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Mariposa – 70%
El mariposa al, contrario de los tres nudos vistos más arriba, tiene
la particularidad de trabajar bien tanto longitudinal como
transversalmente. Sus aplicaciones son muy variadas: reparto de
cargas, aislamiento de un tramo de cuerda dañado (colocando el
daño en la gaza del nudo), pasamanos, tensado de líneas
horizontales, etc. Se deshace fácilmente tras ser sometido a carga.
A no confundir con el “falso” mariposa. La diferencia entre ambos
reside en que los bucles del primero están entrelazados y en el
segundo no, siendo el mariposa más resistente, pero más difícil de
aflojar tras tracción.
Barrilete – 70% (o medio pescador doble)
Se trata de un nudo corredizo basado en el pescador doble. Sus
principales ventajas son su compacidad, y su capacidad de fijar la
posición de un mosquetón a medida que se va apretando. Entre sus
desventajas está la dificultad de comprobar visualmente su buena
ejecución, ya que es fácil realizarlo al revés y confundirlo con el
verdadero (¡ojo!). Suele utilizarse con cabos de anclaje hechos de
cuerda dinámica. Buena resistencia estática. Se deshace con
dificultad una vez sometido a carga.
De unión
Ocho de unión – 55%
Se trata del ocho por seno realizado por chicote. Se utiliza
principalmente para unir cuerdas o confeccionar anillos de cuerda.
Es importante remarcar que puede deslizar con cuerdas de
diferente diámetro o muy rígidas. En ese caso mejor utilizar el
pescador doble. Se recomienda dejar sobrantes de al menos 20 cm.
Pescador doble – 70%
Se trata de un nudo cuya función principal es la de unir cuerdas o
confeccionar anillos de cuerda. Como todos los nudos, es
necesario apretarlo bien y dejar un buen sobrante una vez
rematado. Sencillo y rápido de hacer, una vez sometido a tensión
resulta, al contrario, muy difícil de deshacer. Es el nudo estándar
para confeccionar los anillos de los cordinos que se usan para
hacer nudos autobloqueantes. Basta con dos vueltas en cada
chicote. Si se utilizan cordinos de fibras técnicas como el kevlar o
la Dyneema es imprescindible hacerlo con tres vueltas para evitar
que deslice.
Gaza – ocho – 45-55%
EL uso de la gaza o el ocho como nudos de unión empalmando los
cabos de manera paralela es muy común en el ámbito deportivo en
situaciones en las que exista riesgo de enganche al recuperar la
cuerda (rápeles en vías de escalada de varios largos, barrancos,
etc). Ofrecen una baja resistencia residual y deslizan a partir 6 Kn.
Debe dejarse un sobrante de más 40 cm. Se desaconseja su uso en
trabajos verticales salvo en situaciones muy concretas (taludes de
grandes dimensiones, trabajos en terreno natural, etc).
Ocho triple – 60%
Una de las mejores maneras de unir dos cuerdas de progresión ya
que permite anclarse a la gaza. Tiene una mayor resistencia
residual que el ocho de unión y se deshace más con mayor
facilidad una vez sometido a carga. Entre sus inconvenientes, su
volumen y la gran cantidad de cuerda que consume.
De ligada
Ballestrinque – 50%
Un nudo a la vez interesante y delicado. Interesante porque
permite fijar rápidamente una cuerda, amarrar pequeñas cargas de
forma cilíndrica, consume poca cuerda, puede hacerse con una
sola mano sobre un mosquetón y puede regularse fácilmente. Y
delicado porque puede deslizar con bajas cargas (3 kN sobre
mosquetón, 1 kN sobre un tubo redondeado), y tiende a aflojarse
si es sometido a varios ciclos de tensado-destensado (subir con
bloqueadores por una cuerda, por ejemplo) . Por ello no puede
dejarse desatendido (no apto para cabeceras). Es necesario hacer
siempre un nudo tope. En definitiva, a usar sólo para aplicaciones
auxiliares.
De fortuna
Los nudos autobloqueantes, dinámico y de fuga son un caso a
parte en los trabajos verticales. Catalogados como nudos de
“fortuna”, algunos consideran que no deberían tener cabida en este
tipo de trabajos. Sin embargo, existen numerosas situaciones en
las que pueden ser utilizados como nudos auxiliares por lo que no
está de más conocerlos.
La mayoría de los nudos deben elaborarse con cordinos de
diámetro inferior (2-3 mm) al de la cuerda que se pretende
“morder”. Si bien existen multitud de nudos de este tipo, a
continuación repasamos los más comunes.
Prusik
El nudo autobloqueante más conocido. También es el más
polivalente pues muerde la cuerda en ambas direcciones y además
lo hace con más fuerza que otros nudos similares. Su principal
desventaja es, precisamente, que cuesta deshacerlo después de
haber sido
sometido a carga. Requiere de al menos 3 vueltas alrededor de la
cuerda.
Veronés (Swicero)
Uno de los nudos autobloqueantes más interesantes. Al contrario
que el prusik, el machard y la gran mayoría de nudos
autobloqueantes, su elaboración no requiere confeccionar un
anillo. Otra de las ventajas de este nudo es que muerde bien en
cuerdas de su mismo diámetro. Requiere al menos cinco vueltas
alrededor de la cuerda que se quiere morder.
Dinámico
También conocido como nudo UIAA o HMS, constituye una
buena alternativa a nuestro descensor para maniobras de
desplazamiento de cargas, destensado de tirolinas, etc. Entre sus
desventajas está el rozamiento que produce y los rizos que va
creando en la cuerda. Se realiza sobre un mosquetón de pera (o
HMS).
Nudo de mula
El complemento perfecto del nudo dinámico. El nudo de mula
permite bloquear el nudo dinámico de manera segura y eficiente,
permitiéndonos tener manos libres. En el ámbito deportivo
también permite bloquear aparatos como ochos, placas, etc.
Imprescindible como solución auxiliar.
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