Son muchos los componentes que permiten el correcto
funcionamiento de nuestro coche. Cada uno de ellos juega un papel fundamental, que no cumplirían sin las características particulares que les convierten en indispensables. Aquí vamos a presentarte el turbocompresor. Un elemento del que seguro que habrás oído hablar, pero cuyo funcionamiento no es tan conocido. Un turbocompresor, también llamado turbo, es un sistema que introduce aire a presión en los cilindros. Al disponer de más oxígeno, se puede quemar más combustible y por lo tanto conseguir más par. Con aire a presión ambiente (1 atmósfera), esto se lograría con unas cámaras de combustión más grandes, o lo que es lo mismo, con más cilindrada. El funcionamiento del turbo se basa en el aprovechamiento de los gases de escape. Como el humo de los cilindros sale con cierta velocidad, ésta se utiliza para mover el turbo y que éste acelere el aire ambiente y lo meta en el motor. Veamos cuáles son las partes del turbo y qué papel tiene cada una para entender mejor como funciona. Partes básicas del turbocompresor Turbina: Éste es el elemento clave para aprovechar el movimiento de los gases de escape. Los gases de escape hacen girar la turbina para que el turbo acelere el aire que entra en los cilindros. La turbina puede ser de dos tipos: de álabes fijos o de álabes variables. Estos últimos pueden inclinar más o menos sus aspas, para conseguir varios efectos como el de mejorar el llenado a bajas revoluciones o incrementar el caudal en altas revoluciones. Eje coaxial: La turbina que gira se conecta al compresor mediante un eje coaxial que transmite su movimiento. Es una pieza que debe estar muy bien lubricada porque si no, se desgastaría muy pronto debido a las altas velocidades a las que funciona el turbo. Por eso, es importante elegir bien el tipo de aceite de nuestro motor. Si no es suficientemente fluido, no cubrirá todas las partes que necesitan lubricación. Compresor: El movimiento de la turbina es transmitido a la rueda del compresor mediante el eje. El giro de esta rueda empuja el aire como un ventilador hacia dentro del compresor. Una vez allí el aire se acelerará debido a que el conducto se va estrechando poco a poco. Por eso el compresor tiene esa peculiar forma de caracol. Una vez acelerado, el aire pasa al colector de admisión, por donde es conducido a los cilindros.