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Factores interpersonales del proceso enseñanza-aprendizaje

3.1.7 Personalidad.

Introducción: En el último capítulo se abordarán los elementos de la


personalidad, desde la completitud de su definición como las principales teorías
que existen, además de algunos estudios sobre la personalidad enfocada al
proceso de enseñanza aprendizaje, además de como tanto la escuela como el
profesor influyen en la personalidad de sus estudiantes.

Palabras clave: Personalidad, teoría, carácter, temperamento, rasgo, escuela,


docente, adaptación.

1- Concepto y elementos de la personalidad:


Al hablar de la personalidad, debemos tener en cuenta que su raíz etimológica se
encuentra en la palabra persona del latín la cual hace referencia a las máscaras
utilizadas en el antiguo teatro griego, donde cada máscara hacía referencia a un
tipo de carácter, y no es hasta la Edad Media, donde esta adquiere el significado
que generalmente refiere a los aspectos subjetivos de un individuo y del cual sigue
presente hasta nuestros días.

Darle un significado general al término personalidad es demasiado complejo, ya


que cada autor tendrá su propia definición, para Galimberti (2006, pp.810) la
personalidad es un “conjunto de características psíquicas y modalidades de
comportamiento que en su integración constituyen el núcleo irreductible de un
individuo”, para Sans de Acedo (1998) es “Un fenómeno más centrado en los
contenidos o disposiciones internas, pero también se manifiesta a través de la
conducta y de las apariencias o signos externos que exhibe la persona”, mientras
que para Coon (2011) la personalidad “se trata de la organización única y
dinámica de las características particulares de una persona, tanto físicas como
psicológicas que influyen en la conducta y en las respuestas al ambiente social y
físico”.
Más adelante se explorarán algunas de las teorías de la personalidad que se han
propuesto a través de los años, no obstante, es importante hacer un señalamiento,
ya que no se debe de confundir persona y personalidad; la persona “designa a un
individuo humano concreto” (Andrés,2016) mientras que la personalidad es un
término propuesto por la psicología, con el cual se busca explicar el “conjunto de
cualidades que constituyen a la persona” (RAE,2021).

La definición anterior abre la puerta a pensar cuáles son esas cualidades que
constituyen a una persona, y por ende las distintas ramas de la psicología las
cuales explican tanto el funcionamiento como la división del psiquismo humano
brindarán diferentes procesos que se ven implícitos en la personalidad y los cuales
colaboran de manera sinérgica como parte de un todo, por citar algunos de ellos
encontramos a los procesos cognitivos (razonamiento, memoria, y percepción),
connotativos (motivación, intereses, voluntad), emocionales (afectos y
sentimientos), biofísicos (funciones neuroendocrinas), dinámicos (pulsiones,
deseos y represiones).

A estos procesos los cuales parecieran ser de carácter privado, es decir, que se
encuentran en lo interno o en la subjetividad de la persona, también encontramos
procesos que implican una interacción tanto con un medio ambiente como con un
medio social o incluso, un medio cultural, por tanto, la personalidad tendrá una
función de adaptación pues dependiendo de las características de este entorno, se
muestran ciertas conductas, pensamientos o sentimientos.

Por último, es importante añadir un comentario más, ya que, al hablar de


personalidad, en muchas ocasiones conlleva una connotación de valor, y se
piensa que existen mejores o peores personalidades, y esto no es así, como se ha
comentado, la personalidad tiene una función adaptativa, y por ende solo
podremos observar e hipotetizar el cómo un sujeto está experimentando cierta
situación para mostrarse de tal manera.
2- Conceptos relacionados a la personalidad:

Al hablar de personalidad, nos encontraremos que existen conceptos ligados a la


concepción de la personalidad, por ello, es importante el poder comentarlos y
definirlos con el propósito de evitar malinterpretaciones.

2.1 Temperamento
Este concepto proviene del latín temperies, que literalmente significa humor, su
auge lo encontramos en la Edad Media, gracias a la teoría de los cuatro humores,
y de los trabajos de Hipócrates, Galeno, Whundt y Kretschmer. Este término tiene
una relación estrecha con las bases biológicas o constitucionales de la persona,
es decir con elementos fisiológicos que provienen de la carga genética hereditaria.

También, hay que señalar que el temperamento hace referencia a las diferencias
estables de emociones puntuales, y no se debe confundir con el término de
emoción como proceso afectivo, ya que si bien, todos los seres humanos son
capaces de sentir alegría o miedo, no todos sienten con la misma intensidad, por
ello, pero “la existencia de variaciones individuales en los parámetros de esta
expresión es lo que se debe atribuir a las dimensiones temperamentales”
(Andrés,2016,pp.86). Para ejemplificar los rasgos del temperamento o de la
personalidad, podemos mencionar que una persona es audaz, nerviosa, apática,
activa, inhibida, desinhibida, miedosa, comunicativa o impulsiva.

Otro punto que también hay que señalar es que, con el tiempo, el concepto de
temperamento, decantó en otro el cual es Rasgo, propuesto por Allport, y se
refiere a las disposiciones estables del comportamiento, es decir, son tendencias
de actuación relativamente estables y permanentes a lo largo de la vida, en otras
palabras, es “una disposición personal a comportarse de una manera parecida en
distintas situaciones” (Andrés, 2016, pp.62).

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2.2 Carácter

Este término proviene del griego kharakter o charassein, y significa marca o


grabado, y era utilizada para definir el conjunto de las características y estilo de
vida de un hombre y conllevaba una connotación ética pues se buscaba el deber
ser, por lo cual podemos definir el carácter como “una colección de hábitos y de
reglas adquiridos propios de un individuo” (Andrés, 2016, pp.85). Dentro de los
adjetivos que hacen referencia al carácter, podemos decir que una persona es
orgullosa, hipócrita, deshonesta, honesta, desconfiada, piadosa, caritativa, recta,
etc.

No obstante, desde la visión psicológica de este concepto, proviene de los


trabajos de Teofrasto y que posteriormente Aristóteles retomara en su obra
fisiognómica donde propone que el carácter está ligado a la cuestión somática, y
que autores como Freud, Jung, Adler y Allport retomarán en sus distintas teorías.
Por ende, es común que en la bibliografía europea se tenga muy presente este
concepto como sinónimo de personalidad.

Una vez definidos estos elementos se debe de retomar la función adaptativa de la


personalidad, ya que un individuo utilizara tanto su carácter como su
temperamento o rasgos para poder enfrentarse al medio, no obstante, esta
definición de su funcionalidad, en la actualidad queda muy corta, ya que en la
psicología actual, existen diferentes enfoques que darán una explicación más
amplia y dependiendo de cada uno de ellos, se hará énfasis en la conducta, en la
vida anímica o emocional del sujeto, en sus creencias o ideologías, e incluso en
sus sentimientos.
3- Teorías de la personalidad.
No existe una sola teoría que pueda englobar el estudio de la personalidad, ya que
esto es imposible debido a las múltiples concepciones que se tienen de la
definición y características que la componen, por ende, cada autor tendrá su
propia teoría. A continuación, se presentarán algunas de las más conocidas e
importantes.

3.1- Teorías Factoriales.


Estas teorías son obra de los autores R.B. Cattell y H.J. Eysenck, los cuales
proponen un análisis de corte factorial para estudiar la personalidad. Para Cattell
la personalidad es un factor que permite predecir lo que hará un individuo ante una
situación determinada a partir de sus rasgos.

Eysenck por su parte, propone un estudio de la personalidad en términos de


dimensiones o unidades de comportamiento las cuales son determinables y
medibles, él define la personalidad como a suma total de los esquemas de
conducta del organismo, tomando en cuenta los elementos adquiridos como los
heredados. Gracias a esto, se proponen cuatro sectores principales: el
cognoscitivo que hace referencia a la inteligencia, el connotativo que atañe al
carácter, el afectivo que concierne al temperamento y por último el somático que
corresponde a la constitución corporal.

3.2- Teorías Holísticas.


Este tipo de teorías hacen énfasis en el aspecto unitario de la personalidad en sus
aspectos biológicos y psicológicos. Para K. Goldstein es más útil el estudiar clínica
e integralmente a una persona que examinar en muchos sujetos una única función
psíquica, esto lo determinó a través de la propuesta de una ley, la cual menciona
que el todo gobierna el funcionamiento de las partes. A. Angyal se enfoca en la
integración del sujeto al medio ambiente, e introduce el concepto de biosfera, el
cual incluye al individuo y su ambiente como aspectos de una única realidad, la
cual solo se puede separar de manera abstracta.
A. H. Maslow considera la personalidad como la integración de las necesidades
básicas, estas necesidades se distribuyen en necesidades fisiológicas, de
seguridad, de pertenencia, de amor, cognoscitivas y estéticas.

3.3- Teorías Objetivistas.


Este tipo de teorías están guiadas por la aplicación del método científico, puesto
que buscan basar sus observaciones o hipótesis, en elementos empíricos a través
de experimentos controlados. Este tipo de teorías se gestan en la escuela
reflexológica rusa y en el condicionamiento americano. Por parte de rusia
encontramos a I. Pávlov, el cual retoma la psicología animal para elaborar su
teoría de la personalidad la cual parte de la presentación y emparejamiento de
ciertos estímulos a un sujeto con el fin de provocar una respuesta. Por la parte
conductista, tenemos autores como J. B. Watson, J. Dollard y N. Miller, los cuales
proponen que el elemento fundamental en la estructura de la personalidad es el
hábito que es una asociación entre un estímulo diferenciado y una respuesta que
varía en relación la experiencia individual.

3.4- Teorías Psicodinámicas.


Este tipo de teorías son las que han contribuido notablemente a la concepción de
personalidad, parten de la idea que la personalidad es un ente dinámico, es decir
que está en constante movimiento, lo cual, produce que constantemente
desequilibrios psíquicos debido a los conflictos internos entre diferentes
tendencias. Para S. Freud, la personalidad se manifiesta en varias fases las
cuales corresponden a las etapas del desarrollo psicosexual (oral, anal, fálica y
genital), las cuales se ven caracterizadas por una crisis evolutiva, la cual todo
sujeto debe superar para alcanzar una identidad personal. Cabe señalar que una
fijación en alguna de estas etapas, determina una detención en la maduración de
la personalidad y esta se revelará en la adultez con manifestaciones típicas de
dicha etapa donde se quedó fijado.
3.5- Teorías Fenomenológicas – Existenciales.
Estas teorías fueron gestadas por autores como K. Jaspers y L. Binswanger, el
primero señala que la personalidad es manifestada por la actitud la cual puede ser
objetiva, autorreflexiva o bien entusiasta. Según Jaspers (1919) “solo en el interior
de las mismas actitudes se ponen los hombres en comunicación unos con otros,
comprendiéndose recíprocamente. Si las actitudes son diferentes, uno vive,
piensa, actúa pasando junto al otro sin tocarlo”.

Por su parte Binswanger, retoma ideas de Heidegger e Hisserl, para proponer


diferentes tipos de personalidad, los cuales se basan en la modalidad para abrirse
al tiempo, en este caso la persona abierta al futuro, sería una persona realizada,
aquella que tenga una relación con el presente sin relación con el pasado y con el
futuro, estaría en una personalidad maniaca, y aquel que esté en el pasado, como
un mundo de absoluta lamentación, presentaría una personalidad melancólica.

La personalidad desde este tipo de teorías está íntimamente relacionada con la


noción del mundo, “que es algo que no es algo que hay, sino algo que el individuo
se da, basándose en sus características para especializarse, temporalizarse,
coexistir, etc.” (Galimberti, 2006, pp.814).

3.6- Teorías cognoscitivistas.


Estas teorías elaboran un concepto de personalidad, la cual se centra en la mente,
pues de ella dependen las actividades del organismo, las formas de adaptación y
las conductas, desde este punto de vista, se menciona que no hay una relación
con el mundo si no con la experiencia de este que se elabora en la mente. Cabe
señalar que esta mente es concebida como un sistema informativo que es capaz
de procesar todos los datos tanto ambientales como sensoriales, además de
organizarlos en códigos de entrada los cuales se almacenan, y en códigos de
salida los cuales generan las conductas.
3.7 Teoría Funcionalista
Esta teoría en particular, es propuesta por G. W. Allport y también es conocida
como la psicología del individuo, y esta se centra en la unicidad de cada uno de
los individuos, esta se conforma por las características estables de la
personalidad, los mecanismos de defensa, la percepción de la situación, las
peticiones y esperanzas ligadas a una situación, el valor de la cultura y el rol
dentro de esta.

También se debe de señalar un importante a la teoría de Allport, ya que es gracias


a él es que tenemos un estudio en forma de la personalidad, además de brindar
un elemento teórico que se sigue postulando hasta nuestros días, ya que si bien
es complejo abordar una sola teoría que explique las múltiples variaciones de la
personalidad, existe un punto de partida general pues según Allport (1955) “la
estructura dinámica de la personalidad es única, aunque las semejanzas debidas
a la especie, a la cultura, a las fases de desarrollo, pueden producir similitudes
suficientes como para justificar el uso de dimensiones universales”.

3.8- Más teorías.


Cabe señalar que las teorías anteriormente expuestas no son todas las teorías
existentes, puesto que en todo lo que conlleva el estudio de la personalidad, se
han dejado de lado teorías que con el paso del tiempo dejaron de usarse, tales
como la frenología, que trataba de explicar la personalidad partiendo de las
medidas del cráneo, tampoco se han considerado para el presente trabajo, teorías
más actuales como las que se han basado en los recientes descubrimientos de
áreas del cerebro o procesos neuronales que afectan la personalidad, sin lugar a
dudas, el estudio de la personalidad es un mar profundo el cual se seguirá
explorando cada vez más.
4- La influencia de la personalidad en la educación.

Dentro de las teorías anteriormente expuestas, debemos de retomar a autores


tales como J. Dollar, N. Miller, J. Rotter y A. Bandura, ya que ellos son los
primeros en interesarse en como la personalidad tiene una influencia directa sobre
el proceso del aprendizaje. Por ende, es importante revisar las propuestas que
plantean cada uno de estos autores.

4.1-Miller y Dollar:
Neal E. Miller y John Dollar tienen principal relación con el estudio de la
personalidad enfocada al proceso enseñanza aprendizaje, ambos investigadores
retomarán parte de la teoría psicoanalítica y de elementos de la antropología
social para formular sus hipótesis, por ello lejos de hablar de una teoría de la
personalidad, hablan de teorías del aprendizaje.

Para ellos este tipo de teorías del aprendizaje es el estudio de las circunstancias
bajo las cuales se asocia un estímulo y una respuesta. El aprendizaje por tanto
será la unión de ese estímulo con esa respuesta, esta unión es llamada “hábito”,
este hábito permitirá, que, al presentar solo el estímulo al estudiante, este
generará en automático la respuesta. Si bien se podría pensar que siguen la línea
del estímulo-respuesta del condicionamiento, para ellos tiene que ver dos
elementos más, el primero es la pulsión, es decir esa fuerza que busca la
satisfacción, este elemento es el que retoman el psicoanálisis, la pulsión buscara
en la respuesta la satisfacción mientras que el medio u objeto para llegar a ello es
por medio del estímulo.

No obstante, esto tendrá que ser reforzado constantemente por medio de un


sistema de recompensa, que es el segundo elemento que mencionan, por lo cual
su teoría propone que una pulsión encuentra el estímulo para generar una
conducta, la cual será recompensada, con ello se puede entender que seguirá
repitiendo o manteniendo y por lo tanto se genera el aprendizaje.
4.2- Rotter y Bandura:
Julian Rotter y Albert Bandura, ambos autores provienen de las teorías del
aprendizaje social y del condicionamiento radical u operante que propuso en su
momento Skinner, no obstante, estos buscan corregir algunos de los errores de
este tipo de teorías. En cuanto a la conducta humana, Bandura piensa que esta
puede ser explicada por un determinismo recíproco que implica la sinergia de
factores conductuales, cognoscitivos y ambientales. Mientras que Rotter piensa
que elementos como el significado subjetivo y la interpretación del ambiente es lo
que regula las conductas.

Bandura por su parte, brinda los conceptos como el de aprendizaje por


observación, ya que, desde su teoría, el ser humano aprende al seguir un modelo
al cual imitar a comparación de un condicionamiento de estímulo respuesta, para
el lo más importa es la observación ya sea directa o indirecta. De igual manera
otro elemento a señalar es la importancia del moldeamiento, es decir que aquel
que busca aprender observa a un modelo que primeramente ejecuta una conducta
y posteriormente este sujeto busca imitar.

Esto se logrará a través de cuatro momentos: el primero hace referencia a la


atención, es decir a que el sujeto pueda observar todo elemento que realizar el
modelo, posteriormente el de retención, que señala parte de la memoria y
retención de la información, posteriormente la reproducción motora, que es
cuando el sujeto realiza la acción y posteriormente un cuarto momento donde
entra la motivación, es decir esa reflexión del sujeto a realizar o no aquella
conducta que ejerce el modelo.

Rotter comparte en su teoría cuatro variables que pueden ser medidas y


relacionarse en una fórmula especifica que permite predecir la conducta de
cualquier individuo en cualquier situación.
Estas variables son: el potencial de conducta, el cual es la probabilidad de que
una conducta particular ocurra en una situación específica. La expectativa, que se
refiere a las anticipaciones subjetivas de los sujetos acerca del resultado final de
su conducta, estas están basadas en experiencias previas. El valor de
reforzamiento que muestra la importancia y preferencia de un reforzamiento en
particular, en otras palabras, la elección adecuada de un refuerzo que para ese
sujeto sea llamativo o interesante hará que la conducta pueda repetirse. Por
último, se encuentra la situación psicológica, esta se refiere al contexto psicológico
en el que responde el sujeto, en ella, la perspectiva personal y la subjetividad del
sujeto una vez más entran en juego.

Aunado a estos elementos, menciona los conceptos de necesidades y de nivel


objetivo mínimo, para las necesidades, Rotter comenta que son un grupo de
conductas que están relacionadas a los mismos reforzamientos, de las cuales
distingue las biológicas que no son aprendidas y las psicológicas que son producto
de la experiencia. En cuanto al nivel objetivo mínimo, se refiere al nivel más bajo
de un reforzador que es percibido por el sujeto como un elemento satisfactorio,
como una palabra de aliento por citar un ejemplo.
5- La personalidad y la escuela.

Como se ha mencionado hasta ahora, la personalidad del individuo influye en su


medio, por lo cual, debemos pensar que esto mismo ocurre dentro del ámbito
educativo el cual es la escuela, en otras palabras, la personalidad del alumno
influirá directamente en las expectativas que pueda tener sobre su proceso y
resultados académicos y también será un elemento activo, ya que la misma se
podrá observar en elementos tales como la toma de decisiones, la tolerancia a la
frustración o bien en la toma de decisiones.

Lamentablemente en este contexto la personalidad se encuentra escindida en


criterios de normalidad u anormalidad, estos últimos son los que se llegan a
estudiar y de los cuales se habla mucho más, pues son los que propician una
mayor afectación en el funcionamiento de la mente, la vida emocional y la
conducta de adaptación. Para hacer una clasificación taxonómica de este tipo de
problemáticas, el DSM V cuenta con un desglose con las características o
sintomatología que podrían indicar si un estudiante tiene alguna clase de problema
de índole mental que requiera un tipo de apoyo profesional.

Sin profundizar en cada uno de estos trastornos, podemos catalogar tres grandes
grupos de disfunciones escolares donde se ve implícita la personalidad:

1- Alteraciones intraindividuales: Las alteraciones de este grupo se encuentran


en el orden del pensamiento y del afecto, por ende, se tendrían estudiantes
con problemas para reflexionar de manera lógica y correspondiente a la
edad cronológica del sujeto. Por otra parte, los estados afectivos se
vislumbrarán en la presencia de estados de animo persistentes tales como
la depresión o la euforia.

2- Alteraciones interindividuales: En este grupo encontramos las deficiencias


en el trato con los otros, tales como los profesores, los padres de familia o
bien los mismos compañeros de clase; los problemas de comunicación y
conducta son frecuentes en estas alteraciones. No obstante, se debe tener
siempre presente la edad cronológica del estudiante como la etapa y su
contexto para determinar si la conducta es anómala o solo un reflejo de su
vivencia actual.

3- Alteraciones comunitarias: Este grupo hace referencia a problemas en la


adaptación al medio ambiente, el patrón de comportamiento que presenta el
estudiante se ve reflejado en el constante desprecio y violación de los
derechos de los otros, por ende, es constante el conflicto con las
autoridades.

Es muy común encontrar en las escuelas la unión de estos tres grupos en un solo
estudiante, por lo cual podemos hipotetizar que será un estudiante que presente,
problemas de ansiedad, agresividad, con problemas para entender los temas y
con un claro desinterés a las actividades y que muy seguramente tendrá conflictos
constantes con sus compañeros ya sea a manera de víctima o a manera de
victimario, de igual manera será vivido por el docente como un caso especial, el
cual puede ser necesitado de apoyo o bien un caso conflictivo.

Con lo anterior, se remarca la importancia de tener un trabajo colaborativo entre


docentes, padres de familia, instituciones, psicólogos e incluso en caso necesario
de psiquiatras, que puedan aportar una ayuda a los estudiantes que muestran este
tipo de problemáticas.
5.1- La personalidad del profesor como influencia en los estudiantes.

Uno de los elementos más importante del proceso enseñanza- aprendizaje,


dependerá del estilo y la relación que establezca el docente con sus estudiantes,
por ende, el rol del docente está encaminado a proporcionar una interacción
recíproca ya que no debemos de olvidar que, en el salón de clases, se pone en
juego un ambiente social, emocional y cognitivo, el cual estará a cargo del
profesor, por lo tanto, la personalidad de este influye de manera directa en los
estudiantes.

Ríos (2004,pp.100) nos refiere que “La personalidad del docente, quien con su
conocimiento, experiencia, talento y actitudes puede proveer el estímulo para una
buena experiencia de aprendizaje, es un elemento vital durante el comienzo del
proceso”, en otras palabras podemos mencionar que la misma personalidad del
profesor es en sí un estimulo para el estudiante; si es un profesor alegre,
extrovertido, con un buen dominio de los temas y una facilidad de palabra, será
más interesante para que el estudiante se sienta atraído hacia las clases y por
ende a participar en su proceso educativo, a comparación de un profesor
introvertido, con carencias en la transmisión de los temas.

Si se toma en cuenta la figura del docente como un mediador, tanto Vygotsky


(1978) como Feuerstein (1980) mencionan que el mediador es aquel que
selecciona, organiza y estructura los estímulos, con una intencionalidad, en el
caso del docente como mediador, este buscaría que estos estímulos lleguen a los
estudiantes y generen en ellos cambios profundos a un nivel cognitivo, afectivo y
social. De igual manera Feuerstein menciona tres elementos importantes que todo
docente debe de cubrir.

1- Intencionalidad (y reciprocidad) clara y explícita de los cambios que desea


generar en el alumno: En este elemento docente y alumnos trabajan de
manera sinérgica, esto se logra a través de la comunicación clara de las
metas educativas, las cuales deben ser conocidas, aceptadas y se deben
de compartir entre el docente y el estudiante.

2- Trascendencia: En este elemento, el docente busca crear en los alumnos el


deseo de trascender, no solo a un nivel personal, sino también a un nivel
cognitivo, es decir, que los conocimientos sean aprendidos y aprehendidos.

3- Significado: Este busca darle una significación que combine elementos


afectivos, sociales y cognitivos a todo conocimiento, y en especial, se tiene
la tarea de que esta significación sea válida para la vida del estudiante tanto
adentro como afuera del aula.

Si bien en la literatura a través del tiempo existen múltiples artículos que hablan
sobre las características más adecuadas o bien, las más ideales que debe tener
un docente y las cuales pueden rastrearse desde las bases históricas de la
educación como en la Edad Media, el Islam e incluso en el Humanismo, es
importante señalar que el presente trabajo no busca imponer dichos elementos,
por el contrario, busca la reflexión del docente para preguntarse sobre su propia
personalidad como un instrumento más de su clase y como esta contribuye o
afecta en la subjetividad y personalidad de sus estudiantes.

Conclusión:
Al hablar de personalidad nos encontramos con un gran problema que se ha
estudiado durante muchísimo tiempo, ya que existen teorías diversas y muchas
formas de visualizar este elemento tan complejo, desde la filosofía, la psicología,
lo neuronal, etc. Por ello es importante conocer diferentes teorías que den
respuesta a este enigma, el cual debe seguir estudiándose desde una perspectiva
multifactorial y como este tiene un impacto directo en el proceso de la enseñanza
y el aprendizaje.

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