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Luis de la Barreda Solérzano es coordinador del Programa Uni: versitario de Derechos Humanos de la UNAM. Fue el presi- dente fundador de la Comision de Derechos Humanos del Distrito Federal. Cursé historia universal con la maestra Maria Teresa Landa en la Preparatoria Uno. Le apasionan los ternas de derechos humanos y justicia penal. Su libro més reciente es eCulpable? Florence Cassez, el juicio del siglo. LUIS DE LA BARREDA SOLORZANO. La pasién de Maria Teresa Landa EDITORIAL PORRUA AV. REPUBLICA ARGENTINA 15 MEXICO, 2013 Primera edicén, 2013 Copyright © 2013 Luss BELA BARREDA SOLORZANO sca obra y sus caracteristcas son propiedad de EDITORIAL PORRUA, SA de CV 8 ‘Av. Republica Argentina 15 altos, col, Centro, 06020, México, DF wo porn.com (Queda hecho el depésiio que marca la ley Derechos reservados ISBN 978-607-09-1491-1 Blioteea Bantel Cosio Ullegas” ELCOLEGIO DE MEXICOAC ~ ‘PRINTED 19 MEXICO Dejo constancia de mi profundo agradecimiento a quienes me brindaron una valiosisima ayuda en la elaboracién de este libro, Elisa Speckman me sugirié la idea de escribirlo y me pro- porcioné articulos y ensayos muy importantes sobre el caso Marfa Cecilia Vazquez y José Antonio Aguilar Valdez me hicie- ron llegar el libro Confidencias de “Miss México” de Manuel Espejel y Alvarez, inexistente en librerias. Sonia Araujo tradujo del inglés al espanol el ensayo —iné- dito por lo menos hasta el momento de esa traduccién— Ima- ginaciones en cl drbol de Judas: cuentos de perdén de ta ‘Seriorita México” de Michele Jeanine Mericle, tesis presentada en la Universidad de Arizona para obtener la Maesitia de Arte. Moisés Alfredo Plata, Octavio Beltrén ¢ Ivén Tapia buscaron y fotografiaron en la Hemeroteca Nacional de la Universidad Nacional Auténoma de México los diarios que se citan en esta obra La pasién de Maria Teresa Landa La maestra Bes Escuchar a la maestra Maria Teresa Landa en el Antiguo Co legio de San Ildefonso —uno de los lugares sagrados de la Ciudad de México, dice Octavio Paz, y entonces lujosa e inau- dita sede de la Preparatoria Uno— ha sido la experiencia mas deliciosa que como alumno he tenido en mi vida. Era una espléndida narradora que, al exponernos con apasionada in- tensidad episodios dramaticos protagonizados por importantes figuras hist6ricas, nos remontaba a las épocas correspondien- tes y nos hacia estar allf como emocionados y aténitos testigos. Estar alit. ¢Comprenden los lectores lo que eso significa? Estar alli era disponer de una maquina del tiempo y del espacio que nos Ilevaba ahi donde se habian producido acontecimientos extraordinarios, y darnos el privilegio, el privilegio insdlito, de ser testigos de tales acontecimientos. Eso ha existido no en la realidad sino en la literatura y en el cine de ciencia ficcién. Pero también existia en las clases de la maestra Landa. Ese milagro, la creacién de la maquina del tiempo y del espacio, lo realizaba la maestra Landa, en cada una de sus clases, en cuanto empezaba a hablar, Su voz ayudaba mucho al efecto embelesador que nos producia: era una voz grave, clara, po- tente, profunda, que ella sabia manejar extraordinariamente dandole los matices, los cambios de tono y de volumen, los énfasis precisos, como una actriz de tragedia griega. Era una Maria Callas en la intensidad interpretativa, Por encima del contexto social de los acontecimientos, la maestra Landa subrayaba las caracteristicas psicolégicas de los protagonistas. Se detenia en los detalles que mostraban caracteristicas complejas de la condicién humana, esencial- 2 JURADO HECHIZADO La asin de aca Teresa Landa mente invariable a través de los tiempos. La maestra era due- fia de una capacidad descriptiva extraordinaria, pero, atin mas que las descripciones escenograficas, era esa perspectiva psicolégica, los retratos que trazaba del alma de los persona- Jes. lo que hacia la clase tan apasionante. La vehemencia narrativa de la maestra se agudizaba nota- blemente cuando los protagonistas historicos eran mujeres de sino tragico. Entonces se volvia més penetrante, se de- moraba mas en la exposicion y se mostraba, cémo decirlo, mas identificada con el personaje: parecia ponerse en su lie gar. Sus palabras incendiaban el animo de sus escuchas, no- otros, sus alumnos de la clase de historia universal. Solo una piedra hubiera podido —las piedras jamds, paloma, qué van a saber de amores, dice la bellisima y enigmatica cancién popu- lar de Tomas Méndez “Cucurrucuci, paloma”— permanecer indiferente a los relatos de la maestra Lamaestra Landa nos hace oir las voces de origen divino que desde los 13 afos escucha Juana de Arco. No las imita las reproduce. En verdad las estamos escuchando, con esca- lofrio en la espalda, Sentimos la sensacién de miedo, descon- cierto y confusién que Juana, casi nif, experimenta al escucharlas, Aunque no todos compartimos su certeza, ella no duda de que son enviadas por Dios. La tercera vez que las oye, Juana reconoce al arcangel San Miguel, protector del reino de Francia, pues lo ve con sus propios ojos, acompafia do de los angeles del cielo, Oye las voces dos o tres veces por semana, Luego identifica la de Santa Catalina de Alejandria y la de Santa Margarita de Antioquia, las santas mas veneradas del momento, ambas martires de su fe cristiana. El arcdngel y las santas le revelan su misién de liberar a Francia del do- minio inglés. Si, a ella, casi una nifta, una campesina iletrada, sin conocimientos militares, le asigna el cielo una misidn im- posible. Por qué, por qué a ella?, nos preguntamos. Hija de campesinos, Juana de Arco no sabe leer ni escribir. Rechaza toda forma de coqueteria femenina: viste como va- F6n y usa el cabello muy corto. No siente atraccién por nin: anaes 3 gin muchacho aunque esté en la edad en que las hormonas suelen alborotarse. Sus habitos son los de un asceta. Se ru- mora que no ha menstruado debido a su frugalidad. Quiza presintiendo que el destino le depara cometido tan alto, des- de que las voces se le manifiestan, con solo 13 afos, Juana hhace voto de castidad. Pero como es usual en la época, su padre, sin consultarla, la promete en matrimonio. Ella se nie- ga a casarse, decision extraordinaria en una muchacha de su clase social y de su tiempo. Despechado, el pretendiente, un tal Paul LeMarie, la leva a juicio acusandola de incumplimien- to de la promesa matrimonial. Juana desmiente al demandan- te con tal contundencia —era una muchacha sumamente elocuente— que es absuelta, La maestra nos emociona a todos: obedeciendo a sus vo- ces, Juana de Arco atraviesa territorio enemigo para pedirle al Delfin que ponga a sus drdenes, (a las érdenes de una nifia de 15 afost, un ejército para ira librar a la ciudad de Orleans del asedio de las tropas inglesas. Escuchen lo que le dice Jua- na, nos invita la maestra Landa, y es la voz de Juana, 110 ta de la maestra Landa, la que escuchamos: “El rey del cielo te envia un mensaje a través de mi: tu serds consagrado y co- ronado en Reims, y tu seras el lugarteniente del rey del cielo, que eso es ser rey de Francia. El me envia para guiarte hacia Reims, donde recibiras tu coronacién y consagracién”. Con qué poder persuasivo se lo habra dicho, que le fue concedido, a ella, una nifia de trece afios, lo que pedia. Acompafamos en su cabalgata a Juana de Arco, que capi- tanea un pequeiio ejército con el que conseguira que los in- gleses levanten el sitio de Orleans. Cabalgamos a su lado, cruzando el puente de Reims, y la admiramos, invicta y ra- diante en su armadura, magnifica, con el estandarte blanco ondeando al viento y la aureola que le da una apariencia so- brenatural. A pesar de su falta de femineidad en el arreglo, nos parece hermosa. Asistimos después a la ceremonia So- lemne de Reims en la que. gracias a Juana de Arco, se corona rey a Carlos Il, Juana esta radiante. 4 JURADO HECHIZADO La pasin de Mara Terese Landa Pero las apoteosis, jayl, son fugaces. La maestra nos hace sentir el desconcierto de Juana ante la actitud posterior del Fey, quien, sin haberle informado de sus planes, pacta treguas Y quiere negociar con los borgoneses, aliados de los ingleses, Mientras la Doncella sigue combatiendo con ejércitos insufi. cientes. La maestra se ensombrece al relatarnos la captura de Jua- na de Arco en Compiegne, sus intentos de fuga, su periplo de una villa a otra hasta su llegada a Ruan, donde se le somete uno de los procesos mas Famosos y ruines de la historia. A la maestra le tiembla la voz al describirnos la celda oscura en que es recluida Juana, al referirse a las tentativas de viola- cin que sufre la Doncella por parte de dos de los cinco hom- bres que la vigilan (los cuales son amonestados por Ana de Borgofa, duquesa de Bedford), al decitnos que la enjuiciada no esta presente en las diez sesiones preliminares de su jui- cio, y al informarnos sobre los documentos, descubiertos tiempo después, que prueban que buena parte de los miem- bros del jurado de la Santa Inquisicién que juzgé a Juana es- taban sobornados para fallar en su contra La voz de la maestra se oscurece, pero no se debilita, al hablarnos de la acusacién, segiin la cual Juana de Arco esta dominada por ocultas fuerzas diabolicas que son las que la hhacen escuchar voces. Se le acusa de herejia y asesinato, Se le Feprocha su ropa de hombre. La maestra sube atin mas la in- tensidad al decirnos que notarios y asesores, dudando de la Culpabilidad de la acusada y de la forma de llevar el proceso, Proponen recurrir al Papa, pero los jueces deniegan la peticién. Juana de Arco no quiere morir, pero acepta la voluntad de Dios. Se siente llena de vitalidad, su cuerpo tan joven se quie- re aferrar ala vida, su corazén late con fuerza, pero se some- te a la voluntad divina, Sabe que es victima de una conjura miserable, pero su fe la conforta. Escucha, sigue escuchando las voces que la han acompafiado durante tantos afios, y esas voces le dan animos. Al fin y al cabo todo lo hizo porque las voces se lo dictaron, todo lo hizo en servicio de su rey y a su rey le hizo los servicios por servir a Dios, que es su ver- annestea dadero rey, lo hizo porque esa era la voluntad de Dios, a quien ahora, abandonada por todos, como Cristo, se enco- mienda. Aunque Juana de Arco no se enamoré jamas, no es facil aceptar la muerte cuando, por decitlo con ios versos de ‘Amado Nervo, la vida es una novia enamorada que nos dice no te vayas todavia En la plaza del Viejo Mercado de Ruan, més de diez mil personas acuden a ver la ejecucién. En el estrado donde esta fa pira, un tablén dice: “Juana, mentirosa, perniciosa, enga- jiadora del pueblo, hechicera, supersticiosa, blasfema de Dios, presuntuosa, descreida de la fe de Jesucristo, jactanciosa, idé- Jatra, cruel, disoluta, invocadora de los demonios, apéstata, cismatica y hereje”. Juana —la voz de la maestra es un lamento indignado— se deja caer de rodillas, cierra los ojos, junta las manos bajo el mentén y reza: “Padre, te suplico que acojas mi alma y ten- gas a bien no tomar en cuenta sus momentos de debilidad o de duda... Que tu amor generoso se derrame sobre mis her- manos, presentes 0 ausentes, y los bendiga, librandotos de culpa... Yo les perdono todo el mal que me hacen —concluye dirigiéndose a quienes la han condenado— y prometo que cuando me halle junto a Jesis, a la diestra de Dios Padre, in- tercederé ante El para que vuestros errores sean perdonados” Los ojos de la maestra se humedecen cuando nos dice que 21 afios después de que Juana fue quemada, la Iglesia pide la revision de su proceso. En ese reexamen —la maestra esboza tuna sonrisa triste— muchos testigos que la habian incrimina- do la alaban y le atribuyen milagros de toda indole. La maes- tra nos hace escuchar las palabras de la sentencia del tribunal que al revisar el caso ha resuelto inhabiltar el juicio y declarar Ja inocencia de la Doncella de Orleans, irreversiblemente eje- cutada dos décadas atras. Somos testigos de cémo, tras ser declarada bruja y condenada a la hoguera, ahora se le invoca, una vez revisado el proceso, como Juana la Santa." ria —"los callejones "Para compensar las infidelidades de ri memoria —"los calle ‘oscuros de la memoria, vieja ciudad de traiciones", defini el escrtor bra-

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