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Cee ee en pee ter ere eae paar rere ear rr eres ‘que diferentes fuerzas sostienen de forma empecinada por ree ete Lo grave es que en la lucha por alcanzar ese control se ee eee eed ee eee Se ees ‘La hegemonla (entendida como el control de una poscién sobce otra no importand los métodosy las tacticas que se perenne earned Seep earn Peter ea ere oie ca nee Pree tr ee nas Caer a ek a ay Deer er aco en porters tire oa ‘0a una corriente ya sea en relacion con el crecimiento de sus Pee en etary een etree area rer ee eres escenerren i stein ae eres CualqulertActica aun en contra de los propos principios de ee ee eee lea los contrincantes politics para que sean reprimidos, en peepee neater Te ogre eer ee ea nacional que se ha reproducido en nuestro pais costandole a i eae an) Eee eee ier eecred sta discusiOn que tiene una Importancia nodal en la Peer re eer rer eras La presente publicacion tiene la intencién de demostrar ‘que las diferencias entre Marx y Bakunin no serestrngieron ee eg personae eee rt Ur Mes presar los encuentos y desencuentros teorcos de estas dos ane emer et nee Pesos C@UE Mere ey aE ma ems Latiiiy DURAN CAO CRC Led GLOSAS MARGINALE: SOBRE LA OBRA DE. BAKUNIN EL ESTATISMO Y LA ANAROUEA KARL MARX GLOSAS MARGINALES SOBRE LA OBRA DE BAKUNIN EL ESTATISMO Y LA ANARQUIA Institoto de opyriht © 2018 ‘ued aco el dei que mar I ey sta obra produce con propio: de ailgactn cara al seco de ens Iorequeran Se porte lspci ta INDICE PRESENTACION, PROLOG A LAS GLOSAS MARGINALES. ALFREDO VELARDE Marx sobre Bakunin: un texto negligid. ery Maver Glosas marginales sobre la obra de Bakunin ‘KARL Marex Acotaciones al libro de Bakunin ‘KARL Marx "Nueva incutsin contemporsinea en la controversia politica entre Karl Marx y Mijail Bakunin ALFREDO VELARDE. Hacia un nuevo redimensionamiento de la diseusién entre Marx y Baki vVicexre Caxros, 2 33 37 37 PRESENTACION, Un nuevo encuentro de amigos cuyos lazos de afinidad se forjaron en la honesta militancia contestataria de la jwwenil fuerza de la raz6n de izquierda revolucionaria fen que durante un pasado ya ido convergimos, y que se han soportado, durante décadas, en la compartida con- secuencia e identidad comin de propésitos a favor de tun cambio verdadero, de fondo y sin dobleces para lo social, cuyos afanes no pueden ni deben ser otros que la conguista definitiva de las mis inequivocas —aunque siempre perfetibles— condiciones de igualdad yy justcia verdaderas contra la explotacién econémica y todas las diversas opresiones sociales padecidas por la especie hu- ‘mana, en su perniciosa articulacién perversa, es lo que explica este primer producto editorial que ahora el lec ‘Se trata de un esfuerzo que seria incomprensible sin Ja vehemente y acuciosa necesidad que nos anima, en nues- tro feliz reencuentro, por romper el silencio y coadyuvar cen forma actuante, desde la solidaridad independiente y aauténoma, ademas de con la suma de nuestro modesto afin emancipador, al triunfo amplificado de las legtt: ‘mas lucha sociales que hoy se libran —amén de las que vendran—, en los frentes econéimico, labora, social, civil ¥y popular, para el civlizador logro ulterior de aguellas condiciones capaces de transformar, integralmente, el fominoso estado de cosas prevaleciente. Nuestro esfuerzo, tentonces, se inscribe en la necesidad por redoblar la lu cha, organizativa y programética contra una inadmisi x Pnesenscios ble situactén de vida general resultante de un inviable, decadente e incorregible capitalismo sin remedio que debera ser superado, hist6ricamente y a como dé lugar, cen favor de la tan diferida reconstruccién social alterna: tiva con fundamento en la solidaridad, la propaganda por Ja accion y el apoyo mutuo para la fraternidad con los de. abajo, desde abajo y con ellos mismos, de los que nos consideramos, apenas, una infinitesimalmente pero com: prometida y representativa voz actuante més. Imbuides de un hartazgo definitivamente creative, ‘opuestos como lo estamos desde una ética del compro: ‘miso alternativo, contra la politica sin prinelpios que por igual practican estados y gobiernos, instituciones pblicas y privadas, partidos politicos y profesionales de Ja mentira representativa seudodemocratica que lo aho- 8 todo, estamos convencidos de la ingente necesidad por apostarle a una forma cualitativamente distinta y superior de comprender la politica y la necesidad de la revolucién. ¥ también, en sintonia con wna forma dife- rente de pensar y sentir, de sofiar y vivir, de hacer: tuando frente a las cosas y sus problemas, a fin de resolver las graves condiciones existenciales de los tra- bajadores y la gente, con fundamento en un principio anticapitalista y autogestionario fundamental: tomar en rnuestras manos la directa resolucién de los problemas. {que nos atafien e interesan, afectan y competen, En el México de hoy, a ciudadania padece maltrecha Ja pragmatica e instrumental utilizacion de que es obj: to, paradigmaticamente, contra si misma. Y ello ocutre, fen muchos casos, desde una inconsciente inmovilidad prescrita por los oficiosos poderes existentes para st en: vilecimiento, de parte de la demagogia oficial y la siste imatica préctica de engafios continuados en beneficio de + apenas unos cuantos que conculean, menoscaban o se- lesiran, con total impunidad, nuestro elemental dere- cho a sofar en que un mundo diferente y mejor siempre seré posible, a condicién de que pongamos manos a la obra. iE tiempo apremia, démonos a la tarea! [INsTHUT0 DE INVESTIGACIONES INTERDISCIPLINARIAS ‘PARA LA TRAXSFORMACION SOCIAL, mayo de 2013 PROLOGO ALAS GLOSAS MARGINALES Los motives eapaces de explicar la presente edicién de las glosas marxistas al baksninista Estatismo y anar guia, se comprendern en forma cabal, sise entiende el proceso de bisqueda que la izquierda radical, honesta y comprometida con la profunda y vigente causa de la revolucidn, vive hoy en todo el mundo a favor de crista- lizar la mas genuina alternativa emancipadora al explo- tador e injusto caos desintegrador que todo capitalismo segura y que, hasta hoy, brilla por su irrealizada ausen cia en forma inequivocamente infalible En dicho proceso teérico-practico de indagacion y cempirica experiencia militante, creemos que encerrarse aleer y releer a los vitales revolucionarios anticapitalistas Marx y Bakunin, en la azarosa historia de sus encuen- tos y desencuentras, redunda en un ejercicio estimulante y tremendamente formative que se inscribe, alecciona. doramente, en el camino organizativo y programitico cconcebido para la lucha revolucionaria y orientado por la ruta que conduzca al encuentro con las reales alter~ nativas para la liberacin integral de los trabajadores y la sociedad toda. De ahi que someter a examen las posiio- nes politcas de estos dos contemporéneos decimonénicos {gue fueron Bakunin y Marx, enfrentados precisamente por Ia revolucién y desde las Glas mismas de los revolu- Cionarios de su tiempo, resulta ser, a no dudarlo, una iluminadora labor de esclarecimiento colectivo desde las filas anticapitalistas militantes también en muestra &0ca. De manera que con la presente edici6n de esa autén tica rareza bibliografica que en nuestro medio son las ‘casi extraviadas Glosas marginales de Marx contra el Bakunin de Estatismo y anarquéa, no se trata de subir al ring de la confrontacién —otra ver—, a estos dos titanes de la lucha contra sistémica y anticapitalista, Se trata, antes bien, de otra cosa bastante mis sigificativa: recu. perar la memoria de su controversia, habida cuenta de ‘que ella contiene, dentro de si, pistas y claves esenciales para el fecundo debate contemporineo y la resolucién de sus dilemas organizativos y programéticos, filtrados por el tamiz y las Iuces de la experiencia histérica acumulada sobre lo que hoy debe hacerse, en el presen- tede lucha irrenunciable, para no recalar en los mismos, extravios de antafio y que hagan algo posible, tangible y ‘material, a la més plena emaneipacién social humana, Por exo volvemos a Marx ya Bakunin, en un perenne cer- cicio que carece de todo desperdicio. El segundo, mas dado a la conspiracion y a la aecién directa sin medion clones que a la esertura cuidada y largamente medita- da, sise lo compara con Marx, y quien a la vuelta de ls Tuchas, con el paso del tiempo se despojara de st aricjo ‘oluntarismo politico a fin de rehacerse como un revo- lucionario pleno, que siempre nos depara en su obra sorpresas flosficas eapaces, de rehabiltar en forma trascendente sus a veces shasas hasta, en ocasiones, tam bién toscas simplezas espontaneistas. En cuanto a Bakunin, largo serfa enumerar todo su rutilante petiplo poltico revoluctonario y existencal. dado que no se trata aqut de una biografia que de esas sya hay varias eruditas sobre él, como la de Sum Doli} ‘gue contiene un rico apunte biogatico de James Guill ‘me, nos toca en el presente prélogo, acaso, decir sobre «1 formacién politica que sus juveniles lecturas de Ficht Schelling y Hegel muy pronto se vieron entremezcladas con las diversas “teorias democrétieas” (lérmino éste ‘que entonces todavia hacia referencia a los revoluciona- ios), asi como con las dactrinas socalistas y comunistas, tuna sintesis diversa y con la cual su indomable espiritu rebelde se viera nutrido, en proporciones equivalentes, de individualismo, idealismo, metafisica, moral, ética léctica, materialismo y colectivismo. Al respecto, tras fsa ruta formativa, cl propio Bakunin terminara recon ciendo sobre sf mismo: “Entonces abandoné la filosofia y ‘me precipité en lo politico” Por lo demas, aparte de ciertas proclamas de cireuns- tancia imbuidas de un temprano y temporal paneslavisno ‘que lo dieron a conocer, su primer trabajo importante para la comprensién del decurso de su desarrollo revo- Tucionario es la polémica Confesidn que redactaria bajo condiciones excepeionales en 1851, cuando compurga- ba una cadena perpetua por su resuelta participacién en. las revoluciones curopeas de 1848 y 1849, ademés de ‘conspitar contra el zar. Ese trabajo raro para su tray toria postrera, ademés de aderezada con fragmentos de su biografia aventurera preanarquista, consttuye un re- trato de las complejas condiciones politicas y sociales de aquellos afios tempestuosos y pletéricos de tribus revolu- cionarias y que habrian de sacudir os iltimos rescoldos de la vieja Europa absolutista en que vivieron los con- tempordneos rebeldes Bakunin y Mars. ‘diferencia de otros, Bakunin estaba lejos de em: bonar con los desorbitados afanes de los “curanderos sociales", término con el cual Federico Engels, por ejem- plo, fustigaba al irredento utopismo seudosocialista y, para quien, resultaban contraproducentes. Bakunin, sin duda, quien no cabia en el descalificador adjtivo engel- siano, estaba modelado con otra argamasa mucho mas revulsiva y trascendente. Por entonces, Bakunin despre- claba a bote-pronto la “charlataneria anarquista”, se ne tgaba a pertenecer a “secta socialista alguna”, considers ‘degradante” el trato con comunistas y se defini, a si mismo, como un “demécrata absoluto y desenfrenado’. Seria la prisién, entonces, lo que lo acercaria a las lec: turas marxistas que templaran su énimo y concepciones ulteriores que nunca dejaron de guardar cierta distancia respecto al corpus filosdfice-politico marxiano, como bien se aprecia en Estarismo y anarguia, y que fue, por cierto, el origen de las Glosas marginales que Marx ur: id como apunte de circunstancia y respuesta contra Bakunin. Tras su rocambolesca fuga novelable, Bakunin fue primero socialista revolucionario, comunista liber tario después, y, al final, un convencido e influyente anarco-colectivista hasta el fin de sus dias, En forma Indubitable, la revolucién de febrero de 1848, como a tantos otros més de esa misma generacién de revolucio: narios, lo habia cambiado en forma por demas rotunda para embarcarlo en un camino sin vetorne posible. Era el tiempo, ademas, en que el Manifieso del part do comunista veta su luz primera. Marx, quien habja es: crito al alimén el texto con Engels, tenia también un sélido origen hegeliano y seria su conocimiento simulté- neo de Feuerbach y del conjunto de la filosofia clisiea alemana, como lo habia ya mostrado con la escritura de otros textos filossficos previes (como los Manuscritos econémico-ilosdficos 0 La cuestién judia), lo que lo ca tapultara al interés creciente que sus trabajos generaron entre las tribus revolucionarias asentadas en la revuel- ta Europa y acrisoladas en derredor de la revolucién. de febrero de 1848. En silencio, Marx también habla iniciado un gradual aunque ininterrumpido alejamiento de la filosofia para sumergirse en los rigurosos estudios econémicos que el Manifiesto alticipaba y que después parecer emplazado en su despliegue riguroso, prime: ro con la Coniribucién a la critica de (a economia polit a de 1859 y, mas tarde, en el primer tomo de El capital en 1867 La versién francesa del Manifiesto, por cierto, apare- ci6 precisamente antes de la insurreccion de junio —Esa Suerte de primera Comumna de Paris que aniicipaba en 23 aos a la grandiosa insurreccion de 1871—, respecto de la eval, como Marx lo reconoceria en forma poste: fue la propia Comuna de 1871 la encargada de demos- trar que "la clase obrera no puede simplemente tomar posesidn de la maquina estatal existente y ponerla en ‘marcha para sus propios fines", la cual era ya una tesis politica temprana de su célebre panfleto y que, por ier: to, Bakunin luego traduciria al ruso antes de su pleno deseneventro con Marx. Pues eso es el Manifiesto, un panfleto brillante que habia sido redactado en forma re- lampagueante en condiciones prerrevolucionarias con: cretas, al abriga de un propésito evidente: la conquista del poder politico por un proletariado especitic. ‘Si algo puede explicar, en alguna medida, la gran dis tancia programstica y organizativa entre Estatismo y anargua de Bakunin y las Glosas marginales de Marx {que aqui se edita, caminando en sentidos opuestos para mostrar los divergentes temperamentos entre ambos revolucionarios, son las referencias cruzadas entre el Bakunin de su Confesion y los Marx y Engels del Mani- fiesto, Sila bakuninista Confesin se mostré con despar- pajo y efustico humor como el producto intelectual de tun paria errante y desclasado incluso de su ascendiente nobiliario paneslavo, sin tesis ideol6gica ni dogma polt tico alguno perceptible, Marx y Engels afirmaran que el proletariado es la tinica clase verdaderamente preparada, para convertirse en clase dominante, incluyendo en dicha,

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