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Canada
Canadá
Flag of Canada.svg
Escudo
Himno: O Canada
0:00
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45°24′ N 75°40′ O
Gentilicio Canadiense1
Jefe de Estado
Gobernador
Primer MinistroIsabel II
David Johnston
Stephen Harper
Independencia
• Declarada
1 de julio de 1867
11 de diciembre de 1931
• % agua 8,62%
(C$, CAD)
Prefijo telefónico +1
Miembro de: TLCAN, Mancomunidad de Naciones, ONU, OEA, OTAN, APEC, OCDE, OSCE, G-8, G-20
El territorio ocupado por Canadá fue habitado por los diversos grupos de su población aborigen
durante milenios. Desde finales del siglo XV, numerosas expediciones británicas y francesas
exploraron a lo largo de la costa atlántica, donde más tarde se establecieron. Francia cedió casi
todas sus colonias norteamericanas en 1763 después de la Guerra Franco-india.
La federación canadiense consta de diez provincias y 3 territorios. Está gobernada como una
democracia parlamentaria y monarquía constitucional con Isabel II como jefe de estado. Es una
nación bilingüe con el inglés y el francés como lenguas oficiales en el ámbito federal.
Canadá es un país muy rico y muy desarrollado. Ellos se an ido enriqueciendo gracias a que son un
país muy organizado, muy trabajador, con grandes empresas, buenas materias primas y con un
gobierno ordenado. Pero no todos los canadienses son ricos, también existe un gran numero de
población pobre. Ahora tratare de hablar sobre la riqueza y la pobreza en Canadá
LA POBREZA:
En primer lugar habría que definir la pobreza en el contexto canadiense ya que cada quien en su
país tiene un concepto de pobreza distinto.En Canadá los niveles de pobreza son varios. Existen
comunidades indígenas con niveles de pobreza muy agudos pero comparados con la pobreza de
comunidades indígenas en Latinoamérica o África, su pobreza no es tan grave. Existe pobreza
urbana en las ciudades canadienses. Es muy probable que en la ciudades grades nos encontremos
con indigentes en las calles. Estas personas no acarean solo problemas económicos, sino que
presentan problemas de adicciones, drogas, alcoholismo, entre otros.
Otro problema económico son los "working poor" que son personas que trabajan, pero que no
genera los recursos suficientes para alcanzar los niveles superiores a la pobreza. Hay organismos
publico y privados a cargo de este problema, pero ellos se rigen según los índices de pobreza, que
varían según la ciudad.
También nos encontramos con familias que tienen un "jefe de familia" (jeneralmente mamá) y por
lo tanto una sola fuente de ingreso lo que hace que la mayoría de estas familias sean pobres.
Chair's Title
Problemática general
Los desafíos sociales y culturales en Canadá son múltiples: bilingüismo, inmigración, conexión
tecnológica en red, gobierno electrónico, sistema de salud, envejecimiento de la población,
ecología, compromiso con soluciones pacíficas en el ámbito internacional, inversiones en el
extranjero, liberalización de los intercambios comerciales, etc. Todos estos desafíos se relacionan
con la problemática que atañe a los estereotipos, los desplazamientos culturales, las imágenes de
sí y la alteridad.
Para lograr mantener o para acrecentar su potencial competitivo, la población canadiense debe
aumentar su sensibilidad en relación con la innovación y la extensión de una política social
durable, ya que este tipo de política, por un lado garantiza un funcionamiento seguro para todos y
por otro, permite encauzar las energías hacia los campos en los que se despliega la competitividad.
Ésta se afirma en la capacidad de arriesgar la innovación a niveles culturales, tecnológicos y
económicos, puesto que en el contexto de los intercambios mundiales contemporáneos, la
capacidad de capitalizar y de manipular el conocimiento es primordial.
Los desafíos sociales y culturales en Canadá son múltiples: bilingüismo, inmigración, conexión
tecnológica en red, gobierno electrónico, sistema de salud, envejecimiento de la población,
ecología, compromiso con soluciones pacíficas en el ámbito internacional, inversiones en el
extranjero, liberalización de los intercambios comerciales, etc. Todos estos desafíos se relacionan
con la problemática que atañe a los estereotipos, los desplazamientos culturales, las imágenes de
sí y la alteridad
El país norteamericano ha otorgado 1.000 visas temporales de trabajo y residencia para jóvenes
Los emigrantes utilzan el permiso de un año para intentar quedarse
ESPECIAL EXPATRIADOS
Archivado en: Españoles extranjero Crisis económica Canadá Recesión económica Coyuntura
económica Norteamérica Migración América Demografía Economía Sociedad
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Canadá busca soldadores y electricistas extranjeros. Muchos, hasta 3.000 en un año. Y el país
también quiere abrirse a los jóvenes, ofreciéndoles trabajar durante un año. Ambas noticias, con
las abultadísimas cifras españolas de paro, han generado muchísima expectación, teniendo en
cuenta, además, que el país norteamericano necesitará 320.000 obreros hasta 2020. Pero, ¿cómo
es la vida de quienes han viajado hasta allí?
Es fácil entrar para los jóvenes pero difícil quedarse más de un año. El programa Experiencia
Internacional Canadá, un proyecto que tiene tres años de vida, otorgó este 2013 la oportunidad de
entrar en el país con permiso de residencia y de trabajo a 1.000 españoles. La mayor parte de
estos visados (750), que se denominan Working Holiday Visa (WHV), se activa cuando entras al
país. Fuentes diplomáticas canadienses aseguran que este visado "no favorece la inmigración, sino
el intercambio de jóvenes, ya que sí se trabaja, pero sólo de manera provisional", aunque muchos
de los españoles que deciden dar el salto no van con esta idea: quieren quedarse.
"Cuando salen las WHV en España, se acaban a los cuatro días. La gente se quiere ir pero hay que
mirar la letra pequeña", dice Melodie Pozo, de 25 años, en la cafetería de un hotel de Toronto.
Llega abrigada en un día poco veraniego, junto a Patricia Molina, otra española con la que vive.
Tienen muchas ganas de contar su experiencia en la ciudad, denominada la Nueva York de Canadá
por sus grandes edificios de viviendas y oficinas, avenidas, y un skyline a la orilla del Lago Ontario. .
"Tienes que venir con 2.500 euros, un seguro médico de un año y no te garantizan el trabajo,
simplemente te dejan entrar y tú te buscas la vida", aclara esta joven que emigró "para lograr un
buen currículo y aprender inglés”. "Llegué sin trabajo pero conseguí uno muy pronto en una
aerolínea –Porter Airlines-, pero con lo que gano es difícil llegar a fin de mes. El sueldo mínimo en
Canadá es de 10,25 dólares la hora, y yo la cobro a 12,25 dólares", continúa Pozo, diplomada en
Turismo. “Todo es carísimo, tomarte un café, la casa. Es la gran traba”, recalca. “Con esta visa se
supone que solo puedes trabajar seis meses 20 horas a la semana, aunque muchos no lo cumplen,
y usan la WHV como trampolín”. Fuentes de la Embajada de Canadá en España rectifican esta
información: el visado es de un año y no hay límite de horas. Se puede trabajar a tiempo
completo".
Canadá en corto
Para poder trabajar se necesita tener un contrato de trabajo o una oferta firme de empleo. Uno de
los primeros trámites que un recién llegado debe realizar es solicitar un número de la Seguridad
Social (SIN). Teniendo residencia permanente o residencia temporal se tiene derecho a conseguir
ese número. Para más información visita la web de la Consejería de Empleo en Canadá
Toronto es anglófona, “aunque es muy importante saber francés por la proximidad con Quebec –
que es bilingüe- y Montreal”, apunta. “El inglés es totalmente necesario aunque no te piden
ninguna prueba de nivel, o por lo menos a mí no me la pidieron. Y en cuanto a la homologación del
título no fue necesaria, mi trabajo no está dentro de los cualificados”, prosigue Pozo. “Yo creo que
si eres ingeniero o arquitecto, que es la profesión de moda aquí, puedes vivir muy bien, pero con
un trabajo cobrando dos dólares más del mínimo establecido, puedes tan sólo sobrevivir”. “Si
vienes con una carrera más inferior, o con una como la mía que no se demanda tanto, va a ser más
difícil”, explica. “El que quiera viajar, que se informe, que ahorre. Hay trabajo, pero tienen que
mirar bien. Donde hay más ahora mismo es en Alberta, un lugar situado en el centro del país y
cuya industria petrolífera es muy importante”, termina.
Melodie llegó a Canadá junto a Patricia Molina. Ella estudió Turismo y un máster en
Comunicación. "También vine con la WHV. La pedí hace un año, después de hacer 10 entrevistas
en Barcelona, donde me ofrecían trabajos de 400 euros al mes, finalmente elegí uno de
comunicadora en Bruselas. Debido a esto esperé a terminar el contrato para viajar a Canadá –la
WHV tiene fecha de caducidad y si te pasas de tiempo, la pierdes-”, prosigue. “Ahora están
endureciendo las medidas para conseguir la visa. El Gobierno de Canadá se ha dado cuenta de que
la gente viene a quedarse. Son muchos los que llegan, por ejemplo, como turistas y cuando
encuentran trabajo se van a Búfalo (Nueva York) y activan la WHV. Es como si entraran por
primera vez, pero no sé cuán fiable es”, explica Molina. La Embajada de Canadá replica que no se
está produciendo ningún endurecimiento en la tramitación de la visa. "Los requisitos son los
mismos", explica una portavoz.
“Hay más oportunidades para los trabajadores no cualificados que para los cualificados, para estos
tardas más y los procesos de selección son muy largos. Tras meses de pasar por empleos no
acordes con mis estudios, ahora he encontrado uno en lo mío. Estoy en pleno proceso de
selección”, continúa. Mientras espera el resultado, trabaja en una tienda de donuts a tiempo
completo. “El gran hándicap es el tiempo. Con la WHV dispongo de nueve meses y medio para
conseguir quedarme. Si encuentro en este tiempo trabajo en lo mío me quedo, si no, me iré. Aquí
sientes que eres un inmigrante. Nadie te ayuda, si no te espabilas, te vas”, concluye tajante
Molina.
Canadá ofrece otros 200 visados a jóvenes profesionales que cuentan con una oferta de trabajo o
un contrato en vigor. Se llama Young Professional Visa y el trabajo ha de estar relacionado con el
itinerario educativo que haya cursado el solicitante o con su experiencia profesional. Carlos
Sánchez, que tiene 28 años y es de Málaga, vino a Toronto hace seis meses con este tipo de
visado. “Vi una oferta interesante, me apunté y me lo dieron tras varias conversaciones por Skype
y una entrevista in situ. En España estaba trabajando, pero mis condiciones eran muy malas.
Trabajo en una start up -empresa de nueva creación- y aquí las condiciones laborales son mejores.
La diferencia fundamental es el trato al trabajador: confían en ti, fomentan la iniciativa propia y el
salario es mejor”, termina Sánchez.
También se puede conseguir la Young Professional Visa cuando estás trabajando en Canadá. “Es el
salto lógico tras la WHV, si te quieres quedar”, explica Miren Etxezarreta de 32 años, una
arquitecta que vive en Toronto y cuya pareja es canadiense. “Mi estrategia fue conseguir primero
la WHV en abril de 2012 y sabía que tenía un año para conseguir la Young Professional, con la que
puedes cambiar de empresa, pero siempre en tu profesión. Ya la he tramitado y ahora solo estoy
esperando a que llegue el papelillo”, sostiene esta joven que se encuentra en pleno proceso de
conseguir la residencia permanente gracias a registrarse como pareja de hecho –es el único país
de América que permite hacer esto y que con tan solo un año de convivencia obtienes el permiso
permanente- .
El principal problema con el que me encontré fue que siempre me pedían tener experiencia
laboral en Canadá, lo que si acabas de llegar, es imposible
“La gran diferencia con España es que el ambiente laboral en Canadá es muy bueno, se te respeta.
Además, si la compañía es grande consigues tras tres meses de trabajo masajes, servicios dentales
y oftalmológicos, entre otros, y puedes solicitar la Seguridad Social –que es pública-. Lo más
importante es que tu puesto está bien definido, si eres diseñador trabajas como diseñador. No
recomiendo que nadie se venga a lo loco”, dice la joven.
Ernesto Lapiedra es ingeniero técnico de topografía en Montreal y su sector ha sido uno de los
más azotados por la crisis en España. “Llegué en septiembre de 2009 y tras un centenar de
currículos enviados, la primera empresa que se interesó por mí fue una situada en St Georges, en
Beauce (Québec). Es una zona agrícola, en la que no están acostumbrados a ver extranjeros y las
temperaturas llegan a los -40 grados en el invierno”, explica este joven vía correo electrónico.
Durante los más de dos años que estuvo allí, su principal dificultad fue el "dialecto quebeco-
francés" con el que tuvo que lidiar todos los días en la obra. “Pasados los seis primeros meses, me
cansé de la vida campestre y decidí irme a Montreal”, explica La Piedra.