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LA IGLESIA VIVA Y ACTIVA

¿Cómo lograr que nuestra congregación crezca?


¿Le suena familiar esa pregunta? Probablemente sí. Es el mismo interrogante que se formula
hoy infinidad de ministros cristianos en todo el mundo.
Existen muchos métodos para hacer crecer la congregación: células o grupos pequeños, con
campañas evangelísticas, promover películas al aire libre, repartir volantes,comprar libros
sobre crecimiento de la iglesia, etc…
Es bueno planificar y hacer maneras para que nuestra Iglesia crezca. Sin embargo nada de esto
nos da frutos si no se toma como principio los siete puntos bíblicos que quiero tocar esta
mañana.
El crecimiento de la Iglesia: EL PROPÓSITO DE DIOS
Desde el momento en el que se estableció la Iglesia, de la que usted y yo somos parte activa, el
propósito de Dios ha sido su crecimiento. Es el medio a través del cual se extiende el Reino. El
problema se centra en la existencia de congregaciones raquíticas, que se conforman con el
paso de los años sin que ganen una nueva alma para el Evangelio. Y cuando eso ocurre, cuando
una sola persona llega a los pies de Cristo, hacen fiesta como si fuera algo extraordinario.
Debemos tener una fe ambiciosa, en el buen sentido de la palabra, si queremos ver crecer y
establecer a nuestra iglesia entonces debemos de ser activos.
Como dice la frase del canal dos ¡PIENSA EN GRANDE!
Veamos estos siete principios bíblicos
1. LA UNIDAD DE LOS CREYENTES
Somos nosotros, como ovejas, ese conjunto de creyentes; no es sólo el consistorio ni el pastor
ni ningún otro líder. Somos todos nosotros quienes debemos de hacer crecer la iglesia. Y eso es
lo que Dios quiere, VERNOS UNIDOS, y no separados haciendo por nuestro lado lo que a ti y mi
nos parece que necesita la Iglesia. Veamos que dice:
Pro_11:14 Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo;
Mas en la multitud de consejeros hay seguridad.
Pro_14:28 En la multitud del pueblo está la gloria del rey;
Y en la falta de pueblo la debilidad del príncipe.
Pro_15:22 Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo;
Mas en la multitud de consejeros se afirman.
Pro_20:15 Hay oro y multitud de piedras preciosas;
Mas los labios prudentes son joya preciosa.
Pro_24:6 Porque con ingenio harás la guerra,

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Y en la multitud de consejeros está la victoria.
Asi que hermanos uno de los principales distintivos de la Iglesia del Señor, es la UNIDAD.
Los primeros tres capítulos del libro de los Hechos de los Apóstoles arrojan una poderosa
enseñanza respecto al profundo impacto que generaron los creyentes y de qué manera, la
congregación se multiplicó rápidamente: “Y estando juntos, les mandó que no se fueran de
Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre,    la cual, les dijo, oísteis de mí.  Porque
Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu
Santo  dentro de no muchos días.  ” (Hechos 1:4)
La unidad es fundamental. Nadie es más importante que otro al interior de la congregación.
Todos estamos enfocados a un solo propósito: Glorificar a Dios con nuestros dones y talentos.
Por ese motivo, no podemos decir que aquella denominación es más importante que la
nuestra debido a que su membrecía es mayor. Todos—absolutamente todos—somos valiosos
en el Reino, aun cuando nuestra congregación tenga unos cuantos hermanos en la fe
reuniéndose (Cf. Romanos 12:4-13).
2. OBEDIENCIA A LOS MANDATOS DE DIOS
¿Cuándo una iglesia sienta las bases para su crecimiento? Cuando a la unidad de los creyentes,
sumamos un segundo elemento de trascendencia: la obediencia a los mandatos de Dios. ¿La
razón? Hoy día es fácil escuchar doctrinas sin fundamento bíblico, que atrae millares de
personas pero –por falta de solidez—tales creyentes terminan yéndose o perdiendo su vida en
absurdas discusiones que no lo edifican
El momento despues de su resurección estando con sus discípulos les dijo: “ Una vez, mientras
comía con ellos, les ordenó: No se alejen de Jerusalén, sino esperen la promesa del Padre, de la
cual les he hablado: Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán
bautizados con el Espíritu Santo.” (Hechos 1:4-5). Y Cuando se despidieron del amado Señor
Jesús, regresaron a su punto de concentración, fieles al mandato del Señor: “Y estando ellos
con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos
varones con vestiduras blancas,  los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué
estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá
como le habéis visto ir al cielo.  Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del
Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo.  ” (Hechos 1:10-12)
 Obediencia. Una sola palabra, pero ¡tan difícil de aplicar! ¿Por qué? Porque todos queremos
hacer las cosas a nuestra manera. Gobernarnos solos. Eso lo puede apreciar en su relación de
familia pero también en la Iglesia. Hay líderes que no se someten al pastor porque se sienten

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súper cristianos y creen que no deben seguir las orientaciones o consejos de sus hermanos. En
una congregación así, jamás se producirá un avivamiento.
3. BÚSQUEDA SINCERA EN ORACIÓN
 Las actividades en la iglesia son muy importantes; es necesario mantener roles dentro de la
iglesia pero, el activismo  sí es perjudicial; es decir venir a la iglesia con solamente cumplir con
tu rol como miembro, tan solo te hará conformista. Es esencial que los creyentes tomen
tiempo para una sincera búsqueda de Dios. Está por encima de todo lo demás. Es en la oración
donde el creyente puede mantener su vida en actividades productivas y beneficiosas, tanto
para uno mimos como para la Iglesia.
¿Qué fue lo primero que hicieron los discípulos tras despedirse del Señor Jesús? Reunirse,
como Él les instruyó—obediencia–, y volcar nuestros esfuerzos a buscar el rostro del Señor en
oración, meditación de Su Palabra y escucha de Su voz:
“Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe,
Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de
Jacobo.  Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María
la madre de Jesús, y con sus hermanos.  ” (Hechos 1:13, 14)
La Escritura es específica al señalar que perseveraban, es decir, eran constantes. Todo el
tiempo, sin desmayar. Y esa perseverancia se manifestaba en oración. La Iglesia debe buscar a
Hacedor; el hijo debe buscar a su Padre y los creyentes debemos buscar de Dios, siempre. Es el
fundamento para que una iglesia crezca y el aumento de sus miembros sea cada vez mayor.
4. DARLE A DIOS EL PRIMER LUGAR
Cuando le otorgamos el primer lugar a Dios, todo proyecto tiene asegurada la victoria, y más
cuando se trata de la iglesia (Cf. Salmo 127:1-3) No somos usted y yo como líderes los más
importantes. El verdaderamente importante es el Señor. Nada más que Él.
Los primeros creyentes oraban y predicaban. La Biblia relata que el apóstol Pedro
compartió  ante un nutrido número de personas reunidas en el aposento alto, la necesidad de
escoger reemplazo para Judas: “En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y
los reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo:  Varones hermanos, era necesario que
se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de
Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús,  y era contado con nosotros, y tenía parte en
este ministerio.  Este, pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de
cabeza, se reventó por la mitad…. Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado
juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros… Y
señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías.  Y

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orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has
escogido,  para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por
transgresión, para irse a su propio lugar.  Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y
fue contado con los once apóstoles.  ” (Hechos 1:15-26)
Los planes y proyectos pueden sonar interesantes y atrayentes, por su aparente eficacia, pero
al primero que debemos pedir orientación sobre la ruta a seguir, es a nuestro amado Dios. Él
debe ser quien, por la obra de Su Espíritu Santo, nos oriente en la toma de decisiones…
 Cabe aquí resaltar que las estrategias que han funcionado en una iglesia, no necesariamente
lo serán en otra denominación. Dios tiene un plan para cada grupo de creyentes. Jamás olvide
que Él trata con nosotros de manera individual.
5. DEPENDENCIA DEL ESPÍRITU SANTO
Una iglesia dinámica, que crece, es una iglesia que se deja mover por el Espíritu de Dios, como
ocurrió con los creyentes del primer siglo: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos
unánimes juntos.  Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que
soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;      y se les aparecieron lenguas
repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.  Y fueron todos llenos del
Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que
hablasen.  Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo
el cielo.  Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les
oía hablar en su propia lengua.  Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son
galileos todos estos que hablan?…” (Hechos 2:1-7)
Cuando es el Señor quien se mueve en nuestra existencia, el poder de Dios respalda la
predicación del Evangelio y todo cuanto hacemos, Necesariamente—y permítame resaltar esta
palabra–, la iglesia crece. Como consecuencia de ese mover sin precedentes del Espíritu
Santo “…los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres
mil personas.  Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros,
en el partimiento del pan y en las oraciones.  ” (Hechos 2:41, 42)
No era necesario presionar a nadie: todos querían ser parte de ese algo inexplicable que se
estaba dando entre los creyentes. RECUERDA QUE DIOS ES TODOPODEROSO. Hermana y
hermano renueva tus pensamientos y reaviva todo tu ser. No dejes que el fuego de Dios que es
Su Espíritu se quede tan sólo como una “chispa” Efesios 4:30 “Y no contristéis al Espíritu
Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” Sino: Hebreos 1:7
“Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama

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de fuego.” Salmo 104:4 “El que hace a los vientos sus mensajeros, Y a las flamas de fuego sus
ministros.”
6. VIVIR EL EVANGELIO
La mejor predicación es la que se hace con los hechos. Nadie será influenciado por mi o por ti
sino vivimos en el Espíritu; porque cuando no vive del Espíritu, vive del Evangelio.
¿Ya naciste de nuevo? Pues entonces ya diste tu primer paso en el Evangelio. ¿Queremos
seguir dando los pasos en ÉL? Entonces en lo que decimos y hacemos debe reflejar Su
Evangelio:
Romanos 1:16-17 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el
evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe
vivirá.”
Los primeros cristianos no sólo predicaban las Buenas Nuevas de Salvación sino que vivían el
Evangelio: “Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por
los apóstoles.  Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las
cosas;    y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de
cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas,
comían juntos con alegría y sencillez de corazón,  alabando a Dios, y teniendo favor con todo el
pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.  ” (Hechos 2:43-47)
A través de la iglesia el poder de Dios es manifestado. Se predicaba el Evangelio, los enfermos
recibían sanidad, los endemoniados eran libertados y la sociedad en la que se desenvolvían los
cristianos, experimentaba una profunda transformación. Como consecuencia se añadían cada
día más seguidores del Señor Jesús.
La parte del capítulo 2:44b nos dice: “…, y tenían en común todas las cosas” nos aclara que
tanto el creyente de la puerta con el creyente sentado e incluso el que está en el consistorio o
el que predica tienen lo mismo; es decir: la fe, la Palabra, el amor, y todos los frutos del
Espíritu Santo. Mas no decía que si un creyente tenía un plato de loza con un dibujo de la cruz
en ella, tenía también el otro. Por eso también el versículo 42 del mismo capítulo nos dice: “Y
perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el
partimiento del pan y en las oraciones.”
7. DEPENDENCIA DE DIOS
El Señor es quien nos asegura la victoria. Por eso es fundamental que dependamos
enteramente de Él. El poder no es nuestro, sino que proviene de Él. Recuerde el incidente en el
que se mostró el poder divino obrando a través de los discípulos:

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“Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración.   Y era traído un
hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la
Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo.  Este, cuando vio a Pedro
y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna.     Pedro, con Juan,
fijando en él los ojos, le dijo: Míranos.  Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos
algo.  Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de
Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.  Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al
momento se le afirmaron los pies y tobillos;  y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con
ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.  Y todo el pueblo le vio andar y
alabar a Dios.  Y le reconocían que era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del templo,
la Hermosa; y se llenaron de asombro y espanto por lo que le había sucedido.  ” (Hechos 3:1-10)
Los dones y talentos nuestros como servidores, deben estar al servicio del Señor. Él es quien
debe glorificarse.
“Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían
juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo.
Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” Hechos 2:46-47
Amados hermanos y hermanas y quien nos visitas, tenemos que:
1. LA UNIDAD DE LOS CREYENTES SER UNIDOS
2. OBEDIENCIA A LOS MANDATOS DE DIOS OBEDECER A LA PALABRA. SOMETERSE A LA
IGLESIA; si te dijere ella que apoyes en alguna área, no pongas excusa y hazlo. No importa cuán
pequeña sea. Dios no mira tus obras sino tu compromiso.
3. BÚSQUEDA SINCERA EN ORACIÓN DEBEMOS DOBLAR RODILLAS Y PEDIRLE SU CONTROL
ABSOLUTO PARA LO QUE DESEAMOS COMO IGLESIA. Para que así también individualmente
Dios te recompense en público
4. DARLE A DIOS EL PRIMER LUGAR PONGAMOS NUESTRA MIRADA EN ÉL Y SÓLO ÉL.
5. DEPENDENCIA DEL ESPÍRITU SANTO CON LA MIRADA PUESTA EN ÉL PODREMOS CAMINAR
COMO HOMBRES DE FUEGO
6. VIVIR EL EVANGELIO HAGAMOS COMO EL APÓSTOL PABLO: DIGAMOS Y esto hago por
causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él. 1CORINTIOS 9:23
7. DEPENDENCIA DE DIOS SIN ÉL NO HAY NADA, SIN ÉL NO SE MUEVE NADA, SIN ÉL LA
IGLESIA ES NADA.

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