Está en la página 1de 6

CIPA #1

NURY YOHANA TRUJILLO


KAREN JULIETH MONTILLA
ANA MARIA CORTES SILVA

¿Cuál es el soporte pedagógico para el uso de las TIC en las nuevas


prácticas en la educación?

Cuando hablamos de innovación educativa en cuanto a la utilización de


herramientas tecnológicas en el proceso enseñanza aprendizaje, hacemos
referencia al uso correcto de las “Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TIC)., POR PARTE DE los docentes y de los estudiantes.
Esto, aplicándose de forma correcta, implica modernizar el proceso
educativo, facilitar el acceso al sistema, mejorar el aprendizaje, entre otros
aspectos. Un educador no aprende con teoría sino con la práctica, es por
esto que los docentes de hoy, además de preocuparse por dictar su cátedra
de la mejor manera, dentro de su plan pedagógico debe incluir la tecnología,
tanto para enseñar, como a la hora de recibir resultados de trabajos o tareas
establecidas, ya que no se puede enseñar sobre lo desconocido; no
obstante, hay muchos docentes que son inmigrantes digitales.

Actualmente nos enfrentamos a una generación nacida en la era tecnológica,


con habilidades excepcionales en el manejo de las herramientas digitales, lo
que supone una motivación en el momento de estudiar. Por otra parte,
estamos inmersos en un mundo en el que la información en un alto
porcentaje se obtiene por medio de la tecnología moderna.

Por tal razón, necesitamos una innovación en el proceso educativo, que nos
permita desarrollar todo el potencial de Los jóvenes de la actualidad.

Sobre esta realidad, Tesouro y Puiggalí (2006) destacan que las nuevas
tecnologías de la información han abierto nuevas expectativas en el campo
de la educación que comportan cambios en la relación del alumno con el
tiempo y con el espacio.

Marcelo (2002) apuntaba, que una ciudadanía activa no puede crearse con
unos sistemas educativos obsoletos a nivel de su organización y de su
planteamiento didáctico y curricular.

Es importante tener en cuenta, que el agregar la tecnología en la educación,


no implica que la interacción y el debate entre los estudiantes se suprima,
por el contrario, se deben crear metodologías para esta integración y,
aunque cada uno esté en su entorno, sepa que puede interactuar, opinar y
debatir sobre un tema determinado, esto promueve la creación de una
sociedad crítica, pensante, con capacidad de decidir.

Así lo destaca Miguel Ángel Pérez: "Con la tecnología podemos crear


espacios de aprendizaje de gran riqueza, donde los estudiantes se formen
como constructores de conocimiento y nosotros como organizadores de
experiencias de aprendizaje. Si nosotros creamos espacios para generar
conocimiento, los jóvenes podrán compartir lo que están descubriendo cada
día y su intercambio cotidiano los llevará a descubrir el valor de la red como
espacio para compartir su cotidianidad, pero también el producto de su
trabajo de investigación."

Con base en lo anterior, se deben implementar mecanismos de interacción,


incluyendo diversidades culturales como muestras artísticas, para generar un
acercamiento entre los educandos, por medio de la multiplicación de la
información y sobre la base del respeto y la tolerancia, enriqueciendo así la
pedagogía del ser y del saber ser, con la interacción de estudiantes versus
educador. De la intensidad de la vivencia depende la sorpresa y los placeres
del aprendizaje" (Fuenmayor, 1999). Puesto que el uso de la internet no
supone una inmersión en un solo mundo, por el contrario, implica el
acercamiento a lo desconocido de una forma rápida y sencilla, y el uso de las
TIC nos sirve como herramienta para divulgar contenido.
Una de las prácticas pedagógicas que se pueden implementar en esta nueva
era, es la creación de grupos de investigación, y la difusión de los resultados
en medios digitales como fotos, videos, audios y escritos, para de esta
manera ayudarles a incentivar su capacidad argumentativa e imaginación.

Actualmente, la escuela se está viendo en la necesidad de asumir nuevas


formas de llevar a cabo los procesos educativos. También se pide a los
docentes ponerse a tono con las nuevas realidades sociales de un mundo
altamente globalizado. Los sistemas educativos están llamados a vivir
cambios paradigmáticos en su configuración actual y este proceso se
facilitará y acelerará con el apoyo que ofrecen las TIC en su desarrollo. Para
que la educación del siglo XXI incremente competencias en cada uno de los
estudiantes, requiere una nueva forma de escuela, más flexible,
personalizada y ubicua. El rol de la comunidad de aprendizaje en este nuevo
paradigma consiste en generar espacios, condiciones y conversaciones para
que cada uno de sus miembros pueda aprender a aprender y desarrolle las
habilidades y capacidades que le serán útiles para luchar con los desafíos
presentes y futuros.

El progreso de la implementación o del cambio de un nuevo paradigma


educativo, es un proceso de construcción que se hace paso a paso, de
manera que se desarrolle un procedimiento de aprendizaje y construcción
colaborativa, que desde distintos proyectos e iniciativas, contribuya a
establecer los principios, las estrategias, los instrumentos y los procesos que
permitirán su modelamiento, replicabilidad y escalamiento, hasta convertirse
en una política pública. Este cambio se entiende como la forma de abordar el
objetivo central de la escuela: pasar de una educación orientada
exclusivamente a mejorar los resultados académicos de los estudiantes, a
una en donde el centro está en cada estudiante y el quehacer pedagógico es
concebido como acompañamiento y colaboración entre aprendices.

Un desafío pedagógico, para incorporar las TIC al aula y en el currículum


escolar, la adecuación de la formación inicial y en servicio de los docentes;
políticas públicas que aseguren la implementación de reformas que impacten
en los sistemas educativos de manera integral y que aseguren la cobertura y
calidad de la infraestructura tecnológica; y utilizar las TIC como oportunidad
para mejorar la gestión escolar, lo que implica preparar a directivos y
administrativos en estas nuevas tecnologías.

En Colombia, los gobiernos no han garantizado el acceso a la tecnología


para toda la población, pues existe una brecha digital inmensa, lo que implica
una desigualdad en estos aspectos.

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL),


durante la pandemia en Colombia el 62% de la población usa internet. Pero
el índice de penetración de internet fijo es apenas del 37,5%, lo que significa
que buena parte de las personas accede a través de celulares y, en su
mayoría, con planes prepago.

En las cabeceras municipales hay un índice de penetración de internet fijo


del 45,75%, mientras que en el sector rural disperso y los pequeños centros
urbanos este índice apenas llega al 6,2%. Esto, a su vez, representa retos en
términos de calidad del servicio, en especial para determinados usos, como
la educación o el trabajo.

No es concebible que en este tiempo existan tantas personas, especialmente


niños con ganas de estudiar, aprender, surgir… pero no tienen los medios
para lograrlo. Se siente impotencia al tener la voluntad de enseñar pero sin
herramientas que permitan ejercer esta labor. Por otra parte, el acceso a la
tecnología para las personas con discapacidad es complejo, ya que se
necesitan condiciones especiales para que esta población pueda acceder a
la información, y en Colombia desafortunadamente parece que fuera
ignorada, como si no existiera.

A demás de los problemas de conectividad existen otras brechas digitales


complejas como la calidad de la conectividad, puesto que no es lo mismo
acceder a internet con el fin de entretenerse, que para estudiar o trabajar.
Desafortunadamente el uso de las redes de internet es un privilegio para
pocos, lo que genera aún más desigualdad de la que se ha vivido siempre en
los países latinoamericanos, especialmente en Colombia.

Una alfabetización digital de los actores de la comunidad educativa


reconoce, no solo los entornos virtuales, sino aquellos que faciliten la
construcción de nuevos aprendizajes aplicando las tecnologías de la
comunicación y la información. En este sentido, la transformación de una
cultura digital debería impactar en todos los escenarios de formación de la
persona, lo que coincide con la posición de Marquês (2011), que indica que
se deben revisar los contextos sociales.

Aun cuando se evidenció la organización en la formación del docente en las


bases de la educación, la apropiación de las TIC, en la medida que se dio
cobertura a los grados de preescolar, básica primaria, media básica y
secundaria, permitió un acercamiento de los medios tecnológicos en cada
una de las etapas de los estudiantes, lo cual demostró una mayor
exploración del uso de las tecnologías en la media básica y secundaria.

En la apropiación de las TIC se evidenció el interés por mantener los


proyectos de aula en el área académica y de trascender en otras áreas de
formación del estudiante, como son: la cultural, la institucional, lo industrial, el
medioambiente, la convivencia. En esta última, entran a participar los padres
de familia. A partir del trabajo realizado por el docente en estos proyectos, se
observó que su capacidad para promover el empleo de las TIC a partir de su
formación le permitió dar un uso pedagógico, incentivando nuevas
estrategias didácticas para la formación integral del estudiante. Estos
resultados se evidencian en el uso de las herramientas que utilizan para
socializar el conocimiento en cada uno de los niveles de integración.

La metodología fue una característica central en el mejoramiento de las


prácticas educativas a través del uso de la tecnología, lo cual demuestra que
el modelo tradicional todavía existente, como la Escuela Nueva, fue
influenciado por las TIC en la medida que la sociedad digital hizo que el
docente promoviera otras formas de aprendizaje, pasando de una
alfabetización digital de reconocimiento de las TIC a una forma de aplicación
en estos escenarios escolares.

Una de las opciones para cerrar la brecha digital, es mediante el compromiso


del gobierno a cubrir por lo menos el 70% de cobertura de internet para el
año 2022. Para lograrlo se deben crear estrategias para que la población
utilice correctamente la conectividad. Sabemos que Internet es una excelente
herramienta para el aprendizaje, no obstante es imprescindible que , en el
caso de los menores de edad, haya supervisión por parte de padres de
familia o adultos responsables.

También podría gustarte