De acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU.,
algunas mascotas (incluidos perros y gatos) también han sido infectadas con el virus que causa la COVID-19. Esto ocurrió principalmente después de que los animales estuvieran en estrecho contacto con personas infectadas con el virus de la COVID- 19. En función de la limitada información disponible, el riesgo de que los animales transmitan el virus de la COVID-19 a las personas se considera bajo. Los animales no parecen jugar un papel significativo en la propagación del virus que causa la COVID-19. No hay pruebas de que los virus se puedan propagar a las personas o a otros animales a través de la piel o el pelo de una mascota. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los niños pequeños, las personas con un sistema inmunitario debilitado y las personas de 65 años o más tienen más probabilidades de enfermarse a causa de algunos otros microbios que los animales pueden transportar. Para proteger a tu mascota del virus de la COVID-19, no deje que tu perro o gato interactúe con personas o animales fuera de tu casa. Por ejemplo: