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------------ II Epoca-Número 2--------------La Plata.

Diciembre 1" de 1921 I Redacción, Casa del Estudiante 47-1

La.teorías sociales de Tolstoi han sido superadas; no


lo ha sido su amor por la libertad, por eso el viejo maes­
tro sigua siendo un símbolo para todos los que marchan
hacia un mañana mejor. •

Precio: 10 ctvs.
-------- ALBORADA

EL PLACER DE
RACIMOS TRANSPARENTES
LA ESCLAVITUD
EL HOMBRE QUE NO PERDONÓ

Entonces el Maestro me ha dicho: Es indudable que el prejuicio de­


Tú eres el único que no comprende. grada a los hombres, basta han lle­
Aquel hombre era un corazón jo­ gado a aceptar que hecho institución
ven y puro. No tenía historia.
El otro hombre fuá sabio: tuvo que
perdonar y perdonó. Pero este es más es una verdad. Las verdades son in­ PERIÓDICO LIBERTARIO
Una mujer le miró, con mirada lar­ sabio. Tú lo has visto. No tiene que discutibles, y así ya ni quieren exa­
ga y fascinadora, como nunca lo ha­ minar como se asentó su verdad. Ig­ ------------ II Epoca Número 2------------- | | Redacción, Casa del Estudiante 47-1
perdonar, y no ha perdonado. La Plata. Diciembre 1” de 1921
bían mirado las mujeres. ¿Cómo así, Maestro? noran o desdeñan saberlo, que las
El, no comprendió. Las mujeres están hechas para afirmaciones que sustentan hacen su
La mujer, mirábale apasionadamen­ causar sufrimiento. El otro, al ver el desdicha: no les importa saber si su­
te. Y le sonreía.
Y él tampoco comprendió.
engaño, sintióse agraviado por la mu­ fren por ellos mismos. .Sienten sobre
sus espaldas un peso enorme e inú­
SANTA CR1Z La idea de la revolución
jer, en quien hizo recaerla culpa. En
Entonces,ella, tomándole délas ma­ cambio, este hombre, sufrió el mismo til y todavía lo soportan, ni preten­
nos: soy tu Amada, le dijo. Y él lo dolor, más no el agravio. Sabiendo den derribarlo.
creyó. Diciéndoselo una mujer, era Hombres mismos <le convicción re­ turaleza, aún do las más contradicto­
que las mujeres causan daño, no se
verdad. No había conocido otra mu­ Oid lo que dicen: volucionaria incurren en el orror de rias entro sí, a los efectos de su cons­
jer más que la madre, y esta mujer
ha visto mortificado en su amor pro­ ¡Suenan alegres las campa­ baldar de revolución como de una co­ tante renovación. De como elementos
pio. ¿Y cómo había de perdonar a “ La autoridad es necesaria, es pre­
no le mintió jamás. ciso que alguno mande, además no­
nas! cantan alegres.al desper­ sa nueva, cotilo de algo que pudiera de acción contraria pueden concurrir
quien no le ofendiera?
Se sintió amado. Y entregóse todo, sotros elegimos la autoridad, ella nos tar sonriente de dulces mafia- llamársele así como ¡mención fiel si­ a una acción común, nos presonta un
con su amor y su ternura. Pero cuan­ lias. La tierra se abre feraz llín, abonando con esto la réplica con­ ejemplo gráfico la óptica fotográfica:
representa, los representantes son los
do quiso besar la boca, y los ojos, y servadora que niega a la revolución para que un objetivo dé imágenes per­
lil sentido del amor servidores del pueblo ". ante el alba tpie nace: la cu­ Lulo antecedí lite histórico y toda iden­ fectas es iKH.snrio que esté consti­
la frente de la Amada, ésta rajando
el aire con sonora carcajada, púsose
Y bien, tío es como decir, preciso chilla pinta tle oro sus arenas: tificación con la naturaleza. El géne­ tuido por una lento convergente y otra
Habló la mujer: es que alguno nos maltrate y tira­ natura ríe: la vida es. ¡Liber­ sis universal ha sido obra exclusiva divergente; la una consigue recípro­
a correr y saltar por los caminos.
Los niiminticos nos dicen: El nice. vo tengo el derecho de elegir de las fuerzas lentas y metódicas que camente los defectos do la otra. Pue­
El hombro lloró, viendo desapare­
mi verdugo, ya que él me tiraniza, tad! grila poten e el arroyo
cer a la mujer por el último recodo. amor vordndero, de dos corazones, ha­ se han ido sucediendo sin la menor den preguntar a cualquier pobre dia­
ce uno solo; de dos almas, una sola que también balde por mi. así me desbordado. ¡Libertad! gorgea alteración de tiempo ni de lugar, sin blo que haga de fotógrafo y sí él no
Mas su desesperación habló:—Te per­
dono, mujer, porque mo hiciste vivir alma. Vengo a ti con ese sentido del el ruiseñor desde |a fronda que estorbarse en lo más mínimo las unas lo sabe, no por eso su objetivo dejará
un bello sueño. amor. Quiero fundirme en tí toda cu­ Pero sabed, antes de afirmar lu ne­ pinta nacarado rocío al sol a las otras. Los movimientos espns- de estar constituido así. Pregúntese
Y yo pensé: He aquí un hombre ltera. Y que nos fundamos en un solo cesidad del amo. como éste construye que nace. ¡Libertad! clama pal- módicos, violentos o inesperados, más a cualquier revolucionario on que con­
que comprende y perdona. ¡Bendito jo. ¿Me comprendes chiquillo? su poder, su autoridad. que nada, son obstáculos n la evolu­ siste la revolución y por abstrusa que
pilante de vida el suave brote ción, cuando no causas desastrosas de que sea su explicación, ella no liará
Y la mujer tomándome entre sus Roba a cada uno, un poco de sus
brazos me besó mucho, muelu..... derechos y de su libertad, (y en el
que rasga el seno de madre regresión. Y claro, si nosotros no ex­ variar en nada lo quo aquí elenien-
peor de los casos, cuando vosotros natura. ¡Salud! decimos nos­ plicamos la revolución sino que como talmte cxpononios y de lu quo yu
II ron mis palabras: elegís al amé, no os roba sinó (pie otros. a los compañeros del un medio para cambiar nuestra posi­ otros con anterioridad so ocuparon en
- Para tí todavía cantan muchos v duntarianiente se los liáis) y ya en sud. que están creando la vi­ ción social, practicado porque líos con­ forma fundamental.
Este otro hombre vivía en soledad. poetas, que halagan tu vanidad con sus manos convertidos cu instrumen­ viene, no destruimos esa absurda y Como pudiera suponerse, esto oscá
Delante do sus ojos sólo saudades pa­ fontanas, rosas y ruiseñores. Pero no
da, en la noche de la pampa. también interesada doctrina: casi, casi lejos do ser un criterio fusionista o
tos de sumisión, os impune acata­
saban. Sus manos, so habían resignado lie de cantarte yo. Mi amor es de miento. ¿luego esos derechos vues­ El decir es potente: el ideal la confirmamos. contemporizador. El factor único quo
a lio acariciar ninguna cabccita ru­ este siglo. Te quiero digna del hom­ tros y lu libertad que le cedisteis, lio sublime: la voluntad de hie­ Nuestra acción preparatoria, o do en un momento determinado, por eso
bia o morena. Mucho vale el corazón bre. Ni esclava ni reina. Siempre úni­ se hacen para vos >tros esclavitud ? rro. Los compañeros del cam­ rnluariznción recaíucirniariti que po­ momento y por acuerdo tácito, no pie-
para volcarlo en vaso que se ha de ca dueña de tí misma. Tú conserva­ dríamos llamar, ha de consistir en concebido, puede coaligar fuerzas que
romper,—so decía pensando en la fra­ Bien que lo desconocéis porque en po en un movimiento franca­
rás íntegro tu espíritu, y yo el mío. comprender nosotros mismos y en de­ recíprocamente se rechazan, os la re­
gilidad del alma femenina. Iremos por los caminos cual dos al­
t al ix parles os oig > salm idiar < ou mente revolucionario, han iza­ mostrar como la idea de la revolución volución. Pilos si bien es ella quien
Pero un día. una mujer, que tam­ mas, una al lado de la otra; cual dos una ineoncien.-ia irritante, i Libertad ! do el pendón de las santas encuentra precisos antecedentes en puede unirnos, ella solo podrá pro­
■ Libertad 1 i Libertad ! Nó. francaincn-
bién iba sola, so lo acercó. Sin decir corazones, uno junto al otro. En todo rebeliones. ¡Y cómo chilla el esa misma historia que las más reac­ ducirse precisamente por la acción
linda, sentóse al lado suyo. Así se es­ amáis la esclavitud, sentís una vo­
tuvo, ealladita, humilde.
momento dos seres libres, invariables
luptuosidad diabólica por la esclavi­ estanciero! Ja! ¡Cómo grita cionarias mentalidades escribieron y dispersiva do todas las doctrinas. No
en el éxito y en la desventura, y sin ••■mío se identifica con la naturaleza tenemos pues porqué anticiparnos en
I.a mujer, sin decir nada, lo decía que nos separe ni el trabajo, ni la im-
tud. eso es lo cierto, sinó lia ya acorralada la prensa grande! hasta por las más trastrocadas inter­ maridages interesados quo, en lugar do
todo. La poca intuición del hombre che, ni el placer, ni el dolor. tiempo que os hubieses dado cuenta ’i ahí. el estado, la ley. la fuer­ pretaciones teológicas. beneficios reportarían perjuicios ter­
lo advirtió enseguida. Y advirtió más. Busqué entonces las manos de ella, que la libertad que cedéis a otros os za: y ocho batallones, y mu­ Vamos a la revolución, consciente, giversando la idea do la revolución.
Esta mujer no es como las otras. opresión para Vosotros. Por no recono­
para juntarlas con las mías, y iu> las
cer esto es que se lia perpetuado el ab­
idlos capitanes, y muchos bo­ o inconscientemente, hasta aquellos Nosotros — me refiero a los anar­
Ella luí de ser la que no encontraba. hallé Las estrellas me vieron sol...
Y la mujer asentía con su muda ado- surdo criminal, por <-| cual los hom­ rregos, y más plata del pueblo: que se creen inventores y manejarla quistas—no podemos impedir todo lo
a su voluntad, porque no tenemos más contrario—a nadie que se ponga a
bres dominan a los hombres. y el miedo, y el odioflodo arre­ remedio que ir a olla; porque ella es
Celso tínpaico nuestro lado; pero menos podemos do-
El hombre, que habíase resuello a Injuria enorme es ésta que el hom­ bañado aníe el enemigo. ¡Ja! tan vieja como el mundo y es la fuer­ jar de ser anarquistas. Entendomos
vivir en soledad, volvió a amar. Su bre infirióse asi misino; injuria que Canta la ley de la vida, ríe la za viva de su desenvolvimiento. Es. quo este es el único modo como po­
sed de autor estaba insatisfecha. De con el lindar del tiempo se refugió,
nuevo amó, y otra vez, cuando ya para jtistiliearse, en el seno déla re­
pradera: sueña id hombre: su pese a sil aspecto dispersivo, la coa­ demos servir n la rovoluciói:.
lición do todas Lis fuerzas de la na­
sentíase amado, oyó de la mujer: ligión. y que Liz .que |a religión pre­ conciencia se ha despertado,
¡No, no es a tí a quien amo! ¡Déjame! Después do la antropofagia dicase inar.seduiiibre, resignación que y sueña, y halda, y hace.
Y el hombre, viendo sangrar su co­ vino la esclavitud; a continua 1,0 sÍRnifi i . | esclai itud. Compañeros del Sud. con Lu farsa canta sus vaciedades de mercader. Los vientos do fronda.
razón. herido nuevamente por el des­ S a tal estallo de degradación, todo
encanto, mida dijo. Enjugó sus lágri­
cion la servidumbre do la gle­ vosotros, con la libertad. ¡Sa­ • que dijéramos ayer-no han dejado a su paso más que fementido- aléales
ba. después del salariado, al esto ¡levo al hombre, que hoy cuando lud a los fuertes! que si la
mas. sacudió los hombros como para cual deba poner término el día se le halda de rebeldía para volverlo La reforma universitaria no es más que el título que ha de encum­
desprenderse de un peso en la espalda, tarriulo de la justicia para on a la libertad íntegramente, parece que pampa pintó de fuego sus ver­ brar a los fantoches y acallar mezquinas ambiciones.
y se puso a andar. Sin maldecir, sin trar definitivamente en la ora se le injuria. des campos y. abrióse esplen­ Mas allá de todo estatuto vicioso; sobro todos los hombres, por encima
perdonar. de la fraternidad. Es que aun los hombres tienen al­ dente al despertar, no en vano de toda conciencia de traficante, la muchachada quo dijera do altos
Y yo pensé:—Este hombre no per­
dona porque no comprende. El otro, Miguel Bakounine ma de lacayos, sienten el placer de lo hizo, y las campanadas de ideales, debo plantar, en estos momentos de decadoncia moral, su pendón
la esclavitud, como los tiranos la vo­ allá, resuenan alegres y sono­ de rebelde.
comprendió. luptuosidad del despotismo.
ras anunciando la aurora que -Alborada»
•W surge.
ALBORADA ALBORADA

ORIENTACIONES a tí que te has independizado de lo'


grosero y has aprendido a pensar en PARALELOS
el porvenir estremecido el corazón y múltiples esfuerzos «pie |sine
brillantes los rijos por las lágrimas, a ste piltre liomhri-.
¿Es una utopía el proldei «mt«miar tmnntcnieiidu
ti te pido hermano mío que los mi­
¿Qué es en materia «le cultura la Esto ocurre tan a menudo, que se muñía social? s labios d«- los hurgues nnr de obreros fu«‘-
res y te mires «pie ello habrá de ser­
sistematización? cree «pie es cosa establecida en el arte, Mientras la cvohtció......ilturnl «le la so­
virte de bálsamo en los momentos en
Por medio de éste método se ex­ por lo cual no alarma ni llama la ciedad -e realice voltio se Im realizado has­ bolsa de vil metal, Im imu-hvies...
que te aceche la desesperanza.
plotan tales o cuales inclinaciones do atención de nadie. ta ahora, el problema es puramente utópi- vrrorista. Sí. señor, ierro
los individuos, ¡distrayéndolos comple­ La sistematización, «pie está infil­ :is? Pues lomadlo en se
tamente do los demás problemas de trada en todos los métodos «leí actual S¡ observamos el desarrollo «le la probar I» que decimos inirail pularidnil!
cultura que los rodean, convirtiéndo­
los en máquinas o autómatas «pie pue­
régimen «muía la personalidad del in­
dividuo y además lo incapacita para
UN LLAMADO tura a través de tos liciiqHis, veremo. que hizo en el Rosario.
¿I laten «lo Don
»s, que le suponemos algo illip.1-
jiorque tarda en llegar el régimen
dan «lar un rendimiento máximo en razonar sobre los problemas generales no observamos lo mismo las Im lo ror. creemos necesario theirle que
una determinada actividad. de cultura social de más o'menos al­ liartir de la é|sn el ladrón Clijn, (pie pronto lli
Desgraciadamente en casi todos los cance, que actualmente está por re­ tenebrosa de Ros que jugaremos
pueblos la sistematización es aplicada solver la humanidad. juega al curmiv
como gran método en la cultura. Y Estos individuos “máquinas", dig­ i-Liiai'-,'-.
lia entrado en una forma muy alar­ nos exponentos del actual * régimen,
mante en el campo del arte también, sacándolos <!«• su esp—-inlida I y lle­ E! problema
degenerando poco a poco las cualida­ vándolos al terreno «le la cultura ge­
des artísticas de la mayoría «le los
individuos «pie las poseen. En efecto,
neral, se eclipsan, «ptcdatido anulada
su personalidad como lientos «lidio an­
fmtd:i mental
CARTELITOS
hoy sucede en el arte algo que pu­ teriormente. dad de hombres 'libres y
liríamos llamar bastante acertadamen­ Esta ambición egoist t .pie persigue !.• realización práctica del ideal revolu­
te “la mecanización del arte". d utilitarismo por medio «le la siste­ cionario. A VOTAR
matización, «pie vi absorvicr.do o <le­ Si analizamos vn el rondo cualquiera de
lista pintor, «pie tiene cierta facilidati - terando poco ,1 poco todas las cttali estas lendcneias libertarias, veremos qu«'
para una determinada clase de paisa­ •I oles nobles de los individuos, hay facción de clegi «unos. |,rvs tornaban a su casas hechos montones
jes, (Puesta de sol, por ejemplo). •lite combatirla, tío por medio de re­ ética, l’ini Vez resuelto este problcimi A votar los «pie amen 1 s cadenas. de ramo macerad: •le (• los los .-Imn»
'■ especializa “ en esta clase de esto formas de los métodos más <> menos la moral, el problema de A volar los ue «e eot sid«‘reii inferio- de sangre vertida ste alzé un sutil ¡wlvi-
dios, siendo aconsejado la mejor parle transitorios, sino at-i ándola violem cutí deja de ser una utopía res y ¡meesiten pie los n ttlden. lio rojo «file pronto fin' inl •ns:i bruma. Lis
de las veces por sus ■‘maestros". Este t:mi«"i> ■ hasta conseguir cambial en ■ ii un ideaTrenlizablc. A votar. A v. tur todo. os cstdavoe, los ►olistelneiones de ágrim: bajaron y se
individuo «pie en un principio llegó.« una loi-ma radical los métodos «pie en Per» Imy que dilucidar lacayos. todos !• s que ten an alma de ro­ hicieron flamígeras «entel is. el viento hi-
producir obra artística, degenera sus la actualidad existen en la organizn- en, hay que destruir aut baño. phllill grávido de «alio.
cualidades, n<> llegando ahora a pro­ existente entre la euliui I.u bruma roja cubrió 1. horizontcs.
A votar todos los «pie ir nchan la frente
unte los dés|H>ta s y la-sai las manos «pie I.u aurora roja. Tu ol.r i. ¡mlentado!
agradables, pero mecánicas. '«• azotan.
Todos, todos e eu <-sa forma
la culi uro, '!■ reinado «le los LUCHA ESTERIL
mucliísimi liouibr se afianza día
. |icn>, desgraciadamente, contados prcpoluntes. de
v« n del <l"h>r v la tniseri de los oprimi- En el largo and: de la servidumbre «lid
Anatoie France y el premio Nobel campeón Sliorthorn, «pie un artista o i moralistas.
dos. pueblo salta el histrión las tullías de
un sabio.....
Tratemos de resolver el difícil c intrin­ Arldqnín.
Elgran inmista francés, no lia acep­
cado problema; no desesperemos, que una Y es este fantoche de la ralea más la­
Por lili se lo lia otorgado a Alía­ tado el importe del premio. Pidió que PLUTÓCRATA IMBÉCIL
vez resuello, entonces será factible el ideal mentable de los histriones.
tele Trance <-l premio Nobel «le lite­ los doscientos mil francos «pie le co­
que iietiialmvnte pregonan los hombres li­
ratura. Demás está decir «pie no lo rrespondían, los enviaran íntegramen- Desesperado. cínicamente llevas tus ma­ Este histrión es real, es decir, fue real
bres, cultos, fucrlles y generosos.
necesitaba. El renombre «Id autor «le !'• para socorrer al pueblo ruso. De no:. «le la panza ingente a tu |iobre cabe­ y brilló vn la nuche liorrasvosa de estos
<'¡niin¡iieliill<', anda desde lia tiempo este modo, juntó al gesto simpática za hueca: te espantas, te horrorizas... t ¡empos.
una cachetada, a los académicos «pie totolead co la meóte de tueatroa hilos que lo­
por todo el mundo. Esta vez, pues, la dos loa aerea del mundo aun aua hermanos y aua ¡Oh. «1 alba Toja! Así ns, oslamos en el Este histrión vergonzante se llama (atr­
academia creada por el inventor de recién se acordaron de él y a los bur­ compatrlolaa, potito qoc lodos hemos nacidos de glorioso golpe «le luz que rasga las som­ ios de Uabslmrgo: di- la casta más rv-
gueses que siempre ven a los intelec­ la miaña madre > eo la mismo patria: la Tierra.
la dinamita, con su consagración no bras, y ese haz d«t luz es todo rojo san- imgtmifte. no puede olvidar aquel sueño
nos ha descubierto a ningún genio tuales muy lejos de los «pie trabajan. dorado «pie le hacía rey y emperador. Cer­
ignorado, como hiciera con Rabindra- El alba roja. ¿Te espanta, potentado? do coronado, ahito de orgullo. Y el cer­
natli Tagort* o con llamstin.
Anatole Trance, octogenario, sabe PARA RECONFORTAR CARLÉS TERRORISTA Y. sin embargo, si supieses... terías. Y tras él la turba in-
• hacia Budatiest.
ahora «pie es un hombre ilustre, acree- No te ofusques, trata «le recordar. Ixt rs llevó de
«lor a la admiración universal. Igno­ Este lacayo de levita, qiu- lio tiene otra conjuración «le los odios en el infesto ba­ Y los cas-
ramos si ya lo sabía; lo «pie no igno­ He ahí «pie los políticos ofrendan ocupación que la de dar conferencias - tallar por la conquista del mísero ios cetros tuvieron
ramos es «pie él jamás se preocupó a llaco. Pero, apesar de los bombos ¡qué decimos! — que la de blasfemar eon-
«le buscar la fama. No se hizo reclame y originales disfraces, el corso tiene trabajador en los atrios de las iHilente hundí
ni le interesaba la opinión ajena. N<> rueda de beatas solfe­ ehe sobre el mund
ha hecho sino amar mucho a los hom­ Oimos los clásicos gritos de las sec­
os zánganos di" so­ «le lágrimas, el vi
bres y portille los ama soñando para tas que denuncian los robos e inde­ los lupanares, don- mi trágico arrullo «le gemidos. I
ellos una sociedad equitativa y bella, cencias «le los contrarios y pasamos or ser el mejor de­ (•«■ación de criminal cavehin nnm!
ha castigado sin piedad las pasiones con una leve sonrisa en los labios que que tuvieron; este muñeco mazor- das. los campos «le mi continente s.
y costumbres humanas. quiere decir: esta gente toda tiene ra­ quero. «pie ya empieza a cansar a los mis­ hambriento llega
«Inron «le sangre. Tú pasaste
Trancia, deslumbrada todavía con zón, los unos y los otros merecieran mos burgueses con su sempiterna canti­ bajo la noc burgués satisfecho, resulta peor que los
el falso brillo del triunfo militar, ha la horca sino mereciesen una com­ nela, Im creído nwsnrio cambiar de ••lác­ iniliévibnente ricos de nacimiento. Por lo tanto el
hecho silencio sobre este perdurable prensiva conmiseración. Porque solo tica". para llamar nuevamente la aten- proletariado no debe poner sus Intere­
Pero cuando en Oriente he
triunfo de su espíritu. Quizás hasta este sentimiento debemos prodigarles ses en manos de representantes bur­
la redención humana elevar
se haya molestado. Porque 'Anatole ya que los vemos esclavos de las más gueses. ni de representantes obreros que
Bien sabe el Presidente de la L. P. A. de rebeldía, el viento grávido del ¡
Trance es una cumbre, y como tal, brutales y vergonzantes pasiones. se hacen burgueses luego.
que los burgueses se Vstán «lando cítenla millares de hombres se trovó en tr
más alta que las fronteras de su país: A ti, hermano nuestro, viejo o jo­
«le que él. lejos de ser el (¡tímido ‘'Sal­ tualdieión y tú digiste: Paz, Paz. Paz. Los F. Dómela Nieuwenhuis.
es un verdadero ciudadano del mundo. ven. estudiante u obrero, que salles
vador" de la sociedad. está resultando un ecos res|Miudi<'ron: Paz. Paz. Pez. pero lio
Además, para una nación moderna, de las alegrías sencillas, que te ador­
vale más un temible boxeador o un vulgar charlatán y (pie los elementos avan- la paz que ’ú quieres, la paz tregua, no:
mecen dulcemente mecido por un ideal.

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