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LOS APORTES
DE PAUL KERES
AYER Y HOY
(Recuperado el libro perdido, diez años después)

Francisco Acosta Ruiz

LOGO

EDITORIAL
PAIDOTRIBO
Aclaración a los editores
Esta obra fue contratada a comienzos de los 2000 con la Editorial
Paidotribo, y tras varios años de proceso editorial, estuvo lista en artes
finales en el 2007. Pero por razones que el autor no tiene claras, la obra
finalmente no llego a imprenta.
Por ‘única excusa la editorial alego razones financieras, y libero al autor de
compromisos para que pudiera publicar la obra libremente.

A esas alturas, las copias digitales que conservaba el autor, estaban


dañadas, y la editorial no respondió a la solicitud de remitir al menos la
versión digital original de la obra. Y transcurrieron diez largos años…

Cuando ya la obra el autor la consideraba irremediable perdida, y con ella


casi una década de rigurosa investigación histórica y técnica sobre el
legado teórico de Paul Keres, una ‘ultima gestión con la nueva dirección
de la editorial dio resultado inmediato.

Los datos que siguen corresponden a la edición realizada por


Paidotribo, que dejo para que la editorial interesada pueda tomar
la decisión más conveniente, en caso de que acepte publicar la presente
investigación.

El autor.

Revisión técnica: Yago Gallach

Diseño de cubierta: David Carretero

© 2007, Francisco Acosta Ruiz

Editorial Paidotribo
Les Guixeres
C/ de la Energía, 19-21
08915 Badalona (España)
Tel.: 93 323 33 11 - Fax: 93 453 50 33
http: //www.paidotribo.com/
E-mail:paidotribo@paidotribo.com

Primera edición:
ISBN: 978-84-8019-795-3
Fotocomposición: Editor Service, S.L.
Diagonal, 299 - 08013 Barcelona
Impreso en España por A & M Gràfic
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ÍNDICE

PREFACIO ........................................................................................ 5

PARTE I

TRIBUTO ........................................................................................... 7

PARTE II
CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS............ 15
Apertura Ruy López ......................................................................... 17
Defensa Chigorin......................................................................... 19
Variante Worral ........................................................................... 31
Variante abierta ........................................................................... 37
Variante del cambio .................................................................... 44
Variante de los cuatro caballos ................................................... 45
Defensa Steinitz diferida ............................................................. 48
Defensa Francesa ............................................................................ 55
Variante Tarrasch-Keres ............................................................. 55
Variante Steinitz ......................................................................... 60
Defensa India de Rey ....................................................................... 65
Sistema clásico ............................................................................ 65
Defensa Nimzoindia ........................................................................ 75
Sistema Keres .............................................................................. 75
Sistema 4 f3 ................................................................................. 78
Apertura de los Tres Caballos ........................................................ 82
Variante Steinitz .......................................................................... 82
Gambito de rey ............................................................................ 87
Variante Keres ............................................................................. 88
Gambito Letón ................................................................................. 93
Variante Keres ............................................................................. 94
Defensa de los dos caballos ............................................................ 105
Defensa Siciliana ............................................................................. 109
Gambito Siciliano diferido .......................................................... 110
Variante Keres ............................................................................. 114
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4 LOS APORTES DE PAUL KERES

Variante Rauzer ............................................................................ 119


Sistema Najdorf ............................................................................ 121
El Ataque Keres ........................................................................... 146
PARTE III
ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL .......................... 151
A) Variante Stolz (6 ... h6) ........................................................... 154
Resumen general de subvariantes .................................................... 155
B) Variante Petrosián (6 ... a6) .................................................... 189
C) Variante Yugoslava (6 ... e7) .................................................. 192
D) Variante Schwarz (6 ... e5) ..................................................... 194
E) Variante Reshevsky (6 ... d5?!) .............................................. 195
F) Variante Matanovic (6 ... ¤c6) ................................................. 196
LA CAMPAÑA COMPLETA DE PAUL KERES ....................... 209
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M Las blancas están un poco mejor ±

Las blancas están mejor

+- Las blancas tienen ventaja decisiva

Las negras están un poco mejor

Las negras están mejor

-+ Las negras tienen ventaja decisiva

= La posición está igualada

∞ La posición es complicada


as blancas tienen compensación
= L
por el material
= Las negras tienen compensación
∞ por el material

# Mate

! Buena jugada

!! Jugada excelente

!? Jugada interesante

? Mala jugada

?? Grave error
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6 LOS APORTES DE PAUL KERES

!? Jugada dudosa

↑ Con iniciativa

» Flanco de rey

« Flanco de dama

~ Cualquier jugada

∆ Con idea de

Jugada única

N Mejor es

N Novedad

x Punto débil
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PREFACIO

ace 36 años (1) visitó Cuba, por primera y única vez, el gran maes-
tro estoniano Paul Keres cuando se encontraba en la cumbre de
su fama; pero no lo hizo como ajedrecista, sino como miembro
de la primera delegación de alto nivel que hicieron representantes de la
Unión Soviética a la isla, con motivo de la Exposición de Arte y Cultura que
ese país mostraba en La Habana.
Fueron días de intenso trabajo que Keres aprovechó para ponerse en
contacto con los ajedrecistas locales, impartir conferencias y realizar
otras importantes actividades que todavía se recuerdan.
Estamos hablando de 1960. Entonces yo tenía sólo 12 años y nada
sabía de la existencia del ajedrez; pero tres años después el país vivía una
verdadera fiebre ajedrecística, que alcanzó su máxima expresión en los
días de la inolvidable Olimpiada Mundial de la Habana, en 1966. Por esa
época ya colaboraba activamente en la organización y el arbitraje de
competencias, y soñaba -como tantos otros jóvenes- con alcanzar algún
día la maestría ajedrecística. Para ello tenía como libro de cabecera la
obra reciente -e inmortal- de Keres: El ajedrez como yo lo juego.
Pienso que si de algo podré lamentarme toda mi vida es de no haber
conocido al gran maestro Paul Keres cuando hizo su visita a La Habana
en 1960. Pero he compensado esta necesidad espiritual escribiendo un
libro.
No se trata de un libro sobre su vida, tarea que seguramente com-
patriotas y especialistas podrán hacer mejor que otros. Tampoco se trata
de una recopilación de sus partidas, tarea que han realizado expertos en la
materia, y que quizás algún día -considerando otros enfoques- esta-
remos en condiciones de acometer.
Es, en suma, un libro técnico -dedicado a investigar sobre sus apor-
tes fundamentales a la teoría del maravilloso juego que fueron muchos-
recopilando todo lo que de valor hizo su genio incomparable, de mane-
ra que el mundo del ajedrez pueda obtener un retrato de esta faceta
bastante desconocida del Maestro, al menos entre los países de habla
hispana.
(1) Esta obra se escribió en el 1996, y estuvo extraviada hasta el 2017.
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8 LOS APORTES DE PAUL KERES

En las páginas que siguen, el ajedrecista estudioso no encontrará un


compendio de novedades envejecidas por el tiempo, sino un conjunto de
investigaciones teórico-históricas, en las que hemos intentado resumir
los aspectos más importantes de cada variante, con una panorámica que
parte en sus orígenes y culmina en los principales aportes introducidos
en nuestros días. Dedicamos, pues, una mayor atención a los valores
estratégicos que estas ideas encierran, que son, en definitiva, los únicos
valores realmente perdurables.
Pensamos también que el libro puede resultar de especial interés a
escritores, y sobre todo a profesionales del periodismo en materia de aje-
drez, al considerar que la información recopilada saca a la luz temas que han
sido poco o nada estudiados, y que dan pie para que otros investiga-
dores amplíen o retomen las ideas planteadas.
Otra cuestión importante es la relacionada con la propia estructura del
texto, dado que estamos en presencia de un libro «sin estructura», visto en
términos clásicos. Esto significa, sencillamente, que el lector dis-
pone de la posibilidad de centrar su interés en el epígrafe que desee, tal
como ocurre con cualquier tratado clásico de aperturas, pues ningún
contenido específico tiene relación precedente con cualquier otro, inclu-
so dentro de una misma línea o variante.
En resumen, Los aportes de Paul Keres es una colección de artículos
redactados con el propósito de acercar a las nuevas generaciones de aje-
drecistas esa legendaria figura que fue Paul Keres, al que lamenta-
blemente no conocí, pero que me acompaña y me guía en mi cotidiano
quehacer periodístico, desde hace más de 30 años.

El Autor

La Habana, un día más del 1996.


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Parte
TRIBUTO
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TRIBUTO 11

»En cualquier nómina de par-

L
a noticia de su muerte
conmovió al mundo de un ticipantes puede existir un espec-
extremo a otro. Acababa táculo... como Fischer; un genio...
de vencer en un fuerte torneo en como Tal; un talento... como Gli-
Vanconver (Canadá), y retornaba goric; un excéntrico... como Naj-
a su patria cuando se produjo la dorf; un trapecista... como Korch-
desgracia: víctima de un ataque nói; un estilo... como Smislov; una
cardiaco, falleció el 5 de junio de promesa... como Karpov, y hasta
1975, cuando se encontraba de un genuino ex -ampeón mun-
tránsito en Helsinki, Finlandia. dial... como Spasski. Pero sucede
En el orden personal, la desa- que la presencia de Keres está
parición física de Paul Keres me acompañada de algo distinto, no
produjo una desagradable sensa- precisamente del atractivo perso-
ción de vacío, sólo comparable a nal de un genio o de un humoris-
la pérdida de un amigo muy cer- ta, sino algo fuera de lo corriente;
cano o de un familiar querido; y más bien de acontecimiento que
es que, en mi actividad en la pren- de efecto. Y es que al hacer un
sa ajedrecística, la vida y obra de viaje retrospectivo sobre alguna
Paul Keres fue siempre la fuente de las competencias en que ha
de conocimiento que sirviera de participado, nos encontramos su
pauta en la redacción de diversos nombre vinculado a algún hecho
artículos publicados en diferentes de carácter histórico».
partes del mundo. Mucho se ha escrito, antes y
En uno de esos trabajos, apare- después, sobre la inmensa figura
cido en la revista cubana Jaque Ma- humana que fue Paul Keres; por
te, abril de 1974, titulado «Carrou- tanto, resulta totalmente innece-
sel de Gotemburgo», plasmábamos sario reescribir anécdotas narra-
nuestra imagen del gran ajedrecista das por eminentes articulistas o
con las siguientes palabras: parangonar biografías que sólo
«En la historia del ajedrez mo- las grandes plumas universales
derno existe un extraño detalle pueden delinear. Pensamos, sin
singular: en ocasiones la presencia embargo, que existe una faceta
de un determinado jugador en un del gran ajedrecista que sí merece
torneo suele unirse a alguna acci- ser recordada en estas páginas in-
dental circunstancia y con el de- troductorias, y es su extraordina-
curso de los años esta pasa a tras- ria contribución a la teoría de las
cender como hecho histórico. Po- aperturas plasmada en antológi-
demos decir, sin temor a equivo- cas innovaciones surgidas no pre-
carnos, que Paul Keres es uno de cisamente en la mesa de estudio,
ellos. sino en la dinámica de partidas
que pasaron a la historia del aje-
»Es curioso... drez mundial. A esta faceta extra-
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12 LOS APORTES DE PAUL KERES

ordinaria del inolvidable gran utilizó en diversas oportunidades,


maestro, está dedicado este libro. el gran maestro estoniano invita a
Keres, aunque desarrolló efec- su opositor a entrar en los turbu-
tivos métodos de preparación, lentos caminos de la Defensa Ber-
que incluían los estudios teóricos linesa, no sin razón considerada
en las aperturas, no se caracterizó como una vía hacia la «refuta-
por ser un espectacular productor ción» de la Apertura Española.
de novedades de laboratorio al ➪ 4. d3
estilo de Fischer –pienso en la Pero Browne prefiere transi-
partida Tringov-Fischer de La tar hacia modelos estratégicos an-
Habana (Cuba), 1965– o de otras tiguos, que hoy reaparecen con
figuras no menos descollantes del justificada frecuencia.
ajedrez mundial. Como es sabido las principa-
Y es que Keres fue mucho les alternativas son:
más que eso: fue sendero, antes A) 4. 0–0 y ahora:
que camino...; fue profeta, antes a1 ¤xe4 entrando en los desti-
que pastor...; fue, en síntesis, la gi- nos de la Defensa Berlinesa. Por
ralda que mostró siempre la di- ejemplo:
rección del viento... A1a) 5. d4, considerado como
Keres se sentó por última vez lo más fuerte. De las múltiples po-
ante un tablero oficial en su parti- sibilidades nos decidimos por una:
da contra el gran maestro Walter a1a1 5 ... ¤d6 6. ¥xc6 dxc6 7.
Browne, en la última ronda del dxe5 ¤f5 8. £xd8+ ¢xd8 9. ¦d1+
Torneo Internacional de Vancou- ¢e8 10. b3 a5 11. a4 ¥e6 12. ¤g5
ver (Canadá) de 1975; y el destino ¥b4 13. ¤xe6 fxe6 14. c3 ¥e7 15.
determinó que ésa fuese también ¦a2 h5 16. g3 g5 17. ¥a3 ¦d8 18.
su última victoria. ¦xd8+ ¢xd8 19. ¦d2+ ¢c8 20.
Por eso, como humilde tribu- ¢g2 ¦f8 21.¦d3 b6 22. ¥c1 g4 23.
to a esa maravillosa naturaleza h3 ¦g8 24. ¥f4 ¥d8 25. hxg4 hxg4
que fue Paul Keres, incluimos a 26. ¤d2 ¤e7 1–0 en 38 jugadas;
continuación esta última partida, Julio Becerra Rivero-Luis Enri-
acompañada con algunas notas que Valdés, Campeonato de Cu-
teóricas de actualidad. ba, Matanzas, 1995.
a1a2) Pocos meses después de
jugada la partida que estamos re-
Walter Browne, Paul Keres memorando, Browne recibió una
Vancouver (Canadá), 1975 nueva oferta «berlinesa», que esa
vez si aceptó; continuó con 5. d4
➪ 1. e4 e5 2. ¤f3 ¤c6 3. ¥b5 ¤f6 ¥e7 6. £e2 ¤d6 7. ¥xc6 bxc6 8.
Ni siquiera en su último minu- dxe5 ¤b7 9. ¤d4 0-0 10. ¦d1 £e8
to dejó Keres de buscar complica- 11. ¥f4 f6 12. ¤c3 fxe5 13. ¥xe5
ciones. Con esta jugada, que antes ¥d6 14. f4 ¥c5 15. ¥xc7 £f7 16.
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TRIBUTO 13

b4 ¥xb4 17. ¤a4 ¤c5 18. ¤xc5 f6 21. ¥g3 ¦xe1+ 22. ¦xe1 ¦e8
¥xc5 19. ¢h1 d6 20. ¥a5 ¥b7 21. 23. ¢f2 ¦xe1 24. ¢xe1 ¢f7 25.
¤b3 ¦ae8 22. £g4 ¥c8 y tras 42 ¢d2 ¢e6 26. ¤xb6 1/2–1/2; Judit
jugadas las blancas tuvieron que Polgar-Borís Spasski; Torneo de
abandonar. Walter Browne-Hans mujeres contra veteranos, Praga
Ree; Torneo de Wijk aan Zee (República Checa), 1995.
(Países Bajos), 1976. B) 4. £e2, considerada me-
A1b) 5. ¦e1, que según se afir- nos efectiva que la anterior. Se
ma permite al negro igualar sin di- juegan con precisión las negras
ficultad. 5 ... ¤d6 6. ¤xe5 ¥e7 7. no deben tener problemas. Lo na-
¥d3 0–0 8. ¤c3 ¤xe5 9. ¦xe5 c6 tural es 4 ... ¥c5 ó 4 ... ¥e7 y las
10. b3 ¤e8 11. £f3 d5 12. ¥b2 ¥f6 blancas disponen de diversas con-
13. ¦e2 ¤c7 14. ¤a4 ¥xb2 15. tinuaciones. Por ejemplo:
¤xb2 ¤e6 16. c3 £d6 17. ¦ae1 b1) 4 ... (c5 5. c3 0–0 6. ¥xc6
¥d7 18. ¥b1 ¦ae8 19. d4 ¤f4 20. bxc6 7. ¤xe5 d6 8. d4 ¥b6 9. ¤d3
¦e3 g6 21. b4 ¦xe3 22. fxe3 ¤h5 ¤xe4 10. 0–0 ¦e8 11. ¦e1 ¥a6 12.
1/2-1/2 en 61 jugadas; Alexéi Shí- £f3 £f6 13. ¤f4 ¤xc3 14. ¥e3
rov-Vasili Ivanchuk; partida a la ¤b5 15. ¤c3 ¤xd4 16. ¥xd4
ciega, Torneo Amber, Mónaco £xd4 17. ¤h5 ¦e5 18. ¤e4 d5 19.
(Principado de Mónaco), 1995. ¤ef6+ gxf6 20. ¤xf6+ ¢h8 21.
Pero el negro no está obliga- ¤g4 ¦e4 22. ¤h6 ¦f4 0–1 0–1; Al-
do a tomar el peón. Puede conti- fredo Giaccio-Sergio Slipak; Bue-
nuar con jugadas normales de de- nos Aires (Argentina), 1995.
sarrollo como: b2) 4 ... .¥e7 5. c3 d6 6. d4
A2) 4 ... ¥e7 5. ¦e1 d6 6. c3 ¤d7 7. 0–0 0-0 8. ¤bd2 ¥f6 9. d5
0–0 7. d4 ¥d7 8. £e2 ¦e8 9. d5 ¤e7 10. ¥d3 c6 11. c4 a5 12. b3 g6
¤b8 10. ¥xd7 ¤bxd7 11. c4 c6 12. 13. ¥a3 c5 14. ¥b2 ¥g7 15. g3
¤c3 a6 13. ¥e3 ¤g4 14. ¥d2 ¢h8 16. ¦ae1 ¤f6 17. ¤h4 ¤fg8
¤gf6 15. b4 £c7 16. ¦ec1 ¦ec8 18. ¤g2 a4 19. f4 f6 20. ¤e3 ¤h6
17. ¥e3 ¤g4 18. dxc6 bxc6 19. 21. ¥c3 axb3 22. axb3 ¥h3 23.
¥d2 ¤gf6 20. a4 ¥d8 21. a5 £b8 ¦f2 ¥d7 24. £f1 ¤f7 25. f5 g5 26.
22. ¦cb1 1/2-1/2 en 45 jugadas; Ju- ¥e2 ¤g8 27. h4 gxh4 28. gxh4
dit Polgar-Nigel Short; Olimpiada ¥h6. 1/2-1/2 en 84 jugadas; Ana-
de Moscú (Rusia) de 1994. toli Kárpov-Arthur Bisguier, Ca-
A3) 4 ... ¥c5, una de las juga- racas (Venezuela), 1970
das más practicadas en los últi- C) 4. d4, la tercera de las va-
mos años. 5. c3 0–0 6. d4 ¥b6 7. riantes típicas de la posición, y una
¥g5 h6 8. ¥h4 d6 9. a4 a5 10. ¦e1 de las más practicadas, aunque
exd4 11. ¥xc6 bxc6 12. ¤xd4 ¦e8 muchos autores consideren este
13. ¤d2 g5 14. ¥g3 c5 15. ¤b5 avance precipitado. Nos limitare-
¥b7 16. e5 dxe5 17. ¤c4 £d5 18. mos a ejemplificar con una partida
£xd5 ¤xd5 19. ¥xe5 ¥c6 20. f3 que ya ha trascendido en el con-
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14 LOS APORTES DE PAUL KERES

texto teórico de esta defensa: 4 ... 8


exd4 5. 0–0 a6 6. ¥xc6 dxc6 7. e5 7
¤e4 8. ¦e1! ¤c5 9. ¥g5! £d5 10.
6
¤xd4± ¤e6 11. ¤xe6 ¥xe6 12.
£h5! y la posición del blanco es 5

preferible. 1–0 en 52 jugadas; 4


Alonso Zapata-Walter Arencibia; 3
Linares (México), 1992. 2
En la partida del texto Keres
1
continuó con
➪ 4 ... d6 a b c d e f g h

y el blanco optó por clásica la partida de Steinitz con-


➪ 5. c3 tra Zukertort, decimoctava parti-
que no es la continuación más da del Campeonato mundial de
popular, lo que indica claramente 1886 disputada en Nueva Orleans
que Browne trataba de evitar una (EE. UU.) en la que el blanco que-
receta de la bien nutrida despen- dó mejor luego de 5 ... g6 6. d4
sa de su temible opositor. ¥d7 7. ¤bd2 ¥g7 8. dxe5 ¤xe5 9.
La alternativa más frecuente ¤xe5 dxe5 10. £e2 0–0 11. f3 a5
es 5. c4, aunque en tiempos de 12. ¥d3 £e7 13. ¤f1! ¥e6 14. g4!?
Blackburne se prefería el avance De todas maneras son intere-
5. ¤c3; cosa de los antiguos... santes los comentarios de su par-
En una partida reciente se si- tida contra Gulko (negras), Lina-
guió con 5. c4 g6 6. ¤c3 ¥g7 7. res (España), 1990, en relación
¤d5 ¤d7 8. ¥g5 f6 9. ¥e3 0–0 10. con la continuación 5 ... ¥d7, y
h4 ¤e7 11. c5 ¤xc5 12. ¥xc5 dxc5 que transcribimos a continuación:
13. ¥c4 ¥e6 14. h5 ¤xd5 15. exd5 6. ¤bd2 (novedad, lo habitual era
¥f7 16. hxg6 hxg6 17. ¤h4 f5 18. 6. ¥a4) 6 ... g6 7. ¤f1 ¥g7 8. ¥g5
£f3 £f6; y las negras ganaron h6 9. ¥h4 ¤a5?! (9 ... ¤e7= 1) 10.
luego de 19. g4 e4 20. £h3 fxg4 ¥a4! ¥xa4 11. £xa4+ ¤c6 12.
21. £xg4 exd3 22. ¥xd3 ¥xd5 23. ¤e32 £d7 13. 0–0 0–0 14. ¢h1
f3 ¦ae8+ 24. ¢d1 ¦d8 25. ¢e1 [14. h3 ¤d4=] 14 ... ¤d8 15. £c2
¦fe8+ 26. ¢f1 ¦e3 27. ¥xg6 ¤g4 [15 ... ¤e6 16. ¦ad12 (16. d4
¦xf3+ 28. ¤xf3 ¥xf3 29. ¥h7+ exd4 17. cxd4? g5 18. ¥g3 g4 xd4)
¢f8 0–1; Martin Mrva-Constantin ] 16. h3 ¤xe3 17. fxe3 ¤e6 18. d4
Ionesco; Odorheiu Secuiesc (Ru- exd4 [18 ... c5 19. dxe5 dxe5 20.
mania), 1995. ¦ad1 xd5; 18 ... f6!? 19. ¦f22] 19.
➪ 5 ... ¥e7 exd4 f5 20. ¦ae1 ¦ae8 [20 ... f4?
En esta posición Short reco- 21. d5 … e5± xg6] 21. exf5 ¦xf5
mienda 5 ... g6, pero hay que tener 22. ¥g3 … ¤h4 [22. g4? ¦ff8 23.
en cuenta la experiencia de los £xg6 ¤f4] 22 ... £f7 23. £e2 [23.
grandes encuentros del pasado.; es
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TRIBUTO 15

£a4!? … 23 ... a6 24. d5!+-, … 23 der Morozévich; Torneo a la me-


... b5 24. £a7 ¦f8±] 23 ... ¥f6! 24. moria de Donner, Ámsterdam
£e4 d5 25. £d3 c6 26. ¥e5± ¤f4 (Países Bajos), 11 de marzo de
27. £d2 ¤xh3? [27 ... ¤h5! … 28. 1995.
g4? ¥e5! xg3 28. ¢g1!±] 28. g4!+- ➪ 6 ... 0–0 7. 0–0
¥g5 29. £g2 ¤f4 30. £h2 ¦f6 31. De nuevo hay que recurrir a
¤xg5 hxg5 32. ¥xf6 1–0 los polvorientos tratados de anta-
Sin embargo, estas posiciones ño, y revitalizar encuentros como
fueron muy seriamente tratadas este: 7. ¤f1 a6 8. ¥a4 b5 9. ¥b3
por dos de los más grandes “ruy- ¤a5 10. ¤e3 ¤xb3 11. axb3 ¦e8
lopistas” que recuerda el ajedrez 12. 0–0 ¥f8 13. ¦e1 d5 14. exd5
moderno: Steinitz y Lasker. Y pa- ¤xd5 15. ¤xd5 £xd5 16. c4 bxc4
ra aquellos que aún piensan que 17. bxc4 £d6 18. ¥f4 f6 19. d4
los grandes maestros del pasado ¥b7 20. dxe5 fxe5 21. ¤xe5 £f6
están «pasados de moda», inclui- 22. £b3 ¥c8 23. ¥g3 ¥e6 24.
mos la siguiente continuación: 5 £a4 a5 25. £c6 ¥b4 26. ¦e2 ¥g4
... ¥d7 6. ¥a4 g6 7. ¤bd2 ¥g7 8. 27. £d5+ ¥e6 28. £c6 ¥g4 29.
¤c4 0–0 9. ¤e3 ¤e7 10. ¥b3 c6 £d5+ ¥e6 1/2–1/2; Eduard Hy-
11. h4 £c7 12. ¤g5 d5 13. f3 ¦ad8 mes-Emanuel Lasker; Nueva
14. g4 dxe4 15. fxe4 h6 16. £f3 York, 1 de mayo de 1901.
¥e8 17. ¥c2 ¤d7 18. ¤h3 ¤c5 ➪ 7 ... .¥d7 8. ¦e1 ¦e8 9. ¤f1
19. ¤f2 b5 20. g5 h5 21. ¤f5 gxf5 ¥f8 10. ¥g5 h6 11. ¥h4 ¥e7
22. exf5 f6 23. g6 ¤xg6 24. fxg6 Las negras deciden retornar
¥xg6 25. ¦g1 y el blanco ganó en con su alfil, tras lo cual se produ-
42 jugadas. Steinitz–Emanuel cirán una serie de cambios prácti-
Lasker; Campeonato mundial camente forzados, que garantizan
(Nueva York, Filadelfia, Montre- al menos la igualdad.
al), 2ª partida; Nueva York (EE. ➪ 12. ¤e3 ¤g4 13. ¥xe7 ¤xe7
UU.), 17 de marzo de 1894. 14. ¤xg4
➪ 6. ¤bd2 Era interesante 14. £b3.
La alternativa natural es 6. ➪ 14 ... ¥xb5 15. ¤h4 ¥d7 16.
0–0 0–0 7. ¦e1 a6 8. ¥a4 ¤d7. ¦e3 ¢h7 17. ¦g3 ¤g8
Aquí Nunn continúa con 9. ¥c2 Para reubicar el caballo en f6.
preparando el avance central. Se La alternativa era 17 ... ¤d5 18.
puede seguir con 9 ... ¤b6 10. d4 ¤f3 ¤f4 19. ¤e3 y el blanco, aún
¥f6 11. h3 ¥d7 12. ¤a3 ¤e7 13. sin alfiles, conserva ligera venta-
¥e3 ¤g6 14. £d2 £e7 15. ¦ad1 ja.
¦ad8 16. £c1 h6 17. dxe5 ¤xe5 ➪ 18. ¤f3 ¥xg4 19. ¦xg4 ¤f6
18. ¤d4 c5 19. ¤e2 ¥h4 20. ¤f4 20. ¦h4 ¢g8 21. ¦h3 d5
£f6 21. ¦f1 g5 22. ¤h5 ¤f3+ 23. Resueltas las amenazas en el
¢h1 £g6. Las negras ganaron en flanco rey, la posición negra co-
41 jugadas; John Nunn-Alexan- mienza a resultar superior.
Cap 1 009-016 20/9/17 16:13 Página 16

16 LOS APORTES DE PAUL KERES

➪ 22. £e2 £d7 23. ¤h4 dxe4 técnica: 36. h3 ¤g5 37. ¦g3 f5 38.
24. dxe4 ¦ad8 25. ¤f5 £d2 ¤xf5+ gxf5 39. h4 f4 40. ¦g4 ¢g6
41. hxg5 hxg5 42. g3 ¢f5 43. f3
¦d1+ 44. ¢g2 Las blancas aban-
8 donaron sin esperar respuesta y
7 Keres obtuvo su última victoria.
6 ¡Una victoria hacia la inmor-
talidad!
5

1
a b c d e f g h

Muy propio del «estilo Ke-


res»: tras las escaramuzas tácticas
las negras se las arreglan para
que todas sus piezas actúen en
perfecta armonía.
➪ 26. £f3 ¦e6 27. ¦g3 g6 28.
¦f1?!
Una jugada «rara». Las blan-
cas están calculando posibles sa-
crificios en ‘g6’, con el subsiguien-
te desplazamiento de la dama ha-
cia esa zona, pero esto daría a las
negras posibilidades de ataque
por ‘d1’ y ‘f2’; de ahí el interés de
eliminar las posibles amenazas de
mate.
➪ 28 ... £f4!
Pero el resultado concreto es
que las blancas tienen ahora un
peón colgante.
➪ 29. ¦d1 ¦ee8 30. ¤e7+ ¢g7
31. ¤d5 £xf3 32. ¦xf3 c6 33. ¤e3
¦xd1+ 34. ¤xd1 ¦d8 35. ¤e3
¤xe4
Materializando la ganancia
del peón. El resto es cuestión de
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 17

Parte
CONTRIBUCIÓN
A LA TEORÍA
DE LAS
APERTURAS
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 18
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 19

Apertura Ruy López

C
on motivo del fallecimien- tros días, pasando por casi todos
to del maestro, la revista los campeones mundiales.
cubana Jaque Mate, de Paul Keres fue también un
agosto de 1975, publicó un monu- profundo conocedor de esta aper-
mental trabajo del árbitro inter- tura, y la utilizó con éxito, tanto
nacional Carlos A. Palacio, falle- con las piezas blancas como con
cido hace algunos años, en el que las piezas negras. De hecho, quien
se aborda la figura del gran maes- pretenda alcanzar la esencia mis-
tro estoniano a través de sus muy ma de sus intrincados caminos, no
diversas facetas; y fue a partir de puede dejar de estudiar sus mag-
las referencias de ese artículo, níficas partidas dentro de la Va-
que nació y se desarrolló la idea riante Chigorin y la Steinitz diferi-
de investigar, con la mayor pro- da, como tampoco puede ignorar
fundidad posible, el alcance de las sus aportes dentro de los esque-
más importantes contribuciones mas abiertos.
de Paul Keres en materia de teo- Una ojeada al árbol general
ría de las aperturas. de variantes básicas de esta aper-
Pero... ¿qué criterio de clasifi- tura nos muestra la presencia de
cación adoptar?; ¿por cuál aper- Keres hasta en las continuaciones
tura comenzar? menos conocidas, y su tratamien-
Una sola cuestión merecía te- to extensivo requeriría, sin duda,
nerse en claro: era indispensable de una rica monografía, que qui-
iniciar este estudio por la Apertu- zás algún día escribiremos.
ra Española y culminarlo por la Pero en una panorámica gene-
Defensa Siciliana. Las razones se ral que permita el retrato de nues-
comprenderán con el transcurso tro héroe, tiene necesariamente
de la obra. que lograrse la compatibilidad en-
Como si se tratara de la «pie- tre la mirada totalizadora desde las
dra sagrada» de los elegidos, el alturas con la belleza de la obser-
conocimiento profundo de la vación panorámica del vuelo en el
Apertura Española ha sido atri- aterrizaje, tal como si se tratara de
buto de todas las grandes figuras un efecto zoom de la realidad.
de la historia del Ajedrez, desde Haciendo una pequeña digre-
Chigorin y Steinitz, hasta el in- sión, vale la pena mostrar un bre-
menso Anatoli Kárpov de nues- ve resumen que permita destacar
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 20

20 LOS APORTES DE PAUL KERES

algunas de las variantes en las disyuntiva de decidir si optan por


que el maestro realizó aportes las complicadísimas y agudas
importantes. continuaciones del sistema abier-
Después de las jugadas 1. e4 to (5 ... ¤xe4) o si prefieren el ár-
e5 2. ¤f3 ¤c6 3. ¥b5 a6 4. ¥a4 bol infinito de derivaciones estra-
¤f6 5. 0–0 las negras están en la tégicas que caracterizan a la ma-

1. e4 e5 2. ¤f3 ¤c6 3. ¥b5 a6


4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
1 ¥a 0–0 ¦e1 ¥b3 c3 h3 ¥c2 d4 ¤bd2 cxd4
¤f6 ¥e7 b5 d6 0–0 ¤a5 c2 £c7 cxd4 ¥b7
2 ... ... ... ... ... ... ¤f1 ¤g3*
... ... ... ... ... ... ¦fe8
3 ... ... ... ... ... ...
... ... ... ... ... ... ¥d7
4 ... ... ... ... ... ... ...
... ... ... ... ... ... ¦d8*
5 ... ... ... ... ... ...
... ... ... ... ... ... ... ¤d7*
6 ... ... ... ... ... ¥c2 d4 h4*
... ... ... ... ¤a5 c5 £c7
7 ... ... e2 b3 a4 c3 axb5 ¦xa8 £xb5
... ... b5 d6 g4 0–0 axb5 £xa8 ¤a7*
8 ... ... d4 ¥b3 dxe5 £e2*
... ¤xe4 b5 d5 e6
9 ... c3 Véase la variante de los cuatro caballos
...
10 ... c3 d4 ¥b3 ¤bd2¤c4 ¤e3 0–0
d6 ¥d7 ¤ge7 h6 ¤g6 ¥e7 0–0 ¦e8!*
11 ... c4*
...
12 ¥xc6 Véase la variante del cambio
(*) Popularizadas por Keres

yoría de las variantes del sistema este diseminada tanto por uno
cerrado (5 ... ¥e7). como por otro sistema, aunque en
Siendo un jugador ambivalen- general su juego con negras se
te en la apertura Ruy López, es encaminaba hacia posiciones típi-
natural que la presencia de Keres cas de la Defensa Chigorín.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 21

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 21

El siguiente esquema puede En cierta forma, casi se puede


ayudar a tener una imagen más afirmar que no hay caminos que
clara de aquellas combinaciones no hayan sido suficientemente
que Paul Keres practicó con ma- explorados en las primeras 15 ju-
yor frecuencia, indicándose en gadas de este sistema, pero...
cuáles introdujo ideas importantes. Durante el Torneo de Candida-
En las páginas que siguen se tos de Curazao (Pequeñas Anti-
resumen los más significativos llas), en 1962, se llegó en varias par-
aportes que Keres introdujo en tidas a la posición clásica de esta
esta apertura, acompañados con variante, que por lo rutinaria bien
algunas notas de actualidad. podríamos tildar de «aburrida».
En cuanto al orden de exposi- Así, luego de las jugadas 1. e4
ción, preferimos no establecer e5 2. ¤f3 ¤c6 3. ¥b5 a6 4. ¥a4
ninguna prioridad específica, si- ¤f6 5. 0-0 ¥e7 6. ¦e1 b5 7. ¥b3
no ajustarnos de cierta manera a d6 8. c3 0–0 9. h3 ¤a5 10. ¥c2 c5
la trascendencia efectiva que en 11. d4 las negras alcanzan el pun-
su momento tuvieron cada una to donde, casi mecánicamente se
de estas ideas, y por tanto, es jus- solía jugar 11 ... £c7; o alternati-
to comenzar por el sistema ce- vas más modernas, como 11 ...
rrado, defensa Chigorin; y dentro ¥b7 y 11 ... . ¤c6.
de esto, por la variante que des- Pero en Curazao Keres se pre-
de el primer momento lleva su sentó muy bien pertrechado, sor-
nombre. prendiendo al mundo con una
nueva continuación, que le repor-
tó inmediatos beneficios: encon-
Defensa Chigorin trándose nada menos que frente
a Mijaíl Tal, el gran maestro esto-
Fue la defensa Chigorin una niano respondió con :
de las líneas de juego que recibió
su mayor atención, siendo nume- ➪ 11 ... ¤d7!?
rosos sus aportes, no importa el
color con que jugara. 8

7
Variante Keres 6

5
No hay dudas de que la defen-
4
sa Chigorin es uno de los sistemas
más estudiados de la apertura Es- 3

pañola, sólo comparable con el 2


sistema abierto y con el popular 1
ataque Marshall. a b c d e f g h
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 22

22 LOS APORTES DE PAUL KERES

Según narra el propio Keres, ¤d3! y tras una dura lucha el ne-
él ensayó esta idea tres veces en gro venció en 41 jugadas.
el propio torneo –en realidad fue- Como era habitual en él, Ke-
ron cuatro– obteniendo buenos res apenas volvía a jugar sus pro-
resultados. Jugando contra Fis- pias ideas: sencillamente, no se
cher (es necesario recordar que repetía a sí mismo, y por eso ve-
estos torneos se desarrollaban, mos que, en los próximos 10 años,
maratonianamente, a cuatro vuel- sólo la aplicó en muy contados
tas) una de las partidas continuó encuentros. Los siguientes ejem-
con 12. dxc5 dxc5 13. ¤bd2, va- plos pueden resultar interesantes:
riante que el propio Fischer susti-
1) 12. ¤bd2 cxd4 13. cxd4
tuyó por 12. d5 en otra de las
¤c6 14. ¤f1 ¤b6 15. b3 ¥f6 16.
vueltas del evento, continuando
¥b2 ¥d7 17. ¤e3 ¦c8 18. £d2
Keres con 12 ... ¤b6 13. g4 h5! 14.
exd4 19. ¤xd4 ¥e5 20. ¤xc6
¤h2 hxg4 15. hxg4 ¥g5. Según
¦xc6 21. ¥xe5 dxe5 22. ¦ad1 £c8
Keres, esta variante es inferior a
23. ¢h2 ¥e6 24. ¥b1 f6 25. ¤f5
la que se produce tras 12. dc, pero
£c7 26. ¦c1 ¤c8 27. ¦xc6 £xc6
en un artículo que resume las no-
28. ¦e3 £b6 29. ¦d3 a5 30. h4
vedades del torneo, publicado en
£c7 1/2–1/2 en 48 jugadas; Tal-
la revista cubana Jaque Mate, ju-
Keres; Moscú, 1963.
nio-agosto de 1964, el MI Francis-
2) 12. ¤bd2 .cxd4 13. cxd4
co José Pérez destaca que la línea
¤c6 14. a4 bxa4 15. ¥xa4 ¥b7 16.
de Fischer se empleó en otras tres
¤c4 £c7 17. ¦a3 exd4 18. ¥xc6
partidas del evento –véase qué
¥xc6 19. ¤xd4 d5 20. ¦g3 dxc4
trascendencia en tan poco espa-
21. ¤f5 ¥f6 22. ¦xg7+ ¥xg7 23.
cio de tiempo– con resultados
£g4 £e5 24. ¥h6 £f6 25. ¥xg7
muy satisfactorios.
£g6 26. ¤e7+ ¢xg7 27. ¤xg6
Aun así, Keres opina que la
hxg6 28. e5 ¦fe8 29. £xc4 ¦e6 30.
continuación más recomendable
£d4 0–1 en 59 jugadas; Bozidar
se produjo en la partida original,
Ivanovic-Keres; Sarajevo (Bos-
en el primer encuentro con Tal,
nia-Herzegovina), 1972.
donde luego de 11. ... ¤c6 12.
3) 12. ¤bd2 ¦e8 13. ¤f1
¤bd2 cxd4 13. cxd4 ¤d7 14. ¤b3
exd4 14. cxd4 ¥f6 15. e5 dxe5 16.
a5 15. ¥e3 a4 el negro quedó me-
dxe5 ¥e7 17. e6 fxe6 18. ¦xe6
jor. Tal mejoró la línea jugando
¤f6 19. £xd8 ¥xd8 20. ¦xe8+
contra Keres, varias rondas des-
¤xe8 21. ¥g5 ¥f6 22. ¥xf6 ¤xf6
pués, 14. a3, a lo que continuó 14
23. ¤e3 ¥b7 24. ¤e5 ¦e8 25.
... exd4 15. ¤b3 ¤de5 16. ¤fxd4
¤d3 c4 26. ¤c5 ¦c8 27. ¤xb7
¥f6, pero ahora el blanco respon-
¤xb7 28. ¦d1 ¦d8 29. ¦xd8+
dió 17. ¥d2? (en vez de 17.
¤xd8 1/2–1/2 en 41 jugadas; Vla-
¤xd4) y el negro se hizo de la ini-
dímir Lepeshkin-Keres; XXXIII
ciativa con 17 ... ¤xd4 18. ¤xd4
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 23

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 23

Campeonato de la URSS, Reval ¥b7 21. ¤e3?! (preferible era 21.


(Estonia), 1965. ¦d1 .¦c8) 21 ... ¥d4! 22. £f3 ¦c8
En los últimos años, la varian- 23. ¥b3 ¤e7 24. ¦d1 £b6 25.
te Keres ha mantenido su total ¤c2 ¥c5 26. f5 d5! las negras ob-
vigencia, jugándose en innume- tuvieron un juego muy favorable,
rables partidas; y aunque no es venciendo en 40 jugadas.
propósito de este libro entrar en B) 14. a3 ¤b6!? (14 ... exd4)
detalles de actualidad —que 15. d5 ¤a5 16. ¤f1 ¥d7 17. g4?!
tampoco conducen por el cami- (17. b3) 17 ... £c7 18. ¤g3 ¦fc8
no de la universalidad—, no está 19. ¥d3 ¤a4 20. ¤f5 ¥d8 21.
de más incluir algunos ejemplo, ¤xg7? que dejo al blanco muy
más o menos recientes que per- mal tras 21 ... ¢xg7 22. £d2 f6
mitan tener una idea del desa- con ventaja decisiva. 0–1 en 36 ju-
rrollo de la variante. El resto gadas; Marc Dutreeuw-Piket;
queda para libros especializados Amberes (Bélgica), 1993.
en el tratamiento de esta varian- C) 14. ¤b3 a5 15. ¥d3 ¥a6
te de juego. 16. d5 ¤b4 17. ¥b1 a4 18. ¤bd4
En la actualidad se continúa exd4 19. a3 ¤d3 20. ¥xd3 ¥f6 21.
jugando la secuencia 12. ¤bd2 ¥d2 £b6 22. ¥b4 ¦ac8 23. £d2
cxd4 13. cxd4 ¤c6 y ahora las ¦fe8 24. ¦ad1 ¤e5 25. £f4 ¤c4
blancas optan por: 26. £f5 ¤e5 27. ¥b1 ¤g6 28.
£h5 ¦c7 29. ¤g5 ¤f8 30. ¤xh7
A) 14. ¤f1 exd4 15. ¤xd4
¤xh7 31. e5 g6 32. ¥xg6 ¤f8 33.
¤xd4 16. £xd4 ¤e5 con las si-
¥h7+ ¤xh7 34. exf6 ¤xf6 35.
guientes alternativas básicas:
£g5+ ¢h7 36. £xf6 ¦g8 37. ¦e4
a1) 17. ¤e3 ¥f6 18. £d1 ¥e6
1–0; Iván Moravic Fernández-Ra-
19. ¤d5 ¥xd5 20. £xd5 ¦c8 21.
set Zratdinov; Torneo abierto de
¥b3 ¤c4 22. ¦b1 (22. ¦e2 ¦c5 23.
Nueva York, 1995.
£d1 d5–+) 22 ... ¦e8 23. ¥f4 ¥e5
24. ¥e3 £f6 con ligera ventaja pa-
También se sigue jugando 12.
ra el negro 1/2–1/2 en 41 jugadas;
dxc5 dxc5 13. ¤bd2 f6 14. ¤h4
Judit Polgar-Jeroen Piket; partida
¤b6 15. ¤f5 ¦f7. Aquí lo habi-
rápida, Paquebrune (Principado
tual es seguir con [16. £f3; 16.
de Mónaco), 1992.
£g4] pero en la partida que esta-
a2) 17. f4 1¤c6 18. £f2 (18.
mos considerando las blancas
£d1!?) 18 ... ¥h4! 19. g3 y ahora
optaron por 16. ¤b3 y luego de
luego de 19 ... ¥f6 las blancas in-
16 ... ¤b7 17. ¥e3 £c7 18. ¤d2
trodujeron la jugada 20. ¢h2, en
¥f8 19. a4 ¥e6 20. axb5 axb5 21.
vez de la conocida 20. ¦d1. Esto
¦xa8 ¤xa8 22. £a1 £c8! 23.
se produjo en la partida Alex
£a7 ¤d8! 24. £a5 ¦b7! 25. ¤b3
Sherzer y Jeroen Piket, Biel (Sui-
¤b6 26. £xb5 ¤d7 con igualdad.
za), 1993, donde luego de 20 ...
1–0 en 44 jugadas; Serguéi Dol-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 24

24 LOS APORTES DE PAUL KERES

mátov-Piket; Groninga (Países 8


Bajos), 1993. 7

Variante 12 ... ¦d8 6

Ya hemos comentado que fue 5

Keres un profundo conocedor de 4


la Defensa Chigorín clásica, y por 3
tanto, era obvio que en muchas 2
de sus partidas se presentaran
1
novedades interesantes. Una de
esas novedades, trascendente has- a b c d e f g h

ta nuestros días, es la que produjo táctico, como en la dificultad que


luego de las jugadas: se creaba a Boleslavski, que debía
encontrar en pocos minutos una
Isaak Boleslavski - Paul Keres respuesta apropiada. Por eso, en
Torneo de Candidatos, Zúrich, tales circunstancias era natural
1953 que respondiera:
➪ 13. ¤f1
➪ 1. e4 e5 2. ¤f3 ¤c6 3. ¥b5
a6 4. ¥a4 ¤f6 5. 0–0 ¥e7 6. ¦e1 Pudiera el lector suponer que
b5 7. ¥b3 0–0 8. c3 d6 9. h3 ¤a5 Keres dejaría en sus análisis algu-
10. ¥c2 c5 11. d4 £c7 12. ¤bd2 nas ideas de cómo debía continuar
el blanco, pero todo lo contrario:
A esta posición llegó Keres en por lo que conocemos, y como en
múltiples oportunidades, optando casi todas sus novedades más im-
en general por la continuación 12 portantes, ¡ni siquiera volvió a re-
... cxd4, como en sus encuentros petir la jugada en esta posición!,
con Bronstein y Smislov de los salvo partidas intrascendentes, co-
años cuarenta; o la continuación 12 mo su encuentro con Nilsson, en la
... ¥b7, como en sus partidas con- Olimpiada de Ámsterdam de 1954.
tra Guéler y Averbach en los años Algunos ejemplos recientes
cincuenta. Pero jugando contra podrán servir aquí para ilustrar el
Boleslavski, en el torneo de Zúrich tratamiento actual que recibe es-
de 1953, Keres introduce una juga- ta variante.
da que, por su simplicidad, sor-
A) 13. d5 c4 14. ¤f1 ¤b7 15.
prende que no se haya producido
¤g3 (o también 15. ¤3h2!? ¦e8 16.
antes en partidas oficiales:
¤g3 g6?! 17. f4! exf4 18. ¥xf4 ¤d7
➪ 12 ... ¦d8 !? 19. ¤g4! ¤e5 20. ¤h6+ ¢g7 21.
Como destaca Keres, la im- ¤gf5+! con fuerte ataque: 21 ...
portancia de la novedad no radi- gxf5? 22. exf5 ¥f6 23. £h5 ¢f8 24.
caba tanto en su posible efecto ¤g4 ¤xg4 25. hxg4 ¦e7? 26. g5+-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 25

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 25

£c5+ 27. ¢f1 ¥xf5 28. gxf6; 1–0; g6 20. £f3 ¥e6 21. ¥xg6 hxg6 22.
John Van der Wie-Zsuzsa Polgar, ¦xe6 £d7 23. ¦d6 £f5 24. £xf5
Holanda, 1991) 15 ... a5! 16. ¤h2 gxf5 25. ¦xd8+ ¦xd8 26. ¤g3 ¤f4
¤c5 17. f4 b4 y la posición del ne- 27. ¢f1 d3 28. ¦d1 ¦d5 29. b3
gro es preferible. La partida conti- ¤c4 30. ¤f3 ¤b2 31. ¦d2 ¤c4 32.
nuó con 18. ¤f3 ¦b8 19. cxb4?! ¦d1 ¤b2 se alcanzó el empate
(19. ¤h1!? ¥a6 20. ¤f2 ¦dc83= + 1/2–1/2; Borís Kalinkin-Kárpov;
19. ¥e3!?) 19 ... axb4 20. b3 c3 Cheblrabinsk (Rusia), 1961.
21. f5 ¥a6 0–1 en 41 jugadas; Ste- La partida original continuó
fan Kindermann-Artur Yusúpov; con 14. exd5 exd4 15. cxd4 ¤xd5
Hamburgo (Alemania), 1991. 16. £e2 ¥b7 17. ¤g3 cxd4 18.
B) 13. b3 ¥d7 14. d5 g6 15. ¤xd4 g6! y las negras obtuvieron
¤f1 c4 16. b4 ¤b7 17. ¥g5 a5 18. una posición ventajosa. Pero Bo-
a3 ¦a6 19. ¤g3 ¦da8 20. ¦c1 axb4 leslavski no tuvo en cuenta 18.
21. axb4 £d8 22. ¥e3 ¤e8 23. ¤c5!, que hubiera consolidado la
¥b1 ¤g7 24. £d2 h5 25. ¤e2 f6 iniciativa de las blancas. El desa-
26. ¤g3 £e8 27. ¤h2 h4 28. ¤gf1 rrollo posterior del encuentro fue
g5 29. ¤g4 £g6 30. £d1 ¤d8 0–1 como sigue:
en 48 jugadas; Mijaíl Brodski-Pi- 19. ¥h6 ¥f6 20. ¤b3 ¤c4 21.
ket; Wijk aan Zee, 1995. ¤e4 ¥xb2 22. ¤bc5 ¥xa1 23.
¦xa1 f5 24. ¤xb7 £xb7 25. ¤c5
➪ 13 ... d5?!
£c6 26. ¤d3 ¤c3 27. £e1 £f6 28.
Una muestra de que Keres no f4 ¤e4 29. ¢h2 £c3 30. £b1
tenía realizados extensos estudios ¤cd2 31. £c1 ¦xd3 32. ¥xd3
de esta posición antes de la parti- £xd3 33. £c7 ¤f3+.
da, es el comentario en el que de-
clara que «un amplio y posterior Variante 12 ... ¥d7
análisis demostró» que era prefe-
rible intercalar las jugadas 13 ... Partiendo de la misma conti-
cxd4 14. cxd4 y tan sólo ahora ha- nuación anterior, pero jugando
cer 14 ... d5. Esta receta fue apli- con blancas, en muchas oportuni-
cada por Kárpov, y luego de 15. dades tuvo Keres que enfrentarse
exd5 (es interesante 15. ¤xe5 contra las complejidades de esta
dxe4 16. ¤g3! ¥d6 17. £e2 ¥xe5 variante, en la que introdujo tam-
18. dxe5 £xe5 19. ¤xe4 –19. ¥d2! bién novedades interesantes.
seguido de 20. ¥c3 recuperando Aquí es de especial interés la
el peón. Euwe– 19 ... ¥f5 20. ¥g5 posición que se produce luego de
¥xe4 21. ¥xf6 £xf6. 1/2–1/2 en las jugadas:
41 jugadas; Zandor Nilsson-Ke- 1. e4 e5 2. ¤f3 ¤c6 3. ¥b5 a6 4.
res; Olimpiada de Ámsterdam, ¥a4 ¤f6 5. 0–0 ¥e7 6. ¦e1 b5 7.
1954 15. ... exd4 16. ¥g5 ¤xd5 17. ¥b3 0–0 8. c3 d6 9. h3 ¤a5 10. ¥c2
¦c1 £d6 18. ¥e4 ¥xg5 19. ¤xg5 c5 11. d4 £c7 12. ¤bd2 ¥d7 conti-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 26

26 LOS APORTES DE PAUL KERES

nuándose con 13. ¤f1 ¦fe8, cono- miento URSS-Yugoslavia, San


cida como Variante Yugoslava. Petersburgo (Rusia), 1957.
8 ➪ 15 ... ¦ad8
7 Aquí se considera superior 15
6 ... ¢g7! 16. a4 ¥e6?! (Según Ke-
5 res era preferible ... h6) 17. £e2
¥c4 18. £e3 ¥b3 19. ¥xb3 ¤xb3
4
20. ¦a3 con ventaja de las blan-
3
cas. 1–0 en 33 jugadas; Keres-Bo-
2 rislav Ivkov; Bled (Eslovenia), 14
1 de septiembre de 1961.
a b c d e f g h
➪ 16. a4 c4 17. axb5 ¥xb5 18.
Resulta obvio que esta posición ¤h2 ¤c6 19. b3 ¤a5 20. b4 ¤c6
fue estudiada detalladamente por 21. d5
Keres, ya que a partir de la misma Con ventaja de las blancas.
practicó, con relativa frecuencia, 1–0 en 87 jugadas; Keres-Gligo-
las siguientes continuaciones: ric; Zúrich, 1961.
A) Variante 14. ¤g3 a2) 14 ... cxd4 15. cxd4 ¦ac8
Aunque no lo dice con térmi- 16. ¦e2 ¤c6 17. ¥e3 exd4 18.
nos exactos, Euwe nos da a enten- ¤xd4 d5! con igualdad. 1/2–1/2 en
der que esta jugada fue introduci- 37 jugadas; Keres-Aleksander Ma-
da por Keres, cuando en realidad tanovic; enfrentamiento Yugosla-
ya la encontramos en la partida via-URSS, Belgrado (Serbia y
disputada entre Gueorgui Lisitsin Montenegro), 1961.
y Mijaíl Bovítnik en el Campeo- a3) 14 ... ¦ac8 15. ¥d3 h6 16.
nato de la URSS de 1940.. d5 c4 17. ¥c2 ¤b7 18. ¤h2 ¤h7
En los ejemplo que siguen po- 19. ¤g4 ¥g5 20. ¤e3 g6 21. ¤gf1
dremos encontrar una muestra de £d8 22. ¤h2 ¢g7 23. £e2 ¦f8 24.
las ideas principales que se han ¤f3 ¤c5 25. ¤xg5 hxg5 26. b4
visto en la práctica, aunque no se cxb3 27. axb3 a5 28. ¥d2 ¦a8 29.
reportan novedades en los últi- ¦eb1 £c7 30. ¢h2 ¦fb8 1/2–1/;
mos años. Lisitsin-Botvínik; XII Campeona-
a1) 14 ... g6 15. ¥g5! superior to de la URSS, Moscú, 1940.
a 15. ¥d3 ¥f8 16. ¥g5 ¥g7 17. B) Variante 14. a4
¦c1 ¤c6 18. ¥b1 ¤d8 19. £d2 Una idea que si fue introducida
¤e6 20. ¥e3 ¦ad8 21. ¦cd1 ¥c8 por Keres, al parecer en su partida
22. d5 ¤f8 23. ¥g5 h5 24. c4 ¤8h7 contra Gligoric, en la Olimpiada
25. ¥e3 b4 26. ¥c2 ¥d7 27. ¦a1 de Múnich (Alemania) de 1958,
a5 28. £d1 ¦a8 y culminó en em- variante que retomaron un año
pate en 41 jugadas. David Brons- después, en el Torneo de Candida-
tein-Svetozar Gligoric; enfrenta- tos de Yugoslavia, en 1959.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 27

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 27

Veamos las principales alter- Variante 12 ... cxd4


nativas que podemos encontrar
en esta línea de juego. Es imposible sustraerse a la ten-
b1) 14 ... g6 15. ¥g5! ¥c6 16. tación de seguir incluyendo referen-
¤e3! 1/2–1/2 en 22 jugadas; Ke- cias que ejemplifiquen hasta qué
res-Gligoric; Olimpiada de Mú- punto trabajó Keres en la Apertura
nich, 1958. Española, y quiérase o no, no pode-
b2) 14 ... cxd4 15. cxd4 ¤c6 mos dejar de incluir una de las va-
Otras posibilidades son ahora: riantes que con más frecuencia utili-
b2a) 16. ¤e3 ¤b4 17. ¥b3 zó en sus encuentros trascendenta-
bxa4 18. ¥xa4 ¥xa4 19. ¦xa4 a5 les de los años cincuenta.
20. ¤f5 ¥f8 21. ¥g5 ¤d7 22. ¦a3 Siendo la época de esplendor
d5 23. dxe5 ¤xe5 24. ¥f4 ¤xf3+ de la defensa chigorín clásica, en
25. ¦xf3 £d7 26. ¦g3 ¦a6 27. pleno auge de sus variante 12 ...
¦xg7+ ¥xg7 28. £g4 £xf5 29. ¤c6 y 12 ... cxd4, resulta natural
£xf5 ¦f6 30. £d7 ¦fe6 31. ¦e3 que, tanto en una como en otra,
dxe4 32. ¦g3 ¦a8 33. £d4 ¦g6 34. dejara Keres partidas interesantes.
£xe4 1–0 en 45 jugadas; Keres- En especial, nos interesa con-
Gligoric; Torneo de Candidatos, siderar la segunda de estas, con la
Yugoslavia, 11/11/1959. continuación 13. cxd4 ¥b7!?,
b2b) 16. axb5 axb5 17. ¦xa8 pues aunque fue empleada mu-
¦xa8 18. dxe5 ¤xe5 19. ¤xe5 cho antes por Alekhine, fueron
dxe5 20. ¥g5 ¥e6 21. ¤e3 h6 22. las partidas de Keres las que mo-
¥xf6 (22. ¥xf6 ¥xf6 23. ¥b3 ¦d8 tivaron que sus contemporáneos
24. ¤d5 £a5 25. ¢h2 ¥g5 26. le dedicaran una mayor atención.
£e2 ¦c8; 1/2–1/2; Gligoric-Tal; Después de las jugadas inicia-
Torneo de Candidatos, Yugosla- les 1. e4 e5 2. ¤f3 ¤c6 3. ¥b5 a6
via, 21/09/1959) 22 ... ¥xf6 23. 4. ¥a4 ¤f6 5. 0–0 ¥e7 6. ¦e1 b5
¥b3 ¦d8 24. ¤d5 £a5 25. ¢h2 7. ¥b3 d6 8. c3 0–0 9. h3 ¤a5 10.
¥g5 26. £e2 ¦c8 1/2–1/2; Gligo- ¥c2 c5 11. d4 £c7 12. ¤bd2 cxd4
ric-Tal; Bled, 1959. 13. cxd4 ¥b7 se alcanza la posi-
b3) 14 ... ¦ad8 15. ¥g5 ¥e6 ción que muestra el diagrama.
16. ¤e3 cxd4 17. cxd4 ¤c4 18. 8
axb5 ¤xe3 19. ¥xe3 axb5 20. d5
7
¥d7 21. ¦a7 £b8 22. £a1 ¦c8 23.
¥d3 ¦c7 24. ¦a6 ¦ec8 25. £a5 6

¥d8 26. £b4 ¤e8 27. ¦ea1 ¦b7 5


28. ¥a7 £c7 29. ¢h2 g6 30. ¤d2 4
¥g5 31. ¤b3 h5 32. £e1 1–0 en 75
3
jugadas; Tal-Nikolái Kroguius;
2
XXVI Campeonato de la URSS,
Tiflis (Georgia), 1959. 1
a b c d e f g h
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 28

28 LOS APORTES DE PAUL KERES

Aquí la alternativa es 13 ... Biushev-Keres; XX Campeonato


¤c6, también jugada por Keres, de la URSS, Moscú, 1952.
pero en la que nos ocupa fue don- b) 15. ¤f1 ¥d7 16. ¤3h2 ¦fc8
de realmente dejó su huella más 17. ¥d3 ¤b7 18. b4 a5 19. ¥d2
profunda, como veremos en las axb4 20. ¥xb4 ¤c5 21. a3 £a7 22.
notas que siguen. ¤g3 ¥d8 23. ¥f1 ¥a5 24. £f3
La continuación que mejor se £b6 25. ¤g4 ¤xg4 26. hxg4 g6 27.
ajusta al sentido de la posición es ¦ab1 £d8 28. £e3 £h4 29. ¥e2
ahora: ¥xg4 30. ¥xb5 ¥b6 31. ¥c6
¦ab8 32. ¥d2 ¥d7 33. ¥xd7
➪ 14. ¤f1
¤xd7 34. £d3 ¥d4 35. ¥e3 ¤c5
aunque también se responde 36. £c2 ¥xe3 37. ¦xe3 ¦xb1+ 38.
con frecuencia 14. d5, que era la va- £xb1 £d8 39. ¤f1 ¦b8 40. £c2
riante favorita de Bronstein, em- ¦a8 41. ¤d2 1/2–1/2; Bronstein-
pleada precisamente en sus en- Keres; XIX Campeonato de la
cuentros contra Keres, y sobre todo URSS, Moscú, 1951.
muy practicada en el primer Cam- B) 14 ... ¦fc8 15. ¥b1 ¤c4 16.
peonato del mundo por correspon- b3 ¤b6 17. ¤f1 £c3 18. £e2 ¤bd7
dencia, a comienzo de los años cin- 19. ¥b2 £c7 20. ¤e3 ¤c5 21. ¤f5
cuenta. Las negras disponen de di- ¥f8 22. ¤h2 b4 23. f4 a5 24. ¤g4
versas alternativas tras 14. d5: ¤xg4 25. £xg4 f6 26. ¥c2 ¦d8 27.
¦ac1 ¥c8 28. fxe5 dxe5 29. ¦f1
A) 14 ... ¥c8 y ahora :
¢h8 30. £h4 £b6 31. ¢h1 ¥d7 32.
a) 15. ¦b1 ¥d7 16. ¤f1 (16.
g4 ¥xf5 33. ¦xf5 0–1 en 56 juga-
¥d3 ¦fc8 17. ¤f1 ¥d8 18. ¤g3
das; Paul Van't Veer-Leopold
£a7 19. ¦f1 ¤e8 20. ¢h1 ¤b7 21.
Watzl; primer Campeonato del
b4 a5 22. a3 axb4 23. axb4 ¥e7 24.
mundo por correspondencia, 1950.
¤e2 ¥d8 25. ¥d2 ¥b6 26. ¤c3
C) 14 ... ¤c4 15. b3 ¤xd2 16.
¥xf2 27. ¤xb5 £b6 28. £e2 ¥g3
¥xd2 ¥d8 17. a4 bxa4 18. bxa4
29. ¥e3 £d8 30. ¤a7 ¦c3 31. £d2
¤d7 19. ¦e3 ¦c8 20. ¦c3 £b8 21.
¦a3 32. ¤c6 £f6 33. ¤fxe5 ¥xe5
¦xc8 ¥xc8 22. ¦b1 £c7 23. ¤e1
34. ¦xf6 ¥xf6 1–0 en 50 jugadas;
¤c5 24. ¥e3 h6 25. £e2 ¥g5 26.
Bronstein-Efim Guéler; XIX
¥xg5 hxg5 27. £c4 £a7 28. ¤d3
Campeonato de la URSS, Moscú,
¤xd3 1/2–1/2; Van't Veer-Stuart
1951) 16 ... ¤c4 17. b3 ¤b6 18.
Modsem; primer Campeonato del
¥a3 ¦fc8 19. ¥d3 ¥f8 20. £e2
mundo por correspondencia, 1950.
¤h5 21. ¥c1 g6 22. g4 ¤f4 23.
D) 14 ... ¤e8 15. ¤f1 ¥c8 16.
¥xf4 exf4 24. ¦bc1 £d8 25. £d2
¥d2 ¤c4 17. ¥c3 a5 18. ¤e3
¥h6 26. ¤1h2 ¦xc1 27. ¦xc1 ¦c8
¤xe3 19. ¦xe3 g6 20. ¦c1 ¤g7 21.
28. ¦xc8 £xc8 29. g5 ¥g7 30.
¥d3 £b8 22. ¢h2 f5 23. exf5 gxf5
£xf4 ¥xh3 31. £xd6 ¤d7 32.
24. £g1 ¦a7 25. g4 b4 26. ¥d2 e4
¥f1 £c1 1–0 en 43 jugadas; Vasili
27. ¤d4 £b6 28. ¤c6 ¥h4 29.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 29

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 29

¤xa7 £xa7 30. ¥b1 £d4 31. ¥e1 to, como si se tratara de una lla-
¥g5 32. gxf5 ¥xe3 33. fxe3 mada a la atención del caminante,
£xb2+ 0–1 en 59 jugadas; Víktor anunciándole en letras doradas:
Korchnói-Alexánder Tolush; Tor- «Aquí estuvo Paul Keres».
neo en memoria de Chigorin, San Ha partir de esta posición las
Petersburgo. blancas cuentan con tres alternati-
E) 14 ... ¦ac8 15. ¥b1 ¤h5 16. vas fundamentales: 15. ¥d3, 15.
g3 g6 17. ¤f1 £d7 18. h4 ¤c4 19. ¦e2 y 15. ¥b1, aunque el propio
b3 ¤b6 20. ¥h6 ¦fe8 21. ¥d3 ¤f6 Keres jugó 15. ¤e3 contra Boles-
22. ¤3h2 ¤bxd5 23. exd5 ¤xd5 lawsky, en Budapest (Hungría)
24. ¦c1 ¤c3 25. £d2 b4 26. f3 d5 1950. Tanto en una como en otras,
27. ¦xe5 ¥c5+ 28. ¦e3 ¦e6 29. se puso de moda el empleo de la
¦ce1 ¦ce8 30. ¢g2 ¥xe3 31. ¦xe3 maniobra de Panov 15 ... d5!?, con-
d4 32. ¦xe6 £xe6 33. ¥c4 £e5 34. siderada por Keres como inferior a
¥f4 £c5 35. ¥g5 £d6 36. ¥f4 15 ... . ¤d7!, que empleó en su par-
£c5 37. ¥g5 £d6 38. ¥f4 1/2–1/2; tida contra Smyslov, en el torneo
Jan Timmsan-Piket; 10ª partida del Candidatos de Zurich de 1959 : 15.
duelo, Ámsterdam, 1995. ¥d3 ¤d7 16. ¤e3 exd4 17. ¤xd4
En la variante principal se ¥f6 18. ¤df5 g6 19. ¤h6+ ¢h8 20.
considera necesario hacer ahora: ¦b1?! (Según Bronstein lo indica-
do era 20. ¤eg4!) 20 ... ¥g7 21.
➪ 14 ... ¦ac8
¤hg4 h5 22. ¤h2 ¤c5 y varios au-
tores consideran que el negro está
8
mejor. La partida continuó con 23.
7
¤d5 ¥xd5 24. exd5 ¤xd3 25.
6 £xd3 £c2 26. ¦d1 ¦fe8 27. £xc2
5 ¦xc2 28. ¤f1 ¤c4 29. b3 ¤b2 30.
4
¦d2 ¦xd2 31. ¥xd2 ¤d3 32. ¤e3
f5 0–1 en 59 jugadas; Vasili Smís-
3
lov-Keres; Torneo de Candidatos,
2 Zúrich, 08/09/1959.
1 Haciendo un paréntesis, años
a b c d e f g h antes Alekhine había respondido
contra 15. ¥d3 la jugada 15 ... ¤c6,
Esta posición se ha alcanzado continuándose con 16. ¥d2 exd4
en innumerables partidas de los 17. ¦c1 £b6 18. ¤g3 ¦fe8 19. ¥f4
más importantes eventos de los ¤e5 0–1 en 62 jugadas; Carlos
últimos 50 años, y muy bien pu- Hounie Fleurquin-Alexander
diéramos decir que acompañó a Alekhine; Montevideo (Uruguay),
Keres durante su largo período 1939. Pero esto no dio resultado a
en la búsqueda infructuosa del Keres contra Fischer, en el propio
campeonato mundial; es por tan- torneo de Zurich, luego de 16. ¤e3
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 30

30 LOS APORTES DE PAUL KERES

¦fe8 17. ¤f5? (17. d5!) 17 ... ¥f8 £e6+ £f7 27. £xf7+ ¢xf7 28. ¦c1
18. ¥g5 ¤d7 19. ¦c1 £b8 20. ¥b1 ¦d8 29. ¥e3 ¢e6 30. ¢f1 ¤e5 31.
¤xd4 21. ¤3xd4 ¦xc1? (21 ... exd4 ¤xe5 ¢xe5 32. ¦c7 ¥e4 33. ¦e7+
22. ¦xc8 £xc8 23. £xd4 ¤c5=) 22. 1–0; Román Zinóvievich Altshú-
¥xc1 exd4 23. ¤h6+ gxh6 24. ler-Lucius Endzelino; V Campeo-
£g4+ ¢h8 25. £xd7 ¥d5! 26. £f5 nato del mundo por correspon-
¦e5! 27. £f3 f5! 28. ¥f4! ¦e8 29. dencia 18. fxg3 d4 19. ¤g5 g6 20.
£h5! ¥xe4 30. f3 ¥c6 31. ¦c1! ¢h2 £d8 21. h4 ¤c4 22. e6 f6 23.
¥d7 32. ¥xh6 ¦e6! 33. ¥xf8 £xf8 ¤f7 £b6 24. £d3 ¤e5 25. ¤xe5
1–0 en 81 jugadas; Rober James fxe5 26. ¥h6 ¦f5 27. ¥b3 ¦h5 28.
Fischer-Keres; Zúrich, 1959. ¥g5 ¥xg5 29. e7+ ¢g7 30. ¦xe5
Volviendo a la esencia de la ¦xh4+ 31. ¢g1 ¦h5 32. g4 ¦h2 33.
posición, hoy se considera dudosa ¥d5 £d6 34. ¦xg5 ¥xd5 35.
la continuación 15 ... d5?! porque £xd4+ ¢h6 36. ¦xd5 £g3 37.
tras la jugada 15. ¦e2 las negras £d2+ ¢g7 38. ¦d8 £h4 39. £d4+
no alcanzan compensación. Al ¢h6 40. £f4+ 1–0; Bela Lengyel-
respecto Pachman* incluye el si- Karoly Honfi; Kecskemet (Hun-
guiente ejemplo: 16. dxe5 ¤xe4 gría), 1981.
17. ¤g3 f5!? 18. exf6 ¥xf6° 19. De todas maneras, las negras
¤xe4 dxe4 20. ¥xe4 ¥xe4 21. cuentan con otras posibilidades
¦xe4 £c2 22. £d5+! ¢h8 23. ¤e1 contra la jugada 15. ¦e2, y no es-
£c7 (23 ... £c6 24. £xc6 ¤xc6 25. tán obligadas a entrar en las com-
¦b1 ¤d4 26. ¥d2; Suetin-Blatny, plicaciones mencionadas. Una de
Lyon 1955; sin compensación por estas continuaciones, ya emplea-
el peón.) 24. ¥f4 £a7 25. ¥e3 da por Keres es:
(25. ¦b1!) 25 ... £c7 26. ¥f4 y ta-
➪ 15 ... ¤h5
blas por repetición dos jugadas
después. Vladímir Zagorovski- Tanto esta, como la jugada 15
Vasili Panov; Odesa, 1955. ... ¤d7, fueron recomendadas por
Aún así, la variante se ha con- Keres, que la empleo contra Szily,
tinuado jugando, y obviamente en Budapest 1952:
hay mucha tela por donde cortar. 16. ¤e3 ¦fe8 17. b3 ¥f8 18.
Por ejemplo: 15. ¦e2 d5 16. dxe5 ¥b2 ¤c6 19. ¦c1 £b8 20. ¤d5
(es interesante 16. ¤xe5! ¤xe4 ¤d8 21. ¥b1 ¤e6 22. ¦xc8 ¦xc8
17. f3 ¤d6 ¤g5 18. ¤g3 g6 19. 23. ¦c2 ¦e8 24. ¦c1 f6 25. £d3 g6
£d3! 18. b3 y el blanco está me- 26. dxe5 dxe5 27. ¤xf6+ ¤xf6 28.
jor; Gruenfeld-Pinter, Manila ¥xe5 ¤f4 29. £d2 ¤xh3+ 30. gxh3
1992) 16 ... ¤xe4 17. ¤g3 ¤xg3 ¦xe5 31. £f4 ¤d7 32. ¤xe5 ¤xe5
(17 ... f5 18. exf6 ¥xf6 19. ¥xe4 33. £f6 0–1 en 57 jugadas; Joszef
dxe4 20. ¤xe4 ¦cd8 21. £e1 h6 Szily-Keres; Budapest, 1952.
22. ¥d2 ¤c6 23. ¤xf6+ ¦xf6 24.
➪ 16. a4!?
¦e8+ ¦xe8 25. £xe8+ ¦f8 26.
* Pachman, Ludek: Teoría moderna en ajedrez. Barcelona: Martínez Roca
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 31

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 31

8 fxe4 23. ¥c2 £c4 24. £xc4+ ¤xc4


7
25. ¥b3 ¢f8 26. ¤e3 ¥f6 27. ¥xc4
bxc4 28. ¥d2 ¥xb2 29. ¦b1 c3 30.
6
¥xc3 ¥xc3 31. ¦xb7 ¥e5 32. ¦b1
5 a5 33. ¢f1 ¥d4 34. ¢e2 1/2-1/2;
4 Bozidar-Ivanovic-Vlatko Kovace-
3 vic; Zagreb (Croacia), 1985.
2
La continuación que estamos
siguiendo se presentó en la parti-
1
da Eduard Prandstetter-Pinter;
a b c d e f g h Barcelona (España), 1993. Su de-
Una idea que abre nuevas pers- sarrollo posterior fue el siguiente:
pectivas en el tratamiento de la va- ➪ 16 ... bxa4 17. ¥xa4 ¤f6 18.
riante. Emanuel Lasker prefería ¤g3 g6 19. ¥d2! ¤c4 20. ¥h6
aquí 16. dxe5 como en su partida ¦fd8 21. ¦c1! y las blancas están
con E. Lasker, Nueva York 1924, mejor y terminaron ganando en
que continuó con 16 ... dxe5 17. la jugada nº 38.
¤xe5 ¥xh3 18. ¤xf7 ¥e6 19. ¤g5
¥c4 20. ¥d3 ¦d8 21. ¦c2 ¤f4. Y Variante Chigorin antigua
concluyó, tras una larga y pesada
lucha de 103 jugadas en empate. Esta variante se alcanza luego
Otras posibilidades empleadas de las jugadas 1. e4 e5 2. ¤f3 ¤c6
con frecuencia son 16. ¤1h2 y 16. 3. ¥b5 a6 4. ¥a4 ¤f6 5. 0-0 ¥e7 6.
¥d3. Veamos algunas continua- ¦e1 b5 7. ¥b3 d6 8. c3 y ahora las
ciones interesantes : negras se adelantan jugando 8 ...
¤a5, que caracteriza al viejo siste-
A) 16. ¤1h2 ¦fe8 17. a4 (17. ma Chigorin, empleado por Capa-
¤g4 ¤f6 18. b3 ¤xg4 19. hxg4 blanca en algunas oportunidades.
¤c6 20. ¥b2 exd4 21. ¤xd4 ¥f6 La respuesta natural es ahora 9.
1/2-1/2; Vlastimil Jansa-Victor ¥c2 c5, que se responde habitual-
Ciocaltea; balneario de Vrnajcka mente con la jugada 10. d4.
Banja [Serbia], 1975) 17 ... b4 18. Aunque se ha jugado en oca-
¥d3 ¤f4 19. ¥xf4 exf4 20. ¦b1 siones, no se considera oportuno
¤c6 21. £d2 £b6 22. a5 £xa5 23. seguir con 10. a4 ¦b8 11. axb5
£xf4 ¥f6 24. ¤g4 ¥xd4 25. e5 axb5 12. d4 £c7 13. dxe5 dxe5 14.
¥xe5 26. £f5 g6 27. ¤h6+ ¢g7 ¤xe5?! (14. ¤bd2) 14 ... £xe5 15.
28. £xf7+ ¢xh6 29. g4 £c7 30. ¦xa5 ¤g4 dado que se afirma que
g5+ ¢h5 31. ¥f5 1-0; Matanovic- el negro está mejor. Pero esto se
Milan Germek; Yugoslavia, 1974. presentó en la partida entre Isaías
B) 16. ¥d3 f5 17. dxe5 dxe5 Pleci y Gunnar Friedemann, en la
18. ¦c2 £d6 19. ¦xc8 ¦xc8 20. última ronda de la Olimpiada de
¤xe5 £xe5 21. £xh5 £d4 22. £e2 Buenos Aires, en 1939, que conti-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 32

32 LOS APORTES DE PAUL KERES

nuó con 16. g3 £h5 17. h4 ¥xh4 misoria, aunque de difícil pronós-
18. gxh4 £xh4 19. £f3 £h2+ 20. tico: 19 ... ¤xd5 20. exd5 ¤xd4 21.
¢f1 ¤e5 21. £g3 £h1+ 22. ¢e2 ¤xd4 exd4 22. ¦xe8 22 ... ¦xe8
£h5+ 23. f3 ¤xf3 24. ¢f2 ¤xe1 23. £xd4 £c8 24. ¥d3 £c5 25.
25. ¢xe1 £h1+ 26. ¢f2 £xc1 27. £h4 f5 26. ¦d1 ¦e7! 27. £f4 ¦f7
£e5+ y el blanco terminó por ga- 28. ¥e2 ¥e7 29. ¥h5 ¦f8 30. ¦e1
nar en 47 jugadas. ¥d8 31. £g3 g5 32. ¦c1 £b4 33.
En la línea principal las negras £e3! 1/2–1/2 en 51 jugadas; Tal-
continúan con 10 ... £c7, en la que Bent Larsen; Buenos Aires (Ar-
Keres recomienda responder con: gentina).
B) 11. ¤bd2 recomendado
➪ 11. a4!?
como lo más natural, pero no crea
8 mayores problemas al negro. 11 ...
0–0 12. ¤f1 ¤c6 13. ¤e3 ¦e8 14.
7
¤d5 ¤xd5 15. exd5 ¤a5 16. dxe5
6
dxe5 17. ¤xe5 ¥d6 18. ¥f4 ¥b7
5 19. £d3 g6 20. £g3 ¦ad8 21. ¤d3
4 ¤c4 22. b3 ¥xf4 23. £xf4 £xf4
3
24. ¦xe8+ ¦xe8 25. ¤xf4 ¤a3 26.
¥d3 c4 27. bxc4 bxc4 28. ¥f1 g5
2
29. ¤h5 ¦e5 30. d6 ¢f8 31. ¤f6
1 32. ¦e6 1–0; Fischer-W. Donnelly;
a b c d e f g h 4ª partida del torneo New Wes-
tern Open, Hotel Astor de Mit-
En realidad, no se trata de una
wakee (EE. UU.), 05/07/1957.
novedad introducida por Keres,
pero la empleó en varias partidas
Después de 11. a4 la mejor
con buenos resultados, siendo con-
respuesta del negro parece ser 11
siderada por muchos como la re-
... b4.
futación estratégica de la vieja va-
Antes ya vimos con otro or-
riante Chigorin.
den de jugadas 11 ... ¦b8 12. axb5
Otras posibilidades de las blan-
axb5 13. dxe5 dxe5 14. ¤bd2 (pe-
cas se consideran menos efectivas.
ro si 14. ¤xe5?! sigue 14... £xe5
Las variantes más importantes son
15. ¦xa5 ¤g4 con ventaja del ne-
las siguientes:
gro, como se indica en la partida
A) 11. h3 ¥d7 12. ¤bd2 cxd4 Pleci-Friedemann antes mencio-
13. cxd4 ¦c8 14. ¥b1 0–0 15. ¤f1 nada) 14 ... ¤c6 (14 ... 0–0? 15.
¤c6 16. b3!? ¦fe8 17. ¥b2 ¥f8 ¤xe5!) 15. ¤f1 con mejor juego
(17 ... exd4 1 18. ¤xd4 d5!?; 17 ... para el blanco. 1/2–1/2 en 46 juga-
¥d8!?) 18. ¤e3 £b7 (18 ... ¤xe4? das; Grigori Lowenfish-Andor
19. ¤d5+-) 19. ¤d5± y las blancas Lilienthal; Moscú, 1939.
obtienen una posición más pro-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 33

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 33

➪ 12. cxb4 ¦xc5 dxc5 1/2–1/2; Sterk-Zsig-


mond Barasz; Piestany, 1912.
Alekhine no logro nada contra
B) 13 ... ¥b7 14. ¤f1 0–0 15.
Capablanca haciendo 12. ¤bd2
¥g5 h6 16. ¥h4 ¦fc8 17. ¥d3
0–0 13. ¤f1 cxd4 14. cxd4 ¥e6 15.
¤h5 18. ¥xe7 £xe7 19. g3 ¤f6
¤e3 ¦ac8 16. ¥d2 ¤c4 17. ¤xc4
20. ¤e3 g6 21. ¤d5 ¤xd5 22. exd5
£xc4 18. ¦c1 b3 19. ¥b1 £xa4 20.
¥xd5 23. dxe5 ¥xf3 24. £xf3
dxe5 dxe5 21. ¤xe5 ¦xc1 22. ¥xc1
dxe5 25. £e3 ¢g7 1/2–1/2; Keres-
¦d8 y el negro venció tras 42 juga-
Capablanca; Margate (Gran Bre-
das. Alekhine-José Raúl Capa-
taña), 1939.
blanca; partida de exhibición, San
En cuanto a la jugada 13. b3?!,
Petersburgo, 23/12/1913.
queda al margen luego de 13 ...
Otra alternativa vista en tor-
¥g4 14. ¤bd2 ¦c8 15. ¦a2 0–0 16.
neos es 12. h3 0–0 13. ¤bd2 ¥d7
h3 ¥e6 como en la partida entre
14. ¤f1 ¦fc8 15. d5 ¦ab8 16. ¤g3
Janos Balogh y Gedean Barcza,
c4 17. ¤f5 ¥xf5 18. exf5 bxc3 19.
Szolnok (Hungría), 1937.
bxc3 ¤b3 20. ¦b1 ¤xc1 21. ¦xc1
£c5 22. ¤g5 £xd5 23. ¤e4 £xd1 ➪ 13 ... 0–0
24. ¤xf6+ gxf6 25. ¦exd1 ¦c5 26.
Unas semanas antes, contra el
¦b1 ¦xb1 27. ¦xb1 d5 28. ¦b7
propio Keres, se había jugado en
¢f8 29. ¦b8+ ¢g7 1/2–1/2 en 55
esta posición 13 ... ¥d7 14. ¤bd2
jugadas; Israel Albert Horowitz-
0–0 15. ¤f1 ¦fc8 16. ¤e3 exd4 17.
Isaac Kashdan; Campeonato de
¤xd4 ¤c6 18. ¤ef5 ¥f8 19. ¥g5
los Estados Unidos, Nueva York,
¤xd4 20. ¤xd4 ¤e8 21. ¥b3 ¢h8
1938.
22. ¥xf7 ¥xa4 23. £h5 ¥d7 24.
➪ 12 ... cxb4 13. h3! ¥d5 ¦a7 25. £f7 1–0; Keres-The-
odore Tylor; Margate, 1939.
Otra mejora de Keres. Antes
En cuanto a la variante princi-
se prefería 13. ¤bd2 a lo que se
pal, la partida continuó con 14.
respondía con:
¤bd2 ¥e6 15. ¤f1 ¦fc8 16. ¤e3
A) 13 ... 0–0 14. b3 ¥g4 (14 ... g6 17. b3 ¤h5 18. ¥b2 ¥f6 19.
¤c6 15. ¥b2 ¥d7 16. ¦c1 exd4 ¦c1 exd4 20. ¤xd4 £d7 21. ¦b1
17. e5 y las negras abandonaron; ¦c5 22. ¤df5 ¥xf5 23. exf5 ¥xb2
Karoly Sterk-Paul Saladin Leon- 24. ¦xb2 ¦e8 25. ¥d3 £c6 26.
hart; Piestany (Eslovaquia), 1912) £g4 £b6 27. ¦be2 ¦ce5 28. fxg6
15. ¥b2 ¤c6 16. h3 ¥xf3 17. ¤xf3 hxg6 29. ¥xg6 fxg6 30. £xg6+
¤d7 18. ¦c1 ¥f6 19. ¥d3 £b6 20. ¢h8 31. ¤f5 ¦8e6 32. £xh5+
d5 ¤a5 21. ¤d2 ¤c5 22. ¤c4 ¢g8 33. £g5+ ¢f8 34. £g7+ ¢e8
¤xc4 23. ¥xc4 g6 24. ¦c2 ¥g7 25. 35. ¤xd6+ 1-0; Keres-Reshevsky;
¥c1 a5 26. ¥e3 ¦ac8 27. £e2 ¦c7 Olimpiada de Estocolmo (Sue-
28. ¦ec1 ¦fc8 29. ¥b5 £b8 30. cia), 1937.
¥xc5 ¦xc5 31. ¦xc5 ¦xc5 32.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 34

34 LOS APORTES DE PAUL KERES

Variante Worral apretado resumen, sus encuentros


más importantes acompañados
Para ilustrar esta importante con algunas notas de actualidad.
línea de juego, tomaremos el cur- Tras este movimiento de dama
so de la siguiente partida. –que también se suele adelantar a
la quinta jugada, para evitar las
Rueben Fine-Paul Keres complicaciones de la variante
Torneo AVRO (Algemene abierta–, el juego suele tomar por
Verenigin Radio Omroes), Países los siguientes caminos.
Bajos, 1938 ➪ 6 ... b5 7. ¥b3 d6
Después de las jugadas 1. e4 O la alternativa 7 ... 0–0, sobre
e5 2. ¤f3 ¤c6 3. ¥b5 a6 4. ¥a4 todo si se pretende continuar con
¤f6 5. 0–0 ¥e7, se alcanza la po- el viejo gambito 8. c3 d5!?, contra
sición principal del sistema tras el el cual Keres jugaba de la forma
movimiento: 6. £e2 siguiente:

8
A) 8. c3 d5!? y ahora:
a) 9. d3 con las siguientes al-
7
ternativas:
6 a1) 9 ... d4 10. cxd4 ¤xd4 11.
5 ¤xd4 £xd4 12. ¥e3 (Posterior-
4 mente Keres prefirió 12. ¤d2 c5
13. ¤f3 £d6 14. ¥e3 ¥e6 15. ¦fc1
3
¦ac8 16. ¥xe6 £xe6 17. a4 ¤d7
2
18. ¤d2 ¤b8 19. axb5 axb5 20.
1 ¤b1 ¤a6 21. ¤c3 ¤c7 22. ¦a5
a b c d e f g h ¦a8 23. ¦ca1 ¦xa5 24. ¦xa5 £c6
25. £c2 ¦a8 26. ¦xa8+ £xa8 27.
Fue esta una de las variantes
h3 £c6 28. ¢f1 h6 1/2–1/2; Keres-
más empleadas por Keres para
Lilienthal; Torneo de Candidatos,
enfrentar la Apertura Española,
Budapest, 1950).
afirmando Kárpov, en su libro so-
12 ... £d8
bre Aperturas Abiertas, que se
(12 ... £d6 13. ¤c3 ¥e6 14.
trata de una línea que está «pasa-
¥xe6 fxe6 15. f4 exf4 16. ¥xf4 e5
da de moda».
17. ¥g3 ¦ad8 18. ¦ad1 £e6 19. ¦f5
Es muy extensa y variada la
¥c5+ 20. ¢h1 ¥d4 21. ¥h4 ¦d7
producción de Keres dentro de es-
22. ¦c1 ¦df7 23. a3 ¥xc3 24. bxc3
te sistema de juego –casi siempre
¤d7 25. ¦xf7 ¦xf7 26. ¥g3 £b3
jugando con blancas– y aunque
27. d4 £xa3 28. £d1 ¤f6 29. ¦a1
nuestro propósito principal es co-
£f8 30. dxe5 ¤xe4 31. £d3 ¤c5 32.
mentar aquí la partida de referen-
£e2 ¤e6 33. h3 £c8 34. £a2
cia, es inevitable introducir, en
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 35

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 35

1/2–1/2 Keres, P -Euwe, M(2), ¦ad8 13. ¥g5 ¤a5 14. ¥c2 dxe4
Campeonato. del Mundo/ Holan- 15. dxe4 ¤c4 16. ¤e3 ¤xb2 17.
da 1948) 13. ¤c3 c6 14. h3 ¤d7 15. ¤xe5 £e6 18. ¤xf7 £xf7 19. ¥b3
¦ac1 ¥b7 16. £h5 ¥d6 17. ¤e2 ¤c4 20. ¤xc4 bxc4 21. ¥xc4 ¤d5
¤f6 18. £f3 a5 19. a3 a4 20. ¥a2 b4 22. ¥xe7 £xe7 23. exd5 £xe2 24.
21. axb4 a3 22. bxa3 ¦xa3 23. ¥c4 ¦xe2 ¦xe2 25. ¥xe2 ¥xd5 26. a4
¥xb4 24. ¤g3 ¥a6 25. ¦fd1 ¤e8 ¦d6 27. ¦d1 1–0 en 41 en 41 juga-
26. ¥xa6 ¦xa6 27. d4 exd4 28. das; Keres-Guéler; Budapest, 1952.
¥xd4 1–0 en 45 jugadas. Keres-Li- Sin embargo, es interesante
lienthal; Parnu (Estonia), 1947. conocer la continuación 10. ¤bd2
En la actualidad, esta variante ¥f8 11. a3?! que introdujo Judit
se ha seguido jugando, especial- Polgar en su partida con Michael
mente por los grandes maestros Adams en Las Palmas de Gran
Tiviákov y Yusúpov. Son intere- Canaria (España), 1994, que fue
santes las siguientes continuacio- paralizada con 11 ... h6! y luego
nes : 12 ... £d6, como en la parti- de 12. ¥a2 ¥e6 13. ¦d1 £d7 (13
da Keres-Max Euwe; XVIII ... dxe4 14. dxe4 ¥xa2 15. ¦xa2=)
Campeonato del Mundo, La Ha- 14. exd5 ¤xd5! 15. ¤e4 (15.
ya (Países Bajos), 1948, pero con- ¤f1!?) 15 ... ¤f4! 16. ¥xf4 exf4
tinuado con 13. ¦c1 ¤g4 14. ¥d5 17. ¥xe6 ¦xe6 18. £c2 ¦ae8ƒ xe
¦b8 15. ¦c6 £d8 (15 ... £d7 16. 19. b4 ¤e5 20. ¤xe5 ¦xe5 21.
¦c2 ¤xe3 17. fxe3 ¦b6 18. ¤d2 c6 ¤d2 ¦e2 22. £b1 £c6 23. £c1
19. ¥b3 £d6 20. ¤f3 ¥g4 21. ¦f1 £b6! las negras obtuvieron ven-
¦bb8 22. a3 a5 23. h3 ¥e6 24. taja decisiva : 24. d4 g5 25. h3? h5
¥xe6 £xe6 25. d4 exd4 26. exd4 26. £b1 £f6 27. ¤f1 g4 28. hxg4
¦fe8 27. ¦fc1 ¦b6 28. ¤e5 ¥g5 hxg4 29. £d3 ¥d6 30. ¦d2 f3 31.
29. ¦xc6 ¥xc1 30. ¦xe6 ¦bxe6 31. ¦ad1 £h4.
¤f3 ¦xe4 32. £xb5 ¥f4 33. g4 a3) En 1943, Madrid (Espa-
1/2–1/2 en 44 jugadas; Ígor Yagú- ña), Alfred, Brinckmann le jugó 9
pov-Oleg Eismont; Biel, 1995). ... ¥g4 respondiendo Keres con
16. ¦c2 ¤xe3 17. fxe3 ¦b6 18. 10. h3 ¥xf3 11. £xf3 d4 12. £e2
¤d2 ¦h6 19. a4 ¥d6 20. axb5 ¤d7 13. ¥d5 ¤db8 14. f4 ¥f6 15.
axb5 21. ¥c6 £h4 22. ¤f3 £h5 fxe5 ¥xe5 16. £h5 g6 17. £f3
23. ¥xb5 g5 24. h3 g4 25. ¤h2 £e7 18. a4 bxa4 19. ¦xa4 ¥g7 20.
gxh3 26. £xh5 ¦xh5 27. ¦a8 hxg2 £f2 ¦a7 21. cxd4 ¤b4 22. ¥c4
28. ¦xg2+ ¢h8 29. ¥c4 ¦h3 30. ¤d7 23. ¥d2 c5 24. dxc5 ¤c6 25.
¢f2 h5 31. ¥d5 f5 32. ¤f3 f4 33. ¥d5 ¤xc5 26. ¥xc6 ¤xa4 27.
¦xc8 1/2–1/2; Tiviákov-Alexánder ¥xa4 ¦d8 28. ¥c3 ¦xd3 29. ¥xg7
Beliavski; Groninga (Países Ba- ¢xg7 30. ¤c3 ¦b7 31. ¥c6 ¦b8
jos), 1994. 32. ¤d5 £e5 33. £xf7+ ¢h6 34.
a2) Contra 9 ... ¦e8 jugó 10. ¤f6 £d4+ 35. ¢h1 ¦h8 36. ¤g4+
¦e1 ¥b7 11. ¤bd2 £d7 12. ¤f1 ¢h5 37. £f4 g5 38. £f7+ ¢h4 39.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 36

36 LOS APORTES DE PAUL KERES

¤h6 1–0; Keres-Brinckman, Ma- ¤xc5 25. c4 ¤d3 26. ¦d1 bxc4 27.
drid (España), 1943. ¦bc1 ¦f6 28. £e3 ¦e8 29. £g3
a4) Otra idea que se ha segui- £a8 30. ¦c3 ¦g6 31. £h2 ¤e1 32.
do jugando es 9 ... ¥b7, por ejem- ¦xe1 ¦xe1 33. ¦xc4 £d8 34. £c7
plo: ¦xf1+ 0–1; Alexánder Koblents-
a41) 10. ¥g5 ¤a5 11. ¥c2 dxe4 Keres; duelo entre Estonia y Le-
12. dxe4 ¤d7 13. ¥xe7 £xe7 14. tonia, Reval, 1947).
¤bd2 c5 15. ¦fd1 ¤f6 16. a4 ¥c6 14 ... exd3 15. ¥xd3 ¦fe8 16.
17. ¤f1 ¤c4 18. b3 ¤d6 19. ¤g3 £c2 ¦ad8 17. ¥e2 ¤c4 18. ¥f4
bxa4 20. bxa4 ¦fe8 21. ¦d2 g6 22. ¥d6 19. ¥f3 £e6 20. ¥xd6 ¦xd6
¦ad1 ¤b7 23. h3 ¦ed8 24. ¦xd8+ 21. a4 ¤e5 22. ¥d1 ¦ed8 23. axb5
¤xd8 25. £e3 ¤d7 26. ¤d2 ¤b7 axb5 24. ¤a3 ¦d2 25. £c1 £b6
1–0 en 61 jugadas; Beliavski-Eu- 26. ¤c2 ¤e4 27. ¤d4 ¤d3 28.
geni Baréiev; Dortmund (Alema- £b1 ¤exf2 29. £a2 £h6 30. £d5
nia), 1995. ¤xh3+ 31. gxh3 £e3+ Sune
a42) 10. ¦d1 ¦e8 11. ¤bd2 ¥f8 Hjorth-Keres, Linkoping (Sue-
12. ¤f1 h6 13. a3 ¤b8 14. ¤e3 cia), 1944.
dxe4 15. dxe4 ¤bd7 16. ¤d5 ¤c5 b2) Contra 10. dxc6 jugó 10
17. ¤xf6+ £xf6 18. ¥c2 £c6 19. ... e4 11. d4 exf3 12. gxf3 ¥h5 13.
¦e1 ¦ad8 20. ¥d2 £e6 21. ¦ab1 ¥f4 ¦e8 14. ¥e5 ¥d6 15. ¤d2
£c4 22. b4 ¤d3 23. ¥b3 £c6 24. ¥xe5 16. dxe5 ¤d5 17. ¤e4 ¤f4
¥d5 ¦xd5 25. exd5 £xd5 26. 18. £e3 £h4 19. ¤g3 g5 20.
¦ed1 e4 27. ¤e1 ¦e6 0–1 en 42 ¤xh5 £xh5 21. e6 £h3 22.
jugadas; Jaan Ehlvest-Viswanath- exf7+ ¢g7 23. £d4+ ¦e5 24.
ran Anand; Torneo en recuerdo £xe5+ ¢g6 25. £xf4 gxf4 26.
de Mijaíl Tal, Riga (Letonia), ¦fe1 ¦f8 27. ¦e7 £xf3 28. ¦ae1
1995. £g4+ 29. ¢h1 £f3+ 30. ¢g1
En cambio, jugando con ne- £g4+ 1/2–1/2; Jan Foltys-Keres;
gras, normalmente se enfrentó a Salzburgo (Austria), 1943.
la continuación 9. exd5, emplean- Pero Keres utilizaba en dife-
do Keres las siguientes alternati- rentes esquemas el contraataque
vas: lateral «a4» y también decidió
b) 9. exd5 ¥g4 con las si- emplearlo en esta línea, en la oc-
guientes posibilidades: tava jugada del blanco. Así jugó
b1) Contra 10. h3 respondió contra Kluger, en 1955; y contra
con 10 ... ¥xf3 11. £xf3 e4 12. Unzicker, un año después:
£e2 ¤a5 13. ¥c2 £xd5 14. d3 B) 8. a4 ¥b7
(Koblenz prefirió14. ¦e1 ¦ae8 (que Unzicker mejoró con 8 ...
15. ¥xe4 ¤xe4 16. £xe4 £d8 17. d5! 9. d3 ¥g4 10. c3 d4 11. h3
£f3 ¥g5 18. ¦d1 ¤c4 19. d4 ¥xf3 12. £xf3 dxc3 13. bxc3 b4
¥xc1 20. ¦xc1 ¤xb2 21. ¤d2 ¦e6 1/2–1/2 en 20 jugadas; Keres-
22. ¦ab1 ¤a4 23. ¤f1 c5 24. dxc5 Wolfgang Unzicker; Olimpiada
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 37

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 37

de Moscú, 1956). A) 8 ... 0–0 , y ahora Keres se


9. c3 d5 10. d3 £d6 11. ¤bd2 ramifica a sí mismo en las más di-
¦ad8 12. axb5 axb5 13. ¦d1 ¦a8 versas continuaciones:
14. ¦xa8 ¦xa8 15. d4 dxe4 16. a) 9. ¦d1 ¤a5 10. ¥c2 c5 11. d4
¤g5 ¤d8 17. ¤dxe4 ¤xe4 18. £c7 12. dxe5 dxe5 13. ¤bd2 ¦d8
¤xe4 £c6 19. d5 £e8 20. ¥g5 14. ¤f1 ¦xd1 15. £xd1 ¥b7 16.
¥xg5 21. ¤xg5 £e7 22. ¤f3 e4 £e2 ¦d8 17. h3 ¤h5 18. g3 g6 19.
23. ¤d2 c6 24. d6 £xd6 25. ¤xe4 ¤e3 ¤f6 20. ¤g4 ¤xg4 21. hxg4
£e7 26. ¤f6+ ¢f8 27. ¤xh7+ ¥c8 22. ¤h2 ¥e6 23. ¤f1 £d7 24.
¢e8 28. £h5 g6 29. £h6 ¥c8 30. f3 ¥c4 25. £f2 ¥xf1 26. ¢xf1 ¤c4
£g7 1–0; Keres-Gyula Kluger; 1/2–1/2 en 94 jugadas; Keres-Li-
Duelo entre Hungría y la URSS, lienthal; Campeonato absoluto
Budapest, 1955. disputado entre San Petersburgo y
Retornando a la variante prin- Moscú; 1941.
cipal Fine-Keres, las blancas res- a1) En esta misma línea, pero
pondieron con: jugando con negras contra Alekhi-
ne, se siguió con 12. ¥g5 ¥g4 13.
➪ 8. a4
dxe5 dxe5 14. ¤bd2 ¦fd8 15. ¤f1
8
¤h5 16. h3 ¥e6 17. ¤e3 f6 18. ¤h2
g6 19. ¥h6 ¥f8 20. ¥xf8 ¢xf8 21.
7
g3 ¦xd1+ 22. ¥xd1 ¦d8 23. a4 ¤c4
6 24. axb5 axb5 25. ¤d5 £b7 26. b3
5 ¤d6 27. c4 bxc4 28. bxc4 ¥xd5 29.
4 exd5 ¤g7 1–0 en 57 jugadas; Alek-
hine-Keres; Salzburgo, 1942.
3
a2) 11. d3 ¦e8 12. ¤bd2 ¥f8
2
13. ¤f1 h6 14. ¤g3 ¤c6 15. h3 d5
1 16. ¥d2 ¥e6 17. ¤h2 ¦a7 18. ¤h5
a b c d e f g h ¦d7 19. ¤xf6+ £xf6 20. a4 d4 21.
axb5 axb5 22. c4 bxc4 23. dxc4 ¦b8
Resulta curioso que, 11 años 24. ¤g4 £g6 25. ¥a4 ¦xb2 26.
después de jugada esta partida, £d3 ¦c7 27. ¥b5 h5 28. ¤h2 ¤b4
Keres retoma este movimiento 0–1 en 48 jugadas; Keres-Anatoli
contra Furman, pero ya hemos di- Lútikov; Campeonato soviético
cho que esto se ajusta a su mane- por equipos, Moscú, 1966.
ra de encarar este tipo de posicio- b) 9. ¦e1 ¤a5 10. ¥c2 c5 11.
nes. Sin embargo, también jugó d3 £c7 12. ¤bd2 ¤c6 13. ¤f1 ¥e6
en diversas ocasiones la alternati- 14. ¤g5 ¤d7 15. ¤xe6 fxe6 16.
va 8. c3, que está más acorde con ¥b3 ¦f6 17. ¤g3 ¦af8 18. ¤h5
el propósito general del blanco. ¦g6 19. f4 ¤a5 20. f5 ¤xb3 21. fxg6
Al respecto son interesantes las ¤xa1 22. gxh7+ ¢xh7 23. ¥e3 ¤f6
siguientes partidas: 24. ¦xa1 c4 25. d4 exd4 26. ¥xd4
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 38

38 LOS APORTES DE PAUL KERES

d5 27. exd5 exd5 28. ¤xf6+ ¥xf6 dxc4 ¦e6 24. h4 ¦b8 25. g4 ¦b3 26.
1–0 en 50 jugadas; Keres-Alexán- ¥d2 £b7 27. £d3 ¦g6 28. f3 h5
der Arulaid; Reval, 1945 . 29. g5 f6 30. ¢f1 fxg5 31. hxg5 ¦e6
c) 9. d4! (según Pachman) 9 ... 32. ¦db1 ¦xb1+ 33. ¦xb1 £f7 34.
exd4 10. ¤xd4 ¤xd4 11. cxd4 ¥e6 £d5 g6 35. ¦b7 £e8 36. ¤e7+ ¢f7
12. ¤d2 ¥xb3 13. ¤xb3 ¦e8 14. 37. ¤c6+ ¢g8 38. ¤d8 £xd8 39.
¦d1 £c8 15. ¥f4 ¥f8 16. f3 c5 con £xe6+ ¢h8 40. £f7 1-0; Keres-
igualdad. 1/2–1/2 en 38 jugadas; Tarnowski; Olimpiada de Helsinki
Keres-Unzicker; URSS contra la (Finlandia), 1952.
República Federal Alemana, Es necesario situarse ahora en
Hamburgo, 1960. los tiempos del Torneo de AVRO
d) 9. a4 (¡Una vez más!) 9... de 1938, y retornar a la partida
¤a5 10. ¥c2 ¥e6 11. axb5 axb5 que lleva el hilo conductor de
12. d4 ¥c4 13. ¥d3 ¤d7 14. ¤bd2 nuestra historia. En ese entonces
¥xd3 15. £xd3 b4 16. cxb4 ¤c6 se solía continuar contra 8. a4 con
17. ¦xa8 £xa8 18. ¤b3 ¤xb4 19. 8 ... ¦b8 9. axb5 axb5 10. c3, como
£c4 ¤a6 20. dxe5 ¤xe5 21. ¤xe5 en la primera partida del encuen-
dxe5 22. ¥e3 £c8 23. ¦a1 ¤b8 tro de entrenamiento disputado
24. h3 ¥d6 25. ¦a7 £e6 26. ¤a5 en Ámsterdam, en 1926, entre
£xc4 27. ¤xc4 1–0 en 48 jugadas; Alekhine y Euwe (tablas en 43 ju-
Keres-Johannes Hendriks (Jan gadas)..
Hein) Donner; Olimpiada de Narra Keres que, como esto
Ámsterdam, 1954. en nada le agradaba, prefirió op-
Las otras posibilidades del ne- tar por la siguiente continuación,
gro tras 8. c3 son : considerada entonces como débil.
B) 8 ... ¥g4 9. h3 ¥h5 10. d3
➪ 8 ... ¥g4 9. c3 0–0
£c8 11. ¥g5 ¤a5 12. ¥d1 h6 13.
¥xf6 ¥xf6 14. a4 ¤c6 15. £e3 Haciendo un paréntesis, es de
¤d8 16. ¤a3 0–0 17. axb5 axb5 18. considerar el plan de Karpov 9 ...
¤h2 ¥g5 19. £g3 ¥f4 20. £h4 ¥xf3 10. £xf3 0–0 11. ¦d1 ¤a5 12.
¥xd1 21. ¦fxd1 ¥xh2+ 22. ¢xh2 ¥c2 c5, que logra aminorar los
¤e6 23. ¤c2 £d8 24. £g3 £g5 25. efectos del avance central blanco :
£xg5 hxg5 26. d4 f6 27. f3 ¢f7 28. 13. d4 £c7 14. d5 c4 15. ¤d2 ¦fb8
¢g3 ¦fd8 1/2–1/2; Keres-Fritz Sa- 16. axb5 axb5 17. ¤f1 ¤d7 18. ¤e3
emisch; Madrid (España), 1943. ¤c5 19. ¤f5 ¥f8 20. £g3 ¢h8 21.
C) 8 ... ¤a5. Muy famosa es la f4 f6 22. fxe5 fxe5 23. ¦f1 ¤ab3 24.
siguiente partida: 9. ¥c2 c5 10. a4 ¦xa8 ¦xa8 25. ¥xb3 ¤xb3 26.
b4 11. d3 ¤c6 12. ¤bd2 0–0 13. ¥e3 ¦a1 27. ¦xa1 ¤xa1 1/2–1/2
¦d1 h6 14. ¤c4 £c7 15. ¤e3 ¦e8 en 39 jugadas; Kolishkin-Kárpov;
16. ¤h4 ¥f8 17. £f3 ¤e7 18. ¤hf5 Cheliablinsk (Rusia), 1962.
¤xf5 19. ¤xf5 ¤h7 20. ¥b3 ¥e6
➪ 10. axb5
21. ¥c4 bxc3 22. bxc3 ¥xc4 23.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 39

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 39

Sin imaginar el peligro que co- ¦d8 25. £e2 £a1+ 26. ¢h2 £xc3
rre, Fine toma despreocupada- 27. ¦b2 £d3 28. £xd3 ¦xd3 29.
mente el siniestro peón sin sospe- ¦b5 ¦d7 30. ¤xe5 ¦e7 31. f4 ¥xe5
char lo que le tienen preparado. 32. fxe5 ¢f8 33. ¢g3 c6 34. ¦c5 ¦c7
Desde entonces se sigue conside- 35. ¢f4 ¢e7 36. h4 g6 37. ¢e3 ¢d7
rando aquí como preferible 10. 38. ¢d4 ¦a7 39. ¦c2 ¦a4+ 40. ¢e3
h3, empleada por Keres jugando ¦a3+ 41. ¢f4 ¦a5 1/2–1/2; Keres-
con blancas. Por ejemplo: 10 ... Lazlo Szabo; Torneo de candida-
¤a5 (ó 10 ... ¥h5 11. d3 ¤a5 12. tos, Ámsterdam, 1956.
¥c2 c5 13. ¤bd2 b4 14. ¦e1 ¦b8 B) 14 ... ¤d7 15. ¤bd2 ¥xd3
15. ¤f1 bxc3 16. bxc3 ¤b3 17. 16. £xd3 b4 17. cxb4 ¤c6 18.
¦b1 ¤xc1 18. ¦exc1 £a5 19. g4 ¦xa8 £xa8 19. ¤b3 exd4 20.
¥g6 20. ¤e3 h6 21. ¥b3 ¢h8 22. ¤bxd4 ¤de5 21. ¤xe5 dxe5 22.
¤h4 ¤d7 23. ¤hf5 ¥xf5 24. exf5 ¤f5 ¥f6 23. b5 ¦d8 24. £c4 ¤d4
¥g5 25. £c2 ¤f6 26. ¦e1 ¥xe3 25. ¤xd4 exd4 26. £xc7 £xe4 27.
27. ¦xe3 ¦b7 28. ¦ee1 0–1 en 48 b6 ¦e8 28. b7 ¥e5 29. £c8 ¥b8
jugadas; Keres-Semén Furman; 30. ¥d2 g6 31. ¦e1 1–0; Keres-Lu-
XVII Campeonato de la URSS, dek Pachman; Torneo interzonas,
Moscú, 1949) 11. ¥c2 ¥e6 12. Gotemburgo (Suiza), 1955.
axb5 axb5 13. d4 ¥c4 14. ¥d3 con
➪ 10 ... axb5 11. ¦xa8 £xa8
las siguientes posibilidades:
12. £xb5
A) 14 ... ¥xd3 15. £xd3 ¤c4
Hasta aquí todo marcha según
16. ¦xa8 £xa8 17. b3 £a2, y aho-
lo conocido, pero entonces hace
ra, una vez más, Keres se ramifica
su aparición la receta preparada
a sí mismo:
por Keres para este torneo.
a1) 18. bxc4 bxc4 19. £e3
£xb1 20. dxe5 ¤xe4 21. ¦e1 ¤c5 ➪ 12 ... ¤a7!
22. ¥a3 £b6 23. £d4 ¤b7 24.
£xb6 cxb6 25. ¤d4 dxe5 26. 8
¥xe7 exd4 27. ¥xf8 ¢xf8 28. ¦e4 7
dxc3 29. ¦xc4 ¤d6 30. ¦xc3 ¢e7
6
31. ¢f1 ¢e6 32. ¦c6 b5 33. ¦c5 h6
34. ¢e2 ¤e4 35. ¦c8 ¤d6 36. ¦g8 5

g6 37. ¢d3 ¢d5 38. g4 ¤c4 39. 4


¦b8 ¤d6 1–0; Keres-Braslav Ra- 3
bar; duelo entre Yugoslavia y la
2
URSS, Belgrado (Serbia y Mon-
1
tenegro), 1956.
b2) 18. ¤bd2 ¤xd2 19. ¥xd2 a b c d e f g h

£xb3 20. dxe5 dxe5 21. ¦b1 £a4


Ésta era la sorpresa que guar-
22. ¥g5 h6 23. ¥xf6 ¥xf6 24. ¦xb5
daba Keres en esta variante. Des-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 40

40 LOS APORTES DE PAUL KERES

pués de esta partida los conducto- 18. ¥c4 exd4 19. cxd4 ¤e6 20. d5
res de piezas blancas abandona- ¤c5 y la ventaja de las negras ya
ron por completo la variante del es evidente.
cambio de torres, optando por la La partida concluyó con victo-
convencional 10. h3, antes mencio- ria de las negras tras 57 jugadas:
nada. Hasta entonces se conocía 21. ¤c3 ¤c8 22. ¦e1 ¢f8 23.
que no era bueno 12 ... ¤xe4 por ¦e2 f5 24. ¤b5 ¤b6 25. b3 ¤xd5
13. ¥d5; ni12 ... ¦b8 por 13. £a4. 26. ¤d4 ¤b4 27. ¥d2 d5 28. ¥xb4
Existía además la referencia, cita- ¦xb4 29. ¤c6 dxc4 30. ¤xb4 cxb3
da por Keres, de la variante 12 ... 31. ¤d5 ¤d3 32. ¦d2 b2 33. ¦d1
¤a5 13. ¥c2 ¤xe4 14. ¤xe5! ¦b8 c5 34. ¦b1 c4 35. ¢f1 ¥c5 36. ¢e2
(14 ... dxe5 15. £xe5) 15. ¥xe4 ¥xf2 37. ¤e3 c3 38. ¤c2 ¤e1 39.
¦xb5 16. ¥xa8 conservando el pe- ¤a3 ¥c5 40. ¢xe1 ¥xa3 41. ¢d1
ón de ventaja. 1–0 en 47 jugadas; ¥d6 42. ¢c2 ¥xh2 43. ¦h1 ¥e5
Eero Book-Conel Hughes Ale- 44. ¦xh7 ¢f7 45. ¦h1 g5 46. ¦e1
xander; Margate, 1938. ¢f6 47. ¦g1 ¢g6 48. ¦e1 ¥f6 49.
¦g1 g4 50. fxg4 f4 51. g5 ¥d4 52.
➪ 13. £e2
¦d1 ¥e3 53. ¢xc3 ¥c1 54. ¦d6+
Como dijera el propio Keres,
¢xg5 55. ¦b6 f3 56. ¢d3 ¢f4 57.
inicialmente pensó que la jugada ...
¦b8 ¢g3
¤a7 era una novedad, pero en rea-
Las blancas abandonaron.
lidad se había jugado tres años an-
tes, en el encuentro entre Gustav
Rogmann y Ludwig Rellstab, 1935.
En esa partida las blancas prefirie- Variante Abierta
ron seguir con 13. £a5 £xe4 14.
£xa7 ¥xf3 15. gxf3 £g6+ 16. ¢h1 Otro asunto que también me-
£xb1 17. £xc7 £d3 18. ¢g1 ¤h5 rece nuestra atención, es el escla-
(18 ... ¥d8 19. £c4 £xf3 (Keres)) recimiento de la paternidad de
19. £c4 £xf3 20. ¥d1 £f4 21. variantes que, por una u otra ra-
£xf4 ¤xf4 y el juego concluyó fi- zón, han sido atribuidas a cierto
nalmente en tablas. De todas for- origen, cuando en realidad su na-
mas esto no resta mérito al trabajo cimiento obedece a otras circuns-
de Keres, pues fue en definitiva a tancias, y por tanto deben ser jus-
partir de este encuentro que la va- tamente aclaradas.
riante fue realmente conocida. Ese es el caso del denominado
El resto de la partida, extensa Ataque Moscú, que se presenta
por demás, solo nos interesa des- en la variante abierta luego de las
de el punto de vista de su resulta- jugadas:
do. Las siguientes jugadas fueron ➪ 1. e4 e5 2. ¤f3 ¤c6 3. ¥b5
13 ... £xe4 14. £xe4 ¤xe4 15. d4 a6 4. ¥a4 ¤f6 5. 0–0 ¤xe4 6. d4
¥xf3 16. gxf3 ¤g5 17. ¢g2 ¦b8 b5 7. ¥b3 d5 8. dxe5 ¥e6 9. £e2
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 41

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 41

8 Se sabe que la jugada 9. £e2 se


7
venía empleando en partidas por
correspondencia desde finales de
6
los años treinta. De esa época se
5 hace alusión a la partida Adam-
4 Seibold; partida por correspon-
3 dencia, 1938 que continuó con 9 ...
2
¤a5 (A partir de aquí el subraya-
do destaca en cada partida la evo-
1
lución de esta variante) 10. ¤bd2
a b c d e f g h c5 11. ¤xe4 dxe4 12. ¥xe6 exf3 13.
¥xf7+ ¢xf7 14. £xf3+ ¢e8 15.
Según las referencias de dife- ¦d1 £c8 16. e6 £b7 17. ¦d5 £e7
rentes autores, su nombre tiene 18. ¥g5 £xe6 19. ¢f1 1–0.
como origen el Campeonato De esa época es también la par-
Mundial de La Haya-Moscú en tida Adam-Malmgren; partida por
1948, donde fue empleada en va- correspondecia, 1939, que se desa-
rias partidas por los jugadores so- rrolló como sigue: 9 ... ¥e7 10. c4
viéticos Keres y Smyslov, circuns- bxc4 11. ¥a4 ¥d7 12. ¤c3 ¤c5 13.
tancia que determinó la populari- ¥xc6 ¥xc6 14. ¤d4 ¥b7 15. ¤f5
dad que esta idea alcanzó a partir ¥f8 16. ¦d1 £c8 17. £f3 c6 18. b3
de esa fecha, perdurando hasta cxb3 19. ¦e1 ¤e6 20. ¤a4 ¦b8 21.
nuestros días. ¤b6 £d8 22. £xb3 ¥c5 23. ¤a4
Sin embargo, ¿cuál fue real- ¥a8 24. £g3 £a5 25. ¤c3 g6 26.
mente su origen?; ¿acaso «un ar- ¤d6+ ¥xd6 27. exd6 0-0 28. ¥h6
ma secreta», preparada especial- ¤g7 29. ¥xg7 ¢xg7 30. ¦e7 d4 31.
mente por los soviéticos para este ¤e4 £d5 32. h3 c5 33. ¦e5 £c6 34.
evento?; ¿fue realmente Keres su ¦e7 £d5 35. ¦e5 £c6 1/2-1/2.
progenitor, como de cierta mane- No tenemos información sufi-
ra le ha sido atribuido? ciente sobre los contendientes de
Siempre se ha sabido que nin- estas partidas, y por tanto desco-
guna de estas interrogantes es nocemos la manera como estos
cierta, dado que se conocen los encuentros fueron conocidos por
antecedentes principales de la va- sus contemporáneos. Lo cierto es
riante. Pero de todas maneras, que ya en 1940, la variante apare-
tampoco se ha realizado una cro- ce en una partida local (Anton
nología detallada que permita Kohler-Karl Gilg; Cracovia [Polo-
profundizar en la esencia del nia], 1940), que no parece haber
asunto, para conocer en definitiva tenido mayor trascendencia.
como llegó la idea al conocimien- Sin embargo, por lo que cono-
to de Keres, primero en emplear- cemos, es en el torneo de Gronin-
la en el certamen de referencia. ga de 1946 donde la jugada 9.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 42

42 LOS APORTES DE PAUL KERES

£e2 se presenta por primera vez 24. ¦df2 ¤e6 25. ¤f5 ¦ec8 26. h4
en un gran torneo internacional, £d8 27. £g3 ¢h7 28. ¤d6 ¦c7
en la conocida partida de Goesta 29. ¤xf7 £e7 30. ¤d6 ¦g8 31.
Stoltz contra Laszlo Szabo, que £d3+ 1-0.
tuvo el desenlace siguiente: 9 ... Pero es necesario retroceder
.¥e7 10. ¤bd2 ¤c5 11. c3 ¤xb3 un año atrás, porque es precisa-
12. ¤xb3 0-0 13. ¤fd4 £d7 14. mente en 1946, cuando aparece
¤xc6 £xc6 15. ¥e3 £c4 16. £c2 Keres, por primera vez, vinculado
£g4 17. ¤d4 ¦fc8 18. f4 c5 19. h3 a esta opción de juego, reportán-
£h5 20. £e2 £xe2 21. ¤xe2 f5 dose una «partida de entrena-
22. a4 b4 23. cxb4 d4 24. ¥d2 ¥c4 miento», que jugó en Moscú, con-
25. ¢f2 ¦ab8 26. ¦fc1 ¥d5 27. g3 tra Bronstein, y que tuvo el si-
¥e4 28. bxc5 ¦xb2 29. ¢e1 d3 30. guiente desenlace: 9 ... ¥e7 10. c4
¤d4 ¦xc5 31. ¤e6 ¦cc2 32. ¦xc2 bxc4 11. ¥a4 ¥d7 12. e6 fxe6 13.
dxc2 33. ¦c1 ¦b1 34. ¤d4 ¥a3 35. ¥xc6 ¥xc6 14. ¤e5 ¥b7 15.
¤e2 ¥xc1 36. ¤xc1 ¢f7 37. a5 £h5+ g6 16. ¤xg6 ¤f6 17. £h3
¢e6 38. ¢f2 ¢d5 39. ¢e2 ¦a1 40. ¦g8 18. ¤e5 d4 19. f3 £d5 20.
h4 ¢c6 41. ¢f1 ¦a3 42. ¥e1 ¥f4 ¤d7 21. £h5+ ¦g6 22. £xh7
¥d3+ 43. ¢f2 ¥c4 0-1. ¤xe5 23. ¥xe5 ¦xg2+ 24. ¢xg2
Basta dar una ojeada a la nó- £xe5 25. £g6+ ¢d7 26. ¤d2 £h8
mina de ese evento para com- 27. ¢h1 ¦g8 28. £c2 £h3 29. ¦f2
prender de inmediato que fue lo ¥d5 30. ¤e4 ¥h4 31. ¦ff1 d3 32.
que ocurrió entonces: allí esta- £d2 ¦g4 33. ¦f2 ¥xf2 34. £xf2
ban, entre otros, Boleslavsky, Ko- £xf3+ 35. £xf3 ¥xe4 36. £xe4
tov, Botvinnik y ... ¡Smyslov! ¦xe4 37. ¦d1 ¦e2 0-1; Keres-
No es por tanto de extrañar Bronstein; Moscú, 1946.
que, un año después, se juegue la Forman también parte de es-
partida Smíslov-Alexéi Sokolski; tos antecedentes sus encuentros
Moscú, 1947, en la que las blancas de 1947, contra Vladímir Alatort-
nuevamente se anotan el punto, sev, en el XV Campeonato de la
demostrándose que una nueva y URSS celebrado en San Peters-
peligrosa arma, para enfrentar la burgo; y contra Conel Hugher
siempre difícil Variante Abierta, Alexander, en el enfrentamiento
estaba ya a disposición de los Ruy- entre Gran Bretaña y la URSS
lopistas. disputado en Londres.
El desarrollo de esa partida Estamos pues a las puertas de
fue como sigue: 9 ... ¤c5 10. ¦d1 1948, con todo dispuesto para el
¤xb3 11. axb3 ¥c5 12. ¥e3 ¥xe3 comienzo del Campeonato Mun-
13. £xe3 £e7 14. £c3 ¤d8 15. b4 dial de La Haya-Moscú, donde
0-0 16. ¤bd2 ¥g4 17. h3 ¥xf3 18. una variante que ya viene sonan-
¤xf3 c6 19. ¦d2 h6 20. b3 ¦e8 21. do va a recibir su verdadero y de-
¤d4 £g5 22. ¦f1 ¤e6 23. f4 ¤xf4 finitivo nombre: el ataque Moscú.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 43

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 43

El resto es historia más que a1) 10 ... b4 11. ¥e3 ¤xb3 12.
conocida, y lo resumiremos pre- axb3 £c8 13. c4± Keres-Res-
sentando algunas de las ya famo- hevsky, Moscú, 1948, citada por
sas partidas, acompañadas con al- Tartakower, aunque seguramente
gunas referencias de actualidad. se trat de una partida apócrifa o
Desde entonces la variante se de un error de la fuente de infor-
ha utilizado en cientos de oportu- mación de Tartakower, citada por
nidades y un resumen de sus prin- Tartakower. (13. c4 dxc4 14. bxc4
cipales acontecimientos se inclu- h6 15. ¤bd2 ¥e7 16. ¤b3 0–0 17.
ye en la partida que a continua- ¥c5 ¥g4 18. £e4 ¥xf3 19. gxf3
ción presentamos. £e6 20. ¥xe7 ¤xe7 21. ¤c5 £g6+
22. £xg6 ¤xg6 23. ¤xa6 ¤xe5 24.
b3 ¦a7 25. ¤xb4 ¦xa1 26. ¦xa1
Nigel Short-Jan Timman ¦b8 27. ¤d5 ¦xb3 28. f4 ¤xc4 29.
Sexta partida de la Final del ¦c1 ¤d2 30. ¦xc7 ¤f3+ 1/2–1/2
Torneo de candidatos, San en 73 jugadas; Smíslov-Res-
Lorenzo de El Escorial (España), hevsky; XVIII Campeonato del
1993 mundo, La Haya/Moscú,
06/05/1948) .
1. e4 e5 2. ¤f3 ¤c6 3. ¥b5 a6 a2) 10 ... ¤xb3 11. axb3 con
4. ¥a4 ¤f6 5. 0–0 ¤xe4 6. d4 b5 7. respuestas como:
¥b3 d5 8. dxe5 ¥e6 9. £e2 a2a) 11 ... £c8 12. ¥g5
12 ... h6 13. ¥h4 ¥c5 14. ¤c3
8
g5 15. ¥g3 £b7 16. ¤xd5 0–0–0
7 17. ¤f6 g4 18. ¤e1 ¤d4 19. £f1
6 h5 20. ¥f4 h4 21. ¥e3 h3 22. ¦d2
5 hxg2 23. £xg2 ¤f3+ 24. ¤xf3
¥xe3 25. ¦xd8+ ¦xd8 26. ¤e1
4
¥d4 27. ¤d3 ¥f5 28. ¦e1 a5 29.
3
¤e4 0–1 en 41 jugadas; Keres-
2 Reshevsky; XVIII Campeonato
1 del mundo, La Haya/Moscú,
a b c d e f g h 27/04/1948.
a2b) 12. c4 dxc4 13. bxc4 ¥xc4
➪ 9 ... ¥e7 14. £e4 ¤e7 15. ¤a3 c6 16. ¤xc4
bxc4 17. £xc4 £b7 18. e6 f6 19.
Considerado de siempre como
¦d7 £b5 20. £xb5 cxb5 21. ¤d4
lo mejor, en tanto que las alternati-
¦c8 22. ¥e3 ¤g6 23. ¦xa6 ¤e5
va 9 ... ¤c5 y 9 ... ¤a5 no han resul-
24. ¦b7 ¥c5 25. ¤f5 0–0 26. h3
tado ser suficientes. Por ejemplo:
1–0; Smíslov-Euwe; XVIII Cam-
A) 9 ... ¤c5 10. ¦d1 con los peonato del mundo, La
siguientes antecedentes: Haya/Moscú, 03/05/1948).
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 44

44 LOS APORTES DE PAUL KERES

b2) 11 ... ¥c5 ver Smylov-So- ➪ 10. ¦d1


kolsky
Todavía no está claro si 10. c4
b3) 11 ... ¥e7 12. c4 0–0 (12 ...
es o no preferible en esta posi-
bxc4 13. bxc4 0–0 14. ¤c3 ¤b4 15.
ción; son antológicas algunas par-
cxd5 ¤xd5 16. ¦xa6 ¤xc3 17. bxc3
tidas postales, en las que se jugó
£xd1+ 18. £xd1 ¦xa6 19. ¥b2
10 ... bxc4 11. ¥a4 ¥d7 y ahora:
¦b8 20. £d3 ¦xb2 21. h4 ¦a1+ 22.
¢h2 ¦xf2 23. ¤g5 ¥xg5 24. hxg5 A) 12. ¤c3 ¤c5 (En su mo-
¦a8 25. £e3 ¦f5 26. £c5 ¦xg5 27. mento hizo historia la línea 12 ...
£xc7 ¥d5 0–1; Heinz De Carbon- ¤xc3 13. bxc3 ¤a7 14. ¥c2 £c8
nel-Unzicker; Múnich, 1947). 15. ¥g5 £d8 16. ¥f6! 0–0 17.
13. cxd5 (13. ¤c3 ¤b4 14. ¥e3 ¤g5! h6 18. £h5! ¤b5 19. £xh6!!
c6 15. ¦ac1 £b8 16. ¥g5 £b7 17. 1–0 Malmgren, H-Cuadrago, O/ I
cxd5 ¥xd5 18. ¤xd5 ¤xd5 19. Campeonato. Postal Mundial
¥xe7 ¤xe7 20. ¦d6 ¦fd8 21. ¤g5 1950). También para 13. ¥xc6 ver
¦xd6 22. exd6 ¤d5 23. £c2 ¤f6 Adam-Malmgren / corresp. 1939.
24. £xc6 £xc6 25. ¦xc6 ¦d8 26. B) 12. e6!? fxe6, ver Keres -
¦xa6 ¤e8 27. ¤e4 f5 28. ¤c3 Bronstein, D / Moscú (entrena-
¦xd6 29. ¦a8 ¢f7 30. ¦b8 ¦d2 31. miento) 1946/0–1 (37).
¦xb5 ¦xb2. 1/2–1/2 en 66 jugadas; Más de una vez tuvo que en-
Keres-Conel Hughes Alexander; frentarse Keres a sus propias ide-
Gran Bretaña contra URSS, Lon- as en las más diversas aperturas.
dres, 1947). 13 ... ¥xd5 14. ¤c3 En la que estamos tratando, su
¥xf3 15. gxf3 £c8 16. ¤d5 ¦e8 encuentro contra Tal fue como si-
17. f4 ¤b4 18. ¤xe7+ ¦xe7 19. gue: 10. c3 0–0 11. ¥c2 £d7 12.
¥e3 £h3 20. ¥c5 ¦e6 21. £e4 ¦d1 f5 13. ¤bd2 ¢h8 14. ¤b3
¤c6 22. ¦d3 £h4 23. ¦g3 ¦d8 24. ¥f7 15. ¤bd4 ¥h5 16. ¤xf5 £xf5
¦xa6 ¤d4 25. ¦a8 ¤e2+ 26. ¢g2 17. ¦xd5 ¥g6 18. £e3 ¦ad8 19.
f5 27. ¦xd8+ £xd8 28. £xe2 1–0 ¦xd8 ¦xd8 20. ¤d4 ¤xd4 21.
en 62 jugadas; Keres-Alartortsev; cxd4 c5 22. d5 £xe5 23. f3 ¥g5 24.
XV Campeonato de la URSS, f4 £xd5 25. ¥xe4 ¥xe4 26. fxg5
San Petersburgo, 1947. £d1+ 27. ¢f2 £c2+ 28. £e2 ¦f8+
29. ¢e1 £a4 30. b3 £d4 0–1; Tal-
B) 9 ... ¤a5, véanse las parti- Keres; Moscú, 1967.
das Kohler-Gilg, Cracovia, 1940*; Para la alternativa 10. ¤bd2
y Adam-Seibold, partidas por co- ¤c5 váyase a la partida Stoltz-
rrespondencia, 1938. Szabo, Graninga, 1946.
Continuando con la partida
➪ 10 ... 0–0
principal, se jugó:

* La partida mencionada siguió así: 10. ¤bd2 ¤xd2 11. ¥xd2 c5 12. C3 ¤xb3 13. axb3 £b6 14.
¥e3 b4 15. ¦a4 ¥d7 16. ¦aa1 d4 17. cxd4 ¥b5 18. dxc5 £b7 19. £c2 ¥xf1 20. ¦xf1 ¦c8 21. ¦c1
£c6 22. ¤d4 £d5 23. ¤f5 £xe5 24. ¥d4 £e6 25. ¢f1 ¢d7 26. £d3 ¢c7 27. c6 f6 28. £g3+. 1-0.
(Nota del R. T.)
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 45

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 45

O 10 ... ¤c5 11. ¤bd2 (11. ¤c3 h5 26. ¦d3 £d7 27. £b6 ¦a8 28.
¤xb3 12. axb3 0–0 13. ¥e3 ¤b4 14. ¦a3 £a7 29. £b4 £d7 30. £a5
¤a2 ¤xa2 15. ¦xa2 c5 16. b4 d4 17. ¥f5 31. ¦c3 ¦a7 32. ¦c5 ¥e4 33.
¦aa1 ¥c4 18. £e1 ¥d5 19. ¤xd4 £c3 £e7 34. ¤c6 1–0; Keres-Eu-
cxd4 20. ¦xd4 £d7 21. ¦ad1 ¦ad8 we; XVIII Campeonato del mun-
22. ¦xd5 £xd5 23. ¦xd5 ¦xd5 24. do, La Haya/Moscú, 22/04/1948.
f4 f6 25. e6 ¦c8 26. c3 ¦e8 27. g4 f5 Posiblemente esta sea una de
28. £e2 fxg4 29. £xg4 g6 30. ¥d4 las continuaciones que más se ha
¦f8 31. £f3 ¦df5 32. £b7 ¦xf4 33. estudiado dentro de este sistema.
h3 1/2–1/2; Lev Aronin-Keres; Son importantes también las si-
XVII Campeonato de la URSS, guientes partidas, de fecha más re-
Moscú, 1949.) 11 ... ¤xd2 12. ¥xd2 ciente: 11. c4 bxc4 12. ¥xc4 ¥c5
¤c4 13. ¥xc4 bxc4 14. b3 cxb3 15. 13. ¥e3 ¥xe3 14. £xe3 £b8 15.
axb3 £c8 16. ¦a2 c5 17. ¥g5 ¥xg5 ¥b3 ¤a5 16. ¤e1 £b6 17. £xb6
18. ¤xg5 0-0 19. £d3 g6 20. ¦da1 cxb6 18. f3 ¤xb3 19. axb3 ¤c5 20.
c4 21. bxc4 dxc4 22. £e3 ¥d5 23. b4 ¤d7 21. ¤d3 g5 22. ¤c3 ¦fc8
¦a5 ¥b7 24. f3 £d7 25. e6 fxe6 26. 23. ¤f2 d4 24. ¤e2 d3 25. ¤xd3
£xe6+ £xe6 27. ¤xe6 ¦f6 28. ¤c5 ¥c4 26. ¤g3 ¥xd3 27. ¦xd3 ¤xe5
1–0 en 38 jugadas; Istran Borocz- 28. ¦d5 ¤g6 29. ¦xg5 ¦c2 30. b3
Nikota Stajcic; Budapest, 1995.). ¦b2 31. ¤f5 ¦xb3 32. h4 ¢f8 33. h5
¤e7 34. ¤xe7 ¢xe7 35. ¦e1+ ¢f8
➪ 11. c3
36. ¦e4 a5 37. ¦eg4 ¢e7 38. bxa5
Otras dos partidas de aquella ¦xa5 39. h6 ¦xg5 40. ¦xg5 b5 41.
época se desarrollaron partiendo ¦g7 ¦b1+ 42. ¢h2 ¦d1 43. ¦xh7
de la agresiva idea 11. c4, con de- ¦d8 44. ¦g7 ¦h8 1/2-1/2; Kárpov-
senlaces muy interesantes : 11 ... Korchnói; XXIX Campeonato del
bxc4 12. ¥xc4 ¥c5 13. ¥e3 ¥xe3 mundo, duodécima partida, Ba-
14. £xe3 £b8 (14 ... ¤b4 15. guio (Filipinas), 15/08/1978.
¥b3 c5 16. ¤c3 c4 17. ¤xe4 cxb3 O con el plan 12 ... £d7, prac-
18. £xb3 ¦b8 19. ¤c5 £e7 20. ticado fundamentalmente en par-
¤xe6 fxe6 21. ¤d4 ¦fc8 22. ¦ac1 tidas postales. La continuación
¦xc1 23. ¦xc1 £g5 24. ¦e1 £g4 más frecuente es 13. ¤c3 ¤xc3
25. £c3 £g6 26. ¤c6 ¤xc6 27. 14. bxc3 f6 15. exf6 ¥xf6 y ahora
£xc6 ¦xb2 28. £xa6 £f5 29. f3 se presentan dos ramificaciones
£c2 1/2–1/2; Theo Van Scheltin- importantes:
ga-Antonio Cuadrado; Final del A) 16. ¥g5 ¢h8 (16 ... ¤e7 17.
I Campeonato del mundo por £d2 h6 18. ¥xf6 ¦xf6 19. ¦ab1
correspondencia) 15. ¥b3 ¤a5 £d6 20. ¥e2 ¤g6 21. ¤d4 ¥d7 22.
16. ¤bd2 ¤xd2 17. ¦xd2 ¤xb3 ¤c2 c6 23. c4 ¦e8 24. cxd5 cxd5 25.
18. axb3 ¦c8 19. ¦c1 c5 20. ¦xc5 ¤e3 ¤f4 26. ¥f1 ¥e6 27. g3 ¤h3+
¦xc5 21. £xc5 £xb3 22. ¤d4 28. ¥xh3 ¥xh3 29. £xd5+ £xd5
£b7 23. h3 ¦d8 24. ¢h2 g6 25. f4 30. ¦xd5 ¦ee6 31. ¦h5 1–0; Rubén
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 46

46 LOS APORTES DE PAUL KERES

Lazdin-Bet; partida por corres- 8


pondencia, 1971) 17. ¥xf6 ¦xf6 7
18. ¤g5 ¤a5 (18 ... ¤e7 19. ¤xe6
6
¦xe6 20. £h5 ¦e8 21. g3 ¦h6 22.
£f7 ¦f6 23. ¦xd5 £c8 24. £h5 5

¤xd5 25. £xd5 ¦ef8 26. ¦f1 £d8 4


27. £xd8 ¦xd8 28. ¥b3 g5 29. ¢g2 3
¦d3 30. c4 ¦d2 31. g4 c5 32. ¢g3 2
¢g7 33. f3 ¦e6 34. ¦f2 ¦ee2 35.
1
¦xe2 ¦xe2 36. h4 h6 0–1; Luis
Bronstein-Jorge Szmetan; Fortale- a b c d e f g h

za [Brasil], 1975) 19. £d3 ¥g8 20.


¤e4 ¦g6 21. ¤g3 ¤xc4 22. £xc4
¦xf6 17. ¤e4 ¦e6 18. ¥b3 ¤b6
¦c6 23. £d4 £f7 24. ¦e1 ¦f8 25.
19. ¥e3 ¦xe4 20. ¥xb6 ¦xe2 21.
f3 ¦c4 26. £d3 £f6 27. ¦e3 £b6
¥xd5+ ¥f7 22. ¥xf7+ ¢xf7 23.
28. ¦ae1 d4 29. cxd4 ¦xd4 30. £a3
¦xd8 ¥xd8 24. ¥e3 ¥f6 25. a4
0–1 en 41 jugadas; Eugene Marti-
¦e8 0–1; Andras Ozsvath-Honfi;
novsky-Adaucto Wanderley da
Campeonato de Hungría, Buda-
Nóbrega; partida por correspon-
pest, 1958.
dencia, 1977.
B) 16. ¤g5 ¥xg5 17. ¥xg5 h6 ➪ 13. b4
18. ¥e3 ¤e5 19. ¥b3 £d6 20.
Como sucede con frecuencia,
¦d4( 20. h3 ¦ae8 21. ¦d4 g5 22.
tan pronto se reporta una nove-
¦ad1 c6 23. c4 ¥xh3 24. cxd5 c5
dad comienzan a aparecer varian-
25. ¦e4 ¥d7 26. ¦c1 ¥b5 27.
tes que enriquecen la idea origi-
¥xc5 £f6 28. £h5 ¦c8 29. ¦xe5
nal. Pocos meses después ya se in-
£xe5 30. £g6+ £g7 31. d6+ 1–0;
trodujo la jugada 13. ¥e3, en la
A. den Ouden-Paul Diacanescu;
partida Corina-Isabela Peptan-So-
partida por correspondencia,
fia Polgar; Olimpiada femenina de
1977) 20 ... c5 21. ¦f4 g5 22. ¦xf8+
Moscú, undécima ronda, Ruma-
¦xf8 23. ¦d1 ¤g4 24. g3 £e5 25.
nia-Hungría, 1994, que continuó
¦e1 ¤xe3 26. £xe3 £xe3 27.
con 13 ... ¦e8 14. h3 ¥e6 15. ¤bd2
¦xe3 1/2-1/2; Brodski-Ariel So-
¤d7 16. ¥f4 f6 17. ¤b3 fxe5 18.
rín; Abierto de Groninga, 1994.
¤bd4 ¤xd4 19. ¤xd4 ¥f7 20. ¤c6
➪ 11 ... ¤c5 12. ¥c2 ¥g4!? N £c8 21. ¥f5 ¥d6 22. ¥e3 h5 23.
¦d3 ¦f8 24. a4 e4 25. ¦d4 ¦e8 26.
Una posición reportada como
axb5 ¤c5 27. ¦a3 axb5 28. ¦xa8
novedad en el Informador yugos-
£xa8 29. ¤b4 ¤b3 y el blanco
lavo, pero sucede que esto se jugó
abandonó.
¡hace más de 30 años! La partida
original fue como sigue: 13. ¤bd2 ➪ 13 ... ¤a4 14. ¥f4 £d7! 15.
f6 14. h3 ¥h5 15. b4 ¤a4 16. exf6 £d3
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 47

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 47

Aquí Speelmann recomienda los interesados en profundizar en


15. c4!? ¤xb4 16. ¥xa4 bxa4 17. los aspecto teóricos de esta va-
a3 £f5 18. ¥g3 ¤c2 19. ¦a2 ¥xf3 riante tendrán que acudir inevita-
20. £xf3 (20. gxf3!? ¤d4 21. ¦xd4 blemente al estudio de informa-
£xb1+ 22. ¦d1 £b3 23. cxd5) 20 dores u otras fuentes especializa-
... ¤d4 21. £xf5 ¤xf5 22. cxd5 das que traten el tema.
con mejor juego.
➪ 15 ... g6 16. £xd5 £xd5 17.
¦xd5 ¤b6 18. ¦d1?! ( 18. ¦d2!? Variante del cambio
18 ... ¦ad8 19. ¥e4!) 18 ... ¦ad8
19. ¦e1 Es interesante ver el trata-
Otra novedad interesante se miento que Keres daba en sus
introdujo aquí con 19. ¦xd8!?, partidas a la Variante del cambio.
que mejora la idea original de Por lo general optaba por 1. e4 e5
Short, considerada como débil. 2. ¤f3 ¤c6 3. ¥b5 a6 4. ¥xc6
Ahora se siguió con 20. e6 ¤d5™ dxc6 5. 0–0 £d6 que da a las ne-
21. exf7+ ¢g7! 22. ¥g5!? ¥xf3 gras un juego sólido, con perspec-
23. ¥xe7 ¤cxe7 f4 24. gxf3 ¤f4 tivas de materializar la iniciativa
25. a4 ¤f5 [25 ... ¤c6 26. h4! ¤e5 en el flanco rey.
27. ¢h2!] 0–1 en 39 jugadas; Sax- Pero Keres fue un investiga-
Víctor Mijalevski; Torneo abierto dor nato, formado en la cuna del
de Benasque (España), 1993. ajedrez por correspondencia, co-
En lo que sigue, Timman come- mo él mismo reconoció en más de
tió algunas imprecisiones que una oportunidad, y por tanto,
equilibraron las acciones, y la par- acostumbrado a la búsqueda de
tida concluyó en largo empate: 19 los detalles estratégicos más sim-
... ¤d5 20. ¥h6 [20. ¥g3 ¥xf3 21. ples, de los que nacen ideas en
gxf3 ¥g5] 20 ... ¦fe8 21. a4 [21. vez de variantes.
¤bd2 ¤xc3 22. a33] 21 ... ¥xf3 22. Es sólo así que podemos com-
gxf3 ¥f8 23. ¥xf8 [23. ¥g5 f6!] 23 prender la esencia de sus peque-
... ¢xf8 24. e6! f6?! [24 ... ¦xe6 25. ñas «transposiciones» en las aper-
¦xe6 fxe6 26. axb5 axb5 27. ¥e4 turas, concebidas con propósitos
(27. ¦a6? ¤dxb4!) 27 ... ¤e5] 25. casi siempre muy restringidos, tal
axb5 axb5 26. ¢f1 ¤e5 1/2–1/2 en cual sencillas celadas que no afec-
53 jugadas (Speelman). tan los esquemas generales del
Es necesario aclarar que en el planteo, sino que más bien le
resumen anterior ha sido impres- complementan, dejando vías a la
cindible pasar por alto un verda- posibilidad del desliz, tras el cual
dero enjambre de alternativas, el oponente termina por com-
muchas de ellas dejadas de jugar prender que ha caído en una bien
en los últimos 10 años, por lo que disimulada «trampa posicional».
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 48

48 LOS APORTES DE PAUL KERES

Muy utilizadas fueron sus 0–0–0 11. ¤xe6 £xe6 12. ¦e1
transposiciones en las primeras ju- exd4 13. cxd4 ¥c5 14. ¥e3 ¥xd4
gadas de la Defensa Siciliana, co- 15. ¥xd4 £d7 16. ¤c3 £xd4 17.
mo veremos posteriormente, pero £b3 ¤e5 18. ¦ad1 £c5 19. h3
es probablemente en esta posición ¦he8 20. ¦xd8+ ¦xd8 21. ¦d1
de la Variante del Cambio, en la ¦d4 22. ¦xd4 £xd4 23. £c2 £d3
que Keres introduce una de sus 24. £c1 f6 25. b3 b5 26. f3 ¢b7 27.
más trascendentes variaciones, sor- ¢h2 g5 28. ¤d1 £e2 las negras se
prendiendo a su rival con la poco anotaron una rápida victoria.
convencional jugada... La idea original estaba prepa-
rada para invitar a la continua-
➪ 5 ... ¤e7!? ción
➪7. £h5!?,
8
que sigue despertando interés
7
aún en nuestros días.
6
Cuando Keres probó esta re-
5 ceta contra Ree, en Amsterdam
4 1971, este prefirió evitar las com-
3
plicaciones moviendo 7. ¤f3 y
ahora, luego de 7 ... £xe4 8. ¦e1
2
£g6 9. ¤e5 £f6 10. d4 ¥f5 11.
1 ¤c3 0–0–0 12. £h5 ¥g6 13. £h3+
a b c d e f g h £f5 14. ¤xg6 fxg6 15. £xf5+ gxf5
16. ¥g5 ¦d7 17. ¦ad1 h6 18. ¥f4
que encubre un interesante sa- g5 19. ¥e5 ¦h7 20. f3 ¤g6 21.
crificio de peón, luego de 6. ¤xe5 ¥g3 ¦he7 22. ¥f2 ¥g7 23. ¢f1
£d4, como veremos en las líneas ¢d8 24. ¤e2 ¦f7 llegándose a
que siguen. una posición en la que el negro
Intentando evitar este camino dispone de un juego más activo,
las blancas han probado otras al- pero la clásica mayoría blanca
ternativas en la sexta jugada, y es- compensa la situación, por lo que
pecialmente la continuación 6. d4 la partida concluyó en tablas lue-
que busca alcanzar las posiciones go de 43 jugadas.
naturales de la ocupación central. O también 8. ¤c3 £g6 9. ¤e5
Pero, en cambio, no parece sufi- £f5 10. ¦e1 h5! 11. d4 ¥e6 12.
ciente 6. c3 £d3 7. ¦e1 ¤g6 8. ¤e4 0–0–0 13. ¤g5 ¤g6 14. ¤xg6
¦e3 £d6 9. d4 ¥e6 como en la £xg6 15. ¤xe6 fxe6 16. c3 c5=
partida José David Díaz Pérez- con posición equilibrada. Aquí el
Alejandro Moreno; torneo inter- blanco no continuó de la forma
nacional Hermanos Saiz, Cuba, apropiada y luego de 17. £b3?!
1992, en la que luego de 10. ¤g5 (17. ¥f4 ¥d6=) 17 ... ¦d5! 18.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 49

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 49

¥e3 h4 19. h3 cxd4 20. ¥xd4 ¥d6 Variante de los


21. ¦ad1?! ¦d8!m el negro obtu- cuatro caballos
vo una posición muy promisoria.
0–1 en 42 jugadas; Eduardas Ro- Una de las variantes que no ha
zentalis-Piket; 1ª ronda del torneo recibido un justo tratamiento de
de Groninga, 1992. la moda es la que se conoce como
Pero la idea de Keres era con- Variante de los cuatro caballos, y
tinuar, contra ➪ 7. £h5!?, con 7 que se presenta luego de las juga-
... g6 8. £g5 ¥g7 9. ¤d3 [9. ¤f3 das
£xe4 10. ¦e1 £b4p] 9 ... f5 10. 1. e4 e5 2. ¤f3 ¤c6 3. ¥b5 a6
e5 con posición complicada. 4. ¥a4 ¤f6 5. ¤c3,
Un interesante exponente de
esta continuación en nuestros dí- 8

as es la novena partida del duelo 7


Timman-Short, de 1993, donde se 6
continuó con 5
➪ 10 ... c5 11. b3 h6 12. £g3 f4 4
13. £f3 ¥f5 3

y ahora Timman introduce 14. 2


£xb7!? dudosa novedad que es 1
rápidamente superada por el a b c d e f g h
gran maestro inglés, cuando lo re-
comendado era continuar senci-
llamente con 14. ¥b2. Después con el inconveniente de que la
de la movida del texto las manio- salida del caballo dificulta el natu-
bras tácticas complicaron el jue- ral avance del peón alfil, movi-
go, y luego de 14 ... ¥e4 15. £xc7 miento típico en la estructura de
¥xd3 16. cxd3 ¥xe5 (merece es- peones de la mayoría de las va-
tudio 16 ... £xa1!? 17. ¤c3 ¦c8 riantes de la Apertura Ruy López.
18. £d6 ¦c6 19. £b8+ ¢f7!?) 17. En la práctica, esta dificultad se
£b7 ¦b8 18. £xa6 f3!? las negras salva porque es propósito del
obtuvieron una posición envidia- blanco realizar un rápido despla-
ble, que les llevó al triunfo tras zamiento de esta pieza hacia la ca-
una difícil lucha, digna de dos as- silla d5, acción que deja al peón en
pirantes al cetro mundial. 0–1 en posibilidad de avanzar, con la adi-
39 jugadas; Timan-Short; 9ª parti- cional ventaja de que ahora ya no
da de la final del torneo de candi- estorba el desarrollo del caballo.
datos, San Lorenzo de El Esco- A partir de aquí las negras
rial, 1993. disponen de múltiples alternati-
va, como por ejemplo:
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 50

50 LOS APORTES DE PAUL KERES

A) 5 ... ¥e7 6. 0–0 b5 7. ¥b3 ferencia por esta variante, se pre-


d6 8. ¤d5 ¥b7 9. ¤xf6+ ¥xf6 10. paró, en el torneo de Margate de
¥d5 £c8 11. ¦e1 0–0 12. c3 ¤a5 1937, para entrar en líneas más
13. ¥xb7 £xb7 14. d4 c5 con juego agudas y optó por la continuación:
parejo. 1/2–1/2 en 22 jugadas; Ke-
E) ➪ 5 ... b5 6. ¥b3
res-Gligoric; 4ª partida del duelo
URSS-Yugoslavia, Zagreb, 1958. y ahora continuó con:
B) 5 ... ¥c5, que Euwe deno-
➪ 6 ... d6!?
mina como «sacrificio engañoso»,
dado que luego de 6. ¤xe5 ¤xe5
8
7. d4 ¥d6 8. 0–0 0–0 9. ¥f4 ¤c4
10. e5 b5! 11. ¥b3 ¥b7 12. exd6 7
cxd6! con mejor juego para el ne- 6
gro (Euwe). 5
C) 5 ... ¥b4, muy practicada
4
a comienzos de siglo, pero hoy
pasada de moda. 6. ¤d5 b5 7. 3

¥b3 0–0 8. 0–0 ¥b7 9. d4 ¤xd5 2


10. ¥xd5 exd4 11. ¤xd4 £f6 12. 1
¥e3 ¦fe8 13. c3 ¥f8 14. f4 ¤a5 a b c d e f g h
15. ¥xb7 ¤xb7 16. e5 £d8 17.
£f3 £c8 18. ¦ad1 d6 19. e6 fxe6 que no era tácitamente una no-
20. f5 exf5 21. ¤xf5 ¤d8 22. ¥d4 vedad, dado que tenía antece-
¤e6 23. ¤h6+ ¢h8 24. £f7 1–0; dentes en la partida Johannes Es-
Dragoljub Janosevic-Gyozo Fo- ser-J. Barton; Colonia (Alemania),
rintos; Uzice (antigua Titovo Uzi- 1911, pero ciertamente muy poco
ce, Serbia y Montenegro), 1966. estudiada por ese entonces. Se tra-
D) 5 ... d6, jugada natural en ta de una jugada arriesgada que
el esquema de esta apertura, que implica el sacrificio de un peón, pe-
conduce a posiciones convencio- ro que Keres justifica alegando
nales. 6. d3 ¥e7 7. h3 0–0 8. ¥e3 que fue utilizada «con fines psico-
b5 9. ¥b3 ¤a5 10. ¤e2 c5 11. 0–0 lógicos», dado que George Alan
c4 12. dxc4 bxc4 13. ¥a4 ¤xe4 14. Thomas prefiere el juego posicio-
b4 cxb3 15. axb3 ¥b7 16. £d3 nal tranquilo, como en la partida
£c7 17. ¦fd1 d5 18. ¥d2 ¤xd2 Thomas-Alekhine; Torneo de Has-
19. £xd2 d4 20. ¤g3 ¤c6 21. c3 tings (Gran Bretaña), 1992, en la
¦ad8 22. ¦dc1 d3 23. £e3 1/2–1/2 que por transposición se jugó: ...
en 99 jugadas; Saviely Tartako- ¥e7 7. 0–0 d6 8. a4 b4 9. ¤d5, etc.
wer-Alekhine; Bled, 1931. Lo curioso es que, después de ju-
Pero Keres, que conocía muy garse esta partida, Keres empleo
bien las características de juego en varias oportunidades la misma
del inglés Thomas, y de su pre- variante, ¡pero con blancas!
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 51

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 51

Con todo, la variante de los jor recomendación al respecto es


cuatro caballos se mantiene viva, la continuación 7. ¤d5 ¤xe4 8.
acaso como volcán dormido que £e2 ¤c5 9. ¤xe5 ¤d4 10. £h5 g6
espera el momento de descargar 11. ¤xc7+ £xc7 12. ¥xf7+ ¢d8
su ira, siendo Spassky uno de los 13. £h4+. Análisis de Svenonius,
ajedrecistas que le ha empleado citados por Euwe.
con frecuencia en tiempos más o Lo realmente curioso e inte-
menos recientes; por ejemplo: 6 ... resante de esta sugerencia está
¥e7 7. d3 d6 8. ¤d5 y ahora : en que Keres decidió aplicársela
A) 8 ... ¤a5 9. ¤xe7 £xe7 10. - ¡ jugando con blancas ! - nada
0–0 0–0 N 11. ¥d2 ¤xb3 12. axb3 menos que al propio Euwe, dos
¤d7!13. ¦e1?! ¥b7 14. d4? (14. años después, en el Match de
¥g5) 14. .f5! 15. exf5 ¦xf5 16. Amsterdam 1939, pero interca-
dxe5 ¦xf3! 17. gxf3 ¤xe5 lando la jugada 5 ... ¥e7, que
a1) 18 ... ¦f8 19. ¥xe5 dxe5 conduce a situaciones diferentes:
20. £d4 20 ... £f6 21. £g4 ¥xf3. 5. ¤c3 ¥e7 6. 0-0 b5 7. ¥b3 d6 8.
a2) 18 ... ¤xf3+?! 19. £xf3 ¤d5 ¤a5 (en vez de ... ¤xe4) 9.
£xe1+ 20. ¦xe1 ¥xf3m 0–1 en 37 ¤xe7 £xe7 10. d4 0-0 11. dxe5
jugadas; Spasski-Yusúpov; 1ª ron- dxe5 12. ¥g5 ¥b7 13. £e1 ¤xb3
da del torneo de Linares (Espa- 14. axb3 h6 15. ¥xf6 £xf6 16.
ña), 1990. £e3 £c6 17. ¦fe1 f6 18. b4 £c4
B) 8 ... ¤xd5 9. ¥xd5 ¥d7 19. c3 ¦fd8 20. ¤d2 £f7 21. ¦a3
10. c3 0–0 11. d4 £e8 12. 0–0 ¦d8 ¦d6 22. ¤b3 ¦ad8 23. ¤c5 ¥c8
13. dxe5 dxe5 14. £e2 ¥d6 15. 24. h3 ¦d2 25. ¦e2 ¦d1+ 26. ¢h2
¤h4 ¤e7 16. ¥b3 c5 17. ¥e3 c4 £h5 27. b3 ¦b1 28. ¤d3 ¥e6 29.
18. ¥c2 ¥c8 19. ¥b6 ¦d7 20. ¦d2 ¦d1 30. ¦xa6 ¦xd2 31.
¦fd1± g6 21. b3! cxb3 22. ¥xb3 £xd2 ¥xb3 32. £e3 £d1 33.
¥a3 23. £e3 ¦xd1+ 24. ¦xd1 ¤c5 ¥c4 34. ¦a7 ¦c8 35. £g3
¤c6? 25. ¤xg6! hxg6 26. £h6 1–0 £d6 y las negras ganaron, tras
en 41 jugadas; Spasski-Beliavski; larga lucha, en 60 jugadas. 0–1;
Copa del mundo, Reikiavik (Is- Keres-Euwe; 4ª partida del due-
landia), 1988. lo, Ámsterdam, 1939.
En la partida en cuestión se
continuó con: ➪ 7 ... d5 !? 8. ¤xd5

➪ 7. ¤g5 En caso de 8. exd5 Keres re-


comienda la continuación 8 ...
De cierta manera las blancas ¤d4 9. d6 ¤xb3 10. dxc7 £xc7
han caído en la trampa, pero co- 11. axb3 ¥b7 con espléndida
mo demostraron análisis poste- posición a cambio del peón sa-
riores, tampoco conseguían mejo- crificado.
rar sin complicaciones sus posibi-
lidades haciendo 7. ¤d5 . La me- ➪ 8 ... ¤d4!
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 52

52 LOS APORTES DE PAUL KERES

8 y ahora las blancas se alejan


7
de las respuestas naturales 5. c3 ó
5 0-0 y entran en la variante de
6
Keres con:
5

4 5. c4
3
8
2
7
1
6
a b c d e f g h
5

En sus comentarios Keres de- 3


clara que esta era la sorpresa 2
guardada para la partida. Tras es- 1
to las negras obtienen un fuerte a b c d e f g h
contrajuego, que culmina con ata-
que de mate en 25 jugadas: Keres la introdujo en su parti-
➪ 9. ¤e3 ¤xb3 10. axb3 h6 11. da contra Alekhine, en Margate
¤f3 ¤xe4 12. ¤xe5 £f6 13. ¤f3 1937; y como en otras tantas oca-
¥b7 14. £e2 0–0–0 15. 0–0 ¥d6 siones, muchas veces tuvo que ju-
16. ¤g4 £f5 17. d3 ¤g5 18. ¤h4 gar Keres –con blancas o con ne-
£d5 19. c4? ¤h3+! 20. ¢h1 £h5 gras– contra sus propias ideas.
21. c5 ¦he8 22. £c2 £xh4 23. Por tanto, es obligado incluir
cxd6 ¥xg2+!! 24. ¢xg2 £xg4+ algunos de estos memorables en-
25. ¢h1 £f3# Thomas-Keres; cuentros, antes de pasar de lleno al
Margate, 1937. tema que nos ocupa. tomando co-
mo referencia la partida original.

Defensa Steinitz
diferida Paul Keres-Alexander
Alekhine
No podían faltar en este resu- Margate (Gran Bretaña), 1937
men los aportes introducidos por
Keres en la Variante que se cono- En realidad la jugada ➪ 5. c4
ce como Steinitz moderna o Stei- tiene antecedentes en una idea
nitz diferida. que Tartakower atribuye a Duras,
Muy conocida es la posición y que se produce luego de 5. c3 d6
que surge tras las jugadas y entonces 6. c4. Pero el propio
1. e4 e5 2. ¤f3 ¤c6 3. ¥b5 a6 Keres tuvo que vérselas con otras
4. ¥a4 d6 alternativas del blanco, funda-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 53

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 53

mentalmente en las variantes 5. ¤d7 25. ¦ad1 ¤c5 26. ¥c2 g6 27.
c3 y 5. 0–0. Por ejemplo: £g5 £xg5 28. fxg5 ¥xd5 29. ¦xd5
1/2–1/2 en 40 jugadas; Ivkov-Ke-
A) 5. c3 ¥d7
res; URSS contra el Resto del
(5 ... f5 6. exf5 ¥xf5 7. d4 e4 8.
Mundo, Belgrado, 29/03/1970). 10.
¤g5 d5 9. f3 e3 10. f4 ¥d6 11. £f3
¤f1 ¥g5 11. ¥e3 (11. ¤e3 ¥xe3
£f6 12. £xe3+ ¤ge7 13. ¥xc6+
12. ¥xe3 0–0 13. ¤d2 £e7 14. ¥c2
bxc6 14. 0–0 0–0 15. ¤d2 ¤g6 16.
¢h8 15. £h5 £f6 16. £f3 £xf3 17.
g3 ¦ae8 17. £f2 ¥d3 18. ¦e1
¤xf3 f5 18. exf5 ¥xf5 19. ¥xf5
¦xe1+ 19. £xe1 ¥xf4 20. gxf4
¦xf5 20. dxe5 ¤gxe5 21. ¤xe5
¤xf4 21. ¤df3 ¤e2+ 22. ¢g2 h6
¦xe5 22. ¥d4 ¦ee8 23. f3 ¢g8 24.
23. £d2 £f5 24. £e3 hxg5 25. ¥d2
¢f1 ¢f7 25. ¥f2 a5 26. a4 ¦ab8 27.
¥e4 0–1; Euwe-Keres; XVIII
¦xe8 ¦xe8 28. ¦e1 ¦b8 1/2–1/2 en
Campeonato del mundo, La Ha-
59 jugadas; Alexánder Grushevs-
ya/Moscú, 11/04/1948). 6. d4 ¤ge7
ki-Keres; Campeonato por equi-
7. ¥b3 h6 8. ¤bd2 (8. ¤h4 ¤a5 9.
pos, 2ª división, Toliatti [Rusia],
¥c2 c5 10. dxc5 dxc5 11. £f3 ¤g6
1974). 11 ... ¥xe3 12. ¤xe3 0–0 13.
12. ¤f5 £f6 13. ¤d2 ¤e7 14. 0–0
¥c2 ¦e8 14. £d2 ¦c8 15. g3 £f6
g6 15. ¤xe7 ¥xe7 16. £e3 ¦d8 17.
16. ¤d5 £xf3 17. ¥d1 ¤h4 18.
b3 £g5 18. £e2 ¥b5 19. c4 ¥d7
gxh4 £h3 19. ¤f6+ ¢h8 20. ¤xe8
20. ¤b1 £h5 21. £xh5 gxh5 22.
¦xe8 21. h5 ¥g4 22. £e3 £xh5
¤c3 ¤c6 23. ¤d5 ¤d4 24. ¥d1 h4
1–0 en 45 jugadas; Tal-Keres; Re-
25. f4 ¥d6 1–0 en 42 jugadas; Tal-
val, 1973.
Keres; XLI Campeonato de la
C) 5. ¥xc6+ bxc6 6. d4 exd4
URSS, Moscú, 1973). 8 ... ¤g6 9.
7. ¤xd4 c5 8. ¤f3 ¤f6 9. 0–0 ¥e7
¤c4 ¥e7 10. 0–0 0–0 11. ¤e3 ¥f6
10. ¤c3 0–0 11. ¦e1 ¥b7 12. h3
12. ¤d5 exd4 13. ¤xd4 ¦e8 14.
¤d7 13. ¤d5 ¥f6 14. ¦b1 ¦b8 15.
¤xf6+ £xf6 15. f3 ¤f4 16. ¤xc6
b3 ¦e8 16. ¥f4 h6 17. £d2 ¥e5
¥xc6 17. ¥e3 ¦ad8 18. £d2 ¤g6
18. ¤xe5 ¤xe5 19. ¥g3 £d7 20.
19. ¥d4 £e7 20. ¦ae1 £d7 21. c4
¦bd1 ¥xd5 21. £xd5 £e6 22.
¥a4 22. ¥xa4 £xa4 0–1 en 56 ju-
¥xe5 £xe5 23. £c6 £e7 24. ¦e3
gadas; Euwe-Keres; XVIII Cam-
¦b6 25. £a4 f6 1/2–1/2; Spasski-
peonato del mundo, La Haya/Mos-
Keres; XLI Campeonato de la
cú, 02/03/1948.
URSS, Moscú, 1973.
B) 5. 0–0 ¥d7 6. c3 ¤ge7 7. d4
Continuando con la partida
¤g6 8. ¦e1 ¥e7 9. ¤bd2 h6 (9 ...
principal, después de la cuarta ju-
0–0 10. ¤f1 exd4 11. cxd4 ¥f6 12.
gada blanca el sorprendido Alek-
¤e3 ¦e8 13. ¥c2 ¤h4 14. ¤xh4
hine se decidió por la respuesta:
¥xh4 15. ¤d5 ¤e7 16. ¤c3 ¤g6
17. g3 ¥f6 18. ¥e3 c5 19. f4 cxd4 ➪ 5 ... ¥d7
20. ¥xd4 ¥c6 21. ¥b3 ¤f8 22.
En el tantas veces mencionado
¥xf6 £xf6 23. ¤d5 £d8 24. £h5
torneo de Moscú-La Haya, Res-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 54

54 LOS APORTES DE PAUL KERES

hevsky prefirió 5 ... ¥g4 y Keres ¦xe8 23. ¦d1 ¢f7 24. ¢f1 ¤e5 25.
respondió con 6. ¤c3 ¤ge7 7. h3 b3 ¤d7 26. ¤d5 c6 27. ¤f4 ¦e4 28.
¥xf3 8. £xf3 ¤g6 9. ¤d5 ¦b8 10. g3 ¢e7 29. ¤e2 ¤c5 30. f3 ¦e3 31.
¤b4 ¤ge7 11. ¤c2 £d7 12. d3 ¢f2 ¦d3 32. ¦xd3 ¤xd3+ 33. ¢e3
¤c8 13. ¥d2 ¥e7 14. £g3 ¥f6 15. ¤b4 1/2–1/2; Keres-Capablanca;
¦c1 ¤b6 16. ¥b3 £d8 17. 0–0 Olimpiada de Buenos Aires, 1939.
¤d7 18. a3 ¤c5 19. ¥a2 0–0 20. b4
➪ 8. ¥e3
¤e6 21. ¥e3 ¤f4 22. £f3 ¤xd3
23. ¦b1 ¤f4 24. b5 1/2–1/2; Keres- En sus notas Keres aclara que
Reshevsky; XVIII Campeonato la supuesta refutación 8. ¥g5 f6 9.
del mundo, La Haya/Moscú, ¥e3, se responde con 9 ... ¤h6!.
18/03/1948
➪ 8 ... ¤f6
➪ 6. ¤c3 g6
Pero uno de sus éxitos más im-
En otros de estos encuentros portantes no lo obtuvo con blan-
Thomas continuó con 6 ... ¤f6 y cas, sino jugando contra su propia
ahora luego de 7. d4 ¤xd4 8. ¤xd4 línea –¡choses de la vie!– conti-
exd4 9. ¥xd7+ £xd7 10. £xd4 nuando en esta posición con 8 ...
¥e7 11. 0–0 0–0 12. b3 ¦fe8 13. ¤ge7 9. £d2 0–0 10. h3 f5 11. dxe5
¥b2 ¥f8 14. ¦fe1 ¦e6 15. f4 ¦ae8 fxe4 12. ¤g5 ¤xe5 13. ¥b3 ¤d3+
16. ¦e3 c6 17. ¦d1 £c7 18. ¦de1 14. ¢f1 ¤c5 15. ¥c2 £e8 16. ¦d1
b5 19. cxb5 axb5 20. ¤d1 c5 21. ¤f5 17. ¥xc5 e3 18. £d5+ ¢h8 19.
£d3 c4 22. bxc4 bxc4 23. £c2 d5 ¤e2 exf2 20. ¥e4 ¥c6 21. £d3
24. ¥xf6 ¦xf6 25. ¤c3 £a7 26. dxc5 22. g4 ¥xe4 23. ¤xe4 ¦d8
¤xd5 ¦a6 27. ¢h1 ¦xa2 28. £xc4 0–1; Tornouski-Keres; Szcawno
¥c5 29. ¦c3 ¦a1 30. ¦cc1 ¦xc1 31. Zdroj (Polonia), 1950.
¦xc1 ¥a3 32. ¦a1 £f2 33. £a4 el El final que sigue demuestra el
negro tuvo que abandonar. 1–0; nivel de juego que ya tenía el Ke-
Keres-Thomas; Torneo de Has- res de 1937: ganó la partida –en su
ting, 7ª ronda, diciembre de 1937. opinión su mejor victoria de la
competencia– empatando además
➪ 7. d4 ¥g7
el primer lugar del torneo.
También Keres probó suerte
➪ 9. dxe5 dxe5 10. ¥c5 ¤h5
jugando esta variante contra Ca-
11. ¤d5 ¤f4 12. ¤xf4 exf4 13. e5
pablanca, que optó aquí por 7 ...
g5 14. £d5 ¥f8 15. ¥xf8 ¦xf8 16.
exd4 y la partida, tras tensa lucha,
0–0–0 £e7 17. ¥xc6 ¥xc6 18.
concluyó en empate: 8. ¤xd4 ¥g7
£d3 ¥d7 19. ¤xg5 0–0–0 20. ¤f3
9. ¥e3 ¤ge7 10. 0–0 0–0 11. h3
f6 21. exf6 ¦xf6 22. ¦he1 £b4 23.
¤xd4 12. ¥xd7 ¤e2+ 13. ¤xe2
£xd7+ y Alekhine abandonó.
£xd7 14. ¥d4 ¥xd4 15. £xd4
¤c6 16. £d5 ¦ae8 17. ¤c3 £e6 En los últimos años la variante
18. ¦ad1 f5 19. exf5 ¦xf5 20. ¦de1 de Keres prácticamente ha desa-
¦xd5 21. ¦xe6 ¦e5 22. ¦xe8+ parecido del ajedrez magistral,
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 55

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 55

hay noticias de partidas aisladas £xh5 ¤xh5 22. ¤e2 ¢f7 23. f4
sin especial trascendencia. exf4 1–0 en 38 jugadas; Tom Wed-
Dentro de esto, la continua- berg-Jan Plachetka; Campeonato
ción que casi exclusivamente uti- de Europa por equipos, Skara
lizan las negras es 5. ... ¥g4 (Suecia), 1980.
Un ejemplo interesante lo en- B) 6. ¤c3 ¤f6 7. h3 ¥xf3 8.
contramos en una partida recien- gxf3 ¥e7 9. d3 0-0 10. ¥xc6 bxc6
te de David Bronstein, en la que 11. f4 exf4 12. ¥xf4 d5 13. e5 ¤d7
el veterano gran maestro no logra 14. ¦g1 d4 15. ¥h6 dxc3 16. ¥xg7
sacar ventaja a su joven contrin- ¥g5 17. ¥h6 f6 18. exf6 ¦xf6 19.
cante, teniéndose que conformar ¦xg5+ ¦g6 20. ¦xg6+ hxg6 21.
con unas regateadas tablas: bxc3 ¤e5 22. d4 ¤xc4 23. £d3
£e8+ 1–0 en 45 jugadas; Julio Al-
berto Muhana-John Kalish; X
David Bronstein-Marc Greene Campeonato mundial por corres-
Torneo abierto de Bruselas pondencia, 1978.
(Bélgica), 1995 El juego continuó con:
➪ 6 ... ¤f6 7. ¥e3 ¥e7 8.
➪ 5. c4 ¥g4 6. d3 ¤bd2 0-0 9. h3 ¥xf3
Una de las consecuencias in- Quizás sea mejor reservar el
mediatas del avance del alfil negro alfil, como hizo Olafsson contra
es que impide el avance del peón a Browne, en el Torneo de Las Pal-
d4, limitando la movilidad de las mas de 1974: 9 ... ¥e6 10. 0-0 ¤d7
blancas. Las alternativa son: 11. ¥xc6 bxc6 12. d4 f5 13. dxe5
A) 6. h3 ¥xf3 7. £xf3 g6 (7 ... dxe5 14. exf5 ¥xf5 15. ¤b3 £e8
¤f6 8. d3 ¥e7 9. ¤c3 ¤d7 10. 16. ¢h1 £g6 17. ¦c1 ¦ad8 18.
¥xc6 bxc6 11. 0-0 ¤c5 12. b4 ¤e6 ¤bd2 c5 19. ¤h2 ¤b8 20. £e1
13. ¥e3 c5 14. a3 c6 15. ¦fb1 ¤d4 ¤c6 21. ¤b3 ¤d4 22. ¥xd4 cxd4
16. ¥xd4 cxd4 17. ¤a2 0-0 18. a4 23. £xe5 ¥d6 24. £d5+ ¢h8 25.
£d7 19. ¦b2 f5 20. b5 cxb5 21. f4 ¥d3 26. ¦f2 ¥e4 27. £xd4
axb5 axb5 22. cxb5 d5 23. exd5 ¦a3 ¥xf4 28. £c5 ¦f5 29. £e7 ¦e8 30.
24. ¦d1 e4 25. £e2 £xd5 26. b6 £h4 ¥g3 0–1 en 30 jugadas; Wal-
¥d6 27. dxe4 fxe4 28. ¤b4 £e5 29. ter Browne-Fridrik Olafsson; Las
g3 ¦xf2 30. £xf2 ¦xg3+ 31. ¢f1 Palmas de Gran Canaria, 1974.
0–1; Antonio Ángel Medina Gar-
➪ 10. ¤xf3 ¦b8 11. a3 b5 12.
cía-Lajos Portisch; Torneo de Has-
cxb5 axb5 13. ¥c2 d5 14. b4 d4 15.
tings, 4ª ronda, diciembre de 1969)
¥c1 ¤d7 16. ¤d2 £e8 17. ¤b3
8. ¤c3 ¥g7 9. ¤d5 ¢f8 10. ¥xc6
¤d8 18. 0-0 ¤e6 19. ¥d2 ¥g5
bxc6 11. ¤c3 ¤e7 12. d3 ¦b8 13. 0-
0 f5 14. exf5 gxf5 15. ¥g5 £d7 16. El resto nos muestra a un
¦ae1 ¤g6 17. ¥c1 ¦g8 18. £h5 Bronstein buscando complicacio-
£f7 19. ¢h1 ¤f4 20. £f3 £h5 21. nes para intentar igualar el juego.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 56

56 LOS APORTES DE PAUL KERES

➪ 20. ¥e1 c5 21. ¤a5 ¦c8 22. ¤h4, propuesta por Smyslov, es
¥b3 ¤b6 23. h4 ¥xh4 24. £g4 interesante la línea utilizada por
¥f6 25. ¥xe6 £xe6 26. £xe6 fxe6 Keres en su encuentro contra
27. bxc5 ¤a4 28. ¤b3 ¥e7 29. Tarve, en el Campeonato Postal
¦b1 ¥xc5 30. ¤xc5 ¤xc5 31. ¥b4 de Estonia de 1951; su desarrollo
1/2-1/2. fue como sigue: 8. ¤h4 ¤a5 9.
¥c2 g5 10. ¤f5 ¤xf5 11. exf5 £f6
Variante Neo-Steinitz 12. d5 c6 13. ¤a3 b5 14. b4 ¤b7
15. ¤b1 ¤d8 16. a4 bxa4 17. c4
En lo que resta, nos interesa ¥xf5 18. dxc6 ¤xc6 19. ¤c3 ¥d7
continuar con el tratamiento clási- 20. ¤d5 £d8 21. h4 gxh4 22. ¥xa4
co de la Defensa Steinitz diferida, ¦b8 23. ¥xc6 ¥xc6 24. ¦xa6
tomando como referencia otra de ¥xd5 25. £xd5 ¦xb4 26. £c6+
sus partidas memorables, jugando 1–0; Keres-Udo Tarve; Campeo-
contra Bronstein en el Campeo- nato postal de Estonia, 1951.
nato de la URSS de 1948.
Allí Keres se dispuso a mejo- ➪ 8 ... ¤g6
rar una popular variante, gestada Sigue siendo de estudio la con-
en uno de los encuentro contra tinuación 8 ... g6!?. En cambio, no
Euwe, en el Campeonato mun- se recomienda la idea prematura 8
dial del mismo año, y que tuvo el ... g5?!.
siguiente desarrollo. ➪ 9. ¤c4 ¥e7 10. ¤e3
Y llegamos a un punto donde
David Bronstein-Paul Keres se pueden producir transposicio-
XVI Campeonato de la URSS, nes entre esta jugada y la siguien-
Moscú, 1948 te, tras lo cual alcanzamos la posi-
ción que nos interesa. Esto puede
resultar importante pues tras estas
➪ 5. c3 ¥d7 6. d4 ¤ge7 «triquiñuelas» se pueden dar con-
Entrando en lo que Euwe de- tinuaciones como la siguiente: 10.
fine como Variante Neo-Steinitz, ¤e3 ¥g5! ( una idea de Bonda-
y que Keres empleó en diversas revsky, que todo el mundo quería
oportunidades. jugar por ese entonces) 11. ¤d5
➪ 7. ¥b3 (11. ¤xg5!? hxg5 12. £f3) 11 ...
¥xc1 12. £xc1 (12. ¦xc1!?) 12 ...
Con el propósito de hacer 8. ¥g4 13. £e3 ¥xf3 14. gxf3 ¤ce7
¤g5, obligando al movimiento 15. dxe5. ¤xd5 16. exd5 dxe5 17. f4
que sigue: ¤xf4 18. £xe5+ £e7+ = 0–1; Rune
➪ 7 ... h6 8. ¤bd2 Litsberger-Keres; 3ª ronda del Tor-
neo de Estocolmo, 1966.
Contra 8. ¥e3?! Keres propu- Existen muchos otros ejem-
so 8 ... ¤g6! que garantiza, al me- plos interesantes en relación con
nos, la igualdad. En cuanto a 8. la jugada ... ¥g5!, pues tras ella se
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 57

iniciaron algunas polémicas teóri- Ésta es la posición en la que


cas, en las que Fischer tuvo tam- Keres comete el error de jugar
bién cierta participación. contra Euwe 11 ... ¥f6?, recibien-
De esa época son de interés do la contundente respuesta 12.
las siguientes continuacio.nes: 11. ¤d5!, con la amenaza de hacer 13.
¤e3 ¥xe3 12. ¥xe3 y ahora: dxe5! (como hiciera Smyslov a
A) 12 ... 0-0 13. ¤d2 (13. h3 Reshevsky en el mismo torneo,
¦e8 14. ¤h2 £e7 15. dxe5 dxe5 cuando éste respondió 12 ... ¦e8).
16. £h5 ¤a5!+ =↑; 0–1 en 56 juga- El encuentro continuó con 12 ...
das; Fischer-Pachmann; 3ª ronda, exd4 13. ¤xd4! ¦e8 y las blancas
Mar del Plata [Argentina], hubieran quedado muy bien ha-
25/03/1959) 13 ... ¤a5 14. ¥c2 ¥b5 ciendo ahora 14. ¦e1, pero se les
15. ¦e1 ¤c4 16. ¤xc4 ¥xc4 17. ocurrió responder con 14. ¤xf6+?!
£f3 ¥e6= 1/2–1/2 en 29 jugadas; £xf6 15. f3 y el resto es una cadena
Keres-Bondarevski; XVIII Cam- mutua de jugadas débiles, que res-
peonato de la URSS, Moscú, 1950. taron interés a la partida, al menos
B) 12 ... £f6 13. ¤e1 (13. £d2 para nuestros objetivos.
¤a5 14. ¥d5 c6 15. ¥b3 ¥g43 En la partida del texto, Keres
=
+↑»; 0–1 en 32 jugadas; Unzicker- sorprendió a Bronstein con la ju-
Keres; 7ª partida del duelo, Ham- gada
burgo, 1956) 13 ... ¤a5!? (13 ...
➪ 11 ... ¦e8!
¤f4) 14. ¢h1 g5 15. g3 ¤h3 16. f4
gxf4 17. gxf4± Aronin-Dubinin; que aparentemente no tiene un
URSS, 1953.* efecto destructivo, pero prepara el
Pero como explica el propio camino para la apertura del juego,
Keres, en esta partida sus propó- que resulta favorable al negro.
sitos eran otros... La partida continuó con ➪ 12.
➪ 10 ... 0-0 11. 0-0 ¦e1 ¥f8 13. ¥c2 ¤h4 14. ¤xh4
£xh4 15. ¤d5 ¦ac8 16. ¦f1 ¤e7
8 17. ¤e3 ¤g6 18. g3 £h3 19. f4
7 exf4 20. gxf4 f5 y luego del cam-
6
bio de damas y algunas manio-
bras en el centro, las negras que-
5
daron con mejor final y vencieron
4 en la jugada 63.
3

1
a b c d e f g h

* No hay constancia de que tanto Aronin como Dubinin jugasen en 1953. Puede tratarse de
una partida apócrifa, amistosa o desconocida. (N. del R. T.)
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 58

58 LOS APORTES DE PAUL KERES

En la actualidad la variante ➪ 14 ... £f6! N


Neo-Steinitz se mantiene en plena
actividad, siendo Portisch uno de 8

los maestros que la mantienen en 7


su repertorio, especialmente en la 6
línea de Bondarevsky (10. ¤e3 5
¥g5), en la que ha introducido
4
más de una novedad. Es notoria su
partida contra Short,Torneo de Li- 3

nares de 1990: 2

1
a b c d e f g h
Nigel Short-Paul Keres
8ª ronda del Torneo de Linares En la partida mencionada se
(España), 1990 optó por 14 ... ¥h3 15. £f3 £d7
16. ¦d1 ¦e8 17. ¤f5? g4 18. £e3
➪ 1. e4 e5 2. ¤f3 ¤c6 3. ¥b5 ¦h5 19. ¤h4 ¦xh4! 20. gxh4 ¤xh4
a6 4. ¥a4 d6 5. c3 ¥d7 6. d4 ¤ge7 21. ¥d5 ¤e7! 22. ¥c4 ¤ef5 23.
7. ¥b3 h6 8. ¤bd2 ¤g6 9. ¤c4 £c3 ¦xe4 24. ¥f1 ¤xd4 25. ¥e3
¥e7 10. ¤e3 ¥g5 11. ¤xg5 ¤df3+ 26. ¢h1 ¥xf1 27. ¦xf1 ¤g6
28. ¦ad1 £e7 ∆… £h4. 0–1; Sax-
También contra Portisch es la
Portisch; Copa del mundo, Skellef-
continuación 11. ¤d5 ¥xc1 12.
tea (Suecia), agosto de 1989.
¦xc1 0–0 13. dxe5 ¤cxe5 14.
¤xe5 dxe5 15. h4 a5 16. g3 ¦a6 ➪ 15. ¤d5 £xd4 16. ¥xg5
17. c4 ¤e7 18. c5 a4 19. ¥c4 ¦a5 ¤ge5 17. ¥e3 £xd1 18. ¥xd1
20. ¤b4 ¤c6 21. ¤xc6 ¥xc6 22. ¥h3 19. ¦e1 ¤d3 20. ¦e2 ¤ce5
0–0 £e7 23. ¥d5 ¥xd5 24. £xd5 21. ¦d2?
¦b5 25. ¦c2 0–1 en 41 jugadas;
Después del encuentro se in-
Sergio Mariotti-Portisch; 1ª ronda
dicó que lo correcto era 21. f4!
del Torneo de Milán (Italia), 20
21 ... ¤e1 22. f4 ¤1f3+ y las
de agosto de 1975.
blancas están perdidas, aunque
➪ 11 ... hxg5 12. g3 exd4! prolongaron su agonía hasta la ju-
gada nº 35.
Introducida por Portisch en un
Con lo visto, damos por con-
encuentro anterior contra Sax.
cluida este recorrido general por
➪ 13. cxd4 ¢f8 14. 0–0?! los aportes de Paul Keres en la
Apertura Española.
Aquí se sugiere la idea de
Si bien hemos dedicado a esta
Grooten 14. ¤d5!?.
parte mucho más espacio del que
inicialmente suponíamos, también
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 59

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 59

sabemos que el tema no está ni Dejando al margen las inevita-


mucho menos que agotado, pues bles omisiones, nos queda la satis-
aunque se ha realizado una inves- facción de haber sacado a la luz de-
tigación seria y profunda, la mis- talles importantes de su quehacer y
ma ruta recorrida ha demostrado el compromiso de retornar sobre el
que la presencia de Paul Keres en tema, con propósitos mucho más
esta apertura llena uno de los es- ambiciosos, ampliando la recopila-
pacios más amplios de su fructífe- ción de sus partidas, y profundizan-
ra producción ajedrecística. do en su concepción estratégica
dentro de la Apertura Ruy López.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 60

Como es sabido, Keres fue un variante de juego esta directamen-


jugador que desarrolló una gran te asociada con su nombre.
parte de su producción –con
blancas– iniciando el juego con el
peón de rey, en una época en que
la Defensa Francesa ya era la pre- Variante Tarrasch-
ferida de muchos de los jugado- Keres
res contra quienes se enfrentó en
toda su carrera. En esencia, tras las jugadas 1.
Además, aunque no utilizó nor- e4 e6 2. d4 d5, las blancas tienen
malmente esta defensa cuando ju- entre sus alternativas el permitir
gaba con negras, formó parte de su o no que las negras dirijan las ac-
repertorio en sus primeras expe- ciones hacia la Variante Winawer
riencias en el ajedrez por corres- (3. ¤c3 ¥b4); o impedirlo hacien-
pondencia, y en alguna que otra do la jugada:
oportunidad que, como veremos,
respondía no a una ocasional se- ➪ 3. ¤d2!?
lección de aperturas producto de
la moda, sino como consecuencia 8
de estudios realizados que escon- 7
dían propósitos «siniestros». 6
Retórica al margen, basta con
5
resumir que su rendimiento con
blancas, contra la Defensa Fran- 4

cesa, alcanzó más del 55% de vic- 3


torias, en tanto las derrotas no su- 2
peraron el 10%, para un número
1
aproximado de 80 partidas juga-
a b c d e f g h
das contra la elite mundial.
Y si vamos a precisar detalles
en materia de estadísticas, enton- De acuerdo con las referen-
ces debemos decir que fue utilizan- cias de algunos autores, esta juga-
do la Variante Tarrasch con la que da fue analizada por Spielmann, e
alcanzó un rendimiento de más del introducida en la práctica de tor-
60% de victorias, logrando tal po- neos por Tarrasch. De esa época
pularidad que para muchos esta son los siguientes ejemplo:
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 61

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 61

Muchos años atrás ya Steinitz


Rudolf Spielmann-Aaron
utilizaba con frecuencia esta línea
Nimzovich
de juego. En una de esas partidas
4ª ronda del Torneo de Nueva
continuó contra Lasker con 5. ¤b3
York (EE. UU.), 1927
¥b6 6. exd5 ¤f6 7. ¥b5+ ¥d7 8.
¥xd7+ £xd7 9. c4 exd5 10. c5 ¥c7
1. e4 e6 2. d4 d5 3. ¤d2 c5 Juga- 11. ¤f3 ¤c6 12. 0–0 0–0 13. ¤bd4
da atribuida a Marshall, y conside- ¤xd4 14. £xd4 ¦fe8 15. ¥e3 ¦e4
rada como la mejor respuesta del 16. £d3 ¦ae8 17. ¦ad1 h6 18. a3
negro. Un año después, también £g4 19. b4 g5 20. £c3 £f5 y en de-
contra Spielmann, Nimzowitch finitiva las negras terminaron por
prefirió optar por la variante de ganar en 44 jugadas. Steinitz-Ema-
Guimard 3 ... ¤c6 y el juego siguió nuel Lasker; 3ª ronda del Torneo
con 4. ¤gf3 ¤ge7 5. c3 ¤g6 6. g3 internacional de Núremberg (Ale-
¥e7 7. h4 dxe4 8. ¤xe4 b6 9. h5 mania), 22 de julio de 1896.
¤f8 10. h6 g6 11. ¥b5 ¥d7 12. d5
➪ 5 ... ¤f6
¤a5 13. ¥xd7+ £xd7 14. ¥g5
exd5 15. ¤f6+ ¥xf6 16. ¥xf6 O como jugó Alekhine contra
£e6+ 17. £e2 ¦g8 18. ¤g5 £xe2+ Spielmann: 5 ... ¤c6 6. exd5 exd5
19. ¢xe2 ¢d7 20. ¢f3 ¦e8 21. 7. ¤b3 ¥b6 8. ¤f3 ¤ge7 9. 0–0
¦ae1 1/2–1/2 en 57 jugadas; Spiel- 0–0 10. c3 £d6 11. ¦e1 ¤g6 12.
mann-Nimzovich; Berlín (Alema- ¥e3 ¥xe3 13. ¦xe3 ¥g4 14. ¥xg6
nia), 1928. fxg6 15. h3 ¥f5 16. ¤bd4 ¦ad8
17. ¤xf5 ¦xf5 18. £e2 ¦df8 19.
➪ 4. dxc5
¦e1 £c5 20. ¦e8 h6 21. £e6+
En la actualidad se da mayor ¢h7 22. £c8 d4 23. cxd4 1/2–1/2
importancia a la continuación 4. en 41 jugadas; Spielmann-Alekhi-
exd5 £xd5 5. ¤gf3 cxd4 6. ¥c4 ne; 3ª rona del Torneo de Nueva
£d8 y ahora 7. 0-0 a6 8. ¤b3 £c7 York, 1927.
9. £xd4 (novedad en 1995) 9 ...
➪ 6. e5
¤c6 10. £h4 ¥d6 11. ¥d2 ¤ge7
12. ¥d3! ¥d7?! 13. ¦ad1 0-0-0 14. También hizo Steinitz 6. ¤b3
¤g5! ¤g6 15. £h3 ¤ge5 16. ¥e2 ¥b6 7. exd5 £xd5 8. ¤f3 ¥d7 9.
con mejor posición. Pero después 0–0 ¥c6 10. ¥e3 ¤bd7 11. ¦e1
el juego siguió con 16 ... ¥e7 17. £h5 12. ¥xb6 axb6 13. ¤bd4 0–0
¥f4?! (17. f4!?) 17 ... ¦hf8! con 14. c3 ¦fe8 15. ¥e2 b5 16. ¤xc6
juego complicado. 0–1 en 55 juga- bxc6 17. £d6 £d5 18. ¦ed1 £xd6
das; Vladímir Akopián-Alexéi 19. ¦xd6 ¦ec8 20. ¤d4 ¤b8 21.
Dréiev; 6ª ronda del Torneo de ¤b3 ¤d5 22. ¥f3 ¢f8 23. ¥xd5
Linares (España), marzo de 1995. exd5 24. ¤d4 ¦a4 25. ¦e1 ¦e8 26.
4 ... ¥xc5 5. ¥d3 ¦xe8+ ¢xe8 27. ¤xc6 ¤xc6 28. g3
y poco después se acordó el empa-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 62

62 LOS APORTES DE PAUL KERES

te. Steinitz-Enschede; simultánea, 1939 y contra Stahlberg, en Bue-


Haarlem (Países Bajos), 1896. nos Aires, 1939 a las que se suma-
El resto de la partida fue co- ron muchas otras contra jugado-
mo sigue. res de segunda línea, y sus éxitos
en años posteriores contra juga-
➪ 6 ... ¤fd7 7. ¤gf3 ¤c6 8. £e2
dores como Ragosin, Portisch,
¤b4 9. 0–0 ¤xd3 10. £xd3 0–0 11.
Benko, Ivkov y hasta contra el
¤b3 ¥e7 12. ¦e1 ¤b6 13. ¤bd4
propio Botvinnik.
¥d7 14. b3 ¦c8 15. ¥d2 ¤a8 16. a3
No es objetivo hacer aquí un
¤c7 17. ¥b4 ¤a6 18. ¥xe7 £xe7
tratamiento extensivo de la Va-
19. b4 ¤c7 20. a4 ¥e8 21. c3 f6 22.
riante Tarrasch-Keres, pero resul-
exf6 £xf6 23. £e3 £f4 24. ¤e5
ta inevitable retomar algunas de
£xe3 25. ¦xe3 ¦f6 26. g3 g5 27. b5
las partidas antes mencionadas, y
¢f8 28. ¦b1 b6 29. ¦be1 a6 30.
agregar, dentro de lo posible, al-
bxa6 ¦a8 31. ¤b5 ¤xa6 32. ¤g4
gunas notas de actualidad.
¦g6 33. ¤e5 ¦f6 34. ¤g4 ¦g6 y se
Para esto, nada mejor que se-
acordó el empate. (1/2-1/2).
guir el curso de la siguiente parti-
Se ha justificado el incremen- da.
to de la popularidad de la Varian-
te Tarrasch, como consecuencia
del auge alcanzado, a finales de la Paul Keres-José Raúl
década del treinta, por la Variante Capablanca y Grampera
Winawer; y si bien esto es cierto, Torneo AVRO (Algemene
podríamos agregar además que Verenigin Radio Omroep), Países
fueron los resultados obtenidos Bajos, 1938
por Keres los que consolidaron, a
partir de esa fecha, el prestigio de
➪ 3. ¤d2 c5
la variante.
No estamos en presencia de Fue también Keres uno de los
una situación en la que pudiéra- autores que trató más ampliamen-
mos hablar típicamente de la in- te la variante 3. ¤d2 en libros y
troducción de «novedades», aun- comentarios, detallando las princi-
que indiscutiblemente las hubo. pales continuaciones del negro a
De todos modos, si deseamos des- partir de su tercera jugada. Algu-
tacar cuales fueron los aportes de nas alternativas son:
Keres en este caso específico, ha- A) 3 ... ¤f6 Según Karpov, es-
bría que hablar preferiblemente ta es la alternativa de elección
de la introducción de un «estilo» cuando no se está a gusto en las
de juego contra la Defensa Fran- posiciones de peón aislado que se
cesa, que quedó acuñado con sus producen luego de 3 ... c5 4. ed5
memorables victorias contra Ca- ed5. 4. ¥d3. También es frecuente
pablanca, en el Torneo AVRO de la continuación 4. e5 ¤fd7 y el
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 63

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 63

blanco dispone de las alternativas dxe5 ¤xe5 13. ¤xd5 ¤fg4 14. g3
5. c3 y 5. f4, cada una con sus res- ¤xf3+ 15. ¥xf3 ¦xf3 16. £xf3 ¤e5
pectivas ramificaciones tras 4 ¥d3 17. £c3 ¥e6 18. ¤f4 ¥d7 19. ¥b2
sigue 4 ... c5 5. e5 ¤fd7 6. c3 ¤c6 ¥c6 20. f3 £f6 21. ¦ae1 ¦e8 22.
[6 ... cxd4 7. cxd4 ¤c6 8. ¤e2 ¤d3 ¤xf3+ 23. ¦xf3 ¥c5+ 24.
f6 9. ¤f4 £b6 10. £h5+ ¢d8 11. £xc5 £xf3 25. ¦xe8+ ¥xe8 1–0;
¤xe6+ ¢e7 12. ¤f4 £xd4 13. ¤f3 Pablo Zarnicki-Rafael Guerrero
£b4+ 14. ¥d2 £xb2 15. 0–0 ¢d8 Álvarez; Torneo Abierto de Lina-
16. ¤e6+ ¢e7 17. ¤c7 ¢d8 18. res, España, Enero de 1995). 8 ...
¦fb1 £xb1+ 19. ¦xb1 ¢xc7 20. e6 ¥d6 9. c4 0–0 10. b3 ¤g4 11. ¥b2
¤de5 21. ¤xe5 fxe5 22. £e8 ¦b8 £f6 12. £c2 ¥d7 13. ¦ae1 ¤b4 14.
23. ¥b5 ¤e7 24. ¥b4 ¤g6 25. £d1 ¤xa2 15. h3 ¤h6 16. c5 ¥e7
¦c1+ ¢b6 26. £d8+ 1–0; Keres- 17. £a1 ¤b4 18. £a5 ¤c6 19.
Vera Menchik; 9ª ronda del Tor- £xc7 ¥c8 20. ¥b5 ¥d8 21. £h2
neo de Margate, abril de 1939. 7. ¤f7 1/2–1/2 en 76 jugadas; Kevin
¤e2 f6 Spraggett-Beliavski; 8ª ronda del
(7 ... £b6 8. ¤f3 cxd4 9. cxd4 Torneo abierto de Berna, Suiza, fe-
¥b4+ 10. ¥d2 ¥xd2+ 11. £xd2 brero de 1995)]. 4 ... e5
£b4 12. ¦c1 £xd2+ 13. ¢xd2 ¤b6 (4 ... f5 5. exf5 exf5 6. ¥d3 ¥d6
14. b3 ¢e7 15. h4 ¥d7 16. ¦h3 ¤b4 7. ¤e2 ¤ge7 8. ¤f3 0–0 9. £c2
17. ¥b1 a5 18. a3 ¤a6 19. a4 ¦ac8 £e8 10. ¥d2 ¥d7 11. 0–0–0 ¤a5
20. ¦g3 g6 21. h5 ¦xc1 22. ¤xc1 12. ¥f4 b5 13. ¦de1 b4 14. ¥xd6
¤c8 23. ¦h3 gxh5 24. ¦xh5 h6 25. cxd6 15. cxb4 ¤ac6 16. a3 a5 17. b5
¤h2 1–0 en 44 jugadas; Keres-Ro- ¤b4 18. axb4 ¦c8 19. ¤c3 axb4 20.
drigo Flores Álvarez; 8ª ronda de ¢d2 £f7 21. £b3 bxc3+ 22. bxc3
la Olimpiada de Buenos Aires, 0–1 en 35 jugadas; Keres-Tigrán
septiembre de 1939). Petrosián; XVIII Campeonato de
8. ¤f4 £e7 9. ¤f3 fxe5 10. la URSS, Moscú, 1950)]. 5. exd5
¤xe5 ¤dxe5 11. dxe5 g6 12. 0–0 £xd5 6. ¤gf3 exd4
¤xe5 13. ¦e1 ¥g7 14. ¥b5+ ¥d7 (Botvínnik jugó 6 ... ¥g4 7.
15. £a4 a6 16. ¥xd7+ £xd7 17. ¥c4 ¥xf3 8. £b3 ¤a5 9. £a4+
£xd7+ ¢xd7 18. ¥e3 b6 Aunque £d7 10. ¥xf7+ ¢d8 11. £xd7+
la posición esté equilibrada, no ¢xd7 12. ¤xf3 exd4 13. ¤xd4 c5
fue hasta la jugada nº 64 –tras una 14. ¤f3 ¢e7 15. ¥d5 ¤f6 16. ¥g5
lucha terrible– cuando se firmó el h6 17. ¥xf6+ ¢xf6 18. 0–0–0 ¥d6
empate Keres-Fine; 9ª ronda del 19. g3 ¦he8 20. ¤d2 ¥f8 21.
Torneo de Margate, abril de 1937. ¤e4+ ¢f5 22. f3 ¦ed8 23. h4 ¤c6
B) 3 ... ¤c6 4. c3 (en la actuali- 24. h5 ¥e7 25. ¦he1 ¤e5 26. ¤f2
dad lo más jugado es 4. ¤gf3. Por g5 27. hxg6 1–0; Keres-Botvínnik;
ejemplo : 4 ... ¤f6 5. e5 ¤d7 6. ¥e2 XXII Campeonato de la URSS,
f6 7. exf6 ¤xf6 8. 0–0 (8. ¤f1 a6 9. Moscú, 11 de febrero de 1955). 7.
¤e3 ¥d6 10. 0–0 0–0 11. b3 e5 12. ¥c4 £h5 8. cxd4
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 64

64 LOS APORTES DE PAUL KERES

(8. 0–0 8 ... ¤f6 9. £e1+ ¥e7 10. con nuestro estudio y pueden ser
¤xd4 0–0 11. ¥e2 ¥g4 12. ¤xc6 consultadas en libros clásicos de
¥d6 13. h3 ¥xe2 14. ¤d4 ¥xf1 15. aperturas.
£xf1 ¦fe8 16. ¤2f3 a6 17. ¥g5
➪ 4. exd5
£g6 18. ¦d1 ¦e4 19. ¥e3 ¤d5 20.
¥c1 ¦ae8 21. ¤d2 ¦4e7 22. ¤c4 Una especie de pequeño «due-
¥f4 23. ¤f3 c6 24. ¤b6 ¥xc1 25. lo» se produjo entre Keres y Gide-
¤xd5 cxd5 26. ¦xc1 0–1 en 36 ju- on Stahlberg, durante la estancia
gadas; Fischer-Robert Byrne; 8ª de ambos en Buenos Aires, con
ronda del Campeonato de EE. motivo de la Olimpiada de 1939.
UU., Nueva York, diciembre de En dos de esas partidas se conti-
1965). 8 ... ¥e6N Sigue el resto de nuó con 4. ¤gf3 y ahora derivaron
esta partida con sus comentarios con:
originales: 9. ¥xe6 fxe6 10. £b3 A) 4 ... cxd4 5. exd5 £xd5 6.
0–0–0 11. £xe6+!? (11. 0–0) 11 ... ¥c4 £c5 7. 0–0 ¤f6 8. £e2 ¤c6 9.
¢b8 12. 0–0 ¥d6 (12 ... ¦e8 13. ¤b3 £b6 10. ¦d1 ¥c5 11. a4 a5
£b3 ¥d6 14. h3) 13. ¤b3 ¦f8!? 14. 12. ¤xc5 £xc5 13. b3 ¤d5 14. ¥a3
h3 ¤h6?! (14 ... ¤ge7! 15. £g4 ¤db4 15. ¥b2 0–0 16. ¤xd4 ¤xd4
£d5 16. ¦e1 ¦f5!? ∆ ¦hf8→) 15. 17. ¦xd4 £f5 18. ¦g4 g6 19. ¦c1
¥xh6 gxh6 16. ¦ae1! ¦hg8 17. ¥d7 20. ¦e4 ¥c6 21. ¦xe6 £g5
¦e3 ¥f4?! (17 ... a6 18. ¦fe1 ¦g6 1/2–1/2 en 41 jugadas; Keres-
19. £d7 ¦f7! ∆ 20. £xf7 ¦xg2+ 21. Stahlberg; Círculo de ajedrez de
¢xg2 £xf7∞) 18. ¤c5! ¤d8?? (18 Buenos Aires, 1939.
... ¥xe3 19. ¤d7+ ¢a8 20. ¤xf8 B) 4 ... c4 5. g3 ¤c6 6. ¥g2
¥xf2+ 21. ¦xf2 ¦xf8 22. d5 ¦e8 23. ¥b4 7. 0–0 ¤ge7 8. c3 ¥a5 9. ¤e5
£d7 ¤b4 24. ¦d2) 19. ¤a6+! 0–0 10. ¤xc6 bxc6 11. f4 ¦b8 12.
(19. ¤d7+? ¢a8 20. ¤b6+ cxb6 21. £c2 c5 13. dxc5 £c7 14. b4 cxb3
£c8+ ¥b8–+; 19. £d7 ¦f7 20. £b5 15. axb3 £xc5+ 16. ¢h1 £xc3 17.
£xh3–+) 19 ... bxa6 20. ¦b3+ ¤b7 £xc3 ¥xc3 18. ¦xa7 ¦b7 19.
21. ¤e5!!+- (21. £c6? ¦xg2+! 22. ¦xb7 ¥xb7 20. exd5 ¥xd5 21.
¢xg2 ¦g8+ 23. ¤g5 ¦xg5+! 24. ¥a3 ¥xd2 22. ¥xe7 ¦e8 23.
¢h1 ¦b5 25. ¦e1 ¤d) 21 ... £e8 ¥xd5 ¦xe7 24. ¥c4 g6 25. ¦d1
(21 ... ¥xe5 22. £c6) 22. £xa6! (22. ¥b4 26. ¢g2 ¦c7 27. ¢f3 ¢f8 28.
£xa6! £c8 23. ¤c6+ ∆ £a7#) 22 ... ¢e4 ¢e7 29. ¦a1 ¦d7 30. h4 h5
¢c8 23. £xb7+ ¢d8 24. £b8+ ¢e7 1/2–1/2; Keres-Stahlberg; 10ª ron-
25. £xc7+ ¢f6 26. ¦c3 ¥xe5 27. da de la Olimpiada de Buenos
dxe5+ ¢g5 28. £xa7 1–0; Gyula Aires, septiembre de 1939.
Feher-Emmanuel Bricard; Torneo Otra alternativa en la cuarta
abierto de París (Francia), abril de jugada es 4. dxc5 ¥xc5 5. ¥d3 ¤c6
1995. 6. ¤gf3 ¤f6 7. £e2 e5 8. ¥b5 0–0
Las restantes alternativas no 9. 0–0 ¥g4 10. ¥xc6 bxc6 11. exd5
están vinculadas directamente ¦e8 12. dxc6 e4 13. £c4 £b6 14.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 65

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 65

¤b3 ¥xf2+ 15. ¦xf2 exf3 16. gxf3 En cuanto a la partida contra
¦e1+ 17. ¢g2 ¥h3+ 18. ¢g3 ¦g1+ Capablanca, acabó del siguiente
19. ¢xh3 £xf2 20. £f4 £g2+ 21. modo:
¢h4 h6 22. £g3?? £xg3+ 0–1;
➪ 7. ¥e2 cxd4 8. 0–0 £c7 9.
Massimiliano Romi-Keres; 2ª ron-
¤b3 ¥d6 10. ¤bxd4 a6 11. b3
da de la Olimpiada de Múnich, 16
¤ge7 12. ¥b2 0–0 13. ¤xc6 bxc6
de agosto de 1936. Posiblemente
14. c4 ¥e6 15. £c2 dxc4 16. ¥xc4
una de las partidas más antiguas
¥xc4 17. £xc4 ¦fb8 18. h3 ¦b5 19.
de Keres en la Variante Tarrasch.
¦ac1 ¦c8 20. ¦fd1 ¤g6 21. ¤d4
➪ 4 ... exd5 ¦b6 22. ¤e6 £b8 23. ¤g5 ¦b7 24.
Para 4 ... £xd5, véase el comen- £g4 ¥f4 25. ¦c4 ¦b5 26. ¤xf7
tario del juego Akopián-Dréiev, ¦e8 27. g3 £c8 28. ¦xf4 £xg4 29.
dado en la partida anterior. ¦xg4 ¢xf7 30. ¦d7+ ¦e7 31.
¦xe7+ ¢xe7 32. ¥xg7 ¦a5 33. a4
➪ 5. ¤gf3 ¤c6
¦c5 34. ¦b4 ¢e6 35. ¢g2 h5 36.
Botvínnik prefirió 5 ... a6 y el ¦c4 ¦xc4 37. bxc4 ¢d6 38. f4 Y las
juego siguió con 6. dxc5 ¥xc5 7. negras abandonaron.
¤b3 ¥a7 8. ¥g5 ¤f6 9. ¤fd4 0–0 En la actualidad esta línea de
10. ¥e2 £d6 11. 0–0 ¤e4 12. ¥e3 juego goza del interés de muchos
¤c6 13. ¤xc6 ¥xe3 14. fxe3 bxc6 grandes maestros, razón de más
15. ¥d3 ¤f6 16. £e1 ¤g4 17. £h4 para buscar en sus partidas la esen-
f5 18. ¦f4 ¤e5 19. £g3 ¦a7 20. cia estratégica que fundamenta las
¦af1 ¦af7 21. ¤d4 ¤xd3 22. cxd3 alternativas más novedosas.
c5 23. ¤f3 0–1 en 72 jugadas; Ke- Bajo este criterio, son impor-
res-Botvínnik; XVIII Campeona- tantes las partidas de ajedrecistas
to del mundo, La Haya/Moscú, 20 como Guéller, Bronstein, Korch-
de abril de 1948. nói, Vlastimil Jansa y Kárpov, que
la han jugado durante años; pero
➪ 6. ¥b5 £e7+
también Jun Xie, Adams, Anand,
En otro de los encuentros men- Ivanchuk y Zapata, entre muchos
cionados Stahlberg jugó 6 ... c4 7. otros, que son las nuevas figuras
0–0 ¥d6 8. b3 cxb3 9. axb3 ¤ge7 que actualmente la tienen inclui-
10. ¦e1 0–0 11. ¤f1 ¥g4 12. c3 £c7 da en su repertorio.
13. ¥a3 ¦fd8 14. ¥d3 ¥xa3 15.
¦xa3 £f4 16. ¥e2 ¤g6 17. ¤e3
¥e6 18. g3 £d6 19. ¦a2 h6 20. ¥d3 Variante Steinitz
¥h3 21. ¤d2 ¤ce7 22. f4 ¥d7 23.
¤f3 b5 24. ¤e5 ¤xe5 25. fxe5 1–0 Ya antes comentábamos que
en 56 jugadas; Keres-Stahlberg; 1ª sólo de forma ocasional jugó Ke-
ronda de la Olimpiada de Buenos res, con negras, la defensa France-
Aires, 24 de agosto de 1939. sa, sobre todo si se trataba de si-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 66

66 LOS APORTES DE PAUL KERES

tuaciones especiales, como la que culminante de la teoría en ese


comentamos a continuación. momento, dado que aparecía co-
Spielmann había publicado ex- mo el antídoto contra los estudios
tensos análisis en los que demos- de Spielmann.
traba que luego de las jugadas 1. e4
➪ 6. dxc5
e6 2. d4 d5 3. ¤c3 ¤f6 4. e5 ¤fd7 5.
f4 las blancas obtenían una sólida La respuesta esperada por Ke-
posición. Según narra Keres, por res. Es interesante el comentario
esta época él solía contestar siem- que hizo al respecto:
pre a 1. e4 con 1 ... e5, pero tenien- «Yo deseaba ensayar el com-
do en cuenta los estudios mencio- portamiento de Spielmann des-
nados, decidió utilizar la defensa pués de los análisis indicados. La
Francesa contra Spielmann, ale- jugada del texto es lógica. El Gran
gando motivos psicológicos. Maestro Boleslawsky ensayó 6.
Keres había estado revisando ¤f3 ¤c6 7. ¥e3, pero en la partida
esos estudios y había encontrado Boleslawsky-Guimard (1954) –nó-
dónde poner la trampa precisa a tese que Keres está haciendo re-
su propio autor. ferencia a una partida que se jugó
A continuación la interesante muchos años después de la tex-
partida. tual– el negro consiguió mejor jue-
go después de 7 ... cd 8. ¤xd4 ¥c5
9. ¥b5 0-0!»
Rudolf Spielmann-Paul Keres
Teniendo en cuenta que la
7ª ronda del Torneo de
partida con Spielmann se desa-
Noordwijk aan Zee, Países Bajos,
rrolla en 1938, no se entiende qué
junio de 1938
relación tiene el hecho con la par-
tida de Boleslavsky jugada 16
➪ 5 ... c5 años después.
En la actualidad la variante 6.
8
¤f3 ¤c6 7. ¥e3 se continúa ju-
7 gando con relativa regularidad,
6 como se muestra en los ejemplos
5
siguientes:
4 A) 7 ... cxd4. Una continuación
3 que habitualmente utiliza Gure-
vich. Algunas de sus partidas han
2
seguido el siguiente desarrollo: 8.
1
¤xd4 ¥c5 9. £d2 (en vez de la an-
a b c d e f g h tigua 9. ¥b5 0-0!) 9 ... 0–0 10. 0–0–0
Jugada que Keres denomina a6 11. h4 (aquí Nunn, considerado
Variante Pirc, y que era el punto un especialista en la Variante Stei-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 67

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 67

nitz, introdujo 11. ¤ce2 £c7 12. h4, da por Karpov.) 12. .b5 13. ¤c5 a5
que merece atención) 11 ... ¤xd4 14. a3 0–0 15. 0–0 axb4 16. axb4
12. ¥xd4 b5 y ahora: ¦xa1 17. £xa1 ¤xc5 18. dxc5 f6
a1) 13. ¤e2 a5 14. £e3 £c7 15. 19. exf6 ¥xf6 20. g5! ¥d8 21. £c1
¥xc5 ¤xc5 16. ¤d4 b4 17. g4 £b8 22. £d2 ¥c7 23. ¤d4 ¤xd4
¥a6?! (17 ... a4!?) 18. f5 ¤e4 19. 24. £xd4 ¥b7 25. £d2! d4 26.
fxe6 £xe5 20. exf7+ ¦xf7 21. ¥g2! cxd4 £a8 27. ¥g4 ¥d5 28. £e1!
¦c8 22. ¦he1 1/2–1/2 en 56 juga- £a2 29. ¦f2 £b3. 1/2–1/2 en 70
das, Gata Kamsky-Mijaíl Guré- jugadas; Kamsky-Baréiev; 5ª ron-
vich; Belgrado, noviembre de 1991. da del Torneo de Madrid (Espa-
a2) 13. ¦h3 ¥b7 14. ¦g3 (14. ña), mayo de 1994.
g4 b4 15. ¤e2 a5 16. g5 ¥a6 17. h5 b1b) 12. a3 f5 13. ¦g1 ¤f8 14.
¦c8 18. ¢b1 £b6 19. g6 h6 20. g4 fxg4 15. ¦xg4 g6 16. ¥f2 b6 17.
¦e3 ¥xe2 21. ¦xe2 a4 22. ¥h3 b3 ¤b2 ¥d7 18. a4 a6 19. £b1 £b7
23. cxb3 axb3 24. a3 fxg6 25. hxg6 20. ¤d1 b5 21. axb5 axb5 22. ¤e3
¥xd4 26. £xd4 ¦c5 27. £a4 ¦d8 ¦xa1 23. £xa1 ¥d8 24. ¢d2 ¤e7
28. ¦e3 ¦c4 29. £xb3 £c6 30. ¦c3 25. ¥h4 ¤f5 26. ¥xd8 ¢xd8 27.
¤f8 31. £xc4 dxc4 32. ¦xd8 £e4+ ¦g1. 1–0 en 57 jugadas; Short-Lev
33. ¢a2 £xg6 34. ¦xc4; 1–0; Psajis; 8ª ronda de la Olimpiada
Gruendfeld-Gurévich; 3ª ronda de Moscú, noviembre de 1994.
del Torneo de Haifa (Israel), ene- b2) 9 ... b6 10. ¥d2 c4 11. b4
ro de 1995) 14 ... b4 15. ¤a4 ¥xd4 £a6 12. a3 b5 13. ¤c5 £b6 14.
16. £xd4 £a5 17. b3 ¥c6 18. ¤b2 ¥e2 a5 15. 0–0 ¤xc5 16. bxc5
¤c5 19. ¥d3 ¦fd8 20. f5 exf5 21. £b7 17. ¦b1 ¥d7 18. ¦b2 ¥e7
¥xf5 ¤e4 22. ¥xe4 dxe4 23. ¤c4 19. £b1 ¦b8 20. ¥d1 h5 21. ¥c2
¦xd4 24. ¤xa5 ¦xd1+ 25. ¢xd1. g6 22. ¥xg6 fxg6 23. £xg6+ ¢d8
0–1 en 44 jugadas; Dutreeuw-Gu- 24. f5 ¢c7 25. f6 ¥f8 26. ¤g5 £a6
révich; Torneo abierto de Bruse- 27. ¤h7. 1–0 en 40 jugadas; Erik
las, abril de 1995. Van den Doel-Henk Vedder; 11ª
B) 7 ... £b6. Una de las conti- ronda del II Torneo abierto en
nuaciones más populares, estu- memoria de Donner, Ámster-
diada por Karpov en su libro so- dam, agosto de 1995.
bre aperturas semiabiertas. Las b3) 9 ... cxd4 10. b4 ¤xb4 11.
blancas optan por expulsar la da- cxb4 ¥xb4+ 12. ¥d2 ¥xd2+ 13.
ma y entonces 8. ¤a4 £a5+ 9. c3 ¤xd2 g5 14. ¦b1 gxf4 15. ¥b5
con las siguientes posibilidades: ¦b8 16. ¤c5 £c3 17. ¤d3 a6 18.
b1) 9 ... c4 10. b4 £c7 11. ¥e2 ¦c1 £a3 19. £b3! £a5 20. ¥xd7+
¥e7 ¥xd7 21. ¤xf4 ¦g8 22. £d3 ¦g5
b1a) 12. g4! (superior a 12. 0-0 23. 0–0 ¦f5 24. ¤b3 £b6 25. ¦f2
0-0, como la partida Murray ¥b5 26. £g3 ¦d8 27. ¤h5 ¦xf2
Chandler-Rafael Vaganián; San 28. £xf2 ¥c4 29. ¤f6+ ¢f8 30.
Petersburgo, mayo de 1987, cita- ¤xd4 ¥xa2 31. ¤d7+ 1–0; Short-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 68

68 LOS APORTES DE PAUL KERES

Timman; Ámsterdam, mayo de 11. ¥d2 ¤c6 12. ¤b5 £b6 13.
1994. 0–0–0 ¥d7 14. ¤d6 ¤a4 15. ¥b5
Antes de continuar, conviene ¤d4 16. ¥e3 ¤e2+ 17. ¥xe2
incluir un ejemplo del legendario £xb2+ 18. ¢d2 £b4+ 19. ¢c1
Sultan Jan, en el que luego de 6. ¤c3 20. ¦de1 ¤xa2+ 21. ¢d1
¤f3 ¤c6 7. ¤e2, tuvo que vérse- ¤c3+ 22. ¢c1 d4 23. ¥f2 ¦fc8 24.
las en serio con Tartakower, en ¥d3 ¤a2+ 25. ¢d1 ¤c3+ 26. ¢c1
Semmering (Austria), 1931, que ¦c5 27. £h4 ¦a5 28. ¢d2 h6 29. g4
introdujo maniobras tácticas tras fxg4 30. ¦xg4 ¢h8 31. £xh6+ 1–0;
7 ... cxd4 8. ¤exd4 ¤xd4 9. £xd4 Fischer-Pal Benko; 22ª ronda del
¥c5 10. £d3 £b6 11. ¥e2 f6 12. Torneo de Candidatos de Cura-
£b3 ¥f2+ 13. ¢d1 0-0 14. £xb6 zao, 14 de junio de 1962). 10. g4
¥xb6 15. ¥d3 ¤c5, aunque la £e7 11. gxf5 ¤b4 12. ¤f3 exf5 13.
partida concluyó con victoria del a3 ¤xd3+ 14. cxd3 ¤f6 15. £g2 d4
blanco, en un complicado final de 16. ¤e2 ¤h5 17. ¦g1 a5 18. £h3
torres. 1–0 en 87 jugadas; Mir Sul- £e8 19. ¦g5 h6 20. ¦xh5 £g6 21.
tan Jan-Tartakower; 5ª ronda del ¥d2 ¥d7 22. ¢f2 ¥e8 23. ¦h4
duelo, Semmering, 1931. ¥e7 24. ¦g1 ¥xh4+ 25. £xh4 £a6
Regresando a la partida Spiel- 26. ¤fxd4 ¢h7 27. ¥c3 £xd3 28.
mann - Keres, se continuó con: ¤e6 ¦g8 29. ¤g5+ ¢g6 30. e6 h5
➪ 6 ... ¤c6 31. ¤f7+ 1–0; Emmanuel Lasker-
Isidor Gunsberg; 11ª ronda del
Desde tiempos de Lasker se Torneo de Hastings, 19 de agosto
ha dicho que no conviene a las de 1895.
negras apurarse por tomar el pe-
ón con 6 ... ¥xc5. Quizás algunos ➪ 7. a3
ejemplos sirvan para llamar la Una jugada débil que no enca-
atención sobre el asunto. ja en el estilo de Spielmann. Aquí
Lo habitual es seguir con 7. se ha recomendado 7. ¤f3, como
£g4 0–0 8. ¥d3 en la partida Korchnói-Stahlberg;
(8. ¤f3 f5 9. £h3 £e8 10. ¥d3 8ª ronda del Torneo de Bucarest
¤c6 11. ¤b5 £g6 12. c3 ¤b6 13. (Rumanía), 1954, que continuó
b4 ¥e7 14. ¦g1 £g4 15. £xg4 fxg4 con 7 ... ¥xc5 8. ¥d3 a6 9. £e2
16. ¤fd4 ¤xd4 17. ¤xd4 ¥d7 18. ¤d4 10. ¤xd4 ¥xd4 11. ¥e3
¥e2 h5 19. h3 gxh3 20. gxh3 ¦ac8 ¥xe3 12. £xe3 £b6 13. £xb6
21. ¥d2 ¤a4 22. ¦c1 a5 23. bxa5 ¤xb6 14. ¤e2 ¥d7 15. ¤d4 ¤c8
¥a3 24. ¦b1 ¤xc3 25. ¥xc3 ¦xc3 16. ¢d2 ¤e7 17. c3 ¤c6 y las
26. ¦xb7; 1–0 en 39 jugadas; Capa- blancas conservan una ligera ven-
blanca-Brackett; encuentro Co- taja, que lentamente las condujo
lumbia-Harvard, Nueva York, 20 hacia la victoria.
de diciembre de 1906). 8 ... f5 9.
➪ 7 ... ¥xc5
£h3 ¤c6 (9 ... ¥xg1 10. ¦xg1 ¤c5
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CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 69

No resulta mejor 7 ... ¤xc5 8. de que, mejorando las condiciones


b4 ¤d7 9. ¥d3 a5 10. b5 como en para la defensa, el juego negro
una memorable partida de Pills- puede resultar superior; todo lo
bury contra Lasker, en la que lue- que hace falta es una sencilla juga-
go de 10 ... ¤cb8 11. ¤f3 ¤c5 12. da defensiva, y esa es la que ha en-
¥e3 ¤bd7 las negras han dedica- contrado, en su mesa de trabajo, el
do varias jugadas a «pasear» sus genio laborioso de Paul Keres...
caballos por el flanco dama, en
➪ 8 ... g6!
tanto que Pillsbury lo dispone to-
do para que su genio creativo se Según Keres esto era nuevo,
ocupe de hacer el resto: 13. 00 g6 dado que lo habitual era 8 ... 0–0
14. ¤e2 ¥e7 15. £e1 ¤b6 16. 9. ¤f3 ¤d4 10. ¥d3 f5 11. £h3 a6
¤fd4 ¥d7 17. £f2 ¤ba4 18. ¦ab1 seguido de ...b5, con buen juego
h5 19. b6!? ¤xd3 20. cxd3 ¥xa3 para el negro, pero deja posibili-
21. f5! iniciando un fuerte ataque dades en el flanco rey, que se evi-
que obliga al sacrificio de la dama tan con la movida del texto. Por
negra: 21 ... gxf5 22. ¤f4! h4 23. ejemplo: 8 ... 0–0 9.¥d3 f5 10. £h3
¦a1 ¥e7 24. ¦xa4! ¥xa4 25. h6 11. g4 ¤d4 12. ¤ge2 £h4+ 13.
¤dxe6!! fxe6 26. ¤xe6, etc. 1–0 £xh4 ¤f3+ 14. ¢f1 ¤xh4 15. gxf5
en 50 jugadas; Harry Nelson Pills- ¤xf5 16. ¥xf5 ¦xf5 17. ¤a4 ¥e7
bury-Emmanuel Lasker; 9ª ronda 18. ¤d4 ¦f7 19. ¢e2 ¤f8 20. ¦g1
del Torneo de Núremberg, 29 de b6 21. b4 ¥d7 22. ¤c3 ¦c8 23.
julio de 1896. ¢d3 ¢h7 24. ¥d2 ¤g6 25. ¦xg6
➪ 8. £g4 ¢xg6 26. f5+ ¦xf5 27. ¤xf5 ¢xf5
28. ¦f1+ ¢g6 29. ¥e3 ¦f8 30.
8 ¦g1+ ¢h7 31. ¢d4 ¦c8 32. ¢d3
7
¥e8 33. ¢d2 ¥g6 34. ¦c1 d4 0–1
en 34 jugadas; Emil Schallopp-
6
Geza Maroczy; Núremberg, 1896.
5
➪ 9. ¤f3 a6 10. ¥d3 b5 11. b4
4
¥a7 12. h4 h5 13. £g3 £e7?
3

2
Una imprecisión que permite al
blanco tomar la iniciativa. Según
1
Keres, lo indicado era 13 ... ¤d4.
a b c d e f g h
➪ 14. f5! ¥b8! 15. fxg6?
Hasta aquí todo ha marchado Keres opina que esta jugada
por los senderos conocidos, con demuestra que Spielmann no es-
supuesta ventaja estratégica blan- taba preparado, pues desaprove-
ca, pero Keres ha valorado muy cha la posibilidad de iniciar un
bien la posición y se ha percatado fuerte ataque haciendo 15. ¥f4!.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 70

70 LOS APORTES DE PAUL KERES

➪ 15 ... ¤dxe5! ➪ 16. gxf7+ £xf7 17. ¤g5 £f6


18. ¦f1 ¤g4 19. £f3 £xc3+ 20.
Parando en seco el posible
¢d1 £g7 21. £e2 ¦f8 22. ¦xf8+
ataque. Ahora las negras retoman
¢xf8 23. ¤xe6+ ¥xe6 24. £xe6
las acciones de forma definitiva.
¤f2+ 25. ¢e1 ¤xd3+ 26. cxd3 0–1
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 71

Defensa India de Rey

Si nos atenemos a las referen- Por el momento no podemos


cias dadas por diferentes autores hacer otra cosa que aceptar las re-
que han tratado directa o indirec- ferencias que han llegado a nues-
tamente la obra de Keres, pode- tras manos, tomarlas como ciertas,
mos afirmar que también en la y limitar el estudio a aquellas posi-
Defensa India de Rey introdujo ciones sobre las que es posible es-
ideas importantes. tablecer aportes importantes.
Sin embargo, cuando uno se
dispone a realizar su propia inves-
tigación, descubre lo increíble: las
referencias son ciertas, algunas ra- Sistema clásico
tificadas incluso por el propio Ke-
res, ¡pero las partidas fundamenta- Variante 7. dxe5
les de la India de Rey no aparecen!
En otras ocasiones sucede Durante muchos años, después
exactamente lo contrario: Keres de 1. d4 ¤f6 2. c4 g6 3. ¤c3 ¥g7 4.
fue implacable jugando contra la e4 d6 5. ¤f3 0–0 6. ¥e2 e5, las
Winawer, en la Defensa Francesa; blancas optaban por jugar con más
sus partidas están ahí. Pero, salvo frecuencia 7. 0–0, 7. d5 o incluso 7.
su victoria contra Botvínnik, en ¥e3, pero rara vez la continuación
Moscú (1948), ¡nadie dice nada 7. dxe5 dxe5 8. £xd8 ¦xd8, porque
sobre eso! se consideraba que la posición no
En resumen, de acuerdo con lo aporta ventaja a las blancas.
calculado por sus biógrafos, Keres
jugó en toda su carrera unas 1800
8
partidas oficiales, de las cuales he-
mos logrado acumular para este 7

trabajo cerca del 80%, lo que no 6


es una cifra despreciable. Y enton- 5
ces uno se pregunta: ¿Dónde están 4
las que jugó en la Variante clásica,
3
con 7. d5?; ¿por qué no encontra-
2
mos sus partidas con 3. ¥g5, que él
mismo asegura haber utilizado en 1

muchos encuentros? a b c d e f g h
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 72

72 LOS APORTES DE PAUL KERES

Esta afirmación aparece en di- la que ambas partes realizan ma-


versos libros, indicándose que no niobras que colindan con la com-
es bueno 9. ¤xe5, porque sería posición de problemas: 10 ... ¦d7
contestado con 9 ... ¤xe4 10. ¤xe4 (o la antigua jugada 10 ... ¤xd5 10.
¥xe5 11. 0–0 ¤c6 12. ¦e1 ¥g7 13. cxd5 c6 11. ¥g5 ¦e8 12. ¥c4 cxd5
a3 ¥f5 con posición preferible pa- 13. ¥xd5 ¤a6 14. 0-0-0 ¤c7 15.
ra el negro (Cherta); ó también 12 ¥b3 ¥e6 16. ¥xe6 ¤xe6 17. ¥e3
... ¢g7 13. a3 ¥f5 (0–1 en 45 juga- ¤d4 y el negro mantiene mejores
das; Luis Augusto Sánchez-Gué- posibilidades, aunque a la larga
ler; 12ª ronda del Torneo interzo- perdieron la partida. 1–0 en 48 ju-
nal de Saltsjobaden [Suecia], gadas; Bjorn Ahlander-Nikolaj
1952). En cuanto a 9. ¤d5, el ne- Borge; 5ª ronda del Torneo de Hi-
gro dispone simplemente de 9 ... llerood [Dinamarca], 1995) 10.
¤xd5 10. cxd5 c6; o incluso 9 ... ¤xe5 ¤xd5 11. ¤xd7 ¤b4 12.
¦d7!? 10. ¤xf6 ¥xf6 11. c5 ¤c6 ¤xb8 ¤c2+ 13. ¢d1 ¤xa1 14. ¥f4
como Ivkov-Tal; 1ª ronda, Bled, 3 ¥xb2 15. ¥xc7 a5 16. ¢d2 a4 17.
de septiembre de 1961. Sin embar- f4!! a3! 18. ¥e5! ¢f8! (18 ... ¥xe5
go, se afirma que este panorama 19. fxe5 ¦xb8 20. ¦xa1 ¥d7 21.
cambió cuando Keres introdujo ¢e3! ¥c6 22. ¥d3 ¦e8 23. ¢f4±)
–o propuso– la jugada 19. ¥xb2 axb2 20. ¢c3 ¦xa2 21.
¦b1 ¢e8! 22. ¦xb2 ¦a8 23. ¦d2!
➪ 9. ¥g5!
¥e6? 24. ¢b2 b5 25. ¤c6 bxc4 26.
Según Carlos Alberto Palacio, ¤d4 ¤b3 27. ¤xe6 fxe6 28. ¦d1!±
la idea parte de unos análisis de 1/2–1/2 en 41 jugadas; Slavisa Pe-
Borís Rytov, que fueron «exhu- ric-Olivier Renet; San Martín (Pe-
mados» por Keres, y hace re- queñas Antillas), 1993.
ferencia a la partida Rytov Gu- Retornando a la variante 9.
feld, Riga 1969, que continuó con ¥g5, el desarrollo actual de la te-
9 ... ¤bd7 10. 0–0–0 ¦f8! 11. ¤e1 oría ofrece las siguientes alterna-
c6 12. ¤c2 ¤c5 13. f3 a5 14. b3 tivas:
¦e8 15. ¦d2 indicando que las
A) 9 ... ¦e8. Jugada por Fis-
blancas están escasamente mejor.
cher contra Rudolf Teschner, en
Y aunque se sigue afirmando
1962. El juego puede seguir ahora
que ni siquiera con 9. ¥g5 logran
con 10. ¤d5 ¤xd5 11. cxd5 c6 12.
las blancas ventaja sustancial, lo
¥c4 cxd5 13. ¥xd5 ¤d7 (13 ...
cierto es que en la actualidad la
¤c6 14. ¢e2 ¤b4 15. ¥c4 ¥g4 16.
variante 7. dxe5 se juega más que
¦hc1 ¤c6 17. ¢f1 ¥xf3 18. gxf3
nunca.
¤d4 19. ¢g2 h6 20. ¥e3 g5 21.
Tampoco está claro que la res-
¥d5 ¦e7 22. ¦c5 ¦d8 23. ¦ac1
puesta 9. ¤d5 sea tan débil como
¦ed7 24. ¦c8 ¦xc8 25. ¦xc8+ ¢h7
se afirma, y esto podemos ejempli-
26. a4 ¤e2 27. b4 ¤f4+ 28. ¢f1 b6
ficarlo con la siguiente partida, en
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 73

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 73

29. ¦a8 ¤xd5 30. exd5 f5 31. a5 C) 9 ... ¦f8 10. ¤xe5! ¤xe4
1–0 en 52 jugadas; Ivkov-Zsuzsa 11. ¤xe4 ¥xe5 12. 0-0-0 ¤d7 (12
Polgar; 7ª ronda del Torneo OH- ... ¤a6 13. f4 ¥g7 14. ¤f6+ ¢h8
RA B, Ámsterdam, 1985) 14. ¦c1 15. h4!±; 12 ... ¥f5!? 13. ¤f6+
(14. ¤d2 ¤c5 15. 0-0-0 ¤e6 16. ¢g7 14. ¤d5M; Mijaíl Gólubev)
¥e3 ¤f4 17. ¥xf4 exf4 18. f3! ¥e6 13. ¦he1 ¦e8!? 14. ¥f3 ¢g7 15.
19. ¤b3 ¦e7 20. ¦d2 ¦c8+ 21. c5! ¦b8 16. ¥e32M. Yuri Kor-
¢b1 ¢f8 22. ¥xe6 fxe6 23. ¦c1 sunski-Gólubev; Novi Sad (Ser-
¦xc1+ 24. ¢xc1 M; 1/2–1/2 en 30 bia y Montenegro), 19901.
jugadas; Niaz Murshed-Alexéi D) 9 ... ¤bd7 10. 0-0-0 ¦f8 11.
Kruzmin; 4ª ronda del Torneo ¤e1 ¤c5 12. f3 (una variación de
abierto de Duhá [Qatar], 1992). la idea de Rytov, comentada por
14... h6 15. ¥e3 ¤f6 16. ¥b3 Palacio). 12 ... ¤e6 13. ¥e3 c6 14.
¤xe4 17. ¦c7 ¥e6 18. ¥xe6 ¤d3 ¤d7 15. ¦he1 ¦e8 16. b4 ¥f8
¦xe6 19. ¦xb7 ¦a6 20. a3 ¤d6 17. a3 a5 18. c5 ¦b8 19. ¤a4 axb4
21. ¦b4 ¦c6 22. 0–0 f5 23. g3 g5 20. axb4 ¦a8 21. ¤ab2 ¦a3 22.
24. ¦d1 a5 25. ¦a4 ¤c4 26. ¦c1 ¢b1 b5 23. cxb6 ¥a6 24. b7 ¦b8
¤xb2 27. ¦xc6 ¤xa4 1/2–1/2 en 25. ¦c1 ¦xb7 26. ¦xc6 ¥xd3+ 27.
41 jugadas; Teschner-Fischer; 1ª ¥xd3 ¥xb4 28. ¦e2 ¤d4 29. ¥xd4
ronda del Torneo interzonal de exd4 30. ¦a6 ¤c5 31. ¦xa3 ¥xa3
Estocolmo, 27 de enero de 1962. 0–1; Michael Bilek-Varl Juhnke;
B) 9 ... c6 10. ¤xe5 ¦e8 11. Liga alemana 1980/81, Alemania,
0–0–0 ¤a6 12. ¦d6 ¥e6. (Otras octubre de 1980.
posibilidades frecuentes son 12 ...
¤h5; 12 ... ¤xe4 y 12 ... ¦xe5) 13.
f4! h6! (Superior a 13 ... ¤c5). 14. Variante 7. d5
¥xf6 ¥xf6 15. ¦hd1 (según Korch-
nói, era preferible 15. ¤f3!? ¥xc3 1. d4 ¤f6 2. c4 g6 3. ¤c3 ¥g7
[15 ... g5? 16. f5! ¥xc3 17. fxe6 ¥g7 4. e4 d6 5. ¤f3 0–0 6. ¥e2 e5 7. d5.
18. exf7+ ¢xf7 19. ¦f1 ¢g8 20. Son muchas las derivaciones
e5±] 16. bxc3 ¤c5 17. ¤d2). 15 ... que surgen a partir de la jugada 7.
¥xe5 16. fxe5 ¦ac8 17. ¢d2 ¦e7 d5, desarrollada inicialmente con
18. ¢e3 ¦ce8 19. ¦d8 ¢f8! 20. h4 el propósito de impedir la Varian-
¤c5! y el juego terminó en tablas te Yugoslava (7 ... ¤c6), tan popu-
en 27 jugadas. Korchói–Gari Kas- lar en los años sesenta.
párov; 9ª ronda, Tilburgo (Países Por otra parte, se sabe que 7. d5
Bajos), octubre de 1991. tiene el inconveniente de permitir

1. Ninguno de estos dos jugadores ucranianos jugó la Olimpiada de Novi Sad en 1990 porque, en
ese año, todavía Ucrania formaba parte de la URSS. Salvo Kaspárov, que se medían en Lyon, ju-
garon por el equipo soviético Ivanchuk, Guélfand, Beliavski, Yusúpov, Yudasin, Baréiev. No se
sabe de más torneos disputados en Novi Sad durante el año 1990 (Nota de la Editorial
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 74

74 LOS APORTES DE PAUL KERES

el rápido avance ...f5, y por tanto, Ésa era la situación en 1963,


las blancas deben estar preparadas cuando Keres, jugando contra
para contrarrestar los efectos que Matanovic, introdujo un plan to-
se producirán en el flanco de rey. talmente nuevo al efectuar una
Pero no siempre las negras se jugada que se ha convertido en
lanzan a esa aventura, y prefieren una de las más utilizadas en nues-
optar por la tranquila continuación tros días:
7 ... ¤bd7, sin preocuparse dema-
➪ 11. h4 (D)
siado por la molesta jugada 8. ¥g5,
conocida como «clavada de Petro- Un movimiento realmente
sián», que las obliga a responder asombroso –y hasta evidente–
de inmediato con 8 ... h6, ante la que deja claro que el caballo de
amenaza del plan £d2, seguido de h5 está realmente mal ubicado;
(¥h6 y un posterior enroque a además, el avance del peón negro
conveniencia, con todo dispuesto a g4 resulta casi obligado, con lo
para el ataque en el flanco rey. cual se desmantela toda la estra-
Hasta aquí esto ha sido jugado tegia convencional de consolida-
en innumerables partidas, conti- ción del caballo en f4.
nuándose con
9. ¥h4 g5 10. ¥g3 ¤h5 8

7
8
6
7
5
6
4
5
3
4
2
3
1
2 a b c d e f g h
1
a b c d e f g h No obstante esto, ya desde los
primeros momentos las negras
Aquí las negras no están obli-
probaron con trasladar de inme-
gadas a «cazar» el alfil, pero co-
diato el caballo a f4, y realmente
mo regla es la opción a tomar, y
no puede decirse que el resultado
es en particular la situación a la
sea malo, sólo que parece que la
que queríamos llegar.
jugada no ha sido suficientemen-
En esta posición las blancas han
te estudiada. Un ejemplo intere-
respondido comúnmente con 11. 0-
sante se dio en la partida Hans
0, pero el juego negro se activa lue-
Guenther Kestler-Hans Ree; 4ª
go de 11 ... ¤f4 12. ¤d2 f5, y esto ha
ronda del Campeonato de Euro-
motivado que las blancas busquen
pa por equipos, Hansburgo, 1965,
otras alternativas compensatorias.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 75

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 75

que continuó con 11 ... ¤f4 12. cual se expusieron conclusiones


hxg5 hxg5 13. 0-0 (no 13. ¥f1 f5 que explican el propósito de las
14. ¤d2 ¤c5 15. £c2 c6 16. f3 ideas que condujeron a Keres a
cxd5 17. cxd5 fxe4 18. ¤dxe4 pensar en la jugada 11. h4!?, basa-
¤xe4 19. fxe4 a6 20. ¥f2 g4 y el das fundamentalmente en la in-
juego negro es preferible; 1/2–1/2 tención de provocar una situa-
en 41 jugadas; Ivo Nei-Leonid ción de bloqueo que dificulte el
Stein; XXXI Campeonato de la avance del peón negro a f5.
URSS) 13 ... ¦e8 14. ¤h2 ¤xe2+ Keres continuó con 15. ¥d3
15. £xe2 ¤f8!? 16. f3 ¤g6 17. ¤f6 16. £e2 ¤e8 17. ¦f2 ¤g7?
£d2 ¥f8 18. ¥f2 ¢g7 estable- Aquí Pachmann recomienda 17 ...
ciéndose un equilibrio que termi- a5 ó 17 ... c6, pero esto tampoco
nó en empate tras los cambios fue suficiente en la partida Sulkin-
que siguieron con 19. ¥e3 ¥e7 Vooremaa, A/ USSR, 1968, en la
20. g3 ¦h8 21. ¤g4 ¥xg4 22. fxg4 que las blancas quedaron muy
£d7 23. £e2 ¤f4 24. ¥xf4 gxf4 bien luego de 17 ... a5 18. ¤f1 f6 19.
25. ¢g2 fxg3 26. ¦h1 ¦h2+ 27. ¤e3 ¤g7 20. ¦af1 obteniendo un
¦xh2 gxh2 28. ¦h1 ¦h8 29. ¦xh2 armónico desarrollo que les con-
¦xh2+ 30. ¢xh2 ¥g5 31. ¢g2 dujo al triunfo luego de 20 ... c6 21.
¥f4 32. £f3 £d8 33. ¤e2 1/2-1/2 c5 dxc5 22. ¤c4 ¤e8 23. dxc6 bxc6
En la partida original el juego 24. ¤xe5! con ventaja decisiva. 24
continuó con 11 ... g4 y después de ... ¢g7 25. ¢h2 £d4 26. ¤xc6 £e3
12. ¤d2 ¤xg3 13. fxg3 h5 14. 0–0 27. £c2 c4 28. ¥xc4 £c5 29. ¥d5
¥h6 se alcanzó la situación que f5 30. £d3 £e3 31. £d4+ ¢h7 32.
muestra el diagrama siguiente. ¤d1 £xd4 33. ¤xd4 ¦b8 34. ¤xf5
¥xf5 35. ¦xf5 1-0)
8 Por último, en la partida temáti-
7 ca se jugó 18. ¦af1 f6 19. ¢h2 ¥d7
6
20. b4 y las blancas están mejor.
1–0 en 43 jugadas; Keres-Matano-
5
vic; 10ª ronda del Torneo a la me-
4 moria de Alekhine, Moscú, 1963.
3 Hasta aquí el origen de la historia.
2 Comenzó entonces una lucha
teórica entre blancas y negras,
1
que perdura hasta nuestros días...
a b c d e f g h
En el artículo mencionado,
Cuesta aclara que los análisis pos-
Esta posición fue ampliamen-
teriores demostraron que contra
te analizada en el artículo “¿Es-
la jugada 12. ¤d2 podía jugarse
tructuralismo?”, publicado por
de inmediato 12 ... f5!, lo cual re-
Óscar Cuesta en la revista cubana
suelve muchos problemas luego
Jaque Mate, Nº 6 de 1970, en el
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 76

76 LOS APORTES DE PAUL KERES

de 13. exf5 ¤df6 ya que no se Ahora no es posible continuar


puede seguir con 14. ¥xg4 por con 12 ... f5?! por 13. exf5 ¤df6 14.
14... ¤xg3 15. fxg3 ¤xg4 16. £xg4 ¥xg4! con evidente ventaja.
¥xf5 17. £e2 e4! con ventaja. Un nuevo intento de activar el
Quizás uno de los ejemplos juego negro se da en la partida
más ilustrativos de esta continua- Enver Bukic-Gligoric; Budva
ción sea el de la partida Yuri Ba- (Serbia y Montenegro), 1967, en
láshov-Vladímir Tukmákov; Cam- la que el gran maestro Sverozar
peonato de la URSS por equipos, Gligoric –doce veces campeón
Moscú, 1966, en la que luego de yugoslavo– se decide por sacrifi-
12. ¤d2 f5 13. exf5 ¤df6 el blanco car el peón haciendo, luego de 12.
optó por 14. ¤f1 ¥xf5 15. ¤e3 ¤h2 f5 13. exf5, la jugada 13 ...
£d7 16. 0-0 ¤f4 para tratar de to- ¤c5. Sin embargo, con 14. ¤xg4
mar la iniciativa con 17. c5!? dxc5 ¤xg3 15. fxg3 ¥xf5 16. 0-0 e4 17.
18. £b3 ¢h8 19. ¦ad1; pero el ne- £d2 ¥xg4 18. ¥xg4 £e7 19.
gro jugó sin inmutarse 19 ... ¤e4 ¦xf8+ ¦xf8 20. ¦e1 £e5 21. ¢h2
20. ¥b5 £f7 21. ¤xf5 £xf5 22. ¦f6 22. £e2 ¦g6 23. ¦f1 ¥f6 24.
¥d7 £xd7 23. ¤xe4 b6, y conser- ¦f5 £e7 25. ¥h5 ¦g7 26. ¢h3
vó el peón., que en definitiva de- ¥xc3 27. bxc3 ¢h7 28. £e3 ¤d7
terminó en el desenlace posterior 29. £f4 e3 30. ¥e2 las blancas lo-
de la partida. graron parar las principales ame-
Fue precisamente Keres quien nazas, ganando la partida en la ju-
revitalizó la idea inicial, cuando gada quincuagésimo quinta.
en una partida contra Edgar Pero todo no esta dicho; una
Walther en la fase preliminar de prueba de que existen posibilida-
la Olimpiada de Tel Aviv (Israel) des ocultas en la posición es la si-
de 1964, mejoró la variante ha- guiente partida, jugada hace sólo
ciendo, contra 11 ... g4, la sencilla unos meses, es decir, casi 30 años
después.
➪ 12. ¤h2!

8
Patrik Lyrberg-Dirk Poldant
5ª ronda del Torneo abierto de
7
Ginebra, Suiza, 1995
6

5 1. d4 ¤f6 2. c4 g6 3. ¤c3 ¥g7


4 4. e4 d6 5. ¤f3 0-0 6. ¥e2 e5 7. d5
¤bd7 8. ¥g5 h6 9. ¥h4 g5 10.
3
¥g3 ¤h5 11. h4 g4 12. ¤h2 conti-
2
nuando con:
1
➪ 12 ... f5 13. exf5 ¤c5 14. ¥xg4
a b c d e f g h
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 77

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 77

Una idea, posiblemente cues- ➪ 23 ... ¤e4+ 24. c5.


tionable, que conduce hacia com-
Con el propósito de obligar a
plicaciones que hacen de la parti-
que la dama ocupe la casilla c5,
da un ejemplo notable.
para preparar el golpe que sigue,
➪ 14 ... ¤xg3 15. fxg3 ¥xf5 16. pero todo esto no son más que
0-0 fuegos artificiales que pronto em-
En una partida, también de pezarán a extinguirse.
1995 –lo que demuestra que la lí- ➪ 24 ... £xc5+ 25. ¢h2 ¤xg5
nea sigue viva a pesar del tiem- 26. ¦xf6
po– Ivkov intentó evitar la ma-
niobra negra que sigue haciendo En realidad las blancas no tie-
16. ¥xf5 ¦xf5 17. £g4 £d7 18. nen jugadas. Si 26. ¦xb7 ¥xc3 27.
¤e4 ¦af8 19. 0-0-0 £a4 20. ¤xc5 ¦xf8+ ¦xf8 28. bxc3 ¤f7 y para
dxc5 21. ¦hf1 h5 22. £e2 ¥h6+ poder seguir hace falta otro caba-
23. ¢b1 ¦f2 0–1 en 31 jugadas; llo en el tablero...
Ívkov-Zigurds Lanka; Hotel Mar- ➪ 26 ... ¦xf6 27. ¤e4 £e3 28.
tínez, 6ª ronda, Cannes (Francia), £d7 £xe4! 29. hxg5
julio de 1995.
En caso de 29. ¦xe4 ¤xe4 30.
➪ 16 ... ¥d3 17. ¥e2 e4 18.
£xb7 ¦g8 31. dxc6 d2-+
¥xd3 exd3 19. £g4 ¢h8 20. ¤f3
En otra de las partidas recien- ➪ 29 ... £f5 30. gxf6 £xd7 31.
tes, el blanco decidió simplificar, y ¦xd7 d2 32. dxc6 d1£ 33. c7
quedó con peón de más luego de £h5+
20. ¦xf8+ £xf8 21. ¦f1 £e7 22. Y el blanco abandona.
¤f3 ¦f8 23. ¦e1 £d7 24. £xd7
¤xd7 25. ¦e3 ¤b6 26. ¦xd3 y las Volvamos a la posición luego
blancas no tuvieron problemas pa- de la jugada 11. h4.
ra ganar la partida. 1–0 en 41 juga- 8
das; Lyberg-Eric Brondum; 4ª ron-
7
da del Torneo abierto de Copen-
hague (Dinamarca), junio de 1995. 6

➪ 20 ... c6 21. ¦ae1 £b6 22. 5


¦e7 ¥f6 23. ¤g5?!... 4

La posición es tremendamen- 3
te complicada, para tener que re- 2
solver todos los problemas contra 1
reloj. Aquí al menos había tablas
a b c d e f g h
con 23. £g6 ¥xe7 24. £xh6+ ¢g8
25. £g6+; pero evidentemente las Era de suponer que las negras
blancas aspiraban a ganar. también probaran suerte con 11 ...
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 78

78 LOS APORTES DE PAUL KERES

¤xg3 12. fxg3 gxh4 13. ¤xh4 y ner el ataque, aunque no sin pro-
ahora 13 ... £g5. Aquí es de interés blemas. Por ejemplo:
la partida Baláshov-Jonathan Pen-
➪ 13 ... h5 14. 0-0 ¥h6 15.
rose; 3ª ronda del Torneo de Has-
¥xg4?! hxg4 16. ¤xg4 ¥g7 17.
tings 66/67, diciembre de 1966. En
£f3
ella se continuó con 14. ¥g4 [14.
¤f5 ¤f6 15. g4 ¥xf5 16. exf5 e4 17. Pero ahora respondió con 17 ...
0-0 ¦fe8] 14 ... ¤c5 15. ¥xc8 f5?! cuando lo indicado era 17 ...
£xg3+ 16. ¢f1 ¦axc8 17. ¤f5 ¤b6! 18. ¤e3 ¥h63 sin mayores
£f4+ 18. £f3 ¢h7 19. ¢e2 ¦h8 20. problemas. El curso de la partida
¦h4 £xf3+ 21. gxf3 ¦cg8, pero es- fue 18. exf5 ¤c5 19. ¤e3 e4 20.
to fue fatal: 22. ¦ah1 ¦a8 23. ¤d1 ¤xe4 ¤xe4 21. £xe4 £f6 22. ¦ad1
¤d7 24. ¤de3 ¢g8 25. ¦g1 ¦h7 ¥d7 23. ¦f2 ¦ae8 24. £d3 £e5 25.
26. ¦hg4; y el negro abandonó. ¦f3 £xb2 26. g4 y la avalancha de
peones resultó imparable. 26 ...
8 ¥a4 27. ¦d2 £c1+ 28. ¢h2 £e1
7 29. g3 ¦e7 30. g5 ¥e5 31. f6 ¦h7
32. ¤g2 £c1 33. g6 ¦h5 34. ¦df2
6
£a1 35. ¤f4 ¥xf4 36. ¦xf4 ¥d7
5
37. £f3 ¦h6 38. h5 £e5 39. ¦h4 a5
4 40. ¢g2 a4 41. a3 1–0; Anthony
3 Heyns-Slim Buaziz; Olimpiada de
2
Lugano (Suiza), 17 de octubre de
1968.
1
Durante muchos años esto
a b c d e f g h
quedó «archivado», pero una vez
Posición después de 12 ¤h2 más Ivkov se ocupó de revitalizar
el sacrificio, al mejorar la variante
Quizás todos estos antece- contra Gufeld, haciendo
dentes llevaron a que el negro bus-
cara mejorar aceptando la posición ➪ 17. ¤e3...
de bloqueo que se produce con Que obviamente es superior a
(Posición después de 12. h2) 17. £f3. Aquí el negro respondió
➪ 12 ... ¤xg3 13. fxg3 h5 con 17 ... c6 18. ¤f5 ¤f6 19. g4
Esto ya se jugaba allá por cxd5? que según Gufeld es infe-
1968, como una de las alternati- rior a 19 ... ¥d7 20. g5 ¤h7 con po-
vas más importantes. Inicialmen- sición incierta. Entonces Ivkov
te se pensó que era posible rom- consolidó la posición con 20. g5!M
per el bloqueo con el sacrificio di- ¤xe4 21. ¤xd5 ¥xf5 22. ¦xf5 ¦c8
recto del alfil; pero esto resulta 23. £e2! ¤g3 24. £g4 ¦xc4 [24
poco claro, dado que todo parece ... ¤xf5 25. ¤f6+!! ¢h8 29. £xf5,
indicar que el negro puede dete- con ventaja decisiva] 25. £xg3
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 79

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 79

¦d4 26. ¤f6+ ¢h8 27. ¦af1 £b6 Nuestra historia continúa aho-
28. ¤d7! ¦g4+ 29. ¤xb6 ¦xg3 30. ra en la posición que habíamos
¤d7 ¦c8 Pero ahora Ivkov omitió alcanzado después de la jugada
la jugada ganadora 31. ¢h2!, te- 14. 0-0, pero consideraremos la
niendo que conformarse con las novedad que se introduce en la
tablas luego de 31. ¦xf7?! ¦g4! 32. partida que sigue.
¤f6 ¦xh4 33. ¦xb7 a5= 34. g3 ¦b4
35. ¦a7 ¦xb2 36. ¦f2 ¦xf2 37.
¢xf2 ¥xf6 38. gxf6 ¦f8 39. ¦xa5 Vladímir Krámnik-Gari
¦xf6+ 40. ¢e3 ¢g7 41. a4 ¢g6 42. Kaspárov
¢e4 ¦f1! 43. ¦d5 ¦e1+ 44. ¢f3 1ª ronda del Torneo de Linares
¢f5 45. ¦xd6 ¦f1+ 46. ¢g2 ¦a1 (España), 9 de mayo de 1994
47. ¦a6 ¦a2+ 1/2–1/2 1/2–1/2; Iv-
kov-Eduard Gufeld; Belgrado, di- 1. ¤f3 ¤f6 2. c4 g6 3. ¤c3 ¥g7
ciembre de 1988. 4. e4 d6 5. d4 0-0 6. ¥e2 e5 7. d5
Si retornamos una vez más a ¤bd7 8. ¥g5 h6 9. ¥h4 g5 10.
los años sesenta y posteriores, po- ¥g3 ¤h5 11. h4 g4 12. ¤h2 ¤xg3
dremos explicar que Vlasimil Hort 13. fxg3 h5 14. 0-0
–un conocedor de esta variante–
optó por preparar primero el 8

avance, antes que lanzarse a un 7


ataque estilo «kamikaze». Movió 6
contra Jamosevic: 15. ¥d3 ¤c5 16.
5
¥c2 (16. £e2 c6 17. ¢h1 a5 18.
4
¦f2 ¢g7 19. ¦d1 ¥f4 20. gxf4 g3
21. ¤f3 exf4 22. ¦ff1 ¥g4 con ata- 3
que. 0–1 en 40 jugadas; Klaus Bis- 2
choff-Michael Wilder; Campeona- 1
to del Mundo por equipos, Men- a b c d e f g h
doza [Argentina], agosto de 1985)
16 ... a5 17. £e2 f6 18. ¦f2 c6 19. Ya hemos visto que las negras
¦d1 a4 20. ¤f1 y el dominio de las habían investigado fundamen-
casillas centrales será muy fuerte talmente la línea 14 ... ¥h6 y sus
después de que el caballo blanco ramificaciones. Existen, por su-
ocupe la casilla e3. La partida con- puesto, otras posibilidades menos
tinuó con 20 ... .¢g7 21. ¤e3 £b6 estudiadas, como por ejemplo, 14
22. dxc6 bxc6 23. ¦xd6 ¤b3 24. ... a5 15. ¦f5 ¤f6 16. ¦f2 ¥h6 17.
axb3 ¥xe3 25. ¤xa4 ¦xa4 26. ¤f1 ¤d7 18. ¥d3 ¤c5 19. £e2
bxa4 f5 27. exf5 ¥xf5 28. ¢h2 ¤xd3 20. £xd3 £e7 21. ¤e3
¥xf2 29. £xe5+ ¢g8 30. ¥xf5 1–0; ¥xe3 22. £xe3 f5?! 23. ¦af1! que
Hort-Janosevic; 8ª ronda del Tor- proporciona al blanco ventaja de-
neo de Wijk aan Zee, 1970. cisiva, con sencillo pero intere-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 80

80 LOS APORTES DE PAUL KERES

sante desenlace final: 23 ... f4 24. 8


gxf4 £xh4 25. g3 £e7 26. fxe5 7
¦xf2 27. £xf2 dxe5 28. d6 cxd6
6
29. ¤d5 £g7 30. ¤f6+ ¢h8 31.
¤e8 1–0; Yusúpov-Aron Antunes 5

Correa; Campeonato del Mundo 4


por equipos, Mendoza, agosto de 3
1985. 2
Resulta curioso, sin embargo,
1
que en una posición tan revisada,
nadie antes que Kasparov haya a b c d e f g h

decidido introducir la jugada La posición es complicada. El


➪ 14 ... f5!? resto del encuentro fue como si-
gue:
A primera vista se aprecia que 24. ... £f6 25. ¤f1 (25. c5!?) 25
las negras están posibilitando la ... ¦e5 26. ¦d1!? £f5! 27. £xf5
apertura de líneas tras el sacrifi- ¦xf5 28. c5 ¥f8 29. ¤e3 ¦f6 30.
cio indirecto de un peón. ¤c4!? dxc5 31. b5 ¥h6? 32. ¦e1±
➪ 15. exf5 ¦e8 33. ¦e5 (33. ¢h2!? ¥f8 [33 ...
¦e7 34. d6!] 34. ¦e5 ¦h6 35.
Después de la partida los co- ¦g5+) 33 ... ¦e7 34. ¦xh5 ¦ef7 35.
mentaristas propusieron la juga- ¢h2 ¥c1 36. ¦e5 (36. ¤e5 ¦f5!)
da 15. ¦xf5!?, que evidentemente 36 ... ¦f1 37. ¦e4 ¦d1 38. ¦xg4+
reduce la fuerza de la continua- ¢h7? (38 ... ¢h8 39. ¦e4 ¦xd5 40.
ción que sigue. ¤e5! ¦f6 41. ¤f3±, ∆ g4-g5) 39.
➪ 15 ... ¤c5 16. b4 ¤e5 ¦e7 (39 ... ¦ff1 40. ¦g7++-)
40. ¤f8+ y las negras abandonan.
Otra sugerencia en esta posi- Hubiera seguido 40... ¢h6 41.
ción es 16. ¥d3, que evita la fuerza ¦g6+ ¢h5 42. g4+ ¢xh4 43. g3#.
de la próxima jugada del negro. En resumen, la teoría —como
➪ 16 ... e4! 17. ¦c1 ¤d3 18. siempre— tendrá que decir la úl-
¥xd3 exd3 19. f6! tima palabra; pero aunque las pá-
ginas de este libro envejezcan, y
Es la única manera de frenar los Informadores se llenen de no-
la creciente iniciativa del negro. vedosas variantes en la Defensa
➪ 19 ... ¦xf6 20. £xd3 £f8 21. India de Rey, Keres permanecerá
¤b5!? ¥f5 22. ¦xf5 ¦xf5 23. en la esencia de cada nueva juga-
¤xc7 ¦c8 24. ¤e6 da, en tanto que los humanos no
perdamos ese placer que nos ha-
ce admirar y disfrutar el sentido
de la paternidad.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 81

Defensa Nimzoindia

También en la Defensa Nim- Sistema Keres


zoindia fue Keres un activo juga-
dor con blancas y negras, incluso Un ejemplo típico de esta ma-
dentro de una misma variante; de nera de «hacer» la apertura se da
manera que hay momentos en con las jugadas 1. d4 e6 2. c4
que el investigador queda como ¥b4+, sistema utilizado por Ke-
confundido, perdiendo el hilo de res hasta contra campeones mun-
su trabajo, dentro de esa madeja diales, en general con muy bue-
de variantes que van y vienen, sin nos resultados.
saber ya si está «con Keres o con- 8
tra Keres».
7
Pero la situación se hace más
6
compleja en este caso, por dos ra-
zones muy especiales: en primer 5

lugar, por la misma naturaleza de 4


esta defensa, en la cual las trans- 3
posiciones son numerosas, de tal 2
forma que cuando el comentaris-
1
ta se encuentra estructurando un
a b c d e f g h
árbol de una variante determina-
da, de buenas a primeras descu- Según explica Keres, el propó-
bre un conjunto de partidas que sito estratégico radica en que per-
ya han sido agrupadas en un ár- mite a las negras, en dependencia
bol diferente; y en segundo lugar, de la segunda o tercera jugada del
por la singular manera de Keres blanco, elegir entre la Defensa
en el tratamiento del planteo –as- Nimzoindia (3. ¤c3), la Defensa
pecto que ya comentábamos en Holandesa (3 ... f5), la Defensa Bo-
las páginas iniciales de este texto– goljubow (2. ¥d2), el Gambito de
y que hace que muchas de sus dama (2 ... d5), la Defensa France-
partidas transiten por un proceso sa (2. e4); y otras posibilidades, con
de posiciones irregulares, suma- la ventaja de que muchos de estos
mente flexibles, en las que Keres sistemas el negro los alcanza casi
disponía a su antojo diferentes al- siempre en situación favorable.
ternativas, según la conducta de Una segunda ventaja radica
su opositor. en que el opositor no puede dis-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 82

82 LOS APORTES DE PAUL KERES

poner de una definición inmedia- A) 4. ¤f3 ¤f6 5. g3 ¥xd2+ 6.


ta del sistema de juego, quedando ¤bxd2 d6 7. ¥g2 e5 8. £b3 0–0 9.
la posibilidad de continuar por 0–0 ¦e8 10. e3 ¤bd7 11. ¦ac1 c6
sistemas irregulares, donde el ju- 12. c5 dxc5 13. dxe5 ¤xe5 14. ¤xe5
gador no preparado se siente ne- £xe5 15. £a3 £e7 16. ¤b3 b6 17.
cesariamente en desventaja psi- ¥xc6 ¥b7 18. ¥xb7 £xb7 19. £a4
cológica y estratégica. ¦ad8 20. ¦fd1 ¤e4 21. ¤d2 ¤g5
En realidad los antecedentes 0–1; Stahlberg-Keres; 6ª partida del
de esta «apertura» los encontra- duelo, Gotemburgo, 1938.
mos en partidas de los años vein- B) 4. ¤c3 f5 5. ¤f3 ¤f6 6.
te. Lovenfish la empleó contra £b3 b5 7. e3 ¥b7 8. ¥e2 0–0 9.
Rubinstein, en Moscú 1925 (1. c4 0–0 ¥xc3 10. ¥xc3 ¤e4 11. d5
e6 2. d4 ¥b4+ 3. ¥d2 ¥xd2+ 4. ¤a6 12. ¦ad1 d6 13. dxe6 ¤ac5
£xd2 f5 5. ¤c3 ¤f6 6. g3 0-0 7. 14. £c2 ¤xe6 15. b4 a5 16. a3 f4
¥g2) y Botvinnik contra Alexán- 17. ¦d3 axb4 18. axb4 ¤4g5 19.
der Budo, en Leningrado 1932 : exf4 ¤xf4 20. ¦e3 ¤xe2+ 21.
(1. d4 e6 2. c4 ¥b4+ 3. ¥d2 £xe2 ¤xf3+ 22. gxf3 £g5+ 23.
¥xd2+ 4. £xd2 ¤f6 5. ¤c3 d6 6. ¢h1 ¦xf3 24. ¦xf3 £g4 0–1 Lau-
e4 £e7 7. ¤ge2 e5 8. f3 0-0 9. g3). rine-Keres/Tallin 1937.
Una respuesta natural de las
➪ 3 ... c5
blancas en la posición de estudio
es la que se presenta en la si- La posición todavía admite va-
guiente partida. riaciones, pues aunque va camino
de una Nimzoindia, el caballo aún
se mantiene en g8, lo que permite
Gideon Stahlberg-Paul Keres
pasar a la Holandesa con 3 ... f5.
Torneo de Bad Nauheim
Así jugó Keres contra Euwe, en
(Alemania), 9ª ronda, 1936
AVRO, y el encuentro siguió con 4.
£b3 £e7 5. a3 ¥xc3+ 6. £xc3 ¤f6
➪ 3. ¤c3 7. g3 d6 8. ¤f3 b6 9. ¥g2 ¥b7 10.
Sin embargo, aquí se considera 0–0 ¤bd7 11. b4 0–0 12. ¥b2 ¦ac8
preferible hacer 3. ¤d2, pues con 13. ¦fd1 c5 14. dxc5 bxc5 15. £d3
la textual el negro puede optar por ¤b6 16. b5 ¦fd8 17. a4 d5 18. cxd5
una Holandesa con una buena es- ¦xd5 19. £c2 ¦xd1+ 20. £xd1 ¤c4
tructura tras 3. ¥xc3+ bxc3 4. f5. 21. ¥c1 y acordaron el empate en
Con frecuencia las blancas 40 jugadas. Euwe-Keres; Torneo
prefieren responder 3. ¥d2, con- AVRO, Países Bajos, 1938.
tra lo cual Keres respondía siem- ➪ 4. e3
pre con 3 ... £e7, que él conside-
raba como satisfactoria para las En el mismo torneo Alekhine
negras. Dos de sus partidas tuvie- respondió 4. dxc5 ¥xc3+ 5. bxc3
ron el siguiente desarrollo: £a5 6. ¤f3 ¤f6 7. e3 0-0 8. ¤d4
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 83

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 83

¤e4 9. ¥b2 ¤xc5 10. ¤b3 £c7 de la elite mundial. Sirván de


11. ¤xc5 £xc5 12. £b3 d6 13. ejemplo las siguientes partidas:
¦d1 ¦d8 14. ¥a3 £e5 15. c5 d5 1. d4 e6 2. c4 ¥b4+ con alter-
16. c4 ¤c6 con posición complica- nativas como:
da. 1/2–1/2 en 55 jugadas; Alekhi- A) 3. ¤d2 f5
ne-Keres; 5ª ronda del Torneo de a1) 4. e3 ¤f6 5. ¤gf3 0-0 6.
Bad Nauheim, 1936. ¥d3 b6 7. £c2 ¥b7 8. 0-0 a5 9. a3
¥xd2 10. ¤xd2 a4 11. f3 c5 12. b3
➪ 4 ... ¤f6 5. a3
axb3 13. ¤xb3 £e7 14. ¥b2 ¤c6
Aquí se recomienda 5. ¤ge2 15. ¦ae1 d6 16. ¤d2 ¦ae8 17. d5
cxd4 6. exd4. Así jugaron Capa- ¤e5 18. dxe6 ¤xd3 19. £xd3
blanca y Keres, en AVRO. La par- £xe6 20. ¥xf6 ¦xf6 21. e4 ¦a8
tida continuó con 6 ... 0–0 7. a3 22. exf5 £xf5 0–1 en 54 jugadas;
¥e7 8. ¤f4 d5 9. cxd5 ¤xd5 10. Aron Kaptsan-Bent Larsen; 1ª
¤fxd5 exd5 11. £b3 ¤c6 12. ¥e3 ronda del Torneo abierto de
¥f6 13. ¦d1 ¥g4 14. ¥e2 ¥xe2 North Bay (Canadá), 1995.
15. ¢xe2 ¦e8 16. ¢f1 ¤e7 17. g3 a2) 4. g3 ¤f6 5. ¥g2 0-0 6.
£d7 18. ¢g2 ¦ad8 19. £b5 ¤f5 ¤gf3 d6 7. 0-0 ¥xd2 8. £xd2 £e7
20. £xd7 ¦xd7 21. ¦d3 h6 22. h4 9. b3 e5 10. dxe5 dxe5 11. ¥b2 ¤c6
¦c8 1/2–1/2 en 42 jugadas; Capa- 12. ¦ad1 a5 13. £c1 ¦e8 14. ¤e1
blanca-Keres; Torneo AVRO, Paí- a4 15. ¥xc6 bxc6 16. ¤d3 axb3 17.
ses Bajos, 1938. axb3 e4 18. ¤e5 ¥b7 19. ¥c3 h6
20. £f4 ¦a3 21. £xf5 ¦xb3 1–0 en
➪ 5 ... ¥xc3+ 6. bxc3
56 jugadas; Pía Cramling-Smíslov;
Y después de 6 jugadas la parti- 8ª ronda del Torneo mujeres con-
da desemboca en posiciones nor- tra veteranos, Praga, 1995.
males de la variante Saemisch, B) 3 ... c5 4. dxc5 ¤f6 5. ¤gf3
continuando con ¥xc5 6. ¤b3 ¥e7 7. ¥f4 d6 8.
£c2 ¤c6 9. ¦d1 d5 10. a3 ¥d7 11.
➪ 6 ... 0–0 7. ¥d3 d5 8. cxd5
e4 dxe4 12. ¤fd2 a5 13. ¤xe4 a4
exd5 9. ¤e2 b6 10. 0–0 ¥a6 11.
14. ¤xf6+ ¥xf6 15. ¤c5 ¤d4 16.
¥c2 ¤c6 12. ¦e1 ¦e8 13. f3 ¦c8
¦xd4 ¥xd4 17. ¤xb7 £b6 18.
14. dxc5 bxc5 15. ¤g3 d4 16. exd4
¤d6+ ¢e7 19. ¤e4 £xb2 20.
cxd4 17. ¦xe8+ £xe8 18. cxd4
¥d6+ ¢e8 21. £xb2 ¥xb2 Tchi-
¤xd4 19. ¥a4 £e5 20. ¦b1 ¤d5
kadze, V-Eingorn, V/Berlín Sum-
21. ¥b2 ¤c3 22. ¥xc3 ¦xc3 23.
mer op (02) 1995/0-1 (57).
¢h1 h5 24. ¥d7 ¦d3 25. £a4 ¥b7
C) 3. ¥d2 a5 4. ¤f3 d5 5. ¤c3
26. ¤e4 ¥xe4 27. fxe4 ¤f3! Y las
¤f6 6. ¥g5 h6 7. ¥xf6 £xf6 8. e3 0-
blancas abandonaron.
0 9. £c2 c5 10. cxd5 exd5 11. a3
En la actualidad el sistema de ¥xc3+ 12. bxc3 c4 13. £b2 ¦a6 14.
Keres se emplea con mucha fre- £b5 £d6 15. ¥e2 ¦b6 16. £xa5
cuencia, incluidos los jugadores ¦b2 17. ¤e5 ¤d7 18. ¥f3 ¤xe5 19.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 84

84 LOS APORTES DE PAUL KERES

dxe5 £xe5 20. 0-0 ¥e6 1/2–1/2 en Según explica Keres, buscó
57 jugadas; Eric Lobron-Nigel llegar hasta esta posición en su
Short; 9ª y última ronda del Torneo partida contra Taimánov, Cam-
de Dortmund, 1995. peonato de la URSS de 1955, a
D) 3. ¤c3 ¤e7!? (algo impo- sabiendas de que en una partida
sible de hacer en una Nimzoindia anterior, Gligoric-Mark Taimá-
normal) 4. £c2 0-0 5. e3 c5 6. ¥d3 nov, Torneo de candidatos, Zu-
h6 7. a3 ¥xc3+ 8. £xc3 cxd4 9. rich, 1953, se continuó con 12.
exd4 d5 10. c5 b6 11. ¤f3 bxc5 12. 0–0 ¤d7 13. ¤d2 ¤df6 14. ¤xe4
dxc5 f6 13. b4 e5 14. ¥c2 ¥f5 15. ¥xe4 15. ¥xe4 ¤xe4 16. f3
¥b3 ¢h8 16. 0-0 d4 17. £b2 ¤xg3 17. hxg3 £d7 18. a4 a5 19.
¤bc6 18. b5 e4 19. ¤h4 ¤e5 20. c5 bxc5 20. dxc5 0–0 21. ¦fd1
¤xf5 ¤xf5 21. £e2 d3 22. £xe4 £c6 22. cxd6 cxd6 23. g4 ¦ac8
¤d4 0–1 en 52 jugadas; Borís 24. gxf5 ¦xf5 25. e4 ¦f7 26. ¦d3
Guélfand-Ulf Andersson; 1ª par- g4 27. fxg4 £xe4 28. £d2 £xg4
tida del duelo, Suecia, 1995. 29. ¦e1 ¦g7 30. ¦xd6 ¦xc3 31.
¦dxe6 ¦g3 32. ¦1e2 ¦xg2+; y se
Sistema 4. ¤f3 acordó el empate.
Aquí agrega Keres textual-
Muchas veces ocurre que cier- mente:
ta novedad se produce en cir- «Yo también había llegado a
cunstancias locales, y aún cuando esta posición en la partida Ke-
la información trasciende al pla- res -Rozdesvesky, Campeonato
no internacional, termina por pa- de Estonia 1953, y entonces ha-
sar inadvertida. llé la fuerte continuación que
Tal es el caso de la posición que hace conmover la variante del
se alcanza luego de las jugadas: negro, ya que destruye el centro
1. d4 ¤f6 2. c4 e6 3. ¤f3 b6 4. y elimina el caballo de e4».
¤c3 ¥b7 5. £c2 ¥b4 6. ¥g5 h6 7. ➪ 12. d5!
¥h4 g5 8. ¥g3 ¤e4 9. e3 ¥xc3+ No hay duda de que Keres
10. bxc3 d6 11. ¥d3 f5 jugó «al gato y el ratón» con
8
Taimanov, convencido de que
éste continuaría por el mismo
7
camino; y tenía razón, salvo en
6 un detalle....
5 ¿Qué ocurrió cinco años atrás?
4 Estamos en 1950, en Hungría,
3
y se juega en el Campeonato na-
cional la siguiente partida.
2

1
a b c d e f g h
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 85

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 85

ki; Campeonato de Estonia, Tar-


Gyorgy Szilagyi-Gedeon
tu, 1953.
Barcza
B) 18 ... a5 (Según Keres es-
VI Campeonato de Hungría,
to es lo mejor) 19. ¢f2 h5 20.
Budapest, 1950
¦ab1?! (Keres recomendó 20. e4
¥b7 21. ¤e6! amenazando, ade-
1. d4 ¤f6 2. c4 e6 3. ¤f3 b6 4. más, £c4.) 20 ... h4 21. e4 ¥b7
¤c3 ¥b7 5. £c2 ¥b4 6. ¥g5 h6 7. 22. gxh4 gxh4 23. ¤e6 ¤e5 24.
¥h4 g5 8. ¥g3 ¤e4 Llegándose £d4 ¦dg8 25. ¤xc7+ ¢b8 26.
por transposición a la variante £xb6 ¤d3+ 27. ¢f1 ¤b4 28.
principal. El juego continúa con ¦xb4 axb4 29. ¤b5 1–0; Keres-
9. e3 ¥xc3+ 10. bxc3 d6 11. ¥d3 Taimánov; XXII Campeonato de
f5 y nos encontramos en el mismo la URSS, Moscú, 1955.
punto de las partidas de referen- El desarrollo posterior del en-
cia. El hecho en sí ya resulta ex- cuentro fue no menos interesante.
traordinario, pues en 1950 no era Lo transcribimos con las notas de
normal este orden de jugadas, pe- un comentarista anónimo:
ro lo más asombroso es que, en 15. ¤xf5 ¤c5 16. ¥b5+ ¤bd7
esta posición, las blancas conti- 17. f3 (17. 00? ¥e4) 17 ... 0–0–0
nuaron con: 18. 0–0 h5 19. ¦ad1 ¥e6 (19 ...
12. d5!... ¥b7? 20. ¦xd6! cxd6 21. ¤xd6
¡Adiós novedad! ¡El mismo ¢b8 22. ¤e4+,-) 20. ¤d4 h4 21.
perro... y con el mismo collar! ¥e1 a6 22. ¥e2 ¥d5 23. c4 ¥b7
➪ 12 ... exd5 13. cxd5 ¥xd5 14. 24. ¥c3 £f7 25. ¤f5 ¦hf8 (25 ...
¤d4! £f6 ¦he8? 26. ¦xd6!) 26. ¤h6 £e7
27. ¤g4 ¢b8! 28. ¦de1 (28. h3!)
En la partida supuestamente 28 ... h3! 29. g3 (29. gxh3 ¤e5 30.
original, Rozdestvenski jugó 14 ... ¤xe5 dxe5 31. ¥b4 ¥c8!) 29 ...
¤d7 15. f3 ¤xg3 16. hxg3 £f6 17. ¤e5 30. ¤xe5 dxe5 31. ¥b4 (31.
¥xf5 0–0–0, llegándose a la posi- e4 ¤e6! 32. ¥xe5? £c5+, –+) 31
ción de la partida Keres Taimá- ... e4! 32. f4 (32. fxe4 ¦fe8!) 32 ...
nov. En ambos casos las blancas gxf4 33. exf4 (33. ¦xf4 ¦xf4 34.
hicieron 18. £a4!, que lleva a la exf4 a5! 35. ¥a3 ¦d4 36. ¥b2
siguiente bifurcación: £d6!) 33 ... £d6 34. ¥g4 ¦h8! 35.
A) 18 ... £e5 19. ¢f2 a5 20. g4 ¦d1 (35. £f2!) 35 ... £c6 36.
¦he8 21. ¦ae1 ¥b7 22. ¦xh6 £c5 ¦xd8+ ¦xd8 37. ¥xh3 ¤d3! 38.
23. ¦h7 c6 24. ¤e6 £xc3 25. ¥e1 (38. ¥c3 £c5+ 39. ¢h1 e3+
¤xd8 ¦xd8 26. £d4 £xd4 27. 40. ¥g2 ¤f2!+ 41. ¦xf2 exf2 42.
exd4 c5 28. ¦ee7 ¥c6 29. d5 ¥b5 £e2 £e3!!; y, en esta variante, si
30. ¢e3 1–0; Keres-Rozdestvens- 41. ¢g1 ¤h3!!) 38 ... £c5+ 39.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 86

86 LOS APORTES DE PAUL KERES

¢h1 e3+ 40. ¥g2 ¤xe1 41. ¦xe1 de los encuentros, incluso los de
¦d2 y las blancas abandonan. los últimos años.
Hasta aquí los detalles genera- Pero es interesante el desarro-
les de la anécdota. Keres supuso llo de la partida Hort-Robert Be-
haber encontrado una importante llin; 14ª ronda del Torneo de Has-
novedad, cuando lo cierto es que tings 1975/1976, 13 de enero de
la jugada ya tenía algunos años de 1976, en la que se jugó 12 ... ¤d7
existencia. 13. ¥xe4 fxe4 14. £xe4 £f6 15.
Mas la historia no termina aquí. 0–0 0–0–0 16. £xe6 £xe6 17.
Como antes recordamos, Keres di- dxe6 ¤c5 18. ¤d4 ¦de8 19. f3
jo: «la fuerte continuación hace ¥a6 20. ¤b5 ¦xe6 21. e4 ¢b8 22.
conmover la variante del negro», y ¦ab1 g4 23. ¦fe1 gxf3 24. gxf3 h5
pudiera pensarse que, después de 25. h4 ¦f8 26. ¦e3 ¥b7 27. ¢h2
conocerse estos encuentros, la va- ¦g6 28. ¦g1 ¦fg8 29. ¤d4 ¤d7
riante de juego hubiera desapare- 30. ¦ee1 alcanzándose el empate
cido de la práctica magistral. Pero en la jugada nº 41.
como demuestran los siguientes Si, en definitiva, las negras
ejemplos, la realidad es otra. aceptan el regalo se sigue con
Si seguimos el desarrollo de la
➪ 13. cxd5 ¥xd5 14. ¤d4 £f6
siguiente partida, jugada ¡25 años
15. f3
después!, podremos observar que
la variante no está tan muerta co- Y ahora las negras prefirieron
mo se suponía. En ella las negras continuar con
encuentran vías que merecen la
➪ 15 ... ¤c5
mayor atención, pues no está di-
cha la última pañabra. Con lo que se apartan de la
idea inicial, de la que vamos a ver
otro ejemplo: 15 ... ¤xg3 16. hxg3
Florin Gheorghiu-Jonathan ¤d7 17. ¥xf5 0–0–0 (superior a 17
Speelmann 3 ... ¤c5 18. 0–0–0 a6 19. e4 ¥f7 20.
Torneo ‘Phillips Dreco’, 7ª f4 ¢f8 21. e5! dxe5 22. fxe5 £xe5
ronda, Londres (Inglaterra), abril 23. ¦hf1 ¢g7 24. ¦de1 £d6 25.
de 1980 ¥e4; 1–0; Spasski-Juan Carlos
González; 13ª ronda del Torneo a
1. d4 ¤f6 2. c4 e6 3. ¤f3 b6 4. la memoria de Capablanca, La
¤c3 ¥b4 5. ¥g5 h6 6. ¥h4 ¥b7 Habana [Cuba], 1962). 18. £a4 a5
7. e3 g5 8. ¥g3 ¤e4 9. £c2 f5 10. 19. ¢f2 ¥b7 20. g4 £e7 21. ¤c6
¥d3 ¥xc3+ 11. bxc3 d6 12. d5 £g7 22. ¤xd8 ¦xd8 23. £d4 £f8
Después de la jugada 12. d5 24. ¦h3 ¢b8 25. ¦ah1 £f7 26. a4
Keres indicó que el cambio 12 ... ¤e5 27. ¦xh6 £a2+ 28. ¢g3 £e2
exd5 era prácticamente obligado, 29. ¦h8 ¦xh8 30. ¦xh8+ ¢a7 31.
y así han transcurrido la mayoría ¥e4 ¤xf3 32. £d3 ¤g1 33. ¢h2
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 87

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 87

¤f3+ 34. ¢g3 ¤g1 y tablas. Tal- bién la otra cara de la moneda: un
Vagarián, XLII Campeonato de la Paul Keres que, sin dejar de ser
URSS, San Petersburgo, 1974. «Eterno», fue además humano.
Un Paul Keres que no pudo con-
➪ 16. ¥xf5 ¤bd7 17. ¤b5
tar en su tiempo con la maravillo-
0–0–0 18. ¤xa7+
sa ayuda de la informática, con
O 18. ¦d1 ¥e6 19. ¥e4 ¢b8
sus gigantescas bases de datos —
20. ¦xd6 ¤e5 21. ¦xd8+ ¦xd8 22.
soporte sobre el que descansa la
0–0 ¥d7 23. ¤d4 ¥a4 24. ¥xe5
información utilizada en este li-
1–0; Zoltan Ribli-Yassar Seira-
bro— y sus maravillosas redes
wan; Olimpiada de La Valetta
mundiales de comunicaciones,
(República de Malta), 1980.
por las que hoy se tiene conoci-
➪ 18 ... ¢b7 19. ¤b5 ¦de8 20. miento, de modo casi inmediato,
0–0 ¥c4 21. ¥xd7 ¤xd7 22. £a4 de todo lo que ocurre tanto en los
¥xb5 23. £xb5 ¤c5 24. e4 £xc3 grandes acontecimientos interna-
25. ¦ac1 £a3 26. ¦fd1 ¦a8 27. cionales, como en los simples tor-
¦c2 g4 28. e5 dxe5 29. fxg4 ¦hd8 neos locales.
30. ¦dc1

1
a b c d e f g h

31 ... ¦d2! 31. ¦xc5 £e3+ 32.


¢h1 £xc5 33. £xc5 bxc5 34. h4
¦axa2 y las blancas están total-
mente perdidas. 35. ¢h2 ¦xg2+
36. ¢h3 ¦gc2 37. ¦xc2 ¦xc2 38.
h5 Las blancas abandonaron.

Pensamos que haber traído a


estas páginas la rectificación his-
tórica sobre el origen de esta va-
riante, nos ha permitido ver tam-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 88

Apertura de los tres caballos

Variante Steinitz Por ejemplo, contra 3 ... f5, una


mezcla entre la variante Schlie-
El gran maestro estonio tenía mann de la Española y el gambito
su propia manera de tratar esta Letón, Keres propuso 4. d4! fxe4
apertura, y después de las jugadas 5. ¤xe5 ¤f6 6. ¥c4, y el blanco
1. e4 e5 2. ¤f3 ¤c6 3. ¤c3 solía está mejor.
continuar con Hay una partida muy conocida
que tuvo el siguiente desenlace: 6
➪ 3 ... g6 ! ... d5? 7. ¤xd5! ¤xd5 8. £h5+ g6 9.
8 ¤xg6 hxg6 (en caso de 9 ... ¤f6 10.
¥f7+!; 1–0; Aysin-Michalovic;
7
Moscú, 1965) 10. £xg6+ y estamos
6
metidos en una posición análoga a
5 la que se alcanza en una conocida
4 variante del gambito Letón, pero
3
con algunas variaciones fatales pa-
ra el negro. El juego siguió con 10
2
... ¢d7 11. ¥xd5 £e8 12. ¥f7 £e7
1 13. ¥g5 ¤e5 14. £f5+ 1–0; Gyula
a b c d e f g h Breyer-Zoltan Balla; 3ª ronda del
Aunque se la conoce por va- Torneo de Piestany, 1912. Sobre es-
riante Steinitz, es sin lugar a du- to volveremos con posterioridad,
das Paul Keres quien la populari- cuando tratemos sobre los estu-
za y divulga ampliamente en sus dios que Keres hizo sobre el ende-
libros; pero son sobre todo los moniado gambito.
formidables resultados que con Otra posibilidad que analiza
ella obtuvo lo que hicieron que Keres es la respuesta 3 ... ¥b4,
muchos ajedrecistas la incluyeran contra la que sugirió 4. ¤d5 ¤f6
en su repertorio. (4 ... ¥a5 5. c3!) 5. ¤xb4 ¤xb4 6.
En cuanto a las restantes al- ¤xe5 £e7 7. d4 d6 8. a3 dxe5 9.
ternativas, Keres las consideraba axb4 exd4 10. £xd4 £xe4+ 11.
inferiores. Aportó análisis intere- £xe4+ ¤xe4 12. ¥c4, con ligera
santes, en los que el negro intenta ventaja para el blanco.
llegar a posiciones similares a las En la variante principal, las
que se producen en otras defen- blancas disponen de las siguien-
sas abiertas. tes posibilidades.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 89

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 89

➪ 4. d4 ben decidir cuál camino tomar,


pero si no se está convencido,
Ésta es la respuesta habitual,
pero también se juegan otras . Por 8
ejemplo:
7
A) 4. ¤d5 ¥g7 5. c3 ¤ce7 6. 6
¤e3 ¤f6 7. d3 d6 8. g3 b6 9. £a4+ 5
¥d7 10. £c2. Con igualdad o el
4
blanco ligeramente mejor. 1–0 en
42 jugadas; Bojan Kurajica-Be- 3

liavski; Torneo de Novi Sad, 1979. 2


B) 4. ¥c4, la vieja jugada de 1
Blacburne. 4 ... ¥g7 5. d3 h6 6. h4 a b c d e f g h
d6 7. ¥e3 a6 8. a3 ¥g4 9. ¤e2 ¥xf3
10. gxf3 ¥f6 11. h5 g5 12. c3 £d7 siempre queda la alternativa de
13. ¤g3 ¤ge7 14. £b3 0–0 15. £c2 Kurosawa: tirar a suerte la elec-
¤a5 16. ¥a2 c5 17. ¦g1 ¢h8 18. ción de nuestro destino, cuando
£d2 ¤ac6 19. ¤f1 £h3 20. 0–0–0 estemos ante la bifurcación de un
£xh5 21. ¤h2 ¥g7 1–0 en 32 juga- camino... (película El Bravo).
das; Joseph Henry Blackburne- ➪ 5. ¤d5
Philipp Heitner; 1ª ronda del Tor-
neo de Viena (Austria), 1873. Es lamentable que Akira Ku-
C) 4. ¥b5, jugada que no pa- rosawa no hubiese rodado El Bra-
rece ofrecer perspectivas, como vo II; seguramente la escena ini-
demuestra Capablanca en la par- cial de la película habría sido la
tida: 4 ... ¥g7 5. 0–0 ¤ge7 6. d3 misma, pero al llegar al entron-
0–0 7. ¥c4 ¤a5 8. ¥b3 ¤xb3 9. que de caminos el azar habría lle-
axb3 d5 10. h3 d4 11. ¤e2 f5 12. vado al actor –Toshiro Mifune–
exf5 ¤xf5 13. ¤g3 £d5 14. ¤e4 por el segundo destino.
¤d6 15. £e2 b6 16. ¤h2 ¤xe4 17. En nuestro caso, la alternativa
£xe4 £xe4 18. dxe4 a5 19. b4 de elección es 5. ¤xd4, con la
¥a6 20. ¦e1 axb4 21. f3 c5 22. continuación 5 ... ¥g7 6. ¥e3 y
¥d2 ¥b5 23. ¤g4 h5 24. ¤f2 ¢f7 ahora se pueden considerar las si-
25. ¤d3 b3 0–1; Valentín Marín y guientes posibilidades:
Llovet-Capablanca; 4ª ronda del A) 6 ... d6 7. £d2 ¤f6, una de
Torneo de Barcelona, 28 de sep- las variantes de mayor actuali-
tiembre de 1929. dad. Ahora se puede seguir con:
➪ 4 ... exd4 a1) 8. ¥b5 ¥d7 9. ¥xc6 bxc6
10. ¥h6 0–0 11. ¥xg7 ¢xg7 12. 0–0
Éste pudiera considerarse co- ¦e8 13. ¦ae1 c5 14. ¤b3 a5 15. e5
mo el punto clave de la variante. dxe5 16. ¤xc5 ¥f5 17. £xd8
A partir de aquí las blancas de- ¦axd8 18. ¦e2 ¤d5 19. ¤xd5 ¦xd5
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 90

90 LOS APORTES DE PAUL KERES

20. ¤e4 ¦ed8 21. b3 f6 22. f3 ¦d4 en 30 jugadas; Hort-Keres; 15ª


23. ¦fe1 ¥xe4 24. ¦xe4 ¢f7 0–1 en ronda del Torneo a la memoria de
49 jugadas; Vladímir Karasiov- Alekhine, Moscú, 1963).
Guéler; 11ª ronda del XXXIX b2) 7. f3 ¤e7! 8. ¥c4 d5 9. exd5
Campeonato de la URSS, San Pe- ¤fxd5 10. ¤xd5 ¤xd5 con juego
tersburgo, 1 de octubre de 1971. parejo. 1/2–1/2 en 36 jugadas; Zu-
a2) 8. 0–0–0 ¤g4 9. ¤xc6 bxc6 kerdot-Steinitz; 21ª ronda del Tor-
10. ¥d4 ¥xd4 11. £xd4 £f6 12. f3 neo de Viena, 1882.
£xd4 13. ¦xd4 ¤e3 14. ¤d1 b3) 7. g3 0–0 8. ¥g2 d6 9. h3
¤xd1 15. ¢xd1 ¢e7 16. g3 ¥e6 ¤e5! 1–0 en 22 jugadas; Vladímir
17. ¥a6 ¦hb8 18. b3 c5 19. ¦a4 Savon-Ree; 6ª ronda del Torneo
¢d7 20. ¢d2 ¢c6 21. ¢c3 ¢b6 de Sujumi (Georgia), 1972.
22. ¦b1 ¥d7 23. ¦a3 ¥e6 24. ¦a4 b4) 7. ¥e2 0–0 es posible se-
¥d7 25. ¦a3 ¥b5 26. ¥xb5 ¢xb5 guir con:
0–1 en 51 jugadas; Juan Manuel b4a) 8. £d2 ¦e8 9. f3 d5! 10.
Bellón López-Kárpov; 11ª ronda ¤xc6 bxc6 11. exd5 ¤xd5! y el
del Torneo de Las Palmas de negro tiene mejor desarrollo, ha
Gran Canaria; 1977. creado múltiples amenazas. 11 ...
A1) En una partida reciente se ¤xd5 12. ¤xd5 cxd5 13. c3 c5 14.
jugó 7 ... ¤ge7 continuándose con 0–0 d4 15. ¥f2 £a5 16. ¦fc1 ¥f5
8. 0–0–0 0–0 9. h4 h5 10. f3 ¤xd4 17. ¥c4 ¦ad8 18. £g5 dxc3 19.
11. ¥xd4 ¥xd4 12. £xd4 ¤c6 13. bxc3 ¥xc3 20. ¦xc3 £xc3 21. ¦c1
£d2 ¥e6 14. ¥e2 ¢g7 15. g4 ¦h8 £b2 22. ¥e1 h6 0–1; Héctor Ros-
16. g5 f6 17. f4 fxg5 18. hxg5 £d7 setto-Keres; 11ª ronda del torneo
19. ¦df1 ¦af8 20. ¤b5 a6 21. ¤d4 de Mar del Plata, 1957.
¤xd4 22. £xd4+ ¢g8 23. f5 ¥f7 b4b)8. 0–0 ¦e8 9. ¤xc6 bxc6
24. fxg6 1–0; Jefferson Pelikian- 10. ¥f3 ¥b7 11. £d2 d6 con juego
Haroldo dos Santos; Sao Sebastiao parejo, como en las partidas Vladí-
do Paraíso (Brasil), 1995. mir Baguírov-Keres; Campeonato
B) 6 ... ¤f6 y ahora se han por equipos, Moscú, 1963 y Spass-
practicado diversas alternativas: ki-Larsen; semifinal del Torneo de
b1) 7. ¥c4 0–0 8. 0–0 (8. Candidatos, 5ª partida, Malmo
¤xc6 bxc6 9. e5 ¤e8 10. e6 fxe6 (Suecia), 1968. Esta última conti-
11. ¥xe6+ ¢h8 12. 0–0 ¤d6 13. nuó con 12. ¥h6 ¥xh6 13. £xh6
¥h3 £h4 14. ¥c5 ¦f7 15. £g4 ¦e5 14. ¦ae1 c5 15. ¦e3 £e7 16.
£xg4 16. ¥xg4 ¤c4 17. ¦fe1 ¥a6 ¦fe1 ¦e8 17. h4 £e6 18. £f4 ¢g7
18. ¥e2 d6 19. ¥xc4 ¥xc4 20. ¥e3 19. b3 h6 20. £g3 £d7 21. £f4
c5 21. ¦ed1 ¦b8 22. ¦ab1 ¥e6 23. ¦8e7 22. ¤d5 ¥xd5 23. exd5 g5
¤a4 ¥xa2 24. ¦a1 ¥e6 25. ¥d2 24. hxg5 hxg5 25. £g3 £f5 26. c4
¥f5 0–1 en 36 jugadas;Aleksander ¦xe3 27. fxe3 ¦e5 y la ventaja ne-
Prameshuber-Keres; Olimpiada gra fue decisiva.
de Múnich, 1958) 8 ... ¦e8 9. ¦e1 b5) 7. ¤xc6! Keres y otros au-
d6 10. f3 a6 con igualdad. (1/2–1/2 tores la consideran como la mejor
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 91

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 91

continuación, porque elimina el ¥xd4 11. £xd4 £f6 y las blancas


poderoso caballo, que se hace encuentran un sutil sacrificio de
fuerte en la mayoría de las va- peón 12. h3! £xd4 13. ¦xd4 ¤xf2
riantes vistas, y desarticula la ca- 14. ¦g1 que amenazaganar la pieza
dena de peones negros en el flan- con ¦d2. El resto no es menos
co dama. 7 ... bxc6 8. e5 ¤g8 9. interesante: 14 ... f5 15. exf5 ¦xf5
¥d4 £e7 10. £e2 f6M 11. exf6 16. g4 ¦f8 17. ¥g2! y continúan las
£xe2+ 12. ¥xe2 ¤xf6 13. ¥f3 amenazas contra el acorralado
0–0 14. 0–0–0± Spassky, Thei- corcel, el negro está forzado a ju-
mann, Leningrado, 1970. gar 17 ... ¦b8 18. ¦e1! y el blanco, a
La línea principal que hemos cambio de un peón, ha logrado ac-
estado siguiendo en esta subva- tivar todas sus piezas, aunque algu-
riante B) se corresponde con el nas inexactitudes le impidieron
curso de la partida Amador Ro- consolidar esta ventaja posterior-
dríguez Cuesta-Darcy Lima; 1ª mente. La continuación es ilustra-
ronda del Torneo a la memoria de tiva, y la acompañamos con las no-
Capablanca, Matanzas, 1992: tas del gran maestro cubano.
En la que luego de 7. £d2 0–0 18 ... c5 19. ¦d2 ¥b7 20. ¥xb7
8. 0–0–0 las negras introducen la ¦xb7 21. ¦xd7± ¤xh3 22. ¤e4
novedad: 8 ... ¤g4!? ¦f7 23. ¦d8+? (23. ¦xf7! ¢xf7 24.
¦h1 ¦b4 25. ¦xh3 ¦xe4 26.
8 ¦xh7+ ¢f6 27. ¦xc7+-) 23 ... ¢g7
7 24. ¤xc5 ¦b4! 25. ¤e6+ ¢f6 26.
6 ¦e8 … ¦f1 26 ... ¤f4! 27. ¦f1 (27.
a3!? ¦c4 28. ¦f1 g5 29. b3 ¦e4 30.
5
¤xg5 ¦xe8 31. ¤xf7 ¦e4) 27 ... g5
4
28. ¦e1?! ¤xe6 29. ¦8xe6+ 1/2-1/2
3 Retornemos ahora a la posi-
2 ción donde se produjo la bifurca-
1
ción, tras la jugada quinta de las
a b c d e f g h
blancas.

Diagrama de análisis 8

7
Lo conocido aquí era 8 ... d6,
pero ahora las blancas deben de- 6
cidir qué hacen con el alfil. 5
El desenlace siguiente es inte- 4
resante; el blanco se decide correc-
3
tamente por 9. ¤xc6 pues no es
bueno 9. ¥g5 f6 10. ¥f4 por 10 ... 2

f5!?, según análisis de Amador. El 1


juego siguió con 9 ... bxc6 10. ¥d4 a b c d e f g h
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 92

92 LOS APORTES DE PAUL KERES

➪ 5 ... ¥g7 Campeonato de la URSS dispu-


tado en Moscú en el año 1955,
Aquí no es bueno 5 ... d6?! por
que siguió con 12 ... ¤xd5 13. ¥e5
la réplica 6. ¤xd4, que amenaza
c5 14. ¦e1 ¤b6 15. ¥d3 ¥e6 16.
¤b5.
¥xg7 ¢xg7 17. ¤e5 £f6 18. £e2
➪ 6. ¥g5 ¤ce7! ¦fe8 19. ¥b5 ¥c4 20. ¥xc4 ¤xc4
21. £xc4 ¦xe5 22. £b5 £b6 23.
Y no 6 ... ¤ge7?? 7. ¤xd4 a4 ¦ae8 24. ¦xe5 ¦xe5 25. £xb6
¥xd4 8. £xd4! ¤xd4 9. ¤f6+ y axb6 26. ¢f1 ¢f6 27. c4 ¦e4 28.
ahora 9 ... ¢f8 10. ¥h6+ y mate. ¦a3 ¢e7 29. ¦b3 ¦e6 y las negras
➪ 7. ¤xd4 ganaron jugadas después.
Después de otras jugadas, el ➪ 7 ... c6 8. ¤c3 h6 9. ¥f4!
negro obtiene un buen juego. Por Aquí se considera que des-
ejemplo: pués de 9. ¥h4 £b6 10. ¤b3 el
A) 7. e5 h6 8. ¥xe7 (8. ¥h4 g5 negro iguala fácilmente con 10 ...
9. ¤xe7 £xe7 10. ¥g3; 1/2–1/2 en d5 11. exd5 £b4. Pero en la par-
63 jugadas; Samuel Rosenthal- tida Bisguier-Keres de la undéci-
Steinitz; Londres, 1883) 8 ... ¤xe7 ma ronda del Torneo interzonal
9. £xd4 ¤xd5 10. £xd5 c6 11. de Gotemburgo del año 1955, el
£d6 ¥f8 12. £d4 £b6 13. 0–0–0M negro se decidió por 10 ... a5 11.
(1–0 en 44 jugadas; Alekhine-Efim a4 .d5 12. ¥d3 ¤f6 13. 0–0 dxe4
Bogoljubow; 7ª ronda del Torneo 14. ¤xe4 ¤xe4 15. ¥xe4 g5 16.
de Dresde (Alemania), 1936. Pero ¥g3 0–0 17. ¤d2 ¥e6 18. ¥d6
es mejor 9. ... 0–0 10. 0-0-0 ¤xd5 ¦fe8 19. ¥a3 ¦ad8 20. ¥d3 £c7
11. £xd5 d6!= 1–0 en 25 jugadas; 21. ¦e1 ¤d5 22. ¤e4 ¤b4 23.
Moshe Czerniak-Vladímir Sokó- ¤c5 ¤xd3 24. ¤xe6 ¦xe6 25.
lov; Belgrado, 1962. cxd3 ¦xe1+ 26. £xe1 £f4 y las
B) 7. ¤xe7 ¤xe7 8. ¥c4 h6 9. negras ganaron en la jugada cua-
¥h4 0–0 10. 0–0 d5 11. exd5 g5 12. dragésima.
¥g3 ¤xd5 con igualdad, según Otra continuación muy citada
Keres. Así fue su partida contra es 9. ¥e3 ¤f6 10. ¥c4 0–0 11. e5
Vladímir Simagin en el XXII y ahora Keres respondió 11 ...
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 93

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 93

¤e8 12. £d2 d5 13. exd6 ¤xd6 deja compensación al blanco, que
14. ¥b3 ¤ef5 15. ¤xf5 ¤xf5 16. alcanza una importante ventaja
0–0–0 £xd2+ 17. ¥xd2 ¤d4 18. de desarrollo a cambio del peón
¥e3 ¤xb3+ 19. axb3 ¥f5 20. sacrificado.
¥d4 ¦fd8 21. ¥xg7 ¢xg7 22. ➪ 11. 0–0–0 ¤xe4 12. ¤xe4
¦xd8 ¦xd8 23. ¦e1 ¦d4 24. g3 h5 dxe4 13. ¥c4 ¥f5 14. ¤b3 £xd2+
25. ¦e7 ¥d7 26. ¦e4 ¦d6 y el 15. ¢xd2
juego culminó en empate 14 ju-
Y tanto Pachmann como Ke-
gadas más tarde. Tarre-Keres;
res consideran que la posición es-
Parnu, 1971.
tá equilibrada. Heinz Lehmann-
➪ 9 ... d5 10. £d2 ¤f6 Keres; encuentro RFA-URSS, 2ª
ronda, Hamburgo, 1960.
En sus comentarios Keres in-
dica que aquí 10 ... dxe4 11. 0–0–0
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 94

Gambito de Rey

Fueron numerosas las partidas ➪ 13. ¤b5 c6 14. ¤c7?


que jugó Keres con el Gambito Cede la iniciativa. Lo indicado
de Rey, casi siempre con blancas; era 14. dxc6! con las siguientes
pero también obtuvo algunos éxi- posibilidades:
tos importantes con negras. Fue A) 14 ... ¤xe5 15. dxe5∞ (15.
muy conocido uno de sus tres cxb7 ∞¥xb7 16. dxe5 ¦ac8 17.
triunfos contra Robert Byrne, en ¤d6 ¦c5) 15 ... bxc6 16. ¤c7 ¦b8
el duelo entre la URSS y EE. UU. 17. e6 ¦b4!
de Moscú en 1955. La partida dio B) 14 ... bxc6 15. ¤xc6.
la vuelta al mundo y merece ser
➪ 14 ... cxd5! 15. ¤xa8 dxc4
recordada una vez más.
16. ¥d2
Si 16. ¤c7? ¤xe5 17. dxe5
Robert Byrne-Paul Keres
¦d8; tampoco convence 16.
URSS-EE. UU., 1ª ronda, Moscú,
¤xg4? ¥xd4+ 17. ¤f2 ¤e5!.
1955
➪ 16 ... ¤xe5 17. dxe5 ¥f5 18.
➪ 1. e4 e5 2. f4 exf4 3. ¤f3 g5 ¤c7 ¥xc2?
4. h4 g4 5. ¤e5 ¤f6 6. ¥c4 d5 7. Jugada precipitada. Más eficaz
exd5 ¥g7 8. d4 ¤h5 9. 0–0 £xh4 era 18 ... ¦d8! 19. ¥c3 ¥xc2.
10. £e1! £xe1 11. ¦xe1 0–0 12.
¤c3! ➪ 19. ¦ac1 ¥d3 20. ¤d5!

La partida comienza a poner- 8


se interesante, como se refleja en 7
los comentarios del propio Keres,
6
que incluiremos resumidos en el
5
texto que sigue.
Ahora no era bueno 12. c3?! 4
por 12 ... ¦e8 13. ¤a3 ¤d7 14. 3
¤d3 ¦xe1+ 15. ¤xe1 ¤b6 16. 2
¥b3 ¥f5 17. ¤b5 ¦e8=
1
➪ 12 ... ¤d7 a b c d e f g h

Más exacto es 12 ... c5! 13. Un momento crítico de la par-


¤b5 (13. dxc6?! ¤xc6) 13 ... tida. Ambos contendientes co-

¤d7 14. ¤c7 ¦b8 15. d6=
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 95

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 95

mienzan a estar apurados por el 42. ¤d5 ¥e4 43. ¤c3 ¥f3 44.
tiempo, y esto se refleja en la ju- ¢e3 ¥b6+ 45. ¢d2 f6! (45 ...
gada que sigue. ¥a5 46. ¥e5!) 46. ¥d6 ¥a5 47.
20 ... b5? ¥f4 ¥e4! 48. ¥d6 ¥d3 49. ¥f4
La jugada que pudo costar al ¥b4! 50. ¥e3 h4! 51. gxh4 g3 52.
negro la partida. Según las notas h5 g2 53. h6 f5 54. ¥f2 (54. h7?
de Keres era necesario 20 ... ¦d8! f4!–+) 54 ... f4 55. ¥g1 ¥a5 56.
21. ¤xf4 ¤xf4 22. ¥xf4 ¦d5 y el ¥h2 ¥b6?! (56 ... f3! 57. ¢e3
negro alcanza, al menos, la igual- ¥xc3 58. ¢xf3 ¥d2 59. ¢xg2
dad. c3–+) 57. h7 ¥xh7 58. ¢e2 g1£
59. ¥xg1 ¥xg1 60. ¤d5 ¥d4 61.
➪ 21. ¥xf4! ¦d8! 22. ¤e7+
¤xf4 c3 62. ¤d3 ¥xd3+ 63.
¢f8 23. ¥g5 ¦e8 24. ¤c6 ¤g3!?
¢xd3 ¢b6 64. ¢c2 ¢a5 65. ¢b3
O mejor 24 ... a5! 25. ¤xa5 ¥e5 66. ¢c2 ¢xa4, y las blancas
¥xe5. abandonaron.
➪ 25. ¦cd1 ¦e6 26. ¤xa7?!
Variante Keres
Otra imprecisión como conse-
cuencia del apuro de tiempo. Jugando con blancas, Keres
Aquí había que hacer 26. ¤b4! optaba generalmente por la Va-
¤e2+ 27. ¢f1! ¤f4+!? (27 ... riante 3. ¤f3, con la que obtuvo
¤g3+!? 28. ¢g1 ¥g6 29. ¤c6 buenos resultados; pero en sus
¤f5; 27 ... ¤c3+? 28. ¦xd3!) 28. primeros años, cuando se desem-
¢g1 a5 29. ¥xf4 axb4 30. ¥d2 peñaba como activo ajedrecista
¥xe5 31. ¥xb4+ ¢g8 32. ¥c3 postal, empleó en diversas opor-
¥xc3 33. bxc3 ¦a63. tunidades una movida que con-
➪ 26 ... ¥xe5 27. ¤xb5 ¤e2+ duce a posiciones extremada-
28. ¦xe2! ¥xe2 29. ¦d8+ ¦e8 30. mente complejas, en las que aún
¦xe8+ ¢xe8 31. ¢f2 ¥d3 32. ¤c3 hoy quedan muchas cosas por
¢d7?! aclarar.
Mejor era 32 ... h5! 33. ¢e3 f5 Luego de los movimientos ini-
34. ¥f4? ¥xf4+ 35. ¢xf4 h4–+. Si- ciales 1. e4 e5 2. f4 exf4 las blan-
gue un largo y complicado final cas disponen de una alternativa
que transcribimos con algunas que despertó el interés de los
notas. ajedrecistas postales en los años
30, y consecuentemente el des-
➪ 33. ¢e3 ¥h2 34. ¥f4 ¥g1+ dén de la mayoría de los auto-
35. ¢d2 h5 36. g3 ¥f2 37. ¤d1 res que tratan esta apertura.
¥d4 38. ¤c3 ¢c6? (38 ... f6! ∆ Nos referimos a la polémica ju-
...h5-h4) 39. b4 ¥f6 40. b5+? gada
(40. a4! h4 41. gxh4 ¥xh4 42. a5
g3 43. b5) 40 ... ¢b7 41. a4 ¥d8 ➪ 3. ¤c3
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 96

96 LOS APORTES DE PAUL KERES

8 ta oportuno incluir un resumen


7
de los conocimientos actuales so-
bre esta opción de juego, con lo
6
cual rendimos homenaje al joven
5 Paul Keres, en su faceta de aje-
4 drecista postal.
3 A partir de la posición del últi-
2
mo diagrama las negras contestan
obviamente con:
1
➪ 3 ... £h4+
a b c d e f g h
Ninguna ventaja aporta seguir
Conocida con diferentes nom- pasivamente con 3 ... c6 4. ¤f3 d5
bres, su origen se remonta al siglo 5. d4 dxe4 6. ¤xe4 ¤f6 7. £e2
XIX, aunque en definitiva se reco- ¤xe4 8. £xe4+ £e7 9. £xe7+
noce a Keres como el ajedrecista ¥xe7 10. ¥xf4, con mejor juego
contemporáneo que le dio nueva para las blancas. 1–0 en 43 juga-
vida, como resultado de las diver- das; Bronstein-Anatoli Bijovski;
sas partidas por correspondencia XXXIII Campeonato de la
en que la empleó, y por el trata- URSS, Reval, 1965.
miento que de ella hizo en su li- No obstante, nada hay absolu-
bro sobre el Gambito de Rey. to en ajedrez. El siguiente ejem-
No puede decirse, sin embar- plo, bastante reciente, demuestra
go, que Keres la considerara co- cuánta energía puede existir en
mo una continuación normal, y aperturas como esta. Después de
de hecho sólo la utilizó, que sepa- 3 ... d6 las blancas optaron por 4.
mos, en partidas postales. Es cier- ¥c4 respondiendo el negro con 4
to que la mayoría de los autores ... ¥e6 5. ¥xe6 fxe6 6. d4 £h4+ 7.
le dan poco crédito, pero aún así ¢f1 ¤d7 8. ¤f3 £f6 9. ¤b5 ¢d8
uno no puede menos que pregun- 10. ¢f2 g5 y la posición se torna
tarse: ¿cómo desdeñar a priori un bien complicada; bastarán una po-
sistema que ha sido empleado — cas jugadas y ambos reyes estarán
incluso con éxito— por jugadores en medio de una danza de fuego
como Bronstein, Spasski, Averbaj que merece ser transcrita hasta el
y el propio Keres? final: 11. ¦e1 g4 12. e5 £h6 13.
Es cierto que desde la misma ¤d2 g3+ 14. hxg3 fxg3+ 15. ¢xg3
apertura las blancas exponen su ¤e7 16. ¢f2 ¦g8 17. exd6 £g5 18.
rey sobremanera, pero esto —co- dxc7+ ¢c8 19. ¤e4 £xg2+ 20.
mo en el trapecio— deja de ser ¢e3 £h3+ 21. ¢e2 £h5+ 22. ¢d2
determinante si antes se comprue- ¦g2+ 23. ¢c3 ¤d5+ 24. ¢b3 ¦g4
ba que la red esta bien colocada. 25. c3 ¤xc7 26. ¤xc7 ¢xc7 27.
En lo que a nuestros propósi- £e2 b5 28. ¥f4+ ¢b7 29. ¥d2
tos interesa, pensamos que resul- £d5+ 30. ¢c2 h5 31. ¤f2 ¦g2 32.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 97

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 97

¦g1 ¦e8 33. ¦xg2 £xg2 34. £xh5 g5! 0–1 en 28 jugadas; Christian
£xf2 35. £xe8 £f5+ 36. ¢b3 Bauer-Etienne Bracot; III Chess
£d5+ 37. ¢c2 £e4+ 38. ¢d1 Masters, 3ª ronda, Enghien-les-
£f3+ 39. ¢e1 £h1+ 40. ¢e2 Bains (Francia), 1999.
£e4+ 41. ¥e3 £c2+ 42. ¥d2 C) 4 ... ¥b4 5. ¤d5 ¥d6 6.
£e4+ 43. ¥e3 £c2+ 44. ¢f1 ¤f3 £g4 7. d4 c6 8. ¤c3 ¤e7 9.
£d3+ 45. ¢f2 £f5+ 46. ¢e1 ¢c7 ¢f2 0–0 10. e5 ¥c7 11. g3 d5 12.
47. d5 ¤e5 48. £a8 ¤c4 49. exd6 ¥xd6 13. ¤e4 fxg3+ 14.
£xa7+ ¢c8 50. £a8+ ¢c7 51. hxg3 ¤f5 15. ¥f4 ¥xf4 16. gxf4
£c6+ ¢d8 52. dxe6 ¤e5 53. ¥b6+ £xf4 17. £d3 ¤a6 18. c3 c5 19.
¢e7 54. ¥c5+ 1–0; Hakan Wind- ¦e1 cxd4 20. ¥h3 ¤c5 21. ¤xc5
fridsson-Bjorn Thorfinnsson; VIII
£g3+ 22. ¢e2 1–0 en 62 jugadas;
Abierto Monarch Assurance, 8ª
Keres-Menke; partida jugada por
ronda, Port Erin, Isla de Man (Is-
correspondencia, 1932.
las Británicas), 1999.
➪ 4. ¢e2 d5! ➪ 5. ¤xd5 ¥g4+ 6. ¤f3

Esto es considerado como lo Alcanzándose un punto culmi-


único que realmente permite al nante de la variante. A partir de
negro mantener la iniciativa. Pero
8
también se han jugado las si-
guientes alternativas: 7

6
A) 4 ... d6 5. ¤f3 ¥g4 6. ¤d5
(6. d4 ¤c6 7. ¥xf4 f5 8. £d2 ¤f6 5

9. exf5 0–0–0 10. g3 £h5 1/2–1/2 4


en 30 jugadas; Yuri Averbaj-Petar 3
Trifunovic; Yugoslavia contra la
2
URSS, Rijeka (Croacia), 1963; se-
1
gún Keres, una posición impensa-
da en el gambito de Steinitz.) 6 ... a b c d e f g h

¥xf3+ (6 ... ¤a6 7. ¤xf4 f5 8. d3


0–0–0 y según Keres, las negras aquí las negras disponen de tres
están mejor.) 7. gxf3 ¢d8 8. d3 g5 movimientos muy bien estudia-
9. ¥d2 ¥g7 10. ¥e1 £h5 11. h4± dos, que son los siguientes:
1–0 en 22 jugadas; Keres-Werner
Eberhard Kunerth; partida juga- Variante 6 ... ¤a6
da por correspondencia, 1935.
B) 4 ... £e7!? Un plan intere- Una respuesta natural, pero
sante que encontramos en una re- que no aporta ventajas a las ne-
ciente partida de Bacrot, que gras.
quedó mejor después de 5. d4
¤f6 6. e5 d6 7. ¤f3 dxe5 8. dxe5 ➪ 7. d4
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 98

98 LOS APORTES DE PAUL KERES

Keres cita aquí la partida Ma- bxc5 ¤xe4 14. £e1 ¦e8 15. £xe4
son Rosenthal, París 1878, indi- ¦xe4 16. ¢xe4 ¤xf3 17. gxf3 y se-
cando que continuó con 7. ¤xf4 gún Keres las blancas tienen posi-
¥xf3+ (7 ... ¤f6 8. d3 0–0–0 9. bilidades de rechazar el ataque ad-
¥d2 g5) 8. ¢xf3 ¤f6 9. ¥c4 0–0–0 versario. Jago-Littlewood; partida
10. d4 con ventaja. jugada por correspondencia, 1964-
Sin embargo, nosotros sólo co- 65) 9. h3 (9. £e1! 9 ... ¤xf3 10.
nocíamos una partida de James £xh4+ ¤xh4+ 11. ¢e1 las blancas
Mason –al que también se atribu- pierden el caballo que está en a8,
ye la paternidad de este sistema– pero tienen cierta compensación,
contra Rosenthal, en la que se hi- ya que sus peones centrales son
zo 7. d4 y se continuó con: muy fuertes. (Pachmann) 9 ... ¥h5
(9 ... ¥xf3+ 10. gxf3 £g3 11. d3
➪ 7 ... ¤f6 8. ¤xf6+ £xf6 9.
£xf3+ 12. ¢e1 £xh1 13. ¥xf4
c3
¤f3+ Kuindchi-Gusev, Moscú
O también 9. ¢f2 0–0–0 10. e5 1970. 14. ¢e2! ¥c5 15. c3 ¤f6 16.
y el blanco está mejor. Willem- £a4 con juego complicado) 10.
son-Eckel; partida jugada por co- d4! (10. ¦g1? £g3 11. £e1 ¤xf3
rrespondencia, 1931. 12. gxf3 £xf3 y ¡mate!, las negras
El resto de la partida fue co- tienen ventaja; 0–1 en 52 jugadas;
mo sigue. Keres-Kunerth, partida por corres-
➪ 9 ... 0–0–0 10. ¢f2 ¤c5 11. pondencia, 1935. La información
£c2 ¥xf3 12. gxf3 ¤e6 13. ¥h3 llega a nosotros a través de las ba-
¢b8 14. ¥xe6 fxe6 15. b4 e5 16. ses de datos, pero Keres, aunque
d5 h5 17. ¥d2 g5 18. ¦ag1 g4 19. hace referencia parcialmente a la
£d3 ¦g8 20. ¥e1 c6 21. c4 cxd5 variante, no hace mención a esta
22. exd5 ¥xb4 23. ¥xb4 £b6+ 24. partida, en la que supuestamente
c5 £xb4 25. ¦c1 ¦xd5 26. £c3 recibe mate. Si lo omitió intencio-
¦d2+ 27. ¢e1 £xc3 28. ¦xc3 nalmente, bienvenido sea, pues
¦xa2 0–1; Mason-Rosenthal; 3ª nos deja conocer que el maestro,
ronda del Torneo de París, 1878. como todo humano, también tenía
su poquito de vanidad) 10 ... ¤xf3
Variante 6 ... ¤c6 11. gxf3 ¥xf3+ 12. ¢xf3 £h5+ 13.
¢g2 £xd1 14. ¥d3 £h5 15. ¥xf4
Ahora la práctica nos aporta
Y según Keres, las blancas no
las siguientes continuaciones:
están peor. Jago-Thomas, Corr
A) 7. ¤xc7+ ¢d8 (7 ... ¢d7?! 1966. La Pequeña Enciclopedia de
8. ¤xa8 ¤e5 9. d4 ¤xf3 10. gxf3 Aperturas, editada por Estrín, in-
¥xf3+ 11. ¢xf3 £h5+ 12. ¢f2 cluye la misma partida, pero con
£xd1 13. ¥b5+, etc) 8. ¤xa8 ¤e5 fecha de 1954.
(8 ... ¤d4+!? 9. ¢d3 £f6 10. c3 B) 7. c3 0–0–0 8. £e1 £xe1+
£a6+ 11. c4 ¥c5 12. b4 ¤f6 13. 9. ¢xe1 f5 10. ¤g5 fxe4 11. ¤xf4
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 99

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 99

¥d6 12. d4 exd3 13. ¤f7 ¤f6!. Spasski-Furman; semifinales del


Análisis de Estrín. XVI Campeonato de la URSS, Re-
C) 7. d4 0–0–0 y ahora: val, 1959). 8 ... 0–0–0 9. ¢d3 £h6
c1) 8. c3 ¥d6 (8 ... f5 9. £d3 10. ¢c2 ¥e6 11. g3 £g6 (hasta
¤f6 10. ¤xf6 gxf6 11. ¥xf4 fxe4 aquí hemos seguido la partida
12. £xe4 ¥h6 , las negras tienen Vesmina Shikova-Gertrude
ventaja; 0–1 en 52 jugadas; Keres- Baumstark; Pernik [Bulgaria],
Kunerth; partida jugada por co- 1972 que ganó Baumstark en 27
rrespondencia, 1935) 9. ¢d3 £h6 jugadas). 12. ¥d3! f5 13. ¤h4!
10. ¢c2 Las blancas están bien. £f7 14. ¤xf4, Eugeni Svéshni-
Keres-Menke; partida jugada por kov.
correspondencia, 1936. B) 7 ... ¤e7 8. ¤xf4! ¥xf3+ 9.
c2) 8. ¢d3 £h5 (8 ... f5 9. £e2 ¢xf3 f5 10. exf5 (10. e5?! £g4+
[Aquí Keres propone 9. c4] 9 ... 11. ¢f2) 10 ... ¤xf5 11. ¥c4 ¤c6
fxe4+ 10. £xe4 ¥xf3 11. £xf3 12. £e1+±, Soloriov-Varechki,
¦xd5; 1–0; Frank Arthur Crowl- Moscú, 1979.
Cecil John Seddon Purdy; partida C) 7 ... ¤f6 8. ¤xf6+ gxf6 (8
jugada por correspondencia, ... £xf6 9. e5 £e6 10. ¢f2 ¥e7 11.
1936). 9. c4 g5 10. ¥e2 f5 11. e5 ¥xf4 g5 12. ¥e3 f6 13. ¥e2 ¤d7
¤ge7 12. h3 £g6 13. ¤xe7+ ¥xe7 14. d5 £g8 15. e6 ¤c5 16. ¥b5+
14. d5 ¥xf3 15. gxf3 ¤xe5+ 16. ¢f8 17. £d4 y la posición del
¢c2 ¦he8 17. ¥d2 c6 18. £g1 b6 blanco es excelente; 1–0 en 30 ju-
19. ¥c3 cxd5 20. cxd5 ¦xd5 21. gadas; Wheeler-Fraser; partida ju-
¦d1 ¦c5 22. ¢b1 ¤c6 23. ¦h2 ¢c7 gada por correspondencia, 1896)
24. ¥a6 y aún con dos peones de 9. c3 (9. ¢d3 £h5 10. ¥e2 ¤a6
menos, y el rey no menos expues- 11. c3 0–0–0 12. ¢c2 ¦he8 13. h3±;
to, las blancas lograron ganar 22 1–0 en 25 jugadas; Dan Hansson-
jugadas después. George Brunton Johnny Ivarsson; Estocolmo,
Fraser-J. Birks; partida jugada por 1975) 9... ¥xf3+. Esnaola da me-
correspondencia, 1896. jor juego para el blanco. 1–0 en 33
jugadas; Bronstein-Alatortsev;
XIV Campeonato de la URSS,
Variante 6 ... ¥d6
Moscú, 1945.
Considerada por la mayoría En resumen, la variante 3. ¤c3
de los autores como lo más indi- se ha continuado empleando y de-
cado. Ahora se suele continuar cenas de partidas de fecha recien-
con 7. d4, con las siguientes va- te pueden encontrarse en cual-
riantes: quier base de datos contemporá-
A) 7 ... ¤c6 8. c3! (8. e5 nea.
0–0–0! 9. ¥xf4 [9. exd6 ¦xd6 10.
c4 ¤f6 con fuerte ataque.] 9 ...
¤ge7 10. c4 1–0 en 31 jugadas;
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 100

Gambito Letón

A la hora de valorar la obra de 7. ¥f7+ ¢d8 8. ¥xg6 £xh1+ 9.


Paul Keres no podemos limitarnos ¢e2 £xc1 10. ¤f7+ ¢e8 11.
exclusivamente a sus aportes di- £e5+ ¥e7 12. ¤c3 £xc2+ 13.
rectos sobre el tablero, sino que es ¢e1 hxg6 14. ¤xh8 £xb2 0-1.
importante reflejar de alguna ma- Pero lo más importante no es-
nera sus estudios teóricos, trasmiti- tá precisamente en los resultados
dos a través de su obra escrita. que Keres haya podido obtener,
Tal es el caso del controverti- ni la introducción de novedades
do Gambito Letón. sobre el tablero. De hecho, el de-
Durante muchos años el ende- sarrollo de la anterior partida dis-
moniado gambito ha sido practi- ta mucho de los conocimientos
cado fundamentalmente en el teóricos actuales.
ajedrez por correspondencia, de Nos interesa en este caso desta-
manera que más del 90% del mi- car los aportes que realizó Keres a
llar de partidas conocidas, han si- través de sus libros, dejando exten-
do desarrolladas dentro de esta sos estudios que sirvieron de pauta
modalidad de juego. a otros investigadores, y sobre todo
Por tanto, era de suponer que a muchos ajedrecistas postales que
Keres hubiese empleado esta de- siguen el desarrollo del Gambito
fensa con relativa frecuencia, pero Letón en todo el mundo.
ocurre que, hasta el momento, sólo Si lo valoramos desde el estado
hemos logrado encontrar una par- actual de la teoría, muchas de sus
tida jugada por él en sus años de notas han sido mejoradas de una u
ajedrecista postal, aunque estamos otra manera, como consecuencia
seguros de que tienen que haber natural del interés despertado por
sido publicadas otras, ocultas hoy la obra en sí misma; es esta evolu-
entre los papeles del tiempo. ción del desarrollo del gambito,
Veamos cómo ganó Keres en sobre todo en la práctica de torne-
esa memorable partida. os, la que deseamos presentar en
las páginas que siguen.
B. Miller-Paul Keres
Partida jugada por
correspondencia, 1934 Variante Keres
1. e4 e5 2. ¤f3 f5 3. ¥c4 fxe4 4. Después de las jugadas 1. e4 e5
¤xe5 £g5 5. d4 £xg2 6. £h5+ g6 2. ¤f3 f5!? se alcanza la posición
básica del gambito, y corresponde
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 101

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 101

a las blancas la decisión de cómo En las líneas que siguen resu-


enfrentar el reto que han recibido. miremos los aspectos más impor-
A partir de aquí éstas dispo- tantes de la experiencia acumula-
nen de diversas alternativas, en su da a partir de los estudios de Ke-
mayoría ampliamente estudiadas, res, tratando, dentro de lo posible,
y todas, de alguna manera, trata- de incluir ejemplos de competi-
das por Keres. Nos referimos a las ciones recientes, con el propósito
continuaciones: 3. ¤xe5; 3. ¤c3; de demostrar que en este gambi-
3. exf5; 3. d4 y 3. ¥c4. to –y contra la opinión de muchos
Pero fue precisamente esta úl- que lo menosprecian– aún queda
tima, inicialmente conocida como mucha tela que cortar.
variante antigua, en la que mayor Comenzaremos por transcri-
trascendencia alcanzaron sus es- bir lo esencial de lo planteado
critos, dado que en ellos Keres por Keres en los trabajos de re-
presenta continuaciones que dan ferencia. La continuación funda-
por ventajoso el juego blanco, y mental es la siguiente.
sienten la muerte indirecta de la
➪ 1. e4 e5 2. ¤f3 f5 3. ¥c4
variante.
fxe4
Esta parece una respuesta
8
prácticamente forzada, pero en
7
cierto momento se tomó muy en
6 serio la continuación 3 ... b5!?, co-
5 nocida como Variante Strautins.
4
Como llamado a la reflexión in-
cluimos un par de ejemplos favo-
3
rables al negro:
2
A) 4. ¥xb5 fxe4 5. ¤xe5 £g5
1
6. d4 £xg2 7. £h5+ g6 8. ¤xg6
a b c d e f g h
£xh1+ 9. ¥f1 hxg6 10. £xh8 ¢f7
11. ¥f4 d6 12. ¤d2 ¥g4 13. a4
Fue después de la publicación ¥h5! 14. ¥g5 ¥g7 15. £h7 ¤d7
de estos estudios que esta línea 16. c3 ¤df6 17. ¥xf6 ¤xf6 18. ¦c1
comenzó a ser conocida con su 0–1; Rudolf Schwibbe-Pablo
nombre, y muchos anunciaron la Atars; Torneo por corresponden-
desaparición definitiva del Gam- cia a la memoria de Karl Behting,
bito Letón, pero transcurridos 1971.
tres decenios, hoy se dice exacta- B) 4. ¥xg8 ¦xg8 5. £e2 £e7
mente todo lo contrario: la jugada 6. £xb5 ¤c6 7. £d5 fxe4 8. ¤xe5
3. ¥c4 no es suficiente para fre- £xe5 9. £xg8 ¤b4 10. ¢d1? £f5
nar las complicadas maniobras 11. ¤a3 d5 12. ¤b5 £xf2 13.
del juego negro. ¤xc7+ ¢e7 14. ¤xd5+ ¤xd5 15.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 102

102 LOS APORTES DE PAUL KERES

h3 ¥g4+! 16. hxg4 ¤e3+! 17. dxe3 rior, dado que nada se logra con
¦d8+ 0–1; L. Siegers-Carlos Amili- 11. ¥g5 £xa1 12. ¥xf6+ ¢c7 13.
bia; Torneo por correspondencia a ¤f7 ¥b4! 14. £xh7 (14. £e5+ d6
la memoria de Karl Behting, 1971. 15. £e7+ ¤d7 16. ¥xh8 ¥xc3 17.
£d8+ ¢b8 18. bxc3 £xc3 y el rey
➪ 4. ¤xe5
negro se escapa; 14. ¥xh8 hxg6 15.
£g5! b6 16. ¤xe4 ¥a6+ 17. ¢f3
8
£h1+ el cambio de damas es inevi-
7 table gana el negro.) 14 ... ¥xc3 15.
6 bxc3 ¦f8 y las negras mantienen la
5 ventaja material. 0–1 en 27 juga-
4
das; David Neil Levy-Ferdinand
Strobel; Ybbs (Austria), 1968.
3
En esta última variante, luego
2 de 11. £h4!, Keres sigue con la
1 referencia 11 ... ¥e7 12. ¥g5!
a b c d e f g h £xa1 13. ¥xf6 ¥xf6 14. £xf6+
¢c7 15. ¤c4 b6 16. £e5+ d6 17.
La posición alcanzada es el ¤b5+! ¢b7 18. ¤cxd6+ y mate
punto de definición más impor- en la próxima. 1–0; Ojar Purins-
tante para el futuro mismo de la Imants Eglitis; Torneo por corres-
variante. En tiempos de Keres las pondencia a la memoria de Karl
negras jugaban casi exclusiva- Behting, 1971.
mente 4 ... £g5 5. d4 £xg2 6. En una partida relativamente
£h5+ g6 7. ¥f7+ ¢d8 8. ¥xg6 reciente se optó por 11 ... ¦g8 12.
£xh1+ 9. ¢e2 llegándose al pun- ¥g5 £xa1 13. ¥xf6+ ¥e7 (13 ...
to donde la decisión de las negras ¢c7 14. ¥d8+ ¢d6 15. £f6#) 14.
define el curso –y también el re- ¥xe7+ ¢c7 15. £f4 b6 (15 ... ¢b6
sultado– de la partida. 16. ¤c4+ ¢a6 17. £c7! b6 18. ¥c5
En sus análisis Keres daba co- d5 19. ¤xb6 ¥b7 [19 ... axb6 20.
mo variante principal la continua- £xb6#] 20. ¤xa8 con ventaja de-
ción 9 ... £xc1 10. ¤f7+ ¢e8 11. cisiva.) 16. ¤c4+ ¢b7 17. ¤d6+
¤xh8+ hxg6 12. £xg6+ ¢d8 13. ¢a6 18. ¥xe4 £xb2 19. ¥d3+ b5
¤f7+ ¢e7 14. ¤c3! £xc2+ 15. 20. ¤cxb5 cxb5 21. ¥xb5+ £xb5+
¢e1 d6 16. ¤d5+ ¢d7 17. £xg8 22. ¤xb5 ¢xb5 23. £e5+ ¢a6 24.
£xb2 18. ¦d1, y declaraba el jue- c4 d5 25. £xd5 ¥d7 26. £xg8 1–0;
go favorable a las blancas. Eugen Flueras-Anton Sperdea;
Pero también incluyó la conti- partida jugada por corresponden-
nuación 9 ... c6 que da mayores po- cia, Rumanía, 1991.
sibilidades al negro, aunque des- Las negras por su parte han
pués de 10. ¤c3 ¤f6 11. £h4! se tratado de evitar esta continua-
afirma que el juego blanco es supe- ción haciendo en la décima jugada
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 103

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 103

10 ... e3, pero esto tampoco parece £e6 ¤xe4 17. £xe7+ ¤d7 18.
resultar favorable, como se puede £xe4 £xh2 19. ¤xh8 £xf2+ 20.
apreciar en las siguientes notas. ¢d3 £f1+ 21. ¢xe3 ¦xh8 22. b3
¦f8 23. ¢d2 d5 24. ¤xd5+ cxd5
8 25. £xd5 b5 26. ¢c3 £e2 27. ¥a3
7 ¦f3+ 28. ¢b2 ¦f6 29. ¦g1 ¦c6 30.
¥c5 a5 31. ¦g7 £e6 32. £xe6
6
¦xe6 33. ¦xh7 1–0; Viliams Stre-
5
lis-Alberts; Torneo por corres-
4 pondencia a la memoria de Karl
3 Behting, 1970.
2
11 ... £xa1 12. £g5+ ¢c7 13.
¤f7 ¥e7
1
Una lluvia de piezas cayó so-
a b c d e f g h
bre el rey negro luego de 13 ... b5
Diagrama de análisis 14. ¤xb5+ cxb5 15. ¥f4+ ¢b6 16.
£d8+, y no pudo rechazar la invi-
11. ¥xe3 tación a un paseo por el flanco
No parece mejor 11. ¤f7+ dama: 16 ... ¢b7 17. £c7+ ¢a6 18.
¢c7 con las siguientes alternati- £xc8+ ¢a5 19. ¥c7+ ¢a4 20. b3+
vas: ¢a3 21. £xf8+ ¢xa2; pero el Le-
tón es como una especie de ca-
A) 12. ¥xe3 £xa1 13. ¥f4+? verna desconocida, en la que na-
(13. £g5) 13 ... d6 14. £g5 ¥g4+ da queda definido hasta el último
15. £xg4 hxg6 16. ¤xh8 ¤d7 17. segundo: 22. ¥e4 ¤f6 23. £xh8
£xg6 ¤gf6 18. ¢d2 ¦e8 0–1; Ge- ¤xe4 24. ¥xb8 £b2 25. £e5
reld Stokes Benner-Leonids Brei- £xc2+ 26. ¢f3 d5 27. b4 £xf2+
bergs; partida jugada por corres- 28. ¢g4 £xf7 29. h4 £g8+ 30.
pondencia, EE. UU., 1965. ¢h3 ¦xb8 31. £h2+ ¢b3 0–1;
B) 12. ¥e4 £g1 13. £h4 Erik Lundin-Viktors Pupols; EE.
£xf2+ 14. £xf2 exf2 15. ¥f4+ d6 UU., 1966.
16. ¤xh8 ¤f6 17. ¤f7 ¥g4+ 18. 14. ¥f4+
¢xf2 ¤bd7 19. ¦g1 ¦e8 20. ¥xh7 En este tipo de combate «cuer-
¥h5 21. ¤g5 ¤g4+ 22. ¢g3 ¥g7 po a cuerpo» no siempre funcio-
23. ¥xd6+ ¢xd6 24. ¤ce4+ ¢c7 nan jugadas como 14. d5, porque
25. c3 ¤df6 26. ¤xf6 ¤xf6 27. el negro, como si se tratara de un
¥f5 ¥h6 0–1; F. Borsdorff-Larry resorte comprimido, siempre tiene
Alberts; Torneo por correspon- sus piezas dispuestas para el con-
dencia a la memoria de Karl Beh- traataque: 14 ... d6 (14 ... ¥xg5? 15.
ting, 1967. d6#) 15. £g3 hxg6 16. ¥c5 ¥f5 17.
C) 12. £h4 ¥e7 13. £g3+ d6 ¤xd6 ¢d7 18. £e5 ¤a6 19. ¤ce4
14. ¥e4 ¥g4+ 15. £xg4 ¤f6 16. ¥g4+ 20. ¢d2 £d1+ 21. ¢e3
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 104

104 LOS APORTES DE PAUL KERES

£e2+ 22. ¢f4 ¦f8+ 23. ¢g3 £f3# conocer la continuación de Sve-
0–1; J. Whittemore-Dreibergs; par- denborg:
tida jugada por correspondencia, ➪ 4 ... d5!?
EE. UU., 1961. Sobre la que Keres se limita a
14 ... ¢b6 15. ¤a4+ ¢a6 16. comentar de pasada, incluyendo la
¥d3+ b5 17. ¤c5+ continuación 5. £h5+ g6 6. ¤xg6...
Aquí se jugó hace muchos seguían los análisis de Keres con 6.
años 17. £e5! ¤f6 18. c4! d5 19. ¤f6 7. £e5+ ¥e7 8. ¥b5+ c6 9.
cxb5+ cxb5 20. £xe7! ¥g4+! (Si ¤xe7 £xe7 10. £xe7+ ¢xe7 11.
20 ... ¦e8 hay mate luego de 21. ¥e2 ¦g8 12. g3, con ventaja blan-
¤c5+) 21. f3 ¥xf3+ 22. ¢f2!! ca, aunque en sus análisis Gunde-
¤g4+ 23. ¢xf3 £d1+ 24. ¥e2 ram afirma que con 12 ... c5, segui-
¤xh2+ 25. ¢g2! ¦g8+ 26. ¢h3! (Si do de ... ¤c6 y ... ¥h3, las negras
26. ¢xh2 hay mate en 4 jugadas) tienen compensación por el peón.
26 ... £xd4 27. ¤c5+ 1–0; José An- Sin embargo, prácticamente
tonio Copie-Fernando Alba; Tor- nada comenta Keres respecto de
neo por correspondencia a la me- la jugada:
moria de Karl Behting, 1971. ➪ 6 ... hxg6 !?
17 ... ¢b6 18. ¤d6 ¤a6
8
8
7
7
6
6
5
5
4
4
3
3
2
2
1
1 a b c d e f g h
a b c d e f g h
A partir de este momento las
Diagrama de análisis
blancas se encuentran ante otra
19. ¤c4+!! bxc4 20. ¤a4+ ¢b7 bifurcación de especial trascen-
21. £b5+! cxb5 22. ¥e4+ 1–0; dencia, por cuanto existen discre-
Heinrich Repp-Paschitta; partida pancias sobre si deben aceptar el
jugada por correspondencia, Ale- regalo y tomar la torre, o hacerse
mania, 1991. de varios peones tomando el pe-
ón de g6 a cambio de la pieza.
Todo lo anterior ha sido en re- Lo extraordinario —y contra-
lación a la variante 4 ... £g5,pero dictorio— de la posición es que,
ya en esa época se empezaba a ante los ojos de los no familiariza-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 105

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 105

dos con estos esquemas «fantas- Recuerdo que en cierta ocasión


magóricos», todo parece indicar alcancé esta posición, con negras,
que las negras se encuentran en en un torneo local de ajedrez, y to-
una situación desastrosa: el enro- dos los participantes pasaban por
que destruido, con el rey «co- mi mesa para enterarse de lo que
rriendo» por el centro del tablero, sucedía. Me levanté unos minutos
el flanco dama intacto, desventaja para enriquecer mi ego, disfrutan-
material, etc. do de aquella momentánea popu-
Pero si atendemos a las esta- laridad; en tanto, mi opositor “se
dísticas de más de 50 partidas ju- comía” los minutos de su reloj.
gadas en los últimos 20 años, ocu- De inmediato algunos de los
rre exactamente lo contrario: son presentes vinieron a preguntarme
las blancas las que terminan por cómo era posible que hubiese lle-
estar perdidas en las próximas 15 gado, tan rápido, «a una situación
ó 20 jugadas. tan desesperada», y me limité a
Para ilustrar esta afirmación responder con aire autosuficien-
–que por supuesto, no es definiti- te: «ésa es una posición teórica...
va– comentaremos por separado las blancas están perdidas». Por
ambas alternativas. supuesto, nadie lo podía creer, pe-
ro una hora después mi contrario
abandonaba, entre confundido y
Variante 7. £xh8
perplejo, y este humilde autor re-
En este caso las negras especu- cibía una lluvia de elogios, como
lan con la posición aislada de la si hubiese ganado el campeonato
dama, a cambio buscan obtener mundial.
un rápido desarrollo de sus piezas,
➪ 7 ... ¢f7 8. £d4
aunque a costa de quedar con el
enroque destrozado, y calidad y También se ha probado sin
peón de menos. Realmente casi éxito la retirada 8. ¥e2. Un ejem-
nada... plo puede ilustrar las posibilida-
des de ambas partes luego de 8 ...
8
¥g7 9. £h7 ¤c6 10. ¤c3 ¥e6 11.
b3 ¤d4 12. 0–0 £d6 13. £h4 ¤e7
7
14. ¥g4 ¤ef5 15. ¥xf5 ¤xf5 16.
6 £g5 ¦h8 17. h3 ¤d4 18. £g3 ¥e5
5 19. f4 exf3 20. ¦xf3+ ¢g7 21. £f2
4 ¤xf3+ 22. £xf3 ¦f8 23. £e2
¥d4+ 0–1; A. Padula-Walther; V
3
Final mundial del Gambito Letón
2
por correspondencia, 1975.
1
➪ 8 ... ¥e6
a b c d e f g h
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 106

106 LOS APORTES DE PAUL KERES

Aquí existe la recomendación ¦e7+ ¢h6 24. hxg3 ¤c5 25. d4


8 ... ¤f6!?, pero no conocemos ¤e4 26. ¢h2 ¦h8 27. ¦f4 ¢g5+ 28.
experiencias prácticas en torneos. ¦h4 ¦xh4+ 29. gxh4+ ¢xh4 30. c4
¤f6 31. ¦c7 ¤g4+ 32. ¢g1 ¥e4 33.
➪ 9. ¥b3
¦e7 1–0.
En muchas partidas se ha pro-
bado sin suerte 9. ¥e2. Así jugaba ➪ 9 ... c5
Paul Svedenborg, padre de la va-
En otras partidas las negras
riante, y ahora 9 ... ¤c6 10. £e3
han optado por 9 ... ¤c6 10. £e3
¥h6 11. f4 (11. £g3 ¤ge7 12. ¥g4
¥h6 11. f4 con alternativas como
¤f5 13. ¥xf5 gxf5 14. f4 d4 15. b3
las siguientes:
¤b4 16. ¤a3 £f6 17. ¥b2 ¦g8 18.
£f2 e3; 0–1; L. Korsmaa-Ernst A) 11 ... ¤f6 12. c3 ¤e7 13. d3
Grobe; Torneo por corresponden- ¤f5 14. £e2 exd3 15. £xd3 £e7
cia a la memoria de Karl Behting, 16. 0–0 £c5+ 17. ¢h1 ¤e4 18. £f3
1971] 11 ... d4 12. £f2 ¤f6 13. h3 ¤eg3+ 19. hxg3 ¦h8 20. ¦f2 (20.
(13. c3 d3 14. ¥d1 £d5!? 15. h3 £f2 ¥xf4+ 21. ¢g1 ¤xg3 22. £xc5
¦h8 16. b4 ¥f8 17. ¦g1 ¥e7! 18. ¦h1+ 23. ¢f2 ¦xf1#) 20 ... ¥xf4+
¥b3 £h5 19. g4?! £xh3 20. ¦g3 21. ¢g1 ¥xc1 22. a4 ¥e3 23. ¢f1
¤xg4! 21. ¦xh3 ¦xh3 22. ¥xe6+ ¦h1+ 24. ¢e2 ¥xf2 25. £xf2
¢xe6 23. £g2 ¥h4+ 24. ¢f1 ¦f3+ £xf2+ 26. ¢xf2 ¤d6 27. ¥c2 ¥f5
25. ¢g1 ¦xf4 26. ¤a3 ¤ce5 27. 28. ¥xf5 gxf5 29. ¢e2 ¤e4 0–1; E.
¥b2 ¤f3+ 28. ¢f1 e3!; 0–1; Gerar- Robins-Ernst Grobe; Torneo de la
do Pérez-Francisco Acosta Ruiz; ICCF (International Correspon-
partida jugada por corresponden- dence Chess Federation), 1971.
cia, Cuba, 1975 (13 ... d3 14. cxd3 B) 11 ... ¤ge7 12. 0–0 ¥g7 13. c3
exd3 15. ¥f3 ¤d4 16. ¤a3 ¥f8 17. ¤f5 14. £e2 £h4 15. £b5 ¤cd4!!
f5 gxf5 18. b4 ¥xb4 19. 0–0 ¤xf3+ 0–1; M. Gemignani-N. Hammar;
20. gxf3 £f8 0–1; Keijo Blomberg- Torneo por correspondencia a la
Paul Svedenborg; Noruega, 1972. memoria de Karl Behting, 1973.
Pero la más moderna recomen-
➪ 10. £e3 c4
dación es hacer 9. ¥xd5!, como en
la partida J. A. Clayton-G. Chand- 8
ler; partida jugada por correspon-
7
dencia, Escocia, 1991/1992, que
continuó con 9 ... £xd5 (9 ... 6

¥xd5? 10. c4) 10. £xd5 ¥xd5 11. 5


¤c3 ¥c6 12. f3! ¤f6 13. ¤xe4 4
¤xe4 14. fxe4 ¥xe4 15. 0–0+ ¢g7 3
16. d3 ¥c5+ (16 ... ¥c6 17. ¥h6+
2
¢xh6 18. ¦xf8+-) 17. ¢h1 ¥c6 18.
¥f4 ¤d7 19. ¥xc7 ¦c8 20. ¥g3 1

¥d4 21. c3 ¥e5 22. ¦ae1 ¥xg3 23. a b c d e f g h


Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 107

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 107

➪ 11. ¥xc4! A cambio de una pieza, las blan-


En caso de 11. ¥a4 seguiría cas dejan al negro sin peones en el
11 ... £c7! 12. f4 ¥c5 13. £e2 a6 flanco rey, y con la probabilidad de
14. c3 ¤f6 15. ¥d1 ¤c6 16. £f1 capturar alguno que otro adicional;
d4 17. d3 exd3 18. ¥f3 ¦e8 19. pero resulta que las estadísticas in-
¤d2 dxc3 20. bxc3 £a5 21. ¥b2 clinan la balanza de resultados a fa-
¥g4+ 22. ¢d1 £a4+ 23. ¤b3 ¤a5 vor del segundo jugador.
24. ¢c1 cxb3 25. ¥d1 bxa2!! 26.
¥xa4 ¥e3# 0–1; Mario Fiorito- 8

John Elburg; Campeonato holan- 7


dés por correspondencia, 1985. 6
Como línea principal hemos 5
estado siguiendo el curso de la
4
partida Vladímir Kozlov-Thomas
Svendsen; Torneo por correspon- 3

dencia a la memoria de Pablo 2


Atars, 1990, que concluyó en ta- 1
blas luego de 11 ... dxc4 12. ¤c3 a b c d e f g h
¥h6 13. £xe4 ¤c6 (13 ... ¤f6!? 14.
£xb7+ ¤bd7) 14. d3 ¤f6 15. £h4 Al parecer, la cuestión radica
¤d4! 16. 0–0 ¤f5 17. £h3 ¥g7 18. en que, entretenidas en la reco-
£f3 £d7 19. ¥e3 cxd3 20. ¦ad1 lección de peones, las blancas no
¤xe3 21. £xe3 ¦h8! 22. ¦xd3 £c7 sólo no han desarrollado sus pie-
23. £g3 £xg3 24. ¦xg3 ¦d8 25. zas, sino que resulta que ahora
¦d1 ¦xd1+ 26. ¤xd1 ¤e4 27. ¦d3 son sus propios peones los que le
¤c5 28. ¦f3+ ¢e7 29. ¤e3?! ¥xb2 dificultan un rápido avance hacia
30. c4 ¥d4 31. ¤d5+ ¥xd5 32. el desprotegido rey contrario.
cxd5 ¤e4 33. ¦f4 ¤c3 34. ¢f1 De cierta manera, este total
¥f6! 35. d6+ ¢e6 36. ¦g4 g5 37. a4 desprecio por los peones parece
¢xd6 38. ¢e1 a6 (38 ... ¢c5!?) 39. beneficiar a las negras, que dispo-
f4 gxf4 40. ¦xf4 ¥e5 41. ¦h4 b5 nen ahora de todo el tablero para
42. axb5 axb5 (42 ... a5!?) 43. ¢d2 mover rápidamente sus piezas,
¤d5 44. g4 b4 45. ¢c2 ¥f6 46. ¦h6 comandadas personalmente por
¢e7 47. ¢b3 ¤e3 48. ¢xb4. el Rey, en medio de la batalla, re-
cordando la clásica imagen cine-
matográfica de los ataques de
Variante 7. £xg6+ pieles rojas, en las películas del
Oeste; o quizás y con más razón
A todas luces resulta realmen- una de aquellas terribles «cargas
te increíble que después de esta al machete», que inauguró el ge-
jugada las negras no estén irre- neral Máximo Gómez, el pasado
mediablemente perdidas. siglo, en la manigua cubana.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 108

108 LOS APORTES DE PAUL KERES

De parte de quién está la ra- d4! dxc4 9. ¥g5+ ¢d7 10. ¥xd8
zón lo dirán los estudios de los ¢xd8 11. ¤c3 a5 12. 0-0-0 ¦a6 13.
próximos años. Por el momento £xe4 ¤f6 14. £e2 ¥h6+ 15. ¢b1
nos limitaremos a presentar algu- ¦c6 16. ¦he1 ¦e8 17. £f1 ¦xe1
nos ejemplos, que seguramente 18. ¦xe1 ¥e6 19. f4 ¤bd7 20. h3
resultarán asombrosos e impen- b5!? 21. g4!?, con juego complica-
sables para los ajedrecistas de al- do, al final vencieron las negras.
mas tranquilas. Elburg-Ido Oren; partida jugada
por correspondencia, 1990.
➪ 7 ... ¢d7
➪ 8. ¥xd5
Aunque se ha practicado 7 ...
No hay muchas experiencias
¢e7?! después de 8. d4! las negras
con 8. £f5+ ¢c6 (8 ... ¢e8 9.
suelen quedar en una situación
£e5+ ¤e7 10. £xh8 dxc4, las
muy comprometida. Por ejemplo:
blancas están mejor) 9. ¥xd5+
8 ... £d6 (8 ... ¤d7 9. ¥xd5 £e8
£xd5 Y ahora hay dos posibilida-
10. £xe4+ ¢d8 11. £xe8+ ¢xe8
des para el blanco: 10. £xf8 ¤e7
12. 0–0 ¥d6 13. ¦e1+ ¢f8 14. g3
ó 10. £xc8 ¤d7. En ambos casos
¤df6 15. ¥g2 c6 16. ¤d2 ¥f5 17.
con posición complicada.
¤c4 ¥c7 18. c3 ¤e7 19. ¥g5; y las
negras abandonaron; Bet-Manri- ➪ 8 ... ¤f6 9. ¥xe4
que; Preliminares del III Latinoa-
La otra alternativa frecuente
mericano, 1973) 9. ¥g5+ ¢d7 (9 ...
es 9. ¤c3 a lo que el negro debe
¤f6 10. ¥xd5 ¦h6 11. £f7+ ¢d8
responder con 9 ... £e7. Todo pa-
12. ¤c3 £e7 13. 0–0–0 £xf7 14.
rece indicar que la dama debe
¥xf7 ¦h7 15. ¥xf6+ ¥e7 16.
ocupar esta posición cuanto an-
¥xe7+ ; y las negras abandonaron;
tes, para preparar adicionalmente
De Pieto-F. Lugo; Preliminares,
la comunicación de las torres, en-
Gambito Letón, 1973) 10. £f5+
tre otras ventajas.
¢c6 11. £xc8 dxc4 12. ¤c3 ¤e7
Personalmente pensaba que
13. d5+! ¢b6 14. ¥e3+ ¢a6 15.
también era posible adelantar el
£g4 £g6 16. £e2 b5 17. a4 £xg2
desarrollo, a cuenta de la incómo-
18. axb5+ ¢b7 19. 0–0–0 ¦xh2 20.
da posición de la dama blanca,
¦hg1 £h3 21. d6! ¤f5 22. £xc4
haciendo 9 ... ¤c6 10. d3 ¤e5 11.
¤xd6 23. ¦xd6 ¥xd6 24. £d5+ c6
£f5+ ¢d6 12. ¤xe4+ ¤xe4 13.
25. ¦g7+ ¥c7 26. bxc6+ ¤xc6 27.
£xe4 ¦h4 14. f4 ¤g4 15. g3, pero
£b5+ ¢c8 28. £xc6 ; y las negras
lo cierto es que el blanco no se
abandonaron; Bet-Lajos; Por equi-
encuentra en peor situación que
pos, Gambito Letón, 1972/1973.
en otras variantes que veremos.
Aún así un último ejemplo pu-
Por esto, buscando complicar
diera servir para alertar sobre las
la posición en una partida que ju-
complejidades ocultas de que dis-
gaba por correspondencia, inten-
ponen las negras : 7 ... ¢e7?! 8.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 109

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 109

té desarrollar, a partir de aquí, un Eric Krantz; partida por corres-


peligroso ataque, y me decidí por pondencia, 1990.
15 ... ¥g7!? 16. ¥c4 £h8!? 17. B) 10. ¥xe4?! ¦g8 11. £f5+
gxh4 £xh4+ 18. ¢d2 c6 (necesa- ¢d8 12. £f3 ¤c6 13. 0–0 ¤d4 14.
rio para sostener la casilla d5) 19. £d3 £d6 15. b3 ¤g4 16. f4 ¥d7
£g2 ¥d4!? 20. c3 ¥e3+ 21. ¢c2 17. ¥b2 £b6 18. ¢h1 ¤xh2! 19.
b5!, es la única manera de inten- ¢xh2 ¥c5 20. f5 ¥d6+ 21. g3
tar continuar con el ataque; pero ¦xg3 22. £xg3 ¥xg3+ 23. ¢xg3
luego de 22. ¥xb5 cxb5 las blan- £d6+ 24. ¢g2?! ¤xf5! 25. ¥xf5
cas tocan «con la punta de un de- ¥xf5 26. d3 ¢d7 27. ¦f2 ¦g8+ 28.
do» el castillo de naipes sobre el ¢f1 ¥h3+ 29. ¢e2 £e5+ 30. ¢d2
que descansa la posición 23. h3!! £g5+ 31. ¢e2 ¥g4+ 0–1; Ulrich
El juego se paraliza porque las Nyffeler-John Elburg; Torneo de
negras no pueden defender al la ICCF, 1988.
mismo tiempo tantas piezas ata- C) 10. d3 exd3+ 11. ¥e3
cadas. Ante esta situación, no me d2+!? (11 ... ¥h6) 12. ¢xd2 con
quedó otra alternativa que inten- las siguientes posibilidades:
tar «un asalto a la bayoneta»: 23 C1) 12 ... £d6 13. £d3 (13.
... ¥b7 24. £xb7 £f2+ 25. ¢b3 a5 £f7+ ¥e7 14. ¦ad1 ; Alejandro
26. £xa8 ¥b6, y si no fuese por- Melchor Muñoz-Hauward; parti-
que las negras están perdidas, a da jugada por correspondencia,
estas últimas jugadas habría que 1989/1990) 13 ... ¤c6 14. ¥g5 Stu-
agregarles un signo de admira- re Valentin Nyman-Svendsen;
ción. Las blancas respondieron 27 partida jugada por corresponden-
... £f8+ y en definitiva decidí cia, 1990/1991.
abandonar, pues luego de 28. a4 C2) 12 ... ¤xd5 13. ¤xd5 £d6
el rey blanco está a salvo. 1–0; 14. £d3 Sture Valentin Nyman-
Humberto Fariñas Seijas-Francis- Larsen1; partida jugada por co-
co Acosta Ruiz; Torneo por co- rrespondencia, 1988.
rrespondencia a la memoria de C3) 12 ... £e5 13. ¦ad1 ¤xd5
Lascuraín, Cuba, 1995/1996. 14. ¤xd5.
Retornando a la subvariante, C4) 12 ... c6!? 13. ¥b3 ¢c7 14.
luego de 9. ¤c3 £e7 las blancas ¥f4+ ¢b6 15. a4! a5 16. ¥e3+ ¢c7
disponen de los siguientes cami- 17. ¦ae1 £d8+ 18. ¢c1 b6 19. ¦d1
nos: ¤bd7 20. g4! ¢b7 21. g5 (21. h4!
Karl Nyman) 21 ... ¤g4 22. ¥d4
A) 10. 0–0 ¤c6 11. ¥xe4 ¤e5
¦xh2 23. ¦hg1 ¤xf2 24. ¦d2 ¤g4
12. £g3 ¦g8 13. £f4? (13. £e3)
25. ¦xh2 ¤xh2 26. £h5 £c7 0–1
13 ... ¢d8 14. d4 ¤eg4 15. ¦e1
en 36 jugadas; Karl Nyman-Fritz
£g7 16. g3 ¥d6 17. £d2 (17. £f3
Borrman;Torneo de la ICCF, 1991.
¤xh2! 18. ¢xh2 ¤g4+ ∆ …¤f2)
Lo anterior han sido sólo algu-
17 ... ¤xh2!! 0–1; Druke-Kjell-
nos ejemplos para ilustrar hasta
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 110

110 LOS APORTES DE PAUL KERES

qué punto existen posibilidades Existen, naturalmente, muchas


ocultas en estas posiciones sui gé- otras variantes interesantes den-
neris, razón de más para que sólo tro del Gambito Letón, que no es
se atrevan por estos caminos los nuestro propósito abordar en es-
tenaces ajedrecistas postales. te trabajo. De hecho los estudios
de Keres incluyeron las variantes
➪ 9 ... £e7
más importantes, y de alguna ma-
En caso de 9 ... ¤xe4 se puede nera muchas de esas ideas se
seguir con 10. £f5+ (10. £xe4 ¥d6 mantienen vigentes.
11. £f5+ ¢c6 12. £f3+ ¢b6 13. d3 Es el caso específico de la Va-
¤c6 14. ¥e3+ ¢a6 15. ¤c3 ¥d7 riante 3. ¤xe5, que es considerada
16. h3 b6 17. b4 ¥e5 18. d4 ¤xd4 por muchos como la continuación
19. ¥xd4 ¥xd4 20. £d3+ ¢b7 21. más favorable para las blancas, so-
£xd4 ¦e8+ 22. ¢f1 £e7 23. f3 ¥c6 bre todo si las negras optan por la
24. ¢f2 ¦ad8 25. £f4 ¦f8 26. £e3 clásica 3 ... £f6, en la que el blanco
£h4+ 27. ¢f1 £c4+ 1–0; Gerhard se desempeña dentro de caminos
Niemand-Pablo Atars; Torneo de estratégicos menos azarosos.
la ICCF, 1971/1972) 10 ... ¢e8 11. Pero también el negro puede
£xe4+ ¥e7 y por la mala posición decidirse por 3 ... ¤c6!?, y enton-
del rey negro, el blanco tiene ven- ces pueden aparecer muchas sor-
taja. presas en cada casilla del tablero,
sobre todo si el blanco acepta la
➪ 10. d3 ¦g8 11. £f5+ ¢d8 12.
provocación con 4. £h5+?!, y en-
£f3 ¤c6 13. c3
tra en complicaciones que bien
8
pudiera evitar si se conformase
con mantener el peón y respon-
7
diera sencillamente 4. ¤xc6!, que
6 aunque ha sido criticada por algu-
5 nos autores, no está claro que las
4 negras obtengan suficiente com-
3
pensación por el peón sacrificado,
ni existen suficientes experiencias
2
de torneos en los últimos años, co-
1 mo para poder inclinar las opinio-
a b c d e f g h nes hacia uno u otro bando.
Pero el Letón es como un po-
Hemos seguido la línea de la
zo rico y profundo, en el que
partida Niemand-Walker; V final
siempre encontramos agua fres-
mundial del Gambito Letón,
ca. Por eso los nuevos tiempos re-
1972/1974.
viven la continuación 3. ¤xe5
El juego continuó con:
£e7, con ejemplos como los si-
➪ 13 ... ¤e5 14. £e3 ¤xe4 15.
guientes:
dxe4 ¦xg2 con posición ganadora.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 111

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 111

A) 4. £h5+ g6 5. ¤xg6 En resumen, una y otra vez el


£xe4+ 6. ¢d1 ¤f6 7. £h4 ¤g4 8. misterioso gambito ha caído y ha
d3 hxg6 9. £xh8 ¤xf2+ 10. ¢d2 vuelto a levantarse porque, en de-
£e7 11. ¦g1 ¢f7 12. d4 ¥g7 13. finitiva, existe en su esencia un di-
¥c4+ d5 14. ¥xd5+ ¥e6 15. namismo que conduce a posicio-
¥xe6+ £xe6 16. £h4 ¤c6 17. c3 nes en las que las leyes clásicas
¦d8 18. £xf2 ¤xd4 19. cxd4 del ajedrez comienzan a resultar
¥xd4 20. £f3 ¥xb2+ 21. ¢c2 contradictorias, cual si quisiéra-
¥xa1 22. £b3 ¦d5 23. ¤c3 ¥xc3 mos aplicar las Leyes de Newton
24. ¢xc3 ¢e8 25. ¥d2 £c6+ 26. dentro del marco de la Física
¢b2 ¦xd2+ 27. ¢a1 £f6+ 28. Cuántica.
¢b1 £b6 29. ¦e1+ ¢d7 Christian Para concluir, quizás resulte
Dammer-Petr Zvara; 7ª ronda del acertado mencionar aquí la apre-
Torneo abierto de Oberwart ciación que sobre este gambito
(Austria), julio de 1992. nos dio cierta vez el gran maestro
B) 4. d4 ¤f6 5. ¥c4 fxe4 6. Silvino García Martínez, cuando
¥f7+ ¢d8 7. ¥b3 d5 8. ¥g5 c6 9. consultado sobre la conveniencia
0-0 ¤bd7 10. f4 exf3 11. ¤xf3 h6 o no de la utilización de este tipo
12. ¦e1 £f7 13. ¥h4 ¥d6 14. ¤e5 de planteos afirmó que: «hay aper-
¤xe5 15. dxe5 ¥c5+ 16. ¢h1 g5 turas mucho peores que el Gambi-
17. exf6 gxh4 18. c4 h3 19. cxd5 to Letón, en las que las negras se
hxg2+ 20. ¢xg2 £g6+ 21. ¢h1 pasan sufriendo todo el tiempo, y
¥g4 Bogdan Podlesnik-Georg sin embargo se juegan todos los
Mohr; Liubliana, 1989. días sin ser tan criticadas».
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 112

Defensa de los dos caballos

No era muy buena la decisión 10. ¤xd4 ¤fxd5 11. ¥xd5 ¤xd5
de permitir a Keres que plantease 12. ¤f5 c6 13. ¤xg7+ ¢d7 14. 0–0
la Defensa de los dos caballos, ¦g8 0–1 en 42 jugadas; Laszlo Ko-
pues sus resultados con ella fue- vacs-Keres; 6ª ronda del Torneo
ron normalmente buenos. de Budapest, 1970.
Pero además, también sobre
esta defensa realizó Keres deta- Variante 4. d4 exd4
llados análisis, que hoy forman
A) 5. 0–0 ¥c5 6. e5 d5 7. ¥b5
parte de la bibliografía clásica.
¤e4 8. ¤xd4 0–0 9. ¤xc6 bxc6 10.
Por nuestra parte, nos limitare-
¥xc6 ¥a6 11. ¥xa8 ¥xf1 12. ¥e3
mos a presentar un resumen que
¥xe3 13. fxe3 ¥xg2 14. £g4 ¥h3
permita extraer detalles esenciales
15. £xh3 £g5+ 16. ¢f1 ¦xa8 17.
de la obra de Keres, tomamos co-
c3 £xe5 18. £g2 ¦b8 19. ¤a3 ¦b6
mo motivo una de sus partidas.
20. ¢e1 ¦g6 0–1; Arnd Herr-
mann-Keres; partida jugada por
Marcos Luchis-Paul Keres correspondencia, 1936.
Círculo de ajedrez de Buenos B) 5. ¤g5 d5 6. exd5 £e7+
Aires, Argentina, 1939 7. ¥e2 ¤xd5 8. 0–0 h6 9. ¤f3
£f6 10. ¤bd2 ¥f5 11. ¤b3
➪ 1. e4 e5 2. ¤f3 ¤c6 3. ¥c4 0–0–0 12. ¤fxd4 ¤xd4 13. £xd4
¤f6 4. ¤g5 £xd4 14. ¤xd4 ¥h7 15. c4 ¤b4
16. ¥e3 ¥e7 17. ¦ad1 ¥f6 18.
Se llega a la denominada Va-
¤b5 a6 19. ¤c3 ¥d3 20. ¥xd3
riante clásica, que sigue mante-
¤xd3 21. ¥c1 ¦he8 22. ¤d5
niéndose como la más practicada
¤xc1 23. ¦xc1 ¥xb2 0–1 en 42
hasta nuestros días.
jugadas; Sokolski-Keres; XVII
Pero también jugó Keres con-
Campeonato de la URSS, Mos-
tra los restantes sistemas más po-
cú, 1949.
pulares. A continuación incluimos
C) 5. e5 d5 6. ¥b5 ¤e4 7.
algunas de sus partidas más im-
¤xd4 ¥d7 8. ¥xc6 bxc6 9. 0–0
portantes:
¥c5 10. f3 ¤g5 11. ¥e3 0–0 12. f4
Variante 4. d3 ¤e4 13. ¤d2 f6 14. ¤xe4 dxe4 15.
£e2 ¥g4 16. £f2 £d5 17. ¤xc6
4 ... ¥c5 5. ¤c3 d6 6. h3 ¥e6 7. ¥a3 18. exf6 ¦xf6 19. ¤e5 £xe5
¤d5 ¥xd5 8. exd5 ¤e7 9. d4 exd4 20. fxe5 ¦xf2 21. ¥xf2 ¥xb2 22.
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CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 113

¦ae1 ¥f5 1/2–1/2 en 75 jugadas; 8


Svéshnikov-Keres; XLI Campeo- 7
nato de la URSS, Moscú, 1973.
6
➪ 4 ... d5
5
Es obligado hacer mención a
4
los análisis que Keres desarrolló
dentro de la Variante Wilkes-Ba- 3

rre, que queda planteada cuando 2


el negro responde con 4 ... ¥c5 1
!?, que suele dar lugar a la se- a b c d e f g h
cuencia 5. ¤xf7 ¥xf2+ 6. ¢f1!
(6. ¢xf2 ¤xe4+ 7. ¢g1! £h4 8.
g3 ¤xg3 9. hxg3 £xg3+ 10. ¢f1 Las blancas se deciden por la
¦f8 11. £h5 d6 12. ¤c3 ¥g4 13. Variante Morphy, menos utiliza-
£h2 £f3+ 14. ¢g1 ¤d4 15. £f2 da que la tradicional 6. ¥b5+ c6
b5! 16. ¥d5 ¤e2+ 17. ¢f1 ¤g3+ 7. dxc6 bxc6, de la que Keres era
18. ¢e1 £xf2+ 19. ¢xf2 ¤xh1+ un profundo conocedor.
20. ¥xh1 ¦xf7+ 21. ¢g3 0–0–0 Son interesantes los siguientes
22. ¢xg4 ¦df8 y opina Keres que ejemplos:
las negras tienen buen juego pa- A) 8. ¥e2 h6 9. ¤f3 e4 10.
ra el contraataque) 6 ... £e7 7. ¤e5 ¥d6:
¤xh8 d5 8. exd5 ¤d4! 9. h3! a1) 11. d4 exd3 12. ¤xd3 £c7
¥h4! (9 ... ¤g4 10. hxg4 ¥g3 11. 13. h3 0–0 14. ¤c3 ¦b8 15. 0–0 c5
¢g1 £c5 12. ¦h3 ¥xg4 13. £f1 16. ¥f3 ¦d8 17. £e2 ¦e8 18. £d1
¤f5+ 14. ¢h1 ¥xh3 15. gxh3 ¥f4 ¥e6 19. b3 c4 20. bxc4 ¤xc4 21.
16. £g1! £xc4 17. ¤c3; 9 ... £c5 ¦b1 £a5 22. ¦xb8 ¥xb8 23. ¤e2
10. ¢xf2! ¤e4+ 11. ¢e1 ¤xc2+ ¦d8 24. ¥f4 ¥xf4 25. ¤exf4 ¥f5
12. £xc2 £f2+ 13. ¢d1 £xg2 14. 1–0 en 56 jugadas; Bengt Eken-
¦f1 ¤f2+ 15. ¢e1, etc.) 10. c3 bergt-Keres; Linkopig, 1944.
¤f5 11. d4 e4 12. ¥d2 e3! 13. a2) 11. f4 £c7 12. d4 0–0 13. c3
¥e1 ¥f2! con amenazas morta- c5 14. ¤a3 a6 15. ¤c2 ¦d8 16. 0–0
les. 0–1 en 15 jugadas; Babicky- ¦b8 17. £e1 ¤c6 18. ¢h1 ¤e7 19.
Sapundshijew; partida jugada ¥c4 ¦f8 20. ¤e3 cxd4 21. cxd4
por correspondencia, 1964. ¤f5 22. ¤xf5 ¥xf5 23. ¥xa6 ¥e6
En realidad, los análisis son 24. b3 ¤d7 25. ¥c4 ¥xe5 26. fxe5
sumamente extensos, y los intere- ¥xc4 27. bxc4 £xc4 28. ¥a3 ¦fe8
sados en esta variante de juego 29. ¥d6 ¦b6 30. £f2 e3 31. £f5
no pueden prescindir de consul- ¤f8 32. ¥c5 ¦b2 33. ¦ac1 £xa2
tarlos en sus fuentes originales. 34. ¥xf8 ¦xf8 35. ¦c8 1/2–1/2; Sue-
tin-Keres; XVIII Campeonato de
➪ 5. exd5 ¤a5 6. d3 la URSS, Moscú, 1950.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 114

114 LOS APORTES DE PAUL KERES

B) 8. ¥d3 8 ... ¤d5 9. ¤e4 f5 Una invitación para que el


10. ¤g3 ¤f4 11. ¥f1 ¥c5 12. c3 blanco haga 13. c3; así jugó Salwe
¥b6 13. d4 ¤g6 14. ¥d3 0–0 15. contra Marshall, y el negro tuvo
b4 ¤b7 16. ¥c4+ ¢h8 17. d5 ¤d6 buen juego luego de 13. c3 ¥e7 14.
18. ¥b3 f4 19. ¤f1 ¤e4 0–1; Vin- h3 ¥h5 15. g4 ¥g6 16. ¥e3 ¤d7
cenzo Castaldi-Keres; Olimpiada 17. ¤1d2 ¤e5 18. 0-0-0 b5 19. cxb5
de Estocolmo, 6ª ronda, 1937. ¤d3+ 20. ¢b1 £xd5 21. ¢a1 £xb5
22. f4 a5 23. ¦b1 f5. La partida con-
➪ 6 ... h6 7. ¤f3 e4 8. £e2
tinuó con 24. ¤d4 £a4 25. b3 £d7
¤xc4 9. dxc4 ¥c5 10. ¤fd2
26. gxf5 ¥xf5 27. £g2 c5 28. ¤xf5
8
£xf5 29. £xe4 ¥f6 30. £c4+ ¢h8
31. ¤e4 ¦ae8 32. ¤xf6 ¦xf6 33.
7
¥c1 ¦fe6 34. ¥a3 ¦e2 35. ¦hd1
6
¤e1 36. ¥xc5 ¤c2+ 37. ¢b2 ¤b4+
5 0–1; Georg Henryk Salwe-Frank
4 James Marshall;Viena, 1908.
3
➪ 13. ¤c3
2

1 8

a b c d e f g h 7

6
El curso de la partida ha se- 5
guido los senderos teóricos de en-
4
tonces, alcanzándose un punto de
conflicto. El problema radica en 3

que las blancas no desean hacer 2


ahora 10. c3, porque dificulta la 1
salida natural del caballo. a b c d e f g h
Así jugó Grob contra Keres en
Dresde el año 1936, y el juego con- Aparentemente las blancas han
tinuó con 10 ... b5! 11. b4 ¥e7 12. logrado su objetivo, pero ahora
¤fd2 ¥g4 13. f3 exf3 14. gxf3 ¥h5 Keres introduce una novedad que
15. cxb5 0–0 16. 0–0 ¦e8 17. £c4 transformó el futuro de la variante.
¥d6 18. £h4 ¦e2 19. ¦f2 £e8 20.
¤e4 ¦e1+ 21. ¦f1 ¦xf1+ 22. ¢xf1 ➪ 13 ... c6!
£xb5+ 23. ¢f2 ¤xe4+ 24. £xe4 Según Keres, aquí se jugaba
¦e8 25. ¤a3 £.d7 26. £h4 £f5 27. 13 ... b5 14. h3 ¥h5 15. g4 ¥g6,
f4 ¦e2+ 28. ¢g1 £e4. 0–1. etc., pero ahora lo que sigue es
➪ 10 ... 0–0 11. ¤b3 ¥g4 12. forzado, ya que no es posible to-
£f1 ¥b4+ mar en c6, por el mate en d1.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 115

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 115

A partir de aquí el desenlace 22. ¤xb2 ¥c3 23. ¦fb1 ¤xg4! 24.
de la partida fue breve y preciso. hxg4 £f6 25. a4 ¥xb2 26. ¦a2
¥e5 27. ¦f1 £h4 y las blancas no
➪ 14. h3 ¥h5 15. g4 ¥g6 16.
tienen salida. El final llegó tras
dxc6 bxc6 17. ¥d2 e3!
28. f4 exf3 29. ¦xf3 £xg4+ 30.
La partida está decidida, pero ¢f1 ¥g3 31. ¦a1 f5 32. £g2 ¥e5
como dice el refrán, «todo lo que 33. ¦a3 ¥h5 34. £f2 £g6 35. ¦h3
se vende siempre tiene alguien f4 36. ¥b6 ¥b2 37. ¦ab3 ¥e2+
que lo compre». Por eso no debe 38. ¢e1 £xc2 0–1; Erik Gosta
sorprender que, casi 20 años des- Svensson-Vladimir Holecek; Tor-
pués, un «alma extraviada» inten- neo por correspondencia a la me-
te nuevamente revivir el juego moria de Eduard Dyckhoff, 1956.
blanco, y se decida por 17. ¥e3. Pero en la partida original Ke-
Contra esto las negras encontra- res ganó luego de:
ron el plan perfecto para explotar
➪ 18. fxe3 ¥xc3 19. bxc3 ¥xc2
los problemas en el flanco dama,
20. ¤d4 ¤e4 21. h4 c5! 22. ¤f3
jugando 17 ... a5! 18. £e2 a4 19.
¤g3 23. £g2 ¤xh1 24. £xh1
¤d2 ¦e8 20. 0-0 a3! 21. ¤d1 axb2
¥e4. 0–1.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 116

Defensa Siciliana

Como se sabe, en toda buena Para un autor siempre es difícil


historia, los principales pormeno- dejar pendiente asuntos que pu-
res de la trama han de quedar re- dieran resultar de interés, pero en
sueltos en las páginas finales, y en obras como ésta resulta hasta con-
nuestro caso, es la Defensa Sicilia- veniente poner en manos públicas
na el modelo perfecto para alcan- el material recopilado, porque
zar el clímax deseado en esta obra. siempre hay tiempo de enriquecer
No ha sido casual la presenta- y actualizar el contenido, tanto
ción arbitraria de las aperturas con el aporte de los propios lecto-
que han dado cuerpo a esta inves- res, como con una más detallada
tigación teórico-histórica, en la investigación con el decurso del
que la tradicional clasificación de tiempo, de manera que si el interés
las aperturas ha sido intencional- de los ajedrecistas demanda nue-
mente desdeñada, para dar paso a vas ediciones de nuestra obra, és-
una estructura narrativa más fle- tas siempre tendrán algún detalle
xible, que hiciera posible comen- que las distinga de las anteriores.
zar por la Apertura Ruy López, y Ya al comienzo de este trabajo
concluir con la Defensa Siciliana. aclarábamos que fue Keres un aje-
Por supuesto, aunque hemos drecista capaz de «enredar» a su
tratado de abarcar el mayor nú- adversario en pequeñas transposi-
mero de aperturas posibles, resul- ciones en las aperturas, y esto hace
ta inevitable limitar el entorno de que su producción creativa quede
la investigación, no solo por razo- muchas veces a un nivel puramen-
nes de espacio, sino fundamen- te hipotético, en cuyo caso se hace
talmente por la imposibilidad de más difícil establecer el vínculo
acumular información suficiente preciso entre lo que se entiende
para poder tratar con propiedad generalmente por novedad teó-
otras variantes de juego que estu- rica, y lo que no pasa de ser un
vieron entre sus favoritas, y en las proyecto puramente estratégico.
que también introdujo novedades Esta situación se da especial-
interesantes; tal es el caso de la mente en la Defensa Siciliana, en
Apertura Escocesa, la Defensa la que sus más trascendentes
India de Dama, la Defensa aportes alcanzaron notoriedad
Gruenfeld y la Apertura Reti, por como consecuencia de la práctica
sólo citar las que hemos dejado sistemática que de sus ideas hicie-
conscientemente en el tintero. ron otros.
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CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 117

Como señaló Carlos Alberto muy estudiada, en la que lo habi-


Palacio, Keres siempre fue un ju- tual era continuar con 7. ¥b5+,
gador temible cuando se enfren- pero aquí Keres sorprende a Win-
taba a la Defensa Siciliana, inclu- ter con: 7. ¥g5! que, como aclara
yendo en su repertorio desde sen- el propio Keres, se le ocurrió «so-
cillas ideas de planteo, como su bre la marcha» —¡una vez más!—
variante 1. e4 c5 2. ¤e2, que –se y luego de 7 ... £a5+ 8. c3 cxd4 9.
ha dicho– introdujo contra Bo- ¥d3! dxc3 10. 0-0! cxb2 11. ¦b1
goljubow, en Salzburgo, 1943, dxe5? 12. ¤xe5 ¥d6 13. ¤xf7!
aunque en realidad así jugó con- con ataque decisivo: 13 ... ¢xf7
tra Capablanca, en Semmering 14. £h5+ g6 15. ¥xg6+! hxg6 16.
(Austria), 1937; o por la intere- £xh8 ¥f5 17. ¦fe1 ¥e4 18. ¦xe4!
sante idea 1. e4 c5 2. ¤f3 d6 3. dxe4 19. £f6+ y el negro abando-
b4!?, de su partida contra Eliska- nó ante el mate inminente.
ses, en Semmering, 1937, y que él Sirva lo anterior como breve
comenta ampliamente, con notas introducción sobre la presencia de
muy propias de su estilo, en su Keres en la Defensa Siciliana.
obra magistral El ajedrez como Análogas circunstancias podemos
yo lo juego. encontrar en las variantes Najdorf
Este amplio espectro de pen- y Scheveningen, pero eso lo deja-
samiento le permitió responder remos para el momento oportuno.
con brillantez ante una receta
preparada por William Winter, en
la partida que sostuvieron en la
Olimpiada de Varsovia (Polonia), Gambito Siciliano
en 1935, donde luego de 1. e4 c5 diferido
2. ¤f3, Winter empleó la variante
de Nimzowith 2 ... ¤f6; y luego de Muchas veces ocurre que es-
3. e5 ¤d5 4. ¤c3 e6 5. ¤xd5 exd5 cuchamos cierta melodía que nos
6. d4 d6 se llega a una posición resulta muy conocida, y nos que-
damos sorprendemos al enterar-
8 nos de que esa obra «también es
7
de Lecuona2».
Eso exactamente nos sucede
6
cuando nos interesamos por el es-
5 tudio de cierto sistema de juego
4 –por ejemplo, la Variante del pe-
3 ón envenenado, llamado por mu-
chos como Gambito de Gotem-
2
burgo– y casi por casualidad nos
1
enteramos de que «¡eso también
a b c d e f g h fue una novedad de Paul Keres!».
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118 LOS APORTES DE PAUL KERES

Una de esas novedades, pre- el negro pudo conseguir ventaja


parada como tantas otras con fi- clara en cualquier momento. Yo
nes esencialmente psicológicos, es creo que la verdad reside en el tér-
el denominado Gambito Siciliano mino medio entre ambas opinio-
diferido, Gambito del Ala, o nes. Las jugadas negras fueron
Gambito Keres, según cada autor muy criticadas, empezando por la
le prefiera llamar. Al respecto es tercera, y se indicó que lo mejor
histórica la siguiente partida. era 3 ... ¤f6. Yo me tomo la liber-
tad de afirmar que si la continua-
ción 3 ... ¤f6 fuera la mejor conti-
Paul Keres-Erich Gottlieb nuación, el gambito 3. b4 se juga-
Eliskases ría más a menudo en los torneos».
Semmering (Austria), 1937 Sin embargo, lo que no se com-
prende es por qué Keres no aclara
que esta jugada se presentó real-
➪ 1. e4 c5 2. ¤f3 d6 3. b4!?
mente, por primera vez, en la parti-
da Keres-Israel Dyner, del Torneo
8
de Ostende (Bélgica), a comienzos
7 del mismo año, es decir en 1937.
6 También es necesario aclarar
5 que la jugada tiene antecedentes
en dos partidas de Keres de 1935,
4
en las que sus rivales no respon-
3
dieron con 3 ... d6.
2 En la primera de ellas, jugada
1 por correspondencia, se siguió
a b c d e f g h con 2 ... e6 3. b4 cxb4 4. d4 d5 5. e5
¤c6 6. a3 bxa3 7. c3 a6 8. ¤xa3
Se dice que esta posición se ¥d7 9. ¥d3 f5 10. g4 g6 11. gxf5
presenta por primera vez en esta exf5 12. £e2 ¥e6 13. ¤g5 £e7
partida, y que despertó de inme- 14. ¤b5 1–0; Keres-A. Remmel-
diato un extraordinario interés, gas; partidas jugada por corres-
que Keres relató en los siguientes pondencia, 1935.
términos: En la otra, las negras hicieron 2
«Esta partida provocó una ... a6 3. b4 cxb4 y ahora Keres viaja
gran controversia entre los co- hacia el romanticismo total y hace
mentaristas. Mientras que los par- 4. a3 d5 5. exd5 £xd5 6. axb4 ¥g4
tidarios del juego combinatorio se 7. ¤c3 £h5 8. ¥e2 e6 9. 0–0 ¤f6
entusiasmaban porque un juego 10. ¦a5 ¤d5 11. h3 ¥xf3 12. ¥xf3
tan arriesgado pudiera llevarse a ¤xc3 13. dxc3 £g6 14. £d4 £f6 15.
cabo entre grandes maestros, los £c4 ¤d7 16. ¥g5 £g6 17. ¥xb7
detractores sostenían que el juego ¦b8 18. ¥c6 ¥e7 19. ¥xd7+ ¢xd7
blanco se basaba en un farol, y que 20. ¦d1+ ¢e8 21. £c7 1–0; Keres-
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CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 119

Thorsten Gauffin; Helsinki, 1935. £c8 7. ¤bd2 ¥g7, se dio en la


Por tanto, se puede afirmar que partida Keres – Dyner antes
ya desde 1935 —sino antes— venía mencionada, que también tuvo
Keres trabajando con esta idea, rápido desenlace con 8. 0–0 ¤f6
con muy pequeñas modificaciones 9. e5 dxe5 10. dxe5 ¤g4 11. £e2
entre un planteamiento y otro, en 0–0 12. h3 ¤h6 13. a3 ¤c6 14.
dependencia de la segunda jugada axb4 ¤xb4 15. ¦b1 ¤c6 16. ¥a3
del negro, incluida la respuesta 2 ... ¤f5 17. £e4 ¥e6 18. ¥xe6 £xe6
¤c6, sobre la que se publicaron los 19. g4 ¤h6 20. ¦xb7 ¤xe5 21.
siguientes análisis de Boleslavski : ¦xe7 ¤xf3+ 22. £xf3 £f6 23.
3. b4 ¤xb4 (3 ... cxb4 4. a3!) 4. c3 £e2 ¦fd8 24. ¤e4 £c6 25. ¦e1
¤c6 5. d4 cxd4 (5 ... d5 6. exd5 ¥f8 26. £f3 ¥xe7 27. ¥xe7 ¦dc8
£xd5 7. ¥e2 que amenaza 8. c4) 6. 28. £f4 1–0; Keres-Dyner; Torneo
cxd4 d5! 7. exd5 £xd5 8. ¤c3 £a5 de Ostende, 1937.
9. d5 (en las notas de Palacio se re-
➪ 5. ¥d3 d5
comienda 9. ¥d2) 9 ... e6!, frena el
inconsistente avance blanco. Por Keres critica esta jugada, con-
otra parte, la captura del caballo en siderando que la apertura del
c3 sería fatal luego de 10. ¥d2. centro favorece al blanco. Desde
este punto de vista también es re-
➪ 3 ... cxb4 4. d4 ¤f6
comendable continuar el desarro-
Tratándose de un típico gambi- llo con 5 ... e6 6, 0–0 ¥e7. Esta po-
to a lo Morphy, es lógico que en sición se ha visto en algunas parti-
nuestros tiempos este planteo no das. Veamos dos ejemplos:
resulte del agrado de muchos, y de
A) 7. ¤bd2 d5 8. e5 ¤fd7 9.
hecho rara vez se encuentra en
¤e1 ¤c6 10. £g4 0–0 11. ¤df3 f5
torneos magistrales. Aún así, es
12. £h3 £e8 13. ¢h1 £g6 14. ¥e3
natural que talentos como Brons-
£g4 15. £xg4 fxg4 16. ¤g1 ¤b6
tein se hayan interesado por inves-
17. ¥e2 ¤c4 18. ¤d3 ¤xe3 19.
tigar estas inquietas aguas.
fxe3 ¥g5 20. ¦xf8+ ¢xf8 21. ¦f1+
En la partida David Bronstein-
¢e7 22. ¤f4 ¥d7 23. ¥xg4 ¥xf4
Anatoli Levin; URSS, 1969, las ne-
24. ¦xf4 ¥e8 0–1 en 45 jugadas;
gras optaron por uno de los cami-
Martyn John Corden-Gligoric;
nos considerados como más segu-
Hastings, 1969.
ros, basado en el rápido fianchetto
B) 7. ¦e1 ¤c6 8. ¥b2 d5 9. e5
4 ... g6 5. ¥c4 ¥g7 6. 0–0 e6 7. a3
¤d7 10. a3 ¤b6 11. axb4 ¤xb4
bxa3 8. ¤xa3 a6 9. ¥f4 ¤c6 10. d5
12. ¥f1 ¥d7 13. c3 ¤c6 14. ¤bd2
¤e5 11. dxe6 ¥xe6 12. ¥xe6 fxe6
0–0 15. ¥d3 a5 16. ¦e3 ¥e8 17. h4
13. ¤g5 ¢e7 14. ¥xe5 dxe5 15.
g6 18. h5 a4 19. ¤h2 ¤a5 20. ¦h3
£b1 ¤h6 16. £b3 £c8 17. ¤c4 b5
¤bc4 21. ¥c1 ¤xd2 22. £xd2 g5
18. £b4+ ¢f6 19. ¤xe5. 1–0.
23. ¥b1 1–0 en 36 jugadas; Svein
Esta misma continuación, pe-
Johanssen-Heinz Gerhard Leh-
ro haciendo 5. ¥b5+ ¥d7 6. ¥c4
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120 LOS APORTES DE PAUL KERES

mann; 4ª ronda del Torneo Hoo- Otra jugada de Eliskases que


govens de Beverwijk (Países Ba- fue duramente criticada, pero
jos), 1965. considera Keres que en realidad
➪ 6. ¤bd2 dxe4 no es mala, solo que la posición
ya es ventajosa para las blancas.
Típica de estas posiciones son
las mutuas maniobras de caballos, ➪ 11. ¤hg1!
totalmente contradictorias cuando Por quinta vez en once jugadas
apenas se ha completado el desa- se mueve este inquieto caballo, pe-
rrollo del resto de las piezas. Un ro las razones son evidentes.
ejemplo es la siguiente continua- ➪ 11 ... ¥g7 12. ¤e2 e5 13.
ción: 6 ... e6 7. e5 ¤fd7 8. ¤f1 h6 9. ¤g3. 0–0?!
¤g3 ¤c6 10. ¤h5 ¤b6 11. £d2 Esta posición se alcanzó nueve
¥d7 12. £f4 £e7 13. a3 ¤c4 14. años después en la partida Anto-
0–0 ¤xa3 15. c3 a5 16. ¥xa3 bxa3 nio Ángel Medina García-Arturo
17. ¦fb1 ¤b4 18. cxb4 axb4 19. Pomar Salamanca, Campeonato
£d2 ¥a4 20. £e2 £d7 21. ¤d2 de España, Santander, 1946, en la
0–0–0 22. ¤b3 b6 23. ¤c1 ¢b8 24. que las negras mejoraron el juego
£d2 0–1 en 43 jugadas; John Lit- con 13 ... e4! 14. £e2 0–0 15. ¤xe4
tlewood-Rochlin; partida jugada ¦e8 16. ¤xf6+ ¤xf6 17. ¥e3 ¤g4
por correspondencia, 1970. 18. h3 (18. 0–0 ¥xd4!) 18 ... ¤xe3
➪ 7. ¤xe4 ¤bd7 8. ¤eg5 £c7 19. fxe3 £g3+ con ataque ganador.
Aclara Keres que no le preocu- ➪ 14. 0–0 e4! 15. ¤xe4 ¤xe4
pó si después de 8 ... h6 era correc- 16. ¥xe4 £xc4 17. ¥d3 £d5 18.
to el sacrificio 9. ¤xf7 ¢xf7 10. ¦e1 g4 19. ¤h4!
¤e5+ ¤xe5 11. dxe5 porque siem-
pre pensó hacer 9. ¤e6 £b6 10. En caso de 19. ¤e5 ¤xe5 20.
¤xf8 seguido de 11. 0-0. dxe5 ¥e6 con mejor posición.
(Palacios).
➪ 9. c4 h6 10. ¤h3 g5
➪ 19 ... ¤b6
Keres cita unos análisis de Ni-
8
kolái Rjumin, en relación con la
7 jugada 19 ... £xd4, y aclara que las
6 blancas no ganarían la calidad con
5
20. ¦b1 ¤c5 21. ¥e3 £xd3 22.
¥xc5 £xd1 23. ¦bxd1 ¥e6! con
4
buena posición, porque el blanco
3 puede seguir con 20. ¤f5! £xa1
2 21. £xg4 y ahora se discrepa sobre
1 si el negro debe jugar 21 ... ¤c5
a b c d e f g h
(Euwe), o desclavar el alfil con 21
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CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 121

... ¢h8 (Rjumin), todo acompaña- nido mayor aceptación, es su mo-


do de extensos y complicadísimos vimiento 1. e4 c5 2. ¤e2, contra la
análisis. Pero Keres se limita a in- Defensa Siciliana.
dicar que después de 21 ... ¢h1 el Y nadie mejor que el propio
blanco puede jugar 22. ¤xh6! y el autor para explicar los objetivos
caballo no puede ser capturado estratégicos generales que se es-
porque si 22 ... ¥xh6 23. £h4 ¢g8 conden detrás de esta inofensiva
(no 23. ... £f6 24. ¥b2!) 24. £xh6 y hasta contradictoria jugada.
£g7 25. £h4! con fuerte ataque. En su libro El ajedrez como yo
lo juego, hace Keres las siguientes
➪ 20. ¦b1 ¥d7 21. ¦e4?!
reflexiones:
Mejor era 21. ¦xb4.
➪ 21 ... ¦fe8 22. ¦f4 £d6 23. 8

¥d2 ¤d5 7

6
8
5
7
4
6
3
5
2
4
1
3 a b c d e f g h
2

1 «.Con esta rara jugada, que no


a b c d e f g h tiene habitualmente ninguna im-
portancia específica, yo había con-
➪ 24. ¦xg4! ¥xg4? seguido bastantes buenos resulta-
Según Keres había que hacer dos en partidas magistrales. No
24 ... ¤c3! 25. ¥xc3 bxc3 pero no pretende crear ningún nuevo siste-
25 ... ¥xg4 26. £xg4 bxc3 27. ma de desarrollo, siendo en reali-
£xg7+!, etc. dad su objetivo mucho más mo-
desto. En efecto, las blancas pre-
➪ 25. £xg4 £f6 26. ¤f5 ¢f8 tenden adoptar, después de 2 ... d6,
27. ¤xg7 £xg7 28. £h5 ¤f6 29. la continuación 3. g3, que no sería
£h4 h5 30. ¦xb4 ¦ac8 31. h3! ¦c7 aconsejable en este momento, por
32. ¦b5 ¦e6 33. ¦xh5! 1-0. 2 ... d5; después de 2 ... d6, las ne-
gras perderían un tiempo para rea-
Variante Keres lizar ... d6-d5. Empero, si las negras
optan por la continuación usual 2
Una de las ideas «sencillas» ... d6 3. g3 f6, las blancas pueden
introducidas por Keres, que ha te- prescindir de la jugada ¤c3, y pro-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 122

122 LOS APORTES DE PAUL KERES

siguen con 4. g2, eventualmente en En la práctica de torneos se ha


conexión con c3 y d4. También Ca- visto también la continuación 2 ...
pablanca en su tiempo adoptó esta ¤c6 3. ¤bc3 g6 4. g3 ¥g7 5. ¥g2
idea en algunas de sus partidas». e6 6. d3 ¤ge7 7. ¤f4, estructura
Es cierto que en muchas parti- estratégica típica de este sistema,
das este orden inicial de jugadas en ella la blancas se esfuerzan por
no traen mayores consecuencias alcanzar el control de la casilla d5,
que una simple transposición de como en Keres-Paul Renter; Riga,
movidas, pero la práctica de torne- 1945, que continuó con 7 ... 0–0 8.
os muestra estadísticas intere- h4 h6 9. ¥e3 ¤d4 10. £d2 y las
santes de cientos de partidas que blancas mantienen ligera ventaja.
siguen cursos totalmente diferen- Pero la respuesta más popular
tes de los que normalmente se pro- sigue siendo la alternativa 2 ... d6,
ducen cuando las blancas realizan que conduce a las siguientes ra-
en su cuarta jugada el lance d4. mificaciones:
Si vamos a los antecedentes de
A) 3. g3 Una respuesta que
la Variante de Keres, él mismo re-
se corresponde con el plan gene-
fiere que también Capablanca la
ral delineado por Keres. Ahora
empleó por esa época. Por nuestra
las negras pueden optar, entre
parte no hemos logrado encontrar
otras, por las siguientes variantes:
el punto concreto de origen, aun-
a1) 3 ... g6 4. ¥g2 ¥g7
que existe el encuentro Mathans
a1a) 5. 0–0 ¤c6 (otra posibili-
Seibold - Kurt Rattmann, jugado
dad es 5 ... e5, para intentar frenar
por correspondencia en 1932.
el típico avance central de las
Una de las partidas más anti-
blancas, que continuaron con 6. f4
guas en la que Keres desarrolla to-
¤e7 7. d3 0–0 8. fxe5 dxe5 9. ¥e3
talmente estas ideas es su encuen-
b6 10. £d2 ¤bc6 11. ¤bc3 ¥e6
tro contra Foltys, en Salzburgo,
12. b3 £d7 13. ¦f2 ¤d4 14. ¦af1 f6
1943. Se trata de una corta pero
15. ¥h6 b5 16. ¥xg7 ¢xg7 17. ¢h1
interesante partida, que tomare-
¦ad8 18. a4 a6 19. axb5 axb5; 0–1
mos para conducir algunas notas
en 35 jugadas; Sidney Norman
de interés sobre el desarrollo de la
Bernstein-Beshevsky; Nueva
variante. Los textos entrecomilla-
York, 1956) 6. c3 e5! 7. d3 ¤ge7 8.
dos se corresponden con los co-
a3 0–0 9. b4 b6 10. f4 exf4! 11. gxf4
mentarios de Keres, tomados del
d5! 12. e5 ¥g4 13. h3 ¥xe2 14.
libro de referencia.
£xe2 f6 15. b5 ¤a5 16. ¤d2 fxe5
17. fxe5 ¦xf1+ 18. ¤xf1 ¤b3 19.
Paul Keres-Jan Foltys ¦b1 ¤xc1 20. ¦xc1 £c7! 21. ¦e1
Salzburgo (Austria), 1943 ¦d8 22. ¤h2 d4 23. cxd4 cxd4 24.
¤f3? ¥h6! con posición superior
➪ 1. e4 c5 2. ¤e2 ¤f6 para el negro. 1/2–1/2 en 77 juga-
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CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 123

das; Keres-Fischer; 14ª ronda del ¤e8+ 1–0; Capablanca-George


Torneo de Candidatos, Curazao, Shorrock Wheatcroft; 1ª ronda
24 de mayo de 1962. del Torneo de Margate, 1939.
a1b) 5. c3 ¤f6 6. d4 0–0 7. 0–0 a3) 3 ... b5 4. ¥g2 ¥b7 5. d4
£c7 8. ¤a3 ¤c6 9. h3 ¦d8 10. ¥e3 cxd4 6. ¤xd4 a6 7. 0–0 ¤f6 8. ¦e1
e5 11. d5 ¤b8 12. b4 ¤bd7 13. £c7 9. a4 bxa4 10. ¦xa4 ¤bd7 11.
£b3 b6 14. ¤c4 ¤e8 15. g4 ¥b7 ¥d2 ¤c5 12. ¦c4 e5 13. ¤f5 y ya la
16. ¤g3 ¦dc8 17. ¦fc1 £d8 18. a4 posición del blanco es muy supe-
¥f6 19. a5 b5 20. ¤d2 a6 21. ¤f3 rior. 13 ... £d7 14. ¥h3 ¤e6 15.
con posición en la que las blancas ¥a5 g6 16. ¤e3 ¦c8 17. ¤c3 ¦xc4
tienen mejores posibilidades, a 18. ¤xc4 £c6 19. b3 ¤c5?? 20.
cuenta del bloqueo central. 1–0 en ¤xe5 1–0; Keres-Kotov; Parnu,
41 jugadas; Keres-Herman Pilnik; 1947.
3ª ronda del Torneo de Candida- a4) 3 ... d5! Jugada que Keres
tos, Ámsterdam, 1956. consideró una pérdida de tiempo,
a2) 3 ... ¤c6 4. ¥g2 g6 5. c3 como consecuencia del anterior
¥g7 6. d4 e5 (6 ... cxd4 7. cxd4 movimiento ...d6, pero Lombardy
£b6 8. ¤bc3 ¤xd4 9. ¤d5!, inicia propone la continuación 4. ¥g2
una interesante maniobra táctica dxe4 con dos posibilidades: 5.
de muy complicadas ramificacio- ¤bc3 ¤f6=; 5 ... f5 6. d3 exd3 7.
nes: 9 ... £c5 10. ¤xd4 ¥xd4 11. cxd3 ¤f6 8. 0-0 ; ó 5. ¥xe4 ¤f6 6.
¤c7+ ¢d8 12. ¤xa8 ¥xf2+ 13. ¥g2 ¤c6 7. 0-0 e6 con igualdad.
¢f1 ¥e6 14. b3 ¥d4 15. ¥a3 B) 3. ¤f4 ¤f6 4. ¤c3 ¤c6 5.
£b5+ 16. £e2 £a5 17. ¦d1 ¥e5 ¥c4 a6 6. a4 e6 7. d3 ¥e7 8. ¥d2
18. ¥b2 ¥d7 19. ¦d5 £a6 20. ¦b8 9. 0–0 0–0 10. ¢h1 ¥d7 11.
£xa6 bxa6 21. ¥xe5 dxe5 22. ¢e2 ¦g1 ¤d4 12. a5 ¥c6 13. ¤ce2
¤f6 23. ¦d2 ¢c8 24. ¦c1+ ¢b7 ¤xe2 14. ¤xe2 d5 15. exd5 exd5
25. ¦c7+ ¢xa8 26. ¦dxd7 ¤xd7 16. ¥b3 ¤g4 17. ¦f1 ¥d6 18. ¥f4
27. ¦xd7 ¦c8 28. ¢d2 ¦c6 29. ¥xf4 19. ¤xf4 £h4 20. ¤h3 ¦be8
¦xe7 ¦f6 30. ¢e3 ¦c6 31. ¦xf7; 1–0 en 57 jugadas; Bernstein-Do-
1–0; Leonid Shamkovich-Nick nald Byrne; Nueva York, 1956.
Faulks; 5ª ronda del Torneo B de C) 3. d4 cxd4 4. ¤xd4 ¤f6 5. f3
Bermuda (Islas Bermudas), 1995) ¤c6 6. c4 g6 7. ¤c3 ¥g7 8. ¥e3
7. dxc5 dxc5 8. 0–0 ¥e6 9. ¥e3 0–0 9. £d2 1/2–1/2 en 56 jugadas;
£xd1 10. ¦xd1 b6 11. ¤a3 ¦d8 Keres-Capablanca; 7ª ronda del
12. ¤b5 y resulta claro que el Torneo de Semmerine, 17 de oc-
blanco domina la mayor parte del tubre de 1937.
tablero. Las jugadas que siguen
➪ 3. ¤bc3 ¤c6
así lo ratifican. 12 ... ¥c4 13. ¤c7+
¢e7 14. ¤d5+ ¢e6 15. ¦d2 ¤ge7 «La práctica ha sancionado
16. ¤c7+ ¢f6 17. ¦ad1 ¦xd2 18. que el avance inmediato 3 ... d5
¦xd2 ¦d8 19. ¦xd8 ¤xd8 20. no es muy recomendable por 4.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 124

124 LOS APORTES DE PAUL KERES

exd5 ¤xd5 5. ¤xd5 £xd5 6. d4 Pero sigue siendo 3 ... d6 la


cxd4 7. £xd4! con ligera ventaja. respuesta de elección en la mayo-
En cuanto a 6 ... e5, se ha jugado ría de las partidas que alcanzan
muy poco y cualquier juicio resul- esta posición. Aquí las variantes
ta temerario». más importantes siguen con 4. g3
Sobre ambas indicaciones de ¤c6. Ó 4 ... g6 5. ¥g2 ¥g7 6. 0–0
Keres incluimos las siguientes re- ¤c6 7. d4 cxd4 8. ¤xd4 ¥d7 9.
ferencias jugadas en torneos: ¤de2 0–0 10. h3 ¦c8 11. ¤f4. Es
A) 7. £xd4 £xd4 8. ¤xd4 a6 interesante ver cómo Keres ma-
9. ¥e3 ¥d7 10. 0–0–0 ¤c6 11. niobra de manera tal que sus pie-
¤b3 e6 12. ¤c5 0–0–0 13. ¥e2 zas no abandonen en ningún mo-
¥e8 14. c3 ¥e7 15. ¥f3 ¦xd1+ 16. mento el control de la casilla d5.
¦xd1 ¤d8 17. g3 ¥c6 18. ¥e2 e5 1/2–1/2 en 36 jugadas; Keres-
19. ¥g4+ ¢b8 20. ¤d7+ ¥xd7 21. Korchnói; XXII Campeonato de
¦xd7 ¦e8 22. ¥b6 ¤c6 23. ¥c7+ la URSS, Moscú, 1955; y tras 4. g3
¢a8 24. ¢c2 f6 Keres perdió por ¤c6 5. ¥g2 g6 sigue:
tiempo en la jugada nº 38. Keres- A) 6. d3 ¥g7 7. ¥e3 0–0 8. h3
Kotov; Torneo a la memoria de (8. £c1 e6 9. ¥g5 £a5 10. 0–0
Chigorin, Moscú, 1947. ¦b8 11. ¥h6 b5 12. ¥xg7 ¢xg7
B) 6 ... e5 7. ¤c3!? £xd4 8. 13. f4 £b6 14. ¤d1 c4+ 15. ¢h1
¥b5+ ¥d7 9. £e2 ¤c6 10. 0–0 ¥b7 16. £d2 d5 17. e5 ¤g8 18. d4
0–0–0 11. ¦d1 £g4 12. ¥xc6 £xe2 f5 19. exf6+ ¤xf6 20. c3 ¤e7 21.
13. ¥xb7+ ¢xb7 14. ¤xe2 ¥e7 15. ¤e3 ¤f5 22. ¤g1 a5 23. a3 h5 24.
¥e3 ¥f5 con igualdad. 1/2–1/2; ¥f3 ¦h8 25. ¦fe1 ¦be8; 1/2–1/2
Keres-Miroslav Filip; Olimpiada en 60 jugadas; Capablanca-Ar-
de Helsinki de 1952. mando Bucelo y J. Bucelo, M.
Otra posibilidad en la tercera Montesinos, M. Fernández-Ros y
jugada es 3 ... e6 4. d4 d5 5. exd5 R. Fernández; La Habana, 27 de
¤xd5 6. ¤xd5 £xd5 7. ¥e3 ¤d7 marzo de 1936) 8 ... ¤e8 9. £d2
8. ¤c3 £d6 9. d5 exd5 10. £xd5 ¤d4 10. ¤d1 ¦b8 11. ¤f4 ¤c7 12.
£xd5 11. ¤xd5 Se alcanza una c3 e5 13. ¤e2 ¤xe2 14. £xe2 b6
posición muy familiar para Keres, 15. 0–0 d5 y por fin el negro logra
que sabía muy bien como condu- su objetivo de adelantar el peón a
cir ahora el juego para concretar d5. 16. c4 dxe4 17. dxe4 f5 y las
la mínima ventaja lograda. 11 ... negras quedaron mejor, pero el
¥d6 12. 0–0–0 a6 13. ¤b6 ¤xb6 juego concluyó en empate 34 ju-
14. ¦xd6 ¤d7 15. ¥e2 ¢e7 16. gadas más tarde; Keres-Miguel
¦hd1 b6 17. ¥g4 ¦a7 18. ¦c6 ¦e8 Najdorf; 15ª ronda del Torneo de
19. ¥g5+ f6 20. ¦e1+ ¢f7 21. Candidatos de Zúrich, 1953.
¦xe8 ¢xe8 22. ¦xc8+ 1–0; Keres- B) 6. d4 cxd4 7. ¤xd4 ¤xd4
Paul Felix Schmidt; Salzburgo, 8. £xd4 ¥g7 9. 0–0 0–0 10. £d3
1943. ¥e6 11. ¥d2 £c7 12. b3 a6 13.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 125

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 125

¦ac1 ¦fd8 14. ¤d5 ¤xd5 15. exd5 muy instructivo. 14. ¥e3 £a6 15.
¥f5 16. ¥e4 ¥xe4 17. £xe4 ¥b2 ¦fd1 ¦d7 16. ¥h3 ¤e5! 17. ¤f4
18. ¦ce1 ¥f6 19. c4 ¦ac8 20. ¦c1 g5!? 18. ¤xe6 ¤f3+! 19. ¢h1 fxe6
£d7 21. ¥a5M. 1/2–1/2 en 39 ju- 20. ¥g2 £c6. Las blancas se en-
gadas; Keres-Gligoric; 13ª ronda cuentran atadas, y ninguna de sus
del Torneo de Candidatos de Zú- piezas sobrepasa la tercera línea;
rich, 1953. en tal situación, el desenlace final
se encuentra en camino. 21. £e2
➪ 4. g3 d5
g4! 22. ¥xc5 ¦d5! 23. ¥e3 ¦h5 24.
En una partida reciente las ne- ¥xf3 gxf3+- 0–1 en 46 jugadas;
gras prefirieron hacer 4 ... g6 5. Matthans Seibold-Kurt Ratt-
¥g2 ¥g7 6. 0–0 0–0 7. ¤d5 e6 8. mann; partida jugada por corres-
¤xf6+ ¥xf6 9. f4 d5 10. d3 dxe4 11. pondencia, 1932.
dxe4 £b6 12. c3 c4+ 13. ¢h1 ¦d8
➪ 7. bxc3!
14. £a4 £c5 15. e5 ¥e7 16. ¦f3 b5
17. £c2 ¥b7 18. ¥e3 y se convino «Más fuerte que 7. ¤xc3, que
el empate. Aljosa Grosar-Milukas cedería la importante casilla d4».
Manik; 5ª ronda del Torneo por
➪ 7 ... e6 8. 0–0 ¥e7 9. ¦b1 0–0
equipos Copa Mitropa1, 1995.
10. c4! £d7 11. ¥b2 b6?
➪ 5. exd5 ¤xd5
«Es curioso que esta jugada de
«Más problemas crea al blan-
apariencia natural sea en realidad
co 5 ... ¤d4. Si 6. ¤xd4 cxd4 7.
errónea. Había que prepararla
¤b5 e5 con peligrosa iniciativa
con 11 ... ¦d8 que hubiera sido
negra. O si 6. ¥g2 ¥g4 7. 0–0
respondido con 12. ¤f4! y si 12 ...
¤xd5 con buen juego».
£xd2 13. ¤d5! con ventaja. Por
➪ 6. ¥g2 ¤xc3 ejemplo 13 ... £xd1 14. ¤xe7+
¤xe7 15. ¦fxd1 ¦e8 16. ¥a3. Las
Antes comentábamos que la
negras tenían la desviación 12 ...
partida Seibold – Rattmann era
¤d4 13. ¦e1. Y por supuesto, po-
una de las más antiguas que cono-
dían haber jugado 11 ... ¤d4 con
cíamos sobre la Variante de Ke-
la respuesta 12. ¤f4».
res; su desenlace fue el siguiente: 6
... ¥e6 7. 0–0 g6 8. ¤e4 £b6 9. ➪ 12. d4! ¥b7
¤g5 ¤c7 10. ¤xe6 ¤xe6 11. d3
«Si 12 ... cxd4 13. ¤xd4 ¥b7
¥g7 12. c3 ¦d8 13. £c2 0–0. Re-
14. ¤xc6 ¥xc6 15. £xd7 y las ne-
sulta claro que las blancas están
gras pierden la calidad».
teniendo problemas para comple-
tar su desarrollo. Lo que sigue es ➪ 13. d5! ¤a5 14. ¤f4 ¤xc4

1. Acrónimo de las palabras alemanas Mittel Europa (Europa central). La copa Mitropa la jue-
gan equipos de ajedrez de dicha región (nota de la Editorial).
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 126

126 LOS APORTES DE PAUL KERES

8 Variante Rauzer
7
En diferentes aperturas y de-
6
fensas fue Keres un jugador que
5
utilizó, en muchas de sus partidas,
4 la clavada de alfil en la casilla g5.
3 Es natural entonces que, dentro
2
de la Defensa Siciliana, optara re-
gularmente por variantes como la
1
Najdorf y Rauzer, en dependen-
a b c d e f g h
cia de la decisión que tomaran las
«Se estaba amenazando 15. negras.
£g4. No sirve 14 ... exd5 15. cxd5 Son muy instructivas las parti-
con ventaja blanca. Mejor hubie- das en las que empleó el sistema
ra sido 14 ... e5 15. ¥xe5 ¤xc4». Rauzer, la mayoría jugadas a par-
tir de los años cincuenta, cuando
➪ 15. ¥xg7! ¢xg7 16. £g4+ el maestro se encontraba en su
¢h8 época de consolidación técnica, y
«Insuficiente era 16 ... ¢h6 17. clasificado entre los primeros ju-
dxe6 £c7 (17 ... fxe6 18. ¥xb7 gadores del mundo.
£xb7 19. £xe6+ y 20. £xc4. ) 18. Pero nos interesa comentar
£h3+! ¢g7 19. ¤h5+ ¢h8 (19 ... ahora la cara opuesta de la mone-
¢h6 20. ¤f6+ ¢g7 21. £xh7+ da; es decir, momentos de su que-
¢xf6 22. £h6+) 20. ¥xb7 £xb7 21. hacer ajedrecístico en los que tu-
£g4 seguido de 22. £xc4, y gana». vo que enfrentarse a sorpresas
preparadas por sus opositores, y
➪ 17. dxe6! que naturalmente fueron muchas.
«Pero no 17. ¤h5 ¦g8 18. £xc4 Un ejemplo que tuvo especial
exd5 y el negro se recupera». trascendencia fue la refutación in-
➪ 17 ... ¦g8? mediata que introdujo en la parti-
da que sigue, y que hoy se conside-
«El consabido error en posicio- ra como típica cuando se aborda el
nes desesperadas. La variante pre- estudio de la Variante Rauzer.
vista por el blanco era 17 ... fxe6
18. ¤xe6 ¦g8 19. £xc4 ¥f6 20.
¦bd1 con ventaja considerable». Paul Keres-Laszlo Szabo
➪ 18. £xg8+ Enfrentamiento Hungría-URSS,
3ª ronda, Budapest, 1955
«Rinden las negras, porque
después de 18 ... ¢xg8 19. exd7 1. e4 c5 2. ¤f3 ¤c6 3. d4 cxd4
¥xg2 20. ¦fe1». 4. ¤xd4 ¤f6 5. ¤c3 d6 6. ¥g5 e6
7. £d2 ¥e7 8. 0–0–0 0–0 9. f4
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 127

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 127

8 En cuanto a 9 ... h6, Keres ofre-


7
ce la continuación 10. ¥h4 ¤xd4
11. £xd4 £a5 12. e5 dxe5 13.
6
£xe5 £xe5 14. fxe5 ¤d5 con
5 igualdad. Sin embargo, resulta cu-
4 rioso que su colega Guéler, jugan-
3 do precisamente contra Szabo –en
2
la misma variante pero con los co-
lores invertidos– no aplicara esta
1
receta y continuara con 10 ... ¤xe4
a b c d e f g h 11. ¥xe7 ¤xd2 12. ¥xd8 ¤xf1 13.
¤xc6 bxc6 14. ¥e7 ¦e8 15. ¦hxf1
La lucha se encauza por cami- ¦xe7 16. ¦xd6 ¥b7 17. ¦e1 c5 18.
nos ampliamente conocidos. Aquí g3 ¦c8 19. b3 ¢f8 20. ¢b2 ¢e8 21.
se solía responder con 9 ... e5 ó 9 ... ¤b5 ¥c6 22. c4 a6 Szabo-Guéler;
h6. Contra la primera, Keres reco- 9ª ronda del Torneo de Candida-
mienda hacer 10. ¤f5, consideran- tos, Ámsterdam, 1956.
do que esto ofrece una mejor posi- En la actualidad sigue siendo
ción a las blancas, sin entrar en de- casi obligada la respuesta 9 ... h6
talles de variantes. Así jugó Gue- 10. ¤h4, pero las negras han in-
ller contra Kotov, pero la partida cursionado en ideas como:
tomó un curso diferente cuando A) 10 ... £b6!? (Alexander
este último respondió con 9 ... e5 Fishbein) 11. ¥f2 £c7 12. ¥e2
10. ¤xc6 bxc6 11. fxe5 dxe5 12. e5!?N 13. ¤f5 ¥xf5 14. exf5 d5! 15.
£xd8 ¦xd8 13. ¦xd8+ ¥xd8 14. fxe5 £xe5 16. ¥g3 £xf5 17. ¤xd5
¥c4 ¥e7 15. h3 ¥d7 16. ¦d1 ¥e8 ¤e4! 18. ¤xe7+ ¤xe7 19. £d7?!
17. a3 ¢f8 18. ¥e3 ¤h5 19. ¤e2 £g5+ 20. ¢b1 ¤f5! 21. ¥c7 ¤e3
¤f6 20. ¤c3 ¤h5 21. ¤e2 ¤f6 22. 22. ¦de1 ¦ac8! 23. ¥f3? ¦xc7! 24.
¤c3 1/2–1/2; Kotov-Guéler; 5ª ron- £xc7 ¤d2+ 25. ¢c1 ¤ec4!–+ 26.
da del Torneo de Candidatos, Zú- ¦d1 ¤b3+, con mate inevitable.
rich, 1953. 0–1; Ziatdinov-Gurévich; 3ª ronda
Pero no hay dudas de que Ke- del Torneo de Berna, 1995.
res tiene razón. Una clara ventaja B) 10 ... £c7 11. ¤db5 £a5 12.
obtuvieron las blancas luego de 9 £e1! ¦d8  13. a3! ¦d7  14.
... e5 10. ¤f5 ¥xf5 11. exf5 £a5 ¥xf6 ¥xf6 (14 ... gxf6 15. £h4±)
12. ¢b1 ¦ad8 13. ¥c4! h6 14. 15. ¤xd6 ¥xc3 16. £xc3 £xc3 17.
¥xf6 ¥xf6 15. ¤d5 £xd2 16. bxc3± e5 18. f5 ¢f8 19. ¥e2! ¦c7
¤xf6+ gxf6 17. ¦xd2 exf4 18. ¦f1 20. h4!+-. 1–0 en 42 jugadas; Leo-
¦fe8 19. a3 ¦e5 20. ¦xf4 ¢f8 21. nid Yudasin-Gurévich; 2ª ronda
¥d5 con final favorable al blanco, del Torneo de Beersheva (Israel),
que ganó en 40 jugadas. Tal-Ri- 1993.
cardo Calvo Mínguez; Olimpiada Pero ahora estamos en 1955, y
de La Habana, 1966. todo cuanto hemos comentado
Cap 2 017-157 20/9/17 12:02 Página 128

128 LOS APORTES DE PAUL KERES

son esencialmente conclusiones y Según Keres, no era bueno 12.


experiencias posteriores, que no £xd8 ¦xd8 13. ¦xd8+ ¥xd8 14.
estaban en la mente del gran ma- fxe5 pues con 14 ... h6 el negro no
estro húngaro cuando jugó la no- pierde la pieza y queda con bue-
vedosa movida: na posición.
➪ 9 ... a6?! ➪ 12 ... ¤d7
En caso de intentar aflojar la
8
tensión con 12 ... £xd2+ 13. ¦xd2
7 ¤d5, se sigue con 14. ¥xe7 ¤xe7
6 15. ¥d3 y el blanco está mejor.
5 ➪ 13. h4!
4
Más fuerte que 13. ¥xe7 £xe7
3
14. £e3 que también era bueno.
2 (Keres).
1
➪ 13 ... ¦b8 14. £e3 ¦e8 15.
a b c d e f g h ¦h3 £a5

La innovación preparada por Tampoco resuelve 15 ... £b6


Szabo, y que Keres destrozó con 16. £xb6 ¦xb6 17. ¥xe7 ¦xe7 18.
una sola jugada. ¦hd3±
En realidad esta posición ya se ➪ 16. ¥xe7 ¦xe7 17. ¦g3 ¦e8
había dado meses antes, en la par-
tida Andrija Fuderer-Herbert Hei- Opina Keres que es posible que
nicke; Russelsheim (Alemania), contra la amenaza 18. £g5 no exis-
1954, se continuó con 10. ¥xf6 ta respuesta satisfactoria. Por ejem-
¥xf6 11. ¤xc6 bxc6 12. £xd6?! plo, contra 17 ... £b6 sigue igual-
£b6! 13. £d2 ¦b8 14. b3 £a5 15. mente 18. £g5. Otra posibilidad es
¢b2 ¦d8 16. ¥d3 ¥d4! 17. ¥c4 c5 17 ... ¢f8 18. ¦e1 h6 19. £e4 £b4
con posición excelente a cambio 20. £h7! con ventaja blanca.
del peón sacrificado.
8
Sin embargo, Keres terminó
7
con la variante haciendo
6
➪ 10. e5!
5
Después de esto las debili- 4
dades estratégicas del juego negro
3
salen a la luz en pocas jugadas.
2
➪ 10 ... dxe5 11. ¤xc6 bxc6 12.
1
fxe5
a b c d e f g h
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 129

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 129

➪ 18. ¦xd7! Así ocurrió también en los días


La jugada decisiva, que elimi- del memorable Torneo Interzonal
na toda posibilidad de defensa al de Gotemburgo, de 1955. En aquel
negro. acontecimiento, trascendente por
diversas razones hasta nuestros dí-
➪ 18 ... ¥xd7 19. ¥d3 as, la Variante Najdorf sirvió de
Con idea de 20. £g5 h6 21. h5 marco para dos novedades extra-
➪ 19 ... h6 ordinarias, y en ambas tuvo parti-
cipación directa Paul Keres: la Va-
En caso de 19 ... £b4 sigue 20. riante Argentina o de Gotembur-
£g5! £xb2+ 21. ¢d2 g6 22. h5+- go; y la Variante del Peón Envene-
➪ 20. £f4! nado, también conocida como
Gambito de Gotemburgo.
Pero nunca hacer 20. £xh6 En relación con la primera,
£xe5 21. £h7+ ¢f8 22. £h8+ narra Keres que luego de las ju-
¢e7. gadas 1. e4 c5 2. ¤f3 d6 3. d4 cxd4
20 ... ¢f8 21. ¦xg7 ¢xg7 22. 4. ¤xd4 ¤f6 5. ¤c3 a6 6. ¥g5 e6
£f6+ ¢f8 23. ¥g6 se alcanza la posición en la que
Y las negras decidieron aban- introdujo el movimiento:
donar.
➪ 7. f4 ...
Sistema Najdorf 8
Variante Argentina 7

Ya comentábamos en páginas 6

anteriores que era obligada y 5


prolífica la presencia de Keres en 4
la Variante Najdorf, con la que
3
tantos éxitos importantes obtuvo
2
en toda su carrera.
También hemos comentado, a 1
lo largo de toda esta obra, cómo a b c d e f g h
surgieron muchas de las ideas
trascendentales que introdujo Jugada que hoy pudiera pare-
Paul Keres, casi siempre creadas cer natural, pero que en una com-
durante el desarrollo de la propia petencia de tal naturaleza provocó
partida, tal como si al innegable una trascendencia extraordinaria.
genio ajedrecístico de Keres, se Sólo en el transcurso de algu-
sumara, en ciertos momentos, su nas rondas la variante se había
naturaleza de «ser predestinado», utilizado en varios encuentros, in-
dejando en su paso por la vida cluyendo las partidas Keres –
una obra ajedrecística universal.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 130

130 LOS APORTES DE PAUL KERES

Panno y Keres – Fuderer, sobre informal duelo URSS-Argentina,


las que trataremos en breve. con los encuentros Keres – Naj-
Como nos ha ocurrido con dorf, Guéler – Panno y Spassk –
otras variantes, la jugada tiene Pilnik; y para el especial aconteci-
antecedentes en la partida Keres miento, los argentinos decidieron
– Olavi Katajisto, de la Olimpiada preparar una novedad, con motivo
de Amsterdam de 1954. Por tanto, de la popularidad alcanzada por la
una vez más comprobamos que variante de Keres (7. f4) durante el
Keres estudiaba las posiciones de desarrollo del torneo. Tan así fue
forma general, buscando en ella que, aunque parezca increíble, las
una concepción estratégica glo- tres partidas tomaron el curso pre-
bal, y entonces introducía estas visto, los argentinos respondieron
ideas en partidas oficiales, antes con:
de emplearlas en partidas impor-
➪ 7 ... ¥e7
tantes de grandes competiciones
internacionales. En el mismo torneo varias
En la partida de referencia las partidas continuaron aquí con 7
negras respondieron 7 ... ¤bd7 8. ... £c7, pero los latinos tenían
¥c4 ¤b6 9. ¥b3 ¥e7 10. £f3 £c7 otros planes.
11. 0–0–0 0–0 12. g4 y estamos en
➪ 8. £f3 h6
presencia de una posición que se
presentó, con pequeñas variacio- Con la experiencia acumulada
nes, en muchas partidas de los en esta variante, muchos prefieren
años posteriores. El juego siguió continuar aquí con 8 ... ¤bd7 9.
con 12 ... ¤c4 13. ¥xc4 £xc4 14. 0–0–0 h6 10. ¥h4 £a5. Así se jugó
h4 ¦e8 15. h5 ¥d7 16. h6 g6 17. e5 recientemente en la partida Neil
¤d5 18. ¥xe7 ¤xc3 19. bxc3 ¦xe7 McDonald-Daniel Gormally; 7ª
20. exd6 ¦ee8 21. g5 £xa2 22. ronda del Torneo abierto de Has-
£e3 £a1+ 23. ¢d2 £a5 24. £e5 tings, 1995, que tuvo el siguiente
£xe5 25. fxe5 ¦ec8 26. ¦he1 ¥c6 desarrollo: 11. ¥e1 £c7 12. g4 g5
27. c4 ¢f8 28. ¦b1 ¦a7 29. ¦f1 13. h4 gxf4 14. ¥h3 b5 15. g5 ¤e5
¢e8 30. ¦f4 ¥g2 31. d7+ ¢xd7 32. 16. £xf4 hxg5 17. hxg5 ¤h7 18.
¦xf7+ ¢e8 33. ¦xh7 ¦xc4 34. ¢d3 ¥g2 ¥b7 19. ¢b1 0–0–0 20. g6
y las negras abaldonaron. ¥g5 21. £g3 ¤xg6 22. ¦xh7 ¦xh7
Pero en la ronda decimocuarta 23. £xg5 ¤e5 24. ¤d5 1–0.
del Interzonal de Gotemburgo se
➪ 9. ¥h4 g5?!
produjo una irrepetible coinciden-
cia que ha sido narrada una y otra Esta era la sorpresa preparada
vez por diferentes autores: por cir- por el «equipo» argentino; y aun-
cunstancias del destino, el empare- que se ha dicho que la jugada es
jamiento en esa ronda resultó tal mala, lo cierto es que ha motiva-
que permitió que se produjera un do innumerables análisis, y aún
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 131

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 131

años después se continuaba ju- B) 12. ¥e2 ¤e5 13. £f4 b5


gando en competencias oficiales. 14. 0-0 ¤fd7 15. ¥xe7 £xe7 16. a3
¥b7 17. ¤f3 ¤xf3+ 18. ¦xf3 ¤e5
8 19. ¦g3 0-0-0 20. ¦d1 ¥c6 21. a4
7 £a7+ 22. £e3 £xe3+ 23. ¦xe3 b4
6
24. ¥xa6+ ¢c7 25. ¤a2 ¦xh2 26.
¢xh2 ¤g4+ 27. ¢g1 ¤xe3 28.
5
¦d2 ¦b8 29. b3 f5 30. exf5 exf5 31.
4 ¢f2 f4 32. ¦d4 ¤g4+ 33. ¢g1 ¤e3
3 34. ¦xf4 ¦g8 35. ¢f2 ¤xc2 36.
2 ¥f1 ¦b8 37. ¥d3 ¦g8 38. g4 ¦h8
1
39. ¥xc2 ¦h2+ 40. ¢e1 ¦xc2 41.
¤xb4 1–0; Ake Lundqvist-Koch;
a b c d e f g h
II Campeonato mundial por co-
➪ 10. fxg5 ¤fd7 rrespondencia, 1959.
En sus notas Keres indica que ➪ 11. ¤xe6 !
esta retirada propicia el desenlace
que sigue, era preferible jugar 10 8
... hxg5 11. ¥xg5 ¤bd7, para ase- 7
gurarse al menos la casilla e5.
6
Así jugó Koch en dos partidas
5
del II. Campeonato mundial por
correspondencia, pero no pudo 4
evitar las derrotas: 3

A) 12. 0-0-0 ¤e5 13. £f4 b5 2


14. ¤f3 ¤g6 15. £e3 ¤g4 16. £d2 1
¥xg5 17. ¤xg5 b4 18. ¤b1 ¦a7 19. a b c d e f g h
¤h3 £b6 20. £xd6 £e3+ 21. £d2
¦c7 22. ¤f2 £xd2+ 23. ¦xd2 ¦xh2 La jugada bomba que paralizó
24. ¦xh2 ¤xh2 25. ¥e2 ¥b7 26. g3 a los argentinos.
¤e5 27. ¦d4 a5 28. ¤d2 ¢e7 29. Después de estas «tres» parti-
¤d3 ¥a6 30. ¤xe5 ¥xe2 31. ¤b3 das, infinidad de estudios se reali-
a4 32. ¤d2 ¢f6 33. ¤d7+ ¢g5 34. zaron sobre la validez del sacrifi-
e5 a3 35. ¤f6 b3 36. ¤fe4+ ¢f5 37. cio del «equipo soviético», sobre
axb3 ¢xe5 38. ¦a4 f5 39. bxa3 todo en Yugoslavia, donde esta va-
¤g4 40. ¢b2 ¤e3 41. ¤c3 ¥d1 42. riante se estuvo jugando con bas-
¦h4 ¥g4 43. ¦h1 ¢f6 44. a4 ¦d7 tante frecuencia en torneos impor-
45. ¦h2 e5 46. a5 f4 47. gxf4 exf4 tantes durante los años sesenta.
48. a6 1–0; Lucins Endzelins-Bert- Si nos guiamos por las estadís-
hold Koch; II Campeonato mun- ticas, y por el desarrollo de las pro-
dial por correspondencia, 1959. pias partidas, todo indica que las
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 132

132 LOS APORTES DE PAUL KERES

negras tienen las de perder. Pero ¦f7+ ¢xf7 18. £xh6 axb5 19.
resulta interesante que, en muchas ¦f1+ ¢e8 20. £xg6+ ¢d7 21. ¦f7
ocasiones, las blancas evitan el sa- ¤c6 22. ¤d5
crificio y tratan de imponerse por b1) 22 ... ¦xa2 23. h4 £h8 24.
otros medios; incluso hasta el pro- ¤xe7 ¤xe7 25. £g5 1–0; Keres-
pio Pilnik, uno de los protago- Najdorf; 14ª ronda del Torneo In-
nistas del «duelo», pero jugando la terzonal de Gotemburgo, 1955.
misma posición con blancas, prefi- b1) 22. ¤d5 ¦xa2 23. h3 £h8
rió retirar el alfil, para evitar ser 24. ¤xe7 ¤xe7 25. £g5 ¦a1+ 26.
sorprendido una vez más, aunque ¢h2 £d8 27. £xb5+ ¢c7 28.
ahora fuese ¡con los colores cam- £c5+ ¢b8 29. ¥xd6+ ¢a8 30.
biados! La partida en cuestión si- ¥xe7 ¦a5 31. £b4 1–0; Spasski-
guió con 11. ¥g3 hxg5 12. 0-0-0 Pilnik; 14ª ronda del Torneo Inter-
£c7 13. ¥b5 ¤c6 14. ¦hf1 ¤xd4 zonal de Gotemburgo, 1955).
15. ¥xd7+ ¥xd7 16. £xf7+ ¢d8 De todas las investigaciones
17. £g7 ¤e2+ 18. ¤xe2 ¦e8 19. posteriores, fueron las partidas de
¦f7 b5 20. ¦xe7 ¦xe7 21. £xg5 Fischer las que le dieron una di-
£c5 22. £xc5 dxc5 23. ¥h4 ¢e8 námica salvadora al juego negro.
24. ¥xe7 ¢xe7 25. ¤f4 ¥c6 26. e5 De esa época es la jugada:
¦g8 27. ¦d6 ¥xg2 28. ¦xe6+ ¢d7
➪ 13 ... ¦h7
29. ¦d6+ ¢c8 30. ¦g6 ¦xg6 31.
¤xg6 ¥e4 32. ¤f4 ¢c7 33. c3 1–0; Así jugó contra Gligoric en
Herman Pilnik-Walter Ader Portoroz, 1958, donde el yugosla-
Hansman; 1ª ronda del Torneo de vo no encontró el mejor camino y
Santiago de Chile, 1959. jugó 14. £g6 ¦f7 15. £xh6+ ¢g8
16. £g6+ ¦g7 17. £xe6+ ¢h8 18.
➪ 11 ... fxe6 12. £h5+ ¢f8 13.
¥xd7 ¤xd7 19. 0-0-0 ¤e5 y el
¥b5!
juego se torna de muy difícil pro-
Hasta aquí mantuvieron el mis- nóstico. En definitiva la partida
mo curso las tres partidas mencio- concluyó en tablas luego de 20.
nadas, tomando las siguientes deri- £d5 ¥g4 21. ¦df1 ¥xg5+ 22.
vaciones: ¥xg5 £xg5+ 23. ¢b1 £e7 24.
A) 13 ... ¤e5 14. ¥g3 ¥xg5 £d2 ¥e6 25. g3 ¦d8 26. ¦f4 £g5
15. 0–0+ ¢e7 16. ¥xe5 £b6+ 17. 27. £f2 ¢g8 28. ¦d1 ¦f7 29. b3
¢h1 dxe5 18. £f7+ ¢d6 19. £e7 30. £d4 ¤g6 31. ¦xf7 £xf7
¦ad1+ £d4 20. ¦xd4+ exd4 21. 32. £e3 1/2–1/2; Gligoric-Fischer;
e5+ ¢c5 22. £c7+ ¤c6 23. ¥xc6 21ª ronda del Torneo Interzonal
1–0; Guéler-Óscar Panno; 14ª de Portoroz (Eslovenia), 1958.
ronda del Torneo Interzonal de Hoy se acepta que la mejor re-
Gotemburgo, 1955. puesta es
B) 13 ... ¢g7 14. 0–0 ¤e5 15.
➪ 14. 0–0+
¥g3 ¤g6 16. gxh6+ ¦xh6 17.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 133

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 133

Los yugoslavos han investiga- ➪ 17 ... £f6 18. ¦f1


do aquí 13. ... ¤e5 14. ¥g3 ¦h7
Toda esta continuación ha si-
15. ¥xe5 dxe5 16. ¦d1. Una conti-
do ampliamente estudiada. Aquí
nuación puede ser 16 ... ¥d7 17.
también se propone 18. ¥xd7
g6 ¦g7 18. 0-0+ ¢g8 19. ¥c4 £c8
¤xd7 19. ¦xf6 ¥xf6 20. ¦f1
20. ¥b3 ¥e8 21. ¤d5 ¥c5+ 22.
¥d4+ 21. ¢h1 ¥xc3 22. bxc3
¢h1 ¦xg6 23. ¦f6 ¦g7 24. £xh6
¤e5, como en la partida Rys-
¤d7 25. ¤e7+ ¥xe7 26. ¥xe6+
zard Skrobek-Ventzislav Inkiov;
¥f7 27. ¥xf7+ 1–0; Frantisek
12ª ronda del Torneo a la memo-
Blatny-Dragoljub Minic; Sombor
ria de Rubinstein, estación termal
(Serbia y Montenegro), 1966.
de Polonicad Zdroj (Polonia),
➪ 14 ... ¢g8 15. g6 ¦g7 16. ¦f7 1981. En la jugada nº 62 firmaron
¥xh4 17. £xh6 las tablas.
Varias partidas han continua- ➪ 18 ... axb5 19. e5
do con 17 ... ¦xf7 18. gxf7+ ¢xf7
19. ¦f1+ ¢f8. Son interesantes los 8
siguientes ejemplos: 7
A) 20. £h8+ ¢f7 21. £h7+
6
¢f8 22. ¦f1+ ¥f6 23. ¤d5 exd5 24.
£h8+ ¢e7 25. £h7+ ¢e6 26. 5

£h3+ ¢e7 27. £h7+ 1/2–1/2; Cio- 4


caltea-Gheorghiu; Rumanía, 1969. 3
B) 20 ¦f1+ ¥f6:
2
b1) 21. e5 dxe5 22. ¤e4 £e7
1
23. £h8+ ¢f7 24. ¤g5+ ¢g6 25.
¥d3+ e4 26. ¥xe4+ ¢xg5 27. h4+ a b c d e f g h

¢g4 28. £g8+ £g7 29. £xe6+


Hemos estado siguiendo el
¢h5 30. £f5+ ¢h6 31. £f4+ ¥g5
curso de la partida Joaquín Car-
32. hxg5+ £xg5 33. £h2+ £h5 34.
los Díaz-Darío Alzate; Bayano
£d6+ ¢g7 35. £e7+ ¢g8 36. ¦f5
(Cuba), 1984. Su desenlace final
1–0; Vasili Nikolic-Zelico Nikolic;
es definitivo.
Yugoslavia, 1972.
b2) 21. ¥xd7 ¤xd7 22. e5 dxe5 ➪ 19 ... £xe5 20. £xh4 ¤c6 21.
23. ¤e4 £e7 24. £h8+ ¢f7 25. g4 ¤e4 d5 22. ¤f6+ ¤xf6 23. ¦1xf6
£f8 26. £h5+ ¢e7 27. g5 £g7 28. ¥d7 24. ¦xg7+ ¢xg7 25. ¦f7+
¢h1 b5 29. gxf6+ ¤xf6 30. ¦xf6 ¢xg6 26. £h7+ ¢g5 27. h4+ 1–0.
¥b7 31. £f3 ¦g8 32. £a3+ ¢d7
33. £d6+ ¢c8 34. £xe6+ ¢b8 35.
Gambito de Gotemburgo
£xe5+ ¢a8 0–1; Milan Matulovic-
Dragoljub Ciric; 3ª ronda del Tor- No hay dudas de que de todos
neo de Sarajevo, 1966. los acontecimientos teóricos sur-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 134

134 LOS APORTES DE PAUL KERES

gidos a raíz del Torneo Interzonal puestamente a posiciones de rela-


de Gotemburgo, es el nacimiento tivo equilibrio. Por tanto, la res-
de la Variante del Peón Envene- puesta esperada por Panno, era
nado, la que mayor trascendencia obviamente 8. ¤b3.
ha tenido hasta nuestros días. Se ha dicho que 7 ... £b6 era
Se jugaba en la décimosegun- la novedad preparada por el gran
da ronda la partida Keres – Pan- maestro argentino para este en-
no, y luego de las jugadas 1. e4 c5 cuentro, pero en realidad ya se
2. ¤f3 d6 3. d4 cxd4 4. ¤xd4 ¤f6 había jugado así, cuando menos,
5. ¤c3 a6 6. ¥g5 e6 7. f4 alcanza- en la partida Egon Joppen-David
mos la posición, antes comenta- Bronstein; Belgrado, 1954, que
da, que tanto interés despertó en- continuó con 8. ¤b3 £e3+ 9. £e2
tre los participantes de la compe- £xe2+ 10. ¥xe2 ¤bd7 11. a4 ¥e7
tencia. Y es este el momento en 12. 0-0-0 h6 13. ¥h4 con igualdad
que Panno realiza la jugada 7 ... aunque Bronstein acabó impo-
£b6!? prácticamente desconoci- niéndose.
da hasta entonces, y le dio pie a Podemos entonces comprender
Keres para que respondiera con perfectamente que no estuviese en
el inesperado movimiento los cálculos de Panno capturar el
peón de b2, sin un análisis previo,
➪ 8. £d2!? ...
porque muy bien pudiera estar
«envenenado», por ello se limitó a
8
continuar con 8 ... ¤c6, que es infe-
7 rior a 8 ... ¤bd7, y luego de 9. 0-0-0
6 £xd4 10. £xd4 ¤xd4 11. ¦xd4
5
¤d7 12. ¥e2 h6 13. ¥h4 g5 14.
fxg5 ¤e5! 15. ¤a4!, las blancas ob-
4
tuvieron una mínima ventaja que
3 se incrementó cuando Panno jugó
2 15 ... ¥e7? (según Keres era prefe-
1 rible 15 ... b5 16. ¤b6 ¦b8 17. ¤xc8
a b c d e f g h ¦xc8 18. a4+-) y ahora 16. ¤b6 de-
jó al negro en situación muy desfa-
¿Qué pensaría Panno en esos vorable. El desenlace final fue 16 ...
precisos momentos? Si buscamos ¦b8 17. ¥g3 hxg5 18. ¦hd1 f6 19.
el propósito de la jugada ...£b6, c4 0-0 20. ¦4d2 f5 21. c5 f4 22. cxd6
habría que convenir que apunta a ¥xd6 23. ¦xd6 fxg3 24. hxg3 ¦f7
dos objetivos inmediatos: por una 25. ¢b1 ¦c7 26. ¦d8+ ¢g7 27. ¦c1
parte amenaza ganar un peón, y ¤c6 28. e5 ¢g6 29. ¥d3+ ¢f7 30.
adicionalmente dar jaque en e3, ¦h8 ¢e7 31. ¥g6 1-0.
con posibilidad de obligar al cam- Hoy, transcurridos cuarenta
bio de damas, que conduce su- años, podemos considerar con to-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 135

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 135

da justicia que la decisión de Pan- Un resumen del árbol princi-


no fue –y sigue siendo– la más pal de continuaciones del gambi-
sensata, al margen de cualquier to rehusado se muestra en la TA-
resultado. En definitiva, nada BLA I. Tanto la información de
obliga a las negras a tener que esta tabla, como la de las cuatro
aceptar el regalo, y en la actuali- restantes, se ha obtenido como
dad se disponen de diferentes ví- resultado del procesamiento de
as para continuar la partida, sin más de 1.000 partidas, jugadas en-
tener que entrar en las terribles tre 1955 y 1995, de manera que la
complicaciones a que conduce la mayoría de las opciones o alter-
aceptación del peón. nativas del árbol de variantes in-
dican que no menos de 4 partidas
han alcanzado esa posición en
competiciones oficiales.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 136

136 LOS APORTES DE PAUL KERES

TABLA I

1. e4 c5 2. ¤f3 d6 3. d4 cxd4 4. ¤xd4 ¤f6 5. ¤c3 a6 6. ¥g5 e6 7. f4 £b6 8.


£d2!?
Sin plantear el Gambito 8. (d2)

8. a3
... ¤c6 9. ¤b3 ¥e7 10. £f3
8. £d3
... £xb2 9. ¦b1 £a3
8. f5
8. ¥xf6
... gxf6 9. ¥e2
... ... ... £xb2 10. ¤a4
... .... ... ¤c6 10. ¤b3 £e3
8. ¤b3
... ¤bd7
... ... 9. £e2 £c7
... ... 9. £f3
... ... ... £c7
... ... ... ... 10. 0–0–0
... ¤c6
... ¥e7
... ... 9. .£d4
... ... 9. £d2
... ... 9. £e2
... ... ... h6 10. ¥xf6 ¥xf6 11. 0–0–0 ¤d7 12. h4
... ... 9. ¥e2
... ... ... £e3 10. £d3 £xd3 11. cxd3 h6
... ... ... ¤bd7 10. £d3 £c7 11. ¥f3
... ... 9. £f3
... ... ... ¤bd7 10. 0–0–0 £c7
... ... ... ... ... ... 11. ¥d3
... ... ... ... ... ... ... b5
... ... ... ... ... ... ... ... 12. a3 ¥b7
... ... ... ... ... ... 11. ¢b1
... ... ... ... ... ... 11. ¥e2
... ... ... ... ... ... 11. £g3
... ... ... ... ... ... 11. f5
... ... ... ... ... ... 11. g4
... ... ... ... ... ... ... b5 12. ¥xf6
... ... ... ... ... ... 11. ¥h4
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 137

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 137

Lo referido respecto a la parti- dado que no existe la posibilidad


da Keres – Panno marca el origen de que, luego de 8. ¤b3, ésta re-
«oficial» del Gambito de Gotem- sulte atrapada.
burgo, aunque sólo se hace efecti- Pero Keres ha visto más, y su
vo cuando, rondas después, la po- objetivo inmediato es un radical
sición se repite en el encuentro ataque contra el rey. El desenlace
que sigue a continuación. de esta partida es histórico, y lo
transcribimos con los comenta-
rios del vencedor:
Paul Keres-Andrija Fuderer
Torneo Interzonal de ➪ 9. ¦b1 £a3 10. e5 ¤fd7?
Gotemburgo (Suecia), 16ª ronda, «Cuando se jugó esta partida
1955 no existían análisis y ambos juga-
dores debían resolver los proble-
Obviamente Fuderer analizó mas frente al tablero; hoy se sabe
con detenimiento el encuentro que esta jugada es un error, y que
precedente, y llegó posiblemente es necesario 10 ... dxe5 11. fxe5».
a la conclusión de que el sacrificio
pretendía cercar a la dama incur- ➪ 11. f5! ¤xe5
sora; pero como esta circunstan- «No hay nada mejor. Si 11 ...
cia no se produce, seguramente dxe5 12. ¤xe6 fxe6 13. fxe6 O
concluyó que el peón podía ser también 12. fxe6! exd4 13. exf7+
capturado. ¢xf7 14. ¥c4+ con gran ataque».
Es entonces cuando las negras
se deciden y responden con ➪ 12. fxe6 fxe6 13. ¥e2! ¤bc6
14. ¤xc6 bxc6
➪ 8 ... £xb2!?
«Terminada la partida, se indi-
8 có como mejor 14 ... ¤xc6, pero
7
no se ve cómo el negro puede
mejorar su posición tras 15. 0–0».
6

5
➪ 15. ¤e4! d5 16. 0–0 £a4
4 «Con 15 ... d5 el negro se vio
3 obligado a debilitar su juego; si a
se añade la amenaza 17. ¥h5+
2
¤g6 (17 ... g6 18. ¤f6+) 18.
1
¥xg6+ hxg6 19. £f2!, llegamos a
a b c d e f g h la conclusión de que no hay de-
fensa satisfactoria».
Queda claro que la posición
ha sido bien estudiada, calculan- ➪ 17. ¥h5+ ¢d7 18. ¦xf8!
do que la dama no corre peligro, Rinden.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 138

138 LOS APORTES DE PAUL KERES

Hasta aquí no hemos hecho personas bien informadas ayuden


más que repetir lo que distintos a dejar en claro esta parte de la his-
autores han relatado en relación toria.
con el surgimiento de la variante, Otra cuestión no resuelta has-
pero existe un eslabón perdido en ta el presente es la validez del sa-
esta historia, y es la partida Rashit crificio; visto estadísticamente, la
Nezhmetdinov – Vitali Serguéie- balanza se inclina a favor de las
vich Shcherbakov, que supuesta- blancas, con un resultado del 40%
mente se jugó en Riga, en 1954, es de victorias, 30% de derrotas y
decir meses antes del Torneo de otros tantos empates, de un total
Gotemburgo, y que tuvo el si- de unas 1000 partidas. Pero esta-
guiente desarrollo: 1. e4 c5 2. ¤f3 dísticas análogas, y aún más des-
d6 3. d4 cxd4 4. ¤xd4 ¤f6 5. ¤c3 favorables, pudiéramos encontrar
a6 6. ¥g5 e6 7. f4 £b6 8. £d2 para las negras en muchas otras
£xb2 9. ¤b3 ¤c6 10. ¥d3 d5 11. variantes de juego, y nadie se las
¥xf6 gxf6 12. ¤a4 £a3 13. ¤b6 cuestiona hoy en día.
¤d4? 14. ¢f1? ¤xb3 15. cxb3 ¦b8 ¿Qué pensaba Keres al res-
16. exd5 £b4! 17. £xb4 ¥xb4 18. pecto? No lo sabemos, aunque su-
¦c1, y desconocemos su resultado. ponemos existen opiniones suyas
Existe una segunda partida de en favor o en contra de la varian-
Shcherbakov, jugada en Moscú en te que él mismo popularizó. En
el mismo año de Gotemburgo –pe- sus comentarios se limita a expli-
ro no sabemos si antes o después car que las complicaciones pue-
del torneo– en la que Eugeni Va- den ser evitadas empleando con-
siukov sigue el curso de la partida tinuaciones menos negociantes.
Keres – Fuderer, con el siguiente Pero contamos, en cambio, con
desarrollo: 7. f4 £b6 8. £d2 £xb2 un dato muy interesante, que dice
9. ¦b1 £a3 10. e5 dxe5 11. fxe5 más que muchas palabras: después
¤fd7, que es la continuación prin- de Gotemburgo, Keres evitó repe-
cipal seguida por la mayoría de las tir el experimento; conocemos que
partidas de los años subsiguientes. así jugó contra Tolush, dos años
El juego finalizó con 12. ¥e2 £c5 después; pero prefirió 8. ¤b3 con-
13. ¤e4 £xe5 14. ¥f3 ¤f6 15. ¤e2 tra Van den Berg, en la Olimpiada
¤bd7 16. ¤xf6+ ¤xf6 17. ¦xb7 de Munich de 1958.
¥xb7 18. ¥xb7 ¦a7 19. ¥c6+ ¤d7
20. ¥f4 £a1+ 21. ¤c1 e5 22. £e3
Honor a quien honor merece
¥b4+ 23. ¢d1 £c3! 24. £xa7
£xc6 25. ¤d3 £xg2 26. ¦g1 £f3+ No sería justo ni tendría el de-
27. ¢c1 ¥a3+ 28. ¢d2 exf4 29. bido rigor un recuento del Gam-
¦e1+ ¢d8 30. £xa6 ¥c5 31. £a5+ bito Gotemburgo que cubriera
¥b6 32. £g5+ f6 33. £xg7 ¥e3+. los hechos más importantes de su
Pero ¿qué fue primero... el hue- evolución en los primeros años
vo o la gallina? Esperemos que sin hacer mención especial a dos
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 139

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 139

figuras que propiciaron su desa- currían varios minutos. Lo mismo


rrollo, y que aceptaron el reto en hubiera sido válido para Fischer,
numerosas partidas, y sentaron de pero sucede que en ninguna parti-
hecho la base teórica de la mayo- da se vio apurado de tiempo.
ría de las variantes principales; Fue a la altura de la quinta
nos referimos concretamente a ronda cuando se produjo el en-
los grandes maestros Bobby Fis- frentamiento Tringov – Fischer; y
cher y George P. Tringov. como si se tratara de saldar cuen-
Ambos, jugando con negras, tas pendientes, la partida no tardó
hicieron en muchas partidas la ju- en tomar el curso de la Variante
gada crítica 7 ... £b6, sin la cual la Najdorf, hasta que en la séptima
apertura toma los cursos habitua- jugada Fischer lanza la bofetada a
les del Sistema Najdorf. su opositor, haciendo la consabi-
Tanto uno como el otro insistie- da movida ...£b6!?
ron una y otra vez en la captura del ¿Cuál iba a ser la actitud del
famoso peón, hasta que, ¡cosas del gran maestro búlgaro?; ¿aceptaría
destino!, ambos tuvieron que en- el reto, jugando contra el sistema
frentarse en un inolvidable certa- que él mismo ayudó a desarrollar?
men: el IV Torneo Internacional a Por suerte para todos, Tringov
la memoria Capablanca, celebrado no evadió el duelo teórico, y se
en La Habana en 1965. produjo una de las partidas más
Como se recordará, Fischer no trascendentales de toda la histo-
recibió la autorización de su go- ria del Gambito Gotemburgo.
bierno para viajar a Cuba, y los Por su importancia, considera-
organizadores del certamen re- mos oportuno incluirla en este re-
solvieron el problema con una ju- lato, con los comentarios que hici-
gada magistral: propusieron a Fis- mos para el libro memorial de ese
cher que jugara, desde los Esta- certamen, actualmente en prepa-
dos Unidos, utilizando el teletipo, ración.
cosa que el norteamericano afor-
tunadamente aceptó.
Esto, por supuesto, significó un Gueorgui Tringov-Robert
extraordinario esfuerzo de su par- Fischer
te, que todos le debemos agrade- IV Torneo Internacional a la
cer, pues jugando en condiciones memoria de Capablanca, 5ª
tan especiales cada sesión de cua- ronda, La Habana (Cuba), 1965
tro horas prácticamente se duplica-
ba, y esta sobrecarga no solo le 1. e4 c5 2. ¤f3 d6 3. d4 cxd4 4.
afectó físicamente, sino que le per- ¤xd4 ¤f6 5. ¤c3 a6 6. ¥g5 e6 7.
judicó en más de un encuentro, f4 £b6 8. £d2 £xb2 9. ¦b1
pues sus rivales nunca se vieron ba- Durante el duelo Spasski-Fis-
jo la presión del tiempo, porque en- cher, de Reikiavik en 1972, se re-
tre jugada y jugada siempre trans- vitalizó la vieja continuación 9.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 140

140 LOS APORTES DE PAUL KERES

¤b3, que se tenía como inofensi- tos grandiosos torneos, lo que me


va para el negro. En la undécima permitía «compartir», en el salón
partida del campeonato del mun- de juego, con los más afamados
do Fischer continuó con 9 ... £a3, ajedrecistas del mundo.
y luego de 10. ¥xf6 gxf6 11. ¥e2 Era realmente extraordinario
h5 12. 0-0 ¤c6 13. ¢h1 ¥d7 14. poder dar la mano cada día a fi-
¤b1! £b4 15. £e3 d5? 16. exd5 guras tan legendarias como Smis-
¤e7 17. c4! con ventaja que resul- lov, Guéler, Ivkov y muchos otros
tó decisiva para Spasski. más, que entonces nos parecían
Pero en la partida Peleche – dioses —y lo eran—, convencido
Coéiev, jugada por corresponden- además de encontrarme viviendo
cia en 1986, se llegó a esquemas si- momentos trascendentales para
milares por transposición, siguió la historia del ajedrez mundial.
10. ¥f6 gf 11. ¥e2 ¤c6 12. 0-0 h5 Pero por si todo esto fuera po-
13. ¤b1 £b4 14. £e3 d5 15. exd5 co, recibí en esa ocasión la tarea de
¤e7 16. ¤c3 ¤f5 17. £d3 £b6+ 18. servir como «enlace», para llevar y
¦f2 ¥d6 19. ¤e4 ¥xf4 20. ¤xf6+ traer las jugadas que se recibían y
¢f8! y la posición se sostiene. enviaban entre la mesa en que se
desarrollaba, en cada ronda, la par-
➪ 9 ... £a3 10. e5
tida de Fischer —¡pero sin Fis-
Cuando se jugó esta partida es- cher!—, y el pequeño lugar, oculto
ta era la continuación más aguda, y tras las cortinas del escenario, en
centraba el debate teórico entre que se encontraba el teletipo, en
blancas y negras. Aquí se dispone comunicación directa con el Man-
también de las alternativas 10. f5 y hatan Chess Club, de Nueva York.
10. ¥xf6; éstas y otras variantes Por eso, para los que tuvimos la
puede consultarlas el lector en las oportunidad de vivir, «en directo»,
tablas que acompañan este traba- el desarrollo de esta partida, resul-
jo, y en las partidas de torneos re- ta muy grato rememorar estos
cientes que incluimos a continua- momentos; y es que no sólo se es-
ción de estos comentarios. taba produciendo un hecho histó-
rico, sino que además, sabemos
➪ 10 ... dxe5 11. fxe5 ¤fd7 12.
hoy que estabamos en presencia
¥c4 ¥b4! 13. ¦b3 £a5
del nacimiento de una partida que
Antes de proseguir, creo con- resultó ser trascendental para el
veniente aclarar que tuve el privi- estudio posterior de esta variante.
legio de ser participante indirecto
➪ 14. 0-0 0-0
de los hechos que estamos na-
rrando. Aconteció que por esa No hay que olvidar que esta-
época, siendo muy joven, comen- mos ante un combate teórico, de
cé a trabajar en labores auxiliares manera que la partida se desarro-
dentro de la organización de es- lla en un terreno en el que cada
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 141

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 141

contendiente «tiene sembradas sus 19. ¦f4!? b6 20 ¦h4. Tringov-Pal-


minas». A partir de aquí cada cual masson, Olimpiada de La Habana
marcha según su propio mapa del 1966.
suelo que pisa, y cualquier error de En realidad la jugada 15. ¥f6
cálculo puede resultar fatal. surge como consecuencia de las
investigaciones postludum de la
➪ 15. ¤xe6!?
partida que estamos analizando.
Introducida con éxito en la partida
8
R.Byrne-Evans, Campto. EE. UU.
7
1966, fue refutada poco tiempo
6 después con la continuación 16 ...
5 ¦d8! empleada por Palmasson en
4
la partida antes mencionada.
3 ➪ 15 ... fxe6 16. ¥xe6+ ¢h8
2 17. ¦xf8+ ¥xf8 18. £f4
1
8
a b c d e f g h
7
Esta jugada, que puso en esta- 6
do de delirio a miles de aficiona-
5
dos en la sala de juego y en mura-
les aledaños, deja en claro la sor- 4

presa preparada por Tringov para 3


este encuentro. 2
A primera vista la situación
1
parece tornarse desesperada y
a b c d e f g h
una lluvia de amenazas surgen
por doquier. Es también el mo- Vale la pena describir aquí los
mento en que las jóvenes admira- hechos tal como ocurrieron y na-
doras del estadounidense —que da más apropiado que transcribir
en su mayoría asisten al torneo nuestra propia vivencia de esta
sin saber nada de ajedrez— co- historia, tomamos las palabras
mienzan a preguntarse cómo es que aparecen en el artículo que
posible que digan que Fischer, su publicamos en la revista cubana
ídolo, esté totalmente perdido. Jaque Mate, de abril de 1974, hace
Adelantándonos a los aconte- más de 30 años.
cimientos diremos que, un año «Un acalorado murmullo re-
después, también en La Habana, corrió el amplio Salón de Emba-
el propio Tringov optó por la con- jadores del Hotel Habana Libre,
tinuación 15. ¥f6!, ¤xf6 16. exf6 lugar sede del evento, cuando el
¦d8! 17. ¦xb4 £xb4 18. £g5 g6 GM Tringov hizo su jugada 18.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 142

142 LOS APORTES DE PAUL KERES

£f4. En todos los tableros mura- corriente, en el que siempre se


les que reproducían la partida (y mantiene la posición de la partida
eran por lo menos tres) una enor- que se está trasmitiendo, de mane-
me cantidad de público especula- ra que pueda hacerse una revisión
ba sobre todo número de situa- inmediata de cada jugada recibida.
ciones posibles. Pero la conclu- Por tanto, es ese sencillo table-
sión general era sólo una: ¡Fis- ro el primero en enterarse de ca-
cher estaba perdido! da respuesta que realiza el ídolo
»Por otra parte, en la sala de norteamericano; y soy precisa-
juego, todos los maestros partici- mente yo, el que ahora relata esta
pantes se acercaban cautelosos a historia, la persona privilegiada
la mesa donde se escenificaba el que tiene la primicia de las gran-
encuentro, y por el modo tan ex- des noticias en las partidas de es-
presivo de sus gestos no era difícil te inolvidable acontecimiento.
comprender sus pensamientos: Por eso, cuando a mis manos
evidentemente la situación del llega, vía ‘télex’, la extraordinaria
GM norteamericano era desespe- respuesta, y sobre aquel sencillo
rada. tablero se hace evidente la mag-
Fue entonces cuando sucedió nitud de la tormenta que está por
lo insólito: el ‘télex’ acababa de desatarse, comprendo que por un
trasmitir una respuesta que estre- instante exclusivo —y eso paga
mecía a todos los presentes. Fis- todos los sin sabores de trabajo
cher contestaba...» tan modesto— soy la única perso-
Detengamos un instante en na de la nación que conoce una
esta referencia y agreguemos al- verdad que hará saltar de júbilo,
gunos elementos desconocidos de hasta el delirio, a los miles de aje-
esta historia. Quizás no tengan drecistas que siguen la partida en
ninguna importancia especial, pe- el inmenso recinto del torneo.
ro no dudo que el lector se intere- En resumen, todo no ha sido
sará también por compartir las más que una maravillosa trampa
emociones particulares del autor. preparada por Fischer, jugada
Hagamos un pequeño salto y tras jugada, en indiscutibles horas
retrocedamos un instante, sólo un de laborioso estudio.
instante, y rememoremos lo suce- Lamentablemente, momentos
dido en el preciso momento en así sólo se viven una vez en la vi-
que llega, desde New York, la es- da, y no siempre estamos prepa-
perada respuesta con la segura rados para reaccionar, plena y li-
rendición de Fischer. bremente, ante la trascendencia
Allí, junto al viejo teletipo, tras de un hecho único. Si fuese hoy,
las cortinas del escenario, hay una quizás no me importaría entrar al
pequeña mesa, y sobre ella un ta- salón, mensaje en mano, gritando
blero. Es en este tablero, común y a todo pecho:
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 143

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 143

¡¡Fischer está ganando!! de plata. Con esta sorprendente


movida las negras no sólo frenan
Pero ese día, en cambio, bajé
las amenazas de mate en g8, sino
nervioso la pequeña escalera que
que preparan, además, una terri-
conducía del escenario a la mesa
ble maniobra, que brota como
de juego, y como de costumbre,
por arte de magia en una posición
entregué el mensaje...
en que la mayoría de las piezas
Instantes después, el Dr. José
negras parecían estarse bloque-
Raúl Capablanca (hijo), en repre-
ando unas a otras. Pero la reali-
sentación del gran maestro norte-
dad es totalmente diferente...
americano, hace en el tablero de
La Habana la jugada: ➪ 19. £f7 £c5+
➪ 18 ... ¤c6!! La ganancia de tiempo salva-
dora.
8

7
➪ 20. ¢h1 ¤f6 21. ¥xc8
6 No servía 21. exf6 por 21 ...
5 ¥xe6; ni 21. ¥xf6 por 21 ... ¥xe6
22. £xe6 gxf6 23. £x f6 Ag7.
4

3 ➪ 21 ... ¤xe5 22. £e6 ¤eg4


2 ¡Y las blancas abandonan!
1 Las amenazas de mate, a lo Phili-
a b c d e f g h dor, conllevan a pérdidas mate-
riales irreparables.
Primero un silencio expectante,
y de pronto recorre el enorme y EL GAMBITO AYER Y HOY
majestuoso salón una tremenda
explosión de locura colectiva. La Hasta aquí hemos relatado los
mayoría de los presentes, simples principales pormenores históricos
aficionados, no alcanzan a com- que tuvieron incidencia directa en
prender lo sucedido, pero interpre- el desarrollo de la variante en los
tan que algo extraordinario acaba diez años posteriores a su surgi-
de ocurrir; gentes que nada saben miento.
de ajedrez corren de un lado para Pero esta evolución no se ha
otro, y en los murales, como trom- detenido en ningún momento, los
ba marina imparable, se produce duelos Short - Kasparov son los
un alboroto extraordinario, en tan- que han enriquecido el caudal teó-
to el Arbitro Internacional Alberto rico del gambito en nuestros días.
García llama inútilmente al orden. Este sostenido incremento de
Tringov ha caído en una ma- partidas oficiales nos imposibilita
gistral trampa, servida en bandeja de incluir aquí un estudio riguro-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 144

144 LOS APORTES DE PAUL KERES

so que incluya una visión general ¥h5!?, iniciando un ataque que


de la actualidad teórica de la va- en la práctica resultó fallido: 13 ...
riante. En tal caso estaríamos es- bxa4 14. ¥xf7+! ¢e7 (en caso de
cribiendo un libro dentro de otro. 14 ... ¢xf7 15. £h5+ ¢g8 16.
Por esa razón, hemos optado £g4+ ¢f7 17. £xe6+ ¢g7 18.
por resumir en tablas los árboles ¤f5+ ¢g6 19. ¦f3 y la posición
principales de cada una de las va- del negro es complicada) 15.
riantes básicas, incorporando ¤c6+?! (ahora ya no tiene senti-
además algunas continuaciones do entregar la segunda pieza; era
interesantes presentadas en parti- preferible 15. ¥xe6, que mantie-
das de fecha reciente. ne las posibilidades de hacer pro-
Por comodidad tomaremos gresar el ataque) 15 ... ¢xf7 16.
como árbol principal el desarro- £h5+ ¢g7 17. ¤d4 ¦g8 18.
llo de la siguiente partida. ¤xe6+ ¢h8 19. ¦f2 £xc3 20.
¦af1 ¤c5 21. ¦f3 £c2 22. ¤g5
fxg5 23. fxg5 ¤e6 24. ¦f7 ¤xg5
Vasili Ivanchuk-Gari 0–1; Jonny Hector-Helgi Olafs-
Kaspárov son; 10ª ronda del Torneo de Rei-
Torneo de Linares (España), 7ª kiavik, 1995.
ronda, 1990 También se ha jugado 8. a3
¤bd7 9. ¥e2 ¥e7 10. ¤b3 h6 11.
1. e4 c5 2. ¤f3 d6 3. d4 cxd4 4. ¥xf6 ¥xf6 12. £d2 ¤c5 13. 0–0–0
¤xd4 ¤f6 5. ¤c3 a6 6. ¥g5 e6 7. ¤xb3+ 14. cxb3 ¥e7 15. ¢b1 ¥d7
f4 £b6 8. £d2 16. ¢a2 ¥c6 17. ¥g4 0–0 18. f5
En la TABLA I, vista en la exf5 19. ¥xf5 ¦ad8 20. h4 ¦fe8
pág. 128 fueron resumidas las po- 21. g4 ¥f8 22. g5 ¦e5 23. gxh6 g6
sibilidades para el caso de que el 24. ¦hg1 d5 25. £f4 £c7 26. h5 d4
blanco no desee entrar en las 27. hxg6 fxg6 28. ¦xg6+ ¢h8 29.
complicaciones del gambito. ¦dg1 ¥d6 30. £g5 1–0; Vladímir
Ya hemos explicado que tanto Gueórguiev-Eugeni Pétkov Er-
las blancas, como las negras, pue- ménkov; Campeonato de Bulga-
den optar, con buen juicio, por ria, 1995.
otras variantes menos tempestuo- Aunque lo natural sigue siendo
sas. evitar el conflicto con 8. ¤b3, da-
Es interesante el desenlace de do que la práctica ha demostrado
la siguiente partida, en la que las que el cambio de damas, luego de
blancas intercalan la toma en f6 ...£e3, resulta favorable al blanco.
antes de permitir la captura del En la actualidad las negras pre-
peón. El juego se desarrolló como fieren seguir con 8 ... ¤bd7 9. £f3
sigue: 8. ¥xf6 gxf6 9. ¥e2 £xb2 £c7 10. 0–0–0 b5 y logran mante-
10. ¤a4 £a3 11. c3 ¤d7 12. 0–0 nerse en esquemas sicilianos nor-
b5 y ahora respondieron con 13. males. Esta opción viene de la par-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 145

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 145

tida Yvan Masserey-Loek Van b5 14. ¤xc5 £xc5+ 15. ¢h1 ¦a7
Wely; 4ª ronda del Torneo Horgen 16. f5 ¦c7 17. ¤xb5 axb5 18.
B (Suiza), 1995, en la que las blan- ¥xb5+ ¢e7 19. ¥d3 £e5 20. a4
cas golpearon fuerte luego de 11. h5 21. ¦b5 £d4 22. a5 ¥h6 23.
a3 ¥b7 12. ¥d3 ¥e7 13. ¦he1 h6 £e2 ¥a6 24. ¦b3 ¥xd3 25. ¦xd3
14. £h3 0–0–0 15. ¥h4 g5 16. ¥f2 £e5 26. a6 d5 27. ¦a3 £xe4 28.
gxf4 17. ¥xb5!? axb5 18. ¤xb5 £b5 ¦g8 29. ¦g1 £xc2 30. a7
£c4 19. ¤a7+ ¢b8 20. ¤a5 £a6 £xg2+ 31. ¦xg2 ¦c1+ 0–1; E.
21. £b3 ¤e5 22. ¦d4 £xa5 23. Ronnenberg-Dale Maessel; 5ª
¦a4 £c7 24. ¤b5 £c6 25. ¥a7+ ronda del Torneo abierto de Las
¢c8 y la partida derivó en un rarí- Vegas (EE. UU.), 1995.
simo final de rey y dama contra B) 9 ... £a3 10. ¥xf6 gxf6 y
rey, dama y alfil, que culminó en ahora:
tablas ¡en 128 jugadas! b1) 11. ¥d3 ¤c6 12. 0–0 ¥g7
13. ¦f3 f5 14. ¦g3 ¥f6 15. exf5
➪ 8 ... £xb2 9. ¦b1 ...
£b4 16. ¥f1 d5 17. ¦e1 ¤e7 18.
fxe6 ¥xe6 19. f5 ¤xf5 20. ¤xd5
8
£xd2 21. ¤xf6+ ¢e7 22. ¤xd2
7 ¤xg3 23. ¤d5+ ¢f8 24. ¤c7 ¤xf1
6 25. ¦xf1 ¢e7 26. ¤xa8 ¦xa8 27.
5 c4 ¦d8 28. ¦f2 ¦d4 0–1 en 44 ju-
4
gadas; Matulovic-Fischer; Torneo
de partidas relámpago de Merceg
3
Novi (Serbia y Montenegro),
2 1972.
1 b2) 11. ¥e2
a b c d e f g h b2a) 11. ... ¤c6 13 ¢h1 ¥d7
(13. ... ¦c8 14. ¥h5 ¥g7 15. ¦f3
Ésta fue la jugada de elección 0–0 16. ¦d1 f5 17 exf5 exf5∞; 1–0
durante más de dos décadas, pero en 34 jugadas; Amador Rodrí-
a raíz de la famosa partida guez Céspedes-Reynaldo Vera;
Spassky – Fischer, antes mencio- La Habana, 1978).
nada, se puso de moda la vieja ju- b2a1) 14. £e3!? ¦c8 (14. ...
gada 9. ¤b3, que ha sido la más ¤a5 15. ¤d5! exd5 16. exd5+ ¥e7
empleada a partir de 1990, sobre 17. ¦fe1! ¤xb3 18. ¥d3→) 15.
todo por su presencia en partidas ¤b1 £a4 16. c4 ¤a5 17. £c3
entre Short y Kaspárov. ¤xc4 18. £xf6 ¦h6 19. £d4 Td4
Incluimos como ejemplo algu- ¦h7 20. f5→. 1/2–1/2 en 43 juga-
nas partidas de interés en el desa- das; Tal-Robert Byrne; 13ª ronda
rrollo de la variante. del Torneo Interzonal de San Pe-
A) 9 ... ¤bd7 10. ¥xf6 gxf6 tersburgo, 1973.
11. ¦b1 £a3 12. ¥e2 ¤c5 13. 0–0
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146 LOS APORTES DE PAUL KERES

b2a2) 14. ¤d1 ¦c8 15. ¤e3 b2b) 11. ... h5 12. 0–0 ¤d7 13.
£b4 16. c3 £xe4 17. ¥d3 £a4 ¢h1 h4 14. h3 ¥e7 15. ¦ad1 b6 16.
18. ¤c4 ¦c7 (18. ... ¦d8) 19. ¤b6 £e3 ¥b7 17. f5 ¦c8 18. fxe6 fxe6
£a3 20. ¦ae1? ¤e7 21. ¤c4 ¦xc4 19. ¥g4 £b2 20. ¦d3 f5 21. ¦b1
(21. ... £a4 22. ¤xd6+ ¢d8 23. £xb1+ 22. ¤xb1 fxg4 23. hxg4 h3
¤xf7+) 22. ¥xc4 h4 23. ¥d3? f5 24. ¦c3 hxg2+ 25. ¢xg2 ¦g8 26.
24. ¥e2 ¥g7 25. c4 h3 26. g3 d5. ¦xc8+ ¥xc8 27. Rf1 ¦xg4 28.
0–1 en 40 jugadas; Short-Kaspá- ¤1d2 e5 29. £c3 ¥b7 30. ¢c7.
rov; 4ª partida del Campeonato 1/2–1/2; Short-Kaspárov; 9ª ronda
del Mundo de la PCA, Londres, del Torneo a la memoria de Mijaíl
14 de septiembre de 1993. Tal, Riga, 1995.

TABLA II

1. e4 c5 2. ¤f3 d6 3. d4 cxd4 4. ¤xd4 ¤f6


5. ¤c3 a6 6. ¥g5 e6 7. f4 £b6 8. £d2
(Con 9. ¤b3)

8 ... ¤c6 9. 0–0–0


8 ... £xb2 9. ¤b3
.......... 9 ... ....... ¤bd7
.......... 9 ... ..... £a3
.......................- 10. ¥xf6 gxf6
............................. gxf6 11. ¥e2
.................................. 11. ¥e2 ¤c6 12. 0–0
.......................................... 12. 0–0 ¥d7
........................................................ 13. ¢h1 ¦c8
..................................................... ...... 13. £e3
..................................................... ...... 13. ¥h5
..................................................... ...... 13. ¦f3
..................................................... ...... 13. f5
..................................................... ...... 13. ¤b1
.......... 9 ... ....... ¤c6
............ 9 ... ....... ¤c6 10. ¥xf6 gxf6 11. ¤a.4 £a3 12. ¤b6 ¦b8
13. ¤c4 £a4
...................................................................£a4 14. a3 b5
.......................................................................14. ¢f2
................................... 11. ¥d3
................................... 11. ¥e2
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CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 147

En la partida que nos ocupa 8


las blancas continuaron con la 7
respuesta tradicional
6
➪ 9 ... £a3
(Diagrama) 5

Con esta jugada se alcanza la 4


posición crítica de la variante. A 3
partir de aquí la ramificación de 2
alternativas incluye tres continua-
1
ciones fundamentales: 10. f5, 10.
e5 y 10. ¥xf6. a b c d e f g h

En cierta manera ya hemos re- de especial preferencia la primera


sumido antes estas continuacio- de éstas, como veremos en las pá-
nes, de acuerdo con su época de ginas que siguen.
esplendor. En la actualidad goza

TABLA III

8. £d2 £xb2
(Con 10. ¥xf6 y otras)

9. ¦b1 £a3 10. ¥xf6 gxf6 11. ¥e2


.................... ...... 11. ¥e2 ¤c6 12. ¤xc6 bxc6 13. 0–0
.................... .............................. 13. 0-0 ¥e7
.................... .... 11 ... .... ¥g7
.................... .... 11 ... .... ¥g7 12. f5
.................... .... 11. f5
............ 10. ¥e2
............ ...... ¤c6
............ ...... ¤bd7
............ ...... ¤bd7 11. 0–0 £c5 12. ¢h1 ¥e7
............ ................... ......... ¥e7 13. f5 e5
............ ................... ............... e5 14. ¤e6 fxe6 15. fxe6
............ 10 ... ..... ¥e7
............ 10. ¦b3
............ 10. ¥d3
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 148

148 LOS APORTES DE PAUL KERES

➪ 10. f5 a1) ¤c6 14. ¤xc6 ¥xc3 15.


£e3 bxc6 16. ¦b3 £c5 17. £xc5
8
dxc5 18. ¦xc3 fxe4 19. ¦xc5 ¥d7
7 20. ¦e5 f5 21. g4 ¦g8 22. ¢f2 fxg4
6 23. ¦xe4 h5 24. ¢g3 ¢e7 25. ¦e5
5
h4+ 26. ¢xh4 ¦h8+ 27. ¦h5 ¦xh5+
28. ¢xh5 ¦h8+ 29. ¢xg4 ¦xh2 30.
4
¦d2 a5 31. ¢g3 ¦h1 32. ¥c4 ¦e1
3 33. ¦e2 ¦xe2 34. ¥xe2 1/2–1/2;
2 Parma-Fischer; 7ª ronda del IV
1 Torneo Internacional a la memoria
a b c d e f g h de Capablanca, La Habana, 1965.
Nota:Se jugó dos rondas después
Así jugó Ivanchuk contra Kas- de la partida Tringov – Fischer.
parov en la partida que estamos a2) 13 ... 0–0 14. exf5 exf5 15.
desarrollando. ¤d5 ¤c6 16. ¤xc6 bxc6 17. ¤e7+
Las restantes alternativas han ¢h8 18. ¤xc8 ¦fxc8 19. £d3 £c5+
tenido muy poca evolución. Los si- 20. ¢h1 ¦e8 21. £c4 £xc4 22.
guientes ejemplos permiten ilus- ¥xc4 ¦e4 23. ¥xf7 ¦f8 24. ¥h5
trar las ideas fundamentales de ca- ¦xf4 25. ¦b6 ¥e5 26. ¦xa6 ¦h4 27.
da línea. ¥f3 ¦xh2+ 28. ¢g1 c5 29. ¦a8
¦xa8 30. ¥xa8 ¦h4 31. ¥c6 0–1 en
Variante 10. ¥xf6 57 jugadas; Parma-Fischer; 1ª ronda
Una continuación tranquila, del Torneo Ravinj/Zagreb (Croa-
pero que deja a las blancas cierta cia), 12 de abril de 1970.
compensación posicional, tras la B) 11 ... ¤c6 y entonces:
ruptura de la cadena de peones b1) 12. ¤xc6 bxc6 13. 0–0 ¥e7
negras en el flanco rey. 14. ¢h1 £a5.
Ahora resulta obligada la ju- b1a) 15 £d3 d5 16. exd5 exd5
gada 10 ... gxf6 y las blancas sue- 17. ¥h5 d4 18. ¥f3 0–0 19. £xd4
len contestar con ¥f5 20. ¥e4 ¦ad8 21. £b6 £xb6
22. ¦xb6 ¥xe4 23. ¤xe4 ¦d4 24.
➪ 11. ¥e2 ¤g3 ¦fd8 25. ¦xc6 ¦a4 26. h4 ¦xa2
Una especie de duelo informal 27. ¤f5 ¥f8 28. ¦f3 a5 29. ¦g3+
sostuvieron Bruno Parma y Fis- ¢h8 0–1 en 41 jugadas; Julio Bece-
cher en relación con esta alterna- rra Rivero-Héctor Leyva Paneque;
tiva, pues la jugaron prácticamen- 4ª ronda del Torneo a la memoria
te cada vez que se sentaron table- de Adelquis Remón, Cuba, 1995.
ro de por medio. b1b) 15. f5 h5 16. ¥f3! e5 17.
Veamos estos y otros encuen- £d3 £c7 18. ¦b3 ¦b8 19. ¦xb8
tros interesantes: £xb8 20. £c4 £c7 21. ¦b1 ¥d8
A) 11 ... ¥g7 12. 0–0 f5 13. 22. ¤a4 h4 23. h3 ¦g8 24. ¦b3
¦fd1 ¦g7 25. ¤b6 ¥b7 26. a4 £e7 27.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 149

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 149

£b4! d5 28. £e1 £c5 29. ¤xd5 Variante 10. e5


cxd5 30. ¦xb7 dxe4 31. £xe4 £c3
Desde un principio se popula-
32. £xh4 ¦g8 33. £e4 £a1+ 34.
rizó, dado que conduce a posicio-
¢h2 £c3 35. £c6+ £xc6 36.
nes en las que las blancas dispo-
¥xc6+ ¢f8 37. ¥d5 1–0; Dragol-
nen de fuertes posibilidades de
jub Velimirovic-Víktor Gamrí-
ataque que normalmente culmi-
kov; Vrsac (Serbia y Montene-
nan con sacrificios espectacula-
gro), 1985.
res.
b2) 12. ¤b3 ¥g7 13. f5 0–0 14.
Lo normal es continuar con
0–0 ¤e5 15. ¤d4 b5 16. ¢h1 ¥d7
10. e5 dxe5 11. fxe5 ¤fd7 12. ¥c4
17. ¥h5 ¦ac8 18. ¦b3 £c5 19.
y ahora:
¤ce2 ¤c4 20. £c1 e5 21. ¦g3
¢h8 22. ¦xg7 ¢xg7 23. ¦f3 ¦g8 A) 12 ... ¥b4 13. ¦b3 £a5 14.
24. ¦g3+ ¢f8 25. £h6+ ¢e7 26. 0–0 0–0 15. ¥f6!:
£xh7 exd4 27. £xf7+ ¢d8 28. a1) 15 ... ¤xf6 16. exf6 ¦d8! 17.
¦xg8+ 1/2–1/2 en 39 jugadas; Par- ¦xb4 £xb4 18. £g5 g6 19. Tf4
ma-Fischer; 5ª ronda del Torneo Txd4 20. Dh6. 0–1; Robert Byrne-
de Bled, 9 de septiembre de 1961. Bernard Zuckerman; 5ª ronda del

TABLA IV

8. £d2 £xb2
(Con 10. e5)

9. ¦b1 £a3 10. e5 dxe5 11. fxe5


.................. ..... 11. fxe5 ¤fd7
.................. ....... ...... 12. ¥c4 £a5
.................. ....... ...... 12 ... .... £c5
............................ ....... 12 ... .... £c5 13. ¥xe6 fxe6
14. ¤xe6 £xe5+ 15. £e3
.................. ....... ...... 12 ... .... ¤xe5
.................. ....... ...... 12 ... .... ¥b4
.................. ....... ...... 12 ... .... ¥b4 13. ¦b3 £a5
.................. ....... .......................... £a5 14. 0–0 0–0 ➪ (T1)
➪ (T1) 15. ¥f6 ¤xf6 16. exf6 ¦d8 17. ¦xb4 £xb4 18. £g5 g6 19. ¤e4
.................. ...... ......... 12 ... .... ¥e7
.................. ...... ......... 12 ... .... ¥e7 13. ¥xe6
.................. ...... ......... 12 ... .... ¥e7 13. ¦b3 £c5
14. ¤d5 ¥xg5 ➪ (T2)
➪ (T2) 15. £xg5 g6 16. ¦e3
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 150

150 LOS APORTES DE PAUL KERES

Campeonato de los EE. UU., Nue- 1957. También fue analizada por
va York, 1966/1967. O también 20. Euwe y Leonard William Barden.
c3. 0–1 en 38 jugadas; Rogelio Or- 14 ... ¥xg5 (14 ... exd5 15. ¤f5!
tega-Milko Gueórguiev Bobótsov; con fuerte ataque.) 15. £xg5 g6!
15ª ronda del Torneo a la memoria (15 ... exd5 16. e6! £xd4 17. exf7+
de Chigorin, Sochi (Rusia), 1966. ¢f8 18. £d8+ ¢xf7 19. ¦f1+ ¤f6
a2) 15 ... gxf6? 16. £h6 £xe5 20. ¥xd5+ ¢g6 21. ¥f7+!):
17. ¤f5!! exf5 18. ¤e4 ¥d2 19. a) 16. ¦e3 exd5? (16 ... 0–0 17.
¤xd2 £d4+ 20. ¢h1 ¤e5 21. ¤e7+ ¢h8 18. ¤xe6 fxe6 19.
¦g3+. Las blancas ganaron en 36. ¤xg6+ y ganan.) 17. e6!;
Robert Byrne-Larry Melvin b) 16. ¦f1? 16 ... exd5! 17. e6
Evans; 11ª ronda del Campeonato (esto, sin ¦e3, es insuficiente). 17
de los EE. UU., Nueva York, 1965. ... £xd4!µ –+ Ortega, R-Ivkov,
B) 12 ... £a5 13. ¤xe6 fxe6 B/La Habana 1963.
14. ¥xe6 £xe5+ 15. £e3 £xe3+
16. ¥xe3 ¤c6 17. ¤d5 ¥d6 18. Variante 10. f5
0–0 ¤f6 19. ¤xf6+ gxf6 20. ¦xf6
Aunque no conduce a posicio-
¢e7 21. ¥xc8 ¢xf6 22. ¥xb7 ¤e5
nes tan complicadas como en 10.
23. ¥xa8 ¦xa8 24. ¦b7 ¦c8 25.
e5, se considera que las blancas
¦a7 ¦c6 26. ¥d4 ¢f5 27. c3 ¦xc3
logran compensación estratégica
28. ¦xa6 ¦c1+ 29. ¢f2 ¤g4+ 30.
a cambio del peón sacrificado.
¢e2 ¥xh2 0–1 en 45 jugadas;
En la partida de la línea prin-
Guy Mazzoni-Fischer; 3ª ronda
cipal se continuó con:
del Torneo de Monte Carlo, Mó-
naco, 26 de mayo de 1967. ➪ 10 ... ¤c6 11. fxe6 fxe6 12.
C) 12 ... ¥e7 13. ¦b3 £c5 14. ¤xc6 bxc6 13. ¥e2
¤d5! Jugada atribuida al cubano
Otra posibilidad bastante
Rogelio Ortega, pero Palacios
practicada es 13. e5, con las si-
rectifica que ya era conocida de
guientes derivaciones:
un artículo de Spasski y Tolusch,
(ver después de las tablas que
publicado en Schachmati, en
siguen).
TABLA V

8. £d2 £xb2
(Con 10. f5)

9. ¦b1 £a3 10. f5 ¤c6


................... 11. ¤xc6 bxc6
................... 11. fxe6 fxe6 12. ¤xc6 bxc6 13. ¥e2
............... .......................... 13. ¥e2 ¥e7
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 151

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 151

............ ................................... ¥e7 14. ¦b3 £a5


............ ....................................... 14. 0–0
............ ....................................... 14. 0–0 ➪ (T1)
➪ (T1) 14. 0–0 0–0 15. ¦b3 £c5+ 16. ¥e3 £e5
............................... £e5 17. ¥f4
................................... 17. ¥f4 £c5+
.......................................... 13. ¥xf6 gxf6
.......................................... 13. e5
.......................................... 13 ... .. ¤d5
.......................................... 13 ... ... ¤d5 14. ¤xd5 cxd5 ➪ (T2)
➪ (T2) 15. ¥e2 dxe5 16. 0–0
............ 16. 0–0 ¦a7 17. c4 £c5+ 18. ¢h1
.......................................... 13 ... ... dxe5 14. ¥xf6 gxf6 ➪ (T3)
➪ (T3) 15. ¤e4
15. ¤e4 £xa2 16. ¦d1 ¥e7
............... 16 ... .... ¥e7 17. ¥e2 0–0 18. 0–0
....... ¥e7 16. ¥e2
............. 16. ¥e2 h5 17. ¦b3 £a4 ➪ (T3a)
➪ (T3a) ........ 17 ... ... £a4 18. c4 f5
............................. 19. 0–0
............................. 19. 0–0 fxe4 20. ¢h1
....................................... 20. ¢h1 c5
............................. 19. ¤d6+
............................. 19. ¤d6+ ¥xd6 20. £xd6
.......................................... 20. £xd6
£a5+ 21. ¢f2
............................. 19. ¤g3
............................. 19. ¤g3 h4 20. ¤h5
................... 18. ¤xf6+ ¥xf6 19. c4
............................... 19 ... ¦a7 20. 0–0 ¦d7 ➪ (T3b)
➪ (T3a) 20 ... ....¦d7 21. £e3 £xa2 22. ¦xf6 £a1+
20 ... ....¦f7
20 ... ... ¦f7 21. ¦b8
20 ... ... ¥e7
20 ... ... ¥e7 21. ¦b8 ¦c7
(Continuación)
............................... 19 ... ¥h4+ 20. g3 ¥e7 ➪ (T3c)
➪ (T3b) 21. 0–0
21. 0–0 ¦a7 22. ¦b8 ¦c7
.................. ¦c7 23. £d3 ¥c5+ 24. ¢h1 ¢e7
21 ... ....h4
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 152

152 LOS APORTES DE PAUL KERES

A) 13 ... dxe5 14. ¥xf6 gxf6 ¢xe7 29. ¦b6 ¦a7 30. ¢e3 h6 31.
15. ¤e4 £e7!? 16. ¥e2 h5 g3 ¢f6 32. ¢d4 g5 33. ¥e4 h5 34.
a1) 17. £c3 ¥d7 18. ¦b7 f5 19. c5 a4 35. c6 a3 36. ¦xa6 1–0; Jan
¤g3 £c5 20. ¥xh5+ ¢d8–+. Timman-Zoltan Ribli; Torneo
a2) 17. ¤xf6+!? £xf6 18. ¦f1 OHRA, Ámsterdam, 1986.
£h4+ 19. g3 £d4–+ John Nunn.
➪ 18. ¢h1
a3) 17. 0–0 f5!? 18. £d1 (18.
¤g3 £c5+ 19. ¢h1 ¥h6 20. ¥xh5+ Es de consideración la alterna-
¢e7, John Nunn) 18 ... £d8!! (18 tiva 18. ¦f2 d5 19. ¥f3 £a7! 20. e5
... £h4?? 19. ¥xh5+ ¦xh5 20. ¤d7 21. ¥e3 y ahora, en la partida
£xh5+ £xh5 21. ¤f6+) 19. ¥xh5+ Joachim Petzold-Peter Leisebein;
¢e7 20. ¤f2 £xd1 21. ¥xd1 e4–+. partida jugada por corresponden-
a4) 17. £d1 ¥g7 18. ¥xh5+ cia, 1987, se siguió con 21 ... ¥c5
¢f8 19. 0–0 f5 20. ¦b3 ¢g8!? 21. 22. ¤xd5!?, que explota la posi-
¦d3 a5 22. ¦d8+ ¢h7 23. ¥f7 £h4 ción sobrecargada del caballo de
24. ¦d3 ¥h6 25. ¤d6 ¦f8 26. d7, pero el desenlace no es claro:
£e2!? ¥a6 27. £xe5 ¥xd3 28. 22 ... cxd5 23. ¥xd5 ¥xe3 (natu-
cxd3 ¦ad8! 29. ¥xe6 ¥g7! 30. ralmente, si 23 ... exd5 24. £xd5+
¥xf5+ ¢h8 31. ¦f4? £xh2+! 32. seguido de 25. ¥xc4, pues el caba-
¢xh2 ¥xe5 0–1; Van Houten-Na- llo está atado a la defensa de la to-
gel; partida jugada por correspon- rre en f8). 24. ¥xe6+ ¢h8 25. ¦xe3
dencia, 1988. £c5 26. c4 ¦b8 ganando el tiempo
B) 13 ... ¤d5 14. ¤xd5 cxd5 15. exacto que permite al negro qui-
¥e2 dxe5 16. 0–0 ¥c5+ 17. ¢h1 tarse las piezas blancas de encima.
¦f8 18. c4 ¦xf1+ 19. ¦xf1 ¥b7 20. 27. h3 ¦xf2 28. ¢xf2 ¤f8 29. ¥d5
¥g4 dxc4 21. ¥xe6 £d3 22. £e1 ¥e6 30. ¢g3 ¦d8 31. ¦d3 ¤g6.
¥e4 23. ¥g4 ¦b8 24. ¥d1 ¢d7 25. 0–1.
¦f7+ ¢e6 0–1; Fischer-Guéler; 11ª
➪ 18 ... ¤g4 19. h3 e5 20. ¤a4
ronda del Torneo de Monte Carlo,
£a7 21. ¥c4+ ¢h8 22. hxg4 exf4
4 de abril de 1967.
23. ¤b6!?
➪ 13 ... ¥e7 14. 0–0 0–0 15.
¦b3 15 ... £c5+ 16. ¥e3 £e5 17.
8
¥f4 £c5+
7
No parece superior 17 ...
6
¤xe4, para entrar en un inter-
cambio de piezas, ya que luego de 5

18. ¤xe4 £xe4 19. ¥xd6 ¦xf1+ 4


20. ¢xf1 ¥f6 21. ¥a3 a5 22. £d6 3
c5 23. ¥d3 £d5 24. ¥xc5 £xd6 2
25. ¥xd6 las blancas quedaron
1
con un final favorable: 25 ... ¥a6
a b c d e f g h
26. c4 ¢f7 27. ¢e2 ¥e7 28. ¥xe7
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 153

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 153

También se juega 23. ¦f4 con ➪ 28. ¦e1 ¥g5 29. ¦e6 £d8!
resultados equivalentes. 30. c4?!
Los análisis demostraron que
➪ 23 ... d5!
había que hacer 30. ¦d6 £xd6 31.
En este punto estaba la teoría
¦xh7+ ¢xh7 32. ¥e4+ £g6 33.
en 1995. Lo conocido era 23 ...
¥xg6+ ¢xg6 34. £d3+ ¢h6 35.
¦b8 24. ¦xf4 ¥d7! 25. ¤xd7
£h3+ ¢g6 36. £d3+=. Aunque
£xd7 26. ¦f5!, como en la partida
también era posible 30. £d3 ¥h4
Kevin Spraggett-Andréi Sokólov;
(30 ... h6 31. ¦xa6M) 31. ¥e4 (31.
5ª partida del duelo de Candida-
¦e5? £f6) 31 ... £xd3 32. ¥xd3
tos, 1988, que continuó con no
g5 33. ¦e7 ¦fe8 34. ¦xh7+ ¢g8
muy buen tino luego de 26 ...
35. ¦3xh4 gxh4 36. ¦xh4 con jue-
¦xb3?! 27. cxb3 £d8?! 28. ¥xa6
go parejo.
g6 29. ¦f3 ¥f6 30. £f2 ¢g7 31.
¥c4 £e7 32. £e3 c5? 33. £f4+-, y ➪ 30 ... ¦b8! 31. £d3 ¥h4
el blanco tiene una posición muy 32. ¥e4 £g5!
favorable, que se materializó tras
otros tantos errores adicionales, 8
que comenzaron por 33 ... g5? 34. 7
£f5 ¥e5? 35. £xf8+! £xf8 36. 6
¦xf8 ¢xf8 37. a4 ¥c3 38. ¢g1
5
¢e7 39. ¢f2 y las blancas todavía
tuvieron que luchar otras cuaren- 4

ta jugadas para obligar a la rendi- 3


ción del contrario. 2
El resto de la partida principal 1
se adentra por camino nuevos; y
a b c d e f g h
aunque en nuestros propósitos las
novedades pasan a un segundo Y las negras asumen la inicia-
plano, incluimos el resto del en- tiva. La partida continuó, con alti-
cuentro incorporando algunas no- bajos, muchas jugadas más, pero
tas originales de los contendientes. las negras lograron sacar la mejor
➪ 24. exd5 cxd5 25. ¥xd5 parte luego de:

En caso de 25. £xd5 ¥b7 26. ➪ 33. ¥xh7?! ...


£h5 ¦ad8. Era necesario 33. £d1 que
➪ 25 ... ¦b8 26. ¤xc8 ¦bxc8 daba más posibilidades de defen-
27. ¦h3! £b6 sa al blanco.

Se da como interesante la po- ➪ 33 ... ¦fd8


sibilidad 27 ... h6!? 28. ¦xf4 ¥g5 Aquí Kaspárov afloja la ten-
29. ¦xf8+ ¦xf8 30. £xg5 ¦f1+ 31. sión; muy fuerte hubiera sido 33
¢h2 £g1+ 32. ¢g3 £f2+, etc. ... f3!.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 154

154 LOS APORTES DE PAUL KERES

➪ 34. £c2 f3 35. ¦xf3 rable, pero pensamos que este sis-
tema esta llegando a un punto crí-
Peor sería tomar de peón pues
tico, por la sencilla razón de que
35. gxf3 ¦d2 y el negro tiene ven-
cada día se va haciendo más paten-
taja definitiva.
te que ambas partes pueden evi-
➪ 35 ... ¦d2 36. £e4 ¦d1+ 37. tarse muchos problemas, si se to-
¢h2 ¦e1? man la vida con un sentido más
«razonable».
Otra imprecisión sin mayores
A fin de cuentas, esa parece ser
consecuencias. Con 37 ... £c1! 38.
la tendencia mundial actual en la
¦e8+ ¦xe8 39. £xe8+ ¢xh7 el
solución de muchos asuntos; y el
juego estaría decidido.
ajedrez refleja tanto o más que
➪ 38. £f5 ¦xe6 39. £xe6 otras manifestaciones culturales la
¢xh7 40. £e4+ g6 naturaleza del comportamiento
humano. Una humanidad sin con-
Fatal sería 40 ... ¢g8? por 41.
flictos es la mayor aspiración de
¦f5!+-.
millones de personas en todo el
➪ 41. ¦h3?... mundo cuando nos encontramos
en el umbral del nuevo milenio.
La posición es sumamente
Quizás muchos discrepen de
complicada y eso hace posible
tal forma de pensamiento, alegan-
que las blancas conserven aún
do que no se corresponde con el
posibilidades de contrajuego.
sentimiento de lucha que debe
Aquí se indicó como necesario
prevalecer en el ajedrez, pero re-
hacer 41. ¦f7+ ¢h6 42. £d4
cordemos que el fin del Romanti-
¦g8 43. g3! £d8 44. ¦d7 £b8 45.
sismo no condujo, en modo algu-
£d2+ ¥g5 46. £g2 y las blancas
no, a la destrucción de la belleza
logran estabilizar la situación.
ajedrecística, hoy más perfecta y
➪ 41 ... ¢g7 42. £d4+ ¢g8 43. no menos fascinante que en los
£e4 £f6!–+ tiempos de La Inmortal.
Y tras este golpe Ivanchuk
abandonó. Si 44. ¦f3 £d6+ 45.
¢h3 ¢g7!! 46. c5 (46. ¢xh4 El Ataque Keres
g5+!–+) 46 ... ¦h8!–+
¿Qué ocurrirá con la Variante Aunque ya en el prefacio co-
del peón envenenado en los pró- mentamos brevemente las razo-
ximos años?. ¿Se continuará ju- nes que motivan la estructura de
gando como hasta hoy, o tenderá esta obra, es probable que algu-
a desaparecer de la práctica de nos lectores se estén preguntando
torneos? Pudiera parecer injustifi- con qué criterios ha sido concebi-
cado hacer un pronóstico desfavo- da su estructura.
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 155

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 155

¿Por qué se comienza con la Ya comentábamos al inicio de


Apertura Ruy López, y se culmi- esta semblanza la habilidad que
na con la Defensa Siciliana, sin tenía el gran maestro estonio pa-
seguir ninguna de las clasificacio- ra improvisar «ideas sencillas», en
nes establecidas? el transcurso de muchas partidas,
De una u otra manera estas pero el ejemplo que demuestra
razones han sido mencionadas en plenamente la grandeza de Keres
diferentes partes del texto, pero para producir "en directo" ideas
hay algo que no hemos dicho has- trascendentales, hay que buscarlo
ta ahora, y es que, tal como vemos indiscutiblemente en el desarro-
la obra de Keres, es en estos ex- llo de la siguiente partida.
tremos en los que se encuentran
sus aportes más importantes, no
tanto por lo que él personalmen- Paul Keres-Efim Bogoljubow
te hizo o dijo, sino por lo que cada Torneo de Salzburgo (Austria),
hecho en sí mismo significó en la junio de 1943
práctica del ajedrez mundial.
Desde ese punto de vista, ➪ 1. e4 c5 2. ¤e2
nuestra visión primaria de la es- Sobre los fundamentos de esta
tructura de este libro consideraba jugada, también popularizada por
que, siendo El Ataque Keres su Keres, ya hemos hablado en pági-
más trascendente innovación en nas anteriores.
la teoría de las aperturas, merecía
llevar un tratamiento especial ➪ 2 ... e6 3. d4 cxd4 4. ¤xd4
dentro del contexto general de la ¤f6 5. ¤c3 d6
obra, incluyendo la mayor infor- Tras este orden de jugadas, la
mación estructural y práctica de partida llega por transposición a
esta popular opción de juego. la posición típica de la Variante
Partiendo de estas considera- Scheveningen, donde lo habitual
ciones, resulta conveniente con- era continuar ahora con 6. ¥e2 ,
cluir este capítulo con una intro- 6. f4 o incluso 6. g3.
ducción histórica del ataque que Pero Keres introduce aquí la
lleva su nombre, y dejamos abier- jugada que revolucionó todo el
tas las puertas para dedicar el resto esquema clásico de tratamiento
de la obra a un estudio más com- de la variante, lo que dio lugar a
pleto de sus principales alternati- una de las variantes de ataque
vas, uno de los subsistemas más más populares contra la Defensa
importantes de la Variante Scheve- Siciliana.
ningen de la Defensa Siciliana. Después de pensar durante al-
Su origen, narrado con todo de- gunos minutos la factibilidad de
talle por el propio Keres, se remon- un movimiento al que el universo
ta al Torneo de Salzburgo de 1943. ajedrecístico a dedicado décadas,
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 156

156 LOS APORTES DE PAUL KERES

Paul Keres realizó sobre el table- frecuentemente 6. g3, seguido de


ro la sencilla jugada: ¥g2, para más tarde iniciar un
ataque en el flanco rey por medio
➪ 6. g4!? de f4, g5, etc.
»Pero yo me hice la siguiente
8 pregunta: ¿no sería posible aho-
7 rrar un tiempo, y empezar direc-
6 tamente con g4?
5
»A fin de valorar exactamente
la movida 6. g4 debía tomarse en
4
cuenta, ante todo, las posibles
3 contestaciones del adversario, o
2 sea, 6 ... e5; 6 ... d5 y 6 ... h5.
1 »Dado que 6 ... h5 no tendría
a b c d e f g h
sentido por 7. g5, y que 6 ... d5 7.
exd5 ¤xd5 8. ¥b5+ ¥d7 9. ¤xd5
Respecto a este movimiento, exd5 10. £e2+, dejaría a las blan-
Carlos Alberto Palacio Toscano cas con posición muy cómoda, la
incluye la siguiente nota en su li- única réplica que podía conside-
bro La Defensa Siciliana: rarse seriamente es 6 ... e5.
«Jugada emprendedora que »Llegué al convencimiento de
recuerda una de las partidas del que, sin previo análisis casero, mi
enfrentamiento Alekhine-Euwe, adversario no se arriesgaría a efec-
1935. Aunque parece ir contra to- tuar este avance de dudoso aspec-
dos los principios, este movimien- to, porque después de 7. ¥b5+
to de ataque es posible, e incluso ¥d7 las blancas conquistan la
difícil de hacer frente. Algunos fuerte casilla f5 para su caballo. En
maestros han optado por otro or- realidad, luego de 8. ¥xd7 £xd7
den de jugadas para evitar el ata- 9. ¤f5 la situación de las negras se
que: 1. e4 c5 2. ¤f3 d6 3. d4 cxd4 vuelve crítica. Si 9 ... h4 las blancas
4. ¤xd4 ¤c6 5. ¤c3 e6. O si 5. no están obligadas a seguir atrope-
¤b5, puede transformarse en el llando con 10. g5 ¤xe4 11. ¤xg7+
sistema Paulsen». ¥xg7 12. ¤xe4 d5, etc. (O´Kelly –
Nadie mejor que el propio au- Christoffel, Groninga 1946), sino
tor para describir los aconteci- que tienen a su disposición algo
mientos relacionados con esta más efectivo: 10. ¥b5! Si ahora 10
histórica partida. En su libro El ... ¤xg4, entonces 11. h3, y en el
ajedrez como yo lo juego, narra peor de los casos las blancas recu-
claramente lo siguiente peran por lo menos su peón, con
«Esta interesante idea se me excelente posición».
ocurrió durante la partida. En la Los cálculos de Keres resulta-
presente posición se ha jugado ron correctos porque Bogol-
Cap 2 017-157 20/9/17 12:03 Página 157

CONTRIBUCIÓN A LA TEORÍA DE LAS APERTURAS 157

jubow intentó evitar las complica- ¤f4 26. ¥xf4 exf4 27. ¥h5+ ¢d7
ciones, continuó con 6 ... ¤c6, pe- 28. ¥g4+ ¢c6 29. £f5 b5 30.
ro quedó mal luego de 7. g5 ¤xd4 £d5+ ¢b6 31. £d4+ ¢c6 32.
8. £xd4 ¤d7 9. ¥e3 a6 10. ¥e2 ¤d5 y las negras abandonaron.1-
£c7 11. f4 b6 12. f5 ¤e5 13. fxe6 0.
fxe6 14. a4 ¥e7 15. h4 £c5 16. Hoy, transcurridos más de 50
£d2 £c7 17. ¦f1 ¥b7 18. ¥d4! años, el Ataque Keres se mantiene
El resto de la partida tiene más con plena vigencia, formando
valor en lo histórico que en lo te- parte del repertorio básico de
órico, pues muy pronto las negras aperturas de cientos de miles de
buscaron opciones de defensa ajedrecistas.
más efectivas. El juego finalizó Por tanto, nada mejor que ren-
con el siguiente desenlace: 18 ... dir homenaje a su creador, dedi-
¦f8 19. 0-0-0 ¦xf1 20. ¦xf1 ¥d8 cando las páginas que siguen a re-
21. £f4 ¤g6 22. £g4 £e7 23. sumir las principales variantes de
£h5 e5 24. ¥e3 ¥c7 25. £xh7 esta importante línea de juego.
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 159

Parte
ANTOLOGÍA
DE UN ATAQUE
MAGISTRAL
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puede llegar a coincidir por trans-

S
i abrimos el Informador más
reciente, una enciclopedia posición con alguna de las varian-
de aperturas o cualquier re- tes generales del Ataque Keres,
vista de actualidad, es muy proba- pero no tendremos en considera-
ble que encontremos una o más ción estas variaciones, nos limita-
partidas del Ataque Keres, con mos a describir las continuaciones
continuas referencias a novedades principales.
teóricas, y sobre todo una madeja
8
de variantes que las más de las ve-
ces resultan prácticamente imposi- 7

bles de descifrar, lo que hace ex- 6


tremadamente difícil resumir tal 5
cúmulo de información, a menos 4
que demos prioridad a los valores
3
estratégicos básicos de las diferen-
2
tes derivaciones.
Hacemos esta salvedad por- 1

que debe quedar claro que, en el a b c d e f g h


contexto de este libro, un resu-
men teórico de este sistema de A partir de la posición del dia-
juego debe mantenerse dentro de grama las negras tienen a su dis-
los límites de una exposición ge- posición las siguientes alternati-
neral, sin dejar por ello de ejem- vas, siendo la primera y la última
plificar en aquellos puntos en los las más importantes :
que la cotidianidad convierte las A) 6 ... h6 (Variante Stolz).
veredas en caminos, y éstos a su B) 6 ... a6 (Variante Petrosian).
vez en grandes avenidas por los C) 6 ... ¥e7 (Variante Yugoslava).
que ha de marchar la teoría de D) 6 ... e5 (Variante Schwarz).
hoy, y muy probablemente las no- E) 6 ... d5?! (Variante Reshevsky).
vedades de mañana. F) 6 ... ¤c6 (Variante Matano-
Como sabemos, la posición vic).
básica de la variante se alcanza
luego de las jugadas 1. e4 c5 2. Debemos aclarar que no he-
¤f3 d6 3. d4 cxd4 4. ¤xd4 ¤f6 5. mos partido de ninguna conside-
¤c3 e6 6. g4!? como muestra el ración especial a la hora de esta-
diagrama siguiente. blecer las denominaciones ante-
También ocurre que en mu- riores. Sencillamente hemos to-
chas partidas las blancas demoran mado en cuenta los nombre a
la jugada «g4», con la intercala- quienes Palacio atribuye la pater-
ción movimientos como 6. ¥e3, 6. nidad directa o indirecta de cada
h3 y otros, con lo que la posición una de estas variantes de juego.
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162 LOS APORTES DE PAUL KERES

En las páginas que siguen de- que hoy se considera como la me-
dicaremos especial atención a las jor forma de tratar la posición.
derivaciones que se producen a Durante muchos años fue Vla-
partir de la Variante Stolz, dado dímir Tukmákov uno de los juga-
que la práctica tiende a ratificarla dores que la empleó con mayor
como la variante principal de to- éxito, por lo que a veces la varian-
do el sistema. te toma su nombre.
En cuanto al resto de las va- Como ocurre en la mayoría de
riantes, serán vistas en un plano las restantes opciones de juego del
más general, a partir de partidas Ataque Keres, las blancas dispo-
básicas que incluyan referencias nen de múltiples alternativas que
de actualidad. se entrecruzan, unas con otras, ge-
nerando complicadísimos árboles
de variantes donde las partidas
pueden clasificarse siguiendo ra-
A) Variante Stolz mas paralelas.
(6 ... h6) En el siguiente esquema pre-
sentamos un resumen del árbol
Aunque Boleslavski afirmó general de continuaciones de esta
que esta jugada debilitaba el en- variante; en esquemas subsiguien-
roque negro, ante la creencia de tes ampliaremos cada una de sus
que el ataque blanco era muy ramas, de acuerdo con la tenden-
fuerte en ese flanco, lo cierto es cia histórica de aplicación de cada
una de las subvariantes.
Variante Stolz 6 ... h6

8 ... .¤c6 9. £d2


A1) Sub variante 7. g5 hxg5 8. ¥xg5
{ 8 ... a6
8 ...¥e7
8 ... £b6
{ 9. ¥g2
9. h4
9. ¤b3

{
7 ... a6

{
7 ... a6
7 ... ¤c6
7 ... ¥e7
A2) Subvariante 7. h4 7 ... e5 A4) Subvariante 7. ¦g1 7 ... ¥c6
7 ... h5
7 ... g5
7 ... ¥ e7

{ {
7 ... a6 8. h3
A3) Subvariante 7. ¥g2 7 ... ¤c6 8. h4
7 ... e5 8. ¤b3
8.¥xc6
Otras variantes que también se emplean, aunque con menos frecuencia, son:
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ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 163

A5) Subvariante 7. ¥e3 A6) Subvariante 7. ¥e2 A7) Subvariante 7. h3

Cuando se estudia con deteni- A1) Subvariante 7. g5


miento este árbol de posibles con-
tinuaciones, sale al descubierto un Después de esta jugada, lo na-
detalle singular: no podemos afir- tural es la secuencia forzada
mar que existan, en el Ataque Ke-
➪ 7 ... hg 8. ¥xg5
res, variantes clásicas más o menos
definidas, sino posiciones típicas, Se presenta una situación a
resultado de toda una mezcla de partir de la cual el esquema de
transposiciones posibles, que ha- transposiciones puede resumirse
cen sumamente difícil establecer en las siguientes líneas funda-
una clasificación de asistente, con mentales.
exclusión de las restantes. Si comparamos las tres posi-
Teniendo en cuenta esta sin- ciones resultantes, comprobare-
gularidad del sistema, hemos de- mos que existe una estrecha rela-
cidido construir en algunos casos ción de esquemas entre unas y
lo que pudiéramos denominar co- otras, y por tanto, resulta más im-
mo «variantes típicas», que no portante una valoración estraté-
son más que la integración de las gica de las situaciones a las que
variantes fundamentales, ten- puedan derivar cada uno de estos
dientes a una posición final mejor caminos, que entrar en precisio-
o peor caracterizada, a partir de nes eminentemente tácticas, ori-
la cual se encaminan un conjunto ginadas a partir de las más diver-
numeroso de partidas. sas alternativas.
Bajo este criterio comenzare- Partiendo de este criterio po-
mos por una de las variantes más demos resumir que:
desarrolladas en los últimos años.

Esquema general de la variante 7. g5

7. g5
hxg5
8. ¥xg5
¥e7 .............¤ c6 .................. a6
9. £d2a6 9. h4a6 9. £d2¥d7
10. 0-0-0 £c7 10. £d2 £b6 10. 0-0-0 ¤c6
11. f4 ¥d7 11.¤b3 ¥d 11. h4 £c7
12. ¥g2 ¤c6 12. 0-0-0 £c7 12. ¥e7 0-0-0
13. h4 0-0-0 13. ¥e2 ¥e7 13. f4 ¥e7
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164 LOS APORTES DE PAUL KERES

– Aunque las blancas dominan ¥h4 ¤xf4 14. £xf4 g5 15. ¥xg5
mayor espacio, la posición de fxg5 16. £g3 £b6 17. 0–0–0 0–0–0
las negras no presenta debili- 18. ¥f1 ¦df8 19. ¥e2 £f2 20.
dades que puedan ser explota- ¦dg1 a6 21. h3 ¤e5 22. ¢d1 ¦h4
das a corto plazo, ni se aprecian 23. £xf2 ¦xf2 24. ¦g3 ¦f8 25. ¤d4
dificultades en su defensa. d5 26. ¥g4 ¤xg4 27. ¦xg4 dxe4 28.
– La mejor estructura de peones ¦xh4 gxh4 29. ¤xe4 ¦f4 30. ¦e1
de las negras podría resultar e5 31. ¤b3 ¥xh3; 0–1; John Van
una ventaja significativa si la Baarle-Víktor Korchói; Campeo-
partida deriva hacia un final de nato de los Países Bajos, Leenwar-
torres y piezas menores. den, 1977) 11. £e2 £c7 12. 0–0–0
– Aunque las blancas dominan la 0–0–0 13. h4 ¢b8 14. h5 ¥e7 15. f4
columna de dama, las negras y ahora las negras iniciaron una
pueden obtener contrajuego en interesante maniobra con 15 ...
el flanco de dama, con dominio ¤g8!? 16. ¤d4 ¥f6! 17. ¤f3
sobre la casilla c4, y control adi- ¤ge7, y lograron ubicar sus piezas,
cional en la columna h. perfectamente centralizadas. El
A continuación se ejemplifican juego siguió con 18. ¥xf6 gxf6 19.
las derivaciones mencionadas, to- £d2 ¦h6! 20. £xd6 £xd6 21.
memos como opciones principales ¦xd6 ¢c7 22. e5 ¦dh8 23. ¦hd1
partidas importantes de fechas re- ¥c8 24. ¤e4 fxe5 25. ¤xe5 ¤xe5
cientes. 26. fxe5 ¤c6 recuperando el peón,
con posición favorable.
Derivación 8 ... ¤c6 B) 9. ¤b3 Una variante pre-
ferida por Lobron, un jugador que
Esta opción la estudiaremos
opta con bastante frecuencia por
siguiendo el curso de la siguiente
el Ataque Keres. 9 ... ¥e7 10. £f3
partida.
a6 11. h4 ¥d7 12. £g2 £c7 13. f4
0–0–0 14. 0–0–0 d5. Entra en un
intercambio de piezas que dismi-
Joan Ehlvest-Uwe Boensch
nuye la tensión central, pero que
Torneo de Tarrasa (España), 6ª
conduce a posiciones donde el
ronda, mayo de 1991
blanco mantiene una ligera venta-
ja. 15. exd5 ¤xd5 16. ¤xd5 exd5
1. e4 c5 2. ¤f3 d6 3. d4 cxd4 4. 17. ¥xe7 £xf4+ 18. ¢b1 ¤xe7 19.
¤xd4 ¤f6 5. ¤c3 e6 6. g4!? h6 7. £xg7 ¤f5 20. £c3+ £c7 21. £b4
g5 hxg5 8. ¥xg5 ¤c6 9. £d2 ¤e3± 1/2–1/2 en 73 jugadas; Eric
Esta es la variante principal, Lobron-Andras Adorjan; 2ª ronda
aunque también se juegan alter- del Torneo de Dortmund, 1984.
nativas como: C) 9. h4, que no es más que
una transposición que conduce
A) 9. ¥g2 ¥d7 10. ¤b3 a6 (O muchas veces a alguna de las res-
10 ... ¥e7 11. f4 ¤h5 12. £d2 f6 13. tantes variantes ya mencionadas.
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ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 165

9 ... a6 10. £d2 £b6 11. ¤b3 ¥d7 hxg5 ¢a8 25. a4 ¦h3 y como suce-
12. 0–0–0 y ahora se dispone de: de con frecuencia en el Ataque
c1) 12 ... £c7 13. ¥e2 b5 (13 ... Keres si las negras logran librarse
0–0–0) 14. ¦he1! ¥e7 y ahora el de las complicaciones, mantienen
blanco introdujo la mejora 15. ¢b1 una mejor estructura de peones, y
b4 16. ¤d5!? exd5 17. exd5 ¤a5 obligan a las blancas a evitar cam-
18. ¤d4!∞ = ¢d8 19. £f4! ¢c8 Pero bios que conduzcan a un final téc-
luego de 20. ¥f3?! ¥d8 21. b3? nicamente perdido. 26. ¦e4 ¦ch8
(21. h5!∞) 21 ... ¦a7 22. ¦e3 £c5 27. a5 ¦h2 28. ¦g2 ¦h1+ 29. ¢a2
23. c4 ¦c7! el negro quedó con me- £d7 30. ¤d2 ¦8h4 31. ¤f3 ¤xf3
jor posición. El juego siguió con 32. £xf3 ¦1h3 33. £e2 £a4+! 0–1;
24. ¦d2 ¤b7 25. ¤c6 ¦xc6 26. Jonathan Tisdall-Judit Polgar; Tor-
dxc6 ¥xc6 27. ¥xc6 £xc6 28. ¦d1 neo abierto de Reikiavik, 1988.
a5 29. f3 ¦e8 30. ¦ed3 ¦e6 31. £d2
➪ 9 ... £b6
¥e7 32. £g2 g6 33. £f2 ¤c5 34.
¦d4 a4 0–1; Yehudá Gruenfeld- También es frecuente 9 ... a6
Vladímir Akopián; 7ª ronda del 10. 0–0–0 ¥d7 11. f4 £c7 12. f5
Torneo de Haifa, 1995. ¤e5 13. h4 0–0–0 14. ¥h3 ¦e8 15.
c2) 12 ... 0–0–0 13. f4 ¢b8 14. £f2 ¢b8 16. ¢b1 ¥c8 17. ¦hg1
¥e2 ¦c8 15. ¢b1 ¤h5 16. f5 ¤g3 ¤h5 18. a4 g6 19. f6 ¥d7! 20. ¤b3
17. fxe6 ¥xe6 18. ¦hg1 ¤xe2 19. ¥h6! 21. ¥f1 ¦c8 22. ¥e2 ¥xg5
£xe2 ¤e5 20. ¤d5 ¥xd5 21. exd5 23. hxg5 ¥xa4!? Entra en una
£c7 22. ¦d4 ¥e7 23. ¦b4 ¥xg5 24. complicada combinación, pero al

Árbol general de la variante 6 ... h6 7. g5

7. g5 hxg5 8. ¥xg5
8 ... .. £b6
8 ... .. a6
9. £d2
8 ... ¤c6
9. £d2
9. £d2 a6 10. 0-0-0
---- -- 10. 0-0-0 ¥d7
11. ¢b1
11. ¥g2
11. f4
11. f4 £c7
11. h4
11. h4 £c7 12. ¥e2 0-0-0 13. f4 ¥e7
14. h5 ¢b8
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166 LOS APORTES DE PAUL KERES

9. --- £b6 10. ¤b3


---- --- 10. ¤b3 a6
---- --- ------ a6 11. 0-0-0
---- --- ------ -- 11. 0-0-0 £c7
--- ------ -- -------- £c7 12. f4
--- ------ -- -------- ¥d7
12. ¥g2
12. f3
12. f4
12. ¥e3
12. ¥e3 £c7 13. f4
12. ¥f4
12. h4
12 ... ¦c8
12 ... £c7
12 ... £c7 13. ¥e2
¥e7 14. h5 0-0-0
15. £f4
12 ... ¤e5
12 ... 0-0-0
12 ... ¥e7
12 ... ¥e7 13. ¥e2
--- --- ------ ¤e5 11. £e2
9. ¤b3
9. ¥g2
9. h4

parecer con insuficientes medios de la dama. 37 ... ¦xc5 38. £f8+!


de apoyo, situación que aprove- ¢a7 39. £xc5+ ¢a8 40. £c8+
chan las blancas para simplificar 1–0; Yasser Seirawan-Víktor Kor-
la posición y rechazar el ataque. chói; 5ª ronda del Torneo de Las
24. ¤xa4 £xc2+ 25. ¢a2 ¦c4 26. Palmas de Gran Canaria, 1981.
¦d4 ¤d3 27. ¦xc4 £xc4 28. £d4
➪ 10. ¤b3 a6
¤b4+ 29. ¢b1 £c2+ 30. ¢a1
£xb3 31. £xd6+ ¢a8 32. ¤c3 Un poco de más actividad da al
¦c8 33. ¥d1 ¤c2+ 34. ¥xc2 £xc2 negro la continuación 10 ... ¤e5
35. ¦d1 e5 36. ¦d5! ¤f4 37. ¦c5 y 11. £e2 ¥d7 12. ¥e3 £c7 13. f4
las negras están perdidas, pues no ¤eg4 14. ¥d2 ¦c8 15. h3 ¤h6 16.
tienen modo de evitar el desastre £e3, pero ahora las negras hicie-
final, y evitar además la pérdida ron un poco prematuramente 16 ...
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ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 167

d5?! cuando tal vez era preferible encontraron como activar rápida-
jugar 16 ... a6. En la textual el blan- mente sus piezas y ganaron luego
co logra golpear en el centro, y se de 28. £e3 ¢b7 29. ¦d4! ¦xh4?!
lleva la mejor parte luego de 17. 30. ¦hd1! ¤f7 31. a4! e5 32. ¦b4!!
exd5 ¤f5 18. £xa7 ¤g3 19. dxe6 d5 33. exd5 ¦xb4 34. dxc6+ ¢xc6
fxe6 20. ¦g1 ¤xf1 21. ¦xf1 ¦xh3 35. ¤d5 £c5 36. ¤xb4+ £xb4 37.
22. £g1 ¢f7 23. £g2 ¦h5 24. ¦g1 ¥f3+ e4 38. ¥xe4+ 1–0; Jozsef Pal-
¢g8 25. 0–0–0 ¤d5 26. ¢b1 ¥e8 kovi-Marek Hawelko; 3ª ronda del
27. £e4 ¥f7 28. ¤xd5 exd5 29. Torneo de Naleczow (Polonia),
£d3 con juego complicado. La 1988.
partida prosiguió con 29 ... £c4 30.
➪ 12 ... ¥d7
¥c3 £xf4 31. ¦df1, y las blancas
ganaron luego de 31. ¦df1 £e4 32. No ofreció ninguna ventaja el
£d2 ¦e8 33. ¤c5 £c4 34. £f2 d4 desarrollo del alfil por b7 en la
35. b3 £d5 36. ¥xd4 ¥xc5 37. partida Yuri Razuváiev-Kim Ste-
¥xc5 ¦e4 38. ¥a3 ¢h7 39. ¥b2 ven Commons, Lublin (Polonia),
¥g6 40. £g3 £e6 41. ¦f6 1–0; Jaan 1978, donde el blanco quedó me-
Ehlvest-Andréi Sokólov; Cler- jor luego de 12 ... b5 13. ¥g2 ¥b7
mont-Ferrand (Francia), 1989. 14. £e3 b4 15. ¤a4 ¤d7 16. e5 d5
17. f5 £xe5 18. £f2 £xf5 19.
➪ 11. 0–0–0 £c7
£xf5 exf5 20. ¦he1+ ¤ce5 21.
Aquí también se juega 11 ... ¤a5 ¦b8 22. ¤xb7 ¦xb7 23. ¦xd5
¥d7 12. ¥g2 ¤e5 13. f4 ¤c4 pero ¦c7 24. ¦exe5+ 1–0.
no es menos cierto que más tem-
➪ 13. ¢b1
prano que tarde las negras ten-
drán que quitar la dama de c6, pa- Previene los trastornos que tí-
ra poder realizar el indispensable picamente le ocasiona al blanco la
avance ...b5, esencial en cualquier ubicación del rey en la columna
posición de la defensa Siciliana. semiabierta. La alternativa más ju-
gada es 13. ¥g2 0–0–0 14. h4 ¥e7
➪ 12. f4
15. ¥f3 ¢b8 16. h5 ¥c8 17. ¤d4
O también 12. h4 ¥e7 13. ¥e2 ¥d7 18. ¤b3 ¥e8 19. ¥h4 d5 y
b5 14. a3 ¥b7 15. f4 0–0–0 16. ¥f3 después de varias maniobras no
llega por una vía u otra a posicio- muy claras, las negras logran for-
nes típicas del sistema. Aquí es zar en el centro. 20. exd5 ¤xd5 21.
interesante la continuación 16 ... ¤xd5 exd5 22. ¥xe7 £xe7 23. £f2
g6 17. £f2 ¢b8 18. f5 ¤e5 19. fxe6 ¦h6 24. ¦hg1 £c7 25. ¦xg7 £xf4+
fxe6 20. ¤d4 ¥c8 21. ¥g2 ¦df8 22. 26. £d2 £xd2+ 27. ¦xd2 ¤e5 28.
£e1 ¤fg4 23. ¥xe7 £xe7 24. £g3 ¦xd5 ¦xd5 29. ¥xd5 ¥c6 30. ¥xf7
¥d7 25. ¤f3 ¤xf3 26. ¥xf3 ¤e5 ¤xf7 31. ¦xf7 ¦xh5 1/2–1/2 en 57
27. ¥e2 ¥c6, y la posición del ne- jugadas; Timman-Spasski; Tilbur-
gro parece segura, pero las blancas go, 1980.
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168 LOS APORTES DE PAUL KERES

➪ 13 ... ¥e7 14. h4 0–0–0 15. Ulf Andersson; Bilbao (España),


¥g2 ¢b8 16. ¥f3 ¥c8 1987.
➪ 17 ... ¤xd4 18. £xd4 £c5
8
19. £d2 d5 20. exd5 exd5 21. £g2
7 d4 22. ¤e2 £b6 23. ¦d3 ¥e6
6
Y la posición es complicada.
5
Las negras intentaron ganar es-
4 pacio con:
3
➪ 24. f5 ¥c4 25. ¦dd1 d3 26.
2 ¤c3 dxc2+ 27. £xc2 ¦xd1+ 28.
1 ¦xd1 ¦d8 29. ¥f4+ ¢a8
a b c d e f g h
Pero las blancas lograron ob-
➪ 17. ¤d4 tener ventaja luego de:

A esta altura se encuentra el ➪ 30. b3 ¥b5 31. ¦xd8+ £xd8


estado de la teoría actual. Aquí se 32. ¤xb5 axb5 33. £c3! ¤e8 34.
consideraba más fuerte 17. h4, b4 ¤d6 35. £a3+ ¢b8 36. £d3!
hasta que fue introducida la juga- Con ventaja decisiva:
da 17. £e2!?, como también ocu- ➪ 36 ... f6 37. £xb5 £c7 38.
rre en otras variantes del sistema. £d5 £b6 39. £c5 £d8 40. a4 ¢a8
Las negras pueden seguir con 17 41. a5 1-0.
... ¤g8 18. ¥xe7 ¤gxe7 19. h5 g6
20. £d2 gxh5 21. ¦xh5 ¦xh5 22. Derivación 8 ... a6
¥xh5 f5!= 23. exf5 ¤xf5 24. ¥g4
¤ce7 25. ¤d4 ¤xd4 26. £xd4
8
¦g8 27. ¥e2! con objetivo de eli-
minar el alfil hacia d3, para pre- 7

parar el avance f5. No obstante, la 6


posición se mantiene equilibrada. 5
La partida concluyó en tablas en
4
40 jugadas: 27 ... d5 28. ¥d3 ¤c6
3
29. £f6 £g7 30. £xg7 ¦xg7 31. f5
exf5 32. ¤xd5 ¤e7 33. ¤xe7 2
¦xe7, y según Andersson la po- 1
sición es ligeramente favorable al a b c d e f g h
negro. El empate se produjo lue-
go de 34. ¦f1 ¢c7 35. ¢c1 ¦f7 36. Jugada que se ajusta a la lógi-
¢d2 f4 37. ¢c3! ¥d7 38. ¥e4 ca natural de esta defensa, y que
¥c6 39. ¥xc6 ¢xc6 40. ¢d4 en ocasiones conduce a transposi-
1/2–1/2; Miguel Illescas Córdoba- ciones de la variante principal.
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ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 169

Tomando este curso las blancas 23. c4 ¦xh2 24. b3 £f2 0–1; Ulrich
optan fundamentalmente por las Jahr-Karlheinz Bachmann; Bun-
alternativas 9. £d2 y 9. ¥g2, que desliga 80/81, 1980.
veremos en la partida que sigue. B) 9 ... b5 Obviamente la conti-
nuación más agresiva. 10. ¥g2
¥b7 Aquí resulta tentadora la po-
Maxim Sorokin-Raimundo sibilidad de dar a la posición un
García tratamiento «a lo Polugaevsky», y
Buenos Aires (Argentina), 1995 hacer 10 ... ¦a7, reservando el mo-
vimiento ...¥b7 para mejor oca-
1. e4 c5 2. ¤f3 e6 3. d4 cxd4 4. sión, sin olvidar que se mantiene
¤xd4 ¤f6 5. ¤c3 d6 6. g4 h6 7. g5 latente el avance ...b4. 11. 0–0–0
hxg5 8. ¥xg5 a6 9. ¥g2 ¤bd7 12. h4. Con la alternativa 12.
f4 £c7 13. e5 dxe5 14. fxe5 b4 15.
Consideraremos esta como lí-
¤xe6 fxe6 16. exf6 gxf6 17. ¤e4
nea fundamental. En cuanto a 9.
¥xe4 18. ¥xe4 0–0–0 19. £e2 ¤c5
£d2 puede seguirse con:
20. ¦xd8+ £xd8 21. ¥e3 £a5 22.
A) 9 ... ¥e7 10. ¥g2 £c7 (10 ¥xc5 ¥xc5 23. ¢b1 £b6 24. h4 a5
... ¤c6 11. ¤xc6 bxc6 12. e5 ¤d5 25. h5 ¥d4 26. ¦d1 ¦d8 27. h6 f5
13. ¥xe7 £xe7 14. exd6 £xd6 15. 28. ¥g2 ¥f6 29. £c4+ ¢b8 30.
0–0–0 ¦b8 16. ¤e4 £f4 17. c4 ¦xd8+ ¥xd8 1/2–1/2; Ricardo Cal-
£xd2+ 18. ¦xd2 ¤f4 19. ¥f3 ¢e7 vo Mínguez-Óscar Panno; 1ª ron-
20. ¤c5 y el blanco domina más da del Torneo de Las Palmas de
espacio, aunque el negro logró Gran Canaria, 1973 12 ... £a5 13.
equilibrar y se convino el empate ¦he1 ¤c5 14. a3 ¤fd7. Todo pare-
en pocas jugadas; el desarrollo fue ce estar en orden, pero en realidad
como sigue: 20 ... ¤g6 21. b3 ¤e5 la posición negra tiene numerosas
22. ¥g2 ¤d7 23. ¤a4 ¤b6 24. ¤c3 grietas que salen a la luz luego de
c5; 1/2–1/2; Ciocaltea-Bukic; Buca- 15. ¤f5! exf5? Esto es débil. Era
rest, 1971) 11. 0–0–0 ¥d7 12. f4 preferible 15 ... f6. 16. exf5+ ¤e5
¤c6 13. e5!? se inicia una larga 17. ¥xb7 También servía directa-
combinación que no dio todos los mente 17. ¦xe5. 17 ... f6 18. ¦xe5+
frutos esperados. 13 ... dxe5 14. dxe5 19. ¥c6+ 1–0; Jozef Franzen-
¤xc6 ¥xc6 15. ¥xc6+ bxc6 16. Ivan Hansner; Trnava (Eslova-
fxe5 £xe5 17. ¥xf6 ¥xf6 18. quia), 1985.
£d7+ ¢f8 19. £xc6 ¦b8. Tras los Retornemos a la variante prin-
cambios, las debilidades típicas del cipa: la partida continuo con:
«Keres» han salido a la luz, y las
➪ 9 ... £b6
blancas deberán atender al mismo
tiempo más de un problema, con Estamos ante otra posición de
consecuencias inevitables. 20. ¤a4 alternativas; las principales posi-
¦h4 21. ¦he1 £f4+ 22. ¢b1 ¢g8 bilidades son:
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 170

170 LOS APORTES DE PAUL KERES

8 Considerando que el caballo


7
de f6 suele ser una pieza clave pa-
ra las negras, se puede pensar en
6
14. ¥xf6 gxf6 15. ¢b1 que es una
5 posición muy semejante a otras
4 que antes hemos presentado.
3 ➪ 14 ... ¥e7 15. f4 ¦h7 16.
2 ¢b1 ¦dh8 17. ¥f3 ¤e8 18. ¥xe7
1 ¤xe7 19. e5 d5 20. £f2! g6?!
a b c d e f g h Las negras no han visto el pe-
A) 9 ... ¥d7 10. £e2 £c7 11. ligro y continúan con su plan en
0–0–0 ¥e7 y ahora las blancas el flanco rey. Quizás hubiese re-
optan entre: sultado mejor 20 ... ¥c6.
a1) 12. h4 ¤c6 13. f4 0–0–0 14. ➪ 21. hxg6 ¤xg6 22. ¦xh7
f5 ¢b8 15. fxe6 fxe6 16. ¥h3 (16. ¦xh7
¦hf1 Gufeld.) 16 ... ¤h5 17.
¥xe7 ¤xe7 18. £d2 e5 19. ¤de2 8
¥c6 20. £g5 d5 21. exd5 ¤xd5 22. 7
¥g2 ¤xc3 23. ¤xc3 ¦xd1+ 24. 6
¦xd1 ¥xg2 25. £xg2 ¤f6 26. ¦g1
5
¦xh4 1/2–1/2; Efim Guéler-Vík-
tor Korchnói; 6ª partida de los 4

Cuartos de final del Torneo de 3


Candidatos, 1971. 2
a2) 12. f4 ¤c6 13. ¢b1 0–0–0 1
14. ¤b3 ¢b8 15. ¥f3 ¤g8 16. £f2
a b c d e f g h
¥xg5 17. fxg5 ¤e5 18. h4 f6 19.
¥e2 fxg5 20. hxg5 ¤e7 21. a3
¤7g6 22. ¤d4 £b6 23. £e3 ¦xh1 ➪ 23. ¥xd5! ¦h4 24. £a7!...
24. ¦xh1 ¦h8 25. ¦d1 ¦c8 26. £d2 Esto decide la partida. Por
¦d8 27. ¤b3 Jolmov, R - Jansa, V / tanto, el error que sigue ya no tie-
Budapest 1970 / 1/2–1/2 (47). ne la menor importancia.
B) 9 ... £c7 10. £d2 ¤bd7 11.
f4 ¦b8 12. 0–0–0 ¤h7 13. ¥h4 ¤b6 ➪ 24 ... ¦xf4
14. ¦he1!± con la amenaza 15. La única posibilidad de resis-
¤d5. Savon – Bikov; URSS 1962. tir, a la espera de acontecimientos
C) 9 ... ¤bd7 10. £e2 £c7 11. era 24 ... ¢d8 25. ¥xb7 ¦xf4 26.
0–0–0±, Velimirovic. ¤c5 ¤f8 27. ¤3e4 y no se ve có-
➪ 10. ¤b3 £c7 11. £e2 ¤c6 mo va a poder el negro defender
12. 0–0–0 ¥d7 13. h4 0–0–0 14. h5 la posición por mucho tiempo.
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 171

ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 171

➪ 25. £a8+ das; Edvins Kengis-Víktor Kupréi-


Y las negras abandonan. chik; Daugavpils (Letonia), 1989.
➪ 10. 0–0–0 £c7 11. f4 ¥d7
Derivación 8 ... ¥e7
12. ¥g2 ¤c6 13. h4

8
Puede jugarse 13. e5 dxe5 14.
fxe5 £xe5 (mejor que 14 ... ¤xe5
7
15. ¥f4 ¤h5 16. ¥xe5 £xe5 17.
6 ¤f5! con ataque.) 15. ¤xc6 ¥xc6
5 16. ¥xc6+ bxc6 17. ¥xf6 ¥xf6 18.
4 £d7+ ¢f8 19. £xc6 ¦b8 y las ne-
gras tienen contrajuego.
3

2 ➪ 13 ... 0–0–0 14. ¥f3 ¤xd4


1
15. £xd4 ¥c6 16. h5 e5 17. £a7!
£b8
a b c d e f g h
No es buena 17 ... exf4? por
Ésta es la subvariante menos
18. ¥xf6 ¥xf6 19. ¥g4+ con am-
importante, y apenas se ha jugado
plia ventaja.
en los últimos años.
De hecho, lo que se presentan ➪ 18. £f2
son transposiciones hacia las dife-
Aquí Lechtynsky recomendó
rentes alternativas ya comenta-
18. £e3!
das. Veamos al menos un ejemplo.
➪ 18 ... £c7 19. fxe5 dxe5 20.
¥e3 ¦xd1+ 21. ¦xd1 ¢b8! 22.
Thorsten Cmiel-Jiry
¥b6 £c8 23. £g3 £e6! 24. ¥a5?!
Lechtynsky
Budapest (Hungría), 1987 Aquí era evidentemente supe-
rior 24. £xg7 ¦g8 25. £h6. Ahora
las negras responderán con ener-
1. e4 c5 2. ¤f3 e6 3. d4 cxd4 4.
gía.
¤xd4 ¤f6 5. ¤c3 d6 6. g4!? h6 7.
g5 hxg5 8. ¥xg5 ¥e7 9. £d2 a6 ➪ 24 ... ¤xh5 25. ¥xh5 £h6+!
26. ¢b1 £xh5 27. £xg7 ¥xe4!
O también 9 ... ¤c6 10. 0–0–0
a6 11. f4 ¥d7 12. ¥g2 (12. ¤f3 Alcanzando ventaja que pudo
¤h5!?) 12 ... ¤h5!? (también 12 ... ser decisiva, pero ahora se siguió
£c7) 13. ¥xe7 £xe7 14. ¤de2 con
¤a7! 15. a4 (15. £xd6 £xd6 16.
➪ 28. a3 ¥c6 29. ¦f1 ¥c5?!
¦xd6 ¤b5 con posición indefini-
da) 15 ... ¤c8? (15 ... ¥c6! 16. Los análisis demostraron que
£xd6 £xd6 17. ¦xd6 ¢e7, era preferible 29 ... ¥d6 30. £xf7
Kengis) 16. ¥f3!± 1–0 en 26 juga- £xf7 31. ¦xf7 ¦e8!.
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 172

172 LOS APORTES DE PAUL KERES

➪ 30. ¦xf7 £h1+ de peones en el menor plazo po-


sible.
Otra inexactitud. Lo indicado
era 30 ... ¦e8! 31. ¦xb7+ ¥xb7 32.
8
£c7+ ¢a8 33. £xc5 £h1+ 34.
¢a2 £c6, Lechtynsky. 7

➪ 31. ¢a2 ¥d5+ 32. ¤xd5 6


£xd5+ 33. b3 ¦h2 34. ¦xb7+! 5
¢a8! 4
Una respuesta inesperada. No 3
servía 34 ... £xb7 35. £xe5+ ¢a8 2
36. £xh2 con ventaja.
1
Resueltos los problemas, la
a b c d e f g h
posición se equilibra tras
➪ 35. ¦b8+!= ¢xb8 36. £c7+ Pero en la práctica se ha visto
¢a8 37. £c8+ ¢a7 38. £c7+ ¢a8 que el blanco tendrá también que
y se convino el empate. atender el contraataque central de
las negras, que por lo regular optan
A2) Subvariante 7. h4 por enrocarse en sentido contrario.
Una continuación que intenta Las alternativas más frecuen-
preparar el avance de la cadena tes son ahora 7 ... ¥e7, 7 ... ¤c6 y

Árbol general de la variante 6 ... h6 7. h4

6 ... h6 7. h4
7 ... ¥e7
8. ¥e3
8. ¥e3 ¤c6
8. £f3
8. £f3 h5 9. gxh5 ¤xh5 10. ¥g5 ¤c6
8. ¥b5+
8. ¥g2
8. ¥g2 ¤c6 9. g5 hxg5 10. hxg5 ¦xh1+ 11.
¥xh1
8. g5
8. ¦g1
8. ¦g1 d5
...... d5 9. exd5 ¤xd5
8. ¦h3
7 ... ¤c6
8. ¥e3
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 173

ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 173

8. g5
8. ¦g1
8. ¦g1 d5
9. ¤xc6
9. exd5
9. exd5 ¤xd5 10. ¤xd5 £xd5 11. ¥g2
£e5+ 12. ¥e3
9. ¥b5
9. ¥b5 ¥d7 10. exd5 ¤xd5
11. ¤xd5 exd5
...................................... exd5 12. ¥e3
...... h5
...... h5 9. g5 ¤g4 10. ¥e2
10 ... d5
10 ... d5
11. ¤xc6 bxc6
12. ¥xg4
10 ... g6
10 ... g6
11. ¤xc6 bxc6
.................... bxc6 12. b3
.................... 10. ¥e2 £b6 11. ¥xg4
................................... 11. ¥xg4 hxg4
......... 9. gxh5
......... 9. gxh5 ¤xh5
.................¤xh5 10. ¥g5
.......................... 10. ¥g5 ¤f6
.................................. ¤f6 11. £d2
...................................... 11. £d2 £b6
...................................... 11. ¥e2
11 ... a6
11 ... a6 12. £d2
........ 12. £d2 £b6 13. ¤b3 ¥d7 14. h5 ¤xh5 15.
¦h1
11 ... ¥d7
11 ... £b6
11 ... ¥e7
.......................................11. ¦g3 a6
7 ... .a6
8. g5.
8. ¦g1
8. ¦g1 £a5 9. ¤b3 £c7 10. g5 hxg5 11. hxg5 ¤fd7
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 174

174 LOS APORTES DE PAUL KERES

7 ... a6 que trataremos por sepa- Una lucha terrible se produjo


rado. en la partida Lobron – Spraggett,
en la que las negras optaron por
Derivación 7 ... ¥e7 14 ... ¥xg5 15. ¥xg5 £xg5 16.
exd6!?, que permitió que las ne-
Una verdadera red de caminos
gras invitaron al rey a un arriesga-
quedan a disposición de las blancas
do paseo por sus predios del flan-
en este momento. En la partida que
co dama: 16 ... £h4+ 17. ¢d2 £f4+
sigue se da un repaso general de las
18. ¢d3 £g3+ 19. ¢c4!? Rechaza
continuaciones más importantes.
toda posibilidad de repetición de
jugadas, pero se mete en la boca
Vasili Ivanchuk-Jan Timman del lobo. 19 ... ¥e6+ 20. ¢b4 ¦c8!
6ª partida del enfrentamiento, 21. ¦g1 ¦c4+ 22. ¢b5 £h2 23.
Hilversum (Países Bajos), 1991) d7+! ¢d8 24. £xa7 £e5+ 25. ¤d5.
Alcanza una posición que recuer-
1. e4 c5 2. ¤f3 d6 3. d4 cxd4 4. da la clásica escena del duelo de
¤xd4 ¤f6 5. ¤c3 e6 6. g4 h6 7. h4 los protagonistas al filo del abis-
¥e7 8. ¦g1 mo. 25 ... ¥xd5 26. exd5 £e2 27.
Esta parece ser la jugada que £b6+ ¢xd7 28. ¥f3 ¦c5+ 29. ¢b4
ofrece mejores posibilidades. Las £d2+ 30. ¢a4 £d4+ 31. b4 £xg1
otras continuaciones de elección 32. bxc5 £d4+ 33. ¢b3. Entrega el
son: alfil a cambio del avance del peón,
pero más seguro era 33. £b4 y si
A) 8. ¥g2 y ahora: 33 ... £xb4+ 34. ¢xb4 y no se ve
a1) 8 ... a6. Considerada como cómo van a poder las negras sal-
dudosa, pero no se ha demostrado var la partida. El final que sigue es
que ofrezca malos resultados. 9. g5 sumamente ilustrativo. 33 ... £e3+
hxg5 10. hxg5 ¦xh1+ 11. ¥xh1 ¤h7 34. c3 £xf3 35. £xb7+ ¢d8 36.
(11 ... ¤fd7? 12. g6) 12. £h5 ¤f8 £a8+ ¢d7 37. £b7+ ¢d8 38.
13. ¥e3 g6 14. £h6 ¤c6 15. 0–0–0± £b8+ ¢e7 39. £d6+ ¢e8 40.
¤e5 16. ¤f3! 1–0 en 33 jugadas; £e5+ ¢d8 41. £b8+ ¢e7 42.
William Watson-Vaidyanathan Ra- £c7+ ¢f6 43. £d6+ ¢g5 44. £e5+
vikumar; 1ª ronda del Torneo abier- ¢g6 45. c6 ¤f6 46. c7 £d1+ 47.
to Lloyds Bank, Londres, 1987. ¢b2 £g4 48. a4 £d7 49. d6 ¤e8
a2) 8 ... ¤c6 Una continua- 50. £b5 £xb5+ 51. axb5 ¤xd6 52.
ción que se ajusta mejor al espíri- c4 ¤xc4+ 53. ¢c3 ¤d6 54. b6 ¢f6
tu del Sistema Scheveningen. 55. b7 ¤b5+ 56. ¢c4 ¤xc7 57.
Ahora es habitual la secuencia 9. b8£ ¤e6 58. ¢d5 1–0; Erik Lo-
g5 hxg5 1. 0. hxg5 ¦xh1+ 11. bron-Kevin Spraggett; 7ª ronda
¥xh1 ¤h7 12. f4 ¤xd4 13. £xd4 del Torneo de Dortmund, 1984.
e5 14. fxe5, y las negras deberán La otra posibilidad es 14 ...
decidir con cuál pieza tomarán el ¤xg5 y ahora, luego de 15. ¥e3
peón «suicida». ¤e6 16. £d5 ¥g5!? 17. ¥f2?! Esto
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 175

ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 175

entrega una diagonal que combina no tardarán en verse en complica-


con la posición de la dama negra. ciones mayores. 18. ¤xd5 £xd2+
En última instancia era preferible 19. ¥xd2? (análisis posteriores
17. ¥xg5 £xg5 18. £b5+ ¢f8 19. dieron como preferible 19. ¦xd2
exd6 £g3+ 20. ¢d2 sin mayores exd5 20. ¦xd5 ¤b4 21. ¦d2 ¤xa2+
problemas. Siguió: 17 ... dxe5 18. 22. ¢b1 ¤b4 23. ¥c4M) 19 ... exd5
£xe5 £d2+ 19. ¢f1 £xc2 20. ¤d5 20. ¥g5 ¥xg5+ (20 ... ¥e6!?) 21.
¥d7 21. ¢g1 ¥c1! 22. ¥f3 ¥xb2 ¦xg5 ¤e7 1/2–1/2; Viatzslaw Ra-
23. £d6 ¥f6 24. ¢g2 £c6 25. £a3 sik-Serguéi Shípov; 6ª ronda del
£a4 26. £d6 £c6 27. £a3 ¤f4+ Torneo abierto de Capelle la
28. ¢h1 ¤e6 29. ¢g2 1/2–1/2; Erik Grande (Francia), 1994.
Van den Doel-Mijaíl Rytshagov; 9ª C) 8. £f3 h5 9. gxh5 ¤xh5 (en
ronda del Torneo a la memoria de caso de 9 ... ¤c6 se puede respon-
Donner, Ámsterdam, 1995. der con 10. ¥b5 ¥d7 11. ¥xc6
B) 8. ¥e3 ¤c6 9. ¦g1 h5 10. bxc6 12. e5! que deja a las blancas
gxh5 ¤xh5 11. ¥e2 g6 12. £d2 a6 con una peligrosa iniciativa, la par-
(12 ... ¥xh4? 13. ¤db5 ¥e7 14. tida siguió con 12 ... ¤d5 13. exd6
0–0–0) 13. 0–0–0 ¥d7 14. f4! y ¥xd6 14. ¥g5! £b6 15. 0–0–0 ¥e5
ahora se ha jugado: 16. ¤xd5 cxd5 17. c3 ¦b8 18. ¦d2
b1) 14 ... ¥xh4 15. ¤xc6 ¥xc6 £c7 19. ¦e1 f6 20. ¦xe5! fxe5 21.
16. f5! ¤g3 17. fxe6 fxe6 18. ¥c4 h6! ¥c8 22. hxg7 ¦g8 23. ¤c6!
e5 (18 ... £e7!?) 19. ¤d5! ¦c8 (19 ¦b6 24. ¥h6! £f7 25. £xf7+ ¢xf7
... ¤xe4 20. £d3!) 20. ¢b1! ¥xd5 26. ¤xe5+ ¢f6 27. f4 ¦b7 28. ¦g2
21. £xd5 £f6 22. ¥b3! (con la ¢f5 29. h5 a5 30. ¢c2 ¢e4 31.
doble amenaza de 23. £xb7 y 23. ¦e2+ ¢f5 32. ¢d3 ¦bxg7 33.
¦xg3) 22 ... ¦c7 23. ¥b6! ¢d7 24. ¥xg7 ¦xg7 34. ¢d4 ¦h7 35. ¤g6
£d3! Y las negras no pueden evi- ¢f6 36. ¦e5 a4 37. ¦g5 ¦b7 38.
tar la penetración inmediata de la ¤e5 ¦xb2 39. h6 ¦d2+ 40. ¢e3
dama. El final no se hizo esperar: ¦h2 41. ¤g4+; 1–0; Liubomir Liu-
24 ... ¤h5 25. ¥a4+ ¢c8 26. £h3+ boievic-Jan Timman; 4ª ronda del
¢b8 27. ¥xc7+ ¢xc7 28. £d7+ Torneo de Bugoino [Bosnia-Her-
¢b8 29. ¦xd6+- £f2 30. ¦gd1 zegovina], 1986). 10. ¥g5! ¤c6 11.
£e2 31. ¦b6 1–0; Aleksander ¤xc6!? bxc6 12. 0–0–0 ¥xg5+?!
Snapik-Wlodzimierz Schmidt; 11ª (12 ... ¦b8∞) 13. hxg5 £xg5+ 14.
ronda del Campeonato de Polo- ¢b1 ¢e7 (14 ... £e5 15. ¥e2 g6 16.
nia, Cetniewo, 1991. £e3! ∆ f4±) 15. ¥e2! g6 16. ¦xd6!
b2) 14 ... ¤f6! 15. ¤f3 (15. f5?! ¢xd6 17. £xf7!+- a5 18. ¦d1+
gxf5 16. exf5 e5!) 15 ... £a5 (15 ... ¢e5 (18 ... ¢c5 19. ¤a4+ ¢b4 20.
£c7!? 16. e5 dxe5 17. fxe5 ¤d5! ¦d4#) 19. ¥xh5! ¦xh5 20. f4+!
18. ¤xd5 exd5 19. £xd5 ¤b4, Ser- £xf4 21. £g7+ 1–0; Henryk Sobu-
guéi Shípov) 16. e5! dxe5 17. fxe5 ra-Artur Pieniazek; Polonia, 1988.
¤d5 En caso de 17 ... ¤xe5 18. ➪ 8 ... d5 9. ¥f4
¤xe5 £xe5 19. ¥d4 y las negras
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 176

176 LOS APORTES DE PAUL KERES

También se juega la continua- Liubomir Liuboievic-Gyula Sax;


ción forzada 9. exd5 ¤xd5 10. 9ª ronda del Torneo de Niksic
¤xd5 £xd5 11. ¥e3 con dos con- (Serbia y Montenegro), 1983.
tinuaciones principales: La partida continuó con 11 ...
£xd1+ 12. ¦xd1 ¤a6 13. ¤d6+
A) 11 ... a6 12. g5 (también
¥xd6 14. ¥xd6 ¥d7 15. ¦g3 ¦c8
12. ¥g2) 12 ... hxg5 13. hxg5 e5 14.
16. ¦b3 ¥c6 17. ¦a3 f5 18. gxf5
¤b3 £xd1+ 15. ¦xd1 ¥f5 16.
exf5 19. ¦a5 ¢f7 20. ¦xf5+ ¢g6
¥g2 ¤c6 17. c3 ¦d8 18. ¦xd8+
21. ¦a5 ¥d7 22. ¥xa6 bxa6 23.
¢xd8 19. ¥d5 ¥g6 20. ¤d2M.
¦xa6 y las blancas impusieron su
1/2–1/2 en 23 jugadas; Liubomir
ventaja sin problemas, las negras
Liuboievic-Gyula Sax; Campeo-
se rindieron en la jugada 42ª.
nato del mundo por equipos, Lu-
➪ 10. ¤db5 ¤c6
cerna (Suiza), 1989.
B) 11 ... ¤c6 12. ¥g2 £a5+ No se puede tomar en e4 por
13. £d2 £xd2+ 14. ¢xd2 ¤e5 15. 11. £d4 con ventaja. Pero era inte-
¥f1 ¥xh4 16. ¦d1 a6 17. f4 ¤g6 resante 10 ... 0–0!? 11. g5 ¤xe4 12.
18. ¢c1 e5 19. fxe5 ¤xe5 20. ¤f5 gxh6 £f6! con juego complicado.
¥g5 21. ¤xg7+ ¢f8 22. ¥xg5 hxg5
➪ 11. ¤c7+ ¢f8 12. ¤xa8
23. ¤f5 ¥xf5 24. gxf5 g4 25. f6 ¦h6
26. ¦d6 ¦e8 27. ¥g2 ¤c4 28. ¦d4 Pudiera valorarse 12. exd5
¤e3 29. ¦d6 ¤c4 30. ¦d4 ¤e3 31. ¤xd5 13. ¤xa8 ¤xf4, y es muy di-
¦d6 ¤c4 32. ¦d4 1/2–1/2; Alexán- fícil predecir un resultado.
der Beliavski-Jan Timman; 3ª ron-
➪ 12 ... ¤xe4 13. a3
da del Torneo de Candidatos,
Montpellier (Francia), 1985. En caso de 13. ¥d2 ¤xd2 14.
£xd2 ¥d7 15. a3 ¥e7 y la posición
➪ 9 ... ¥b4!
es catalogada como indefinida.
8 ➪ 13 ... £xh4 14. ¥g3 ¥xc3+
7 Malo sería 14 ... ¤xg3? por 15.
6 axb4 y las blancas están mejor..
5
➪ 15. bxc3 £f6 16. £d3 ¤xc3
4 17. ¥g2 ¥d7 18. ¤c7 ¢e7 19.
3 ¢d2 d4?!
2 Esta jugada tiene el inconve-
1 niente de que ahora el peón se
a b c d e f g h encuentra indefenso, motivando
la jugada que sigue.
Una novedad que mejora la
secuencia 9 ... ¤xe4 10. ¤xe4 ➪ 20. f4!± ¦c8 21. ¤b5 ¤a5
dxe4 11. ¤b5 como en la partida 22. ¤xd4 ¦c4 23. ¥f2!
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 177

ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 177

No servía 23. ¤e2? ¤xe2 24. Para analizar las diversas al-
¢xe2 por 24 ... ¥b5! y el negro ternativas tomemos el curso de la
está mejor. siguiente partida.
➪ 23 ... £xf4+ 24. ¥e3 £h2
25. ¦ae1?!
Eran Liss-Serguéi Shípov
Había que impedir la jugada Torneo abierto de Groninga
...¤d5. Contra esto se propuso 25. (Países Bajos, 10ª ronda, 1994)
¦af1, que amenaza 26. ¦f2. Pero
también era de considerar 25. 1. e4 c5 2. ¤f3 d6 3. d4 cxd4 4.
¤b3 ¤e4+ 26. ¢c1!? ¦c3 27. ¤xd4 ¤f6 5. ¤c3 e6 6. g4!? h6 7.
£xe4 ¤xb3+ 28. ¢b2 ¦xe3 29. h4 ¤c6 8. ¦g1 h5
£xe3 ¤xa1 30. ¢xa1 etc. Otra posibilidad vista en algu-
➪ 25 ... ¤d5! 26. ¢c1 ¦c3 27. nas partidas es la ruptura 8 ... d5
£d2 ¤c4 pero todo parece indicar que las
Y la dama tendrá que ser en- negras no están preparadas lo sufi-
tregada sin compensación estra- ciente, y en consecuencia, luego de
tégica. El resto fue una colección 9. exd5 ¤xd5 10. ¤xd5 £xd5 11.
de calamidades: 28. ¥xd5 ¤xd2 ¥g2 las negras deben decidir qué
29. ¥xd2 £c7! 30. ¥xc3? [30. hacen con su dama. Aquí son de
¢b2 ¦c5 31. ¥b3∞] 30 ... £xc3 consideración dos posibilidades:
31. ¤b3 ¥a4–+ 32. ¦e4? ¥xb3
33. ¥xb3 £a1+ 0-1. A) 11 ... £e5+ 12. ¥e3 ¤b4 13.
£e2 ¤d5 14. ¥xd5 £xd5 15.
Derivación 7 ... ¤c6 £b5+ ¥d7 16. £xd5 exd5 17.
0–0–0 h5 18. g5 0–0–0 19. ¥f4 ¦e8
8 20. ¦g3 ¥b4 21. ¦b3 ¥e1!? 22.
¥e3 ¦xe3!? Un sacrificio nego-
7
ciante, consecuencia de la jugada
6
anterior. 23. ¦xe3 (también era po-
5 sible 23. fxe3 ¥xh4 24. ¦c3+ ¢d8
4 25. ¤f3 seguido de ¦xd5, y no se
3 ve compensación suficiente por la
calidad) 23 ... ¥xf2 24. ¦e5?! (era
2
necesario ganar un tiempo con 24.
1
¦c3+ ¢d8 25. ¤f3 y el negro no ha
a b c d e f g h podido controlar la casilla f3 con
su alfil) 24 ... ¥g4 25. ¦d3 ¥xh4 26.
Una jugada natural de desa- ¦xd5 f6 27. gxf6 ¥xf6. Y el negro
rrollo que no presenta diferencias ha obtenido una posición insospe-
substanciales respecto a las res- chada a cambio de la calidad sacri-
tantes alternativas. ficada. La partida concluyó con 28.
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 178

178 LOS APORTES DE PAUL KERES

¤f5 h4 29. ¤e3 ¥f3 30. ¦c5+ ¢b8 £b6 28. f4 e5?? 29. ¥xd5+ cxd5
31. ¤f5 ¥g5+ 32. ¢b1 h3 33. ¤g3 30. £xd5+ 1–0; Mathhias Wahls-
h2 34. a4 ¥f4 0–1; Mircea Pavlov – Patrick Crettaz; 1ª ronda del Tor-
Michail-Viorel Ghinda; 7ª ronda neo de Berna, 1995.
del Campeonato de Rumanía, Ti- Una tercera posibilidad es 8 ...
misoara, 1985. ¤d7 9. g5 hxg5 10. ¥xg5 £b6 11.
B) 11 ... £a5+ 12. ¥d2 £e5+ ¤b3 a6 12. h5 £c7 13. £e2 b5 14.
13. ¥e3 ¥d7 14. ¤xc6 ¥xc6 15. 0–0–0 b4?!, que conduce a una
¥xc6+ bxc6 16. £d4 £a5+ 17. c3 complicada posición, en la que las
c5 18. £e4 ¦c8 19. 0–0–0 ¥e7 20. maniobras tácticas favorecen al
g5! y las blancas obtienen una blanco luego de 15. ¤d5 £a7 16.
apreciable ventaja estratégica. 20 ¦g3 a5 17. £b5! exd5 18. £xc6 f6
... hxg5 21. ¥xg5 ¥xg5+ 22. ¦xg5 19. ¥e3 £b7 20. £a4 dxe4 21.
£xa2 23. ¦xg7 ¦f8 24. h5 c4 25. ¥b5! ¦xh5 22. ¥c6 £a6 23. ¥xe4!
¦d6! £a1+ 26. ¢c2 £a4+ 27. ¢b1 ¦e5 24. ¥xa8 £xa8 25. ¥f4 ¦f5
¦c7 28. ¦xe6+ fxe6 29. £a8+ 1–0; 26. ¦e3+ ¢f7 27. ¥g3 g6 28. ¤d4
Alexánder Beliavski – Mihail-Vio- ¦h5 29. ¤b5 ¤e5 30. ¥xe5 dxe5
rel Ghinda; 1ª ronda del Torneo de 31. ¤c7 1–0; Vitali Tseshkovski-O.
Bucarest, 1980. Zarubin; Sochi, 1981.
También es posible 8 ... a6, aun-
que admite la respuesta 9. g5!? ➪ 9. gxh5
hxg5 10. hxg5 ¤h5 11. g6. La agre- Muchas partidas optan por ex-
sividad del blanco en algunas de pulsar al caballo con 9. g5 ¤g4 10.
estas variantes no siempre va ¥e2 que supone la ganancia del
acompañada de suficientes fuerzas peón, que las negras sacrifican a
capaces de mantener el ataque. cambio de activar su desarrollo.
Una valoración más estratégica su- Dos posibilidades se tienen en
giere explotar la débil situación cuenta a partir de este momento:
combinada del caballo de h5 y la
torre de h8. Esto es posible con 11. A) 10 ... d5:
¤xc6 bxc6 12. ¦h1 g6 13. ¥e2 ¥g7 a1) 11. ¥xg4! (otras son 11.
14. ¥xh5 gxh5 15. ¦xh5 ¦xh5 16. ¤c6 y 11. dxe5) 11 ... hxg4 12. g6 f6
£xh5 y el negro debe buscar com- 13. exd5!? exd5 14. ¥e3 ¥b4 15.
pensación mediante la ruptura £e2 ¥xc3+ 16. bxc3 £e7 (16 ...
...d5, antes o después de tomar el ¤e5 17. 0–0–0 fxd5) 17. £b5!?
caballo. 11 ... ¤f6 12. gxf7+ ¢xf7 £d7 (17 ... £d6 18. 0–0–0 ¥d7 19.
13. ¤xc6 bxc6 14. e5 ¤d5 15. £f3+ ¤b3±) 18. 0–0–0 ¤xd4 19. £xd7+
¢g8 16. exd6 £xd6 17. ¤e4 £h2 ¥xd7 20. ¦xd4 ¦xh4 21. ¦xd5
18. ¦g3 ¦a7 19. ¥d2 £h5 20. £g2 ¥c6 (21 ... ¥e6 22. ¦a5 a6 23.
£e5 21. 0–0–0 ¦b7 22. c3 £b8, con ¦e1M) 22. ¦d4. Fuerza el avance
juego complicado. La partida aca- del peón, que se debilita a sí mis-
bó luego de 23. b3 ¤f4 24. £f3 ¦f7 mo, y deja al blanco con clara ven-
25. ¤g5 ¦f5 26. ¥c4 ¤d5 27. £g2 taja por la fuerte actividad de sus
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 179

ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 179

piezas. 22 ... f5 23. ¦c4! y ahora era jugada por correspondencia, 1984)
interesante 23 ... ¦h5!? 24. ¦e1 14. £g3 ¥e6 15. b3 d5!? Un segun-
0–0–0 25. ¥xa7 ¦g5 26. ¥b6 do sacrificio de peón que inicia
¦d5!? (26 ... ¦h8 27. ¦d4±) 27. una profunda maniobra táctica
¦e7 ¦xg6 28. a4! ∆ a5M; pero las que obligará al blanco a responder
negras optaron por 23 ... ¦h3?! 24. cada movimiento con suma preci-
¦c5!± 0–0–0 25. ¦xf5 ¦h1 26. sión. 16. ¥d2 ¥a3 17. £xe5. Sin
¦xh1 ¥xh1 27. ¦f4 g3 28. fxg3 a6 dudas la mejor manera de contra
29. ¥d4! ¦d7 30. ¦f8+ ¢c7 31. atacar: se gana un peón, se amena-
¥xg7!, y aún con la presencia de za otro, se defiende el caballo, y
alfiles de distinto color, la partida por si fuera poco, se centra la dama
está técnicamente decidida. No clavando un alfil. 17 ... 0–0–0 18. g6.
obstante esto, las negras lucharon Las blancas tenían mucho cami-
inútilmente hasta el último minu- nos, pero éste parece ser el mejor,
to. 31 ... ¦d8 32. ¥e5+ ¢d7 33. g7 aunque permite al negro la apertu-
¥d5 34. ¥f6 ¦e8 35. a4 ¥c4 36. ra de la columna d. 18 ... dxe4 19.
a5+- ¦e1+ 37. ¢b2 ¦e8 38. ¢a3 ¦d1. Esto parece demasiado pasi-
¥e6 39. ¢b4 ¦c8 40. ¦xc8 ¢xc8 vo, pero no había mucho donde es-
41. ¢c5 ¢d7 42. ¢b6 ¢c8 43. c4 coger. Tomar peones produciría la
¥f7 44. c5 ¥e6 45. c6 bxc6 46. apertura de columnas, y trasladar
¢xc6 ¥f7 47. ¢d6 1–0; Alexander el alfil a e3 permite la clavada del
Bangiev-Boris Kopelevich; partida caballo en b4, y la amenaza ...¥b2.
jugada por correspondencia, 1988. 19 ... ¥c5! 20. gxf7 ¥xf2+ 21. ¢e2
a2) 11. ¤xc6 bxc6 12. ¥xg4 ¦xd2+! 22. ¦xd2 ¥g4+. No es po-
hxg4 13. £xg4 d4 14. ¤e2 e5 15. sible librarse del problema del pe-
£g3 ¥d6 16. f4 ¥a6 17. fxe5 ¥b4+ ón con 22 ... ¥xf7? 23. £f5+ ¢b8
18. ¥d2 ¥xd2+ 19. ¢xd2 £a5+ 20. 24. £xf2 ¥h5+ 25. ¢e1 e3 26.
¢d1 0–0–0 21. ¤f4 £xe5 22. £g4+ £f4+ ¢a8 27. ¦d3 y no hay cómo
¢b8 23. a4 d3 24. c3 d2 25. g6 ¥c4 proseguir el ataque. 23. ¢f1 ¥xg1
26. ¤g2 f5 27. £f4 £xf4 28. ¤xf4 24. £e8+ ¢b7 25. £e7+ ¢a6 26.
¦xh4 29. ¤g2 ¥b3+ 30. ¢e2 £a3+ ¢b7 27. f8£ ¦xf8+ 28. £xf8
¦xe4+ 0–1; Aleksander Snapik- ¥h3+ 29. ¢e1 e3 30. £xg7+ £c7.
Andras Adorján; 8ª ronda del Tor- No se puede evitar el cambio con
neo de Dortmund, 1984. 30 ... ¢a6 por 31. ¦d4 31. £xc7+
B) 10 ... £b6 11. ¥xg4 hxg4 ¢xc7 32. ¦d4 c5 33. ¦c4 ¢d6 34.
12. ¤xc6 bxc6 13. £xg4 e5 (13 ... g6 ¤e4+ ¢e5 35. ¤xc5 ¥g2 36. ¤d3+
14. £g3 d5 15. ¥d2 £xb2 16. ¦b1 ¢f5 37. ¦f4+ ¢e6 38. ¦g4 1–0;
£a3 17. ¦b3 £c5 18. exd5 ¥d6 19. Short-Gurévich; 12ª ronda del Tor-
¤e4 ¥xg3 20. ¤xc5 ¥c7 21. dxc6 neo de Hastings 83/84, 1984.
¦xh4 22. ¦b4 ¦xb4 23. ¥xb4 ¦b8 ➪ 9 ... ¤xh5 10. ¥g5 ¤f6 11.
24. ¦g4 ¦b6 25. ¦h4! ¥e5 26. ¤d3 £d2 £b6 12. ¤b3 a6
¥g7 27. ¦h7 1–0; Alexánder Kopí- Otro plan es 12 ... ¥d7 13.
lov-Reinhardas Barstatis, partida 0–0–0 ¤e5 y ahora el blanco probó
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 180

180 LOS APORTES DE PAUL KERES

con 14. ¥e2!? £xf2 15. ¤d4 ¤c6 guez Céspedes-Rudy Clemens
16. ¤db5 0–0–0 17. ¥e3 £xh4 18. Douven; 3ª ronda del Torneo OH-
¤xa7+ ¤xa7 19. ¥xa7 ¥c6 20. RA B, Ámsterdam, 1987.
¤b5 ¤xe4 21. £a5 ¢d7 22. ¤d4
d5! 23. ¢b1 ¦a8! 24. ¤xc6 bxc6 25. ➪ 13 ... ¥d7
£b6 ¤d6, y el negro logra librarse 8
del ataque con mejor posición. 26. 7
£e3 £a4 27. ¥d4 ¤f5 28. £f2
6
£xa2+ 29. ¢c1 £a1+ 30. ¢d2
¥b4+ 0–1; Stefan Kindermann – 5

Mihail-Viorel Ghinda; Campeona- 4


to del Mundo por equipos, 1985. 3

➪ 13. 0–0–0 2

Contra 13. ¥e2 se introdujo 13 1


... £c7 aunque también se ha ju- a b c d e f g h
gado 13 ... ¥d7. 14. h5 (14. 0–0–0
¥d7 15. h5 ¤xh5 16. ¦h1 g6 17. Ambas partes tienen dispues-
¥xh5 gxh5 18. ¤d4 ¤e5 19. ¤f5?! tas todas sus fuerzas, y estamos en
¤f3! 20. £f4 ¤xg5 21. £xg5 £c5! un punto del que parten diversas
continuaciones.
22. ¦he1 ¥h6; 0–1; Thomas Pa-
ehtz-Wlodzimierz Schmidt; 7ª ➪ 14. ¥g2 ...
ronda del Torneo de Trnava, 1986)
Las alternativas más conoci-
14 ... ¤xh5 15. ¦h1 g6 16. ¥xh5
das son:
gxh5 17. £e2 b5 18. ¦xh5 ¦xh5
19. £xh5 ¥b7 20. 0–0–0 b4 21. A) 14. £e2 £c7 15. ¦g3 b5
¤e2 ¦c8! 22. ¦d2 ¤e5 23. ¤g3! (15 ... 0–0–0 no resultó bueno por
a5 (23 ... ¤c4 24. ¦e2) 24. ¤d4 a4 16. ¦gd3 ¥e7 17. f3 ¢b8 18. £f2
25. f4± £c4!? 26. ¢b1! ¤d7. Aquí ¥c8 19. ¢b1 ¤e5 20. ¦3d2 ¤g8
las blancas disponían de 27. f5! e5 21. a3 ¤g6?; una pieza que hubiera
28. ¤e6 ¥xe4 29. £h8!! ¥xc2+ resultado muy útil en la defensa,
30. ¢a1 (∆ ¤g7#) 30 ... f6 (30 ... ante las amenazas que se están fra-
fxe6 31. £h5#) 31. ¤xf8 ¤xf8 (31 guando; 22. ¥e3!, iniciando un
... ¥xf5 32. ¤g6+ ¢f7 33. £h7++-) fuerte ataque contra el rey, que las
32. £xf6 £f7 33. £xd6+-; pero negras no alcanzan a valorar en to-
respondieron 27. £f3? y ahora 27 da su magnitud: 22 ... ¥xh4 23.
... ¥g7 28. £d1 a3!M 29. e5!? £g1 £e7 24. ¥a7+ ¢a8 25. ¤a4!
axb2 30. ¤b3 ¥d5? (30 ... ¤b6!) £g5 26. £b6 ¤f6 27. ¤a5 ¦d7 28.
31. ¤f5! ¥f8 32. ¤e3± £a6 33. ¥b8!, la jugada decisiva: 28 ...
¤xd5 exd5 34. ¦xd5 ¤b6 35. ¦a5 ¢xb8 29. ¤c6+ ¢a8 30. £a7#; 1–0;
£c4 36. f5!, con ataque. 36 ... d5 Eric Lobron-Hans Ree; 2ª ronda
37. e6!+- fxe6 38. fxe6 ¥e7 39. del Torneo de Hoogovens, Wijk
¦a7! ¢d8 1–0; Amador Rodrí- ann Zee, 1985) 16. ¥g2 ¦c8! 17. f4
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 181

ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 181

b4 18. e5!? bxc3 19. ¦xc3 d5! 20. ➪ 14 ... £c7 15. f4 ¤h7 16.
exf6 gxf6 21. ¦xd5 fxg5 22. ¦xd7!? £e2 ¤xg5 17. hxg5 0–0–0 18. ¦d3
£xd7 23. £xa6 ¥d6!! 24. ¥xc6 ¢b8 19. ¦gd1 ¥e7 20. ¢b1 ¥e8
¥xf4+ 25. ¢b1 ¦xc6 26. £xc6 21. a3 g6 22. £e3 ¤a5 23. e5 d5
£xc6 27. ¦xc6. ¦xh4–+, y se consi- 24. ¥xd5
dera que la ventaja de las negras es Esto provoca una cadena de
definitiva. El juego siguió con 28. cambios que proporciona al ne-
a4 ¢d7 29. ¦a6 ¥e3 30. ¦a8 g4 31. gro dos alfiles a cambio de una de
¦g8 f5 32. a5 f4 33. a6 f3 34. ¤d2 f2 sus torres.
35. ¢a2 ¦h1 0–1; Claude Pare-
➪ 24 ... exd5 25. ¤xd5 ¦xd5
Carlos Alberto Rinaldi; partida ju-
26. ¦xd5 ¤xb3 27. £xb3 ¦h2 28.
gada por correspondencia, 1989.
¦5d3 £c8 29. e6 fxe6 30. ¦e3
B) 14. ¦g2, una de las nove-
¥d7.
dades más recientes. Se siguió con
14 ... £c7 15. f4 ¤h7 16. f5 ¤xg5 Y las negras tienen mejores
17. hxg5 g6 18. ¦g3 0–0–0 19. fxe6 posibilidades. Ganaron 19 juga-
fxe6 20. ¤d5! exd5 21. exd5 ¥g7 das más tarde.
22. dxc6 ¥xc6 23. ¤d4 ¥xd4 24.
£xd4 £a5 25. a3 £e5 1/2–1/2; Jan Derivación 7 ... a6
Timman-Liubomir Liuboievic; 11ª
Una jugada siempre necesaria
ronda del Torneo de Linares (Es-
en muchas posiciones de la de-
paña), 1991.
fensa Siciliana.
C) 14. ¦g3!? £c7 15. ¥g2
¥e7 16. f4 0–0–0 17. £f2 Desarro- 8
llo típico de Kárpov: las blancas 7
han maniobrado buscando la me-
6
jor coordinación de sus piezas an-
5
tes de iniciar ningún plan ofensivo.
17 ... ¢b8 18. f5 ¤e5 19. ¥h3 ¤c4 4
20. ¤d2 ¤xd2 21. ¦xd2 ¦c8 22. 3
fxe6 ¥xe6 23. ¥xe6 fxe6 24. £g1 2
£a5 25. £d4 £c5 26. £d3 £c4 27.
1
£e3. Kárpov evita, en esta primera
a b c d e f g h
partida del duelo de 1984, dar algu-
na posibilidad al negro en un final
sin damas. 27 ... ¢a8 28. a3 £c6 29. Thomas Luther-Uwe Boensch
e5 dxe5 30. £xe5 ¦hd8 31. ¦gd3 Torneo de Altensleig
¦xd3 32. ¦xd3 £h1+ 33. ¤d1 £g2 (Alemania), 1ª ronda, julio de
34. ¦d2 £c6 35. ¦e2 ¥d6 36. £c3 1991
£d7 1/2–1/2; Anatoli Kárpov-Gari
Kaspárov; XXXI Campeonato del 1. e4 c5 2. ¤f3 d6 3. d4 cxd4 4.
Mundo, 1ª partida, 10 de septiem- ¤xd4 ¤f6 5. ¤c3 e6 6. g4!? h6 7.
bre de 1984. h4 a6
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 182

182 LOS APORTES DE PAUL KERES

Otras posibilidades menos fre- 10. ¤b3 £c7 11. £e2!? b5 12.
cuentes son: 0–0–0 b4 introducida por Suba, en
A) 7 ... e5 8. ¥b5+ ¥d7 9. 1992. Ahora es forzado seguir con
¥xd7+ £xd7 10. ¤f5 ¤c6 11. h5. 13. ¤b1 (13. ¤d5? exd5 14. exd5+
Una novedad que cambia el senti- ¥e7 15. ¦e1 ¢f8) 13 ... ¤bd7 14.
do del plan natural 11. ¦g1. 11 ... ¤1d2 ¥b7 15. ¥g2 ¦c8 16. ¢b1
0–0–0 12. f3 g6 13. ¤g3?! (lo indi- £xc2+ 17. ¢a1 ¤c5!, y las negras
cado era 13. hxg6! fxg6 14. ¤xh6! están mejor. 1/2–1/2; Vitali Golod-
¥xh6 15. ¦xh6 ¦xh6 16. ¥xh6 ¦h8 Mihail Suba; Rumanía, 1992.
17. g5 ¤g8 18. £d3 ¤xh6 19. gxh6
➪ 8 ... £a5
¦xh6 20. 0–0–0 ¤d4, con posición
complicada; Jólmov-Macieja) 13 ... La salida de la dama sin com-
¥g7 14. ¥e3 ¢b8 15. ¤d5 ¤xd5 pletar el desarrollo no es del
16. £xd5 ¤d4! 17. ¥xd4 exd4∞. agrado de muchos. Aquí también
1/2–1/2 en 50 jugadas; Bartlomiej se sigue con:
Macieja-Dominik Pedzich; Cam- A) 8 ... g6 9. g5 hxg5 10. ¥xg5
peonato de Polonia, 8ª ronda, 1992. (nada hay contra 10. hxg5 ¤fd7)
b) 7 ... h5 8. gxh5 ¤xh5 9. ¥g5 10 ... ¥e7 11. £d2 y ahora 11 ... b5
¤f6 10. £d2 a6 11. 0–0–0 ¤bd7 12. 12. ¥g2 e5 13. ¤b3 ¥e6 14. 0–0–0
f4 £c7 13. ¥g2 ¥e7 14. ¢b1 ¤bd7 15. f4 ¦c8 16. fxe5?! (aquí se
¤b6?! 15. e5!, y las negras se ven ha sugerido 16. ¦gf1) 16 ... dxe5
ante la dramática disyuntiva “Sha- (en caso de 16 ... ¤xe5 17. ¤d4±)
kespereana”: tomar o no tomar el 17. ¢b1 b4 18. ¤d5 ¤xd5 19. exd5
peón sacrificado. 15 ... dxe5 16. fxe5 ¥f5 20. ¦c1 ¥xg5 21. hxg5 £b6
£xe5 17. ¦he1 £c5 18. ¤b3 £c7 que prepara ...¦c2 y permite mejo-
19. ¥f4 £d8 20. £f2 ¤bd7 21. ¥f3 rar la movilidad de las piezas ne-
£b6 22. £g3 e5, y las negras termi- gras. 22. ¦ge1 ¦h2 23. ¦e2 a5 24.
nan por tener que devolver el pe- ¥e4 ¦xe2 25. £xe2 a4, y aunque
ón para intentar evadir el cerco finalmente las negras perdieron, su
enemigo. Pero a estas alturas es co- posición es interesante. 1–0 en 40
mo poner una simple «curita», en jugadas; Tibor Tolnai-Stefan Kin-
una sangrante herida mortal. 23. dermann; 9ª ronda del Torneo
¥xe5 ¤xe5 24. ¦xe5 ¥e6 25. ¤c5! abierto de Dortmund, 1987
¥xc5 26. ¤a4 £a5 27. £xg7 ¢e7 B) 8 ... d5. Todo parece indicar
28. ¦xe6+! ¢xe6 29. ¤xc5+ ¢e7 que es una ruptura prematura, co-
30. c3 1–0; Guenadi Zaichik-Uwe mo se demuestra en los siguientes
Boensch; Berlín, 1989. ejemplos. 9. exd5 ¤xd5 10. ¤xd5
£xd5 11. ¥e3. (a esta posición se
➪ 8. ¦g1
llegó por transposición en la parti-
Como en posiciones análogas, da Kárpov-Kindermann; Torneo
también se juegan aquí 8. ¥g2 y 8. abierto de Viena, 1986; pero se con-
g5. En esta última, es interesante la tinuó con 11. ¥g2 £c4 12. c3 ¥e7
secuencia 8. g5 hxg5 9. ¥xg5 £b6 13. g5 ¤d7 14. £e2 £xe2+ 15.
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 183

ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 183

¢xe2, se llega a un medio juego sin En caso de 12. g6 se ha jugado


damas, que pronto derivará en un 12 ... ¤e5 13. gxf7+ £xf7 14. ¥e2
final ventajoso para las blancas: 15 ¤bc6 15. ¥e3 ¦h3 16. £d2 ¤f3+
... ¤b6 16. ¥f3 hxg5 17. hxg5 ¦h4 17. ¥xf3 £xf3 18. ¤d4 ¤e5! Así
18. ¦h1 ¦xh1 19. ¥xh1 e5 20. ¤c2 jugó Boensch contra Timman, en
¥g4+ 21. ¥f3 ¥xf3+ 22. ¢xf3 Novi Sad, 1990, y se dio paso a una
0–0–0 23. ¢e4 ¤d7 24. ¥e3 ¤c5+ dura lucha estratégica luego de 19.
25. ¢xe5 ¤d3+ 26. ¢e4 ¤xb2 27. ¥f4 £h5 20. £e2 ¥d7 21. 0–0–0
f4, y la posición central del rey defi- ¦c8 22. ¢b1 £xe2 23. ¤cxe2 ¦c7
nirá a la larga la partida: 27 ... ¤c4 24. b3?! Era necesario forzar el
28. ¦h1 g6 29. ¦h7 ¤d6+ 30. ¢f3 cambio de torres con 24. ¦h1, para
¢d7 31. ¥d4 ¢e6 32. ¥e5 ¤f5 33. aliviar la tensión del final. 24 ...
¤d4+ ¤xd4+ 34. cxd4 b5 35. ¢e4 ¤f7 25. ¥e3 e5 26. ¤f5 ¥xf5 27.
b4 36. ¦h2 ¢d7 37. d5 ¥c5 38. ¦h7 exf5 ¦f3!3 y las negras tienen me-
¦f8 39. f5 gxf5+ 40. ¢xf5 ¢e8 41. jores posibilidades. El encuentro
¦h6, 1–0) 11 ... ¥e7 12. £d2!? Idea concluyó en tablas después de 28.
interesante que prepara el sacrifi- ¤g3 ¤h6 29. ¥xh6 gxh6 30. ¦d2
cio del peón de torre, a cambio de ¦c6 31. ¦h1 ¦f4 32. ¦h5 ¦c3 33.
un rápido desarrollo con predomi- ¢c1 ¦cf3 34. ¦h2 ¢d7 35. ¢d1
nio central. 12 ... ¥xh4?! La partida ¢c6 36. ¢e2 d5 37. ¦d3 e4?! (37 ...
demostró que tomar el peón es ¦xd3 38. cxd3 ¢b5) 38. ¦xf3
muy peligroso. Una alternativa de ¦xf3 39. c4!= dxc4 40. bxc4 ¦a3 41.
consideración era 12 ... e5. 13. ¥g2 ¤xe4 ¦xa2+ 42. ¢d3 ¦a3+ 43.
(también se recomienda 13. 0–0–0) ¢e2 b5 44. cxb5+ axb5 45. ¦h1
13 ... £d6 14. 0–0–0 ¤d7 15. ¦h1! ¦a8 46. ¦c1+ ¢d5 47. ¤f6+ ¢e5
Obliga a la pérdida de nuevos 48. ¤d7+ 1/2–1/2; Jan Timman-
tiempos, y prepara el avance g5, Uwe Boensch; 8ª ronda de la
con recuperación del peón sacrifi- Olimpiada de Novi Sad, 1990.
cado. 15 ... ¥e7 (considerando el
➪ 12 ... g6 13. f4 ¤c6 14. £d2
resultado, era posible seguir con 15
b5 15. 0–0–0 ¥b7 16. ¢b1 b4 17.
... ¥f6 16. g5 ¥xd4 17. ¥xd4 e5 18.
¤a4 0–0–0 18. ¥d3 ¥g7
£e3 £e6 19. gxh6!? ¦xh6 20. ¦xh6
gxh6 21. ¥c3 £xa2, pero aún así el 8
blanco conserva la ventaja estraté- 7
gica obtenida) 16. g5 ¤b6 17. gxh6
6
gxh6 18. ¦xh6 ¦xh6 19. ¥xh6 ¤c4
20. £c3 e5 21. ¤f5 £b6 22. £xc4 5

¥xf5 23. £a4+; 1–0; Thomas Lut- 4


her-Lothar Vogt; 5ª ronda del Tor- 3
neo de Altensteig, 1995. 2
➪ 9. ¤b3 £c7 10. g5 hxg5 11. 1
hxg5 ¤fd7 12. ¥e3 a b c d e f g h
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 184

184 LOS APORTES DE PAUL KERES

Con posición equivalente. A 37. ¦xc3+ ¤c6 38. ¦xc6+ ¦xc6


partir de aquí ambos conten- 39. ¥xc6 £f5+ 40. ¢a1 £c2 41.
dientes desarrollaron un juego ¦b8+
activo, con interesantes manio-
Y las negras abandonaron.
bras tácticas, las blancas se lleva-
ron la mejor parte.
A3) Subvariante 7. ¥g2
➪ 19. £e2 a5 20. £f2 ¢b8 21. Otra de las respuestas típicas a
¤b6 ¤c5 22. ¤xc5 dxc5 23. ¥xc5 disposición de las blancas en la
¥d4 24. ¥xd4 ¤xd4 25. ¤c4 variante principal 6 ... h6.
¥xe4 26. ¥xe4 £xc4 27. ¦d2 Las negras responden habi-
¦d6 28. ¦gd1 ¦hd8 29. ¥h1 ¢c7 tualmente con las respuestas 7 ...
30. £g2 ¤c6 31. ¦d3 £xf4 32. ¤c6 ó 7 ... a6, y una vez más esta-
¦f1 £e5 33. ¦xf7+ ¢b8 34. £g1 mos envueltos en el mismo esque-
¤d4 35. c3 bxc3 36. ¦b7+ ¢c8 ma, ya visto en otras variantes.

Variante 6 ... h6 7. ¥ g2

6 ... h6
7. ¥g2
7 ... . ¤c6
8. h3
8 ... a6
8 ... ¤xd4
8 ... ¥d7
8 ... ¥d7 9. ¥e3
8 ... £c7
8 ... ¥e7
8. g5
7 ... . a6
8. h3
8. h4
8 ... ¤c6
8 ... ¤c6 9. g5 hxg5 con 10. hxg5 ¦xh1+ 11.
¥xh1 ¤d7 12. f4
8 ... g6
8 ... g6 9. g5 hxg5 con 10. ¥xg5 ¥e7 11. £d2
e5 12. ¤de2
8 ... h5
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 185

ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 185

Nos limitaremos al estudio de la varias amenazas. Con 15 ... £e7 se


primera de las variaciones mencio- evitaban muchos problemas. 16.
nadas. Algunos ejemplos servirán ¤c5 ¤f4 17. ¦g1. Probablemente
para ilustrar las ideas principales. la mejor respuesta (si 17. ¥xf4
£a5+; y si h17. ¥f1 fxg4! y el negro
Derivación 7 ... ¤c6 está bien) 17 ... ¤d3+ 18. ¤xd3
£xd3 19. ¥xc6 ¦ad8? Las negras
Tomaremos como referencia pasan por alto la brillante jugada
la siguiente partida. que sigue.Aquí se recomendó 19 ...
¥xc4! 20. bxc4 ¦ab8 21. ¥b5 ¦b7!
8
con juego complicado; pero resulta
7 que con 22. ¦g3 las blancas ganan
6 un tiempo importante, que les per-
5 mite consolidar su posición.
4
8
3
7
2
6
1
5
a b c d e f g h
4

3
Víktor Kupréichik-Serguéi
Shípov 2

Torneo abierto de Passau 1


(Alemania), 1993 a b c d e f g h

Diagrama de análisis
1. e4 c5 2. ¤f3 d6 3. d4 cxd4 4.
¤xd4 ¤f6 5. ¤c3 e6 6. g4!? h6 7.
20. ¥xh6!!+- ¦d4 21. gxf5
¥g2 dxe5
¦xf5 22. ¦xg7+ ¢h8 23. ¦g3
En la práctica de torneos se da
¦e5+ 24. ¥e3 ¢h7 25. ¥f3! ¦xc4
preferencia a la continuación
_ 26. bxc4 £xc4 27. £xe5. Y las
➪ 8. h3 negras muy bien podían abando-
nar, pero decidieron dar un par
Otras posibilidades son:
de jaques antes de la despedida.
A) 8. ¤xc6!? bxc6 9. e5 ¤d5 27 ... £f1+ 28. ¢d2 £d3+ 29. ¢c1
10. exd6 ¥xd6 11. ¤e4, pero el ne- 1–0; Dimitar Donchev-Eugeni
gro dispone de la continuación 11 Pétkov Erménkov; Campeonato
... ¥a6! 12. b3 ¥e5! 13. ¥d2! de Bulgaria, 1988.
¥xa1 (13 ... ¤f4!?) 14. £xa1 0–0 B) 8. ¤b3 ¥e7 9. f4 d5 10. e5
15. c4 f5?! Una jugada sin sentido; ¤d7 11. 0–0. Jugada un tanto fuera
el caballo se moverá a c5 y creará de lo común en los esquemas del
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 186

186 LOS APORTES DE PAUL KERES

Ataque Keres, dado que lo con- pueden encontrar posibilidades de


vencional es preparar con tiempo contrajuego) 16. ¤d5 ¥xd5 17.
el enroque largo; aunque, para ser exd5 exf4? Abrir esta columna es
exactos, es la continuación 7. ¥g2 suicidio. 18. ¥b6! El tiempo nece-
la que mejor se presta para enro- sario para que la dama blanca se
car en esta dirección. 11 ... a6 12. pueda liberar de la defensa de las
¤e2 £c7 13. ¤g3 ¤c5 14. c3 ¤xb3 amenazas de mate sobre el rey. 18
15. axb3 0–0 16. ¤h5 ¥d7 17. ¥e3 ... £b7 19. ¥d4 ¥e7 20. h4! ¤xg4
¦fd8 18. £e1 ¤a5?! Cuando los 21. £xf4 £c7 22. ¥e4 ¤e5 23.
pronósticos son de tormenta, ¿qué ¥xe5 dxe5 24. £g4 ¦d8 (en caso
lógica tiene salir a la caza de centa- de 24. 0-0 una continuación pudie-
villos abandonados al pie de las al- ra ser 25. ¦dg1 ¥f6 26. £f5 ganan-
cantarillas? 19. f5! ¤xb3 20. f6! do cuando menos el alfil) 25.
¥c5 21. fxg7 £xe5 22. ¥xc5 £xe1 £xg7 ¦f8 26. £xh6 £d6 27. £h7
23. ¦axe1 ¤xc5 24. ¦f6 ¤e4 25. ¢d7 28. h5?! (jugada típica que in-
¥xe4 dxe4 26. ¦xh6. Y la posición variablemente se hace cuando se
del negro es desesperada, pero lo siente el triunfo al alcance de la
será aún más... 26 ... f5 27. gxf5 exf5 mano, y es entones cuando se es-
28. ¦d1! ¢f7 (se amenazaba 29 capa la perdiz; era necesario man-
¦xd7) 29. ¦hd6 ¢e7 30. ¢f2 ¥e6 tener aún el control de la casilla
31. ¦xd8 ¦xd8 32. ¦xd8 ¢xd8 33. g5, con 28. ¦df1 ¦h8 29. £f5+!
¤f6 ¢e7 34. g8£ ¥xg8 35. ¤xg8+ ¢c7 30. h5, con ventaja decisiva)
¢f7 36. ¤h6+ ¢g6 37. ¤xf5 ¢xf5 28 ... ¥g5+ 29. ¢b1 ¢c7 30. ¦h3!
38. ¢e3 a5 39. c4 a4 40. c5 1–0; Oli- ¢b8 31. £f5 ¥f4 32. ¦c3 £e6 33.
vier Renet-Andréi Sokólov; Cler- £xe6 fxe6 34. d6 ¦c8 35. ¥c6! ¦f7
mont-Ferrand, 1989. 36. a4!, y las negras se encuentran
prácticamente sin opciones. 36 ...
➪ 8 ... a6 bxa4 (tampoco se conseguía mu-
La alternativa más importante cho con 36 ... e4 37. axb5 axb5 38.
es 8 ... ¥d7, que conduce a las si- d7, etc.) 37. ¦c4!+- a5 38. d7 ¦d8
guientes ramificaciones: 39. ¥xa4 ¥e3 40. ¦d3 ¥b6 41.
¦c6 ¢a7 42. ¦b3 ¦f1+ 43. ¢a2
A) 9. ¥e3 a6 y ahora: ¦f4 44. c4 1–0; Peter Svídler-Vla-
a1) 10. f4 £c7 11. £f3 ¤xd4 dímir Akopián; 5ª ronda del Tor-
12. ¥xd4 e5 13. ¥e3 ¥c6 14. 0–0–0 neo de Rostov del Don (Rusia),
¦c8 15. £f2 b5?! (estos avances 1993.
son siempre muy peligrosos cuan- a2) 10. £e2 ¦c8 11. f4 £a5 12.
do no se ha completado el desa- ¤b3 £c7 13. 0–0 ¥e7 14. £f2 0–0
rrollo; lo natural era 15 ... ¥e7 16. 15. ¥b6 £b8 16. a4 ¥e8 17. a5
¦hf1 0–0 17. g5 hxg5 18. fxg5 ¤d7 ¤d7 18. ¥e3 ¥d8 19. ¦fd1 b5 20.
y aunque las blancas mantienen axb6 ¤xb6. Se alcanza una curiosa
una peligrosa iniciativa, las negras posición, en la que las negras tie-
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 187

ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 187

nen sus piezas dispuestas como si compensación inmediata, el dispo-


se prestaran a dar la bienvenida a sitivo de ataque se encuentra listo
una «comitiva presidencial». Pero para un rápido desplazamiento ha-
mucho cuidado, que las aparien- cia el flanco rey enemigo. 26 ...
cias engañan... 21. ¥f1 ¤b4 22. e5 ¦c4. Las negras no encuentran
¤6d5 23. ¥a7 £b7 24. ¥d4 dxe5 mejor solución que eliminar la pa-
25. fxe5 f5! La jugada que abre el reja de alfiles, que apuntan contra
camino para la penetración de las su enroque, pero era de considera-
piezas negras. 26. ¤c5. Un movi- ción organizar la defensa a partir
miento que invita a la dama negra de ...¦fe8, que deja libre la casilla
para que se mueva exactamente a f8 para el caballo o el alfil, y de-
la casilla donde tenía planeado ir... fiende de paso a este último, ex-
26 ... £e7 27. ¤xd5 ¤xd5 28. puesto a un golpe doble en caso de
¥xa6 ¦c6 29. g5. Devuelve el pe- que la dama blanca se mueva a e3.
ón para evitar males mayores. 29 27. ¥e4 ¦xd4 28. ¦xd4 £a7 29.
... ¥b6! 30. ¤b3 £xg5+ 31. ¢h2 £h3 f5 30. g6 ¤f6 31. ¥xf5 ¥e8
¤e3! 32. ¥xb6 ¦xb6 33. ¦g1 32. ¥e6+ ¥f7 33. gxf7+ ¦xf7 34.
¤g4+ 34. ¦xg4 fxg4 35. £xb6 ¦c4 1–0; O. Castañeda-Alejandro
£f4+ 36. ¢g1 £g3+ 37. ¢h1 £f3+ Acosta; 7ª ronda de la Copa Lati-
38. ¢g1 ¥c6 39. £xc6.Y llegado el na, Santa Fe de Bogotá (Colom-
momento, no queda más remedio bia), 1991.
que hacerse el haraquiri. 39 ... b2) 12. a4 ¦c8 13. ¤b3 ¤a5
£xc6 40. hxg4 £xc2 0–1; Milan 14. ¤xa5 £xa5 15. £d2 ¦c4 16.
Matulovic-Gyula Sax; 6ª ronda del ¦ad1 ¥c6?! Deja la torre en situa-
Torneo de Vrbas (Bosnia-Herze- ción comprometida. 17. £d3 ¦b4
govina), 1977. 18. b3 0–0 19. g5 hxg5 20. fxg5 ¤d7
B) 9. 0–0 ¥e7 10. ¥e3 a6 11. 21. ¤a2 ¦b6 22. h4 Las blancas no
f4 £c7 y el blanco dispone ahora tienen por qué apurarse en la cap-
de: tura, dado que la presa no tiene
b1) 12. £d2 ¦c8 13. ¤b3 ¤a5 posibilidades de salvación. 22.
14. ¤xa5 £xa5 15. a3 ¥c6 16. £f2 .¦c8 23. ¥d4! e5 24. £f3 ¦f8 25.
£c7 17. ¥b6 £b8 18. ¦ad1 0–0. Se ¥xb6 £xb6+ 26. ¢h1 ¤c5 27.
alcanza una posición, de caracterís- ¤c3 ¤e6 28. ¤e2 g6 29. £f2 £c7
ticas similares a otras antes estu- 30. ¦d3 ¢g7 31. ¦f3 ¥d8 32. £e3
diadas, en la que el blanco bloquea ¥e8 33. c4 ¦h8 34. ¦h3 a5 35. ¦h2
temporalmente el avance ...b5 pa- £c6 36. ¤c3, y tras una serie de
ra luego retirar el alfil a d4 y orga- complicadas maniobras, las blan-
nizar el sacrificio típico del caballo cas lograron imponer su ventaja
en d5. 19. £g3 ¤d7 20. ¥d4 b5 21. material: 36 ... ¥b6 37. £f3 ¥d8
h4 a5 22. g5 hxg5 23. hxg5 b4 24. 38. ¤d5 £c5 39. £g3 £d4 40. £f3
¤d5!? exd5 25. exd5 ¥b5 26. ¦f2. £c5 41. ¥h3 ¤d4 42. £g3 £a3 43.
Y aunque la pieza no recibe una £f2 ¦f8 44. ¤f6 ¥c6 45. h5 £xb3
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 188

188 LOS APORTES DE PAUL KERES

46. hxg6 £xc4 47. £h4 1–0; Nigel Campeonato del Mundo juvenil,
Short-Andréi Sokólov; Copa del Halle del Saale (Alemania), 1995.
Mundo, Rótterdam (Países Ba-
➪ 9. ¤b3
jos), 1989.
Otra posibilidad del negro en 8
la octava jugada es 8 ... ¥e7 y aho-
7
ra se hace 9. f4. Si lo valoramos se-
6
gún los principios clásicos, es más
apropiado continuar el desarrollo 5
con 9. ¥e3 a6 10. £e2 £c7 11. 0–0 4
¥d7 y sólo entonces hacer 12. f4 3
Así se jugó en la partida Janos
2
Tompa-Valentin Stoic; Metz
(Francia), 1981, que continuó con 1

12 ... ¦c8 13. g5 hxg5 14. fxg5 ¤h7 a b c d e f g h

15. ¤xc6 ¥xc6 16. £h5 g6 17. £g4 Una jugada contradictoria, por-
¤f8 18. ¥d4 ¦h7 19. a4 £a5 20. h4 que en no pocas partidas el caballo
¤d7 21. ¦ae1 ¤e5 22. £g3 £b4 ubicado en d4 resulta un fastidio,
23. ¦d1 ¥xa4 24. ¤xa4 £xa4 25. que las negras tratan de eliminar;
¥xe5 dxe5 26. c3 £c2 27. ¦d3 pero aquí, en cambio, el Rocinante
£xb2 28. £xe5 £b6+ 29. ¢h1 se retira sin chistar. Otras conti-
¦xh4+ 30. ¦h3 ¦xh3+ 31. ¥xh3 nuaciones de uso frecuente son:
£e3 32. £h8+ ¢d7 33. £d4+
£xd4 34. cxd4 ¢e8 35. d5 ¦c3 36. A) 9. f4 ¥d7 10. ¤f3!? (o tam-
¢g2 exd5 37. exd5 0–1. En otra bién 10. ¥e3 ¦c8∞) 10 ... b5 11. e5
partida que seguimos se jugó 9...0- Propicia un intercambio que resul-
0 10. ¥e3 ¤xd4 11. £xd4 e5 12. tará beneficioso para el negro. Lo
£d2 ¥d7 13. 0–0–0 b5 14. ¢b1 b4 recomendado es 11. a3! b4 con
15. ¤d5 ¤xd5 16. exd5 exf4 17. juego complicado. 11 ... b4 12.
¥xf4 a5 18. ¥e4 ¦e8 19. ¥d3. exf6 bxc3 13. fxg7 ¥xg7 14. b3
Aquí era preferible 19. £d3 dado £b6! 15. £e2 (15. £xd6 0–0–0
que el negro pierde la posibilidad ∆… ¥e8) 15 ... ¤b4! 16. ¤e5
de hacer de inmediato ...¥g5, y (16. a4!?) 16 ... dxe5 17. ¥xa8 0–0,
amenaza además con hacer 20. y como resultado de la operación
h4!?, con posibilidades de un fuer- las blancas han quedado con casi
te ataque. 19 ... ¥g5 20. h4 ¥xf4 todas sus piezas incomunicadas en
21. £xf4 £f6 22. £xf6 gxf6, y aun- la primera línea. ¿Quién puede
que la posición del negro no es na- dudar entonces de que exista com-
da cómoda, han logrado escapar pensación por el material sacrifi-
de problemas mayores. 1–0 en 48 cado? 18. ¥f3 (18. ¥e4 f5) 18 ...
jugadas; Roman Slobodjan-Javad exf4 19. a4 ¤c6 20. a5 £d8 21. ¦a4
Mahenramzade; 12ª ronda del (21. ¥xf4 ¤d4 22. £g2 £f6–+) 21
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 189

ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 189

... ¤d4 22. ¦xd4 ¥xd4 23. ¥xf4 culminación del plan emprendido
¥b5 24. £e4 e5 25. ¥e3 £h4+ 26. varias jugadas atrás. 20. bxc3 £a4
¢d1 ¦d8 27. ¢c1 f5!–+.Y las blan- 21. g5 ¤xe4 22. f6 gxf6 23. gxf6
cas podrían abandonar ante la ¤xf2 24. ¥xf2 ¦g8+ 25. ¢f1 e4 26.
pérdida de la pieza, pero continua- £e3 ¥xf6 27. ¦xd6 £c4+ 28. ¥e2
ron inútilmente la lucha muchas £xc3 29. £b6 £h3+ Adnan Ko-
jugadas más. 28. £xf5 ¥xe3+ 29. bas-Miso Cebado; 6ª ronda del
¢b1 £e7 30. ¦e1 ¥d4 31. ¥e4 Torneo de Zenica (Bosnia-Herze-
£f7 32. ¢a2 £xf5 33. ¥xf5 ¢g7 govina), 1987.
34. b4 ¢f6 35. ¢b3 h5 36. ¥e4
➪ 9 ... g5!?
hxg4 37. hxg4 ¦h8 38. ¥d5 ¦h2 39.
¦c1 ¢e7 40. ¥c4 ¥xc4+ 41. ¢xc4
8
¢e6 42. ¢b3 e4 43. ¢c4 ¦d2 44. b5
7
axb5+ 45. ¢xb5 e3 0–1; Vladímir
Savon-Yuri Razuváiev; 1ª ronda 6
del Torneo abierto de las islas Ba- 5
leares, Palma de Mallorca (Espa- 4
ña), organizado por la GMA
3
(Grand Master Association), di-
ciembre de 1989. 2

B) 9. 0–0 ¤xd4 10. £xd4 e5 1


11. £d3 ¥e6 12. f4 ¥e7 13. f5?! a b c d e f g h
Esto bloquea el flanco rey y limita
las posibilidades del blanco, que Una manera diferente de tra-
quedará además con un alfil semi tar la posición. Como hemos visto,
inútil como consecuencia de esta en estos esquemas las negras op-
acción; y los efectos no se harán tan por jugadas como ...¥e7 o
esperar. 13 ... ¥d7 14. ¥e3 ¦c8 15. ...£c7. Por ejemplo, en la partida
¦ad1 £a5 16. ¥f3 b5 17. ¦f2. Co- Short – Suba, Hastings, 1987, se
mo consecuencia de su estrategia, jugó 9 ... £c7 10. a4 b6 11. 0–0 ¦b8
las blancas mueven sus piezas sin 12. £e2 ¥e7 13. f4 ¤d7 14. ¥e3
ajustarse a un plan definido, en ¤c5 15. ¤d4 ¥b7 16. ¤xc6 £xc6
tanto las negras se encuentran lis- 17. ¥d4 f6 18. f5 e5 19. ¥e3 ¦c8, y
tas para iniciar una maniobra la posición no está desequilibra-
arriesgada, pero con muchas pro- da, pues no se ve que el blanco
babilidades de éxito. 17 ... ¥c6! 18. pueda ampliar su espacio sin cre-
a3 ¥b7. Alcanza finalmente su arse debilidades. Pero ahora el
verdadera casilla de destino, don- juego siguió con 20. ¦fd1 ¥d8,
de no interfiere la acción de la to- cuando era preferible 20 ... 0–0 21.
rre, y presiona con fuerza el debili- £c4+ ¢h8 22. b4 ¤d7 23. £xc6
tado peón, sobre el que ya pesan ¥xc6, y las blancas mantienen la
todos los destinos. 19. h4 ¦xc3! La ventaja estratégica; pero materia-
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 190

190 LOS APORTES DE PAUL KERES

lizarla es asunto de pronóstico ➪ 15 ... b5 16. a4! b4 17. ¤d1


más reservado. 21. ¦d2 ¦c7 22. h5! 18. gxh5 ¦xh5
¦a3 g5 23. b4 ¤d7 24. ¥f1 ¦c8 25.
Aquí Shípov sugiere 18 ... a5!
£d1 £c7 26. ¦xd6 ¥e7 27. ¦e6
que ofrece posibilidades de con-
¤f8 28. ¦xb6 ¤d7 29. ¦xb7 £xb7
traataque. Por su interés, inclui-
30. ¤d5 a5 31. ¥b5 ¢f7 32. ¦d3
mos el resto de la partida principal
¦hd8 33. ¤xe7 ¢xe7 34. bxa5
con sus comentarios originales.
£c7 35. ¦d5 ¤c5 36. £d2 ¦xd5
19. ¢b1 (19. ¤e3 ¥h6=) 19 ...
37. exd5 ¢d6 38. ¥c6 ¦b8 39.
¢e8 (19 ... a5!?) 20. ¤e3 ¦a7 21.
¥xc5+ ¢xc5 40. £c3+ 1–0; Nigel
¤g4 ¥e7 22. c3!M ¦h8 (22 ... f5!?
Short-Mihai Suba; 5ª ronda del
23. ¤e3 ¤f6 24. cxb4!M) 23.
Torneo de Hastings 83/84, 1983.
¦hd1! (23. cxb4? ¥xb4 24. ¦c1
➪ 10. f4 gxf4 11. ¥xf4 ¤e5 ¢e7=) 23 ... a5 24. cxb4 axb4 (24
... ¥xb4? 25. ¤xe5!) 25. ¦c1 ¥a6
Permite una simplificación
26. ¦dd1 ¥e2 27. ¦c8+ ¥d8 28.
que propicia un final favorable al
¤f6+ ¢e7 29. ¦xd7+ ¦xd7 30.
blanco. Era preferible 11 ... £c7!?
¤xd7 ¢xd7 31. ¦c2 ¥h5 32. a5
➪ 12. ¥xe5!? dxe5 13. £xd8+ ¥g5? (32 ... ¦g8!M Michel Kra-
¢xd8 14. 0–0–0+ ¤d7! 15. ¦d3 senkow) 33. ¦c4± ¥e3 34. ¥f1
(34. ¦xb4?? ¦g8 35. ¥f1 ¦g1–+)
En caso de 15. ¦hf1 los analis-
34 ... f5?! 35. ¦xb4 f4 36. a6 f3 37.
tas indicaron que 15 ... ¢e8 con-
¤a5 ¥d4 38. ¦b7+ ¢d6 39. ¤c4+
ducía a la igualdad.
¢c6 40. b4 ¥g6 41. ¤xe5+! Y las

Variante 6 ... h6 7. ¦g1 y otras

A4) 7. ¦g1
7 ... a6
7 ... ¤c6
7 ... ¤c6 8. ¥e3
------ 8. ¥e3 a6
------ ----- a6 9. £e2
------ ----- -- 9. ¥e2
9 ... £a5
9 ... £c7
9 ... ¤d7
9 ... ¥e7
9 ... ¥e7 10. £d2
9 ... g5
7 ... ¥e7
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 191

ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 191

7 ... ¥e7 8. ¥e3


8 ... ¤c6
8 ... ¤c6 9. £e2
------ 9. £f3
------ 8. ¥e3 a6
7 ... g5
A5) 7. ¥e3
A6) 7. h3
A7) 7. ¥e2

negras abandonaron. Notas Shí-


Zoltan Varga-John Paul
pov.
Wallace
Torneo de Budapest (Hungría),
A4) Subvariantes 7. ¦g1 y otras
1ª ronda, febrero de 1955
Lo primero que sorprende en
relación con esta variante son las
1. e4 c5 2. ¤f3 c6 3. d4 cxd4 4.
estadísticas. Resulta curioso que,
¤xd4 ¤f6 5. ¤c3 d6 6. g4 h6 7. ¦g1
sin ser la variante principal del
Ataque Keres, reporta a las blan- ➪ 7. ¦g1
cas más del 50% de victorias, y re-
Otras posibilidades menos
lativamente pocas derrotas.
empleadas son:
8
A5) 7. ¥e3 a6 8. £f3 £c7 9.
7 £h3. Un plan atípico, basado en la
6 idea de explotar el avance g5, dado
5 que el peón de h6 se encuentra cla-
4
vado. 9 ... ¦g8 10. £g3 ¤c6 11. f3
¥d7 12. h4 g5 13. hxg5 hxg5 14.
3
£h2. Maniobra para lograr la cap-
2 tura del peón de g5, pero esto a
1 costa de tiempos importantes.
a b c d e f g h Lamentablemente la partida cul-
mina con un error desastroso, pero
A continuación incluimos la de todas maneras la hemos inclui-
tabla que resume el árbol princi- do, porque consideramos que el
pal de variantes en relación con desarrollo de la apertura contiene
esta opción de juego. ideas que pueden someterse a una
Un ejemplo ilustrativo es el validación más completa por los
que sigue. estudiosos de este sistema. 14 ...
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 192

192 LOS APORTES DE PAUL KERES

¤e5 15. £d2 b5 16. ¥xg5 ¥e7 17. po necesario y obliga a tomar de-
¥e3 ¥c6 18. g5 ¤fd7 19. ¤xc6?? cisiones respecto al peón, que en
¤xf3+ 20. ¢f2 ¤xd2 0–1; Eliseo cualquier momento podría ser
González-Jean Hebert; 6ª ronda de capturado. 18. c4. En caso de 18.
la Olimpiada de Lucerna, 1982. ¦fc1 ¥b5 19. b3 ¥xa4 20. bxa4, la
A6) 7. h3. Considerada pasiva, posición del blanco comienza a ser
que no encaja en el espíritu gene- muy poco satisfactoria. 18 ... bxc3
ral de la variante. 7 ... ¤c6 8. ¥e3 19. ¦fc1 cxb2! 20. ¤xb2 £d8 21.
a6 9. ¥c4. Otra jugada fuera de lo ¤dc4 ¥e7 22. ¦d1 0–0 23. ¤xd6.
común. Lo característico es hacer, El blanco ha recuperado su peón,
por ejemplo, 9. £e2 como en mu- pero le espera una sorpresa. 23 ...
chas otras variantes: esta jugada ¥h4! 24. £g2 £f6 25. ¤bc4 ¤e5
prepara el sacrificio ¤d5 ó ¤f5. 26. ¤xe5 £xe5 27. f4 £c3 28. £d2
Pero las negras pueden continuar £a3 29. ¦ab1 ¥e7 30. e5 f6 31.
con 9 ... ¤xd4 10. ¥xd4 e5 11. ¥e3 ¢h2 fxe5 32. fxe5 ¥h4 33. ¦dc1
¥e6 12. f4 ¦c8 13. f5 ¥c4 como en ¦xb1 34. ¦xb1 £a4 35. ¦b2 £c6
la partida Vladislav Nevednichy- 36. ¦b3 ¦f1 37. £g2 £xg2+ 38.
Konstantin Sakáiev; 4ª ronda de la ¢xg2 ¦a1, y la movilidad de las
Olimpiada de Moscú, 1994, en la piezas negras resulta sumamente
que ahora las blancas jugaron sin comprometedora. La posición es
razón 14. £xc4?! ¦xc4 15. ¥xc4 complicada y el juego concluyó en
£c7 16. ¥b3 d5 17. exd5 ¥b4 18. tablas luego de 39. ¦b2 ¥f1+ 40.
0–0–0 ¥xc3 19. d6 £c6 20. bxc3 ¢h2 ¥d3 41. ¥f2 ¥g5 42. ¢g3
£xc3 y la dama negra dispone de ¥c1 43. ¦b8+ ¢h7 44. ¦b7 ¦xa2
mucha movilidad, lo que deja al 45. ¤e8 ¦a3 46. ¥c5 ¦c3 47.
blanco sin compensación suficien- ¦xg7+ ¢h8 48. ¥e7 ¥g5 49. ¥xg5
te. 9 ... ¤a5 10. ¥b3 b5 11. £e2 hxg5 50. ¦e7 a4 51. ¢h2 a3 52.
£c7 12. f3 ¤xb3 13. ¤xb3 b4 14. ¤d6 ¦c6 53. ¦e8+ ¢g7 54. ¦e7+
¤a4 ¦b8 15. £f2 ¤d7 16. ¤d2?! ¢g8 55. ¦e8+ ¢g7 56. ¦e7+ ¢f8
Un movimiento que no propone 57. ¦e8+ ¢g7 58. ¦e7+ 1/2–1/2;
nada concreto y abandona al peón Darryl Keith Johansen-José Luis
de c2 a su suerte. Nada impedía Vilela; Olimpiada de Lucerna,
hacer 16. 0–0–0, salvo que el blan- 1982.
co no encontrase el destino de su A7) 7. ¥e2. Ubica el alfil en
caballo de a4 y estuviese pensan- una casilla que en muchas varian-
do en la ruptura lateral a3. 16 ... a5. tes resulta necesaria para la dama.
Las negras no quieren comprome- 7 ... ¤c6 8. ¤b3 a6 9. a4 d5 10. exd5
ter su desarrollo con capturas de exd5 11. g5 hxg5 12. ¥xg5 d4 13.
peones, ya que si 16 ... £xc2 17. b3 ¤e4 ¥b4+ 14. c3 dxc3 15. £xd8+
¥e7 18. 0–0 £c7 19. ¦ac1 £d8 y el ¤xd8 16. ¤xc3 ¤e4 17. ¥xd8
blanco tiene compensación estra- ¤xc3 18. ¥a5 ¥xa5 19. ¤xa5
tégica. 17. 0–0 ¥a6! Gana el tiem- ¤xe2 20. ¢xe2 ¦h4. Con final téc-
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 193

ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 193

nicamente ganado por las negras. con 20. ¤f5!? exf5 21. ¤d5 £b8
El desarrollo posterior fue como 22. gxf5 b5 23. ¦h6 g4 24. ¦xf6!
sigue: 21. ¦hc1 ¦b4 22. ¦c7 ¦xb2+ £b7 25. ¤xe7 ¤xe7 26. ¦xd6
23. ¢e1 ¢f8 24. ¦a3 b6 25. ¦b3 ¥c6 27. f6 ¤eg6 28. £d4 ¢f7 29.
¦xb3 26. ¤xb3 ¥g4 27. ¢d2 ¦d8+ ¥c4+! bxc4 30. £xc4+ ¢e8 31.
28. ¢c3 ¦c8 29. ¦xc8+ ¥xc8 30. f7+ 1–0; Alexander Shabalov-I.
¢b4 ¢e7 31. ¤d2 ¥d7 32. a5 Lukianov, Campeonato por equi-
bxa5+ 33. ¢xa5 ¥b5 34. ¢b4 ¢d6 pos, San Petersburgo, 1989.
35. ¤f3 ¢d5 36. ¢c3 a5 37. ¤d4 Pero la continuación más
¥d7 38. ¤f3 f6 39. ¤d2 a4 40. ¤c4 practicada es 7 ... ¥e7. Aquí se
¥b5 41. ¤d2 ¥d7 42. ¤f1 ¢e4 43. puede seguir con 8. ¥e3 ¤c6 (pe-
¤g3+ ¢f3 44. ¤h5 ¢g4 45. ¤g3 f5 ro también se juega 8 ... a6 9. ¥g2
46. ¢b4 g6 0–1; Heikki Westeri- g5 10. £e2 ¤bd7 11. h4 ¦g8 12.
nen-Ulf Andersson; Olimpiada de hxg5 hxg5 13. 0–0–0 £c7 14.
la Valetta (República de Malta), ¤f3!? ¤xg4 15. ¥xg5 ¦xg5 16.
1980. ¥h3 ¦c5 17. ¦xg4, y ahora el ne-
Para continuar regresemos a gro intentó buscar contrajuego
la partida principal, después de la con 17 ... ¦xc3?! 18. ¦g8+ ¥f8 19.
séptima jugada. bxc3 ¤f6, y las blancas generosa-
mente devolvieron el regalo con
8 20. ¦xf8+ ¢xf8 21. £e3 £c5 22.
7 £f4 ¢e7 23. e5 dxe5 24. ¤xe5
6
que conduce a un final en el que
las negras muy poco pueden ha-
5
cer para evitar el desenlace: 24 ...
4 a5 25. £d2 ¥d7 26. £g5 £a3+ 27.
3 ¢b1 ¦g8 28. ¦xd7+ ¢e8 29. ¦d8+
2 ¢xd8 30. £xf6+ ¢c8 31. ¥xe6+!
1
¢b8 32. ¥g4 ¢a8 33. £xf7 ¦d8
34. ¥f3 ¦b8 35. £c7; 1–0; Yehudá
a b c d e f g h
Gruenfeld-Kevin Spraggett; To-
➪ 7 ... ¤c6 ronto [Canadá], 1984).
9. £e2. (un plan que ya antes
Otro enfoque es frenar la ava- vimos es 9. £f3, que propicia el
lancha de peones con 7 ... g5. Una traslado de la dama a la columna
continuación típica puede ser 8. h, aprovechándose de la posición
¥e3 ¤c6 9. £e2 a6 10. 0–0–0 £c7 indefensa de la torre negra, en este
11. h4 ¦g8 12. hxg5 hxg5 13. ¤f3 caso es posible proseguir con 9 ...
£a5 14. £d2 ¤h7 15. ¢b1 ¥e7 ¤e5 10. £h3 h5, respuesta intere-
16. ¦h1 ¤f8 17. ¦h5 f6 18. ¥e2 sante que provoca 11. f3 ¤h7 12.
¥d7 19. ¤d4 £c7, y ahora, una 0–0–0 hxg4 13. fxg4 a6 14. g5 ¤g6
vez más, el sacrificio del caballo 15. £g3 ¤hf8 16. ¥c4 ¤e5 17. ¥b3
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194 LOS APORTES DE PAUL KERES

¤fg6, culminando al fin la «danza sición. 23 ... ¢e7 24. ¥c5! ¥xc5 25.
hípica», sin que se obtengan bene- £xe5+ ¢d7 26. £xc5. Y en resu-
ficios concretos; el juego sigue con men, las negras cuentan con cali-
18. ¦gf1 ¥d7 19. ¤f5! exf5 20. exf5 dad de más, pero con dos torres de
¤h4 21. f6 gxf6 22. gxf6 ¥f8 23. menos. El desenlace final es trata-
¤d5 ¤f5 24. ¦xf5! ¥xf5 25. ¥b6 do por Kárpov con singular preci-
¥h6+ 26. ¢b1 £d7 27. ¤c7+ ¢f8 sión. 26 ... £c7 27. £f5+ ¢e7 28.
28. ¤xa8 ¥g4 29. ¦g1 ¥g5 30. ¥d4 £xe4+ ¢d7 29. £f5+ ¢e7 30. ¦e1
¦h3, y las negras han logrado poco ¦d6 31. ¥c4+ ¢d8 32. ¥xb5 a6 33.
a poco reorganizar sus fuerzas, pe- ¥a4 g6 34. £f3! ¢c8 35. ¦e7!
ro como veremos, las amenazas ¦d1+ 36. ¢xd1 £xe7 37. £a8+
contra su rey siguen siendo morta- ¢c7 38. £a7+ ¢d6 39. £b6+ 1–0;
les: 31. £g2 ¥e3 32. ¤b6 £f5 33. Anatoli Kárpov-Gyula Sax; Tor-
¥xe3 ¦xe3 34. £d2! £e4 35. a3! neo de Linares (España), 1983.
ingeniosa celada que esconde, tras La tercera opción de las ne-
un aparente error defensivo, la es- gras es la natural 7 ... a6, con las
tocada final: 35 ... ¦xb3 36. £h6+; siguientes alternativas:
1–0; Vasilios Kotronias-Mihail- A) 8. ¥e3 b5 9. a3 ¥b7 10.
Viorel Ghinda; Sofía [Bulgaria], ¥d3 ¤fd7 11. £e2 g5 12. h4 ¦g8
1986). 9 ... ¥d7 10. h4 ¤xd4 11. 13. 0–0–0 ¤e5 14. ¢b1 ¤bd7 15.
¥xd4 e5 12. ¥e3 ¥c6. Obtiene hxg5 hxg5 16. ¤b3 ¦c8 17. ¦g3
una posición que ofrece perspecti- ¦h8?! (preferible es 17 ... ¤xd3).
vas de contrajuego central. La par- 18. £d2 ¥e7 19. ¥e2 ¦h2 20.
tida prosigue con 13. £d3 £a5 14. ¦gg1. Era de consideración in-
0–0–0, y ahora Sax jugó contra tentar explotar la situación aisla-
Karpov 14 ... ¤xe4!? 15. ¤xe4 d5 da de la torre, haciendo 20. £e1,
16. £b3! (que es superior a 16. con el plan £g1 y f3. Pero la del
¤d2 £xa2 17. £b3 [17. £f5!?] 17 texto también lo logra con bue-
... £xb3 18. ¤xb3 d4 19. ¥d2 nos resultados. 20 ... ¤f6 21. ¦h1
¥xh4, y las negras están mejor, 16 ¤xe4?! (la entrada de la torre ha-
... dxe4 17. ¥c4 ¦f8) y ahora Kár- bía que evitarla con 21 ... ¦xh1
pov jugó 18. ¦d5! ¥xd5 19. ¥xd5 22. ¦xh1 ¤g6 23. f3 ¤d7 24. ¦h5
¦d8 20. ¥c4!, y aunque no se apre- f6 y aunque las blancas tienen
cie a simple vista, la posición negra ventaja, hay mejores posibilida-
sufre de amenazas directas que ex- des de defensa) 22. ¤xe4 ¦xh1
plotan la restringida movilidad de 23. ¦xh1 ¥xe4 24. ¦h8+ ¥f8 25.
su rey. 20 ... ¥b4 21. c3 b5 22. ¥e2 ¤d4 £f6. Aparentemente todo se
¥d6 23. £d5! Resulta curioso que, encuentra en orden, y el blanco
aun cuando se encuentran fuera de no presenta planes para su torre,
la acción directa contra el rey, la pero sin saberlo la dama negra
pareja de alfiles blancos sostienen corre peligro de muerte. 26. ¦g8
todo el trasfondo táctico de la po- ¥h7 27. ¥xg5 1–0; Yehudá
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ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 195

Gruenfeld-Mihai Suba; 3ª ronda continuación 8. ¥e2 con 8 ... £a5


del Torneo de Dortmund, 1983. 9. ¤b3 £c7 10. ¥e3 a6 11. h4 ¤d7
B) 8. a3. Movimiento inocuo, 12. g5 hxg5 13. hxg5 g6 14. £d2 b5
que presupone el avance ...b5, pero 15. 0–0–0 b4 16. ¤a4 ¥b7 17. ¢b1
que tampoco lo impide. Más con- ¦c8 18. ¢a1. ¿Estará buscando re-
secuente es aceptar los hechos fugio antiaéreo? 18 ... ¦h4 19. f4
consumados con 8 ¥e3 b5, como ¦h2 20. ¦h1 ¦xh1 21. ¦xh1 ¤d8
en la variante anterior. 8. ... b5 9. h4 22. ¥d3 ¥c6!? 23. £xb4 ¦b8 24.
¥b7 10. £e2 g6 11. g5 hxg5 12. £d4 e5 25. £c4 ¤e6 26. f5! gxf5
¥xg5 ¤bd7 13. 0–0–0 ¦c8 14. £e3 27. exf5 ¥xh1 28. fxe6 ¤c5 29.
£b6, y ahora la partida derivó ha- ¤axc5 dxc5 30. exf7+ £xf7 31.
cia una aguda lucha luego de 15. £xa6 ¦a8 32. £b6 £a7 33. ¥b5+
¤d5! ¤xd5 16. exd5 ¥xd5 17. ¢b1 ¢f7 34. £f6+ ¢g8 35. ¥c4+ 1–0.
¥g7 18. ¥e2 b4! 19. a4 ¤c5 20. h5!
➪ 8 ... a6
gxh5 21. ¤f5! ¥e5 22. ¤e7 b3!
Ambas partes se contraatacan con La alternativa más fuerte es 8 ...
violencia, y resulta difícil pronosti- g5 9. h4 (o la más estratégica 9.
car quién está mejor. 23. c3 ¥e4+ £d2 ¤e5 10. ¥e2 ¤g6 11. 0–0–0 a6
24. ¥d3 ¥xd3+ 25. ¦xd3 ¦b8 Esto 12. a3 ¥d7 13. ¢b1 £c7 14. ¤b3
no parece razonable, dado que esta ¥e7, y tan sólo entonces iniciar el
columna, por el momento, no ofre- avance 15. h4!? ¤xh4 16. f4 gxf4 17.
ce perspectivas, merecía considera- ¥xf4 ¥c6 18. ¥xd6 ¥xd6 19. £xd6
ción 25 ... ¦c7 26. ¦d4! £b7 (26 ... £xd6 20. ¦xd6 ¢e7 21. ¦d4, con
¥xd4 27. £xd4 e5 28. £h4 £b7 29. posición equilibrada que terminó
¥f6, y la situación del rey negro es en rápido empate: 21 ... ¤g6 22.
bastante comprometida.) 27. ¦b4 ¤a5 ¤e5 23. g5 hxg5 24. ¦xg5
£c7 28. f4 ¥g7 29. ¤d5 £c8 30. ¤fd7; 1/2–1/2; Anatoli Kárpov-Bo-
¥h4 ¦xb4 31. cxb4 ¤xa4 32. ¤f6+ rís Spasski; 4ª ronda del Torneo de
¥xf6 33. ¥xf6 £c2+ 34. ¢a1 e5 35. Turín [Italia], 1982). 9 ... ¤d7 10.
¥xe5! ¦h6 36. ¥c3+ ¢d7 37. hxg5 hxg5 11. £d2 ¤de5 12. 0–0–0
£a7+ ¢c6 38. f5 ¢d5 39. £b7+ ¦g8 13. ¥e2 ¤xd4 14. ¥xd4 ¤c6
¢c4 40. £xa6+ ¢d5 41. £xa4 1–0; 15. ¥e3 a6 16. ¦h1. Inicia una ma-
Peter Enders-John Paul Wallace; 2ª niobra contra el peón de g5, que
ronda del Torneo de Budapest, produjo una lucha interesante lue-
1995. go de 16 ... ¥d7 17. ¦h5 ¥e7 18.
¦dh1!? Abandona la columna cen-
➪ 8. ¥e3
tral para lograr la captura indirecta
Una lucha interesante se dio en del peón de d6. Lástima que el de-
la partida Lothar Vogt-Uwe Bo- senlace no fuera el esperado: 18 ...
ensch; XXXI Campeonato de la £a5 19. ¥xg5 ¦xg5 20. ¦h8+ ¥f8
República Democrática Alemana, 21. £xd6 ¤e7 22. ¦xf8+ ¢xf8 23.
5ª ronda, Salzwedel, 1982, en la f4 ¦g8 24. £xd7 £b6 25. f5 ¦d8 26.
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 196

196 LOS APORTES DE PAUL KERES

£a4 ¤c6 27. £a3+ ¢g7, y aunque migo. 25. ¥d2 bxc4 26. ¥xc4 ¦h3
el blanco obtuvo dos peones por la 27. ¦g3 ¦xg3 28. £xg3 ¤h5 29.
calidad, la falta de movilidad de sus £e3 e4 30. ¦c1 ¥e5 31. £b6 ¢f8
piezas no le permiten el remate ne- 32. £xa6 ¦b8 33. ¥b4 ¢g7 34. ¦c2
cesario. 28. ¤d1 ¦h8 29. ¦f1 ¦h2 e3 35. ¥d3 £xg5 36. £a7 ¦xb4 37.
30. £c3+ £d4 31. £xd4+ ¤xd4, y axb4 1–0; Jozsef Horvath-Ígor
obviamente las negras han queda- Stohl; 10ª ronda del Campeonato
do mejor. 32. ¥d3 ¦dh8 33. ¤f2 de Europa juvenil, Groninga, 1983.
¦g2 34. e5 ¤f3 35. f6+ ¢f8 36. ¥e2 B) 9. h3 ¥d7 10. f4 £c7 11.
¤xe5 37. ¢d2 ¦h6 0–1; Ígor Zait- £d2 b5 12. ¥d3 ¤xd4 13. ¥xd4
sev-Andréi Sokólov; Moscú, 1983. ¥c6 14. £e2.Y las blancas mantie-
Continuando en la partida de nen la natural ventaja de espacio
referencia tenemos: de este tipo de posiciones. Hasta
qué punto esto es materializable o
8 no, cuando el negro se crea debili-
7 dades, lo veremos en la secuencia
6
que sigue: 14 ... e5?! 15. ¤d5! ¤xd5
16. exd5 ¥xd5 17. fxe5 0–0–0 18.
5
0–0–0 £c6 19. ¦gf1 dxe5 20. ¥xe5.
4 Y las negras se encuentran expues-
3 tas a un ataque mortal. 20 ... f6 21.
2 ¥f5+ ¢b7 22. ¦xd5! ¦xd5 23. ¥e4
1
¥c5 24. ¦d1 ¢a7 25. ¥xd5 £e8
26. ¥e6 fxe5 27. £xe5 1–0; Vladí-
a b c d e f g h
mir Savon-Roman Dzindzichasvi-
➪ 9. £d2 li; 13ª ronda del XXXIX Campeo-
Varias son las alternativas del nato de la URSS, San Petersburgo,
blanco en esta posición. Por ejem- 3 de octubre de 1971.
plo:
➪ 9 ... ¤xd4 10. £xd4 e5 11.
A) 9. £e2 ¤xd4 10. ¥xd4 e5
£a4+ ¥d7 12. £b3 b5 13. f3 ¥e7
11. ¥e3 ¥e6 12. h4 g6 13. 0–0–0
14. 0–0–0 ¥e6 15. ¤d5 ¥xd5 16.
¦c8 14. ¤d5 ¥xd5 15. exd5 £a5
exd5
16. £f3 ¥g7 17. g5 ¤h5 18. ¢b1
£b4 19. a3 £a4 20. ¦c1 ¤f4 21. c4 Y la posición está equilibrada.
£d7! 22. ¢a2 £f5 23. ¦c3 hxg5 24. Aquí las negras contestaron con:
hxg5 b5. Las negras han manteni- ➪ 16 ... ¤d7 17. ¢b1 ¥g5 18.
do cierta iniciativa que les ha per- ¥f2 ¥h4 19. ¥e3 ¥g5 20. ¥f2
mitido ganar espacio, pero tras la ¥h4
simplificación que sigue este domi- Y cuando todo pudo concluir
nio desaparece y el blanco queda en unas pacíficas tablas, el blanco
con la posibilidad de penetrar de- contestó con:
cisivamente en el flanco dama ene- ➪ 21. ¥g3 £b6?!
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 197

ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 197

8 tes –destacando los aspectos estra-


7
tégicos y las cuestiones estratégi-
cas– sin preocuparnos excesiva-
6
mente de las novedades y otros de-
5 talles que el tiempo necesariamen-
4 te tiende a borrar.
3 No obstante esto, para confor-
mar el texto que sigue ha sido ne-
2
cesario incluir como referencia
1
más de 50 partidas, casi todas com-
a b c d e f g h pletas y relativamente recientes, lo
➪ 22. ¥xb5 axb5 23. ¥xh4 que permitirá tener una idea gene-
¤c5 24. ¥f2 £a6 25. ¥xc5 dxc5 ral de las principales características
26. a3 y posibilidades de estas variantes.
En resumen, realizaremos un
Y las blancas ganaron el final recorrido general de las restantes
luego de: derivaciones, en las cuales conside-
➪ 26 ... b4 27. £e3 £d6 28. f4 raremos fundamentalmente las
f6 29. fxe5 fxe5 30. ¦ge1 bxa3 31. subvariantes en las que se han pro-
£xe5+ £xe5 32. ¦xe5+ ¢d7 33. ducido novedades interesantes en
d6! axb2 34. ¦e7+ ¢c6 35. ¦c7+ tiempos más o menos recientes.
¢b6 36. ¦d3! ¦a4 37. ¦b3+ ¢a6 Para esto nos auxiliaremos adi-
38. ¦c6+ ¢a7 39. ¦xc5 ¦d8 40. cionalmente de esquemas que con-
¦c7+ ¢a6 41. ¦c6+ ¢a5 42. c4 tienen los árboles de variantes fun-
¦b4 43. ¢xb2 ¦xb3+ 44. ¢xb3. damentales, de manera que puedan
Las negras abandonaron. servir como referencia para una vi-
sión resumida de cada variante.
Resumen general de subva-
riantes
Ante todo es necesario recor-
dar que, si bien en la Variante B) Variante
Stolz dedicamos un esfuerzo extra- Petrosián (6 ... a6)
ordinario, por tratarse de la subva-
riante principal de todo el sistema, 8
no está en nuestros objetivos fun- 7
damentales realizar un estudio 6
pormenorizado de todas las subva-
5
riantes del Ataque Keres –libro
que en su momento quisiéramos 4

escribir– y por tanto limitaremos la 3


parte final de este trabajo a resu- 2
mir las cuestiones esenciales que
1
caracterizan al conjunto de varian-
a b c d e f g h
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 198

198 LOS APORTES DE PAUL KERES

Variante 6 ... a6

6 ... a6
7. ¥g2
7. g5
7 ... ¤g8
7 ... ¤fd7
8. ¥g2
8. ¥c4
8. ¥e3
8 ... b5
8 ... b5 9. a3
----- 9. a3 ¥b7
----- ---- ¥b7 10. £d2
----- ---- ¤b6
----- ---- ¤b6 10. h4
----- 9. ¥g2 ¥b7
8. ¦g1
8. h4
8 ... b5
8 ... b5 9. a3 ¥b7 10. ¥e3
----- ---- --- 10. ¥e3 ¤b6
8 ... ¤c6
8 ... ¥e7
8. a4

Otra de las continuaciones ➪ 7. g5, y ahora podemos en-


que goza de mayor preferencia contrar:
para enfrentar el ataque blanco.
Las negras se disponen de inme- A) 7 ... ¤g8. Un lance que no
diato para lograr el control de la convence a muchos, aunque no
casilla c4, sin preocuparse de las pudiera afirmarse que el caballo
claras intenciones del blanco en esté aquí peor ubicado que en d7,
el flanco rey. donde temporalmente estorba el
El siguiente esquema muestra desarrollo de otras piezas. 8. ¥g2
el árbol fundamental de conti- ¤c6 9. ¥e3 ¥d7 10. h4 h6 11. f4
nuaciones de esta variante. hxg5 12. hxg5 ¦xh1+ 13. ¥xh1
La continuación fundamental ¤xd4 14. £xd4 ¤e7 15. £d2 £a5
es: 16. 0–0–0 0–0–0 17. £f2! Saca a la
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ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 199

luz las principales debilidades de ¤f5 23. £e1 ¤b4 24. dxe6 ¦xd1+
la posición negra. 17 ... ¢c7. Las 25. ¥xd1 ¥c6 26. ¦g1 gxh5, las ne-
negras piensan que tendrán tiem- gras obtuvieron un vigoroso peón
po de sostener el peón de d6, pero libre que fue decisivo en el desen-
les espera una inmediata sorpresa. lace final de la partida: 27. ¢b1
18. ¦xd6! ¤c6. En caso de 18 ... ¤xe3! 28. £xe3 ¥c5 29. £e1 £b6
¢xd6 las blancas responderían 19. 30. ¦f1 f5! 31. ¤d3 ¤xd3 32. cxd3
¥b6!, con acompañamiento de ¥g2.Y la posición de las blancas se
marcha fúnebre y salvas de artille- desintegra como asolada por una
ría para el monarca sitiado. 19. e5 tormenta. Pocas veces se encuen-
b6 20. ¦d5! b5 21. ¥c5 ¥xc5 22. tran partidas en las que Kárpov se
¦xc5 ¦c8 23. £d2 £b6 24. £d6+ vea superado de forma tan convin-
¢d8 25. g6! fxg6 26. ¤d5! exd5 27. cente. El juego concluyó luego de
e6 £a7 28. exd7 £xd7 29. ¦xd5 33. a5 £d6 34. ¦f2 ¥xf2 35. £xf2
1–0; Ole Jakobsen-Kristian Skold; ¥c6 36. ¥b3 h4 37. £a7 h3 38. e7
Torneo abierto de Estocolmo, h2 39. ¥e6+ £xe6 40. £a8+ ¢d7
1971. Después de esta paliza la va- 41. £xh8 h1£+ 0–1; Anatoli Kár-
riante 7 ... ¤g8 desapareció de la pov-Wolfram Hartmann; 1ª ronda
práctica oficial; con razón... del Torneo de Hannover (Alema-
B) 7 ... ¤fd7. Ahora las blan- nia), 1983. 9. h4 ¤c6 10. h5 ¦g8 11.
cas deben decidir entre varias al- hxg6 hxg6 12. f4 £b6 13. ¤b3 £c7
ternativas. Veamos algunos ejem- 14. £f3 b5 15. e5 d5 16. ¥e3 b4 17.
plos más o menos recientes: ¤e2 ¤b6 18. ¥f2 a5, y luego de
b1) 8. ¥g2 Empleada por Kár- frenar los intentos de las blancas, la
pov en las dos partidas que siguen. posición comienza a resultar favo-
Jugando contra Judith ésta hizo 8 rable al segundo jugador. 19. ¤bd4
... g6, pero contra Hartmann, éste ¥a6 20. ¤xc6 ¥xe2 21. £xe2
utilizó un plan que merece aten- £xc6 22. ¦h3 ¥c5 23. b3 ¢e7 24.
ción; en esa partida se jugó 8 ... ¦c1 ¦h8 25. ¦d3 ¦ac8 26. ¥g3
¤c6 9. a4 ¥e7 10. h4 h6 11. gxh6 ¥d4!, y queda claro que son las
g6!? que permitió a las negras acti- blancas quienes tienen que luchar
var armónicamente sus piezas lue- por encontrar un camino para lo-
go de 12. ¤f3 ¤de5 13. ¤g5 f6 14. grar el empate. 27. ¢f1 ¥b2 28.
¤h3 ¥f8 15. f4 ¤f7 16. ¥e3 £a5 ¦cd1 ¤d7 29. ¥f2 £b5 30. ¦b1
17. £d2 ¤xh6 18. ¤f2 ¥d7 19. ¥f3 ¥c3 31. ¦f3 £c6 32. ¦h3 ¦xh3 33.
0–0–0, y se alcanzó una posición ¥xh3 a4 34. ¥g4 a3 35. ¦d1 ¥b2
equilibrada, en la que los peones 36. ¥e1 £c5 37. £a6 ¦c6 38. £a4
negros se esfuerzan por controlar ¦b6 39. ¥f2 d4 40. ¥f3 £xc2 41.
el conjunto de casillas de la quinta ¥xd4 ¥xd4 42. ¦xd4 £c1+ 43.
fila. Lo cierto es que Kárpov no lo- ¢e2 £c2+ 44. ¢f1 £c1+ 45. ¢e2
gró mejorar su situación luego de £c2+ 46. ¦d2. Todo parece indicar
20. 0–0–0 ¥e8 21. h5 d5!? 22. exd5 que las últimas jugadas se hicieron
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200 LOS APORTES DE PAUL KERES

en la carrera por el control de encuentra «en la mirilla» de las


tiempo, y ahora las blancas inten- piezas blancas. Más sentido pare-
tan prolongar la lucha. 46 ... £c7 ce tener la jugada 18 ... ¤bc4, que
47. £a5 £b8 48. ¦d4 ¦b5 49. £a6 no compromete en nada la posi-
¤xe5! 50. fxe5 £xe5+ 51. ¢d3 ción negra. 19. £f2 ¤c4. Parece
£f5+ 52. ¢e2 £e5+ 53. ¢d3 £f5+, como si las negras estuviesen al
y las negras, conducidas por la ex- margen de lo que ocurre en el ta-
traordinaria Judit, logran un meri- blero, pero han visto más de lo
torio empate. 1/2–1/2; Anatoli Kár- que aparentan. 20. ¤xe6 ¤a3+!, y
pov-Judit Polgar; 7ª ronda del Tor- las blancas están perdidas: 21.
neo de Buenos Aires, 1994. bxa3 £xc3 22. ¤d4 ¤c5 23. ¥xc8
b2) 8. h4 b5 9. a3 ¤b6 10. h5 ¦bxc8 24. ¥c1 ¦c6 0–1; Aleksan-
¥e7 11. ¦g1 g6 12. ¥e3 ¥b7 13. dar Wohl-Fernie Donguines; 7ª
£g4 ¤8d7 14. £h3 ¦f8 15. hxg6 ronda del Torneo de Genting
hxg6 16. f4 e5 17. ¤b3 d5 ¿Sacrifi- Highlands (Malasia), 1995.
cio o error? Las negras logran ob-
tener una relativa movilidad a
cambio de un peón, pero las blan- C) Variante
cas obtienen más: 18. fxe5 ¤xe5 Yugoslava (6 ... ¥e7)
19. 0–0–0! ¦c8 20. ¥xb6 £xb6 21.
8
¤xd5 £e6 22. £g3 ¦h8 23. ¤d4
£d6 24. ¤xb5 £b8 25. ¤xe7 7

¦xc2+ 26. ¢xc2 ¥xe4+ 27. ¢c1 6


axb5 28. ¤c6 1–0; Ernst Thomas- 5
Danny Barash; 1ª ronda del Tor- 4
neo de Gausdal (Noruega), 1991.
3
b3) 8. ¥e3 8 ... ¤c6 9. ¦g1
£c7 10. £h5 g6 11. £e2 ¥g7 12. 2

0–0–0 0–0 13. f4 ¦e8 14. ¥g2 ¤a5 1


15. ¢b1 ¦b8 16. f5 ¥e5 17. ¥h3 a b c d e f g h
¤b6 18. f6 ¤d7. Esta «marcha
atrás» no resulta nada recomen- Considerada como dudosa por
dable, dado que el peón de e6 se su carácter pasivo. Lo normal es

Variantes 6 ... ¥ e7 , 6 ... e5 y 6 ... d5?!

6 ... ¥e7
7. g5 ¤fd7 8. ¦g1
8. h4
6 ... e5
7. ¤f5
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ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 201

7. ¥b5+ ¥d7 8. ¥xd7+ £xd7 9. ¤f5 h5


10. ¥g5
10. gxh5
10. f3
6 ... d5
7. exd5
7. ¥b5+

que ahora las blancas intenten ¥g2 ¦d8 16. £b5! ¤a6 17. a3
asumir cuanto antes la iniciativa. ¥f8 18. d6!±, Y la posición alcan-
➪ 7. g5 ¤fd7 zada por este camino sí resulta
obviamente ventajosa para las
Ahora las blancas suelen con- blancas, como veremos en las
tinuar con: próximas jugadas. 18 ... ¤c4 19.
A) 8. h4 0–0. También se su- ¤xe5!! ¤xe3 20. fxe3 ¥xd1 21.
giere 8 ... ¤c6 9. ¥e3 a3 para lle- ¦xd1 £e6 22. g6!+- hxg6 23. ¤g5
gar a posiciones que ya hemos 1–0; Igor Glek-Karsten Volke; 8ª
visto en otras partidas. 9. ¥e3 ronda del Torneo abierto de Cux-
¤b6!? Una idea nueva. Lo clási- haven (Alemania), 1993.
co es buscar el desarrollo con B) 8. ¦g1 a6 9. ¥e3 b5 10. a3
...¤c6. Pero la variante del texto ¥b7. Todo esto resulta natural,
aporta una sugerencia digna de pero si observamos muchas parti-
consideración. 10. £e2 (10. a3!?) das, llegamos a la conclusión de
10 ... d5 11. 0–0–0!? (11. exd5 que este alfil es más útil en la de-
¤xd5=) 11 ... e5?! Respecto a es- fensa de la casilla e6. 11. f4 0-0 12.
ta posición se ha indicado que lo £h5 g6 13. £h4 ¤c6 14. 0-0-0
correcto es hacer de inmediato ¦e8 15. f5! Jugada que tiene co-
11 ... ¥b4!, que obliga a definir la mo premisa la deficiencia señala-
situación del caballo. Si ahora 12. da en el comentario anterior. 15
¤db5 a6 13. a3 axb5 14. £xb5 ... ¥f8 16. fxe6 fxe6 17. ¥h3
¥xc3 15. ¥xb6 la posición se ¤xd4 18. ¥xd4 £e7 19. ¦gf1 e5
considera como indefinida, pero 20. ¥e3 ¦ad8 21. ¤d5 ¥xd5 22.
tras la bruma, puede apreciarse exd5 h5 23. ¥e6+ ¢g7 24. £e4
que se aproxima un cambio de ¦c8 25. b3 ¦c7 26. ¦d2 ¤c5 27.
damas que dejará a las blancas ¥xc5 ¦xc5 28. ¦f7+ 1–0 Ciocal-
con un final incierto. 12. ¤f3 ¥g4 tea, V-Padevsky, N Smederevska
13. exd5! ¥b4 14. ¤e4 £c8 15. Palanka, 1971.
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202 LOS APORTES DE PAUL KERES

D) Variante 14. ¥c5±) 12. £xh5 g6 13. £g5


Schwarz 6 ... e5 gxf5 14. ¥xf8 ¢xf8 15. 0–0–0 ¤d4
16. ¦hg1 £e6 17. ¦xd4 exd4 18.
£g7+ ¢e7 19. ¤d5+ ¢d7 20.
8
£xd4 y las negras están en una si-
7 tuación muy comprometida. Al-
6 gunas variantes dan fe de ello:
5 a1a) 20 ... ¦hc8 21. £b4! ¦ab8
4
22. £a4+ ¦c6 23. £xa7 £h6+ 24.
¢b1 £h8 25. ¤b4! ¦c7 26. e5!
3
¦a8 (26 ... b6 27. e6+! fxe6 28.
2 £xb8 £xb8 29. ¦g7+ ¢c8 30.
1 ¦g8+ ¢b7 31. ¦xb8+ ¢xb8 32.
a b c d e f g h ¤a6++-) 27. e6+! ¢xe6 (27 ...
fxe6 28. £xa8 £xa8 29. ¦g7++-)
Considerada por Keres como 28. £b6!+- ¦c5 29. ¤d3 £d4 30.
dudosa, ya que luego de: £xb7! ¦h8 31. ¤xc5+ 1–0; Leo-
nid Shmuter-Alexánder Obújov;
A) 7. ¥b5+ ¥d7 8. ¥xd7+ Rusia, 1993.
£xd7 9. ¤f5 «la situación de las a1b) 20 ... b5 21. exf5 £e5 22.
negras se vuelve crítica» (Keres). £d3 ¢c6 23. ¦d1 ¦ae8 24. a4 a6
Pero tal opinión no ha sido to- 25. f4 £e4 26. £c3+ £c4 27. £a5
mada como concluyente, y la va- ¢b7 28. £b6+ ¢c8 29. £xa6+
riante aparece de cuando en ¢b8 30. £xd6+ ¢b7 31. £b6+
cuando, sobre todo con la conti- ¢c8 32. £a7 1–0; Oleg Kornéiev-
nuación 9 ... h5 con las siguientes Mihai Suba; 4ª ronda del Torneo
alternativas: abierto A Ibercaja, Zaragoza
a1) 10. gxh5. De paso recor- (España), 1995.
daremos que el propio Keres a2) 10. ¥g5!? Considerada
alertaba de que no era conve- por Keres como la mejor respues-
niente el avance inmediato 10. g5, ta. 10 ... ¤h7 11. ¥d2 (11. ¥h4
por el contragolpe 10 ... ¤xe4 11. hxg4 12. ¤d5 ¤c6 13. £xg4 g6 14.
¤xg7+ ¥xg7 18. ¤xe4 d5 3 (Al- ¤fe3 £xg4 15. ¤xg4 ¢d7 16.
beric O'Kelly de Galway-Martin ¤ge3 ¦c8 17. c3 ¥e7 18. ¥xe7
Christoffel; 1ª ronda del Torneo ¤xe7 19. ¢e2 ¤g5 20. f3 ¦h3, y el
Stannton, Groninga, 1946). 10 ... negro tiene un final superior; 0–1
¤xh5 11. ¥h6!? Jugada que pro- en 57 jugadas; Hugo Spangen-
duce el efecto de los fuegos artifi- berg-Óscar Roberto Panno; 9ª
ciales, lo que no quita que se pue- ronda del Torneo abierto Periódi-
da continuar jugando la natural co Clarín, Buenos Aires, 1995) 11
11. ¤d5. 11 ... ¤c6 (en caso de 11 ... hxg4 12. £xg4 g6 13. ¤e3 £xg4
... g6 12. ¥xf8 gxf5 13. ¥xd6 ¤c6 14. ¤xg4 ¤c6 15. 0–0–0 0–0–0 16.
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 203

ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 203

h4 f5 17. ¤h6 ¥xh6 18. ¥xh6 fxe4 E) Variante


19. ¦hg1 ¦hg8 20. ¤xe4 ¤d4 21. Reshevsky (6 ... d5?!)
¢b1 d5 22. ¤c3 ¤f3 23. ¦h1 ¤f6
24. ¥g5 ¤xg5 25. hxg5 d4 26. gxf6 Ya desde los tiempos de la
dxc3 27. bxc3 1/2–1/2; Liubomir partida Keres- Bogoljubow se co-
Liuboievic-Judit Polgar; 4ª ronda nocía que esto es inferior. Pero
del Torneo de Buenos Aires, así jugó Reshevsky contra Fis-
1994. cher, y perdió... Por tanto, nada
B) 7. ¤f5 h5 para continuar mejor para dejar constancia del
con: hecho, que atribuirla su nombre a
b1) 8. ¥b5+ ¤c6 9. ¥g5! la variante; he aquí la partida:
hxg4 10. ¤d5 ¥xf5 11. ¥xf6 gxf6
12. exf5 a6! 13. ¥e2 ¥g7?! (13 ... 8
¥h6! 14. ¥xg4 £a5+ para prepa- 7
rar ... 0–0–0, Melik Hachian) 14. 6
¥xg4 ¤e7 15. ¤xe7 ¢xe7 16.
5
£d5!M. Stambulin-Hachián; Ar-
menia, 1992. 4

b2) 8. ¥g5 hxg4 9. ¤e3 ¥e6 3


10. £d2 ¤c6 11. 0–0–0 ¤d4 12. 2
¥xf6 gxf6 13. ¤b5 £b6 14. 1
¤xd4 exd4 15. £xd4 £xd4 16.
a b c d e f g h
¦xd4 ¥h6 17. ¦xd6 g3 18. h3
gxf2 19. ¢d2 ¦g8 20. ¦h2 ¦g3 7. exd5 ¤xd5 8. ¥b5+ ¥d7 9.
0–1; Ígor Zaitsev-Borís Persits; ¤xd5 exd5 10. £e2+ £e7 11. ¥e3
partida jugada por correspon- g6 12. ¥xd7+ ¤xd7 13. ¤b5 ¤e5
dencia, 1967. 14. 0–0–0 ¥g7 15. ¦xd5 0–0 16.
b3) 8. g5 ¤xe4. Entra en una ¦hd1 a6 17. ¤d6 £h4 18. f3 b5 19.
variante parecida a la de la partida ¥d4 ¤c4 20. ¥xg7 ¢xg7 21. ¤xc4
de O'Kelly antes mencionada, pe- bxc4 22. £xc4 £xh2 23. ¦d7, y la
ro sin el cambio de alfiles en d7. 9. posición del blanco sugiere que el
¤xg7+ ¥xg7 10. ¤xe4 d5 11. ¤g3 negro debe ir pensando en la ren-
¤c6 12. ¤xh5 ¦xh5 13. £xh5 ¤d4 dición, pero, acaso por la conocida
14. £h7 ¢f8 15. ¥d2 ¤f3+ 16. rivalidad existente entonces entre
¢d1 ¤xd2 17. ¢xd2 £xg5+ 18. ambos contendientes, la partida
¢e1 ¥f5 19. ¦g1 £xg1 20. £xf5 e4 duró aún muchas jugadas: 23 ...
21. £h3 e3 22. fxe3 ¦e8 23. ¢d2 d4 ¦ac8 24. ¦xf7+ ¦xf7 25. £xc8
24. e4 £g5+ 25. ¢d1 ¦xe4 26. a4 £f4+ 26. ¢b1 £xf3 27. ¦c1 g5 28.
¥h6 27. £g2 £a5 28. c3 dxc3 29. b3 £e2 29. £c3+ ¢g6 30. £h3 h6
b3 ¦d4+ 0–1; César Santacruz- 31. ¦h1 ¦h7 32. a3 ¦h8 33. a4 ¦h7
Hernán Salazar; Asunción (Para- 34. ¦h2 £e1+ 35. ¢a2 £e4 36.
guay), 1988. £h5+ ¢g7 37. ¦d2 £e7 38. £h3
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 204

204 LOS APORTES DE PAUL KERES

¢g8 39. £f3 ¦f7 40. £a8+ ¢g7 41. 8


£xa6 £e4 42. £e2 £f4 43. ¦d5 7
1–0; Robert James Fischer-Aamuel
6
Herman Resevsky; 10ª ronda del
Campeonato de los EE. UU. 66/67, 5

Nueva York, diciembre de 1966. 4


Y para concluir este resumen 3
general, comentaremos la segun- 2
da de las variantes más importan-
1
tes a disposición de las negras
a b c d e f g h
contra el Ataque Keres.
Diagrama de análisis

Y ahora podemos considerar


F) Variante Matanovic las alternativas:
(6 ... ¤c6) A) 7 ... b5 8. g5 ¤fd7 9. a3 con
las subvariantes:
Para dar una visión más inte- a1) 9 ... ¥b7 10. h4 ¥e7 11.
gral de todas las posibilidades to- £g4 ¤c6 12. 0–0–0!? Una idea que
maremos como modelo la si- merece atención. Lo natural es 12.
guiente partida. f4. 12 ... ¤ce5 13. £g2 (se ha suge-
rido también el plan 13. £h3!? pa-
ra preparar el avance f4-f5, etc.) 13
Joseph Gallagher-Víctor ... ¦c8 ¦c3 14. f4 ¤c4 15. ¥xc4
Manuel Vehí Bach ¦xc4 16. f5 ¤c5 17. g6 hxg6 18.
Torneo abierto de Biel (Suiza), 7ª fxe6! (18. fxg6? f5) 18 ... ¦xc3!.
ronda, 1995 Y aunque las negras se encuentran
sobre una cuerda floja en el centro
➪ 1. e4 c5 2. ¤f3 e6 del tablero, sus posibilidades no
son nada despreciables. El juego si-
Si se desea jugar el sistema guió con 19. exf7+ ¢xf7 20. bxc3
Scheveningen, esta transposición £a5! 21. h5 (nada se resolvía con
permite evitar variantes –hoy 21. ¦hf1+ por 21 ... ¥f6, que pone
muy populares– en las que el en juego el alfil 21 ... ¦xh5? Esto
blanco opta por el movimiento abre el juego precisamente por
directo 3. ¥b5. donde hacía falta cerrarlo. Lo indi-
Aprovecharemos la digresión cado era 21 ... g5! y las negras al-
para incluir algunas continuacio- canzan una sólida ventaja estraté-
nes que llegan, a posiciones del gica. 22. ¦xh5 £xa3+ 23. ¢b1 ¤a4
Ataque Keres, luego de las juga- 24. ¦f1+ ¥f6 25. ¦xf6+! Y la «cuer-
das 2 ... d6 3. d4 cxd4 4. ¤xd4 ¤f6 da floja» termina por romperse,
5. ¤c3 a6 6. ¥e3 e6 7. g4. con la salvedad de que las negras
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 205

ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 205

no tienen red de protección... 25 ... £d8 32. a5 ¥xg5 33. ¥xg5 £xg5
¢g8 (tampoco había escape con 25 34. axb6 1–0; Víktor Bologán-An-
... ¢e7 por 26. £xg7+ y mate a la dréi Lukin; 5ª ronda del Torneo
siguiente.) 26. ¦h8+! 1–0; Petar abierto de San Petersburgo, 1995.
Popovich-Krum Gueórguiev; 7ª B) 7 ... ¥e7 8. g5 ¤fd7 9. h4
ronda de la Olimpiada de Salónica ¤c6 10. ¦g1 £c7. O 10 ... ¤a5 con
(Grecia), 1988. el propósito de trabajar la casilla
a2) 9 ... ¤b6 10. f4 ¤8d7 11. c4 desde varias direcciones. 11.
¥g2 ¤c4. Una novedad «tardía». £d2 £c7 12. 0–0–0 g6 13. f4 b5 14.
Resulta curioso que esta jugada no f5 ¤e5 15. £f2 ¤ac4 16. ¥xc4
se hubiese utilizado antes de esta ¤xc4 17. ¦gf1 0–0 18. f6?! Un plan
partida, cuando encaja como lo que no se justifica dado que el alfil
más convencional para este tipo de negro no se encuentra “fianchetta-
posiciones. La alternativa conocida do”. Como resultado de este blo-
era 11 ... e5. 12. ¥c1. En otras va- queo las blancas quedan sin posibi-
riantes esta respuesta se realiza lidades de contraatacar, momento
cuando la dama se ha desarrollado en que todas las piezas negras se
por e2 y la torre ya se encuentra en les vienen encima. 18 ... ¥d8 19. h5
d1. Por eso resulta contradictorio b4 20. ¤ce2 e5 21. ¤b3 ¥g4 22.
que esta jugada no conduzca ahora hxg6 fxg6 23. ¢b1 ¦c8 24. ¦c1 a5
a un verdadero desastre; cosas del 25. c3 £b7 26. ¤g3 a4. Moraleja:
ajedrez... 12 ... £c7 13. 0–0 ¥b7?! cuando un gran maestro, de la talla
Sólo serán necesarias dos jugadas de Petrosián, se deja poner la soga
más para que quede claro por qué al cuello, no trate de quitarle el
este alfil era indispensable en la banco de sustentación, porque lo
defensa de la casilla e6. Era prefe- más probable es que la soga se par-
rible jugar 13 ... .¤7b6. 14. f5 e5 15. ta y el gigante le caiga encima... 27.
¤e6! fxe6 16. £h5+ ¢d8 17. fxe6 ¤a1 ¥e6 28. cxb4 £xb4 29. b3
¤c5 18. ¤d5 ¥xd5 19. exd5 g6 20. axb3 30. ¤xb3 ¦a8 0–1; Shimon
£e2 (20. £h4!?) 20 ... ¥e7? Las Kagan-Tigrán Petrosián; 15ª ronda
negras desaprovechan la única po- del Torneo interzonal de Río de Ja-
sibilidad que tenían de lograr algún neiro (Brasil), 1979. 11. h5 ¤f8?!
contrajuego mediante 20 ... e4!?, Este caballo no jugará más en las
aunque las blancas tenían a su dis- 13 jugadas que restan de esta parti-
posición la respuesta 21. a4! ¤xa4 da. Solo se justifica tal maniobra si
22. b3 y se mantiene latente la to- las negras pretenden escapar rápi-
ma del peón en e4. 21. b3± ¤b6 22. damente hacia el flanco opuesto,
¥e3 ¢c8 23. ¦f7 ¢b7 24. £f2 ¢a7 pero esos no son sus propósitos.
25. a4!+-, y la situación del monar- Menos artificial parece 11 ... ¤xd4
ca negro se torna crítica. 25 ... b4 y si 12. ¥xd4 f6 con juego compli-
26. c3 a5 27. cxb4 axb4 28. ¦c1 ¢b8 cado. 12. £d2 ¥d7 13. 0–0–0 ¤e5
29. £e1 ¦a7 30. £xb4 ¦b7 31. £a3 14. f4 ¤c4 15. ¥xc4 £xc4 16. f5 b5
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 206

206 LOS APORTES DE PAUL KERES

17. ¢b1 g6 18. £h2 e5. 19. hxg6 Jugada por Bogoljubow en la
fxg6 partida madre contra Keres, y su-
puestamente refutada por Fis-
8 cher, según referencias que vere-
7 mos posteriormente.
6 ➪ 7. g5 ¤d7 8. h4
5
Nos encontramos en un punto
4
de definiciones en la variante.
3 Ante todo, es interesante trans-
2 cribir la nota que introduce Pala-
1
cio en relación con la variante 6 ...
a b c d e f g h
¤c6, y que tiene mucho que ver
con la posición en que nos encon-
Diagrama de análisis
tramos. Según Palacio, en la edi-
20. ¤d5! Inicia una complicada ción de su libro de 1973:
combinación que explota la incom- «Esta variante, caldeada por
petente seguridad del rey negro: 20 Matanovic y otros muchos maes-
... exd4 21. ¥xd4 ¦g8 22. ¥f6! ¥d8 tros rusos, era muy usada hasta
23. £xd6 £c6 24. £e5+ 1–0; Csaba hace poco porque fue refutada
Horvath-Hartmuth Beck; 2ª ronda por Fischer. Con resultado adver-
del Torneo de Budapest, 1994. so la adoptó Medina contra Un-
Retornemos a la posición des- zicker, en el Internacional de Has-
pués de la segunda jugada del ne- tings, 1969/70».
gro. Estos criterios surgen de la
➪ 3. d4 cxd4 4. ¤xd4 ¤f6 5. continuación 8. ¤db5, introduci-
¤c3 d6 6. g4 da por Fischer, sobre la que vere-
mos algunos ejemplos:
Se llega por transposición al
sistema Keres. A) 8. ¤db5 ¤b6. El criterio se
sustentaba fundamentalmente en
➪ 6 ... ¤c6 la continuación 8 ... ¤de5 9. f4 ¤g6
10. h4, se afirmaba «que el juego de
8
las negras ya está destruido». La
7
otra opción considerada era 8 ...
6 ¤c5 9. ¥f4 e5 10. ¤d5! ¤e6 11.
5 ¥e3, «y las negras están atadas sin
4
remedio». Ambas referencias se-
gún análisis de Winter, citados por
3
Wormald en More Chess Ques-
2 tions Answered. 9. ¥f4 ¤e5 (en los
1 comentarios de la época esta juga-
a b c d e f g h da fue acompañada con un signo
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 207

ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 207

de admiración; otra posibilidad encima uno se pregunta: ¿de dón-


más antigua es 9 ... e5 10. ¥e3 ¥e7 de salió la afirmación de la supues-
11. h4 0–0 12. £d2 ¥e6 13. ¤d5 ta «refutación» de Fischer...? 20.
¤c8 14. 0–0–0, y en este punto se ¤c1 ¤cxe5 21. ¦g1 ¦fd8 22. a3?
afirmaba que las blancas mantení- (22. ¤b3) 22 ... ¥xa3! 23. bxa3
an una ligera ventaja; mas el juego ¦xd4 24. ¦xd4 £b6+ 25. ¤b3 (25.
continuó con 14 ... £d7 15. ¥e2 ¦b4 .£xg1 26. £e2) 25 ... ¥xb3 26.
¥d8 16. ¦hg1 ¢h8 17. h5 a6 18. £d1 ¥d5+! 27. ¢c1 ¥xe4–+ 28.
¤bc3 b5 19. g6 b4! 20. ¤b1 ¥xd5 ¦g3 ¥f3. Y la ventaja del negro ya
21. exd5 ¤d4 22. gxh7 ¥f6 23. ¥g5 resulta definitiva. 29. £d2 ¦e8 30.
¥xg5 24. ¦xg5 ¤e7 25. ¦dg1 ¥h3 ¥c6 31. ¦b4 £c7 32. ¦e3 a5
¦ac8! 26. ¥d1 b3! 27. ¦xg7 bxa2 33. ¦bb3 ¦d8 34. £e1 ¤c4 35. £g3
28. c4 £f5!; 0–1; Serguéi Krasnov- ¤ge5→ 36. ¦e1 £d6 37. ¥f1 £d4
Mijaíl Yúdovich hijo; Spartakiada 38. ¥xc4 ¤xc4 39. ¦c3 ¥f3! 40.
de Moscú, 1967). 10. £h5 ¤g6. £xf3 £d2+ 41. ¢b1 £xe1+ 42.
(una complicada partida se produ- ¢a2 ¤d2 43. £xb7 £e6+ 44. ¢a1
jo tras 10 ... ¥d7 11. ¥xe5 dxe5 12. £e5 45. £c7 £e1+ 0–1; Boris Ne-
g6 a6 13. gxf7+ ¢e7 14. ¤a3 £c7 vednichy-Andréi Lunkin; Pavlo-
15. 0–0–0 g6 16. £h4+ ¢xf7 17. dar (Kazajistán), 1987.
¤c4 ¤xc4 18. ¥xc4 ¥e7 19. £g4 La otra posibilidad viene de la
¦ad8 20. ¥b3 ¥c8 21. h4 h5 22. partida Fischer – Bukic, que si-
£g3 ¦xd1+ 23. ¦xd1 ¥f6, y las ne- guió con:
gras han logrado equilibrar, pero el a2) 12 ... ¤e5 13. ¦d1 g6 14.
juego acabó con 24. ¤e2 ¥g7 25. £e2 ¥d7 15. h4 h6 16. ¥g2 hxg5
¢b1 ¥h6 26. ¦g1 ¦g8 27. £f3+ 17. ¥xg5 ¥e7 18. f4 ¤c6 19. ¥xe7
¢e7 28. a3 ¦f8 29. £g3 ¦f6 30. £xe7 20. £f2 ¤c8 21. ¤f3 £d8 22.
¤c1 ¥f4 31. £g2 £a5 32. ¤d3 b3 £a5 23. £e3 ¤8a7 24. 0–0
£d2 33. £h3 ¢f7 34. ¤xf4 ¦xf4 £c5?! Fuerza un cambio de damas
35. ¢a2 £xf2 36. £c3! £xg1 37. que conduce a la pérdida de un pe-
£c7+ ¢g8 38. £xc8+ ¦f8 39. ón. 25. £xc5 dxc5 26. ¤a4 ¤d4 27.
£xe6+; 1–0; Jan Plachetja-Vlasti- ¤xc5 ¤xf3+ 28. ¦xf3 ¥c6 29. ¦h3
mil Hort; 4ª ronda del Campeona- ¦c8 30. c4 ¢e7 31. ¢f2 b5 32. ¥f1
to de Checoslovaquia, Luhacovice bxc4 33. bxc4 a5 34. e5 ¦b8 35. ¦d2
[República Checa], 1973). 11. ¥e3 ¦b4 36. ¥e2 ¤c8 37. ¤b3 a4 38.
a6 12. ¤d4, con las siguientes rami- ¤d4 ¥e8 39. a3 ¦b1 40. ¥d3 ¦a1
ficaciones principales: 41. ¥e4. Y las blancas ganaron tre-
a1) 12 ... d5 (la alternativa es ce jugadas después. Robert James
12 ... ¥d7) 13. 0–0–0 ¥b4 14. ¤de2 Fischer-Enver Bunkic; 9ª ronda del
¤c4 15. ¥d4 0–0 16. f4 (16. exd5?! Torneo de Skopie (Macedonia),
e5 17. ¥e3 £a5→) 16 ... e5 (16 ... 1967.
£a5!?) 17. fxe5 £a5 18. ¢b1 dxe4 Otra alternativa en la octava
19. ¤xe4 ¥e6, y con tantas piezas jugada es:
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 208

208 LOS APORTES DE PAUL KERES

B) 8. ¥e3 ¥e7. b1a2) 10 ... d5 11. exd5 exd5


También es interesante el plan 12. £d2 ¥b4 13. a3 £a5 14. 0–0–0
8 ... ¤b6 9. a4 ¤a5 10. ¤db5 a6 11. ¥xc3 15. £xc3 £xc3 16. bxc3
£d4 axb5 12. £xb6 £xb6 13. ¤b6 17. ¤b5 ¥e6 18. ¤c7 ¦ac8
¥xb6 ¤c4 14. ¥xc4 bxc4 15. ¤b5 19. ¥xb6 axb6 20. ¤xd5 ¦a8 21.
¢d7 16. a5 h6 17. 0–0–0 hxg5 18. c4 ¦a5 22. h4 ¦d8 23. ¤xb6
¤xd6 ¥xd6 19. e5 ¢e7 20. ¦xd6, y ¦xd1+ 24. ¢xd1 ¦f5 25. ¢e1 ¦f4
aunque las blancas han salido del 26. h5 ¦h4 27. ¥g2! Amenaza con
intercambio con una posición que dejar libre el peón de torre, cosa
amenaza ser victoriosa, la partida que las negras no pueden impe-
terminó en empate en 40 jugadas. dir. 27 ... ¦xh5 28. ¥xc6 bxc6 29.
Eduardo Arancibia-Jorge Sánchez a4 ¦h1+ 30. ¢d2 ¦b1 31. ¦b3
Almeyra; 6ª ronda del Torneo de ¦a1 32. ¢c3 ¦a2 33. ¦b1 ¥f5 34.
Santiago de Chile, 1995. ¦c1 ¦a3+ 35. ¢b2 ¦f3 36. a5 c5
9. ¦g1. Ahora las negras dis- 37. a6 1–0; Jan Timman-Hans
ponen de varias alternativas: Ree; Países Bajos, 1985.
b1) 9 ... 0–0: b1b) 10. £h5 g6 11. £h6 ¤de5
b1a) 10. ¦g3. Una jugada que 12. 0–0–0 f6 13. gxf6 ¥xf6 14.
encontramos algunas veces entre ¤xc6 bxc6 15. ¥e2 ¤f7 16.
centenares de partidas del Ata- ¦xg6+!:
que Keres recopiladas, pero sin b1b1) 16 ... hxg6 17. £xg6+
embargo, hemos observado que ¢h8 (17 ... ¥g7 18. ¦g1) 18. £h5+
resulta efectiva, porque conduce ¢g7 19. ¦g1+.
a posiciones en las que el negro b1b2) 16 ... ¢h8 17. £h5 ¦g8
se mantiene bajo la tensión de 18. ¦xg8+ £xg8 19. f4 £g6 20. ¦g1
amenazas potenciales que limitan £xh5 21. ¥xh5 ¤h6 22. f5 ¥g7 23.
sus posibilidades ofensivas. Por f6 ¥f8 24. ¥e8! ¥b7 25. f7 1–0; Ed-
ejemplo: vins Kengis-Krishnamoorthy Mu-
b1a1) 10 ... a6 11. £e2. Esto re- rugan; 1ª ronda del Torneo interna-
sultó nuevo. Antes se había jugado cional de Gausdal, 1991.
11. £h5 ¦e8 12. 0–0–0. 11 ... B2) 9 ... ¤b6 10. £d2 0–0 11.
¤xd4?! 12. ¥xd4 ¦e8? Debilita f4 ¤xd4 12. ¥xd4 e5 13. ¥e3 d5
peligrosamente la casilla f7, sobre 14. fxe5 ¥b4 15. 0–0–0 ¥e6 16.
la que lloverán las amenazas en so- ¦g3 ¤a4 17. ¥d4 ¥xc3 18. ¥xc3
lo un instante. 13. £h5!± ¤f8 14. ¤xc3 19. ¦xc3 dxe4 20. £f4 £b6
0–0–0 b5 15. ¦dd3! b4 16. ¦df3 e5 21. £xe4 ¦ac8 22. ¦xc8 ¦xc8 23.
17. £xf7+ ¢h8 18. ¥b6! ¥xg5+ ¢b1 g6 24. ¥d3. Se alcanza una
19. ¢b1 £e7 20. ¤d5 £xf7 21. posición aparentemente tranquila,
¦xf7 ¤e6 22. ¥c4 h6 23. ¦d3 1–0 en la que las blancas mantienen el
en 43 jugadas; Liubomir Liuboie- peón de ventaja. Pero todo esto se
vic-Johann Hjartarson; Copa del transformó en sólo unas pocas ju-
Mundo, Barcelona, 1989. gadas. 24 ... ¦d8 25. a3 ¦d4 26. £e3
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ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 209

¦g4 27. £xb6 axb6 28. b4 ¢f8 29. 8


¥e2 ¦xg5 30. ¥f3 ¦xe5 31. ¦d6 b5 7
32. ¥xb7 ¢e7 33. ¦d4 g5 34. ¥c6
6
f5 35. a4 bxa4 36. ¥xa4 ¦d5 37.
c3?! Si había que cambiar las to- 5

rres, entonces era preferible tomar, 4


teniendo en cuenta que había que 3
mantener los peones unidos. 37 ... 2
¦xd4 38. cxd4 ¥d5 39. ¢c1 h5 40.
1
¢d2 h4 41. ¥d1 g4 42. ¢e3 g3 43.
h3 f4+! 0–1; Victor Palciauskas- a b c d e f g h

Erik Bang; partida jugada por co- Diagrama de análisis


rrespondencia, 1987.
b3) 9 ... a6. Nuevamente dis- 15. £d2 b4 16. ¤a4 ¦b8 17. £f2
ponen las blancas de las alternati- g6 18. ¦h3 e5 19. f5! (D)
vas de desarrollo ya vistas en po- El inicio de una larga combi-
siciones análogas. Algunas conti- nación, en la que las blancas ha-
nuaciones son: rán derroche de habilidad en el
b3a) 10. h4 0–0 11. h5 ¤de5 12. cálculo de variantes. 19 ... ¥xg5
¤xc6 ¤xc6 13. f4 b5 14. £f3 ¥b7 20. ¥c4! ¢g7 21. ¦g1 f6 22. ¦hg3
15. ¥d3 ¤b4 16. f5 exf5 17. £xf5 ¤e7 23. ¦xg5! fxg5 24. ¥xg5
¤xd3+ 18. cxd3 £c8 y ahora Kas- ¥xf5 25. exf5 ¦xf5 26. £h4 ¦b7
párov jugó 19. h6! y siguió una lu- 27. ¥e6 £e8. La torre no tiene
cha estratégica luego de 19 ... ¦e8 escape. Si 27 ... ¦f3 28. ¥d5 gana
20. hxg7 £xf5 21. exf5 ¥xg5 22. de inmediato. 28. ¥h6+ ¢h8 29.
¦xg5 ¦xe3+ 23. ¢d2 ¦f3 24. ¤e4 ¥xf5 ¤xf5 30. £f6+ ¤g7 31.
¥xe4 25. dxe4 ¦e8 26. ¦c1 d5 27. ¤b6! Invita a una inmediata ren-
e5! Entra en un hermoso final en dición. 31 ... ¦f7 32. ¥xg7+ ¢g8
el que las jugadas, aunque simples 33. £xd6 ¢xg7 34. ¤c4 £b5 35.
y forzadas, no le restan belleza a la £xe5+ 1–0; Jeroen Nijboer-Friso
combinación ganadora. 27 ... h6 28. Vanheste; 4ª ronda del Torneo
¦h5 ¦xe5 29. f6 ¦f2+ 30. ¢d3 abierto de Groninga, 1990.
¦f3+ 31. ¢d4 ¦e4+ 32. ¢xd5 ¦e8 b3c) 10. ¦g3 £c7 11. £e2 ¤c5
33. ¦xh6 ¦f5+ 34. ¢d4 ¦f4+ 35. 12. ¤xc6 £xc6. Es difícil definir
¢c5 ¦e5+ 36. ¢b6 ¦e6+ 37. ¦c6 qué opción de recaptura es real-
1–0; Gari Kaspárov-Lev Polu- mente la mejor; en última instancia
gáievski; Spartakiada, URSS, 1979. decide el gusto estratégico del ju-
b3b) 10. £d2 ¤de5 11. 0–0–0 gador. 13. ¥g2 b5 14. 0–0–0 (14. e5
0–0 12. ¦g3. De nuevo la jugada d5) 14 ... ¦b8? (14 ... ¥b7 15. e5
de referencia, que como veremos, d5=) 15. ¥d4!± ¢f8 16. £h5 ¢g8
en esta partida resulta decisiva. 17. ¥f6! ¥f8 18. e5 d5 19. ¤e2 b4
12 ... ¤xd4 13. £xd4 b5 14. f4 ¤c6 20. ¤d4 £c7 21. f4 ¤e4 22. ¥xe4
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 210

210 LOS APORTES DE PAUL KERES

dxe4 23. £e2 ¥c5? Nuevamente, eliminar el caballo después de ubi-


era necesario hacer 23 ... ¥b7 y si carlo en c4, pero la captura del pe-
24. f5 ¥d5, y se mejoran las posibi- ón proporciona al blanco el domi-
lidades de defensa. (D) nio absoluto de la columna que las
negras le acaban de regalar. 18.
8 ¦xa3 b4 19. ¦a4 bxc3 20. ¥d3 ¦e8
7 21. 0–0 ¥f8 22. ¦fa1 e5. La disposi-
6 ción de las piezas blancas es indis-
5
cutiblemente superior, y eso obliga
al negro a tomar decisiones que
4
curan un mal, pero generan otros
3 peores. Después de esta jugada las
2 blancas dominarán adicionalmen-
1 te la columna f. 23. fxe5 dxe5 24.
a b c d e f g h
¦f1! Saca a la luz el clásico proble-
ma de las dos debilidades, que las
Diagrama de análisis negras no podrán sostener por mu-
Con frecuencia los comenta- cho tiempo. 24 ... ¥e6 25. ¦xa6
ristas deportivos afirman que de- £c8 26. ¥e3 ¥c5 27. ¥xc5 £xc5+
trás del error casi siempre viene 28. £f2 £xf2+ 29. ¢xf2! ¦a8 30.
la carrera (el hit, el gol, etc.). Por ¦fa1 ¦xa6 31. ¦xa6 ¦c8 32. ¢e3
tanto, para no ser menos que h6 33. b4 hxg5 34. hxg5 ¦b8 35. b5
otros, podemos parodiar que, en ¥d7 36. ¦a3 ¦b7 37. ¦b3 ¢h7 38.
ajedrez, detrás del error casi b6 ¦b8 39. b7 ¥a4 40. ¦b4 ¥c6 41.
siempre viene el sacrificio... 24. ¥a6 1–0; Nathanael Situru-Grego-
¤c6! £xc6 25. ¦d8+ ¥f8 26. ¥e7 ri Cantell; 11ª ronda del Torneo de
h6 27. ¦xf8+ ¢h7 28. ¦xf7 1–0; Canberra (Australia), 1995. No
Friso Nijboer-Loek Van Wely; 6ª existe defensa contra la amenaza
ronda del Torneo abierto Hoogo- ¦b6, que garantiza la ganancia del
vens, Wijk aan Zee, 1995. peón de c3.

➪ 8 ... ¥e7 9. ¥e3 ... ➪ 9 ... 0–0

Esta jugada se puede alternar 8


con la continuación 9. ¤b3 a6 10. 7
¥e3 b5 11. a3 0–0 12. f4 ¤b6 13.
6
£f3 ¦b8 14. ¤d4. Pero ahora la
única explicación que tiene haber 5

retirado antes el caballo es que, en 4


el cambio que sigue, las negras no 3
podrán retomar con el peón que
2
antes estaba en b7. 14 ... £c7 15.
1
¤xc6 £xc6 16. ¥d4 ¤c4 17. b3!?
¤xa3. Quizás sea poco honorable a b c d e f g h
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 211

ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 211

Un punto de importantes ra- £g3 ¦b7 24. ¥h3 £c6 25. £h4!
mificaciones. La principal res- Demuestra que la posición de las
puesta aquí es: blancas tenía potencialmente mu-
chas más posibilidades de lo que
➪ 10. £h5 ...
aparentemente se suponía. 25 ...
Otras posibilidades son: £b6 26. £xh7 £g1+ 27. ¢d2 ¦c7
28. £h8+ ¢e7 29. £h4+ f6 30. £f4!
A) 10. £e2 ¤xd4 (nada hay ¤e5 Las negras podían intentar re-
contra 10 ... a6 11. ¥g2 ¤xd4 12. sistir con 30 ... ¦c6 y eventualmente
¥xd4 b5 13. e5 d5 14. a3, y ahora ...£b6. 31. ¦xe5+ fxe5 32. ¤d5+
las negras emprendieron la ma- ¢d6 33. £f8+ ¢c6 34. ¥xc8 £d4+
niobra 14 ... ¤b8 15. f4 ¤c6 16. 35. ¢e2 £xe4+ 36. ¤e3 £d4 37.
¥f2 £a5 17. 0–0 b4 18. axb4 ¥e6 £d6 38. £a8+ 1–0; Janos Ri-
£xb4 19. £d2, pero ahora hicie- go-Romuald Mainka; 7ª ronda del
ron 19 ... ¤a5? 20. ¦a4 ¤c4 21. Torneo de Dortmund C, 1991.
£d4 £xb2 22. ¦xc4 dxc4 23. a2) 12. 0–0–0 b5 13. ¥h3. Inte-
¥xa8 £xc2 24. ¥e4 £b3 25. ¦b1 resantes maniobras tácticas se pro-
1–0; Devaki Prasad-Roberto Ri- dujeron en la partida Gary Qui-
vello; 8ª ronda del Torneo abierto llan-Graeme Buckley; Campeona-
Lloyds Bank, Londres, 1987). 11. to de Gran Bretaña, Swansea (País
¥xd4 a6 y ahora, por ejemplo: de Gales), 1987, luego de 13. ¦d3!?
a1) 12. f4 b5 13. a3 ¦b8 14. h5?! b4 14. ¤d1 ¥b7 15. f4 £a5 16. ¢b1
Pero ya esto se convierte en un ata- e5 17. ¥h3 f5 Pero ahora las blan-
que a la bayoneta, que culmina con cas iniciaron una complicada ope-
la destrucción de la cadena de peo- ración de penetración, sin medir
nes blancos en el flanco rey. 14 ... e5 los gastos, comenzando por 18.
15. ¥e3 exf4 16. ¥xf4 ¥xg5!? 17. ¤f2?! exd4 19. exf5 ¥xh1 20. £xe7
¥xd6 ¥h4+ 18. ¦xh4 £xh4+ 19. ¤c5 21. f6 Un viejo refrán dice que
£f2 £xh5 20. ¥xf8 ¢xf8, y las ne- «el que reparte y reparte, se queda
gras han quedado con peón de ven- con la mejor parte», pero todas las
taja, dos peones pasados y mejores reglas tienen casi siempre sus ex-
posibilidades; ¡pero perdieron!: 21. cepciones... 21 ... ¦f7 22. £e2 ¤xd3
¦d1! La jugada precisa, que toca 23. ¤xd3 ¥d5, y al salir de nuevo
los puntos claves de la posición ne- el sol, las negras descubren que en
gra. 21 ... £g5 22. ¦d5 £h6?! Visto su patio han quedado, «gratis», to-
con la óptica de un jugador de do- rre y calidad de ventaja, aunque to-
minó, esto es equivalente a «pasar- davía las blancas darán algunos la-
se con fichas». Aquí era necesario dridos más; pero también hay otro
seguir con 22 ... £c1+ 23. ¤d1 ¦b7 refrán que dice: que «perro que la-
y si ahora 24. ¥h3 £h6 25. ¦c5 dra, no muerde»: 24. f5 gxf6 25. g6
£xh3 26. ¦xc8+ ¢e7 y las negras ¦c7 26. gxh7+ ¢h8 27. ¤f4 £xa2+
conservan su ventaja, en una posi- 28. ¢c1 £a1+ 29. ¢d2 ¦xc2+ 30.
ción ligeramente más segura. 23. ¢xc2 ¦c8+ y todo terminó. 0–1.
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 212

212 LOS APORTES DE PAUL KERES

La segunda alternativa de con- peonato de Polonia por equipos,


sideración es 13. £h5 b4 14. ¤e2 Lubniewice, 1994) 11 ... ¤g4 12.
£a5 15. ¢b1 e5 16. ¥e3 ¤c5 17. ¤xc6 bxc6 13. ¥f4 ¦b8. Y a partir
£f3. Con esta retirada las blancas de aquí las negras inician una se-
reconocen que no han obtenido rie de jugadas que, poco a poco,
ningún beneficio estratégico. 17 ... van obligando al blanco a un jue-
¥e6 18. ¤c1 ¦ac8 19. ¥h3 £c7 20. go puramente defensivo. 14. b3
¦d2 £b7 21. ¥xc5 ¦xc5 22. ¥xe6 £a5 15. ¢b1 £b4 16. f3 ¤e5 17.
fxe6 23. £g4 £c8 24. ¤d3 ¦c4 25. ¥e2 f5 18. ¥e3 c5 19. f4 ¤c4. Y el
¦e1 ¦d4 26. ¦de2 a5 27. ¦e3 tema de la clavada predominará
1/2–1/2; Hans Joachim Vatter- en el resto de la partida. 20. ¥xc4
Klans Bischoff; Bundesliga 94/95, £xc4 21. exf5 ¦xf5 22. ¦he1 £b4
Alemania, 1995. 23. £d3 c4 24. £d4 ¦c5 25. ¤e4
Regresamos a las jugadas ini- cxb3! 26. axb3 ¦c4! 27. £xa7 ¦b7
ciales de la variante a2, se continuó 28. ¥d2 ¦xa7 29. ¥xb4 ¦xb4 30.
con 13 ... b4. (pero no 13 ... £a5 14. ¤xd6 ¥xd6 31. ¦xd6 ¦xf4 32. c4
g6! hxg6 15. h5 b4 16. hxg6 bxc3 17. ¦c7 33. h5 ¢f7 34. ¦d8 ¦f5 35.
¥f5!! fxg6 18. ¥xe6+ ¦f7 19. £c4! ¦g1 e5 36. ¦h8 ¦f3 37. ¢b2 ¥f5
¤e5 20. ¥xf7+ ¤xf7 21. ¦h8+ 38. ¦a1 ¦b7 39. ¦a3 ¦f2+ 40. ¢c1
¢xh8 22. £xf7; 1–0; Zbynek Hra- ¦c2+ 41. ¢d1 ¦d7+ 42. ¢e1 ¥g4
cek-Vlastimil Babula; 2ª ronda del 0–1; Joseph Gallagher-Ketevan
Torneo de Odorheiu Secuiesc, Arakhamia-Grant; 4ª ronda del
1995). 14. ¤a4 £a5 15. b3 ¤c5 16. Torneo ‘Biel Mixed’, Biel, 1991.
¤xc5 dxc5 17. ¥b2 £xa2 18. f4 a5 b2) 10 ... a6 11. 0–0–0 ¤xd4
19. f5 ¥a6 20. £h2 c4 21. bxc4 b3 12. £xd4 b5. Ahora lo normal es
22. £e5! f6 23. £xe6+ ¦f7 24. g6 continuar con jugadas como 13.
¥a3 25. gxf7+ ¢f8 26. ¥xa3+! ¦g1, 13. f4, etc. Pero en una parti-
£xa3+ 27. ¢d2 bxc2 28. ¢xc2 da reciente las blancas probaron
£a4+ 29. ¢d2 ¥xc4 30. £d6+ con 13. ¢b1, que en definitiva es
¢xf7 31. ¦c1 ¢e8 32. ¦xc4 1–0; un movimiento que muchas veces
Zdenco Jusic-Flavio Guido; 9ª ron- hay que hacer, más temprano que
da del Torneo abierto de Cannes, tarde. Veamos algunos ejemplos:
1995. b21) 13. ¦g1 ¦b8 (nada favore-
B) 10. £d2, con las siguien- ce al negro seguir con 13 ... £a5
tes ramificaciones: 14. h5 b4 15. h6!; 1–0 en 42 juga-
b1) 10 ... ¤de5 11. 0–0–0 (11. das; Ferdinand Hellers-Ludving
¥e2 ¤a5 12. 0–0–0 ¥d7 13. f4 Sandstrom; Malmo, 1988) 14. h5
¤ac4 14. ¥xc4 ¤xc4 15. £e2 ¦c8 b4 15. ¤a4! £a5 16. b3 ¥b7 17.
16. ¢b1 £b6 17. b3 £a5 18. ¦d3 ¢b1 ¦bc8 18. f3 ¦fd8 19. ¥h3
¤xe3 19. £xe3 ¦c5; 0–1 en 35 ¤e5 20. ¦g3 ¤c4?! Esto conduce
jugadas; Oleg Nikolenko-Tomasz al bloqueo temporal de la colum-
Markowski; 10ª ronda del Cam- na, lo que favorece el rápido avan-
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 213

ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 213

ce del blanco en el flanco rey. Era ¦xd7 ¥c8 25. ¥xe6+ 1–0; Peter
preferible hacer primero 20 ... Kenneth Wells-Romuald Mainka;
g6!?. El juego siguió con 21. bxc4 7ª ronda del Torneo abierto de Bad
£xa4 22. h6 ¥f8 Woerishofen (Alemania), 1995.
C) 10. f4 Aquí las negras han
8 continuado con:
7
c1) 10 ... a6 11. £f3 ¦e8 12.
0–0–0 ¥f8 13. g6!? fxg6, pero el
6
blanco responde con 14. ¤xe6!,
5 que sustituye la anterior 14. ¥c4.
4 El negro no tiene nada mejor que
3 aceptar la pieza con 14 ... ¦xe6
2
(14 ... £a5 15. ¤xf8 ¦xf8 16.
¦xd6+-) 15. ¥c4 ¤de. (si 15 ...
1
¤b6 se sigue con 16. ¥xb6 £xb6
a b c d e f g h
17. f5, con ventaja decisiva) 16.
Diagrama de análisis fxe5 ¤xe5 17. ¥xe6+ ¥xe6 18.
£g2 ¥g4 19. ¦df1 ¥e7 20. £g3
23. g6! Inicia el golpe final. 23 £d7 21. ¤d5 ¦e8 22. ¢b1 ¥d8
... hxg6 24. ¦xg6! e5 25. £d2 fxg6 23. ¦f4 h6 24. ¥d4 ¥e6 25. ¥c3
26. ¥e6+ ¢h7 27. ¦h1 £e8 28. g5?! Las negras no quieren per-
£h2 1–0; Tomas Wedberg-Lud- der la pareja de alfiles, pero no
ving Sandstrom; Malmo, 1988. quedaba mejor solución que cor-
b22) 13. ¢b1 ¦e8 14. ¦g1 ¥f8, y tar por lo sano y eliminar el caba-
ahora las blancas iniciaron un llo. 26. hxg5 ¥xg5.
avance incontenible con 15. h5
¥b7?! Una jugada que recuerda a 8
«Nerón tocando el arpa y Roma 7
ardiendo». En tales circunstancias 6
era necesario disponerse de inme-
5
diato para la defensa, con jugadas
como 15 ... ¤e5 o incluso 15 ... e5 4

16. £d5 ¦b8 17. g6 £e7 18. ¥g5 3


£e6 y de una forma u otra las ne- 2
gras se mantienen luchando por
1
sostener la posición. 16. g6! fxg6?
a b c d e f g h
Todavía había esperanzas de en-
contrar alguna salida con 16 ... Diagrama de análisis
£f6, pero ahora el ataque será de-
cisivo. 17. hxg6 h6 18. ¥xh6! gxh6 27. ¦xh6!! ¡Dos torres a dispo-
19. g7 ¥e7 20. ¥h3 ¥g5 21. £xd6 sición del mismo alfil! 27 ... ¥xh6
£b6 22. f4 £xd6 23. ¦xd6 ¥xf4 24. (en caso de 27 ... ¥xf4 28. ¤f6+!
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 214

214 LOS APORTES DE PAUL KERES

¢f7 29. £xf4+-; o si 27 ... gxh6 28. con análogo resultado.) 28. fxe7
¤f6+ ¢h8 29. ¤xd7 etc.) 28. ¤f6+ ¦e8 29. ¥g5 ¢g7 30. ¤d6 f6 31.
¢h8 29. ¤xd7 ¥xf4 30. £xf4 ¤xe8+ ¥xe8 32. ¥e3 y el final de-
¥xd7 31. ¥b4 ¦e6 32. b3! El peón be ser tablas. 27 ... ¦d4 28. ¥h6 Da
no puede ser tomado con 32. por sentado que el rey quedará
¥xd6?? por 32 ... ¦f6. 32 ... ¦f6 33. atrapado, pero en análogas cir-
£g3 ∆ ¥d6 33 ... ¦g6 34. £h4+ cunstancias se encuentra el monar-
¢g8 35. £e7! ¦e6 36. £d8+ ¢f7 ca blanco; todo depende de quién
37. £c7 ¢e7 38. £xb7 g5 39. £d5! tenga más cerca su caballo, y eso
Que amenaza ganar el peón con ya quedó definido en la jugada nú-
¥xd6. Ahora el negro esta obliga- mero veintisiete. 28 ... ¦xh4 29.
do a mover el bloqueador. 39 ... ¥g7 ¢h7 30. ¦e8 ¥f5 31. ¤b5 Re-
¤f7 40. e5! g4 Naturalmente, si 40 torna a la casilla que nunca debió
... ¤xe5 41. ¥xd6+ ¦xd6 42. abandonar. 31 ... ¦h2 32. ¤d6 ¤d4,
£xe5+ y, además, la amenaza £g5. y las negras, con un sólo movi-
41. exd6+ ¤xd6 42. ¢b2 g3 43. miento, han decidido la partida: 33.
£g5+ ¢e8 44. £xg3 1–0; Jozef ¦h8+ ¢g6 34. ¦h6+ ¢g5 35.
Franzen-Stefan Brzozka; partida ¤xf7+ ¢f4 36. ¤e5 ¦xc2+ 37. ¢d1
jugada por correspondencia, 1991. ¢e3. Ésta era la pieza que le falta-
c2) Pero recientemente se in- ba al negro para ganar, ¡y resulta
trodujo el plan 10 ... d5 11. exd5 que la trajeron las blancas! 38. f7
exd5 12. £d2 ¤b6 13. 0–0–0 ¥g4 ¦d2+ 39. ¢e1 ¦e2+ 40. ¢f1 ¦f2+
14. ¦e1 £d7, que proporciona a 0–1; Iliá Smirin-Tomasz Markows-
las negras una posición aceptable. ki; 11ª ronda a la memoria de Ru-
Nada concreto lograron las blan- binstein, Estación termal de Pola-
cas con 15. f5 ¦fe8 16. ¦g1 ¥h5 17. nica Zdroj, 1995.
¥b5 ¥f8 18. f6 ¤c4 19. ¥xc4 dxc4
➪ 10 ... a6
20. fxg7 ¥xg7 21. ¤db5, y tras el
cambio de damas las piezas negras De cierta manera el movimien-
se movieron mucho mejor: 21 ... to 10. £h5 es una provocación pa-
£xd2+ 22. ¥xd2 ¥g6 23. ¤d5 ra que el negro responda con 10 ...
¦xe1+ 24. ¦xe1 ¦d8 25. ¤f6+. Tra- g6 En una partida reciente se con-
ta de limitar la acción de los alfiles, tinuó aquí con 11. £e2 e5 12. ¤b3
pero esto condujo a un final muy ¤b6 13. 0–0–0 ¥e6 14. ¤d5 y las
interesante, en el que las negras ga- blancas están mejor, pues tomar el
naron luego de 25 ... ¥xf6 26. gxf6 caballo conduce a la pérdida de un
h5 27. ¤a3?! Saca del juego al ca- peón. 14 ... ¥xd5 15. exd5 ¤b4 Re-
ballo, cuando era incluso preferi- signándose a la pérdida pero,
ble buscar el empate con 27. ¦e7!? ¿dónde poner el caballo? 16. £b5!
ya que si 27 ... ¤xe7 (27 ... c3 28. ¤a6 17. ¤a5 £c7 18. ¤xb7 ¦fc8
¥xc3 ¤xe7 29. fxe7 ¦e8 30. ¥f6 19. ¦d2 £xb7 20. £xa6 £c7 21.
¥f5 31. ¤d6 ¥d7 32. ¤xe8 ¥xe8, £a5 ¦ab8 22. ¥a6 ¦d8 23. h5 ¥f8
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 215

ANTOLOGÍA DE UN ATAQUE MAGISTRAL 215

24. hxg6 hxg6 25. £b4 ¥g7 26. mos en el medio juego, algunas
£h4 ¤d7 27. ¥c4 ¦b4 28. £h7+ partidas que hemos estudiado
¢f8 29. ¥b3 a5 30. c3 ¤c5 31. ¥c2 muestran que las blancas logran
¦b7 32. f4 exf4 33. ¥d4 ¥xd4 34. ampliar poco a poco sus posibili-
¦xd4 1–0; Alexander Ivanov-Ma- dades; por ejemplo:
rio Frank; 2ª ronda del Torneo b1) 14 ... £c7 15. ¥b3 ¤c5 16.
abierto del Mundo, Filadelfia (EE. £e2 b5 17. g6! ¤xb3+ (17 ... fxg6
UU.), 1995. 18. h5 ¥b7 19. hxg6 h6; y ahora el
negro puede contraatacar con
➪ 11. 0–0–0 ¤xd4
...b4) 18. axb3 fxg6 19. h5 ¥d7 20.
En otras partidas se ha jugado hxg6 h6 21. ¦dg1 ¦e7 22. f5! b4
el plan 11 ... ¦e8 12. f4 ¥f8 con 23. ¦xh6!! gxh6 24. f6! bxc3 25.
las siguientes posibilidades: f7+ ¦xf7 26. gxf7+ ¢xf7 27. £f3+
1–0; Devaki Prasad-Sharad Tilak;
A) 13. ¥d3!± g6 14. £f3
India, 1990.
¤xd4?! (14 ... ¥g7 15. ¤de2±) 15.
b2) 14 ... b5 15. ¥b3 ¥b7 16. f5
¥xd4 e5 16. ¥e3 exf4 17. ¥xf4?!
b4 17. g6 fxg6 18. fxg6 h6 19. ¤b1
(17. £xf4!±) 17 ... ¤e5 18. £g3
¦c8 20. ¦hf1 ¥xe4 21. ¦de1 d5 22.
¥g7 19. ¥e2 ¥e6 20. h5 (20.
¤d2 ¥xc2 23. ¥xc2 e5 24. ¥g1
¢b1!? que amenaza ¤d5M) 20 ...
£a5 25. ¢b1 ¦xc2 26. ¢xc2 £xa2
¦c8 21. hxg6 hxg6 22. ¦h4 £a5.
27. £f5 ¤f6 28. ¦a1 1–0; R. Pérez-
Con juego complicado. El blanco
Rogelio Foyo; 7ª ronda del Torneo
insistió en sus propósitos haciendo
abierto ISLA (Instituto Latinoa-
23. ¦dh1, y el negro respondió
mericano de Ajedrez), Cuba, 1993.
tranquilamente con 23 ... ¦xc3! 24.
bxc3? (24. £xc3 £xc3 25. bxc3 ➪ 12. ¥xd4 b5 13. e5!
¥xa2=) 24 ... ¦c8 25. c4! ¤xc4 26.
£h2 £a3+ 27. ¢d1 £b2! (27 ... 8

£c3?? 28. ¦h8+) 28. ¥d3 ¢f8! 29. 7


¦h7 Una jugada que permite que 6
las negras ganen tiempo en conso- 5
lidar su ataque. Quizás fuese nece-
4
sario el cambio en d6. 29 ... ¥g4+
30. ¢e1 ¤e5! 31. ¥xe5 ¥xe5 32. 3

£h6+ (32. ¦xf7+ ¢e8!! 33. £h7 2


£c1+ 34. ¢f2 ¦xc2+) 32 ... ¢e8 33. 1
¢f2 ¦xc2+! 0–1; Claude Landen- a b c d e f g h
bergue-Elmar Maguerrámov; 6ª
ronda del Torneo abierto de Bad Esto es novedad de 1995, pero
Woerishofen, 1993. también se puede seguir con 13.
B) 13. ¥c4 ¤xd4 14. ¥xd4 ¥d3, y entonces no es bueno 13 ...
Aunque todavía apenas si esta- b4? por 14. ¤d5! exd5 15. ¥xg7!
Cap 3 159-221 20/9/17 12:04 Página 216

216 LOS APORTES DE PAUL KERES

£e8 16. ¥f6 1–0; Emil Szalanczy- las graderías en los minutos fina-
Víktor Gauríkov; 9ª ronda del les de un partido ya decidido, es-
Torneo a la memoria de Barcza, tamos llegando a la conclusión de
Debrecen (Hungría), 1988. este encuentro, y con él al sencillo
homenaje que hemos querido
➪ 13 ... d5?!
brindar a la especial naturaleza
Y la partida, en materia de te- que fue el gran maestro Paul Ke-
oría, se encuentra ya en tierra de res.
nadie, siguió una lucha sin cuar- Sabemos que el tema no ha si-
tel, que otorga al encuentro un do agotado, pues a cada instante
atractivo especial. encontramos nuevas referencias,
por el momento imposibles de in-
➪ 14. ¥d3 g6 15. £g4 ¥c5
corporar; pero llegamos al final
Si 15 ... ¤c5 16. ¥xc5 ¥xc5 17. de esta primera versión con la sa-
h5 ¥xf2 18. hxg6 fxg6 19. ¦xh7! tisfacción que deja la tarea cum-
¥e3+ 20. ¢b1 £xg5 21. £h3 con plida.
ventaja decisiva.
➪ 26. £xa7! Y las negras aban-
➪ 16. h5! ¥xd4 17. £xd4 donan.
£xg5+ 18. f4 £e7 19. hxg6 fxg6
20. f5! ...
Y no 20. ¤xd5?! £f7 y las ne-
gras se reponen.
➪ 20 ... gxf5 21. ¤xd5! exd5
Ahora ya no era lo mismo,
pues si 21 ... £f7 22. ¥xf5!
➪ 22. ¦dg1+! ¢h8 23. e6+ ¤f6
Tampoco salvan del desastre:
23 ... ¦f6 24. ¥xf5 ¤f8 25. ¦h6; ó
23 ... £f6 24. ¥xf5!!
➪ 24. ¥xf5 ¦a7
En caso de 24 ... ¥xe6 25.
¥xh7 £xh7 26. ¦xh7+ ¢xh7 27.
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rre en los grandes estadios, cuan-
do el público inicia la retirada de
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LA CAMPAÑA COMPLETA DE PAUL KERES


N° Año Competición Clas. J G P T Pts

1 1929 Parnu 2º 18 13 4 1 13, 5


2 Parnu-Viliandi (Raud) - 2 0 1 1 0, 5
3 1930 Tallín 1º 9 7 0 2 8
4 Parnu-Villandi (Lenke) - 2 2 0 0 2
5 1932 Tartu 1º 9 9 0 0 9
6 Parnu-Monsiakiule (Peet) - 2 2 0 0 2
7 1933 Parnu 1º 12 11 0 1 11, 5
8 Tallín 3º-4º 7 5 2 0 5
9 1934 Rakvere 2º 9 6 1 2 7
10 1935 Tallín 2º 8 5 2 1 6, 5
11 Tartu 1º 24 22 0 2 23
12 Olimpiada de Varsovia (1er tab.) 19 11 5 3 12, 5
13 Helsinki 2º 8 6 1 1 6, 5
14 Keres-Friedemann 3º 2 1 0 2
15 Keres-Kibberman 4º 3 1 0 3
16 1936 Tallin 1º 10 8 0 2 9
17 Parnu (Cto. por equipos) - 3 1 1 1 1, 5
18 Bad Nauheim 1º-2º 9 4 0 5 6, 5
19 Dresde 8º-9º 9 2 4 3 3, 5
20 Zandvoort 3º-4º 11 5 3 3 6,5
21 Olimpiada de Múnich (1er tab.) 20 12 1 7 15,5
22 Keres-P. Schmidt 7º 3 3 1 3,5
23 1937 Margate-Easter 1º-2º 9 6 0 3 7, 5
24 Estonia – Lituania (Mikenas) 2 1 0 1 1, 5
25 Ostende 1º-3º 9 5 2 2 6,
26 Praga 1º 11 9 0 2 10,
27 Viena 1º 6 4 1 1 4, 5
28 Kemeri 4º-5º 17 8 2 7 11, 5
29 Parnu 2º-4º 7 3 1 3 4, 5
30 Olimpiada de Estocolmo (1er tab.) 15 9 2 4 11
31 Semmering 1º 14 6 2 6 9
32 1938 Hastings 2º-3º 9 4 0 5 6, 5
33 Noordwijk aan Zee 2º 9 4 0 5 6,5
34 AVRO 1º-2º 14 3 0 11 8, 5
35 Tallin (Torneo por equipos) 6 4 0 2 5
36 Estonia-Lituania (Petrov) 2 0 1 1 0,5
37 Tartu (Estudiantil) 3 2 1 0 2
38 Keres-Stahlberg 8º 2 2 4 4
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218 LOS APORTES DE PAUL KERES

N° Año Competición Clas. J G P T Pts

39 1939 Leningrado - Moscú 12º-13º 17 3 4 10 8,


40 Margate 1º 9 6 0 3 7,5
41 Estonia - Lituania (Petrov) 2 2 0 0 2
42 Estonia - Lituania (Mikenas) 2 0 0 2 1
43 Olimp. de Buenos Aires (1er tab.) 19 9 4 6 12
44 Buenos Aires 1º-2º 11 7 1 3 8, 5
45 Keres-Euwe 14º 6 5 3 7,5
46 1940 Moscú (Cto. de la URSS) 4º 19 9 4 6 12
47 Estonia-Lituania (Mikenas) - 2 0 0 2 1
48 Tallín (Cto. por equipos) - 4 4 0 0 4
49 Tartu (Estudiantil) - 5 5 0 0 5
50 Tallin (Provincia) - 1 0 0 1 0, 5
51 Tallin-Nemme (Arulaid) - 1 1 0 0 1,
52 1941 Leningrado - Moscú 2º 20 6 4 10 11
53 1942 Tallin 1º 15 15 0 0 15
54 Salzburgo 2º 10 4 2 4 6
55 Munich 2º 11 6 2 3 7, 5
56 1943 Tallin 1º 11 6 1 4 8
57 Praga 2º 19 11 1 7 14,5
58 Poznan 1º 5 5 0 0 5
59 Salzburgo 1º-2º 10 5 0 5 7,5
60 Madrid 1º 14 12 0 2 13
61 1944 Lindkoping 2º 7 4 2 1 4, 5
62 Keres-Ekstrom 6º 4 0 2 5
63 1945 Riga 1º 11 10 0 1 10,5
64 Tallin 1º 15 11 0 4 13
65 Match Interclubs (Solmanis) 2 2 0 0 2
66 Tallin-Riga (Koblentz) 2 2 0 0 2
67 Match Interclubs (Beylin) 2 1 0 1 1,5
68 1946 Tiflis 1º 19 17 0 2 18
69 URSS - Inglaterra (Klein) 2 1 0 1 1,5
70 URSS - USA (Fine) 2 1 0 1 1, 5
71 1947 Leningrado 1º 19 10 1 8 14
72 Parnu 1º 13 7 1 5 9,5
73 Moscú 6º-7º 15 6 3 6 9
74 Estonia - Letonia (Koblenz) 2 2 0 0 2
75 Match Club contra Riga 2 2 0 0 2
76 URSS - Inglaterra (Alexander) 2 1 0 1 1, 5
77 1948 La Haya - Moscú (Cto. Mundo) 3º-4º 20 8 7 5 10,5
78 Moscú (Cto. de la URSS) 6º-9º 18 5 4 9 9,5
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CAMPAÑA COMPLETA 219

N° Año Competición Clas. J G P T Pts

79 1949 Moscú (Cto. de la URSS) 8º 19 7 4 8 11


80 1950 Budapest (Candidatos) 4º 18 3 2 13 9,5
81 Szozawno Droj 1º 19 11 1 7 14, 5
82 Moscú (Cto. de la URSS) 1º 17 8 2 7 11, 5
83 1951 Moscú (Cto. de la URSS) 1º 17 9 2 6 12
84 Kiev (Torneo por equipos) 3 1 0 2 2
85 1952 Olimp. de Helsinki (1er tab.) 12 3 2 7 6, 5
86 Moscú (Cto. de la URSS) 10º-11º 19 5 5 9 9, 5
87 1953 Tartu 1º 19 17 0 2 18
88 Zúrich (Candidatos) 2º-4º 28 8 4 16 16
89 1954 Olimp. de Amsterdam (4º tab.) - 14 13 0 1 13, 5
90 Estonia - Letonia (Tal) - 2 1 0 1 1,5
91 URSS - Argentina (Bolbochán) - 4 1 1 2 2
92 URSS - Francia (Tartakower) - 2 2 0 2 2
93 URSS - EE. UU. (Pavey y Kevitz) - 4 3 1 0 3
94 URSS - Suecia (Stolz) - 2 2 0 0 2
95 1955 Hastings 1º-2º 9 6 1 2 7
96 Moscú 7º-8º 19 7 4 8 11
97 Parnu 1º 10 9 0 1 9,5
98 Gotemburgo (Interzonal) 2º 20 9 2 9 13, 5
99 URSS - Hungría (3er tab.) - 7 3 0 4 5
100 1956 Olimp. de Moscú (3er tab.) - 12 7 0 5 9, 5
101 Moscú 7º-8º 15 4 2 9 8, 5
102 Ámsterdam (Candidatos) 2º 18 3 1 14 10
103 URSS - Yugoslavia - 7 2 1 4 4
104 URSS - USA (R. Byrne) - 4 3 0 1 3, 5
105 Keres-Unzicker 8º 4 0 4 6
106 1957 Moscú (Cto. de la URSS) 2º-3º 21 8 2 11 13, 5
107 Mar del Plata 1º 17 13 0 4 15
108 Santiago de Chile 1º 7 5 0 2 6
109 Viena (Cto. de Europa) - 5 1 0 4 3
110 URSS - Yugoslavia - 7 2 1 4 4
111 Estonia - Hungría (Barcza) - 2 0 2 0 0
112 1958 Hastings 1º 9 7 1 1 7, 5
113 Olimp. de Múnich (3er tab.) - 12 7 0 5 9,5
114 URSS - Yugoslavia (Gligoric) - 7 1 0 6 4
115 1959 Tiflis 7º-8º 19 5 3 11 10, 5
116 Zúrich 3º-4º 15 7 1 7 10, 5
117 Bled - Belgrado (Candidatos) 2º 28 15 6 7 18, 5
118 Estonia - Finlandia (Ojanen) - 2 0 0 2 1
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220 LOS APORTES DE PAUL KERES

N° Año Competición Clas. J G P T Pts

119 Moscú (Campeonato) - 8 5 0 3 6,5


120 Estonia - Letonia (Tal) - 2 0 0 2 1
121 1960 Estocolmo 3º 9 6 1 2 7
122 Parnu 1º 15 9 0 6 12
123 Olimp. de Leipzig (4ª tab.) - 13 8 0 5 10, 5
124 Estonia - Finlandia (Ojanen) - 2 1 1 0 1
125 URSS - Túnez/Italia - 3 3 0 0 3
126 URSS - Alemania Federal - 7 4 0 3 5, 5
127 Moscú (Campeonato) - 2 1 0 1 1,5
128 1961 Zurich 1º 11 7 0 4 9
129 Oberhausen (Campto Europa) - 8 4 0 4 6
130 Bled 3º-4º 19 7 1 11 12,5
131 Baku (Campto URSS) 8º-11º20 4 2 14 11,
132 1961 URSS - Yugoslavia - 5 1 1 3 2, 5
133 Riga (Campeonato) - 2 0 0 2 1
134 1962 Curazao (Candidatos) 2º-3º 27 9 2 16 17
135 Olimp. de Varna (4ª tab.) - 13 6 0 7 9, 5
136 URSS - Holanda - 2 0 0 2 1
137 Estonia - Finlandia (Ojanen) - 2 1 0 1 1, 5
138 Moscú (Cto. por equipos) - 5 2 0 3 3, 5
139 Keres-Guéler 8º 2 1 5 4,5
140 1963 Los Ángeles (Cop. Piatigorsky) 1º-2º 14 6 3 5 8, 5
141 Moscú 6º-7º 15 5 3 7 8, 5
142 Estonia - Finlandia (Ojanen) - 2 2 0 0 2
143 Moscú (Campeonato) - 8 4 1 3 5, 5
144 1964 Bewerwijk 1º-2º 15 8 0 7 11, 5
145 Buenos Aires 1º-2º 17 9 1 7 12, 5
146 Olimp. de Tel Aviv (4º tab.) - 12 9 1 2 12, 5
147 Estonia - Finlandia - 2 1 0 1 1, 5
148 Tallin - 2 1 0 1 1, 5
149 Hastings 1º 9 7 0 2 8
150 Marianske - Lazne 1º-2º 15 7 0 8 11
151 1965 Keres-Spasski 10º 2 4 4 4
152 Cto. URSS por equipos 7º 3 0 4 5
153 1966 Tallin (Cto. de la URSS) 6º 19 4 1 14 11
154 1967 Estocolmo 1º 9 7 0 2 8,
155 Moscú 9º-12º17 2 2 13 8, 5
156 Winnipeg 3º-4º 9 2 0 7 5, 5
157 1968 Bamberg 1º 15 9 0 6 12
158 Keres-Suiza (entrenamiento) 18º 15 0 3 16,5
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CAMPAÑA COMPLETA 221

N° Año Competición Clas. J G P T Pts

159 Estonia - Finlandia (Westerinen) 2º 0 0 2 1


160 1969 Wijk aan Zee 3º-4º 15 6 1 8 10
161 Tallin 2º-3º 13 5 0 8 9
162 Bad Luchacovice 2º 15 7 1 7 10, 5
163 Estonia - Finlandia (Westerinen) 2º 1 0 1 1,5
164 Estonia - Bulgaria 2º 0 0 2 1
165 1970 Budapest 1º 15 5 0 10 10
166 URSS - Resto del mundo (Ivkov) - 4 2 0 2 3
167 Kapfenberg (Cto. Europa) - 5 5 0 0 5
168 Estonia - Bulgaria (Bobótsov) 2º 0 0 2 1
169 1971 Tallin 1º-2º 15 8 0 7 11, 5
155 I.B.M. Ámsterdam 2º-4º 15 4 1 10 9
156 Parnu (75º Aniv. del Club) - 13 7 5 1 9, 5
156 URSS - Yugoslavia 4º 1 0 3 2,5
157 1972 Sarajevo 3º-5º 15 4 0 11 9, 5
158 San Antonio 5º 15 6 2 7 9, 5
158 México 3º 3 0 0 3
159 1973 Tallin 3º-6º 15 6 3 6 9
160 Dortmund 6º-8º 15 3 1 11 8, 5
161 Cto. URSS por equipos - 4 2 0 2 3
162 Interzonal Petrópolis (Invitado) 12º-13º17 3 4 10 8
163 Moscú (Cto. de la URSS) 9º-12º 17 1 2 14 8
164 1975 Tallín (Campeonato) 1º 15 6 0 9 10, 5
165 Vancouver (Canadá) 1º 10, 5

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