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I.

CONSUMO VOLUNTARIO
La empresa pecuaria, cualquiera sea el rubro al que se dedique (carne, leche, huevo, piel,
trabajo, etc.) o en el tipo de crianza en la que participe (comercial o reproductores), busca
en su unidad productiva la mayor rentabilidad posible, a través de lograr el máximo de
respuesta deseada, y se basan en el concepto "máxima respuesta a menor costo" en
estricta relación para con el mercado al cual esta dirigido.
La “respuesta animal”, cuya expresión zootécnica es posible gracias a su potencial genético
es a su vez dependiente de la interacción de componentes a cuyo balance interactivo
permite el máximo de la respuesta del animal (hato, piara, manada, parvada, etc.). Para
fines prácticos se conceptúa la respuesta animal como una curva sigmoidal cuyo "pico" o
"plateau” es determinado por su potencial genético. Para lograr alcanzar este potencial hay
que ofertar al animal las condiciones necesarias para su crianza, las mismas que son
designadas como manejo nutricional, sanitario y reproductivo. Indudablemente estos tres
manejos sumados al genético son dependientes de las condiciones ambientales del área o
la región donde se asienta el módulo productivo. Es en razón de esta situacion que se
diseña las características infraestructurales e instalaciones mas adecuadas al
aprovechamiento, y en lo posible, del control de las condiciones ambientales (Temperatura,
humedad, iluminación, etc.).
La Figura impresa abajo nos ilustra el grado de logros a través de la implementación
adecuada de cada uno de los componentes o factores citados, donde la participación de la
nutrición en la expresión del potencial genético no asciende más allá de un 35%. Sin
embargo. Es ampliamente reconocido que el manejo nutricional es el cimiento o
fundamento de un módulo productivo pecuario. Su importancia se magnifica cuando al
análisis de los costos de producción animal, el alimento representa en aves y cerdos entre
un 60 a 80%. En módulos para vacunos de leche o carne puede fluctuar entre un 40 a 65%
dependiendo este rango del manejo al que están sujetos. Asimismo, un buen manejo
nutricional confiere al animal una mejor respuesta inmunitaria; consiguientemente, un
menor obstáculo al logro de sus posibilidades productivas o reproductivas.
RESPUESTA ANIMAL

Manejo
Genética
Reproducción
Nutrición
Sanida
d

FIGURA 1: FACTORES QUE GOBIERNAN LA PRODUCCIÓN ANIMAL


La nutrición animal, aunque tan vieja en su práctica (como la vida misma), como ciencia es
relativa-mente joven. Aunque a diferencia de otras ciencias, ésta es muy activa en el
acúmulo de nuevos conocimientos conducentes a acompañar, determinando los
requerimientos nutricionales ante los profundos cambios que suceden a nivel del animal
(genética) o de los sistemas de crianza, los que están sometidos a la premisa de garantizar
el menor daño posible al medio ambiente, en beneficio de un desarrollo mundial sostenible.
La producción animal tiene como base el conocimiento específico e integrado de la fisiologia
animal. Para fines de este curso vamos a centrar las actividades metabólicas inherentes al
denominado "ciclo vital” como el hecho de nacer, crecer, reproducirse y morir. Como
cimiento cognitivo ya en su formación embrionaria y fetal el animal demuestra actividades
metabólicas inherentes a su fase prenatal, y que luego de su nacimiento, continúan a través
de fases u ondas de crecimiento y desarrollo corporal hasta alcanzar su madurez sexual y
poder así; si le está permitido por selección zootécnica, cumplir con su función reproductiva.
En los primeros estadios de crecimiento se observa una franca actividad del desarrollo del
sistema nervioso, luego expresa un franco desarrollo de su tejido óseo, para luego
acompañarse de una franca actividad de síntesis y deposición de tejido muscular, y
encontrándose en menor o mayor grado en animales adultos, la acumulación de tejido
adiposo. Helman (1983), autor de esta concepción esquemática remarca a su vez que estas
actividades se producen gracias a un buen manejo nutricional, y que cualquier situación de
déficit alimentario, básicamente energético, induce a hacer uso de sus propias reservas
empezando por los depósitos grasos para luego recurrir a sus tejidos proteicos.
La Fig. 1 también nos permite deducir que los nutrientes más requeridos para estas
actividades donde citamos al Calcio (Ca) y al Fósforo (P) para el desarrollo óseo o proteínas
para el desarrollo de las masas musculares; aunque obviamente, todo proceso de síntesis
requiere de soporte energético (carbohidratos y lípidos), a la vez de sustancias que aceleren
los procesos metabólicos donde juegan papeles importantes los minerales y las vitaminas.
El organismo animal está compuesto de estos componentes o sustancias químicas. Está
compuesto de agua, proteínas, lípidos, minerales, carbohidratos y vitaminas. Una
comparación por especies se ilustra en la tabla 1.

Tabla 1. Composición animal (%) Análisis comparativo entre especies


Especie Cerdo Vacuno Equino Gallina
VARIABLE
Agua 49 43 61 57
Proteína 12 13 17 21
Lípidos 36 41 17 19
Ceniza 2.6 3.3 4.5 3.2
Carbohidratos <1 <1 <1 <1
Vitaminas
Fuente: Maynard et al., (1981)

Lo importante aquí es entender que todos ellos no son componentes “inertes” en el


organismo animal, sino más bien que se encuentran en un equilibrio dinámico siendo
sometidos a deposición, remoción, gasto o excreción. La velocidad e intensidad de estas
actividades dependerá del nutriente y de su ubicación en los tejidos u órganos que forma
parte, además de la situación del animal. Por regla general existen pérdidas corporales
obligadas y(o) eventuales que deben ser inmediatamente repuestas o compensadas para
establecer un equilibrio, sea que este se encuentre en situación de mantenimiento,
producción o reproducción. Ante el conocimiento de lo expuesto en forma tan resumida el
productor o criador, entendiendo éste equilibrio corporal cubre sus necesidades
nutricionales (alimentación) y de confort en la búsqueda de obtener de él sus productos
(carne, leche, huevo, etc.), traduciéndose esto en lo que hemos llamado “RESPUESTA
ANIMAL”.
El requerimiento animal es complejo si se conoce que requiere de por lo menos 50
nutrientes, los cuales deben ser proporcionados a través de los alimentos en una forma
equilibrada o "balanceada”, en función de sus necesidades (Fases de crianza o de
producción). Si bien existen alimentos que se conocen que por si solos son capaces de
cubrir los requerimientos de un animal, como el caso de la leche materna en el neonato, o
del vitelo para el pollito, o una buena pradera en manejo de animales en pastoreo; por regla
general, para poder cubrir los requerimientos de un animal, sobre todo de aquellos con
potenciales genéticos de alta precocidad o prolificidad, se precisa de una combinación de
ingredientes alimentarios de tal modo que cubra el requerimiento nutricional para una
respuesta esperada. El alimento balanceado debe proporcionar los nutrientes necesarios
para cubrir dos tipos de requerimientos el denominado requerimiento de “mantenimiento” y
el de "producción". El primero es requerido para cubrir las demandas corporales del llamado
metabolismo basal mientras que el segundo es para cubrir las demandas de la producción
a desempeñar por el animal. Obviamente, debe ser cubierto en primer lugar el de
mantenimiento y luego el de producción (Ver Fig. 3).
Se reitera el hecho de la complejidad de la estimación del requerimiento nutricional de un
animal en un estadio o fase de vida dado. Los centros de investigación dedicados a estos
temas han venido desarrollando y actualizando periódicamente tablas guías de
requerimiento expresas como dietas oraciones, asistidos por metodologías con
fundamentos físicos o químicos. El método más conocido ha sido el de la “relación de la
pendiente” (slope-ratio) utilizando principalmente coeficientes de digestibilidad aparente.
Con el tiempo se está usando simulación de sistemas (modelling) empleando coeficientes
de digestibilidad verdadera ileo-cecal (aves de corral, cerdos), isotopía, jaulas metabólicas
y otros. Actualmente los científicos esta abocados a perfeccionar de estos conocimientos
empleando la biologia molecular, la Nutrigenómica.

EXCESO
Requerimiento animal

Producción

Mantenimiento

Fig. 3. Requerimientos del animal. Requerimiento de mantenimiento y de producción.


En realidad tomando este concepto básico del requerimiento animal se debe entender que
a pesar que un gran número de factores afecta los requerimientos nutricionales de un
animal, es la integración de estos factores que hace de un programa de alimentación
exitoso. Otros factores además del nutricional pueden limitar la respuesta animal, estos se
incluyen en la figura 4 y son estos que deben ser ajustados en un manejo alimentario para
lograr los objetivos deseados.
sexo Ambiente físico Salud

Genotipo Consumo de alimento

Ambiente Social Requerimiento nutricional


Comp… del alimento

Manejo
Agua
Fase de vida Instalaciones

Fig. 4. factores que afectan el requerimiento nutricional de un animal


Conociéndose del requerimiento nutricional de un animal o lote de animales se procede a
preparar su alimento al que pasaremos a denominario en alimento balanceado que consiste
en una mezcla de ingredientes proveedores de los nutrientes a requerir el animnal en una
fase de crianza y respuesta esperada dada. Los ingredientes componente de una maezxcla
alimentaria se agrupan en energéticos, proteicos, fuentes minerales, fuentes vitamínicas.
En la preparación de la mezcla se adicionan, a decisión del profesional responsable un
numero de ingredientes denominados aditivos. Estos últimos aportan al alimento a mejorar
la calidad de su mezclado, almacenamiento, o aprovechamiento a través del TGI. Se
incluyen como tales los antioxidante, secuestrantes, incrementadores de producción,,
saborizantes, odorizantes, entre otros.
Una vez preparado el alimento tomando en cuenta lo anteriormente citado, se espera que
este sea consumido por el animal en una cantidad adecuada de modo que ingiera así la
cantidad suficiente de cada uno de los nutrientes. Como se verá, estamos incorporando un
nuevo componente y el cual lo vamos a denominar “CONSUMO VOLUNTARIO”. El ofertar
el alimento a los animales se realiza en función de un consumo esperado. Sobre la base de
las características de la especie y la clase o “tipo” de animal a alimentar el nutricionista se
provee de las tablas de requerimiento nutricional y del consumo esperado. Estas últimas
son resultado de diversos estudios experimentales y de campo. Al final del capítulo se
adjunta ejemplos de información al respecto.
Registrar y analizar el consumo de alimento en una parvada o una piara es una actividad
imprescindible en el manejo del módulo productivo, pues a través de su seguimiento se
puede conocer el desempeño animal el que a su vez no solo depende del alimento sino
también de las condiciones adecuadas sanitaria y(o) ambientales. Evaluando en forma
diaria o periódica la cuantía del alimento consumido por un animal o un lote de animales y
el análisis simultáneo de la respuesta animal buscada (leche, carne, huevo, etc.) se puede
obtener un importante indicador zootécnico denominado “CONVERSIÓN ALIMENTARIA".
Esta se obtiene de dividir la cantidad de alimento consumido por unidad de producto
obtenido, por ejemplo:

a. Un lote de 10.000 pollos parrilleros consumió un total de 41.800 kilos de alimento


en un periodo de 42 días. El pollo alcanzó un peso vivo, de acabado de 2,2 kilos.
Entonces, b. Conversión alimentaria (C.A.) = Kilos de alimento / kilos de producto.
41.800 kilos de alimento/(10.000 x 2,2 kilos p.v.)
C.A. = 1,9
Otra alternativa de analizar la eficiencia del desempeño animal se conoce como
“EFICIENCIA DE LA CONVERSIÓN”, se expresa en porcentaje (%) y resulta de dividir el
producto entre el consumo de alimento y multiplicarlo por 100. Sobre la base del mismo
ejemplo se tendría:
E.C. = (22.000 kilos de producto/ 41.800 Kg de alimento) x 100
E.C. = 52,63%
Práctica!
Si en un galpón hay alojadas 8000 gallinas ponedoras cuyos registros de la
semana indican una producción media de 85% , un peso medio del huevo de
53 g y un consumo diario de 0,115 Kg de alimento/ave/día. ¿Cuál será la
conversión alimentaria de la semana para ese lote de aves? Revisa
bibliográficamente cual es la conversión esperada en cerdos, novillos de 350
Kg p.v. y vacas lecheras.

Factores que gobiernan el consumo voluntario.


El consumo de alimento es resultante de dos sensaciones orgánicas, hambre y saciedad.
Ambos son controlados neurohumoralmente en dependencia de los indicadores físico o
mecánico y químico. La regulación hambre-saciedad por indicadores físicos se realiza a
través de mecano receptores que miden el grado de distensión de las paredes gástricas,
mientras que los quimiorreceptores son sensores que miden concentraciones de
metabolitos en sangre u otros tejidos corporales y envían información al cerebro para la
toma de decisiones correspondientes. Basado en el estudio de estos últimos se reconocen
sustancias que participan en el mecanismo del control del consumo, entre los que se
incluyen la glucosa, aminoácidos, electrolítos, lípidos, otros. Estas sustancias nutricias
como reguladores del consumo son las bases de las teorías glucostática, aminostática,
ionostática y lipostática.
Montgomery y Baungart, (1965) y Cole et al., (1972) citados por Blas et al., (1987)
esquematizaron estos conceptos en las especies rumiantes y no rumiantes,
respectivamente y como sigue.
Energia neta
RUMIANTES
Consumo

Materia seca

Concentracion energética

Regulacion Fisica Regulacion Metabolica

Fig. 5.- Regulación del consum o voluntario. rum iantes


Como puede apreciarse, cuando los rumiantes reciben dietas con baja concentración
energética, el límite de ingestión de alimento viene fijado por el llenado del rumen, es decir,
hay una regulación física o digestiva del apetito. En este intervalo un aumento de la
concentración energética de la dieta supone un incremento en la ingestión de materia seca
(por una mayor velocidad de digestión) y un incremento mayor de la energía neta. Este
incremento se mantiene hasta un determinado punto (A en el gráfico), en el que la
regulación física se sustituye por una regulación química, relacionada con el nivel de
nutrientes en la sangre. Partir de este punto se dice que los animales comen por calorías,
ya que mantiene constante su consumo de energía a costa de reducir el de la materia seca.
Blas et al., (1987) añaden al respecto ".. La flecha divisoria entre la regulación física y la
metabólica tiene una particularidad importante puesto que coincide con la concentración
energética minima para la cual la energía neta ingerida y, por tanto, el nivel de producción
animal, es máxima. Dado que, en general, el precio de los alimentos concentrados es mayor
que el de los forrajes, este punto suele asociarse con el minimo coste de alimentación por
unidad de producto obtenido".
NO RUMIANTES

Consumo Adición grasa

Energía neta

Materia seca

Concentración energética

A B

Fig. 6.- Regulación del consum o voluntario. No-rum iantes

Blas et al., (1987), respecto de los monogástricos indican que ". La situacion difiere de la
de los rumiantes en dos aspectos. En primer lugar, por la ausencia de la limitación del
llenado del rumen; por esta razón, el consumo de materia seca se mantiene constante en
lugar de disminuir a concentraciones energéticas bajas. En segundo lugar, a
concentraciones altas, se pueden seguir incrementos extras de ingestión de energia y de
producción del animal añadiendo grasa a la dieta, lo que es una práctica habitual en
determinados piensos, como por ejemplo el de pollos. En el intervalo más normal de
composición de las dietas (A -B en el gráfico), los monogástricos comen por calorías. Esto
quiere decir que, en este intervalo, un aumento de la concentración energética de la dieta,
por una disminución del contenido en fibra, por ejemplo, no altera el consum o de energia
neta; se produce pues, simultáneamente, una disminución del consumo de materia seca, y
una mejora del indice de transformación del pienso por el animal.” Un factor importante en
la respuesta "consumo voluntario" es el tenor energético del alimento. A los conceptos
vertidos es necesario añadir que el animal consume su ración diaria con relación al tenor
energético de su dieta, la situación energética propia en relación ambos a la situacion
ambiental (temperatura, humedad.

Otros factores que modifican el consumo voluntario se incluyen como sigue:


a. Agua. El agua juega un papel importante en la vida animal, no solo por ser el componente
mayor en su composición corporal o sus productos tales como la carne, leche o huevo. El
consumo esta muy relacionado con la concentración de la materia seca del alimento que le
es ofertado al animal.
b. Presentación física de los alimentos. La longitud media del picado de los forrajes o el
tamaño granulométrico de la molienda de los granos o de su procesamiento para
presentación final (pellets, extrusión, etc.) afectan la tasa de consumo alimentario, pudiendo
tener influencia asimismo en alterar la velocidad de transito de la digesta y con ello alterar
la respuesta consumo y conversión.
c. Sabor, olor, color. Los animales en función de sus características por especie se
comportan en forma particular con relación a la preferencia por sus alimentos. Las aves se
guían por las características visuales y el tamaño de partícula; asimismo, prefieren
alimentos ligeramente ácidos. Los cerdos y los patos prefieren el alimento humedecido. Los
cerdos gustan de un alimento con sabor dulce. Los equinos son muy sensibles al patrón de
olores reaccionando positivamente a alimentos saborizados u odorizados a manzana. Los
cerdos, los equinos y los vacunos tienden a rechazar los alimentos enmohecidos.
d. Ambiente social. Las especies de crianza zootécnica prefieren la convivencia en grupos,
siendo esta una condición importante para su conducta de consumo alimentario, aunque
en manejos en confinamiento hay factores importantes a considerar como la densidad
(kg/m?) y la uniformidad de tamaño o peso, para evitar cuadros de dominancia.
e. Estado sanitario del animal. Las condiciones estresantes como temperatura y humedad
ambiental conducen a la aparición de cuadros sanitarios pulmonares, digestivos u otros
(piel, pezuñas, patas). Cualquiera de ellos y en especial el digestivo promueve alteraciones
en la conducta del consumo voluntario, por ello se recomienda el manejo de ambientes
saludables para tener lotes de animales de crianza en buen estado de salud.

1.2. BIBLIOGRAFIA CONSULTADA.


Blas, B. C. de, Gonzalez, M.M. y Argamenteri, A. 1987 Nutrición y alimentación del
ganado. Ediciones Mundi Prensa. Madrid. España, 451 pp.
Hogberg M., Zartman, D., Harmon, B y Armstrong, D. 1998 Hog management topics.
Extension Bulletin, Tri State, University. Bull. 869-98
Helman, M. 1983 Ganadería tropical. El Ateneo, Bs As.
Maynard, L.A., Loosli, J.K., Hintz, H. y Warner, G. R. 1981 Nutrición animal. Traducido
por Ortega, S.A. Cuarta edición en español. McGraw-Hill, 640 pp.

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