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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE EDUCACIÓN POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSITARIA

U.P.T.N.M “LUDOVICO SILVA”

CARIPITO – EDO – MONAGAS

PENSAMIENTO POLITICO
SOCIAL LATINOAMERICANO

PROFESOR:
EDGAR LOPEZ
REALIZADO POR:

MARÍA RAMOS C.I: 17.114.752

CARIPITO, JUNIO DE 2021


PENSAMIENTO POLITICO INDIGENA

El pensamiento indígena, está basado en la cosmovisión, nuestros valores


culturales, los principios y enunciados de las aspiraciones colectivas de nuestros pueblos,
para compatibilizarla con los otros derechos, el conocimiento científico de la cultura
occidental y el derecho internacional, no queremos ser objeto de los derechos humanos,
sino sujeto de ese derecho, sin poner en peligro la soberanía del estado venezolano, como
República Bolivariana.

Los pueblos indígenas a lo largo del continente desarrollaron -y lo siguen


haciendo- pensamiento, autónomo, genuino y en relación con otros y otras, cuestión que
permitió en tiempos de la colonia-tanto española como portuguesa-vislumbrar sujetos y
proposiciones respecto del entorno, la humanidad y el cosmos. Con el arribo europeo a
estos territorios, muchos cronistas fueron dejando por escrito lo que veían y aprendían
de hombres y mujeres de la costa, los valles y serranías. Todo este conjunto de
pensamiento se refería al lugar de hombres y mujeres en un entramado mayor, liderado
por el sol y su potencia energética, inspiradora y dadora de todo.

Es un desafío en cuanto el siglo XIX fue un tiempo en que el pensamiento


indígena transitó de la invisibilización total a la inserción tenue pero sostenida a fines de
siglo e inicios del XX. Así, una vez instaladas las repúblicas, los pueblos indígenas, sus
organizaciones y obviamente su pensamiento, han experimentado varios momentos
significativos. 

IMPLANTACIÓN DEL EUROCENTRISMO EN AMÉRICA

El eurocentrismo es un prejuicio cognitivo y cultural, que supone la existencia


de experiencias históricas lineales movidas por esquemas culturales fijos,
correspondientes a los provistos por la historia europea, considerando a las trayectorias
no europeas como formaciones incompletas o deformadas.

    El eurocentrismo se refiere más concreta mente a la mirada del mundo a partir
de la experiencia europea occidental, donde las ventajas o beneficios para los europeos
y sus descendientes se consiguen a expensas de otras culturas, justificando esta acción
con paradigmas o normas éticas. Se habla  entonces de una “específica racionalidad o
perspectiva de conocimiento que se hace hegemónica colonizando y sobreponiéndose a
todas las demás, previas o diferentes, y a sus respectivos saberes concretos, tanto en
Europa como en el resto del mundo”.

   Como introducción al eurocentrismo se puede mencionar que la globalización en


curso es, en primer término, la culminación de un proceso que comenzó con la
constitución de América y la del capitalismo colonial/moderno y eurocéntrico como un
nuevo patrón de poder mundial. Uno de los ejes fundamentales de ese patrón de poder
es la clasificación social de la población mundial sobre la idea de raza, una construcción
mental que expresa la experiencia básica de la dominación colonial y que desde
entonces permea las dimensiones más importantes del poder mundial, incluyendo su
racionalidad específica, el eurocentrismo. Dicho eje tiene, pues, origen y carácter
colonial, pero ha probado ser más duradero y estable que el colonialismo en cuya matriz
fue establecido. Implica, en consecuencia, un elemento de colonialidad en el patrón de
poder hoy mundialmente hegemónico. En lo que sigue, el propósito principal es abrir
algunas de las cuestiones teóricamente necesarias acerca de las implicancias de esa
colonialidad del poder respecto de la historia de América Latina.

De esta forma, se concluye que el etnocentrismo como tradición intelectual,


como método de análisis de culturas dominantes y dominadas o como idea hegemónica
de superioridad (como en el eurocentrismo) debe ser objeto constante de crítica en la
academia por diversas disciplinas, en la medida en que las imposiciones dadas por las
hegemonías culturales consideradas de rango superior distorsionan la realidad cultural y
social mundial, ignorando o suprimiendo una pluralidad de culturas que quieren ser una
copia de la cultura dominante.

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