Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
–SENTENCIA DE CASACIÓN–
Lima, cinco de mayo de dos mil veintiuno
–1–
RECURSO CASACIÓN N.° 727-2019/ICA
FUNDAMENTOS DE HECHO
PRIMERO. Que los hechos objeto del proceso penal están referidos a un
presunto despojo violento de la posesión de un terreno de ciento treinta y
nueve mil trescientos ochenta y dos punto treinta y siete metros cuadrados,
ubicado en el sector San Pedro Cooperativa de Lurinchincha – Chincha Baja,
Lote A, de alegada posesión del agraviado Plasencia Mac Cubbin, en cuya
virtud se habría atentado contra el guardián del mismo, Adalberto Luis Oré
Arones, al punto que incluso se asaltó el local de la guardianía, pues un
conjunto de unas treinta personas incendiaron la choza dónde pernoctaba el
guardián con su hijo.
∞ Es de precisar que el agraviado se arrogaba el título de posesionario del
predio, pero su titularidad o propiedad se encuentra inscrita a favor del Estado,
pues está ubicado en el litoral de la República, en el marco de los alcances de
la Ley N. º 26856 que declara que las playas del litoral tienen calidad
inalienable por ser Bienes de Uso Público, según se indicó en la sentencia de
vista.
–2–
RECURSO CASACIÓN N.° 727-2019/ICA
–3–
RECURSO CASACIÓN N.° 727-2019/ICA
–4–
RECURSO CASACIÓN N.° 727-2019/ICA
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO. Que los hechos objeto del proceso penal, respecto de los cuales
formuló acusación el Ministerio Público y fueron examinados y apreciados
por el Juez Penal, estriban en que el día dieciocho de agosto de dos mil
catorce, como a las tres y treinta de la tarde, cuando Adalberto Luis Oré
Arones, vigilante del predio, ubicado en el Sector San Pedro Cooperativa de
Lurinchincha, Chincha Baja, distrito de El Carmen, con un área total de ciento
setenta y seis mil trescientos ochenta y cinco metros cuadrados con treinta y
tres centímetros cuadrados, contratado desde el año dos mil diez por el
agraviado Raúl Gilberto Plasencia Mac Cubbin, se encontraba, acompañado
de dos de sus hijos, advirtió la incursión en el predio, luego de romper la
alambrada y palos de eucalipto que funcionaban como cerca, de unos treinta
individuos premunidos con palos, quienes estaban en un camión, los cuales,
por órdenes del encausado Aldo José Soto Grimaldi, tomaron posesión del
mismo, quemaron la choza donde vivía y los muebles que tenía, y lo
expulsaron del lugar.
∞ El Juzgado Penal estimó que el delito se había acreditado y la intervención
delictiva del encausado Soto Grimaldi, por lo que condenó a cuatro años de
pena privativa de libertad, suspendida condicionalmente, y al pago de mil
soles por concepto de reparación civil.
∞ El encausado SOTO GRIMALDI recurrió la condena y planteó la absolución
de los cargos, en función a que él era el posesionario del predio en cuestión.
La Fiscalía Superior sostuvo los cargos y pidió la confirmación de la
sentencia. El Tribunal Superior consideró que el predio cuestionado configura
playas del litoral de la República, por tanto bienes de uso público, inalienables
e imprescriptibles. Agregó que sobre ese bien existe un conflicto entre
imputado, agraviado y el Estado. En tal virtud, anuló la sentencia de primera
instancia y ordenó un plazo ampliatorio para que se emplace válidamente a la
Procuraduría de la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales.
–5–
RECURSO CASACIÓN N.° 727-2019/ICA
–6–
RECURSO CASACIÓN N.° 727-2019/ICA
CUARTO. Que, ahora bien, la sentencia de vista precisó que el bien sub-lite no
pertenece al agraviado Plasencia Mac Cubbin, sino al Estado (SBN), por lo
que no puede corresponderle a título de propiedad, tanto más si el Estado no
ha sido válidamente emplazado y los particulares o terceros no pueden
ostentar siquiera la posesión, lo que denota una violación del artículo 73 de la
Constitución y de la Ley 26856. A partir de esas reglas jurídicas, entendió que
debió comprenderse como agraviado al Estado, omisión que le generó una
indefensión material.
∞ Al respecto es de precisar que lo que es objeto de proceso penal es un hecho de
despojo de un bien inmueble mediando violencia contra las personas y las
cosas (artículo 202, numeral 2, del Código Penal en concordancia con el
artículo 204, apartado 2 del mismo Código). No es materia del proceso penal
la determinación de la propiedad del inmueble sub-lite, sino si el imputado,
“[…] con violencia, amenaza, engaño o abuso de confianza, despoja a otro, total o
parcialmente, de la posesión o tenencia de un inmueble o del ejercicio de un derecho real”.
∞ Sobre este punto, la Ejecutoria Suprema Vinculante 259-2013/Tumbes, de
veintidós de abril de dos mil catorce, publicada en el diario oficial “El
Peruano” el diecisiete de diciembre de ese año, estableció que en el delito de
usurpación el bien jurídico tutelado es el pacífico y tranquilo disfrute de un
bien inmueble, entendido como ausencia de perturbación en el ejercicio de la
posesión o de cualquier otro derecho real sobre el mismo, en este último caso,
siempre implica que la víctima esté en posesión del inmueble; que el sujeto
pasivo puede ser cualquier persona a condición que al momento de la
ejecución del delito, esté gozando de la posesión mediata o inmediata o
tenencia del inmueble o en su caso, gozando del ejercicio normal de un
derecho real, lo cual implica necesariamente posesión o tenencia sobre el
inmueble; que la acción típica es la de despojar, lo cual tiene un sentido de
quitar, de sacar de la ocupación, de impedir la ocupación del inmueble, total o
parcialmente (fundamento jurídico 4.4).
∞ No está, pues, en discusión la propiedad del predio o su titularidad.
Reconocer la posesión sobre un predio no significa que éste es de propiedad
de quien lo posee. En el caso de autos, conforme señaló el Tribunal Superior y
lo reconoció el propio encausado recurrente, la titularidad o propiedad
corresponde al Estado. La posesión es un factum –en todo caso debe
diferenciarse entre el derecho de posesión y el derecho a la posesión–, la
propiedad un derecho; ambos pueden desdoblarse y, por consiguiente, afirmar
la posesión del predio por una persona determinada no es reconocer la
propiedad sobre el mismo.
∞ Es verdad que la Constitución y la Ley establecen que los bienes de dominio
público son inalienables e imprescriptibles, y, sin duda, lo son las playas del
litoral de la República, sobre las que existe una regulación específica. Empero,
–7–
RECURSO CASACIÓN N.° 727-2019/ICA
–8–
RECURSO CASACIÓN N.° 727-2019/ICA
DECISIÓN
SEQUEIROS VARGAS
COAGUILA CHÁVEZ
TORRE MUÑOZ
CARBAJAL CHÁVEZ
CSMC/YLPR
–9–