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TERAPIA OCUPACIONAL EN PACIENTES QUEMADOS

La rehabilitación se realiza desde que el paciente ingresa a la Unidad de Pacientes Critico (UPC).
Técnicas de terapia ocupacional en esta fase: Posicionamiento, manejo ortésico, manejo de
cicatriz, entrenamiento en actividades de la vida diaria, manejo del edema, ejercicio, movilización
y preparación al alta (terapia física disminuyen complicaciones y secuelas 76,77%).

Se definen 3 etapas principales:

1. La fase de rehabilitación temprana o inicial corresponde al periodo desde el ingreso del


paciente al centro de salud hasta tener el 50% de sus heridas cerradas o hasta que inicie la
etapa de colocación de injertos. (UPC)
2. La fase intermedia abarca desde la etapa anterior hasta el momento de cierre completo
de la herida.
3. La fase a largo plazo se extiende desde el cierre de la herida o del alta de la hospitalización
hasta el momento en que el paciente ha recibido el máximo beneficio de los servicios de
rehabilitación, incluyendo las cirugías reconstructivas. (Rehabilitación ambulatoria).

1. Evaluación

Según la fase de evolución del paciente

a. Evaluación fase inicial e intermedia

La primera evaluación de terapia física debe ser realizada entre las 24 y 48 horas, desde que el
paciente ha ingresado al centro hospitalario.

Considera los siguientes aspectos:

-Evaluación de los requerimientos posicionales: se evalúa las posiciones que necesita el paciente
para disminuir edema, evitar puntos de apoyo de zonas quemadas y de riesgo, prevenir
retracciones y según necesidades médico quirúrgicas.

-Evaluación articular: se realizan evaluaciones generales segmentarias, para detectar potenciales


zonas en riesgo de disminuciones de rangos articulares y/o limitaciones por retracciones ya
establecidas.

-Evaluación funcional: durante el período hospitalario una vez que el paciente está estabilizado, se
deben evaluar las capacidades para realizar las actividades de la vida diaria necesarias para la
independencia.
b. Evaluación fase a largo plazo

-Evaluación articular: Se realizan evaluaciones segmentarias pasivas y activas, consignando si hay


limitaciones por retracción o rigidez.

-Evaluación muscular

-Evaluación funcional: De todas las actividades de la vida diaria correspondientes a su etapa en el


ciclo vital. Se recomienda dentro de los test aplicar el Burn Specific Health Scale (BSHS).

-Evaluación neuromusculoesquelética: Para medir funciones integradas de varios sistemas tales


como propiocepción, ortostatismo, equilibrio, marcha, orofacial.

-Evaluación ergométrica: evaluación controlada y cuantificable, para estudiar las respuestas del
aparato cardiovascular en una situación de máximo esfuerzo.

-Evaluación específica de cobertura cutánea y secuelas cicatrízales: Se recomienda usar escala de


Vancouver y el POSAS.
Si bien no existe consenso en escalas de medición, hay acuerdo en los aspectos a evaluar en
cicatrices, injertos o colgajos: evaluación de altura, pigmentación, vascularización, consistencia,
sensibilidad, prurito, dolor, plegabilidad, adherencia, contracción de injertos, retracciones y
clasificación morfológica de secuelas cicatriciales.

2. Rehabilitación

a. Rehabilitación en fase inicial e intermedia

Movilización del paciente quemado:

ETAPA INICIAL

Las movilizaciones en la etapa inicial serán en un comienzo pasivas o asistidas; luego,


acorde al estado de cada paciente, el plan de movilización será en base a ejercicios activos
y actividades terapéuticas, procurando abarcar siempre el mayor rango de movimiento.
El paciente será asistido a través de movilización activa o cambios de posición,
transferencia fuera de la cama, transferencias a sillón bipedestación y deambulación.
Nivel de Evidencia 1.

La realización de protocolos de movilización intensiva, desde el primer día de ingreso


hospitalario, con repeticiones de 2 a 3 sesiones por día con duración de 30 a 45 minutos,
ha demostrado mejores resultados en reducir el desarrollo de contracturas versus
tratamientos no estandarizados. Nivel de Evidencia 1
Los autores concluyen que el uso de movilización temprana y terapia física es una
intervención segura y efectiva para lograr mejoras funcionales en los pacientes ingresados
a cuidados intensivos. Nivel de evidencia 1

ETAPA INTERMEDIA

-Realizar movilización de los segmentos no afectados además de la extremidad


contralateral, durante el tiempo de inmovilización de zonas quemadas recién injertadas.

- Realizar deambulación precoz para mantener la independencia, balance, rango articular


de extremidades inferiores y función, disminuyendo el riesgo de trombosis venosa
profunda.

-Activación funcional de los segmentos comprometidos, mediante la realización de


actividades terapéuticas con el propósito de estimular la mantención o recuperación de la
funcionalidad, incentivando la autonomía personal y la vivencia de logro que influye en
una mejor adaptación emocional.

-En pacientes pediátricos, favorecer las actividades cotidianas, educando a la familia a


realizar actividades lúdicas guiadas, ayuda a mejorar la movilidad de los segmentos
comprometidos favoreciendo el desarrollo normal del menor.

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