arte.” (Gadamer, 1999, pág.
97)
El termino óntico en oposición al término ontológico, hace referencia al ente en sí y a
todo lo que pertenece al ente, en este contexto el arte se concibe como una vivencia. La
obra de arte no se percibe como un objeto frente al sujeto, sino que se trata de una
experiencia hermenéutica sobre una base ontológica, sin embargo es la imagen la que
posee una valencia óntica. Proseguiré a explicar esto más adelante ya que es un punto
fundamental.
Retomando el término de “vivencia” en Gadamer, resalta que no es nada casual que este
término se haga frecuente, justamente en una biografía de Goethe. Goethe puede inducir
esta palabra más que otro, porque su poesía, en su momento fue comprensible en un
sentido nuevo, precisamente a partir de sus vivencias. “El mismo llego a decir que todos
sus poemas revisten el carácter de una gran confesión” (Gadamer, 1999, pág. 98)
El concepto de vivencia:
Gadamer concluye que tanto para Dilthey como en Husserl, tanto en la filosofía de la
vida como en la fenomenología el concepto de vivencia se muestra en principio como
un concepto puramente epistemológico10. Ambos autores asumen su significado
teleológico11, pero no lo determinan conceptualmente. El que lo que se manifiesta en la
vivencia sea vida solo quiere decir que se trata de lo último a lo que podemos retroceder
(Gadamer, 1999)
10
La epistemología es una rama de la filosofía que tiene como objeto el estudio del conocimiento.
11
Con teleología se refiere a la doctrina filosófica de las causas finales.
41
La palabra vivencia reviste de un significado denso. Cuando a algo se lo califica como
vivencia se lo piensa como vinculado a un todo de sentido. Lo que vale como vivencia
es algo que se destaca frente a otras vivencias, en las que se viven otras cosas, como
frente al resto del decurso vital, en él no se vive “nada”. Lo que vale como vivencia no
es algo que fluye y desaparece en la conciencia; es algo pensado como unidad y que con
esto gana una nueva manera de ser uno. En este sentido es comprensible que la palabra
surja en el marco de la literatura biográfica y que proceda de contextos autobiográficos.
Lo que puede ser denominado vivencia se constituye en el recuerdo. Gadamer con esto
se refiere al contenido de significado que queda permanente para aquel que ha vivido la
experiencia. (Gadamer, 1999)
A todo esto es importante remarcar que la vivencia se sustrae a todo intento de referirse
a su significado. Lo vivido es siempre vivido por uno mismo, y es parte de su
significado el que pertenezca a la unidad de este “uno mismo”. La vivencia no se agota
en lo que puede decirse de ella ni en lo que se pueda retener como su significado,
aludiendo esto al caso de la reflexión autobiográfica en la que se busca determinar su
contenido significativo. En realidad ese contenido significativo de la vivencia nunca se
puede lograr contener del todo, lo que determina a la vivencia es que nunca se puede
acabar con ella, siempre se escurre algo de ella, jamás se puede contener todo su
significado como totalidad.
Nietzsche dice que “en los hombres profundos todas las vivencias duran
mucho tiempo”. Con esto quiere decir que esta clase de hombres no las
pueden olvidar pronto, que su elaboración es un largo proceso, y que
precisamente en esto está su verdadero ser y su significado, no sólo en el
contenido experimentado originalmente como tal. Lo que llamamos
vivencia en sentido enfático se refiere pues a algo inolvidable e
irremplazable, fundamentalmente inagotable para la determinación
comprensiva de su significado (Gadamer, 1999, pág. 104)
El concepto de vivencia no se agota en el papel de ser el dato y fundamento último de
todo conocimiento, sino que hay algo más, algo que pide ser reconocido y que apunta a
una problemática que hace referencia interna a la vida. Respecto al nexo entre vida y
vivencia, Gadamer dice:
No se trata de algo que pasa de lo general a lo particular “la unidad
determinada de la vivencia en virtud de su contenido intencional se
42
encuentra por el contrario en una relación inmediata con el todo… Por
decirlo en palabras de Schleiermacher, cada vivencia es “un momento de
la vida infinita” (Gadamer, 1999, pág. 106)
Es decir, que la vivencia se representa como un todo que va mucho más allá del hecho
de estar determinada por su propio objeto. La vivencia queda integrada en el todo de la
vida, su elaboración en la conciencia va más allá del significado que uno cree saber de
algo. Y al quedar la vivencia integrada en el todo de la vida, este todo se hace también
presente en ella.
El concepto del arte vivencial se relaciona con la experiencia. Las dimensiones del
concepto del arte vivencial sólo se hacen consientes al dejar de que sea lógico y natural
que una obra de arte represente una traducción de vivencias, cuando deja de entenderse
por sí mismo que esta traducción se debe a la vivencia de una inspiración genial del
artista que es el creador de la obra de arte y dicha obra de arte se convertirá en vivencia
para el que la contempla. El siglo caracterizado por este supuesto es el de Goethe 12, un
siglo que Gadamer considera toda una época porque para nosotros ya está cerrado, y es
esto lo que nos permite ver más allá de sus límites podemos apreciarlo y tener un
concepto dentro de él. Y a su vez poco a poco logramos hacernos consientes que esta
época fue sólo un episodio en el conjunto de la historia del arte y de la literatura.
Cuando se empieza a mirar más allá de los límites del arte vivencial y se
dejan valer también otras cuestiones, se vuelven a abrir espacios amplios
dentro del arte occidental, un arte que ha estado dominado desde la
antigüedad hasta el barroco por patrones de valor distintos del de lo
“vivido”; con esto se abre también la perspectiva a mundos enteros de
arte extraño. Y ciertamente todo esto puede convertírsenos en “vivencia”.
Esta autocomprensión estética está siempre disponible. Sin embargo, uno
no puede ya engañarse sobre el hecho de que la obra de arte que se nos
convierte en vivencia no estaba determinada para una acepción cómo
esta. Nuestros conceptos valorativos de genio y vivencialidad no resultan
aquí adecuados. (Gadamer, 1999, págs. 108 y 109)
Gadamer quiere decir que más allá del arte que posee patrones sobre lo vivido, también
tiene en cuenta el arte desde la antigüedad aquel arte que nos transporta de alguna
manera a extraños mundos, donde el arte que se nos hace extraño y que sin embargo
12
Goethe fue un brillante poeta alemán, novelista, dramaturgo e incluso escribió tratados científicos, fue
uno de los fundadores del romanticismo movimiento que es profundamente influenciado por él. Cómo se
dijo durante el desarrollo del trabajo lo innovador para la época de Goethe en su obra es que ella
representara en cierto sentido una confesión acerca de sus vivencias, lo cual por todo lo expuesto no es
casualidad que Gadamer lo mencione en referencia a la estética en Verdad y Método I.
44
esto puede convertírsenos en experiencia estética en el presente. Es un círculo
hermenéutico que no tiene fin y tiene al hombre en medio entre el pasado y el presente,
y de alguna manera se trae un pasado a la conciencia presente pero reactualizado. Pero
hay que tener en cuenta que este tipo de arte antiguo que se nos convierte en vivencia,
no estaba determinado por este efecto, por tanto los conceptos de genio y vivencialidad
no resultan del todo adecuados.
5.2 Apéndice 2
Diferencia ontológica
Gadamer en su libro “La actualidad de lo bello” delimita de manera clara elementos
relacionados con la experiencia estética, tales elementos son los conceptos de
simbolismo, juego y fiesta. A pesar de que estos conceptos se encuentran en dicha obra
para dar una explicación ontológica de la obra de arte y su significado hermenéutico,
también se encuentran rastros de estos conceptos en Verdad y Método I en particular en
el capítulo 4, “El juego como hilo conductor de la explicación ontológica13.”
Cómo se había dicho en un principio ontología es la contraposición de óntico. Ahora
voy aclarar de donde surge la llamada “diferencia ontológica” la cual es importante
entender para comprender la ontología de la obra de arte en Gadamer. Principalmente se
debe tener en cuenta que Gadamer fue discípulo de Heidegger, y que el propio Gadamer
en “Hermenéutica y diferencia ontológica” se pregunta qué quería decir su maestro con
la expresión “diferencia ontológica” a Gadamer le resulta bastante oscuro clarificar está
idea. Sin embargo intentaré en este trabajo esbozar las conclusiones a las que llega
Gadamer, de la manera más simplificada dentro de mis posibilidades.
Para entender la diferencia entre lo “óntico” y lo “ontológico”…
Heidegger usó una y otra vez la expresión “diferencia ontológica” como
un término simbólico. Sin embargo, nunca se hablaba de diferencia
13
Ahora bien es necesario desde un principio aclarar de manera lo más breve posible dentro de las
posibilidades que significa el concepto de ontología. La ontología es una parte de la metafísica que
estudia lo que hay, en referencia a algo intangible algunas preguntas clásicas de la filosofía son ¿Dios
existe?, ¿Existen entidades abstractas como los números?, ¿existen los universales? También se ocupa
de estudiar la relación que existe entre las entidades. La ontología es la investigación del ser en
tanto ser o del ser en general y sus propiedades trascendentales. Dentro de la ontología se
abordan las entidades abstractas, como el número, el concepto. A su vez la ontología se basa
en la pregunta de qué criterio se utiliza para establecer si una entidad es abstracta o concreta,
ya que hay entidades abstractas que no se saben si existen. También entra dentro del campo
ontológico los procesos de la mente, ya que no pueden ser investigados empíricamente.
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“teológica”. Para ello la acuñación del nuevo término heídeggeríano era
demasiado fuerte y exclusivá. No obstante, sigue siendo correcto
preguntar ambas cosas, qué quiere decir «el ser» y qué es lo divino y
Dios. Para el giro teológico, Rudolf Otto 14 propuso en aquel tiempo la
formulación famosa «lo Otro absoluto». En esta expresión hay
claramente una referencia a la diferencia. Lo diferente, lo Otro, significa
en griego to heteron, y el heteron es siempre un heteron tou heterou, algo
otro de lo Otro. Con la expresión de Rudolf Otto, el teólogo insiste en la
diferencia absoluta que el cristiano conoce como la diferencia entre el
Creador y lo creado. En ésta, verdaderamente, no se entiende lo Otro en
el sentido lógico de la palabra heteron. (Gadamer, 1995)
Si bien profundizar en este tema sería interesante no es el objetivo de este trabajo, ni
tampoco está dentro de mis posibilidades. Sin embargo se puede decir a partir de
palabras de Gadamer que Heidegger se refería a diferencia ontológica como termino
simbólico sin hablar de diferencia teológica. Igualmente para Gadamer es correcto
preguntarse por lo qué quiere decir “el ser” y qué es lo divino y Dios. Entonces no es de
extrañar que se remita a nombrar a un teólogo como Rudolf Otto y su formulación de
“lo Otro absoluto”, a su vez tal término remarca una diferencia, en este contexto entre lo
creado y el creador y concluye en que no se entiende lo Otro en el sentido lógico de la
palabra heteron que significa algo otro de lo otro.
Por último voy a mencionar dos extremos que según Gadamer anulan la experiencia
estética:
Uno es, esa forma de disfrutar de algo porque resulta conocido y notorio. Es decir se
encierra en lo que ya sabe en lo ya conocido y cómodo. Se oye lo que ya se sabe. No
quiere oír otra cosa y disfruta de ese encuentro porque no produce impacto alguno. Aquí
surge el origen del Kitsch, del no arte. Porque el arte sólo es algo si se precisa de la
construcción propia de la conformación, aprendiendo el vocabulario, la forma y el
contenido para que la comunicación efectivamente se realice.
La segunda forma es el otro extremo del Kitsch, el degustador de estética, en donde el
discurso de la obra de arte se dirige a un nivel secundario. Es decir, por ejemplo, se va a
ver tal obra, porque actúan tales renombrados actores y no por el contenido de la obra
teatral en sí. Y sin embargo la experiencia de la obra de arte se hace patente cuando de
lo que uno se asombra es de la discreción de los actores, que no se exhiben a sí mismos,
sino que evocan la obra, hasta alcanzar sin proponérselo, la evidencia.
6 Bibliografía
-Cirigliano, G. El problema del fin. En: Filosofía de la educación. Humanitas. 3ª
ed. Buenos Aires, 1985. Págs. 86, 87, 90 y 91.
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--Ferrater Mora. Diccionario de filosofía. Ariel. Barcelona, 1999. Fichaje del artículo:
EDUCACIÓN.
- Gadamer H. G (1995). Publicado en Gesammelte Werke. Tubinga 1995, vol. 10, pp.
58-70, traducción de Angela Ackermann Pilári en: GADAMER, H-G., Los caminos de
Heidegger, Herder, Barcelona, 2002. (Versión electrónica).
http://www.heideggeriana.com.ar/gadamer/hermeneutica_diferencia.htm
- López Sáez, M. C. (2007). Estudios Filosóficos: ¿Qué es lo que hace que el post-arte
sea arte? Estética e interpretación, LVI, 493- 519.
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Índice
1 Resumen, abstract.......................................................................................................2
2 Introducción................................................................................................................3
3 Desarrollo....................................................................................................................6
4 Conclusiones.............................................................................................................28
5 Apéndices..................................................................................................................30
6 Bibliografía...............................................................................................................49
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