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Contexto Histórico y Cultural del Libro Lucas

Lucas, médico gentil y compañero del apóstol Pablo lo escribió probablemente entre el
año 59 y el 63 d. C.
Lucas le escribió a Teófilo, posiblemente un gentil, quien era un nuevo creyente o
alguien que buscaba aprender acerca de Jesús. Teófilo significa “amante de Dios”, lo
que ha llevado a pensar que el libro se escribió a personas que amaban a Dios. Lucas se
propuso que Teófilo y otros lectores supieran que el amor de Dios se extiende hasta
abarcar todos los pueblos en todas las naciones, tanto judíos como gentiles.
El libro de Lucas fue escrito en Roma, este libro fue escrito para narrar la historia, la
idea principal era el Juicios a la hipocresía, con una misericordia por el hecho de los
mismos juicios. Pero está claro, la idea de un Dios justo, y verificados, todos los hechos,
investigados y presentados por el autor.
Existía mucha literatura y escritos acerca de Jesús y sus hechos. Pero unas no eran
correctas; había que escribir algo auténtico para los griegos. Dios levanta a Lucas, con
esas características; además de presentar la justicia de Dios, y hablar a los griegos sobre
la justicia y misericordia de Dios

Lucas dedicó sus obras al "excelentísimo Teófilo" (lt. "amante de Dios", 1:3; Hch 1:1).
Esta designación, la cual puede ser un apodo o un seudónimo, es acompañada por una
expresión formal ("excelentísimo"). Posiblemente quiere decir que "Teófilo" fue un
dignatario romano bien conocido, quizás uno de aquellos que se había vuelto a Cristo en
la "casa de César" (Fil 4:22).

    No obstante, es casi seguro que Lucas tenía en mente a una audiencia mucho más
grande para su obra que este hombre. Las dedicaciones al principio de Lucas y Hechos
son como la dedicación formal en un libro moderno. No son como la expresión o
manera de expresarse de una epístola. 

    Lucas expresó de manera clara que sus conocimientos de los acontecimientos


registrados en su Evangelio vinieron de los informes de aquellos que fueron testigos
oculares (1:1, 2), implicando fuertemente que él mismo no fue un testigo ocular. Es
claro a partir de su prólogo que su intención era dar un relato ordenado de
los acontecimientos de la vida de Jesús, pero esto no quiere decir que siempre siguió un
orden estrictamente cronológico en toda situación (p. ej. 3:20). 

    Al reconocer que él había recolectado su relato de varias fuentes a las que tuvo
acceso (1:1), Lucas no estaba diciendo que no había sido inspirado para su obra. El
proceso de inspiración nunca hace a un lado o elimina las personalidades, vocabularios
y estilos de los autores humanos de las Escrituras. Los rasgos característicos de los
autores humanos siempre están marcados de forma indeleble, en todos los libros de las
Escrituras. La investigación de Lucas no es excepción a esta regla. La investigación
misma fue dirigida por la divina providencia. Y en su escritura, Lucas fue movido por el
Espíritu de Dios (2 P 1:21). Por lo tanto, su relato es infaliblemente verdadero (1:3).   
Su relato de la natividad es el más completo en todos los registros de los Evangelio y
como el resto de la obra de Lucas, más pulido en su estilo literario. El incluyó en la
narrativa del nacimiento una serie de salmos de alabanza (1:46-55; 1:68-79; 2:14; 2:29-
32; 34, 35). Solo él reportó las circunstancias no comunes que rodearon el nacimiento
de Juan el Bautista, el anuncio a María, el pesebre, los pastores, Simeón y Ana (2:25-
38).

 Un tema que se percibe por todo el Evangelio de Lucas es la compasión de Jesús por
los gentiles, samaritanos, mujeres, niños, recaudadores de impuestos, pecadores y otros
que con frecuencia eran considerados como desechados de la sociedad de Israel. Cada
vez que menciona a un recaudador de impuestos (3:12; 5:27; 7:29; 15:1; 18:10-13; 19:2)
es en un sentido positivo. Sin embargo, Lucas no ignoró la salvación de aquellos que
eran ricos y respetables, (23:50-53). desde el principio del ministerio público de Jesús
(4:18) hasta las palabras finales del Señor en la cruz (23:40-43), Lucas enfatizó este
tema del ministerio de Cristo a los rechazados de la sociedad. Una y otra vez él mostró
como el gran Médico ministró a los que estaban más conscientes de su necesidad.

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