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RESUMEN
Este artículo busca analizar diferentes aspectos académicos del campo de la Orografía como la formación de
montañas, actividad de las placas tectónicas y orogénesis, partiendo desde preguntarse de qué formas se podría
explicar la disciplina a públicos no especializados en las ciencias de la Tierra. Como la actividad de las placas y la
orografía de las regiones son capaces de alterar el clima y funcionamiento de estas, es de suma importancia entender
cómo es que temas tan especializados pueden ser acercados a las comunidades humanas que más podrían utilizar
esta información. La hipótesis que motivó a la investigación sostiene que, simplificando el lenguaje y removiendo
los datos poco necesarios para una explicación conceptual, la orografía podría convertirse en un campo mucho más
accesible. Para lograr esto, se necesitará aproximar a la materia desde conceptos a los que ya estén familiarizados las
personas comunes por lo menos en lo mínimo, como la existencia de volcanes, montañas y cordilleras.
ABSTRACT
This article looks to analyze different academic aspects of the field of Orography like the formation of mountains,
the activity of the tectonic plaques and orogeny, starting by asking in which ways this discipline could be explained
to not specialized people in sciences of the Earth. Since plaque activity and the orography of regions is capable of
altering the climate and functions of these, understanding how specialized topics like these can be taught to the
human groups that could use them is of utmost importance. The hypothesis that motivated the following
investigating holds that, simplifying language and removing unnecessary data for a precise conceptual explanation,
orography could become a much more accessible field. To do so, it will be needed to approach the matter from
concepts that regular people are at least slightly familiar with, like the existence of volcanoes, mountains and
cordilleras.
1. Introducción y metodología:
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Un problema que se encuentra cualquier materia especializada es la dificultad de escapar
de su propio círculo académico. La complejidad de los temas discutidos en las comunidades
científicas unidas junto al bajo presupuesto de la Ciencia y Tecnología en países como el Perú
crean una desconexión latente entre tipos de conocimiento. Kennedy (2007) citado en Brownell,
Price & Steinman, (2013), comentó que “mientras los científicos avanzan en sus carreras
académicas (…) estos se vuelven más y más especializados en su disciplina o sub-disciplina
elegida. Estas subdisciplinas son crecientemente diferentes, requiriendo que los científicos se
vuelvan mejores comunicadores” Los aspectos problemáticos de esta situación es que delimita
con fuerza entre la información científica y la información que las masas reciben de su entorno.
Para poder llegar a las conclusiones construidas sobre la materia en cuestión, se han
revisado tanto libros de texto de Geografía y Geología como material en bases de datos
especializadas. Así, la discusión comenzará con las definiciones de los términos más importantes
para entender la Orografía, como orogénesis, relieve, y la orografía en sí misma. Esto se hará con
el objetivo de tener el vocabulario preparado para poder comprender la siguiente información.
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2.1. Definiciones
Por esto, se definirán los siguientes cinco términos: Orografía, orogénesis, relieve,
montaña y vulcanismo, ya que serán útiles en la siguiente parte de la investigación.
En cuanto al relieve, una definición apropiada (por más de que pueda ser demasiado
general) es “irregularidades y desniveles que se forman en la corteza terrestre continental y
oceánica debido a los procesos geológicos que constantemente ocurren en la Tierra” (Tipos de
relieve, 2013-2019, parr.1). Elementos como los tipos de relieve y los factores que causan sus
modelos serán abordados en la discusión de la información investigada.
Otro de los términos importantes es montaña, que al mismo tiempo es uno de los más
difíciles de delimitar con seguridad. Como comenta Carcavilla, “No existe una definición formal
de montaña (…) Las variaciones son tantas y, a veces tan complejas, que no existe una definición
universalmente aceptada que cubra todos los casos” (2018, p.11) Tomando esto en cuenta, la
forma más cómoda y sencilla de definir “montaña” es (por mayores errores que pueda tener)
clasificarla como “elevaciones naturales de terreno que ocupan casi una cuarta parte de la
superficie del Planeta Tierra” (EcuRed, 2015, parr.1).
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2.2. Casos históricos: Desarrollo de la Geomorfología
Es lógico que toda investigación profesional debe partir de una evaluación histórica que,
de hecho, sirve como base para las definiciones actuales; tal como lo explica William D.
Thornbury : “establecer lazos históricos es de indudable utilidad para el estudiante, pues le
permite introducirse en el método científico (lógica inductiva)” (1960, pp.2). Esto significa
mantenerse abierto a conceptos nuevos ya que lo investigado no puede ser determinante o
concluyente. Tomando todo esto en cuenta, hay que retornar a uno de los orígenes de conceptos
como Geomorfología, que sería de fundamental importancia para el eventual desarrollo de la
Orografía.
Durante muchos años, luego de la declinación del imperio romano de occidente, pareció
que el avance científico se paralizó en occidente; sin embargo, en oriente no fue así. Avicena
sostenía opiniones sobre la formación de las montañas: por elevación del terreno como
consecuencia de los terremotos y los que resultan por el efecto del agua. Durante los próximos
siglos, las formas de la corteza terrestre eran explicadas en términos de catastrofismo, esto es,
por el resultado de cataclismos violentos (Thornbury, 1960).
Los siguientes pasos para la Geomorfología se dan por medio de Jaime Hutton pero acá
es cuando la Orografía comienza a crear con mayor fuerza su propia identidad como disciplina.
Otros desarrollos geomorfológicos continuaron el desarrollo de micha materia pero la Orografía
comenzaría a enfrentarse con sus propios estragos y complicaciones. Alguna vez unida a la
Geomorfología, el siglo XX representó una separación fuerte entre Geomorfo y Oro en cuanto a
marco teórico y temas investigados.
De cierta manera, esto representa el desarrollo por el que la Orografía tuvo que pasar
antes de encontrarse en la problemática con la que se enfrenta ahora. Este campo no fue ni el
primero ni el último en recorrer esta línea de desarrollo, lo que muestra que no es muy distinta a
otras ciencias que, por una que otra razón, terminan siendo mucho más conocidas. De la Antigua
Grecia hasta el parálisis cultural de la Edad Edad Media hasta los futuros desarrollos de Hutton.
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Para la sorpresa de cualquiera alejado del tema, la Teoría de la Tectónica de Placas tiene un
profundo efecto en la vida de los seres humanos (Read & Watson, 1973). Desde su desarrollo
durante la segunda mitad del Siglo XX, esta ha permitido estudiar mejor los mismos y
erupciones, dándoles una razón de ser más complicada y legítima que razones religiosas o
especulativas. Al mismo tiempo, esta teoría permite entender la distribución y de muchos
recursos naturales, relacionados a los límites de las placas tectónicas.
En cuanto a su contenido en si, esta teoría consiste en que existen una serie de placas rígidas
en la superficie total de la Tierra, relativamente delgadas (100-150 km)...la mayor parte de la
superficie actual de la Tierra está casi totalmente ocupada por media docena de grandes placas.
(Gass, Smith & Wilson, 1975). Todo lo que la Teoría Tectónica cubre le ha llevado a recibir
comentarios positivos dentro de la comunidad científica, aceptando sus aportes como la legítima
llegada de un nuevo paradigma. Como dijeron Alfaro, Chaves, Fernández, & Gutiérrez, “Aunque
a esta teoría le quedan muchas preguntas por responder, también ofrece infinidad de respuestas”.
(2013, pp.180). De esta forma, la tectónica (en este momento) sigue contando con notable
credibilidad dentro de los círculos de Geografía y Geología.
Sin embargo, la Tectónica de Placas ha tardado décadas en establecerse como parte esencial
de los estudios orográficos. Como describe Anguita:
la Nueva Tectónica Global, como pomposamente se la denominó, se ha transformado de
hipótesis geofísica en una teoría general que afecta a (y explica) casi todos los fenómenos y
objetos geológicos (…) Esto significa que la tectónica de placas se ha convertido en una teoría de
la Tierra (1995, pp. 137).
El poder que tienen las placas tectónicas en su interacción cuenta con mucha mayor extensión
de lo que podría parecer. Desde su interacción, las placas configuran la ubicación de los
continentes, las cuencas oceánicas y los sistemas montañosos del mundo. Esto no es todo, ya que
su interconexión luego lleva a una reconfiguración significativa de los patrones de circulación
atmosférica y atómica, lo que acaba jugando un papel sobre los climas locales y globales (Read
& Wilson, 1973)
Al discutir sus características principales, destaca el hecho de que las placas tectónicas
cuentan con tres tipos límites, las cuales alteran la distribución y movimiento de estas. Los
primeros son los límites divergentes, que llevan a separación de placas por medio de la
separación y fragmentación de la corteza mientras que el magma asciende a la superficie, se
cuela a las fracturas y fluye en el suelo marino (Wicander & Monroe, 2000). Este magma se
enfría y luego solidifica, configurando nueva corteza oceánica. Tras esto, el magma brota por
debajo mientras la corteza se eleva, estira y adelgaza, es así que se forman fracturas rift.
Este proceso continúa hasta que la corteza continental se rompe pero el magma no para de
brotar y las placas de siguen separando. Aquí es que entran los Límites convergentes, que
destruyen la antigua corteza (para que la nueva pueda seguir expandiéndose) por medio de
choques en los que una placa se inserta debajo de la otra (Wicander & Monroe, 2000). Son estos
choques los que llevan a fenómenos como: el Vulcanismo, la formación de montañas, la
actividad sísmica, entre otros.
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El último de estos límites son los límites transformantes, que consiste en placas que se
deslizan una al lado de otra, formando una zona de roca fracturada entre ambas (conocida como
falla transformante) que es capaz de sufrir múltiples sismos. Esto cambia la posición de una
placa con otra y, en su mayoría, presentan dos segmentos dorsales oceánicos, ya que la mayoría
se presenta en la corteza oceánica (Wicander & Monroe. 2000)
Para finalizar, quizás se mantenga la duda de la importancia de esta teoría pero, si logran
darse cuenta por medio de varios hechos, entenderán que esta le dio una forma y estructura a
varias ideas relacionadas a los campos de la Geografía y Geología. No había un solo marco
teórico que permita ordenar datos e información con esta comodidad, lo que permitió una era de
investigaciones y trabajos que tomaron a las placas tectónicas para sus propias hipótesis.
Como dice Jrank:
Las placas tectónicas revolucionaron la forma en la que los geólogos ven a la Tierra. Este nuevo
paradigma juntó casi todas las divisiones del estudio geográfico. Como la teoría de la evolución
en la Biología, las placas tectónicas son el concepto unificador de la Geología. Su apelativo
inicial y veloz resultó de su habilidad de proveer con respuestas a muchas preguntas fastidiosas
sobre una variedad de fenómenos aparentemente no relacionados. (...) las placas tectónicas
explican casi todos los elementos y actividades de la superficie terrestre. (2019, parr.1)
2.4. Formaciones geográficas: Montañas y Volcanes
Dos de los resultados de las placas tectónicas y de la Orografía son la formación de Montañas
y volcanes. Ambos de estos fenómenos serán parte del siguiente análisis y descripción.
2.4.1. Volcanes
En cuanto a su presentación superficial, los volcanes son estructuras que se forman por la
acumulación de material ígneo que asciende desde las profundidades hasta la superficie a
través de una fractura. Acá es donde recibe el nombre de “lava”, solidificándose en sus
proximidades y desarrollando una forma de colina o montaña con características particulares
(Viers, 1974).
En un volcán hay que distinguir las siguientes partes. La primera es la Cámara magmática,
región situada en la profundidad de la litosfera donde se acumula y deposita el magma. Luego
está el Cráter, depresión u orificio externo, generalmente en forma de embudo, con paredes casi
verticales, y por el que son arrojados los materiales volcánicos. En los casos en los que dicha
depresión alcanza varios kilómetros de diámetro (y en forma circular), se le conoce como caldera
(Viers, 1974). También está la Chimenea, conductos de salida al exterior de las lavas y de los
productos sólidos y gaseosos que suelen ser fracturas que se comunican con la cámara
magmática, los cuales se van ensanchando como resultado de la erupción. Otro factor es el Cono
volcánico, elevación formada alrededor de la chimenea, originada por la acumulación de
materiales provenientes de las erupciones. Los volcanes también cuentan con cráteres secundario
en las laderas del cono principal, llegando ocasionalmente a ser numerosos y dando lugar a una
estructura muy compleja (Viers, 1974). Su velocidad al formarse muchas veces rápida y algunas
veces asombrosa, un cono una vez surgió en la sola noche, comenzó con una grieta, luego humo
y el siguiente día era un cono de treinta metros de altura (Derrau, 2001).
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¿Cuál es la importancia de toda esta información sobre volcanes? El conocimiento sobre estos
cuerpos, además de permitir un entendimiento mayor sobre sus elementos y composiciones,
puede producir información fundamental para aquellos que visitan o viven cerca a un volcán.
Como afirma Granados, “La vulcanología es así una ciencia compleja, que tienen por fin tanto el
conocimiento en sí de esta manifestación telúrica, como el de una ciencia aplicada -
aprovechamiento energético de su termicidad, y sobre todo la predicción de sus erupciones con
el propósito de evitar catástrofes o atenuarlas” (2006, pp.50).
2.4.2. Montañas
A pesar de que sea extremadamente difícil darse cuenta, las montañas están en constante
destrucción y cuentan con diferentes estados de destrucción, lo que explica cómo los Alpes
majestuosos pueden ser tan distintos a un macizo central (Bertín, 1965). Esto se determina por su
vejez, que pueden ser Cadenas hercinianas (250 millones de años de existencia) y Cadenas
alpinas (70 millones de años). (Bertín, 1965). Al mismo tiempo, las montañas también cuentan
con varios tipos de rocas: Eruptivas (suben de la tierra profunda), Sedimentarias y Metamórficas
(depositadas en el agua).
Por supuesto, las montañas no serían lo que son sin diferentes movimientos que configuran su
estructura. Entre los movimientos horizontales se encuentran los acarreos, accidentes orogénicos
que pueden alterar la fisonomía y corrimientos (objetos que “corren” y terminan en una región o
lugar totalmente diferente). En cuanto a los movimientos verticales, con el principal siendo las
fallas, las cuales son fisuras o grietas acompañadas de la desnivelación del suelo entre sus dos
bordes, uno se levanta y otro se hunde (Bertín, 1965).
Si la desnivelación sobresale los sistemas de fallas, está área se vuelve un pilar. Si se hunde
entre los sistemas, se trata de una fosa. Al mismo tiempo, las montañas cuentan con diferentes
tipos de pliegues, los cuales son curvaturas en los terrenos como resultado de esfuerzos
distensivos. (Bertín, 1965) Pueden ser sencillos, oblicuos (es de inclinación recta), acostado
(flancos horizontales) e invertido (acostado más allá de lo horizontal).
2.5. Teorías orogénicas y relieve
Las teorías orogénicas pueden dividirse en dos grupos: fijistas y movilistas. Las primeras,
también denominadas verticalistas, proponen una elevación del terreno como causa inicial de las
orogénesis. Las segundas admiten grandes movimientos horizontales de los continentes, los
cuales son los causantes de la elevación de las montañas, por lo que también se las conoce como
teorías horizontalistas (Muñoz, 2000).
Las dos verticalistas más conocidas son las siguientes: La teoría de los geosinclinales
consiste en que toda zona de la corteza terrestre cuyo fondo se hunde progresivamente y en la
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que se va acumulando una masa de sedimentos que puede alcanzar considerable magnitud.
Según esta, la formación de montañas son procesos largos y no catastróficos. La teoría de
geosinclinales explicó la formación de montañas a partir de fuerzas verticales (fijistas). Por otra
parte, la teoría de las undaciones explica que una cadena de montañas se forma en dos fases: en
la primera se genera un abombamiento en la corteza y en la segunda se produzcan
resbalamientos en las laderas del geotumor (Viers, 1974).
El otro tipo de relieve es el Relieve oceánico o sumergido; formado por el suelo de los
océanos y se caracteriza por ser menos irregular en comparación con el continental. Dicha
diferencia se da gracias a la protección del agua, que permite no estar en contacto con agentes
erosivos. De esta forma, el relieve oceánico ocupa aproximadamente 70% de la superficie
terrestre. Algunos de estos son: la fase oceánica, plataforma continental, talud continental y fosa
abisal. (Significados, 2013- 2019).
3. Conclusiones:
En primer lugar, se han encontrado más defensas de su importancia, como las razones
detrás del estudio de los volcanes o como las diferencias en relieves podrían afectar las vidas de
las personas. De esta forma, el valor práctico de esta materia ha probado mantenerse consistente
a la hipótesis.
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