ANNA STEPHANIE MUÑOZ

5 SEÑALES
DE QUE ERES
EXITOSO
PERO NO
FELIZ

El éxito profesional debe ir de la mano con ser feliz

Una guía práctica para identificar el
desbalance de vida y cómo corregirlo.

WWW.ANNASTEPHANIEMUNOZ.COM
LAS 5 SEÑALES
Puedes ser una persona exitosa en tu ámbito laboral:
tener la posición que deseas, ganar bien, tener un
buen matrimonio, hijos saludables, hacer viajes de
placer y eso no significa que te sientas feliz y
www.annastephaniemunoz.com auto-realizad@.

Existen muchas personas que materialmente no

tienen lo que tú tienes y son felices. ¿Cuál es la
¿Te has dado cuenta que has logrado las cosas que te
diferencia? ¿De qué depende?
has propuesto, pero sigue faltando algo?
Shawn Achor, autor de “La felicidad como ventaja”,
¿Has visto a personas ser muy felices a tu alrededor,
explica que existe una fórmula para lograr el éxito: no
pero tú no eres tan feliz como te gustaría ser?
es el éxito el que conduce a la felicidad, sino que la
felicidad conlleva al éxito.
¿Qué es lo que te falta? Todos tenemos derecho a ser
completamente felices y realizados, tanto a nivel
A continuación, te describo las señales que puedes
personal como laboral.
estar viviendo las cuales podrían impedir tu felicidad.

"PARA CONSERVAR EL EQUILIBRIO, DEBEMOS MANTENER UNIDO LO

INTERIOR CON LO EXTERIOR, LO VISIBLE Y LO INVISIBLE,
LO CONOCIDO Y LO DESCONOCIDO, LO TEMPORAL Y
LO ETERNO, LO ANTIGUO Y LO NUEVO." - JOHN O´DONOHUE
 NO TIENES BALANCE DE VIDA
¿Me encanta mi trabajo? ¿Disfruto mis actividades diarias?

Si la respuesta es positiva, estás más cerca de poder trabajar en lograr un balance de vida.

Si hacemos las cosas que disfrutamos tenemos mayor posibilidad de ser felices y exitosos. Si esta es una
respuesta negativa, debes considerar evaluar cuáles son las razones de tu descontento y si deseas hacer un
cambio.

Varios estudios concuerdan que las personas que son felices desde una edad temprana tienen más
posibilidades de seguir siéndolo y obtener éxito en la vida. Estas personas por lo general tienen un mayor
bienestar que el resto de las personas. Y este bienestar les provee un mayor balance de vida.

Las principales señales de que careces de un balance

de vida son:
1. Tienes problemas en tus relaciones personales y/o profesionales
2. Pierdes la paciencia muy rápido
3. Estás siempre exhausto
4. Tienes dolores o molestias de cuerpo
5. Te enfermas frecuentemente
6. Tienes una relación demasiado íntima con tu celular
7. No tienes claridad de prioridades
8. Luchas por la perfección
9. Trabajas largas jornadas
10. Te llevas trabajo a la casa
11. No tienes tiempo para disfrutar de ti o de tus personas queridas
12. Siempre piensas en el trabajo
13. No te tomas días libres y/o vacaciones

Si te identificas con dos o más de estas señales es momento que hagas un alto y reflexiones sobre el tipo de vida que deseas
llevar. Las siguientes preguntas te ayudarán a identificar dónde te encuentras para decidir en qué dirección quieres moverte:
      
¿Me siento estancad@?
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¿Qué me encanta de mi vida actual? ¿Y qué no me gusta?
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¿Qué necesito hacer para tener balance de vida?
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¿Cuáles son los pasos que debo realizar para lograrlo?
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 NUNCA ES SUFICIENTE
Creencia: “Si trabajo más duro seré más exitoso. Si soy más exitoso seré feliz.”

Si esta es tu creencia, te pones metas que te dan felicidad momentánea cuando las logras y luego hay una nueva
meta y otra y otra y así sucesivamente, ya que nunca es suficiente y con la siguiente meta es con la que
“encontrarás la felicidad” que estás buscando.

Lo importante aquí es reenfocar la perspectiva, como lo dice Shawn Achor, de que, si subes el nivel de
positivismo en el presente, el cerebro experimenta “la ventaja de la felicidad”. Esto significa que tu cerebro
procesa mejor en positivo que si está negativo, neutral o estresado. Con esto se incrementa tu inteligencia,
creatividad y niveles de energía. Si utilizas tu cerebro de forma positiva en el presente, entonces serás más feliz
y exitoso.

Según diferentes estudios realizados por Achor, las cosas más recomendables a hacer para reprogramar tu
cerebro a que se mantenga en un estado positivo en el presente son:

1. Agradecer: Escribir diariamente 3 cosas por lo que estás agradecido cada día. Dar gracias por 21 días y luego
de esto tu cerebro se acostumbrará a ver las cosas positivas primero antes que las negativas.
2. Escribir un diario: Escribir sobre una situación positiva diaria que hayas tenido. Al escribirlo revives esa
situación y te das cuenta de lo que es verdaderamente importante
3. Meditación: Esto ayuda a enfocarnos en lo que estamos haciendo y estar más presentes sin perdernos en hacer
múltiples cosas a la vez   
4. Practicar amabilidad: Hacer de forma aleatoria actos de amabilidad. Escribir un correo, felicitar, agradecer,
decirle algo bonito a una persona, reconocer el buen trabajo, etc.

Al iniciar a hacer estas actividades por 21 días, las conviertes en un hábito y con esto se reprograma tu cerebro, viviendo más
feliz alcanzando tus éxitos. Y esto no se queda allí, empiezas a contagiar a las personas a tu alrededor con querer
reprogramar sus cerebros para ver el vaso “medio lleno” y no “medio vacío”.
 TE COMPARAS CON LOS DEMÁS
“No te compares con nadie, ten siempre la cabeza bien alta y recuerda: no eres ni
mejor ni peor, simplemente eres tú y eso nadie lo puede superar.”

Esta frase si bien es cierta y racionalmente estamos de acuerdo, en la práctica y realidad es muy difícil
asimilarla y ponerla en práctica.

En 1954 en psicólogo social Leon Festinger, en su teoría de la comparación social, describe que las
personas evalúan sus opiniones y habilidades comparándose con otras personas por dos razones:
1. Reducir la incertidumbre en el área donde se están comparando
2. Aprender a definirse a sí mismos

A la conclusión que llegó Festinger es que las personas no podemos definirnos a nosotros mismos si no nos
comparamos con alguien más. Entonces buscamos compararnos con personas similares a nosotros.
También comparamos nuestras habilidades y opiniones con grupos a los que consideramos importantes. El
problema radica en que muchas veces esas comparaciones nos hacen sentir mal, frustrados, enojados, tristes,
avergonzados, envidiosos y hasta decepcionados de nosotros mismos. La mayoría de estas emociones tienden
a ser negativas y desagradables.

¿Realmente es tan malo compararnos con otras personas? ¿No necesitamos

compararnos con otros para saber qué tan bien o mal estamos? Acaso, ¿no nos ayudan
las comparaciones a mejorar?

Para contestar estas preguntas lo primero es entender por qué nos estamos comparando y poder separar una
comparación saludable de una enfermiza.

Según Jordan Harbinger (“El Larry King del podcast), lo que buscamos los seres humanos es:
Saber qué tan buen@ soy en un tema específico
Sentirme mejor sobre mí mism@

Es importante estudiar a otras personas para poder medir nuestro progreso. Sin embargo, al hacerlo podemos
vanagloriarnos, hacernos pedazos o alternar entre ambos estados.

En realidad, lo que hacemos es que nos comparamos a nosotros mismos

con la versión de otras personas. La versión que desean mostrar
al mundo (esto es muy común en las redes sociales). Para reenfocar esta
comparación de una manera productiva y saludable debes contestarte
las siguientes preguntas:

¿Esta comparación es para evaluar mis habilidades y/u opiniones?

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¿Es para sentirme mejor sobre mis habilidades y/u opiniones?

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¿Es para validar mis creencias sobre mis habilidades y/u opiniones?
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Al contestarnos estas preguntas podremos entender mejor cuáles son nuestros motivadores y reenfocar nuestra energía en
lo positivo y no quedarnos atrapados en lo enfermizo y tóxico.
OLVIDAS QUE EL DINERO NO
COMPRA FELICIDAD

Estamos claros que el dinero no compra la felicidad, pero el tenerlo nos hace más felices. Se creía que en los
países más desarrollados y con mayor crecimiento económico, en donde el ingreso per cápita es mayor y las
necesidades básicas están cubiertas, la gente era más feliz. En estudios realizados a lo largo de más de 30 años
en diferentes naciones del mundo se ha descubierto que no existe relación alguna entre el poder adquisitivo y
la felicidad. Sin embargo, si hay una relación con la felicidad si los individuos gozan de bienestar.

La encuesta Gallup World Poll, dirigido por Andrew Jebb, sondeó a más de 1,7 millones de personas de 164
países. Lo que se descubrió es que en cada país existe un “monto” de ingreso anual que influye en tener
bienestar, pero si se supera ese monto es donde se tiene el riesgo de disminuir el bienestar. Principalmente
porque se comienza a gastar más, tener mayores responsabilidades, mayores demandas de tiempo, se vuelven
narcisistas, se sienten merecedores, etc.

Un estudio realizado por PNAS indicó que lo que mayor felicidad le da a la gente cuando tienen dinero es poder
comprar tiempo libre. Básicamente las personas invirtieron en comprar el tiempo de otras personas para hacer
aquellas cosas que preferían no realizar como limpiar, ir al supermercado, lavar la ropa, planchar, etc. El tener
mayor tiempo libre incrementa la felicidad y el bienestar.

¿Qué actividades podrías delegar para tener más tiempo libre para ti y tus seres
queridos?

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NO TE TRATAS BIEN A TI MISM@
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el autocuidado como lo que hacemos por nosotros mismos
para establecer y mantener la salud, prevenir y manejar la enfermedad. Es un término amplio que abarca las
siguientes acciones: 
Higiene (general y personal)
Nutrición (tipo y calidad de alimento)  
Estilo de vida (actividades deportivas, tiempo libre, etc.)
Factores ambientales (condiciones de vida, costumbres sociales, etc.)        
Factores socioeconómicos (nivel de ingreso, creencias culturales, etc.)
Automedicación

Con la vida ajetreada de hoy en día es muchas veces difícil cuidarnos a nosotros mismos. Nos hemos enfocado
en cuidar a los demás y descuidarnos a nosotros. El problema es que esto lleva al desgaste, estrés, frustración,
etc. Causando un desbalance en nuestra vida. Es un reto cambiar este enfoque y empezar a complacernos y
cuidarnos a nosotros mismos antes que a los demás. Tenemos la creencia cultural de que “somos egoístas” si lo
hacemos, pero la realidad es que podemos dar más en nuestras relaciones si tenemos una excelente relación
con nosotros mismos primero antes que cualquier otra persona.

Las siguientes recomendaciones te ayudarán a cuidarte y tratarte mejor para que inicies a buscar el balance de
vida que buscas:

1. Dialogo interno positivo: Hablarse con cariño, compasión y

respeto a sí mismo es el primer paso para cambiar nuestro trato
hacia nosotros mismos.
2. Consentirse: importante darse esos espacios para calidad de
tiempo consigo mismo como un día de spa, tomar un largo baño,
caminar en la naturaleza, leer un buen libro, ir a ver una película
o serie, etc.
3. Deshacerse de la gente tóxica: Sacar de tu vida o tomar
distancia de las personas que son tóxicas y te causan más estrés
que paz. Aquellas personas que disfrutan viéndote mal, triste,
frustrado, etc. No son las personas que quieres en tu vida, ya
que no te están tratando bien.
4. Buscar apoyo: tener un psicólogo, psiquiatra y/o coach de vida
ayuda a encontrar diferentes perspectivas y herramientas para
manejar los retos que enfrentamos en nuestra vida diaria.
5. Tener un momento de reflexión diario: Si meditas, rezas,
tienes espacios de soledad y silencio o todos los anteriores, es
importante reflexionar sobre las cosas que nos sucedieron en
el día, tanto las buenas como las malas. También agradecer
todas las cosas buenas que tenemos en nuestra vida. Identificar
los aprendizajes diarios y definir en qué áreas hicimos un buen
trabajo y en qué áreas podemos mejorar.
 CONCLUSIÓN
LAS 5 SEÑALES DE QUE ERES EXITOSO PERO NO FELIZ

Para iniciar el camino a la felicidad que estás buscando busca cultivar más la gratitud, humildad y la paciencia.
Cuando trabajas en esto, empiezas a ver cómo día a día incrementa nuestro nivel de felicidad con nuestra vida.

Cuando entendemos quiénes somos y qué queremos en nuestra vida, la misma adquiere un sentido. El propósito lo
definimos gracias a nuestro auto conocimiento trabajando en nosotros mismos, construyendo coherencia entre
nuestro pasado, presente y futuro; así como alinear nuestras acciones con el legado de vida que deseamos dejar.

Si vivimos con amor, empezando por el amor propio, todo lo demás va poco a poco nivelándose y nuestra perspectiva
acerca de lo material cambia, viviendo con mayor plenitud y alcanzando la felicidad que tanto anhelamos.

"LA FELICIDAD ES LA CERTEZA DE NO SENTIRSE PERDIDO." - JORGE BUCAY