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INTRODUCCIÓN

Desde el año 1999, primero del gobierno de Hugo Chávez, comenzaron a


generarse los primeros planes dirigidos a la atención de las serias
insuficiencias sociales existentes, todas ellas provenientes o heredadas del
pasado inmediato, mediato y remoto venezolanos. En el año 2003, el
presidente para ese entonces, Hugo Chávez Frías, crea las primeras
“misiones bolivarianas”. Se trataba de acciones sociales diseñadas,
supuestamente, para luchar contra la pobreza general y la pobreza extrema
de la población venezolana y para enfrentar el grave retraso educativo del
país, incluyendo el analfabetismo, y las muy limitadas condiciones de
atención de salud de la gente.
En sus inicios, esta política social fue exitosa, pues benefició a un 50 % de
la población venezolana y optimizó su escenario ante la pobreza, el atraso, el
analfabetismo, la ignorancia y la salud. Pero, como era una política remedial,
que no está hecha para atacar las causas de la miseria y el retraso de la
gente, y como consecuencia de los errores en su manejo, la mala
administración, el favoritismo partidista y la sobre todo, la corrupción, se
instruyó un proceso de descenso que hasta nuestra fecha, nos afecta con la
crisis económica y social del país.
El siguiente trabajo investigativo bibliográfico, se trata lo concerniente a las
misiones sociales en Venezuela, el pago de la deuda social, la educación
pluricultural y multiétnica, las tecnologías de la información y la
comunicación, la educación superior en Venezuela, las propuestas
internacionales, nacionales y locales en torno a las nuevas tendencias
educativas venezolanas, entre otras.

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El pago de la deuda social: Las Misiones. El Liceo Bolivariano. Las
Escuelas Robinsonianas.
Las misiones sociales en Venezuela se han transformado en una
referencia de la política social del gobierno dentro y fuera del país para
diferenciar las políticas actuales del gobierno venezolano. Estas son grandes
estrategias orientadas a garantizar los derechos fundamentales a la
población venezolana, con énfasis en los sectores más excluidos según
Mujica y Rincón (2006).
En nuestro país, más de la mitad de la población han disfrutado de las
misiones sociales, lo que ha permitido a familias, sobrellevar la pobreza e
incluso haber salvado sus vidas. En este sentido, las misiones sociales se
han transformado en un aspecto imperioso de la Revolución Bolivariana de
Venezuela (RBV). Entre ellas tenemos:
1. Liceos Bolivarianos: este es un programa bandera de la RBV, que
atiende de forma integral a la adolescencia y la juventud temprana, siendo
sus principales objetivos: (a) garantizar el acceso, permanencia y
prosecución de los adolescentes y jóvenes en el sistema educativo como un
derecho humano y social; (b) extender la cobertura de la matrícula, con
énfasis en la educación del adolescente y joven entre los doce y dieciocho
años, priorizando la población rural, indígena y de frontera; y (c) articular el
Liceo Bolivariano con el sistema de producción de bienes y servicios, a
través de elaboración de proyectos educativos productivos y sustentables
con pertinencia sociocultural (La educación bolivariana políticas, programas y
acciones: cumpliendo las metas del milenio, 2006, párr. 12).
2. Las Escuelas Técnicas Robinsonianas: tiene como base fundamental la
diversificación de la educación del joven y la joven, con incidencia en el
sector productivo y con prioridad en el desarrollo de las escuelas granjas y
escuelas técnicas, comerciales, industriales y agropecuarias. A través de ella
se articula la educación y la investigación con el sistema de producción de
bienes y servicios, de tal manera que contribuyan a consolidar la formación

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en el trabajo para la producción (La educación bolivariana políticas,
programas y acciones: cumpliendo las metas del milenio, 2006, párr. 25).
Estas políticas sociales del gobierno venezolano aparecieron y se
consolidaron en la bonanza petrolera de los últimos tiempos, sin embargo,
han permanecido remotamente alejados de cumplir con sus obligaciones, y
cada año ha ido nutriendo una deuda social con su pueblo, además del
incumplimiento de una responsabilidad social que cada día está más
comprometido que nunca.
Para saldar esta deuda social acumulada, avanzar hacia un nuevo modelo
y alcanzar el equilibrio social, que considera la lucha contra las
desigualdades sociales y la pobreza un imperativo ético, no contradictorio
con la eficiencia económica, el Gobierno pone en marcha todo un plan
integrado que avanza en la transformación profunda de las desigualdades
como problema estructural: la Universidad Bolivariana de Venezuela y las
Misiones, en educación. Éstas se convierten en la estrategia fundamental
que como políticas de inclusión, permiten la protección y fomento de la
economía social, cuyas maneras de concreción se convierten en formas de
ejercer los derechos ciudadanos (La educación bolivariana políticas,
programas y acciones: cumpliendo las metas del milenio, Óp. cit.).

La educación pluricultural y multiétnica: La educación rural e


indígena

Nos reconocemos como una sociedad multiétnica, pluricultural y


plurilingüe. Las culturas populares constitutivas de la venezolanidad gozan
de atención especial, reconociéndose y respetándose la interculturalidad bajo
el principio de igualdad de las culturas. En particular, este valor implica el
compromiso de la educación con la valoración y promoción de las culturas y
las lenguas de los pueblos indígenas.

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En este sentido, la Educación Intercultural es un eje integrador y un
subsistema que atiende la educación integral de los pueblos y comunidades
indígenas y afrodescendientes, desde los contextos de coexistencia de
convivencia cultural, llevada jurídicamente en el preámbulo de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) (1999), así como en su
Artículo 121 y en la Ley Orgánica de Educación (LOE) (2009), en el artículo
27. En los Decretos Presidenciales N° 1795 de 27 de mayo de 2002 y el
Decreto N° 1796.
Por su parte, la educación rural según el Artículo 29 de la LOE, está
dirigida al “…logro de la formación integral de los ciudadanos y las
ciudadanas en sus contextos geográficos; así mismo, está orientada por
valores de identidad local, regional y nacional para propiciar, mediante su
participación protagónica, el arraigo a su hábitat…”. Por su parte, Méndez y
Reyes (2019) expresan “la Educación rural es la columna vertebral del
desarrollo rural, sin ella la absorción y la adopción de tecnología no será
posible, la historia nos presenta evidentes ejemplos al respecto” (p.3).
Se puede evidenciar, que la educación rural es primordial en toda
sociedad, y para el estado venezolano se puede dar a conocer todos los
aspectos tantos tecnológicos como científicos que están al alcance para el
avance de la sociedad en todos sus aspectos. La principal tarea de la
educación rural es formar a los ciudadanos y ciudadanas para una sociedad
rural futura según la LOE (2009).

Las tecnologías de la información y la comunicación.

Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), se considera


como una herramienta que le da a la educación todas las oportunidades para
la transformación digital del proceso comunicacional y producción del saber,
que salte las límites de la concepción disciplinar de las viejas lógicas y
tradicional que obstaculizaban formas de conocer y pensar más allá de la

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técnica del docente y de las prácticas gerenciales encarceladas en espacios
burocráticos administrativos.
La escuela, liceos y universidades, como un espacio de comunicación
alternativa, orienta la creación de medios de comunicación para la formación
de ciudadanos en la divulgación e interpretación de la información veraz y
oportuna de manera crítica y reflexiva, fortalecen la comunicación a través de
las TIC (páginas web, centros de informática, emisoras y televisoras
educativas y comunitarias).
Asimismo, como espacio para las TIC, sitúa la posibilidad de universalizar
y democratizar la información a través de los Centros Bolivarianos de
Informática y Telemática (CBIT), la producción de software educativos
adecuados y con pertinencia. Se entienden los CBIT, como centros que
permiten comprender el mundo desde lo local, donde el lugar se cristianiza
con el uso de la TIC, en el espacio para acceder a lo universal sin perder su
esencia y su identidad, facilitando el acceso a la información a través de
medios tecnológicos de masas.
Por lo tanto, como espacio de innovación tecnológica, crea las condiciones
para que estudiantes, docentes y comunidad desarrollen la capacidad propia
de innovar tecnología con base a las cualidades específicas de lugar, tiempo,
necesidad, y aporte a la solución de los problemas en los aspectos del ser,
saber, hacer y convivir humano para su propio desarrollo haciendo de la
escuela el espacio de su práctica constante.
A través de la Fundación Bolivariana de Informática y Telemática
(FUNDABIT), cuyo objetivo es lograr la incorporación de las TIC en el
proceso educativo para contribuir con la formación integral del individuo, se
pretende junto con el Plan Estratégico 2016-2019: (a) Propiciar la formación
integral del estudiante a través de la incorporación de recursos tecnológicos
que den soporte al proceso pedagógico, (b) impulsar actividades de
formación permanente para los docentes, administrativos y obreros del
Ministerio del Poder Popular para la Educación, en materia de actualización

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tecnológica, (c) apoyar al docente en la incorporación de recursos
tecnológicos en el proceso pedagógico considerando el contexto educativo
local, regional y nacional, y (d) potenciar el uso y garantizar el correcto
funcionamiento de los equipos del Proyecto Canaima Educativo.

La Educación Superior en Venezuela.

El rápido crecimiento económico y poblacional que ha experimentado


Venezuela durante los últimos 30 años ha cambiado enormemente las
necesidades educativas del país en su conjunto. En 1994, la educación
superior representó el 43,6 por ciento del presupuesto educativo nacional, lo
que representa el 15,3 % del presupuesto nacional (Morales, Medina y
Álvarez, 2003). Este crecimiento ha creado la necesidad de un ejército de
profesionales recién capacitados, como ingenieros, médicos, dentistas,
técnicos y educadores. El sistema universitario en Venezuela ha jugado un
papel importante en la formación de estos profesionales. Las universidades
públicas y privadas, incluidos los institutos privados, están a cargo de la
educación superior.
Por otra parte, las instituciones y programas de educación superior, sean
de dependencia oficial o privada, deben estar al servicio de la nación
venezolana. El conocimiento que ellos crean, recrean, comunican y
transforman, así como la formación que ofrecen, constituyen un bien social
común. Por tanto, el Estado está obligado a velar por la efectiva prestación
del servicio de las instituciones y programas de educación superior bajo
condiciones de calidad, equidad y pertinencia.
El carácter público de la educación y el conocimiento se expresa en la
CRBV al establecer la educación como derecho humano y deber social
fundamental; la indeclinable responsabilidad del Estado en la conducción de
la educación (Artículo 102); la consideración de los valores de la cultura
como un bien irrenunciable del pueblo venezolano y un derecho fundamental

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(Artículo 99) y el interés público de la ciencia, la tecnología, el conocimiento,
la innovación, sus aplicaciones y los servicios de información (Artículo 110).
Por otra parte, la importancia estratégica de la defensa del carácter
público, en beneficio de todos, que deben caracterizar a la educación y el
conocimiento, se arraiga en las mejores tradiciones de la humanidad a
escala global y es de importancia estratégica en tiempos en que se habla de
una economía del conocimiento, debido al creciente papel de éste en el
diseño, producción y comercialización de bienes y servicios, así como en la
distribución del poder entre las naciones y al interior de ellas, y cuando la
tendencia estructural de la sociedad capitalista a la apropiación privada del
conocimiento y la mercantilización de la educación se ha agudizado.
La gestión del MPPES parte de la definición de la educación superior
como un derecho humano fundamental de todas y todos, en beneficio de
todas y todos. Las profundas desigualdades que arrastra en su seno la
sociedad venezolana requieren un esfuerzo especial por superar tales
iniquidades y, por tanto, una acción concentrada en la garantía del ejercicio
de este derecho para quienes se han visto excluidos

Propuestas internacionales, nacionales y locales en torno a las


nuevas tendencias educativas venezolanas.

Los procesos educativos está rigurosamente emparentado al trabajo con


el objetivo de ajustar el hecho educativo con las acciones de producción
correspondiente al desarrollo internacional, nacional y local por medio de la
orientación a los estudiantes, formándolos en, por y para el trabajo creador y
productivo con una visión humanista que les permita satisfacer sus
necesidades básicas, contribuir al desarrollo nacional y a su formación
permanente (Naranja, 2007, p. 371).
En este sentido, en el hecho educativo, hay dos palabras que son
relevantes, permanencia y cambio, es decir cómo permanecer para cambiar

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y cómo cambiar para permanecer, lo cual implica tener muy claro lo esencial
de la persona y las mejores formas y medios para potenciarlo y/o
desarrollarlo, lograr un sano equilibrio entre ambas se proyecta en un
proyecto familiar y educativo coherente, pertinente y sobre todo innovador
(García, 2018, párr. 2).
Es así que en los primeros 20 años del siglo XXI, se identifican dos
grandes tendencias educativas, la primera que apuntala más el uso de la
tecnología y plataformas digitales para impactar en el proceso de enseñanza-
aprendizaje, dejando de lado el currículo y la intervención del docente y, la
segunda, que pone en el centro la personalización del aprendizaje del
alumno, integrando al profesor, al currículo y al contexto dentro del proceso
(García. Óp. cit.).
Así, en el contexto de la trasformación de la sociedad de la información a
la del conocimiento, la comunicación y el aprendizaje, es necesario que la
educación en su totalidad tome una dimensión estratégica, ya que es
imperativo reconocer el desafío de crear profesionales de la información para
que ayuden con la reconstrucción de esta nueva sociedad.

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CONCLUSIONES

Para saldar la deuda social acumulada, el Gobierno Bolivariano realiza


todo un plan conjunto que progresa en la transformación profunda de las
desigualdades como problema estructural: la Universidad Bolivariana de
Venezuela y las Misiones, en educación. Éstas se convierten en la estrategia
fundamental que como políticas de inclusión, permiten la protección y
fomento de la economía social, cuyas maneras de concreción se convierten
en formas de ejercer los derechos ciudadanos.
El Ministerio de Educación y Deportes comenzó a desarrollar la educación
en espacios de frontera a partir de la intensificación de las Escuelas y
misiones Bolivarianas, Escuelas Productivas e Intercultural Bilingüe en los
municipios de fronteras. Se promueve la creación de Centros Bolivarianos de
Informática y Telemática (CBIT). Por su parte, las instituciones y programas
de educación superior, sean de dependencia oficial o privada, deben estar al
servicio de la nación venezolana.
A través de FUNDABIT, cuyo objetivo es lograr la incorporación de las TIC
en el proceso educativo para contribuir con la formación integral del
individuo, se tiene previsto para los próximos años, la creación y puesta en
funcionamiento de 250 Centros Bolivarianos de Informática y Telemática
(CBIT) a nivel nacional.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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