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Historia de las culturas antiguas y medievales

Informe de lectura(reflexión)
Maria Camila Zuluaga

A lo largo de la historia se logra evidenciar como una de las características para la

formación de un territorio es a través de las conquistas, éstas, en algunos casos, traen

grandes aportaciones a nivel de: la lengua, la cultura, el conocimiento, el planeamiento

territorial o el estilo de vida. Pero en otras, trae consigo: un empobrecimiento cultural, un

despojo de las riquezas y símbolos propios y un desmembramiento de sus cosmovisiones y

pensamientos ancestrales. Puesto que, es diferente si se da un sustrato o un superestrato

cultural.

En el caso de Europa, cuando fue conquistada se dio una relación más de sustrato, ya que,

los pueblos que la invadieron le hicieron aportaciones, pero no impusieron del todo su

cultura, un ejemplo es Hispania o Al-Ándaluz como fue nombrado en ese momento este

territorio. Lograron convivir: judíos sefarditas, moros y árabes, alcanzando así el mayor

florecimiento cultural, arquitectónico e intelectual de esa época. Esto se da por el nivel de

sincretismo alcanzado y por el respeto hacia el modo de ver y de actuar del otro.

Mientras que los Romanos al invadir otros territorios, en este caso, Las islas británicas,

establecieron un nivel de superestrato cultural, al intentar romantizar todo el territorio.

Según el libro La formación de Inglaterra de Isaac Asimov, podemos apreciar cómo se da

la sucesión de un emperador tras otro en Roma, pero al mismo tiempo vemos como estos

periodos alteran el curso de la historia en Britania. En algunos casos, es una mirada de

poder y aprehensión del territorio, podemos apreciarlo en: Claudio, Nerón, Vespasiano y

Antonio Pío. Otros solo quieren su control, aunque no del todo el dominio: Augusto,
tiberio, Calígula y Comodo y unos pocos solo quieren mantener la paz, es el caso de:

Adriano y Séptimo Severo. Otra forma de mostrar su poderío fue a través de la lengua,

puesto que muchos modismos celtas, pasaron a la historia romanizados y el exterminio que

se dio contra los Druidas, sabios encargados de transmitir la tradición oral y el saber. A

causa, de que sin memoria se pueden hacer lo que se desee con un pueblo, ya que no hay

raíces para afincarse.

Pese a todo lo anterior, en este periodo de la Britania Romana, también contó con gran

resistencia, ya que, a pesar de todas las intervenciones que tuvo por parte de los

emperadores romanos nunca se logró su romanización total. Esto gracias a los Caledonios,

tribus del norte que eran entre celtas y una raza anterior a ellos, que le hicieron resistencia

al imperio y lograron mantener sus costumbres y su lengua. También es importante

mencionar, el papel de Baudica, única mujer mencionada en este periódico histórico en el

libro, por hacerle frente al imperio e invitar a su gente a rebelarse, generando así un

desacomodo y ocasionando que se iniciaran de nuevo estas conquistas.

En cuanto a los sajones, la invasión se da de una forma particular, porque es el mismo

pueblo el que los invitó a ocupar su territorio. Los habitantes de Britania al no contar con

valores nacionalistas y al estar divididos culturalmente, prefirieron convidar a tribus

germánicas, las cuales, destruyeron ambos bandos y se adueñaron de la situación. Puesto

que anglos y sajones sí estaban estrechamente relacionados en la lengua y costumbres, tanto

así, que pasaron a la historia como un solo pueblo “anglosajones”. De esta forma, dieron

con una cultura que también buscó imponerse y no establecer una relación de iguales,

dando cuenta a su vez que la unión sí hace la fuerza, puesto que el asunto identitario hizo

mella en estos procesos de conquista.


Pese a todo lo anterior, los anglosajones tampoco lograron conquistar toda la isla y la

separación que se daba en la Britania romana por la muralla de Adriano, en este periodo se

veía en Mercia, “tierra fronteriza”, que seguía separando a los britanos de las tribus

germánicas que se establecieron en el territorio (Inglaterra) ya no por una muralla, pero sí

por un territorio de por medio, al igual que fueron de los pocos pueblos paganos que

quedaron en ese momento. Mientras que paradójicamente la Britania que, en tiempos de los

romanos, fue la que se mantuvo al margen por largo tiempo de los procesos de colonización

y que solo al final se vio afectada en gran medida, en este periodo quedó completamente

germanizada y descristianizada. En cuanto a la mujer, solo se le nombra para decir que se

hizo una especie de transacción con ella: para unir el territorio o hacer alianzas con pueblos

vecinos o para referenciar que estas eran las más atraídas por las doctrinas de la iglesia

cristiana. Esto último, fue lo que terminó cambiando el panorama, porque la reconquista de

los romanos fue esta vez en el sentido religioso.

Ese asunto jugó a hacer las veces de unificador y el abanderado en ese momento de la

historia fue Teodoro de Tarso, quien corrigió los abusos y adecuó las prácticas religiosas.

Pero no serviría de mucho, porque la división se seguía acentuando en otras esferas, es el

caso de: el nulo papel que tenía la mujer, la división territorial, tanto política (Heptarquía) y

culturalmente. Además, lo anterior se verá acrecentado por dos razones: la primera, es que

los líderes de los 7 gobiernos intentarán tomarse el poder por la fuerza, se resaltan a Tapia

de Offa y Egberto y lo segundo, fue los asaltos nórdicos que más adelante se convertirían

en invasiones, en cuanto a estos, en el libro no hablan de aportes positivos, sino, del miedo

generalizado que provocaban en todo el territorio y de la sangre que derramarían a su paso.


Por último, se podría decir que el que entró a cambiar la historia de estás divisiones tan
marcadas en la Islas británicas fue Alfredo el Grande, con este, triunfó la razón por encima
de la fuerza. Sus esfuerzos se vieron reflejados en traducir diferentes textos, en dar un paso
más allá con el conocimiento, intentando conocer el territorio que habitaba, donde los
pobladores cedieron el poder porque vieron en el un líder y este conocimiento no se centró
solo en ingleses o los demás pobladores de estas islas, sino de los Daneses, con los cuales
de apoco se fueron fusionando, pues en el fondo no eran muy diferentes, de hecho,
provenían del mismo territorio, hablaban casi la misma lengua y tenían prácticamente la
misma herencia cultural.

Bibliografía:

Asimov,I.(1982).La formación de Inglaterra.España,Madrid:Alianza Editorial

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