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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior


Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales "Rómulo Gallegos"
Programa Municipalizado de la Especialización en Derecho Procesal Civil
Núcleo - San Carlos, estado Cojedes

Teoría General del Proceso


Órganos, Poderes, Competencia, fuero
(Tema 2)

Participantes:
Marleny J. Seijas C.
C.I. V-11.964.984
Nurycers A. González L.
C.I. V-16.993.065

Facilitadora: Abg. Zuly Herrerra

San Carlos, abril de 2020


Introducción
Es importante que todos los órganos del Estado ejerzan la jurisdicción plena en
todos sus grados y clases dentro del país, y por ello es necesario limitarle a los jueces el
ejercicio de la función jurisdiccional por la extensión del territorio, por la especialidad de
los asuntos que puedan conocer y además, deben estar divididos en categorías o grados, de
tal manera que los interesados sepan antes de acudir a ellos, si tienen posibilidad de
impartir justicia en el caso concreto, de acuerdo a las atribuciones y poderes que
objetivamente le asigna la ley al tribunal respectivo.
La función jurisdiccional la ejerce el Estado a través de muchos Tribunales, y para
cumplir con la garantía constitucional de la justicia para todos los ciudadanos, es necesario
dividir la función entre un número de Tribunales, creados proporcionalmente con la
población y de acuerdo con la división político-territorial del país.
La competencia es la permisión que tiene cada Juez o Tribunal de entender un
determinado asunto, en razón de la naturaleza de las cosas, objeto del conocimiento o de las
personas interesadas y el fundamento descansa en que si todos los Tribunales gozan de
jurisdicción, para entender de los litigios que le son sometidos, sería completamente
imposible determinar a qué Tribunal correspondería su conocimiento, si cada uno goza o no
de una atribución especial para el entendimiento del asunto.
Órganos, Poderes, Competencia, Fuero
Los órganos del Estado son considerados los instrumentos o medios que utiliza
la administración publica para realizar una determinada función estatal: Órganos
Legislativos, Órganos Ejecutivos y Órganos Judiciales.
Los poderes Son el conjunto de instituciones por medio de las cuales el Estado
ejerce las funciones de control en la nación, y también por medio de las mismas mantiene
las relaciones con las demás naciones que conforman la comunidad internacional. Los
Poderes Públicos del Estado tienen su base jurídica en el derecho que el pueblo le confiere
al Estado para controlar o administrar a la nación, y para poder ejercer ese derecho necesita
de una serie de órganos o entes que colaboren con la función de gobierno.
Dicha concepción del Estado, en un primer lugar y durante muchos años fue
establecida en forma de trinomio, es decir, por medio de 3 poderes: ejecutivo, legislativo y
judicial.
El Legislativo, es quien se encarga de hacer las leyes para cierto tiempo o para
siempre, y quien corrige o deroga las que están hechas.
El Ejecutivo, se encarga de hacer la paz o la guerra, establece la seguridad, envía y
recibe embajadores y previene las invasiones; y
El Judicial, es quien castiga los crímenes o decide las contiendas de los particulares.
La primera Constitución de Venezuela de 1811 asumió la concepción de los 3
poderes públicos, y ese sistema se mantuvo en el país hasta el año 1999 cuando se
promulga Constitución Bolivariana de Venezuela y donde se asume la propuesta del
Libertador Simón Bolívar de los 5 Poderes Públicos, añadiendo a los poderes ejecutivo,
legislativo y judicial, el Electoral y el Moral o Ciudadano. Con la asunción de la propuesta
de Bolívar y la incorporación de los 2 nuevos poderes nacionales se crean nuevas
instituciones propias de los nuevos poderes, entre las que se destaca La Defensoría del
Pueblo.
En las naciones cuyo sistema es el democrático es imprescindible la coexistencia de
una serie de Poderes que colaboren con el desarrollo del Estado. Dichos Poderes son
independientes y con una función particular como lo es "la preservación de la libertad y
democracia". En Venezuela los conocemos como "Poderes Públicos". Antes de la entrada
en vigencia de la Constitución de 1999 eran 3 los Poderes; en la actualidad son 5.
Desde un punto de vista técnico-jurídico: Este vocablo tiene muchas acepciones, todas
ellas distintas del sentido normal o vulgar de la expresión como equivalente de inteligencia,
ingenio o habilidad para desenvolverse en cualquier aspecto de la vida, destacando entre
ellos el profesional.
Desde el punto de vista orgánico: Se refiere a la capacidad concreta que pueden ejercer los
órganos de una entidad pública o privada, de suerte que al margen de la materia concreta
asignada no pueden desenvolver su actividad (en el ámbito del Derecho Administrativo, la
falta de competencia puede dar lugar a la nulidad radical de todo el procedimiento
administrativo llevado a cabo)
Desde un punto de vista de Derecho procesal o procedimental: Muy relacionado con el
anterior, se refiere a los distintos criterios de atribución o reparto de los asuntos ante los
Tribunales de Justicia o cualquier Órgano Administrativo.
Desde el punto de vista sistemático: Consiste en la enumeración de una serie de
posibilidades de actuación atribuidas a un órgano, por razón de los asuntos que le están
atribuidos de un modo específico. Adquiere una especial relevancia en Derecho político,
integrando lo que se llama sección orgánica de la Constitución, que se resuelve al enumerar
los distintos poderes del Estado —el legislativo, el ejecutivo y el judicial—, con atribución
de sus respectivas competencias.
A partir de este punto se enumeran en la Constitución otros órganos menores, con
sus respectivas atribuciones, y otro tanto habría de plantearse en las entidades y
corporaciones que se mueven en una órbita inferior a la del Estado, como pueden ser los
Ayuntamientos o la presidencia municipal.
Desde el punto de vista procesal: La competencia no es más que el sistema por virtud del
cual se adjudican los asuntos a los diferentes jueces y tribunales, por una parte, o a los
órganos administrativos que tienen poder decisorio en materia de revisión de los actos
administrativos. Ciñéndonos al orden jurisdiccional, esto es, al de los juzgados y tribunales
que en realidad sirven también como sede administrativa.

Incompetencia y Falta de Jurisdicción: Antes de hablar de incompetencia, es necesario


aclarar que existe una diferencia entre ésta y la falta de jurisdicción. 
Los límites de la jurisdicción del juez, que le imponen ciertas reglas de la
competencia, están destinados a operar, exclusivamente los diversos órganos del Poder
Judicial de la República, que es a quien corresponde en la división del Poder Público, el
ejercicio de la función jurisdiccional, y operan esos límites, en sentido positivo, de
atribución de cierta esfera de poderes y deberes que idealmente están comprendidos en la
función genérica de administrar justicia (jurisdicción). Por tanto, cada vez que se propone
la demanda ante un juez que no le corresponde conocerla según las reglas de la
competencia, se dice que dicho juez es incompetente.
La incompetencia es una determinación de signo negativo, que excluye al juez del
conocimiento de la causa, pero al mismo tiempo positivo, porque determina cual es el
competente, por estar el asunto comprendido dentro de la esfera de sus poderes y
atribuciones legales. Así, al declararse la incompetencia del juez para conocer de la causa,
se declara también cual es el competente para ello entre los demás órganos entre el poder
judicial. El juez incompetente tiene jurisdicción, pues al ser elegido juez, queda investido
del poder orgánico de administrar justicia, y solo le falta la competencia, en cuanto al
asunto en concreto sometido a su conocimiento, no está comprendido dentro de la esfera de
poderes y atribuciones que positivamente le asignan las reglas de la competencia.
En tanto que, hay falta de jurisdicción, cuando el asunto sometido a consideración
del juez, no corresponde en absoluto a la esfera de poderes y deberes que idealmente están
comprendidos dentro de la función de administrar justicia, sino a la esfera de poderes que
asigna la constitución y la ley a los órganos del Poder Público. En estos casos ningún juez u
órgano del Poder Judicial puede conocer de la demanda por falta de jurisdicción.
Resumiendo, podemos afirmar que estamos en presencia de problemas de
jurisdicción, cuando se discute sobre los límites de los poderes de los jueces, en
contraposición con los órganos de la administración pública, y cuando se discute de los
límites de los poderes del juez venezolano frente a un juez extranjero, y estamos en
presencia de problemas de competencia, cuando se discute sobre los límites de los poderes
de los jueces venezolanos entre sí.

Caracteres de la Competencia:
La competencia tiene cuatro características:
1.  Es improrrogable: en principio las partes no pueden convenir en que el asunto
sea decidido por un juez distinto a aquel a quien le corresponde conocer el asunto de
acuerdo a las limitaciones jurisdiccionales; ni tampoco los jueces pueden derogar su
competencia discrecionalmente. Solo en este caso están permitidas las excepciones en este
punto cuando se trata del territorio, porque el legislador permite proponer la demanda ante
el juez del lugar que las partes hayan elegido como domicilio especial. Sin embargo, este
no puede ser elegido en dos casos: cuando en la causa debe intervenir el Ministerio Público;
cuando la ley expresamente lo determine (art. 47 del Código de Procedimiento Civil). 
2.  Es indelegable que los jueces no pueden delegar sus funciones; aunque hay
quienes piensan que la figura de la comisión y exhorto es una especie de delegación.
3.  Es de orden público: las limitaciones jurisdiccionales establecidas a los jueces se
hacen por razones de orden público y están dirigidas a lograr esos fines de orden público.
4.  Es aplicable de oficio: la incompetencia por la materia y por el territorio en las
causas en que debe intervenir el Ministerio Público, o donde no se puede prorrogar la
competencia por el territorio por determinarlo así la ley, se puede declarar de oficio en
cualquier estado e instancia del proceso. La incompetencia por el valor se puede plantear de
oficio sólo en primera instancia.

Momento Determinante de la Competencia.


En la práctica es un problema común determinar cuál es el momento determinante
para la competencia, pero el Código de Procedimiento Civil ha establecido expresamente
en las disposiciones fundamentales del título preliminar señalando que la jurisdicción y la
competencia se determinan conforme a la situación de hecho existente para el momento de
la presentación de la demanda, y no tienen efecto respecto de ellas los cambios posteriores
de dicha situación, a menos que la ley disponga otra cosa.
A su vez este punto está relacionado con el principio de la perpetuatío jurisdictionis
(La perpetuación de la jurisdicción) donde se ha establecido que la competencia del juez
después de que se realiza la citación del demandado, no sufre alteración por los cambios
posteriores a las circunstancias que lo habían determinado.
Tomando en cuenta el artículo 3 del Código de Procedimiento Civil, el momento
determinante de la jurisdicción es el de la presentación de la demanda en base a la situación
existente en el momento que la demanda es propuesta, en resguardo de la seguridad
jurídica.
Este principio no significa que la competencia no pueda modificarse en el curso del
proceso por los efectos de la reconvención o de las excepciones del demandado, que
justifican un desplazamiento de la competencia en razón de la conexión.

Determinación de la Competencia por la Materia y por el Valor:


 La Competencia por la Materia: Se determina por la naturaleza de la cuestión
discutida y por las disposiciones legales que la regulan. Hay que tomar en consideración la
causa de pedir (causa petendi) y el objeto (petitum). Al momento de proponer la demanda
el demandante debe observar si conforme a los criterios tipificados en la Ley para
determinar la competencia, es correcto para conocer de esa demanda por corresponderle esa
esfera de poderes y atribuciones dentro del cual puede ejercer en concreto esa función
jurisdiccional.
Principalmente va a estar determinada por la naturaleza de la cuestión discutida y
por las disposiciones legales que lo regulan; tomado en cuenta la causa petendi y el objeto;
ya que, dependiendo de estos dos aspectos, se determinará la aplicación de ciertos
requisitos y disposiciones legales que se encuentran dentro de reguladas dentro de la
cuestión discutida, y esto lo vemos reflejado en el Art. 28 del Código de Procedimiento
Civil.
Un ejemplo de esto lo vemos reflejado en materia de protección de niños y
adolescentes, donde la competencia está señalada en el mismo Código Civil en el Artículo
524 de la precitada Ley; atribuyéndosela así, a un Juez de protección de niños y
adolescentes, en los lugares donde hayan sido creados.
Si la materia no se encuentra en la Ley especial a la esencia misma del caso que se
discute ni tampoco en el Código de Procedimiento Civil, hay que acudir a la Ley Orgánica
del Poder Judicial. El articulo 28 ibidem, establece que la competencia por la materia, se
determina por la naturaleza de la cuestión que se discute y por las disposiciones legales que
la regulan. Así tenemos que las leyes regulan la competencia por la materia, entre otras, por
ejemplo: Código de Comercio; Ley de Tránsito Terrestre; Ley Orgánica Procesal del
Trabajo y Ley de Tierras y Desarrollo Agrario; Ley Orgánica para la Protección del Niño y
del Adolescente, entre otros.
 La Competencia por el Valor: El valor del asunto controvertido, es tomado en
cuenta para determinar el conocimiento entre un tribunal inferior y otro de mayor jerarquía,
no se atiende a la calidad de la relación controvertida, sino al aspecto cuantitativo de la
misma, y en base al valor se distribuye el conocimiento entre los diferentes jueces
ordinarios.

Límites de la Competencia derivados del valor: Vienen establecidos en el Código de


Procedimiento Civil y en la Ley Orgánica del Poder Judicial. Por resolución Nº 2018-0013
noviembre de 2018, se distribuyó así:
· Los Tribunales de Municipio, conocen hasta 15. 000. oo. Unidades Tributarias
· Los Tribunales de Primera Instancia Civil, conocerán en aquellos casos donde el valor de
la demanda exceda más de 15. 000. oo. Unidades Tributarias;
Se tramitarán por el Procedimiento Breve, conforme al Artículo 881 y siguientes del
Código de Procedimiento Civil, aquellas demandas cuyo valor sea inferior a 7.500
Unidades Tributarias.

Determinación de la competencia por el Valor: El valor de la demanda nos permite


determinar la competencia del Tribunal ante el cual debemos demandar.
El Código de Procedimiento Civil señala un grupo de reglas para determinar el valor
de la demanda. Esas reglas son:
El valor de la demanda: el cual está constituido por el capital, si se trata de una suma de
dinero; más los intereses vencidos; los gastos de cobranza y la estimación de los daños y
perjuicios, pero solo los gastos y daños ocurridos antes de demandar. No forman parte del
valor los intereses por cobrar, ni los daños futuros. Los costos y costas no se incluyen para
calcular el valor; aunque se pretenda y solicite el pago en el libelo de la demanda.
Causas relativas a Cuotas de Obligaciones: del Artículo 32 del Código de Procedimiento
Civil, tenemos dos supuestos a saber: si se demanda parte de una obligación, o sea el saldo
o resto de una deuda, el cobro del saldo es el que determina el valor a los fines de la
competencia y no la totalidad de la obligación original; pero si se demanda una parte de la
obligación más cuantiosa y esa parte no es saldo y, si la obligación más cuantiosa estuviere
discutida, el valor de ella si determina el valor de la demanda.
Demanda con varios puntos: si depende del mismo título las distintas reclamaciones, tales
como el daño material, daño moral y lucro cesante se sumarán para determinar el valor de
la demanda. Si las causas no se provienen de la misma causa petendi debe entenderse que
son pretensiones autónomas, no sumables, pero acumuladas inicialmente en la demanda, lo
cual puede hacerse por disposición del articulo 77 Código de Procedimiento Civil.
Causas relativas a Cuotas de Obligaciones entre varias personas: en este supuesto el litis
consorcio activo, es decir varios demandantes reclaman la parte que cada uno tiene en un
mismo crédito. No se trata de varias acciones, se trata de varios actores (litis consorcio
activo) quienes demandan. Por lo tanto, la competencia se determina por el total de la suma
de las cuotas reclamadas.
Causas relativas a prestaciones de Alimento y a Rentas: de acuerdo al Artículo 35 Código
de Procedimiento Civil, hay dos supuestos: la demanda de alimentos, cuando se trata de
obligaciones alimentarías periódicas, el valor de la demanda lo determina el monto de las
prestaciones reclamadas. Pero si la obligación estuviese discutida, la determinación del
valor de la demanda se hace sumando pensiones mensuales durante 2 años; cuando se
refiere a la demanda de rentas, el valor se determina sumando las anualidades reclamadas,
pero si el título se discute, el valor viene determinado por la suma de diez anualidades.
Causas relativas a Arrendamientos: si el contrato en por tiempo determinado, el valor de
la demanda sobre la validez o continuación del contrato se determina sumando las
pensiones sobre las cuales se litigue y sus accesorias. Si el contrato es por tiempo
indeterminado, el valor se determina sumando las pensiones de un año.
Prestaciones en Especie: se determinará de acuerdo a los precios corrientes del mercado, es
decir de acuerdo a la ley de la oferta y la demanda que es la que determina normalmente los
precios de mercado (art. 37 Código de Procedimiento Civil).
Cuando el valor de la cosa demandada no conste, pero sea apreciable en dinero el
demandante debe estimarla (art. 38 Código de Procedimiento Civil.).
Demandas no estimadas: Se admite la posibilidad de una estimación tácita por el simple
hecho de presentarla ante un determinado juez. Pero en esto debemos tener cuidado porque
si bien es cierto que el demandado al contestar la demanda pudiese colaborar con la
estimación tácita, se van a presentar problemas con el cálculo de las costas, por lo cual el
Artículo 286 del Código de Procedimiento Civil establece un límite de 30% que debe pagar
a la parte vencida como honorarios del abogado de la vencedora.
Demandas no apreciables en dinero: A pesar de que en gran mayoría las demandas son
apreciables en dinero, hay otras referidas al estado y capacidad de las personas que no se
pueden estimar o valorar.

La Competencia Funcional: Es cuando ciertos asuntos sin importar la cuantía, están


atribuidos a determinados órganos judiciales. También puede estar dada por el territorio
como ocurre en el juicio declarativo de prescripción, interdictos posesorios y oposición al
registro de patentes. Se encuentra desvinculada de la cuantía del asunto y se confiere por la
función del órgano judicial, por la materia y por el territorio.
Determinación de la Competencia por el Territorio: Es necesario vincular a las partes o al
objeto del litigio con una circunscripción judicial o territorio donde el juez ejerce su
función. Los territorios en Venezuela están delimitados por las Circunscripciones
Judiciales, que responden normalmente a la división político-territorial de la República.

Fundamentos de esa Competencia: La idea de la competencia por la materia es facilitar a


las partes el acceso a los tribunales más cercanos a sus domicilios o a los del lugar donde se
encuentra la cosa objeto de la controversia, ya que en esos tribunales es menos oneroso
evacuar las pruebas sobre el asunto o dictar medidas sobre bienes objeto del litigio.
El fundamento de esta competencia es de orden privado. Desde el punto de vista público
para el Estado no sería de importancia que las partes acudan al juez de primera instancia de
cualquier ciudad, a que acudan al juez de municipio para conocer del divorcio en vez del
juez de primera instancia. Esta competencia se funda en el principio de facilitar a las partes
la defensa, su comodidad y por eso, es una competencia en principio inderogable, salvo
casos excepcionales en que esté interesado el orden público, y el legislador lo disponga
expresamente.

Regla General de la Competencia Territorial: Es competente para conocer de todas de las


demandas que se propongan contra una persona, el tribunal del lugar donde la misma tenga
su domicilio, a menos que el conocimiento de la causa haya sido diferido exclusivamente a
otro tribunal. La vinculación personal del demandado con un Circuito Judicial o
Circunscripción Judicial, y por el fundamento de orden privado de que el actor debe seguir
el fuero del demandado. Lo cual origina los llamados fueros de la competencia territorial
siguientes:
1.  El Fuero General: determina cual es tribunal ante el cual puede ser demandada una
persona por su domicilio a menos que el conocimiento de la causa haya sido asignado
especialmente a otro tribunal.
2.  El Fuero Especial: es el que determina el tribunal ante el cual el demandado debe
responder sólo por ciertas causas deferidas por la ley a ese tribunal.
3.  El Fuero Personal: permite establecer el tribunal competente para conocer de los
asuntos del demandado por la relación de su domicilio con la circunscripción judicial. 
4.  El Fuero Real: la determinación del juez competente para conocerla causa dependerá de
la vinculación del objeto de la pretensión con la circunscripción del tribunal.
5.  El Fuero Concurrente: se presenta cuando existen varios tribunales competentes por el
territorio para conocer la demanda, puede ser concurrencia electiva (el actor puede elegir
entre cualquiera de los tribunales) y concurrencia sucesiva o subsidiaria (el actor solo puede
elegir entre el tribunal subsidiario, cuando falte al tribunal señalado por la ley en primer
lugar, hay un orden de prelación en la elección).
6.  El Fuero Exclusivo o Necesario: solo es competente el tribunal para conocer del asunto
con exclusivo de cualquier otro; se establece por razones de orden público.
7.  Los Fueros Legales y Voluntarios: Allí la competencia del tribunal deriva
inmediatamente de la ley o de la voluntad de las partes.

Fuero de las Demandas sobre los Derechos Personales y Derechos Reales Mobiliarios:
El tribunal del domicilio del demandado, en su defecto la residencia, o el tribunal donde el
demandado se encuentre (art. 40 del Código de Procedimiento Civil).
Esta norma consagra el fuero general del demandado para todas las acciones personales y
reales sobre bienes muebles. Además, ese fuero constituye su fuero personal porque está
determinado por la vinculación subjetiva o personal del demandado con el tribunal donde
tiene su domicilio. También establece una concurrencia de fueros de tipo sucesivo o
subsidiaria: domicilio del demandado o en defecto su residencia y si no tiene, donde se
encuentre, aunque el articulo 41 ejusdem, lo modifica y establece una concurrencia
electiva.
Fueros Personales Electivamente Concurrentes: Es el supuesto del artículo 41 de Código
de Procedimiento Civil. Las demandas sobre derechos personales y reales mobiliarios
también pueden proponerse ante el tribunal donde debe se contrajo la obligación, donde se
debe cumplir con la obligación, o, donde se encuentra la cosa mueble objeto de la
obligación, siempre que en primer y último caso el demandado este en el mismo lugar. Se
trata de fueros especiales: el lugar del contrato, el lugar donde debe cumplirse la obligación
y, el lugar donde se encuentre el bien mueble. Además, estamos en presencia de fueros
reales, que no dependen de la vinculación personal del demandado, sino de las
circunstancias reales tal como el lugar donde se encuentre el objeto de la obligación.
Finalmente, la norma acoge el criterio que se trata de un fuero concurrente electivamente.
Fueros de las demandas sobre Derechos Reales Inmobiliarios:
 El tribunal donde este el inmueble.
 El tribunal del domicilio del demandado.
 El tribunal de la celebración del contrato, si allí se encuentra el demandado. Se establece
una concurrencia electiva, porque el actor puede elegir entre cualquier tribunal (art. 42
del Código de Procedimiento Civil).
Fuero de la Apertura de la Sucesión: La sucesión se abre en el lugar del domicilio del
causante al momento de su muerte. En este especial caso, el legislador procesal le da un
carácter de fuero especial al lugar de la apertura de la sucesión para que el tribunal de ese
lugar conozca las demandas siguientes:
· Sobre la partición y división de la herencia y de cualquiera otras entre coherederos hasta
la división.
·   Sobre rescisión ya hecha y sobre saneamiento de las cuotas asignadas con tal de que se
propongan dentro de un bienio a contar de la partición.
·   Contra los albaceas, con tal que la intenten antes de la división, y si esta no es necesaria
dentro de un bienio a contar de la apertura de la sucesión.
·   De las demandas de los legatarios y los acreedores de la herencia, si se proponen los
términos indicados en números precedentes. La competencia anterior no incluye el
domicilio, pero si son varios los demandados deben tener el mismo domicilio.
·   La norma establece un fuero real o personal, determinado por la vinculación de las
acciones con la apertura de la sucesión.
·   Es un fuero concurrente con el fuero general del domicilio.
·   Es un fuero temporal, porque solo se puede utilizar dentro de los lapsos determinados en
la ley.
Fuero de la demanda entre Socios: La demanda entre socios se propondrá ante la
autoridad judicial donde se halle el domicilio de la sociedad. Se impondrán ante la misma
autoridad judicial las demandas entre socios, aun después de disuelta y liquidada la
sociedad, y por la división y por las obligaciones que se deriven de estas, con tal que se
propongan dentro de un bienio a partir de la división. Esto sin perjuicio que pueda
intentarse ante el tribunal del domicilio, en los términos que se expresa el aparte último del
artículo 43 del Código de Procedimiento Civil, Prevalece el fuero general del domicilio.
Fuero de la demanda de Rendición de Cuentas: La demanda de rendición de cuentas de
una tutela o de una administración se propondrá ante la autoridad judicial del lugar donde
se hayan conferido o ejercido la tutela o la administración o ante el tribunal del domicilio, a
elección del demandante. Esto sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 43 del Código de
Procedimiento Civil. Es un fuero concurrente, electivo. Además de un fuero real.

Prorrogabilidad de la Competencia Territorial: Es la posibilidad de que la controversia no


sea conocida por el tribunal que en principio le correspondía conocerlo por el territorio.
Se trata de las excepciones al principio de la improrrogabilidad.
La renuncia del domicilio, la elección de domicilio y la radicación de juicio. Y como
consecuencia de ese carácter relativo, prorrogable, de la competencia por el territorio es
posible que el obligado renuncie a su domicilio y demás, podría mediante acuerdo bilateral,
elegir domicilio.
Renuncia del Domicilio: El fuero del domicilio, que determina la competencia por el
territorio es de interés público, pero no de orden público y, por lo tanto, la persona obligada
puede renunciar a su domicilio y en tal supuesto, conforme al Artículo 46 Código de
Procedimiento Civil, se le podrá demandar en el lugar donde se encuentre. La renuncia
puede hacerse en el mismo documento donde conste la obligación. La renuncia del
domicilio releva al actor de seguir el fuero del demandado; no conlleva la sustitución del
domicilio por otro específico, y coloca al demandado en el mismo supuesto de la persona
que no tiene domicilio ni residencia, y se le debe demandar en el tribunal del lugar donde se
encuentre.
Elección del Domicilio: Se trata de un convenio bilateral entre los contratantes según el
cual se sustituye el fuero general o especial por el domicilio elegido.
La prórroga de la competencia territorial por la elección del domicilio, no puede alterar la
competencia por la materia ni por el valor en el territorio escogido. La elección puede ser
facultativa o imperativa.
La elección de domicilio debe constar por escrito, pero podría haber una prorroga tácita,
cuando demandado no hace valer en la contestación de la demanda como cuestión previa la
incompetencia por el territorio, conforme al ordinal 1º del Artículo 346 del Código de
Procedimiento Civil). Cuando se trate de casos en que debe intervenir el Ministerio Público
no se puede prorrogar la competencia, ni en otros casos en que la ley lo determine,
conforme a los artículos 47 y 131 Código de Procedimiento Civil).
 
Modificación de la Competencia por Razón de Conexión y Continencia: La conexión y la
continencia no funciona como límites de la jurisdicción del juez para establecer su
competencia, sino más bien como causas modificadoras de las reglas ordinarias de
competencia, las cuales desplazan la competencia a otro juez igualmente competente, por el
hecho de estar conociendo causas iguales o conexas.
Fundamento: El traslado o desplazamiento de otro asunto a un solo juez obedece a: la
necesidad de evitar sentencias contradictorias en un mismo asunto, o en asuntos conexos,
que puedan mermar a la conveniencia del juez; evitar la proliferación innecesaria sobre
juicios conexos, o sobre un mismo asunto. Este fundamento se basa en el principio de
economía procesal.
Relaciones entre las Causas: En todo asunto litigioso podemos diferenciar tres
elementos: los sujetos, el objeto y el título, y puede ocurrir que entre varias causas o
asuntos litigiosos coincidan todos o algunos de los elementos, de tal manera que, a través
de la continencia, de la conexión y de la litispendencia, vamos a determinar que aquellas
causas propuestas ante tribunales diferentes, que tengan en común uno, o dos elementos,
sean decididas por un solo tribunal en una misma sentencia.
La Litispendencia: Entre las causas que están siendo conocidas por jueces diferentes puede
existir una identidad absoluta entre sujetos, objeto y título. A este supuesto se le conoce
como litispendencia. Es el supuesto de proponer una demanda dos veces, y en este caso el
legislador aspira que no sean decididas por jueces diferentes. Este asunto es resuelto por el
art. 61 del Código de Procedimiento Civil, al establecer que cuando una misma causa sea
promovida ante dos autoridades igualmente competentes, el tribunal que haya citado con
posterioridad declara la litispendencia. Esta norma está relacionado con el art. 51 ejusdem,
que atribuye al tribunal prevenido, es decir que haya practicado primero la citación del
demandado. En caso de causas idénticas el juez que cita posteriormente debe declarar la
litispendencia y ordenar archivar el archivo del expediente quedando extinguida la causa.
La Continencia: Es una litispendencia parcial, la relación entre dos causas se da por el
hecho de que el objeto de una de ellas abarca el objeto de la otra. Hay una causa continente
y otra contenida; hay una relación de parte a todo.
La característica fundamental es que en la continencia hay una identidad parcial entre los
sujetos. Los sujetos son iguales, porque si son distintos sería un supuesto de conexión y no
de continencia.

La Conexión: La conexión puede ser genérica y especifica.


La Conexión Genérica. consiste en que dos o más causas tienen en común uno o dos de sus
elementos.
La norma general que regula la conexión es el primer aparte del art. 51 del Código de
Procedimiento Civil, que establece: “cuando una controversia tenga conexión con una
causa ya pendiente ante otra autoridad judicial, la decisión competerá a la que haya
prevenido”.
El tribunal que haya citado primero, decide las causas conexas luego de la acumulación de
autos. Además, el art. 52 Código de Procedimiento Civil, establece la existencia de
conexión entre varias causas en los siguientes casos:
· Por identidad de personas y objetos.
· Identidad de personas y títulos.
Identidad de título y objeto.
La Conexión especifica: En estos casos la conexión la ordena directamente la ley sin
necesidad de analizar la existencia de elementos comunes.
Accesoriedad: La relación entre dos causas se presenta cuando una causa llamada accesoria
se encuentra subordinada por el título a la otra causa llamada principal. La causa llamada
accesoria no se declara con lugar, sino que se declara con lugar al principal, pero esto no es
reciproco porque la principal si puede ser declarada con lugar y la accesoria negada.
Fiadores o Garantías: El artículo 48 del Código de Procedimiento Civil, ha previsto una
serie de supuestos conjuntamente con la accesoriedad:
·Se distingue las demandas accesorias de las de garantía, en que estas hay huna identidad
parcial de los sujetos que interviene en la demanda principal y en la de garantía, porque el
demandado en la demanda principal es actor en la demanda de garantía en contra del
garante.
·Se asemejan las de garantía con las accesorias, en que ambas tienen como presupuesto que
sea declarada con lugar la demanda principal.
·Las demandas de garantía pueden ser de acuerdo a su origen:
·Garantía formal o real.
·Garantía simple o personal.
Compensación: Se encuentra prevista en el artículo 50 del Código de Procedimiento Civil,
se desplaza la competencia del juez que conoce de la causa en favor de otro juez
competente por la cuantía. La compensación es un modo de extinguir las obligaciones que
se presentan cuando dos personas son recíprocamente deudoras; se extinguen las deudas
hasta los montos concurrentes.
1. En caso de litisconsorcio o conexión objetiva pasiva: donde hay varios demandados que
tienen domicilios distintos, la demanda debería realizarse en cada uno de esos domicilios,
pero por esta conexión señalada en el Art.49 del Código de Procedimiento Civil, la
demanda se podrá proponer ante el domicilio de uno solo de ellos.
2. Accesoriedad: esta relación se presenta cuando una causa accesoria está subordinada a
una causa principal por el título y no va ser declarada con lugar hasta que sea decidida la
principal.
3. Fiadores: Las demandas pueden realizadas de acuerdo a su origen:
A. Garantía formal o real: “son aquellas que provienen de un acto de enajenación, de un
derecho o de una atribución de un derecho.
B. Garantía simple o personal: nace de un vínculo obligatorio entre el garante y el
garantizado. Se modifica la competencia se hace en el tribunal que conoce la causa
principal…”
4. Compensación: contemplado en el Art. 50 del Código de Procedimiento Civil, siendo
una extinción que opera en las deudas de dos personas recíprocamente deudoras cuando
estas son deuda liquidas, homogéneas y exigibles. Si el actor no contradice o impugna
la compensación opuesta, no se produce la incompetencia sobrevenida porque el juez no
pudiera analizar lo que está controvertido.
5. Reconvención: El juez debe considerar un hecho distinto que fue objeto de la demanda
principal. En este caso el demandado contra demanda al actor, siendo los mismos sujetos
invirtiéndose las posiciones porque quien es demandado en la causa principal pasa a ser
demandado, y quien es demandado pasa a ser demandante, se caracteriza porque es una
acción autónoma, distinta de la demanda, unifica ambos procesos simplificando el proceso
y evitando sentencias contradictorias. La oportunidad para reconvenir es antes de que
precluya el lapso de contestar la demanda. Es una acción autónoma, distinta de la demanda,
unificadora de ambos procesos, simplifica y evita sentencias contradictorias, esta debe
llenar los requisitos del libelo de la demanda (art. 340 del Código de Procedimiento Civil).
Prejudicialidad: Consiste en una relación de conexión entre la causa principal y la causa
prejudicial, y para decidir la causa principal es necesario previamente decidir la prejudicial.
La cuestión prejudicial es un supuesto de crisis objetiva en el proceso civil, porque hay que
resolver forzosamente el asunto prejudicial en otro proceso. Se encuentra prevista en el
ordinal 8º del artículo 346 Código de Procedimiento Civil.
El efecto de proponerla es que el proceso sigue su curso hasta llegar a la sentencia y este
debe esperar, se suspende hasta que se produzca decisión en el otro juicio con efecto de
cosa juzgada; puede oponerse en oportunidad distintas de las cuestiones previas
Criterios que Permiten la Atribución y Reparto de la Competencia:
1. Competencia funcional o jerárquica: Por virtud de la cual se determina el juez o
tribunal que debe conocer de un asunto dentro de cada orden de la jurisdicción ordinaria,
toda vez que existen diversos grados correspondientes a distintas clases de órgano. Así,
ante la necesidad de que en un mismo litigio puedan intervenir órganos jurisdiccionales de
diverso grado o jerarquía que tienen confiadas, a su vez, diferentes funciones, se hace
preciso diferenciar cuál corresponde a cada uno de ellos. A tal efecto, se distingue entre
primera instancia, apelación, casación o anulación y ejecución, o simples trámites, y
también el ámbito de lo contencioso-administrativo. Asimismo, y debe diferenciarse entre
incidentes, recursos o ejecución de resoluciones, por ejemplo.
2. Competencia objetiva: Porque puede suceder que, delimitado el criterio conforme a las
pautas anteriores, aún existan, dentro de un mismo grado, diferentes órganos a los que
atribuirla, entrando entonces en juego la materia objeto del pleito, o en su caso, la cuantía.
Como es natural, suele plantearse más en sedes de primera instancia el reparto de los
diferentes asuntos que a ella corresponden.
3.  Competencia territorial:  Que se produce ante la existencia de muy diversos juzgados y
tribunales que, no obstante, las reglas recogidas en párrafos anteriores, podrían conocer del
mismo asunto o proceso judicial. Éste, normalmente, debe estar situado en un territorio
determinado, a fin de acercar la justicia a los administrados o a la población que la reclama,
de suerte que no tenga graves problemas de distanciamiento de la sede natural donde el
litigio o asunto se produce, pues, en otro caso, podría llegar a generar situaciones de
indefensión, renuncias al derecho a defenderse o a tener un juicio justo, reconocido como
uno de los derechos fundamentales en las constituciones de todos los pueblos.
Lo fundamental es que estos tres criterios de competencia deben concurrir de modo
simultáneo en un órgano jurisdiccional para que pueda entender sobre un asunto
determinado.
El fenómeno se halla regulado y comprendido de un modo minucioso en el Derecho
anglosajón, donde se conocen los trusts o acuerdos restrictivos de la competencia, pero
también el abuso de la posición dominante en el mercado a través de los monopolios y el
falseamiento de la libre competencia a través de actos de competencia desleal. Esta última
se presenta como más caracterizada, toda vez que intenta ocultar el fraude bajo la capa de
una verdadera competencia, dificultando la posibilidad de detectarlo.
Todo ello se traduce en un conjunto de normas sobre la defensa de los consumidores
y usuarios, sobre el comercio interior y sobre la publicidad que se reparten entre el Estado
nacional y las comunidades autónomas o divisiones administrativas territoriales, quedando
a cargo del primero las que garantizan el orden económico constitucional por medio de la
salvaguarda de una competencia lícita y su vigilancia y tutela frente a todo ataque contrario
al interés público.
El fenómeno ha trascendido al ámbito internacional, por lo que se han firmado
convenios, como el Acuerdo de París para la protección de la propiedad industrial, hoy en
vigor en la versión del Acta de Estocolmo de 1967.
Por razones relativas al principio de economía procesal. El legislador ha querido
tipificar la conexión y la continencia como reglas para desplazar la competencia de un juez
a otro igualmente competente por el solo hecho de estar conociendo causas iguales o
conexas, fundamentándose en evitar sentencias que sean contradictorias en un mismo caso
lo cual, en caso de no evitarse, hace que pierda efectividad la cosa juzgada. 
Conclusión
La justicia, es una función pública y su misión fundamental es la de restablecer el
orden jurídico, cuando éste ha sido perturbado, sancionando a los que han violado la norma,
pronunciándose sobre aquellos derechos que reclaman los particulares ante el órgano
jurisdiccional. De esta manera, se evita que los particulares intenten hacerse justicia por sí
mismo, y el Estado se obliga a proteger los miembros de la sociedad, creando la institución
procesal, necesitando para su funcionamiento de unas Instituciones adecuadas; es decir, los
órganos jurisdiccionales representados por los tribunales.
Desde épocas primitivas, la función de administrar justicia estuvo encomendada a
varias personas, ya que era imposible que la ejerciera una sola. Con el transcurso del
tiempo y la complejidad de las situaciones se ha visto más acentuada la necesidad de la
división del trabajo, lo que, desde la antigüedad, trae como consecuencia la especialidad en
una rama determinada, para poder ejercer de una mejor manera. No existe ningún Juez que
sea capaz de dominar todos los conocimientos de Derecho adquiridos, razón por la cual se
observa que cada uno tiene su propia especialidad ya sea penal, civil, mercantil, entre otros.
Tampoco le es posible a un juez dirimir todos los conflictos existentes en un Municipio, en
un Estado y mucho menos en todo el país, razón por la cual el Estado, distribuye y reparte
su función jurisdiccional, a varios órganos que son los llamados Tribunales, expresión de
sentido universal para referirse a la sede de un órgano jurisdiccional encargado de
administrar justicia en nombre del Estado.

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