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Revista A.E.N. Vol. VII. N. "23.

1987

Sueño normal y sueño


patológico en el hombre

Normal and pathological sleep In man

M. a Rosa PERAlTA ADRADOS *

INTRODUCCION
RESUMEN
Muchos siglos antes,
de que las modernas
En este artículo se realiza una revisión bibliográfica, del sueño
técnicas neurofisiológi­
normal y del sueño patológico en el sujeto adulto.
Se ha pretendido ofrecer una visión panorámica, de las bases cas aplicadas aJa inves­
neurofisiológicas del sueño, del concepto de ritmo circadiano, de tigación del sueño hu­
la semiología electrofisiológica del sueño, de las variaciones fisioló­ mano, incrementaran
gicas que entraña el hecho de dormir, y de las diversas patologías espectacularmente el
derivadas del sueño. conocimiento de este
proceso, Aristóteles e
Hipócrates, habían ob­
servado que el sueño es
SUMMARV
un fenómeno, extraor­
dinariamente complejo.
The article is a bibliographic review concerning normal and patho­ Durante todos estos si­
logical sleep in mano We wil/ summarized the knowledge con­
glos, nuestros conoci­
cerning the sleep neurophysiological mechanisms, the circadian
rhythm, the electrophysiological semiology, the physiological mientos se han basado
changes determined by the sleep process and final/y, the patho­ en la fisiopatología del
logy of sleep. individuo despierto.
Sin embargo, nuestro
organismo vive las 24
horas del día, de las que
PALABRAS CLAVE 8 aproximadamente,
permanece dormido,
Sueño. Ritmo circadiano. Polisomnografía. Insomnio. Hiper­ mientras que el cerebro
somnias diurnas periódicas y no periódicas. Alteraciones del reloj se reorganiza y el cuer­
biológico. Parasomnias. po se restaura.
Hoy día, el concepto
de Medicina Circadia­
KEV WORDS
na, es un hecho, y el
diagnóstico de las per­
Sleep. Circadian rhythm. Polysomnography. Insomnia. Periodic
(*) Sección de Neurofi­
and not periodic hypersomnias. Biologic clok disorders. Parasom­ siología Clínica. Hospital Ge­
nias. neral. «Gregario Marañón».
Madrid.

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turaciones funcionales del sueño, debe nismo activo, «los centros de sueño». La
basarse en un conocimiento exhaustivo utilización simultanea de las técnicas mor­
de la fisiología del ritmo vigilia-sueño, y fológicas y de fluorescencia, unidas a la
de sus variaciones. farmacología, han hecho posible la locali­
Dormir bién, significa mejor calidad de zación del centro del SL en grupos celula­
vida, pero en algunos casos el hecho de res situados en la región anterior del rafe y
dormir, representa un riesgo en algunas del centro del SP, situado en la porción
patologías como veremos más adelante. medio-lateral del tegmentum pontino o
Cabe esperar que en nuestro país, el locus coeruleus.
conocimiento del sueño humano y de su Con el tiempo, la sofisticación tecnoló­
patología, constituya una materia de es­ gica, ha llevado a la revisión de los esque­
tudio en las facultades de medicina, y que mas anteriores.
el abordaje del paciente por el médico, se La noción de «centros de sueño», ha sido
realice teniendo en cuenta, la existencia reemplazada en la actualidad, por la de re­
de la ritmicidad biológica del organismo des neuronales interconectadas, implica­
que representará, entre otras cosas, una das en el sueño. La serotonina, no es hoy
adaptación al medio que le rodea. día, el neurotrasmisor por excelencia del
SL, sino una neurohormona, que induce
durante la vigilia, la elaboración de sus­
BASES NEUROFISIOLOGICAS tancias hipnógenas, utilizadas ulterior­
DEL SUE~O mente durante el sueño.
La concepción actual de los mecanis­
En los últimos 30 años, los avances en mos del sueño, distingue cuatro sistemas
el conocimiento de la neurofisiología del o redes neuronales:
sueño, han sido extraordinarios. Los tra­
bajos de neurofisiología y de neuroquími­ - Sistemas responsables de los as­
ca, realizados fundamentalmente en el pectos fenomenológicos propios del SL
gato, han puesto de manifiesto, la impor­ (husos de sueño y ondas lentas) y de los
tancia del tronco cerebral, en el control y del SP (atonía muscular, movimientos
en el mantenimiento de la vigilia y de dos oculares rápidos y activación cortical).
tipos de sueño: sueño lento (SL) y sueño - Sistemas responsables de la puesta
paradógico (SP) o REM-sleep, de los en marcha del SL y del SP.
autores anglosajones (1). Se han utilizado - Sistemas neuronales y neurohumo­
dos lineas de investigación fundamenta­ rales, responsables de la síntesis y del al­
les, para estudiar los mecanismos del sue­ macenamiento de sustancias hipnógbnas:
ño: el aislamiento de factores inductores el sistema del SL (5-HT dependiente) si­
o facilitadores del sueño, y la realización tuado en el hipotálamo anterior, y del SP
de insomnios experimentales. (5-HT independiente) situado en los nu­
Numerosos investigadores, han segui­ cleos del hipotálamo y en el lóbulo inter­
do la primera linea, desde comienzos del mediario de la hipófisis.
siglo, afanados en la búsqueda de una - Finalmente, uno o varios sistemas
«hipnotoxina», o sustancia inductora del neuronales, correspondientes a uno o va­
sueño, producida teóricamente durante la rios relojes biológicos, que ponen en mar­
vigilia. Dicha sustancia, nunca se ha en­ cha estos mecanismos.
contrado, y hoy día, se trabaja en la iden­
tificación de varios péptidos que actua­
rían como factores facilitadores del SL RITMO CIRCADIANO
y/o del SP (2). VIGILlA-SUE~O
Los investigadores, que han seguido la
segunda linea, pensaron que el sueño de­ Los procesos biológicos, constituyen
pendía de la puesta en juego de un meca­ procesos de adaptación al medio y su or­

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ganización temporal, conlleva un ahorro un ciclo de sueño determinado genetica­


energético importante. mente, que puede variar entre 23 y 27 ho­
En el hombre, el ritmo biológico primor­ ras. Sin embargo, esta organización del
dial es el de 24 horas, denominado por sueño-vigilia, no existe en el momento del
HALBERG, «circadiano» (circa dies: cerca nacimiento. En el recién nacido a término,
de un día). La alternancia regular entre la el ciclo de la temperatura no existe hasta
vigilia y el sueño, es la expresión más evi­ los tres meses de edad, y el sueño, ha de
dente, de la existencia de una periodici­ desarrollarse en un sistema bien estableci­
dad biológica diaria. La cuestión inicial­ do, antes de que lleguen a fijarse los pe­
mente planteada, consistía en saber, si el ríodos de vigilia» (4).
ritmo circadiano en el hombre, se trataba Por otra parte, los cronobiólogos han
de un ritmo comportamental o biológico. puesto de manifiesto, que la siesta coinci­
Estudios experimentales en el laboratorio, de con el máximo del ciclo de temperatu­
han puesto de manifiesto, en sujetos so­ ra y el sueño más profundo, aparece 12
metidos a pruebas de aislamiento tempo­ horas después, coincidiendo con el míni­
ral, sin reloj, sin contacto humano y con mo de dicho ciclo, lo que demuestra la
luz artificial, que la duración del ciclo nic­ existencia de un ritmo bicircadiano, du­
tameral (ciclo vigilia-sueño) es mayor de rante el período de 24 horas.
24 horas. La persistencia, del ritmo vigilia­
sueño, en esas condiciones, presupone la
existencia de un reloj biológico interno. El
ritmo circadiano, en el hombre, puede ser
demostrado por más de cien variables: rit­ SEMIOLOGIA
mo de la temperatura corporal, de la se­ ELECTROFISIOLOGICA DE SUEÑO
creción hormonal, de la presión arterial,
de la respiración, etc. ASHCOFF (3), ha El estudio del sueño humano en el labo­
propuesto la existencia de dos osciladores ratorio, se lleva a cabo mediante el poli­
biológicos, que se acoplan normalmente somnograma, que consiste en el registro
entre si, sincronizándose. simultaneo del electroencefalograma
Estos osciladores, son la temperatura (EEG), del oculograma (EOG), del electro­
corporal y el ritmo vigilia-sueño. Se pro­ miograma de los musculos submentonia­
duce una desincornización o pérdida de la nos (EMG) y de la respiración. Si el proto­
relación de fase, entre el ritmo nictameral colo de estudio lo requiere, se pueden
y el ritmo de la temperatura, en individuos monitorizar además, otros parámentros:
sometidos a situaciones de stress. Tam­ Temperatura corporal, tensión arterial,
bién se han observado estados de desin­ gases sanguineos, movimientos corpora­
cronización en los trabajadores de turno les, reacción electro-dérmica, erección
de noche, que desplazan en 8 horas su peneana, presión endoesofágica, etc.
horario de sueño, yen los sujetos que via­ El polisomnograma, será la prueba
jan en avión en dirección oeste (jet lag). diagnóstica por excelencia, en diversas
En todos estos sujetos, se produce un patologías del sueño. La técnica poligráfi­
trastorno de la calidad del sueño, como ca, está hoy día estandardizada en todos
veremos más adelante. los laboratorios de sueño (5), debido a las
El SL depende del oscilador vigilia­ directrices de la Asociación Americana de
sueño y el SP, la latencia del sueño y el Centros de Estudios de Trastornos de
tiempo total de sueño, dependen del osci­ Sueño.
lador temperatura. El polisomnograma debe completarse
«Es importante señalar, que el hecho con la observación directa del paciente o
de dormir durante la noche, es un hábito mediante circuito cerrado de TV, para po­
adquirido y debido a presiones de carác­ der apreciar su comportamiento durante
ter social. Todos los individuos nacen con el sueño.

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1. Los estadios de sueño muscular como lo demuestra el registro


EMG submentoniano (Fig. 1).
La identificación del SP por ASERINSKY - Estadio 1: constituido por frecuen­
y KLEITMAN, en 1953 (6), da lugar a una cias de bajo voltaje, con predominio de
clasificación de los estadios de sueño, por frecuencias Theta (2-7 Hz). Además apa­
DEMENT y KLEITMAN, en 1957 (7), al com­ recen ondas agudas de vértice. En el EOG
probar, estos autores, que el EEG no es se aprecian movimientos oculares lentos,
homogéneo durante el período de sueño. pendulares (Fig. 2).
En la actualidad, existen criterios unifi­ - Estadio 2: se caracteriza por la pre­
cados para identificar los estadios de sue­ sencia de husos de sueño (sleep spindles)
ño en el sujeto adulto (RECHTSCHAFFEN y de (12-14 Hz) y de complejos K (Fig. 3).
KALES, 1968) (8), yen el niño recién naci­ - Estadio 3: se define cuando el EEG
do (ANDERS y col., 1971) (9). Estos crite­ muestra entre un 20 y un 50 % de ondas
rios sirven de referencia a todos los inves­ lentas de gran amplitud y una frecuencia
tigadores que trabajan en el sueño huma­ de 2 Hz.
no y los esquematizamos a continuación: - Estadio 4: cuando el EEG muestra
más del 50 % de ondas lentas de 2 Hz, de
- Estadio de vigilia: se caracteriza por gran amplitud (Fig. 4).
la presencia de actividad Alfa (8-12 Hz) y
Beta de bajo voltaje. Existe una tonicidad El análisis visual, conlleva un gran mar­

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Fig. 1. - Polisomnograma que muestra un Estadio de Vigilia. Se caracteriza por la presencia de


un ritmo Alfa parieto-occipital, de 8 a 14 Hz de frecuencia y un ritmo Beta de Bajo voltaje, en áreas
anteriores de scalp. Se observa un EMG tónico, en los músculos submentonianos.

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Fig. 2. - Polisomnograma que muestra un Estadio 1 de sueño. Se caracteriza por un EEG de baja
amplitud (25-50 micro VI y frecuencias mixtas. de 4 a 12 Hz. Persiste la tonicidad muscular en el EMG.
aunque atenuada con respecto a la vigilia y aparecen movimientos oculares lentos. pendulares. en
el EOG.

gen de error, entre los estadios 3 y 4, por


demostrado en edades avanzadas de la vi­
lo que generalmente, los resultados se da o en pacientes psicóticos, por LAIRY y
dan conjuntamente bajo el término de coL, en 1975 (10).
sueño lento profundo (SLP). Las nuevas técnicas de análisis auto­
mático del sueño, actualmente en proce­
- Estadio paradógico o REM-slep; de­ so de desarrollo, podrán obviar parte de
finido por un EEG de bajo voltaje y fre­ este problema. El porcentaje de los esta­
cuencias mixtas, por salvas de movimien­ dios de sueño, en relación con el tiempo
tos oculares rápidos y por una atonía total de sueño, puede resumirse como si­
muscular, como lo demuestra el EMG gue: Estadio 1, 5 %; Estadio 2, 50 %; Es­
submentoniano (Fig. 5). tadio 3+4,25 %; SP, 20 %.
Al análisis cuantitativo de los estadios
Esta descripción del sueño en 5 esta­ de sueño, deben añadirse, por lo menos,
dios, aún siendo eficaz, es algo simplista, dos índices que permiten una valoración
ya que no refleja con exactitud la realidad, cualitativa objetiva del sueño: eficiencia
de un proceso tan complejo como el sue­ del sueño y continuidad del sueño. El aná­
ño humano, donde continuamente pue­ lisis paramétrico u objetivo del sueño, de­
den darse cambios de estadios, que dan be completarse con la gráfica del sueño o
lugar a períodos transicionales, que pue­ hipnograma, que ilustra perfectamente el
den representar un porcentaje importante desarrollo temporal del sueño (Figuras
de la totalidad del registro, como se ha 6 y 7).

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Sueflo normal y sueflo patológico en el hombre RevistaA.E.N. Vol. VII. N. " 23.1987

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Fig. 3. - Polisomnograma que muestra un Estadio 2 de sueño. Se caracteriza por la presencia de


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«husos de sueño» o «spindles» y de complejos K. En el EMG de los músculos submentonianos, se
puede observar una breve atonía fásica. La respiración y la frecuencia cardíaca, son regulares.

El sueño está constituido por varios ci­ ciclo nictameral. Se ha demostrado que
clos (de 4 a 5 en el adulto sano) que inclu­ los ritmos hormonales vigilia-sueño, son
yen los'5 estadios mencionados. Existe un practica mente irrompibles y que cada
mayor porcentaje de SLP en las primeras hormona tiene un patrón circadiano espe­
horas de la noche, una recurrencia perió­ cífico, en lo que concierne a su secreción
dica del SP cada 90 minutos, y un mayor (11 ).
porcentaje de SP en la segunda mitad de El estudio de la secreción hormonal cir­
la noche. cadiana, se realiza mediante extracciones
En la primera infancia y en la tercera de sangre repetidas, cada 30 minutos, a lo
edad, los criterios descritos anteriormen­ largo de las 24 horas del día.
te, varian considerablemente y no nos de­
tendremos en ello, en este artículo. Se ha comprobado que la somatotropi­
na (STH), presenta un pico de secreción a
SUE~O y VARIACIONES la 1/2 hora del adormecimento, aproxi­
FISIOLOGICAS madamente, mientras que el pico de la
prolactina (PRL) aparece 40 minutos des­
Sistema endocrino pués, del pico de STH. Por el contrario, la
secreción de hormona tiroidea (TSH) yen
Hoy día se sabe que el funcionamiento cierta medida, del cortisol, desaparecen al
del sistema hormonal hipotálamo­ comienzo del sueño. La TSH exibe su pi­
hipofisario, está estrechamente ligado al co máximo de secreción al final de la acti­

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Sueno normal y sueno patológico en el hombre RevislaA.E.N. Vol. VII. N. "23. 1987

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Fig. 4. - Polisomnograma que muestra un Estadio 3 + 4 de sueño. En el EEG se aprecian ondas


de 2 Hz o más lentas. con una amplitud que excede los 75 micro V y en un porcentaje que oscila alrede­
dor del 50 %. Persiste una tonicidad en el EMG submentoniano. ­

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Fig. 5. - Polisomnograma que muestra un Estadio Parad6gico o REM. Se caracteriza por un


EEG constituido por frecuencia mixtas y de bajo voltaje; por salvas de movimientos oculares répi­
dos. como puede verse en los EOGs; y por una atonía de la musculatura estriada. interrumpida por
una breve contracci6n muscular fásica y por algunas mioclonías hípnicas.
Sueño normal y sueño patológico en el hombre Revista A.E.N. Vol. VJI. N. " 23. 1987

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Fig. 6. - Muestra el hipnograma de una paciente, remitida de un Hospital Psiquiátrico. con la


sospecha de SAS. Clinicamente, la paciente presentaba trastornos de la personalidad V del carác­
ter. El polisomnograma. confirmó el diagnóstico de SAS. Las apneas, aparecen fundamentalmen­
te durante los estadios de SP. Se observan 4 ciclos de sueño V una gran fragmentación del mismo.
La administración de Clomipramina, mejoró considerablemente el cuadro.

vidad diurna, inmediatamente antes del Termorregulación


adormecirrliento, y la secreción de corti­
sol acontece hacia el final del período de Ya hemos mencionado la importancia
sueño, preparando al organismo para la del oscilador temperatura y cómo el ritmo
vigilia. circadiano de la misma, se sincroniza, en
condiciones habituales, con el ritmo vigi-.
El sueño juega un papel primordial, en
lia-sueño. En ambientes neutros o frios, el
la sincronización de la programación tem­ adormecimiento se asocia con una dismi­
poral de las hormonas, interviniendo en la nución de la temperatura rectal, mientras
síntesis efectuada por las células en ge­ que en ambientes calurosos, se produce
neral y las células centrales en particular un aumento del sudor en el adormeci­
(12).
miento.
La depresión endógena se ha asociado Un hecho particularmente interesante,
a una alteración de la secuencia circadia­ es la casi completa desaparición de las
na, debido a un avance de fase de la tem­ respuestas termorreguladoras, durante el
peratura y del ritmo de secreción del corti­ SP (13). Estas modificaciones periféricas,
sol, aumento de los niveles de cortisol en corresponderían a un cambio de las es­
sangre y disminución de la latencia del tructuras hipotalámicas termorregulado­
SP, durante la noche. ras.

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Sueño normal y sueño patológico en el hombre Revista A.E.N. Vol. VII. N." 23. 1987

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Hora.
Programa HIPNOG, T. T. O. 7h. 51m.

Fig. 7. - Hipnograma de un paciente afecto de un OSAS muy severo. Dicho paciente, ingresó
en el Hospital, debido a una parada cardíaca. Se trataba de un sujeto «pickwickiano» con graves
complicaciones cardiovasculares. Presentaba una somnolencia diurna muy acusada, impidiéndo­
le todo tipo de actividad. Se puede observar un sueño estructuralmente muy alterado, con una de­
saparición casi total del SLP, una reducción marcada del SP, una latencia del sueño muy breve y
una importante fragmentación.
Las apneas, casi exclusivamente de tipo mixto, aparecen tanto en SI como en REM, ininterrum­
pidamente. La actividad motora durante el sueño, está considerablemente aumentada.

Frecuencia cardíaca y tensión arterial Respiración

Ambas tienden a disminuir progresiva­ Existe una bradipnea relativa desde el


mente a lo largo del sueño, hasta la ma­ comienzo del sueño. Durante el sueño li­
drugada, permaneciendo regulares. El SP gero (estadios 1 y 2), se aprecia una ten­
provoca irregularidades del ritmo cardía­ dencia a la respiración de tipo periódico
co. También la TA puede sufrir variacio­ (14). El SP, está asociado con cambios
nes bruscas de hasta 30-40 mm de Hg. dramáticos en el control respiratorio, en
Estas irregularidades fásicas, dependen asociación con los eventos fásicos de di­
mucho de cada sujeto y suelen coincidir cho estadio. La pérdida de la tonicidad,
con los períodos de intensa actividad ocu­ de los musculos intercostales durante el
lar. SP, puede originar un colapso paradógico

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Sueflo normal y sueflo patológico en el hombre ReVista A.E.N. Vol. VII. N. n 23. 1987

del torax durante la inspiración y reducir 1. Insomnios


la eficacia del esfuerzo respiratorio. Sin
embargo, frente a estas modificaciones El insomnio, es con mucho, el trastorno
de la respiración durante el sueño, existe más frecuente, encontrado en la práctica
un mecanismo de protección que es el médica. En una encuesta, realizada en
«arousal» o despertar cortical, provocan­ Los Angeles en 1974, 33 % de los encues­
do una aceleración de la ventilación. tados, manifestaban dificultades para
dormir y 42 %, presentaban o habían pre­
sentado, problemas relacionados con el
Actividad motora sueño (17).
El diagnostico del insomnio, se basa en
La actividad tónica muscular y la exci­ la existencia de alteraciones diurnas evi­
tabilidad tendinosa refleja, disminuyen dentes: fatigabilidad, agotamiento, irrita­
progresivamente durante el SL. Sin em­ bilidad, agresividad, disforia y sensación
bargo, pueden apreciarse movimientos de «hambre de sueño».
fásicos, asociados con reacciones de La relación entre los parámetros objeti­
«arousal». En el SP, se produce una aboli­ vos de sueño, medidos en el laboratorio,
ción de la actividad tónica muscular y de y la valoración subjetiva de los mismos,
los reflejos mono y polisinápticos. Se tra­ presentan a menudo, grandes discrepan­
ta de una inhibición activa de origen reti­ cias. En realidad, no existen parámetros
cular, que actúa directamente a nivel de objetivos de sueño, que definan al insom­
las motoneuronas, lo que provoca una hi­ nio, de ahí la significación que adquiere la
perpolarización de las mismas. Por últi­ anamnesis detallada del paciente, y de su
mo, mencionaremos que durante el SP, compañera/o en la cama, que proporcio­
se produce una erección peneana, que se narán datos esenciales: duración del sue­
asocia raramente a ensoñaciones de con­ ño, latencia de su instalación, presencia
tenido erótico (15). Se trata de un fenó­ de ronquidos y de pausas respiratorias,
meno muy estable y resistente a todos los actividad motora excesiva, etc.
aspectos fisiológicos del SP. La persisten­ Recientemente se ha introducido en el
cia nocturna de una erección, en una im­ diagnóstico el «Multiple Sleep Latency
potencia de tipo psicológico, orientará el Test» (18), utilizado previamente en el
diagnóstico (16). diagnóstico de las hipersomnias patológi­
cas. El test consiste, en la medición de la
latencia del sueño, a intervalos de dos ho­
PATOLOGIA DEL SUEfilO ras, cinco veces al día. Se debe realizar
después de una noche normal de sueño,
Desde 1979, disponemos de una clasifi­ objetivada mediante registro poligráfico y
cación de los trastornos de la vigilia y d~1 en un laboratorio bien equipado.
sueño, basada esencialmente en datos Hay que distinguir entre insomnios
clínicos y elaborada por la «American As­ transitorios, e insomnios crónicos y per­
sociation of Sleep Disorders Centers» (5). sistentes.
De acuerdo con esta clasificación , es ne­
cesario distinguir entre:
1.2. Insomnio transitorio
- Dificultades en la instalación y en el
mantenimiento del sueño o insomnios. Los insomnios transitorios o situaciona­
- Trastornos persistentes del ciclo les, se deben a circunstancias que deter­
vigilia-sueño, relacionados con el reloj minan en el sujeto, un importante stress
biológico. emocional; a desfases horarios consecuti­
Hipersomnolencias diurnas. vos a vuelos transmeridianos; a una mala
Parasomnias. higiene del sueño; finalmente, a alteracio­

566
Sueño normal y sueño patológico en el hombre Revista A.E.N. Vol. VII. N. 023. /987

nes del ritmo vigilia-sueño, en los trabaja­ en las extremidades inferiores, que apare­
dores de turno laboral cambiante. cen en reposo e inducen al movimiento
La característica fundamental de estos (19). Los movimientos periódicos de las
insomnios es su duración limitada, exis­ piernas, conocidos previamente en la lite­
tiendo en todos ellos, una historia anterior ratura, como «Mioclonus Nocturno» (20),
de sueño normal. se asocian sistemáticamente al SPI. Afec­
tan a los miembros inferiores, son pseu­
doperiódicos y muy estereotipados y se
caracterizan por una dorsiflexión del pie o
1.3. Insomnio crónico incluso, una flexión triple de toda la pier­
na, análoga a la obtenida en la respuesta
((Ciertas tendencias psicopatológicas, de BABINSKI, por estimulación plantar
pueden dar lugar a un insomnio, como (21). Se han descrito casos familiares,
único síntoma o acompañado de trastor­ con trasmisión genética autosómica do­
nos del comportamiento, encuadrándose minante (22) y casos sintomáticos, en pa­
entonces, dentro de los trastornos psi­ cientes con afecciones neurológicas y
quíatricos habituales» (O. BENOIT, 1967) metabólicas. Nuestro grupo, actualmente
(12). estudia este Síndrome, en pacientes con
La utilización crónica de medicamentos insuficiencia renal crónica en tratamiento
(tranquilizantes, hipnóticos, estimulan­ con hemodiálisis (23). El síntoma insom­
tes), el alcoholismo y la drogadicción, nio, es muy acusado en estos pacientes,
provocan insomnios persistentes y difíci­ debido a las disestesias y a las sacudidas
les de tratar, debido a la dependencia que de las piernas, que provocan una gran
generan, al cabo de poco tiempo y como fragmentación del sueño nocturno. Ade­
consecuencia, a la exacerbación del in­ más, el SPI suele asociarse con una respi­
somnio, durante el síndrome de abstinen­ ración periódica durante el sueño, proble­
cia. mas ambos, que se exacerban considera­
El reflujo gastro-esofágico, es frecuen­ blemente con la edad. Recientemente,
te en sujetos de edades avanzadas, pro­ MONTPLAISIR y col. (24), han sugerido que
vocando despertares bruscos por regurgi­ el SPI y los movimientos periódicos de las
tación de ácido gástrico a la nasofaringe, piernas durante el sueño, representan dos
y en ocasiones, aspiración. Puede existir manifestaciones c1fnicas de una misma
un reflujo asintomático, posibilidad que disfunción a nivel del SNC.
conviene recordar, ante la existencia de El diagnóstico es cHnico, confirmándo­
un insomnio crónico. se mediante polisomnografía. El trata­
El Síndrome de apneas periódicas du­ miento, es puramente sintomático, utili­
rante el sueño y el Síndrome de hipoventi­ zándose en la actualidad el Clonazepam y
lación alveolar primaria o Síndrome de la Carbamazepina, con resultados relati­
Ondina, provocan insomnio por dificultad vamente satisfactorios.
en el mantenimiento del sueño, debido a
las pausas respiratorias, como detallare­
mos más adelante. En su tratamiento, hay
que evitar los fármacos depresores del 2. Trastornos persistentes del
SNC. La utilización de estimulantes respi­ ciclo vigilia-suelio
ratorios: progesterona y medroxiproges­
terona, no han mostrado resultados satis­ Son los llamados desfase internos o al­
factorios. teraciones del reloj biológico. Hay que
El Síndrome de ((piernas inquietas)) distinguir entre: el Síndrome de la fase de
(SP\) con movimientos periódicos de las sueño avanzada, el Síndrome de la fase
piernas durante el sueño, consiste en sen­ de sueño retrasada y el Síndrome del rit­
saciones disestésicas muy desagradables mo circadiano diferente del de 24 horas.

567
Sueño normal y sueño patológico en el hombre Revista A.E.N. Vol. VlI. N. " 23. 1987

En el Síndrome de la fase de sueño 3.1. Hipersomnias ligadas a un tras­


avanzada, más frecuente en individuos de torno respiratorio durante el
edades avanzadas, el sujeto se duerme sueño.
pronto y se despierta de madrugada. Sue­
le aparecer una fatiga progresiva a medi­ Aunque clínicamente la existencia del
da que avanza el día. Síndrome de apneas periódicas durante el
Por el contrario, el sujeto con un Sín­ sueño (SAS), se sospechaba desde fina­
drome de retraso de la fase de sueño se les del siglo pasado, GASTAUT y coL, en
encuentra muy despejado por la noche y 1965f (26), demuestran, mediante poli­
se duerme tarde. Es el clásico individuo somnografía, la existencia de alteraciones
que se despierta muy entrada la mañana y de la respiración durante el sueño, en pa­
cientes de tipo PICKWICK. Poco tiempo
que después, se encuentra cansado du­
rante todo el día. Es más frecuente en jó­ después, LUGARESI (27) descubren las
venes. mismas alteraciones, en sujetos no obe­
sos.
En uno y otro Síndrome, el sueño será
normal y el tratamiento de elección, es la Durante la última década, el avance ha
cronoterapia. La cronoterapia consiste en sido extraordinario en el reconocimiento
retrasar o adelantar progresivamente, la del Síndrome como una entidad patológi­
hora de acostarse, hasta dar una vuelta ca común, con dos síntomas esenciales:
completa al reloj. De esta manera, llegará excesiva somnolencia diurna y pausas
un momento en que aparezca de nuevo respiratorias repetidas durante el sueño,
una síncronia, con las fases habituales del con complicaciones cardiovasculares se­
ciclo sueño-vigilia. cundarias. La prevalencia del SAS, es del
0.4 al 3 % de la población (28).
El Síndrome del ritmo circadiano dife­
rente del de 24 horas, se ha podido repro­ La apnea se define, como una pausa
ducir en el laboratorio, mediante expe­ respiratoria de 10 segundos de duración,
riencias de curso libre (12). El origen de como mínimo. Se distinguen tres tipos de
este trastorno, no se conoce. La conse­ apnea:
cuencia es una privación crónica de sue­
ño, debido a que el desfase horario se - Apnea central o diafragmática, con
acentúa progresivamente. El impacto del cese de los movimientos respiratorios
Síndrome, sobre la actividad profesional y toraco-abdominales.
social del sujeto, será muy negativo.
- Apnea obstructiva, por ausencia de
Se caracteriza por la existencia de pe­ flujo aéreo a través de la nariz y de la bo­
ríodos asintomáticos cíclicos cada dos se­ ca, a pesar de la persistencia de los movi­
manas aproximadamente, cuando el ho­ mientos respiratorios toraco-abdominales.
rario del sujeto, coincide con el horario
habitual vigilia-sueño. Este Síndrome se . - Apnea mixta, caracterizada por un
ha descrito en sujetos ciegos de naci­ componente central inicial, seguido de un
miento y en aquellos pacientes, con en­ componente obstructivo.
fermedades crónicas, que guardan cama
de forma prolongada. Se considera patológica una cifra ma­
yor de 30 apneas en 7 horas de sueño, o
de 5 apneas por hora de sueño, indepen­
dientemente del tipo de las mismas. Aten­
3. Hipersomnias diurnas diendo al tipo de apneas que se den en el
paciente, de forma predominante, se
Expondremos a continuación, las hiper­ identifican dos Síndromes: Síndrome de
somnias diurnas, en orden a su relevancia apneas centrales (SAS) y Síndrome de
en cuanto a su incidencia y prevalencia. apneas obstructivas (OSAS).

568
Sueño normal y sueño patológim en el hombre Revista A.E.N. Vol. Vl/. N. "23. 1987

La sintomatología clínica del paciente Fisiopatologia de la apnea


afecto de SAS, es muy estereotipada. Los
síntomas habituales, son: excesiva som­ La apnea obstructiva del OSAS provo­
nolencia diurna, aumento de la actividad ca una interrupción de la respiración y co­
motora durante el sueño, disminución de mo consecuencia, una asfixia progresiva,
la capacidad intelectual, cambios de la con alteraciones gasométricas: hipoxia e
personalidad y del carácter, impotencia hipercapnia. La frecuencia cardíaca du­
sexual, cefaleas y naúseas matutinas, rante la apnea, disminuye por estimula­
enuresis nocturna intermitente, desperta­ ción vagal, dando lugar a diversos tipos
res frecuentes y bruscos durante el sue­ de arrítmias. El OSAS puede dar lugar a
ño, etc. Estos síntomas se acompañan de una muerte súbita durate el sueño, debi­
signos clínicos inequívocos: sobrepeso, do a estas alteraciones severas del ritmo
hipertensión arterial, policitemia, hiper­ cardíaco (29). Los episodios de apnea re­
tensión pulmonar, arrítmias cardíacas currente nocturna, en pacientes con
nocturnas y trastornos psiquiátricos. OSAS, determinan además, otras modifi­
El SAS se diagnostica, mediante un po­ caciones hemodinámicas:
Iisomnograma, con monitorización de la
respiración a varios niveles, además de la - Vasocontricción pulmonar refleja,
medición de la saturación de ~ en sangre que dará lugar a una insuficiencia cardía­
(Fig. 8). El polisomnograma se debe com­ ca derecha.
pletar, con un examen ORL y maxilo­ - Vasocontricción sistémica que pro­
facial. Se trata de un proceso multisisté­ vocará un aumento de la tensión arterial,
mico y como consecuencia, el paciente inicialmente cíclico y después permanen­
debe ser estudiado desde el punto de vis­ te. A diferencia de lo que sucede con la
ta cardiológico, neumológico, endocrino­ hipertensión pulmonar, la hipertensión
lógico y psiquiátrico. sistémica puede persistir durante el esta­

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Fig. 8. - Ejemplo de polisomnograma realizado mediante la técnica estandar: EEG en el primer
canal; movimientos oculares en el segundo y tercer canales; EMG de los músculos submentonia­
nos en el cuarto canal; flujo aéreo nasal en el quinto canal; curva de saturación de Do¿ en el sexto ca­
nal y ECG en el último canal. Obsérvese la caída de la saturación de Do¿ concomitantemente a la ap­
nea, la bradi-taquicardia cíclica y la activación muscular coincidiendo con el ronquido, al finalizar
la apnea.

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Sueño normal y sueño patológico en el hombre Revista A.E.N. Vol. VII. N. " 23. 1987

dio de vigilia, aún en ausencia de hipoxe­ 3.2. Síndrome Narcolepsia­


mia diurna (30), siendo responsable de la Cataplexia
gran prevalencia de OSAS en las llama­
das «hipertensiones esenciales» (31, 32). Descrito hace un siglo por GELlNEAU
Desde el punto de vista polisomnográfi­ (35), es en la última década, cuando los
ca, la terminación de la apnea, provoc.p estudios neurofisiológicos en el hombre y
un fuerte ronquido y un «arousal» EEG, en el animal, han supuesto un enorme
que atendiendo al grado evolutivo del avance en el conocimiento de la enferme­
proceso, puede repetirse cientos de ve­ dad (36). Se trata de un trastorno especí­
ces, a lo largo de la noche. El sueño noc­ fico de SP, que tiene una incidencia de
turno, aparecerá en consecuencia, muy 4/10.000 habitantes.
fragmentado, con una marcada disminu­ No es una enfermedad exclusiva de la
ción e incluso, desapareción, del SLP y especie humana, ya que se ha descrito en
del SP (Figs. 6 y 7). La fragmentación del perros y en caballos, transmitiéndose ge­
sueño nocturno, explica la somnolencia néticamente en forma autosómica recesi­
diurna excesiva. va (37). Estudios en cerebros de perro,
Nos hemos extendido en todas estas han demostrado una menor concentra­
consideraciones fisiopatológicas, debido ción de Dopamina y una menor utilización
a su importancia capital, a la hora de de la misma, en el estriado. Actualmente,
adoptar una actitud terapeútica. Si la res­ se piensa que existe una predisposición
piración nocturna mejora, la hipersomnia genética que determinaría una susceptibi­
diurna desaparece, como también, las lidad particular de las neuronas monoa­
complicaciones cardiovasculares. drenérgicas y colinérgicas del tronco ce­
rebral (4).
La enfermedad, suele debutar en la pu­
Tratamiento bertad, apareciendo los síntomas de for­
ma escalonada. El curso, es fluctuante y
El tratamiento quimioterápico del Sín­ cuando alguno de los síntomas hace su
drome, mediante fármacos que aumenten aparición, persistirá a lo largo de la evolu­
la excitabilidad de los centros respirato­
ción, durante toda la vidad (38).
rios (nicotina, protriptilina, etc.), no ha
Se han descrito, fundamentalmente
proporcionado los resultados esperados.
En los sujetos obesos, se impone una re­ por BILLlARD (39), circunstancias particu­
ducción ponderal drástica, mediante dieta lares en el comienzo de la enfermedad:
hipocalórica, que debe efectuarse en me­ privación crónica de sueño, cambios fre­
cuentes en el horario vigilia-sueño, facto­
dio hospitalario, debido a la dificultad que
presentan estos pacientes para adelgazar. res de stress psicológicos, etc. De acuer­
do con este autor, parece ser que trans­
En casos muy graves de OSAS, se ha uti­
curren 13 años como media, entre el diag­
lizado la taqueostomía, con válvula abier­
ta durante la noche, lo que ha puesto de nóstico del primer síntoma y el diagnósti­
manifiesto, la reversibilidad del Síndrome co de la enfermedad. Este largo período
de inactividad terapeútica, es responsable
y de sus complicaciones (33). En la actua­
de un elevado tanto por ciento, del im­
lidad, el tratamiento se basa en dos técni­
pacto negativo de la enfermedad socio­
cas principales:
economicamente.
- Ventilación nocturna con aire a pre­ Desde el punto de vista clínico, el Sín­
sión positiva continua (CPAP), adminis­ drome se caracteriza por una tetrada sin­
trado a través de mascarilla nasal (34). tomática:
- Tratamiento quirúrgico, mediante
intervenciones a nivel de la oro-faringe y - Excesiva somnolencia diurna, con
de la mandíbula. sueño nocturno perturbado.

5.70
Sueflo normal y sueflo patológico en el hombre Revista A.E.N. Vol. VII. N. " 23. 1987

- Ataques de cataplexia, consistentes fía de «siesta», que ponga en evidencia


en breves episodios de parálisis muscular un adormecimiento en estadio de SP
(sin pérdida de conciencia), desencade­ (REM-onset) (Fig. 10). Además, pueden
nados por factores emocionales (risa, apreciarse toda una serie de anomalías
llanto, miedo, furia, etc.) (Fig. 9). demostrativas: episodios de «micro­
- Alucinaciones hipnagógicas VIVI­ sueño», bruscas supresiones fásicas mus­
das, que se presentan en el momento de culares, movimientos oculares rápidos
la transición entre la vigilia y el sueño. aislados, etc., que obligarán a proseguir
- Parálisis de sueño o imposibilidad una evaluación más completa. La poligra­
de movimiento, que al igual que las aluci­ fía de siesta, se debe completar con el
naciones, se presentan al inicio del sueño «Multiple Sleep Latency Test» (18). El
o coincidiendo con un despertar. sueño nocturno, estará alterado por una
La cataplexia, las alucinaciones hipna­ disminución del SLP, una elevada inci­
gógicas y la parálisis de sueño, son mani­ dencia de ensueños, un aumento de la ac­
festaciones del SP. tividad motora y finalmente, por una diso­
Otro síntoma importante del Síndrome, ciación de los estadios de sueño.
lo constituye los episodios de comporta­ El diagnóstico diferencial, se establece­
miento automático durante el día como rá con otros procesos, que determinen
consecuencia de los numerosos «micro­ una somnolencia diurna excesiva: priva­
sueños», que se dan en estos pacientes. ción crónica de sueño, SAS y OSAS, al­
El diagnóstico, se confirmará en el la­ teraciones del ritmo circadiano, depresión
boratorio de sueño, mediante una poligra- endógena, efectos secundarios de ciertos

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Fig. 9. - Muestra un episodio de cataplexia en un paciente narcoléptico. Durante el episodio, se
observa un EEG de bajo voltaje y frecuencias rápidas y una atonía muscular total. Después del epi­
sodio. el ritmo Alfa, aparece de nuevo.

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Sueño normal y sueño patológico en el hombre Revista A.E.N. Vol. VII. N. "23. 1987

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Fig. 10. - Muestra un adormecimiento en 5P o REM-ON5ET, en un paciente narcoléptico. Del
Estadio de vigilia (Wakel. el paciente se duerme bruscamente, apareciendo movimientos oculares
rápidos (rems); el EEG está constituido por frecuencias mixtas y de baja amplitud; yen el EMG se
aprecia una hipotonía muscular y abundante mioclonias hípnicas. La flecha gruesa, muestra el fi­
nal del episodio REM, a los 2 minutos aproximadamente de haber comenzado.
Nótese que en la fotografía, aparecen 3 fragmentos secuenciales.

fármacos, etc. Una vez establecido el han mostrado muy eficaces en el control
diagnóstico, el tratamiento debe incidir en de la cataplexia. La acción de los fárma­
la adquisición por parte del paciente, de cos antidepresivos, se debe a sus efectos
unos hábitos de sueño adecuados: dor­ anticoligérnicos. La Protriptilina, es el tri­
mir bien por la noche y dormir varias sies­ cíclico más utilizado, ya que produce me­
tas, breves, durante el día. En la mayoría nor somnolencia diurna. La dosis aconse­
de los casos, es necesaria una psicotera­ jada es de 20 mg.ldía en cuatro tomas.
pia de apoyo a largo plazo. Desde el pun­ Como regla general, se deben adminis­
to de vista farmacológico se administran trar fármacos, empezando con la mínima
dos tipos de fármacos: dosis efectiva, lo que pertirirá un mayor
- Estimulantes centrales para mejorar margen de acción, en el caso de que se
la somnolencia diurna. El Metilfenidato, presente tolerancia. La suspensión tem­
resulta el fármaco de elección, porque tie­ poral del fármaco, en caso de tolerancia,
ne menos efectos secundarios. La dosis es preferible al aumento de la dosis.
óptima es de 5 mg.ldía, en dos tomas. Mientras no se conozca con exactitud,
Los antidepresivos tricíclicos, se el defecto neuroquímico subyacente de

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Sueflo normal y sueflo patológico en el hombre Revista A.E.N. Vol. VII. N. " 23. 1987

esta enfermedad, el tratamiento farmaco­ lizado los estimulantes centrales para


lógico, será puramente sintomático. combatir la hipersomnia.
El Síndrome de la hipersomnia diurna ascr
ciada a la menstruación en mujeres adoles­
centes, se describió inicialmente, como
3.3. Hipersomnias periódicas una variante femenina del Síndrome de
KLEINE-LEVIN (43). Actualmente se piensa
Entre las hipersomnias periódicas me­ en una entidad clínica nueva (44), a pesar
jor conocidas, destaca el Síndrome de la escasez de casos publicados, pare­
de KLElNE-LEVIN (40) sistematizado por ce'asociado a una disfunción hormonal,
CRITCHLEY (41). Este peculiar proceso, mal definida todavía. La hipersomnia se
que afecta únicamente a adolescentes de manifiesta mensualmente, durante 3 a 5
sexo masculino, se caracteriza por una hi­ días, desapareciendo bruscamente, horas
persomnia rebelde de varios días de dura­ antes de la menstruación.
ción, una hiperfagia y trastornos del com­
portamiento, con importante deshinibi­
ción sexual. El síndrome cursa en brotes 3.4. Parasomnias
con intervalos asintomáticos, más o me­
nos prolongados. La etiología es desco­ Se trata de fenómenos episódicos que
nocida aunque en los últimos años, se ha perturban el sueño nocturno, sin que sus
enunciado la hipótesis de que se trata de mecanismos, ni los de la vigilia, estén di­
una enfermedad por virus lentos. Los exá­ rectamente implicados (12). los fenóme­
menes neurológico y psiquiátrico son nor­ nos más frecuentes son bién conocidos:
males y el diagnóstico es eminentemente los terrores nocturnos, las pesadillas, la
clínico. Los hallazgos plisomnográficos, enuresis nocturna, el sonambulismo, el
son todavía escasos en la literatura, al tra­ bruxismo, las distonias paroxísticas, las
tarse de un proceso muy infrecuente. Re­ erecciones dolorosas, etc. En el niño, al­
cientemente LAVIE y col., (42), han descri­ gunos de estos fenómenos son totalmen­
to la existencia de una respiración periódi­ te banales. En el adulto, se asocian con
ca anormal durante el sueño, análoga a la frecuencia a una psicopatología subsidia­
encontrada en el SAS, consecuencia, ria de tratamiento psiquiátrico (45).
probablemente de una hipoexcitabilidad a La exploración polisomnográfica es de­
nivel central. La enfermedad evoluciona cisiva a la hora de establecer un diagnósti­
espontaneamente a la curación, hacia la co diferencial, entre un terror nocturno o
cuarta década de la vida. El tratamiento un episodio de sonambulismo y una crisis
de estos pacientes, se ha prestado a con­ epiléptica del lóbulo temporal por ejem­
troversias y, en algunos casos, se han uti- plo.

573
Sueño normal y sueño patológico en el hombre Revista A.E.N. Vol. VII. N. "23. 1987

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