La deforestación y sus consecuencias sin precedentes.

Cada árbol talado es una sentencia de muerte para la misma humanidad.

En los últi mos 15 años el hombre ha deforestado una superfi cie mayor a 60 millones
de canchas de futbol.

En la anterior década y en la presente se han erradicado más de 43 millones de hectáreas en

el mundo y tiene su principal origen en la agricultura y la ganadería comercial. Los frentes
de deforestación se concentran especialmente en América Latina, lo más citados son países
como, Brasil, Colombia, Venezuela, Argentina y demás.

Cada árbol caído genera efectos rotundamente negativos para el desarrollo de la vida, uno
de sus mayores impactos se ve reflejado en el exterminio de otras especies tanto vegetales,
como animales, pues al destruir su habitad, estas no pueden reproducirse en un espacio
adecuado para su supervivencia. Por otro lado, esto también se ve reflejado en la calidad
del aire, pues como ya sabemos los arboles absorben dióxido de carbono y producen
oxígeno, lo cual los convierte en los pulmones del planeta, y también en los filtros del agua
hacia el subsuelo, purificándola. Un árbol talado es un asesinato a la biodiversidad y por
consiguiente a la vida misma.

"La propagación y surgimiento de enfermedades zoonóticas como la covid-19 es otra

consecuencia trágica y un indicador de la presión acelerada que estamos ejerciendo sobre
los sistemas naturales y la pérdida precipitada de la naturaleza impulsada por nuestros
actuales modelos de desarrollo no sostenible", señaló el director general de WWF
Internacional, Marco Lambertini.

Es necesario crear políticas que permitan un consumo sostenible, sin productos que hayan
pasado por un proceso de deforestación o destrucción de la naturaleza, y cuya obtención
contemple métodos que no respeten los Derechos Humanos.