LA IMPORTANCIA DE LA ELECCIÓN

En la segunda parte, se hace un recorrido entre diferentes posturas éticas, que van desde los
derechos fundamentales y los derechos civiles hasta las teorías de la liberación política para la
unidad cultural nacional e internacional.

El naturalismo ético se origina en Platón y Aristóteles y culmina en las formulaciones éticas de

Tomás de Aquino, quien reconoce que hay valores, acciones morales o cosas en sí mismas que son
buenas o malas. Los enunciados morales pueden compararse con los naturales y, por lo tanto,
rechazarse o confirmarse de la misma manera que una proposición empírica. Para el naturalismo
ético, las afirmaciones morales pueden verificarse o validarse de una manera similar a cómo la
ciencia empírica confirma sus suposiciones, de modo que puedan generalizarse y predecirse de
una situación particular a cualquier otra situación. No todos los sofistas compartían los principios
de nomos.

En su capítulo tres, la ética pública de la acción política, muestra cómo la transformación de la

cultura política de todos los ciudadanos a través de la educación y la solidaridad se convierte en
una salida responsable y cultural del Estado para el reconocimiento del otro como la misma
persona. Asimismo, se analiza la democracia y el mercado de votos políticos como mecanismo de
crecimiento económico y desarrollo social. El uso involuntario del voto democrático en sociedades
analfabetas o de sus deberes políticos con la región o con el medio ambiente esconde los dos
mayores males sociales que se derivan de la ignorancia política o la falta de búsqueda política del
bienestar de todos. El primer mal de un electorado sin una cultura de responsabilidad cívica,
política y social es votar por votar.

Estos son el desconocimiento electoral, el nepotismo, la cosificación del electorado al servicio de

los líderes y partidos políticos, que alimentan la demagogia por su baja cultura política, la
corrupción pública, la violencia, la amarillez de la actualidad política, la pobreza en las regiones y la
pereza entre los ciudadanos. El objetivo principal del tercer capítulo es entender la acción política
como la gestión de soluciones a las principales necesidades públicas; esta acción solo puede ser
garantizada por la unidad solidaria y solidaridad de todos los ciudadanos y para asegurar que
gobernantes y líderes cumplan con compromisos o acciones ejecutables. Con el nacimiento del
humanismo cívico, las escalas de valores del poder absoluto de la monarquía fueron reemplazadas
por los valores del republicanismo.

De lo anterior aseveramos que son la base cívica de una vida buena y de calidad y, por lo tanto,
son elegidos a través de la circunscripción de votantes que apoyan a los líderes políticos
comprometidos con la comunidad en la realización de tales obras públicas. Marshall dijo que los
ciudadanos tienen opciones electorales cuando deciden democráticamente, por el bien común de
todos. Los líderes políticos, los funcionarios gubernamentales y los ciudadanos ricos influyentes
disfrutan de la protección de la ley, que les brinda beneficios extraordinarios en la prisión, como
tiempo en la cárcel, viajes de fin de semana, visitas extraordinarias por matrimonio y generosas
reducciones de sentencias por buen comportamiento. Esto les permite aprovechar los subsidios
públicos y mantener en cierta medida sus inversiones como líderes políticos.

Por ejemplo, en Colombia, en las elecciones de octubre de 2011, los políticos que fueron
encarcelados por atentar contra el erario público, haciendo uso del derecho de todos a votar y ser
elegidos, ganaron las elecciones.
EL MECANISMO DE LA ACCIÓN DEMOCRÁTICA DEL VOTO,

El italiano Norberto Bobbio, afirma que el voto como mecanismo electoral es propio de las
sociedades no monárquicas que comenzaron a formarse en los albores de la Ilustración inglesa.
Los representantes de estos órganos de poder se eligen mediante el mecanismo de voto popular.
Dichos observadores morales son elegidos democráticamente. Los observadores éticos se
encuentran o se hacen visibles solo cuando hay un gran escándalo político que salpica la buena
imagen de la organización.

Progreso que facilita la progresión de la degradación moral y ética dentro de la organización. De

acuerdo con la filosofía del igualitarismo, si una persona que es igual a los demás, en sus propios
términos decide vivir de manera diferente a los demás o logra un nivel de vida inferior al
promedio, entonces, en tales casos, ciudad, familia o comunidad; ¿No son moralmente
responsables de vivir las condiciones en las que el individuo elige vivir libremente? La idea es que
cada uno debe asumir el costo de sus elecciones, para que este individuo ya no sea una víctima de
su destino, sino un actor consciente del futuro que ha creado. El segundo mal es que, sin la
existencia de espacios permanentes de oposición y reconciliación, creer que la democracia se
limita al mecanismo del voto popular y saber qué trabajo se hace y cómo se gestiona el gasto
público y los impuestos; entonces, ¿qué es la democracia?