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Semana 19 - 21/07/2021 TEMA: EL PADRE NUESTRO

Profesora: Nancy Silva Rivas

Apellidos Nombres Sección

Actividad 1:
1) ¿Qué explicación le das a las
imágenes de las manos? 2)
¿Qué entiendes por esta
afirmación: “Cuando creas que
no puedes más las manos de
Dios te sostienen? 3) ¿Qué
interpretación le das a la
imagen donde está Jesús?
4) ¿Sabes rezar y orar, conoces
alguna oración que nos
identifique como cristianos? 5)
¿Crees que es importante rezar
y orar? Sí o No ¿por qué?

Jesús nos ilumina con su Palabra


“Pidan y Dios les dará; busquen y lo hallarán; llamen y él les
abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y
al que llama, se le abre. ¿O hay acaso alguno entre ustedes
que al hijo que le pide pan le dé una piedra; ¿o si le pide un
pez, le dé una culebra? Si, pues, vosotros, siendo malos,
saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre que
está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan!”
Palabra del Señor…Gloria a Ti Señor Jesús. Mt 7,7-11 Mt
18,19-20 Mc 9,28-29

Actividad 2: 1) ¿Qué recomienda Jesús a la gente? 2) ¿Qué


tipo de Dios les presenta Jesús? 3) ¿Conoces la oración que
nos identifica como cristianos? 4) ¿Crees que es importante
orar? ¿Por qué?

Tema 2: La Oración del Padre Nuestro


El Padre Nuestro es la oración que identifica a los cristianos porque es la enseñanza de Jesús.
Rezándola reconocemos a Dios como Padre y a todos los hombres como nuestros hermanos.
Te invito a reflexionar este diálgo. En éste descubrirás el profundo significado de esta oración
y a qué nos compromete rezarla.
Jesús siempre motivaba a sus apóstoles y discípulos a rezar y a orar a Dios Padre. Sus
discípulos con confianza le pidieron que les enseñe a orar y Jesús les enseñó la oración del
Padre Nuestro que está en el Evangelio de San Mateo 6, 9-15.
Recitamos el Padre Nuestro….

Diálogo entre el Hombre y Dios


(Texto adaptado de un libro de oraciones Alemán)

Hombre: “Padre nuestro que estás en el cielo…”


Dios: sí, dime ¿Qué quieres?
Hombre: No me interrumpas. Estoy rezando.
Dios: Por eso me llamaste y aqué estoy para escuharte.
Hombre: ¿Yo te llamé? … No, no,…debe ser un error; yo sólo
estaba rezando: “Padre nuestro que estás en el cielo…”
Dios: ¿No ves, no te das cuenta? Otra vez me llamaste.
Me imagino que para conversar conmigo. Pues bien, ¿De qué se
trata?
Hombre: “Santificado sea tu nombre”
Dios: ¿Lo dices en serio?
Hombre: si digo en serio qué…
Dios: Lo que dijiste: que quieres santificar mi nombre ¿Lo quieres
santificar de verdad? ¿Sabes también lo que eso significa?
Hombre: Significa… Hmm…signficaaaa…pues no, fíjate que no sé qué siginifica
Dios: Significa que tú me quieres adorar: quiere decir que Yo soy lo más importante para ti. Tú reconoces
que soy tu Dios. Santificar mi nombre es igual a reconocer mi nombre por encima de cualquier otro valor.
Hombre: Ahá, eso sí que lo entiendo. “Venga tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el
cielo…”
Dios: Así que te comprometes a hacer mi voluntad, para que mi Reino sea más patente entre los hombres.
Hombre: ¿Hacer tu voluntad? Por supuesto que sí. Hace años que la estoy cumpliendo: me bauticé, hice mi
Primera Comunión, recibí la Confirmación. Cuando puedo voy a misa y próximamente me voy a casar por
la Iglesia. ¿No ves que estoy haciendo tu voluntad?
Dios: Eso no es hacer mi voluntad. Yo quiero más: quiero que dejes a un lado tu flojera y comodidad, que
no pienses sólo en ti sino que ames también a tu prójimo igual como te amas a ti. Quiero que a los
ancianos y a los enfermos los atiendas bien, que los hambrientos de alimentación y conocimientos
también tengan qué comer y aprender, que los tristes, los discriminados y afligidos sean consolados,
porque todo lo que haces en bien de esta gente, lo haces también pro Mí. Haz lo otro lo que te gustaría
que te hagan a ti.
Hombre: ¿Y por qué me lo dices a mí? Mira a los demás; en este mundo de consumismo y de
individualismo, indiferencia y conformismo, de pérdida de valores, y que todo es competencia para ser
exitosos…¿Quién piensa en los demás? Aquí, el que pestañea pierde
Dios: ¡Oh, perdón! Yo pensaba que tú pedías con sinceridad que mi Reino llegase y te interesaba de
verdad, que mi voluntad se hiciese. Porque esto comienza en forma muy personal, en la vida de cada uno
de los que así me lo piden. Sólo en la medida que logres sintonizar tu voluntad con la mía, puedes ser
embajador de mi Reino en la tierra. El cambio comienza por uno mismo si quieres marcar la diferencia.
Hombre: Bueno, está bien… comprendo. Y Ahora déjame seguir con el rezo. “El Pan nuestro de cada día
dánoslo hoy…”
Dios: Así me gusta. Que no te preocupes de pedir tu pan sino también por el pan de los demás. ¿Qué
bueno! ¿Pero, sabes qué? Al pedir el pan para todos, te comprometes a compartir tu pan con quien está
necesitado o pasando hambre. Al crear el mundo hice las cosas para bien de todos y no solamente para el
bien de algunos. ¿Qué haces tú para que todos quepan en la mesa de creación y tengan suficiente para
vivir dignamente?
Hombre: “Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden…”
Dios: ¿Y le perdonaste a tu compañero las ofensas que te hizo ayer?
Hombre: Lo que él me hizo, no tienes perdón. No, no… lo odio. Tú sabes lo malo que es, su corazón está
lleno de maldad y cuando abre la boca, está sembrando discordia, eso tipo no…
Dios: Lo sé, lo sé. Y ¿Tú oración?
Hombre: No lo dije en serio.
Dios: Por lo menos eres sincero contigo mismo. ¿Pero cómo puedes vivir tú con tanto odio en tu corazón?
Hombre: Sí, es verdad: esta situación realmente me enferma.
Dios: Yo te quiero sanar. Perdónalo y yo te perdonaré a ti; es más, ya te he perdonado. Ahora has tú lo
mismo y te aseguro que te vas a dar cuenta que tu corazón se llena de alegría y de paz. Te enseño un
secreto: siempre ve lo positivo en las personas con quienes te vas a relacionar y en este caso trata de ver
lo positivo de tu esta persona que te hizo daño. Recuerda que tú también puedes fallar y cuando lastimas
a otros necesitarás que te perdonen para estar en paz…
Hombre: Hmm… no sé si seré capaz.
Dios: Ánimo, inténtalo, yo te voy a ayudar.
Hombre: “Y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal…”
Dios: Con muchísimo gusto. Dime, ¿Cuáles situaciones son para ti una tentación?
Hombre: ¿Cómo? No te entiendo.
Dios: Bueno, tú conoces tus lados flacos: tu egoísmo, tu mal genio que aflora tan a menudo, la flojera, tu
comodidad que te impide comprometerte en algo en bien de los demás. Bueno, pues, tus tentaciones las
conoces tan bien como yo. Ahora no les cedas, no las consientas. Haz un empeño para vencerlas.
Hombre. Creo que es el Padre Nuestro más difícil que jamás he rezado;
pero estoy contento porque veo que por primera vez tenía algo que
ver con mi vida.
Dios: También yo estoy contento. ¿Y sabes qué es lo más maravilloso?
Que las personas como tú comienzan a tomar en serio su conversación
conmigo. Ya te has dado cuenta que la fe y la vida van de la mano; si la
oración no se traduce en vida, quedan palabras huecas no más. Pero si
alguien ora de verdad y con un corazón dispuesto a hacer mi voluntad
en la vida diaria, esa persona se empeña en hacer más visible mi Reino
en el mundo y eso lo va a llenar de felicidad. ¡Pruébalo! Pero comienza
desde hoy porque si no tardarás mucho como mi hijo San Agustín que
decía mañana voy a cambiar para lo mismo decir mañana… Sigue los
consejos de mi Hijo Jesús pues Él te enseñó esta oración. Cualquier
cosa cuenta con Él, con el Espíritu Santo y conmigo. Recuerda que te
cree para que seas feliz.

Actividad 3:
a) Cuando el hombre reza: “Padre nuestro que estás en el
cielo” ¿Por qué Dios lo interroga diciendo “Qué quieres”?
b) ¿Qué significa “Santificar” el nombre de Dios?
c) Haz un listado de acciones que podemos realizar para cumplir la “Voluntad De Dios”
d) ¿Qué nos enseña Dios cuando dice: “¿Al pedir el pan para todos, te comprometes a
compartir tu pan con quien está pasando hambre”? ¿Se refiere exclusivamente al pan
de alimento o también a otras cosas? ¿Cuáles?
e) ¿Crees que debemos ser coherentes cuando le pedimos a Dios que nos perdone
nuestras ofensas?
f) Escribe cuáles son las tentaciones además de las Dios enumera, que nos desafían a la
sociedad actual.
g) ¿Cuántas peticiones hacemos en el Padre nuestro?

Ya que has comprendido el significado del “Padre Nuestro”


Actividad 4:
ahora debes asumirlo con justicia elaborando un compromiso con tu
Padre Dios quien está dispuesto a darte todo lo que necesitas.
¿Qué es lo que más me gustó del ¿Para qué me servirá en el ¿Cómo lo pondré en
tema? futuro? práctica?

METACOGNICION

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