Ciudad que nunca descansa

-Caminaba en la frontera de los sueños y la realidad. Hice de mi vida lo que quise y no me

arrepiento, pero no sé donde estoy en este momento ¿Cómo se llama esta ciudad? -

Dije al policía en frente de mí, al parecer estaba en detención por algún delito menor o algo
así. Pero no tengo muchos detalles con respecto a eso, sinceramente lo ultimo que recuerdo
es ir a dormir después de una borrachera. Realmente estaba preocupado

-Por favor, señor Éaco, tranquilícese. Su madre está esperándolo en la recepción. Estamos
en la ciudad que lo vio nacer-

Entonces, me levanté y salí a la recepción. Fui a ver a mi madre, pero la notaba furiosa,
estaba llorando de la ira. Ella se acercó a mí y me reclamó:

- ¿Acaso seguirás el camino de tu padre? ¿Es que acaso quieres desperdiciar tu vida en la
cárcel? -

Me dio un golpe en la cara y me llevo a su casa, bueno realmente fue en algún momento mi
casa. Mi padre me abandonó aquí junto con mi madre, siempre salía a beber y arremetía en
golpes contra mi madre cada noche. Yo siempre fingí no saberlo, me reprimía en mis dudas
y aquí estoy otra vez.

Mi madre me sirvió la comida, se veía realmente apetitosa. Pero desde la primera cucharada
sentí como pequeñas patas caminaban en mi interior como si todo estuviese lleno de
insectos. Volteé a ver a mi madre y no la vi a ella sino al rencor encarnado. De repente mi
cuerpo se estremecía, corrí a la puerta, pero para cuando fui esta había desaparecido y me
encontraba en un amplio paramo caliente lleno de personas con mi misma expresión. Corrí
todo lo que pude entre agujas y penumbra, intenté huir del monstruo de mi desesperación.
Pero la ciudad de oro estaba muy lejos.

Delante mis ojos pasaron mi padre y muchos de mis amigos. Me preguntaba entre lágrimas
y tristeza:

¡¿Por qué? ¿Que pude hacer que no hice? ¿Por qué no soy suficiente?!

Me desmayé y desperté. Fue solo un mal sueño…

- Hice de mi vida lo que quise y no me arrepiento, pero no sé dónde estoy en este momento
¿Cómo se llama esta ciudad? -