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SEGUNDA ACTIVIDAD.
FACILITADORA: PARTICIPANTE:
Abg. DIONIMAR PEREIRA RIVAS RODOLFO V-10.818.717
Las condiciones para que surja una causa extraña no imputable son:
La Culpa.
Existen diversas teorías relativos a la culpa, y por ante mano muchas críticas y
objeciones bajo los actos humanos ejecutados por el hombre y por ende ante la violación de
un deber. Destacándose que para los positivistas, quienes prescinden de la libertad del
hombre y entienden que su conducta está determinada exclusivamente por diversos
factores, la culpa encuentra su explicación en una falta de reflexión, de inteligencia o de
atención.
En líneas generarles se podría decir que sería la inejecución por parte de un sujeto de
derecho a deber que debe observar y acatar.
Por lo que si una persona por su culpa, causa un daño a otra, evidentemente es
razonable que sea condenado a repararlo. El comportamiento culpable o deficiente de aquel
que origina el perjuicio, justifica que se le imponga esta obligación.
El incumplimiento debe ser culposo, debe provenir de la culpa del agente, donde el
término es tomado de su acepción más alta que comprende tanto el dolo o incumplimiento
intencional como la culpa propiamente dicha, o incumplimiento por simple imprudencia o
negligencia.
Orientación Contemporánea
Los Expositores del nuevo código, explican, que la expresión: aunque se haya previsto,
significa que la previsión del resultado es extraña al concepto de delito culposo. Para el
código hay delitos dolosos cuando el resultado no solo se ha previsto sino que se ha
querido; y hay delito culposo o contra la intención, cuando el resultado aunque se haya
previsto, no fue querido por el agente y es obrar de las condiciones de imprudencia,
negligencias, etc.
Clases de Culpa.
A. Dándose de igual manera las culpas por los diversos tipos de actuaciones tanto
positivas como negativas.
B. Culpa intencional
Hay una graduación de la culpa o negligencia, cuyo grado de mayor intensidad
corresponde a la culpa intencional, llamada también culpa consciente o dolo civil. Se trata de
los supuestos en que el agente actúa con intención o conciencia de causar daño, o, en otro
caso, prevé indiferentemente el resultado dañino del acto ilícito. Se opone a este grado de
culpa el de culpa inconsciente, que se corresponde con el concepto habitual de la falta de
cuidado ordinario y se expresa con el término único de culpa o negligencia. El dolo eventualis
o dolo eventual es una prolongación de la culpa intencional: conforme aumenta
la probabilidad de causar daño, la conducta del agente es más negligente y mayor su
propósito o consentimiento de causar daño.
C. Según la gravedad:
Culpa grave; no aportar a los negocios propios el cuidado que las personas menos
cuidadosas y mas estúpidas no dejan de aportar a sus negocios; es decir, cuando el
sujeto actúa con el mayor descuido posible, es la culpa en la que incurre el sujeto
mas imprudente, mas descuidado o negligente. Es culpa en la que NO incurriría la
persona normalmente sensata.
Culpa leve; no aportar a los negocios de otros el cuidado que el común de los
hombres aporta comúnmente a sus negocios. Es aquella en la que no incurriría una
persona normalmente cuidadosa, corrientemente sensata.
Culpa levísima; no aportar el cuidado que las personas más astutas aportan a sus
negocios. Esaquella culpa en que no incurriría una persona muy diligente, muy
atenta o sagaz, extraordinariamente perspicaz.
Se puede decir entonces que en la culpa, en todo caso, puede hablarse de una conducta
voluntaria, y ello, aun en los casos de delitos culposos omisivos, ya que también en tales
casos cabe hablar de voluntariedad en cuanto depende de la voluntad del sujeto el omitir el
cuidado debido o el no prestar la atención que le imponen sus deberes.
Clasificación de la culpa.
1) Culpa Mediata e inmediata:
1) Imprudencia:
2) Negligencia:
3) Impericia:
El caso típico es el del albañil que desde el andamiaje en el cual trabaja deja caer un
ladrillo que mata a un transeúnte.
No debe confundirse la impericia con la poca habilidad profesional, porque la ley exige
en las personas que capacita para un determinado ejercicio profesional ciertas condiciones
de estudio y formalidades probatorias, pero entre los capacitados hay diferencias de
ingenio, de habilidad, de estudio.
Los profesionales pueden incurrir en culpa diversa de incapacidad, si en sus actos hay
falta de prudencia o de cuidado, esto es, por imprudencia o negligencia.
4) Inobservancia de reglamentos:
Cuando se trata de una violación de los reglamentos, que produce resultado perjudicial,
basta la demostración de la transgresión, sin necesidad de prueba de la previsión o no de las
consecuencias, porque el legislador se ha sustituido a los ciudadanos en la tarea de
previsión.
5) la noción de previsibilidad:
Los delitos culposos configurados por el código penal venezolano se componen del
elemento subjetivo de la voluntariedad en el hecho inicial y de un coeficiente culposos,
consistente en la imprudencia, negligencia, impericia e inobservancia, que en algunos
casos, se exige aisladamente, y en otros, en forma alternativa
6) Pluralidad de sujetos:
Cuando hay culpa en la victima no por eso deja de responder penalmente del resultado
delictuoso, el autor por la culpa propia; en nuestro derecho no puede admitirse la
compensación de culpas en materia penal. Si toda culpa proviene en la victima como en el
caso del transeúnte que se arroja en forma imprevista frente al vehículo, sin que el chofer
pueda detenerlo y se mata, la responsabilidad desaparece.
Si el hecho proviene de un tercero, responde este; y si en el accidente resultan
lesionados autor y víctima, el autor puede ser perseguido por las otras víctimas. Puede
haber, asimismo, culpa común de las víctimas, que se extingue distintamente.
Los once delitos culposos del Código Penal Venezolano son: revelación de secretos
políticos o militares (artículo 136); violación de sellos (artículo 230); sustracción de cosas
dadas en prenda o puestas en secuestro (artículo 232); incumpliendo de obligación en casos
de su ministros públicos (artículo 234); fuga de condenados 8articulo 266); incendio,
explosión, inundación, sumersión o naufragio por imprudencia, negligencia o impericia en
la profesión, arte o industria o por inobservancia de los reglamentos, ordenes o
disposiciones disciplinarias (artículo 357); peligro o catástrofe en la vía férrea por
negligencia, impericia de arte o profesión e inobservancia de reglamentos, ordenes o
instrucciones (artículo 360); adulteración, envenenamiento o venta de aguas medicinales
por las mismas causas 8articulo 370); homicidio (artículo 411); lesiones personales
8articulo 422); omisión de dar cuenta y omisión de prestar socorro a una persona que se
encuentre abandonada o en peligro (artículo 440); delito en el cual la culpa es discutida, y
así, la incriminación del artículo 440 no es considerada por Manzini como negligencia, sino
como omisión voluntaria; en cambio, si está en la nomenclatura de Tosti y en la de otros
penalistas italianos.
Caso Fortuito.
Los casos fortuitos o la fuerza mayor son hecho imprevisibles e incluso en muchos
casos inevitables y que liberan al deudor del cumplimiento de las obligaciones, hay 4
hechos que hay que tomar en consideración a efectos liberatorios que son:
Fuerza mayor.
Disposición legal de Indica el artículo 1271 del Código Civil: “El deudor será
condenado al pago de los daños y perjuicios, tanto por inejecución de la obligación como
por retardo en la ejecución, si no prueba que la inejecución o el retardo provienen de una
causa extraña que no le sea imputable, aunque de su parte no haya habido mala fe”
(destacado nuestro). De dicha norma se deriva que el incumplimiento involuntario proviene
de una causa o circunstancia no imputable o no atribuible al deudor. Lo cual refuerza el
artículo 1272 eiusdem: “El deudor no está obligado a pagar daños y perjuicios, cuando, a
consecuencia de un caso fortuito o de fuerza mayor, ha dejado de dar o de hacer aquello a
que estaba obligado o ha ejecutado lo que estaba prohibido” (destacado nuestro). Obsérvese
que el artículo 1271 se refiere más propiamente a la expresión genérica “causa extraña que
no le sea imputable”, en tanto que el artículo 1272 sólo hace referencia a dos de sus
especies o modalidades (caso fortuito o fuerza mayor), sin perjuicio que la norma
ciertamente aplique a otras modalidades de causa extraña no imputable.
El Código Civil en su art. 1271 alude genéricamente a una “causa extraña” que no le
sea imputable al deudor, la cual es el género que incluye entre sus especies: el “caso
fortuito” y la “fuerza mayor” (CC, art. 1272) a los que se agrega el hecho del príncipe, el
hecho del tercero y el hecho del acreedor. Algunos añaden la pérdida de la cosa debida, en
tanto otros, más precisamente la ubican entre los modos de extinción de las obligaciones,
pero se aclara que más bien forma parte del género de la imposibilidad sobrevenida aunque
con una connotación específica a las obligaciones de dar. Pero dicha pérdida de la cosa
debida puede ser consecuencia de las citadas especies de causa extraña no imputable por lo
que es discutible que configure una causa autónoma. Tales especies de causa extraña no
imputable están en su mayoría referidas en el artículo 1193 del Código Civil relativo a la
responsabilidad civil por cosas (extracontractual), materia en la cual se alude a “culpa de la
víctima” en lugar de hecho del acreedor. La norma agrega: el hecho de un tercero, caso
fortuito y fuerza mayor. La noción de fuerza mayor y caso fortuito es tan importante a los
efectos de la responsabilidad contractual como la propia idea de culpa. Se ha pretendido
distinguir entre fuerza mayor y caso fortuito, con base –entre otros– al criterio de la
“evitabilidad”: la fuerza mayor viene dada por hechos imprevisibles pero que no se podían
haber evitado (terremoto, inundación), el caso fortuito es un hecho imprevisible en
principio pero que de haberse previsto no hubiera podido evitarse. Otro criterio es el de la
procedencia del hecho impeditivo, según sea externo o interno al ámbito en que se
desenvuelve la relación obligatoria, así si el suceso es externo es fuerza mayor (terremoto)
y si es interno se trataría de caso fortuito (robo). En efecto, el caso fortuito se asocia al
interior del afectado o su círculo en tanto que la fuerza mayor se origina afuera con una
violencia insuperable, se trata de un evento irresistible por no existir fuerza humana capaz
de hacerle frente con éxito36. Hay quien considera que la frontera vendría dada por la
“gravedad” que se le impone a la fuerza mayor. Pero lo cierto es que la ley pareciera
considerarlos sinónimos, por lo que para algunos se trata de una “disquisición
prácticamente inútil” porque la ley no hace diferencia entre ellas. Por consiguiente, lo más
acertado es concluir que caso fortuito y fuerza mayor son expresiones que, heredadas del
Derecho romano desempeñan en nuestro sistema jurídico-civil un mismo papel. En
consecuencia, pueden considerarse equivalentes y describirse como aquellos hechos o
circunstancias que siendo absolutamente extraños a la voluntad del deudor, hacen que éste
no pueda llevar a cabo el cumplimiento de su obligación y por tal quede exonerado de la
misma40. La doctrina refiere que sería aconsejable que la ley más que referirse a “caso
fortuito” y “fuerza mayor”, en una futura reforma se haga referencia genéricamente a
“causa extraña no imputable” (como lo prevé el artículo 1.272) la cual incluye diversas
especies que veremos de seguidas. Con relación al caso fortuito y la fuerza mayor, se acota
que los juicios de valor en su determinación han de relacionarse con la diligencia que el
deudor debe prestar en el cumplimiento de su obligación. “Sólo el deudor diligente podrá
exonerarse, porque si el hecho ha podido ser previsto con la diligencia exigible o evitado
con una actividad diligente, no habrá caso fortuito o fuerza mayor ni consecuentemente,
liberación o exoneración.
Supone la atribución del evento a una persona distinta al deudor y al acreedor. Se trata
de la conducta de cualquier sujeto totalmente extraño a la relación obligatoria, que
igualmente impide el cumplimiento de la obligación. El deudor que no cumple con su
acreedor por habérselo impedido una tercera persona para exonerarse de responsabilidad
debe probar que el hecho fue imprevisible e irresistible. Por ejemplo, el sujeto (taxista o
huelguista) que impide que el deudor llegue a su destino ante una obligación de término
esencial. No constituyen hechos de tercero aquellos por los cuales un sujeto sea responsable
como los emanados de un apoderado o las personas que estén bajo su guarda. Por otra
parte, debe constituir causa única y no concurrente de la imposibilidad, porque de lo
contrario operaría una atenuación de la responsabilidad civil. Para algunos no es más que
una modalidad del caso fortuito, lo cual se ve claramente, por ejemplo, en el supuesto de un
choque o de un robo que impide el cumplimiento de la obligación.
Perdida de la cosa debida.
Por pérdida de la cosa debida se entiende cuando en una obligación que tiene por objeto
una cosa determinada, ésta perece, queda fuera del comercio o se pierde, de modo que se
ignora absolutamente su existencia, sin culpa alguna por parte del deudor. La pérdida de la
cosa debida debe ocurrir después que las partes han asumido sus obligaciones y no antes,
porque de ser así, la obligación sería inexistente por falta de objeto.