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INFORME

REFORMA DE LA LEY ORGÁNICA DE CIENCIA,


TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, establece


en el Capítulo VI de los Derechos Culturales y Educativos en su
artículo 110, que el Estado reconocerá el interés público de la ciencia,
la tecnología, el conocimiento, la innovación y sus aplicaciones, así
como de los servicios de información como instrumentos
fundamentales para el desarrollo económico, social y político del país,
la seguridad de la nación y la soberanía nacional.

Este artículo establece la obligación del Estado de destinar los


recursos suficientes para el desarrollo de la ciencia, la tecnología, la
innovación y sus aplicaciones, la creación del Sistema Nacional de la
Ciencia y la Tecnología, así como garantizar el cumplimiento de
principios éticos y legales que deben regir todas estas actividades,
según los modos y medios determinados por la Ley. Expresa de igual
forma este artículo la responsabilidad del sector privado de aportar
recursos para la ciencia, tecnología e innovación.

Así, en diferentes documentos ha sido considerando entonces al


conocimiento como un derecho colectivo de los pueblos y a la ciencia
como un derecho humano, una herramienta vital para comprender la
realidad, aportar soluciones a los problemas y un bien público de
todos:
La Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre
(1948):

Artículo 27
1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente
en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes
y a participar en el progreso científico y en los beneficios
que de él resulten.
2. Toda persona tiene derecho a la protección de los
intereses morales y materiales que le correspondan por
razón de las producciones científicas, literarias o
artísticas de que sea autora.
El Pacto Internacional de los Derechos económicos, sociales y
culturales, (1966):

Artículo 15
1. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el
derecho de toda persona a:
a) Participar en la vida cultural;
b) Gozar de los beneficios del progreso científico y de sus
aplicaciones;
c) Beneficiarse de la protección de los intereses morales
y materiales que le correspondan por razón de las
producciones científicas, literarias o artísticas de que sea
autora.
2. Entre las medidas que los Estados Partes en el
presente Pacto deberán adoptar para asegurar el pleno
ejercicio de este derecho, figurarán las necesarias para
la conservación, el desarrollo y la difusión de la ciencia y
de la cultura.
3. Los Estados Partes en el presente Pacto se
comprometen a respetar la indispensable libertad para la
investigación científica y para la actividad creadora.
4. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen los
beneficios que derivan del fomento y desarrollo de la
cooperación y de las relaciones internacionales en
cuestiones científicas y culturales.

El Protocolo de San Salvador sobre los Derechos Económicos,


Sociales y Culturales (1988):

Toda persona tiene derecho


a la libertad de
Derecho de libertad de
investigación, de opinión y
Artículo IV investigación, opinión,
de expresión y difusión del
expresión y difusión.
pensamiento por cualquier
medio.

El derecho humano a la Ciencia entonces, debe potenciar e irradiar al


resto de los derechos humanos y debe beneficiar a la población
mediante dos formas de ejercicio:

1) Toda la población debe participar activamente en la creación


científica, desarrollar sus capacidades, en las políticas
científicas del Estado ya sea como investigador, innovador e
inventor, y
2) Debe contar para esto con todas las condiciones materiales
para aprovechar los beneficios de la ciencia, de los
conocimientos científicos, de su desarrollo y avances, así como
de su divulgación, sin ningún tipo de discriminación, con las
mismas oportunidades y con la libertad indispensable para la
investigación científica; garantizándose la participación del
Poder Popular y los movimientos sociales en el proceso de toma
de decisiones;
3) El pueblo tener libre acceso a cualquier investigación científica
o tecnológica, innovación o creación, por lo que se debe
democratizar el conocimiento científico mediante la divulgación
y garantizar su comprensión a través del uso de un lenguaje
sencillo y útil para todos que haga más fácil el interés por el
cumplimiento de los roles de los ciudadanos en la sociedad.
4) Se debe garantizar las herramientas y medios que favorezcan el
desarrollo y la difusión de la ciencia y la tecnología.

ANTECEDENTES LEGALES:

En el año 2001 se publica la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología,


Innovación y sus aplicaciones con el objeto de desarrollar los
principios establecidos en la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela y durante veinte (20) años esta Ley se ha reformado
tres (3) veces, con el fin de adecuarla a los cambios políticos y
económicos, así como también de la experiencia acumulada en su
ejecución, siendo sus elementos más importantes los siguientes:

Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación de 2001, publicada en


la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 37.291
de fecha 26 de septiembre de 2001, derogó la Ley del Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT),
publicada en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela Nº 3.481
de fecha 13 de diciembre de 1984, que a su vez había derogado la
Ley de fecha 13 de julio de 1967, mediante la cual se creaba el
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas
(CONICIT) como ente nacional encargado de fomentar y promover la
ciencia y tecnología, siendo una de las reformas importantes la
sustitución de este Consejo mediante la creación del Fondo Nacional
de Ciencia, Tecnología e Innovación (FONACIT), actualmente vigente y
en funcionamiento.

El objeto de esta Ley era organizar el Sistema Nacional de Ciencia,


Tecnología e Innovación, cuyo coordinador y articulador era el
Ministerio de Ciencia y Tecnología, que como órgano rector en la
materia ejercía la coordinación de la cooperación internacional para
su fortalecimiento. Dispuso esta norma además, que el referido
Sistema contaría con un Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología
e Innovación (ONCTI), que se encargaría de propiciar estrategias de
información y registrar a los integrantes. Previó de igual forma
establecer el Plan Nacional de Ciencia y Tecnología, como instrumento
que definía los objetivos en la materia en el ámbito nacional, estadal
y municipal.

Aun cuando no establecía la participación del Poder Popular, pues era


otro momento político, si establecía que los resultados de la Ley
debían contribuir con el bienestar de la humanidad, la reducción de la
pobreza, el respeto a la dignidad, los derechos humanos y la
protección del ambiente. Igualmente el Ministerio de Ciencia y
Tecnología, en la definición de sus políticas debía proteger y
garantizar la propiedad intelectual colectiva de los conocimientos,
tecnologías e innovaciones de los pueblos indígenas y los
conocimientos ancestrales.

El ejercicio y acción de esta Ley era muy controlada por las


universidades tradicionales, academias nacionales y el sector
empresarial, ya que tenían representación en el Directorio del Fondo
Nacional de Ciencia y Tecnología (FONACIT), conjuntamente con el
Presidente y el Gerente General del ente. Sin embargo, ello no es un
obstáculo para reconocer la visión futurista de la referida Ley, que le
otorgaba participación y protagonismo a las regiones, priorizando los
financiamientos en los estados y municipios en las áreas con
potencialidades en la ciencia, tecnología e innovación, y promoviendo
la difusión de las invenciones e innovaciones populares, que
propiciaran beneficios a la población y lograran un impacto
económico y social.

La Ley de 2001, dedicaba un título completo a la formación del


talento humano a través de la carrera nacional del investigador.
Propiciaba programas crediticios y de incentivos al sector bancario
nacional para el financiamiento de la innovación tecnológica. La base
imponible para el aporte era de cien mil unidades tributarias (100.000
U.T.), y los aportes variaban conforme si se trataba de personas
públicas o privadas, el sector empresarial o inversores extranjeros, la
fijación del monto o porcentaje para el aporte era a discreción del
Presidente de la República.

La Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación de 2005, publicada


en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº
38.242 de echa 03 de agosto de 2005, resalta en sus finalidades la de
crear una coordinación intersectorial de órganos y entes públicos con
la finalidad de apoyar y fortalecer el Sistema Nacional de Ciencia,
Tecnología e Innovación. Aparece en su texto el término
“aplicaciones” (como lo establece la Constitución) asociado a la
ciencia, tecnología e innovación. Dispuso que la evaluación y
selección de proyectos correspondiera al Ministerio de Ciencia y
Tecnología, al cual además le creó un Consejo Asesor para que
advirtiera sobre los planes y proyectos que debían ser adelantados.

En esta Ley el tema de los aportes se aclaró, tanto en el sujeto pasivo


como en el porcentaje a aportar, una debilidad de la Ley del 2001, se
estableció que los integrantes del Sistema Nacional de Ciencia,
Tecnología e Innovación (Universidades, colegios profesionales,
laboratorios, centros de investigación, órganos públicos y privados
dedicados en el área, entre otros) que comercializaran propiedad
intelectual, bienes y servicios con recursos financiados por el
Ministerio de Ciencia y Tecnología debían aportar entre el cero coma
uno por ciento (0,1%) y cero coma cinco por ciento (0,5%) de los
ingresos brutos obtenidos por dicha comercialización. Las empresas
de hidrocarburos y de gas debían aportar anualmente el dos por
ciento (2%) de los ingresos brutos obtenidos en el territorio nacional.
Las empresas de transmisión de electricidad aportaban el uno por
ciento (1%) de los ingresos brutos obtenidos en el territorio nacional.
Las grandes empresas que produzcan bienes y presten servicios
aportaban el cero coma cinco por ciento (0,5%) de los ingresos brutos
obtenidos en el territorio nacional, la base imponible para las grandes
empresas era de cien mil unidades tributarias (100.000 U.T.).

Como podemos observar, esta Ley 2005 mantiene la filosofía de la


Ley 2001, sólo hace una modificación sustancial y radical en cuanto a
los aportes que deben hacerse y en cuanto a la nueva competencia
para el Ministerio de Ciencia y Tecnología para seleccionar y evaluar
los proyectos que requieran financiamiento. La conformación del
Directorio se mantuvo inalterable respecto a la Ley 2001, es decir,
siete (7) integrantes, el Presidente, el Gerente General, dos (2)
representantes del Ministerio de Ciencia y Tecnología, uno (1) de una
Institución de Educación Superior, uno (1) del Sector Empresarial y
uno (1) de un Centro de Investigación.

Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación de 2010, publicada en


la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 39.575
de fecha 16 de diciembre de 2010, comienza la incorporación
protagónica de las instancias del Poder Popular en el marco de la
aprobación de toda las leyes del Poder Popular de ese mismo año (Ley
del Orgánica del Poder Popular, Ley Orgánica de Contraloría Social,
Ley Orgánica de Planificación Pública y Popular, Ley Orgánica del
Sistema Económico Comunal), ya los objetivos no se expresan
taxativamente como en la Ley 2001 y 2005, si no que todo se remite
a los lineamientos del Plan de Desarrollo Económico y Social de la
Nación. El Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación
pierde fuerza, se desdibuja y la Autoridad Nacional en materia de
ciencia, tecnología, innovación y sus aplicaciones ya no es
considerada como órgano rector, estableciendo la función de
coordinar, integrar y articular con los sujetos de la Ley y los órganos y
entes de la Administración Pública.

Se suprime entonces, el Consejo Asesor creado por la Ley del año


2005, que le recomendaba a la Autoridad Nacional en materia de
ciencia, tecnología, innovación y sus aplicaciones, los planes y
proyectos que debían ser financiados con carácter de urgencia. El
Plan Nacional de Ciencia y Tecnología que tenía objetivo y contenido
en la Ley de 2001 y 2005, deja de tenerlo y se circunscribe a lo que
establezca el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación. La
evaluación y seguimiento de los programas, planes y proyectos que
hace la Autoridad Nacional deben ser conforme a las prioridades
establecidas en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación.

Se estableció que el Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología


(FONACIT) es el responsable de la recaudación de los aportes. Se
modifica respecto a la Ley de 2005 quiénes deben aportar,
estableciéndose que son todas aquellas personas jurídicas, entidades
privadas o públicas domiciliadas o no en la República que realicen
actividades económicas en el territorio nacional y hayan obtenidos
ingresos brutos anuales superiores a cien mil unidades tributarias
(100.000 U.T.). La proporción del aporte es de dos por ciento (2%)
para las actividades económicas en juegos de envite y azar,
comercios de alcohol etílico y tabaco. Uno por ciento (1%) para
empresas de capital privado en hidrocarburo y gas, explotación
minera, su procesamiento y distribución. Cero coma cinco por ciento
(0,5%) para empresas de capital público en hidrocarburo y gas,
explotación minera, su procesamiento y distribución, y cero coma
cinco por ciento (0,5%) cuando se trate de cualquier actividad
económica.

Esta Ley 2010, estableció como requisito de acceso a los recursos


aportados a la ciencia, tecnología, innovación y sus aplicaciones,
proyectos que se ajusten a las áreas prioritarias establecidas por la
Autoridad Nacional siempre y cuando presentaran dentro del tercer
trimestre de cada año un plan anual de inversión en ciencia,
tecnología e innovación para el año siguiente.

Se crearon títulos dedicados a las comunas y a la formación de


cultores y cultoras científicos, tecnológicos e innovadores,
suprimiéndose lo establecido en leyes anteriores referido a la
formación de talento humano con la carrera nacional de investigador.

En cuanto a la estructura organizativa (Directorio) del Fondo Nacional


de Ciencia Tecnología e Innovación (FONACIT), se originó un vacío
mayor, pues la Ley no estableció como se conformaba o se
designaban a integrantes y remitió al Reglamento la fijación de su
procedimiento y funcionamiento, el cual nunca se dictó.

Evidentemente, esta Ley 2010 generó caos y unos trámites


burocráticos insalvables, además de vaciar de espíritu, propósito y
razón la propuesta original que mantenía la Ley de Ciencia y
Tecnología desde el año 2001, todo lo condicionó al Plan de Desarrollo
Económico y Social de la Nación, sin dar posibilidad de desarrollar un
Plan Científico enmarcado en el Plan de Desarrollo.
Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación de 2014, publicada en la
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 6.151
Extraordinario de fecha 18 de noviembre de 2014, no rescata la
filosofía de las Leyes 2001 y 2005, y el legislador sólo se concentra en
aclarar quiénes deben aportar, simplificando los sujetos pasivos y
manteniendo los porcentajes entre cero coma cinco por ciento (0,5%)
y dos por ciento (2%), fortalece las atribuciones y competencias del
Fondo Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación (FONACIT) y le
destina un cinco por ciento (5%) de los ingresos provenientes de la
recaudación anual para sus gastos administrativos.

Finalmente, le otorga estructura organizativa al FONACIT a través de


un Directorio integrado por seis (6) Directores con sus respectivos
suplentes, todos de libre nombramiento y remoción, que serían
designados y removidos por la Autoridad Nacional en materia de
ciencia, tecnología, innovación y sus aplicaciones, dejando sin efecto
entonces la estructura organizativa del Directorio de FONACIT que
había sido establecida en las leyes de los años 2001 y 2005, cuyos
integrantes eran postulados desde las universidades, centros de
investigación y el sector privado. Vale advertir, que en esta Ley que
aún está vigente, se omite todo lo relacionado con el Sistema
Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, -sólo se le menciona
una vez- y ya no se le otorga cuerpo, lo que puede considerarse a
todas luces, inconstitucional pues el artículo 110 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela ordena la creación de un
Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología a través de una Ley.

REFORMA DE LEY O LA APROBACIÓN DE UNA NUEVA


PROPUESTA:

La economía venezolana durante los últimos siete (7) años se ha visto


afectada por diversos factores que han impactado de forma negativa
su crecimiento, deteriorando la capacidad de respuestas del Estado
para dar respuesta a las necesidades inversión para el desarrollo de
proyectos estratégicos y al desarrollo social. La realidad actual,
caracterizada por una crisis económica producto de la caída del precio
del petróleo y las consecuencias de la aplicación de medidas
coercitivas unilaterales por el Gobierno Norteamericano como el
bloqueo comercial y financiero, aunado a las consecuencias que está
dejando a su paso la pandemia del COVID-19, han sido responsables
de la caída del PIB, colocando de manifiesto la necesidad de
diversificar la producción local y exportaciones en áreas estratégicas
del país, haciendo énfasis en la necesidad de atender la creciente
demanda de bienes y servicios de la salud e insumos sanitarios,
producto de la investigación, desarrollo tecnológico e innovación que
potencian las capacidades internas del país.

Por lo anterior, el desarrollo científico, tecnológico y la innovación, así


como su financiamiento jugará un rol de mucha importancia para
mitigar la dependencia de la economía sobre importaciones de bienes
semielaborados y de capital, fundamentales para apuntalar tanto el
proceso productivo de Venezuela y dar una mejor atención a las
necesidades fundamentales de la sociedad. Esta realidad nos impone
presentar una propuesta para modificar la Ley Orgánica de Ciencia,
Tecnología e Innovación (LOCTI) del año 2014, con el objeto de:

 Crear el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, cuya


finalidad sea la de articular a todos los actores e incorporar
nuevos actores que participen con el Estado en la ejecución
de políticas, planes y proyectos en esta materia.

 Fortalecer el ejercicio de la rectoría del SNCTi y la actividad


científica nacional por parte del Ministerio del Poder Popular
con competencia en materia de Ciencia y Tecnología (Mincyt).
 Enfatizar en la necesaria formulación de un Plan/Política
Científica Nacional para garantizar la direccionalidad de la
actividad científica y el funcionamiento del SNCTi

 Diversificar las fuentes de financiamiento e impulsar nuevos


esquemas para financiar la actividad científica nacional de
acuerdo a los intereses del país.
EN CUANTO A LAS DEFINICIONES:

Se consideró necesario para este proyecto de Ley revisar, resignificar,


modificar, integrar, eliminar algunas definiciones e incorporar unas
nuevas y algunos conceptos, que fueron debatidos con sentido
reflexivo y crítico por el equipo de trabajo, para lograr una narrativa y
enunciación distinta y adaptada a los nuevos tiempos, principalmente
sobre el rol de la Ciencia y la Tecnología en Venezuela como hecho
social, como derecho humano, que genera diferentes tipos de
conocimiento mediante diferentes métodos, definiciones éstas que
harán posible el cambio de percepción que la sociedad tiene sobre el
impacto de la ciencia y tecnología en la resolución de los problemas
del país, que se expande hacia lo agrícola, la salud, la educación, la
industria y la producción en todas las instancias territoriales y con
todos los sujetos que incluye el Poder Popular (mujeres, comuneros,
pescadores, campesinos) en todos sus procesos, con aportes
importantes para el desarrollo económico y social de la patria, con
respeto a la soberanía nacional y a la naturaleza considerada como
sujeto de derecho al igual que la humanidad.

Las definiciones en la ley y los conceptos implícitos en ella, deben


tener un poder transformador y liberador, que coarte las formas de
gobernanzas impuestas por los resquicios de los procesos de
dominación, deben enmarcarse en los postulados en la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela y el Plan de la Patria 2019-
2025, vigente, que rige los destinos del país, pero además deben ser
útiles para la comprensión de todos a quienes esta normativa regula,
controla y/o garantiza su protección.

De esta manera se incorporan estas nuevas propuestas de


definiciones de las que carecía el Decreto con Rango, Valor y Fuerza
de Ley de Ciencia y Tecnología del año 2014, como son: Ciencia,
Tecnología, Innovación, Cultores, Cultoras Científicos y Tecnólogos,
Saberes Ancestrales, Cultura Científica, Actividad Científica,
Tecnológica y de Innovación; Investigación, Desarrollo e Innovación y
Gestión Social de la Ciencia, la participación de la mujer científica,
subsistemas, protección de los Conocimientos Tradicionales,
Ancestrales, Populares y Colectivos, la comunalización de la ciencia,
entre otros.

Todas estas definiciones y conceptos están justificados por la


necesidad y la utilidad para la aplicación de la Ley y están alineadas
con la mirada y pertinencia política y en los principios filosóficos que
rigen la Revolución Bolivariana.

SOBRE EL SISTEMA NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA


(SNTi):

La creación del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación


(SNCTi) de acuerdo al mandato establecido en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, es imperativo en esta propuesta
de proyecto de Ley.

Este proyecto de ley pretende crear las bases para la construcción de


un tejido colectivo que convoque y aglutine a toda la sociedad, sus
subsistemas sectoriales y niveles etarios, para articular las
potencialidades de desarrollo de un verdadero Sistema Nacional de
Ciencia, Tecnología e Innovación, que parta desde los primeros niveles
del aparato educativo nacional, sea transversal tanto para el aparato
económico-productivo, como para el subsistema cultural y
comunicacional; configurando un tejido integral y permanente cuyo
vértice sea la ciencia y la tecnología.

Se considera entonces de la necesidad de impulsar una ciencia como


proceso social, orientada a la resolución de problemas cotidianos, útil
a las organizaciones e instancias del Poder Popular, instituciones
públicas y sector privado. Se trata de insertar a la ciencia, la
tecnología y la innovación en el quehacer colectivo, en la construcción
de un conocimiento de todos y todas, promoviendo espacios para la
creación, para el encuentro de saberes, reconocernos como
constructores de conocimiento, desde la experiencia y el análisis de
las experiencias.

Y todo ello, teniendo como eje rectoral en los procesos de articulación


el papel del Estado en atención al mandato constitucional de “interés
público” otorgado a la ciencia, tecnología, innovación y sus
aplicaciones, y como consecuencia de ello, en la construcción y
funcionamiento del Sistema Nacional de Ciencia, tecnología e
Innovación.

Esta Ley tiene como novedad, la organización del Sistema Nacional en


subsistemas, con el fin organizar la coordinación entre los organismos
del sector público y privado. Se definen como los espacios donde sus
integrantes interactuarán y cooperarán entre sí, para contribuir al
logro de propósitos y objetivos definidos, según su ámbito de
actuación en las siguientes áreas:

 Subsistema de Gobernanza: que tendrá por objeto gestionar


la ciencia, la tecnología, la innovación y sus aplicaciones, a
través de la direccionalidad, formación, identificación,
diagnóstico, clasificación, relaciones, procesos y estrategias
contenidas en el Plan Nacional Científico, y estará conformado
por un Consejo Presidencial Científico y Tecnológico del cual
forma parte el órgano rector en materia de ciencia, tecnología,
innovación y sus aplicaciones.
 Subsistema de Ejecución: ejecutará el Plan Nacional
Científico, y estará integrado por los entes de la Administración
Pública en todos sus niveles que realicen actividades de
investigación, desarrollo e innovación en la ciencia, tecnología,
innovación y sus aplicaciones, el sistema educativo desde el
nivel inicial al nivel superior, las personas naturales y empresas
públicas y privadas que realizan, fomentan o apoyan actividades
científicas, tecnológicas, de innovación y sus aplicaciones, y la
formación del talento humanos altamente calificados y
especializados en la ciencia, la tecnología, la innovación y sus
aplicaciones.

 Subsistema de Financiamiento: Garantizará los recursos


provenientes de las diversas fuentes de financiamientos con la
finalidad de instrumentar y ejecutar la política científica nacional
orientada al bienestar común.

 Subsistema de Formación para la Investigación (Carrera


del Investigador e Investigadora): Busca establecer
condiciones para el acompañamiento en los procesos de
formación de investigador e investigadora, garantizando su
acceso a un sistema de educación consolidado por talento
humanos de alta calidad y otorgándole a través del Subsistema
de Financiamiento premios, becas, subvenciones y trabajo
digno, o cualquier otro reconocimiento que sirva de estímulo
para impulsar la producción científica, tecnológica y de
innovación en el país.

 Subsistema de Análisis, Seguimiento, Evaluación y


Control: tendrá como objeto mantener actualizado el Registro
del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación y
construir indicadores en el país en materia de ciencia,
tecnología, innovación y sus aplicaciones, que contribuyan al
modelo de gestión que permita articular los actores del Sistema,
Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, y estará
conformado por el órgano rector en materia de ciencia,
tecnología, innovación y sus aplicaciones y el ente con
competencia en recopilar, sistematizar, categorizar, analizar e
interpretar la información obtenida a nivel nacional en ciencia,
tecnología, innovación y sus aplicaciones.

EN CUANTO A LA CIENCIA Y LA INDUSTRIA:

La alianza entre la ciencia, la tecnología y la industria es decisiva para


el desarrollo económico y social del país, pues sin las innovaciones
científicas no existieran nuevos productos, ni nuevos medios de
transporte y comunicación. Las industrias estratégicas en Venezuela,
(petróleo, petroquímica, hierro, farmacéutica), la ciencia y las
actividades de desarrollo tecnológico y de innovación se deben
caracterizar por una alta capacidad de articularse entre sí.

Para esto la Ciencia, tecnología e innovación y la industria deberán


generar procesos destinados al fortalecimiento de la soberanía y el
desarrollo integral en sus distintas fases, como la exploración,
explotación, transporte, almacenaje y refinación de hidrocarburos, así
como la cadena industrial de explotación de los recursos mineros, el
fomento de la investigación, innovación y sustitución de
importaciones de productos y servicios esenciales para garantizar la
salud y la vida de la población, así como alianzas estratégicas
geopolíticas y nacionales.

El desarrollo de una actividad científica, tecnológica y de innovación,


transdisciplinaria, asociada directamente a la estructura productiva
nacional, debe fomentar el desarrollo de procesos de escalamiento
industrial, el aprovechamiento de las potencialidades y la efectiva
transferencia de conocimientos para la soberanía tecnológica, por lo
tanto debe orientarse específicamente a la resolución de problemas
reales de la industria nacional, creando condiciones objetivas para el
desarrollo efectivo de tecnologías nacionales y la sustitución de
importaciones de productos y servicios esenciales para garantizar la
vida de la población, la creación de nuevos procesos o la fabricación
de nuevos equipos o herramientas.

A través de la articulación entre Ciencia, Tecnología y la Industria se


deben desarrollar actividades de organización, financiamiento, acceso
a bienes de capital, laboratorios, talleres, centros de investigación y
todas aquellas que permitan el desarrollo de la innovación y creación
de conocimiento, técnicas y tecnologías, para solucionar problemas
concretos, ya sea creando centros de investigación y espacios de
innovación en las fábricas, unidades socioproductivas, comunidades
organizadas, redes nacionales y regionales de cooperación científica,
tecnológica o creando un nuevo tejido productivo con alianzas
estratégicas, de pequeñas, medianas y grandes industrias, empresas
mixtas, estatales y del Poder Popular, orientadas a la satisfacción de
las necesidades sociales del pueblo.

Por lo tanto se debe incorporar como uno de los hitos del Plan
Científico Nacional la modernización tecnológica del Estado, con
economía de escala, matriz energética y tecnológica, a efectos de
actualizar la infraestructura y tecnologías libres en correlación con el
apalancamiento industrial propio, transferencia tecnológica y
sustitución de importaciones, para atender los problemas que posee
la actividad productiva nacional e Impulsar un desarrollo científico,
tecnológico e innovador soberano a partir de las necesidades de la
industria venezolana, en este momento en que el país ha sido
asediado por la guerra multidimensional desplegada por el poder
hegemónico.

El fortalecimiento y desarrollo de la industria de hidrocarburos,


petroquímica, de fertilizantes y la industria farmacéutica, permitirá
atender prioritariamente la demanda interna, real y potencial, de
manera eficiente y oportuna, así como incrementar las
investigaciones necesarias para el desarrollo del país y la atención
eficiente a todas las necesidades de la población.

DEL REGISTRO Y LOS INDICADORES

Se incorpora la creación de una plataforma que consolide la


información de talento y capacidades científicas (talento e
infraestructura) de todo el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología
con la finalidad de contar con la información nacional existente y
disponible en el país para la actividad científica en las diversas áreas
de conocimiento. Esta plataforma registra la información que luego
permitirá la generación de indicadores de CTI disponibles para su
divulgación.

En la propuesta de Ley se propone la creación de un Registro del


Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, como parte de
los instrumentos de acción para recopilar toda la información referida
a la actividad científica y tecnológica y las investigaciones que se
desarrollan en el país, así como todos los proyectos de investigación,
desarrollo e innovación que se realicen desde las universidades
autónomas o centros de investigación, empresas del Estado u otras
instituciones públicas y privadas; los financiamientos, subvenciones y
los recursos otorgados para la ejecución de proyectos de
investigación, desarrollo e innovación que se presenten de
conformidad con los objetivos del Plan de Desarrollo Económico y
Social de la Nación, del Plan Nacional Científico. Los proyectos de
investigación, desarrollo e innovación, financiados con recursos
provenientes del sector privado, deberán de igual forma incorporarse
ante el Registro.
Dicho registro deberá indicar las necesidades, potencialidades y
capacidades existentes en el país en ciencia, tecnología e innovación,
la información referida a los planes, programas, así como incorporar la
identificación de los investigadores, científicos, innovadores, talentos
y las áreas en que desarrollen sus conocimientos, así como la
ubicación donde las realicen: centros de investigación, universidades,
centro de estudio, empresas, unidades de producción y comunidades
u organizaciones, que impacten en la realidad socio económica del
país.

Este Registro será de acceso público y será administrado por el


órgano rector en materia de ciencia, tecnología e innovación para
recopilar, sistematizar, categorizar, analizar e interpretar la
información obtenida, a fin de controlar y generar la información
estadística que permita orientar la toma de decisiones por parte del
órgano rector.

En el contenido del proyecto de Ley, se establece en Titulo II


denominado: Del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación, el cual contiene nueve (9) artículos, específicamente del
14 al 22 que definen el Sistema y los subsistemas otorgando la
competencia en el órgano rector para su creación y el establecimiento
de los mecanismos para su funcionamiento, su información y
divulgación.

EL EJERCICIO DE LA RECTORÍA DEL SNCTi

El proyecto de reforma de la Ley, busca asegurar la atribución y rol


del Estado en cuanto al establecimiento de las políticas y
lineamientos fundamentales en materia de ciencia, tecnología,
innovación y sus aplicaciones, garantizando su articulación con los
preceptos establecidos en la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela y el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación
y la participación del conjunto de los diversos actores, el Poder
Popular, el sector público y privado y el resto de las organizaciones
proveedores de conocimiento, tecnología e innovaciones.

La rectoría del Sistema, será ejercida por el Ministerio del Poder


Popular con competencia en materia de Ciencia y Tecnología, en
sustitución de la denominada “Autoridad Única Nacional” que
establece el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Ley aprobado
en el año 2014, una denominación difusa, que no dejaba claro a qué
organismo se refería la norma, por lo tanto, era necesario aclarar y
enfatizar que el órgano rector es el Ministerio del Poder Popular para
Ciencia y Tecnología.

Esta propuesta de Ley crea un marco claro de rectoría otorgando al


Ministerio nuevas y más contundentes competencias para ejercer un
poder rector necesario para coordinar, dictar lineamientos, articular,
un poder no intrusivo ante los otros organismos, pero necesario para
la formulación de la Política Científica Nacional que se concreta en la
articulación y ejecución del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación.

La rectoría del Ministerio en el SNCTi, genera el espacio para la


convergencia de todos los actores públicos y privados, así como en
todos los subsistemas. Otro elemento importante para ejercer la
rectoría tiene que ver con el manejo y administración de la
información, las estadísticas relacionadas con la planificación,
ejecución y seguimiento de las políticas, así como los programas y
proyectos en materia de ciencia y tecnología.

LA POLÍTICA Y PLAN CIENTÍFICO: LA FORMULACIÓN DE LA


POLÍTICA NACIONAL EN CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN.

A través de la ley se establece la competencia exclusiva del órgano


rector para la formulación, el desarrollo e implementación de planes,
políticas públicas y programas, todas dirigidas a la solución de los
problemas concretos del país y las necesidades de la población,
mediante la propuesta de líneas de investigación que desarrollen
capacidades científico-tecnológicas y de innovación, en todos los
niveles, articulándolos e integrándolos a la producción científica,
tecnológica y a la innovación.

Esta competencia rectora del Ministerio enmarcada en la Ley del Plan


de la Patria 2019-2025, garantizará la formulación de la política
nacional, el Plan Científico, así como la realización del análisis,
seguimiento, control y el registro de haberes, contemplando las líneas
prioritarias de investigación, los sujetos de investigación, las
estrategias de difusión y promoviendo la participación protagónica del
Poder Popular. El plan se convierte así, en un instrumento de
orientación política capaz de establecer las prioridades del país, los
lineamientos y las políticas nacionales en materia de ciencia,
tecnología, innovación y sus aplicaciones.

De igual forma, el Ministerio actuando como rector deberá establecer


los mecanismos de integración de todos los actores del Sistema
Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.

ANÁLISIS, SEGUIMIENTO Y CONTROL DE POLÍTICAS Y PLANES


DE CIENCIA, TECNOLOGÍA, INNOVACIÓN Y SUS APLICACIONES

Se considera necesario regular la competencia para llevar a cabo las


actividades de seguimiento y control de la capacidad científica
nacional, por parte del Ministerio como órgano rector, dirigidas a
todos los entes de ejecución que forman parte del Sistema Nacional
de Ciencia, Tecnología e Innovación. En la actualidad, se realiza el
seguimiento de políticas, programas y proyectos ejecutados por el
Ministerio y sus entes adscritos, sin embargo, ejerciendo la rectoría
sobre el SNCTi, el Ministerio podrá contar con elementos que den
cuenta de toda la actividad científica y de innovación a nivel nacional,
generando indicadores de CyT que visibilicen el talento, la
infraestructura y la capacidad actual con la que el Estado venezolano
cuenta en esta materia.

FUENTES DE FINANCIAMIENTO PARA EL DESARROLLO DE LA


CIENCIA, LA TECNOLOGÍA, LA INNOVACIÓN Y SUS
APLICACIONES

El avance de la ciencia para desarrollar métodos novedosos que


impacten en los procesos de producción de bienes y servicios, así
como en las condiciones de vida de la población, requiere de la
captación de recursos y financiamiento a proyectos, así como de toda
una logística de seguimiento de acuerdo con la planificación y tiempo
determinado para alcanzar las metas establecidas.

En la actualidad, la economía venezolana está signada por una


desarticulación de los ingresos de divisas, que en pequeña porción
provienen de las exportaciones petroleras, penalizadas ahora por las
medidas unilaterales y coercitivas que violan los derechos humanos
de toda la población venezolana, impuestas por EEUU. Esta situación
genera una mayor disminución de los ingresos, debido a la dificultad
de movilizar la producción de crudo a nivel internacional, toda vez
que estas medidas, así como el injusto bloqueo financiero imposibilita
el acceso al financiamiento en los mercados externos, requerido para
el financiamiento de la inversión del sector, quedando el ingreso fiscal
dependiente, casi en su totalidad, de la recaudación de los Impuestos
al Valor Agregado (IVA) y a las Grandes Transacciones Financieras
(IGTF).

Esta realidad plantea nuevos retos para los fondos que dependían
principalmente de la renta petrolera. En este sentido, se propone
crear mecanismos de diversificación de los ingresos para la ciencia,
tecnología e innovación, provenientes de fuentes nacionales o
internacionales, del sector privado y público, a través de distintas
modalidades, que permita fortalecer los fondos destinados a los
financiamientos, realizar inversiones financieras de riesgo moderado,
entre otros mecanismos necesarios para aumentar los ingresos para
la ciencia, la tecnología e innovación.

Por otro lado, el segundo reto es conservar el valor de los ingresos del
fondo, toda vez que la elevada inflación y la depreciación continua de
la moneda local conllevan a pérdidas financieras que deben ser
contrarrestadas, lo que se traduce en el objetivo de mejorar los
ingresos reales para el sector. Se plantea entonces, la incorporación
del sector privado como aportantes y a su vez como beneficiarios
para acceder a recursos financieros a través del órgano rector, bajo la
modalidad de alianza con el sector público o individualmente con
sometimiento a los lineamientos de las políticas científicas. Asimismo,
se promoverá inversión por parte de empresas públicas y privadas,
mixtas, nacionales y extranjeras en actividades de ciencia, tecnología,
innovación y sus aplicaciones.

Igualmente, en el marco de las fuentes para financiar proyectos se


hace necesario un estímulo al sector bancario, en este sentido, el
órgano rector propiciará el establecimiento de programas crediticios y
de incentivos por el sector bancario nacional para el financiamiento
de la ciencia, tecnología, innovación y sus aplicaciones. Se considera
pertinente en los actuales momentos, toda vez que puede brindar una
oportunidad para diversificar las fuentes de ingresos y mecanismos
de recaudación que procuren recursos para el financiamiento de los
proyectos de la actividad científica en Venezuela, los canales y modos
de contribuciones, utilización de los recursos y posibles inversiones
que protejan los recursos y coadyuven al cumplimiento de los
objetivos de los planes de ciencia, tecnología e innovación.
En la actualidad las fuentes de financiamiento en la ciencia, la
tecnología, la innovación y sus aplicaciones están limitadas, se
conforman según lo asignado desde el Ministerio del Poder Popular
para la Economía, Finanzas y Comercio Exterior al Ministerio que es
gasto e inversión y lo recaudado en aportes realizados por las
empresas públicas o privadas o de capital mixto a través del FONACIT.

Sin embargo, hay un capital desconocido (muy superior a lo


recaudado u obtenido en el Presupuesto) perteneciente a empresas,
universidades, laboratorios, que a diario invierten en investigación y
desarrollo científico-tecnológico, aplican ciencia y tecnología y cuyos
avances, resultados y aplicaciones son desconocidas por el Estado
Venezolano, aun cuando no dejan de cumplir con el aporte de Ley,
invierten en el área sin notificar al Estado, en tal sentido, debemos en
la Propuesta de Reforma de Ley, generar incentivos y estímulos para
controlar ese capital y esos resultados desconocidos, obligando a que
toda empresa pública o privada que realiza ciencia, tecnología e
innovación con recursos propios debe registrar e informar sobre el
proyecto a desarrollar, ante el órgano rector so pena de una sanción,
no se trata de controlar e intervenir en el proyecto privado más allá
de respeto al ambiente y a la vida, se trata que el país logre
inversiones en el área y tenga indicadores claros de cuánto se invierte
en ciencia y tecnología más allá del presupuesto nacional y los
aportes recaudados.

Por lo tanto, se diversifican las fuentes de financiamiento en la


Propuesta de Reforma de Ley en el Título VI, artículos 50 al 55, de la
siguiente manera:

Fuente Nacional: conformada por los ingresos ordinarios y


extraordinarios provenientes del presupuesto de la Nación en todos
los niveles de la Administración Pública y los que se destinen a las
organizaciones del Poder Popular, así como de los aportes que
realicen las personas jurídicas en todas sus modalidades.

Fuente Internacional: la obtenida mediante la cooperación,


colaboración, donación o crédito de organismos e instituciones
financieras internacionales.

Fuente del Sector Privado: la proveniente de recursos propios del


sector privado.

Asimismo, se establecen incentivos para los inversores en la ciencia y


la tecnología, referidos a deducciones del aporte, desgravámenes del
impuesto sobre la renta, exención del impuesto general a la
importación, y estímulos al sector empresarial que inviertan con
programas crediticios por parte del sector bancario.

Todos los entes públicos en cualesquiera de su niveles de la


Administración Pública, las organizaciones del Poder Popular y el
Sector Privado que desarrollen proyectos de investigación e
innovación en la ciencia, tecnología, innovación y sus aplicaciones
deberán informarlo y registrarlo ante el órgano rector a los fines de
las orientaciones y el control del cumplimiento de los principios
establecidos en la Ley.

Por otra parte, se fortalece la recaudación y se protege en


criptoactivos y monedas extranjeras, y en lo que respecta a las
sanciones se ajustan para todos aquellos que no se registren ante el
órgano rector.

En el contenido de la propuesta del proyecto de Ley, se establece en


Titulo VI denominado: De las Fuentes de Financiamiento para el
Desarrollo de la Ciencia, la Tecnología, la Innovación y sus
aplicaciones, el cual contiene doce (12) artículos, específicamente del
50 al 62 que establecen las diversas fuentes de financiamiento, los
aportantes, la proporción de los aportes por actividad económicas, las
actividades que serán financiadas, el acceso a los recursos y el
suministro de información de los aportantes.

CONSIDERACIONES FINALES.

Esta propuesta de Ley debe ser un instrumento para hacer que el


desarrollo social basado en el conocimiento, el ejercicio de la Ciencia
como un derecho humano y en la preservación y respeto al medio
ambiente, potencie, procure y garantice la atención a las necesidades
más fundamentales de los venezolanos y permita el desarrollo del
sector productivo, el sector industrial, la actividad agrícola, la salud
que a su vez contribuirá en mayor medida con el desarrollo nacional,
integrando las potencialidades el Poder Popular, del sector público y
el sector privado, que fortalezca la formación e inserción en la carrera
científica y tecnológica, para dar respuesta a todas las necesidades,
sociales, económicas, ambientales y culturales del pueblo venezolano,
incrementando la participación de todos y todas en las actividades de
investigación desde todas las instituciones de educación, cuya mirada
siempre sea la atención de las necesidades de la población y la
información y difusión de los conocimientos creados, garantizando la
soberanía pero no dejando de lado la solidaridad con nuestros pueblos
hermanos. Es por lo tanto importante, a partir de esta propuesta de
Ley iniciar también los cambios estructurales que sean necesarios
para garantizar que toda actividad científica y tecnología que financie
el Estado, sea pertinente, relevante, que estén al servicio del pueblo,
del ambiente, la salud, la vida misma y cumplan con los objetivos
históricos, estratégicos y nacionales de la Ley del Plan de la Patria
2019-2025, que hagan posible el incremento de recursos públicos y
privados para la investigación y desarrollo de la ciencia y la
tecnología, así como la formación transformadora, colectiva, integral,
permanente cuyo resultado sea un ser humano distinto con marcados
valores humanistas respetuoso con la naturaleza con una visión
alejada de las élites que existen en la comunidad científica, diseñando
políticas que se centren en la resolución del problemas presentes y
futuros, que incorpore al Poder Popular en un actor que impulse los
puntos de encuentro y de dialogo entre los saberes populares y la
comunidad científica y pueda tomar decisiones concretar para el
beneficio de las comunidades.

El proyecto entonces cuenta con la siguiente estructura:

El Título I “DISPOSICIONES FUNDAMENTALES” contiene las


disposiciones fundamentales del proyecto, como el objeto de la ley, el
interés público, los sujetos y las definiciones, la inclusión de la mujer
científica, los ámbitos de acción, la formulación de la política nacional,
los principios de la Ley, así como los principios éticos de la ciencia, la
tecnología y la innovación, los conocimientos tradicionales, el Plan
Científico Nacional y su contenido.

El Título II, “DEL SISTEMA NACIONAL DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E


INNOVACIÓN”, establece su definición, los subsistemas que lo
conforman, los mecanismos para su funcionamiento, la promoción del
SNCTi, el Registro y el suministro de información.

El Título III. “RECTORÍA”, establece las competencias del órgano rector


en materia de ciencia, tecnología e innovación, su integración y
cooperación en el ámbito internacional, los espacios para la
investigación y la innovación, las tecnología de la información, la
propiedad intelectual, la coordinación de sus políticas, la protección
de los conocimientos tradicionales, ancestrales, populares y
colectivos, los mecanismos de apoyo a la invención e innovación
popular y la evaluación y selección de los proyectos.

El Título IV “DE LA TERRITORIALIZACIÓN Y COMUNALIZACIÓN DE LA


CIENCIA, TECNOLOGÍA, E INNOVACIÓN Y SUS APLICACIONES”, esta
parte de la ley establece el papel de las actividades científicas y tec-
nológicas y sus aplicaciones en el ámbito regional, mecanismos para
la territorialización, fortalecimiento de la formación científica y tecno-
lógica, acompañamiento integral a los productores, fomento en la
creación y reactivación de unidades científico-productivas.

El Título V “DE LA PROMOCIÓN Y ESTÍMULO DE LA CIENCIA, LA


TECNOLOGÍA, INNOVACIÓN Y SUS APLICACIONES AL SERVICIO DE LA
NACIÓN” comprende lo relativo a la difusión de la ciencia, tecnología,
innovación y sus aplicaciones; promoción de la cultura científica,
tecnológica, innovadora y sus aplicaciones; la formación, las políticas
e incentivos para el vivir bien, aprovechamiento de los conocimientos
ancestrales, promoción de la investigación y las subvenciones.

El Título VI “DE LAS FUENTES DE FINANCIAMIENTO PARA EL


DESARROLLO DE LA CIENCIA, LA TECNOLOGÍA, LA INNOVACIÓN Y SUS
APLICACIONES”, se refiere a las fuentes de financiamiento nacional e
internacional para la ciencia, tecnología, innovación y sus
aplicaciones, de las fuentes del sector público, los estímulos al sector
empresarial y al sector financiero. Establece este título todo lo
relacionado con los aportantes, la proporción de los aportes, su
liquidación y pago, actividades relacionadas con los aportes a la
ciencia, tecnología, innovación y sus aplicaciones, del acceso a los
recursos, el retorno social de las subvenciones y el suministro de
información de los aportantes.

El Título VII “DEL FONDO NACIONAL DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E


INNOVACIÓN (FONACIT)”, este apartado desarrolla todo lo relacionado
con el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología en Innovación
(FONACIT), organismo adscrito al Ministerio del Poder Popular con
competencia en materia de ciencia y tecnología, su objeto y
atribuciones, domicilio, patrimonio, su estructura organizativa, sus
órganos de dirección y atribuciones.

El Título VIII “DEL RÉGIMEN SANCIONATORIO”, dispone el Sistema de


Multas por incumplimiento de las obligaciones asumidas tanto por los
aportantes como por los beneficiarios de los financiamientos de los
proyectos de investigación, así como lo referente a la desviación o la
negativa de incorporarse al registro, el destino de esos recursos, las
circunstancias agravantes y atenuantes, principios rectores de la
potestad administrativa sancionatoria, y el procedimiento para la
determinación del incumplimiento, así como sus lapsos.

Las DISPOSICIONES TRANSITORIAS, regulan la situaciones y el


procedimiento que se llevará a cabo en el caso de los sujetos pasivos
y sus aportantes, según haya concluido o no su ejercicio fiscal, para la
declaración, liquidación y pago de los aportes, el plazo para la
elaboración del reglamento de Ley.

La DISPOSICIÓN DEROGATORIA procede a derogar el Decreto con


Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e
Innovación (LOCTI) de fecha dieciocho (18) de noviembre de dos mil
catorce (2014), publicado en Gaceta Oficial No 6.151 de esa misma
fecha.

La DISPOSICIÓN FINAL establece la vacatio legis para la entrada en


vigencia de la norma, que ocurrirá transcurridos 60 días continuos,
contados a partir de su publicación en la Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela, en caso de su aprobación y
promulgación.

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