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¡PROVOCAR ALTERIDAD! Sacar de la zona de confort.

Favorecer el intercambio
desde las particularidades de cada uno, busca desafiar al alumno y fomenta el
pensamiento crítico. Construir en base a su contexto y sus saberes previos. Pararse
desde el pensamiento interestructurante, que el alumno pueda construir solo… pero
estar ahí en caso de ser necesario.
¡Se habla de igualdad, no inclusión! El término inclusión remite al de exclusión, es
por ello que se habla de igualdad… de dar lo mejor de sí a todos por igual en la
relación docente- alumno... NO HACER DIFERENCIAS.
Todo sujeto debe ser igual frente a lo que se le enseñará y distinto frente a lo que
aprenderá, que será diferente a cualquier otro porque son seres singulares
(inteligencias múltiples).
Es por ello que cobra especial importancia la noción de igualdad, considerar a toda
persona única, pero en las mismas condiciones frente al quehacer educativo.
Pensándolo desde la psicología cuando hablamos de igualdad, es necesario crear
ambientes donde la resiliencia sea posible, propiciando factores protectores desde
nuestro rol docente: 
*brindando oportunidades de participación
*reforzando vínculos
*fijando límites
*enseñando habilidades útiles aplicables a lo cotidiano
*buscando el desarrollo de las inteligencias múltiples

¿Se puede estar preparado a los cambios que nos van aconteciendo, a las
pandemias, al rol fundamental que cumplen hoy los medios de vinculación
electrónicos? Para Skliar, la respuesta es no. En todo caso, hay que estar
predispuesto y disponible, ser responsables para acrecentar y diversificar la idea 
de alumno, de aprendizaje y de enseñanza.
Se requiere de paciencia (como planteaba Foucault) y deconstrucción (como
planteaba Derrida) para desnaturalizar, cuestionar y replantearnos nuestras
prácticas, para ser más empáticos.

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