Está en la página 1de 3

¿Por qué hacer proyectos con tecnología?

Lila Pinto
Cuando me preguntan por qué...
¿Por qué dedicar tiempo y entusiasmo en la construcción de proyectos pedagógicos a
través del uso de nuevas herramientas y recursos tecnológicos? ¿Qué significado
adquieren las nuevas tecnologías de la información y la comunicación para nosotros,
educadores preocupados por la buena enseñanza? Los que hacemos el Taller creemos
que hay motivos significativos para la tarea de educar que nos inspiran y mueven a
adentrarnos en la aventura de la construcción de proyectos pedagógicos con tecnología.
En este artículo los compartimos con ustedes.

En muchas ocasiones me han preguntado por qué: ¿por qué te interesa


la tecnología educativa? ¿Por qué ponés tanto entusiasmo en el
desarrollo de proyectos pedagógicos con tecnología? Cada vez que
algún colega me pregunta por qué, pienso en tres razones que me
resultan profesionalmente significativas, tres motivos que me hacen
sentir un interés especial en estos temas, tres respuestas vinculadas con aspectos
centrales de nuestra tarea cotidiana de educar.

¿Por qué pensar en a la construcción de proyectos pedagógicos con nuevas


tecnologías?
1. Porque como educadores necesitamos adentrarnos en el desafío que las nuevas
tecnologías generan hoy en los procesos de construcción del conocimiento. La
explosión de la Web, a comienzos de la década del 90, puso de manifiesto la enorme
transformación que las nuevas tecnologías generan en los modos de acceder a la
información y trabajar con ella en la construcción del conocimiento. La red de redes -
Internet -, poderosas bases de datos, publicaciones electrónicas, enciclopedias
multimedia, son algunas de las fuentes que hoy utilizan alumnos de todas las edades
para la elaboración de sus trabajos. Pero no sólo las fuentes de información se ven
transformadas. También las herramientas que utilizamos para interactuar con ellas son
nuevas. Diversas aplicaciones informáticas (procesadores de texto, reproductores y
editores de sonido, planillas de cálculo, editores de imágenes, etc.) nos permiten hoy
manipular textos electrónicos, documentos de imágenes y sonidos, generando productos
de nuevo tipo. También, y de manera muy poderosa, las nuevas tecnologías transforman
el escenario y los modos en los que las comunidades académicas, científicas y
profesionales trabajan. Es conocido el caso de la medicina y su transformación a la luz
de las nuevas tecnologías de diagnóstico por imagen. Simulaciones y poderosos
procesadores de datos permiten la realización de tareas científicas, imposibles de ser
llevadas a cabo sin estas herramientas. Encontramos ejemplos de esto en áreas como la
genética y la física cuántica. En las humanidades y las ciencias sociales, la publicación y
la comunicación electrónica han acelerado de manera sustantiva la producción, difusión
y discusión de los trabajos de investigación. En síntesis, los procesos de construcción,
circulación y legitimación del conocimiento se ven fuertemente entrelazados con los
procesos de construcción, circulación y legitimación de las nuevas tecnologías en
diversos ámbitos sociales, académicos y
profesionales. Por supuesto, con las
transformaciones vienen los desafíos. ¿Qué
aprenden nuestros alumnos cuando utilizan
estas nuevas fuentes de información y qué
necesitan aprender? ¿De qué manera
construimos con ellos criterios para la
validación de la información y criterios para la
construcción de nuevos textos que incorporan
una interesante diversidad de modos de
expresión y representación? ¿Cómo podemos potenciar las nuevas herramientas de
comunicación para acercar a nuestros alumnos a las comunidades académicas,
científicas y profesionales que activamente producen y discuten conocimiento a través
de Internet? Es indudable que se abren numerosos interrogantes a partir de estas nuevas
tecnologías y su relación con los procesos del conocer. Pero es precisamente la
existencia de esa relación, es decir la relación nuevas tecnologías-conocimiento, lo que
nos compele a ocuparnos de estos interrogantes como educadores de cara al futuro.

2. Porque como educadores resulta imprescindible comprender los múltiples


modos en los que las nuevas generaciones se comunican, se expresan y se acercan a
conocer el mundo.
Nuestros alumnos están creciendo en una nueva ecología
comunicativa. Para ellos los teléfonos celulares, la computadora, las
consolas de videojuegos, la televisión por cable, los reproductores
de MP3, Internet, las cámaras fotográficas digitales, etc., son parte
inherente a los modos en los que la gente se comunica e interactúa.
Reconociendo diferencias socioeconómicas que impactan en el
acceso y uso, los niños y jóvenes de hoy viven en un mundo
comunicacional sustantiva y cualitativamente diferente al que
nosotros conocimos en nuestra infancia. Sus tiempos para conversar, para leer, para
escribir, para pensar, se ven fuertemente atravesados por sus experiencias en esta nueva
ecología comunicativa. El ocio y el entretenimiento, como sabemos, también se
encuentran transformados por las nuevas tecnologías. Esta generación es la que hoy
encontramos en nuestras aulas. Una generación que lee textos complejos en términos de
sus diferentes modos de representación, una generación que simultáneamente envía
mensajes de texto, chatea y conversa cara a cara con otra persona, una generación
acostumbrada al ensayo y error a través de los videojuegos. ¿Cuáles de estas
experiencias entran en la escuela y cómo lo hacen? ¿Qué saberes propios de esta
generación se entrecruzan, complementan o contradicen con los saberes escolares?
¿Cómo interpretamos los procesos de construcción de conocimiento de nuestros
alumnos en relación con sus experiencias comunicativas fuera de la escuela? Animarnos
a pensar proyectos con tecnología para el aula nos invita seriamente a pensar en estos y
otros interrogantes, a conocer y reconocer a esta nueva generación y sus modos de
expresión y comunicación.

3. Porque como educadores podemos apropiarnos de estas tecnologías como


herramientas para la imaginación pedagógica.
Los cambios generan incertidumbre, pero también oportunidades. Las transformaciones
y los interrogantes planteados hasta el momento no son sino oportunidades para
animarnos a imaginar nuevos escenarios educativos. En general nuestras experiencias
con las nuevas tecnologías suelen ser de consumo y uso: a través de ella resolvemos
tareas, ahorramos tiempo, compramos cosas, realizamos trámites, consultamos
información, etc. Sin embargo, cuando de proyectos pedagógicos se trata, podemos
pensar en las nuevas tecnologías, apropiándonos de ellas como herramienta para
imaginar nuevos entornos de trabajo, nuevas actividades de aprendizaje, nuevas
propuestas de enseñanza. En síntesis, como educadores es posible vincularnos con las
nuevas tecnologías de manera que las mismas nos permitan reflexionar acerca de lo que
hacemos, cómo lo hacemos y cómo podemos hacerlo. Podemos apropiarnos de la
tecnología para crear proyectos que se acerquen a la educación que deseamos construir
en nuestras aulas. Pero aclaremos: no es "la tecnología" la que nos permite producir
estos cambios, sino nuestra decisión de imaginar con y a través de ella. El motor de la
imaginación pedagógica a través de las nuevas tecnologías reside en nuestro
compromiso de producir proyectos pedagógicos de fuerte sentido educativo en esta
nueva ecología epistemológica y comunicativa en la que hoy nos toca enseñar.

Son estas, entonces, las tres razones por la cuales me interesa, me


entusiasma y me apasiona pensar en el complejo entramado
educación-nuevas tecnologías. Y digo complejo entramado porque
reconozco que no es fácil la tarea que nos espera. Sé, sabemos, que
iniciar proyectos genera nuevos y más desafíos. Sabemos que hay
dimensiones contextuales, institucionales, políticas, sociales, etc.
que muchas veces nos ponen obstáculos y dificultan el camino.
Pero también sabemos que vale la pena el intento y el esfuerzo.
Numerosos docentes dan testimonio de ello. Encarar proyectos de innovación en
relación con la propia práctica nunca es fácil, pero es sin duda parte del compromiso
profesional que asumimos cuando decidimos dedicarnos a la enseñanza. En síntesis,
desarrollar proyectos con nuevas tecnologías es, desde nuestra perspectiva, una
oportunidad: oportunidad para imaginar, para reflexionar, para innovar reconociendo los
contextos singulares en los que estas experiencias se llevan a cabo. Es también, y no
menos importante, una oportunidad para encontrarnos, para conocer otros colegas y
compartir experiencias. En el Taller estamos para acompañarlos en este desafío y para
crear este espacio en el que encontrarnos sea posible....gracias a las nuevas tecnologías!

Lila Pinto, 2007

Taller de proyectos con Tecnologías, Educared.

También podría gustarte