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Febrero 2021
Mateo 9 - 18 2
Un devocional para la formación y meditación espiritual

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Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,
pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis.
(Jeremías 29:11)

Febrero 2021
5 Poesía para meditar
6 Calendario
7 Cómo hacer TcD es Vida Viva
8 Espiritualidad Pura
La alabanza, un fruto del temor
11 Pioneros de la misión
Como el rocío del Hermón, que desciende sobre los montes de Sión
14 Restaurando la autoestima (2)
La sabiduría de proteger el cuerpo y el alma
16 La Palabra de mi vida (2)
Un objetivo sagrado, una vida radiante
18 Buscando respuestas (2)
¿Qué actitud debo tomar ante otras denominaciones?
20 Introducción Bíblica
Mateo
26 Devocional diario
Mateo
152 Estudios bíblicos semanales
160 Testimonio
El devocional lo cambia todo

TcD es Vida Viva ® (ISSN 2150-5888)


Es una publicación mensual de The Hall of Tyrannus Mission dba Duranno
International Ministry © Derechos reservados, 2014
Texto bíblico: Reina-Valera 95 ® © Sociedades Bíblicas Unidas,1995.
Texto bíblico: Dios habla hoy ®, Tercera edición
© Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Usados con permiso. www.labibliaweb.com

Prohibida su reproducci ó n total o parcial sin autorizaci ó n expresa


de Duranno Latino. contacto@durannolatino.org
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Prohibida su reproducción por cualquier medio escrito,
electrónico o de amplia difusión.
NUESTRA VISIÓN
Ser un canal para que los cristianos alrededor del mundo desarrollen hábi-
tos que los ayuden a alcanzar la madurez espiritual. Es nuestra meta pro-
porcionarles a los creyentes una herramienta práctica que los anime en su
meditación diaria, llevándolos a la reflexión, la vida de oración y a lograr
una relación de intimidad con Dios y la Palabra.

¿QUÉ SIGNIFICA TcD es Vida Viva?


Significa un tiempo especial, un encuentro personal diario con Dios, don-
de uno establece un lugar y un tiempo silencioso en el día para escuchar Su
voz a través de Su Palabra, que meditándola y aplicándola a su vida produ-
cirá cambio y madurez.

¿POR QUÉ HACER TcD es Vida Viva?


Mucha gente, que hace TcD es Vida Viva, comparte con nosotros acerca
del crecimiento espiritual obtenido al conectarse con el Señor diariamente.
Nos reportan que tan sólo tomando unos minutos diarios centrados com-
pletamente en Dios, es suficiente para ser llenos de paz, gozo y paciencia.
Cuando usted desea conocer a alguien, es necesario que invierta tiempo en
saber más de esa persona. Lo mismo sucede con el Señor, si usted desea te-
ner intimidad con Dios, debe invertir tiempo con Él. El TcD es Vida Vi-
va es una herramienta ideal, práctica y metódica, que lo ayudará a tener ese
tiempo de intimidad.

¿POR QUÉ TcD es Vida Viva?


Aun cuando usted puede meditar a su modo, con su Biblia, TcD es Vida Vi-
va es una herramienta que lo ayuda a tener constancia, explorando sistemá-
ticamente toda la Biblia. El TcD es Vida Viva en forma continua y perseve-
rante lo ayudará a tener disciplina, logrando establecer el hábito de conec-
tarse con Dios diariamente. Un equipo de escritores excepcionales a nivel
internacional se esfuerza en hacer el contenido y llevar la Palabra de Dios a
cada creyente alrededor del mundo. Esperamos que usted disfrute y se ma-
raville de su TcD es Vida Viva, y pueda compartirlo con otros. Oramos pa-
ra que su vida cambie cada día. También deseamos que TcD es Vida Viva le
sirva de refugio, lo anime, desafíe e inspire en su diario caminar con Dios.

4
Poesía para meditar

Inclina tu oído

“Escucha, pueblo mío, mi Ley;


inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.

Abriré mi boca en proverbios;


hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos,
las cuales hemos oído y entendido,
las que nuestros padres nos contaron.

No las encubriremos a sus hijos,


contaremos a la generación venidera
las alabanzas de Jehová,
su potencia y las maravillas que hizo.

(…)

para que lo sepa la generación venidera,


los hijos que nazcan;
y los que se levanten lo cuenten a sus hijos,
a fin de que pongan en Dios su confianza
y no se olviden de las obras de Dios;
que guarden sus mandamientos

y no sean como sus padres,


generación terca y rebelde;
generación que no dispuso su corazón,
ni cuyo espíritu fue fiel para con Dios”.

Salmos 78:1-8 RVR95

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01 03 Calendario
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Notas:

6
Cómo hacer TcD es Vida Viva

Plan de Lectura Bíblica Resumen


Anual M’Cheyne El resumen, del pasaje bíblico de cada día, nos ayuda a compren-
der en un vistazo todo el contenido.

Meditación
Son meditaciones bíblicas y espirituales para
ayudar al lector. Cada meditación ofrece ‘Pre-
guntas para meditar’ y ‘Preguntas de aplica-
ción’, las cuales nos ayudan al meditar en el
pasaje bíblico, para poderlo aplicar de manera
práctica.

Sábado - Aprendizaje de TcD


El último sábado de cada mes, en vez de
‘Ensayos para meditar’, presentamos ejemplos
de aplicación, con la meditación de ese día.
Los que tienen su TcD por primera vez, pueden
aprender, de manera práctica, con el proceso Domingo- Compartir el TcD en familia
de ‘meditación, aplicación, oración’ ya Para los domingos, hemos creado ‘Compartir el
preparado. TcD en familia’ para que todos los miembros de
la familia puedan compartir unidos e interceder
unos por otros. Puede usar ‘Compartir el TcD
en familia’ en su tiempo de culto o altar familiar.

01 02 03 04

Alabanza y oración Leer Meditar Escribir


Busque la presencia Escuche la voz de Dios Converse con el Escriba todo lo que
de Dios con Alabanza por medio de la lectura Señor a través de la el Señor le muestre
y Oración - Marcos del pasaje - Salmos meditación - Josué 1: 8; y enseñe durante
1:35; Lucas 5:16 46:10; Juan 10:3-5 Salmos 1:2 su meditación -
Apocalipsis 1:19
05 06 07

Aplicar Interceder Compartir


Obedezca la voz del Señor por Interceda en oración, por Salga y comparta con otros lo
medio de la aplicación - Salmos usted, por su iglesia y su país que Dios le habló -
119:33-34; Santiago 1:22 - Mateo 6:6 Hechos 20:35

7
Espiritualidad Pura
‘Jewels’ de Edward M. Bounds

02
La alabanza,
un fruto del temor
“La palabra de Cristo more
en abundancia en vosotros,
enseñándoos y exhortándoos
unos a otros en toda sabiduría,
cantando con gracia en
vuestros corazones al Señor
con salmos e himnos y cánticos
espirituales” (Col. 3:16).

A sí como no podemos separar la luz del sol o el aroma de la flor, la oración


y la alabanza están íntimamente relacionadas. Si la oración fuera la vida,
entonces la adoración sería las alas. La oración llama la presencia de Dios a
nuestro espíritu; y la adoración lleva nuestro espíritu a Dios. La oración tiene
que ver con la confesión de nuestros pecados y el perdón de Dios; y la adora-
ción con la gracia de Dios y nuestra gratitud.
Adoración por la gracia
La alabanza expresa gratitud, respeto y enaltece a Dios con palabras santas.
Describe lo precioso que es Él. La alabanza hace arder nuestra pasión por Dios;
y ante la falta de ella, se seca nuestro espíritu.
La adoración surge de un corazón que teme a Dios. Y solo podemos temer-
le, cuando podemos ver nuestros pecados y la salvación que hemos recibido
de Él. Esta es la premisa necesaria para enaltecer al Dios santo. La fuente des-
de donde surge nuestra alabanza es grande y profunda, por cuanto hemos si-
do rescatados por el Todopoderoso de la opresión.
En el culto, no pueden faltar los corazones que cantan llenos de gozo, la ora-
ción que se eleva como perfume grato a Dios y el temor a nuestro Padre. La
adoración no es una opción, es un privilegio sin igual y, al mismo tiempo, un
deber para todos nosotros. Los que hemos sido alcanzados por la gracia de
8
Dios, no tenemos derecho a guardar silencio, sino que debemos abrir nuestra
boca para exaltar las grandezas de Dios.
Pablo exhorta a los que hemos sido redimidos para que enaltezcamos a Dios
con salmos, himnos y cánticos espirituales (Col. 3:16). Cuando recibimos al Se-
ñor en nuestros corazones, comenzamos a vivir el reino de los cielos y la ala-
banza brota desde el fondo de nuestro ser para llegar a la presencia de Dios.
La alabanza trae crecimiento
La Palabra de Dios es un ingrediente único para los cánticos espirituales. Cuan-
do meditamos en la Palabra que ha sido sembrada en nuestro corazón, no po-
demos evitar tararear una hermosa melodía con una letra que habla verdad.
Un cántico hermoso puede dar mayor brillo a las doctrinas y hacer que sea
más grato su perfume.
La alabanza no fluye cuando es impuesta; tampoco es el resultado de un es-
tímulo provocado por el hombre. Verdaderamente fluye desde el interior de
manera explosiva y voluntaria por la Palabra de Dios que trae vida en abun-
dancia. Para que no deje de fluir adoración de nuestro corazón y boca, debe-
mos proclamar la Palabra de Dios, llenos del Espíritu Santo.
La alabaza que contiene la revelación de la verdad y la doctrina de la esencia
del evangelio es como un estimulante que nos hace crecer. Uno de sus propó-
sitos principales es testificar de las maravillosas obras de Dios para ser forta-
lecidos en la fe.
Si no entonamos alabanzas, nuestro espíritu se reseca. Cuando Dios nos trans-
forma, siembra en nuestro espíritu y alma la necesidad de adorarle. La verda-
dera transformación implica despojarnos del desánimo y de la desesperación
por gracia divina, para revestirnos de la vestidura de la alabanza.
La Palabra de verdad se acumula en nosotros como un sedimento que hace
más fértil la tierra del espíritu y el alma, para dar muchos frutos por medio de
la alabanza. A veces, las canciones contienen advertencias que nos corrigen y
nos guían al camino correcto. Todos los hombres somos pecadores y necesi-
tamos ser exhortados.
Cada vez que cantamos canciones superficiales y ligeras
que no tratan sobre el arrepentimiento ni la espirituali- La alabanza
dad, ponemos tropiezo a la obra del Espíritu Santo que exalta la
obra en nuestro corazón. No podemos permitir ningu- magnificencia
na iniquidad que atente contra la piedad. de Dios
Cántico espiritual en Su presencia La alabanza
El propósito de nuestra alabanza es glorificar a Dios. brota de un
Solo Él es digno de recibir toda adoración. Las palmas corazón que
no son para los que tocan instrumentos delante de es-
teme a Dios
pectadores; no está bien enfocarse en las personas. No
9
importa si alguien tiene mucho talento musical, si su corazón y boca no son
puros; un líder de alabanza que no cumple con estas características está blas-
femando contra Dios. No alabamos por los talentos musicales que podamos
tener, sino por la gracia que hemos recibido de Dios. No puede faltar en nues-
tro corazón la gracia divina.
Estamos hablando de un momento hermoso y sagrado que glorifica a Dios.
Las formas pueden variar; lo que no cambia es su propósito. Ante un posible
cambio de forma, debemos preguntarnos si motiva a los pecadores a buscar
más del Señor. Si la respuesta es negativa, entonces, es mejor que nos resista-
mos a los cambios innecesarios.
Los que permanecen ante la presencia del Señor, no pueden dejar de entonar
alabanzas. Los ciudadanos celestiales que ya han partido con el Señor y los án-
geles no necesitan un líder de alabanza, ni hacer un curso de música. En medio
de ellos está el Señor que resplandece con Su gloria. Ante Su santa presencia,
ellos elevan cánticos nuevos que aprenden de Él.
Así es también aquí en la tierra. Si el Señor no estuviera entre nosotros, ce-
sarían las alabanzas. Pero si el Señor mora en medio de la iglesia con poder, la
alabanza brota de nuestros corazones. En donde hay plenitud de gracia, hay
plenitud de alabanza.

La Palabra de verdad se acumula en nosotros como un sedimento


que hace más fértil la tierra del espíritu y el alma, para dar
muchos frutos por medio de la alabanza.
En donde hay plenitud de gracia, hay plenitud de alabanza.
Fotografías: equipo de fotografía de Duranno, shutterstock
Jewels from E. M. Bounds Copyright © 2010 by E. M. Bounds Published by permission of Bridge Logos Inc.

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Pioneros de la misión

Como el rocío del Hermón,


que desciende sobre los montes de Sión
Kim Moo-yeol · Son Mee-jeong -
Misioneros enviados por Korea Evangelical Mission to All Nations · Iglesia Juwang

“ ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es que habiten los hermanos juntos en
armonía! [...] Como el rocío del Hermón, que desciende sobre los montes
de Sión, porque allí envía Jehová bendición y vida eterna” (Salmos 133:1-3).
En 2007, mientras ministraba como profesor del Seminario Teológico ANTS
(All Nations Theological Seminary, por sus siglas en inglés) de Uganda, Dios me
dio la visión de expandir los límites de la misión por medio de este versículo,
ya que había orado para que la bendición de la vida eterna, que cae sobre Sión
como el rocío del Hermón, transformara esta tierra y rebosara por todo el
mundo, permitiendo que todas las naciones conozcan al Señor y lo reconozcan
como tal. Más del 80 % de los habitantes de Uganda son cristianos nominales,
y hay muy pocos que se declaran cristianos. No obstante, no se ve transforma-
ción en sus vidas. Asimismo, aunque es un país de clima templado con muchos
recursos y riquezas, la calidad de vida es terrible.
Oramos y nos preocupamos por la sanación y el avivamiento de Uganda, com-
partiendo el dolor y las heridas de su gente. Y la respuesta de Dios nos guio
a esmerarnos en el ministerio del discipulado y de la biblioteca, que es suma-
mente importante debido a que uno de los principales problemas de Uganda
es la educación. Como aún prevalece la poligamia, tienen hijos con varias mu-
jeres y el jefe de familia nunca está presente. En consecuencia, los niños que
crecen en este tipo de familias se convierten en padres que replican el mismo
modelo y forman familias inestables. Si bien tengo mis defectos, mi deseo es
instruir a estos niños con el amor del Dios Padre.
11
Mi punto de partida fue el monte Mpumude, que es donde el rey de Ugan-
da entregaba ofrendas cada tanto. Al costado del camino hay una escuela pri-
maria, otra secundaria y un centro de salud. Entonces, planeé el ministerio de
la biblioteca para estos niños que pasan por allí. Tenemos pensado proveerles
diversas oportunidades educativas, como proyectar películas, tal como lo ha-
cen los centros culturales de nuestro país, para eventualmente predicar la sal-
vación de la cruz de Cristo. También, facilitarles la oportunidad de acercarse
a la Palabra de Dios e indicarles el camino que deben seguir sus nuevas vidas
transformadas. A pesar de que nuestros inicios fueron pequeños, deseo que el
ministerio de la biblioteca que comenzó en el monte Mpumude crezca y todos
los pequeños y jóvenes de Uganda se formen como hombres de Dios.

Sudán
del Sur

Etiopía
República
Centroafricana

República Uganda
Democrática Kampala Kenia
del Congo

Ruanda
Burundi Lago
Victoria
Tanzania

Información sobre el PAÍS

U ganda tiene un paisaje natural tan destacado, que se la conoce


como “La Perla de África”. Cuenta con abundantes recursos hi-
dráulicos, gracias a los numerosos lagos y mares. Además, es famosa
por sus paradisíacos bosques de planicies por donde corren anima-
les silvestres. A pesar de que se independizó de Inglaterra en 1962,
la inestabilidad social continuó por motivos varios, como el golpe de
Estado y las políticas de terror. Su principal industria es la agricultura,
que tiene un cultivo activo de algodón y café, pero es el país de Áfri-
ca Central que más sufre por la hambruna. Tiene una alta densidad
de población, como también de analfabetismo. Su capital es Kampa-
la y sus idiomas oficiales son el inglés y el suajili.

12
Información para ORAR

E l 84 % de los ugandeses son cristianos y el 12% son musulmanes.


De los cristianos, la mayoría son católicos romanos o anglicanos.
Y si bien, no es pequeña la cantidad de iglesias protestantes, la rea-
lidad es que muchos pastores no recibieron educación teológica for-
mal. A pesar de que las sectas salvacionistas proveen un gran apoyo
financiero a las escuelas a través del programa de educación de men-
talidad, las iglesias que están en primera línea no encuentran solu-
ción a este problema al no comprender la gravedad de esto. Oremos
por una sociedad ugandesa sana y madura, para que por medio de
la obra del Espíritu Santo se impida toda influencia sectaria y se pre-
dique el evangelio a través de las iglesias.

Temas de oración de la misionera Kim Moo-yeol · Son Mee-jeong

Para que el ministerio de la biblioteca se desenvuelva sin


problemas y podamos establecer bibliotecas de calidad pa-
ra los estudiantes en varias escuelas.

Para que los niños que recibieron heridas en sus familias


por la poligamia lleguen a conocer el verdadero amor del
Dios Padre.

Para que los estudiantes que fueron seleccionados a través


del discipulado para estudiar en el Seminario Teológico ANTS
(All Nations Theological Seminary, por sus siglas en inglés)
sean instruidos correctamente y se formen como fieles líde-
res espirituales.

Para que todos los cristianos de Uganda se arrepientan de


corazón ante Dios y sus vidas sean transformadas.

13
Restaurando la autoestima (2)

La
sabiduría
de proteger el cuerpo
y el
alma
Yoo Eun-jung / directora de la clínica médica y psiquiátrica Good Image Clinic

T rabajando como médica psiquiatra he conocido a mucha gente que no sa-


be descansar. Están en constante movimiento, incapaces de librarse del
ritmo de vida acelerado, porque les preocupa quedarse atrás o no ser recono-
cidas. Al estar tan atareadas, se estimula el sistema nervioso, que causa la hipe-
rirritabilidad y genera ataques de pánico, ansiedad e insomnio.
Recuerdo a un personaje bíblico que estaba siempre ocupado: “Marta, en
cambio, se preocupaba con muchos quehaceres” (Lucas 10:40). Al leer este
pasaje puedo imaginar cómo se sentía Marta. Ella justificaba el no estar junto
a los pies de Jesús, porque tenía que preparar la comida, limpiar la casa y aten-
der a los invitados sin la ayuda de su hermana. Cuando Marta se queja ante Je-
sús: “Señor, dile a María que me ayude”, Jesús le contesta: “María ha escogido
la buena parte, la cual no le será quitada” (Lucas 10:42). Jesús mismo confir-
ma que María eligió lo bueno, pero luego también la consuela: “Marta, afana-
da y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria (…)”.

Lo que es más importante que el trabajo


¿Cómo es usted? ¿Acaso no hace más de lo necesario para servir bien a los
demás, buscando que lo feliciten? Si bien es importante preparar la comida,
no debemos alterar las prioridades. Siempre es más importante enfocarnos en
nuestra relación con Jesús que en nuestros deberes. ¿Intenta hacer todo solo
y se explota a sí mismo, sin poder dejar nada de lado? El síndrome de fatiga
crónica es evidencia de que necesitamos a Dios. Así, los numerosos cristianos
que vienen a la consulta por síntomas físicos preguntan: “¿Por qué Dios no
me responde, a pesar de que ve la situación en la que estoy?”. Pero no ha ha-
bido ni una sola vez en la que Él no haya respondido. Por el contrario, somos
nosotros los que le reprochamos: “¿Por qué no respondes?”. Por lo tanto, si
continuamos sintiéndonos cansados, nuestro cuerpo nos está dando la señal
de que debemos desacelerar el ritmo de vida.
Hay quienes se enfadan al escuchar que deben desacelerar y responden di-
ciendo: “Yo lo sé, pero ¿qué puedo hacer, si todos a mi alrededor me exigen
ese ritmo de vida?”. Aquí descubrimos la razón por la que los cristianos debe-
mos vivir de manera diferente al resto del mundo. El hombre fue creado como
un ser espiritual que anhela la cercanía con Dios. Y como nuestra alma mora
14
en nuestro cuerpo, la verdadera espiritualidad también se ocupa de atender las
necesidades del cuerpo que Dios creó. Por lo tanto, para el cristiano debe ser
prioridad gozar de una relación íntima con Él, dedicándole tiempo a Él pri-
mero para hacer Su voluntad, aunque no consigamos grandes logros labora-
les. ¿Qué les parece si en vez de intentar dar el 100 % o el 120 % en el trabajo,
nos tomamos un tiempo para estar en comunión con Dios? Cuando lo haga-
mos, Él nos dará la sabiduría para trabajar eficientemente.

La gracia llega cuando cuidamos de nuestro cuerpo


“Desacelere un poco, no viva tan atareado” no quiere decir que seamos pere-
zosos. En su libro Every Body Matters (Todo cuerpo es valioso, en español), Gary
Thomas sugiere que eliminemos dos obstáculos para cuidar de nuestro cuer-
po y alma: la codicia y la pereza.
Una hermana de la iglesia que aumentó 10 kg por comer por gula, se esforza-
ba más todavía en el trabajo por temor a no ser reconocida dentro de la com-
pañía y, cuando terminaba de trabajar, comía sin parar para satisfacer al cuerpo
cansado. Además, siempre estuvo obsesionada con las dietas porque las otras
mujeres se veían más delgadas y, ahora que había engordado por no poder con-
trolarse, estaba devastada. La decepción causada por no tener autocontrol y
la vergüenza que sentía por su cuerpo se convirtieron en rencor hacia Dios.
Y cuando me vino a ver, su vida de fe estaba marchita y había perdido inte-
rés en su llamado por las misiones. Entonces, comenzó a cambiar sus hábitos
alimenticios con la ayuda de un experto y empezó a perder peso ejercitándo-
se. De este modo, al ver su transformación, comprendí claramente la correla-
ción cuerpo, mente y alma.
Si explotamos nuestro cuerpo, este se vuelve insensible a la presencia de Dios;
si cuidamos bien de él, estará preparado para recibir Su gracia. Así mismo, pa-
ra fomentar la costumbre de la devoción que alegra a Dios, se necesita el des-
canso y la salud física, además de la disciplina espiritual. Por lo tanto, deseo
que aprenda a descansar por la salud física y espiritual cuidando de su cuerpo
con la santidad y el honor, atento a la codicia y la pereza, tal como dice en 1
Corintios 6:20: “[...] glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo”.

Aprenda a descansar vigilando la codicia y la pereza,


para que pueda glorificar a Dios con su cuerpo.

Parte de este texto fue tomado de Amar hasta el final sin lastimarnos
(editorial Kyujang, 2018) y se publica con su debido consentimiento.

15
La Palabra de mi vida (2)
Mateo 6:33

Un
objetivo
sagrado,
una vida
radiante
Park Soo-woong / médico y autor de Una
vida con visión, entre otros libros

A menudo escucho que los jóvenes se encuentran frustrados por no poder


conseguir trabajo y siento pena, porque luchan para subsistir día a día en
este entorno tan difícil para tener y cumplir sueños. Como ellos son el futuro,
deseo compartirles mi experiencia y mi vida, ya que yo mismo pasé por el
doloroso túnel de la oscuridad y la desorientación.

El punto decisivo de mi vida


Mi familia es tan religiosa, que mi abuelo fue martirizado por rehusarse a se-
guir el sintoísmo; y yo, siendo el mayor de la familia, tenía la presión de que
siempre debía vivir en santidad. Por eso, respetaba el día de reposo, pasara lo
que pasara, y memoricé más versículos de la Biblia que cualquiera de mi edad.
A pesar de todo eso, siempre estaba lleno de culpa e inquietud y sentía que mi
corazón estallaría, porque me preocupaba no poder satisfacer la gran expecta-
tiva que mi padre tenía en mí. Si bien ingresé a la facultad de medicina de una
universidad provincial, como él lo deseaba, me enfrenté a un gran dilema exis-
tencial, debido a que no tenía claro el objetivo de mi vida. Por eso, cada vez
que me encontraba con mis amigos que habían ingresado a la Universidad de
Seúl, me sentía inferior. Hasta que en las vacaciones de invierno de segundo
año participé de una reunión de avivamiento de Campus Crusade for Christ
(CCC). Me encontraba tan mal espiritual y académicamente que asistí com-
pletamente rendido. Allí, sucedió un cambio por la gracia de Dios que fue co-
mo la reforma de mi vida. Tuve un encuentro personal con Jesús y, leyendo
16
la Biblia durante el receso invernal, volví a descubrir el pasaje de Mateo 6:33:
“Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os se-
rán añadidas”. Comprendí cuán vano era el deseo de ser médico y vivir alar-
deando de mis ingresos. Al escuchar a Dios que me decía: “Hijo, yo te amo y
tengo un plan para ti”, me quebré y comencé a llorar. Entonces, recibí la vi-
sión de buscar el reino y la justicia de Dios, en vez de perseguir mi objetivo
secular de hacerme rico por mi profesión. Así, pasé de dejarme llevar por el
mundo a ser una nueva criatura.
A partir de entonces, comencé a pensar cuidadosamente en las cosas que ale-
gran a Dios y empecé a estudiar con el propósito de prepararme para servir
correctamente a los demás, en vez de enfocarme en obtener una vida cómo-
da y adinerada solo para mi beneficio. Por eso, mientras mis compañeros fu-
maban o bebían para relajarse, yo continuaba concentrándome en el estudio, y
los domingos rendía culto y servía en la iglesia. Para un estudiante de medici-
na era muy arriesgado no estudiar los domingos, ya que todos los lunes tenía-
mos pruebas y muchos reprobaban. No obstante, yo jamás perdí una materia,
gracias a que Dios me dio la sabiduría y la concentración necesaria para supe-
rar efectivamente mis limitaciones. Luego, al elegir una especialidad, opté por
anestesiología, para poder ayudar a los pacientes que se someten a dolorosas
cirugías, en lugar de buscar la más rentable. De este modo, la convicción de
que Jesús es el Señor de mi vida transformó todo por completo.

Ser pescador de hombres a través del tiempo devocional


Pude realizar la residencia en EE. UU., tras finalizar las prácticas en el recono-
cido hospital Severance de Corea. Esta oportunidad de estudiar en el extranje-
ro se dio gracias a Dios, pues yo solo había orado para que me permitiera ser
un médico que ejerciera una buena influencia. Sin embargo, Él hizo que com-
pletara mi especialidad en el hospital más avanzado de todo EE. UU. Aunque
me costó muchísimo, porque en aquel entonces no tenía ni dinero ni habla-
ba bien inglés, era claro que era el plan de Dios. Más adelante, me llevó a en-
señar sobre el tiempo devocional a los estudiantes extranjeros de EE. UU. y a
los hijos de inmigrantes. Allí descubrí que el ministerio de formar a los jóve-
nes colegas para que se convirtieran en hombres de Dios, compartiendo mis
experiencias de cuando era universitario, me llenaba de gozo y era lo más gra-
tificante. Por eso, continué sirviendo en los retiros espirituales de KOSTA,
recorriendo el mundo entero y predicando el evangelio a los jóvenes, yendo y
viniendo de Corea y EE. UU., incluso luego de retirarme.
Ese versículo que descubrí en mi juventud continúa vivo en mí hasta el día
de hoy, que tengo más de 70 años, y me rejuvenece cada día. Por eso, oro para
que la Palabra de mi vida, que fue y será mi compañera y mi luz, también per-
manezca con ustedes después de leer este testimonio.
17
¿
Buscando respuestas (2)

?
Qué actitud debo
tomar ante otras
denominaciones

Choong Hyun Baek, profesor de Teología sistemática de la Universidad Teológica Presbiteriana.

H oy en día, la iglesia se ha organizado en varias formas. No obstante, no


fue así desde su inicio. La historia eclesiástica registra el año 1054 como
‘el Gran Cisma’, la primera gran ruptura ocurrida en la iglesia cristiana que
separó a la Iglesia occidental en Roma, de la Iglesia oriental en Constantino-
pla por diferencias políticas y teológicas. La primera, tomó el nombre de la
Iglesia católica romana; y la segunda, la Iglesia ortodoxa oriental. En el año
1517, como resultado de la reforma religiosa impulsada por Martín Lutero, de
la Iglesia católica se desprenden las Iglesias protestantes. Con Lutero, nació
la Iglesia luterana en Alemania; con Juan Calvino, otro reformista, nació la
Iglesia reformada (presbiteriana) en Suiza; con Enrique VII, la Iglesia Angli-
cana en Inglaterra; con Juan Wesley, la Iglesia metodista. Y, en Estados Uni-
dos, nació la iglesia de Santidad y la Iglesia Asambleas de Dios (pentecostal),
además de muchas otras que ya desaparecieron y otras que aún existen. En-
tonces, ¿qué actitud debemos adoptar ante esta variedad de denominaciones?

La división y la diversidad de la iglesia

Al leer la historia de la iglesia, entendemos que cada iglesia ha nacido por di-
ferencias de opinión, sea en materia teológica o política. La reforma religio-
sa, un movimiento que buscó restaurar la verdad del evangelio, ha visto nacer
varias iglesias protestantes. Esto nos enseña que hay ‘diversidad’ dentro de la
iglesia que predica el evangelio. Pero no siempre podemos justificar esas di-
visiones. En el primer siglo d. C., se suscitaron pleitos dentro de la iglesia de
Corinto. “Porque he sido informado acerca de vosotros (…), que hay entre vo-
sotros contiendas. (…) cada uno de vosotros dice: «Yo soy de Pablo», «Yo, de
Apolos», «Yo, de Cefas» o «Yo, de Cristo»” (1 Co. 1:11-12). Como lo dice en
este pasaje, la iglesia de Corinto estaba dividida en cuatro grupos (Pablo, Apo-
lo, Cefas y Cristo). Lejos de admitir esta división, Pablo exhorta diciendo: “os

18
Cualquier hermano o hermana
que se congregue en algunas
de las iglesias locales del mundo
entero participa de la comunión
de los santos y conforma
una sola iglesia universal.

ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis
todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis
perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer (…)” (1 Co.
1:10). También critica con dureza al preguntar: “¿Acaso está dividido Cristo?
¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de
Pablo?” (1 Co. 1:13). Jesucristo es uno solo; por tanto, no podemos admitir,
aceptar ni justificar una división o pleitos en una iglesia, a excepción de que
sea por la verdad del evangelio. Entonces, ¿cuál es nuestra situación? Toman-
do el caso de la iglesia coreana, hoy en día, está muy dividida. Para superar esta
división, se levantaron movimientos de carácter ‘inter-denominacional’ y ‘sin
denominaciones’; pero la realidad es que estos han resultado ser otra denomi-
nación más. Más que aceptar a ciegas la división de una iglesia, debemos exa-
minarnos y preguntarnos si realmente esa división es considerada como justa
por Dios. Si se ha producido la división por otra razón que no fuera la volun-
tad de Dios, debemos arrepentirnos de corazón.

La universalidad y la diversidad

Sin embargo, esto no significa que todas las iglesias deben unificarse bajo una
sola organización. Bajo Jesucristo y la verdad del evangelio, las iglesias pue-
den desarrollarse de manera libre y diversa. Existe una iglesia de Cristo, pero
muchas iglesias locales en diferentes lugares en donde rendimos adoración.
En este sentido, debemos cuidarnos de no hacer demasiado énfasis en alguna
iglesia local o denominación en particular.
La iglesia (ekklesia, en griego) es la congregación de los santos llamados por
Dios. Cualquier hermano o hermana que se congregue en alguna de las igle-
sias locales del mundo entero, participa de la comunión de los santos y con-
forma una sola iglesia universal.
19
Introducción bíblica

Mateo (2) (cap. 9-18)


Seungjin Shin,
pastor de la Iglesia
Jesucristo y el evangelio celestial
Misionera del Trabajo Jesús sana las debilidades de muchos con Su poder mesiánico. Llama a Sus
Evangelístico doce discípulos, enseña parábolas sobre el reino de los cielos y señala las
erradas tradiciones de hombres. No obstante, el mundo no recibe al Mesías;
antes bien, buscan tentarle y le rechazan. Pese a esto, Jesucristo, el verdadero
rey, toma la senda de la cruz para salvar a toda la humanidad.

Cinco discursos de Jesús en Mateo


Pasajes Pasaje que marca el término de
Categorización Destinatarios Lugar Contenido
bíblicos cada discurso
Principios de vida y
El sermón La multitud y Sobre el “Cuando terminó Jesús
Cap. 5-7 estatutos morales
del monte los discípulos monte estas palabras (…)” (7:28)
del pueblo celestial
Actitud del evangelista
Discurso Doce “Cuando Jesús terminó de dar
Cap. 10 y la predicción de
misionero discípulos instrucciones (…)” (11:1)
persecución
“Aconteció que cuando
Parábolas del Grandes En la orilla Diferentes aspectos
13:1-52 terminó Jesús estas
reino celestial multitudes del mar del reino celestial
parábolas (…)” (13:53)
Características
La vida y el perdón “Aconteció que cuando Jesús
del reino Cap. 18 Discípulos
del pueblo celestial terminó estas palabras (…)” (19:1)
celestial
Sermón del Sobre el Acontecimientos
Cap. “Cuando hubo acabado Jesús
monte de Discípulos monte de escatológicos y
24-25 todas estas palabras (…)” (26:1)
los Olivos los Olivos su preparación

Ministerio El poder del Rey (8:1-11:1): Jesucristo es el rey todopode-


mesiánico y roso que sana todas nuestras dolencias y suple todas nues-
discipulado tras necesidades.
(4:12-1:1) Misericordioso y Sanador (9:1-38): Jesús no vino a llamar
a justos, sino a pecadores al arrepentimiento. Por eso, en es-
te pasaje no solo muestra Su poder sanador, sino también
Su autoridad para perdonar pecados. Nadie echa vino nuevo
(el evangelio) en odres viejos (la ley). El evangelio de la gra-
cia de Jesús inaugura una nueva era de salvación. El motivo
del ministerio de Jesús es la compasión que siente al ver a la
multitud errante como ovejas sin pastor. Manda a Sus dis-
cípulos a rogar al Señor de la mies, para que envíe obreros.
Elección y envío de los Doce (10:1-11:1): siendo el Hijo
de Dios, Jesús no desarrolló Su ministerio solo, sino con
sus discípulos. Llamando a Sus doce discípulos, les da au-
toridad para echar fuera los espíritus inmundos y sanar en-
fermedades; los envía de dos en dos de viaje misionero,
para que proclamen que el reino de los cielos se ha acerca-
do. Son enviados a evangelizar, con la convicción de que
20
Dios mismo suplirá todas sus necesidades. De gracia han
recibido de Dios, de gracia darán sin esperar nada a cam-
bio. Si hallan a alguno digno del evangelio, podrán quedar-
se en su casa, pidiendo paz y bendición sobre ella. Habrá
persecución y oposición de los enemigos, pero no deben
temer, pues ellos no tienen potestad para destruir el espíri-
tu y el alma. Testifiquemos de Jesucristo con denuedo, con
plena confianza en Dios, el omnipotente y padre amoroso.

Rechazo al Rechazo al Rey (11:2-16:12): en medio de una creciente


Mesías oposición del enemigo en contra del ministerio mesiánico,
(11:2-18:35) Jesús se enfoca más en enseñar y preparar a Sus discípulos.
Una generación insensible (11:2-30): había muchas per-
sonas en la época de Jesús, que no reaccionaban con fe an-
te el mensaje de juicio y de arrepentimiento predicado por
Juan el Bautista, la proclamación del evangelio celestial y la
manifestación del poder de Cristo. Lejos de recibir a Juan
el Bautista, quien vino a presentar al Mesías, lo echan a la
cárcel. Ciudades de Galilea como Corazín, Betsaida y Ca-
pernaúm endurecieron su corazón para no arrepentirse de
sus pecados, después de haber visto muchos milagros de Je-
sús. Ciertamente vendrá el juicio contra todos los que han
endurecido su cerviz. Jesús desea darnos reposo verdade-
ro; e invita a todos los trabajados y cargados a venir a Él.
La conspiración de los fariseos (12:1-50): los fariseos, los
líderes religiosos del judaísmo, tienen envidia de Jesús y se
sienten amenazados por Él. Esperan que se les presente al-
guna oportunidad para atacarlo, y cuando ven a Sus discípu-
los arrancar espigas y comer, denuncian públicamente este
supuesto incumplimiento de los estatutos sobre el día de re-
poso. Con este suceso en mente, Jesús sana a un hombre de
la mano seca en el día de reposo, para recalcar que el respeto
por la vida y el amor deben prevalecer sobre el cumplimien-
to externo de la Ley. Cuando ven a un endemoniado, ciego
y mudo ser sanado por el poder del Espíritu Santo, los fari-
seos critican a Jesús con dureza, acusándole de echar fuera
a los espíritus inmundos por Beelzebú, príncipe de los de-
monios. Entonces, Jesús señala que Su ministerio de sani-
dad y de restauración son evidencias del advenimiento del
reino de Dios en la tierra. Aunque han visto muchos mila-
gros, los judíos que no vuelven a Jesús no son mejores que
los gentiles (los de Nínive y la reina del Sur), y claramente
serán condenados en el día del juicio. Jesús enfatiza que la
21
nueva familia espiritual y celestial es aquella que cumple la
voluntad de Dios, y no los que pertenecen a cierto linaje.
Parábola del reino de los cielos (13:1-53): Mateo prefie-
re utilizar el término ‘el reino de los cielos’ en lugar de ‘el
reino de Dios’, por amor a los judíos. Jesús explica el rei-
no de los cielos con la parábola de una semilla de mostaza
sembrada en el campo, la levadura que leuda toda la masa,
el tesoro escondido y la perla de gran precio. El reino de
Dios fue pequeño en su primer estado; pero con el tiempo
se ha ido perfeccionando y alcanzará su estado glorioso en
el fin de los tiempos. Dicho reino tiene un gran valor, y va-
le la pena cualquier sacrificio y consagración que podamos
ofrecer de nuestra parte. Los discípulos conocen las cosas
viejas (el Antiguo Testamento) y las cosas nuevas (el evan-
gelio); por tanto, ellos pueden proclamar y extender mejor
el reino de Dios que los escribas judíos (v. 52). Jesús nos ha
enseñado con parábolas a no renunciar al evangelio pese a
las dificultades; antes bien, pongamos nuestros ojos en el
reino de Dios que será perfeccionado.
La oposición creciente (13:54-16:12): Jesús es rechazado
en Nazaret, Su tierra natal; y Juan el Bautista, quien prepa-
ró el camino del Señor, es asesinado brutalmente por He-
rodes, el tetrarca. En medio de esta crisis, Jesús alimenta a
una gran multitud con el milagro de la multiplicación de los
cinco panes y dos peces (14:13-21), y luego camina sobre

Parábolas del reino de los cielos de Mateo capítulo 13


Pasajes
Parábolas Enseñanzas Concordancia
relacionados

Los que entienden las palabras Mr. 4:1-9, 13-20;


Parábola del sembrador Vv. 3-9, 18-23
de Jesús y los que la ignoran Lc. 8:4-8, 11-15

Parábola del trigo Causas por las que se posterga


Vv. 24-30, 36-43
y la cizaña el juicio contra los impíos
Parábola de la semilla Crecimiento externo del reino
Vv. 31-32 Mr. 4:30-32; Lc. 13:18-19
de mostaza de Dios en la tierra
Crecimiento interno del reino
Parábola de la levadura V. 33 Lc. 13:20-21
de Dios en la tierra
Parábola del tesoro Valores del reino de Dios y la
V. 44
escondido actitud de los discípulos
Parábola de la perla Juicio escatológico;
Vv. 45-46
de gran precio salvación y destrucción
Razones por las cuales los
Parábola de la red Vv. 47-50
discípulos superan a los escribas
Parábola de los tesoros
Vv. 51-52
nuevos y viejos

22
el mar (14:22-33). Muchos enfermos simplemente tocan el
borde del manto de Jesús y son sanados de manera sobre-
natural (14:36). Con la manifestación cada vez más podero-
sa del poder de Jesús, los fariseos y los escribas reaccionan
con preocupación y gran ira. Ellos recorren una gran dis-
tancia desde Jerusalén hasta Galilea, para criticar a los dis-
cípulos de Jesús por haber comido pan sin haberse lavado
las manos, una tradición de los ancianos. Jesús señala que la
Palabra de Dios está por encima de la tradición de los hom-
bres; y lo que verdaderamente contamina no es lo que entra
en la boca (el alimento), sino lo que sale del corazón (ma-
los pensamientos) (15:1-20). A diferencia de los líderes re-
ligiosos de Jerusalén que atacan a Jesús, la mujer cananea,
de origen gentil, recibe la gracia de Jesús, gracias a su gran
fe (15:21-28). Jesús no se preocupa de las constantes ame-
nazas y la persistente oposición de los enemigos, sino que
sana con compasión a todos los que padecen de alguna do-
lencia. Concede una vez más, el milagro de la provisión de
alimentos a los hambrientos (15:32-39). A diferencia del mi-
lagro de los cinco panes y dos peces que benefició mayor-
mente a los judíos, el milagro de los siete panes y dos peces
es concedido para los gentiles. Jesús ama a los judíos y a los
gentiles por igual; los invita a todos al banquete celestial.
Los fariseos y los saduceos piden señal para tentar a Jesús.
Entonces, el Señor les dice que no les será dada otra señal
que la del profeta Jonás (la crucifixión y la resurrección)
(16:4). También advierte a Sus discípulos contra la levadu-
ra de los fariseos y los saduceos; solo un necio aceptaría las
falsas doctrinas sin discernimiento. Deben enfocarse en la
esencia del evangelio.
La revelación del Rey (16:13-18:35): Jesús enseña sobre
Su identidad, la autoridad de la iglesia, Su muerte en la cruz,
Su resurrección, la gloria del reino de los cielos, la humil-
dad, el perdón y la fe.
Anuncia Su muerte y Su resurrección (16:13-28): cuan-
to más se acerca Jesús a Su pasión, con mayor claridad es
revelada Su identidad. Ante la pregunta de Jesús, Pedro le
responde: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. En-
tonces, Jesús le dice que levantará la iglesia sobre su confe-
sión de fe, contra la cual no podrán prevalecer las puertas
del Hades. Y, por primera vez, anuncia Su pasión, muer-
te y resurrección. Al oír esto, Pedro trata de reconvenirle,

23
así que Jesús le reprende duramente por esto. Aunque los
discípulos confiesan que Jesús es el Mesías, todavía no en-
tienden el sufrimiento y la muerte que Él habría de expe-
rimentar. El discípulo de Jesús se niega a sí mismo, carga
con su cruz y le sigue.
La transfiguración de Jesús (17:1-21): el reino de Dios
proclamado por Jesús comienza a hacerse más visible. Je-
sús se lleva consigo a tres de Sus discípulos al monte y les
muestra Su gloria futura. Su rostro resplandece como el sol,
y Sus vestidos se hacen blancos como la luz (Éx. 34:29-35).
Allí, conversa con Moisés, quien representa a la Ley, y con
Elías, quien representa a los profetas (v. 3; Lc. 9:30-31). Fas-
cinado por tal escenario, Pedro sugiere hacer tres enramadas
y morar allí. No obstante, no es la voluntad del Señor que
huyan de la realidad y vivan en el monte. Si les ha mostrado
Su gloria es para que ellos puedan sobreponerse a la muer-
te del Señor en la cruz, y puedan perseverar en la fe pese a
las adversidades. En ese momento, se oye del cielo la voz
de Dios confirmando que Jesús es Su Hijo. Para evitar ser
tomado como un Mesías de carácter político, manda a sus
tres discípulos a que no le digan a nadie la visión del monte
de la transfiguración hasta que Él resucite de los muertos.
Por otro lado, los discípulos que no suben al monte se sien-
ten desconcertados, porque no pueden sanar a un mucha-
cho endemoniado. Después de reprenderles por la falta de
fe, Jesús les dice que si tuvieran fe como un grano de mos-
taza, nada les sería imposible. No hay problema que el po-
der de Dios no pueda solucionar.
Su muerte, tributos, el mayor (17:22-18:4): desde antes
de la fundación del mundo, Dios determinó salvar a la hu-
manidad por medio de la muerte y la resurrección de Jesu-
cristo (Ef. 1:3-14). Aunque Jesús anuncia a Sus discípulos
nuevamente sobre Su pasión y Su resurrección, estos no
comprenden el sentido, sino que solo se entristecen en gran
manera por la muerte física de Su Maestro.
Por otro lado, los cobradores del impuesto del templo (‘los
que cobran las dos dracmas’) preguntan a Pedro por qué
Jesús no paga los tributos. En realidad, este tributo es para
Dios; y como Jesús es el Hijo de Dios, no necesita dar. Pe-
ro, para que nadie diga que menosprecia el templo y la Ley,
Él decide pagar el tributo. De hecho, manda a pagarlo con
el dinero que sacan de la boca de un pez recién capturado,
24
para dar a conocer que Él es el Señor de toda la creación,
ya que tiene poder también sobre la naturaleza. Sus discí-
pulos discuten sobre quién es el mayor en el reino de los
cielos (Lc. 9:46-48), y Jesús hace énfasis en que deben ser
humildes como niños para entrar a él. Un verdadero discí-
pulo del Señor sigue a Su Maestro con humildad por la sen-
da de la cruz.
Enseñanzas sobre el perdón (18:5-35): el reino de Dios
se expande con fuerza cuando cuidamos y servimos a los
pequeños con el corazón de Dios. El que recibe y ama a un
niño, recibe a Jesús (v. 5). Los discípulos de Jesús deben qui-
tar todo lo que los puede arrastrar al pecado, aunque duela
tanto como cortarse una mano, un pie o quitarse un ojo. Je-
sús es el buen Pastor, que ama y busca a la oveja descarria-
da y perdida. No es el deseo de Dios que ningún hombre,
por más débil e insignificante sea, se pierda de Su salvación.
Si algún hermano peca contra nosotros, no debemos con-
denarle precipitadamente, sino brindarle muchas oportuni-
dades para que se arrepienta. Jesús nos enseña a exhortarle
de manera personal; después, con
Principales lugares dos o tres testigos; y, si es necesa-
geográficos en Mateo rio, con toda la congregación. La
Sidón  • expulsión es una medida que po-
demos tomar en última instancia,
cuando ya no hay otra cosa más
Tiro  • que hacer, en beneficio de la san-
•  Cesarea de Filipo
tidad de la comunidad; cuidando
Galilea
siempre de no hacer un mal uso
Capernaum  • • Betsaida o abusar de ella. Ante la pregunta
Tiberias  •
Mar de Galilea de Pedro de cuántas veces se de-
• Nazaret be perdonar a un hermano, Jesús
• Gadara
le responde que el perdón genuino
no tiene límites (v. 22). Hemos si-
do perdonados y salvos sin condi-
Decápolis
Río Jordán

Samaria ción; por tanto, debemos también


perdonar las debilidades y las ofen-
Berea sas de nuestros hermanos. Cuando
Judea • Jericó perdonamos como nos ha perdo-
Jerusalén••  Betania
Belén  • nado y nos enseñó Jesús en la cruz,
vemos la extensión del reino de
Jude de

Mar Salado
Dios mediante la gracia.
rto
a

(mar
Desie

Muerto)

25
LUN

01 El que perdona
al pecador
Mateo 9: 1-13

La Biblia en un año: 1  Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al


Gn. 33/ Mr. 4/ Est 9-10/ Ro. 4
otro lado y vino a su ciudad. 
1   Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro
lado y vino a su ciudad. 

2 Y sucedió que le llevaron un paralítico tendido


sobre una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, di-
jo al paralítico: —Ten ánimo, hijo; tus pecados
te son perdonados.
2 Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre
una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico:
Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.

3 Entoncesalgunos de los escribas se decían a sí


mismos: «Éste blasfema». 
3 Entonces algunos de los escribas decían dentro de sí:
Este blasfema. 

4  Conociendo
Jesús los pensamientos de ellos,
dijo: —¿Por qué pensáis mal en vuestros
corazones? 
4 Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo:
¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? 

5  ¿Qué
es más fácil, decir: “Los pecados te son
perdonados”, o decir: “Levántate y anda”? 
5 Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son
perdonados, o decir: Levántate y anda? 

6  Puespara que sepáis que el Hijo del hombre


tiene potestad en la tierra para perdonar peca-
dos —dijo entonces al paralítico—: Levántate,
toma tu camilla y vete a tu casa.
6 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene po-
testad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces
al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa. 

7 Entonces él se levantó y se fue a su casa. 


7 Entonces él se levantó y se fue a su casa. 
26
Mateo 9:1--13

Al ver Jesús la fe de los que traen el paralítico, le declara el


perdón de sus pecados. Como los escribas consideran esto como
blasfemia contra Dios, Jesús también sana al paralítico para de-
mostrar Su potestad en la tierra. Jesús come con los publicanos y
pecadores en la casa de Mateo, porque no vino a llamar a justos
al arrepentimiento, sino a pecadores.

8  La gente, al verlo, se maravilló y glorificó a


Dios, que había dado tal potestad a los hombres.
8 Y la gente, al verlo, se maravilló y glorificó a Dios, que
había dado tal potestad a los hombres. 

9  SaliendoJesús de allí, vio a un hombre llama-


do Mateo que estaba sentado en el banco de los
tributos públicos, y le dijo: —Sígueme. Él se le-
vantó y lo siguió. 
9 Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo,
que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y
le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió. 

10  Aconteció que estando él sentado a la mesa


en la casa, muchos publicanos y pecadores, que
habían llegado, se sentaron juntamente a la me-
sa con Jesús y sus discípulos. 
10 Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la
casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que
habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con
Jesús y sus discípulos. 

11 Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los


discípulos: —¿Por qué come vuestro Maestro
con los publicanos y pecadores?
11 Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípu-
los: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos
y pecadores?

12 Aloír esto Jesús, les dijo: —Los sanos no tie-


nen necesidad de médico, sino los enfermos. 
12 Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen nece-
sidad de médico, sino los enfermos. 

13  Id, pues, y aprended lo que significa:


“Misericordia quiero y no sacrificios”, porque
no he venido a llamar a justos, sino a pecadores
al arrepentimiento.
13 Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia
quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a
justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.

27
Ayuda a su meditación

El perdón de pecados (9:1-8)


La fe es la llave que se necesita para ver la obra de Dios. Estando Jesús en
Capernaúm, le traen un paralítico tendido sobre una cama (Mr. 2:1). Al ver ‘la
fe’ de ellos (v. 2), el Señor declara el perdón de pecados del enfermo. Acusado
de blasfemo por los escribas, Jesús sana al paralítico para enseñar que también
tiene la potestad para perdonar pecados. La gente, al verlo, se maravilla de que
tal autoridad haya sido dada a ‘los hombres’ (v. 8) y glorifica a Dios. La Nueva
Traducción Viviente habla de ‘un hombre’, pero el texto original en griego usa
el término en plural, ‘hombres’. Como creyentes e iglesia, hemos sido llamados
a dar a conocer la misericordia y el poder de Dios por medio de la fe.
¿Cómo describe Marcos el proceso por el que se acerca el paralítico a Jesús?
(Mr. 2:1-12) ¿Cómo es la fe que debo tener para experimentar el señorío de
Dios sobre mi vida?

Misericordia y no sacrificio (9:9-13)


El ministerio de Jesús revela claramente el corazón y la voluntad del Padre.
Después de llamar a Mateo, un publicano, como Su discípulo, Jesús es invitado
a su casa a comer con otros publicanos y pecadores. Al ver esto, los fariseos lo
critican. En esa época, los publicanos se valían del poder de Roma para recau-
dar impuestos con montos inflados y quedarse con la diferencia a costa de sus
compatriotas. Por este motivo, ningún judío respetable tenía trato con ellos.
No obstante, Dios desea ‘misericordia’, en lugar de ‘sacrificios’ ofrecidos solo
para cumplir los requerimientos de la Ley. Conforme al deseo de Dios, Jesús
ha concedido misericordia a los pecadores. Nosotros también debemos tener
misericordia y no tener solo apariencia de piedad. Actuando con un corazón
misericordioso podemos ser como Dios Padre.
¿A qué se refiere con ‘sacrificio’ cuando dice: “(…) misericordia quiero, y no
sacrificio”? ¿A quién debo mostrar misericordia con el corazón de Dios?

Amado Señor, seré un canal de Tu gran misericordia y amor, según el


ejemplo que me has mostrado al sentarte en la mesa para compartir el
Una Carta banquete con los pecadores y heridos. Utilízame como un instrumento
a Dios Tuyo, capaz de guiar a muchas almas a Tu presencia, a aquellos que
necesitan de Tu sanidad y perdón. Deseo amar a todos por igual, así
como Tú, sin hacer acepción de personas.
28
Ensayo para meditar Mateo 9:1--13

Las personas que


debemos buscar

L
a hermana Areum, una paisana china que trabaja en la misma
compañía que uno de nuestros diáconos, vino a la iglesia por
primera vez en su vida la semana pasada. Y, cuando le pregunté
qué le pareció el culto, me dijo que fue muy entretenido y que lo
que más le gustó fue la amabilidad de los fieles. Contento ante su
opinión positiva, me despedí invitándola a regresar el domingo si-
guiente, a lo que me preguntó sorprendida: “¿Esto se hace todos los
domingos?”. Entonces, asentí sonriendo, pero me quedé pensando
si acaso estábamos realizando el culto como si fuera un concierto
o un evento religioso semanal, en lugar de presentar nuestra adora-
ción como un estilo de vida.
Es muy bueno que cada vez haya más personas no cristianas que
buscan la verdad en la iglesia, ya que tenemos la posibilidad de guiar
a estos tesoros perdidos hacia el Señor. ¿Acaso no son ellos a quie-
nes anhela encontrar el Señor, nuestro buen Pastor? Por lo tanto,
en vez de conformarse con las personas que ya asisten, la iglesia
debe abrir sus puertas y brazos hacia el exterior, pues son los no
creyentes los que nos alegrarán y nos entristecerán con sus dichos
y acciones; desafiarán nuestros estereotipos y paradigmas, y nos de-
jarán enseñanzas inesperadas, tal como lo hizo Areum conmigo.

La hermosa pregunta que me transforma, Lee Jae-ki

Aplicación Personal

29
MAR

02 La nueva obra
de salvación
Mateo 9:14-26

La Biblia en un año: 14  Entonces se le acercaron los discípulos de


Gn. 34/ Mr. 5/ Job 1/ Ro. 5
Juan y le preguntaron: —¿Por qué nosotros y
los fariseos ayunamos muchas veces, y tus discí-
pulos no ayunan?
14 Entonces vinieron a él los discípulos de Juan, dicien-
do: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas
veces, y tus discípulos no ayunan? 

15 Jesús les dijo: —¿Acaso pueden los que están


de bodas tener luto entre tanto que el esposo es-
tá con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo
les será quitado, y entonces ayunarán.
15 Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bo-
das tener luto entre tanto que el esposo está con ellos?
Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y
entonces ayunarán. 

16 Nadie pone remiendo de paño nuevo en ves-


tido viejo, porque tal remiendo tira del vestido y
se hace peor la rotura. 
16 Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido vie-
jo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor
la rotura. 

17 Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra


manera los odres se rompen, el vino se derrama
y los odres se pierden; pero echa el vino nuevo
en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conser-
van juntamente.
17 Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera
los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres
se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos,
y lo uno y lo otro se conservan juntamente. 

18 Mientras él les decía estas cosas, llegó un dig-


natario y se postró ante él, diciendo: —Mi hija
acaba de morir; pero ven y pon tu mano sobre
ella, y vivirá.
18 Mientras él les decía estas cosas, vino un hombre
principal y se postró ante él, diciendo: Mi hija acaba de
morir; mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá. 
30
Mateo 9:14-26

Los discípulos de Juan preguntan a Jesús por qué Sus discípulos


no ayunan. Jesús les responde que los que están de bodas no
están de luto mientras que el esposo está con ellos; el vino nuevo
debe ser echado en odres nuevos para conservar ambas cosas.
Después, Jesús sana a la mujer que ha padecido de flujo de sangre
por doce años y a la hija del hombre principal que había muerto.

19 Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos. 


19 Y se levantó Jesús, y le siguió con sus discípulos. 

20 En esto, una mujer enferma de flujo de sangre


desde hacía doce años se le acercó por detrás y
tocó el borde de su manto, 
20 Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre des-
de hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el
borde de su manto; 

21  porque se decía a sí misma: «Con sólo tocar


su manto, seré salva.»
21 porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su
manto, seré salva. 

22 Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: —


Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer
fue salva desde aquella hora.
22 Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten áni-
mo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde
aquella hora. 

23  Cuando entró Jesús en la casa del dignatario


y vio a los que tocaban flautas y a la gente que
hacía alboroto, 
23 Al entrar Jesús en la casa del principal, viendo a los
que tocaban flautas, y la gente que hacía alboroto, 

24  les
dijo: —Apartaos, porque la niña no está
muerta, sino que duerme. Y se burlaban de él. 
24 les dijo: Apartaos, porque la niña no está muerta, sino
duerme. Y se burlaban de él. 

25 Pero cuando la gente fue echada fuera, entró


y tomó de la mano a la niña, y ella se levantó.
25 Pero cuando la gente había sido echada fuera, entró,
y tomó de la mano a la niña, y ella se levantó. 

26  Y se difundió esta noticia por toda aquella


tierra.
26 Y se difundió la fama de esto por toda aquella tierra.
31
Ayuda a su meditación

La nueva vida en Jesús (9:14-17)


La vida y el ministerio de Jesús se diferenciaron mucho del estilo de los judíos
contemporáneos. El ayuno es un ejemplo de ello. Los discípulos de Juan el
Bautista le preguntan a Jesús: “¿por qué tus discípulos no ayunan?”. Jesús les
responde abordando tres temáticas: las bodas, el paño y los odres nuevos. Con
la venida de Jesús, experimentamos gran alegría y júbilo, como los invitados que
se gozan con el novio en el día de su boda. Nadie remienda un vestido viejo con
un paño nuevo ni echa vino nuevo en odres viejos; así mismo, la nueva obra de
Dios en Jesús no podía ser comprendida por los ritos religiosos y legalistas de
los fariseos. Desechemos, pues, cualquier prejuicio que pueda constituirse en un
obstáculo para experimentar la nueva obra de Dios.
¿Qué significan el ayuno, el vestido y los odres viejos a la luz del pasaje bí-
blico? ¿Qué prejuicios tengo, que pueden constituirse en un obstáculo para
experimentar la nueva obra de Dios?

Si tocare solamente Su manto (9:18-26)


La voluntad de Dios se revela en dos acontecimientos paralelos: un hombre
principal pide a Jesús por su hija que acaba de morir; y, camino a casa, una mujer
que ha padecido de flujo de sangre por doce años toca el borde de Su manto.
Pese a su impureza, su convicción de que sería salva al tocar al Señor la hizo
actuar con denuedo. Jesús la sana por su fe. Al llegar a la casa del principal, les
dice a los que lloraban por la niña que ella no estaba muerta, sino dormida. La
gente se burla de Él (v. 24). Después de pedir que se retiraran del recinto, Jesús
hace que la niña se levante. Dos acontecimientos que parecían imposibles de
resolver, nos enseñan la importancia de tener fe en Jesús.
¿Qué necesitaron tener la mujer del flujo de sangre y el principal, para ser
testigos del poder de Jesús? ¿En qué necesito tener más paciencia y esperar
con fe?

Señor misericordioso, extenderé mi mano hacia el borde de Tu manto,


Una Carta
incluso cuando sienta desvanecerse en mí toda esperanza. Clamo a Ti
a Dios pidiendo que sanes mi cuerpo y corazón; confío en Tu poder. Abre mis
oídos, para oír Tu dulce voz diciéndome que recobre ánimo. Levántame
con Tu diestra de poder.
32
Ensayo para meditar Mateo 9:14-26

Primero la fe

H
ay una historia sobre un hombre que recorre el mundo dan-
do un seminario sobre cómo los cristianos pueden alcanzar
el éxito y, cuando muere y va al cielo, se dedica a impartir
charlas sobre qué hacer en el paraíso. Mientras se encuentra hablan-
do ante miles de personas en la sala más grande, nota que Jesús está
sentado en la primera fila tomando nota de lo que estaba diciendo.
Sorprendido, se acerca a Él durante el descanso y le pregunta por
qué tomaba apuntes tan concentrado. Entonces, el Señor le respon-
de: “Porque es la primera vez que escucho algo así”.
Aunque debemos preocuparnos por hacer buenas obras para de-
mostrar nuestras convicciones, la fe sigue siendo lo más importan-
te. Si nos concentramos en conseguir resultados, no podremos ver
que las promesas de Dios se cumplen solo por Su soberanía; y la fe
es la única que nos permite entender esa verdad.
Dios nos reveló qué comportamiento deben tener todos los fieles
sin importar la situación en la que se encuentren, para que puedan
ser testigos de Su reino: amar, obedecer y perdonar sin cesar. Debe-
mos amar a la esposa, respetar al marido, perdonar al enemigo, no
hacer enfadar a los hijos y trabajar como si estuviéramos haciendo
la obra del Señor, en vez de intentar controlar y cambiar el obrar
de los demás. Debemos liberarnos de la vida que fluctúa entre la
alegría y la tristeza, y mirar las promesas de Dios con los ojos de la
fe, las cuales Él cumplirá a Su tiempo.

Hasta el discípulo del cielo, Michael Wells

Aplicación Personal

33
MIÉ

03 Reacciones diversas
ante Jesús
Mateo 9:27-38

La Biblia en un año: 27  Cuando salió Jesús, lo siguieron dos ciegos,


Gn. 35-36/ Mr. 6/ Job 2/ Ro. 6
diciéndole a gritos: —¡Ten misericordia de no-
sotros, Hijo de David!
27 Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dan-
do voces y diciendo: !!Ten misericordia de nosotros, Hijo
de David! 

28 Al llegar a la casa, se le acercaron los ciegos y


Jesús les preguntó: —¿Creéis que puedo hacer
esto? Ellos dijeron: —Sí, Señor.
28 Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús
les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron:
Sí, Señor. 

29  Entonces les tocó los ojos, diciendo: —


Conforme a vuestra fe os sea hecho.
29 Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a
vuestra fe os sea hecho. 

30  Y los ojos de ellos fueron abiertos. Jesús les


encargó rigurosamente, diciendo: —Mirad que
nadie lo sepa.
30 Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les en-
cargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa. 

31  Pero cuando salieron, divulgaron la fama de


él por toda aquella tierra.
31 Pero salidos ellos, divulgaron la fama de él por toda
aquella tierra. 

32  Tan
pronto ellos salieron, le trajeron un mu-
do endemoniado. 
32 Mientras salían ellos, he aquí, le trajeron un mudo,
endemoniado. 
34
Mateo 9:27-38

Jesús sana a dos ciegos y a un mudo endemoniado. La gente se


maravilla, pero los fariseos dicen que echa fuera a los demonios
por el príncipe de los demonios. Jesús siente compasión de las
multitudes, les predica el evangelio y sana toda enfermedad y
dolencia entre ellos. Manda a Sus discípulos a rogar que el Señor
envíe obreros a Su mies.

33  Una vez expulsado el demonio, el mudo ha-


bló. La gente se maravillaba y decía: —Nunca se
ha visto cosa semejante en Israel.
33 Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y la gente
se maravillaba, y decía: Nunca se ha visto cosa seme-
jante en Israel. 

34 Perolos fariseos decían: —Por el príncipe de


los demonios echa fuera los demonios.
34 Pero los fariseos decían: Por el príncipe de los demo-
nios echa fuera los demonios.

35 RecorríaJesús todas las ciudades y aldeas, en-


señando en las sinagogas de ellos, predicando el
evangelio del Reino y sanando toda enfermedad
y toda dolencia en el pueblo. 
35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñan-
do en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio
del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia
en el pueblo.

36 Alver las multitudes tuvo compasión de ellas,


porque estaban desamparadas y dispersas como
ovejas que no tienen pastor. 
36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; por-
que estaban desamparadas y dispersas como ovejas
que no tienen pastor.

37 Entonces dijo a sus discípulos: «A la verdad la


mies es mucha, pero los obreros pocos.
37 Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es
mucha, mas los obreros pocos. 

38  Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe


obreros a su mies.»
38 Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros
a su mies.

35
Ayuda a su meditación

Los fariseos ante la sanidad (9:27-34)


Las reacciones varían ante un mismo acontecimiento; los dos ciegos que piden
por sanidad, la multitud que presencia la sanidad del endemoniado mudo y los
fariseos reaccionan de manera diferente. Los invidentes, que recobran la vista
gracias a Jesús, se muestran incapaces de mantenerse callados, y divulgan la
fama y las obras de Jesús a muchos, a pesar de haber recibido la instrucción de
ser discretos. En cambio, la gente que ve al mudo hablar, solo se maravilla. Y los
fariseos acusan a Jesús de echar fuera a los espíritus inmundos por el príncipe
de los demonios. Mientras que algunos alaban y anuncian las maravillas de Jesús,
otros se resisten a Él y a Sus obras. Nosotros creemos en las obras de Jesús, y
reaccionamos con obediencia.
¿Cómo difiere la reacción de los dos ciegos, la gente y los fariseos? ¿Cómo
reacciono cuando veo el gran poder y la misericordia infinita de Dios?

El ministerio público de Jesús (9:35-38)


Debemos aprender a ver al prójimo desde la óptica de Jesús. La razón por la que
Jesús recorrió ciudades y aldeas fue para anunciar el evangelio celestial y ayudar
a muchos que se encontraban en debilidad. Jesús vio a muchos vivir en escasez
económica y aflicción espiritual. Todos ellos estaban agobiados como ovejas sin
pastor, desamparadas y dispersas buscando verdes pastos y aguas para beber, sin
tener éxito. Jesús les recuerda a los discípulos que tienen el llamado de guiar a
los débiles a Dios. Todos los que creemos en Jesús tenemos el llamado de anun-
ciar el evangelio celestial a los que viven en la desesperación por no conocer a
Jesús. Solo cuando los vemos con ojos de misericordia, entendemos la salvación
que ellos necesitan.
¿Cómo se siente Jesús al ver a la gente como ovejas sin pastor? ¿A quién debo
guiar a Jesús, el verdadero pastor, entendiendo que soy obrero de la mies?

Señor Jesús, gracias por tu infinita misericordia. Es por tu sublime gracia


Una Carta
que has salido al encuentro de un vil pecador como yo. Estaba completa-
a Dios mente perdido en mis pecados, extraviado como una oveja descarriada
y sin pastor. Me esforzaré en ser un buen obrero y agradecido, que
anuncia el evangelio celestial por doquier.
36
Ensayo para meditar Mateo 9:27-38

Acérquese como Jesús

U
n clérigo, que estaba a cargo de una comunidad para dis-
capacitados, compartió sobre cómo acercarse a alguien que
tiene un corazón herido, basándose en su propia experiencia.
“¿Cómo debemos acercarnos a un niño desdichado? Con humildad
y sin menospreciarlo, con amor y sin juzgarlo, sin buscar controlar-
lo ni darle otras cosas para manipularlo; entregándose a uno mismo,
su tiempo, su fuerza y su corazón. Juegue con él y escúchelo aten-
tamente. Acérquese amándolo, despacio, con paz y cuidado”. Jus-
tamente no dominar, no juzgar, jugar, escuchar y entregarse como
obsequio es el comportamiento de quienes fueron llamados para la
obra de Dios.
En la época de Jesús, los fariseos creían que su trabajo era juzgar
y criticar. De hecho, intentaban eliminar a quienes no se compor-
taban de acuerdo con las normas sociales, porque solo les importa-
ban las leyes. Por eso, ignoraban la desesperación, la frustración, el
dolor y la tristeza de quien estuviera atravesando una aflicción. En
cambio, Jesús aceptaba a quienes eran marginados, incluso cuando
eran condenados por su pecado a la luz de la norma. Lo más cerca-
no a la santidad es la profunda compasión con el otro y un corazón
al que no le importe involucrarse con los que sufren. El que tiene
la pasión y la misericordia de ayudar a los más débiles, así como lo
hizo Jesús, es quien posee la verdadera fe.

Vivir la resurrección superando la muerte, Kim Ki-seok

Aplicación Personal

37
JUE

04 La evangelización
por gracia
Mateo 10:1-15

La Biblia en un año: 1  Entonces, llamando a sus doce discípulos, les


Gn. 37/ Mr. 7/ Job 3/ Ro. 7
dio autoridad sobre los espíritus impuros, para
que los echaran fuera y para sanar toda enfer-
medad y toda dolencia. 
1 Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio auto-
ridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen
fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. 
2 Los nombres de los doce apóstoles son estos:
primero Simón, llamado Pedro, y su hermano
Andrés; Jacobo hijo de Zebedeo, y su herma-
no Juan; 
2 Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero
Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo
de Zebedeo, y Juan su hermano; 
3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo, el publicano,
Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre
Tadeo, 
3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo
hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, 
4  Simón, el cananita, y Judas Iscariote, el que
también lo entregó.
4 Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también
le entregó. 
5  A estos doce envió Jesús, y les dio instruccio-
nes diciendo: «Por camino de gentiles no vayáis,
y en ciudad de samaritanos no entréis, 
5 A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, di-
ciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad
de samaritanos no entréis, 
6  sinoid antes a las ovejas perdidas de la casa
de Israel. 
6 sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 
7  Y yendo, predicad, diciendo: “El reino de los
cielos se ha acercado.” 
7 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se
ha acercado. 
8  Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad
muertos, echad fuera demonios; de gracia reci-
bisteis, dad de gracia. 
38
Mateo 10:1-15

Llamando a Sus doce discípulos, Jesús les da autoridad sobre los


espíritus inmundos, para que los echen fuera y para sanar toda
enfermedad y dolencia. Ellos deben predicar gratuitamente que
el reino de los cielos se ha acercado, sanar enfermos, resucitar
muertos y echar fuera demonios. Llevarán lo mínimo indispensa-
ble para el viaje; saludarán con paz al entrar en cualquier casa.

8  Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muer-


tos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad
de gracia. 
9  No llevéis oro, ni plata, ni cobre en vuestros
cintos; 
9 No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros
cintos;
10  ni
alforja para el camino, ni dos túnicas, ni
calzado, ni bastón, porque el obrero es digno
de su alimento. 
10 ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de
calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su
alimento.
11 Pero en cualquier ciudad o aldea donde en-
tréis, informaos de quién en ella es digno y
quedaos allí hasta que salgáis. 
11 Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis, in-
formaos quién en ella sea digno, y posad allí hasta que
salgáis. 
12 Al entrar en la casa, saludad. 
12 Y al entrar en la casa, saludadla. 
13 Y si la casa es digna, vuestra paz vendrá sobre
ella; pero si no es digna, vuestra paz se volve-
rá a vosotros. 
13 Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre
ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a
vosotros. 

14  Sialguien no os recibe ni oye vuestras pala-


bras, salid de aquella casa o ciudad y sacudid el
polvo de vuestros pies. 
14 Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras pala-
bras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo
de vuestros pies.

15 De cierto os digo que en el día del juicio será


más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma
y de Gomorra que para aquella ciudad.
15 De cierto os digo que en el día del juicio, será más
tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de
Gomorra,que para aquella ciudad.

39
Ayuda a su meditación

Elección de los doce discípulos (10:1-4)


Jesús llama a los hombres que anunciarían el evangelio. Ellos no solicitaron par-
ticipar del minisiterio, fue Jesús quien los llamó para que fueran Sus discípulos.
Jesús les dio la potestad para echar fuera los espíritus inmundos y para sanar
toda enfermedad. Mateo utiliza la palabra ‘apóstoles’ para referirse a los doce,
la cual significa ‘enviados’; también es un término muy utilizado en el libro de
los Hechos. Los discípulos no solo aprenden, sino que anuncian y ponen en
práctica lo que han aprendido de Jesús. Recordemos que hemos sido ‘llamados’
por la gracia del Señor y que también hemos sido ‘enviados’ para cumplir con
una misión. Cuando recordamos la gracia y el llamado que hemos recibido de
Dios, podemos vivir como a Él le agrada.
¿Cómo fueron escogidos los doce discípulos de Jesús? ¿He logrado un equi-
librio entre ‘ser escogido’ y ‘ser enviado’, es decir, entre la gracia y el cumpli-
miento del llamado?

La misión de los discípulos (10:5-15)


Debemos tener presente en dónde tiene puesto Su interés Jesús, ya que esto nos
ayudará a no apartarnos del camino de la vida. En esta escena en la que el Señor
envía a Sus doce discípulos, podemos entrever Su verdadero interés. Jesús les
manda a anunciar que el reino de los cielos se ha acercado (v. 7). Los discípu-
los deben mostrar el señorío de Dios echando fuera a los espíritus inmundos
y sanando enfermedades. No deben proveerse de oro, ni llevar dos túnicas ni
bordón; solo deben depender de Dios durante la evangelización. No podemos
hacer de este pasaje una interpretación literal para nuestra vida, pero sigue sien-
do una necesidad imperante anunciar al mundo la presencia de Dios y Su reino,
confiando solo en Jesús en todo momento.
¿Qué debían anunciar los discípulos de Jesús después de que fueran envia-
dos? ¿Tengo los mismos intereses que Jesús?

Dios mío, no sé cómo agradecerte lo suficiente por haberme concedido


Tu gracia de manera inmerecida, y por haberme encomendado Tu ben-
Una Carta dito ministerio. Confiaré solamente en Ti en todo momento, y predicaré
a Dios fielmente el evangelio a tiempo y fuera de tiempo. Revísteme con Tu
poder para cumplir con Tu llamado y ayúdame a no poner la mira en
las cosas terrenales.
40
Ensayo para meditar Mateo 10:1-15

El servicio de la iglesia

A
partir de 2011, nuestra iglesia comenzó a estudiar la posibi-
lidad de emprender un ministerio que pudiera ser relevante
a nivel local, es decir, en la provincia de Ansan. En la inves-
tigación, encontramos que nuestra ciudad es industrial, que tiene la
mayor cantidad de expatriados en Corea, y que tiene la tasa más alta
de familias monoparentales y marginados a comparación de otras
ciudades. Con esta información comenzamos a orar por la restaura-
ción total de Ansan, sin embargo, tuvimos que continuar pensando
en la manera de constituir un proyecto social que al mismo tiempo
funcionara con un presupuesto modesto. Finalmente, después de
notar que la ciudad estaba bien planificada, que realmente era muy
fácil recuperar su belleza con tan solo un poco de esfuerzo y que el
gobierno no estaba cumpliendo adecuadamente con esa tarea, en-
tonces, se nos ocurrió ayudar con la recolección de las basuras. Fue
así como logramos coordinar unos dos mil fieles que participaron
de este movimiento y limpiaron sus vecindarios, bajo la condición
de que no revelaran el nombre de la iglesia organizadora, ya que
el objetivo era solo impactar con nuestro servicio a otros como
cuerpo y alcanzarlos con el evangelio de esta manera. Así mismo,
eliminamos la publicidad innecesaria y salimos a barrer las calles
solo con herramientas de limpieza. Al ver esto, muchos ciudadanos
nos alentaron y nos felicitaron diciendo: “Qué bueno lo que está
haciendo la iglesia”.
Con el tiempo, decidimos destinar la ofrenda de los cultos matu-
tinos especiales a ayudar a los centros para ancianos y menores, y
para ayudar a plantar iglesias. De este modo, pudimos servir a la so-
ciedad local de diversas maneras, al unir los corazones de los fieles
que anhelaban compartir el amor de Dios y ejercer una influencia
positiva. Así mismo, sucedió una transformación en el interior de
la iglesia, porque dejamos de buscar la comodidad de los templos y
empezamos a salir a las calles para realizar la obra de Dios. Esto me
llenó de profunda gratitud y gozo. No se imaginan el amor que sentí
por estos hermanos que participaron de este movimiento santo.

El predicador atrapado por el Espíritu, Kim In-joong

41
VIE

05 Denuedo y
temor a Dios
Mateo 10:16-33

La Biblia en un año: 16  »Yo os envío como a ovejas en medio de lo-


Gn. 38/ Mr. 8/ Job 4/ Ro. 8
bos. Sed, pues, prudentes como serpientes y
sencillos como palomas. 
16 He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de
lobos;sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos
como palomas. 

17  Guardaos de los hombres, porque os en-


tregarán a los concilios y en sus sinagogas os
azotarán;
17 Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a
los concilios, y en sus sinagogas os azotarán; 

18  y aun ante gobernadores y reyes seréis lleva-


dos por causa mía, para testimonio a ellos y a
los gentiles. 
18 y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por
causa de mí, para testimonio a ellos y a los gentiles. 

19  Pero cuando os entreguen, no os preocupéis


por cómo o qué hablaréis, porque en aquella ho-
ra os será dado lo que habéis de hablar, 
19 Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo
o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo
que habéis de hablar. 

20 pues no sois vosotros los que habláis, sino el


Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.
20 Porque no sois vosotros los que habláis, sino el
Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros. 
42
Mateo 10:16-33

Los discípulos deben ser prudentes como serpientes y sencillos


como palomas. Aunque sean entregados, no deben preocuparse
por lo que van a decir, porque será el Espíritu Santo el que habla-
rá por ellos; antes bien, deben temer a Aquel que puede destruir
el alma y el cuerpo en el infierno. Si confesamos a Jesús delante
de los hombres, seremos confesados por el Señor.

21 El hermano entregará a la muerte al hermano,


y el padre al hijo. Los hijos se levantarán contra
los padres y los harán morir. 
21 El hermano entregará a la muerte al hermano, y el
padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres,
y los harán morir.

22  Seréis odiados por todos por causa de mi


nombre; pero el que persevere hasta el fin, és-
te será salvo.
22 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi
nombre;mas el que persevere hasta el fin, éste será
salvo.

23  Cuando os persigan en una ciudad, huid a


otra. De cierto os digo que no acabaréis de reco-
rrer todas las ciudades de Israel antes que venga
el Hijo del hombre.
23 Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra;
porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer
todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo
del Hombre. 

24  »El discípulo no es más que su maestro ni el


siervo más que su señor. 
24 El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo
más que su señor.

43
25  Bástale al discípulo ser como su maestro y al
siervo como su señor. Si al padre de familia lla-
maron Beelzebú, ¡cuánto más a los de su casa!
25 Bástale al discípulo ser como su maestro, y al sier-
vo como su señor. Si al padre de familia llamaron
Beelzebú,¿cuánto más a los de su casa? 

26 »Asíque no los temáis, porque nada hay encu-


bierto que no haya de ser descubierto; ni oculto
que no haya de saberse. 
26 Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto,
que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya
de saberse.

27  Lo que os digo en tinieblas, decidlo a plena


luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las
azoteas. 
27 Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que
oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. 

28  No temáis a los que matan el cuerpo pero el


alma no pueden matar; temed más bien a aquel
que puede destruir el alma y el cuerpo en el
infierno. 
28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma
no pueden matar; temed más bien a aquel que puede
destruir el alma y el cuerpo en el infierno. 
44
Mateo 10:16-33

29  ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto?


Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin el per-
miso de vuestro Padre. 
29 ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo,
ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. 

30  Pues bien, aun vuestros cabellos están todos


contados. 
30 Pues aun vuestros cabellos están todos contados. 

31  Así que no temáis; más valéis vosotros que


muchos pajarillos.
31 Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos
pajarillos. 

32 »A cualquiera, pues, que me confiese delante


de los hombres, yo también lo confesaré delan-
te de mi Padre que está en los cielos. 
32 A cualquiera, pues, que me confiese delante de los
hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre
que está en los cielos. 

33  Y
a cualquiera que me niegue delante de los
hombres, yo también lo negaré delante de mi
Padre que está en los cielos.
33 Y a cualquiera que me niegue delante de los hom-
bres, yo también le negaré delante de mi Padre que está
en los cielos.
45
Ayuda a su meditación

Sabiduría en la aflicción (10:16-23)


En ningún momento el mundo se ha gozado por la iglesia. Difícilmente pueden
llevarse bien, debido a la lucha de valores que existen entre sí. Jesús envía a Sus
discípulos al mundo como ovejas en medio de lobos. En esta situación, lo que
más necesitan ellos es sabiduría y sencillez. Pronto, los discípulos serán entre-
gados al concilio y serán afligidos ante los reyes gentiles; sin embargo, esa será
también su oportunidad para testificar de Jesús. Aunque la tribulación sea muy
intensa, necesitamos perseverar hasta el fin. El Espíritu Santo nos da las fuerzas
para soportar la aflicción y lo que hemos de hablar en cada momento. Nuestro
consuelo y fortaleza provienen del conocimiento de que pronto volverá nuestro
Jesús como señor y juez soberano.
¿Quién acompaña y ayuda a los discípulos que son afligidos por causa de
Jesús? ¿A quién debo tratar con la prudencia de la serpiente y la sencillez de
una paloma?

A quién se debe temer (10:24-33)


Es primordial para los discípulos que salen a evangelizar, seguir manteniendo
una comunión cercana con Jesús. En toda situación, tendrán que ponerse del
lado de Jesús y no del mundo. Con el sentir de Jesús y Sus propósitos en men-
te, podrán soportar las dificultades y agradar a Dios. Aunque se levantaren los
enemigos de Jesús para resistirse a ellos, no hay razón para temer; ya que Dios
quien puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno, los guardará y les ayudará
en todo. No tengamos temor cuando nos toque proclamar la verdad. Aunque
seamos amenazados de muerte, nunca dejemos de dar testimonio de Jesús y del
evangelio fielmente, pues Él ha prometido que nos reconocerá y no nos negará
delante del Padre.
¿Por qué debemos temer a Dios antes que a las autoridades de este mundo?
¿Testifico con denuedo de Jesús delante de los incrédulos?

Padre celestial, perdóname porque he sido cobarde y muchas veces me


Una Carta
he callado sin anunciar el evangelio por temor a lo que otros podrán decir
a Dios de mí. Desde este momento, no dejaré de reconocete como mi Señor
y confiaré solo en el Espíritu Santo, quien siempre habla a mi corazón.
Dame valor para soportar cualquier aflicción que pueda venir sobre mí.
46
Ensayo para meditar Mateo 10:16-33

¿Por qué hay que


predicar?

L
as palabras ‘Jesús’, ‘cruz’ y ‘resurrección’ son tan poderosas
que, aunque el creyente las pronuncie con torpeza o lógica,
suenan a amenaza o salvación. Estas palabras no pasan sin cau-
sar efecto alguno. Quien las escucha, recibe la salvación y regresa, o
las rechaza y las desafía. En su caso como creyente, ¿qué decisión va
a tomar? ¿Desea vivir como si nada, ignorando este increíble poder
que se revela en la predicación del evangelio, simplemente porque
el resto del mundo lo detesta? ¿Se siente satisfecho porque usted ya
recibió la salvación o le gustaría ser testigo de nuevas almas que se
vuelven a Cristo, aunque esto signifique ser perseguido y odiado?
Debemos elegir entre estas dos opciones, pero, preferiblemente,
no debemos callar. Aunque el mundo entero nos insulte por creer
en Jesús, debemos hablar. Aunque halla líderes que cometan errores
y aunque muchos cristianos estén corrompidos, la otra mitad debe
hablar, porque estamos en el final de los tiempos. La verdad de
Cristo es más importante, así que debemos abrir la boca y anunciar
el evangelio. Las palabras que salen de la boca del cristiano no le
pertenecen, porque son las palabras poderosas del Espíritu Santo
de Dios. Por lo tanto, oro para que abramos nuestros labios hasta
el día que regrese el Señor, sin importar el sufrimiento ni la adver-
sidad.

Hechos I, la iglesia gana, Ok Han-heum

Aplicación Personal

47
SÁB

06 Recompensas por
amar más al Señor
Mateo 10:34-42

La Biblia en un año: 34 »No penséis que he venido a traer paz a la tie-


Gn. 39/ Mr. 9/ Job 5/ Ro. 9
rra; no he venido a traer paz, sino espada, 
34 No penséis que he venido para traer paz a la tierra;
no he venido para traer paz, sino espada. 

35  porque he venido a poner en enemistad al


hombre contra su padre, a la hija contra su ma-
dre y a la nuera contra su suegra. 
35 Porque he venido para poner en disensión al hombre
contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera
contra su suegra; 

36  Asíque los enemigos del hombre serán los


de su casa. 
36 y los enemigos del hombre serán los de su casa.

37 El que ama a padre o madre más que a mí, no


es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que
a mí, no es digno de mí; 
37 El que ama a padre o madre más que a mí, no es
digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no
es digno de mí; 

38 y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí,


no es digno de mí. 
38 y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es
digno de mí.
48
Mateo 10:34-42

Jesús no ha venido para traer paz a la tierra, sino espada. Si


amamos a nuestra familia más que al Señor o no tomamos la
cruz para seguirlo, no somos dignos de Él. El que recibe a un
discípulo, recibe al Señor; el que da a uno de los pequeños un
vaso de agua, no pierde su recompensa.

39 El que halle su vida, la perderá; y el que pier-


da su vida por causa de mí, la hallará.
39 El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su
vida por causa de mí, la hallará.

40  »El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y


el que me recibe a mí, recibe al que me envió. 
40 El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me
recibe a mí, recibe al que me envió.

41 El que recibe a un profeta por cuanto es pro-


feta, recompensa de profeta recibirá; y el que
recibe a un justo por cuanto es justo, recompen-
sa de justo recibirá. 
41 El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, re-
compensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo
por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá. 

42 Y cualquiera que dé a uno de estos pequeños


un vaso de agua fría solamente, por cuanto es
discípulo, de cierto os digo que no perderá su
recompensa.»
42 Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un
vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de
cierto os digo que no perderá su recompensa.

49
Ayuda a su meditación

Si perdemos, ganamos (10:34-39)


Si creemos que la fe en Jesús nos garantiza la paz y el gozo en este mundo, no
hemos interpretado correctamente la Palabra. Jesús no vino para traer paz a
la tierra. Por supuesto que los creyentes gozan de paz en Cristo, pero esta vir-
tud no viene sin un costo. La verdadera paz nos es concedida cuando estamos
dispuestos a rechazar la paz falsa de este siglo, cuando nuestra convicción no
nos permite negar a Jesús bajo ninguna circunstancia, y cuando somos capaces
de seguir al Señor arriesgando nuestra propia vida. Incluso, Jesús señala que
debemos amarle más que a nuestra familia, a quienes normalmente amamos
incondicionalmente. Todo dolor y perjuicio que hayamos sufrido en esta vida
será recompensado por el Señor en el día postrero. El que no escatima su propia
vida para seguir a Jesús, ciertamente gozará de la vida eterna.
¿Quiénes no son hallados dignos de ser discípulos de Jesús? ¿A quién o qué
es lo que amo más que a Jesús?

El que recibe a Jesús (10:40-42)


¡Qué hermoso es recibir a los que predican el evangelio! Cuando Jesús envía a
Sus discípulos a evangelizar, les dice: “El que a vosotros recibe, a mí me recibe;
y el que me recibe a mí, recibe al que me envió (a Dios)” (v. 40). Aquí vemos
claramente una cadena: los discípulos, Jesús y Dios. Tanto en los tiempos de Je-
sús como en actualidad, nunca ha sido fácil anunciar el evangelio. Jesús les dice
que los discípulos son como Sus pequeñitos, así que no perderá su recompensa
aquel que les sirva un vaso de agua fría. Ciertamente debemos ser hospitalarios
para con los que necesitan nuestra ayuda. Todo acto de servicio y amor será
recordado y recompensado por el Señor.
¿A quién se refiere en primera instancia la frase ‘uno de estos pequeñitos’ (v.
42)? ¿A quién puedo brindar una pequeña ayuda y alentar?

Señor Jesús, perdóname si mi corazón se ha inclinado más hacia las


cosas de este mundo antes que a las espirituales. Tú eres todo para
Una Carta mí. Dame una fe sólida para que pueda escogerte a Ti, incluso cuando
a Dios mi vida se vea amenazada. Gracias, Dios, porque no pasas por alto
ninguna buena obra para recompensarnos en los cielos. Ayúdame a
perseverar en hacer el bien.
50
Ensayo para meditar Mateo 10:34-42

Desechar lo que no sirve

C
uando mis hermanas le regalaron a mi madre un refrigera-
dor nuevo, ella decidió conservar el viejo también, porque le
daba lástima deshacerse de él. Y ahora, aunque vive sola, los
mantiene a los dos repletos de comida; también se resiste a arrojar
a la basura los alimentos vencidos o el pan lleno de hongos, porque
siempre tiene la sensación de que algún día los podrá necesitar para
algo. Sin embargo, su comportamiento con respecto a las cosas del
Señor es completamente diferente, porque es capaz de eliminar in-
mediatamente todo lo que comprende que no le agrada a Dios.
En mi caso, sucede lo contrario: yo elimino los alimentos rancios
con facilidad, pero en ocasiones me cuesta deshacerme de lo que le
desagrada al Señor.
¿Se imagina cómo se alegraría Dios, si fuéramos rápidos para des-
pojarnos con facilidad de todo lo que obstruye nuestro peregrinaje
de fe y le diéramos lugar a la verdadera dependencia a Él? La vida
espiritual se trata de recorrer el trayecto que nos lleva hacia el cen-
tro, donde nos enfrentamos al sufrimiento y, al mismo tiempo, al
amor de Dios. Miles de obstáculos nos alejarán de hacerlo y muchas
cosas intentarán adueñarse de nosotros. Pero, justamente, como la
vida espiritual se trata de la odisea para vencer toda oposición, de-
seo que podamos avanzar como discípulos hacia nuestro destino,
el centro de la voluntad del Señor, y que libremos la buena batalla
de la fe.

Cuando marcha la gracia, Park Shin-il

Aplicación Personal

51
DOM

07 Integridad en la fe
y el conocimiento
Mateo 11:1-19

La Biblia en un año: 1  Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a


Gn. 40/ Mr. 10/ Job 6/ Ro. 10
sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a
predicar en las ciudades de ellos.
1 Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce
discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las
ciudades de ellos. 

2 Aloír Juan en la cárcel los hechos de Cristo, le


envió dos de sus discípulos 
2 Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le en-
vió dos de sus discípulos, 

3  a
preguntarle: —¿Eres tú aquel que había de
venir o esperaremos a otro?
3 para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o
esperaremos a otro? 

4 Respondiendo Jesús, les dijo: —Id y haced sa-


ber a Juan las cosas que oís y veis. 
4 Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan
las cosas que oís y veis. 

5  Losciegos ven, los cojos andan, los lepro-


sos son limpiados, los sordos oyen, los muertos
son resucitados y a los pobres es anunciado el
evangelio; 
5 Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son lim-
piados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y
a los pobres es anunciado el evangelio;
52
Mateo 11:1-19

Juan el bautista manda desde la cárcel a dos de sus discípulos a


preguntarle a Jesús si es el Mesías esperado. Jesús les respon-
de que le hagan saber a Juan las cosas que oyen y ven. Luego,
afirma que es bienaventurado aquel que no halla tropiezo en Él,
que Juan es el Elías que había de venir, quien preparó el camino
del Señor, pero que no lo recibieron a ninguno de los dos.

6  y
bienaventurado es el que no halle tropiezo
en mí.
6 y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí. 

7 Mientras ellos se iban, comenzó Jesús a hablar


de Juan a la gente: «¿Qué salisteis a ver al desier-
to? ¿Una caña sacudida por el viento? 
7 Mientras ellos se iban, comenzó Jesús a decir de Juan
a la gente: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña
sacudida por el viento? 

8 ¿O qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto


de vestiduras delicadas? Los que llevan vesti-
duras delicadas, en las casas de los reyes están. 
8 ¿O qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de ves-
tiduras delicadas? He aquí, los que llevan vestiduras
delicadas, en las casas de los reyes están. 

9 Pero ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os


digo, y más que profeta, 
9 Pero ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo,
y más que profeta. 

10 porqueéste es de quien está escrito: »“Yo en-


vío mi mensajero delante de ti, el cual preparará
tu camino delante de ti.”
10 Porque éste es de quien está escrito: He aquí, yo en-
vío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará tu
camino delante de ti. 

53
11 »De cierto os digo que entre los que nacen de
mujer no se ha levantado otro mayor que Juan
el Bautista; y, sin embargo, el más pequeño en el
reino de los cielos es mayor que él.
11 De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no
se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el
más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. 

12 »Desde los días de Juan el Bautista hasta aho-


ra, el reino de los cielos sufre violencia, y los
violentos lo arrebatan.
12 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el
reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo
arrebatan. 

13 Todos los profetas y la Ley profetizaron has-


ta Juan. 
13 Porque todos los profetas y la ley profetizaron has-
ta Juan.

14 Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que ha-


bía de venir. 
14 Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de
venir.

15 El que tiene oídos para oír, oiga. 


15 El que tiene oídos para oír, oiga. 
54
Mateo 11:1-19

16  Pero ¿a qué compararé esta generación? Es


semejante a los muchachos que se sientan en las
plazas y gritan a sus compañeros,
16 Mas ¿a qué compararé esta generación? Es seme-
jante a los muchachos que se sientan en las plazas, y
dan voces a sus compañeros, 

17  diciendo: “Os tocamos flauta y no bailas-


teis; os entonamos canciones de duelo y no
llorasteis”, 
17 diciendo: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os en-
dechamos, y no lamentasteis. 

18 porquevino Juan, que ni comía ni bebía, y di-


cen: “Demonio tiene.”
18 Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen:
Demonio tiene. 

19 Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y


dicen: “Éste es un hombre comilón y bebedor
de vino, amigo de publicanos y pecadores.” Pero
la sabiduría es justificada por sus hijos.»
19 Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen:
He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo
de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es jus-
tificada por sus hijos.

55
Ayuda a su meditación

Juan el Bautista y Jesús (11:1-19)


Un pueblo sufriente anhela con todo su ser al Salvador. Los judíos no eran
la excepción. Bajo el dominio del Imperio romano, anhelaban a un libertador
político y militar. Sin embargo, no logran identificar a Jesús como el Mesías
esperado. Incluso, Juan el Bautista manda a Sus discípulos a indagar si Jesús
es realmente el Mesías o si tendrán que esperar a otro. Entonces, Jesús cita un
pasaje de Isaías para confirmar Su identidad mesiánica y Su obra de restauración
(Is. 35:5-6, 61:1). Aunque fue preparado el camino para el Mesías, pocos le reci-
bieron, y en la actualidad sigue sucediendo lo mismo. Pero, los que hemos sido
adoptados por la gracia y sabiduría divina, conocemos la verdadera identidad de
Jesús y anhelamos ser restaurados en espíritu.
¿Qué rol cumplió Juan el Bautista en la obra de la redención de Dios? ¿Por qué
hay muchas personas que no creen que Jesús es su salvador y señor?

Altar Comencemos con alabanza y oración. Compartamos acerca de nuestra semana,


familiar inclusive el agradecimiento por las cosas que Dios ha hecho.

1 Observación
¿Cómo respondió Jesús ante la pregunta de los
discípulos enviados por Juan el Bautista? (11:2-5)
¿Cómo podría resumir Su respuesta en pocas pa-
labras?
Aplicación y ¿Qué área de nuestra familia necesita ser restaura-
diálogo
da? Oremos juntos, confiando en el nombre y en el
poder de Jesús.

2 Observación
¿Con qué comparó Jesús ‘a esta generación’?
¿Cómo reaccionaron los judíos ante el ministerio de
Juan el Bautista y Jesús? (11:16-19)
Aplicación y Compartamos cómo podemos cambiar o mejorar
diálogo
nuestra manera de pensar, para interpretar co-
rrectamente las palabras y el ministerio de Jesús y
obedecerle.
Compartamos las peticiones de oración individuales y seleccionemos los temas para orar
como familia durante toda la semana. Terminemos el devocional con la oración final.

56
Prédica del domingo

Título:

Pasaje:

Notas:

Intercesión por las naciones

Nepal cuenta con una población aproximada de treinta millones de


habitantes, de los cuales, el 87 % profesa el hinduismo. El 40 % de los
infantes entre los cinco y los diecisiete (17) años (3.140.000 niños) no tienen
la posibilidad de acceder a la educación y tienen que someterse a la vida
laboral. Pidamos a Dios que el evangelio de vida pueda ser anunciado a
esta nación, que la taza de pobreza pueda ser disminuida y que los niños
tengan acceso a recibir educación.

57
LUN

08 Jesús es manso
y humilde
Mateo 11:20-30

La Biblia en un año: 20 Entonces comenzó a reconvenir a las ciudades


Gn. 41/ Mr. 11/ Job 7/ Ro. 11
en las cuales había hecho muchos de sus mila-
gros, porque no se habían arrepentido, diciendo: 
20 Entonces comenzó a reconvenir a las ciudades en las
cuales había hecho muchos de sus milagros, porque no
se habían arrepentido, diciendo: 

21 «¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida!, porque


si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los mi-
lagros que han sido hechos en vosotras, tiempo
ha que en vestidos ásperos y ceniza se habrían
arrepentido. 
21 !!Ay de ti, Corazín! !!Ay de ti, Betsaida! Porque si en
Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han
sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran
arrepentido en cilicio y en ceniza. 

22 Portanto os digo que en el día del juicio será


más tolerable el castigo para Tiro y para Sidón
que para vosotras. 
22 Por tanto os digo que en el día del juicio, será más
tolerable el castigo para Tiro y para Sidón, que para
vosotras. 

23  Y tú, Capernaúm, que eres levantada hasta


el cielo, hasta el Hades serás abatida, porque si
en Sodoma se hubieran hecho los milagros que
han sido hechos en ti, habría permanecido has-
ta el día de hoy.
23 Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo,
hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma se
hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti,
habría permanecido hasta el día de hoy. 

24 Portanto os digo que en el día del juicio será


más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma
que para ti.»
24 Por tanto os digo que en el día del juicio, será más
tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti. 
58
Mateo 11:20-30

Jesús comienza a reconvenir a las ciudades en las que había


hecho muchos milagros, como Corazín, Betsaida y Capernaúm.
Dios, en Su voluntad, escondió estas cosas de los sabios y de-
cidió revelárselas a los niños. Los trabajados y cargados que
vienen a Jesús, hallan descanso. Su yugo es fácil y ligera Su
carga.

25  En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo:


«Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque escondiste estas cosas de los sabios y de
los entendidos, y las revelaste a los niños. 
25 En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo,
Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste
estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las re-
velaste a los niños. 

26 Sí, Padre, porque así te agradó.


26 Sí, Padre, porque así te agradó. 

27  »Todas las cosas me fueron entregadas por


mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre,
ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquel a
quien el Hijo se lo quiera revelar. 
27 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y
nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce
alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera
revelar. 

28  Venida mí todos los que estáis trabajados y


cargados, y yo os haré descansar. 
28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados,
y yo os haré descansar. 

29 Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de


mí, que soy manso y humilde de corazón, y ha-
llaréis descanso para vuestras almas,
29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que
soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso
para vuestras almas;

30 porque mi yugo es fácil y ligera mi carga.»


30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

59
Ayuda a su meditación

La soberbia de la incredulidad (11:20-24)


Un resultado pobre, después de un gran esfuerzo, trae desánimo. A donde iba,
Jesús realizó muchos milagros, especialmente en las ciudades de Galilea. Pese
a esto, Corazín, Betsaida y Capernaúm no se arrepintieron; por lo cual, fueron
advertidos de un juicio inminente. Si Jesús hubiera concedido tales milagros en
Tiro, Sidón y Sodoma, ciudades pecaminosas sin igual, se hubieran arrepentido
de sus iniquidades. En el caso de Capernaúm, fue por su soberbia que endureció
su corazón para no creer en Cristo, pese a haber visto de cerca el reino de Dios.
Podemos permanecer cerca de la Palabra y ser testigos de la obra de Dios, pero,
si somos soberbios, no podremos recibir la gracia divina. Cuidémonos, pues,
de no caer en la soberbia y perder los privilegios que hemos recibido de Dios.
¿Cómo eran Tiro, Sidón y Sodoma? ¿Cuál es la gracia de Dios que he perdido
por mi soberbia y desobediencia?

Verdadero reposo en Jesús (11:25-30)


Aquel que ha reconocido a Jesús como el Señor de su vida, goza de gracia y paz.
El mundo podrá menospreciarnos, pero, por causa de Jesús, somos valiosos
ante los ojos de Dios. Aunque tengamos privilegios, la soberbia nos llevará a la
destrucción; y, aunque nuestra condición sea vil y humilde, disfrutaremos del
reino de Dios, gracias a Jesús. Dependiendo de si recibimos o no a Jesús, nues-
tro destino será el reino de los cielos o el Seol. Hay verdadero reposo para aquel
que ha recibido a Jesús e imita Su humildad y mansedumbre. El que es hipócrita
y se jacta de sí mismo, vive con una carga pesada de llevar. Solo cuando obede-
cemos con mansedumbre y humildad, seremos cada día más semejantes a Jesús
y tendremos verdadera paz.
¿Qué debemos aprender de Jesús para disfrutar del verdadero reposo? ¿Cuál
es la carga pesada que debo dejar a los pies de Jesús?

Señor Jesús, confieso que por momentos me ha parecido demasiado


Una Carta
pesada la carga que llevo sobre mis hombros, cuando es por gracia todo
a Dios lo que disfruto hoy. Renuncio a toda soberbia e incredulidad que hay
en mí, porque están impidiendo que Tu Palabra se cumpla en mi vida.
Deseo llevar Tu carga, que es ligera. Permíteme entrar en Tu reposo.
60
Ensayo para meditar Mateo 11:20-30

El shalom profundo
del Señor

E
l decano de un seminario teológico fue de viaje con su esposa
a Gales, tras finalizar una de las colectas más importantes de
la institución. La pareja estaba disfrutando de una vida sim-
ple, de caminatas tranquilas, lecturas, comidas y descansos en paz,
alejados de la vida productiva, el uso del teléfono móvil y el correo
electrónico. Pero pronto comenzaron a sufrir del síndrome de abs-
tinencia. Ya no podían soportar las largas horas vacías y empezó a
crecer el deseo por el trabajo y los logros. Al descubrir que se había
vuelto en esclavo del trabajo, el hombre decidió cambiar su estilo
de vida y empezar a priorizar los tiempos de descanso. El resultado
fue absolutamente inesperado, después de empezar a practicar el
reposo por 24 horas, usando este tiempo para la adoración, para
estar en familia, para la jardinería y otras actividades: alcanzó el sha-
lom profundo.
Debemos vivir con el maná de la gracia que cae constantemente
a nuestro alrededor y no solo de nuestros esfuerzos. Esto también
significa que no necesitamos ponerle el sello de nuestro trabajo ar-
duo a todo, ni creer que solo de esta forma somos importantes
como hijos de Dios. Jesús nos dice: “Venid a mí todos los que estáis
trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre
vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón,
y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y
ligera mi carga” (Mateo 11:28-30).

Guía de supervivencia para el alma, Ken Shigematsu

Aplicación Personal

61
MAR

09 El siervo
escogido
Mateo 12:1-21

La Biblia en un año: 1  En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados


Gn. 42/ Mr. 12/ Job 8/ Ro. 12
un sábado. Sus discípulos sintieron hambre y co-
menzaron a arrancar espigas y a comer. 
1   En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en un
día de reposo; y sus discípulos tuvieron hambre, y co-
menzaron a arrancar espigas y a comer. 

2  Los fariseos, al verlo, le dijeron: —Tus discí-


pulos hacen lo que no está permitido hacer en
sábado.
2 Viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípu-
los hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo.

3 Peroél les dijo: —¿No habéis leído lo que hizo


David cuando él y los que con él estaban sintie-
ron hambre; 
3 Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David,
cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre; 

4  cómo entró en la casa de Dios y comió los


panes de la proposición, que no les estaba per-
mitido comer ni a él ni a los que con él estaban,
sino solamente a los sacerdotes? 
4 cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de
la proposición, que no les era lícito comer ni a él ni a los
que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes?
62
Mateo 12:1-21

Los discípulos arrancan espigas y comen en el día de reposo; y


son acusados por los fariseos de haber incumplido la Ley. Jesús
señala que Él es mayor que el templo, el Señor del día de reposo.
También dice que es lícito hacer el bien en los días de reposo y
sana a un hombre con una mano seca. Los fariseos confabulan
para destruir a Jesús y Él se aparta de allí.

5  ¿O no habéis leído en la Ley cómo en sábado


los sacerdotes en el Templo profanan el sábado,
y son sin culpa? 
5 ¿O no habéis leído en la ley, cómo en el día de reposo
los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo,
y son sin culpa?

6 Pues os digo que uno mayor que el Templo es-


tá aquí. 
6 Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí. 

7 Sisupierais qué significa: “Misericordia quiero


y no sacrificios”, no condenaríais a los inocentes, 
7 Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no
sacrificio, no condenaríais a los inocentes; 

8 porque el Hijo del hombre es Señor del sábado.


8 porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo.

9 Saliendo de allí, fue a la sinagoga de ellos. 


9 Pasando de allí, vino a la sinagoga de ellos. 

63
10 Y había allí uno que tenía seca una mano. Para
poder acusar a Jesús, le preguntaron: —¿Está
permitido sanar en sábado?
10 Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano;
y preguntaron a Jesús, para poder acusarle: ¿Es lícito
sanar en el día de reposo?

11 Él les dijo: —¿Qué hombre entre vosotros,


si tiene una oveja y ésta se le cae en un hoyo, en
sábado, no le echa mano y la saca?
11 El les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga
una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en día de reposo,
no le eche mano, y la levante?

12  Pero,¿cuánto más vale un hombre que una


oveja? Por consiguiente, está permitido hacer el
bien en sábado.
12 Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja?
Por consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de
reposo.

13  Entonces dijo a aquel hombre: —Extiende


tu mano. Él la extendió y le fue restaurada sa-
na como la otra.
13 Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y
él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra. 

14 Salieron entonces los fariseos y se confabula-


ron contra Jesús para destruirlo.
14 Y salidos los fariseos, tuvieron consejo contra Jesús
para destruirle. 

15  CuandoJesús supo esto, se retiró de allí. Lo


siguió mucha gente, y sanaba a todos, 
15 Sabiendo esto Jesús, se apartó de allí; y le siguió
mucha gente, y sanaba a todos, 
64
Mateo 12:1-21

16  y
les encargaba rigurosamente que no lo
descubrieran, 
16 y les encargaba rigurosamente que no le descubriesen; 

17  para que se cumpliera lo que dijo el profe-


ta Isaías:
17 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías,
cuando dijo: 

18  «Éste es mi siervo, a quien he escogido; mi


amado, en quien se agrada mi alma. Pondré mi
Espíritu sobre él, y a los gentiles anunciará juicio.
18 He aquí mi siervo, a quien he escogido; mi Amado, en
quien se agrada mi alma; pondré mi Espíritu sobre él, y
a los gentiles anunciará juicio. 

19  No contenderá, ni voceará, ni nadie oirá en


las calles su voz.
19 No contenderá, ni voceará, ni nadie oirá en las ca-
lles su voz. 

20  La caña cascada no quebrará y el pábilo que


humea no apagará, hasta que haga triunfar el
juicio.
20 La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea
no apagará, hasta que saque a victoria el juicio. 

21 En su nombre esperarán los gentiles.»


21 Y en su nombre esperarán los gentiles.
65
Ayuda a su meditación

El Señor del reposo (12:1-14)


Eran muchos los estatutos que los judíos habían redactado para regular el día
de reposo; reglamentos difíciles de cumplir. Era día de reposo, cuando los discí-
pulos de Jesús arrancaron espigas de los sembrados y comieron. Vistos por los
fariseos, son acusados de incumplir la Ley. Entonces, Jesús les enseña el espíritu
de la Ley y cómo Dios quiere misericordia y no sacrificio, usando el ejemplo de
David y los sacerdotes. Jesús es mayor que el templo y Señor del día de reposo;
Sus juicios son siempre correctos. Jesús sana a un hombre con una mano seca
en el día de reposo para enseñarnos cuál es el verdadero sentido del reposo y el
interés de Dios. No permitamos que los valores esenciales sean menoscabados
por los ritos religiosos.
¿Qué significa que Jesús es Señor del día de reposo? ¿Cuál es el área de mi
vida espiritual que ha perdido su esencia y se ha visto reducida solo a una
formalidad?

El Siervo escogido (12:15-21)


A todos nos gusta dar a conocer nuestras buenas obras. En cambio, Jesús, des-
pués de sanar a muchos enfermos, no buscó ser enaltecido ni reconocido por
los milagros realizados. En Él se cumple la profecía de Isaías del siervo escogido
por Dios, el Amado en quien se agrada Su alma y sobre el cual pondrá Su Es-
píritu para que anuncie juicio a los gentiles; Aquel que no permitirá que nadie
oiga su voz en las calles, y que, con la misericordia y la paz que no quiebra la
caña cascada ni apaga el pábilo que humea, cuidará a los agobiados hasta que
haga triunfar el juicio de Dios. Esta profecía cumplida por medio de Jesús nos
enseña cómo hemos de vivir en estos tiempos.
¿Qué concepto tiene Dios del Siervo escogido? ¿Cómo puedo imitar la humil-
dad, la obediencia y la misericordia de Jesús en mi vida?

Padre, perdóname por todas las veces que he sido prejuicioso y he


condenado a los demás con crueldad. Deseo ser como Tu hijo, quien
Una Carta te mostró humildad y obediencia, y concedió misericordia y compasión
a Dios a los hombres. Junto a mi comunidad, procuraré enaltecerte, Dios, por
sobre todas las cosas, amando al prójimo, como Tú nos has enseñado
a amar.
66
Ensayo para meditar Mateo 12:1-21

Mirar con amor

S
i dibujamos un cuadrado y luego un círculo que toque las
cuatro caras interiores de este, solo ocupará un 76,5 % de la
superficie del cuadrado. De igual forma, los israelitas afirman
que, aunque se ejecute un plan al 100 %, solo se puede controlar el
76,5 %. Por eso, si un hijo obtiene un siete (7) en una calificación,
los padres igual celebran su esfuerzo como si hubiera alcanzado un
ocho (8 ) o un nueve (9). Y, si saca un seis (6), creen que merece pa-
sar a la siguiente etapa. El mismo concepto lo usan para la política,
la economía, la educación, la cultura, la diplomacia, etc.
Como maestros siempre esperamos que nuestros discípulos den
fruto. Sin embargo, por más que el 100 % sea el cumplimiento per-
fecto, consideremos el 60 o 70 % como un resultado equivalente.
En lugar de irritarnos porque revisan el teléfono durante el culto,
porque miran por la ventana durante las reuniones o llevan sema-
nas sin saludar, concentrémonos en sus virtudes. Cuando logremos
esto, reaccionarán positivamente a nuestras expectativas.
Dios nos ve de manera positiva. Por lo tanto, mírese también a sí
mismo con el amor del Señor. Si lo hace, podrá gozar de paz y tran-
quilidad. Además, las almas que Dios nos encomendó se pondrán
más cómodamente en Sus manos, si perciben que tenemos para
ofrecerles un amor incondicional.

Es un buen maestro, Kim Yong-jae

Aplicación Personal

67
MIÉ

10 El reino de Dios
Mateo 12:22-37

La Biblia en un año: 22  Entonces le llevaron un endemoniado, ciego


Gn. 43/ Mr. 13/ Job 9/ Ro. 13
y mudo; y lo sanó, de tal manera que el ciego y
mudo veía y hablaba.
22 Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y
mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía
y hablaba. 

23 Toda la gente estaba atónita y decía: «¿Será és-


te el Hijo de David?» 
23 Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste
aquel Hijo de David? 

24  Pero los fariseos, al oírlo, decían: «Éste no


echa fuera los demonios sino por Beelzebú, prín-
cipe de los demonios.»
24 Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fue-
ra los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los
demonios.

25 Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les


dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo es
asolado, y ninguna ciudad o casa dividida con-
tra sí misma permanecerá. 
25 Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo:
Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda
ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá. 
68
Mateo 12:22-37

Jesús sana a un endemoniado y los fariseos le acusan de haber


echado los demonios por Beelzebú, príncipe de los demonios. Si
por el Espíritu Santo han sido echados los demonios, ciertamente
ha llegado a los hombres el reino de Dios. El que habla contra el
Espíritu Santo, no será perdonado. De toda palabra ociosa que
hablen los hombres, de ella darán cuenta en el juicio.

26 SiSatanás echa fuera a Satanás, contra sí mis-


mo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su
reino? 
26 Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo
está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? 

27 Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú,


¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto,
ellos serán vuestros jueces. 
27 Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por
quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán
vuestros jueces. 

28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera


los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros
el reino de Dios, 
28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demo-
nios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. 

29  pues ¿cómo puede alguno entrar en la casa


del hombre fuerte y saquear sus bienes, si pri-
mero no lo ata? Entonces podrá saquear su casa. 
29 Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del
hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le
ata? Y entonces podrá saquear su casa. 

69
30  El que no está conmigo, está contra mí; y el
que conmigo no recoge, desparrama.
30 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo
no recoge, desparrama. 

31  »Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia


será perdonado a los hombres, pero la blasfemia
contra el Espíritu no les será perdonada. 
31 Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será
perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el
Espíritu no les será perdonada. 

32  Cualquiera que diga alguna palabra contra el


Hijo del hombre, será perdonado; pero el que
hable contra el Espíritu Santo, no será perdona-
do, ni en este siglo ni en el venidero.
32 A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo
del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra
el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo
ni en el venidero.

33  »Si
el árbol es bueno, su fruto es bueno; si el
árbol es malo, su fruto es malo, porque por el
fruto se conoce el árbol. 
33 O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced
el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se co-
noce el árbol.
70
Mateo 12:22-37

34 ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar


lo bueno, siendo malos?, porque de la abundan-
cia del corazón habla la boca. 
34 !!Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bue-
no, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón
habla la boca.

35  El hombre bueno, del buen tesoro del cora-


zón saca buenas cosas, y el hombre malo, del mal
tesoro saca malas cosas. 
35 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca
buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca
malas cosas. 

36  Pero yo os digo que de toda palabra ociosa


que hablen los hombres, de ella darán cuenta en
el día del juicio, 
36 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen
los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 

37  puespor tus palabras serás justificado, y por


tus palabras serás condenado.»
37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus
palabras serás condenado.
71
Ayuda a su meditación

El poder de Jesús (12:22-30)


Es muy difícil entender más allá de nuestra capacidad intelectual. Jesús sana a
un endemoniado ciego y mudo. Viéndolo, la gente se pregunta si no es el Hijo
de David, el Mesías esperado. Pero los fariseos señalan que Jesús echa fuera los
demonios por Beelzebú, príncipe de los demonios. Para ellos, Jesús no era más
que un hombre ordinario, lejos del prototipo mesiánico que habían establecido
por cuenta propia. Por este motivo, acusan a Jesús sin reparos. El Señor rebate
dicho argumento, diciendo que el diablo no hace nada para atentar contra sí
mismo; y añade diciendo que el reino de Dios se ha acercado por medio del Es-
píritu Santo. Dios, quien es mucho más poderoso que el diablo, ha establecido
Su reino mediante Jesús.
¿Por qué critican los fariseos al ver a Jesús echar fuera a los espíritus inmun-
dos? ¿Qué cambios ha producido en mi vida el reino de Dios?

Sometimiento al Espíritu Santo (12:31-37)


Debemos cuidarnos de no estorbar la obra de Dios. Los fariseos negaban la
obra del Espíritu Santo y blasfemaban contra Él. Jesús señala que estos pecados
no tienen perdón. Podría alguno justificarse diciendo que es solo un pecado
verbal, pero las palabras denotan lo que hay en el corazón del hombre. Como el
pasaje que dice que por sus frutos conocemos el árbol, en el día de juicio dare-
mos cuenta delante de Dios de toda palabra ociosa que hayamos dicho. Los que
son del Espíritu, piensan cosas en su corazón que agradan al Espíritu y luego las
expresan con sus labios. No solo debemos agradar a Dios con nuestras peticio-
nes y oraciones, sino también con todas las palabras que salen de nuestra boca.
¿Qué ocurre cuando pecamos blasfemando contra el Espíritu Santo? ¿Cómo
puedo mejorar mi forma de hablar delante de Dios, quien oye cada palabra
de mi boca?

Señor, ¡cuán aterrador es saber que tendré que dar cuenta de todas las
Una Carta
palabras ociosas que he pronunciado, en el día del juicio final! Cúbreme
a Dios con Tu gracia, para que todas las palabras de mi boca sean como un
perfume grato para Ti. Renuncio a la incredulidad y la soberbia de mi
corazón que me apartan del Espíritu Santo.
72
Ensayo para meditar Mateo 12:22-37

La autoridad de ser hijos

D
ios puso al mundo en manos de Sus hijos. Pero, para go-
bernarlo, debemos conocer suficientemente el poder que se
nos dio, nuestra identidad, posición y rol, tras haber recibido
la salvación. No obstante, si no conocemos con exactitud lo que
hemos recibido como herencia, continuaremos viviendo como es-
clavos del pecado.
Dios nos envió al mundo dominado por el diablo, para gobernar
a Su pueblo y recuperar lo que el enemigo nos quitó. Si avanzamos
confiando en el nombre de Jesucristo, Dios abrirá las puertas. Así
como se abren las puertas automáticas, nuestra tarea es acercar-
nos a Él y esperar; pero, si nos alejamos o no nos aproximamos lo
suficiente, porque pensamos que tenemos frente a nosotros una
muralla, no podremos ver a Dios abrir caminos donde no los hay.
Por eso, también debemos recordar siempre que el Espíritu Santo
ya permanece en nosotros.
Mi deseo es que el pueblo del Señor reconozca el poder que le
ha sido entregado, y que ejerza la autoridad espiritual y el discerni-
miento en cualquier situación, para que goce de la verdadera victo-
ria, sin caer en la tentación, ni dejarse llevar por las emociones, ni
dejarse agobiar por las circunstancias. Si nos convertimos en sier-
vos de Dios, seremos libres de todo; y si el poder del nombre de Je-
sús permanece en nosotros, gobernaremos la tierra con autoridad.

Restauración del poder espiritual, Lee Kyu-hyeon

Aplicación Personal

73
JUE

11 La familia
de Jesús
Mateo 12:38-50

La Biblia en un año: 38  Entonces respondieron algunos de los es-


Gn. 44/ Mr. 14/ Job 10/ Ro. 14
cribas y de los fariseos diciendo: —Maestro,
deseamos ver de ti una señal.
38 Entonces respondieron algunos de los escribas y de
los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal.
39 Élrespondió y les dijo: —La generación mala
y adúltera demanda señal, pero señal no le será
dada, sino la señal del profeta Jonás.
39 El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera
demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal
del profeta Jonás. 
40 Como estuvo Jonás en el vientre del gran pez
tres días y tres noches, así estará el Hijo del hom-
bre en el corazón de la tierra tres días y tres
noches. 
40 Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez
tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en
el corazón de la tierra tres días y tres noches. 
41  Los hombres de Nínive se levantarán en el
juicio con esta generación y la condenarán, por-
que ellos se arrepintieron por la predicación de
Jonás, y en este lugar hay alguien que es más
que Jonás. 
41 Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con
esta generación, y la condenarán; porque ellos se arre-
pintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que
Jonás en este lugar. 

42  La reina del Sur se levantará en el juicio con


esta generación y la condenará, porque ella vino
desde los confines de la tierra para oír la sabidu-
ría de Salomón, y en este lugar hay alguien que
es más que Salomón.
42 La reina del Sur se levantará en el juicio con esta ge-
neración, y la condenará; porque ella vino de los fines
de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí
más que Salomón en este lugar. 

43  »Cuando el espíritu impuro sale del hombre,


anda por lugares secos buscando reposo, pero
no lo halla.
74
Mateo 12:38-50

Los escribas y los fariseos piden señal y Jesús les dice que
solo les dará la señal del profeta Jonás. En el día del juicio, la
generación mala y adúltera será condenada, como el hombre
endemoniado que fue liberado, y entran en él siete demonios
peores. Jesús llama madre y hermanos a los que hacen la vo-
luntad del Padre.

43 Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por


lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. 
44  Entoncesdice: “Volveré a mi casa, de donde
salí.” Cuando llega, la halla desocupada, barri-
da y adornada.
44 Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y
cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. 
45 Entonces va y toma consigo otros siete espí-
ritus peores que él, y entran y habitan allí; y el
estado final de aquel hombre viene a ser peor
que el primero. Así también acontecerá a esta
mala generación.»
45 Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus
peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer esta-
do de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así
también acontecerá a esta mala generación. 
46 Mientras
él aún hablaba a la gente, su madre y
sus hermanos estaban afuera y le querían hablar.
46 Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su ma-
dre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. 
47  Le dijo uno: —Tu madre y tus hermanos es-
tán afuera y te quieren hablar.
47 Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están
afuera, y te quieren hablar. 
48  Respondiendo él al que le decía esto, di-
jo: —¿Quién es mi madre y quiénes son mis
hermanos?
48 Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es
mi madre, y quiénes son mis hermanos? 
49  Y extendiendo su mano hacia sus discípulos,
dijo: —Éstos son mi madre y mis hermanos, 
49 Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He
aquí mi madre y mis hermanos. 
50  pues todo aquel que hace la voluntad de mi
Padre que está en los cielos, ése es mi hermano,
mi hermana y mi madre.
50 Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre
que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana,
y madre.

75
Ayuda a su meditación

La señal del profeta Jonás (12:38-45)


Necesitamos ojos para ver y oídos para oír sobre las obras de Dios. Algunos
escribas y fariseos demandan de Jesús una señal. Si bien el Mesías ya había rea-
lizado muchas señales, ellos tenían sus ojos y oídos cerrados. Como piden una
obra mayor, un milagro más sorprendente, Jesús les dice que les dará la señal
de Jonás. Como Jonás estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches, Jesús
también permanecerá en el sepulcro por tres días. En contraste con la reina del
Sur, quien visitó a Salomón en busca de sabiduría, muchos de estos líderes reli-
giosos no prestaron oído a las palabras de Jesús, que eran mucho más sabias que
las del hijo de David. Si no oímos y obedecemos a la Palabra de Jesús, seremos
reos de juicio y condenación.
¿Qué hará Jesús con una generación que demanda señal? ¿Por qué me he
vuelto insensible a la obra del Señor?

La verdadera familia de Jesús (12:46-50)


Todos hemos sido llamados a formar parte de la familia del reino celestial. Jesús
explica que su madre y sus hermanos no son su familia, sino todos aquellos que
lo siguen. Esto no significa que Jesús haya negado la existencia de su madre o
haya tenido conflicto con sus hermanos, sino que estaba exaltando la relación
que se establece entre los que han sido perdonados a causa de Su nombre y
obedecen la voluntad de Dios. En otras palabras, los que obedecemos a toda la
Palabra de Dios, así como Jesús, formamos parte de la familia celestial. Cierta-
mente es un privilegio glorioso poder ser llamados a la familia de Cristo, cuando
hacemos la voluntad de Dios. Y, si somos familia, entonces podemos gozar
también de todas las bendiciones del Padre.
¿A quiénes se refiere Jesús como familia? ¿Cuál es la voluntad de Dios que
debo obedecer, como hermano y hermana de Jesús?

Dios mío, perdóname por no haber reaccionado con fe a Tu Palabra,


Una Carta inclinándome más por las señales visibles. Tú eres el Rey de mi vida; me
a Dios someto a Tu soberana voluntad. Junto a mi comunidad, deseamos cum-
plir Tu voluntad y formar una verdadera familia que agrade Tu corazón.
76
Ensayo para meditar Mateo 12:38-50

Familia de Dios

U
n joven iraní fue arrestado por ser inmigrante ilegal, cuan-
do solo le faltaba hacerse el último implante dental. Des-
esperado, llamó a su dentista, la doctora Lee Min-hee, para
contarle lo que había sucedido. Como su consciencia de cristiana
no le permitía hacerse la desentendida, aunque se tratara de un pro-
cedimiento sencillo, contactó inmediatamente a la Oficina de Mi-
graciones para pedirles que la dejaran acercarse un día para finalizar
el tratamiento, incluso si tenía que cancelar todas las citas por un
día y llevar todo el equipo odontológico. Entonces, sucedió algo
increíble. Dos agentes acompañaron al joven iraní esposado hasta
su consultorio. Allí, la doctora les hizo gratis la limpieza de dientes a
los dos empleados públicos y les regaló algo de beber y comer para
el camino. Además, pagó el pasaje de regreso a Irán del muchacho.
Muchas enfermeras del consultorio fueron bautizadas con el Espí-
ritu Santo y oraron incontables veces allí, como si fuera una iglesia.
Así, la doctora Lee Min-hee glorificó y agradeció a Dios, porque le
permitió ser testimonio de amor hasta el día en que cerró su clínica.
Dios obró a través de ella, porque decidió ser una creyente obe-
diente al mandamiento de amar al prójimo. En la actualidad, la doc-
tora Lee se encuentra trabajando para otra clínica donde continúa
guiando a miles de dentistas hacia Dios, invitándolos a formar parte
de la familia del reino de Cristo. Por su parte, los colegas ahora par-
ticipan alegremente de la expansión del evangelio.

Imitar al cielo, Kim Sang-sook

Aplicación Personal

77
VIE

12 Misterios del
reino de Dios
Mateo 13:1-17

La Biblia en un año: 1 Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó jun-


Gn. 45/ Mr. 15/ Job 11/ Ro. 15
to al mar. 
1 Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar. 

2  Se le acercó mucha gente, así que él, entran-


do en la barca, se sentó, y toda la gente estaba
en la playa. 
2 Y se le juntó mucha gente; y entrando él en la barca,
se sentó, y toda la gente estaba en la playa. 

3 Les habló muchas cosas por parábolas, dicien-


do: «El sembrador salió a sembrar. 
3 Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He
aquí, el sembrador salió a sembrar. 

4  Mientras sembraba, parte de la semilla cayó


junto al camino, y vinieron las aves y la comieron. 
4 Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al
camino; y vinieron las aves y la comieron. 

5  Parte cayó en pedregales, donde no había


mucha tierra, y brotó pronto, porque no tenía
profundidad de tierra; 
5 Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tie-
rra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; 
78
Mateo 13:1-17

Jesús cuenta la parábola del sembrador. La semilla que cae


junto al camino, en pedregales y entre espinos, no crece; pero
la que cae en buena tierra, da frutos. Jesús habla por parábolas
porque no a todos les es dado saber los misterios del reino de
los cielos. Bienaventurados los ojos que ven, los oídos que oyen
y el corazón entendido.

6 pero cuando salió el sol, se quemó y, como no


tenía raíz, se secó. 
6 pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz,
se secó. 

7  Parte cayó entre espinos, y los espinos crecie-


ron y la ahogaron. 
7 Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron,
y la ahogaron. 

8  Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto,


cuál a ciento, cuál a sesenta y cuál a treinta por
uno. 
8 Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a cien-
to, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. 

9 El que tiene oídos para oír, oiga.»


9 El que tiene oídos para oír, oiga. 

10 Entonces, acercándose los discípulos, le pre-


guntaron: —¿Por qué les hablas por parábolas?
10 Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por
qué les hablas por parábolas? 

79
11 Él, respondiendo, les dijo: —Porque a voso-
tros os es dado saber los misterios del reino de
los cielos, pero a ellos no les es dado, 
11 El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es
dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a
ellos no les es dado. 

12  pues a cualquiera que tiene, se le dará y ten-


drá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene
le será quitado. 
12 Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y ten-
drá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será
quitado.

13 Por eso les hablo por parábolas: porque vien-


do no ven, y oyendo no oyen ni entienden. 
13 Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no
ven, y oyendo no oyen, ni entienden. 

14 De manera que se cumple en ellos la profecía


de Isaías, que dijo: »“De oído oiréis, y no enten-
deréis; y viendo veréis, y no percibiréis,
14 De manera que se cumple en ellos la profecía de
Isaías, que dijo: de oído oiréis, y no entenderéis; y vien-
do veréis, y no percibiréis. 
80
Mateo 13:1-17

15 porque el corazón de este pueblo se ha entor-


pecido, y con los oídos oyen pesadamente, y han
cerrado sus ojos; para que no vean con los ojos,
ni oigan con los oídos, ni con el corazón entien-
dan, ni se conviertan y yo los sane.”
15 Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y
con los oídos oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos;
para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y
con el corazón entiendan, y se conviertan, y yo los sane. 

16 »Pero bienaventurados vuestros ojos, porque


ven; y vuestros oídos, porque oyen. 
16 Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y
vuestros oídos, porque oyen. 

17 De cierto os digo que muchos profetas y jus-


tos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír
lo que oís, y no lo oyeron.
17 Porque de cierto os digo, que muchos profetas y jus-
tos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que
oís, y no lo oyeron.

81
Ayuda a su meditación

La parábola del sembrador (13:1-9)


La cosecha depende de donde sembramos las semillas. En esta parábola, ‘la semi-
lla’ simboliza la palabra sobre el reino de Dios. Los que oyen las palabras de Jesús,
reaccionan de diferentes maneras. Una misma semilla podía caer en el camino,
en pedregales, entre espinos y en buena tierra; y el lugar donde caiga la semilla
determinará la cosecha. La semilla puede ser comida por las aves, o bien, dar
frutos al treinta, al sesenta o al ciento por uno. Es importante ser oidores, pero
también hacedores de la Palabra. Según el estado del corazón de aquel que oye la
Palabra, podrá ella operar con poder o no. Dispongamos nuestro corazón para
oír la Palabra de Dios, siempre cuidándonos de no ser tardos para oír (He. 5:11).
¿A qué simbolizan los cuatro tipos de tierra en los que cae la semilla? ¿En qué
debo esforzarme más y no ser tardo para oír la Palabra?

Propósito de las parábolas (13:10-17)


Es la gracia divina lo que nos lleva a entender la Palabra de Dios. Por eso, hay
personas no muy letradas que comprenden con facilidad la Palabra; mientras
que otros con muchos logros académicos no entienden nada. Esto es porque
el evangelio celestial no puede ser comprendido con los razonamientos de este
mundo. Los discípulos le preguntan a Jesús por qué enseña a la multitud con
parábolas; y Él responde que es porque el Padre solo les revela a algunos los
misterios del reino de los cielos. En todo este proceso, es más importante contar
con el aval de Dios que con el esfuerzo humano. Por tanto, no hay mayor bendi-
ción que esta, tener ojos y oídos para comprender el glorioso evangelio celestial.
¿Con qué propósito enseña Jesús a las multitudes con parábolas? ¿Por qué
motivo me habrá permitido Dios tener ojos y oídos para entender el evangelio
celestial?

Señor, te alabo por Tu infinita misericordia, porque me has revelado los


misterios del reino de Dios que no pueden ser conocidos por voluntad o
Una Carta esfuerzo humano. Araré la tierra de mi corazón cada día con humildad,
a Dios para que Tu Palabra pueda dar abundantes frutos en mí. Ayúdame a
disfrutar de Tus ricas bendiciones celestiales y espirituales, y compar-
tirlas con otros.
82
Ensayo para meditar Mateo 13:1-17

¿Cómo me comporto
ante la Palabra?

A
menudo buscamos escuchar la voz de Dios de la manera
más fácil. Y la verdad es que nos dejamos llevar más por el
consejo de las personas, que de Sus instrucciones por medio
de la Palabra, porque creemos que esa es la manera más fácil de
escucharlo. El problema es que, si no nos esforzamos por profun-
dizar en Su Palabra, no aprenderemos a reconocer Su voz y, si en
algún momento lo logramos, olvidaremos con rapidez lo que nos
dijo. Por eso, es importante tener pasión constante y reaccionar con
buena actitud cuando leemos la Biblia.
Hay platos, por ejemplo, que no solo requieren de un buen chef,
sino también de la paciencia del comensal. Para este tipo de prepa-
raciones, a veces piden que uno espere cinco o diez minutos, para
que alcance su mejor punto de sabor; pero, si la persona no se logra
contener y la prueba antes, simplemente se pierde de la mejor expe-
riencia. Todo depende del comportamiento del cliente. De la misma
manera, hay personas que esperan escuchar la voz de Dios como
si se tratara de comida rápida. Si ese es su caso, entonces no puede
esperar más que un conocimiento general de Su Palabra, que aplica
para todos, y se perderá el placer de conocer la voluntad específica
de Dios para su vida.
Mi anhelo es que a partir de ahora escuche la voz directa de Dios,
con las palabras específicas que su corazón necesita, a través de un
encuentro personal con Él y la meditación profunda de la Biblia,
pues no hay mayor bendición que esa.

Escuchar la voz de Dios, Lee Jin-hwang

Aplicación Personal

83
SÁB

13 Un buen corazón
obediente
Mateo 13:18-30

La Biblia en un año: 1 8   »Oíd, pues, vosotros la parábola del


Gn. 46/ Mr. 16/ Job 12/ Ro. 16
sembrador:
18 Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador: 

19 Cuando alguno oye la palabra del Reino y no


la entiende, viene el malo y arrebata lo que fue
sembrado en su corazón. Éste es el que fue sem-
brado junto al camino. 
19 Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entien-
de, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su
corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino. 

20  El que fue sembrado en pedregales es el que


oye la palabra y al momento la recibe con gozo, 
20 Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que
oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; 

21  pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta


duración, pues al venir la aflicción o la perse-
cución por causa de la palabra, luego tropieza. 
21 pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración,
pues al venir la aflicción o la persecución por causa de
la palabra, luego tropieza. 

22  Elque fue sembrado entre espinos es el que


oye la palabra, pero las preocupaciones de este
siglo y el engaño de las riquezas ahogan la pala-
bra, y se hace infructuosa. 
22 El que fue sembrado entre espinos, éste es el que
oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de
las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa. 

23 Pero el que fue sembrado en buena tierra es el


que oye y entiende la palabra, y da fruto; y pro-
duce a ciento, a sesenta y a treinta por uno.
23 Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el
que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a
ciento, a sesenta, y a treinta por uno. 

24  Lesrefirió otra parábola, diciendo: «El reino


de los cielos es semejante a un hombre que sem-
bró buena semilla en su campo; 
84
Mateo 13:18-30

Después de explicar la parábola del sembrador, Jesús cuenta


otra parábola. El reino de los cielos es semejante a un hombre
que siembra buena semilla en su campo. Él no deja arrancar la
cizaña, sino que deja que crezca con el trigo. Pero, en el tiempo
de la siega, la cizaña es recogida primero para ser quemada; y
el trigo es guardado en el granero.

24 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los


cielos es semejante a un hombre que sembró buena se-
milla en su campo; 

25  pero mientras dormían los hombres, vino su


enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. 
25 pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo
y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. 

26 Cuando brotó la hierba y dio fruto, entonces


apareció también la cizaña. 
26 Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apare-
ció también la cizaña. 

27  Fueron entonces los siervos del padre de fa-


milia y le dijeron: “Señor, ¿no sembraste buena
semilla en tu campo? ¿Cómo, pues, tiene cizaña?”
27 Vinieron entonces los siervos del padre de familia
y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu
campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? 

28  Él les dijo: “Un enemigo ha hecho esto.” Y


los siervos le dijeron: “¿Quieres, pues, que va-
yamos y la arranquemos?”
28 El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le
dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? 

29 Él les dijo: “No, no sea que al arrancar la ciza-


ña arranquéis también con ella el trigo. 
29 El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arran-
quéis también con ella el trigo. 

30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro has-


ta la siega, y al tiempo de la siega yo diré a los
segadores: ‘Recoged primero la cizaña y atadla
en manojos para quemarla; pero recoged el tri-
go en mi granero.’”»
30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la
siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores:
Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para
quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.

85
Ayuda a su meditación

Interpretación de la parábola (13:18-23)


Podemos diferenciar dos tipos de tierra: la fructífera y la infructífera. Los frutos
dependen de nuestra comprensión de la Palabra. La semilla que cae junto al ca-
mino hace referencia a los que oyen el evangelio, pero no tienen interés de ser
transformados por ella. Los pedregales son los que reaccionan superficialmente
y desechan la Palabra en la tribulación o persecución. Los espinos son los que no
permiten que la Palabra obre con poder en su vida por falta de interés. Y la bue-
na tierra representa a los que comprenden la Palabra y hacen lo que le agrada a
Dios; con el tiempo, serán transformados aún más para gozo de Dios. Es posible
obedecer cuando tenemos una correcta comprensión de la Palabra. Aremos la
tierra de nuestro corazón, pues, para entender la Palabra y obedecer a ella.
¿Qué significa que de cuatro tipos de tierra solo una dé frutos? ¿Qué puedo
hacer para que la Palabra plantada dé más frutos en mi vida?

El trigo y la cizaña (13:24-30)


El diablo tienta a los creyentes a desobedecer a Dios. Jesús lo explica con la
parábola de la cizaña. Un hombre siembra buena semilla en su campo. Pero, en
la noche, viene su enemigo y siembra cizaña entre el trigo. Es difícil distinguir
la mala hierba del trigo cuando recién brota de la tierra. Los siervos sugieren
arrancarla, pero el hombre decide esperar hasta la siega. En aquel día, recogerán
primero la cizaña para quemarla y después recogerán el trigo para guardarlo en
su granero. Esta parábola nos recuerda a la iglesia terrenal: allí se congregan
los creyentes genuinos y los religiosos que aparentan tener fe en Jesús. No nos
desanimemos de aquellos que son como la cizaña; antes bien, perseveremos con
fe hasta el final.
¿A quiénes simbolizan la cizaña que crece con el trigo? ¿Cómo reacciono
cuando soy afligido por algún miembro de la congregación, que dista de ser
un verdadero cristiano?

Padre, quita de mí la ignorancia, la codicia y toda preocupación que


Una Carta pueda haber en mi corazón. No dejaré que nadie me robe el gozo de
a Dios obedecer a Tu Palabra; deseo dar hermosos frutos para Tu gloria. No me
desanimaré al ver la prosperidad de los impíos; antes bien, perseveraré
poniendo mis ojos en Ti, que cuidas a Tu pueblo escogido.
86
Ensayo para meditar Mateo 13:18-30

Si Tú lo ordenas

C
uando Dios me llamó, yo ya tenía mi propio plan de vida tra-
zado. Soñaba con ministrar a los jóvenes y pensaba que sería
bueno para eso, pero Él no me lo permitió. Ahora entiendo
que, si hubiera ocurrido el avivamiento en los jóvenes universitarios
como yo quería, me hubiera llenado de soberbia y vanagloria.
Hay un programa de televisión llamado “Amor y guerra” que tra-
ta los problemas maritales. Y, cada vez que sale al aire, cambio de
canal porque me irrita. La verdad es que una de las cosas sobre las
que más inseguro soy y más dificultades tengo es en la consejería a
matrimonios de mediana edad. Sin embargo, es un ministerio en el
que soy fructífero.
Dios doblegó lo que yo más quería hacer y lo que pensaba que
haría bien. No obstante, mi actitud ante Su llamado fue: “Si Tú lo
ordenas, obedeceré por completo, Dios. Dime qué debo hacer”. No
importa si la situación económica o las circunstancias sean adversas,
si Él me pide algo, yo respondo con obediencia. Y así debemos
reaccionar todos los que somos ministros. Necesitamos un corazón
dispuesto a someternos a Su Palabra, sobretodo porque Dios nos
está usando para proclamarla.
El llamado entonces no se inicia cuando uno lo decide, sino cuan-
do dejamos de lado nuestras experiencias, comodidades y todo
aquello a lo que estamos acostumbrados, cediendo todos nuestros
derechos a Dios.

Dios vive, Ahn Ho-seong

Aplicación Personal

87
DOM

14 El reino celestial
en crecimiento
Mateo 13:31-43

La Biblia en un año: 31  Otra parábola les refirió, diciendo: «El reino
Gn. 47/ Lc 1:1-38/ Job 13/ 1 Co. 1
de los cielos es semejante al grano de mostaza
que un hombre tomó y sembró en su campo. 
31 Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cie-
los es semejante al grano de mostaza, que un hombre
tomó y sembró en su campo; 

32  Ésta es a la verdad la más pequeña de todas


las semillas, pero cuando ha crecido es la mayor
de las hortalizas y se hace árbol, de tal manera
que vienen las aves del cielo y hacen nidos en
sus ramas.»
32 el cual a la verdad es la más pequeña de todas las
semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las
hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las
aves del cielo y hacen nidos en sus ramas. 

33 Otra parábola les dijo: «El reino de los cielos


es semejante a la levadura que tomó una mujer
y escondió en tres medidas de harina, hasta que
todo quedó leudado.»
33 Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es se-
mejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió
en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado. 

34 Todo esto habló Jesús por parábolas a la gen-


te, y sin parábolas no les hablaba, 
34 Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin
parábolas no les hablaba; 

35  paraque se cumpliera lo que dijo el profeta:


«Abriré en parábolas mi boca; declararé cosas es-
condidas desde la fundación del mundo.»
35 para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando
dijo: abriré en parábolas mi boca; Declararé cosas es-
condidas desde la fundación del mundo.

36  Entonces, después de despedir a la gente,


entró Jesús en la casa. Se le acercaron sus discí-
pulos y le dijeron: —Explícanos la parábola de
la cizaña del campo.
88
Mateo 13:31-43

El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que crece


hasta hacerse un árbol en donde hacen nidos las aves; y a la le-
vadura que leuda toda la masa. Jesús habla por parábolas para
cumplir lo dicho por los profetas y declara cosas escondidas desde
la fundación del mundo. Como la cizaña será quemada en el tiempo
de la siega, los ángeles echarán a los impíos en el horno de fuego.

36 Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa;


y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos
la parábola de la cizaña del campo. 

37  Respondiendo él, les dijo: —El que siembra


la buena semilla es el Hijo del hombre.
37 Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena
semilla es el Hijo del Hombre. 

38  Elcampo es el mundo; la buena semilla son


los hijos del Reino, y la cizaña son los hijos del
malo. 
38 El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos
del reino, y la cizaña son los hijos del malo. 

39 El enemigo que la sembró es el diablo; la sie-


ga es el fin del mundo, y los segadores son los
ángeles. 
39 El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el
fin del siglo; y los segadores son los ángeles. 

40  De manera que, así como se arranca la ciza-


ña y se quema en el fuego, así será en el fin de
este mundo. 
40 De manera que como se arranca la cizaña, y se que-
ma en el fuego, así será en el fin de este siglo. 

41  Enviará el Hijo del hombre a sus ángeles, y


recogerán de su Reino a todos los que sirven de
tropiezo y a los que hacen maldad, 
41 Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recoge-
rán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a
los que hacen iniquidad, 

42 y los echarán en el horno de fuego; allí será el


lloro y el crujir de dientes.
42 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro
y el crujir de dientes. 

43  Entonces los justos resplandecerán como el


sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos
para oír, oiga.
43 Entonces los justos resplandecerán como el sol en
el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.

89
Ayuda a su meditación

Semilla de mostaza, levadura y cizaña (13:31-43)


Desde su advenimiento a la tierra, el reino de Dios sigue en constante creci-
miento. Este es semejante a una pequeña semilla de mostaza, que crece hasta ser
un gran árbol en donde anidan las aves. Es también como la levadura en la masa
de harina. Con el tiempo, la masa leudará y aumentará su volumen. Sembrar
la semilla de mostaza o echar levadura a la masa significa predicar el evangelio
celestial. Al principio, podrá pasar inadvertido, pero pronto notaremos un gran
crecimiento. Dios mismo extiende Su reino y vemos sus frutos. En este proceso,
podrán el diablo y los impíos poner estorbo, como sembrar la cizaña; pero, al
final, solo los justos vivirán gloriosamente en el reino eterno.
¿Cómo se ha extendido el reino celestial en la historia de la humanidad? ¿Cómo
extiendo el evangelio con mi testimonio y ministerio

Altar Comencemos con alabanza y oración. Compartamos acerca de nuestra semana,


familiar inclusive el agradecimiento por las cosas que Dios ha hecho.

1 Observación
¿Cuál es la enseñanza en común existente entre la
parábola de la semilla de mostaza y la de la levadu-
ra? (13:31-33)
Aplicación y El evangelio celestial, que comenzó en Galilea hace
diálogo
más de dos milenios atrás, ha alcanzado a nuestra
familia. ¿Qué podemos hacer nosotros para la exten-
sión del reino de Dios?

2 Observación
¿A quiénes simbolizan la buena semilla y la cizaña
en la parábola contada por Jesús? ¿Qué ocurrirá en
el fin de los tiempos? (13:37-43)
Aplicación y Establezcamos un lema familiar para atesorarla
diálogo
hasta el día postrero, el día en que seremos galar-
donados por Dios.

Compartamos las peticiones de oración individuales y seleccionemos los temas para orar
como familia durante toda la semana. Terminemos el devocional con la oración final.

90
Prédica del domingo

Título:

Pasaje:

Notas:

Intercesión por las naciones

Honduras, un país de Centroamérica, sufre de conflictos sociales debido


a las consecuencias del gobierno de la Junta Militar hasta mediados del
año 1980. Con más de la mitad de los habitantes en extrema pobreza, el
país es azotado por la violencia de los grupos pandilleros, la guerra entre
narcotraficantes, robos y homicidios. Oremos juntos a Dios, para que el
poder del evangelio pueda restaurar a todos los hondureños agotados por
la violencia y la pobreza.

91
LUN

15 El tesoro más
precioso
Mateo 13:44-58

La Biblia en un año: 44  »Además el reino de los cielos es semejante


Gn. 48/ Lc.1:39-80 / Job 14/ 1 Co. 2
a un tesoro escondido en un campo, el cual un
hombre halla y lo esconde de nuevo; y gozoso
por ello va y vende todo lo que tiene y compra
aquel campo.
44 Además, el reino de los cielos es semejante a un te-
soro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y
lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo
lo que tiene, y compra aquel campo. 
45 »Tambiénel reino de los cielos es semejante a
un comerciante que busca buenas perlas, 
45 También el reino de los cielos es semejante a un mer-
cader que busca buenas perlas, 
46 y al hallar una perla preciosa, fue y vendió to-
do lo que tenía y la compró.
46 que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió
todo lo que tenía, y la compró. 
47 »Asimismo el reino de los cielos es semejante
a una red que, echada al mar, recoge toda cla-
se de peces.
47 Asimismo el reino de los cielos es semejante a una
red, que echada en el mar, recoge de toda clase de
peces; 
48 Cuando está llena, la sacan a la orilla, se sien-
tan y recogen lo bueno en cestas y echan fuera
lo malo.
48 y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, reco-
gen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera. 
49 Así será al fin del mundo: saldrán los ángeles
y apartarán a los malos de entre los justos, 
49 Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apar-
tarán a los malos de entre los justos, 

50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el


lloro y el crujir de dientes.
50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro
y el crujir de dientes. 

51  Jesús les preguntó: —¿Habéis entendido to-


das estas cosas? Ellos respondieron: —Sí, Señor.
92
Mateo 13:44-58

El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un


campo o una perla preciosa; el que lo ha hallado vende todo lo que
tiene para conseguirlo. Es también semejante a una red, de la que
se recoge lo bueno en cestas y se desecha lo malo. Al fin del siglo,
los malos serán echados en el horno de fuego. Jesús no realiza
muchos milagros en su tierra natal, por la incredulidad de la gente.

51 Jesús les dijo: ¿Habéis entendido todas estas cosas?


Ellos respondieron: Sí, Señor. 
52  Él les dijo: —Por eso todo escriba docto en
el reino de los cielos es semejante a un padre de
familia que saca de su tesoro cosas nuevas y co-
sas viejas.
52 El les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de
los cielos es semejante a un padre de familia, que saca
de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas. 
53 Aconteció que cuando terminó Jesús estas pa-
rábolas, se fue de allí. 
53 Aconteció que cuando terminó Jesús estas parábo-
las, se fue de allí. 
54  Vino a su tierra y les enseñaba en la sinago-
ga de ellos, de tal manera que se maravillaban y
decían: —¿De dónde saca éste esta sabiduría y
estos milagros?
54 Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de
ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De
dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros? 
55  ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se
llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo,
José, Simón y Judas? 
55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su
madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y
Judas? 
56 ¿Noestán todas sus hermanas con nosotros?
¿De dónde, pues, saca éste todas estas cosas?
56 ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De
dónde, pues, tiene éste todas estas cosas? 
57 Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo:
—No hay profeta sin honra, sino en su propia
tierra y en su casa.
57 Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay
profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.
58 Yno hizo allí muchos milagros debido a la in-
credulidad de ellos.
58 Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incre-
dulidad de ellos.

93
Ayuda a su meditación

El valor del reino celestial (13:44-52)


No hay tesoro más grande que el reino de los cielos. Nada puede compararse
con la ciudadanía celestial que recibimos gracias a Cristo Jesús. El Señor lo ex-
plica con dos parábolas. El hombre que vende todo lo que tiene para comprar
el campo con el tesoro escondido y el mercader que vende todos sus bienes
para comprar una perla preciosa nos enseñan cómo hemos de reaccionar ante la
Palabra. El reino de los cielos es lo más precioso que podemos tener. Por tanto,
vale la pena obtenerlo, aunque tengamos que sacrificar todas las cosas. Después
de conocer su valor, lo importante es hacer nuestro el reino de los cielos, dado
que de esto depende que seamos juzgados para perdición eterna o vida eterna.
¿Qué hicieron en común el que halló un tesoro escondido y el mercader que
halló una perla preciosa? ¿Qué pasaría si solo conociera el valor del reino de
los cielos, pero fuera ajeno a él?

Jesús es rechazado (13:53-58)


La incredulidad es un pecado grave. Los habitantes de Nazaret, el pueblo natal
de Jesús, rechazan al Señor, pese a tener muchas más razones para creer en Él.
Ellos juzgan por las apariencias visibles, es decir, por lo que pueden ver con los
ojos de la carne. Sus prejuicios les causaron ceguera espiritual, haciendo imposi-
ble conocer verdaderamente al Señor. Para ellos, Jesús no era más que el simple
hijo del carpintero (v. 55), un joven del barrio cuya familia conocían muy bien.
Pese a haber visto en persona al Mesías anhelado por tanto tiempo, rechazan a
Jesús. Sus pensamientos errados les son de tropiezo y los aparta de Su salvación.
¡Cuidémonos de no permitir que algún prejuicio personal termine sembrando
dudas sobre la obra de Dios!
¿Por qué los moradores de Nazaret no aceptaron a Jesús como el Mesías? ¿A
qué prejuicio debo renunciar, para crecer en la fe?

Dios mío, perdóname si he sido soberbio y necio para rechazar al


Mesías anhelado, como lo hicieron muchos en la época de Jesús. Te
Una Carta pido que me concedas sabiduría y espíritu de revelación para entender
a Dios el valor de los tesoros escondidos y la perla preciosa. Guíame con Tu
gracia, para renunciar los bienes terrenales por amor a las recompensas
celestiales.
94
Ensayo para meditar Mateo 13:44-58

Lo más valioso de la vida

R
ecibí una gracia inmensa por medio de la confesión de un diá-
cono que conoció a Jesús al atravesar varios fracasos: “Cuan-
do perdí todos mis bienes, sentí que lo había perdido todo.
Aunque ahora veo que la pérdida material en este mundo es perder
lo que menos tiene valor. En cambio, conocer a Dios tras aquella
experiencia ha sido la mayor ganancia que he obtenido. Soy bende-
cido porque perdí lo más insignificante, para poder ganar lo más
importante”, me dijo.
El dinero es lo más valioso para aquellos que no conocen a Dios
ni la vida que Él da. Sin embargo, todo cambia cuando recibimos
al Espíritu Santo y Jesús se convierte en nuestro Señor. Dios no
nos invita a seguir el camino de la aflicción y a cargar con nuestra
cruz porque desea que suframos, sino para que avancemos hacia
el camino de Su reino. Y, cuando Jesús es nuestro mayor anhelo y
nuestro rey, estamos dispuestos a atravesar cualquier situación sin
problema.
Así como la salvación es un obsequio de Dios que recibimos con
gratitud, también debemos recibir con gratitud y fe el poder de ven-
cer al mundo. Dicho en otras palabras, solo debemos abrazar la
promesa del Señor de que recibiremos la victoria del cielo eterno y
gozarnos en ella.

Amémonos, Yu Ki-sung

Aplicación Personal

95
MAR

16 Proclamando justicia
en la injusticia
Mateo 14:1-12

La Biblia en un año: 1  En aquel tiempo Herodes, el tetrarca, oyó la


Gn. 49/ Lc. 2/ Job 15/ 1 Co. 3
fama de Jesús, 
1   En aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó la fama de
Jesús, 

2  y
dijo a sus criados: «Éste es Juan el Bautista;
ha resucitado de los muertos y por eso actúan
en él estos poderes.» 
2 y dijo a sus criados: Este es Juan el Bautista; ha re-
sucitado de los muertos, y por eso actúan en él estos
poderes. 

3  Herodeshabía prendido a Juan, lo había en-


cadenado y metido en la cárcel, por causa de
Herodías, mujer de su hermano Felipe, 
3 Porque Herodes había prendido a Juan, y le había en-
cadenado y metido en la cárcel, por causa de Herodías,
mujer de Felipe su hermano; 

4  porque Juan le decía: «No te está permitido


tenerla.»
4 porque Juan le decía: No te es lícito tenerla.

5  Y Herodes quería matarlo, pero temía al pue-


blo, porque tenían a Juan por profeta.
5 Y Herodes quería matarle, pero temía al pueblo; porque
tenían a Juan por profeta. 

6  Perocuando se celebraba el cumpleaños de


Herodes, la hija de Herodías danzó en medio y
agradó a Herodes, 
6 Pero cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes,
la hija de Herodías danzó en medio, y agradó a Herodes, 
96
Mateo 14:1-12

Habiendo oído la fama de Jesús, Herodes, el tetrarca, piensa que


se trata de la resurrección de Juan el Bautista actuando con poder.
Tiempo atrás, él ordenó encarcelar a Juan porque le dijo que no
le era lícito tomar por mujer a la esposa de Felipe, su hermano.
Luego, conforme al deseo de la hija de Herodías, quien danzó
para Herodes en el día de su cumpleaños, Juan fue ejecutado.

7 por lo cual éste le prometió con juramento dar-


le todo lo que pidiera. 
7 por lo cual éste le prometió con juramento darle todo
lo que pidiese. 

8  Ella, instruida primero por su madre, dijo:


«Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el
Bautista.»
8 Ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aquí
en un plato la cabeza de Juan el Bautista. 

9 Entonces el rey se entristeció, pero a causa del


juramento y de los que estaban con él a la mesa,
mandó que se la dieran, 
9 Entonces el rey se entristeció; pero a causa del jura-
mento, y de los que estaban con él a la mesa, mandó
que se la diesen, 

10 y ordenó decapitar a Juan en la cárcel.


10 y ordenó decapitar a Juan en la cárcel. 

11 Trajeron su cabeza en un plato, se la dieron a


la muchacha y ella se la entregó a su madre. 
11 Y fue traída su cabeza en un plato, y dada a la mu-
chacha; y ella la presentó a su madre. 

12 Entonces llegaron sus discípulos, tomaron el


cuerpo, lo enterraron y fueron a dar la noticia
a Jesús.
12 Entonces llegaron sus discípulos, y tomaron el cuer-
po y lo enterraron; y fueron y dieron las nuevas a Jesús.

97
Ayuda a su meditación

Herodes oye sobre Jesús (14:1-5)


A lo largo de la historia, hemos visto a muchos gobernantes que han mantenido
su poder cometiendo injusticias. Uno de ellos es Herodes Antipas, hijo del rey
Herodes el Grande y tetrarca de Galilea y Perea. Después de divorciarse de su
primera esposa, contrajo segundas nupcias con Herodías, esposa de su herma-
nastro. Juan el Bautista fue encarcelado porque le advirtió que esa unión no era
lícita. Herodes quería matarle, pero no lo hacía porque el pueblo consideraba
que Juan era un profeta. Pero pronto logró su cometido (vv. 6-11). Después de
esto, cuando oye la fama de Jesús, piensa que Juan el Bautista resucitó (vv. 1-2)
y teme perder su posición. Verdaderamente Herodes trató de detener la obra de
Dios a cambio de su bienestar personal. Jesús se refiere a él como una ‘zorra’
(Lc. 13:32).
¿Por qué Herodes quería matar a Juan el Bautista? ¿Cómo debo reaccionar
como parte del pueblo celestial, al ver cometida una injusticia?

Muerte de Juan el Bautista (14:6-12)


La iglesia fue llamada a cumplir un rol sacerdotal y profético en la sociedad.
Sacerdotal por cuanto debe guiar al pueblo a Dios; y profético, porque debe
proclamar la justicia de Dios en un mundo lleno de injusticias. Juan el Bautista
cumplió fielmente su rol como profeta. Proclamó la justicia de Dios con denue-
do, delante de los impíos poderosos, arriesgando su propia vida (v. 4). El profeta
muere por un plan malvado y minucioso esbozado por Herodías. El destino de
Jesús no sería muy diferente al de Juan el Bautista; de hecho, la muerte de este
hombre justo anuncia la muerte que sufrirá Jesús. Escojamos siempre seguir la
justicia, como lo hicieron Juan el Bautista y Jesús en medio de las injusticias.
¿Cómo se ve la maldad de Herodías reflejada en la muerte de Juan el Bautista?
¿Estoy dispuesto a seguir la justicia, aunque tenga que sufrir por los impíos?

Señor, vivimos en un mundo de confusión, en el que lo bueno y lo malo


Una Carta
es relativo y cambiante. Dame discernimiento y fe para cumplir con el
a Dios llamado de preparar el camino de la segunda venida del Señor. Pon
guarda a mi boca para que pueda proclamar con denuedo y manse-
dumbre la verdad del evangelio.
98
Ensayo para meditar Mateo 14:1-12

Atención a la atracción

C
uando estaba en secundaria, había un famoso comediante
llamado Flip Wilson que siempre decía: “El diablo me obli-
gó a hacerlo”. A pesar de que causaba gracia y muchos lo
repetían, estaba equivocado. Satanás no puede forzar al fiel a ha-
cer nada. De hecho, la Biblia dice claramente: “(…) sino que cada
uno es tentado, cuando de su propia pasión es atraído y seducido”
(Santiago 1:14). Aquí la palabra clave es “atraído”, ya que lo máxi-
mo que puede hacer el enemigo es tentarnos. Además, no seríamos
atraídos por algo, si en el fondo no lo deseáramos. Por ejemplo, si
alguien me ofreciera cocaína, le pediría que la quitara de mi vista sin
dudarlo, porque no me interesan para nada las drogas. No obstan-
te, Satanás observa e investiga nuestras vidas constantemente para
atacar nuestros deseos e intereses.
Si no tratamos con nuestras ambiciones ante Dios, estas nos ale-
jarán de Él. Y, si se trata de una atracción más grande que nuestro
amor por Jesús, Él dejará que sigamos nuestros deseos, incluso, a
pesar de Su voluntad, y tendremos que vivir las consecuencias de
nuestras decisiones, las cuales conllevan aflicción y sufrimiento. No
hay necesidad de sufrir, porque podemos elegir rendirnos ante Dios,
para que Él nos guíe por el mejor camino. Si bien, generalmente,
Dios nos da lo que queremos, siempre lo hace en el marco de Su
justicia. Por eso, hoy debemos dejar nuestro camino en Sus manos
y no en manos de la preocupación, el temor o la buena reputación.
Pidámosle que nos guíe de acuerdo con Su voluntad y no la nuestra.

Matar la Kriptonita: destruye lo que roba tu fuerza, John Bevere

Aplicación Personal

99
MIÉ

17 Un banquete celestial
Mateo 14:13-21

La Biblia en un año: 13 Al oírlo Jesús, se apartó de allí, él solo, en una


Gn. 50/ Lc. 3/ Job 16-17/ 1 Co. 4
barca a un lugar desierto. Cuando la gente lo su-
po, lo siguió a pie desde las ciudades. 
13 Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un
lugar desierto y apartado; y cuando la gente lo oyó, le
siguió a pie desde las ciudades. 

14  Alsalir Jesús, vio una gran multitud, tuvo


compasión de ellos y sanó a los que de ellos es-
taban enfermos. 
14 Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compa-
sión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos. 

15 Cuando anochecía, se acercaron a él sus discí-


pulos, diciendo: —El lugar es desierto y la hora
ya avanzada. Despide a la multitud para que va-
yan por las aldeas y compren algo de comer.
15 Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípu-
los, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya pasada;
despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y
compren de comer. 

16 Jesúsles dijo: —No tienen necesidad de irse;


dadles vosotros de comer.
16 Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles
vosotros de comer. 
100
Mateo 14:13-21

Jesús va a un lugar desierto y apartado, y la multitud le sigue.


Teniendo compasión de ellos, sana a los que están enfermos
y manda a Sus discípulos a que le den de comer a la multitud.
Jesús bendice y reparte los cinco panes y dos peces que le en-
tregan los discípulos; entonces, todos comen hasta saciarse y
recogen doce cestas llenas de sobras.

17 Ellos dijeron: —No tenemos aquí sino cinco


panes y dos peces.
17 Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y
dos peces. 

18 Él les dijo: —Traédmelos acá.


18 El les dijo: Traédmelos acá. 

19  Entonces mandó a la gente recostarse sobre


la hierba; y tomando los cinco panes y los dos
peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y
partió y dio los panes a los discípulos, y los dis-
cípulos a la multitud. 
19 Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba;
y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando
los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los
discípulos, y los discípulos a la multitud. 

20  Comieron todos y se saciaron; y recogieron


lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas. 
20 Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que
sobró de los pedazos, doce cestas llenas. 

21  Los que comieron fueron como cinco mil


hombres, sin contar las mujeres y los niños.
21 Y los que comieron fueron como cinco mil hombres,
sin contar las mujeres y los niños.

101
Ayuda a su meditación

Jesús tiene compasión (14:13-16)


El ministerio de Jesús se basa en la misericordia y en la compasión. Jesús va a
un lugar desierto en una barca y una gran multitud de personas sigue al Maestro
en pie. Jesús siente compasión por ellos y sana a los enfermos. Cuando ano-
chece, como están en un lugar desierto, no tienen dónde comprar alimentos.
Los discípulos le sugieren a Jesús que despida a la multitud, para que vayan a
comprar de comer. Esta era una práctica común en ese entonces cuando había
una congregación multitudinaria. No obstante, Jesús les dice: “dadles vosotros
de comer” (v. 16). Jesús no pasa por alto la necesidad de las personas y deseaba
suplirles. Nuestro Padre es misericordioso, conoce las necesidades de Sus hijos
y las suple.
¿Con qué sentir habrá visto Jesús a la gran multitud de personas que le si-
guieron a pie? ¿Qué puedo hacer yo por los hermanos que se encuentran en
necesidad?

Banquete celestial en desierto (14:17-21)


Algo muy pequeño puede constituirse en un gran instrumento para el Señor.
Jesús les dice a Sus discípulos que provean alimento para la multitud; y ellos le
presentan una pequeña vianda de un muchacho, cinco panes y dos peces (Jn.
6:9). Jesús manda a la gente a recostarse sobre la hierba y, después de dar las gra-
cias, bendice y parte los alimentos para que los discípulos los repartan. Un gran
número de personas, probablemente más de veinte mil, comen hasta saciarse
y recogen doce cestas llenas de las sobras. Un gran banquete celestial ha sido
concedido en un lugar desértico para saciar a la multitud. Si escogemos solo el
camino más fácil, no veremos la obra de Dios. Solo cuando obedecemos y con-
fiamos en la Palabra del Señor, podemos ser instrumentos del milagro de Dios.
¿Qué significa que sobraron doce cestas? ¿Cuáles son los cinco panes y dos
peces que puedo ofrecerle al Señor de la misericordia, confiando en Su poder?

Te alabo, Señor, por Tu misericordia hacia los hombres y por Tu provi-


Una Carta
dencia, pues suples todas nuestras necesidades. Obedeceré a Tu voz
a Dios pidiéndome que provea alimento para los demás, ofreciéndote lo que
tengo en mis manos. Quizás no es mucho, pero sé que lo utilizarás con
poder para alimentar y dar vida a las almas hambrientas.
102
Ensayo para meditar Mateo 14:13-21

Dios lo sabe

T
ras ser dado de baja del servicio militar, trabajé unos 15 días
en la construcción de un apartamento. Desde el principio ha-
bía pensado en hacerle un obsequio a mi madre y ofrendar el
diezmo, entre otros planes. Cuando finalmente cobré mis honora-
rios, estaba muy contento, pero sentía que debía ofrendar cada vez
que iba al culto matutino. Me daba mucha pena pensar que debía
dar todo lo que había ganado. No obstante, luego de mucho pen-
sarlo, le entregué todo al pastor, quien sonrió y me dijo que se lo
enviaría al pastor de una iglesia rural.
Cuando decidí dedicarme a servir a una organización misionera,
Dios prometió que llenaría mis necesidades económicas. Como mi
presupuesto mensual era de 500 dólares, cuando comencé a servir
en el ministerio me pareció lógico escribir mi información bancaria
en un sobre y mi petición de oración. Sin embargo, Dios me dijo
que no lo hiciera, porque Él se iba a encargar de proveer mi salario.
Desde entonces, todos los meses aparecía esa cantidad exacta en mi
cuenta. Aunque hubo algunas ocasiones en las que no recibíamos
el dinero, yo le decía a mi esposa: “Dios nos conoce”. Y, efectiva-
mente, Él cubría todas nuestras necesidades cuando confiábamos
solo en Él.
Por más que parezca que ganamos lo que trabajamos, en realidad
es Dios quien nos da el dinero. Por eso, si lo conocemos aunque
sea un poco, sabremos que todo se cumple dentro de Su voluntad,
porque Su regla para darnos dinero no depende de nuestras capaci-
dades, sino de nuestras necesidades. El buen Padre, quien se encar-
ga de nuestro cuidado, siempre nos da más de lo que necesitamos.

El testimonio, Kim Kil

Aplicación Personal

103
JUE

18 El poderoso
Hijo de Dios
Mateo 14:22-36

La Biblia en un año: 22  En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar


Ex. 1/ Lc. 4/ Job 18/ 1 Co. 5
en la barca e ir delante de él a la otra ribera, en-
tre tanto que él despedía a la multitud. 
22 En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la
barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que
él despedía a la multitud. 

23  Después de despedir a la multitud, subió al


monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, es-
taba allí solo. 
23 Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte;
y cuando llegó la noche, estaba allí solo. 

24  Ya la barca estaba en medio del mar, azota-


da por las olas, porque el viento era contrario.
24 Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por
las olas; porque el viento era contrario. 

25  Pero a la cuarta vigilia de la noche, Jesús fue


a ellos andando sobre el mar. 
25 Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos
andando sobre el mar. 

26  Losdiscípulos, viéndolo andar sobre el mar,


se turbaron, diciendo: —¡Un fantasma! Y grita-
ron de miedo. 
26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se tur-
baron, diciendo: !!Un fantasma! Y dieron voces de miedo. 

27  Pero en seguida Jesús les habló, diciendo:


—¡Tened ánimo! Soy yo, no temáis.
27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: !!Tened
ánimo; yo soy, no temáis! 

28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: —Señor,


si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú,
manda que yo vaya a ti sobre las aguas. 

29  Y él dijo: —Ven. Y descendiendo Pedro de


la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. 
29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, an-
daba sobre las aguas para ir a Jesús. 
104
Mateo 14:22-36

Jesús manda a Sus discípulos a cruzar el mar en la barca y


después se aparta a un monte para orar. Jesús viene a la barca
andando sobre el mar y extiende Su mano para salvar a Pedro,
quien comienza a hundirse. Todos ellos confiesan que Jesús es
el Hijo de Dios. Jesús sana a los enfermos en Genesaret.

30 Peroal ver el fuerte viento, tuvo miedo y co-


menzó a hundirse. Entonces gritó: —¡Señor,
sálvame!
30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzan-
do a hundirse, dio voces, diciendo: !!Señor, sálvame! 

31  Al
momento Jesús, extendiendo la mano, lo
sostuvo y le dijo: —¡Hombre de poca fe! ¿Por
qué dudaste?
31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y
le dijo: !!Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? 

32  En cuanto ellos subieron a la barca, se cal-


mó el viento.
32 Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el
viento. 

33 Entonces los que estaban en la barca se acerca-


ron y lo adoraron, diciendo: —Verdaderamente
eres Hijo de Dios.
33 Entonces los que estaban en la barca vinieron y le
adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios. 

34  Terminada la travesía, llegaron a tierra de


Genesaret.
34 Y terminada la travesía, vinieron a tierra de Genesaret. 

35 Cuando lo reconocieron los hombres de aquel


lugar, enviaron noticia por toda aquella tierra al-
rededor, y trajeron a él todos los enfermos; 
35 Cuando le conocieron los hombres de aquel lugar,
enviaron noticia por toda aquella tierra alrededor, y tra-
jeron a él todos los enfermos; 

36 y
le rogaban que los dejara tocar solamente el
borde de su manto. Y todos los que lo tocaron,
quedaron sanos.
36 y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde
de su manto; y todos los que lo tocaron, quedaron sanos.
105
Ayuda a su meditación

Jesús anda sobre el mar (14:22-33)


En una crisis experimentamos la omnipotencia de Dios. Después del milagro
de los cinco panes y dos peces, Jesús manda a los discípulos a cruzar el mar de
Galilea y despide a la multitud. El evangelio de Juan aclara el motivo: la gente
quería apoderarse de Jesús y hacerle rey (Jn. 6:14-15). Jesús sube al monte a orar
aparte. El ministerio de Jesús se basa en su relación con Dios. Los discípulos se
encuentran en la barca, luchando contra una gran tempestad nocturna. Jesús se
apresura a ayudarlos, andando sobre el mar. Luego, le concede a Pedro caminar
sobre el agua, pero este se hunde por su poca fe. Cuando ambos suben en la
barca, se calma el viento. Los discípulos confiesan por primera vez que Jesús es
Hijo de Dios. Las crisis nos enseñan quién es Jesús.
¿Quién es Jesús, que puede caminar sobre el mar? ¿Cuál será mi confesión
hacia el Señor, después de esta crisis?

Jesús sana enfermos (14:34-36)


El ministerio de sanidad ocupa un lugar primordial dentro del ministerio públi-
co de Jesús. Al llegar a Genesaret, los hombres de aquel lugar le llevan todos los
enfermos. Genesaret se encuentra a unos 5 km al sur de Capernaúm. Es posible
que los enfermos hayan acudido en masa, para pedir sanidad a Jesús, porque
escucharon la noticia de que la mujer que padeció de flujo de sangre por doce
años había sido sanada por completo (9:20-22). Los enfermos ruegan al Señor
que les deje tocar solamente el borde de Su manto, y todos los que lo hacen
quedan total e instantáneamente sanos. En esto, se ve la misericordia de Jesús,
quien desea sanar todas las debilidades y dolencias que podamos tener.
¿A quién nos recuerdan los enfermos que deseaban tocar el borde del manto
de Jesús? ¿Qué debo pedir con fe, confiando en la misericordia del Señor?

Señor Jesús, en medio de las tinieblas, les has dicho a Tus discípulos:
Una Carta
“Yo soy, no temáis”. Aunque se levante una gran tempestad contra mí,
a Dios pondré mis ojos en Ti y perseveraré en la fe. Jesucristo, el Hijo de Dios,
me rescatarás de la dificultad; y la aflicción me servirá de testimonio
para fortalecer a otros. Gracias por Tu compañía en todo momento.
106
Ensayo para meditar Mateo 14:22-36

Mi parte para la fe

E
n 2008, tras finalizar una asamblea en Pekín, fui a visitar la
Ciudad Prohibida. Esta es tan grande que, aunque se recorra
a medias, se necesitan unas dos o tres horas para hacerlo. Son
tantos los edificios, las habitaciones, los objetos decorativos y las
figuras, que es imposible hacer la cuenta. Dice la leyenda que ni
el mismo Qin Shi Huang, quien ordenó edificar el palacio Epang,
podía dormir en su enorme y lujosa cama. Por eso, dormía en una
habitación donde moraban los guardias. El gran emperador, quien
había unificado China, dormía acurrucado en una pequeña habita-
ción por miedo a ser asesinado en medio de la noche.
Hay quienes parecen débiles, pero siempre están tranquilos. Tam-
bién hay quienes tienen la determinación de aferrarse a un rayo de
luz, en medio de la más profunda oscuridad. Y otros continúan
avanzando sin temor en medio del desierto, aunque no saben qué
peligro tendrán que enfrentar en el camino. Estos son justamente
los creyentes que confían en el justo y fiel Dios en todo momento.
Sin embargo, debemos recordar que tenemos que cumplir con
nuestra parte, cuando Dios realiza Su obra; así como cuando al-
guien nos prepara la comida, y nosotros debemos comer por
nuestra cuenta, llevándonos el alimento a la boca, masticándolo y
tragándolo. Si Dios nos guio hacia Cristo, que es el camino de la
salvación, nuestra parte es seguirlo con fe.

La terapia del Mensaje, Gong Jin-soo

Aplicación Personal

107
VIE

19 Lo que hay en
el corazón
Mateo 15:1-20

La Biblia en un año: 1 Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas


Ex. 2/ Lc. 5/ Job 19/ 1 Co. 6
y fariseos de Jerusalén, diciendo:
1   Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas y fa-
riseos de Jerusalén, diciendo: 

2 —¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradi-


ción de los ancianos?, pues no se lavan las manos
cuando comen pan.
2  ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de
los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando
comen pan. 

3 Respondiendo él, les dijo: —¿Por qué también


vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios
por vuestra tradición? 
3  Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también voso-
tros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra
tradición? 

4  Dios mandó diciendo: “Honra a tu padre y a


tu madre”, y “El que maldiga al padre o a la ma-
dre, sea condenado a muerte”, 
4 Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu
madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera
irremisiblemente.
108
Mateo 15:1-20

Los escribas y fariseos acusan a los discípulos de Jesús de


quebrantar la tradición de los ancianos. Pero Jesús denuncia
su hipocresía y les reprende por utilizar la tradición para que-
brantar el mandamiento de Dios. Lo que contamina al hombre
no es comer con las manos sin lavar, sino lo que sale de la boca
y del corazón.

5 pero vosotros decís: “Cualquiera que diga a su


padre o a su madre: ‘Es mi ofrenda a Dios todo
aquello con que pudiera ayudarte’,
5 Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o
a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que
pudiera ayudarte, 

6  ya
no ha de honrar a su padre o a su madre.”
Así habéis invalidado el mandamiento de Dios
por vuestra tradición.
6 ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis
invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. 

7  Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías,


cuando dijo:
7 Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando
dijo: 

8 »“Este pueblo de labios me honra, mas su co-


razón está lejos de mí,
8 Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está
lejos de mí. 

109
9  pues en vano me honran, enseñando como
doctrinas mandamientos de hombres.”
9 Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas,
mandamientos de hombres. 

10 Y llamando a sí a la multitud, les dijo: —Oíd,


y entended: 
10 Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y entended: 

11  No lo que entra por la boca contamina al


hombre; pero lo que sale de la boca, esto conta-
mina al hombre.
11 No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas
lo que sale de la boca, esto contamina al hombre. 

12  Entonces,
acercándose sus discípulos, le di-
jeron: —¿Sabes que los fariseos se ofendieron
cuando oyeron esta palabra?
12 Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron:
¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron
esta palabra? 

13 Perorespondiendo él, dijo: —Toda planta que


no plantó mi Padre celestial será desarraigada. 
13 Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó
mi Padre celestial, será desarraigada. 

14  Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el


ciego guía al ciego, ambos caerán en el hoyo.
14 Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego
guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.
110
Mateo 15:1-20

15  Respondiendo Pedro, le dijo: —Explícanos


esta parábola.
15 Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos esta
parábola. 

16 Jesús dijo: —¿También vosotros estáis faltos


de entendimiento?
1 6   J e s ú s d i j o : ¿ Ta m b i é n v o s o t r o s s o i s a ú n s i n
entendimiento? 

17 ¿No entendéis que todo lo que entra en la bo-


ca va al vientre, y es echado en la letrina? 
17 ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al
vientre, y es echado en la letrina? 

18  Pero lo que sale de la boca, del corazón sale;


y esto contamina al hombre,
18 Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto
contamina al hombre. 

19  porque del corazón salen los malos pen-


samientos, los homicidios, los adulterios, las
fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios,
las blasfemias. 
19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los
homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos,
los falsos testimonios, las blasfemias. 

20  Estas cosas son las que contaminan al hom-


bre; pero el comer con las manos sin lavar no
contamina al hombre.
20 Estas cosas son las que contaminan al hombre; pe-
ro el comer con las manos sin lavar no contamina al
hombre.

111
Ayuda a su meditación

Los que siguen la tradición (15:1-9)


Las tradiciones son importantes en nuestra vida espiritual, siempre y cuando
no anulen la esencia de las cosas. Como los fariseos y los escribas se lavaban las
manos antes de comer pan, conforme a los ritos de purificación, critican a los
discípulos de Jesús por no hacer lo mismo. Entonces, el Señor les reprende por
haber invalidado el mandamiento de honrar a los padres por seguir la tradición
de hombres. De hecho, ellos sacaban provecho de su tradición, utilizando como
pretexto la ofrenda a Dios, para no honrar a sus padres. Aparentando cumplir
las leyes, corrompieron su corazón y se apartaron de Dios. Nuestro único pa-
rámetro de fe es la Palabra. Examinémos diligentemente si alguna tradición
humana ha invalidado algún mandamiento de Dios.
¿Qué es más importante, los mandamientos de Dios o la tradición del hombre?
¿Qué se ha convertido en una tradición y ha perdido su esencia en mi corazón?

Oíd y entended (15:10-20)


Un principio bíblico importante es la correspondencia entre lo que hay dentro
del corazón y las obras externas. Jesús toma como ejemplo a los fariseos y a los
escribas, para enseñarnos a no ser hipócritas. Con Su omnisciencia, Jesús dis-
cierne los pecados que hay en el corazón de todos aquellos que tienen apariencia
de piedad. Jesús los compara a una planta no sembrada por Dios y que por ende
será desarraigada (v. 13). Teniendo en cuenta esto, nosotros debemos obedecer
a la voluntad de Dios y a Su Palabra de todo corazón, para servir también de
ejemplo para muchos. Pero, antes que nada, debemos primero examinar nuestro
corazón, ya que lo que sale de allí es lo que contamina realmente al hombre.
¿Qué es lo que proviene del corazón y contamina al hombre? ¿Qué pecados
provienen de mi corazón, y son expresadas con mis palabras y obras?

Padre celestial, nunca permitas que caiga en la soberbia de juzgar a los


Una Carta demás. Me arrepiento de cada una de las palabras que ha contaminado
a Dios a mi comunidad. Perdóname, Dios. Deseo guardar puro mi corazón y
ser un verdadero discípulo Tuyo, amándote a Ti y al prójimo.
112
Ensayo para meditar Mateo 15:1-20

Evitar las críticas y la culpa

C
omo los coreanos tienden a considerar el acto de ceder
como la mayor virtud, no pueden hacer nada si alguien les
dice: “¿Tan importante te crees?” o “¿Por qué te entrome-
tes tanto?”. Se inquietan por completo si alguien de la iglesia les
confiesa que parecen un poco soberbios. En el peor de los casos,
algunos limitan su seguridad y compromiso con la fe por temor a
ser considerados orgullosos por los demás.
Tenía un amigo que era muy devoto, que siempre predicaba acti-
vamente y era muy fiel a Dios. Hasta que un día, se enfrentó a una
gran adversidad porque alguien le dijo: “Me pareces tan arrogante.
Te entrometes demasiado y siempre buscas hacer todo solo”. Tras
escuchar esto, cayó en la frustración y no sabía qué hacer. Entonces
le expliqué que, si bien es bueno reflexionar sin enfadarse cuando a
uno lo critican, no tiene sentido lidiar con la culpa solo, para parecer
humilde ante los demás.
Dios nos salvó, aun cuando éramos por naturaleza hijos de ira
(Efesios 2:3), con la sangre de la cruz de Cristo. Por eso, cuando
usamos nuestro derecho de acercarnos a Dios con confianza sa-
biendo esta verdad, estamos demostrando el nivel de nuestra fe.
Por lo tanto, no cometa el error de criticar a los demás, ni de caer
en la culpa. ¡No olvide que Cristo murió y resucitó para guiarnos
hacia Dios!

La oración, Park Young-seon

Aplicación Personal

113
SÁB

20 La sabia mujer
cananea
Mateo 15:21-28

La Biblia en un año: 21  Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de


Ex. 3/ Lc. 6/ Job 20/ 1 Co. 7
Tiro y de Sidón. 
21 Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y
de Sidón. 

22 Entonces una mujer cananea que había salido


de aquella región comenzó a gritar y a decir-
le: —¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de
mí! Mi hija es gravemente atormentada por un
demonio.
22 Y he aquí una mujer cananea que había salido de
aquella región clamaba, diciéndole: !!Señor, Hijo de
David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente
atormentada por un demonio. 

23 Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces,


acercándose sus discípulos, le rogaron dicien-
do: —Despídela, pues viene gritando detrás de
nosotros.
23 Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acer-
cándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela,
pues da voces tras nosotros. 

24 Él, respondiendo, dijo: —No soy enviado sino


a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
24 El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ove-
jas perdidas de la casa de Israel. 
114
Mateo 15:21-28

Jesús va a la región de Tiro y de Sidón. Una mujer cananea pide


por la sanidad de su hija endemoniada. Jesús le dice que no
está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos; pero
la mujer responde diciendo que aun los perrillos comen de las
migajas que caen de la mesa de los amos. Jesús halla grande
su fe y la hija de la mujer es sanada.

25 Entoncesella vino y se postró ante él, dicien-


do: —¡Señor, socórreme!
25 Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo:
!!Señor, socórreme! 

26 Respondiendo él, dijo: —No está bien tomar


el pan de los hijos y echarlo a los perros.
26 Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de
los hijos, y echarlo a los perrillos. 

27 Ella
dijo: —Sí, Señor; pero aun los perros co-
men de las migajas que caen de la mesa de sus
amos.
27 Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de
las migajas que caen de la mesa de sus amos. 

28 Entonces, respondiendo Jesús, dijo: —¡Mujer,


grande es tu fe! Hágase contigo como quieres. Y
su hija fue sanada desde aquella hora.
28 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, gran-
de es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue
sanada desde aquella hora.

115
Ayuda a su meditación

La petición con fe (15:21-24)


Jesús es infinito en misericordia; Él conoce y responde a las necesidades de
todos los hombres. No obstante, en este pasaje se niega a brindarle ayuda a una
mujer. Cuando el Señor va a Tiro y Sidón, regiones pobladas mayormente por
gentiles, una mujer cananea clama por misericordia y le pide al Señor que sane
a su hija gravemente atormentada por un demonio. Pero Jesús no le responde.
Cuando Sus discípulos le sugieren despedirla para impedir que siga dando voces
tras ellos, Él señala: “No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de
Israel”. Después de responder con silencio y negación, Jesús nos examina con
el deseo de hallar una fe dispuesta a depender de Él hasta el final.
¿Cómo reaccionó Jesús ante la petición de la mujer cananea? ¿Alguna vez
he insistido con desesperación al Señor, incluso ante Su silencio o aparente
rechazo?

Respuesta a su petición (15:25-28)


La fe mantiene viva la esperanza, a pesar del rechazo y las heridas. Ante la rotun-
da negativa de Jesús, la mujer cananea insiste sin rendirse y recibe una respuesta
insultante: “No está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos”.
Pero en lugar de sentirse humillada, humildemente reconoció su origen gentil,
y razonó diciendo: “pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la
mesa de sus amos”. Ante la insistencia de la mujer clamando por la gracia divi-
na, Jesús la felicita diciendo: “grande es tu fe” y le concede su deseo. Jesús vino
al mundo no solo para salvar a los judíos, sino también a los gentiles. La mujer
habría clamado con fe, porque habría oído sobre el ministerio de sanidad y de
restauración de Jesús.
¿Por qué la mujer cananea insistió hasta recibir su petición? ¿Por cuál petición
debo insistir a mi Salvador?

Señor Jesús, confieso mi debilidad de no persistir en oración, especial-


Una Carta
mente cuando se trata de la salvación de las personas que me rodean.
a Dios Aunque Tu respuesta tarde en llegar, me postro delante de Ti, en humi-
llación y con gran anhelo de recibir Tu gracia. No dejaré de clamarte,
confiando en Tus misericordias.
116
Ensayo para meditar Mateo 15:21-28

Más que un milagro

J
immy Carter, expresidente de los EE. UU., fue diagnosticado
con un cáncer de hígado que se le expandió hasta el cerebro.
Entonces, antes de ingresar a la cirugía, les dijo a los periodis-
tas: “Mi futuro se encuentra en manos de Dios, a quien adoro. Por
eso estoy tranquilo y preparado para lo que sea. Estoy ansioso por
la aventura eterna”. Luego de la operación, enseñó la Biblia todos
los domingos al grupo de alumnos de la escuela dominical que tenía
a cargo. Al poco tiempo le confirmaron que estaba libre de cáncer
gracias a que el tratamiento había sido un éxito. Esta noticia alegró
a todos sus seres queridos.
Nosotros también necesitamos la seguridad que tenía Carter. Si
bien curarnos de una enfermedad milagrosamente es una evidencia
clara del poder de Dios, confiar y esperar en el Señor en cualquier
circunstancia es un milagro todavía más grande. Si el fiel confía solo
en la razón, pero es incapaz de confiar en que Dios siempre tiene el
control y está obrando, es fácil darse por vencido ante el muro del
raciocinio. Por lo tanto, deseo que podamos confiar en el fiel Señor,
quien nos guía en todo con amor y que vivamos esforzándonos al
máximo.

Profecía de ayer, el evangelio de hoy, Lee Dong-won

Aplicación Personal

117
DOM

21 Misericordia hacia
los gentiles
Mateo 15:29-39

La Biblia en un año: 29 Pasó Jesús de allí y fue junto al Mar de Galilea;


Ex. 4/ Lc. 7/ Job 21/ 1 Co. 8
subió al monte y se sentó allí. 
29 Pasó Jesús de allí y vino junto al mar de Galilea; y
subiendo al monte, se sentó allí. 

30  Se le acercó mucha gente que traía consigo


cojos, ciegos, mudos, mancos y otros muchos
enfermos. Los pusieron a los pies de Jesús, y
los sanó; 
30 Y se le acercó mucha gente que traía consigo a cojos,
ciegos, mudos, mancos, y otros muchos enfermos; y los
pusieron a los pies de Jesús, y los sanó; 

31  de manera que la multitud se maravillaba al


ver que los mudos hablaban, los mancos queda-
ban sanos, los cojos andaban y los ciegos veían.
Y glorificaban al Dios de Israel.
31 de manera que la multitud se maravillaba, viendo a
los mudos hablar, a los mancos sanados, a los cojos an-
dar, y a los ciegos ver; y glorificaban al Dios de Israel. 

32  Jesús, llamando a sus discípulos, dijo: —


Tengo compasión de la gente, porque ya hace
tres días que están conmigo y no tienen qué co-
mer; y no quiero despedirlos en ayunas, no sea
que se desmayen en el camino.
32 Y Jesús, llamando a sus discípulos, dijo: Tengo com-
pasión de la gente, porque ya hace tres días que están
conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas
no quiero, no sea que desmayen en el camino. 

33  Entonces sus discípulos le dijeron: —¿De


dónde sacaremos nosotros tantos panes en el
desierto para saciar a una multitud tan grande?
33 Entonces sus discípulos le dijeron: ¿De dónde tene-
mos nosotros tantos panes en el desierto, para saciar a
una multitud tan grande? 
118
Mateo 15:29-39

Jesús sana a los enfermos junto al mar de Galilea. Teniendo


compasión de la multitud que había estado con él durante tres
días, desea darles de comer. Los discípulos le entregan siete
panes y dos peces. Jesús da gracias por los alimentos, da a los
discípulos para que los repartan y todos comen hasta saciarse;
incluso, recogen siete canastas llenas de lo que sobró.

34 Jesús les preguntó: —¿Cuántos panes tenéis?


Y ellos dijeron: —Siete y unos pocos peces.
34 Jesús les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dije-
ron: Siete, y unos pocos pececillos. 

35  Entonces mandó a la multitud que se recos-


tara en tierra. 
35 Y mandó a la multitud que se recostase en tierra. 

36 Tomó los siete panes y los peces, dio gracias,


los partió y dio a sus discípulos, y los discípu-
los a la multitud.
36 Y tomando los siete panes y los peces, dio gracias,
los partió y dio a sus discípulos, y los discípulos a la
multitud. 

37  Comieron todos y se saciaron; y de los pe-


dazos que sobraron recogieron siete canastas
llenas. 
37 Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que
sobró de los pedazos, siete canastas llenas. 

38 Los que comieron eran como cuatro mil hom-


bres, sin contar las mujeres y los niños. 
38 Y eran los que habían comido, cuatro mil hombres,
sin contar las mujeres y los niños. 

39 Entonces, después de despedir a la gente, en-


tró en la barca y fue a la región de Magdala.
39 Entonces, despedida la gente, entró en la barca, y
vino a la región de Magdala.

119
Ayuda a su meditación

Milagros de sanidad y provisión (15:29-39)


Jesús es el salvador de los judíos y de los gentiles. Su ministerio público tuvo
lugar en Galilea y también en regiones gentiles, donde muchos recibieron sani-
dad (vv. 30-31). En Él se cumple la profecía de Isaías de que la salvación será
concedida también a los gentiles (Is. 29:18-19, 35:5-6, 61:1). Por otro lado, Jesús
alimenta a unos cuatro mil varones con siete panes y dos peces también en una
tierra gentil. Recogen las sobras y llenan siete canastas. Siete simboliza un nú-
mero perfecto y a Jesús como el salvador del mundo. Él da a conocer que es el
salvador de toda la humanidad con el milagro de los cinco panes y los dos peces,
al alimentar a los judíos (14:15-21) y saciar a los gentiles.
¿Cómo sabemos que este milagro benefició a los gentiles? ¿Qué me enseña
de Jesús este ministerio de misericordia a favor de los gentiles?

Altar Comencemos con alabanza y oración. Compartamos acerca de nuestra semana,


familiar inclusive el agradecimiento por las cosas que Dios ha hecho.

1 Observación
¿Qué tiene que ver el ministerio de sanidad a los
gentiles de Jesús con el hecho de que la multitud
glorificaba al Dios de Israel? (15:31)
Aplicación y Jesús concede gracia a todos, sin acepción de perso-
diálogo
nas. ¿Por quién debemos interceder, con todo nuestro
corazón para que Jesús sane su enfermedad?

2 Observación
¿Cómo se sintió Jesús, al ver a aquellos que llevaban
tres días sin comer? ¿Cuál es el milagro que Jesús
les concedió? (15:32-38)
Aplicación y Compartamos la gracia que el Señor le ha conce-
diálogo
dido a nuestra familia en lo que va del año nuevo.
Después de dar a conocer nuestras peticiones de
oración, oremos a Dios, creyendo en la respuesta
que Él nos concederá.
Compartamos las peticiones de oración individuales y seleccionemos los temas para orar
como familia durante toda la semana. Terminemos el devocional con la oración final.

120
Prédica del domingo

Título:

Pasaje:

Notas:

Intercesión por las naciones

Yemen, un país en Oriente Medio, lleva muchos años en guerra civil, situación
que amenaza con dejar a más de 22.000.000 de personas sin vivienda,
alimento y agua potable, y con 2.400.000 niños desnutridos. Con una
necesidad imperante de una ayuda externa, los especialistas se muestran
algo escépticos, debido a la pandemia mundial que ha desestabilizado la
economía de muchos países. Oremos a Dios por esta nación, para que no
falte la ayuda que ellos necesitan.

121
LUN

22 Cuidado de las
falsas enseñanzas
Mateo 16:1-12

La Biblia en un año: 1  Llegaron los fariseos y los saduceos para ten-


Ex. 5/ Luc. 8/ Job 22/ 1 Co. 9
tarlo, y le pidieron que les mostrara una señal
del cielo. 
1  Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le
pidieron que les mostrase señal del cielo. 

2  Peroél, respondiendo, les dijo: «Cuando ano-


chece, decís: “Hará buen tiempo, porque el cielo
está rojo.” 
2 Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece, de-
cís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles. 

3 Y por la mañana: “Hoy habrá tempestad, por-


que el cielo está rojo y nublado.” ¡Hipócritas, que
sabéis distinguir el aspecto del cielo, pero las se-
ñales de los tiempos no podéis distinguir!
3  Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tie-
ne arreboles el cielo nublado. !!Hipócritas! que sabéis
distinguir el aspecto del cielo, !!mas las señales de los
tiempos no podéis! 

4 La generación mala y adúltera demanda una se-


ñal, pero señal no le será dada, sino la señal del
profeta Jonás.» Y dejándolos, se fue.
4 La generación mala y adúltera demanda señal; pero
señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Y
dejándolos, se fue. 

5 Losdiscípulos llegaron al otro lado, pero olvi-


daron llevar pan.
5 Llegando sus discípulos al otro lado, se habían olvi-
dado de traer pan. 

6 Jesús les dijo: —Mirad, guardaos de la levadu-


ra de los fariseos y de los saduceos.
6 Y Jesús les dijo: Mirad, guardaos de la levadura de los
fariseos y de los saduceos. 
122
Mateo 16:1-12

Con el propósito de tentarle, los fariseos y saduceos piden


a Jesús que les muestre señal del cielo. Jesús les reprende,
porque saben distinguir el aspecto del cielo, pero no las señales
de los tiempos, así que les dará solo la señal del profeta Jonás.
Jesús les advierte a Sus discípulos de la levadura o doctrina de
los fariseos y de los saduceos.

7 Ellos discutían entre sí, diciendo: —Esto dice


porque no trajimos pan.
7 Ellos pensaban dentro de sí, diciendo: Esto dice por-
que no trajimos pan. 

8 Dándose cuenta Jesús, les dijo: —¿Por qué dis-


cutís entre vosotros, hombres de poca fe, que
no tenéis pan? 
8 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis den-
tro de vosotros, hombres de poca fe, que no tenéis pan? 

9 ¿No entendéis aún, ni os acordáis de los cinco


panes entre cinco mil hombres, y cuántas ces-
tas recogisteis? 
9 ¿No entendéis aún, ni os acordáis de los cinco panes
entre cinco mil hombres, y cuántas cestas recogisteis? 

10 ¿Ni de los siete panes entre cuatro mil, y cuán-


tas canastas recogisteis? 
10 ¿Ni de los siete panes entre cuatro mil, y cuántas ca-
nastas recogisteis? 

11  ¿Cómo no entendéis que no fue por el pan


que os dije que os guardéis de la levadura de los
fariseos y de los saduceos? 
11 ¿Cómo es que no entendéis que no fue por el pan que
os dije que os guardaseis de la levadura de los fariseos
y de los saduceos? 

12 Entonces entendieron que no les había dicho


que se guardaran de la levadura del pan, sino de
la doctrina de los fariseos y de los saduceos.
12 Entonces entendieron que no les había dicho que se
guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de
los fariseos y de los saduceos.

123
Ayuda a su meditación

Demanda de fariseos y saduceos (16:1-4)


En la época de Jesús, los fariseos y los saduceos discrepaban en sus creen-
cias. Los saduceos reconocían como ley divina solo el pentateuco mosaico y no
creían en la existencia de ángeles ni en la resurrección del cuerpo. En cambio,
los fariseos consideraban tan relevante la ley transmitida por la tradición oral
como el pentateuco, y creían en la existencia de ángeles y en la resurrección.
Pese a estas diferencias doctrinales, ambos grupos se confabularon contra Jesús,
y le pidieron una señal del cielo para tentarle. Después de recalcar Su ministerio
de redención, promete concederles la señal del profeta Jonás. La pasión y la cru-
cifixión podrán ser interpretadas por el mundo como signo de debilidad; pero,
para Jesús es la señal de la redención y la victoria. Allí en la cruz, detrás del telón
de la debilidad, hallamos el poder divino.
¿Qué pidieron los fariseos y los saduceos a Jesús para tentarle? ¿Qué actitud
adopto cuando me cuesta confiar en la Palabra del Señor?

Lo que es realmente importante (16:5-12)


La sabiduría está en no confundir lo importante con lo irrelevante. Jesús advier-
te a Sus discípulos contra la levadura de los fariseos y los saduceos. Por levadura
no se refiere al pan que comemos, sino a la ignorancia espiritual y la necedad
tanto de los fariseos como de los saduceos. Habiendo visto al Mesías, no le reci-
bieron como salvador y señor, debido a su codicia, pues querían alcanzar mayor
gloria y prosperidad terrenal. Esta ceguera espiritual es causada por el afán de lo
que hemos de comer. Los necios piden a Jesús abundancia de riquezas y segu-
ridad, pero menosprecian Su cruz. Renunciemos a todo secularismo en nuestra
manera de pensar y actuar; y esforcémonos aún más en conocer y en cumplir la
voluntad de Dios.
¿Qué significa la levadura de los fariseos y los saduceos? ¿De qué debo estar
advertido y cómo debo proceder en Jesús?

Amado Jesús, confieso que, en mi pereza y necedad, no entendía el


Una Carta
verdadero sentido y alcance de la muerte en la cruz y la resurrección.
a Dios Perdóname por haberte pedido otras señales en mi incredulidad. Con-
cédeme discernimiento, para identificar la levadura que me aleja de la
gracia de la cruz y del poder de Tu resurrección.
124
Ensayo para meditar Mateo 16:1-12

Idea de Dios

R
ick Smith revela en su libro, The Leap, una técnica de estudio
de marketing para consumidores que no prestan atención y
tienden a olvidar fácilmente. Allí menciona tres ideas que lle-
van a la transformación y el desarrollo, basándose en este estudio.
Estas son: “una gran idea”, que es la que atrae el interés de la gente;
“una buena idea”, que hace participar a los consumidores, después
de generar su empatía; y “una idea simple”, la cual permite que to-
dos la sigan, porque es fácil de comprender.
En realidad, estas tres ideas para la transformación y el desarrollo
también se pueden detectar en el evangelio. La “gran idea” de Dios
fue dejar que Jesús muriera en la cruz por nosotros, los pecadores,
para abrirnos el camino y permitirnos ser Sus hijos. Y esa invita-
ción a la redención es una “buena idea” que nadie puede negar y
que además es “simple”. Pero ¿acaso no estamos perdiendo nuestra
capacidad de prestarle atención al mensaje de Cristo y estamos per-
mitiendo que nuestro espíritu lo olvide?
El deber del cristiano que ha recibido la salvación es leer, medi-
tar la Biblia y ponerla en práctica todos los días. ¿Cuál es aquella
idea grande, buena y simple que debe hallar hoy? La sabiduría para
encontrarla se encuentra en la Palabra de Dios. Por eso, al leer, me-
ditar y aplicar la Palabra a diario, recibimos la revelación necesaria
para cada día.

Quien posee el cielo, Kim Young-ha

Aplicación Personal

125
MAR

23 Pese a la aflicción
Mateo 16:13-28

La Biblia en un año: 13 Alllegar Jesús a la región de Cesarea de Filipo,


Ex. 6/ Lc. 9/ Job 23/ 1 Co. 10
preguntó a sus discípulos, diciendo: —¿Quién
dicen los hombres que es el Hijo del hombre?
13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo,
preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los
hombres que es el Hijo del Hombre? 

14 Ellos dijeron: —Unos, Juan el Bautista; otros,


Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas.
14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y
otros, Jeremías, o alguno de los profetas.

15  Él
les preguntó: —Y vosotros, ¿quién decís
que soy yo?
15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 

16  Respondiendo Simón Pedro, dijo: —Tú eres


el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo,
el Hijo del Dios viviente.

17  Entonces le respondió Jesús: —


Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás,
porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi
Padre que está en los cielos. 
17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres,
Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni
sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 
126
Mateo 16:13-28

Jesús pregunta a Sus discípulos quién dicen que es Él, y Pedro


le dice que Él es el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Jesús anuncia
Su pasión y Su muerte, pero Pedro comienza a reconvenirle.
Jesús reprende a Pedro y le dice que si alguno quiere venir en
pos de Él, debe negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirle.

18 Y yo también te digo que tú eres Pedro, y so-


bre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas
del Hades no la dominarán. 
18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre es-
ta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no
prevalecerán contra ella. 

19  Y a ti te daré las llaves del reino de los cie-


los: todo lo que ates en la tierra será atado en
los cielos, y todo lo que desates en la tierra será
desatado en los cielos. 
19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo
lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo
lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.

20 Entonces mandó a sus discípulos que a nadie


dijeran que él era Jesús, el Cristo.
20 Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen
que él era Jesús el Cristo. 

21  Desde entonces comenzó Jesús a declarar a


sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén
y padecer mucho a manos de los ancianos, de
los principales sacerdotes y de los escribas, y ser
muerto, y resucitar al tercer día. 
21 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus
discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer
mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y
de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. 

127
22 Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó
a reconvenirlo, diciendo: —Señor, ten compa-
sión de ti mismo. ¡En ninguna manera esto te
acontezca!
22 Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a recon-
venirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna
manera esto te acontezca. 

23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: —¡Quítate


de delante de mí, Satanás! Me eres tropiezo, por-
que no pones la mira en las cosas de Dios, sino
en las de los hombres.
23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: !!Quítate de delan-
te de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la
mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. 

24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: —Si al-


guien quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, tome su cruz y sígame, 
24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quie-
re venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su
cruz, y sígame.

25  porque todo el que quiera salvar su vida, la


perderá; y todo el que pierda su vida por causa
de mí, la hallará.
25 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá;
y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
128
Mateo 16:13-28

26  ¿De qué le servirá al hombre ganar todo el


mundo, si pierde su alma? ¿O qué dará el hom-
bre a cambio de su alma?, 
26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo
el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará
el hombre por su alma? 

27 porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria


de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará
a cada uno conforme a sus obras. 
27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su
Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno
conforme a sus obras.

28 De cierto os digo que hay algunos de los que


están aquí que no gustarán la muerte hasta que
hayan visto al Hijo del hombre viniendo en su
Reino.
28 De cierto os digo que hay algunos de los que están
aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto
al Hijo del Hombre viniendo en su reino.

129
Ayuda a su meditación

La confesión de Pedro (16:13-20)


La iglesia surge de la confesión de fe. Cuando Jesús se encuentra en la región
de Cesarea de Filipo, les pregunta a Sus discípulos sobre Su identidad. Pedro
responde: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”, y Jesús le dice que es
bienaventurado por cuanto eso le fue revelado por el Padre que está en los cie-
los. Una iglesia verdadera confiesa que Jesús es el Señor, el Salvador y el Hijo
del Dios viviente. En esa época, los judíos esperaban un Mesías político, que
los libertaría de la opresión romana. No obstante, el Mesías, el Hijo de Dios,
fue enviado para cargar con todos los pecados de la humanidad y quebrantar la
potestad del Seol. Hemos heredado este ministerio mesiánico de Jesús, junto a
todas las iglesias que confiesan que Jesús es el Cristo.
¿Cuál es la confesión de Pedro sobre Jesús? ¿Cuál es mi confesión de fe al
Señor y cómo influye esto en mi vida?

Jesús anuncia Su muerte (16:21-28)


No hay gloria sin padecimiento. Inmediatamente después de la histórica con-
fesión de fe de Pedro, Jesús anuncia por primera vez Su muerte en la cruz y Su
resurrección. Los discípulos quedan atónitos por esta enseñanza repentina del
Maestro. Entonces, Pedro, tomándolo aparte, comienza a reconvenirle; pero
Jesús le dice: “¡quítate de delante de mí, Satanás!”. Le reprende por no poner la
mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. Buscar su propio bienes-
tar es mirar en las cosas de hombres; pero la pasión y la crucifixión, para salvar a
los pecadores de su maldad, es mirar en las cosas de Dios. El Señor llama a Sus
discípulos a sufrir aflicción; porque después del padecimiento, viene la gloria de
Señor.
¿Qué significa poner la mira en las cosas de Dios y en las cosas de hombres?
¿Qué desea hacer Dios en mi vida?

Señor Jesús, Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Gracias por
Una Carta
revelarme esta verdad en Tu infinita gracia. Cargaré con la cruz que
a Dios me has dado y andaré por la senda que has transitado por amor. Como
iglesia contra la cual no prevalecerá el Hades, utilízame para guiar a
muchas almas a la vida eterna.
130
Ensayo para meditar Mateo 16:13-28

La gloria de la cruz

M
i suegro era el mayor de una familia cristiana y todo lo que
tenía en la vida se lo había ganado trabajando, pero no asis-
tía a la iglesia ni mandaba a sus hijos. No obstante, mi es-
posa fue la primera de ellos en aceptar a Jesús, estudió teología y
se casó conmigo, sabiendo que yo soñaba con ser misionero. Pero,
luego de siete años, se vio obligada a renunciar al ministerio a causa
de su enfermedad. Al ver nuestra difícil situación familiar, me pre-
gunté si ante los ojos de mis suegros estábamos opacando la gloria
del Señor. Hasta que un día, salió en una radio cristiana una ora-
ción que mi esposa había escrito. Esta decía: “Dios, te doy gracias
porque aún tengo más partes sanas que enfermas en mi cuerpo”.
Al escucharla, mi suegro afirmó: “El Dios en el que creen ustedes
me parece impresionante”. Después de unos años, decidió creer
también en Jesús.
Hasta ese momento pensé que la cruz era el recorrido que ha-
cemos con la gloria de la resurrección, pero jamás creí que en sí
misma ya era la gloria del Señor. Pensaba que la evidencia de Su
existencia era la recuperación de mi esposa, porque me era impo-
sible considerar que en la enfermedad también se manifestaba Su
poder. Así aprendí que el lugar de la gloria es el lugar de la cruz,
donde mi esposa atravesaba la aflicción sostenida por la mano de
Jesús. Fue ese testimonio el que hizo que el sólido ego de mi suegro,
quien había vivido toda su vida confiando en sí mismo, se derrum-
bara ante el esplendor de la cruz, permitiéndole maravillarse ante la
hermosura de Dios.

El camino del amor, nuevamente, Kim Kyung-hwan

Aplicación Personal

131
MIÉ

24 Aflicción y llamado
glorioso
Mateo 17:1-13

La Biblia en un año: 1 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo


Ex. 7/ Lc. 10/ Job 24/ 1 Co. 11
y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un mon-
te alto. 
1   Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y
a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; 

2  Allí
se transfiguró delante de ellos, y resplan-
deció su rostro como el sol, y sus vestidos se
hicieron blancos como la luz. 
2  y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su
rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos
como la luz. 

3 Y se les aparecieron Moisés y Elías, que habla-


ban con él. 
3  Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando
con él. 

4 Entonces Pedro dijo a Jesús: «Señor, bueno es


para nosotros que estemos aquí; si quieres, ha-
remos aquí tres enramadas: una para ti, otra para
Moisés y otra para Elías.»
4  Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para
nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí
tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra
para Elías. 

5  Mientras él aún hablaba, una nube de luz los


cubrió y se oyó una voz desde la nube, que decía:
«Éste es mi Hijo amado, en quien tengo compla-
cencia; a él oíd.» 
5 Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió;
y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi
Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd. 

6  Al oír esto, los discípulos se postraron sobre


sus rostros y sintieron gran temor. 
6 Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus ros-
tros, y tuvieron gran temor. 
132
Mateo 17:1-13

Jesús lleva aparte a tres discípulos a un monte alto. Con Su


rostro resplandeciente como el sol, y Sus vestidos blancos como
la luz, Jesús habla con Moisés y Elías. Desde una nube se oye
una voz que dice: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo com-
placencia; a Él oíd”. Jesús anuncia que el Hijo del Hombre será
entregado en manos de hombres, así como Juan el Bautista.

7  Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo:


«Levantaos y no temáis.»
7 Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo: Levantaos,
y no temáis. 

8 Cuando ellos alzaron los ojos, no vieron a na-


die, sino a Jesús solo.
8 Y alzando ellos los ojos, a nadie vieron sino a Jesús
solo. 

9 Cuando descendieron del monte, Jesús les man-


dó, diciendo: —No digáis a nadie la visión, hasta
que el Hijo del hombre resucite de los muertos.
9  Cuando descendieron del monte, Jesús les mandó,
diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo
del Hombre resucite de los muertos. 

10  Entonces sus discípulos le preguntaron, di-


ciendo: —¿Por qué, pues, dicen los escribas que
es necesario que Elías venga primero?
10 Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo:
¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que
Elías venga primero?

11 Respondiendo Jesús, les dijo: —A la verdad,


Elías viene primero y restaurará todas las cosas. 
11 Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene
primero, y restaurará todas las cosas. 

12  Peroos digo que Elías ya vino, y no lo co-


nocieron, sino que hicieron con él todo lo que
quisieron; así también el Hijo del hombre pade-
cerá a manos de ellos.
12 Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino
que hicieron con él todo lo que quisieron; así también el
Hijo del Hombre padecerá de ellos. 

13  Entonces los discípulos comprendieron que


les había hablado de Juan el Bautista.
13 Entonces los discípulos comprendieron que les había
hablado de Juan el Bautista.

133
Ayuda a su meditación

Jesús es transfigurado (17:1-9)


Siendo el Hijo del Altísimo, Jesús fue hecho un poco menor que los ángeles
cuando vino al mundo (He. 2:9). Su gloriosa transfiguración demuestra que
Él es verdaderamente el Hijo de Dios. Pedro, Jacobo y Juan ven al glorioso Je-
sús con Su rostro y vestidos resplandecientes, conversando con Moisés y Elías.
Además, oye una voz del cielo diciendo: “Este es mi Hijo amado, en quien
tengo complacencia; a Él oíd”. Jesús les manda a no decir a nadie la visión,
hasta que sea resucitado de los muertos. Al descender del monte, Jesús toma el
camino de la pasión y de la muerte, para cumplir Su llamado de salvar a la huma-
nidad del pecado. Dicho camino será transitado después, por todo el glorioso
pueblo celestial.
¿Por qué Jesús habrá tomado el camino de la pasión y de la muerte, después
de Su gloriosa transfiguración? ¿Cuál es el camino de la aflicción por el que
debo andar, por amor a Jesús?

La pasión de Cristo (17:10-13)


Malaquías anunció que Dios enviaría al profeta Elías para hacer volver el co-
razón del pueblo en los postreros días (Mal. 4:5-6). Ya en la época de Jesús,
los escribas enseñaban que Elías vendría antes que el Mesías. Los discípulos
preguntan sobre la visión de la transfiguración. Jesús señala que Juan el Bautis-
ta es el Elías enviado por Dios. Jesús sabe que sufrirá la muerte como Juan el
Bautista, pero está determinado a obedecer y a no tomar ningún otro camino
más que la senda de la cruz. Por lo que padece, aprende la obediencia; habiendo
sido perfeccionado, vino a ser el autor de eterna salvación para todos los que le
obedecen (He. 5:8-9).
¿A quién se refiere el profeta Elías anunciado por Malaquías? ¿Cuánto me
esfuerzo para conocer la identidad de Jesús y servirle mejor?

Amado Jesús, Tú eres la imagen de Dios, la luz de este mundo. Me


Una Carta
bendice mucho ver cómo has consolado a Tus discípulos con espe-
a Dios ranza, antes de Tu muerte, mostrándoles la gloria de Tu resurrección.
Pondré mis ojos en el glorioso reino de Dios, para vencer todo temor
que pueda asecharme.
134
Ensayo para meditar Mateo 17:1-13

El juez que se sacrifica

I
magine que un profesor está evaluando el informe que usted pre-
paró. ¿Sentiría amor por ese evaluador? Es más probable que el
sentimiento que brote sea de miedo y usted empiece a pensar en
todas las maneras que le ayudarían a ocultar sus faltas. Esto sucede
porque esas personas solo hacen una valoración de su desempeño,
mas no se sacrifican por usted.
Nosotros no le entregamos el corazón a quien nos examina, sino
a quien nos demuestra su amor. Por eso, si Dios fuese solamente un
juez, le tendríamos miedo y lo seguiríamos sin poder interactuar ale-
gremente con Él. Sin embargo, como Él desea que disfrutemos de
una relación recíproca y amorosa, se nos acercó viniendo al mundo
como un hombre frágil, dispuesto a sufrir por nosotros. Así, logró
que algunos abriéramos nuestros corazones, aunque otros eligieran
burlarse de Él o ignorarlo. Si Jesús hubiera llegado revelando su
poder, su autoridad y su gloria como juez, seguramente habríamos
fingido obedecerlo, en lugar de seguirlo con gozo y adoración por
voluntad propia. No obstante, Dios eligió humillarse a sí mismo,
porque deseaba nuestros corazones. Jesús, siendo juez, eligió asu-
mir nuestra deuda y pagar la sentencia que merecíamos, por amor.
Y la promesa de la Biblia hace referencia al testimonio de la salva-
ción de Dios a través de aquellos que lo siguen.

Mi vida no acaba aquí, Seo Chang-hee

Aplicación Personal

135
JUE

25 Responsabilidad
y privilegios
Mateo 17:14-27

La Biblia en un año: 14  Cuando llegaron adonde estaba la gente, se


Ex. 8/ Lc. 11/ Job 25-26/ 1 Co. 12
le acercó un hombre que se arrodilló delante de
él, diciendo:
14 Cuando llegaron al gentío, vino a él un hombre que
se arrodilló delante de él, diciendo: 
15  —Señor, ten misericordia de mi hijo, que es
lunático y sufre muchísimo, porque muchas ve-
ces cae en el fuego y muchas en el agua. 
15 Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático,
y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el
fuego, y muchas en el agua. 
16  Lo
he traído a tus discípulos, pero no lo han
podido sanar.
16 Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podi-
do sanar. 
17 Respondiendo Jesús, dijo: —¡Generación in-
crédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar
con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de sopor-
tar? Traédmelo acá.
17 Respondiendo Jesús, dijo: !!Oh generación incrédu-
la y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros?
¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá. 
18 Entonces reprendió Jesús al demonio, el cual
salió del muchacho, y éste quedó sano desde
aquella hora. 
18 Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del mu-
chacho, y éste quedó sano desde aquella hora. 
19 Se acercaron entonces los discípulos a Jesús y
le preguntaron aparte: —¿Por qué nosotros no
pudimos echarlo fuera?
19 Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte,
dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? 
20 Jesús les dijo: —Por vuestra poca fe. De cierto
os digo que si tenéis fe como un grano de mos-
taza, diréis a este monte: “Pásate de aquí allá”, y
se pasará; y nada os será imposible. 
20 Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto
os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza,
diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y
nada os será imposible. 
136
Mateo 17:14-27

Un hombre pide a Jesús por la sanidad de su hijo. Después de


sanar al muchacho, Sus discípulos le preguntan a Jesús por qué
ellos no pudieron echar fuera a los demonios. Entonces, el Señor
les dice que si tuvieran fe como un grano de mostaza, nada les
sería imposible. Luego, manda a Pedro a que pague los impuestos
del templo con una moneda que encuentra dentro de un pez.

21  Pero este género no sale sino con oración y


ayuno.
21 Pero este género no sale sino con oración y ayuno. 
22  Estando ellos en Galilea, Jesús les dijo: «El
Hijo del hombre será entregado en manos de
hombres 
22 Estando ellos en Galilea, Jesús les dijo: El Hijo del
Hombre será entregado en manos de hombres, 
23  y lo matarán, pero al tercer día resucitará».
Ellos se entristecieron mucho.
23 y le matarán; mas al tercer día resucitará. Y ellos se
entristecieron en gran manera. 
24  Cuando llegaron a Capernaúm, se acercaron
a Pedro los que cobraban las dos dracmas y le
preguntaron: —¿Vuestro Maestro no paga las
dos dracmas?
24 Cuando llegaron a Capernaum, vinieron a Pedro los
que cobraban las dos dracmas, y le dijeron: ¿Vuestro
Maestro no paga las dos dracmas? 
25 Él dijo: —Sí. Al entrar él en casa, Jesús le ha-
bló primero, diciendo: —¿Qué te parece, Simón?
Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran los tri-
butos o los impuestos? ¿De sus hijos o de los
extraños?
25 El dijo: Sí. Y al entrar él en casa, Jesús le habló pri-
mero, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la
tierra, ¿de quiénes cobran los tributos o los impuestos?
¿De sus hijos, o de los extraños? 
26 Pedro le respondió: —De los extraños. Jesús
le dijo: —Luego los hijos están exentos. 
26 Pedro le respondió: De los extraños. Jesús le dijo:
Luego los hijos están exentos. 
27  Sin embargo, para no ofenderlos, ve al mar,
echa el anzuelo y toma el primer pez que saques,
ábrele la boca y hallarás una moneda. Tómala y
dásela por mí y por ti.
27 Sin embargo, para no ofenderles, ve al mar, y echa
el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al
abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo
por mí y por ti.
137
Ayuda a su meditación

Los discípulos bajo el monte (17:14-21)


Una fe débil es incapaz de manifestar el poder divino. En oposición a la visión
gloriosa en el monte de la transfiguración, al descender, la realidad es muy dife-
rente. Un hombre le pide a Jesús por la sanidad de su hijo, que sufre de convul-
siones y a quien los discípulos no pudieron sanar. Jesús les reprende diciendo:
“¡oh generación incrédula y perversa!”. Con esta frase tomada del discurso de
despedida de Moisés (Dt. 32:5, 20), señala que han rechazado al Mesías enviado
por Dios, así como sus padres, quienes sirvieron a dioses ajenos en el desierto.
Tenemos la responsabilidad de dar a conocer nuestra fe en medio de una gene-
ración de incrédulos. Si tenemos una fe genuina, aunque sea del tamaño de una
semilla de mostaza, podemos ser canal del poder de Dios.
¿Por qué los discípulos no habían podido sanar al muchacho? ¿Cómo puedo
dar a conocer mi fe el día de hoy?

Pago del impuesto del templo (17:22-27)


Los varones judíos mayores a veinte años debían dar un medio siclo anualmen-
te, como impuesto del templo (Éx. 30:12-15). Ante la demanda del pago del
impuesto de parte de los recaudadores, Jesús aclara que los reyes de la tierra
cobran tributos de los extraños, pero no de sus hijos. Pero, para no provocar
discordia, Jesús accede dar el pago y manda a Pedro a tomar una moneda de la
boca del primer pez, para pagar el tributo de ambos. Este acontecimiento nos
enseña que Jesús es el señor del templo y soberano de la creación.
¿Por qué Jesús habrá mandado a pagar el tributo del templo con una moneda
sacada de un pez? ¿Qué cosa debo resolver de la manera establecida por el
Señor y dentro del orden establecido por el mundo?

Señor Jesús, perdóname por ser parte de una generación incrédula y


Una Carta
perversa; inclino mi corazón a Ti. Echaste fuera a los demonios; man-
a Dios daste a sacar dinero de la boca de un pez, para pagar los tributos del
templo; pero, por sobre todas las cosas, demostraste ser el verdadero
Señor de la creación. A Ti te encomiendo mi vida; ayúdame, Señor.
138
Ensayo para meditar Mateo 17:14-27

¡Los invito a mi vida!

H
ubo una época en la que la iglesia coreana estuvo en pleno
auge y crecimiento, y el lema preferido era: “Venga. Venga a
conocer nuestra iglesia, venga a escuchar el sermón de nues-
tro pastor, venga a escuchar las alabanzas de nuestro coro, venga a
estudiar la Biblia en nuestros grupos de oración”. Sin embargo, esta
invitación se limitaba solo a la iglesia.
Hoy en día, debemos ampliar los límites de esta invitación a nues-
tras vidas y, cuando nos pregunten: “¿usted es pastor?”, “¿usted es
un líder?”, “¿usted es cristiano?”, debemos decir: “venga a mi casa,
venga a ver con qué valores vivimos mi familia y yo, con qué prin-
cipios educamos a nuestros hijos y con qué responsabilidad social
los hacemos vivir en el mundo. ¿Quiere saber si soy uno de los
ancianos de la iglesia? Venga a mi oficina y compruebe con sus
propios ojos con qué honestidad trabajo y gano dinero, y cómo lo
gasto”. Si luego de observarnos sabiendo que somos seguidores
de Jesús, no quieren vivir como nosotros, el mundo no cambiará,
ni siquiera incrementando el número de las iglesias. Por lo tanto,
el hogar y el trabajo del cristiano deben ser como una vitrina con
vidrios transparentes, para que todo aquel que nos conozca desee
creer en Cristo.

Palabra, meditación y decisión I, Lee Jae-cheol

Aplicación Personal

139
VIE

26 El menor será
el mayor
Mateo 18:1-9

La Biblia en un año: 1  En aquel tiempo los discípulos se acercaron a


Ex. 9/ Lc. 12/ Job 27/ 1 Co. 13
Jesús y le preguntaron: —¿Quién es el mayor en
el reino de los cielos?
1   En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, di-
ciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?

2  Llamando Jesús a un niño, lo puso en medio


de ellos 
2 Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, 

3  y dijo: —De cierto os digo que si no os vol-


véis y os hacéis como niños, no entraréis en el
reino de los cielos. 
3 y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os ha-
céis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

4  Así que cualquiera que se humille como es-


te niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. 
4 Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése
es el mayor en el reino de los cielos. 

5 Ycualquiera que reciba en mi nombre a un ni-


ño como éste, a mí me recibe.
5 Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como
este, a mí me recibe. 
140
Mateo 18:1-9

Los discípulos preguntan a Jesús quién es el mayor en el reino


de los cielos. El Señor les dice que, si no se hacen como niños,
no entrarán al reino de los cielos; y cualquiera que se humilla
como un niño, será el mayor en el reino de Dios. El que recibe
en el nombre del Señor a un niño, recibe al Señor mismo. ¡Ay de
aquel que hace tropezar a alguno de los pequeños!

6 »A cualquiera que haga tropezar a alguno de es-


tos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que
se le colgara al cuello una piedra de molino de as-
no y que se le hundiera en lo profundo del mar. 
6 Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pe-
queños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase
al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hun-
diese en lo profundo del mar. 

7 ¡Ay del mundo por los tropiezos! Es necesario


que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre
por quien viene el tropiezo! 
7 !!Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario
que vengan tropiezos, pero !!ay de aquel hombre por
quien viene el tropiezo! 

8 Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de


caer, córtalo y échalo de ti: mejor te es entrar en
la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o
dos pies ser arrojado en el fuego eterno. 
8 Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer,
córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o
manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado
en el fuego eterno.

9 Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y écha-


lo de ti: mejor te es entrar con un solo ojo en la
vida, que teniendo dos ojos ser echado en el in-
fierno de fuego.
9 Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti;
mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que tenien-
do dos ojos ser echado en el infierno de fuego.

141
Ayuda a su meditación

¿Quién es el mayor? (18:1-4)


El mundo nos incita a dominar a otros; pero este tipo de relación siempre traerá
conflictos y pleitos. Los discípulos preguntan a Jesús quién es el mayor en el
reino de los cielos; cada uno, esperando ser hallado mayor que el otro. Entonces
Jesús llama y pone a un niño en medio de ellos y les dice: “de cierto os digo que,
si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos”.
El mayor en el reino de Dios es aquel que se humilla como un niño. Aquí en la
tierra podemos practicar los valores celestiales, confiando enteramente en Dios
y estimando a los demás como superiores a nosotros mismos. Como ciudada-
nos del reino celestial, debemos sacrificarnos por amor al prójimo, como lo
hizo Jesús.
¿Quién es el ‘mayor’ en el reino de los cielos? ¿En qué debo servir con la hu-
mildad de un niño, para practicar los valores del reino celestial?

Ocasiones de caer (18:5-9)


Dios aprecia la vida de cada uno de los creyentes y ciudadanos celestiales. Jesús
señala que mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de
asno y que se le hundiese en lo profundo del mar, antes que hiciera tropezar a
algunos de los pequeños que creen en Él. El que pone tropiezo en el otro, será
reo de la ira de Dios. Considerando que el juicio de Dios es eterno, la sabiduría
está en quitar el miembro del cuerpo que nos es ocasión de caer, para librarnos
del castigo eterno. Este pasaje puede ser visto como una advertencia de Dios
contra el mundo que persigue a la iglesia y a los creyentes. Cuidémonos, pues,
de no ser motivo de tropiezo para otros; rechacemos con denuedo la tentación
del mundo.
¿Qué castigo recibe el que hace tropezar a un pequeño que cree en el Señor?
¿De qué debo cuidarme, para no hacer tropezar a algún miembro débil en la fe?

Amado Dios, deseo vivir con los valores celestiales y no con los de este
Una Carta
mundo. Consideraré a otros como superiores a mí y daré a conocer el
a Dios reino de Dios con mi servicio a la comunidad de fe. Perdóname si he
sido tropiezo para alguien, sea por mi actitud o palabras soberbias.
Ayúdame a restaurar mi relación con ellos.
142
Ensayo para meditar Mateo 18:1-9

Ponerse el vestido
de la humildad

S
i bien desde la cima de la montaña no se alcanzan a percibir
los olores por el viento, en la base está repleta de agradables
aromas. Al leer el libro, Quiero vivir como un árbol, descubrimos
que las fragancias de los árboles tienen una temporada. Por ejem-
plo, los frutos de los cornejos no detienen a los caminantes con su
rico perfume hasta que no se acaba el aroma del jengibre, porque
esperan a que se disipe el otro olor primero, antes de emanar el
propio. Por eso, siempre es interesante ir a la montaña, sin impor-
tar la estación, debido a que los árboles esperan su momento para
florecer y emanar su perfume. No es que algo esté fallando si no lo
hacen, lo que sucede es que cada uno de ellos es diferente.
Del mismo modo, nosotros nos dejaríamos de comparar con
otros, si tuviéramos en nuestro corazón la humildad de reconocer
que somos diferentes y que cada uno tiene una belleza indiscutible-
mente distinta. Si lo hiciéramos, podríamos aplaudir la hermosura
del otro en su momento y recibir los aplausos que son para noso-
tros cuando nos llega el tiempo.
La humildad es un regalo y una característica sagrada que nos dio
el Señor. Por lo tanto, si la ausencia de un talento o la incapacidad
frente a algo se viste de humildad, seremos usados por el Señor
como héroes de la fe. Pero, si nuestra debilidad se convierte en un
complejo de inferioridad, Él no nos utilizará hasta que sanemos.
Por eso, deseo que a partir de ahora nos revistamos de humildad y
confianza en Dios, para que escuchemos Sus instrucciones cuando
nos toque el turno.

Carencia, Choi Byug-lack

Aplicación Personal

143
SÁB

27 Exhortación al
arrepentimiento
Mateo 18:10-20

La Biblia en un año: 10  »Mirad que no menospreciéis a uno de estos


Ex.10/ Lc. 13/ Job 28/ 1 Co. 14
pequeños, porque os digo que sus ángeles en los
cielos ven siempre el rostro de mi Padre que es-
tá en los cielos, 
10 Mirad que no menospreciéis a uno de estos peque-
ños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven
siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos. 

11 porque el Hijo del hombre ha venido para sal-


var lo que se había perdido.
11 Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo
que se había perdido.

12  »¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien


ovejas y se descarría una de ellas, ¿no deja las
noventa y nueve y va por los montes a buscar la
que se ha descarriado? 
12 ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se
descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y
va por los montes a buscar la que se había descarriado? 

13  Y si acontece que la encuentra, de cierto os


digo que se regocija más por aquélla que por las
noventa y nueve que no se descarriaron.
13 Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que
se regocija más por aquélla, que por las noventa y nueve
que no se descarriaron. 

14  De igual modo, no es la voluntad de vuestro


Padre que está en los cielos que se pierda uno
de estos pequeños.
14 Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en
los cielos, que se pierda uno de estos pequeños. 

15  »Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve


y repréndelo estando tú y él solos; si te oye, has
ganado a tu hermano. 
144
Mateo 18:10-20

No debemos menospreciar a los pequeños. La voluntad de Dios


es salvar lo que se había perdido, como un hombre que se rego-
cija al hallar a su oveja descarriada. Si un hermano peca contra
uno, debemos exhortarle a solas, con uno o dos testigos o frente
a la congregación. En donde están dos o tres congregados en el
nombre de Jesús, allí está el Señor.

15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y reprén-


dele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu
hermano.

16  Pero si no te oye, toma aún contigo a uno


o dos, para que en boca de dos o tres testigos
conste toda palabra. 
16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para
que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. 

17 Si no los oye a ellos, dilo a la iglesia; y si no oye


a la iglesia, tenlo por gentil y publicano. 
17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere
a la iglesia, tenle por gentil y publicano. 

18  De cierto os digo que todo lo que atéis en la


tierra será atado en el cielo; y todo lo que desa-
téis en la tierra será desatado en el cielo.
18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra,
será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra,
será desatado en el cielo.

19 Otra vez os digo que si dos de vosotros se po-


nen de acuerdo en la tierra acerca de cualquier
cosa que pidan, les será hecho por mi Padre que
está en los cielos, 
19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusie-
ren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa
que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en
los cielos. 

20  porque donde están dos o tres congregados


en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
20 Porque donde están dos o tres congregados en mi
nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

145
Ayuda a su meditación

Búsqueda de la oveja perdida (18:10-14)


Solemos pensar que ‘noventa y nueve’ son más importantes que ‘uno’, desde
la óptica del mundo. Acostumbrados a la lógica de la matemática, nos cuesta
comprender las palabras de Jesús; pues hemos perdido el enfoque. Más que en-
focarnos en las ovejas, debemos entrever el amor de Dios plasmado en el pastor
que no tiene reparos en dejar a sus noventa y nueve ovejas para ir tras la oveja
descarriada. La voluntad de Dios es que busquemos hasta hallar a aquel que es
como una pequeña oveja descarriada; ya que para esto vino Jesús al mundo. Si
valoramos a los pequeños que se han descarriado y vamos tras ellos, estaremos
cumpliendo la voluntad de Dios y seremos reconocidos como grandes en Su
reino celestial.
¿Qué siente Dios Padre hacia las almas perdidas? ¿A quién puedo anunciar el
evangelio, con el corazón de un pastor tras la oveja descarriada?

La disciplina de la iglesia (18:15-20)


La disciplina debe aplicarse de manera justa dentro de la iglesia, la santa con-
gregación de Dios. Solemos entender el pasaje “porque donde están dos o tres
congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (v. 20) con rela-
ción a la oración, cuando está más relacionado con la disciplina comunitaria.
Si alguien peca contra uno, debemos exhortarle a solas; pero, si no nos oye,
debemos hacerlo con uno o dos testigos; y, en última instancia, frente a la con-
gregación. Pero si no oye razón con ninguna de estas medidas, y persiste en
el pecado sin arrepentimiento, debe ser quitado de la congregación, según el
pasaje. La disciplina aplicada con justicia dentro de la iglesia será reconocida
también por Dios. Verdaderamente la disciplina basada en la Palabra de Jesús
es un baluarte necesario para guardar la santidad y el orden dentro de la iglesia.
¿Cómo debe ser disciplinado el hermano que haya pecado contra uno? ¿Qué
beneficios trae seguir los procedimientos establecidos por Jesús en cuanto a
la disciplina?

Dios mío, gracias por enseñarme que una oveja perdida vale tanto
Una Carta
como las noventa y nueve dentro del corral, y por revelarme el corazón
a Dios del Padre celestial hacia los incrédulos. Guía mis pasos para ir tras las
almas perdidas y predicarles el evangelio; y exhortar con amor a las
almas descarriadas dentro de la iglesia.
146
Aprendiendo con el devocional
*Esta semana les presentamos Oración y devocional, un método que profundiza en la
oración, para que puedan aprender diferentes maneras de hacer el devocional.

La Palabra que me da hoy:  Mateo 18:12-14, 18-20

Mi meditación
Dios se alegra cuando los fieles se unen para orar; y me doy cuenta, una vez más,
que valora la comunidad de la iglesia. También comprendo lo importante que
es el momento de cada día en que los fieles se reúnen libremente para adorar,
compartir la Palabra y orar. Esto me enseña que no es fácil presentarse solo
ante el lugar de la oración, sin tentaciones.

Oración de arrepentimiento
Me arrepiento de mi pereza y falta de disposición para ir a la iglesia, la cual se
agrava cada vez más con la excusa de que no estoy bien de salud. También me
arrepiento de no haber seguido la voluntad del Señor orando junto a los fieles
con un solo corazón, culpando a las circunstancias, sin poder aferrarme a la
Palabra de la promesa que dice: “De cierto os digo que todo lo que atéis en la
tierra será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra será desatado
en el cielo” (v. 18).

Oración de desafío y esperanza


Hace poco, cuando a causa de mi cáncer hematológico sufrí una hemorragia
gastrointestinal y digestiva, recibí la pésima noticia que debía someterme a un
procedimiento para un posible trasplante de médula ósea y de hígado. Entonces,
me eché a llorar, completamente desesperado. Me quedé sin fuerzas hasta para
orar. Pero sentí que Dios me decía: “Por algo te estoy dando más tiempo. Ten
esperanza”. Recuperé la paz y comprendí la verdad, luego de haber sido dado
de alta, tras finalizar el tratamiento. El grupo de intercesión continuó orando
y ayunando, cada uno en su casa, a pesar de que no podían reunirse, y muchos
fieles persistieron en orar por mí. Así, confieso que estoy aquí por la gracia de
Dios, quien no abandona a ninguno de Sus pequeños (v. 14). Por lo tanto, ahora
quiero empezar a orar por aquellos que están muriendo o deambulando perdidos.

Oración de gratitud
Dios, gracias por todas las personas que pusiste en cada rincón de mi vida
cuando estaba inmerso en la desesperanza, y te doy gracias porque, a través
de la oración de los fieles, me salvaste del peligro y me diste esperanza para
volver a vivir. ¡Te alabo, Señor, que estás entre los fieles que oran en el nombre
de Jesucristo!

147
DOM

28 El amor en el perdón
Mateo 18:21-35

La Biblia en un año: 21  Entonces se le acercó Pedro y le dijo: —


Ex. 11:1-12:20/ Lc. 14/ Job 29/
1 Co. 15
Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano
que peque contra mí? ¿Hasta siete?
21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuán-
tas veces perdonaré a mi hermano que peque contra
mí? ¿Hasta siete? 
22  Jesús
le dijo: —No te digo hasta siete, sino
aun hasta setenta veces siete.
22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta
setenta veces siete.

23 »Por lo cual el reino de los cielos es semejante


a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos.
23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un
rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. 

24 Cuando comenzó a hacer cuentas, le fue pre-


sentado uno que le debía diez mil talentos. 
24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado
uno que le debía diez mil talentos. 

25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor


venderlo, junto con su mujer e hijos y todo lo
que tenía, para que se le pagara la deuda. 
25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor vender-
le, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se
le pagase la deuda. 

26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba


diciendo: “Señor, ten paciencia conmigo y yo te
lo pagaré todo.” 
26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, dicien-
do: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 

27 El señor de aquel siervo, movido a misericor-


dia, lo soltó y le perdonó la deuda.
27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le
soltó y le perdonó la deuda. 

28  »Perosaliendo aquel siervo, halló a uno de


sus consiervos que le debía cien denarios; y aga-
rrándolo, lo ahogaba, diciendo: “Págame lo que
me debes.” 
148
Mateo 18:21-35

Pedro pregunta cuántas veces perdonará al hermano que haya


pecado contra él. Jesús le responde que debe perdonar hasta se-
tenta veces siete. Un siervo que ha sido perdonado de diez mil ta-
lentos echa en la cárcel a su consiervo que le debe cien denarios;
por lo que el primero es encarcelado también. Si no perdonamos
las ofensas a nuestros hermanos, Dios tampoco nos perdonará.

28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus con-


siervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le
ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. 
29  Entonces su consiervo, postrándose a sus
pies, le rogaba diciendo: “Ten paciencia conmi-
go y yo te lo pagaré todo.”
29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le
rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pa-
garé todo. 
30 Pero él no quiso, sino que fue y lo echó en la
cárcel hasta que pagara la deuda.
30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta
que pagase la deuda. 

31  Viendo sus consiervos lo que pasaba, se en-


tristecieron mucho, y fueron y refirieron a su
señor todo lo que había pasado. 
31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecie-
ron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que
había pasado. 

32  Entonces, llamándolo su señor, le dijo:


“Siervo malvado, toda aquella deuda te perdo-
né, porque me rogaste. 
32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malva-
do, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. 

33  ¿Nodebías tú también tener misericordia de


tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?” 
33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu con-
siervo, como yo tuve misericordia de ti? 

34  Entoncessu señor, enojado, lo entregó a los


verdugos hasta que pagara todo lo que le debía. 
34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdu-
gos, hasta que pagase todo lo que le debía. 

35 Así también mi Padre celestial hará con voso-


tros, si no perdonáis de todo corazón cada uno
a su hermano sus ofensas.
35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si
no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano
sus ofensas.
149
Ayuda a su meditación

Cómo se debe perdonar (18:21-35)


El perdón es una virtud muy importante. Pedro pregunta cuántas veces debe
perdonar a un hermano que pecare contra él, y Jesús le cuenta la parábola de
los dos deudores. Un siervo causa un gran perjuicio a su amo, por diez mil ta-
lentos. Pero después de haber sido perdonado por su señor, echa en la cárcel a
un consiervo suyo que le debía cien denarios. Por tanto, es encarcelado por su
señor hasta que pagara toda su deuda. Si no perdonamos al prójimo de corazón,
tampoco seremos perdonados por Dios. Hemos sido perdonados de una deuda
de diez mil talentos por Dios; perdonemos, pues, los cien denarios que pueda
debernos algún hermano. Debemos perdonar hasta setenta veces siete, es decir,
una y otra vez. El perdón no es una opción, sino un deber.
¿Cuál fue el fin del siervo que no supo perdonar? ¿A quién puedo perdonar,
considerando el deseo de Dios, quien desea que perdonemos, así como fuimos
perdonados?

Altar Comencemos con alabanza y oración. Compartamos acerca de nuestra semana,


familiar inclusive el agradecimiento por las cosas que Dios ha hecho.

1 Observación
¿Cómo responde Jesús a Pedro, cuando este le pre-
gunta cuántas veces perdonará a su hermano que
pecare contra él? (18:21-22)
Aplicación y ¿Cuántas veces estoy dispuesto a perdonar a mis
diálogo
hermanos? ¿Cuál es la gracia divina que debo tener
siempre presente, para perdonar todas las veces
que así lo requiera?

2 Observación
Contemos con nuestras palabras la parábola del
siervo que no supo perdonar (18:23-34). ¿Qué pasa
si no perdono de corazón a alguien que ha pecado
contra mí? (18:35)
Aplicación y ¿A quién debo perdonar? Oremos de corazón para
diálogo
ser una familia misericordiosa, capaz de perdonar
de corazón a los que nos causaren algún mal.

Compartamos las peticiones de oración individuales y seleccionemos los temas para orar
como familia durante toda la semana. Terminemos el devocional con la oración final.

150
Prédica del domingo

Título:

Pasaje:

Notas:

Intercesión por las naciones

Moldavia (República Moldova) es un país sin salida al mar de Europa oriental,


con una población aproximada de 3.500.000 habitantes; y la mayoría, se
adscribe a la Iglesia ortodoxa rumana. Tiene una política dependiente de
Rusia, le falta desarrollo industrial y comercio internacional; además, tiene
altas tasas de desempleo y el consumo de alcohol es una gran problemática.
Oremos a Dios para que el evangelio y la obra del Espíritu Santo puedan
renovar y restaurar esta nación, y permitan a sus habitantes gozar de salud
física y espiritual.

151
Estudio bíblico semanal

01
Mateo 10:1-15

Jesús nos designa y nos envía

|  Jesús designa discípulos para enviarlos a predicar el evangelio


Enfoque 
a las almas perdidas.

Abriendo los Abran sus corazones compartiendo brevemente cómo les fue a lo lar-
corazones go de la semana, el tiempo devocional, temas de oración, entre otros.

Leyendo la Mateo 10:1-15.


Palabra
Entendiendo el contexto: en el libro de Mateo se encuentran los cinco
sermones de Jesús y, en este capítulo, tenemos al segundo de ellos,
donde desarrolla el camino del discípulo. Jesús demostró que era el
Hijo de Dios predicando el evangelio del cielo y realizando numero-
sos milagros a lo largo de su vida pública. Así mismo, designó a doce
discípulos para que estuvieran con él, para enviarlos al mundo a pre-
dicar, y para que tuvieran autoridad para sanar enfermedades y para
echar fuera demonios (Marcos 3:14-15), ya que la proclamación del
evangelio sería una obra que continuaría, incluso luego de su resu-
rrección y ascensión.

1• Compartiendo la Palabra:
Observando y meditando:
1. ¿Quiénes son los doce discípulos que designó Jesús?
2. ¿Qué autoridad les dio Jesús a los discípulos? (vv. 1-4)

Aplicando y compartiendo:
1. ¿Qué autoridad o don tienen como discípulos de Jesús?
2. ¿Cómo podemos utilizarlos para predicar el evangelio?

152
2• Observando y meditando:
1. ¿Adónde envió Jesús a sus discípulos?
2. ¿Cuál es la tarea de los discípulos y cómo deben prepararse para
los viajes misioneros? (vv. 5-10)

Aplicando y compartiendo:
1. ¿Tienen algún familiar o amigo que aún no crea en Jesús?
2. Compartan ideas o maneras específicas sobre cómo predicarles
el evangelio.

Ordenando las Ante los ojos del mundo, Jesús designó a doce hombres poco talento-
ideas: sos para que fueran sus discípulos. Sin embargo, no solo los nombró
discípulos, sino que los envió como apóstoles para que transformaran
el mundo y les dio la autoridad necesaria para realizar ese ministerio.
Los que hemos sido enviados debemos cumplir fielmente con el deber
de predicar el evangelio que se nos fue encomendado y con la auto-
ridad del que nos envió. Esta responsabilidad también es una de las
razones por las que Jesús vino al mundo. Así, el verdadero discípulo
es quien lleva adelante este deber con la Palabra y la obra, confiando
en el Señor y por más débil que sea. El Señor cuidará de nuestras vi-
das si buscamos primero Su reino y Su justicia.

Orando con la Dios, te damos gracias por habernos elegido a nosotros, que no te-
Palabra: nemos nada de especial, para enviarnos a predicar el evangelio al
mundo. Ayúdanos a completar el deber de la prédica que nos enco-
mendaste con la autoridad y los dones que Tú nos das.

Orando juntos: 1. Oremos para que la iglesia sirva al Señor y al prójimo fielmente
en medio de la paz que nos da el Espíritu Santo, amándonos los
unos a los otros sin hipocresía, haciendo el bien y odiando el mal.
2. En Marruecos cada vez hay más casos de persecución a los mu-
sulmanes que se convierten al cristianismo. Oremos para que el
reino de Dios llegue a través de los cristianos de Marruecos que
son una pequeña minoría.

“Entonces, llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los es-
Versículo para
píritus impuros, para que los echaran fuera y para sanar toda enfermedad y
memorizar:
toda dolencia” (Mateo 10:1).v
** Finalicen la reunión con alabanza y oración.
153
Estudio bíblico semanal

02
Mateo 11:20-30

Él nos da descanso y paz

|  El Señor regaña a quienes no se arrepienten y les da paz a


Enfoque 
quienes buscan misericordia.

Abriendo los Abran sus corazones compartiendo brevemente cómo les fue a lo lar-
corazones go de la semana, el tiempo devocional, temas de oración, entre otros.

Leyendo la Mateo 11:20-30.


Palabra
Entendiendo el contexto: a lo largo de su vida pública, Jesús realizó
muchos milagros en la región de Galilea. No obstante, regaña a Co-
razín, Betsaida y Capernaúm. Corazín significa ‘región con muchos
árboles’ y se encuentra al lado de Capernaúm, que es donde Jesús
inició su ministerio. Betsaida, que significa ‘casa del pescador’, es el
lugar de nacimiento de varios discípulos y donde Jesús sanó al ciego
(Marcos 8:22-26). Por último, Capernaúm fue el centro del ministerio
de Jesús. Estas tres ciudades reciben la advertencia sobre el juicio y
la reprensión de Jesús, por no arrepentirse a pesar de haber sido tes-
tigos de numerosos milagros y de haber escuchado miles de veces
la Palabra de la verdad.

1• Compartiendo la Palabra:
Observando y meditando:
1. ¿Con qué compara Jesús a Corazín, Betsaida y Capernaúm, y
cómo los reprende? (vv. 20-24)

Aplicando y compartiendo:
1. Piensen en la gracia especial que Dios les hizo vivir. ¿Cómo están
reaccionando ahora a aquella gracia?

154
2• Observando y meditando:
1. ¿Qué le promete Jesús a los que están trabajados y cargados?
2. ¿Cómo era el corazón de Jesús? (vv. 28-30)

Aplicando y compartiendo:
1. ¿Por qué tienen un corazón pesado?
2. Compartan cómo superan las preocupaciones y las inquietudes.

Ordenando las Jesús regaña a estas ciudades que continúan sin arrepentirse, incluso
ideas: luego de ver muchas de sus obras y poder. Más importante que pre-
senciar los milagros del Señor es arrepentirse y volverse a Él de co-
razón. El día del juicio, Dios pagará a cada uno conforme a sus obras
(Romanos 2:5-6). Todos vivimos con una pesada carga en nuestros
pecados y Jesús nos invita a su reposo, sin pedir nada a cambio. Él
nos recibe a todos, porque tiene un corazón manso y humilde; y todo
aquel que responda a su invitación y se acerque a él gozará de la
verdadera alegría, la paz y el descanso que el mundo no puede dar.

Orando con la Haz que, cada vez que escuche Tu Palabra, el Espíritu Santo obre
Palabra: en mi corazón y pueda arrepentirme profundamente, Señor. Haz que
siempre corra a Ti, que eres manso y humilde, cuando esté acongo-
jado. Permíteme disfrutar de la verdadera paz.

Orando juntos: 1. Oremos para que en este Año Nuevo podamos expresar amor y
gratitud a nuestra familia y alcancemos la armonía sirviéndonos
los unos a los otros con un corazón humilde, además de compar-
tir ese amor con los marginados.
2. A pesar de que se está predicando al pueblo jemer en Cambodia,
la tasa de evangelización no llega al 1 %. Oremos para que estos
abran sus ojos y oídos, y acepten el evangelio.

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descan-


Versículo para
sar. Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y hu-
memorizar:
milde de corazón [...]” (Mateo 11:28-29).
** Finalicen la reunión con alabanza y oración.
155
Estudio bíblico semanal

03
Mateo 14:13-21
El milagro de la multiplicación
y la celebración del cielo

|  El milagro de la multiplicación que realizó Jesús fue una cele-


Enfoque 
bración celestial de la obediencia y la gratitud.

Abriendo los Abran sus corazones compartiendo brevemente cómo les fue a lo lar-
corazones go de la semana, el tiempo devocional, temas de oración, entre otros.

Leyendo la Leyendo la Palabra: Mateo 14:13-21.


Palabra
Entendiendo el contexto: el milagro de la multiplicación se relacio-
na con el pasaje de la muerte de Juan el Bautista (14:1-12). De este
modo, si su muerte representa la persecución y el sufrimiento que los
cristianos padecen en el mundo, el milagro de la multiplicación mues-
tra la obra de la vida y la salvación que llega al final del sufrimiento.
Jesús le mostró a la multitud que en el reino de Dios no existe el ham-
bre, a través del milagro de la multiplicación. También nos enseña que
vino al mundo como el pan de la vida y que sus discípulos deben ser
buenas herramientas para hacer la voluntad del cielo en la tierra. Hoy
en día, este pasaje nos muestra la abundancia del reino de Dios como
si fuera una imagen anticipada de los que vamos a vivir.

1• Compartiendo la Palabra:
Observando y meditando:
1. ¿Qué responde Jesús a la sugerencia de sus discípulos de des-
pedir a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren algo
de comer? (vv. 15-16)

Aplicando y compartiendo:
1. Compartan detenidamente cómo obedecerán ustedes y su comu-
nidad a la orden de Jesús, cuando dice: “dadles vosotros de co-
mer”.

156
2• Observando y meditando:
1. ¿Qué le llevaron los discípulos a Jesús?
2. ¿Cuántas personas comieron y cuánto sobró luego de que Jesús
bendijera los alimentos y los repartiera? (vv. 17-21)

Aplicando y compartiendo:
1. ¿Cómo oró Jesús para bendecir los cinco panes y dos peces?
2. ¿Por qué asunto deben orar juntos, agradeciendo la gracia que el
Señor les dará?

Ordenando las Jesús permitió que la multitud y sus discípulos conocieran la celebra-
ideas: ción del cielo, a través de este milagro. Lo único que la gente nece-
sitaba para comer abundantemente era obedecer. Los discípulos le
llevaron lo poco que habían encontrado a Jesús, quien luego oró a
Dios, alabándolo y dándole gracias. En consecuencia, el milagro de
la multiplicación, en el que comieron hasta sentirse satisfechos y reco-
gieron 12 canastos de sobras, es el fruto de la obediencia y la gratitud;
una valiosa lección que evidencia el reino de Dios. Aunque parezca
que no tenemos nada importante para ofrecer, Dios nos multiplicará,
si obedecemos a Su orden de dar de comer a otros.

Orando con la Dios, gracias por darnos el verdadero alimento del cielo, además de
Palabra: proveernos el alimento para nuestro cuerpo. Haz que pueda ser un
mensajero de la gracia obedeciendo Tu Palabra, para pueda experi-
mentar así Tu reino cada día aquí en la tierra.

Orando juntos: 1. Oremos para que podamos madurar como cristianos, meditando
profundamente sobre el sufrimiento y la gloria que soportó el Se-
ñor; para que reflexionemos sobre nuestro ser y nuestro entorno,
y podamos arrepentirnos de corazón.
2. En los últimos años ha habido incendios forestales en el Círculo
Ártico a causa del calentamiento global, el cual continúa aumen-
tando la temperatura de la tierra. Oremos para que nos dé la sabi-
duría para hallar una solución a este problema.
“Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cin-
Versículo para
co panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y
memorizar:
dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud” (Mateo 14:19).
** Finalicen la reunión con alabanza y oración.
157
Estudio bíblico semanal

04
Mateo 17:1-13
La gloriosa transfiguración
del Señor

|  El fiel es hijo de la luz que recibe la luz de la gloria de


Enfoque 
Jesucristo.

Abriendo los Abran sus corazones compartiendo brevemente cómo les fue a lo lar-
corazones go de la semana, el tiempo devocional, temas de oración, entre otros.

Leyendo la Mateo 17:1-13.


Palabra
Entendiendo el contexto: la transfiguración de Jesús es tan importante
que forma parte de los cinco sucesos claves de su vida junto a la en-
carnación, el sufrimiento de la cruz, la resurrección y el ascenso. En
Mateo 16 comparte con sus discípulos el sufrimiento que le espera,
mientras que en el siguiente capítulo consuela a sus discípulos trans-
figurándose, revelando así que es el Mesías y que recibirá la gloria al
resucitar tras el dolor que atravesará. Cuando Jesús se transfigura,
aparecen Moisés y Elías. Así, Mateo enfatiza una vez más que Jesús
es el Mesías. Si bien Moisés representa la Ley y Elías a los profetas,
Jesús es quien completa la Ley y hace realidad la profecía.

1• Compartiendo la Palabra:
Observando y meditando:
1. ¿Cómo cambió el cuerpo de Jesús en el monte? (vv.1-2)

Aplicando y compartiendo:
1. ¿Cómo eran sus vidas antes y después de creer en Jesús?
2. Compartan qué cambios ocurrieron en ustedes en la luz de Cristo.

158
2• Observando y meditando:
1. ¿Qué se escuchaba desde la nube cuando hablaba Pedro?
2. ¿Qué vieron los discípulos al volver a alzar los ojos? (vv. 4-8)

Aplicando y compartiendo:
1. ¿Alguna vez buscaron más la experiencia mística que la Palabra?
2. ¿Cuál es la responsabilidad que deben cumplir en la tierra, a tra-
vés de una espiritualidad práctica?

Ordenando las Jesús lleva al monte a los discípulos que no comprendían su ministe-
ideas: rio, para transfigurarse ante ellos y revelarles su misión. De esta forma,
les muestra primero la gloria de la resurrección que ocurrirá después
del sufrimiento en la cruz y la muerte. Del mismo modo que no existe
gloria sin aflicción ni resurrección sin muerte, debemos buscar la glo-
ria del Señor en medio de la congoja y la persecución; y debemos vi-
vir en santidad con la ayuda del Espíritu Santo, anhelando la gloria del
cielo y aferrándonos a la cruz hasta alcanzar la victoria final. Por lo tan-
to, el fiel es aquel que se reviste del nuevo hombre, al recibir la luz de
Jesús, y se va pareciendo a la imagen del Creador (Colosenses 3:10).

Orando con la Señor, Tú viniste al mundo como la verdadera luz. Te doy gracias por
Palabra: permitirme participar de Tu gloria, a pesar de que soy como una va-
sija de barro. Guíame para que pueda vivir desde el lugar que me
toca, reflejando Tu gloriosa luz, actuando como un cristiano que re-
vela Tu vida.

Orando juntos: 1. Oremos para que Dios obre fuertemente sobre el gobierno norco-
reano, que obstruye la puerta del evangelio, reprimiendo la liber-
tad y los derechos humanos de sus ciudadanos. Clamemos para
que se vuelvan a Él.
2. Oremos para que los ugandeses, que tienen un gran porcentaje
de cristianos, puedan transformarse y maduren en el evangelio, y
se conviertan en el motor del avivamiento de África (véase “Pione-
ros de la misión”).

Versículo para “Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo: «Levantaos y no temáis.» Cuan-
memorizar: do ellos alzaron los ojos, no vieron a nadie, sino a Jesús solo” (Mateo 17:7-8).

** Finalicen la reunión con alabanza y oración.


159
Testimonio

El devocional
Lo cambia todo
Marcela Rodríguez - Iglesia Hope Fellowship - Costa Rica

N
ací en un hogar cristiano,
crecí escuchando acerca
del amor de Dios y de Su Pala-
bra, y hasta los 20 años estuve
en un ambiente de fe. Todo pa-
recía ir bien. Pero, poco a poco,
las preocupaciones de esta vida,
el engaño de las riquezas y mu-
chos otros malos deseos ahoga-
ron algunas de las semillas de la
Palabra que habían sido sem-
bradas en mí. Durante casi 10 años, buscar a Dios, meditar en Su Palabra y perma-
necer en Él no fue una prioridad. Pasaban días, semanas e incluso meses en los que
estuve inmersa en la rutina diaria y los placeres temporales. Mi alma estaba cada
vez más sedienta, seca y agotada. Intenté distraerme y hacer como si nada pasa-
ra, pero no funcionó. Llegué a un punto en el que no pude soportarlo ni esconderlo
más, me cansé de negar lo que mi alma gritaba: necesitaba volver a Dios. Por eso,
en el 2014 decidí correr a la única fuente de vida, rodearme de una familia en la fe
que me ayudara a regresar al camino y buscar herramientas para alimentar diaria-
mente mi espíritu con el pan de vida. En este proceso, conocí el devocional Tiempo
con Dios y fue agua en medio del desierto; llegó como un regalo del cielo.
El TcD fue (y es) el instrumento que Dios usó para reconectarme con Su Palabra, y
ayudarme a crecer y permanecer en Él. Cada parte del devocional (los pasajes bíbli-
cos, artículos, reflexiones, oraciones, testimonios, etc.) se ha convertido en una guía
de ruta hacía el corazón de Dios, cada página ha sido testigo de una relación de in-
timidad que ha transformado mi interior y ha impactado mi entorno. Soy abogada,
así que las reuniones, la agenda llena, los correos electrónicos que vienen y van, y
las tareas pendientes son una constante. El devocional Tiempo con Dios me recuer-
da la cita más importante que tengo cada día, una cita con el Creador del universo,
con mi Padre celestial, con mi Amado. Empezar el día a solas con Dios, escuchan-
do Su voz en las páginas de este devocional es un momento que lo cambia todo.

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