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Este constituye el documento guía para profesores de primer semestre sobre las fichas de
lectura que serán solicitadas a los estudiantes
Estos son los componentes de una Ficha de Lectura junto con un paso a paso para guiar a
los estudiantes en el proceso:
Paso a paso:
Preparación:
Redacción:
● Comenzar por el nombre del autor y resalte toda la información relevante pero solo
la información relevante.
● Redactar uno o dos párrafos comprensibles, evite las viñetas o la numeración.
● Incluir citas y fuentes de la información que utilice.
Ejemplo:
Paso a paso:
Preparación:
Redacción:
● Comenzar por el nombre del documento y resalte toda la información relevante para
que el lector de la ficha sepa qué esperar del texto.
● Redactar uno o dos párrafos comprensibles, evite las viñetas o la numeración.
● Incluir citas y fuentes de la información que utilice.
Ejemplo:
Preparación
● Lea el texto una primera vez de principio a fin para entender el contenido;
● subraye las palabras que le parecen claves en el texto;
● Resalte las diferentes partes constitutivas del documento (introducción; argumentos;
hipótesis, tesis; etc.);
● Identifique en sus apuntes la tesis del autor (postura defendida) y reúna los
argumentos, con los que la defiende, por grupos o ejes argumentativos (tipo o
temática).
Redacción
Ejemplos:
Opción 1:
Opción 2:
Preparación:
● Asegúrese de haber entendido muy bien la tesis central del texto y de conocer otras
aproximaciones a ese tema (si no lo hace, es necesario que investigue).
● Asuma una posición crítica frente al tema y la tesis del autor.
● Redacte una pregunta problema a partir de la tesis central que le propone el
documento, esta será el corazón de su discusión; es decir, todo deberá girar en
torno a ella.
Redacción:
● Comience por redactar su introducción: enganche a su lector, incluya el contexto en
el que se plantea la pregunta problema (que deberá incluir al final de la
introducción), de considerarlo pertinente puede utilizar información del autor o de la
presentación del documento para contextualizar su pregunta.
● Defina los términos claves para que el lector entienda su discusión.
● Recuerde, debe redactar un texto comprensible, evite el uso de viñetas o
numeración y articule sus ideas para que el resultado sea un texto fluido.
● Al final de la introducción incluya su pregunta problema y redacte una tesis plan de
dos premisas.
● Redacte su cuerpo argumentativo en dos partes divididas con subtítulos.
● Construya su conclusión, no olvide que esta no es un resumen, aunque si debe
retomar partes del desarrollo argumentativo para concretar la respuesta a su
pregunta. La conclusión es solo una, así que debe ser redactada como un único
texto comprensible. Evite las viñetas y la numeración y no incluya argumentos o
ideas nuevas.
● Termine con las referencias e incluya todos los textos utilizados en la ficha
(incluyendo en documento de análisis y las fuentes que utilizó para todas las partes:
presentaciones y discusión. No olvide usar las normas APA para citas y referencias.
Opción n°1:
Si bien la garantía a los derechos humanos hace parte fundamental de los valores que
sustentan la democracia, el compromiso colombiano con ella no puede estar condicionado
al desarrollo de una única política pública, en tanto el actual es un mundo de recursos
limitados que exige la priorización de acciones.
Derechos y democracia
La democracia posible
Si bien la democracia ha sido entendida como la forma de gobierno de la modernidad y, en
ese sentido, el sistema internacional se ha organizado para profundizar su ejercicio en todo
el globo terráqueo, lo cierto es que esta encuentra límites que varían de un lugar a otro.
Colombia, la democracia más antigua de América Latina, es el tercer país más desigual del
mundo (PNUD 2017) y ello ha implicado crecientes tasas de pobreza y pobreza extrema; la
cobertura de servicios públicos es deficiente; el sistema de salud ha sido objeto de
constantes críticas no solo por sus bajos niveles de cobertura sino también por sus
precarias condiciones de calidad, y, de hecho, según la Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económico –OCDE, en Colombia son necesarias 11 generaciones para
superar la condición de pobreza (2018).
Todo ello implica que buena parte de la población colombiana tiene dificultades para gozar
efectivamente de sus derechos, incluso de los fundamentales y, en ese sentido, el Estado
viene desarrollando planes y proyectos, y destinando todos sus recursos a superar dicha
situación que sigue siendo una meta por alcanzar.
Conclusión
Si bien la primera tarea de cualquier sociedad que se diga democrática es el trabajo por la
garantía de los derechos humanos y las condiciones de dignidad de su población, el
indicador del nivel de compromiso con la democracia de cualquier Estado (entre ellos
Colombiano) debe ser precisamente el accionar, no el impacto de dicha acción, en tanto ese
impacto está condicionado por factores exógenos y recursos limitados. En ese sentido, el
nivel de profundización de la democracia colombiana debe ser medido por la aceptación de
los migrantes y su inclusión en proyectos sociales, no puntualmente por el número de
migrantes atendidos o el número de atenciones brindadas, eso sería injusto, e incluso una
paradoja si, para atender más y mejor a los migrantes, deja de atender a su población,
igualmente pobre y vulnerable y, en 8 millones de casos, también víctima de
desplazamiento forzoso.
Referencias
OCDE (2018), A Broken Social Elevator? How to promote Social Mobility, OECD Publishing,
París, Francia. Recuperado de: https://dx.doi.org/10.1787/9789264301085-en
PNUD (2017). Informe de Desarrollo Humano, PNUD, Nueva York, E.E.U.U. Recuperado
de: https://annualreport.undp.org/es/#
Opción n°2:
Los problemas relacionados con la crisis económica de Venezuela han traído un sinfín de
debates en la actualidad política colombiana. De convertirse en un problema social hasta
comprometer la seguridad nacional del país, pasando por palabras xenofóbicas incluidas en
las discusiones electorales, las reacciones han sido diversas y han puesto en tela de juicio
la capacidad, o la voluntad del pueblo colombiano de ayudar a sus vecinos. El presidente
Duque, como muchos, ha emitido su concepto según el cual esta migración era una
oportunidad para la nación tricolor y su economía (Gómez, 2019). Pero ha sido uno de los
pocos políticos que han ido en esta dirección, la mayoría han estigmatizado a los migrantes,
en sus discursos pero también en sus acciones, reclamando el cierre de la frontera o su
expulsión.
En su columna, Rodrigo Uprimny busca sensibilizar a sus lectores con esta problemática.
En este orden de ideas, explica que a pesar de que Colombia tenga, como todos los demás
Estados, el derecho de limitar la inmigración, tiene por otra parte el compromiso humanitario
de ayudar a los que lo soliciten. Ello, dice, la deja ante una encrucijada: priorizar la solución
de facilidad al trabar la entrada de esta población vulnerable, dejándola enfrentar sus
problemas por sí sola, o reafirmar su compromiso con la universalidad de los derechos
humanos recibiendo y atendiéndolos.
Pero, ¿es tan sencillo como lo plantea? ¿Hasta qué punto el compromiso de Colombia con
los derechos humanos se mide por su trato a los migrantes venezolanos?
Por un lado, no es cierto en la medida en que existe una serie de problemas inherentes la
recepción de tanto flujo migratorio que Colombia no estaría en capacidad de resolver, en
particular en términos de economía y de seguridad, que podrían vulnerar los derechos de su
propia población. Sin embargo, ninguno de estos puede ser una razón suficiente para
justificar que incumpliera con su propia carta política, pues ambos problemas se podrían
resolver en cuánto realmente se tuviera la voluntad de hacerlo, solucionando de paso
problemas estructurales que también dificultan la vida de sus propios nacionales.
Por otro lado, el hecho de recibir a una población en situación de vulnerabilidad supone
también asumir, aunque sea marginal, una dosis de problemas de seguridad. Primero
porque el gobierno de Nicolás Maduro no ha escondido su hostilidad hacia Colombia y que
ya se ha aprovechado del caos para mandar agentes infiltrados que ponen en peligro la
seguridad nacional (CNN Español, 2019). Por otro lado porque, como ocurre con cualquier
población vulnerable, algunos estarán tentados de emplear cualquier vía para sustentar a
sus familias. Sin estigmatizarlos, es obvio que las zonas de concentración de refugiados
traen consigo su pequeña parte de criminales, aunque la tasa sea en realidad muy baja
(Martinez,R. y Lee, M., 2004). Si además no se les atiende y no pueden encontrar trabajo o
acceder a condiciones de salud correctas, cada más estarán ad portas de caer en la
delincuencia. Más de 7000 venezolanos han sido capturados por las autoridades
colombianas en 2018, contra un poco más de 2000 en el 2017 (El Espectador, 2018), lo que
demuestra claramente la magnitud y el aumento del problema. Un país que ya vive
acechado por las bandas criminales y en el que la resolución de casos penales ni siquiera
supera el 10% en tiempos normales, no puede permitirse agravar su propia situación con la
justificación de defender a los derechos humanos. Pues los colombianos deben ser la
prioridad de su propio gobierno.
Sin embargo, se puede también pensar que estos argumentos son apenas una excusa para
no atenderlos, en una débil justificación de la xenofobia y de la falta de solidaridad que
incluso parece caracterizar las relaciones políticas y sociales dentro del país. Desde esta
perspectiva, no solo Colombia mostraría la debilidad de su compromiso con los derechos
humanos a través del rechazo de la migración sino también por no aprovechar esta
oportunidad para resolver los problemas que sufre directamente su propia población. Pues
finalmente es una gran oportunidad de atacar el mal a la raíz para poder atender también a
los refugiados. El que quiere puede dice el adagio.
En cuanto a los problemas de seguridad, se sabe desde antaño que están directamente
relacionados con los problemas de oportunidades (El tiempo, 1996). La falta de una
verdadera política de empleo y de acceso a oportunidades empresariales y laborales en el
país no es nueva y acecha a los colombianos desde la apertura económica de los años
noventa. De resolverse este problema, no se podría hablar de lo problemas de integración o
de absorción económica de los migrantes provenientes del país vecino. La falta de
compromiso de los gobiernos colombianos frente a esta problemática se ve reflejada en la
situación actual y demuestra que si hubiera real voluntad política, se podría no solamente
recibir y garantizar los derechos de los migrantes sino también los de los colombianos.
Como lo dice un informe de la ONG Social Watch presentado en la sede de Naciones
Unidas en el 2004, “La pobreza se ha convertido en el principal obstáculo para la seguridad
humana en Latinoamérica” (Social Watch, 2004). A raíz de esto se puede afirmar que
efectivamente las excusas de seguridad y de falta de capacidad de recepción ilustra el
hecho de que el Estado colombiano se lave las manos con las causas endémicas de los
problemas que no son característicos de la migración sino de la lucha por los derechos de
las personas en general.
En cuanto al supuesto colapso del sistema de salud, si bien es real y dificulta la atención de
la población refugiada, no se debe necesariamente a una incapacidad del sistema sino a la
manera en que se organiza. Pues queda claro que los recursos sí están disponibles, solo se
necesita privilegiar la garantía de los derechos por encima del lucro y del enriquecimiento de
los prestadores de salud. En efecto, el sistema de salud generó un excedente de más de 2
billones de pesos en el 2018 (Montes, 2019).
Referencias bibliográficas:
El Espectador. (2019, 30 de diciembre). Más de 7000 venezolanos han sido capturados por
las autoridades este año. El Espectador.
Mantilla, J. (2019, 15 de julio). ¿Se ha vuelto más insegura Colombia por la migración
venezolana? La República.
Montes, S. (2019, 29 de junio). Empresas del sector salud cerraron cerraron 2018 con
utilidades de 2,3 billones de pesos. La República.
5. Referencias bibliográficas:
Dejusticia (S.F). Conozca Nuestro Equipo - Rodrigo Uprimny Yepes. Bogotá, Colombia.
Recuperado de: https://www.dejusticia.org/responsible/rodrigo-uprimny-yepes/